Un Pasado con Futuro

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“Compartiendo el mensaje adventista” John Navins Andrews (Espíritu misionero)

Juan José Andrade Un día como hoy, 2Z0 de julio, pero de 1906, el edificio principal de la Pacific Press, la Casa

Publicadora Adventista en California, USA. se quemó totalmente. Años atrás había sucedido lo mismo con la Review and Herald de Battle Creek (1902).

Puesto que a menudo la gran cantidad de trabajo de impresión comercial interfería con la producción de publicaciones denominacionales, la junta de la Conferencia General en respuesta al consejo de Elena G. White tomó el voto en 1902 de reducir el volumen de trabajo comercial.

Así mismo, debido a que la ciudad de Oakland había crecido tanto alrededor de la planta adventista de publicaciones, la junta también tomó las medidas pertinentes para buscar un nuevo sitio rural para la Casa Publicadora. Esta decisión dio lugar un poco después, en 1904, al edificio ubicado en Mountain View, CA. que se encontraba unos 60 kilómentros al sur de San Francisco; edificio que fue severamente dañado por el terremoto de San Francisco del 18 de abril de 1906.

Un nuevo edificio de madera fue construido rápidamente con un préstamo de la Conferencia General de unos $20,000 dólares; pero lamentablemente este edificio fue reducido a cenizas el 20 de julio, unos pocos meses después en ocasión del incendio. La junta volvió a construir el edificio una vez más. Parte de esta pérdida fue cubierta por el seguro que tenía el edificio. A partir de este momento la Junta decidió imprimir publicaciones solo de carácter denominacional. Dijo C. H. Jones: “Hemos sido amonestados por el terremoto y por el fuego.

No necesitamos del viento, pero escuchamos el pequeño silvo apacible y suplicante: Hagan solo Mi trabajo”. Esta política ha seguido la iglesia desde entonces. Estas publicaciones que han salido de nuestras casas publicadoras desde sus inicios hasta hoy, han llegado a hogares lejanos que de otra manera hubiera sido imposible penetrar. Las revistas y los libros adventistas son los mensajeros de Dios para salvación de muchos.

Introducción:

Se nos ha dicho que no es bueno mirar hacia atrás; pero cuando lo hacemos para considerar la forma como la mano de Dios nos alcanzó y nos ha guiado a lo largo del camino, entonces mirar

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hacia atrás resulta ser un ejercicio muy benéfico.

En el marco de esta semana sobre historia de la iglesia adventista quiero invitarte a que recuerdes cómo el evangelio llegó a tu corazón. ¿Qué instrumento usó el Señor para traerte de las tinieblas a la luz preciosa y admirable del evangelio?¿Recuerdas?

Es cierto que hay casos en los que una revista, un canto, un sueño incluso un accidente o enfermedad fueron el escenario para oir la voz de Dios, pero en todos ellos seguramente hubo una persona, un mediador de la gracia a quien Dios usó para traerte a la verdad.

A lo largo de la historia miles y miles de misioneros de lejos y de cerca han cruzado fronteras, valles, ríos, montañas, barrios peligrosos llevando la preciosa samilla del evangelio para alcanzar a otros y traerlos al camino de la salvación.

Cuerpo:

A través del tiempo, estos valientes siervos de Dios asumieron con responsabilidad el mandato de Jesús de “…id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” (Mat. 28:19). Respondieron a la orden del Maestro divino cuando dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio…” (Marc. 16:15).

Desde los días de estos primeros discípulos y hasta el presente, el evangelio ha sido predicado a lo largo y ancho del mundo en pueblos y grandes ciudades, en la casa del campesino lo mismo que en la oficina del político. La semilla del evangelio ha sido llevada a los ricos y también a los más humildes, a las personas educadas y también al drogadicto y al encadenado en los vicios más bajos.

El evangelio ha transformado la vida de los groseros, los indiferentes, los borrachos y los de duro corazón. Ha cambiado los hogares violentos en escenarios de paz y felicidad. Ha cambiado la desesperación en una motivación entusiasta por vivir y servir. El odio en una serena tranquilidad. El futuro incierto se ha tornado en una esperanza gloriosa. El interés de una vida materialista por el deseo de suplir las necesidades de los demás.

Y todo esto, gracias a dos cosas: a) A la iniciativa divina y b) A que hubo una persona dispuesta a responder al llamado de Dios de: “¿A quién enviaré y quién irá por vosotros?” y ellos dijeron: “heme aquí, envíame a mi” (Is. 6:8).

Texto bíblico de estudio:

Un claro ejemplo de esto es el registrado en Hechos 8: 26, el caso de Felipe y el etíope. (Leer 2

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desde el versículo 26 al 39 todo junto). De este pasaje podemos resaltar las siguientes lecciones.

Algunas de éstas, las escuché recientemente del Dr. John Wesley Taylor: 1.- La orden de llevar el mensaje a otros viene del cielo. Esto lo vemos en el versículo

26 “Un ángel del Señor habló a Felipe” y el versículo 29 “Y el Espíritu dijo a Felipe…”. De modo que no es el pastor o el anciano o el director de ministerios personales. Ellos son intrumentos de Dios para recordarnos nuestra responsabilidad, pero la orden viene de Dios. Si tuviéramos esto en mente creo que nuestra actitud y disposición podría cambiar.

2.- A veces algo de gran valor se encuentra en los lugares menos promisorios. Esto lo

vemos en la orden del ángel a Felipe que aparece en el versículo 26 “Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto” subrayo “el cual es desierto”. ¿Quién pensaría que en el desierto se podía encontrar algo de valor?

Pues Felipe lo encontró. Era este hombre necesitado de la salvación. Muchas ocasiones rechazamos acudir a un lugar para hacer obra misionera porque nos parece tiempo perdido: Una oficina gubernamental, una barrio peligroso, un hogar secular, etc. Sin embargo, no olvidemos que es en el pantano en donde crecen los preciosos lírios. Dios tiene tesoros para su reino en todos los lugares, aún los poco promisorios.

3.- Es necesario que nos acerquemos a los demás. Lo vemos en el versículo 29 en la in-

dicación del Espíritu Santo: “Acércate y júntate a ese carro” . Queridos hermanos, esto no es un asunto de a la distancia. Es necesario acercarnos a la gente en el lugar en donde está. A veces somos demasiado indiferentes y poco sociables. El ejemplo supremo es el de Jesús, que de acuerdo al Deseado de Todas la Gentes dice que: “Se relacionaba con las personas….A veces estamos juntos físicamente pero a la vez distantes en cuanto a nuestra relación con los demás.

4.- Toda interacción con las personas debe ser Cristo – céntrica y evangelizadora. Lo

vemos en el versículo 30 y en el 35. “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.” Lo que quiero decir es que nuestro propósito de acercamiento con las personas no debe quedarse en el plano puramente terrenal. Es cierto que debemos relacionarnos y servirles pero nuestro mayor propósito es conectarlos con Jesús, traerlos a su encuentro. Hay amistades de muchos años pero que nunca se les ha dicho nada acerca de la esperanza que hay en nuestro corazón. En este 3

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sentido el testimonio es un elocuente sermón, pero también con sabiduría y bajo la dirección del Espíritu Santo debemos abrir nuestra boca y partiendo de las Escrituras, anunciar el evangelio de Jesús.

5.- Por nuestra intervensión, las personas deben experimentar una transformación. Lo

vemos en los versículos 36 al 39. “Y dijo el eunuco: Aquí hay agua, ¿Qué impide que yo sea bautizado? …y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó…y (el eunuco) siguió gozoso su camino.” El acercamiento de Felipe al eunuco resultó en un deseo de ser diferente por parte del extranjero. La intervensión de Felipe fue de tal manera una influencia positiva que el eunuco fue conducido a tomar una decisión por Jesús. La vida del eunuco cambió a partir de ese encuentro con el siervo de Dios. La Biblia dice que “siguió gozoso su camino”. Aunque la Biblia dice que “no le vio más (a Felipe)” (39), sabemos que se volverán a ver en el reino de los cielos. ¿Amén? Lo mismo será con aquellos que nos trajeron el precioso mensaje de salvación. Vinieron, nos acercaron a Jesús y se fueron. Pero un día nos encontraremos en el reino de los cielos y les agradeceremos por habernos compartido el mensaje de Jesús. ¿Y a ti? ¿Quién te llevó el mensaje de salvación? ¿Lo recuerdas? ¿Estás agradecido? No es el deseo de Dios que solo tú conserves esta felicidad, sino que desea que lo lleves a otros.

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

Uno de los grandes misioneros en la historia de nuestra iglesia es John Navins Andrews. Conocido como el primer misionero adventista al extranjero. El testimonio de su vida fue tal, que a lo largo de la historia de nuestra iglesia, muchos han sido inspirados a seguir su ejemplo misionero.

Nació en Poland, Maine el 22 de julio de 1829. Aunque no tuvo la oportunidad de una educación escolarizada, por medio del autoestudio llegó a dominar el griego, el hebreo y el latín. Tenía tan solo 15 años cuando pasó por la amarga experiencia del chasco de 1844. Un año depués aceptó la verdad del sábado.

El primer número de la Review and Herald en 1850 lo menciona a él como parte del equipo administrativo responsable de la publicación de la revista junto con José Bates y Jaime White.

Desde temprano en su experiencia cristiana, Andrew se destacó por ser un adventista con un sentido de responsibilidad y entrega inusual. Su celo y fervor misionero fueron la característica más distintiva en su vida. Este joven guerrero de armadura resplandeciente inmediatmente se dedicó a viajar de un lugar a otro en busca de aquellos que estuvieran dispuestos a escuchar el mensaje adventista.

Los largos viajes, acompañados de los muchos inconvenientes y penurias, habían de minar pronto la salud del obrero frágil. En una ocasión en compañía de Hiram Edson, Andrews viajó 900 kilómetros en solo 6 semanas en la nieve y el frío intenso del invierno norteamericano. Hiram Edson dijo de él: “Por la mañana el hombre de Dios se despertaba con la barba cubierta de hielo como resultado de la humedad de su aliento que se congelaba en la habitación o choza sin calefacción”.

En 1851 Andrews escribió: “En medio de la tribulación y la aflicción, mi alma se regocija en Dios. Nunca sentí tan profunda impresión de la importancia de la obra en la cual estamos empeñados ahora. Mi corazón está consagrado a ella, y alegremente estoy dispuesto a

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gastar y ser gastado. Están pereciendo almas que pueden alcanzarse ahora, y es corto el tiem-

po en que podemos trabajar, pues se acerca la noche en la cual nadie puede obrar. ¿No haremos, por lo tanto, todo lo que podemos mientras dure el día, a fin de que podamos salvar a alguno?”

En 1855 Jaime White dijo de él: “Pocas personas tienen idea de sus sacrificios y desalientos actuales. Durante los últimos cuatro años se ha entregado casi exclusivamente a predicar y escribir. Su amor y celo por la verdad y por las almas han sido tan intensos que ha trabajado día y noche sin consideración por su salud, hasta que varias veces ha quedado tan débil que no podíamos tener casi esperanza de que se restableciese.”

En 1856 Andrews se casó con la señorita Angelina S. Stevens, con quien procreó a sus dos hijos: Carlos y María.

El 16 de Enero de 1859 participó de una reunión para la elaboración de un plan para el sostenimiento del ministerio. También fue nombrado presidente de la comisión que elaboró la constitución para la Asociación General.

El 29 de agosto de 1864 salió de Battle Creek rumbo a Washington, D.C. para solicitar al Depto. De Guerra de los Estados Unidos un permiso especial de “No combatientes” a los adventistas del séptimo Día.

El 14 de mayo de 1867, el Sr. Andrews fue elegido presidente de la Asociación General y ocupó este cargo durante un período de dos años. Andrews sabía de memoria todo el Nuevo Testamento y podía repetir grandes porciones del Antiguo Testamento.

Entre 1860 y 1870 produjo su obra literaria mejor y más conocida: “Historia del sábado y del primer día de la semana”.

En 1872 murió su querida esposa Angelina, dejándole dos niños adolescentes, Carlos y María. En respuesta a las insistentes solicitudes de los hermanos en Suiza, la Asociación General votó el 15 de agosto de 1874 enviar a J.N. Andrews como el primer misionero adventista al extranjero.

Su compromiso con la obra misionera de calidad hizo que en pocos meses llegara a dominar el idioma de su misión como si fuera su lengua materna.

En 1878 Mary, la hija de J.N. Andrews, su gran ayuda y brazo derecho en la labor misionera en Europa enfermó gravemente de Tuberculosis. En el mes de septiembre Andrews recibió un cablegrama en el que se le indicaba que fuera a los Estados Unidos para presentar un informe durante el Congreso de la Asociación General que se celebraría en el mes de Octubre en Battle Creek. Salió de Europa llevando consigo a su hija María con la esperanza de que en el sanatorio adventista bajo la dirección del Dr. Kellogg pudiera ser sanada. El diagnóstico fue desgarrador, no había solución; incluso se le pidió que se alejara de ella o él mismo podría ser contagiado.

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Pero, ¿Cómo podía abandonar a su querida hijita? Su cariño especial y gran compañera. Con fidelidad incansable y amante esperanza paterna estuvo velando a su lado día tras día. Hasta que a las 4:30 a.m. del 27 de noviembre de 1878 su querida hija Mary murió.

Esta fue una prueba excesiva casi insoportable para el padre entristecido. Durante los siguientes días escribió: “Me parece estar asido de Dios con una mano entumida.”

Elena G. White tuvo una visión del día de la resurrección y le escribió a Andrews diciéndole que había visto a su esposa e hijos levantarse de sus tumbas en esa mañana gloriosa. Los esposos White lo invitaron a quedar en los Estados Unidos, pero él decidió regresar al lugar de su misión y terminar la tarea asignada.

Ya en Europa muy debilitado por el desgaste acumulado de meses anteriores y especialmente de las últimas semanas del intenso trabajo en el que predicaba varios sermones por día, se descubrió que la mortífera enfermedad había también hundido sus garras en los pulmones del hombre de Dios. Fue obligado a guardar cama pero se iba agravando más y más. La Asociación General dedicó un día especial de ayuno y oración por él. Su fiel amigo, el ptr. J.N. Loughborough fue enviado para ungirle en el nombre del Señor.

Según Juan Vuilleumier, su asistente, las últimas semanas fueron verdaderamente heróicas.

“Ha pedido papel y tinta, y ha procurado escribir. A la noche sólo había escrito algunas líneas.

Pero no quiere renunciar a la lucha. Cada mañana se viste y baja al comedor, con su Biblia alemana bajo el brazo. Deja caer sobre una silla su cuerpo alto y delgado. Pero casi no come nada.

‘Si tan sólo pudiese comer--dice,--creo que podría escribir, pero no pasa.’ Y entonces inclina la frente sobre la mesa y a veces corren lágrimas por sus mejillas ahuecadas”.

Así día tras día se fue debilitando hasta que la mañana del 21 de octubre de 1883 dijo que deseaba descansar ese día. Varios familiares y dirigentes se reunieron en torno a su lecho de dolor. El sol se ponía en el oeste sin nubes, sus rayos áureos llenaban la habitación, mientras que su anciana madre abanicaba quedamente el rostro de su hijo moribundo. Era una escena de solemne quietud. El cielo parecía tan cercano. Al rato, Vuilleumier, que se hallaba al pie del lecho, se quitó los lentes y mirando intensamente el rostro tranquilo, exclamó: ‘¡Pero, si está muerto!’

Y así era. Había fallecido el gran misionero tan apaciblemente que ninguno de los presentes lo había notado.

