EL PHOTOBUNKER Book by Colectivo UFCA

BOOK

#elphotobunker

@bego_lombardia_sampalo

14_03_2020 @albertogalan <@lolarios_raw

1. 2. 3. 4. 5.

6. 7.

Doy un paso a la derecha y cuando estoy delante del espejo veo que funciona. Doy un paso a la izquierda y no puedo ver el espejo, por lo que no sé si funciona. Puedo, por tanto, decir que mi espejo funciona el cien por cien de las veces que me pongo delante de él, pero no sé cuántas veces funciona cuando no estoy delante. Lo que equivale a aﬁrmar que, al menos, mi espejo funciona un cincuenta por ciento de las ocasiones en las que tiene que trabajar. Hoy me he asomado una vez y ha funcionado. En otras nueve ocasiones no me he asomado, por lo que no sé si ha funcionado. Puedo decir que, al menos, funciona un diez por ciento de las ocasiones en las que tiene que trabajar. ¿Qué pasa si me asomo una vez y funciona pero doscientas mil quintillones de veces no me asomo y, por tanto, no puedo saber si funciona? Pues pasa que el porcentaje de funcionamiento asegurado es tan minúsculo que casi es cero. Esto es, técnicamente se puede decir que no funciona. Y ahora me pregunto: ¿con qué animo me asomo esta mañana al espejo si lo más probable es que no funcione? Al séptimo, descansó.

@pacoguerrero65

@mariantelo1

@ lolarios_raw >

OBDC Lasletrasviviantodasjuntasyeranfelicesperollegaronlagrama caylaortograďŹ aydijeronquevivirta napretadaserainmoralynosofrecieronlasreglaslascomaslospuntosyaparteytodoesoquenuestro sacademicosllamanenestosnuevos empos Distancia de Seguridad.

@lolarios.raw

@marilocalvente

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< @pilargoyoaga

_albertogalan

@albertogalan

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@vany_521

3. adj. Que sirve de norma o regla Para que siga siendo normal, normal ha de escribirse con las mismas sílabas de siempre: nor y mal, y con las mismas letras: la ene, la o, la erre, la eme, la a y la ele. Solo así normal será normal. Si alguien quiere hacer cambios tendría que escribir una palabra diferente: mornal, ronlam o lamnor. Cualquiera de estas palabras tiene derecho a la vida, pero no tendrá nada que ver con la palabra normal ni formaría parte de la normalidad que lo normal se esfuerza por deﬁnir. Solo podríamos decir que se trata de anormalidades de la normalidad o normalidades de la anormalidad, pero nunca aﬁrmar que sean subnormalidades o supranormalidades. En todo caso, sería imposible normalizar su uso en el mundo normal sin caer en anormalidades. Tal vez en otros mundos estas palabras sean de uso normal para describir la normalidad (que dejaría de llamarse normalidad y tal vez la nombraríamos como mornadilad o dadmalinor). Dentro de cualquiera de estos anormales mundos, normal estaría considerada una anormalidad, pero en el mundo normal, normal es la normalidad misma. No admite variantes. Y así un día mornal, y otro, y otro...

@gigilrc

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< @julioalvarezyague

@santosalvarezleon

@albertogalan

Persona -Ayer por la tarde uno de los imanes de tu colección estuvo hablándome. -¿Ah, sí? ¡Qué interesante! ¿A qué hora? -Pues a las siete y media, mientras estabas cenando. -¿Y qué te contó? ¿Dramas personales, historias de miedo, chascarrillos quizás? -No, nada de eso. Estaba triste porque le gustaría dejar de atraer a los hierros pero no puede conseguirlo. Le gustaría que alguien desarrollara una tabla de gimnasia o algo similar para dejar de ejercer su fuerza contra los metales. Le gustaría convertirse en un objeto cotidiano. -Ya, muy interesante. -No te crees nada, ¿no es cierto? -Sí, claro, claro, me lo creo todo. -Entiendo. No te crees nada, pero no me extraña, es lo más lógico. -¿Por qué es lo más lógico que no me crea nada? -Pues ya lo sabes, por tu condición. -¿Mi condición? -Sí, tu condición de persona. Un ser humano no puede creer nada de esto.

