ISSN 1683-3058
Nยบ 54/2006
+ Empresarios patriotas + Adelantando el tiempo + El tesoro mejor guardado Universidad en la + Haciendo Escuela Naval
Made in
Piura
Una Universidad destaca por la calidad de sus alumnos. Ellos son el futuro y prestigio de la institución. Ellos son los que ponen en práctica lo aprendido en las aulas y laboratorios. Aunque esta realidad suele quedarse en palabras bonitas, en la UDEP tratamos de vivirlas: se trabaja por conocer los problemas, necesidades y aspiraciones de cada uno de los universitarios. En este número, ellos ocupan la mayoría de las páginas de Amigos. Son protagonistas de esta edición aquellos alumnos que acabaron su carrera y los que acabarán. En la mayor parte de notas, contamos logros y actividades suyas que nos llenan de orgullo. Un ejemplo, es el grupo de alumnos que han terminado Ingeniería Industrial y de Sistemas en cuatro años y medio. Para lograrlo, seguramente le han quitado al sueño y a la diversión, muchísimas horas. El hecho de acabar esta difícil carrera a tiempo ya es bastante premio para muchos, con mayor razón para los que adelantaron cursos y finalizaron antes. También, conversamos con algunos integrantes de la primera promoción de la carrera de Historia y Gestión Cultural. Nos hablan de sus ganas e iluisión por dar a conocer las maravillas de nuestro país y de generar riqueza incentivando la cultura. Finalmente, entrevistamos a cadetes de la Escuela Naval; quienes, gracias a un convenio con la UDEP, pueden estudiar Ingeniería sin salir de Lima. Más de 70 han egresado con este sistema. Conversamos con algunos cadetes -y otros ya oficiales- y recuerdan las clases y el exigente ritmo de la carrera. Ellos también forman parte de la Udep y los acogemos con el cariño de siempre.
CONSEJO EDITORIAL: Fernando Barranzuela Lescano Lizardo Vargas Bianchi Juan Carlos Villacorta Reyes
FOTOGRAFÍA: Koko Zavala
EDITOR:
Alberto Pereira
Juan Carlos Villacorta Reyes EMAIL: REDACTORES:
amigos@udep.edu.pe
Elena Belletich Ana Sofía Zegarra COLABORADORES: Jonathan Coronado Diana Kisner Alexander Rugel
La Revista Amigos es una publicación de la Dirección de Comunicación de la Universidad de Piura. Todos los Derechos Reservados. Av. Ramón Mugica 131. Urb. San Eduardo. Piura. T: 307777 anexo 5990 - 4265. Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº : 1998-3419
Abril 2006
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12 COLUMNA El constitucionalista Carlos Hakansson analiza el artículo 5, inciso 8, del nuevo Código Procesal Constitucional. Este inciso, dice, podría ser manipulado por intereses políticos cara a las próximas elecciones.
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4 EMPRESARIOS Entrevista a Miguel Martínez-Echevarría, subdirector del Instituto de Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra. Para él, la Economía tiene que centrarse en la persona y en sus relaciones con los demás.
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8 COLUMNA La doctora Claudia Morán analiza el llamado matrimonio homosexual y sus posibles consecuencias en nuestro país. El bien de la sociedad, afirma, consiste en fortalecer la institución matrimonial.
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Un día cualquiera en la vida del personal del Centro Médico de la Universidad de Piura; los cuales, se encargan de curar a los pobladores de las zonas menos favorecidas de esta ciudad.
3 alumnos de ingeniería han acabado la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas en tiempo récord: 4 años y medio. Ahora se preparan para su futuro profesional con optimismo y buenos recuerdos de su paso por la Udep.
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16 HISTORIA
Carlos Trelles, egresado de la facultad de Comunicación, da el gran salto al formar su propia empresa: Una consultora de comunicación en Bogotá, Colombia. Desde allí comenta sus experiencias y los recuerdos de sus años universitarios.
¿Por qué estudiar Historia y Gestión Cultural? Los integrantes de la que sería la primera promoción de esta carrera cuentan sus razones para vivir esta gran aventura y miran con esperanza su futuro laboral.
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17 DON ZOILO Don Zoilo todavía pervive en la memoria de los que han recorrido los pasillos de la Universidad de Piura durante sus 36 años de existencia. Aquí le damos un pequeño homenaje y recogemos algunos recuerdos de quienes lo conocieron de cerca.
10 DESDE PIURA
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18 MARINOS
El tema de portada cuenta la historia del ceramista José Marcelo y la oportunidad que tiene para exportar sus productos, gracias a un proyecto en el cual la Universidad de Piura está involucrada.
La Biblioteca continúa en su afán de mejorar la atención de los alumnos. En el siguiente reportaje, abre sus puertas y muestra los tesoros mejor guardados de la Udep: sus libros.
Son Marinos, pero también estudian en la Universidad de Piura. Desde Lima, los alumnos de la Escuela Naval cuentan las vivencias de ser futuros ingenieros de la Udep.
20 PERFIL
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Ronnie Moscol, profesor de la facultad de Comunicación y decano del Colegio de RRPP de Piura, es uno de los más antiguos profesores de esta casa de estudios; y también, uno de los más queridos.
ARGENTINA SE GRADUÓ A DISTANCIA Josefina Matas, argentina residente en Bolivia, optó el grado de Master en Educación con mención en Teoría y prácticas educativas en el Sistema de Educación a Distancia (SEAD), de la facultad de Ciencias de la Educación. Es arquitecta y comenzó sus estudios el 2002, con el primer grupo de estudiantes de esta maestría, que ahora suman más de 50. Matas defendió la tesis “Diseño curricular de la carrera de de Diseño y Decoración de Interiores de la Universidad Nuestra Señora de La Paz”.
NOTICIAS
El SEAD acoge actualmente a 415 personas de distintos puntos del país y del exterior, como es el caso de Josefina.
CONVENIO CON INSTITUTO ALEMÁN Con el Goethe-Institut (Instituto de Cultura de la República Alemana), el Centro de Idiomas de la Universidad de Piura ha suscrito un convenio de colaboración académica para la enseñanza del Alemán, y la difusión de esta cultura. La presentación oficial de este instituto en Piura la hizo su directora Gisela Kohlauf. El Goethe-Institut tiene como misión fomentar el conocimiento de la lengua alemana y la colaboración cultural a nivel internacional. Cuenta con una red de Institutos y Centros Goethe (más de 180 en el mundo), sociedades culturales, salas de lectura, centros de exámenes y de aprendizaje del idioma alemán.
NUEVO LOCAL PARA CAMPUS LIMA El Campus Lima de la Universidad de Piura cuenta con un nuevo local ubicado en Miraflores, Lima. Se trata de una infraestructura de 23 mil metros cuadrados en la que funcionaba anteriormente el colegio Champagnat. El local permitirá al Campus Lima de la Universidad de Piura, brindar mejores servicios, instalaciones deportivas (coliseo, cancha de fútbol, etc.) y espacios para nuevos laboratorios y talleres. Además, unirá las dos sedes que venían funcionando por separado en San Isidro (en Los Eucaliptos y Arequipa).
la Avenida
EXCAVACIONES EN PIURA LA VIEJA Un equipo de expertos peruanos y españoles ha iniciado las tareas de excavación y rescate arqueológico de Piura La Vieja (La Matanza, Morropón). La primera parte de este proyecto comprendió la investigación histórica en fuentes documentales y crónicas sobre la situación, composición y vida de la ciudad, que concluyó con una publicación hecha en Madrid, financiada por la Fundación Diálogos (2001). Este año, se lleva a cabo la ejecución de la segunda fase: excavación y rescate arqueológico.
PREMIOS CAMPODÓNICO 2005 Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Peruana Cayetano Heredia fue el ganador del Premio Esteban Campodónico Figallo, en el área Actividad Profesional Destacada; mientras que el premio del Área de Servicios Directos a la Sociedad lo compartieron los voluntariados de la Asociación de Damas de Ayuda al Instituto de Enfermedades Neoplásicas (ADAINEN) y de la Asociación Civil Pro Salud Mental "Víctor Larco Herrera", al declararse un empate entre ambos. En esta edición de los Premios hubo 102 candidaturas, el mayor número presentado desde 1995, cuando se realizó la primera edición. El objetivo es estimular a personas naturales, grupos y organizaciones, peruanas o extranjeras, que dedican sus actividades a beneficiar a la sociedad peruana o a un sector de ésta, en cualquier región del país.
