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Estilo de Vida

CORINA MINERO tegucigalpa Un nuevo año académico siempre genera preocupación, pues hay temor a lo nuevo e incertidumbre sobre lo que sucederá con las clases, los maestros y el ambiente de los compañeros.

Esto provoca el estrés académico, una reacción normal que se tiene frente a las diversas exigencias a las que se enfrentan los estudiantes en la universidad.

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Sobre todo por el retorno de la presencialidad luego del covid-19, aunado a pruebas, exámenes, trabajos, presentaciones, entre otros.

“Esta reacción activa moviliza a los estudiantes para responder con eficacia y conseguir los objetivos establecidos desde el principio. Sin embargo, en ocasiones se pueden tener demasiadas exigencias al mismo tiempo, lo que puede agudizar la respuesta y disminuir el rendimiento académico, algo que ningún estudiante desea”, explicó a tunota la psicóloga Julissa López.

Suelen haber dos tipos de exigencias que al final se convierten en estresores académicos: internas y externas.

Las internas tienen que ver con la realización de cada persona, cuando se convierten en autoexi-

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