Catálogo Abstrahêre Expo.

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Exposición Autores: Alberto Ramos Rubio Ameélie Del Vecchio Ana de Lara Pérez-Esparza Aurora García-Calabrés Carlota Mula López Daniel Bermúdez Castallo Daniela Gaule Moller Eduardo Padilla Sánchez Ignacio Díaz Carranza Pablos Caballero Rocío Barroso Castallo Triana Sánchez Hevia

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier tipo de almacenamiento de información o sistema de recuperación sin permiso escrito por cualquiera de los responsables de este grupo.

Esta exposición surge en el marco de la asignatura de Máster, Pintura, Construcción y Espacio, dirigida por los docentes Alberto Mañero Gutiérrez y Paco Lara-Barranco. © Textos e imágenes, autores 2020. ISBN: 13-978-84-09-21826-4 Maquetación de Cubierta : Triana Sánchez Hevia Maquetación: Triana Sánchez Hevia y Daniela Gaule Moller Traducción de textos: Aurora García - Calabrés y Pablos Caballero


AbstrahĂŞre. /noun/


sitúa en la metáfora (Marshall McLuhan,1998) de “aldea global”, que se refiere al fin de lo nacional o local en detrimento de lo transnacional, cuyo motor por excelencia es el capitalismo a escala planetaria. Un aspecto relevante y que marca la diferencia respecto a la modernidad, de acuerdo con el filósofo francés Jean-François Lyotard:

Prólogo.

[…] es que si en épocas pasadas la investigación tenía un fundamento filosófico que servía de legitimación al saber con la posmodernidad se da una multiplicidad de saberes y de lenguajes diferentes que no se pueden legitimar desde un metalenguaje. El gran relato ha perdido su credibilidad sea cual sea el modo de unificación que se le haya asignado, los sistemas de unidad no tienen cabida en la cultura de la posmodernidad. De este modo se inaugura la fragmentación de los discursos. (Lyotard, 1987)

Alberto Mañero Gutiérrez Paco Lara-Barranco

La crítica del modernismo es formalista mientras que la del posmodernismo es relativista, lo cual no significa que necesariamente se opongan la una a la otra. Hay que sopesar que el formalismo solo se limite a encontrar el significado que explica la forma. Sin embargo, el posmodernismo tiende a implicar que no existen verdades absolutas sobre arte: focaliza la búsqueda del significado de la obra.

Desde que comenzó su singladura el Máster Universitario en Arte, Idea y Producción en la Facultad de Bellas Artes, constantemente se ha evaluado con el fin de analizar y desarrollar el mejor entorno docente posible que facilitase el cauce expresivo del alumnado, para que éste se sintiese identificado, fortalecido y cómodo en su labor de creación. Una de sus materias, Pintura, Construcción y Espacio, integra en sus contenidos y competencias acciones vinculadas a distintos paradigmas plásticos actuales y, a la vez, se esfuerza para intentar ofrecer una metodología dinámica, ágil y actual. Desde hace cinco años se procura que las obras desarrolladas durante el curso no resulten circunscritas solo al ámbito académico, por lo que se canaliza dicho trabajo en un proyecto expositivo integral, como medio habitual para la comunicación en la creación contemporánea. No obstante, dicho compromiso se traduce también, aparte de la obra plástica, en la aportación de textos críticos del alumnado para contextualizar su obra y establecer una contribución conceptual. Dichas aportaciones escritas junto con las imágenes de las obras expuestas conforman este catálogo. El título de la muestra, ABSTRAHÈRE, arroja alguna pista sobre el núcleo significante y conceptual que toma el proyecto artístico desarrollado. La primera pista está vinculada al propio título de la muestra. El término abstracción solemos utilizarlo de modo genérico y se refiere a algo no específico, que no cuenta con una realidad propia. La mayoría de los teóricos (Cirlot, Berger, Benjamin, De Michelli, Adorno) y artistas más representativos de las vanguardias, Kandinsky, Klee, Mondrian, Malévich…), incluso previos a ellas, comparten determinados puntos de vista respecto a la representación y, en concreto, a la abstracción. La crisis de las vanguardias, e incluso los géneros o artes tradicionales (pintura, escultura) dejaron de ser el vehículo principal de expresión artística para quienes buscaban medios más innovadores, en beneficio de “instalaciones artísticas”, arte conceptual, nuevas tecnologías, sustentados bajo la hibridación, el eclecticismo, la “deconstrucción”, el impulso del “nomadismo cultural”, de la curiosidad, de la apertura “total” del arte frente a cualquier forma de academicismo. Aparece una segunda pista en este proyecto, por oposición al denominado arte moderno, propiciada por esquemas o postulados posmodernos. Como ya intuimos, es la teoría socio-cultural que demanda la actual vigencia de un periodo histórico que habría superado el proyecto moderno; es decir, la raíz cultural, política y económica propia de la Edad Contemporánea. Frente al acuerdo implacable con la innovación, el progreso y la crítica de las vanguardias artísticas, intelectuales y sociales, el posmodernismo defiende la hibridación, la cultura popular, el descentramiento de la autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos (Lyotard, Baudrillard, Danto, Foucault, Lipovestky, Bonito Oliva…). Las vanguardias pretendían eliminar la distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte; el artista posmoderno, en cambio, es autorreferencial, el arte habla del arte, no pretenden hacer una labor social. El arte moderno había admitido la imposibilidad de aprehender la realidad, evolucionando incluso a formas artísticas inmateriales: el minimal, el arte conceptual, el land-art, el body-art, el arte povera, el happening. El arte posmoderno vuelve sin pudor al sustrato material tradicional, a la obra de arte-objeto, al “arte por el arte”. Una novedad que aporta este espacio social es la globalización, cuyo antecedente se

Numerosas obras artísticas, sobre todo a partir de los años 80, y especialmente en los 90, abandonan los medios tradicionales de representación y hacen uso de la tecnología. En este sentido, Roxana Popelka Sosa Sánchez, profesora de la Universidad Complutense en la Facultad de Ciencias de la Información, argumenta que este “uso” se acomete […] para hablarnos de una nueva construcción del cuerpo, de la identidad y del sujeto. El arte, al ser un vivo reflejo de su tiempo, ha interiorizado el discurso de la globalidad y del multiculturalismo. Por ello, desde los años sesenta se puede afirmar con pleno sentido que el arte contemporáneo posee la condición de internacional. El vínculo entre lo contemporáneo y lo internacional constituye una de las mayores apuestas del arte actual (Popelka, 2008). En este sentido es posible comprobar cómo buena parte de las obras que recogen interés por reflejar lo fragmentario de algunas realidades, junto con la preocupación sobre la identidad (sexual, de género, étnica, etc.,), es posible apreciarlo particularmente en las obras de algunas mujeres artistas (Rosmarie Trockel, Kiki Smith, Cindy Sherman, Annette Mesager, Kara Walker, Ellen Gallagher). Esta cualidad es visible en la década de los años ochenta y noventa, aunque buena parte de sus directrices ya se encuentran en el arte feminista de los años setenta (Louise Bourgeois, Ana Mendieta, Lynda Benglis, Eleanor Antin). A este respecto, Martín Prada señala: El arte feminista incipiente en los años setenta supuso la introducción, en el pensamiento estético de la modernidad tardía, de una serie de actitudes que hoy podemos denominar antimodernas. De hecho, su pretensión de constituirse como un sistema de valores, forma de vida o estrategia de cambio social (...) iba unida a una insistente negación de la idea del progreso, de la que la mujer habría sido siempre excluida. Una compleja dialéctica que también afectaba a algunos de sus principios y fines fundamentales. Por ejemplo, la crítica al discurso histórico o la validación de formas artísticas no vinculadas a la alta cultura que el arte feminista de los setenta propuso y que podrían considerarse propuestas característicamente posmodernas. (Martín Prada, 2000) De este modo podemos afirmar que quizás el análisis de la posmodernidad es el que refleja mejor el panorama de las artes plásticas a lo que podemos sumar otros aspectos como la variedad de códigos expresivos, materiales y técnicas que forman parte de las obras; además no podemos ignorar el foco de atención que habitualmente se sitúa sobre las desigualdades y condicionantes sociales. Este es el contexto donde nos situamos y es el punto gravitacional de buena parte de ABSTRAHÈRE. Pasemos seguidamente a presentar y describir cada una de las intervenciones plásticas, en definitiva, las verdaderas protagonistas de este proyecto. Cara y cruz, sirve de pretexto para poder aproximarnos a la obra de Alberto Ramos Rubio; la dualidad constituye el eje central a través del cual se desarrolla este discurso artístico. Es una manera de ver la vida y presenta el desafío de servir de unión entre arte sacro y la nueva estética en esta ciudad (Sevilla). En toda la obra expresa este doble sentimiento a pesar de la constante búsqueda de nuevos lenguajes y formas. La obra representada adopta un lenguaje actual y un colorido especial como vehículo técnico


de los objetivos de su discurso. Sin embargo, Daniela Gaule Moller, en Tensar y doblar, observamos una mirada particular hacia un punto, un objetivo íntimo como puede ser el hogar. Dicho espacio es el que alberga la construcción de cada una de las obras. Los procesos se modifican en función de las circunstancias acaecidas transformándose radicalmente. Desde el exterior (público) al interior (privado), esta introspección revela verdades parciales. “Cuando hablamos del espacio doméstico, de la casa y del hogar inevitablemente nos topamos con la figura materna y femenina, el espacio por excelencia de la mujer en la historia”, en palabras de Gaule Moller. Ameélie Del Vecchio, ha tenido la oportunidad de trabajar sobre diferentes temáticas como: el objeto encontrado, el juguete, la abstracción y posmodernidad. Gran parte del trabajo se ha realizado la mitad en Sevilla, y la otra mitad en Francia, el lugar de su infancia. Con Una visión del confinamiento en el norte de Francia, redescubre la noción del “hecho a mano” con cosas que solamente tenemos en casa. El campo, la idea del terreno fecundo inunda la obra poética de Ameélie fuera de toda edad, atemporal. Estas obras, forman parte de la artista, de su lugar de infancia, de sus recuerdos, de sus padres, de su tierra, Francia… por lo que aquí se presenta, un fragmento de su autobiografía artística. Con Mecanismos en la Pintura, su autora Triana Sánchez Hevia, ejerce una investigación “en la que se aborda el cuerpo-estético en conexión con la identidad, lo antropológico y lo objetual. Haciendo uso de una visión descarnada, compositiva y conceptualmente concéntrica, va yuxtaponiendo procedimientos tanto analógicos como digitales”, según Sánchez Hevia. En ese sentido, su relato artístico toma un componente científico y se relaciona con artilugios y sus distintas aplicaciones. La tecnología y su posterior uso en sus obras le aporta una dualidad y mirada muy peculiar. Los Procesos: La construcción de la memoria, de Ana de Lara Pérez-Esparza, constituye el tema elegido y “supone la indagación en métodos pictóricos no tradicionales entendiendo la pintura expan¬dida y otros procesos que ocupan el espacio de la misma manera que se establecen nuevas relaciones con el espacio y con el espectador”, de acuerdo con de Lara Pérez-Esparza. Contabiliza la seriación como medio para enlazar directamente con el espacio, ya que una obra concebida en conjunto multiplica el espacio que ocupa. La artista trata sobre el paisaje urbano e interurbano que la rodea. Con esta forma de pintar y a partir de imágenes rutinarias se proponen lugares que sólo existen en la pintura. Pablos Caballero, En Territorios encontrados en confinamiento, “recurre al uso de la luz como elemento protagonista y creador de la propia imagen a representar, y no como mero agente pasivo que modifica inconscientemente la obra a voluntad del artista”, en palabras del autor. Es una recreación atractiva compuesta íntegramente de luz y de espacio. La recreación de un espacio arquitectónico particular de modo indirecto hace presentir la unidad visual que protagoniza la luz como generadora de volúmenes. De una rotunda simplicidad su obra revitaliza los atributos endógenos de la luz. Aurora García-Calabrés, en Paisajes del alma. Territorios en perspectiva con un discurso preocupado por la transformación nuestro entorno, ecología y paisaje pone el foco en la transformación de estos por la mano del hombre. Además, pone énfasis en el origen como vehículo integrador. En el caso de Aurora, su zona cero es su pueblo, Priego de Córdoba, donde ha nacido y crecido. Presenta unas interesantes obras donde arquitectura, abstracción y posmodernidad son patentes. “En definitiva, el ser humano está muy influenciado por relación con nuestro entorno, y éste nos influye en nuestra forma de ver y entender el espacio que nos rodea, ya que al final, éste está intrínseco en nuestra personalidad”, en palabras de García-Calabrés. Con el sugerente título de La Victoria de Pundonor, su creador Ignacio Díaz-Carranza, nos narra “que lo que ve aquí sea un conjunto de lo que le gustaba y quería. Una dualidad intrínseca de un doble yo desfasado en el tiempo”. Incluso nos advierte que: “Incluso este texto, está sin revisar en la manera de hablar y expresarse correctamente. Debería de ser un texto más académico y perfecto. Pero he querido que él también intervenga. Quiero aclarar que según iba escribiendo el otro Nacho todo el anterior texto, me he dado cuenta de que debería quedarme un poco, no totalmente claro está, el otro nacho está mucho más cualificado que yo para las tareas que nos vienen el futuro”. Rocío Barroso Castallo, con Hogar, subraya un giro sobre el concepto de los demás y sobre los verdaderos