El proyecto en su conjunto es un viejo anhelo hecho realidad por la Universidad Politécnica de Madrid (España) y la Universidad de Piura, ambas instituciones firmaron, en 1999, un convenio marco para la ejecución de proyectos de tipo histórico, arqueológico, rescate del patrimonio y puesta en valor de este sitio arqueológico.
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Profesores Investigación
Patrimonio
fotográfico Presentó, en noviembre pasado, una exposición en la Galería Germán Kruger del ICPNA (Lima), en la que rescata a dos figuras fundacionales de la fotografía en el Perú: los arequipeños Max T. Vargas (18741959), maestro de Martín Chambi, y Emilio Díaz (1870-1931). Ahora, Andrés Garay explica algunas consideraciones sobre la genialidad de estos artistas y la importancia de salvaguardar la memoria visual del Perú.
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Andrés Garay, docente de la facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, se apasionó tanto en su tesis doctoral sobre Martín Chambi, que se dedicó a buscar los orígenes de tanto talento. Sus investigaciones lo llevaron hasta la Arequipa de fines del siglo XIX y comienzos del XX, donde los fotógrafos Max T. Vargas y Emilio Díaz brillaron por una concepción artística de la fotografía sui generis hasta ese momento en el Perú.
costumbres indígenas que publicaba en revistas nacionales, postales y libros de viajeros científicos extranjeros. En su fotografía de retrato artístico, “domina los juegos de luces, los telones y la posición de los modelos, que dan como resultado una fotogenia exquisita, antes desconocida. Se trata de una propuesta innovadora y explorativa en términos fotográficos, cosas que en el siglo XIX no se habían visto”, sostiene.
La investigación comenzó como una cuestión particular entre dos amigos amantes de la Fotografía. En el 2002, Andrés Garay y Jorge Villacorta, crítico de Arte y coautor del proyecto, viajaban mensualmente a Arequipa para estudiar las placas y fotografías originales que encontraban. A finales del 2004 presentaron su proyecto al Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) y fue aceptado. La institución financió pasajes, exposición, un libro y seguros de obra.
El contexto de la sociedad arequipeña de entonces es fundamental para comprender la fotografía de Vargas y Díaz. Se trata de una Arequipa floreciente, que cuenta con muchas obras de desarrollo como la construcción del puerto de Mollendo, los ferrocarriles del sur y la industria exportadora de lanas. Esas obras generan una fuerte migración de europeos que forman familias con damas criollas arequipeñas, lo que explica la fuerte exigencia con los retratos que encargaban. Además, en 1890 se fundó el Centro Artístico de Arequipa, institución que suplía la ausencia de una Escuela de Bellas Artes y que ofrecía formación en dibujo, pintura, escultura y fotografía. Este Centro también organizaba exposiciones locales y regionales, en las que varias veces fueron premiados Vargas y Díaz. El propio Martín Chambi obtuvo del Centro Artístico en 1916 y 1917 sus primeros reconocimientos como fotógrafo.
Aún así, hizo falta desarrollar una labor titánica: los archivos de Max T. Vargas y Emilio Díaz desaparecieron, por los terremotos e incendios que azotaron Arequipa. Los investigadores tuvieron que reconstruir sus historias a partir de fotos originales que encontraban en álbumes de familias arequipeñas antiguas, anticuarios y archivos privados. Toda una labor detectivesca. “Pero esta limitación nos condujo a un ámbito más gratificante: trabajar con fotografías originales hechas por el fotógrafo cien años atrás. Ese valor histórico de la pieza única le ha dado a nuestra investigación un gran valor desde la perspectiva de la puesta en valor del patrimonio fotográfico nacional”, indica Garay. Personalidades distintas De las casi trescientas fotografías encontradas, los estudiosos dedujeron aspectos personales y artísticos de los fotógrafos. Según Garay, Emilio Díaz habría sido un tipo muy tímido, pues sólo fue retratista y tiene pocas fotos de los alrededores de Arequipa o paisajes. Sin embargo, ganó un premio en la Exposición Universal de París de 1900, con una obra que lo reconoce como un gran retratista, en La Meca de la fotografía de retrato de Europa de ese momento. Por su parte, Max T. Vargas se revela como un personaje muy versátil e inquieto. Viajaba mucho al Altiplano y a los Andes del sur, donde fotografiaba ruinas incaicas, monumentos coloniales y
Al rescate de la memoria visual del país “La importancia de estos estudios es que rescatan el patrimonio fotográfico antiguo, que en otros países es considerado patrimonio nacional. Los archivos fotográficos tienen el valor de concentrar y reunir la memoria visual de los habitantes, de las ciudades y de los vestigios históricos”, enfatiza el investigador, quien lamenta que en el Perú no se proteja la reliquia fotográfica como objeto patrimonial y que muchos archivos se estén perdiendo. “Corremos el riesgo de perder nuestra memoria visual”. Destaca que este tipo de iniciativas rescatan la cultura visual de nuestro país, rica por sus características geográficas y sociales, y por haber sido desarrollada por gente muy talentosa. Por ahora, el profesor Garay prepara la publicación de su libro sobre la Historia de la Fotografía en Arequipa, centrándose en los dos autores fundacionales. Luego emprenderá la investigación sobre la fotografía en Piura, de la que ya tiene algunos indicios. (Renato Velásquez)
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Proyección Social Centro Médico
Sol y arena Este día no pudimos terminar el recorrido. Había que retornar de inmediato a la ciudad porque en Cerezal un bebé sufría un cuadro de neumonía, y porque en San Juan una joven gestante estaba con síntomas claros de pre eclampsia. Debían ser internados cuanto antes y la camioneta del CUM (Centro Universitario de Medicina Preventiva) era su alternativa más rápida para salir del Medio Piura.
Habíamos iniciado el recorrido a las 7.30 de la mañana, Eric Castillo (médico), Nancy Carbonel (obstetriz) y Carla Feria (técnica de enfermería). Otro equipo similar había partido ya hacia otros caseríos del Medio Piura. En 5 minutos estábamos fuera de la ciudad rodando sobre una rústica carretera, sin asfalto, que ya estaba así mucho antes de que el CUM, allá por el 1991, empezara a desarrollar sus actividades de atención médica en la zona. Desde el primer puesto de salud (10 en total) los equipos de médicos y paramédicos bajaban para atender a los pacientes que pudiera haber. De pronto, debíamos ir más rápido. En la posta de Cerezal el doctor chequeó al pequeño de dos meses Jefferson, quien presentaba un cuadro de neumonía. Había que evacuarlo al hospital más cercano; pero la madre no decide sola -suele ser así en el campo- así que le llevaría un tiempo ubicar a su esposo en la chacra en la que trabaja y volver si él la autoriza. Mientras, continuamos el recorrido por 2 postas más. Otro caso urgente: una gestante tenía la presión demasiado alta. Había que llevarla al hospital, pero no se pudo. Ni el esposo ni ella autorizaron. Necesitaban dejar sus cosas en orden en casa y alimentar a sus animalitos… Ni la insistencia de la obstetriz ni la del médico lograron nada. Sin embargo, no todo era agobio ni camino pedregoso o empolvado, baches y agobiante sol. Largas hectáreas de terrenos recién sembrados con plantones de mango, engrandecen el paisaje; así como los copos de algodón listos para la paña; se respira aire puro, no hay contaminación de vehículos ni de ruidos. En los puestos de salud, jóvenes madres (en esta zona es común verlas de
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16 ó 18 con 1 ó 2 bebés consigo) acuden presurosas al control del niño sano, apenas ven llegar la camioneta de la Universidad de Piura; otras, esperan allí entre risas, bromas y anécdotas comunes, en amena conversación: como Liliana y Sandra. La primera no podía ocultar su felicidad y asombro por ver la foto de su hijo en la digital de nuestro fotógrafo. “Es la primera foto de “mijito”, nos dice sin creer que pueda verlo en esa pantalla pequeñita. “A ver otra vez… ¿está bien bonito, diga?” nos pregunta afirmando. Eran casi las 11 de la mañana cuando llegamos a Lágrimas de Curumuy. Allí el doctor visitaría a Don José del Carmen, el más anciano del Medio Piura, quien días antes había sufrido un derrame cerebral. Fuimos con él y vimos cómo el rostro del anciano reflejaba y el cansancio de los años y el agobio de la enfermedad. Pensamos, para nosotros mismos, que el patriarca se estaba despidiendo de su pueblo (se fue días después)… y continuamos. Más allá, debajo de un frondoso árbol de algarrobo, cerca al puesto de San Fernando, nos mira doña Rosa, una anciana nonagenaria, y
