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HIPERTENSIÓN: Una enfermedad que puede ser grave, pero no duele. Mucha gente desconoce padecerla
from Trotamundo10 - Nº70
by Trotamundo10
HIPERTENSIÓN
La tensión arterial alta es un problema que afecta a más de 1.130 millones de personas en el mundo. Es un trastorno que obliga al corazón a hacer más esfuerzo del necesario para bombear la sangre. Al final, esa presión excesiva puede dañar los vasos sanguíneos. En España, según datos que maneja www.dosfarma.com, farmacia online española, casi cinco de cada diez adultos tienen hipertensión, pero esa cifra aumenta hasta el 70 % en los mayores de 65 años. Y, lo que es peor, tres de cada diez hipertensos no saben que sufren esta patología.
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Una enfermedad que puede ser grave, pero no duele
DosFar a ex lica todo lo que debemos saber para cont olar la tensión en casa
No todas las personas tienen síntomas que delaten tensión arterial alta. Como suelen decir los médicos, es una enfermedad que puede ser grave, pero no duele. Sin embargo, si la hipertensión se descontrola, puede provocar un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, finalmente, una insuficiencia cardiaca. Otros síntomas comunes son el dolor de cabeza, la dificultad respiratoria, los vértigos o las palpitaciones. En cualquier centro de salud, hospital y farmacia se puede solicitar que nos tomen la tensión para saber si es necesario tomar medidas contra este problema. Sin embargo, la situación actual provocada por el coronavirus dificulta mucho el desplazamiento a los centros de salud. Muchas personas evitan acudir al centro médico para no exponerse al virus, lo que ha dificultado el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades. Se calcula que 4 de cada 10 personas han dejado de ir al médico a hacerse sus revisiones rutinarias por miedo al contagio. En esta situación, es más importante que nunca conocer nuestro organismo para entender sus señales de alarma, como la tensión alta. Por suerte, se puede controlar desde casa, con lo que se evita salir a la calle y exponerse al coronavirus, algo muy importante para personas de edad avanzada o con determinadas afecciones como enfermedades cardiacas, renales, pulmonares, inmunodeficiencia, etc. Por ello, los expertos farmacéuticos de DosFarma explican cómo se puede medir la tensión en casa correctamente con un tensiómetro:
COMPRAR UN BUEN TENSIÓMETRO
Lo primero que tenemos que hacer es comprar un buen tensiómetro, cuanto más exacto mejor, es decir, que el valor proporcionado de presión arterial sea lo más cercano posible al real, y preciso, una buena manera de saberlo es medirnos la tensión varias veces seguidas y comprobar que los resultados son muy parecidos.
Además, debemos comprarlo en un sitio de confianza y fijarnos en que ha ya sido fabricado cumpliendo todas las normas de calidad y seguridad de la Unión Europea, y que lleve las siglas CE. Los hay de brazo y muñeca: los de brazo suelen ser más fáciles de utilizar y tienen mayor precisión. Si queremos llevar un control histórico de nuestras mediciones, lo mejor es que tenga memoria para que los datos se queden guardados. Además, si la persona que lo va a utilizar es mayor, lo ideal es que tenga una pantalla lo bastante grande como para ver bien los números, que sea ligero y lo más automático posible.
DEBE MEDIRSE TRES VECES
La cifra real de la presión arterial será la media de las dos últimas medidas (es decir, se suman los dos resultados y se dividen entre dos). No hay que tener en cuenta el primer dato. Entre cada medida, lo ideal es esperar al menos dos o tres minutos.
MEDIR SIEMPRE A LA MISMA HORA
Por ejemplo, tres veces por la mañana y tres veces por la tarde. Hay tensiómetros que tienen alarma programada incorporada que nos hará más fácil recordar que nos toca medírnosla. Es importante ir anotando todos los resulta-
Cont olar la presión ar erial a diario es la mejor for a de prevenirse de una enfer edad indolora.
>>> dos para que el médico pueda consultarlos en la próxima visita o guardarlos en la memoria del tensiómetro. Si los datos han sido altos durante toda una semana hay que hablarlo con el médico.
HAY QUE RELAJARSE ANTES DE MEDIRLA
El estrés puede elevar la presión arterial. Si justo se hace la medición en un momento de agitación, el resultado no reflejará la realidad.
