Monográficos de UFCA nº 1. Diccionario de Antonio Pérez

Page 1

Diccionario de Antonio Pérez Monográficos de UFCA. 01



Diccionario de Antonio Pérez Monográficos de UFCA. 01 Abril 2014. Algeciras


Antonio


Hubo en la familia de nuestro hombre un abuelo Antonio, que de vez en cuando montaba en burro cerca de La Peña (Tarifa, Spain) y que al nacer el nieto le regaló una vaca, cosa común por esos lares. Nosotros, que lo apreciamos casi tanto como su abuelo, hemos buscado para él cariñosos diminutivos en la wikipedia y esto es lo que hemos encontrado: Antón, Antoñito, Ton, Toniwoni, Tonio, Tony, Toñín,Toño, Anto,Toñuco. Es fácil comprender para los que le conocen que el de Toniwoni resulta el más apropiado para nuestro hombre. Toniwoni es ese señor de la izquierda que, con inocente apariencia e impagable estilismo estepario, mira atentamente al enemigo en lo que podemos intuir como una sorprendente definición metafórica de la fotografía: la cámara a un lado del cuadrilátero, el modelo en el otro, en medio de ambos un abismo, una suerte de estrecho de Gibraltar que nunca conseguirá unir a ambos en un combate cuerpo a cuerpo. O tal vez sí, tal vez ese sea el permanente intento del señor Toniwoni: unir cámara y realidad y fundirlas en un prolongado abrazo y, a veces, en una sonora carcajada. Láncense, pues, al charco, ligeros de equipaje y de prejuicios, y disfruten de él como aseguran los zoólogos que hace el género porcino. Abrimos aquí nuestro diccionario para que tomen nota, amigos, de las enseñanzas del señor Toniwoni, que resumimos en una frase: la fotografía tiene muchas caras, así que no busquen sólo su perfil más dramático porque correrán el riesgo de ahogarse.


Hay que hacer algún que otro kilómetro en la definición de pompa que ofrece el DRAE para leer: «Burbuja que se forma insuflando aire en agua saturada de jabón y que se desprende de esta». Antes, en los primeros metros, nos dice de ella: «Acompañamiento suntuoso, numeroso y de gran aparato (aquí, por supuesto, es imprescindible el sic), que se hace en una función, ya sea de regocijo o fúnebre». El señor Pérez, como en tantas ocasiones, no se conformó con los primeros metros y caminó y caminó hasta llegar a esos lugares remotos y tan alejados de nosotros como la cándida adolescencia, en los que un kilo de pompas pesa más que un kilo de oro. Se dice que Antonio Pérez ostenta la mejor marca mundial porom pompera, con un ejemplar de casi cincuenta centímetros de diámetro que se mantuvo fulgurante en el aire durante más de tres minutos. Esto no figura en ningún registro porque sabemos que las pompas que le gustan al señor Pérez no son las de circunstancia y sí las de fairy, el más prodigioso milagro infantil contra la grasa adulta.


Burbujas



cadรกveres exquisitos



Duende

Los duendes son gente menuda de mucha paciencia. Tienen sus viviendas en los hombros de individuos de espíritu artístico a los que susurran cositas elevadas que sólo ellos entienden. Su voz es tan menuda como ellos, así que hay algunos, por muy artistas que sean, que no se enteran de sus palabras. Y el duende se arma de paciencia e intenta explicar sus buenas nuevas. Pero la paciencia llena los vasos y las copas, también las de los duendes, y cuando rebosa el duende se mosquea. Entonces, se encabrita y saca pecho, abre la boca todo lo que puede y dice las cosas como hay que decirlas, a grito pelao.



Espejo Sí, sí, espejo, esa tabla de cristal azogado por la parte posterior, ese aparatito que justifica su existencia reflejando los objetos que tiene delante de él, siendo dócil y objetivo, comportándose como el mejor mayordomo de la realidad, serio, discreto y sin opiniones propias. Pero ¿qué pasa con lo que tiene detrás, con toda esa vida que es incapaz de reflejar? No se ha escrito todavía nada sobre la historia de la cara be de los espejos. Ni una línea. Tal vez, las fotografías de Antonio Pérez sirvan de introito para esa historia y hagan el mismo papel que ese lugar de la Mancha de cuyo nombre...



