La magia y el amor están en el aire. Nos encontramos en la ciudad más visitada por el turismo cada año y nos llena de alegría el aroma de sus croissants en las hermosas boulangeries (las panaderías), el vino que todos degustan en cada mesa acompañado de trocitos de un buen queso y unas rojas uvas; nos maravilla el sonido del acordeón con las notas de un jazz mientras caminamos por sus inconfundibles calles: nos encontramos en París, la ciudad del amor y de la luz.
Es un autentico viaje de los sentidos, lleno de colores, hermosas tiendas, mercados y monumentos que, envueltos en la historia, nos cuentan sobre el legado que la ciudad tiene para la humanidad.
Desde sus exquisitos museos como el Louvre o el Orsay, arte en las calles en el barrio bohemio de Montmartré en donde caminaban con tranquilidad Picasso y Degas para inspirar su imaginación.