En pocos, como en J.N. Andrews, quedan tan apropiadamente las palabras: “Seréis misioneros o no seréis nada”

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Conclusión:

Queridos hermanos, ¡Cuántas gracias damos por misioneros como J.N. Andrews y muchos otros que han llevado el mensaje de salvación a todos los rincones del mundo! ¿Amén?

Salvador Marchisio, un ítalo americano fue el primer misionero en venir a México trayendo el mensaje de salvación. Alguien llevó el mensaje a tu familia, pregunta y lo sabrás. Hubo un valiente misionero hombre o mujer que comprometido con la orden de Jesús cumplió con su deber. Hoy, estamos aquí, ocupando estos lugares sagrados, cuando posiblemente de no haber ido ese misionero, ese mediador de la gracia estaríamos sin Dios y sin esperanza perdidos en el mundo. Pero por todos los misioneros, decimos: ¡Alabado sea Dios! ¿Amén?

Ahora Jesús nos dice: “De gracia recibisteis, dad de gracia” (Mat. 10:8). No es el plan de Dios que quedes callado, que solo tu conserves esa felicidad, es necesario compartirla. Hay alguien cerca de ti que necesita de tu auxilio. De tu ayuda, de tu esfuerzo, de tu espíritu misionero.

Hay alguien que espera por ti. Alguien sin esperanza y paz. En tu familia a lo mejor, en tu calle, en tu barrio, en el trabajo, en la escuela o posiblemente aquí mismo, en la casa de Dios. Hoy, no solo debemos dar gracias por la obra misionera y por quienes nos trajeron el mensaje, sino también debemos responder. Debemos ser mediadores de gracia para bien de los demás y para la honra de Dios.

El Señor nos dice: “¿A quién enviaré y quién irá por vosotros?” ¿Responderás tú? Cuántos queremos responder como el profeta Isaías, “Heme aquí, envíame a mi” ¿Veo sus manos?

Queridos hermanos, todavía hay muchos lugares en donde los misioneros están tratando de llegar con el mensaje adventista. Les animo para apoyar las publicaciones adventistas y para que cada uno también tenga la experiencia de ser un misionero hoy para Jesús, ¿Lo desean?

Quiero ver sus manos…

Oremos.

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“El mensaje de los tres ángeles y la predicación adventista” Urias Smith (Ministerio de Publicaciones) Juan José Andrade Un día como hoy, 21 de julio pero de 1844, Samuel Snow, un destacado del movimiento miller-

ita predicó en el gran Tabernáculo de Boston. El texto sobre el cual basó su predicación fue el de “¡Aquí viene el esposo, salid a su encuentro,” (Mat. 25:6). A partir de un artículo que había escrito el 16 de febrero de 1843, empezó a hacer hincapié en el décimo día del séptimo mes judío de Tishrei, el Día de la Expiación judío, como la verdadera fecha de finalización de los 2,300 años proféticos. Más tarde se estableció el día específico como el 22 de octubre 1844, nuestro equivalente del calendario del décimo día del séptimo mes en ese año de acuerdo con el antiguo calendario caraíta judío. ¡Con qué vehemencia y convicción habrá sido esa predicación! ¡Qué sentimientos y emociones le habrán sobrecogido! solo tres meses más y Cristo vendría por su pueblo. Aunque la fecha pasó, la esperanza por el regreso de Cristo ha seguido en el corazón de los hijos de Dios. Aprendimo que no debemos poner fechas, pero también aprendimos a vivir con esta gran esperanza, ¿Está en tu corazón la venida de Jesús?

Introducción:

El mensaje de los tres ángeles ha sido indentificado desde el principio por los Adventistas del Séptimo Día como el contenido de nuestra misión y predicación. Cuando los primeros adventistas se lanzaron a evangelizar al mundo, ya sea a viva voz o por medio de la página impresa, el pasaje de Ap. 14: 6-13 fue central en este propósito evangelizador.

Si bien es cierto que las publicaciones acompañaron la obra de Guillermo Miller, fue en Dorchester, MA el 18 de noviembre de 1848 que Elena G. White recibió una visión en la que Dios le enfatizaba la importancia de publicar permanentemente periódicos, revistas y libros con el menasaje adventista. Después de esa visión, ella le dijo a su esposo: “Tengo un mensaje para ti: Debes imprimir un pequeño periódico y repartirlo entre la gente. Aunque al principio será pequeño, cuando la gente lo lea te enviará recursos para imprimirlo y tendrá éxito desde el principio. Se me ha mostrado que desde este modesto comienzo brotarán raudales de luz que han de circuir el globo” (Notas biográficas, 137).

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Cuerpo:

Esta visión era una clara indicación de Dios del uso de las publicaciones para presentar la verdad presente. La verdad presente era el llamado y la amonestación que contienen el mensaje de los tres ángeles. Temas como la adoración al Creador, el sábado, la ley y el juicio, eran tratados en los primeros números de las publicaciones adventistas.

¿Qué es el mensaje de los tres ángeles? ¿Cuál es su contenido y su relevancia en este tiempo? Veamos un poco de esto.

Texto bíblico de estudio:

El contexto del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 es escatológico; es decir, es una visión de los acontecimientos finales en la historia de este mundo y el desenlace del conflicto cósmico entre el bien y el mal; entre Cristo y Satanás por medio de sus representates.

Por un lado, del lado de Dios, están tres seres ángélicos y el remante fiel. Los tres ángeles mencionados en Ap. 14: 6-9 no son sino 1.- Figura tanto de la intervención y origen divino del mensaje como de la 2.- Participación sin precedentes del remante fiel, la iglesia de Dios de los últimos días (CBA7,p.841).

Por otro lado está el Dragón, la Serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás (Ap. 12:9) y sus tres representantes de maldad “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Ap.16:13).

• Espiritismo • Protestantismo apóstata El mensaje de los tres ángeles aparece justamente como el último mensaje de amonestación a los habitantes de la tierra antes del juicio y desenlace final. Dios le ha confiado a nuestra iglesia, la Iglesia Adventista del Sétpimo Día, este gran privilegio y responsabilidad. Por tal motivo, ¡Cuán atentos y dispuestos a proclamar estos mensajes debemos estar!

1.- El mensaje del primer ángel (Ap. 14:6,7). “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, len-

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gua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Este primer ángel que lleva el “evangelio eterno” para proclamarlo a todos los moradores de la tierra identificado como “otro ángel” realmente es el primero de estos tres con una tarea especial. Se lo identifica como “otro ángel” porque a esta altura ya se han mencionado varios ángeles (Ap.1:1, 20; 5:2; 7:1, etc). Este primer ángel de Apocalipsis 14 representa a los santos de Dios del tiempo del fin ocupados en la tarea de proclamar el evangelio eterno (CBA-7, p. 841). ¿Por qué decimos que representa a los santos de Dios del tiempo del fin? Porque el mensaje de los tres ángeles cronológicamente está ubicado en un momento posterior al ataque del dragón (Satanás) contra la mujer (la iglesia) durante los 1260 años de Apocalipsis 13; es decir, este remanente aparece después de 1798, fecha cuando terminan los 42 meses o 1260 años. En este sentido es posible decir que el mensaje del primer ángel empezó a ser proclamado en los años que precedieron al chasco de 1844. ¿Qué es el “El evangelio eterno”? las buenas nuevas que por muchos años estuvo oculta. La gran verdad que en la época de oscuridad se mantuvo alejada del pueblo. Representa al único evangelio capaz de salvar, es que no hay dos; a saber, que la salvación viene únicamente a través de la fe en la muerte expiatoria de Cristo. Es el mismo evangelio de la gracia que nos recuerda Juan “De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna” (Jn. 3:16). “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

(Hech.4:12). Solo en el nombre de Jesús hay salvación. “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” (Ro. 5:6). Esta verdad y buena nueva de que sólo en Cristo hay salvación, está en el centro de la proclamación de este primer ángel; y el hecho de que Juan lo ve volar por en medio del cielo, significa el alcance y la extensión mundial de su obra.

Un reavivamiento de extensión mundial de esta verdad.

Es importante reafirmar que el centro del mensaje es el evangelio eterno. Ya dijimos que ese evangelio eterno es que la única forma de salvación es a través de los méritos de Cristo y su sacrificio en la cruz del calvario. Ahora, la invitación o llamado de ese primer ángel es: “Temed a Dios y dadle gloria”. Es un llamado a tener una actitud reverente hacia Dios y no de miedo.

Es un llamado a honrarlo, obedecerlo y reconocerlo con gratitud y/o alabanza “porque la hora de su juicio ha llegado”. El Juicio es buenas nuevas porque Cristo todavía está intercediendo en

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nuestro favor en el santuario celestial. Aún queda tiempo para recibir su perdón, su justicia y remisión de pecados. Es la última oportunidad que tiene la raza humana de que sus nombres se inscriban en el libro de la vida y del Cordero. Los adventistas hemos entendido que este juicio investigador empezó en 1844. Un juicio que se lleva a cabo a favor de todos aquellos cuyos nombres están en el libro de la vida del Cordero, empezando con los justos que vivieron en las primeras generaciones y avanzando hasta terminar justo antes de la venida de Cristo con los vivos.

“A medida que los libros de memoria se van abriendo en el Juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos” El Conflicto de los Siglos, 536.

Este primer ángel hace un llamado a “adorar”. La adoración es un elemento clave en el conflicto cósmico porque hace surgir el importante tema del objeto verdadero y correcto para adorar: Dios. En cambio el Dragón y la bestia de Ap. 13 que surge del mar, intentan colocarse en el centro de la existencia humana al convertirse en el foco de la adoración (Apoc. 13:4; 14:9). El remanente fiel se compone de aquellos que han decidido adorar sola y exclusivamente al Creador.

El mandamiento del sábado describe a Dios como digno de adoración porque él es nuestro Creador (Éxo. 20:11) y Redentor (Deut. 5:15); Juan usa parte de su lenguaje a fin de establecer la razón de adorar a Dios.

Carlos Darwin estaba publicando en 1859 su famoso libro pero tan dañino para la humanidad del “Origen de las especies”. = Evolución. Pero en ese mismo tiempo estaba surgiendo una iglesia con el cometido de hacer un llamado a adorar a Dios porque es nuestro Creador y nuestro Redentor.

Es bueno decir que el mensaje de estos tres ángeles no son secuenciales / temporales; sino acumulativos o sumativos.

2.- El mensaje del segundo ángel (Ap. 14:8). “Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”.

El mensaje del segundo ángel cronológicamente es posterior al primero; sin embargo la expresión “le siguió” en su raíz y sentido original (akolouthéo) implica también “acompañar”.

Por lo tanto el primer ángel continúa su ministerio cuando el segundo ángel se une o acompaña

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al primero (CBA-7, p. 842). El mensaje de este segundo ángel es un anuncio de triunfo para el remanente fiel porque proclama el fracaso del plan del dragón y de sus seguidores. Es como si dijera: “!Ya perdió!” “!Ya perdió Babilonia!”. Este anuncio llena de confianza y seguridad a los hijos de Dios. Por mucho tiempo pareció que triunfaba el plan de mentira del enemigo y su poder aplastante sobre el pueblo de Dios, pero ahora se confirma su derrota y fracaso. Babilonia, la ciudad que representa la capital del mal, el asiento de Satanás ha caído. La importancia del nombre de la ciudad y de su caída puede entenderse mejor si se considera su papel histórico que se presenta en la Biblia (Is. 47; Jer. 25; ez. 26). Babilonia ahora en Apocalipsis, es un símbolo de todas las instituciones políticas y religiosas que rechazan la verdad de Dios (Jer. 50) y practican un sistema sincretista de adoración. Es una comunidad infiel y apóstata (Ap. 17:5) que se opone a Dios y lucha en contra de él y de sus seguidores.

Este anuncio de la caída de Babilonia ha encontrado su cumplimiento no solo en la abierta apostacía del sistema religioso contrario al plan de salvación bíblico sino también en el alejamiento de la puereza y sencillez del evangelio por parte del protestantismo. Justamente esa “fornicación” que se le señala simboliza la relación ilícita entre la iglesia y las prácticas mundanas y entre la iglesia y el Estado o poder político. El mensaje de que “ha caído, ha caído Babilonia” fue predicado por primera vez por el movimiento adventista milerita entre junio y agosto de 1844. En ese tiempo se aplicó a las iglesias que rechazaron el mensaje del primer ángel en cuanto al juicio; pero tendrá una creciente aplicación a medida que nos acerquemos al fin y se cumpla plenamente la unión de los diversos grupos religiosos bajo el liderazgo del dragón y las bestias de Apocalipsis 13. Lo vemos reafirmado cuando en el capítulo 18 se prevee una manifestación especial del derramamiento del Espíritu Santo y la tierra será “alumbrada con su gloria” (Ap. 18:1). En ese contexto, se exhorta al pueblo de Dios que todavía está esparcido en esas organizaciones religiosas a salir de ellas. El llamado es: “Salid de ella, pueblo mío…” (Ap. 18:4).

3.- El mensaje del tercer ángel (Ap. 14:9-11). “Y el tercer ángel los siguió diciendo: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el caliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Oí una voz que desde el cielo me decía:

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Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen ”.

El mensaje del tercer ángel es abarcante. La bestia a la que se refiere este ángel es la misma que se describe en Apocalipsis 13: 1-10. Es un mensaje de advertencia para no recibir la marca de la bestia. Esta marca se recibe cuando consciente y voluntariamente, por convicción (en la frente) o por conveniencia (en la mano) una persona se somete a la autoridad de la bestia o de su imagen. Pero este momento no ha llegado aún. Este es el mensaje para este tiempo; estamos justamente en el mensaje del tercer ángel. Es un mensaje que se está predicando ahora para que cuando llegue el momento cada persona tome una decisión inteligente, bíblica y racional.

La aplicación cronológica de esta amonestación inició después de sanarse la “herida de muerte” (después de 1798) y antes de que la marca de la bestia llegue a ser un asunto de obligación universal. Es una advertencia de los peligros que se hallan ante nosotros. Los que reciban la marca de la bestia, sufrirán el castigo divino.

El mensaje de la reforma pro-salud está íntimamente ligado con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está del cuerpo dijo la Mensajera del Señor en 1871. El mensaje de salud que como iglesia hemos recibido y del que hablaremos mañana, tiene en este sentido, una parte fundamental para que el pueblo de Dios y todos aquellos que quieran recibir esta luz, puedan discernir claramente la voluntad de nuestro Salvador y los peligros y engaños del enemigo de nuestra almas.

Además de describir el destino de los que reciban la marca de la bestia, el tercer ángel hace una exhortación al remanente fiel para que resista en medio de tan gran tribulación y presión.

Podemos identificar 4 características de este remante fiel: 1) Tienen paciencia. 2) Se los identifica como santos (lo cual no implica impecabilidad sino pecadores que reconociendo sus faltas acuden a Jesús para que en su sangre sus pecados sean lavados. 3) Guardan los mandamientos de Dios. La Ley de Dios; sus mandamientos serán motivo de controversia final, especialmente el cuarto que refiere al día de reposo, porque este mandamiento involucra la aceptación de Dios como Creador según lo refiere tanto el mandamiento como el mensaje del primer ángel. 4) Un nuevo elemento se añade: Tienen la fe de Jesús. Son leales al mensaje de Jesús y mantienen su fe en Jesús.

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

El mensaje de los tres ángeles fue presentado por las primeras publicaciones adventistas. Urias Smith fue por mucho tiempo el responsable principal de esta Casa Publicadora. Urias Smith nació el 2 de mayo de 1832 - Murió el 6 de marzo de 1903.