límites de un hogar. Aunque igualmente el concepto es el mismo, “no representa un elemento (un acto en este caso) de lo que se consideraría exterior, sino que muestra una de las cosas que más recuerdan a un hogar: la cocina. Se sale de lo que se considera pintura conven¬cional, es un montaje tridimensional y ¿cómo puede no considerarse pintura?”, nos inquiere Barroso Castallo. Goce posmoderno de los barrios, de la copla y la Sevilla auténtica es una propuesta expositiva que se sitúa dentro del proyecto presentado por Eduardo Padilla Sánchez, con No es vulgaridad. Se siente de alguna forma unido, como el autor reconoce, “al carácter del territorio del extrarradio sevillano, al habitar en el mismo”. En su discurso manifiesta una cruda realidad como es el abandono de las barriadas alejadas del casco histórico por el turismo. “Una descontextualización pictórica de lo mal visto por la sociedad de consumo, la tradición artística sevillana y el arte contemporáneo hispalense desde la ciudad, por las dos orillas”. Volvemos la mirada hacia la dualidad, hacia lo diverso y contrario… Recuerdos en descarga, de Carlota Mula López, desarrolla una acción que “motiva a la realización de esta serie de obras, de carácter personal y autobiográ¬fico; con ellas se pretende profundizar en el paso del tiempo y la memoria de una forma completamente experiencial”, declara la autora. El propósito es intentar vincular a los pensamientos con los recuerdos de los individuos, a través del desarrollo de la experimentación artística. De este modo se ha comprobado la relación existente entre sentimientos, recuerdos, nostalgias… hayan sido el objeto de interés durante este tiempo. Por último, Huellas de calle, de Galgo Katari (nombre artístico de Daniel Rodrigo Bermúdez Palacios) decide hablar de temas autóctonos y comenta que “el relato étnico y la multiculturalidad crean expre¬siones como acto de incredulidad dándole un valor casi inmaculado, usando frases iconos y colores que contrastan y llaman a la atención. Utiliza elementos autóctonos de su cultura, como la palabra “pachak mamak” que significa “madre tierra” y que a su vez ha sido una experiencia propia por medio de los sueños, con lo cual, busca revelar una forma espi¬ritual, onírica en el mensaje”. Una vez concluidas las presentaciones de los artistas que conforman la exposición, es un buen momento para agradecer el apoyo, en años pasados, a todas las personas e instituciones que colaboraron de modo desinteresado con la asignatura de Máster, Pintura, Construcción y Espacio, y por extensión con los alumnos que formaron parte de la misma, especialmente a Galería Espacio 0 (Huelva), CICUS (Sevilla), 13 Espacioarte (Sevilla), y este año (2020) al Espacio Laraña (Facultad de Bellas Artes, Sevilla). Del mismo modo todos debemos ser conscientes de las limitaciones que por el momento actual nos toca vivir, pero aun así se ha decidido “normalizar” este hecho y establecer un firme compromiso con la tarea desarrollada aún dentro de los protocolos marcados por nuestra Universidad para la Covid-19. Deseamos que la experiencia estética y visual al recorrer esta muestra sirva como instrumento para canalizar la emoción y el deleite del espectador; que comprenderá, sin lugar a dudas, que es necesario cierta iniciación y, posteriormente, involucrarse en la actividad de los que producen objetos artísticos con el consiguiente tiempo para asimilar lo que se pretende transmitir.


Introducción.

Este año 2020, nos ha tocado vivir una situación atípica, algo que no nos esperábamos, que nos ha cogido por sorpresa. Debido a esto, una pandemia de carácter global, nos hemos visto obligados a estar confinados en casa, a retirarnos de nuestro día a día, de nuestro trato social cara a cara con familiares, amigos, compañeros… con casi cualquier persona que no formara parte de nuestra unidad familiar. Esta situación no ha sido determinante, ni el tema central de la exposición Abstrahere, pero sí que se ha visto influenciada, o bien de manera conceptual, o bien de manera formal, por esta. Ya que, para la mayoría de los artistas que conforman dicha exposición colectiva, y nos atreveríamos a decir que, para muchas personas en todo el mundo, ese tiempo ha servido a modo de reflexión, de búsqueda, de lo que estábamos haciendo con nuestras vidas y de lo que queremos hacer realmente, de hacia dónde vamos y con quién. Algunos hemos tenido que crear una nueva rutina y, en ocasiones, nos han invadido sensaciones de incertidumbre, de miedo del que pasará mañana, por lo que hemos buscado una evasión de esta situación, en nuestro caso, abstrayéndonos de esta por medio de la creación. También ha sido casi decisiva, a la hora de crear las piezas, ya que muchas de estas han sido realizadas con materiales u objetos que teníamos en nuestras casas y a través de los cuales hemos sido capaces de transmitir nuestros sentimientos e inquietudes. Podemos encontrar varias definiciones del termino abstraer (del latín, abstrahere: “arrastrar lejos”) las cuales pensamos que nos definen a la hora de crear las obras para dicha exposición, ya que sería: el separar por medio de una operación intelectual, un rasgo o una cualidad de algo para analizarlo aisladamente o considerarlos en su pura esencia o noción; hacer caso omiso de algo, o dejarlo a un lado; concentrarse en los propios pensamientos apartando los sentidos o la mente de la realidad inmediata y por último, retirarse o recogerse, apartándose del trato social. Citamos todas y cada una de estas definiciones ya que, de todas podemos obtener la esencia de la exposición, debido a que, para la creación de las obras, todos nos hemos aislado en cierto modo del trato social, y nos hemos concentrado en nuestros propios sentimientos, en nuestras fantasías y en nuestros anhelos, analizándolos y representándolos en obras, las cuales podemos considerar un fragmento de nosotros mismos.

Alberto Ramos Rubio Daniela Gaule Moller Ameélie Del Vecchio Triana Sánchez Hevia Ana de Lara Pérez-Esparza Pablos Caballero Aurora García-Calabrés Ignacio Díaz Carranza Rocío Barroso Castallo Eduardo Padilla Sánchez Carlota Mula López Galgo Katari

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Cara y cruz. /Alberto Ramos Rubio/ La dualidad constituye el eje central a través del cual se desarrolla este discurso artístico. No sólo es una forma de entender el arte, sino que también es una manera de ver la vida. Este concepto es fruto de una educación y una serie de experiencias que a lo largo de los años han ido conformando en Alberto Ramos un criterio con el que establecer determinados juicios. Más allá de cualquier trasfondo vital, su obra atiende a una serie de características estéticas, que son reflejo del lugar en el que vive. Evidentemente, nacer en Sevilla ha condicionado su manera de entender el arte desde el primer momento. A grandes rasgos, son aparentemente visibles dos géneros culturales en esta ciudad: lo tradicional y lo urbano. La ciudad de Sevilla presume de ser muy rica culturalmente, y goza de unas tradiciones centenarias, que aún prevalecen en funcionamiento. No por ello debemos obviar que la mentalidad de la población ha ido evolucionando; con dicha evolución, se plantean nuevas lecturas y reinterpretaciones de estas manifestaciones. El uso de nuevos lenguajes acordes a la época en la que vivimos puede provocar cierta discrepancia respecto al sector más conservador. Sin embargo, es precisamente esta nueva lectura la que supondrá en un futuro que estas costumbres sigan vivas. Vivir en una familia con una profunda tradición católica y cofrade, ha provocado que gran parte de la vida del artista, hasta el momento, se haya desarrollado en torno a este contexto. Las manifestaciones artísticas que ahí se concentran, le han despertado un gran interés desde edad temprana. Es algo que siempre ha llevado consigo. La educación, desarrollada en base a los valores morales de la iglesia católica. Ha decidido separar la estética de la creencia y quedarse únicamente con lo artístico. No se considera, a sí mismo, una persona creyente, pero sí se siento fuertemente atraído por todo el despliegue ritual y simbólico de la religión cristiana. De esta forma lo expresa en sus obras, a pesar de la constante búsqueda de nuevos lenguajes y formas de creación, este gusto siempre prevalece y se hace presente de manera ocasional. Con este proyecto artístico, pretende unir el arte sacro que se

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25 x 50 cm Acrílico sobre tabla 14


desarrolla en la ciudad de Sevilla, con una nueva estética más acorde a los tiempos actuales. De esta forma, surgirán nuevos símbolos e iconos que supondrán una nueva lectura e interpretación del mismo. Esta nueva lectura de la tradición sevillana se realizará desde el respeto, a modo de homenaje y enaltecimiento de la misma. La razón por la cual elije dicho tema, es por todo aquello que le evoca como persona. Cualquier individuo que haya vivido en Sevilla podría reconocer estos códigos. El grado de innovación es escaso, pues se pretende adoptar una línea estética que está muy a la orden del día en el panorama artístico. La religión ha sido siempre un tema recurrente en el arte y su constante adaptación a los nuevos lenguajes artísticos han supuesto una gran variedad de cambios en su simbología a lo largo de los siglos. Cada vez es más común este interés por la cultura sevillana tradicional. La Semana Santa está sirviendo como inspiración para nuevas creaciones artísticas en la actualidad. Esta tendencia posiblemente sea fruto de una cultura de lo vintage, cada vez más presente en nuestra sociedad. El reciclaje extrapolado a lo cultural y estético. El artista pertenece a una generación que ha experimentado la transición entre la era tecnológica, en la cual vivimos actualmente, y la etapa analógica que predominaba hace escasos 20 años. Este hecho ha provocado en los artistas jóvenes, esa necesidad de traer de vuelta aquello que

N.3 Los designios de la vida, le han causado que tenga contacto con estos dos ámbitos artísticos. Vivir en una familia arraigada al mundo cofrade, supone un amplio conocimiento artístico y simbólico del mismo

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25 x 50 cm Óleo sobre lienzo

30 x 75 cm Collage y acrílico sobre tabla. 16


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50 x 50 cm

50x70 cm

Acrílico sobre tabla 2020

Acrílico sobre tabla 2020

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les recuerda a su infancia y que sienten como suyo. Es necesario mencionar que esta unión no siempre ha sido en pro de la imagen sacra como tal. En ocasiones, este tipo de hibridaciones estilísticas se han empleado a modo de crítica. El lenguaje urbano tiene una connotación de rebeldía, que en algunos casos pueden llegar a rozar la ofensa. No es el caso de este proyecto, pues únicamente, se persigue la belleza estética y el enaltecimiento del arte cofrade adaptado a nuevas formas de expresión artística más acorde a la época actual.

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La curiosidad le llevó a la búsqueda de nuevas formas de creación, adentrándole así en el arte urbano. El grafiti o el tatuaje son medios con los que trabaja, conformando así un nuevo enfoque sobre todo lo que había asimilado hasta el momento. Esta nueva visión se muestra en su proyecto.

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Tensar y doblar /Daniela Gaule Moller/

Las tres propuestas que aquí se presentarán se unen desde diferentes puntos de vista, de por sí cada una de estas obras fue concebida y creada en un mismo espacio: la casa. Las reflexiones inevitablemente se mezclan con el hacer en ese espacio y contexto específico de tiempo, donde la normalidad se destruye y los procesos que eran externos se vuelven internos, se refugian y se transforman radicalmente. Muy relevante se vuelven entonces los procesos que suceden en el interior, entendiendo esto desde lo macro a lo micro, desde el espacio público (calle) al privado (casa), desde la piel hasta las células. Este proceso introspectivo nos revela una valiosa información: verdades individuales y parciales, necesidades básicas o simples deseos. Cuando hablamos del espacio doméstico, de la casa y del hogar inevitablemente nos topamos con la figura materna y femenina, el espacio por excelencia de la mujer en la historia. Podía entenderse como un lugar de opresión, pero también era un espacio exclusivo para la actividad de las mujeres. Es relevante entonces como el espacio doméstico se transforma en un receptáculo de experiencias y creaciones femeninas.