nos saluda con gran cariño, como conocidos de siempre. ¿Qué tal los médicos y las enfermeras que atienden por aquí, doña Rosa? Nos animamos a preguntarle. “Muy buenos. Ya a toditos los conocemos, y a algunos desde bastantes hace años. Cuando alguien está muy enfermo y no puede ir a la posta, ellos se van andando hasta allá”. Hay agradecimiento y confianza en sus palabras. Y usted, ¿está sanita doña Rosa?, le repreguntamos; “sí, hace mucho que no me enfermo” nos responde riendo. Reímos también. Como ella, más de seis mil pobladores del Medio Piura son atendidos por los médicos y paramédicos del CUM de la UDEP y de la Dirección de Salud de Piura, instituciones unidas en convenios sucesivos, desde 1991, para prestar atención médico preventiva en Ejidos del Norte, La Mariposa, Ejidos de Huán, La Palma, El Molino, Santa Sara, Cerezal, San Juan de Curumuy, Lágrimas de Curumuy y San Fernando Olivares, caseríos de la margen derecha del río Piura, que actualmente dependen administrativamente del CLAS Los Algarrobos. Un promedio de 100 pacientes son vistos diariamente en consultas de medicina general y gineco-obstétricas, en programas de vacunación, crecimiento y desarrollo; y en programas preventivo promocionales: como el programa ampliado de inmunizaciones, de control prenatal, de control y lucha contra la tuberculosis, de control de infecciones respiratorias y diarreicas, de malaria, y de apoyo alimentario a familias en riesgo. En conjunto, se ha logrado reducir satisfactoriamente los índices de mortalidad materno e infantil, explica el doctor Edwin Yglesias. “Trabajo en el proyecto desde hace pocos meses. Al llegar y hacer las primeras visitas a la zona, me di cuenta de que la población y la Universidad mantienen una relación de bastante confianza; la gente reconoce el servicio que se le da, es muy solidaria, receptiva y confían mucho en lo que el médico les puede ofrecer para solucionar sus problemas a nivel de salud y prevención”, señala el doctor Eric Castillo. Comenta la participación de la comunidad que ya sabe cuándo debe acudir al médico, obstetrices o enfermeras. “La gente es consciente de la importancia de la atención y prevención. Un punto de apoyo muy valioso es la participación de las promotoras de salud, 20 en total, quienes viven cerca de las postas médicas de sus respectivos caseríos”. Ellas son elementos clave en la mejora del nivel de salud en el Medio Piura por ser el nexo entre la comunidad y los profesionales de salud; colaboran con manejo de historias, citas, control de peso y talla de los niños, venta de medicamentos etc. Para mejorar su rol, son capacitadas constantemente por la Universidad y el Ministerio de Salud (la Dirección Regional).
El Centro Universitario de Medicina Preventiva (CUM) inició actividades en febrero de 1987. Desde 1991 brinda atención médica en 10 caseríos del medio Piura, en estrecha coordinación con la Dirección Regional de Salud de Piura, del Ministerio de Salud, y la participación de la comunidad. En el 2004 ha atendido más de 15 mil consultas en estos caseríos. El CUM forma parte del Área Departamental de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Piura.
El tiempo nos ha ganado. Debemos volver. Recogimos al pequeño Jefferson quien fue llevado al Centro de Salud Los Algarrobos. Definitivamente no fue un día como otros. Ya no se presentan emergencias con frecuencia en esta zona del Medio Piura. Pero sin duda sirvió para recordarnos que no todo es “civis” que aún queda decenas de poblados y caseríos que sin estar muy lejos de la ciudad, geográficamente, están casi olvidados. Una noticia de las últimas horas nos da esperanza y también a los pobladores del Medio Piura: se ha ofrecido construir la carretera que unirá Piura y estos pueblos. Bien por Doña Rosa, por Sandra, por Liliana, por los hombres y mujeres de esta zona, pero, sobre todo por los niños. (Elena Belletich)
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Columna
A propósito de los
matrimonios entre homosexuales Luego de un largo y acalorado debate iniciado el 2003, Canadá aprobó a finales de julio del 2005, una ley que amplía los efectos del matrimonio civil a las parejas del mismo sexo. Días antes, algo similar sucedía al otro lado del Atlántico, en España; sumando con Holanda y Bélgica, son cuatro los países que hasta el momento reconocen el matrimonio entre homosexuales e incluso, en alguno de ellos, la posibilidad de adoptar niños. En nuestro país, a poco de conocerse la noticia algunos medios de comunicación difundieron entrevistas realizadas a dirigentes de algunas asociaciones de gays y lesbianas que se mostraron a favor de que el congreso ―siguiendo el reciente “ejemplo” español y canadiense― modificara nuestras normas constitucionales y civiles a fin de eliminar toda discriminación contra los homosexuales y permitirles el acceso al matrimonio. Ante estos hechos y declaraciones, las interrogantes que surgen de manera casi inmediata a son ¿es posible y conveniente redefinir el concepto de matrimonio?, y, en segundo lugar, ¿la legislación peruana vigente permitiría una modificación de las normas civiles en este sentido? La historia demuestra que desde hace siglos han existido distintos tipos de uniones: las homosexuales, el concubinato, las de carácter incestuoso y las adulterinas, de todas ellas dan cuentan diversos estudios sobre la evolución de la familia. Sin embargo, sólo mereció reconocimiento y protección legal la unión estable entre hombre y mujer orientada a la creación de una familia, la cual fue considerada como el medio ideal para el nacimiento y desarrollo de los hijos. A esta unión se le llamó matrimonio, y nunca existieron dudas sobre sus diferencias con las demás. Hay que precisar que, si bien la Iglesia Católica elevó el matrimonio a categoría de sacramento, no inventó el concepto ni creó los caracteres que le son propios, puesto que se trata de una institución natural, cuya regulación, además, ya había sido dada por culturas muy anteriores a la aparición del cristianismo, como la romana o la hebrea. Una de esas características esenciales ―que hasta hace poco no se había puesto en tela de juicio―, es la heterosexualidad. El matrimonio es la unión de varón y mujer, abierta a la procreación. Las reformas recientemente aprobadas en Canadá y España pretenden ―según sus defensores― eliminar una supuesta discriminación, permitiéndoles que su unión no sólo se llame matrimonio, sino que también tenga los mismos derechos que el matrimonio heterosexual. Sin embargo, hay discriminación cuando se dan respuestas desiguales a situaciones iguales lo que no
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ocurre en este caso. Por otro lado, las parejas de homosexuales cuentan con los instrumentos legales necesarios para resolver los problemas patrimoniales o sucesorios que pudieran presentarse, sin tener por ello que “matrimonializar” su relación. Si se permite, como ha sucedido en Canadá y España, que se amplíe el concepto de matrimonio, se tendría que admitir ―como se ha puesto en evidencia― que en el futuro el mismo argumento de la no discriminación sea utilizado para legalizar las uniones entre padres e hijos, entre amigos o compañeros, y por qué no entre personas y animales domésticos. El concepto podría ampliarse ilimitadamente. En nuestro país, las normas constitucionales parecen bastante claras al respecto, aunque ―como demuestra la experiencia extranjera―, no sería extraño que alguna parte interesada realizara una interpretación en sentido contrario. La Constitución de 1993 en su artículo 4, establece que el Estado protege a la familia y promueven el matrimonio, y seguidamente añade que reconocen a ambos como institutos naturales y fundamentales de la sociedad. La consideración que el constituyente hace del matrimonio calificándolo de instituto natural es un argumento rotundo a favor de la heterosexualidad de éste último en el ordenamiento peruano. Desarrollando la norma constitucional ―cuyo antecedente de similar redacción fue el artículo 5 de la Constitución de 1979―, el artículo 234 del Código Civil define al matrimonio como la unión voluntariamente concertada entre un varón y una mujer con el fin de hacer vida en común. Toda modificación destinada a permitir el matrimonio entre varones o entre mujeres debe ser considerada inconstitucional. El bien de la sociedad no está en proteger las uniones homosexuales, sino en el fortalecimiento de la institución matrimonial y de valores morales fundamentales. No debemos olvidar que la redefinición del concepto de matrimonio acarreará, inevitablemente, cambios en la vida y en los modelos de conducta de las nuevas generaciones. Las consecuencias negativas de estos cambios que algunos tildan de “inofensivos” son imprevisibles. En el Perú aún estamos a tiempo.