Pocos Adventistas del Séptimo Día han conocido sus Biblias mejor que Urías Smith. Fue un hombre tranquilo, reservado, que impresionaba a la gente por su erudición y apariencia. Hombre de semblante noble que a la vez imponía respeto.

En diciembre de 1852, aceptó la luz del mensaje enseñado por los adventistas guardadores del sábado.

El siguiente año el y su hermana Anita Smith se asociaron con los intereses de publicaciones de la “Manada Pequeña” de creyentes en Rochester.

A la edad de 23 años en 1855 fue nombrado redactor. Con pocas interrupciones por cerca de cincuenta años fue el editor o parte del personal editorial de la revista de la iglesia, la Review & Herald, la mayor parte del tiempo como redactor en jefe, pero también se desempeñó como contador, gerente de oficina y corrector de pruebas.

Bajo su liderazgo al frente de la Casa Publicadora, las revistas y periódicos adventistas contribuyeron a animar y renovar a los creyentes y ayudaron a mostrar el cumplimiento de las profecías.

Las publicaciones adventistas en ese tiempo proclamaron la verdad del sábado, abrieron las puertas de muchos corazones; hicieron que llegaran recursos para seguir imprimiendo más revistas y lograron una creciente unidad y sentido de dirección para el grupo de creyentes.

Las revistas y periódicos adventistas empezaron a enviarse a muchas partes del mundo. Así comenzó también en México la obra adventista. En 1896 empezó a publicarse en México el “Amigo de la Verdad”. Tanto en el Centro del país como en el Norte y en el Sur, las publicaciones empezaron a llegar y a sembrar en el corazón de los mexicanos la semilla del evangelio.

Gracias a esos inicios y a la huella que dejó Urias Smith de seguir el consejo de Dios, hoy en más

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de 200 países del mundo circulan las publicaciones adventistas. En el 2005, la Revista Adventista alcanzó el rango de ser la revista cristiana de mayor circulación en el mundo. Se estima que las publicaciones han traído a más personas a la iglesia que cualquier otro método de evangelismo.

Urias Smith tenía una habilidad especial para trabajar con herramientas lo mismo que con la pluma. Por mucho tiempo fue el único grabador responsable para hacer las ilustraciones labradas en madera. Hacía sus propios escritorios de madera, dos de los cuales todavía se conservan.

Uno de ellos se puede ver en la oficina actual de la Review and Herald. Sacó una patente para una pierna artificial de madera que él mismo ideó. Cuando Urías tenía sólo catorce años de edad, una infección contraída por una enfermedad, requirió la amputación de su pierna izquierda por encima de la rodilla.

Pensemos en lo que significaba perder una pierna en esos días. No había cirujanos de vestidura blanca, ni enfermeras para ministrar a los pacientes, ni anestesia misericordiosa, ni cuidado hospitalario competente. Un notable cirujano, cerca de Keene, Dr. Amos Twitchell, le amputó la pierna y la vendó en veinte minutos. Su madre le sostenía las manos. Luego ella y su cariñosa hermana, lo cuidaron.

Esta lesión en sus años jóvenes trajo en su vida futura limitaciones al pastor Smith. No estaba en condiciones de salir y trasladarse como los otros ministros. El sencillamente no podía.

Entonces ¿qué hizo? ¿Dedicarse al desánimo? No. Esa lesión fue una bendición para él, porque desarrolló su genio inventivo. Por un tiempo usó la tosca pierna artificial que le habían provisto, con un pie macizo, pero que no le gustó. Se puso a trabajar e inventó un pie flexible, consiguió patentarlo y con el dinero que recibió de la venta compró su primera casa en Battle Creek. Su lucha valerosa contra el dolor formó su estructura de hierro que lo hicieron el hombre fuerte que fue.

Smith es también conocido por su libro, Las Profecías de Daniel y Apocalipsis que ha tenido una circulación de muchos miles de copias. Fue el primer maestro de Biblia del colegio de Battle Creek.

Los que siguieron a esa primera generación de pioneros recuerdan al Pastor Smith, caminando por las calles de Battle Creek con su bastón, cojeando con su pierna artificial, como resultado de haber sufrido una amputación cuando era aún un adolescente. Su genio inventivo le hizo crear el mismo una pierna artificial, la que usó la mayor parte de su vida. Era versátil e inteligente, como lo fueron la mayoría de los pioneros. Los primeros obreros eran personas de gran capacidad.

Dios escogió lo mejor que pudo encontrar para hacer la obra más importante encomendada a los hombres en estos últimos días.

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Urias Smith fue también el primer secretario de la Asociación General, aceptando este cargo cuando la Asociación General fue organizada en la primavera del año de 1863.

W. A. Spicer nos da sus impresiones de Urías Smith: “Cuando era muchacho siempre pasé por el cuarto editorial del Pastor Smith en la vieja oficina de la Review and Herald, en Battle Creek, con cierta reverencia, porque había este letrero en la puerta, en tinta color púrpura oscuro y con grandes letras:

“Cuarto Editorial. ¿Ocupados? Si, siempre.

Si usted tiene negocios, atiéndalos, Y déjenos atender los nuestros”.

Pioneer Days of the Advent Movement, págs. 245, 246.

Sí, Smith era un hombre que estaba en la marcha. Estaba ocupado con los negocios del Señor y quería que los demás se ocuparan de los suyos, pero era un hombre lleno de gracia y compasivo. Si no lo creen así lean los jóvenes el último capítulo de su libro, Las Profecías de Daniel y Apocalipsis. Les conmoverá. Está tan lleno de añoranzas por la tierra nueva, nuestro eterno hogar.

Conclusión:

En 1901 Elena G. White escribió lo siguiente: “Cuando los miembros de iglesia se den cuenta de la importancia de la circulación de nuestras publicaciones, dedicarán más tiempo a esta obra.

Las revistas, los folletos y los libros serán colocados en los hogares de la gente, para predicar el evangelio en sus diversos aspectos... La iglesia debe prestar atención a la obra del colportaje.

Esta es una de las formas en que debe brillar en el mundo. Entonces será “hermosa como la luna, radiante como el sol, imponente como ejércitos en orden”.—Manuscrito 113, 1901.

Queridos hermanos, ¡Qué bendición tan grande hemos recibido a través de la obra de publicaciones. ¡Que bueno es que apoyemos a los colportores y su esmerada labor! pero también cuán importante es que nosotros mismos podamos comprar nuestros materiales para alimentar a los miembros de nuestra familia así como también invertir en la obra misionera mediante las publicaciones.

Les invito a orar.

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“La educación adventista, ¡Qué maraviloso legado!”

W. W. Prescott (Educación adventista)

Juan José Andrade Un día como hoy, 22 de julio, pero de 1829, nació John Nevins Andrews (1829-1883). Fue el

primer misionero Adventista del Séptimo Día enviado a los países fuera de los Estados Unidos.

Nació en Polonia, Maine, y murió en Basilea, Suiza, a la edad de 54 años. En 1856 se casó con Angeline S. Stevens.; sus hijos fueron Charles (nacido en 1857), Mary (n. 1861), y dos que murieron en la infancia. Pocos detalles están disponibles en su infancia y juventud. A los 13 años “entregó su corazón al Salvador.” Disfrutó del “estudio severo” mucho más que de la actividad física; a tal punto que en los últimos años podía leer la Biblia en siete idiomas diferentes; esto, reivindica la capacidad que se dice de él en el sentido que podía reproducir todo el Nuevo Testamento de memoria. A la edad de 17 años comenzó a observar el sábado. Comenzó su trabajo como ministro a los 21, en 1850, y fue ordenado como ministro en 1853. Durante esos tres años llevó a cabo reuniones de evangelización en 20 localidades diferentes a través de Maine, New Hampshire, Vermont, Nueva York, Ohio, Michigan, y el este de Canadá, y publicó 35 artículos, por un total de alrededor de 170.000 palabras. J.N. Andrews es conocido en los círculos adventistas como símbolo de un hombre que a pesar de muchas adversidades se sobrepuso y por cuenta propia desarrolló una gran capacidad intelectual; es por eso que la universidad más prestigiosa en el mundo adventista lleva su nombre. La Universidad de Andrews ha sido un ejemplo e inspiración para el establecimiento de otras instituciones adventistas. Hoy el sistema educativo adventista opera más de 7,800 Instituciones educativas y atiende a cerca de 2 millones de estudiantes alrededor del mundo con 90,000 profesores.

Introducción:

¡Que oportunidad tan maravillosa para dar gracias a Dios por la educación adventista! ¿No es cierto? Escucharon bien, más de 7,800 instituciones de educación alrededor del mundo.

Kinders, escuelas primarias, secundarias, preparatorias, academias y universidades.

Pero esto más que ser un acierto de la iglesia es la obediencia al plan divino.

El propósito de este mensaje es doble: a) Resaltar el fundamento y los principios divinos que encontramos en la Biblia del plan educativo para nuestros hijos y b) Que renovemos nuestro compromiso de apoyarlo y promoverlo. Sí, porque como dije, el Sistema educativo no es un 19

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programa de la iglesia sino de Dios “en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría” (Col.2:3). La educación cristiana desempeña una parte fundamental en el plan de la salvación, en la preparación para la eternidad y ocupa un lugar central en el Conflicto Cósmico entre el bien y el mal.

Cuerpo:

“Todo verdadero conocimiento y desarrollo tienen su origen en el conocimiento de Dios”.

“A fin de comprender qué abarca la obra de la educación, necesitamos considerar tanto la naturaleza del ser humano como el propósito de Dios al crearlo”. (Ed. 14).

“Hemos de considerar también el cambio que sufrió la humanidad por la introducción del pecado. (Ed. 14).

Texto bíblico de estudio

Al considerar en la Biblia los fundamentos educativos para la humanidad encontramos en el Antiguo Testamento 4 figuras o modelos de escuelas que nos presentan importantes lecciones para atender: 1.- La escuela del Edén.

De acuerdo al relato de Génesis esta escuela estaba en el Edén y tuvo su desempeño desde la creación hasta el momento de la caída. Veamos qué dice Génesis 1:26 – 31 y Génesis 2.

En estos pasajes hay varias cosas que debemos resaltar: En primer lugar a) La escuela era el jardín del Edén lo vemos en Gén.2: 8. b) El Creador era el Maestro que daba las indicaciones directamente al hombre, según lo dice Gén. 1:26, 28-30; 2:16, 17, 19, 24. c) El libro de texto era la naturaleza Gén. 1:29; 2:8,9, 10. d) La primera pareja eran los alumnos Gén. 1:27; 2: 18, 21-23.

Entonces era una escuela de familia en la que Dios era el maestro y sus hijos, la primera pareja, los alumnos. e) La educación estaba combinada con el trabajo útil Gén. 1:28; 2:15, 19, 20.

“El sistema de educación establecido en el Edén tenía por centro a la familia. Adán era hijo de Dios y de su Padre recibieron instrucción los hijos del Altísimo. Su escuela era, en el más exacto sentido de la palabra, una escuela de familia” (Ed. 33).

“Adán y Eva estaban encargados del cuidado del jardín, para que lo guardaran y lo cultivaran.

Aunque poseían en abundancia todo lo que el Dueño del universo les podía proporcionar, no debían estar ociosos. Se les había asignado como bendición una ocupación útil, que había de fortalecer su cuerpo, ampliar su mente y desarrollar su carácter”. (Ed. 20).

“El libro de la naturaleza, al desplegar ante ellos sus lecciones vivas, les proporcionaba una fuen20

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te inagotable de instrucción y deleite. El nombre de Dios estaba escrito en cada hoja del bosque y en cada piedra de las montañas, en toda estrella brillante, en el mar, el cielo y la tierra. Los moradores del Edén trataban con la creación animada e inanimada; con las hojas, las flores y los árboles, con toda criatura viviente, desde el leviatán de las aguas, hasta el átomo en el rayo del sol, y aprendían de ellos los secretos de su vida” (Ed. 20).

La entrada del pecado por insinuación de Satanás trastornó la primera escuela. “No moriréis, -dijo - sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal”. (Ed. 24).

Satanás deseaba hacer creer a la primera pareja que al prohibirles Dios que comieran del fruto del árbol, los privaba de un gran conocimiento superior. Argüía que Dios les había prohibido probarlo a causa de las maravillosas propiedades que tenía para impartir sabiduría, conocimiento y poder. Pero el engaño estaba al acecho y a punto de cumplir su propósito. La primera pareja creyó los engaños de la serpiente y la desgracia se hizo aparecer. ¡Qué cuidadosos debemos ser hoy con los lugares en donde se imparte un conocimiento mezclado de error y verdad! El peligro que corren nuestros hijos al colocarlos en esos centros educativos no es menos grave que el que corrió la primera pareja.

Lecciones: Las lecciones que nos proporciona esta primera escuela son: 1.- Dios es y debe ser nuestro Maestro. 2) La naturaleza es un libro maravilloso de enseñanza de Dios. 3) La educación combinada con el trabajo útil tiene un enorme impacto positivo en la vida de los alumnos y de nuestros hijos en general. 4) Debemos ser muy cuidadosos y no arriesgarnos a colocar a nuestros hijos en centros educativos en los que se mezcla la verdad con el error.

2.- La escuela durante la época de los patriarcas.

La segunda escuela la encontramos en la época de los patriarcas. Según los primeros capítulos de Génesis, la familia humana se constituye ahora en la figura educativa y Cristo como el eslabón de unión entre el cielo y la tierra. Una vez que el pecado entró y la escuela del Edén fue dejada, encontramos a la familia y especialmente a los padres con un papel protagónico en materia educativa. Encontramos a la familia de Noé en Gén. 9:1. La familia de Abram Gén. 12 – 22. La familia de Isaac Gén. 25: 19-26. La familia de Jacob Gén. 29:31-30:24. El proceso y la responsabilidad educativa gira en torno a las familias.

“En el plan divino de la educación, adaptado a la condición del hombre después de la caída, Cristo figura como representante del Padre, como eslabón de unión entre Dios y el hombre; él es el gran Maestro de la humanidad, y dispuso que los hombres y mujeres fuesen representantes 21

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suyos. La familia era la escuela, y los padres eran los maestros.” (Ed. 33).

“La educación que tenía como centro a la familia fue la que prevaleció en los días de los patriarcas”. (Ed. 33). (como ejemplo ver Gén. 27: 1-8). Aunque son evidentes las debilidades de la humanidad caída, los padres, en el entorno de la familia, tenían el alto privilegio de ser los maestros de sus hijos. Estaba en sus manos educarlos para el bien o para el mal.

“Durante este período Dios les proveyó de las condiciones más favorables para el desarrollo del carácter. Los que obedecieron se mantuvieron cerca del campo y en los cerros.

Cultivaban la tierra, cuidaban rebaños y en ese ambiente libre y natural lleno de oportunidades del trabajo útil aprendían sus lecciones educativas. Pero los que rechazaron el consejo divino edificaron ciudades, se asentaron en ellas y poco a poco se fueron ocupando e interesando en el lujo y el vicio, propio de las ciudades como las de ahora (como ejemplo ver Gén. 13:12 - 18).

“En su sabiduría Dios ha decretado que la familia sea el mayor agente educativo. En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera escuela. Allí con sus padres como maestros, debe aprender las lecciones que han de guiarlo a través de la vida: Lecciones de respeto, obediencia, reverencia, dominio propio. Las influencias educativas del hogar son un poder decidido para el bien o para el mal.” (CMPA, 103).