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Ya desde los años 70’, las feministas acuñan el termino: Lo personal es político. Poniendo la atención en la experiencia y las relaciones de poder, ya sea en lo íntimo o en lo público. Es ahí cuando el arte feminista entra en acción y posiciona la mirada en las vivencias personales y se encarga de revitalizar los medios populares de creación, como las artesanías y las labores de aguja. Manifestaciones habitualmente discriminadas por la alta cultura, pero muy relevantes dentro del que hacer femenino, de la conformación de un hogar y de los imaginarios populares. Comienzan a cobrar importancia también temas como la maternidad y el deseo.

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Las obras que se analizaran a continuación corresponden a la autora Daniela Gaule Moller, y tiene como punto de partida la experiencia personal. Por esta razón es coherente utilizar una narración en primera persona de aquí en más y hasta que se considere pertinente. El proceso de confinamiento comenzó repentinamente y el primer sentimiento fue el miedo, un terror que se apodero

de mí cuerpo, la soledad, el desamparo y las ganas de volver a los brazos de mis padres en medio de tanto desconcierto. No podía dormir y me era difícil parar de llorar. Pero luego el cuerpo se acostumbra, el tiempo ya no incomoda y nuevas informaciones son reveladas en forma de sentimientos y saberes que salen a la luz. El primer paso fue comenzar un reconocimiento de mis espacios, abordando el primer proyecto: el objeto encontrado. Este fue una carta encontrada unas dos semanas antes del confinamiento, destinada a Sofi. En ella, un chico que al parecer es su hermano, le pedía volver a casa, él se encontraba lejos de su hogar y deseaba volver, estaba arrepentido y juraba haber aprendido la lección. Se sentía tan solo y su vida carecía de sentido lejos de ellos. Es muy curioso como esta carta ahora, cobraba tanto sentido, comencé a sentirme profundamente empática con respecto a su situación. ¿Es acaso necesaria la lejanía para poder valorar lo que se tiene? ¿Qué tan lejos hay que ir para entender? Es un periodo de crecimiento –me dije– muchas veces, tantas veces, todos los días, a cada momento ¡Debes crecer! Sumergida en ese proceso de crecimiento personal, decidí buscar en mis objetos más cercanos –en mi ropa, en el suelo de mi habitación y luego en todos los rincones de la casa en la que vivo– esa vinculación afectiva que me permitiría conformar mi hogar, y eventualmente, llevarme un pedacito de ella cuando me vaya. Así realicé experimentos en trozos de cartón y poco a poco de manera muy orgánica se fueron configurando nuevos lenguajes, fui entendiendo que los espacios hablan y que hay en ellos una poética muy profunda. Que todos esos pequeños trozos de cartón cuentan una historia, mi historia, tienen una narrativa emocional por separado y en conjunto tienen un sentido que radica en mi propia experiencia, relatan todo aquello que no se escucha en cada espacio, textura y superficie. Paralelamente a este proceso comenzó un segundo proyecto: el juguete. Sin dudarlo ni un segundo el escogido fue Carlitos mi muñeco mitad humano y mitad mono, que me acompañó a lo largo de toda mi infancia y que seguramente me acompañará durante el resto de mi vida. Como me encontraba lejos de mi país y en medio de una pandemia

Una carta para Sofi. 70 x 100 cm Acrílico sobre cartón 2020

Una carta para Sofi 20


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mundial, no quedaba más remedio que pedirle a mi madre que me enviara fotografías de él. Cuando recibí las fotografías, grande fue mi sorpresa, pues mi madre le había tejido no uno, sino dos trajecitos de lana, ya que lo había encontrado desnudo. Ese pequeño gesto, tan simple, despertó muchas cosas en mí, mucho más de lo que podía dimensionar.

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A partir de lo anterior comencé a centrar mi atención en el tejido, que siempre había ignorado, pero que inevitablemente había sido una parte importante de mi crecimiento, de toda mi vida, siempre rodeada de tejidos, de todos los colores y formas. Tejidos que suben por mi cama, por encima de mi escritorio y por todos los rincones de mi casa. Tejidos creados por mi madre, mis abuelas y mis tías, todas tejedoras. Desde pequeña, visto con esos tejidos, duermo entremedio de ellos, me cobijo entre sus fibras cuando siento frío, adornaron todos los hogares que he habitado ¿Cómo pude pasar tanto tiempo ignorándolos? Ellos son la fuente de una influencia muy grande que permea mi creación artística, y no solo ellos, sino todas las figuras femeninas que crearon esos tejidos, esas mujeres que cuidaron de mí por tanto tiempo y hasta el día de hoy siguen haciéndolo. Comienzo a hablar de una metáfora del tejer que sobrepasa el medio mismo, se extrapola hasta lo más profundo de nuestras relaciones (tejidos sociales), de nuestro cuerpo (tejidos biológicos) y de los medios de comunicación (redes de internet). Obedece a una lógica de repe-

Todos esos pequeños trozos de cartón cuentan una historia, mi historia, tienen una narrativa emocional por separado y en conjunto tienen un sentido que radica en mi propia experiencia, relatan todo aquello que no se escucha en cada espacio, textura y superficie. 22


28 cartas tición paciente y minuciosa, de entrelazar unos elementos con otros hasta generar un todo, unido, pero fragmentado y parcial.

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Me dispongo, luego de toda esta reflexión, a elaborar el proyecto del juguete, que constará de veintiocho cartas escritas a mi madre que luego destruiré y con ellas crearé un nuevo gran tejido articulado a partir de los pedacitos destruidos de cada una de esas cartas. Busco con este proyecto la sanación. Esta obra, se presenta como una suerte de ritual catártico, una obra terapéutica en la que me dirijo a mi madre veintiocho veces, bajo veintiocho circunstancias diferentes, pero ella nunca podrá leer el contenido de esas cartas, ni ella ni nadie más. Ese pedazo de la historia solo me pertenece a mí y se funde ahora en la obra en la que se pueden evidenciar pequeñas frases inconexas. Dejando que cada espectador lea y cree su propia narración.

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28 cartas 100 x 80 cm Mezcla de técnicas en diferentes soportes 2020

Todo el trabajo artístico se enmarca ahora dentro del espacio hogar, de la metonimia mujer-casa. Esa es la fuente de la que bebe este análisis, en tanto mujer-madre o mujer-conectada a internet, el espacio ahora es el mismo y es desde ahí donde el arte feminista toma relevancia y abraza a toda la obra aquí presentada. Pero no estamos hablando de un arte feminista de cualquier lugar del mundo, porque mi historia, toda mi infancia, adolescencia y 24


temprana vida adulta fueron absorbidos en Latinoamérica, es el lugar donde mi cuerpo apareció en este mundo, es el lugar donde habitan todos mis referentes, es donde están mis afectos y es donde habita mi corazón. A partir de todas estas reflexiones se realizó el proyecto final: fragmento de posmodernidad que tiene dos características claves. La primera, es la utilización de la pintura fuera del plano, salir del 2D para crear una obra que se libera de los límites tradicionales de la pintura y se apropia del espacio de una manera orgánica, sube por los muros como si una colcha tejida a crochet cobrara vida. Se construye a partir de hexágonos y 1 pentágono que genera la forma esférica que levanta la pintura de plano. Cada forma poligonal va tejida con una puntada básica de bordado formando una textura que emula y abstrae ese juego del tejer. Y segundo, busca difuminar esa jerarquía entre la alta cultura y la cultura popular dándole un valor a esa expresión artística femenina, discriminada por el arte tradicionalista.

Desde pequeña, visto con esos tejidos, duermo entremedio de ellos, me cobijo entre sus fibras cuando siento frío, adornaron todos los hogares que he habitado ¿Cómo pude pasar tanto tiempo ignorándolos?

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100 x 80 cm Acrílico sobre lienzo, bordado con hilo de algodón. 2020 26


Una visión del confinamiento en el norte de Francia /Ameélie Del Vecchio/

Durante este año en Sevilla, gracias a esta asignatura tuve la oportunidad de trabajar sobre diferentes temáticas como: el objeto encontrado, el juguete de mi infancia, la abstracción y Post modernidad. “Gracias” al coronavirus, el trabajo se ha realizado la mitad en Sevilla, y la otra mitad en Francia, en mi lugar de la infancia. Con el confinamiento, re-descubrí la noción del “Hecho a mano” con cosas que solamente tenemos en casa. Estas obras descritas a continuación, forman parte de la artista, de su lugar de infancia, de sus recuerdos, de sus padres, de su tierra, Francia… por lo que aquí se presenta, un fragmento de su autobiografía artística. Su proceso empieza por buscar las cosas que le tocaban personalmente cuando de su niñez. Por ejemplo, casi la totalidad de sus proyectos aquí presentados, giran en torno a la naturaleza. Principalmente, por residir en la campaña francesa, con un gran jardín, por lo que le encanta construir o crear cosas con elementos naturales. En segundo lugar, porque le interesan la simbología de las flores, su belleza y sus colores. Le encanta también jugar con el lugar donde se encuentra las cosas que utiliza para realizar sus proyectos. Con la obra cuya temática es la abstracción, juega con el reflejo de un espejo. Son imágenes minimalistas, pero con muchas influencias e historias ocultas. La temática para el objeto encontrado, nace de la estancia en Sevilla, donde caminaba durante largas horas por las calles, las cuales son muy llamativas para una francesa, debido a que estas no se parecen a las que la artista está acostumbrada a ver en su lugar natal. Calles estrechas, los patios de las casitas, el suelo de piedra… Resumiendo, todo lo que la rodeaba en la cuidad, y por supuesto, la naturaleza y el sol. Para la realización de esta obra, empezó a recoger en las calles, algunas flores “bellas” las cuales pocas personas las veían de esa forma, sino que para la mayoría no lo eran. Las primeras ideas se basaban en trabajar los colores de estas con acuarela, y jugar con la forma de la flor en sí misma. Más tarde, comenzó a pensar en trabajar en la flor en sí: su representación, su simbología, su procedencia, su fragilidad o no etc…

S/T 13 x 18 cm

Descubrió investigando en distintas fuentes, que ciertas flores son “perfectas” a nivel geométrico debido a la llamada proporción aurea. En el año 1202, Fibonacci (un matemático italiano) descubrió una serie de números que aparecen en la naturaleza, y debido a estas investigaciones, nació su primera idea de trabajo. El juguete de mi infancia trata un tema mucho más

Abstrahêre

Fotografía.

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2020

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S/T 13 x 18 cm Fotografías de registro de instalación. 2020

Este proyecto va más allá de las fronteras del tiempo, más allá de los recuerdos, más allá de las representaciones físicas de las cosas... Esta obra minimalista compuesta de madera y mantas de supervivencia unidas unas a otras se erige como un monumento a la memoria de los héroes del pasado. Al igual que el tótem que representa la juventud de la artista. Este trabajo se inspira en los «Land artistas» y en las obras del artista minimalista Lee Ufan. Él revela al espectador su himno al pasado, que el mismo construyó. El emplazamiento elegido fue el campo, en su pueblo natal, específicamente, en un campo donde pasaba su tiempo construyendo cabañas. La obra de la artista Amélie Del Vecchio, marca una pausa en el tiempo, en que el pasado y el presente se mezclan. Con la representación del campo, encontramos la idea de un terreno fecundo desde la noche de los tiempos, fuera de la edad, atemporal. Al mismo tiempo, se observa la presencia de un marco de aluminio dorado como procedente de otra época o del futuro.

Abstrahêre

Todo representa un paisaje armonioso. El color dorado de la manta de supervivencia parece calentar el espacio, ya que la luminosidad irradia más allá de su superficie.

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El interés se centra también en los reflejos y colores del material que a veces parecen mezclarse con el paisaje y el espacio.

