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Una maleta y un colchón:

Es posible que alguien al ver este

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tulo se pregunte: ¿Qué ene que ver esto con la historia de Vitoria? Pues sí ene y mucho. Tengo grabado en mi rena, cuando allá por la década de los 50 nacía en la ciudad un nuevo barrio uno de los primeros barrios de los muchos que por aquel entonces se levantaron en Gasteiz y a este barrio se le llamó y se llama Ariznabarra. Yo vivía en el barrio del Prado nº 33, hoy se llama Felicias Olave, en honor a la dama Vitoriana, por su gran aportación a la cofradía de nuestra Patrona, nuestra Virgen Blanca. Contribuyendo generosamente en la restauración de los misterios del Rosario reflejados en cada uno de los faroles que cada 4 de agosto recorre las calles de Vitoria .La ventana de mi cocina daba al parque del Prado y dominaba buena parte de la calle Caslla. el cuartel de la Benemérita y el grupo escolar Fray Francisco de Vitoria. Desde la atalaya que constuía aquella ventana, yo veía con estupor cómo una tras otra iban llegando personas cargadas con una maleta y .... ”con un colchón. ” “Cuantas horas” pasaba yo viéndolos llegar. Eran los emigrantes de entonces, personas que, procedentes de casi todos los rincones de España, Andaluces, Extremeños, Gallegos, Castellanos y Leoneses, etc . Llegaban a Euskadi esperando encontrar una erra menos árida, más frucfera que la que habían dejado atrás, una erra al fin que les proporcionase un trabajo y con ello, un mejor vivir. Estas gentes llegaban con sus maletas al hombro seguramente más cargados de ilusiones y esperanzas que de enseres… Recuerdo con dolor y vergüenza que a estas personas, había quien despecvamente les llamaba “Coreanos” . En esos años, en esa década de los 50 que si tuvo algo de prodigiosa sin duda fue el ingenio y milagros que las amas de casa tenían que hacer para dar de comer a su prole.

Fué en esos años cuando un tallercito, un embrión comenzó a gestarse en la ciudad y en esa gestación intervinieron muchas de esas personas, llegadas de fuera que nunca rechazaban un trabajo,cosa que sí hacían más de uno de los trabajadores de aquí. 30 TXALAPARTA-78 EPA PAULO FREIRE

Trabajaban a “destajo” yo una niña entonces, no tenía ni idea de lo que esa palabra significaba, luego me lo explicaron. Veía como sus esposas les traían la comida, algunas veces venían con los hijos,comían todos de la misma cazuela, sentados en el suelo.Si era verano debajo de un árbol,si era invierno hacían una fogata y comían alrededor del fuego, al --calorsito-- decían ellos. Luego sacaban unas petacas de cuero ennegrecidas por el uso,y liaban unos cigarrillos con un tabaco” que olía”y soplando y frotándose las manos decían:--Ozú mi arma qué frío hase en esta erra. Sus petacas eran de cuero,sus maletas “no” ; sus maletas eran de cartón y atadas con cuerdas. Aquel pequeño taller fue tomando forma hasta llegar a ser AREITIO,S.A. una de las empresas importantes de nuestra ciudad. Desde aquella ventana, los veía cruzar el prado,llegaban parándose casi siempre en una caseta donde se paraban los camiones. A aquella caseta le llamábamos el” fielato” .Los veía tan cerca” que por un momento abandonaba la ventana diciendo! mamá mamá ¡otro¡ ¡Hala y este trae la maleta y un colchón!. Eran tantos...al final del día ¡tantos! que preguntaba intrigada. Oye mamá ¿tú crees que van a caber todos ahí? Mira que son muchos ¡Eh! Ahora me asalta una duda. ¿Quedará alguna maleta todavía? Lo más probable es que no y lo más importante: ¿Se habrán cumplido todas sus ilusiones, todas sus expectavas? No puedo ni afirmar ni negar nada, lo que sí sé es que trabajaron duro, muy duro, y que todo esto forma parte de la historia viva de Vitoria.

Todo esto ¡Todo! llegó a nuestra ciudad,METIDO EN UNA MALETA ALLÁ POR LOS AÑOS 50!.

- E/E/E/-

Enriqueta Eguia Etxabarria:

Nació en Huelva por casualidad. Su padre fue nombrado director de orquesta en Sevilla, pero eligieron Huelva para vivir por ser una ciudad más parecida a Vitoria-Gasteiz. Al poco tiempo de nacer Enriqueta, muere su padre. Por este motivo,al cambiar la situación familiar ,vuelven para Vitoria, al barrio del Prado. Escribe por afición,es una gozada escucharla recitar sus poemas. Fue alumna de escritura creativa en este Centro. Tiene algunos escritos en dos libros publicados por Epa Paulo Freire Julia

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