Lecciones: Una de las lecciones fundamentales de la escuela durante este período es: 1.- La gran responsabilidad educativa que tenemos los padres por la educación de nuestros hijos. Es asunto de los dos, padre y madre; la escuela formal es un complemento y ayuda al trabajo que los padres hacen primero y en adelante. 2.- Cristo es el representante del cielo como el Maestro de la humanidad para que de Él consigamos ayuda y consejo. 3.- En todos los casos bíblicos presentados en esta sección el ejemplo de los padres fue fundamental para el futuro de sus hijos.

3.- La escuela durante el período de Israel.

La tercera escuela la encontramos en el período del pueblo de Israel como tal. La época del éxodo y su peregrinar durante desierto así como su establecimiento en Canaán. Durante este período Dios rodeó al hombre de una serie de ayudas didácticas para el cumplimiento de su responsabilidad. Debido a que los israelitas durante su estadía en Egipto fueron severamente dañados en cuanto a su calidad moral, fue necesario que el Señor les enviara ayuda extra porque no estaban preparados para desempeñar adecuadamente su misión. La Escritura dice: “Jehová solo lo guió” (Deut. 32:12), es decir, Él mismo, “Lo rodeó, lo instruyó, lo guardó como a la niña de su ojo” (Deut. 32:10).

Durante este período les dio leyes (Ex. 20, 21-23), la nube y columna de fuego como guías (Ex. 13:17-22), el maná (Ex. 16), la construcción y ministerio del santuario (Ex. 25 - 40), las fiestas 22

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solemnes (Ex.23), instrucciones precisas para la transmisión de educación educativa (Deut. 6). “…cuando los israelitas fueron sacados de Egipto, había pocos entre ellos que estuvieran preparados para ser colaboradores con Dios en la educación de sus hijos. Los padres mismos necesitaban instrucción y disciplina. Puesto que habían sido esclavos durante toda su vida, eran ignorantes, incultos y degradados. Tenían poco conocimiento de Dios y una débil fe en Él. Estaban confundidos por enseñanzas falsas y corrompidos por su largo contacto con el paganismo.” (Ed. 34). Por eso Dios mismo trató de inculcarles conocimiento e instrucción, y por eso los rodeó de toda ayuda en este propósito.

Un ejemplo de esto es lo que encontramos en Deuteronomio cap. 6 y los hebreos conocían como el Shemá. Algo así como un código o compendio de educación. Algunas de las cosas que podemos resaltar de esta porción de las Escrituras es: 1) Primero se le habla a los padres para que ellos sean los primeros en amar a Dios y guardar sus mandamientos (Deut. 6:1-5). 2) Si ellos hacían esto, entonces ahora estaban en condiciones de cumplir con la segunda parte: “..y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Deut. 6: 7-9).

Lecciones: 1.- La familia vuelve a ser parte fundamental de la educación cristiana. 2.- Dios otorgó a los padres toda clase de ayuda didáctica para facilitar el trabajo educativo de los padres: el maná, el santuario, las leyes, las fiestas solemnes y el manual educativo del Shemá. 3.- El mejor método en la trasmisión de educación religiosa es el ejemplo. Por eso le dijo primero a los padres que ellos lo amaran de todo corazón, con toda su alma y con toda su mente, si así lo hacían, los hijos verían en sus padres, sus maestros, la importancia de estos principios. 4.- Otra lección es que después que los padres hicieran suyo este compromiso, cuando primero ellos tuvieran la convicción y la experiencia de hacerlo propio, entonces pasarían a la segunda parte de repetirle a sus hijos estos estatutos, de escribirlos en los postes de la casa y en las puertas. El principio del ejemplo se aplicaba en el maná, en el santuario, en las leyes y en las fiestas solemnes. Algunos olvidamos la primera parte de enseñar por el ejemplo a nuestros hijos y pasamos a la segunda, que parece más fácil de estarles diciendo, pero si la primera no ha sucedido, la segunda puede tener escasos resultados.

4.- La escuela de los profetas.

La cuarta escuela o modelo de escuela es la de los profetas. Lamentablemente en el período del desierto no todos los padres siguieron las indicaciones divinas; algunos fueron indif23

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erentes a su obligación y al consejo de Dios. Aún después cuando se establecieron en Canaán no hicieron lo que el Señor les había dicho y los hijos fueron afectados. “A causa de la infidelidad observada en el hogar, y las influencias idólatras del exterior, muchos jóvenes hebreos recibieron una educación que difería grandemente de la que Dios había ideado para ellos, y siguieron los caminos de los paganos.” (Ed. 43).

Para contrarrestrar este creciente mal, Dios indicó que se establecieran las escuelas de profetas, mismas que fundó Samuel. En 1º de Samuel19: 18-20 encontramos información en torno a estas escuelas. Por ejemplo una de estas sedes era Ramá, el lugar en donde Samuel vivía (1º Sam.7:17) y otra escuela de este tiempo estuvo en Quiriat Jeraím. Después se fundaron otras, como la de Betel, Gilgal y Jericó(2º Reyes 6: 1-7).

“Estas escuelas tenían por objeto servir como barrera contra la corrupción que se propagaba por todas partes, atender el bienestar mental y espiritual de la juventud, y estimular la prosperidad de la nación, proveyéndola de hombres preparados para actuar en el temor de Dios, como directores y consejeros.” (Ed. 44).

“Los alumnos de estas escuelas se sostenía cultivando la tierra o realizando algún otro trabajo manual…aprendían también a leer los escritos hebreos, y se ofrecían a su estudio los pergaminos de las Escrituras del Antiguo Testamento. En esas escuelas, los principales temas de estudio eran la ley de Dios, con las instrucciones dadas a Moisés, la historia y la música sagradas, y la poesía…las grandes verdades presentadas por medio de símbolos en el servicio del santuario, y la fe abarcaba el objeto central de todo el sistema: El Cordero de Dios, que había de quitar el pecado del mundo.” (Ed. 45).

Lecciones: 1.- Debido a los descuidos en el hogar, las escuelas de los profetas vinieron a ser una ayuda poderosa para la jueventud y como consecuencia a los hogares y a la nación entera. Las escuelas en donde hoy se prepara a obreros de Dios son una continuación de estas escuelas de ayer. 2.- Las escuelas de iglesia que hoy existen, se han convertido en verdaderos lugares de refugio para la juventud de nuestra iglesia; pero no solo son un regugio en contra de la terrible corrupción sino el medio de preparación de jóevenes y señoritas para un servicio abnegado a favor del mundo en general. 3.- La educación debe tener una sabia combinación de estudio teórico y trabajo manual; pero siempre debe tener como centro al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y que lo encontramos en el relato de las Sagradas Escrituras.

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

William Warren Prescott nació en el Estado de New England, EUA en 1855. Fue uno de los gigantes de la segunda generación de adventistas que llegaron después de los Bates, White y Andrews. Prescott no solo estuvo involucrado con el programa educativo de la iglesia por años, razón por la que más es recordado, sino que también llegó a ser el primer director del Departamento de Educación de la Conferencia General cuando fue organizado en 1887. Además desempeñó otras funciones importantes. En 1901 fue elegido como el primer vicepresidente de la Conferencia General y fue editor de la Review and Herald desde 1903 hasta 1909. Prescott fue uno de los líderes adventistas más prominentes durante cuatro décadas consecutivas.

En 1885 fue nombrado director del Colegio de Battle Creek, la primera institución oficial de la Iglesia Adventista y permaneció en ese cargo hasta 1894. Durante ese tiempo Prescott realizó grandes reformas educativas que se manifestaron en un desarrollo y avance importante siguiendo los consejos inspirados de Elena G. White para la educación. Estableció orden y una disciplina adecuada que dio prestigio a la Institución. Se esmeró para que el currículum educativo estuviera basado en la centralidad de la Biblia y también que hubiera una combinación adecuada de teoría y trabajo manual. Alumnos y padres se oponían a las reformas de Prescott. Algunos padres pensaban que sus hijos no debían trabajar solo estudiar, por eso pagaban su educación; sin embargo Prescott les hacía ver el valor del trabajo y su fundamento tanto bíblico como de los consejos de Elena G. White.

William Warren Prescott era un hombre preocupado y ocupado en la educación adventista.

Durante su estadía en el Battle Creek Collegge, Prescott envió a estudiar a mestros adventistas a otras universidades a fin de que fueran personas preparadas y pudieran servir mejor a la causa de Dios. En 1890 Prescott organizó el primer Congreso de Maestros Adventistas con una asitencia de 100 delegados. Posterior a su cargo en el Battle Creek, Prescott llegó a ser director

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también del Union Collegge y del Walla Walla Collegge. Ayudó a fundar el Colegio de Avondale en Australia

En 1910 cuando Elena G. White decidió llevar a cabo una nueva edición de El Conflicto de los Siglos, le pidió a varios líderes de la iglesia, capaces de poder examinar el libro para ver si sus verdades enunciadas eran presentadas en una mejor forma . Prescott hizo un gran número de sugerencias, cerca de la mitad de las cuales fueron incorporadas en la nueva edición del Conflicto de 1911 . Está claro que Elena White tenía un gran respeto por él. Prescott era verdaderamente un líder educativo notable, y sus contribuciones , especialmente en esta área , se sintieron en todo el mundo.

Prescott llegó a ser secretario de campo de la Conferencia General desde 1915 hasta su jubilación en 1937. Durante este tiempo también sirvió como director del Colegio Misionero de Oceanía (en 1922), y como jefe del departamento de Biblia en el Colegio Unión (1924-1928).

Pasó el año 1930 visitando las iglesias e instituciones en Europa. A su regreso escribió el libro La espada y la Biblia, y luego se convirtió en jefe del departamento de Biblia del Emmanuel Missionary College, cargo que desempeñó hasta 1934. Diez años después en 1944 fue llamado al descanso, dejando un gran ejemplo de entrega por la obra educativa.

Conclusión:

A lo largo del tiempo Dios ha requerido de hombres comprometidos con la educación cristiana adventista como William Warren Prerscott. Hombres y mujeres de convicción, que no solo anuncien los principios bíblicos de la educación sino que los vivan y proclamen con su ejemplo.

Prescott comprendió que la educación juega un papel importante en el plan de la salvación y en el Conflicto entre el bien y el mal.

La historia de la educación adventista en México tiene también grandes ejemplos dignos de imitar. Desde el norte hasta el Sur y en el Centro. Maestros y Maestras que han inspirado a generaciones al servicio de Dios. Me gustaría mencionar a algunos de ellos pero prefiero que ustedes mismos me ayuden a recordar a algunos nombres que aquí en nuestro entorno cercano podemos identificar…

Ellos hicieron y siguen haciedo su labor, pero necesitan pasar la antorcha a la siguiente generación. ¿Quién ha de continuar con esta loable misión? ¿Quién ha de comprometerse a colaborar para que la educación adventista siga siendo lo que Dios ha querido? = El medio para colocar a 26

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Jesús en el centro del corazón. El lugar para preparar obreros que sirvan a iglesia y a sus semejantes. El baluarte de los soldados de Cristo en esta última etapa de la historia del mundo.

Todos tenemos una parte importante para realizar: Unos enseñando, otros apoyando financieramente, otros orando y otros enviando a nuestros hijos, familiares y amigos para formar parte de este gran plan de Dios. ¡Que Dios bendiga a nuestros colegios y a todo el sistema educativo adventista! Que lo sostenga hasta su pronta venida, ¿Amén?

Oremos…

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““El mensaje de salud y los adventistas del séptimo día de ayer y de hoy” John Harvey Kellogg (Ministerio de salud) Juan José Andrade Un día como hoy, 23 de julio, pero de 1874, Jaime White escribió: “A través de las publica-

ciones de las Señales de los tiempos, queremos construir miles de púlpitos especialmente en el estados de la Costa del Pacífico, por medio de los cuales podamos apelar semanalmente en temas inagotables a todas las personas... para que reciban al querido Salvador en su segunda venida”. Jaime White declaró que “Las Señales de los tiempos es no sólo para exponer las profecías, sino también para integrar una familia, religiosa y periodística en general y que conozca el mensaje de salud.” El precio de suscripción era de $ 2. dlls. por año para los que optaban pagar el precio de suscripción. Esta revista junto con otras que imprimía la iglesia contribuyeron a compartir por todos lados el mensaje adventista en sus diferentes dimensiones y aspectos.

El 10 de diciembre de 1871 Elena G. White había recibido una visión y había indicado que: “La reforma pro-salud está tan íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está con el cuerpo. Los hombres han considerado livianamente la ley de los diez mandamientos, pero el Señor no quiso venir a castigar a los transgresores de dicha ley sin mandarles primero un mensaje de amonestación. El tercer ángel proclama ese mensaje. Si los seres humanos hubieran sido siempre obedientes al Decálogo, y hubieran llevado a cabo en su vida los principios de esos preceptos, la maldición de tanta enfermedad que ahora inunda al mundo no existiría. El (Dios) se propone que el gran tema de la reforma pro-salud sea debatido y que la mente del público se inquiete profundamente para investigar; porque es imposible que los hombres y las mujeres con todos sus hábitos pecaminosos, que destruyen la salud y debilitan el cerebro, disciernan la verdad sagrada a través de la cual han de ser santificados, refinados, elevados y hechos idóneos para la compañía de los ángeles celestiales en el reino de gloria (T3, p. 180, 181).

Introducción:

El mensaje de salud ha estado ligado con la historia de nuestra iglesia desde el principio; y de acuerdo a la visión anterior, formará parte fundamental del remanente hasta el fin del tiempo.

Ayer mencionamos que el mensaje de la reforma pro-salud froma parte del mensaje del tercer 29

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ángel que se nos ha mandado a vivir y a predicar. Si bien es cierto no es el mensaje, es parte de él. Dios quiere que su pueblo sea un pueblo sano, tanto física como mental y espiritualmente.

Quiere que seamos cabeza y no cola en principios de salud. Un pueblo saludable está en mejores condiciones de comprender cabalmente la voluntad de Dios y percibir también los engaños del enemigo que pretenden separarnos del camino de salvación.

Cuerpo:

Creo sinceramente que nos ha faltado hacer una consideración más detenida, madura, interesada y responsable en los asuntos del mensaje de salud. El tema de la salud siempre es complejo; toca fibras sensibles de nuestro ser que pueden incomodarnos. Específicamente el tema de la temperancia es muy agudo. Algunos dicen que es más fácil aceptar doctrina que cambios en el estilo de vida tanto alimenticio como de hábitos de salud. Pero no es mi propósito en esta hora bombardear con pensamientos que provoquen acusación y malestar, sino más bien presentar las virtudes y beneficios en el desarrollo integral de nuestro ser de un estilo de vida saludable.

Hay muchos pasajes de la Biblia que podemos traer a nuestra consideración en los cuales se percibe claramente la voluntad de Dios para nosotros en asuntos de salud y temperancia.

Texto bíblico de estudio: Pero un ejemplo clave, fundamental y al punto es el que encontramos en el primer capítulo del libro de Daniel. Para entender correctamente el tema de la temperancia, debemos considerarlo desde un punto de vista bíblico; y en ninguna parte podemos encontrar una ilustración más abarcante y llena de fuerza de la verdadera temperancia y de las bendiciones que la acompañan, que la que nos presenta la historia del profeta Daniel y sus asociados hebreos en la corte de Babilonia Les invito a abrir sus Biblias ahí (Leer todo el capítulo). Este relato de Daniel y sus compañeros en la corte real de Babilonia representa uno de los ejemplos más admirados de lealtal y firmeza a los principios divinos. Este ejemplo ha rebazado la barrera del tiempo y a lo largo de todas las edades siempre que se lo considera renueva en cada uno la determinación de lealtad y fidelidad a nuestro Dios y sus indicaciones.