CLAUDIA Morán de Vicenzi. Doctora en Derecho por la Universidad de Navarra y Diplomada en Bioética en la Universitá Católica del Sacro Cuore (Roma). Es especialista en Derecho de la familia, Derechos humanos y Bioética; y profesora de la facultad de Derecho de la Universidad de Piura.
Alumnos
Fin de carrera
Adelantando
al tiempo Freddy Fernández ingresó a la Udep en el primer puesto y se mantuvo siempre en los primeros lugares de su facultad. Nos cuenta que mientras estudiaba, entró a trabajar en mayo de 2003, al Área de Desarrollo de Sistemas de la Universidad, lo que le hizo exigirse cada vez más de si mismo. “Eso me significó muchas amanecidas, pues tenía que cumplir con el trabajo y con los estudios. A veces tenía tres exámenes al día”, recuerda. Sus prácticas pre-profesionales las hizo en el departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Católica de Chile (PUC). Su tesis es una extensión del trabajo realizado en el verano en dicha universidad; y ahora, vuelve a nuevamente a Chile contratado por la PUC. “En la Udep me han inculcado un gran sentido de la responsabilidad, la exigencia y la constancia. No importaba si me trasnochaba y me tenía que quedar estudiando hasta altas horas de la madrugada, pues al día siguiente, a las 7:00 a.m., ya tenía que estar de nuevo sentado en un salón de clases”, afirma. Por su parte, Susana García terminó la secundaria en el 2000 y obtuvo el 2do puesto en la prueba PAE de ese año. “Mantenerme en la UDEP y terminar mi carrera en menos tiempo me costó mucho sacrificio. En el colegio estaba acostumbrada a altas notas y al venir aquí me asusté, cuando al principio, mi promedio bajó
Freddy, Susana y Gerardo, los tres de 21 años, son egresados de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Universidad de Piura. Aparte de haber escogido la misma carrera, tienen en común haberla terminado en cuatro años y medio. Todo un tiempo récord, tomando en cuenta las exigencias propias de una carrera nada fácil. demasiado. Pero eso me permitió también esforzarme cada día más. Los profesores te apoyan y además de formarte en lo académico, te forman humanamente. Yo venía de un colegio religioso y esperaba encontrar una formación así y la encontré con creces”. Susana se graduó de bachiller a finales del año pasado, con los alumnos que ingresaron a la Udep en el 99, cuando ella estaba en cuarto de secundaria. Después de haber completado en este último ciclo los 220 créditos, ya se le considera una egresada. Ahora, está abocada a la preparación de la tesis que empezó en abril: “Interacciones físico-químicas de los ingredientes del cóctel de algarrobina”. Otro alumno destacado es Gerardo Grández. Él también ha terminado sus estudios en tiempo récord, con el primer puesto en su facultad. Sus prácticas preprofesionales las hizo en Backus (Motupe-Chiclayo) y en Multimercados Minka. ¿Su secreto? “Considero que es cuestión de perseverancia y empeño en alcanzar tus metas. En este sentido debo agradecer la completa disponibilidad de los profesores, sus enseñanzas y asesoramiento personalizado; además de toda la infraestructura que la Udep pone a disposición de sus alumnos, ya que considero que el ambiente universitario es clave para nuestro desempeño académico”. (Jonathan Coronado)
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Proyectos
Forjando emprendedores
Made in Piura José Santos Marcelo Prado tiene 30 años. Desde los 20 se dedica a moldear barro. La última década, la ha vivido con mil preocupaciones y la ansiedad de vender al menos alguna pieza de su cerámica para sobrevivir día a día. Hoy, las cosas han cambiado y José recibe pedidos de miles de piezas. Gracias a intermediarios, su cerámica está siendo conocida en el mundo, pero aún persigue su verdadero sueño: exportar, con sus propias manos.
chicha, que resuena en el taller. Su trabajo es parte fundamental como reconoce José, pues “eso le da consistencia y permite que la pieza no se raje. Si no lo hacemos, la pieza se raja o quiebra fácilmente”. Esta empresa es familiar y vecinal. Trabajan allí los 5 hermanos de José, algunos sobrinos y primos. También su padre, quien se encarga de recolectar hojas de mango en las chacras de Chulucanas, y algunos vecinos. Incluso, da trabajo al bodoquero quien toda la mañana les abastece de los infaltables “chups” y a una señora, doña Carmen, quien les lleva su menú, religiosamente, a las 12 del día. Hasta allí la división del trabajo no parecería cosa del otro mundo. Pero, encontrar en medio de estas paredes de barro el toque humano de un periódico mural, sí llama la atención. Entre otras
Nació oliendo la cerámica y nunca pudo despegarse de ese aroma. Gran parte de su niñez y juventud la pasó como ayudante de un taller de cerámica. Luego, la necesidad de mantener un hogar lo llevó a independizarse. En esa búsqueda de nuevos horizontes, José viajaba quincenalmente a la capital. En Lima recorría las calles de Miraflores y San Isidro vendiendo su cerámica entre los turistas. Obtenía algo de dinero, que les permitía sobrevivir, a él y a su familia. Hasta que una mañana, según recuerda, “amanecí con Dios y me topé con un señor que me mandó a hacer varias piezas”. Desde allí las calles de Lima ya no vieron recorrer a José. Él decidió quedarse en Chulucanas, cumplir con el pedido y de allí fue conociendo a más intermediarios. Sin embargo, en la actual cadena de exportación, los que más ganan son los intermediarios. José sólo sabe que venden sus piezas hasta el 900 por ciento más. Él vende, muchas veces, una pieza en 10 y el intermediario hasta en 100 nuevos soles. Además, en muchos casos, no sabe el destino de su cerámica: “este pedido se va a Estados Unidos, más no sé. Hay intermediarios que nos dicen, otros no”, dice José sin perder la risa y la esperanza. Cuando uno acude a su taller (un gran terreno cercado y divido con paredes de adobe) reconoce que hay ganas de salir adelante. Cada ambiente ha sido perfectamente dividido y, en cada uno, se realiza un proceso determinado: el amasado, torneado, re-torneado, engobe o pintado, pulido, quemado, preparado de la barbatina, decorado, ahumado (con hojas de mango), lavado, encerado y embalaje. Trabajan con él 40 personas. Cada uno tiene una tarea específica como don Arcadio Adanaqué, quien a sus 42 años, labora pisando el barro con el que se hará la cerámica. Lo hace a ritmo de la música
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Los Consultores Mgtr. Juana Huaco Lic. Ana Lucía Martínez Lourdes Valdiviezo Luis Antonio Bodero Ing. Walter Ruiz Ing. Reynaldo Hilbck Ing.Juan Carlos Fashbender Las seleccionadas - Nari Hualac - Algarrobina Catac-Ccaos - Walac - Agroindustrias San Ignacio - Cerámica Chulucanas-Paititi - Fariza - Santa María de Locuto - Ecobosque - Proteínas de Exportación - Asociación de productores de Lúcuma y Menestras-Proyecto Chalaco UDEP - Industrias Agrícolas
Marco Monteza Jorge Caballero Ing. Fernando Barranzuela Miguel Zapata Alfonso Merino Mgtr. Eduardo Solano Ing. Juan Ricardo Palma Eduardo Espinoza Mgtr. Guillermo Dulanto - La Españolita - Central Piurana de Cafetaleros de Piura- CEPICAFE - Promango - Prolimón - Apromalpi - Impexco Perú - Pro Aji - Ermos - Limones Piuranos - Agrícola Santa Isabel - Agrojugos - Empacadora de Frutos Tropicales - Ucisa - Ecoacuicola
cosas, en este mural se reconoce el día en que nació cada uno de los trabajadores de “Arte para el mundo”, así se llama el taller de José. De los tantos talleres recorridos, uno se puede atrever a decir que es el único en el que hay este detalle. En cada cumpleaños, cada uno colabora con 1 nuevo sol, con lo cual se compra una torta, un regalo, se canta “cumpleaños feliz” y José completa el regalo, dando el día libre. El sueño exportador Después de mostrar su taller, José reconoce que su sueño no está completo. Lo dice de varias formas, por ejemplo señala: “si uno exportara directamente, hasta se le podría aumentar el jornal a la gente”. ¿Por qué no lo haces”, le preguntamos. Él reconoce que tiene capacidad para hacerlo, sin embargo actualmente no se atreve “porque todo es complicado”. Ha asistido a cursos, pero como él mismo afirma “en uno o dos días no puedes aprender todo ni te sientes en la capacidad de ponerlo en práctica. Necesitas que alguien te asesore un buen tiempo hasta que hagas una primera exportación, de allí, ya te pueden dejar solo”, afirma. Como José, son muchos los artesanos y pequeños empresarios que quieren “exportar con sus propias manos”. Precisamente, la empresa de José ha sido escogida como parte del proyecto que iniciaron hace algunos meses el Plan Binacional, el Centro de Comercio Internacional y su contraparte, la Universidad de Piura. Luego, de semanas intensas de tocar puertas, visitar más de 60 pequeñas y medianas empresas, preguntar y conversar con los propietarios, vino la selección. En esa fase, 25 pequeñas y medianas empresas, todas piuranas, han sido elegidas para asumir el reto de
hacer empresas de exportación y promover, entre las que ya lo hacen, una actitud mucho más exportadora, contó Yuri Jenkins, del Centro de Comercio Internacional (con sede en Ginebra). Yuri es caribeño, en su experiencia está el haber “olfateado” empresas de casi todos los países de Sudamérica para saber cuáles tienen “actitud” exportadora y determinó que la de José la tiene. Precisamente, para convertir empresas piuranas de exportación se ha seleccionado a quince consultores, piuranos de distintas disciplinas académicas y con diferente experiencia profesional, quienes actualmente hacen un diagnóstico de estas empresas, y darán a sus propietarios, asesoramiento para mejorarlas. Serán los consultores quienes determinen el estado de cada una de las empresas, luego de una revisión exhaustiva de las mismas. Después de detectar los problemas, darán las pautas a manera de recetario sobre qué hacer para despegar. Lo primero, poner en orden la casa, barrerla y, luego, se podrá aplicar las ideas para que logren su internacionalización y, las que ya lo han hecho, afianzarlas para que despeguen mucho más. Esta primera parte, será hasta diciembre, cuando también se potenciará la incubadora de empresas de la Universidad de Piura. Respecto a ésta, se analizará el modelo actual y, luego, se hará algunas propuestas para mejorarla, en función de otros modelos exitosos probados ya en otras partes del mundo. Después de cumplir estos objetivos, se analizará los resultados del proyecto para dar el siguiente paso: repetir la experiencia en Ecuador. La idea final es que las empresas de ambos lados de la frontera despeguen y no paren de exportar. (Ana Sofía Zegarra)
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Columna
El Tribunal Constitucional versus el JNE CARLOS Hakansson N. Constitucionalista. Doctor en Derecho por la Universidad de Navarra. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional Su especialidad es Derecho Constitucional y Derecho Comunitario Europeo.
