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Voces de la Industria
DE DOS A TRES TOQUES, SIN LÍMITE DE TIEMPO
Por HIJO DE DOS CARAS / Luchador Profesional y Activista Cannábico
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Me encontraba en mi lectura de noticias cotidiana (todos los días me informo sobre el mundo del deporte) cuando descubrí un artículo sobre cómo fue excluida de los juegos olímpicos Sha'Carri Richardson después de dar positivo en THC, un hecho que me hizo recordar mis inicios como luchador profesional y cómo me tocó ser sancionado también por mi consumo de cannabis. Esto debido a las políticas sobre sustancias que mantenía en aquel entonces la empresa más importante en la industria de la lucha libre en el mundo: la WWE.
Todo comenzó en el 2012, cuando recién había firmado un contrato con esta empresa como uno de sus talentos en desarrollo. En esta industria y con una oportunidad en puerta, el reto cotidiano se trataba de subir y subir de nivel, tanto en preparación física, mental e incluso teatral. Así como en cualquier trabajo (o en la vida misma) el estrés se hizo presente. Durante mi periodo en WWE estuve sometido a un nivel altísimo de estrés y exigencias, tanto físicas como mentales. Esto debido a que prácticamente toda tu persona les pertenecía en esos momentos a ellos.
Yo ya sabía de la existencia del Wellness Program (muy habitual en las ligas profesionales o deportes de alto rendimiento en Estados Unidos); una iniciativa en la que, básicamente, si das positivo a cualquiera de las sustancias ¨ malas ¨ en su lista eras suspendido durante 30 días sin goce de sueldo.
Obviamente como consumidor activo de cannabis salí positivo al THC. Cuando regrese de mi periodo de suspensión, llegue a sentir que la forma de pensar de los directivos y programadores cambió.
Algo en su percepción sobre mí se había alterado...
(...) sin importar la calidad de mi trabajo o el excelente desempeño deportivo ahí mostrado. Debido a esta incomodidad, llegué a un acuerdo para rescindir de mi contrato y así tomar mi camino como luchador independiente. Pero no sólo eso: también me da gusto que las políticas de WWE estén cambiando, permitiendo la presencia de la marihuana en los vestidores al grado de promover abiertamente a talentos que apoyan la cultura 420.
Ver atletas de altísima calidad que no ocultan su consumo, como Michael Phelps (nadador olímpico con 28 medallas, 23 de ellas de oro) o Usain Bolt (el hombre que rompió los límites de la velocidad humana), me motivo a abrir mi propio camino en la lucha libre, a la par de buscar cambiar la visión de la gente sobre la planta.
Gracias a la fama que empecé a adquirir por mi talento, viajé a otros países y eso me ayudó a abrir mi perspectiva sobre los atletas de alto rendimiento y su relación con la cannabis.
Hoy en día, me complace que en esta industria existan ejemplos de luchadores profesionales como los Stoner Brothers, quienes suben al ring y comparten entre la audiencia un porro como parte de su espectáculo. También es importante mencionar que aunque la cannabis estaba prohibida para los talentos en su momento, siempre estuvo rondando tras bambalinas de algún modo.
Como la vez que en Wrestlemania 27 (evento en donde mi hermano Alberto el Patrón enfrentó a Edge por el campeonato mundial), fue nada más y nada menos que Snoop Dogg quien me compartió una fumada de las flores que llevaba consigo. Una experiencia sin igual que les contaré a detalle en una próxima ocasión.
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LA PRIMERA COLECCIÓN DE NFT RESPALDADA POR UN CULTIVO DE CANNABIS
Por JUAN MANUEL TÉLLEZ / CEO Greenlab
En los últimos años, Colombia se ha convertido en un importante referente para la producción de cannabis medicinal, generando inversión, empleo e innovación en el campo colombiano. Bajo este contexto nació Greenlab, un emprendimiento de jóvenes colombianos que busca mejorar el bienestar físico y mental de miles de personas, a través del cultivo y producción de cannabis medicinal.
Greenlab ofrece productos de valor agregado tanto cosméticos como farmacéuticos, priorizando la sostenibilidad del medioambiente y cuidando las comunidades vecinas. Estamos juntando el mundo digital de los NFT con activos tangibles como lo es una planta de cannabis. En esta ocasión Greenlab, realizó oficialmente el lanzamiento de su colección de obras digitales llamada ‘Space Resistance’ cuya temática despertó rápidamente la curiosidad del público.