Quisiera que consideremos las siguientes reflexiones y lecciones de este pasaje: 1.- Dios aprovecha las circusntancias adversas para crear oportunidades de testificación

(Dan. 1:1-6). Podríamos pensar que Nabucodonosor conquistó Jerusalén por su habilidad políti30

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ca y militar, pero no. Dios fue quien lo permitió “Y el Señor entregó en sus manos…” (Dan.1:2).

En primer lugar a lo largo del tiempo Dios había advertido a Judá por medio del profeta Jeremías y otros que serían llevados cautivos si no eran fieles y cambiaban si mal proceder (Jer.6, 7, 13:1527; 16; 22:25; Dan. 1:2), el pueblo desobedeció y esto sucedió. Dios buscaba oportunidades de reflexión y cambio en el pueblo escogido. En segundo lugar, en relación con los que fueron llevados cautivos, Dios tornó ese mal en una oportunidad de testificación (Dan.1:9; Ro.8:28).

Así pasó a lo largo de la historia bíblica: José fue vendido y llevado a Egipto como un esclavo.

Estuvo en la cárcel y llegó a formar parte de la corte real para que en esos lugares fuera una luz en medio de las tinieblas. Lo mismo sucedió con la criadita de Naamán, la reina Esther, Daniel y sus amigos, los discípulos de Jesús, el apóstol Pablo y muchos más que fueron colocados en situaciones adversas para testificar del poderoso nombre de Dios porque alguien lo necesitaba.

Salvador Marchisio, el primer misionero que vino a México. Lo hizo después de haber caído en cama por una fuerte enfermedad. Fue atendido en el Santorio Adventista de Santa Elena, CA y en esa condición adversa fue en donde conoció el mensaje adventista de salud. Agradecido por su recuperación, decidió ir a un lugar en donde no conocieran esta preciosa verdad. Para su sorpresa, ese lugar estaba cruzando la frontera Sur de los Estados Unidos y fue así que trajo a nuestro país la semilla del evangelio, porque muchos lo necesitábamos.

Muchos cristianos pasan por pruebas similares para convertirse en bendición para otros que si no fuera de esa manera posiblemente aquellos no serían alcanzados. Accidentes, enfermedades, etc. No los envía Dios, sino que aprovecha esas circunstancias adversas que el enemigo nos manda para crear oportunidades de testificación que verdaderamente impacte a otros. ¿Te ha tocado ser puesto en una situación de aparente adversidad? Mira a tu alrededor, posiblemente Dios te esté permitiendo una oportunidad especial de testificación. ¿Estás pasando por una enfermedad? ¿Qué tal si miramos eso como una oportunidad para incorporar nuevos hábitos y un estilo de vida más saludable que pueda a la postre ayudarte a testificar con poder? Nada sucede por casualidad. Daniel y sus compañeros enfrentaron con determinación la adversidad de la esclavitud y lo canalizaron en oportunidad para testificar.

2.- Todos, aún los prospectos más prometedores en la cuasa de Dios son el objetivo del ataque de Satanás (Dan. 1:1-6). Normalmente pensamos que los más propensos a ser tomados

por el enemigo son los débiles y enfermos. Lo aprendemos de la ley de la supervivencia del más fuerte entre los animales de la naturaleza. Y aunque es verdad en parte, también sabemos que Satanás tiene en la mira a todos (1ª Pe. 5:8), incluyendo a los que parece que nada les sucederá, aún los más fuertes, los más aptos, los que tienen más virtudes, los que parecen más santos, los 31

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que tienen muchas cualidades, los que tienen más años, los que tienen más altas responsabilidades, etc. Todos, absolutamente todos estamos en su mira. Porque sabe que su puede hacer caer a uno de estos más grandes, el impacto negativo en la vida de los demás será más poderoso.

Por eso como dice la Escritura: “El que piensa estar firme, mire que no caiga” (1ª. Co.10:12).

El verso 4 dice que el rey Nabucodonosor pidió “muchachos en quien no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos” (Dan.1:4). Si Satanás puede aún llevar cautivos a los mejores, ¿Cuánto más a los débiles y enfermos? El hecho de que Satanás busca lo mejor no significa que pasa por alto a los débiles, a los de sin fuerza, a los que forman parte del montón, no. Sin embargo, así como sucede con el enemigo, sucede también con nuestro mejor amigo, Cristo Jesús y nuestro Padre Amante y Poderoso quien busca y ayuda a todos sin distinción, ¿Amén?

El hecho de que estaban bien preparados contribuyó significativamente en su éxito y prosperidad. De no haber tenido la preparación que tenían, de no haber sido esa clase de personas, habrían sido presa fácil de Satanás. Las convicciones, la firmeza y la preparación que se describe en este versículo dieron su fruto para nuestro ejemplo y para honra y gloria de Dios. Valió la pena su preparación. El esfuerzo, la preparación, la dedicación, la convicción y firmeza a los principios será de gran ayuda en los momentos de prueba.

3.- La responsabilidad de fomentar y formar una generación adventista saludable tanto física como moral y espiritualmente recae en primer lugar en los padres (Dan. 1:4-8). Los

nombres de estos jóvenes eran un testimonio del Único y Verdadero Dios. Daniel: “Dios es mi Juez”; Ananías “Jehová es misericordioso”; Misael “¿Quién pertenece a Dios?”; Azarías “Jehová ayuda”. Aunque fueron muchos los padres judíos que fracasaron al caer en la apostasía, sin duda los padres de estos jóvenes eran judíos piadosos, temerosos de DIOS, que criaron a sus hijos bien fundamentados en sus convicciones y responsabilidades porque sus nombres así lo demuestran. Además, de acuerdo al verso 4 dice que estos jóvenes eran sin tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento. Esto quiere decir que no solo eran jóvenes inteligentes y capaces desde el punto de la cultura general sino que eran “sabios”, prudentes y capaces de tomar decisiones correctas. Esto, no fue producto de la casualidad, sino del trabajo de los padres sobre ellos.

La negativa de Daniel y sus amigos a comer la ración de la comida del rey y el vino que él bebía no era un capricho juvenil o una actitud fanática. Tampoco vino por casualidad. Esta prueba chocaba fuertemente en contra de sus convicciones y principios aprendidos.

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Había varias razones por las cuales un judío piadoso evitaría comer de la comida real: 1) Los babilonios como otras naciones paganas comían carnes inmundas. “Entre las viandas que se colocaban ante el rey había carne de cerdo y otras carnes declaradas inmundas por la ley de Moisés. Se había prohibido expresamente que los hebreos las comieran. Aquí Daniel fue puesto en una prueba severa. ¿Debía adherirse a las enseñanzas de sus padres sobre alimentos y bebidas, y ofender al rey, probablemente perdiendo no sólo su posición sino también su vida, o debía desobedecer el mandato del Señor y retener el favor real, obteniendo de esta suerte grandes ventajas intelectuales y las más halagüeñas perspectivas mundanas? (CRA, 33). 2) Los animales no habían sido muertos de acuerdo a la ley levítica (Lev.17:14-15). 3) Una porción de los animales destinados como alimento era ofrecida primeramente como sacrificio a los dioses paganos (Hech.15:29). 4) El consumo de comidas y bebidas malsanas estaba en contra de los principios de la estricta temperancia (Levítico).

Los padres de Daniel y sus compañeros habían sembrado en ellos principios y convicciones que estaban firmemente arraigados en su ser. Por eso la Biblia dice que “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía…” (Dan. 1:8).

“Hay muchos, entre los profesos cristianos modernos, que podrían concluir que Daniel fue demasiado escrupuloso, y que podrían considerarlo estrecho y fanático. Creen que el asunto de comer y beber tiene demasiado poca consecuencia para exigir una posición tan decidida: una posición que comporta el probable sacrificio de toda ventaja terrena. Pero los que razonan de esta suerte hallarán, en el día del juicio, que ellos se han desviado de los expresos requerimientos de Dios, y han establecido su propia opinión como norma de lo que es correcto o incorrecto. Encontrarán que lo que les parecía sin importancia no es considerado así por Dios.

Sus requerimientos deben ser obedecidos en forma inflexible. Los que aceptan y obedecen uno de sus preceptos porque resulta conveniente hacerlo, en tanto que rechazan otro porque su observancia requeriría un sacrificio, rebajan la norma de la justicia, y por su ejemplo inducen a otros a considerar livianamente la santa ley de Dios. “Así dice el Señor” ha de ser nuestra regla en todas las cosas...”(CRA 34).

Sin duda tenemos una gran responsabilidad en la trasmisión de los principios de salud con nuestros hijos. La salud es integral, abarca todo el ser. Salud física, mental y espiritual. Tenemos la responsabilidad de formar una generación de adventistas saludables que estén en condiciones óptimas para los eventos finales de la historia de este mundo.

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El mensaje de la reforma pro-salud es más que comer o no comer carne. Es más que el vegetarianismo, incluye la observancia de principios que contribuyen a un estilo de vida saludable. Por poner solo un ejemplo mencionemos aunque sea de paso los ocho remedios naturales que Dios reveló a su sierva el 6 de junio de 1863 en Otsego, MI: 1.- El consumo adecuado del agua tanto por dentro como por fuera. Tomar suficiente agua pura al día (8 vasos diarios) ¡Que cambios y beneficios inmediatos trae al organismo! La limpieza del cuerpo por fuera y dentro a través del agua.

2.- La respiración del aire puro no contaminado. ¡Que bendición son las actividades al aire libre! para llenar los pulmones de oxígeno y que la calidad de la sangre sea mejor.

3.- El contacto con la luz del sol. No las de las horas en que está quemante ni los rayos abrazadores del medio día sino las primeras horas hasta las 10 de la mañana.

4.- La observancia de la temperancia. La temperancia que es el consumo moderado de lo que es bueno y la abstención total de lo que es perjudicial para nuestro organismo. En este sentido de qué es bueno y qué es malo podemos encontrar en el libro de Levíticos.

5.- Ejercicio. El ejercicio adecuado contribuye significativamente con el bienestar del organismo en general.

6.- Descanso suficiente. No solo los niños necesitan de 8 horas de sueño diario sino también los adultos lo necesitamos.

7.- Nutrición adecuada. Una alimentación vegetariana, libre del consumo de carnes, siempre será mejor para el organismo.

8.- Confianza en Dios. Todo lo anterior debe ir acompañado de la seguridad de la bendición de Dios. Esto no significa que los que sigan estos principios no enfermarán. Pero seguramente serán más saludables y tendrán la paz de hacer la voluntad de Dios.

Que Dios nos ayude en este propósito en la formación de la nueva generación.

4.- El mensaje adventista de salud requiere de nosotros valor y obediencia (Dan. 1:9-20).

Daniel y sus compañeros fueron en verdad valientes y obedientes. Valientes para negarse a una orden real, valientes para rechazar la oferta del mundo, valientes para soportar la posibilidad de ser considerados como ridículos y extraños. Valientes para poner en riesgo sus propias vidas.

Valientes para ir en contra de la corriente y obedientes para incorporar en sus vidas las indicaciones divinas. Obedientes para actuar como siempre a pesar de no estar frente a sus padres.

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Obedientes en la soledad lo mismo que en la sociedad. No estaban preocupados si los demás lo hacían o no; sino que estaban ocupados en ser ellos fieles a la voluntad de Dios. “Daniel podría haber encontrado una excusa plausible para apartarse de sus hábitos estrictamente temperantes; pero la aprobación de Dios era más cara para él que el favor del más poderoso potentado terrenal: más cara aún que la vida misma” (CRA,34). Rechazar la orden del rey era una muerte segura. Pero Daniel tenía un rey infinitamente mayor no solo en los cielos sino a su lado.

Valor y obediencia son características de los hijos de Dios de todos los tiempos. El hecho de que no tenía libertad podía haber sido argumentado por él para ceder a la presión. Pero él sabía que: “El cumplimiento estricto de los requerimientos de Dios es benéfico para la salud del cuerpo y de la mente. A fin de alcanzar la más alta norma de conquistas morales e intelectuales, es necesario buscar sabiduría y fuerza de Dios, y observar una estricta temperancia en todos los hábitos de la vida”. Como sucedió con Daniel y sus amigos, debemos recordar que “obedecer es mejor que los sacrificios” (1º Sa.15:22).

“En la experiencia de Daniel y sus compañeros tenemos un ejemplo del triunfo de los principios sobre la tentación de complacer el apetito. Esa experiencia nos muestra que por medio de los principios religiosos los jóvenes pueden triunfar sobre la concupiscencia de la carne y mantenerse leales a los requerimientos de Dios aunque les cueste un gran sacrificio”.(CRA 36).

Las primeras lecciones que debemos enseñar a nuestros hijos son las lecciones de obediencia, respeto, reverencia y dominio propio (Ed.).

5.- La promesa de la bendición de Dios se cumple tanto en la salud física como en la espiritual (Dan. 1:9-20). El Señor consideró con aprobación la firmeza y la abnegación de estos jóvenes

hebreos y su bendición los acompañó. La Biblia dice que “puso Dios a Daniel en gracia…” (v.9).

También dice que “a estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (1:17). Y también que “En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino” (1:20).

Daniel y sus compañeros gozaron de una mejor salud con la dieta que Dios había indicado. Diez veces mejor que los demás. No es casualidad que el pueblo adventista que observa los principios inspirados viva más que el resto de la población. Además, no solo es el hecho de vivir más sino que son más saludables. Estudios han demostrado que una dieta como la que ha sido 35

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indicada por Dios contribuye a una vida mejor.

Sin embargo, obedecemos aún a pesar de saber que podemos enfermar. Obedecemos a Dios aún a pesar de saber que estamos en un mundo caído y de maldad. Obedecemos a pesar de morir por causa de las enfermedades, porque sabemos que “un enemigo hizo esto”. Sin embargo y a pesar de enfermarnos y morir sabemos que la promesa de Dios es real y se cumple. Como sucedió con los jóvenes hebreos sucede hoy con sus hijos. Puede ser que debido a la situación del mundo en el que estamos enfermemos físicamente y muramos, pero viviremos transformados por la eternidad.

La promesa de Dios es que nos dará mentes claras para discernir su voluntad y para reconocer el peligro y la mentira de los tiempos finales.

“Necesitáis mentes claras y enérgicas para apreciar el carácter excelso de la verdad, para valorar la expiación y estimar debidamente las cosas eternas. Si seguís una conducta equivocada y erróneos hábitos de comer, y por ello debilitáis las facultades intelectuales, no estimáis la salvación y la vida eterna como para que os inspiren a conformar vuestras vidas con la de Cristo; ni haréis los esfuerzos fervorosos y abnegados para conformaros con la voluntad de Dios que su Palabra requiere, y que necesitáis para que os den la idoneidad moral que merecerá el toque final de la inmortalidad”—(Joyas de los Testimonios 1:196).

Los adventistas del séptimo día consideramos que el mensaje de salud que tenemos es de origen divino. Tiene su fundamento en la Biblia; en el plan original de Dios para sus hijos registrado en el libro de Génesis. Creemos que este mensaje se nos fue dado con propósitos prácticos, no es asunto de teoría sino que para ser incorporado en nuestras vidas. Creemos que es amplio, es más que el vegetarianismo. Creemos que es universal; es decir, todas las personas en todas partes del mundo bajo la dirección de Dios pueden experimentar sus bendiciones. También creemos que es de utilidad evangelística, porque muchas personas han llegado al conocimiento del Salvador a través de alguno de los programas de salud de la iglesia.