Felicidad

Una pequeña y oscilante balanza de dos platillos marca el ritmo del mundo. En uno están el no somos nada, el valle de lágrimas, el yo pecador, adónde vas errante y demás coplillas que cantan las irreversibles miserias de la existencia. Muy lícitas todas ellas, desde luego, y muy poderosas. Tanto que nos olvidamos a menudo del otro platillo, el que reúne esas gotas del raro perfume que desprenden los hombres felices. Y AP parece que lo es, siquiera a ratos. Sus imágenes y su persona dan la impresión de estar más cerca del hombre es bueno por naturaleza del viejo suizo que del homo hominis lupus del agorero inglés, más cerca de Epicuro que de Casandra y mucho más de Leoncio el León que de Tristón. Como diría el hacedor de refranes, todo depende en ocasiones del cristal con el que se mire. Y de eso, de cristales es de lo que se trata aquí, de mirar la realidad a través de una lente y decidir si se quiere denunciar la tragedia o anunciar la alegría.


Globalizaci贸n


La tele está bien para globalizar pero mejor están los globos. No hay que hacer otra cosa que elegir nuestra foto favorita, atarla en uno y llevarla a UFCA. Allí están los más reconocidos expertos en viajes globales (de globo, sí) por el espacio que la liberarán de su cadena perpetua en el álbum y la echarán a volar por esos cielos azules. Igual que la mar océana se ha encargado a lo largo de los siglos de llevar mensajes en las botellas, en el siglo XXI los globos han tomado el relevo y son los que llevan la buena nueva y los te quiero por los cuatro puntos cardinales. Globalícense.


Homo sapiens


Más sobre espejos, esta vez los traemos en calidad de notarios de la belleza humana. Por uno de ellos nos enteramos de que aquella señora malvada era la más guapa del reino. Nunca tuvo una sola duda al respecto, pero nada más tendría que haber movido un poco su espejito de boudoir, y girarlo como sabe hacerlo el señor Pérez, tan sólo unos grados, los justos para darle a la teoría de la evolución de las especies la oportunidad de que se desmelene unos segundos. Así, así, un poco más... Clic. Ya está, dos o tres millones de años de esfuerzos a hacer puñetas y la bruja malvada exiliada a vivir al cuento de los tres cerditos.


i latina

In煤til letra s贸lo indicada para olvidar puntos sobre ella.




Japón

Como todos los que hemos tenido esa infancia que usted y yo conocemos, Antonio Pérez se marchó a Japón con una maleta cargada de nintendos, gozdillas, pequeños hombrecillos que se clavan espadas en el bajo vientre, kojis kabutos, sushis y kungfúes. Se marchó de viaje a Tokio en una aerolínea low cost y, como era de esperar, cuando aterrizó en la capital su equipaje había desaparecido. Se encontró solo, bailando con pictogramas y cerezos, sin sabiduría que le garantizase nada y sin pájaro que diera cuerda al mundo. Y en estas, llegó Junko y le susurró al oído los cantes de Pepe Pinto o Farina que él no entendía...


Kuleshov


El efecto Kuleshov es un fenómeno del montaje cinematográfico descubierto por el cineasta ruso Lev Kuleshov durante los años veinte. Kuleshov mostró frente a una audiencia una secuencia en la que se intercalaba una toma del actor Iván Mozzhujin con un plato de sopa, un ataúd y una niña jugando. La audiencia percibió que la expresión de Mozzhujin cambiaba en cada secuencia, con lo cual se comprobó que el montaje tiene una gran influencia en la comprensión semántica de lo que aparece en una escena. ¿Estamos?


Veintidós de diciembre, día de la lotería de Navidad. Ocho a eme. Mercadillo del Jueves, calle Feria, Sevilla. Antonio Pérez con mesa de camping y silla, detiene a los transeúntes ofreciéndoles una participación de lotería a cambio de que posen para él. Los que acceden deben escribir en una pizarra qué harían con el dinero del premio.