Se trata de un grupo de astronautas que viaja al espacio para asegurar la supervivencia de la planta (porque si esta planta no puede crecer con libertad en la Tierra, la llevaremos al espacio). El mensaje es claro: el Cannabis seguirá creciendo para mejorar la vida de millones de pacientes alrededor del mundo.
Sin embargo, el trabajo de esta empresa va más allá de lo convencional, pues está combinando la tecnología de los NFT con sus productos de Cannabis. Los NFT son obras de arte digital que tienen asociado un certificado de autenticidad mediante la tecnología blockchain, la misma que se emplea en las criptomonedas.
Nosotros decidimos apostarle a los NFT pues en el último año, estos activos digitales han logrado captar la atención de mucha gente y cada vez la adopción de esta tecnología crece más.
Este proyecto tiene como objetivo utilizar la tecnología para crear una comunidad internacional que ve la planta de cannabis como un generador de cambio y a Colombia como un referente mundial en su producción. El lanzamiento de la colección se realizó en el emblemático Times Square de Nueva York.
Escogimos este lugar para realizar el lanzamiento oficial pues es aquí donde se proyectan las colecciones de NFT más reconocidas del mundo. Quisimos estar presentes en este escenario para ganar visibilidad internacional y que Colombia se convierta en un referente al combinar la tecnología de los NFT con cultivos de cannabis.
Si bien los desafíos son grandes, estamos convencidos que es un paso que debemos dar para impulsar esta tecnología, que está revolucionando la forma como interactúan las empresas con sus clientes.
2023 : AÑO PARA INVERTIR EN CONOCIMIENTO DE LA PLANTA
Por OSWALDO OLIVAS / Editor Industria420.com
A pesar de los pocos o nulos avances legislativos y de regulación en materia de cannabis en México, el entusiasmo por participar en cualquier asunto, proyecto, emprendimiento o idea que tenga que ver con la planta va en aumento.
Todo indica que no hay voluntad política para que el gobierno en turno apruebe alguna reforma importante en cannabis, pero esto no ha sido limitante para que a lo largo del país se estén consolidando esfuerzos de todo tipo por avanzar en temas relacionados con la marihuana, con una visión pragmática de que el desarrollo de la industria es algo que ya no puede esperar más.
Durante 2023, en México todavía será un gran riesgo legal invertir en emprendimientos que toquen directamente la planta de uso adulto, porque aunque el consumo es un derecho de los mexicanos desde la Declaratoria General de Inconstitucionalidad de 2021, la producción y distribución siguen siendo un delito penal y federal. Los emprendimientos de espacios amigables para consumidores de cannabis también deben estar alertas, porque nadie garantiza que de un momento a otro reciban una visita de la Guardia Nacional.
Pese a lo anterior, existen muchas áreas en las que personas y empresas (que quieren entrar a explorar qué es y qué tanto pueden hacer en torno al cannabis) pueden avanzar durante este 2023. Especialmente en lo que tiene que ver con educación y conocimiento de la planta. En México algunos de los usos de la marihuana han sido parte de la cultura durante más de un siglo, pero el país carece en lo general de conocimientos científicos sobre el cultivo, la producción y todos los aspectos de la cadena de valor que permitirán que se forme una industria mexicana real del cannabis.
El conocimiento existe, lo tienen los productores de California y otras entidades de Estados Unidos donde la producción es legal desde hace décadas. También hay cultivadores con la experiencia en Colombia, donde se legalizó una industria con fines medicinales.
En México aún no se pueden cultivar plantas de cannabis ni de cáñamo a gran escala de forma legal, pero sí hay mecanismos legales para poder hacer cultivos pequeños con fines de investigación científica, algo que será clave para el futuro de este sector.
En todos los puntos de la República Mexicana hay personas y organizaciones haciendo algo en relación con cannabis: cultivadores, abogados, activistas, emprendedores y más. Las áreas de oportunidad que hay alrededor son tantas que todavía falta muchísima gente que entrará de alguna forma al sector.
De ahí la importancia de empezar a crear bases comunes a partir del conocimiento científico, de la oportunidad que nos da la cercanía con Estados Unidos y del acceso a la experiencia actual en los países de Sudamérica.