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

La vida del Dr. John Harvey Kellogg tiene dos etapas. La primera, muy buena; de la que queremos extraer esta historia. La segunda, muy mala; de la que también hay lecciones para nosotros hoy. Mientras redacto este tema, me pregunto si la vida del Dr. Kellogg puede considerarse dentro de “estos fueron los valientes”. Me he respondido a mi mismo diciendo que se aprende de todo, de lo bueno y de lo malo. John Harvey Kellogg fue un destacado pionero adventista en sus primeros años. Quizá sea el adventista del séptimo día más conocido de su época. Fue un pionero de la reforma de salud en los Estados Unidos. Desde muy pequeño mostró grandes aptitudes como investigador, intectual y una persona de energía inagotable.

Los esposos White lo llevaron a su casa y lo ayudaron en su preparación. Animado por Jaime White en 1873 se inscribió en el Colegio Médico del Hopsital de Bellevue, en Nueva York. Poco después de completar un curso médico de dos años fue nombrado director del Instituto Occidental de la Reforma Pro-salud en Battle Creek sustituyendo al recien nombrado Dr. Horacio Lay. Kellogg llegó a ser un cirujano destacado e inventor de instrumentos quirúrjicos. Pionero de fisioterapia y nutrución, siendo el desayuno a base de hojuelas de maíz, El Corns Flaques de Kellogg, el invento que lo inmortalizó. Pero Kellogg fue mucho más que la marca de un cereal, fue un médico notable, un orador público, líder religioso, dietista y educador.

Al asumir la dirección del Instituto de la Reforma Pro-salud, lo primero que hizo fue cambiar el nombre de Sanatorio a Sanitario, aunque nos parezca raro, esto lo hizo para hacer énfasis en la limpieza y sanidad. Kellogg normalmente vestía de blanco, decía que era el color en la ropa que mejor contribuía a la salud.

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Era un hombre controversial, la gente o lo quería y acudían en masa a ser sus discípulos, o les disgustaba grandemente su forma de ser. Fue muy influyente, y sus pensamientos afectaron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Reformó los hábitos de salud y alimenticios de los Estados Unidos y más allá de sus fronteras.

Al principio del Dr. Kellogg dirigió el sanatorio de acuerdo a la luz recibida por la hna. White en asuntos de salud. Él mismo reconocía la inspiración de Dios en la Mensajera del Señor. Siempre decía lo impresionado que se sentía por la profundidad de los escritos de la Sra. White en asuntos de salud. El sanatorio adventista empezó a ser una luz brillante no solo para la salud física de las personas sino también para encontrar el camino de salvación.

Las visiones que recibió Elena G. White llegaron en un momento muy oportuno. la población en general en varias partes de los Estados Unidos y en otros lugares estaba sufriendo los efectos de las enfermedades epidémicas. Mucha gente estaba muriendo; la mediciana estaba en pañales.

Los tratamientos administrados por los facultativos en su mayoría eran absurdos y en muchos de los casos hacían más mal que bien. Unido a todo esto, la intemperancia hacía que la resitencia del organismo fuera menos apta para soportar la enfermedad.

Fue en esas circunstancias que Dios le dio instrucciones precisas a su Mensajera. El Dr. Kellogg fundamentó sus investigaciones en muchos de los consejos que la sra. White había dado comprobando que eran indicaciones sólidas y de gran valor. Así el Sanatorio cobró relevancia por la salud integral en sus pacientes. Para 1885, el sanatorio llegó a ser la institución de salud más importante de su clase a nivel mundial. Personas de otros países y de muchas partes del mundo venían al sanatorio. Grandes personalidades como Rockefeller, Henry Ford, Tomás Alva Edison, Todd Faireston, Joseph Cannon, Alfred Du pont y J.C. Penney se atendieron allí.

Quisiera quedarme aquí; con este buen recuerdo del Dr.Kellogg pero hubo un problema que no podemos soslayar: Su personalidad. El Dr. Kellogg fue víctima de las debilidades de su personalidad. La fama que alcanzó llegó a estar en pugna con el cumplimiento de la misión. El hombre dócil y atento a los consejos de Dios que fue al principio, se transformó en un hombre egoísta y confiado en sus conocimientos, experiencia y éxito. Dejó el consejo de Dios y quiso hacer su voluntad. La relación del Dr. Kellogg con hombres importantes para este mundo pero con ideas y creencias raras terminaron por afectarlo profundamente. Finalmente terminó fuera de la iglesia con un enredo terrible en su cabeza de enseñanzas filosóficas contrarias a la Palabra de Dios.

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Conclusión:

Queridos hermanos, Dios nos otorgó este enorme privilegio, el mensaje de salud por varios motivos: 1) Para que vivamos más. 2) Para que esos años que vivamos puedan ser los más saludables posibles. 3) Para que podamos servile mejor a él y a nuestros semejantes. 4) Para que podamos testificar en forma real ante el mundo que el pueblo de Dios es saludable y feliz. 5) Para poder tener una percepción más aguda de la verdad y 6) Para estar en condiciones más optimas de resistir mejor la tentación. ¡Que bueno que hoy podamos tomar decisiones firmes de incorporar estos principios de salud en nuestra vida! Yo quiero renovar mi determinación de hacerlo, para agrado de Dios, para bien de mi vida y para bien de los que me rodean, ¿Y tú? ¿Lo quieres hacer también?

Te invito a colocarte de pie y orar.

Oración

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“El don de profecía en la iglesia adventista”

Elena G. White (La importancia de atender al mensaje de Dios)

Juan José Andrade Un día como hoy, 24 de julio, pero de 1915, Elena G. de White

(1827-1915) fue llevada al lado de su esposo en el cementerio de Oak Hill en Battle Creek, Míchigan. Después de varios días de su fallecimiento (16 de julio) en el estado de California y de varios servicios fúnebres en diferentes lugares, este día fue llevada al panteón de Battle Creek. En la prensa pública en varias partes de los Estados Unidos, se le dio un espacio considerable y atención favorable a su muerte, en muchos casos, incluyendo una revisión de su vida y obra y la gran influencia de su ministerio.

Su ministerio profético incluyó entre muchos temas, la salud, la educación, profecía, nutrición, etc. también la virtud de comunicar mensajes personales como lo hicieron profetas en el pasado (Natán).

Por ejemplo, el 13 de diciembre de 1892 Elena G. White se entrevistó con el Sr. Faulkhead en Melbourne, Australia. ¿Quién era el Sr. Faulkhead? y ¿Qué pasó en esa entrevista? El Sr. Faulkhead era el administrador financiero de la Echo Publishing Company con sede en Warburton a unos 77 kilómetros de Melbourne, Australia. La Echo Publishing Company era la Casa Publicadora de la Iglesia en Australia en ese tiempo. El Sr. Faulkhead era un hombre de nogicios, alto, perspicaz, apto y enérgico, afable y liberal en su disposición, pero orgulloso. Cuando se hizo adventista, retuvo su membresía en varias organizaciones secretas y sin que los hermanos lo supieran siguió en relación con ellas. Cuando algunos años más tarde contó su experiencia dijo que había estado estrechamente vinculado con la Logia Masónica y que había desempeñado cargos importantes. Cuando la familia Faaulkhead aceptó el mensaje adventista, la Sra. Faulkhead era maestra del sistema escolar público y él, un hombre de negocios. La iglesia, reconociendo la capacidad del Sr. Faulkhead, lo contrató como tesorero de la Casa Publicadora. Al principio desempeñó su cargo con notable capacidad y disposición de servicio, pero a medida que trascurría el tiempo y se absorvía más y más de manera secreta en las logias masónicas su interés en la obra de Dios comenzó a disminuir.

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Esa era la situación cuando la hna. White llegó a Australia un año antes, en diciembre de 1891. En ese entonces cuando se le revelaron estos asuntos, escribió unos días después al respecto un documento de aproximadamente unas cincuenta páginas en donde relataba esta situación y otros asuntos relacionados a otros obreros de la Casa Publicadora. Ella intentó enviar por correo estas cartas pero se le indicó que no lo hiciera; al respecto nos dice lo siguiente: “Cuando cerré la comunicación lista para despacharla, me pareció que una voz me habló diciendo: No todavía, no todavía; ellos no recibirán tu testimonio” (Carta 39 de 1893). Ella no dijo nada por casi 12 meses pero mantuvo un profundo interés por el bienestar espirirtual del hno.

Faulkhead.

A comienzos de diciembre de 1892 el hno. Stockton, uno de los primeros adventistas de Australia estaba hablando con el Sr. Faulkhead y debido a que recién se había enterado, le preguntó que qué haría si la hna. White tuviera un testimonio para él con respecto a su situación. Audazmente el Sr. Faulkhead respondió que tendría que ser muy impactante; realmente deseaba salir de esto, pero no hallaba cómo ni sabía qué hacer. Ninguno de los dos sabía que un año antes todo esto le había sido ya revelado a ella.

El 10 de diciembre de 1892, tres días antes del 13 de diciembre, el Sr. Faulkhead tuvo un sueño en el que el Señor le indició que su caso le había sido revelado a Elena G. White y que tenía un mensaje para él. El 13 de diciembre Elena G. White asistió a la clausurá del primer curso de la Escuela Bíblica Australasiana en Melbourne. El Sr. Faulkhead buscó a la hna. White y le preguntó si tenía un mensaje para él. Ella respondió que tenía una gran preocupación por su situación pero que buscaría un futuro próximo en el que también estuviera su esposa para darle el mensaje de Dios. A esto, el Sr. Faulkhead dijo ¿Por qué no me da el mensaje ahora mismo? Entonces la Hna. White fue al estante y sacó de ahí un documento de aproxiamdamente cincuenta páginas (el que había escrito casi un año atrás) en donde estaba lo que Dios le había revelado acerca de él. Le contó que quiso habérselo enviado en aquel tiempo pero que fue impedida por el Señor hasta ese momento. Fue en esta entrevista en la que sin darse cuenta la hna. White hizo una señal que a decir del hno. Faulkhead solo la conocían los masones de alto nivel. Cuando la hna. White le indicó que no sabía de qué señal hablaba y cuando el quedó convencido que realmente había sido providencial se quebrantó y confesó su mal apartándose definitivamente de ese camino de maldad.

Introducción: A veces los profetas recibieron cierta información que tenía que ver con algún asunto secreto de alguna persona en particular como fue el caso de el Natán, el profeta, que recibió información 42

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del pecado secreto del rey David (2ª Sam.12). Otras ocasiones tenía que ver con una profecía hacia el futuro relacionada con el pueblo de Dios debido a su desobediencia en el pasado.

Como quiera que fuera, ¡Qué bueno es nuestro Dios! ¿No? que es capaz de hacer algo muy particular por alguno de nosotros, como el caso de David, cuando ofuscados por nuestro pecado y manteniéndolo en oculto no nos deja avanzar en la vida espiritual. Dios sabe que necesitamos ser tocados para reconocer nuestras faltas; sabe que lo necesitamos y es capaz de enviar a un profeta para hablar a nuestro corazón.

En esta dirección, me gustaría preguntar, ¿Qué sería si Dios tiene un mensaje para mí o para tí en particular en este día? ¿Cuál sería nuestra actitud? ¿Lo aceptaríamos o lo rechazaríamos?

Aunque puede resultar penoso, ¡que bendición que pudiéramos ver nuestro pecado y apartarnos para poder tener el privilegio un día de ser ciudadanos del reino de los cielos! ¿No les parece?

Cuerpo:

El registro bíblico tiene varios ejemplos de esta intervensión de Dios por medio de sus profetas; a veces éstos fueron escuchados pero la mayoría de las veces fueron ignorados y rechazado el consejo de Dios.

Texto bíblico de estudio:

En esta ocasión vamos a considerar un pasaje que tiene varias lecciones para nosotros.

Quiera Dios que mientras las analizamos, cada uno de nosotros podamos, como la misma Escritura dice: “Traer al corazón sabiduría”. El pasaje de estudio es 2ª Reyes 6:24 al 7:20. Este pasaje nos ubica en el sitio que los sirios bajo el liderazgo del rey Ben-anad hicieron sobre el pueblo de Israel.

Comparto las siguientes lecciones: 1.- Dios siempre hace llamados y advierte antes de que una desgracia venga sobre nosotros. Debe quedar claro que No es Dios quien envía el mal sobre la humanidad. No es Él. De

Él solo viene lo bueno, porque “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sobra de variación” (Stg.1:17). Nuestro adversario, el diablo, es el que envía toda clase de mal y sufrimiento sobre nosotros. Cuando Dios permite que algo suceda, hará todo cuánto nosotros le permitamos, para tornarlo en un bien para nuestra vida.

En el caso que nos ocupa, el sitio del ejército de Siria no vino nada más porque sí, Dios 43

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ya les había advertido varias veces para que esto no sucediera. Evidentemente hay un tiempo considerable de varios años entre el verso 23 del capítulo 6 y el verso 24. Porque el verso 23 termina diciendo que a causa del trato tan generoso que recibieron los sirios nunca más vinieron bandas armadas de Siria en contra de Israel. Este razonamiento de un lapso de tiempo entre el verso 23 y el 24 viene del hecho que si dice el verso 23 que “ Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel”, ¿Cómo se entendería que a partir del verso 24 se nos presenta otra realidad, es decir, un nuevo sitio? Es muy probable que después de un tiempo las cosas se volvieron a complicar terminando en una nueva incursión de Siria con Israel.

La división natural del capítulo habría sido mejor justo al terminar el verso 23, y a partir del verso 24 debería haber comenzado un nuevo capítulo, el capítulo 7, y el verso 24 debería haber sido el verso 1. Recordemos que la división de capítulos y versículos de la Biblia no aparece en los textos originales. Éstos fueron agregados en fecha reciente. Por ejemplo: La división de capítulos fue hecha por el Arzobispo Inglés Stephen Langton en el año 1200 d.C. y la división en versículos apareció por primera vez en la Biblia de Bombers en 1547 d.C. Dios había advertido por medio de Moisés que si se apartaban de Él serían víctima de circunstancias tan amargas que los padres comerían la carne de sus propios hijos (Lev. 26:29). Esta profecía se cumplió otra vez cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén (Lam. 4.10). A lo largo del tiempo Dios envía a sus mensajeros para advertir a su pueblo o a una persona en particular. Pero si nos apartamos de sus caminos nos exponemos a riesgos innecesarios y demasiado costosos.

Aquí también ya había advertido por medio del profeta Eliseo (2ª Rey. 6:12), pero su mensaje fue rechazado. Esto se sobre entiende cuando vemos que en el verso 21 el rey de Israel pregunta al profeta si debe matar a los sirios y el profeta le dice que no; que al contrario los trate con bondad. Aunque es cierto que el verso 23 dice que el rey lo hizo; es probable que después las cosas cambiaron otra vez y la relación de Israel con los sirios también cambió. Los mensajes que Dios envía por medio de sus mensajeros siempre serán para nuestro bien. Todo lo que Dios ha visto que es necesario que lo sepamos lo ha dado a conocer por medio de sus profetas “Porque no hará nada Jehové el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).

2.- Los mandatos de Dios cuando no se obedecen, por lo general se vuelven en contra de nosotros. Los mandatos de Dios se deben cumplir, no cuestionar. Se deben obedecer porque

cuando no se obedecen nos exponemos a que se vuelvan en contra de nosotros. Por ejemplo: El quinto mandamiento dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alargen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éx. 20:12). Si no cumplimos ese mandamiento, puede ser que se vuelva en contra nuestra; es decir que cosechemos lo mismo que sembramos. Eso sucedió 44

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justamente con Israel. Por medio de sus profetas Dios les había prometido prosperidad, salud y bendiciones de nuevas tierras y conquistas a gran dimensión, pero si se olvidaban de él y se apartaban de sus caminos, entonces en lugar de ser conquistadores serían conquistados y en lugar de crecer y agrandar su tierras serían reducidos a esclavos. Ahora estaban sitiados por el rey Ben-adad de Siria. Estaban en una situación verdaderamente extrema. Difícilmente podemos imaginar la situación tan desgarradora en la que se encontraban; a no ser por el relato del hambre extrema y del espantoso acuerdo al que habían llegado esas dos mujeres de comer a sus hijos (2ª Rey. 6:24-29). El hambre era extrema, abrumadora, no tenían nada para comer; a tal punto llegó la situación que tuvieron que pensar en comerse a sí mismos. Por más hambre que nos haya tocado pasar, uno dos o tres días, y por más desesperados que nos pongamos (como suele suceder) no hay comparación con esto que estaba pasando con Israel. Y saber que estaban en esa situación por su desobediencia a los mandatos de Dios.