La contienda electoral 2006 ha comenzado y, al margen de las propuestas de los candidatos que es lo que debería preocuparnos, se ha producido un problema lo suficientemente sensible como para amenazar la tranquilidad necesaria durante todo el proceso. Se trata del conflicto de competencias entre dos órganos constitucionales: el Tribunal Constitucional y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). El artículo 142 de la Constitución peruana de 1993 establece que “no son revisables en sede judicial las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral (…)”. Pese a que una redacción más correcta debió decir que dichas resoluciones “no son susceptibles de impugnación en la vía judicial”; se trata de una garantía para que esta institución pueda, entre otros fines democráticos, cumplir con los plazos previstos durante un proceso electoral. No obstante, el artículo 5, inciso 8, del nuevo Código Procesal Constitucional contiene una disposición que, de cara a las próximas elecciones generales, podría resultar manipulada por distintos intereses políticos. La norma establece como causal de improcedencia de cualquier acción de garantía el cuestionamiento a las resoluciones del JNE en materia electoral, “salvo cuando no sean de naturaleza jurisdiccional o cuando siendo jurisdiccionales violen la tutela procesal efectiva”. La mencionada excepción se estaría refiriendo a las resoluciones dictadas en el ejercicio de las demás funciones que tiene atribuidas el JNE, como son, por ejemplo: fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio, de los procesos electorales, la elaboración de los padrones; a mantener y custodiar el registro de organizaciones políticas y demás disposiciones referidas a la materia electoral (proclamación de candidatos elegidos, el resultado del referéndum, etc.), así como a expedir las credenciales correspondientes y las demás funciones establecidas en su ley orgánica. El artículo 5 inciso 8 que comentamos forma parte de las disposiciones generales del Código Procesal Constitucional, lo cual quiere decir que alcanza a todos los procesos regulados: al
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amparo, habeas corpus, habeas data y al proceso de cumplimiento en lo que fuese aplicable. Si bien esta excepción pretende que ningún órgano autónomo previsto en la Carta Magna pueda actuar al margen de las disposiciones constitucionales, especialmente vulnerando los derechos y libertades, pensamos que podría dar lugar a un cúmulo de acciones de garantía presentadas por los representantes de los partidos que estimen una vulneración a sus derechos durante el próximo proceso electoral, lo cual podría dilatar indebidamente el trabajo del JNE y no garantizar una sucesión democrática bajo un clima de estabilidad política. Si bien no cabe duda que dicha excepción ha sido bien intencionada, pues se trata del fomento a la máxima protección de los derechos fundamentales por los órganos jurisdiccionales y, finalmente, por el Tribunal Constitucional; considero que una ley no puede establecer causales de excepción a una garantía reconocida en la Constitución. De lo contrario, las cartas magnas pese a tener su propio procedimiento de reforma podrían ser sistemáticamente burladas por el poder político de acuerdo con una mayoría favorable, si permitimos establecer en la legislación ciertas excepciones como “ventanas abiertas” a los preceptos de la norma fundamental del ordenamiento jurídico. Si las resoluciones del JNE no son impugnables, cualquier candidato podría demandar en la vía judicial una supuesta vulneración o amenaza de sus derechos fundamentales durante un proceso electoral; y no sólo que esta demanda culmine en el Tribunal Constitucional sino, gracias a la jurisdicción supranacional, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (con sede en San José de Costa Rica). De esta manera, se dilata indebidamente la conclusión de las elecciones dado que no sería posible nombrar a las nuevas autoridades hasta no finalizar dichos procesos judiciales. Es por ello, que si bien el Tribunal Constitucional es el máximo interprete de la Constitución y último garante de los derechos fundamentales en la jurisdicción nacional, pensamos que en estos casos debe procederse a una interpretación literal, o estricta, del artículo 142 de la Constitución, dado que siempre debe existir un límite de competencias entre órganos constitucionales, como si se tratase de fronteras territoriales, para no ocasionar un daño irreparable al sistema democrático, como es la credibilidad de un proceso electoral limpio y transparente. Cada proceso electoral es una evidente manifestación del ejercicio de la política y, precisamente, para evitar que ella se politice en todos sus niveles, se debe garantizar que dichas resoluciones no sean impugnables en la vía judicial por ser la lógica consecuencia de un conjunto de principios a salvaguardar, como son: la seguridad jurídica, la estabilidad política y sucesión democrática; tres pilares básicos que fomentan lo que busca la democracia: la plena vigencia de los derechos humanos.