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La temática para el objeto encontrado, nace de la estancia en Sevilla, donde caminaba durante largas horas por las calles, las cuales son muy llamativas para una francesa, debido a que estas no se parecen a las que la artista está acostumbrada a ver en su lugar natal. Calles estrechas, los patios de las casitas, el suelo de piedra… Resumiendo, todo lo que la rodeaba en la cuidad, y por supuesto, la naturaleza y el sol. Para la realización de esta obra, empezó a recoger en las calles, algunas flores “bellas” las cuales pocas personas las veían de esa forma, sino que para la mayoría no lo eran.

S/T

S/T

S/T

21 x 29,7 cm

21 x 29,7 cm

21 x 29,7 cm

Acuarela y técnica mixta sobre papel.

Acuarela y técnica mixta sobre papel.

Acuarela y técnica mixta sobre papel.

2020

2020

2020

Las primeras ideas se basaban en trabajar los colores de estas con acuarela, y jugar con la forma de la flor en sí misma. Más tarde, comenzó a pensar en trabajar en la flor en sí: su representación, su simbología, su procedencia, su fragilidad o no etc…

Abstrahêre

Descubrió investigando en distintas fuentes, que ciertas flores son “perfectas” a nivel geométrico debido a la llamada proporción aurea. En el año 1202, Fibonacci (un matemático italiano) descubrió una serie de números que aparecen en la naturaleza, y debido a estas investigaciones, nació su primera idea de trabajo.

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S/T 13 x 18 cm Fotografía. 2020

S/T

Eligió este juego porque su bisabuela, su abuela y su madre son o eran costureras. Por tanto, siempre ha estado impregnada del mundo de los textiles, de la creación. “Me siento muy unida a este juego”. Habla del vínculo entre una madre y su hija, de la herencia de algo. Este juego es barato y popular en los pueblos. En cuanto al contenido de la caja, le atrae la idea de poner en una misma caja todos los botones de camisas, chaquetas, pantalones que usamos en nuestra ropa, tanto nueva como usada. Todas estas prendas, han tenido una vida, han pasado de mano en mano. Esa simbología, tiene un gran valor. En cuanto a la ropa “desaparecida”, se puede decir que sigue viva, dentro de esa caja de madera. Hace lo mismo con sus calcetines huérfanos, que recoge de la lavadora, ya que ella piensa que, quizás algún día, estos se encuentren. Sea como fuere, calcetín o botón, ahora estos son únicos, gracias a este sistema contagioso de mantener todo «en caso de».

13 x 18 cm Fotografía. 2020

El juguete de mi infancia trata un tema mucho más personal de la artista. Este proyecto coincidió con el comienzo del confinamiento en Francia, buscando en su hogar, un objeto que fuera importante en su infancia. El objetivo era encontrar algo mucho más personal que juguetes que pudieran tener cualquier niño (aunque para otras personas si pudieran ser especiales) como los Lego. Quería algo que verdaderamente representara su infancia. Comenzó a pensar en el vínculo con sus padres, sobre todo, con su madre. Ellas tienen en común el amor por la creación manual, del textil, la creación de ropas. Desde pequeña veía a sus bisabuelas, a su abuela y a su madre crear en este mundo. Hubo un momento de su vida, que junto con su madre tuvo una tienda para vender sus propias creaciones, una empresa familiar. De este “mundo” del textil nace su “juguete de infancia”. Esta trata sobre una caja de madera, en la que podemos encontrar un gran número de botones de costura.

13 x 18 cm Fotografía. 2020

Abstrahêre

Su bisabuela transmitió́ dicha caja de generación en generación. De madre a hija. Cuando era niña, jugaba con un hilo y un botón, como su madre le mostró durante horas en sus cintas semanales familiares. Desde su niñez, hasta hoy.

S/T

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Mecanismos en la Pintura.

El área de investigación creativa de la autora aborda el cuerpo-estético en conexión con la identidad, lo antropológico y lo objetual. Haciendo uso de una visión descarnada, compositiva y conceptualmente concéntrica, va yuxtaponiendo procedimientos tanto analógicos como digitales. En ese sentido, su discurso artístico está estrechamente vinculado al desarrollo y aplicación de la ciencia, haciendo hincapié en la simbiosis creativo-espectador mediante las nuevas tecnologías presentes y futuras en su relación con el arte y en la adaptación del artista a estas nuevas actualizaciones.

/Triana Sánchez Hevia/

Este proyecto abarca la simbiosis de la investigación y la experimentación sobre el concepto de la máquina y su aplicación en el Arte. En rasgos generales, la influencia de la Inteligencia Artificial y la preocupación sobre qué pasara con nuestra profesión en un futuro nos ha llevado a la búsqueda intencionada de la conexión entre el ser humano/artista y la máquina. Desde la aparición del machine learning como método principal para el aprendizaje de la máquina en el que se enseña a partir de patrones de datos automáticamente, se piensa que el proceder de la máquina puede estar fragmentado y ser modulado, de una manera similar a la que hace el pensamiento humano, lo que nos permite un mayor entendimiento sobre este y la posibilidad de generar máquinas que sigan nuestros patrones de razonamiento, permitiendo así que se pudiera emular nuestra sensibilidad y nuestras emociones. Este hecho hace que nos planteemos si el Arte quiere dejar un hueco para la Inteligencia Artificial que, en esta aportación, se ha considerado como un factor muy positivo que abre un abanico de posibilidades artísticas infinito. Por lo tanto, se ha considerado la importancia de explorar la relación del ser humano y la máquina en el arte desde los tiempos de la vanguardia, donde ya se percibía una constante búsqueda, de la mano de la ciencia y el arte, de aunar al ser humano con la máquina. Progresivamente va aumentando la necesidad de humanizar las máquinas y nuestra actitud frente a la vida es más mecanizada, lo que, de algún modo, nos acerca a la figura de los autómatas. Teniendo en cuenta esto, el fundamento teórico o las influencias que sustentan a esta obra nos remontan a la época de las vanguardias que es donde empiezan a moverse estos intereses, pasando por artistas individuales de la talla de Marcel Duchamp y su influyente ready-made, Naum Gabo, Jean Tinguely, Rebecca Horn y otros muchos. Teniendo en cuenta esto, la obra se enmarca dentro de la concepción de dos tipos de mecanismos artísticos y su proyección hacia el espectador: los mecanismos singulares / de observación y los mecanismos compuestos /de interacción y dejando evidente la nueva funcionalidad de estos avatares y sus múltiples posibilidades creativas. Los mecanismos singulares/de observación son piezas que pueden estar compuestas de otras muchas, pero el objeto visualmente se entiende como uno, por ejemplo, la Pencil Mask de Rebecca Horn es un mecanismo compuesto de muchos elementos, pero se entiende como uno sólo. En este tipo de mecanismos se puede combinar la movilidad con la materialidad en el objeto, bien como hace Naum Gabo con su escultura cinética o como lo hace Duchamp con Coffee Mill de manera plástica. La parte más plástica en la obra personal la recoge la pieza Fragmentos de una máquina, donde de nuevo hablamos de un mecanismo, pero esta vez de manera conceptualizada en un procedimiento pictórico tradicional como es el acrílico sobre tabla, tal y como hizo Duchamp. El espectador tiene un papel de observación para estos avatares, es decir, contempla pasivamente cómo funciona o ha funcionado el objeto, pero no interactúa con él.

Abstrahêre

Fragmentos de una máquina

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100x80 cm Acrílico sobre tabla/lienzo 2020 36


Singer.

El mecanismo múltiple /de interacción es, en este caso, puede estar compuesto por una o varias piezas, componentes, lugares, instalaciones, etc., que forman parte de una única obra pero que recogen más elementos que en los mecanismos singulares. Estos componentes pueden ser cualquiera de los de la primera clasificación técnica, puestos en combinación o de manera individual. Todas estas partes se relacionan entre sí y forman una única obra en la que el espectador sí puede participar y volverse parte de ella. La aportación plástica recoge un rango de procesos mecanizados, entre los primeros destacamos la obra Singer como una pieza que hace uso de una máquina perteneciente a otro sector, el de la costura (Singer). Se aplica su uso estructural de movimiento para que una cuerda con un tampón empapado de pintura pinte sobre un papel. Singer es una experimentación con un mecanismo inventado para otra funcionalidad que no es la artística, considerándose a esta obra como un mecanismo singular / de observación por el hecho de que el espectador ve cómo funciona y cuál es el resultado, pero no participa en la obra.

Abstrahêre

Singer

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200x50 cm Acrílico sobre papel 2020 38


Abstrahêre

Por otro lado, la experimentación con la creación desde cero donde la máquina tiene un papel primordial: el de abastecer la materia prima para la composición estética. En la obra Fragmentos de la red, se ha colaborado con un software de imágenes aleatorias-infinitas de la red para coger éstas y post-producirlas seriando los patrones de manera repetida y mecanizada. De nuevo el espectador contempla el resultado de un proceso mecanizado en formato de pintura sobre tela. Lo interesante de esta obra es, precisamente, lo cercana que es al fenómeno de la Inteligencia Artificial por ser la misma manera de proceder ya que la máquina genera contenido.

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Fragmentos de la red 1

Fragmentos de la red 2

200x50 cm

200x50 cm

Serigrafía sobre tela 2020

Serigrafía sobre tela 2020

La variante posible de la realización del arte en base a mecanismos es infinita en tanto en cuanto se puede usar la máquina ya existente, la que fabrica uno mismo o la que nos inventamos sobre un soporte. Podría ser por una cuestión que atañe al más puro instinto de supervivencia, o por la obcecación de lo que es perdurable; lo que nos une con la máquina tiene mucho más que ver con lo emocional que con el progreso en sí.

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Split off

Abstrahêre

/Ana de Lara Pérez-Esparza/

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Óleo/papel 2020

Split off 10x6x8 cm Acrílico/ papel 2020

Split off

Procesos: La construcción de la memoria

10x6x8 cm

El tema elegido supone la indagación en métodos pictóricos no tradicionales y entender la pintura expandida y otros procesos que ocupan el espacio, de la misma manera que se establecen nuevas relaciones con el espacio y con el espectador. Métodos como la seriación, que se enlazan directamente con el espacio, ya que una obra concebida en conjunto multiplica el espacio que ocupa. Es aquí la seriación una estrategia de construcción que, junto a su característica repetitiva, se hace redundante y procura expresar o probar cierto aspecto obsesivo de la memoria. De la misma manera estas experimentaciones junto al juego-construcción han sido constantes en el desarrollo de estos proyectos. En la arquitectura se unen el paisaje, la construcción y la vivencia en tanto que experiencia. Las construcciones arquitectónicas forman parte de nuestra rutina y del paisaje. La arquitectura, que fue concebida inicialmente con un fin de supervivencia, al formar parte de la estética del paisaje adquiere otros muchos valores. 42


pictórica con el juego en la infancia, planteándose entonces la pintura como proceso de introspección, deconstrucción y construcción, tema que ha quedado latente en el desarrollo de todas las obras. Para este análisis de los espacios urbanos que habitamos y que transitamos, las piezas han sido producidas a través de estrategias procesuales espaciales, de repetición y seriación, teniendo como referencia a la arquitectura, la ciudad, con cierto tono nostálgico. Los espacios arquitectónicos hablan directamente del espacio, la construcción del paisaje y la experiencia, temas todos, no poco importantes para la concepción de este proyecto. Un producto producido en serie habla de una estrategia procesual. La seriación, además, cambia la concepción que tenemos de un objeto: No es lo mismo un objeto si es único, que un objeto que está producido en serie, todos de un parecido virtual. Cuando hablamos de repetición visual, esta es flexible cuando construimos en el espacio. La memoria visual, de la misma manera, consiste una cadena de imágenes que han quedado grabadas en nuestra memoria como «paisajes parciales» o instantáneas.