La obediencia en algunas sociedades es una virtud ausente. Obedecer se mira como una sumisión incorrecta; evidencia de falta de inteligencia y libre pensamiento. Sin embargo, Dios ha mostrado repetidas veces el valor de la obediencia. Por ejemplo, veamos lo que dice Deut.

28:1 – 4 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas”. También el profeta Samuel había dicho de parte de Dios estas palabras: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos, y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1Sa.15:22). ¡Cuán atentos debemos ser a los mandatos de Dios! El Salmo 119: 11 dice: “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti”. Si bien es cierto que Dios hace salir su Sol sobre justos e injustos, también es cierto que la bendición y la maldición están en nuestras manos.

Depende del camino, la obediencia y las decisiones que tomemos, lo que cosecharemos.

Desafortunadamente el pueblo de Israel una y otra vez desobedeció a las indicaciones de Dios y le tocó cosechar el fruto de su desobediencia, como en esta ocasión que estamos considerando.

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3.- El rechazo o desobediencia puede afectarnos no solo a nosotros sino a los demás. Mu-

chas veces escuchamos: “Es mi vida y yo hago con ella lo que quiera.” Es una forma bastante egoísta de pensar, porque todo lo que nosotros hacemos afecta a los demás positiva o negativamente. El rey Joram de Israel, en esta historia, tenía una gran responsabilidad en todo lo que estaba pasando. Toda persona que tiene una posición de liderazgo o de autoridad: Un Padre, una madre, un maestro, un dirigente, el rey, el presidente, el que está al frente de un grupo, etc. sin duda que esa posición, si bien es cierto es un privilegio, también es una gran responsabilidad.

El rey Joram de Israel tuvo parte en esto pues la Biblia dice que “hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como su padre y su madre; porque quitó las estatuas de Baal que su padre había hecho. Pero se entregó a los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos” (2º Rey. 3:2,3).

Joram es la clase de personas que medio arregla las cosas; que medio parece que está haciendo o queriendo hacer bien, que medio parece que atiende a la voz del mensajero de Dios pero que no realiza reformas completas o profundas. Joram nunca renunció a la idolatría, quitó las imágenes sí, pero continuó con la devoción a dioses extraños y como cabeza que él era, llevó al pueblo como popularmente se dice “entre los pies”. Pasó por alto el mandamiento expreso de Dios “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éx. 20: 3) que Dios había dado a través de su profeta Moisés.

Ahora que está profundamente consternado por lo que está sucediendo, por la situación tan caótica por la que está pasando el pueblo, en lugar de arrepentirse y confesar (CBA-2:883) y llevar al pueblo a una reforma, lo que realmente estaba pasando con él es que estaba horrorizado por la tan baja calidad de vida de su pueblo (2º Rey. 6:30). El tenía una gran responsabilidad en lo que el pueblo estaba sufriendo.

Si pudiéramos darnos cuenta de la gran responsabilidad de nuestras decisiones y acciones; del efecto que pueden traer a la vida de los demás empezando con nuestra familia, creo que seríamos más cuidadosos en no desechar el consejo o el mensaje que Dios ha enviado por medio de sus profetas.

4.- La actitud más fácil y común es responsabilizar a los demás de nuestros propios errores. El pecado confunde nuestra visión espiritual. Confunde nuestras prioridades de tal mane-

ra que a lo malo podemos llamar bueno y a lo bueno malo. Hay una advertencia en el libro del profeta Isaías así: “¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas…! (Is. 5:20 NVI). El pecado nubla de tal manera nuestra percepción que en ocasiones no vemos nuestros propios errores. Pensamos que son los demás los 46

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que están mal y que son ellos los responsables de nuestra situación. Esto es justamente lo que creía por engaño propio, Joram, el rey de Israel. En el capítulo 6: 31 leemos lo que dijo frente a la situación por la que estaba pasando el pueblo: “Así me haga Dios, y aún me añada, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda sobre él hoy”. Es decir, el rey, para cubrir su pecado, se armó de “valor” ante los demás y creyendo impresionarlos con la idea de saber quién era el responsable de lo que sufrían pronunció esas soberbias palabras.

¿Era Eliseo responsable por lo que estaba pasando con el pueblo? Para nada, al contrario, lo que Eliseo había hecho era advertir de parte de Dios lo que podía suceder si se olvidaban de Dios. El profeta comunica cosas que a veces uno no quiere oír, pero es para nuestro bien.

Lo más fácil es callar al profeta. Lo más fácil es decir que está loco, lo más fácil es buscar qué señalarle y responsabilizarlo por los errores propios. Esto es lo que el rey estaba haciendo.

La tarea de los profetas nunca ha sido fácil. A veces los profetas tienen que comunicar asuntos que incomodan, pero es para nuestro bien. Que bueno es que podamos tener una actitud diferente; de reconocimiento y gratitud porque Dios quiere salvarnos. Cuando el rey David fue amonestado por el profeta Natán tuvo la actitud correcta al decir: “Pequé contra Jehová” (2ª Sam. 12:13).

5.- La palabra de Dios por medio de sus profetas, siempre se cumple. La palabra de los

profetas se cumple porque no es palabra de ellos. Ellos solo son instrumentos en manos de Dios; realmente es palabra de Dios. Eliseo profetizó al príncipe del rey que lo fue a buscar para cortarle la cabeza: “Mañana a estas horas valdrá el Seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria”. El incrédulo príncipe dijo: “Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Entonces el profeta Eliseo le contestó: “He aquí tu lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello”, tal como el profeta dijo se cumplió.

Realmente esta profecía parecía imposible. Imposible para ellos, pero no para Dios. La situación estaba tan caótica, tan verdaderamente desesperante que cualquier anuncio de mejoría parecía imposible, mucho más “atrevido” decir que si hoy se compraba la cuarta parte de “un cab de estiércol de paloma por cinco piezas de plata” (2º Rey. 6:25), en las próximas 24 horas se podría comprar el Seah de flor de harina a un siclo de precio. ¿Qué son estas medidas?

El Comentario Bíblico Adventista nos ilustra para entender el diametral cambio que la profecía estaba anunciando en tan solo 24 horas.

Un cab equivalía a un poco más de la medida de un litro. De modo que si dice que la 47

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cuarta parte de un cab se vendía por cinco piezas de plata, estamos hablando de una cantidad aproximadamente de 250 a 300 ml. Cuando dice “estiércol de paloma”, parece que ésta era una expresión para referirse a algún producto vegetal muy barato e indeseable; el peor alimento posible para el consumo humano (CBA2:883). Ese poquito (250 ml) de alimento se compraba a un precio exhorbitante. Sin embargo la profecía decía que en las próximas 24 horas, ciento veinte veces más que esa medida sería comprada por una quinta parte de ese precio. ¡Waooo! ¡Que cambio! pero además, ciento veces más esa medida pero no de estiércol de paloma sino de la mejor harina que se podía conseguir. ¿Increible? Para el incrédulo príncipe sí, pero no para el profeta de Dios.

Al día siguiente sucedió exactamente así: “Entonces el pueblo salió, y saqueó el campamento de los sirios. Y fue vendido un seah de flor de harina por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehová” (2º Rey. 7:16). Fíjense que interesante dice: conforme a la palabra de Jehová, es que realmente no era la palabra del profeta sino de Dios.

“Porque los santos hombres hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2ª Ped. 1:21).

Volviendo al relato de 2ª de Reyes capítulo 6 y 7, vemos que tal como dijo el profeta sucedió. El profeta le había dicho al incrédulo príncipe del rey: “…tú lo verás con tus ojos, más no comerás de ello” (7:2), y al día siguiente , cuando el pueblo entró al campamento de los sirios, en su desesperación corrieron a tomar el botín y el prícipe que estaba a la puerta de la ciudad fue atropellado y murió (7:17).

Cuán sabias son las palabras bíblicas: “Creed a Jehová y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados” (2ª Crón. 20:20).

Conclusión:

Queridos hermanos, cuánto debemos agradecer por el don profético. Dios ha tenido mucha bondad con nosotros al permitir la manifestación de este don en nuestro pueblo. Ahora nos corresponde ser oidores atentos y “hacedores de su palabra” (Stg. 1:22); porque “sin profecía el pueblo se desbalaga” (Prov. 29:18). Conozcamos la voluntad de Dios a través de la Biblia y del Espíritu de Profecía y por su gracia pongamos en práctica sus orientaciones y consejos. Obedezcamos a sus indicaciones.

En 1914, un año antes del fallecimiento de la hna. White, ella fue entrevistada por un dirigente de la iglesia, quien tenía la inquietud de saber si podría venir otro profeta después de ella, dado que 48

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ya varios se apuntaban para ser los sucesores. Ella muy tranquila respondió: “No se, el Señor no me lo ha revelado, pero lo que sí me ha dicho, es que mis escritos serán suficientes y útiles hasta el fin del tiempo”. Esto ha sido revelado y ¡Que bien haremos en ser atentos y obedientes a este mensaje inspirado!

A lo largo de la historia tanto bíblica como contemporánea, siempre que el pueblo en general y los individuos en particular han obedecido el consejo divino, ha habido salud físca y espiritual, ha habido prosperidad integral. En cambio, cuando se ha desechado el consejo de Dios a través de sus profetas, el resultado ha sido calamidad, tristeza y destrucción.

Quiera Dios que todos los que nos encontramos aquí no solo debemos gracias hoy a Dios por su consejo y orientación oportunos, sino que nos comprometamos a ser obedientes y oidores atentos de su Palabra. ¿Cuántos desean junto con este servidor, colocarse en las manos de Dios y rendir su corazón en una actitud de sumisión, gratitud y obediencia al Todopoderoso? ¿Quieren colocarse de pie?

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“El cuidado por las Instituciones de la Iglesia”

Jaime White (Dedicación esmerada por la causa de Dios)

Juan José Andrade Un día como hoy, 25 de julio, pero de 1918 murió George I. Butler (1834-1918), quien llegara

a ser Presidente de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día en un período difícil de la historia de la iglesia adventista. Fue ministro y administrador. Su abuelo había sido un predicador bautista y gobernador de Vermont (1826-1828). Aunque la casa de los padres de George Butler había sido un centro de actividades de los primeros adventistas, hasta la edad de 22 años, George tenía inclinaciones de rebeldía, sin embargo era recto y honesto. En 1859 se instaló en una granja cerca Waukon, Iowa, se convirtió en un diácono en la iglesia adventista local y luego un anciano. Al cabo del tiempo fue elegido como presidente de la Conferencia de Iowa y se lanzó con energía en la reactivación de la iglesia local que había sufrido por la descerción y la división entre alguno de sus miembros. Dos años más tarde fue ordenado al ministerio.

Fue llamado a la presidencia de la Conferencia General en 1871 y mostró un gran interés en el desarrollo de las instituciones y actividades de la organización de la iglesia. Durante su primer mandato, que se extendió desde 1871 hasta 1874, fue activo en la recaudación de fondos para establecer la primera universidad adventista del séptimo día en Battle Creek, Michigan, y en el establecimiento de la Casa Publicadora del Pacífico (Pacific Press), en California. A partir de 1881 fue durante muchos años presidente de la Asociación Publicadora Adventista, y vio el rápido avance de la obra del colportaje. Sirvió en una segunda oportunidad como presidente de la Conferencia General de 1880 a 1888. En una visita a Europa en 1884 sentó las bases para las editoriales en Basilea, Suiza; Noruega; y Grimsby, Inglaterra. El impulso que dio a la obra en Europa resultó en una notable expansión. A pesar de su voluntad de hierro y de una constitución fuerte, se vio obligado a retirarse en 1888 por un período. Compró una finca en Florida y plantó un huerto de naranjos. Debido a que su esposa fuera declarada inválida el próximo año, él se icoorporó en el trabajo activo por12 años más. Después de la muerte de su esposa, a finales de 1901, fue elegido presidente de la Conferencia de la Florida, y al año siguiente fue llamado a la presidencia de la Conferencia de la Unión del Sur y la Asociación de Publicaciones del Sur. Durante los últimos años de su vida que él no tenía ningún puesto administrativo, escribió varios artículos para revistas adventistas y predicó con ahinco.

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Introducción:

Una parte fundamental de la tarea de la predicación es la consolidación. Uno no puede nada más pasársela predicando por ahí y por allá sin concretar los esfuerzos. Una de las formas de concretar los esfuerzos de la predicación es en el establecimiento de nuevas filiales, escuelas sabáticas e iglesias organizadas; también escuelas de iglesia, clínicas, sanatorios o restaurantes de cocina saludable . Algunos hacen alusión al versículo: “Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás” (Ecl. 11:1), en el sentido de que hay que sembrar y sembrar y que solita la planta crecerá y dará fruto. Bueno, esto es cierto en algunos casos, pero en la mayoría, se requiere una atención especial para la consolidación. Debemos reconocer que en ocasiones hemos perdido intereses, oportunidades e incluso propiedades por falta de concretar los esfuerzos realizados con anticipación.

Cuerpo:

El mundo empresarial en la actualidad hace un énfasis especial en la atención de sus clientes y en la efectividad de sus trabajadores. Hay empresas que tienen por lema: “Aquí solo la excelencia”.

Los empresarios modernos saben que hay muy poco espacio en la cumbre y tanto ellos como las empresas de calidad saben que si quieren mantenerse en la preferencia de sus consumidores deben ofrecer un servicio de excelencia. En este tipo de empresas y negocios de primer nivel hay muy poco espacio para un trabajo a medias, de menor calidad y sin resultados efectivos.

La pregunta que me surge es: ¿Podemos en la iglesia ofrecer un servicio de menor calidad que la excelencia? El hecho de que no es una empresa y que no nos remunera económicamente por lo que hacemos, ¿Implica que podemos hacer las cosas a medias, al “ahí se va”, dejando las cosas tiradas y hacer perder recursos que con tanta dificultad han llegado a la iglesia? Creo que estarán todos de acuerdo conmigo en que no debiera ser así.

Texto bíblico de estudio

Vamos a considerar cuatro principios sobresalientes tomados de la Palabra de Dios en esta dirección. Pero antes, les pregunto: ¿Creen que hay alguna diferencia entre una persona que es EFICIENTE y otra EFECTIVA?

A manera de definición diremos que una persona eficiente es aquella que hace bien las cosas. Sabe hacer bien lo que se le encarga. Pero una persona efectiva está un paso más allá.

Es aquella que además de hacer bien las cosas, lo hace en el menor tiempo requerido y con

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los recursos disponibles. El eficiente para hacer bien las cosas necesita que se le provea de los recursos y en ocasiones si no los tiene pues no podrá lograr lo que se le encargó. Pero la persona efectiva logra los resultados esperados aún con el mínimo de los recursos y en un tiempo relativamente corto.