Exalumnos
Trabajando en el extranjero
Comunicación
colombiana Egresó de la facultad de Comunicación hace apenas 5 años; 4 de ellos trabajó en la Consultora multinacional de Comunicación y Relaciones públicas Llorente & O. Cuenca; viajó por Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela. De allí el salto. Hoy conduce su propia Compañía consultora en Bogotá y ya maneja algunas importantes cuentas de ese país. En la Universidad todos le conocíamos como “Chetes” (evolución universitaria de “cachetes”, su apodo del colegio). Estaba en todas: anfitrión en eventos artísticos y culturales, en las verbenas, el Taller de Fotografía, comités organizadores de rifas y hasta en las actividades de exalumnos salesianos. Aún así, el tiempo le alcanzaba para estudiar y hacerlo bien, aunque, como dice: “nunca fui ratón de Biblioteca”. Hoy, Carlos Trelles Carrión es director de Axón Comunicación Corporativa, empresa creada en Colombia. No sólo ha logrado una rápida evolución profesional sino también personal, como lo testifican Andrea (su esposa), Andrés Guillermo y Juan Diego (sus hijos). Fue decisiva en su crecimiento su experiencia laboral para “conocer diferentes mercados, enfoques y situaciones en las que la Comunicación y las Relaciones Públicas pueden ayudar a las compañías y las organizaciones. Estar en situaciones de crisis, desarrollar e implementar estrategias de comunicación para temas de marketing, asuntos públicos, comunitarios, issues legales, para la industria de consumo masivo o farmacéutico, y tantos temas; nos permiten crecer, ganar experiencia y fomentar mayor madurez en la disciplina que se ejerce”. La marca Udep En el mundo de las comunicaciones, de la Publicidad en particular, es común hablar de “marca”, como el signo o la estructura que connota información sobre un producto o grupo de productos. En este caso, diremos que Carlos lleva la “marca Udep” si pensamos en “marca” como sinónimo de sello o característica distintiva. Recuerda muy bien lo que aprendió y de quién, así como muchísimas anécdotas de su vida universitaria. “Todas positivas y asociadas a investigar, crecer, soñar y esforzarse por alcanzar las metas. El amor por el trabajo, aprendido en la Universidad de Piura, te ayuda a superar barreras y a ser creativo en la solución de
los problemas. Además, ese enfoque humano de cada situación es muy importante, nos hace estar conscientes de que trabajamos y tratamos con personas, con seres humanos con nombre, apellido, familia y aspiraciones propias. Es ese llamado a contribuir no sólo a tu desarrollo empresarial sino personal, de cada proyecto de vida. Aunque suene a clase del Empresa Informativa o Gobierno de Personas esto es un componente real que debemos contemplar y no todos los profesionales tienen la posibilidad de visualizarlo”, comenta desde Bogotá. Embajador en Colombia Está muy a gusto con lo que hace, especialmente porque su trabajo le ha hecho ser “una especie de embajador o representante del profesional peruano, piurano y egresado de la Udep. Además, tengo la oportunidad de dar a conocer la real dimensión del Perú más allá de lo que muestra la “señorita Laura” o la televisión en general. En realidad, esto es lo que más me gusta: compartir e incluso enseñar aspectos de Piura”. Con la añoranza de esos ratos con sus amigos en la cafetería de la Universidad, Carlos conserva vivos los sueños de entonces: cambiar el mundo, indagar sobre nuevos temas, intentar nuevos modelos de comunicación… y los va logrando. ¿La receta? “trabajar y trabajar, fuertemente, con mucho ánimo y viendo siempre el lado positivo de las cosas”. ¿El próximo sueño? “Consolidar la compañía, mantener el crecimiento experimentado en estos meses hasta finales de año; tener otro bebé (la mujercita). Luego, hacer una maestría. Me parece que un MBA debe ser la evolución natural del comunicador o relacionista público para mantener siempre vigente su aporte a las empresas y sus objetivos”, puntualiza. (Elena Belletich)
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Biblioteca Investigación
Don Jorge Juan Comendador de Aliaga y Don Antonio de Ulloa, autores españoles del libro más antiguo que custodia la Biblioteca de la Universidad de Piura, jamás imaginaron que 257 años después de escribirlo, éste sería el ejemplar mejor conservado en una biblioteca del continente americano. Tampoco pensaron que un software de última generación ayudaría a ubicar su texto entre 90 mil libros más para que pueda ser consultado por 8 mil usuarios. Sin embargo, esta realidad, se da en el edificio más frecuentado por estudiantes y profesores de la UDEP: la Biblioteca central.
El tesoro
mejor guardado
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Inicialmente ubicada en el aula 123, empezó a funcionar en 1969, bajo el mando de Cecilia Rey Elmore. Con el aporte económico de Edubanco y otras instituciones, en 1984 culminó la construcción del edificio donde hoy funciona. Desde entonces, estos libros, que los estudiantes nunca logran descubrir en su totalidad, son ofrecidos a ellos cada vez de manera más eficiente y rápida pese a que el servicio de Biblioteca, pensado inicialmente para unos 2 mil usuarios, es requerido ahora por más de 8 mil. La Dra. Genara Castillo, directora de la Biblioteca, explica que la facultad de Derecho es la que cuenta con el mayor número de ejemplares, 10 mil, pero estima que los estudiantes de la misma apenas logran leer unos 100 durante toda la carrera. “Hemos cuadriplicado la suma de usuarios y para atender sus necesidades lo ideal será conseguir financiamiento de la empresa privada para construir un local más grande, capaz de adecuarse al crecimiento constante”, reflexiona. En principio, el total de libros fue redistribuido en 1993, cuando la Biblioteca experimentó una ampliación de las dos quintas partes en los dos niveles de su estantería. Sin embargo, la instalación del nuevo sistema informático ha obligado a otra distribución del material impreso, de manera que hoy los textos están organizados por facultades o grupos temáticos grandes; por ejemplo, Literatura, Historia, Teología, Sociología, Filosofía, Marketing, Economía, Comunicación, Derecho, Administración, Ingeniería o la producción de los propios profesores Udep El más antiguo y mejor conservado Entre los libros antiguos más preciados y mejor conservados en este centro se encuentra uno impreso en Madrid en 1748. En él, sus autores, Don Jorge Juan Comendador de Aliaga y Don Antonio de Ulloa, explican en 404 páginas, con mapas e ilustraciones, las medidas de algunos grados del meridiano terrestre y comprueban la verdadera figura y magnitud de la tierra. Además, esta Biblioteca conserva también, entre muchas otras obras, la edición completa del libro “Camino” en sistema Braille, escrito por San Josemaría Escrivá de Balaguer. Cerámica, metal y hueso En este sitio no sólo custodian libros de mucho valor histórico y académico, sino también un importante fondo arqueológico. Está constituido por objetos de cerámica, metal y hueso pertenecientes a las culturas preincaicas e incas. La doctora Castillo señala que estas piezas son objeto de estudio e investigación para los alumnos del programa académico de Historia y Gestión Cultural. El servicio de Biblioteca se completa con la atención en la Sala de lectura, Hemeroteca, Sala de referencia y la de seminarios, en la que se permite el trabajo en grupos. Digital y automatizada Con la instalación de una biblioteca digital piloto para el Distrito Chalaco, la Biblioteca central ha iniciado la implementación de una propia con soporte digital que permite a los usuarios acceder, e incluso imprimir en algunos casos, el contenido 100 libros colgados en la red. “El objetivo de este nuevo producto es que los maestros de Chalaco y de sus caseríos, así como los de la Universidad cuenten con material digitalizado para sus clases”, explica.
LA BIBLIOTECA UDEP EN CIFRAS En la Biblioteca de la Universidad de Piura hay cerca de 90 mil ejemplares. Hace poco recibió una donación de 4913 textos de la biblioteca personal del desaparecido catedrático español José María Desantes Güanter. Además, tiene cerca de 3 mil ejemplares de tesis o trabajos de investigación. Durante el año pasado, la Biblioteca adquirió 3527 volúmenes nuevos; de éstos, 2489 fueron comprados y 1038, donados. El edificio de Biblioteca tiene una capacidad de aforo de 280 personas: 215 en la sala de lectura, 45 en la sala de referencia y 20 en la de seminarios. En tiempo real, el flujo de atención en el área de circulación es de 720 alumnos por hora. (A.R.)