Abstrahêre

Materialización de nada

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Las piezas parecen querer recibir todas las ideas que el espectador tenga, debido a la estética minimalista. El uso de lo monocromático, en la mayoría de las piezas, alude directamente a la idea de proceso. Y además la elección del color aporta la esencia de la obra para que la imagen funcione por sí misma. El enlace entre la pintura monocromática y el proceso es casi obvio. Esto no quiere decir que el propio proceso se posicione como protagonista, sino que es precisamente la visibilidad del proceso la que conduce generalmente a ideas monocromáticas: En toda la historia de la pintura, la monocromía no es nunca un fin, sino un proceso, una estrategia. En el interés por analizar el proceso pictórico, la pintura «muta» hacia lo monocromático y tiende a visibilizar su propio proceso de producción. Además, pensar en procesos de producción nos lleva a pensar en estrategias de repetición o seriación. La producción en serie marca la diferencia en cuanto a la ocupación del espacio tradicionalmente conocida. En el comienzo de este proyecto se relacionó la creación

En cuanto a las cuestiones abordadas, trabajar a partir del juguete (el establo y los caballos) se debe a la versa-

Los espacios arquitectónicos hablan directamente del espacio, la construcción del paisaje y la experiencia Materialización de nada

S/T

25 x 15 x 10 cm

70x90 cm

Escayola y esmalte 2020

Óleo/papel 2020 44


tilidad, visión de conjunto y multiplicidad del tema. Es decir, no se trata de un juguete singular, sino que incluye pluralidad de figuras e infinitas posibilidades, estando abierto a la manipulación, el juego y la construcción desde la imaginación. En el caso de la bolsa de plástico como objeto de trabajo, esta aporta también versatilidad a la hora de crear. En el caso de Backyard, esta consiste en una pintura en óleo sobre papel. Es un patio interior de casas de vecinos, que en su origen carece de atractivo estético o turístico, siendo un lugar de tránsito para los vecinos de esa comunidad. Acudir al archivo de imágenes en viajes es un proceso de mirar lejos, como acto de abstraerse o de nostalgia. Además, como he explicado, lo monocromático alude directamente una idea de estrategia procesual. Split off es un ejercicio de abstracción, una síntesis minimalista del mismo tema. Esta obra representa la paleta de color de Backyard y la paleta de color de la imagen de referencia, del lugar original. Se busca la reflexión, la abstracción absoluta del espacio y de la estrategia

procesual. Se obtiene una abstracción como una escisión de la primera y original realidad. La artista trata sobre el paisaje urbano e interurbano que la rodea. Parte de referencias reales para experimentar y establecer en sus imágenes un nuevo relato. En estas propuestas, la memoria inscrita configura una importancia sustancial. t Durante la propia desconexión de la realidad más inmediata, ésta «muta» hacia el objeto de la propia búsqueda (de otra realidad, de libertad…). Este caso no es tanto un proceso de evasión absoluta, sino que procura concentrarse en los intereses personales y trabajarlos, deconstruir y construir. Con esta forma de pintar y a partir de imágenes rutinarias se proponen «lugares que sólo existen en la pintura».

Abstrahêre

Way’s Structure

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S/T

Piezas para instalación Way’s Structure

61x46 cm

10x5x3 cm

Óleo/papel 2020

Acrílico/Papel 2020

Way’s Structure (Simulación de la instalación) Blender render

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S/T (arriba) 61x46 cm Óleo/papel 2020

S/T (izquierda) 29,7x41 cm

Abstrahêre

Óleo/papel 2020

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Acudir al archivo de imágenes obtenidas en viajes es un proceso de mirar lejos, como acto de nostalgia, es el hecho de abstraerse.

S/T (arriba)

S/T (abajo)

29,7x41 cm

29,7x41 cm

Óleo/papel 2020

Óleo/papel 2020 48


Territorios encontrados en confinamiento. /Pablos Caballero/ Nacido y criado en Almería, el trabajo de Pablo Caballero alude a la configuración paisajística tan peculiar de su tierra: el desierto, el mar, y por supuesto los invernaderos. Son en estas construcciones de carácter agrícola las que han formado parte de mi ideario personal de imágenes desde bien pequeño, el aspecto tan precario y desolador de su exterior, no deja de esconder vida y crecimiento en su interior. Además, es imposible pasar por alto el impacto que causaron desde los años 60’ en la región, modificando por completo no solo la economía local, sino la distribución territorial de su costa occidental, siendo, de alguna manera, el late motiv de la historia reciente de casi todas las familias de esta zona de la provincia de Almería.

Abstrahêre

Debido a los tiempos de confinamiento en los que nos ha tocado vivir, Pablos ha visto como su necesidad por acudir al exterior para alimentar su banco de imágenes mental sobre el que basar su obra, se veía reducido a cuatro paredes. Esto, que en primera instancia, pudiera parecer una limitación o un hándicap con el que lidiar de mala manera, impulso e hizo evolucionar su obra desde un plano que nunca antes se hubiera imaginado. De la necesidad, virtud.

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Así, el ojo actúa como una herramienta de búsqueda activa, esto es, de forma alguna, un trabajo de reconocimiento espacial y referencial. La tarea que Pablos ha estado realizando durante este tiempo de aislamiento absoluto, no ha sido otro que el de un explorador, ataviado con su cámara, y con la mirada puesta en todas aquellas pequeñas parcelas de paisaje, que, sin nosotros saberlo, generamos en nuestro propio hábitat: ríos de sudor de pies, montañas esquinadas de pelo corporal, lagunas de estornudos, vertederos de ácaros, mesetas de platos sucios, cuevas de ropa… el “yo” en un estado de aislamiento en un entorno habitado y profundamente personal, considera el artista, genera, de alguna que otra manera, una serie de territorios a su alrededor, a priori ignorados, y que funcionan como caldo de cultivo para sus propias obras. Unos perennes y otros fugaces, conjugan en forma de puzzle por completo el espacio habitado, que no deja de ser, durante el estado de confinamiento al que nos 50


Territorios lumínicos quebrados VII

¿De qué manera el artista puede convertir una obra puramente fotográfica, en una que resida en el espacio?

80x100cm Luz sobre bastidor 2020

Abstrahêre

Territorios lumínicos quebrados III

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50x120 cm Luz sobre bastidor 2020

hemos visto sometidos, un terrario donde el ser humano, como animal que es (o que fue), se alimenta, copula, defeca, duerme, se limpia, juega, aprende… en definitiva: vive, y esto, como es lógico, genera un impacto en su hogar, y es en la obra de Pablos donde estos residuos caseros se exponen en forma de paisajes, territorios y como naturaleza, relativamente, azarosa.

la abstracción del mundo que ha sufrido, su obra nos habla del territorio en primera persona, él forma parte del mismo entorno que habita y no solamente lo modifica a su paso, sino que el simple hecho de ser consciente de ello, hace que cambie, mute al mismo tiempo que esto está siendo leído.

La mirada activa que el artista posa en este hábitat atípicamente habitado, tiene que ver, por supuesto con su vida personal previamente mencionada, el territorio almeriense condicionados por los invernaderos, estos los podemos definir como una instalación cubierta y cerrada artificialmente con materiales transparentes, en la mayoría de los casos, con él fin de proteger las plantas de las malas condiciones climáticas, pero en el conocido como modelo “Almería”, tienen la función de multiplicar enormemente la producción de su interior (tomates, pepinos, berenjenas en su mayoría), esto hace, que el ecosistema que se crea en ellos es tan favorable como lo podría ser un hogar humano, un espacio diseñado al milímetro para proporcionar las condiciones óptimas del ser vivo que lo habita en su interior.

Entorno habitado + yo = territorio(s)

Existe pues, un cambio de paradigma en la obra de Pablos Caballero, acostumbrado a articular en sus obras un discurso acerca del paisaje desde un plano exterior, ahora, debido a

Reza así:

La raíz de la obra de Pablos radica en las reflexiones anteriormente analizadas, territorios que actúan como objetos dispuestos a ser encontrados, descubiertos cual conquistadores de siglos pasados, unos perennes y otros fugaces con una fecha de caducidad imposible de adivinar. Todos ellos captados en cámara, una herramienta tan versátil como limitadora, ya que ¿de qué manera el artista puede convertir una obra puramente fotográfica, en una que resida en el espacio? ya que, según el artista, estos territorios nacen del territorio habitado personal y deben de ser devueltos al espacio expositivo, exactamente, al espacio. La respuesta nos remite irremediablemente a otro de los elementos que forman parte de la vida personal de su tierra y de él: la luz.

La luz no es ni más ni menos que la única parte visible de la radiación electromagnética, pero más que eso, es 52


el elemento más poderoso y transformador que existe en la Tierra. No solo, como especie, el ser humano ha buscado siempre dominarla en su beneficio para poder evolucionar, sino que dependemos de ella a niveles ignorados y es en esta dependencia donde, otra vez, la región de donde es Pablos sabe bastante, el ya mencionado conglomerado de invernaderos almerienses depende en su totalidad de la cantidad de luz que reciben a lo largo del año para sus cultivos, el hombre, por extensión no es nada sin este elemento en su día a día. Siendo conocedor de esto, el artista, recurre al uso de la luz como elemento protagonista y creador de la propia imagen a representar, y no como mero agente pasivo que modifica inconscientemente la obra a voluntad del artista. Es, en esta obra, compuesta íntegramente de luz y de espacio, donde este elemento recupera su poder primigenio, el de dotar de vida, descubridora de todos estos espacios y territorios hallados por Pablos y, de alguna manera, la luz como aliado en esta reconversión a lo espacial de la fotografía.

Territorios lumínicos quebrados II 90x50cm

Abstrahêre

Luz sobre marco y plástico 2020

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Territorios lumínicos quebrados X 130x90cm Luz sobre bastidor 2020 54


Abstrahêre

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Territorios lumínicos quebrados VI

Territorios lumínicos quebrados VIII

40x50 cm

90x70 cm

Luz sobre marco y plástico 2020

Luz sobre lienzo 2020 56


Paisajes del alma. Territorios en perspectiva. /Aurora García-Calabrés/

Todas las obras recogidas en este proyecto nacen por la preocupación de la transformación de nuestro entorno, de la destrucción o reducción del medio natural en el planeta, ya que, aunque cada vez lo tengamos menos en cuenta, somos naturaleza, estamos compuestos de la misma manera, y vivimos de ella, por lo que se hace una reivindicación sobre estos entornos, los entornos que nos rodean, y la transformación de estos por la mano del hombre. Miedos, angustias existenciales, pérdida de referentes paisajísticos, desconcierto, sensación de impotencia, son los principales motivos que empujan a personas normales y tranquilas a ocuparse de algo que queda fuera de su ámbito doméstico más inmediato, el trasfondo de todo ello tiene mucho que ver con el deseo de recuperar la identidad local como elemento irrenunciable para la calidad de vida. (Nogué, 2014: 159) Antes de la globalización, cada ser humano tenía claro que “pertenecía” a un lugar, tenía unas raíces claras y marcadas, por lo que se adaptaba a ese entorno que le rodeaba, y a partir de dicha adaptación surgían unas costumbres y maneras de ser y de pensar específicas. La falta de origen es una de las principales causas de la crisis de identidad del mundo actual, aunque todos tenemos una identidad común, pero la mayoría de las personas no somos conscientes de ello. Todo lo que conocemos, incluido el ser humano, posee un origen común, que en muchos lugares del mundo se ha perdido, se ha desdibujado Siglo XXI, en un mundo globalizado, es la era de la tecnología y la comunicación, donde todos estamos conectados y formamos parte de todos los territorios ya que, de una forma u otra, una parte de ellos vive en nosotros, bien por vivencias de personas cercanas, o por nosotros mismos, debido a que viajamos mucho, conocemos lugares nuevos a menudo, y la mayoría de personas no ha vivido solamente en un solo pueblo o ciudad. Las personas que nos rodean, las situaciones que vivimos y, sobre todo, el entorno en el que nos encontramos, nos marca, generando así nuestra Identidad Natural, formando nuestra personalidad, formándonos a nosotros mismos. Nuestra Identidad Natural es aquella parte de la naturaleza que forma parte de nuestro “yo” más profundo. Formamos parte del entorno que nos rodea, nos alimentamos de él, y estamos compuestos de la misma manera. Los árboles, las montañas, la lluvia, el mar o el desierto forman parte de nuestro carácter y determinan en muchas ocasiones nuestra forma de ser, nuestra forma de pensar, formando así parte de nuestra identidad, dejando una huella intrínseca en nosotros. Aunque, esta huella se ve amenazada actualmente ya que cada vez más tendemos a transformar el entorno que nos rodea, aunque siempre lo hayamos hecho. Este, nos marca, nos define como personas, por lo que depende de cómo sea el lugar donde hayamos pasado la mayor parte de nuestra vida, o las situaciones más significativas de esta, adoptaremos una personalidad u otra, ya que no es lo mismo ser de un pequeño pueblo de sierra, uno de costa, o vivir en una macro ciudad. Nuestro punto cero, parte de ese entorno, y a partir de ahí, es donde ordenamos nuestro lugar, nuestro hogar. En el caso de Aurora García-Calabrés, su zona cero es su pueblo, Priego de Córdoba, donde ha nacido y crecido, y por estar rodeado este de un parque natural, le ha afectado mucho a su personalidad el rodearse de naturaleza, aunque esta no sea naturaleza como tal, ya que es un lugar transformado por la mano del hombre, aunque haya montañas, ríos, árboles… están manipulados, ordenados, por el ser humano.