Mundos flotantes

Los más valientes se levantan y dicen: hoy dejo de fumar. Antonio Pérez se despierta, se va a la playa, en la arena escribe el nombre de su mariaisabel tokiota y después piensa: hoy dejamos la gravedad. Las instrucciones están recogidas en Mr. Vértigo, el libro de Paul Auster, en los mundos flotantes de Henry Lartigue, en alguna canción de Hilario Camacho y en las alas del esforzado Leonardo da Vinci. Pero el día está demasiado bueno como para ponerse a leer y AP y su chica eligen su propio método. Houston, son ustedes los que tienen un problema si son incapaces de volar sin cohetes.


Nie


eve



De pequeño el ñu era para mí un animal casi fantasioso, como un dinosaurio o un personaje de Alicia. Como una vaca pero sin ser vaca. Hasta que Félix y sus documentales me demostraron que era real...


O’Conors




Pajarito

Hay grandes fotógrafos que se empeñan en decirnos que los tiempos del pajarito ya han pasado. Eran aquellos días en los que una persona se situaba delante de un objetivo y al ver volando ese pequeño animalillo no podía hacer otra cosa que mostrar su mejor sonrisa. Ha llovido mucho desde entonces y ya no se encuentran pajaritos por ninguna parte. Ahora la gente llora, mata, grita y lo único que muestra ante las cámaras es desconsuelo y desesperación. Sí, definitivamente, los tiempos del pajarito han pasado. Todos han muerto. ¿Todos? No, una pequeña bandada resiste como puede y todavía salen de sus nidos de cuando en cuando para regalarnos alguna que otra foto bien vestida y de ojos cristalinos.


statu quo

O las cosas son como son o estรกn como estรกn o esto es lo que hay.




Razones para vivir de Antonio Pérez Cada día, al principio, algunas veces «yo», algunas veces «otras personas».



Susto

Las instrucciones para perder a todos los amigos disponibles nos las ofrece Antonio Pérez en un escueto vademécum: 1. Cite a su amigo en casa para una sesión fotográfica. 2. Colóquele delante de la cámara. 3. En el último momento, dígale que se le ha olvidado algo y vaya a la cocina. 4. Meta un petardo tipo FML 3, Champion 5 o similar en una olla y prenda la mecha. 5. Vuelva a la sesión de fotografía y ponga su disparador en modo ráfaga hasta que el petardo diga aquí estoy yo. 6. Contemple como su amigo se marcha para no volver. 7. Retenga a los vecinos en la puerta y convénzalos de que no ha sido nada, tal vez un zangalón en la calle explotando petardos, que no saben ya qué hacer para molestar.


Tele


Antonio Pérez come en una venta con su familia, ya saben, la gente de Tarifa. A los postres se levanta y, como alma que ha perdido el control de su existencia, alza los brazos y proclama a viva voz que tiene poderes. El restaurante enmudece mientras él insiste en la proclamación de sus dotes sobrenaturales. No me creen, nadie me cree ¿no es cierto? No, parece que nadie le cree, ni familia y amigos ni desconocidos. Entonces se dirige a la televisión, donde se emiten unos rigurosos informativos, y dice a los atónitos comensales: Mirad la tele, mirad con atención; voy a pedir que desaparezca la mosca (para entendernos, el logotipo de la cadena emisora). ¡Ahora! Y el logo hace lo propio y deja libre la esquina superior derecha de la tele. Se hace el silencio, que sólo dura el tiempo justo para que AP vuelva a alzar la voz: que vuelva a aparecer. Y el logo aparece. Ahora, que aparezca abajo, a la izquierda. Obedecido. Así una y otra vez hasta que vuelve a su asiento, con la clientela del día convencida de que han asistido a un hecho sobrenatural y sin explicación. Como en todos los buenos momentos de magia, se cierra el telón. Antonio vuelve con su familia y colorín colorado. Pero déjennos antes un segundo para meter la mano en el bolsillo de Toniwoni y cortar la comunicación via móvil que ha mantenido en el tiempo que dura este breve cuento con el anónimo domador de moscas que encontró trabajo en unos lejanos estudios de televisión.


Utopías

El mejor chalet adosado que uno puede comprar para llevar una plácida existencia es un sello de correos. Esto lo han entendido desde siempre los reyes: sus fronteras están bien delimitadas, a salvo de los cacos, y en su interior todo es silencio y bienestar. Los vecinos son discretos y de buena educación y, con un poco de suerte, el viaje alrededor del mundo en los mejores aviones está garantizado. Antonio Pérez no quería ser menos, así que fue a una fiesta de la hamburguesa, recogió su correspondiente corona y se compró un sello. Pero, hombre de dios, le dijo el presidente de la comunidad de propietarios, cómo osas venir aquí con esos pelos, sin camiseta y dando voces. Como era de esperar, de la reunión de todas las casas reales del mundo salió pronto un veredicto: Expulsión. Y por ahí vaga desde entonces, contento y radiante como los renacuajos de la canción.