Mientras este proyecto se completa y brinda experiencia a sus ejecutores, en el interior de la Biblioteca central ya se ha instalado redes para que los docentes consulten libros de manera digital. De todas estas características, sin duda el cambio más notorio para el usuario es el nuevo software bibliográfico Millennium, que empezó a funcionar el 16 de marzo de este año. Está desarrollado en lenguaje java permite trabajar vía Internet, lo que da acceso al servicio online, en virtud del cual todos los usuarios pueden reservar libros, ver su historial de lectura, anular reservas y cambiar datos personales desde cualquier parte del mundo. Aunque probablemente ni siquiera imaginaron la envidiable condición actual de su obra, Don Jorge Juan Comendador de Aliaga y Don Antonio de Ulloa se hubieran sentido muy satisfechos si apreciaran el cuidado y tecnología con la que hoy se resguarda y difunde su producción.(Alexander Rugel)
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Alumnos Historia y Gestión Cultural
Con histórica
vocación Desde hace ya tres años, son alumnos de esta nueva carrera y representaban para los demás universitarios una minoría que pasaba muy desapercibida. Un grupo que significa para los otros la fuente de muchas interrogantes que parten del ¿por qué estudias Historia? y se extienden hasta el ¿a qué te dedicarás cuando te gradúes? Sin embargo, sólo este grupo menor sabe que cuando la pasión por descubrir lo pasado y gestionar el futuro puede más que los estereotipos, nunca es tarde para elegir. “Decidí estudiar Historia porque las humanidades me abren la mente”, confiesa Alberto Gil Garcés, quien cambió sus estudios de Derecho cuando cursaba el octavo ciclo para dedicarse a Historia y Gestión Cultural. “Siempre sentí inclinación por la humanidades, por eso inicié mis estudios en derecho, ya que es la opción más ligada a las letras; pero después me di cuenta de que no tengo vocación para las leyes. Entonces me cambié a Historia por el enfoque novedoso de esta carrera, con la cual puedo servir a la sociedad y realizarme plenamente”, explica. Las motivaciones de este grupo de jóvenes son muy diversas, pero en todos destaca su inquietud por mostrar al mundo la riqueza cultural de nuestro país y construir esa nueva imagen que tanta falta le hace. “El Perú no es sólo Macchu Picchu. Todos sabemos que existe un gran vacío en la labor de difundir lo que tenemos, pero es como si nadie se diera cuenta. Nadie quiere asumir ese reto”, reflexiona Luis Sánchez, quien compara sus estudios con los inicios
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Concientes de su protagonismo en una opción profesional que ellos califican como “una gran aventura”, los estudiantes que integran la primera promoción de la carrera de Historia y Gestión Cultural de la Universidad de Piura están convencidos de haber elegido el camino correcto para su realización personal. de una relación sentimental. “Estudiar humanidades es como cuando te enamoras de alguien. Vas descubriéndola de a pocos y conociendo nuevos detalles que no percibías al comienzo. El no saber qué hay más allá es un impulso que me motiva a seguir adelante”, sostiene. Luis añade que su labor será promover el turismo cultural, ya que es un sector muy dinámico y apasionante. “Los extranjeros no vienen a ver personas con terno y corbata, sino a conocer una realidad diferente a la suya, donde existan danzas típicas, música, comida y costumbres propias de los peruanos”, expresa. En un país dónde muy pocos apuestan por la cultura, su futuro laboral les supone un reto que seguro superarán con aquella creatividad que desde ahora cultivan. “Quiero dedicarme a algo en lo que nadie desee trabajar, pues así tendré chamba todo el tiempo”, resuelve con humor Elías Jurado, estudiante que insiste en dedicarse a promover el desarrollo rural luego de terminar la Universidad. Pero la voluntad de estos estudiantes no se queda en proyectos futuros. Las alumnas de la segunda promoción ya trabajan en la instalación de un pequeño museo dentro de la universidad, iniciativa que se ejecutará con la participación de todas las facultades. (Alexander Rugel)
In memoriam
Don Zoilo: vigía para siempre Alto, moreno, de sonrisa franca, bonachón, diligente en el trabajo, rápido para hacer amigos y siempre atento a las ocasiones de peligro. Así fue don Zoilo Paredes, uno de los pioneros de la Universidad de Piura, quien cuidó de ésta desde el inicio de su construcción, allá por 1968, y quien partió para continuar su tarea desde el cielo.
Se fue la madrugada del 14 de junio, sencilla y calladamente, pero dejó sus enseñanzas. Dio a la UDEP más de 30 años de trabajo fiel y dedicado, en los cuales tuvo algunos apelativos pasajeros como “San Pedro”, por el manojo de llaves de las oficinas que llevaba consigo, pero el que se ganó a pulso fue “Don Zoilo”, así, con la sencillez y el respeto que se trata a los caballeros de todos los tiempos. “Con el personal de limpieza y vigilancia, con quienes empezó en la UDEP, contribuyó a formar la cultura Udep. En el día a día, alumnos y profesores pasan, pero los que han permanecido son ellos; por eso, en nuestros recuerdos es casi imposible dejar de nombrarlos, son los pilares de la institución”, dice Ronnie Moscol, profesor y exalumno de la facultad de Comunicación. Para sus compañeros (conserjes y vigilantes) Don Zoilo fue un gran amigo: “lo quisimos mucho, nunca se portó mal con ninguno de nosotros ni con los alumnos. Todos lo estimaban y querían. Era una persona muy abierta y solidaria. Si alguna vez no nos traían el almuerzo él compartía el suyo. Lo conocí en 1987, cuando ingresé a la Universidad y cultivamos una buena amistad”, cuenta Juan Neyra, conserje. Tenía carácter humilde, cariñoso con todos; también con los profesores continúa Neyra: “En uno de los primeros almuerzos de Exalumnos, llegaron antiguos amigos de las primeras promociones. Don Zoilo vigilaba la entrada principal y sus
“compañeros”, que ya eran ingenieros o licenciados gestionaron de inmediato que los acompañara para disfrutar de su presencia”. Socorro Saavedra, quien trabaja en el servicio de limpieza de la Universidad desde hace más de 25 años, recuerda con gracia: “A veces nos asustaba con sus anécdotas de los fantasmas. Andaba con su machete por las noches “para espantarlos” y para ver por dónde había ruidos extraños. Un día me asustó con un pacazo, dijo que me lo echaría encima. Grité durísimo y él se rió a carcajadas. Se llevaba muy bien con todos, y el primer rector (doctor Rey Polis) lo quería mucho y se bromeaba con él”. ¡Que bien nos cuidó! Con su peculiar andar cubría palmo a palmo las distancias entre edificios. Pero el que más recorrió fue el principal, en cuya construcción participó. No hubo lugar que desconociera. Solía bromear bastante con los “fantasmas” algunos le ayudaban a vigilar y otros asustaban. Nunca supimos si realmente creía esto o bromeaba. Lo cierto es que con él la UDEP estaba bien segura. Rosa Zeta, exalumna y docente de la facultad de Comunicación, lo recordó desde la época en la que ella era estudiante, por los 70. “Cuando la universidad no tenía cerco y había clase hasta las 9 de la noche, nos sentíamos seguros, porque allí estaba Don Zoilo circundando los primeros edificios, alumbrando las zonas en las que hubiera ruidos extraños. Es decir, cuidándonos. Nos dejó un hermoso legado: La alegría de servir”. (Elena Belletich)
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Alumnos
Escuela Naval
Haciendo Universidad en la Escuela Naval Su vocación los llevó a optar por la Marina, pero una parte de ella quedó reservada para la Ingeniería. Son marinos y también alumnos de la UDEP. La única diferencia es que ellos asisten a clases, con su uniforme de cadete, en las aulas de la Escuela Naval. Este año son 85 y estudian Ingeniería Industrial. Semana a semana, profesores viajan a Lima para formar a los futuros Oficiales de Marina como profesionales de Ingeniería. En la vida pensé que iba a ser alumno de una Universidad peruana y, además, piurana”. Al escucharlo, uno no se da cuenta de por qué lo dice. Inmediatamente agrega: “soy boliviano”… Es un boliviano que, por ser el segundo de la Armada de su país, fue premiado con un intercambio de cinco años en la Escuela Naval del Perú (ESNA). Su amigo, el primero de la promoción, fue enviado a Argentina. “Esta vez, ser segundo fue mejor que primero”, dice y sonríe. Su desempeño en la Escuela Naval, lo
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llevó a tener un segundo galardón: la oportunidad de estudiar Ingeniería. Se trata del cadete alférez de fragata, Yasmany Crespo Chávez (23), quien no dudó estudiar en la UDEP, a través del convenio entre esta Universidad y la Escuela Naval, que brinda a los cadetes la oportunidad de estudiar Ingeniería Industrial con mención en Operaciones. Para él es una carrera fascinante. Más en estos tiempos, en que un oficial naval debe estar especializado en alguna carrera: “se me presentó la oportunidad y no la iba a dejar pasar”. Cree que no sólo es una forma distinta de estudiar, sino de conocer un país y una sociedad diferente. La distinción radica, dice, en que “el peruano se lanza más fácilmente a lo desconocido. Es más emprendedor, no se deja”. Al empezar el 2006, Yasmany tendrá que volver a su país. Su sueño es continuar en la Armada Boliviana, escalar; y su reto más cercano, llegar a su país con su título bajo el brazo. Eso quiere. Para ser un mejor marino El día que los fuimos a entrevistar interrumpieron su rutina. De los entrevistados, hay uno, Michael McGregor Morris (21), cuyo espíritu de marino no lo deja. Todas sus afirmaciones son claras y lo hace sin dejar de sonreír. Se acomoda y expresa: “Yo también soy alumno de la Universidad de Piura y ¿sabes qué es lo mejor que he aprendido? que estudias para servir. Eso nos transmiten
los profesores de la Udep”. A Michael no hay que hacerle muchas preguntas. Lo dejamos hablar: “lo más valioso de la carrera y de los profesores es que te impulsan a estudiar, no para ser millonario, sino para ayudar a los demás (…). Sin duda la Ingeniería es un medio que me ayudará a ser un mejor marino. Además, tengo claro que en mi formación son buenas una infinidad de cosas. Actualmente, por ejemplo, practico atletismo, hago teatro, estudio idiomas y, claro, me amanezco con los trabajos, exámenes, sustis y avanzando la tesis”. Obtener el título le quita el sueño a Michael. Como la carrera implica una Mención en Operaciones, él ya lo tiene pensado: “mi tesis será la aplicación de Gestión de Operaciones a una empresa familiar que está desorganizada. Es una forma de aplicar lo que estudio y ayudar también a mi familia. Ese mismo curso me está ayudando, ahora, a mejorar la organización del batallón”. Aquí la mujer es igual… El día en la Escuela Naval se inicia a las 6:00 a.m. con el “toque de Diana”. A esa hora y a cada instante “las mujeres son tan iguales que los hombres”, se adelanta a decir la cadete Eliana Oliveros Dulong (21). Para ella, ser mujer en la Escuela Naval no es difícil. Tienen, comenta, la misma capacidad y oportunidad para desarrollarse que los varones. Eliana es una de las tres mujeres de su promoción y estudia con Michael, Yasmany y otros 22 compañeros. Todos ellos integran la promoción 2005. Desde siempre quiso ingresar a la Escuela Naval. Eso lo tenía muy claro. Lo que no tenía definido es que, en algún momento, le iba a atraer la Ingeniería. ¿Por qué, si tuviste la oportunidad de estudiar Humanidades, escogiste Ingeniería? “Porque sé que los conocimientos los voy a aplicar para mejorar los procesos y proyectos que hay en la Marina y, también, en la vida civil. Además, nos tomaron un examen, el ingreso no fue fácil, yo me lo gané porque obtuve 14”, responde. La cosecha de estos 4 años de estudio, que les permitirá obtener el grado de Bachiller en Ingeniería, se resume para, cada uno, en un frase. Yamany, “el boliviano”, se lleva una lección de integridad. Que no es más, dice, que la conjunción de ser buena persona y buen profesional. Michael sonríe, no lo piensa mucho, y responde: “excelencia”. Y, Eliana reflexiona: “podría decir que perseverancia”.