Abstrahêre

Campos de luz

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25 x 40 x 20 cm Silicona sobre metacrilato y tronco de olivo 2020

Campos de luz

Todos tenemos un lugar favorito, ya sea una plaza dentro de una ciudad, un tronco cortado que encontramos a nuestro paso por un bosque, un río o una cascada que nos envuelve con su constante murmullo o ruido… Son lugares importantes para nosotros ya que algo consigue hacerlos nuestros, hacerlos “especiales”, ya sea por alguna circunstancia que nos impactó de ese lugar visual o sensorialmente, que asociemos ese entorno con un recuerdo personal y al estar allí nos vuelva a transportar a ese momento decisivo de nuestras vidas, o que simplemente dicho espacio nos haga sentir bien, nos transmita emociones, sensaciones, las cuales cambiarían de paz a calma o libertad o a cualquier otra según cada individuo. Estos lugares nos marcan en cierta forma, haciendo que en algún momento de nuestras vidas nuestro subconsciente nos obligue a ir a ese lugar especial, dejando así su huella en nuestra personalidad, en nuestra mente, en nuestro recuerdo. Cada persona percibe estos lugares de forma diferente, hablando tanto a nivel sensorial como emocional. Campos de luz, representa un paisaje de olivar, un entorno especial para la artista, el cual se compone de planos, (según colores de la tierra y disposición de los olivos en ella), líneas (la visión que se ve de lejos en un conjunto de olivos en una finca) y, círculos o formas redondeadas (del volumen de los propios árboles en sí). Es un paisaje con el que se identifica, y la representa, por lo que siempre ha sido una gran inspiración

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Paisajes de Cuarentena a la hora de realizar cualquier obra. El medio natural es importante para nosotros. Cuando llegamos a un cierto lugar, que tiene la capacidad de impactarnos o, transmitirnos sensaciones amables, cuando no hay nada en ese lugar, y es un espacio “virgen” nos sentimos atraídos por él, nos impresiona, y queremos quedarnos en ese entorno, aunque cuando encontramos lugares así, normalmente, sentimos la necesidad de transformarlos, para que sean más “cómodos” o “funcionales” para nosotros. Podamos un árbol, creamos un puente para cruzar de una orilla a otra, trabajamos la tierra… y así poco a poco vamos modificando el entorno, lo hacemos nuestro. “El hombre, trabajando continuamente en una relación posible con la naturaleza adaptándola a las características más importantes, alterándola de manera productiva, creando recursos con materiales de la naturaleza, en su suma, el hombre domesticando a la tierra”. (Meining, Jackson, 1979: 34) Creamos un entorno cada vez más urbano y artificial lleno de planos y líneas rectas, adaptado a las necesidades humanas, fragmentando el paisaje por nuestras intervenciones. “El mundo que ha sido modificado por la carpintería está lleno de líneas rectas, ángulos y objetos rectangulares. Las ciudades son ambientes rectangulares par excellence”. (Tuan, 2007: 107) Esta “carpintería” es la representada en la obra Ciudades de sombra, donde se representa una abstracción de los entornos con líneas y planos creados por el ser humano, obteniendo así un plano geométrico y completamente artificial. Con los hechos acontecidos, muchos de nosotros nos hemos sentamos frente a una ventana, para recibir algo de luz natural y aire fresco, ya que no debíamos salir a la calle, pero con una pantalla delante, para poder seguir trabajando, estudiando, o viendo a la gente a la que echamos en falta. Muchos de nosotros nos preguntamos cuando se acabará esto, y nuestro mayor rato de convivencia fuera de nuestro núcleo familiar, era cuando salíamos por la tarde a aplaudir al balcón y hablamos con el vecino que tenemos enfrente o a los lados, pero, quitando ese momento, cuando nos sentamos frente a las ventanas, nos quedamos pensando, soñando con el poder salir y que todo vuelva a la normalidad, esto es lo representado en Paisajes de Cuarentena. En definitiva, el ser humano está muy influenciado por relación con nuestro entorno, y este nos influye en nuestra forma de ver y entender el espacio que nos rodea, ya que al final, este está intrínseco en nuestra personalidad.

Abstrahêre

Paisajes de Cuarentena

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40 x 62 cm Acrílico y papeles sobre madera. 2020 60


Cuidades de sombra

El ser humano está muy influenciado por relación con nuestro entorno, y este nos influye en nuestra forma de ver y entender el espacio que nos rodea, ya que al final, este está intrínseco en nuestra personalidad.

Abstrahêre

Cuidades de Sombra

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45 x 45 cm Cartón pluma y papel gris. 2020

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La Victoria de Pundonor /Ignacio Díaz - Carranza/ Pundonor: Sentimiento de dignidad personal que exige a uno mismo atención y dedicación continua en una labor o profesión. -Hola a todos y gracias por estar hoy en mi transformación, en un lugar tan especial. Esta universidad es el sitio en el que me desarrollé. En este caso somos dos autores los que realizamos la obra, (yo y yo mismo) tendré que dejar que escriba la persona que ahora tiene el control de lo que llamamos cuerpo, para que él os explique mejor de que va esto. -Muchas gracias por darme paso Nacho. - De nada Nacho, todo tuyos. - Lo primero que quería decir, es que al no tener una presencia matérica, ya que también soy yo, además de que está leyendo esto y no estoy físicamente contándoselo. Sera difícil no dejar que otras interpretaciones de mi propio sujeto puedan dar pinceladas a estas palabras. Pero con mucho gusto, le explicare que es lo que está viendo. Lo que tiene enfrente son unas banderolas que nosotros cargábamos siempre. Son una especie de representación nuestra. De cómo nos enfrentábamos en el día a día. Si es cierto, que ya solo vence la apatía en el apartado artístico. Por lo que se podría decir, que dichas banderas son una clara representación de ese chaval que entro en bellas artes arrasando todo, como si de una locomotora dirigida por un mono borracho se tratase. - La verdad es que tenía buenas ideas el chaval. - Pues sí. La pena es que tuviera la autoestima tan baja, que poco a poco, le mermase hasta ya no querer ni pintar. Por lo que estamos aquí para recordar. Recordar a un artista universitario. Con sus grandes murales, sus figuras deformadas, al que le daba igual su integridad, el que se intoxico explotando un bote de pintura contra la pared, o aquella vez que se quemó un brazo intentando quemar aguarrás; ya que le había dicho su amigo Miguel, que el fondo quedaba guapísimo de esa manera, como arrastraba cuadros por la carretera para destrozarlos, el que para un proyecto de pintura decidió entregar un video, y un largo etcétera.

Abstrahêre

No todo el tiempo pasado fue mejor. Ni quiero glorificar aquí el pasado. La recurrencia para tirar de época universitaria y también de la época de la escuela de artes en Córdoba, es para poner en contexto al espectador, sobre quien estamos hablando y de que estamos recordando.

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Esa persona que describo, se fue apagando a base de ser su crítico acérrimo. Por lo que ha dicho basta. Pero no sin antes dar un último coletazo y despedirse. Creo que seguirá un poco por mi cabeza ya que, para la salud mental de una persona, los médicos recomiendan tener tres o más personas dentro del

La Victoria de Pundonor

93 x 220 cm Pintura acrílica, ceras marley, spray negro y mechero. sobre loneta. 2020 64


cráneo, ya que, a la hora de quedarnos solos con nuestros pensamientos, deberíamos tener a varias personas charlando, para darnos puntos de vista diferentes. A nadie le gusta un monologo. Todo lo que ve aquí sería un conjunto de lo que le gustaba y quería. Pero también es la representación de una lucha que desde siempre hemos tenido entre nosotros, hasta que al final, sinceramente, hemos perdido los dos. Incluso este texto, está sin revisar en la manera de hablar y expresarse correctamente. Debería de ser un texto más académico y perfecto. Pero he querido que él también intervenga, no en las palabras que digo, pero si en la forma de contarlas. Con esto, creo que ya estaría acabando. Usted, espectador que está leyendo esto, estará ya aburrido y querrá irse a un bar, a beber una cerveza. Por lo que yo le diría que sería una manera increíble de recordar a un universitario. -Hola soy yo otra vez. El Nacho del principio, ya sé que el anterior Nacho se ha despedido. Pero si estamos hablando de mi todo el rato quería aportar algo en el texto. Bueno ya he intervenido en el lenguaje utilizado. Pero quería decir que, me ha encantado guiar este cuerpo durante estos años. Si es verdad, que algunas veces me he pasado. No he cuidado este cuerpo como debía, como aquella vez que utilice un fumigador manual relleno de pintura, y me manche de cabeza a los pies. Pero creo que esa es la gracia de todo esto. Quiero aclarar que según iba escribiendo el otro Nacho todo el anterior texto, me he dado cuenta de que debería quedarme un poco, no totalmente claro está, el otro nacho está mucho más cualificado que yo para las tareas que nos vienen el futuro. Pero creo que me quedaré en mi lugar de confort, en uno de los pocos sitios donde no podían ganarme. Los murales y el graffiti.

Abstrahêre

Para finalizar mi parte, debería despedirme de vosotros una segunda vez: Muchas gracias por estar aquí leyendo este escrito y gracias por ver la obra.

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HOGAR. Síntesis

/Rocío Barroso Castallo/ Síntesis Medidas variables Resina acrílica (obra en proceso) 2020

¿Dónde están realmente los límites del hogar? Para contestar esta pregunta, se presentan cuatro piezas artísticas que invitan a la reflexión sobre el tema apoyadas por su discurso.

Abstrahêre

Síntesis consta de un montaje de dos piezas unidas tanto por su estética como por la temática, ya que una nace de la otra. El que convivan en un mismo espacio no hace otra cosa que enriquecer la obra total retroalimentándose una pieza de la otra, y darle fuerza al discurso. Cabe decir que el proceso de trabajo en este caso no queda en eso, en proceso, sino que es protagonista por ser, como se ha mencionado, una pieza fruto de la otra. Ambas son protagonistas por igual sin importar si una fue parte del proceso de la otra, ya que no quedó en boceto, sino que funciona como obra independiente.

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Se plantea como objetivo general (siendo el tema que hace de nexo común entre todos los participantes) abstraerse de un concepto y considerar algo en su pura esencia. Como se puede observar, Síntesis I consiste en un montón de flores realizadas con resina, en el que puede apreciarse una clasificación por color. Esto es una síntesis de los colores naturales de un azahar, teniendo cada flor de resina un solo color en vez de todos los que debería tener. A partir de esta, Síntesis II surgió como manera, como se ha dicho, de abstraerse del concepto “flor”, y centrar la atención en formas, texturas, materia color... en definitiva, en la pintura. Aunque se representen a través de la pintura esas flores realizadas con resina, el recurso de hacer zoom hace que se pierdan las formas definidas de dicho objeto y ayuda a conseguir la abstracción buscada. Sin embargo, también se ha pretendido entender y utilizar 68


Zoom

Fragmento

Zoom 50x50 cm Papel: 30x30 cm Óleo sobre papel 2020

Fragmento 23x23 cm Papel: 13x13 cm Óleo sobre papel 2020

Abstrahêre

el concepto del objeto ha ido difuminándose durante el proceso de la misma forma que se considera difusa la línea que separa el hogar de lo externo.