@pauetxabe

@mariantelo1

@faustino_rodriguez_quintanilla

@antoniamoreno_photo

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(Na yada será igual) (Una casa. Un hombre viviendo solo. Abre la puerta y no ve a nadie. No podrá ver a nadie durante el paseo. Todo está preparado para que ninguna persona se encuentre con otra persona. Irá a caminar dos kilómetros por una ruta establecida, recogerá la fruta y el pescado en un mostrador instalado en el exterior del supermercado, los medicamentos en la ventanilla de la farmacia, todo en el instante preciso establecido por la autoridad. Regresará por la calle 12, girara por la 135, quinientos ocho metros en línea recta, y llegará a la suya. Oirá graznidos de gaviotas, a lo lejos una moto acelerando en una pendiente y el ruido de una joven que habla consigo misma en la cocina de su apartamento. Hace años que no existen los diálogos, solo es posible hablar con los espejos y las presentadoras de televisión. Nadie ve nunca a nadie, así quedó decidido en aquel viejo referéndum. Es la única solución para el asunto. Los altavoces insisten con voz de metal: no está permitido el contacto, recuerde que cualquier error resultara fatal para todos. Respete el ritmo que le ha sido asignado, respete el ritmo de los demás. Recuerde que no está permitido nin-gún-con-tac-to. Las aplicaciones de los móviles se han convertido en las herramientas para el aislamiento. Cada ciudadano le detalla su plan del día y el móvil se encarga de establecer una ruta. Si alguien lo desea puede pasar todo el día en la calle, beber un vino en la barra vacía de un bar durante quince minutos, tomar el sol y darse un baño en la playa o en la piscina pública, comprar pintura para los techos del salón o fumar en el parque. Todo con un estricto horario del que nadie se ha salido en los últimos lustros. Con el paso de los años el sistema se ha perfeccionado brillantemente. Se siente, se escucha, se huele al ser humano alrededor, pero no se ve. Y, sobre todo, no se habla. Se dice que hay personas que van olvidando las capacidades lingüísticas. Nadie ve a nadie, solo un coche por carril cada vez y en cada minuto. El hombre al que seguimos ha dejado que la ceniza se apropie de su cigarro hasta quedar colgando de la punta en equilibrio. Se ha quedado dormido en el banco que le corresponde bajo unos inesperados rayos de sol. Pero el tiempo ha pasado y cuando abre los ojos ve que alguien se acerca, alguien como él, con máscara y toda la protección reglamentaria. La persona se detiene aterrada pero él se levanta y se acerca con decisión. Cae la ceniza y, detrás, cae el cigarro consumido hasta el ﬁn. Se para frente a él o ella, no puede distinguirlo bien. Se quita la protección y deja su cara al descubierto. Le cuesta trabajo, pero consigue decir una palabra). -¡Ola! (TELÓN).

< @miguel_marquez67

@laregaderaazul < @antoniamoreno_photo

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@alberto_cballos

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@inma_m_z_photography

@gemacasas_ >

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#elphotobunker EL PHOTO BUNKER es un proyecto ideado por UFCA y puesto en marcha el 15 de marzo de 2020 tras el Decreto de Estado de Alarma por el Covid_19. Las imágenes aquí publicadas son una pequeña selección de las cerca de 4.000 que durante el periodo del conﬁnamiento se subieron a la plataforma Instagram con el hastag #elphotobunker. Edita: Colectivo UFCA Av. Fuerzas Armadas, 26, bajos 11202 ALGECIRAS Tel. 626 300 159 info@ufca.es www.ufca.es #elphotobunker @amasa_fotograﬁa

Diseño y maqueta: Alberto Galán Textos: Federico Fuertes Guzmán Montaje y Arte ﬁnal: Mon Magán @pacoguerrero65 >

Equipo: Alberto Galán José María Bejarano Eduardo Vargas María Antelo © de las fotografías: Los autores que ﬁguran al píe de las imágenes. © de los textos: Federico Fuertes Guzmán © de la edición: Colectivo UFCA / 2020 #elphotobunker

Impresión: La Imprenta CG 1995 - 2020

BIBLIO TECAF UFCA

Primera edición / Junio 2020 Los beneﬁcios obtenidos de la venta serán destinados a colectivos afectados por el Covid_19

Muaré |2020 @colectivoufca

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