Ver


Las hermanas Ver provienen del latín videre y son gemelas univitelinas, monozigóticas, con idéntica educación y entorno social. Pero una dice: percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz; y la otra: reconocer con cuidado y atención algo, leyéndolo o examinándolo. Que cada uno elija la que más le convenga porque, como dijo el inglés, ver o no ver; that’s the question.


the wall


Another brick in the wall brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick

brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick

brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick brick



x

La letra equis nos detiene por un momento y nos hace pensar sobre si estamos en el lugar que queremos o en el que debemos o en el que podemos. La equis es un punto de descanso, ése que sirve al viajero para tomar aire y decir: allí el norte, acá el sur, el oeste vete a saber... Es el momento de sacar el pan y el vino de la mochila para coger fuerzas y seguir caminando. Y es el momento de alzar la vista y contemplar el paisaje, y tal vez echarle un lazo y capturarlo en un pequeño marco.


Yang Ying yang


Miguel Romero es la prueba más evidente de la que disponemos para afirmar euq onadaduic nu ,riced se ,ofargótof se on zeréP oinotnA euq etnemavitaxat se caracteriza por creer que no es real aquello que no cabe en un papel de nu euq somenopus aicnetsixe us racilpxe araP .sortemítnec atniert rop etniev día lejano el Creador le pidió a Pérez que cerrara los ojos para arrancarle una etnem us euqrop ojid ol on orep oinotnA ósnep ,eleud otse ,redoJ .allitsoc imaginaba que de aquel despiece saldrían señoras rubias como Dios manda. roñes nu odal la ójed el soiD ,adnam soiD omoc edrat ase ódnam on soiD oreP con gafas de esos que tienen aspecto formal y pueden meterte en un lío en le railicnoc odup on rodaerC le euq ecid es aíd omitpés lA .otnemom reiuqlauc sueño porque la nueva pareja pasó el día de un lado para otro gamberreando sal selicífid nat necah euq sasoc sase sadot y sajubrub ,sobolg ,sodratep noc vidas de los seres mayores y respetables. .osíarap led óslupxe sol ,solle a néibmat ,euq ísA


Z

Como en toda carrera de obstáculos, la Zeta de Zozobra llega a la meta exhausta, pero allí está la A con todo su Ánimo y su Alegría para volver a comenzar de nuevo.



Créditos

1:1. En el principio Dios creó la UFCA. 1:2. Y vio que estaba bien y le concedió una galería para poder colgar fotos en color y en blanco y negro. 1:3. Y también aquello estaba bien, y dijo: háganse concursos, postales, catálogos y escuelas. 1:4. Y todo se hizo y Dios quedó satisfecho, hasta que en abril de dos mil catorce volvió a decir: háganse los monográficos de UFCA. 1:5. Y póngaseles de nombre y véndanse a un precio razonable y dedíquese el primero al señor Antonio Pérez, que tiene barbas pero nos cae bien. 1:6. E intitúlese el primer número como Diccionario de Antonio Pérez. 1:7. Y tírense a demanda cuantos ejemplares fueran necesarios y colóquese en su interior un número de ISSN. 1:8. Y se obedecieron sus órdenes y se imprimieron todos los ejemplares que se solicitaron y le se colocó el 2341-3034 como número de ISSN. 1:9. Y que todas las fotografías, salvo las de las páginas 33, 34, 40 y 59 (propiedad de UFCA) tengan el copyright del señor Pérez y que los textos los escriba Federico Fuertes. 1:10. Y así se hizo, y vio Dios que era bueno, y bendijo y santificó el boletín y dio a sus responsables permiso para descansar e irse a comer unas tapas a los bares del centro, no sin antes recordar a los interesados que pueden hacer pedidos o sugerencias en: info@ufcanet.com



www.ufca.es

Los sue単os rotos se reparan con pegamento Miguel Romero


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.