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la pintura de alguna manera no tan “clásica” y aprender a utilizar otros recursos. Podemos ver cómo Síntesis I se sale de lo que se considera pintura convencional, es un montaje tridimensional y ¿cómo puede no considerarse pintura? si se pensó y concibió como tal. Como el nombre de la obra indica, es un modo de sintético de crear una obra pictórica a partir de un estudio del color. Y como soporte, un objeto lo más parecido posible al objeto real, para no dejar paso a interpretaciones sobre su concepto, y focalizarse en todo lo matérico y sensorial de la obra. Teniendo esto en cuenta, Síntesis representa azahares que pertenecen a un espacio público considerado como propio (hogar) por la artista. Asimismo, el concepto del objeto ha ido difuminándose durante el proceso de la misma forma que se considera difusa la línea que separa el hogar de lo externo. Ambas son piezas con una paleta de color en tonos pastel,

con un resultado sencillo y sutil, que invitan a la contemplación y a olvidarse de todo el ruido, el caos que hay fuera, evocando calma y serenidad e invitando al espectador a ese hogar de límites difusos del que se habla anteriormente. Teniendo en cuenta estas características estéticas y plásticas, se podría decir que estas obras pretenden despertar lo emocional desde una pintura elegante, minimalista, casi monocroma y, sobre todo, que pretende ser sensible.

hogar?, ya que cualquier individuo puede tener ese sentimiento de hogar en otro lugar que no tiene por qué ser delimitado por las paredes de su vivienda. También se tiene sentimiento de propiedad con los espacios públicos: “mi calle”, “mi barrio”, “mi ciudad”... Así, se pretende representar elementos externos a lo que se considera convencionalmente hogar, pero que para la autora no quedan fuera de él, ya que son de su propio entorno.

Además de la propuesta de abstraerse y dejar atrás el concepto del objeto que se representa, Síntesis forma parte de un discurso más general donde también entran en juego otras obras. Todas ellas son fruto de un estudio de los conceptos interior y exterior analizados a través del hogar, considerándose este el interior, un lugar de confort, calma y bienestar, y el exterior de este considerado como un lugar extraño que altera los sentidos de cualquier individuo al recibir imágenes de cosas que no conoce. Sin embargo, se plantea la pregunta ¿dónde está realmente el límite del

Como parte de este proyecto general, encontramos dos propuestas más. Por un lado, una obra pictórica que nos recuerda por estética a Fragmento. Esta representa el suelo de una calle (la propia calle de la autora), con la que se pretende plasmar tanto estética como conceptualmente los conceptos apuntados anteriormente: la sencillez, sutileza, la propiedad de un espacio público... Por último, se trata la pintura como un juego en el que “todo vale”, en el que nos remontamos a la infancia y se plasman 70


Una dieta equilibrada los recuerdos. Así, Una dieta equilibrada es una serie de piezas que son fruto de una acción real sin ninguna intervención plástica. Fueron papeles de horno que sostenían alimentos que fueron horneados y dejaron su huella, como resultado, manchas totalmente aleatorias que se consideran tanto estética como conceptualmente interesantes. Cabe decir que esta serie es un proyecto que se considera en ampliación permanente.

Abstrahêre

Este última obra, da un giro sobre el concepto de los demás. Aunque igualmente el concepto es el mismo, no representa un elemento (un acto en este caso) de lo que se consideraría exterior, sino que muestra una de las cosas que más recuerdan a un hogar: la cocina.

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Las cuatro obras forman parte del proyecto Hogar que pretende, como se ha comentado, replantear cuáles son los verdaderos límites de un hogar.

Una dieta equilibrada 43x37 cm c/u (Obra en ampliación permanente) Calor y alimentos sobre papel de horno 2020 72


No es vulgaridad /Eduardo Padilla Sánchez/

No es vulgaridad. Goce posmoderno de los barrios, de la copla y la Sevilla auténtica es una propuesta expositiva que se sitúa dentro del proyecto titulado Abstrahêre.

Abstrahêre

Desde siempre el creador se siente ligado al carácter del territorio del extrarradio sevillano, al habitar en el mismo. El primer acercamiento como motivación creativa, y posicionamiento en defensa de las barriadas sevillanas castigadas, es la serie fotográfica La Sevilla que no ven los guiris. Iniciada en 2015, el discurso pone de manifiesto el abandono de las barriadas fuera del casco histórico por el turismo. Para ello retrata las poblaciones fuera del centro con diferentes tipos de dispositivos fotográficos que suelen ser empleados por los turistas, desde la cámara compacta hasta el uso del móvil. El punto de vista del visitante representado en la captura del recuerdo a través de la arquitectura del sitio. De la fotografía recordatorio de La Giralda a la de un bloque de viviendas de Los Pajaritos, con la ropa tendida, grafitis y un estado de conservación pésimo. La última aproximación podría ser CuarentaYUnoCeroCatorce. Híbrido de escultura, instalación y pintura que es un recorrido por el barrio de Bellavista a través de su pequeño comercio. Se plantea la idea de barrio como república. Castigado históricamente por su carácter obrero y situación geográfica, los vecinos, comerciantes y viceversa de Bellavista se identifican con el lugar y su paisaje por considerarse una zona de resistencia al capitalismo. El pequeño comercio típico sevillano de trato cercano que ha ido desapareciendo en el centro, por el desarrollo comercial del turismo con la llegada de las grandes marcas nacionales e internacionales a lo largo de estos años, sigue vivo en antiguo Barrio de la Salud gracias a estos pequeños empresarios que son vecinos a la vez y hacen barrio desde sus establecimientos.

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Después del aislamiento doméstico por coronavirus, apreciamos más comportamientos, rutinas, personas y momentos. Del mismo modo que nos hemos percatado de aquello que sobrevalorábamos. Balcones y azoteas se convirtieron en los nuevos chats. Espacios de relaciones interpersonales y de actividad social. Mientras que eran constantes las imágenes en redes sociales, televisión, radio y prensa de grupos de personas interactuando por balcones, azoteas a través de juegos, canciones e incluso espectáculos improvisados, desoladoras eran las vías del centro

vacías. Tiendas, monumentos, hoteles, bares, restaurantes cerrados. Casi sin tráfico, sin circulación y sin vida. Como en otras ciudades y grandes urbes, el sobreturismo permitió la demanda creciente de hoteles, hostales y pisos turísticos en el casco histórico antes del coronavirus. Haciendo que los antiguos habitantes del centro se trasladen a los arrabales y otros extramuros. La calle de los sevillanos, es y estará en los distritos alejados del centro histórico conquistado por el visitante. Como resultado de la introspección en el confinamiento a través del recuerdo y construcción de una idealización, aumenta el interés de Eduardo Padilla como inspiración en la Sevilla de los barrios. Sin embargo, no es hasta este díptico, que realmente es un paisaje, cuando cree que logra plasmar estéticamente de verdad el compromiso de la gente de los barrios con el territorio y sus calles como puntos de esperanza ante la nueva realidad y futuro. A través de la simbología y lenguaje del folklore sevillano, se busca las esencias de los barrios mezclados con códigos estéticos derivados de nuestro tiempo tecnológico. Conjunto que es una experiencia visual. Una comunicación con el espectador por el placer por el objeto folk, la figura representativa de la cultura popular y el simbolismo. No es vulgaridad. Goce posmoderno de los barrios, de la copla y la Sevilla auténtica por lo típico de los barrios de la Macarena y Triana por su solera en la unión por la Esperanza. Las Esperanzas de Sevilla son las esperanzas de los barrios. Resistencias ante muchas catástrofes y epidemias en todas las épocas, y reflejo de los cambios en la ciudad. La Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena se han convertido en modelos para artistas y diseñadores. El proyectista y bordador Rodríguez Ojeda revolucionó en el pasado siglo la Semana Santa sevillana a partir de la Macarena llevando el color y simbología. Fernando Morillo con la Esperanza de Triana, crea un lenguaje castizo en la escultura sacra mariana de vestir mediante la expresión por el juego de posición de las manos. Entendiendo a partir de entonces a estas representaciones de la Virgen como musas, de compositores que en sus escritos muestran la vida de un pueblo, costumbres e inquietudes como se evidencia en la copla española. Canon creativo donde se ve la población. La pieza de mayor dimensión consta de un cristal de 50 x 70 cm en cuyo centro encontramos una pintura de 40 x 40 cm en blanco y negro en acrílico,

No es vulgaridad 50x70 cm Acrílico sobre cristal y óleo 2020 74


Una descontextualización pictórica de lo mal visto por la sociedad de consumo, la tradición artística sevillana y el arte contemporáneo hispalense desde la ciudad, por las dos orillas.

Abstrahêre

No es vulgaridad

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50x70 cm Acrílico sobre cristal y óleo 2020

visual y estéticamente un código QR. Es una interpretación de un azulejo tipo de la archiconocida cerámica trianera con alegorías alusivas a la Esperanza de Triana, motor en Triana. Tras un estudio profundo de las características de la azulejería trianera, Eduardo Padilla compone un arquetipo protagonizada por un ancla en el centro y una nao en la esquina inferior derecha. La Esperanza es una devoción muy relacionada con los ceramistas y alfareros, pero sobre todo con los marineros. ¿Por qué un código QR? Los códigos QR son normales en nuestros días al ser reflejo de nuestro presente tecnológico. Están más presentes que nunca en la nueva realidad. Bares los utilizan en sus mesas para guardar las medidas de seguridad entre trabajadores y clientes en los pedidos. Nuestros móviles los leen a diario a través de las cámaras y sirven para llevarnos a otros enlaces, a otros lugares. Estas formas pueden considerarse grandes abstracciones, así como muy atractivos estéticamente. El artista busca un discurso cargado en la abstracción, o lo que denomina conceptualidad barroca. Ubicando en la abstracción figuración para lograrlo. Ahondando en la temática, se justifica el cristal como soporte de la pintura como símil esa pantalla de los dispositivos móviles. La pieza pequeña de óleo, ceras y acrílico sobre restos de cartón, es de 20 x 20 cm explotando la idea de fragmento y la idealización gracias a la simbología procedente del folclore, el reciclaje de la posmodernidad y el confinamiento por coronavirus (los artistas han tenido que reinventarse y utilizar elementos que tenían alrededor). Representación

del barrio de La Macarena en su eterna identificación en la Esperanza Macarena. Un mantón de manila, ornamentado con motivos vegetales, envuelve la Muralla. La Muralla era la antigua frontera de la entonces Sevilla con La Macarena de San Gil y la calle Parras en tonos verde y amarillo. En esa Calle Parras nació Juanita Reina, la macarena que contribuyó a expandir el sentir macareno por el mundo junto al torero Joselito El Gallo. El icono Juanita Reina, conocida como La Reina de la copla, insinuado sobre un fondo de lunares. La idea es un ready-made a la sevillana, sacando a la pintura del soporte tradicional de la tela y el bastidor tirando de lo kistch y pop. Una democratización de lo vulgar por lo folk de la baja cultura sobre cristal y material residuo como el cartón. Una descontextualización pictórica de lo mal visto por la sociedad de consumo, la tradición artística sevillana y el arte contemporáneo hispalense desde la ciudad, por las dos orillas. La imagen de la ciudad de los barrios en lo kistch en el género de la copla. Canto que son adaptaciones literarias de la Sevilla de Chaves Nogales y anteriormente de Cecilia Bohl de Faber alias Fernán Caballero.

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Recuerdos en descarga /Carlota Mula López/

Hay una mosca y nosotros sólo queremos dejar de escucharla. Apartar todos esos estímulos de nuestras mentes y poder acercarnos, sin que nos moleste, a un pensamiento concreto. Queremos abstraernos de lo que te rodea y que nuestra mente haga el trabajo sin necesidad de que nuestros sentidos estén despiertos, viajar a través de nuestro imaginario aislados de toda perversión. Queremos volver a ese recuerdo que habita en nuestra memoria, necesitamos revivir anécdotas idealizadas siendo ajenos al presente. Es por eso por lo que tendemos a guardar objetos como portal directo hacia un instante que nos aterroriza olvidar. Durante este tiempo encerrados entre cuatro paredes y con la imposibilidad de ver un escenario que no fuera nuestra propia casa, nos hemos hecho muy amigos del recuerdo y hemos viajado en el tiempo a través de todos esos portales que, de forma obsesiva, hemos acumulado durante años. La intención de estas obras es materializar esos instantes, pero ¿Cómo damos forma a un recuerdo que nuestra cabeza atesora?