El mejor recuerdo: los profesores Desde 1999, cuando inició el convenio, han egresado de la UDEP 78 oficiales, quienes obtuvieron el grado de bachiller y uno el de Ingeniero. La lucha de la mayoría es hacer la tesis y, al mismo tiempo, el postgrado (o calificación en términos de la Escuela Naval). Los oficiales Jaime Saldarriaga, Iván Talavera y Paulo Sisniegas están en esa lucha. A Jaime ya le falta poco, su tesis
Con el convenio realizado entre la Escuela Naval y la Universidad de Piura han egresado 78 oficiales. La mayoría de ellos, como Jaime Saldarriaga (arriba), se encuentran haciendo sus tesis. Entre los recuerdos más vivos de los egresados están los profesores, quienes viajaban todas las semanas desde Piura para darles clases.
Dicho esto, miran al cadete de tercer año, Gino Merino Andaluz, quien los ha escuchado con atención. Todos lo miran, hasta que Gino suelta su explicación: “No puedo decir que desde siempre quise ser de la Marina. Nadie ama lo que no conoce. Ahora ya aquí dentro quiero ser marino siempre y el próximo año ingeniero”, dice con seriedad. Los demás lo escuchan y ríen con satisfacción. Él no se ríe y cuenta su “rutina”. Dice que el “toque de Diana” lo pone en pie, al igual que a los otros 76 cadetes (de diferentes años), que actualmente estudian la carrera de Ingeniería de la UDEP. Luego desayuna y desde las 8:00 a.m. estudia hasta la 1:00 p.m. A esa hora, hace un alto para almorzar y a las 2:00 p.m. reinicia las clases, hasta las 5:00 p.m. Después practica deportes, luego pasa “rancho” y, nuevamente, a estudiar. La vida “en teoría” -dice Gino- termina a las 10:00 p.m. “En la práctica, puedes estar despierto hasta la hora que quieras… pero sólo si estás estudiando”. La verdad, reflexiona, “es que ser universitarios y cadetes requiere dar mucho de ti. Es la vida de la Marina, que ya de por sí es bastante pesada, más la vida universitaria que es súper exigente …” (Ana Sofía Zegarra)
está en revisión. Iván está dándole duro al tema y a Paulo, un viaje a Italia, lo dejó con la tesis a medio hacer. Terminar la investigación es su prioridad, pero como dicen lo mejor es que están en el camino, continúan estudiando y recordando aquellos días de cadetes y universitarios… ¿Qué es lo que más recuerdan?, les preguntamos. La primera respuesta, de Jaime, es “los profesores”. Es lo más
valioso, coinciden los tres, quienes fueron compañeros de carpeta hasta el 2004. “Ellos nos decían siempre, que nos parecíamos a sus alumnos de Piura, que en el fondo éramos parecidos…por responsables. Nos hacían participar en clases, nos exigían y cuando había un tema difícil venían en las noches a reforzar cualquier aspecto. Siempre los encontramos disponibles, hasta por correo electrónico”, recuerda Paulo. (A.S.Z.)
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Perfiles
El profesor
sonrisa
Ronnie se levanta de cabeza. Al salir de la cama, su primer contacto con el suelo son sus manos. Nunca podrá decir que se ha levantado con el pie izquierdo. Cree que esta práctica yoga lo ayuda a conservar su energía por más tiempo, una energía que él derrocha a borbotones: educa a sus siete hijos, ha desempeñado seis cargos al mismo tiempo, es profesor full time y ahora estrena decanato en el Colegio de Relacionista Públicos de Piura. Su rasgo distintivo es algo que está en peligro de extinción: hacerse cargo de las cosas, las buenas y las malas, sin perder la sonrisa.
Ronnie Moscol Mogollón nació en Talara hace 54 años. Sus padres tenían a su cargo la imprenta de la International Petroleum Company. Talara era un paraíso made by gringos, y Ronnie y sus seis hermanos podían ser los niños más felices del mundo. Montado en su bicicleta, recorría jardines que parecían postales. Y vivía cerca al mar. El mar le suele recordar que la paz está más hacia adentro que hacia afuera.
El universitario Moscol fue parte de la minoritaria segunda promoción de la facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. La conformaban él y una joven llamada Mercedes Estrada. Luego fue becado para realizar una estancia en la Universidad de Navarra, y también realizó estudios en Colombia y viajó a Francia. Pero, como dice Ronnie, la Udep no es sólo una universidad: es un estilo de vida. Y volvió.
De su infancia Ronnie recuerda con nostalgia el Club de Niños, un centro recreativo para los hijos de los trabajadores de la petrolera. Ronnie asumió la presidencia de esa sucursal del juego más de una vez. El niño Moscol ya empezaba a hacer gala de su sonrisa. El único bigote que tenía en ese entonces era el que se formaba alrededor de sus labios después de tomar la leche.
“He crecido con la Udep”, sostiene Ronnie. Ha enseñado varios cursos, pero se queda con las Relaciones Públicas, esa “ciencia de la integración” para la cual es necesario ser encantador. En 30 años de trabajo ha sido asesor de 4 rectores, Secretario General de la Universidad de Piura por 10 años (77-87) y jefe de Rita Chung Wong. Rita es su esposa desde hace 26 años. La Udep ha crecido con Ronnie.
Y es que Ronnie tiene un segundo rasgo esencial: su bigote de charro mexicano. Quienes lo conocen afirman que no se lo imaginan sin ese mostacho de Pedro Infante, un mostacho que ya se ve en las fotos amarillentas de los archivos setenteros de la Universidad de Piura. Quería estudiar Medicina en la Universidad Federico Villarreal, pero el golpe de Velasco lo había puesto en una cruel lista de espera. Mientras tanto, en Talara, su padre buscaba la manera de hacerlo volver al norte para que estudiara en una nueva universidad. Ronnie volvió a cambio de una Ford 58. Siempre había querido una moto, pero le ofrecieron un carro. Cómo negarse.
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Rita y Ronnie se enamoraron y en 1979 decidieron casarse. Esta vez, Ronnie tuvo que decidir entre su Ford 58 y su futura esposa. El resultado: 7 hijos que amanecieron saltando sobre su cama cada domingo hasta que crecieron y, entre otras cosas, fue imposible que entraran todos en la cama. A Ronnie Moscol le apasionan las Relaciones Públicas porque le gustan las personas. A la gente hay que comprenderla y punto. Y sacarle una sonrisa de vez en cuando. Desde el decanato del Colegio de Relacionistas Públicos de Piura sienta cátedra sin que se le despeine el mostacho. Dicen sus amigos que cada vez que Ronnie llega a Lima, sale el sol. Es casi lo mismo. (Diana Kisner)
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