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FUNDACIÓN CASA WABI

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CAFÉ LORAINE

CAFÉ LORAINE

Es una fundación sin fines de lucro que opera en la costa del Pacífico de Oaxaca. Mantiene un espacio de exposición allí y en Santa María la Ribera, en la CDMX. La fundación dedica su trabajo a promover la colaboración y el compromiso social a través del arte y la experiencia del arte. Su objetivo es generar diálogo e interacción para enriquecer la perspectiva de vida de los participantes del programa.

La sede de Oaxaca, conocida por su arquitectura de primer orden, alberga un enorme jardín de 27 hectáreas. La sede de Santa María se dedica a mostrar el trabajo de los artistas más jóvenes de Ciudad de México, aunque con un guiño al trabajo que se realiza en Oaxaca. El énfasis sigue estando en sus propios procesos de producción. Los diálogos que se apoyan aquí contribuyen intencionadamente a la escena artística local. Y Santa María la Ribera se ha desarrollado enormemente desde la apertura de la Casa Wabi.

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También hay un proyecto educativo centrado en los residentes del barrio. Tal vez esa sea parte de la razón por la que los visitantes internacionales suelen estar tan contentos de pasear por Santa María la Ribera. El lugar está a unos siete minutos a pie del Metro San Cosme.

Un Espacio Para La Creaci N E Interacci N Art Stica

Este refugio del arte ahora cuenta con una nueva sede enclavada en una de las colonias más interesantes de la capital del país.

En 2014, el artista Bosco Sodi creó la Fundación Casa Wabi, un nombre asociado con el término japonés wabi sabi, que a grandes rasgos podría definirse como una estética que celebra la imperfección y la calidad efímera de nuestro universo. Ubicada en las costas de Oaxaca, la Casa Wabi, diseñada por nada menos que el arquitecto japonés Tadao Ando, ha fungido desde entonces como un espacio para la creación e interacción artística donde los residentes y la comunidad local entran en contacto y trabajan juntos.

La Fundación Casa Wabi opera también en Tokio, en una casa llamada Casa Nano, y tiene dos lugares de exhibición, uno dentro de la Casa Wabi de Oaxaca y el otro, su espacio en la Ciudad de México, la Casa Wabi Santa María, que abrió sus puertas recientemente.

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