Liberando

Marcando un recorrido que comienza en la infancia, y especialmente en la inocencia que nos otorgaba la inconsciencia acerca del tiempo y de su paso. El no percibir otro momento que no fuera el presente, es algo a lo que ahora el adulto aspira, y sólo hubo una vez en la que eso no fue significativo para nosotros, cuando éramos niños. Cuando fuimos conscientes de que lo único que no podemos retener es el tiempo, nos dedicamos a seleccionar objetos para otorgarles el poder de ser una vía directa al pasado, guardando tickets de tren, hojas secas, fotografías antiguas, postales, juguetes, caracolas de la playa, piedras del campo, dibujos, cartas y cualquier pieza que, al reconocerla inevitablemente, y aunque sea por unos segundos, el presente, pasa a un segundo plano. Otra de las cuestiones en este proceso de autoconocimiento y exteriorización de estos trozos del pasado, ha sido definir ese peso que pertenece a nuestros recuerdos, esa carga emocional que estamos acostumbrados a llevar de un lado a otro sin ser conscientes de ello. Hasta el punto de que incluso lo que un día nos hizo plenamente felices, hoy nos condiciona a nosotros mismos por ese deseo de alcanzar a sentirnos de la misma manera. Lo que motiva a la realización de esta serie de obras, es de carácter personal y autobiográfico, con ellas se pretende profundizar en el paso del tiempo y la memoria de una forma completamente experiencial. Las intenciones son encontrar en qué medida los pensamientos están influenciados por el recuerdo del individuo y lo que en su memoria habita, mediante la ejecución de la experimentación artística. ¿Cómo afecta la exteriorización de forma artística de estos recuerdos? ¿Nos ayudará la creación a entenderlos mejor? Ponemos entonces el interés en el proceso y en el resultado por igual haciendo protagonistas a ambas partes.

Abstrahêre

Liberando

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Técnica mixta 2020 78


A nivel personal, es muy importante que cada obra realizada haya estado estrechamente relacionada con estos conceptos para así alcanzar el nivel de compromiso marcado desde el inicio. Se han desarrollado una serie de obras de carácter conceptual y empleando objetos que evocan a nuestro propio yo de otro momento, añadiendo además historias personales, casualidades encontradas y tratando en todo momento de liberar este peso y de transformar lo que un día fue dolor, en un reflejo de buenas intenciones. La artista se ha bastado del uso de la palabra. El lenguaje escrito en el arte es una manera de comunicar de forma directa e invasiva, pero a veces lo que oculta es más valioso que lo que muestra, sólo hay que saber jugar. Es el juego precisamente uno de esos caminos hacia la abstracción ya que nos facilita alejarnos de esa realidad de la que queremos huir. Por eso, esto es sólo un juego. El lenguaje es una herramienta fundamental para la comunicación humana, una vía de expresión entre un cuerpo y otro, que posibilita la conexión entre ambos. Las letras se unen y forman palabras, las palabras se agrupan y generan oraciones, un conjunto de oraciones originan un mensaje. Son infinitas las posibilidades que tenemos gracias a las 27 letras que forman el abecedario español. 27 formas sometidas al mensaje. Pero ¿Son las palabras imágenes codificadas? Vamos a jugar.

Abstrahêre

La comunicación es posible siempre y cuando el destinatario identifique el código en el que se le habla y entienda el significado del mensaje gracias a que lo conoce y rescata de su propia memoria, invitando entonces al que mira a que sea constructor de algo nuevo, fusionando los propios recuerdos con los del espectador. Mediante este juego nos introduciremos en las palabras para averiguar lo que nos quieren decir o bien, lo que nosotros queremos percibir. Existen unas reglas iniciales, como en todo juego, que tan sólo marcarán el punto de partida y alentarán la necesidad de resolver sin ni siquiera saber si hay una solución final, o incluso si esta importara.

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Sábana como mi piel

Mediante el trabajo, la indagación, la repetición, el compromiso, y el sentimiento de plena vinculación al pasado, se ha podido comprender la razón, que hace que los recuerdos y la nostalgia, hayan sido el objeto de interés durante este tiempo. Este proyecto descubre que todas las anécdotas guardadas en la mente, ocupan un espacio enorme en nuestros actos cotidianos y por ello en la propia obra artística. Se ha llevado casi al límite la idea de desmembrar la propia memoria durante toda la etapa de creación, convirtiéndose prácticamente en una rutina del día a día y entendiéndolo como una acción necesaria para conseguir un desapego hacia los llamados ‘fantasmas del pasado’, o incluso, para dejar atrás esos recuerdos idealizados que dan vueltas en nuestra cabeza, con el deseo de viajar tiempo atrás.

Sábana como mi piel 135 x 223 cm Bordado sobre tela. 2020

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57 lavados

57 lavados

Abstrahêre

Registro de acción. Performance.

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Sólo queremos abstraernos y descifrar una sopa de letras sin pensar en nada, pero de repente estamos allí, en el lugar en el que, aunque suenen mil moscas que amenacen con sacarnos de ahí, no llegamos a escucharlas, porque estamos en uno de nuestros recuerdos, no sabemos cómo es exactamente, pero es el recuerdo de la artista, creado por nosotros mismos.

2020

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Huellas de calle /Galgo Katari/

Para la creación de esta obra, se ha propuesto trabajar con un objeto encontrado, pero, ¿qué objeto debería ser encontrado? ¿qué objeto debería encontrarme?, ¿debería?, el artista se pone en esta situación, reflexionando sobre su posición en lo público. “¡No!, no quiero que nada me encuentre, es una decisión personal, voy a tomar lo que yo quiero, decido encontrarme mis objetos, mis elementos de creación, mis inspiraciones”. En un impulso de apropiación pública, arrancó los carteles que veía por el mobiliario público en la alameda de hércules en Sevilla. Estos elementos que todo el tiempo están allí en la calle, informándonos, ofreciéndonos el siguiente espectáculo de la ciudad, ofreciendo servicios de tecnología, o cualquier otra cosa. Aunque se vean tan silenciosos, desde el punto de vista del artista, son muy ruidosos, ya que transforman nuestra percepción del espacio, son sorpresivos, suspicaces, están ubicados en lugares estratégicos para ser consumidos, y tienen una potencia visual, además de llevar una memoria en sí. El primer acercamiento al cartel, ha sido el arranque de piezas únicas, al principio todo se trata de un proceso intuitivo, dónde estos fueron clasificados individualmente, por el estado en el que se tomaron.

Abstrahêre

Para una primera intervención, fueron clasificados en los que se podían usar para ser intervenidos pictóricamente, y los que siendo arrancados, ya eran una composición armónica a la vista y no requería generarles mucha transformación.

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En estas piezas se realizó una intervención pictórica a los carteles recolectados. Una de las influencias a nivel conceptual y estético es el artista “jean-michel basquiat”, del cual se ha tomado la idea de crear histo-

rias, guías, conexiones a nivel casi literario-pictórico expresando críticas a situaciones sociopolíticas. Decide hablar de temas autóctonos. Crea expresiones como acto de incredulidad, haciendo contra carteles bajo el slogan de su proyecto/marca “mental state” dándole un valor casi inmaculado, usando frases iconos y colores que contrastan y llaman a la atención. Utiliza elementos autóctonos de su cultura, como la palabra “pachak mamak” que significa “madre tierra” y que a su vez ha sido una experiencia propia por medio de los sueños, con lo cual, busca revelar una forma espiritual, onírica en el mensaje, no considera que esté vendiendo un producto, sino exaltando su identidad y los valores de su propuesta mental state, símbolos como el ojo/escarabajo, los rostros, los elementos al azar y compuestos reflejan ese sentido abstracto, que mucho concierne a las culturas americanas. Su método de trabajo consiste en cuestionarse siempre sobre la esencia de cada elemento que maneja, y el objetivo de lo que busca realizar. Para el desarrollo de estas piezas se ha fundamentado en el proceso que viven los carteles en la calle, el de ser pegados algún espacio público y estar destinados a ser tapados de nuevo o a ser arrancados y tirados a la basura, no quería que perdieran su esencia, quería que mantuvieran su “coherencia existencial”, porque estos son entes que han convivido con él, y por eso tienen su propia vida, entonces desarrolló nuevas piezas en las cuales involucra los carteles recolectados y páginas de los libros encontrados, creando composiciones que sugieren la mirada hacia puntos específicos. Durante una salida por el mercado semanal encontró tirados cerca de una caneca de la basura,

Huellas de calle

“Huellas de calle”

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algunos libros de culturas americanas y del hombre y su naturaleza biológica, por lo que fue interesante el uso imágenes que enseñan fenómenos científicos, y por otro lado el libro de las leyendas de los andes, es algo con lo que el artista se identifica por su nacionalidad y que también fue un incentivo para seguir explorando, en las formas tribales del arte, de hacer visible lo invisible.

Abstrahêre

Inspirado en lo que fue la posmodernidad, en el arte a la acción, busca llevar esta célula que ha creado a partir del objeto encontrado en la calle, luego de convivir, de fomentar su descomposición y exploración formal, a la acción, ¡quiere llevarlo a la vida!, ¿y cómo?, por medio del cuerpo, nuestra materia más potente y esencial en relación con este mundo, en un principio quiso seguir trabajando en formato 2d, tener estas piezas debidamente tratadas y desarrolladas para ser expuestas en formato pictórico, pero como estaba llevando el trabajo del juguete (la bata) de modo paralelo, quiso llevar la unicidad a un formato mayor y a otro tipo de uso, haciendo potencia también del carácter tribal inspirado por sus encuentros de los libros.

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Su creación va desde el desarrollo material al objeto tribal y luego al medio audiovisual. Hace uso de los medios digitales,

Huellas de calle Composición de impresos encontrados en la calle y representación de performance en formato gif 2020 86


utilizando recursos que le permiten llevar el proyecto a otro nivel de expresión, la imagen en movimiento. Crea una pieza para ser expuesta en formato audiovisual digital (proyección), la cual es un mix visual del proceso de mutación de las piezas tomadas de la calle, creando un ritmo distinto de actividad e interacción en su mismo entorno, la calle. Su intención es personificar esta huella, con el uso de estos elementos gráficos visuales tan propios de lo público hacia un ser que se mueve, pero se camufla. “el juguete soy yo”

Abstrahêre

En esta obra, se da mucha importancia al acto lúdico como método de creación, lo que le lleva a formas de hacer muy intuitivas, busca que el espectador realice asociaciones rápidas, genere sinestesias, perciba sensaciones mediante creación de texturas y también busca el choque visual mediante elementos estéticos de composición, como la saturación, característica que suele proponer con el fin de crear disrupción visual.

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Se ha decidido tomar una bata de uso de laboratorio (que ha encontrado en Sevilla) para pintar estos perso

El juguete soy yo Bata de laboratorio encontrada e intervenida con aerosoles y pintura acrílica. Performance representado en formato gif 2020 88


Una descontextualización pictórica de lo mal visto por la sociedad de consumo, la tradición artística sevillana y el arte contemporáneo hispalense desde la ciudad, por las dos orillas.

El juguete soy yo najes de juegos infantiles, que previamente había consultado con algunos amigxs del máster, también se ha decidido poner algunos logos con un toque de error visual.

Abstrahêre

Esta pieza sola, ha sido el resultado de las preguntas del artista acerca de la mutación y la adaptación a nivel cultural sobre la estética, estamos a prueba de todo lo que consumimos, somos nuestro propio experimento social, un juego del que nos vende, por eso, “el juguete soy yo”, no solo viene de la reacción sobre la reflexión y la forma de procesar lo que consumimos, desde un ámbito psíquico, una reflexión sobre el cómo configuramos nuestra verdad hacia el ser, lo que está “bien y mal” para esta sociedad capitalista y “bella”. Por otro lado, también sobre resaltar el valor de lo distinto, lo “incomprendido”, el valor del error como huella humana en contra de la perfección.

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“El juguete soy yo” se refiere a un impulso: unas escenas de drama acerca de sentirse como un juguete para otras personas y para la sociedad, es una reflexión sobre el ser lúdico en la esfera pública y de cómo cada persona está vendiendo una imagen,

es un personaje de la calle, un personaje pop, esto es dentro de lo que está inmerso y que se vende. En este caso, el uso de la maleta es un accesorio, es una representación del dolor personal al tener que mudarse seis veces durante nueve meses. Es una reflexión sobre el encontrar un espacio, también sobre el huir, el tratar de escapar al control, escapar al ser un personaje de manipulación, un juguete. El artista va desde el desarrollo pictórico, el uso del aerosol al objeto tribal (indumentaria) y luego al medio audiovisual. Hace uso de los medios digitales, utilizando recursos que le permiten llevar el proyecto a otro nivel de expresión, la imagen en movimiento. Crea una pieza para ser expuesta en formato audiovisual digital (proyección), la cual es un mix visual del proceso de esta prenda y estas emociones encontradas en el cambio, representadas por este personaje mutante del juego y de la calle.

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