Encuentro

Los capullos guardan secretos de instantes inéditos cada tarde se asoman a ver al sol. Le cuentan de los dos una historia que se esconde entre las ramas de los árboles de aquel parque que cobijó el encuentro idílico que los unió. Como abejas llenaban de miel la colmena destilando un amor inusual en la seda de los brazos.

Silencio que gritaba lo inmenso que sentían: un palpitar fuerte, un eclipse eterno de luna un mar alborotado por la pasión

Las flores de tu hermosa tierra, típica (flor) mariposa, hacen que te veas majestuoso cuando ríes provocando a mis sentidos. Me convierto en ave, vuelo hacia ti. Pegada a tu regazo sueño con los perfumes que desprende tu caramelo

Instantes

Instantes que se envolvieron en seda, quizá para ocultar lo amargo de un atardecer sombrío, Ver alejarse la figura en un andén que carga lo vivido en él: los silencios, los murmullos del ayer taciturno Marea de recuerdos en pausa, girasoles congelados, lugares hoy melancólicos por las horas de espera, Guacamayas perdiendo su color de tanto imaginar aquel instante que te lleva adentro como venas latiendo al son de tu melodía Ese morrocoy hace más lento el reloj, se enmudece la calma cuando sus estrellas se divisan en otro universo ¿Eres Omega, Alfa o viceversa?

¿Quién eres tú?

Después

Cuando sea cenizas vendrán tus susurros a despertarme porque te he amado con cada centímetro de mi piel

Cuando ya no exista se detendrá mi alma ante la tuya para amarnos una vez más

Los girasoles se dormirán percibiendo nuestro aroma, después de aquí sabrás a miel, me darás tu pasión, apagarás mi sed.