CLUB QUERETARO Viernes 27 de Noviembre 2015
Por otro lado la sevillana María Trinidad de la Orden recuerda haber sido una niña muy amiguera que inventaba obras de teatro y gustaba de pintar playeras para venderlas a sus amigas. Al casarse con Fernando Fernández comenzó a viajar a diferentes partes del mundo, como Bogotá, donde tomó un curso de joyería durante dos años, el cuál le ayudo a encontrar su vocación y montar su propio taller llamado TRINIS. "Mi marido fue quién me alentó a inscribirme en las clases y me encantó; toda la joyería la hago yo, no delego nada, la llevo a la antigua usanza", expreso también la egresada de Marketing.