EVITAR FUMAR, BEBER, COMER O HACER EJERCICIO MEDIA HORA ANTES
La cafeína, el alcohol, el tabaco o la sal también elevan la presión arterial. Si toma medicamentos específicos para la tensión, hay que medirla antes de tomarlos. Un buen momento del día para hacerlo es justo antes de las comidas.
NO HABLAR DURANTE LA MEDICIÓN
Es importante tomarse la tensión en un ambiente tranquilo y no hablar o moverse mientras se está midiendo.
ORINAR ANTES
La vejiga llena también puede elevar la presión durante algún tiempo.
ESTAR EN UNA POSTURA ADECUADA
Lo ideal es hacerlo sentados y con la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla. Las piernas deben estar dobladas a unos 90 grados, sin cruzarse, con los pies apoyados en el suelo. El brazo debe reposar encima de una superficie plana, como una mesa, y quedar a la altura del corazón. La palma de la mano descansará boca arriba, con el codo un poco flexionado. Es muy importante llevar ropa cómoda y evitar que el brazo quede apretado por las mangas, ya que eso podría elevar la presión arterial de forma artificial. El manguito del tensiómetro no debe estar demasiado apretado. Para saber exactamente cómo colocar el aparato, lo mejor es consultar las instrucciones del fabricante. Como se ha comentado, algunos se ponen en el brazo y otros en la muñeca, así que dependerá del modelo.
¿CÓMO SABER SI ES HIPERTENSIÓN?
Los tensiómetros miden dos tipos de tensiones: son las que conocemos como ‘máxima’ y ‘mínima’.
Así pues, en cada medición se obtienen dos resultados distintos. La tensión máxima (o sistólica) es la presión que hace la sangre cuando el corazón late para bombearla; la mínima (o diastólica) es la presión que hay cuando el corazón está en reposo, justo entre latidos. Una vez realizadas las tres mediciones necesarias, y extraído el dato final, hay que saber interpretar los resultados. Los valores óptimos dependen mucho de la edad, el sexo o el estado de salud, pero estos son los niveles básicos que se suelen considerar:
– Valores ideales: 120 mmHg (milímetros de mercurio) de máxima y 80 mmHg de mínima. Sin embargo, también se consideran unos valores normales si se encuentra entre los 135 y los 85.
– Tensión alta: si la máxima supera los 135 o la mínima supera los 85, ya se habla de tensión alta. Además, si los valores pasan de los 140 o los 90, se trata de hipertensión. Si durante un periodo prolongado (una semana, por ejemplo), se observan valores demasiado elevados, es imprescindible consultar con un especialista. Los médicos sabrán determinar si los datos extraídos en casa son motivo de alarma o, por el contrario, entran dentro de lo normal. Por eso, es muy importante hacer las mediciones correctamente y con cierta regularidad, para detectar cualquier problema a tiempo.
Los expertos de DosFarma explican que la hipertensión también se puede prevenir. Lo más importante para evitar esta dolencia es llevar una vida sana y una dieta equilibrada y seguir estos consejos:
Hacer ejercicio regularmente
El deporte moderado es una de las claves de un corazón sano. Unos 30 minutos al día es suficiente, un mínimo de 150 minutos por semana. Algunas actividades moderadas son caminar a paso rápido, bailar o dar paseos con nuestra mascota.
Evitar tomar alcohol y fumar
El tabaco y el alcohol influyen en la presión arterial y en la frecuencia cardiaca. Por eso, una persona hipertensa tendrá muchos más problemas si también es fumadora y consume demasiado alcohol.
Tomar alimentos que ayudan a la presión arterial
Hay ciertos productos que tienen propiedades tensorreguladoras, es decir, que ayudan a controlar la tensión sanguínea. Muchos de estos alimentos son hierbas, como el espino blanco o la fumaria, que se pueden tomar fácilmente en infusiones o caldos.
Reducir la sal en nuestras comidas y evitar la obesidad
Lo ideal es consumir menos de 5 gramos de sal al día. Perder peso siempre es un objetivo difícil. Una buena forma de empezar a hacerlo es reduciendo los alimentos ricos en grasas saturadas y eliminar las grasas trans. Por supuesto, es importante consumir mucha fruta y verdura.