1.- El cumplimiento de la misión requiere que seamos efectivos. Eclesiastés 9:10 dice “Todo

lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, a donde vas, no hay obra ni trabajo ni ciencia ni sabiduría”. En otras palabras, lo que Salomón nos está diciendo es que todo lo queramos hacer o se nos haya encargado hacer, que lo hagamos con todas nuestras fuerzas y bien hecho. Poniendo el mejor de los entusiasmos y dedicación para lograr lo que se espera.

Jesús fue una persona efectiva. Logró lo que se propuso. La Biblia dice que “Vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10) y lo logró. Participar en el cumplimiento de la misión no es solo invertir tiempo y estar ocupado en eso sino concretar resultados por la gracia de Dios. Uno se la puede pasar todo el día yendo de un lado para otro, ocupado en la misión pero sin lograr nada. Ser efectivos significa que logremos resultados, tal y como lo describe el Salmo 1:1 “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará.” Si fuéramos más determinados, organizados y efectivos seguramente habría más iglesias, más instituciones educativas y de salud; más lugares en donde las personas tuvieran la oportunidad de encontrarse con el Señor.

2.- La dedicación esmerada por la causa de Dios requiere la disposición para mejorar nuestros métodos y formas de trabajar. “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado

como obrero que no tiene de qué avergonzarse…” (2ª. Tim.2:15). La causa de Dios y sus instituciones requieren dedicación, diligencia y excelencia. Es necesario que estemos dispuestos a mejorar nuestros hábitos y métodos para alcanzar mejores resultados. La mensajera del Señor dice: “La persona lenta y que trabaja con desventajas, debiera darse cuenta de que esas son faltas que deben corregirse. Necesita ejercitar su mente haciendo planes referentes a cómo usar su tiempo para alcanzar los mejores resultados. Con tacto y método, algunos realizarán tanto trabajo en cinco horas como otros en diez.” P.V.G.M. 279. La parábola de los talentos es ilustrativa en este sentido. Dios ha otorgado a todos los hombres talentos de acuerdo a las capacidades. A unos más y a otros menos; pero desea que de acuerdo a lo que hemos recibido,

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podamos multiplicar esos dones y capacidades para beneficio de su causa y de los demás. Al final el pedirá cuentas de los dones recibidos y a Él tendremos que entregar los resultados. El apóstol Pablo nos recuerda que cada uno puede utilizar en el servicio a Dios el material que quiera para la edificación. El de mejor calidad o el barato, pero al final el fuego lo probará: “…y si sobre este fundamento alguno edificare Oro, Plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno será manifiesta; porque el día la declarará…el fuego la probará” (1ª Cor. 3:12).

Cambiar no es algo que se nos da de forma natural; de hecho, generalmente la mayoría de las personas especialmente los adultos nos resistimos a cambiar, a aprender a hacer las cosas de manera diferente. La respuesta natural es: “Siempre lo hemos hecho así” (aunque nos haya dado pobres resultados). Algunos cristianos en general se resisten a los métodos nuevos aún cuando se nos ha dicho que el evangelio debe ser presentado con una envoltura nueva. Es el mismo contenido pero con una envoltura diferente. Sé que cuesta trabajo, pero vale la pena esforzarnos, aprender y mejorar nuestra forma de trabajar para lograr mejores resultados para la causa de Dios.

3.- La causa de Dios y sus instituciones requieren metas y objetivos verdaderamente grandes. Las empresas de prestigio buscan siempre la superación y la excelencia; por eso se

mantienen en la preferencia de sus consumidores. La causa de Dios y sus instituciones también requieren de metas elevadas. No solo pensar en grande sino hacer cosas verdaderamente significativas. es triste reconocer que los hijos de las tinieblas cada vez se esfuerzan por hacer las cosas malas mejor (es decir, más malas), en cambio nosotros, nos alegramos con tan pobres resultados y cosas pequeñas. La siguiente declaración de Martin Luther King me sacudió en extremo: “Puede ser que la mayor tragedia de este siglo no sea el ruido ensordecedor de los hijos de las tinieblas, sino el silencio indiferente de los hijos de la luz”. En verdad, a veces nos quedamos en silencio y en quietud cuando debiéramos esforzarnos por intentar y hacer cosas grandes para Dios. El libro Ministerio de Curación en la pág. 398 dice que: “Muchos logran poco porque a poco aspiran.” ¿No les parece queridos hermanos que debemos intentar hacer cosas grandes para Dios? Debemos establecernos metas verdaderamente grandes.

4.- La causa de Dios y sus instituciones requieren que todos los participantes reconozcan que lo verdaderamente importante no somos nosotros sino la causa de Dios. El peligro del

protagonismo personal está latente a cada momento y eso a veces a hecho entorpecer el progreso. ¡Que bueno es pensar que nosotros sólo somos colaboradores! “Porque nosotros somos

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colaboradores de Dios…” (1ª Cor. 3:9). Somos instrumentos en las manos de Dios, no somos el centro del universo ni lo que debe ser admirado y reconocido; sino que las personas deben ser llevadas a mirar a Jesús y seguirlo a él. También, nuestros intereses y beneficios deben ser subyugados ante los intereses y beneficios de la causa de Dios y sus instituciones. Predicadores, cantantes, líderes, médicos, maestros, músicos, administradores y todo otro don otorgado por el cielo es para beneficio de la iglesia y para la gloria de Dios. En este sentido la Palabra de Dios nos recuerda: “No que seamos competentes por nosotros mismos…sino que nuestra competencia viene de Dios” 2ª Cor. 3:5. De inmediato el apóstol Pablo nos ubica a todos los participantes en la causa de Dios en el sentido de que toda capacidad la hemos recibido de Dios, por lo tanto, no hay de qué gloriarse. Por eso Elena G. White nos dice: “Haya más dependencia de la eficiencia del Espíritu Santo, y mucha menos dependencia de la capacidad humana.” Testimonios para los Ministros, p. 217.

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

En la galería de los pioneros adventistas, Jaime White ocupa un lugar sobresaliente. No porque fue el esposo de Elena G. White, sino porque realmente es un ejemplo de dedicación por la causa de Dios y sus instituciones; de hecho, es conocido como el padre de las instituciones adventistas. Gracias a su liderazgo y esfuerzo se estableció la primera imprenta adventista, el primer colegio adventista, la primera casa publicadora y la primera organización de iglesia.

Jaime White nació el 4 de agosto de 1821 en Palmira, Maine.

Desde joven manifestó inclinación por una vida cristiana consagrada. Escuchó y aceptó los puntos de vista de Guillermo Miller con respecto a la segunda venida de Cristo.

Nunca el adventismo ha conocido un dirigente tan talentoso y capaz como Jaime White. Fue un poderoso evangelista público y un administrador efectivo. La palabra: “primero”, se aplica a jaime White como a ningún otro de los dirigentes adventistas. Fue el fundador del primer periódico adventista editado por los adventistas del séptimo día. Fue el primer editor de la Review and Herald en 1850. Pudo haber sido el primer presidente de la Conferencia General cuando ésta fue organizada en 1863, a no ser por el hecho de que el se negó ante el honor que le conferían los hermanos. La razón, no quería que se pensara que esa era la causa de su dedicada entrega por la obra de Dios y su marcada defensa por la organización de la iglesia. Más adelante llegó a ser presidente de la Conferencia General por tres periodos diferentes, de 1865 a 1867; de 1868 a 1871 y de 1874 a 1880.

“Debo decir, queridos hermanos, que espero que decidamos qué nombre vamos a tener, cómo queremos ser llamados. Yo me encuentro muy a menudo con amigos que me preguntan el nombre de nuestro pueblo; y me resulta muy embarazoso no poder darles ninguno. Ponemos nombres a nuestros hijos cuando tienen pocas semanas o pocos meses de edad. Al empezar a trabajar en esta obra, cuando la causa era joven y los individuos que la habían abrazado eran pocos, no veíamos la necesidad de tomar este paso. Pero me parece que el niño ahora está tan 56

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crecido que resulta excesivamente embarazoso no tener un nombre para él” (Review and Herald, 16 de octubre de 1860, p. 170). Así habló el pastor White el domingo 30 de septiembre de 1860, por la mañana en una de las conferencias más significativas realizadas en la historia de la iglesia adventista del séptimo día. Finalmente los hermanos reunidos decidieron por el nombre de Adventistas del Séptimo Día para el movimiento que había comenzado 16 años atrás.

Todo esto fue necesario debido al incremento en las propiedades que fueron adquiriendo. Los primeros años del movimiento eran apenas unos pocos de centenares y no tenían ninguna Institución o propiedad, pero en la década de 1850 adquirieron una casa editora por el liderazgo de Jaime White y el número de los creyentes involucrados había aumentado a más de tres mil.

La primera institución adventista fue la Casa Editora, de donde se producían revistas y periódicos con el mensaje adventista. Esta imprenta era propiedad legal de Jaime White. Por su propia iniciativa en 1855 la imprenta pasó a depender de una comisión de publicaciones. Más tarde, Jaime White les recordó a los hermanos que aunque la propiedad siempre la había considerado propiedad de la iglesia, legalmente él era el único propietario; y por lo tanto la urgencia de darle al movimiento personalidad jurídica era imperativa para poder poseer legalmente los inmuebles.

Fue así que la iglesia primero adquirió su nombre en 1860 y luego, en 1863 fue organizada como una Iglesia formal.

El pastor Jaime White estuvo íntimamente relacionado con todos estos acontecimientos. Fue uno de los principales defensores y promotores de la organización. No solo de la iglesia como tal sino de las primeras instituciones educativas y de salud. Él sabía perfectamente que a fin de mantener orden, control, disciplina y armonía era necesaria una adecuada organización. Él sabía que los inmuebles ocupaban una parte significativa en el cumplimiento de la misión. Sabía que esos edificios no solo eran piedra y madera, sino que serían escenarios en los cuales muchas personas encontrarían el camino de la salvación. Y es que así fue. Tanto el Colegio de Battle Creek, como la Casa publicadora y el Sanatorio, fueron esos los ambientes y espacios en los que el Espíritu de Dios preparó a grandes hombres y mujeres para el servicio al que los llamó.

Fueron esos lugares en donde muchos encontraron el camino de la salvación y la senda de su recuperación física y espiritual.

Durante un tiempo de enfermedad de Jaime White las responsabilidades de la Casa Publicadora y el Instituto de Salud pasaron a manos de los hombres que carecían de experiencia empresarial adecuada. El resultado fue mala gestión y pérdidas. Cuando Jaime se recuperó, tomó de nuevo 57

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estas responsabilidades de una manera firme y dedicada, y con el tiempo estas instituciones prosperaron significativamente. Todo el mundo se regocijó. Pero pronto Jaime descubrió que no tenía los recursos físicos para mantener el ritmo de los crecientes intereses de la causa en su conjunto, y estas instituciones en particular. Durante 1871 se pudo ver a Jaime White tratando desesperadamente de encontrar el camino en la reconstrucción de una estructura que pudiera continuar con éxito sin su liderazgo directo (2BIO 312).

Al pasar los años, cuando la iglesia creció sorprendentemente y el trabajo era bastante agotador para ellos, Elena G. White aconsejó a su esposo que debían mudarse a vivir a un lugar más tranquilo, fuera de tanto desgaste físico y emocional como lo era Battle Creek, el centro y cuna del Adventismo. Ante esto, el pastor White comentó que le dolía tener que dejar a sus “hijas”, refiriéndose a las instituciones que quedaban en Battle Creek, como eran el Colegio, la Casa Publicadora y el Sanatorio. Verdaderamente Jaime White había trabajado árduamente para el establecimiento de estas instituciones que fueron de gran bendición para el desarrollo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Conclusión

¡Qué sería si todos tuviéramos este mismo espíritu de dedicación por la causa de Dios! Alabo a Dios por esos hermanos dedicados en el cuidado de las propiedades de la iglesia. Aquí mismo, que bueno es saber que los hermanos se preocupan y ocupan en la conservación de los edificios tanto física como legalmente. Todo esto ha costado relamente bastante. Otros en el pasado han invertido no solo económicamente sino físicamente mucho para ofrecernos un lugar en donde reunirnos, en donde estudien nuestros hijos o en donde las personas puedan encontrar salud física y espiritual. ¡Cuánto bien haríamos en considerar los esfuerzos pasados para unirnos en el cuidado y conservación de las propiedades de la iglesia! ¿Quién será el Jaime White en el presente? ¿Quién será ese apóstol que con su ejemplo nos lleve a sumar nuestros esfuerzos por mantener estas propiedades que tanto han costado en la forma adecuada para que cumplan su misión?

Queridos hermanos, quiera Dios que haya en nosotros este sentido de compromiso y responsabilidad, para que la escuela, el hospital, las oficinas y nuestros templos sean escenarios de la gracia divina y el camino de la salvación para muchos.

Si tienes una gratitud especial por las instituciones adventistas, te invito a expresar un fuerte amén.

Oremos.

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“El fundamento de los himnos, la esperanza y las doctrinas adventistas” José Bates

(El valor y la solidez de las doctrinas bíblicas adventistas)

Juan José Andrade Un día como hoy, 26 de julio, pero de 1855 murió Annie Rebekah Smith (1828-1855) hermana

de Urias Smith. Fue poeta y asistente editorial.

A la temprana edad de 10 años se unió a la Iglesia Bautista, y posteriormente se convirtió en una fiel Adventista. Tuvo que abandonar su educación en 1850, debido a problemas en los ojos. En 1851, mientras asistía a una reunión llevada a cabo por Joseph Bates y después de un dedicado estudio en la Palabra de Dios, fue convencida de la fe adventista del séptimo día.

Más adelante ella escribió un poema titulado: “No temáis, manada pequeña,” basado en el texto bíblico de Luc. 12:32 y lo envió a la Review and Herald. Elena G. White al ver sus dotes en este poema y en su inclinación a la autoridad de la Biblia la empleó como parte de sus asistentes. Ella leía las pruebas, copiaba y editaba, y tenía a su cargo otras responsabilidades durante la ausencia de Elena G. White. En noviembre de 1854 se enfermó de tuberculosis, enfermedad que le llevó a la muerte prematura el mes de julio siguiente (1855). Escribió muchos poemas; 10 de sus himnos aparecen en la himnario adventista en inglés y tres en el himnario en español. En cuanto uno de ellos, “La esperanza bienaventurada” (N º 371), la tradición dice que la primera estrofa se refiere a José Bates, la segunda a Jaime White, y la tercera o a J.N. Andrews o al hermano de Annie, Urías Smith. Casi un siglo después, un conocido de los Smith, dijo que la tercera estrofa se refería a la misma Annie (ver AW Spalding, origen e historia de la Iglesia Adventista, vol. 1, p.

404). La aplicación personal, en su caso, de las tres estrofas es incierta; Sin embargo, puede ser considerada una hipérbole poética hacia aquellos a quienes se han aplicado tradicionalmente.

Otro de los himnos que aparece en el himnario adventista de la pluma de Annie Smith es: “¿Muy lejos del hogar está?” (476 del Himnario en español). este, como los demás himnos de Annie, expresan su fe en el mensaje de la Biblia y solo la Biblia.

La vida de Annie Smith quizá fue muy corta, pues solo vivió 27 años, pero su influencia perduró especialmente en sus himnos y en la experiencia de su hermano Urias Smith, a quien la experiencia de ella había ayudado a acercarlo al Señor en 1852.

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Introducción:

En estos himnos se resalta uno de los aspectos que fueron fundamentales en el movimiento adventista, a decir, el fundamento de las Sagradas Escrituras; mismo que fue un distintivo de la Reforma Protestante del siglo XVI: “La Biblia y solo la Biblia”. De hecho ese fue el slogan de los reformadores y la causa principal de controversias con la iglesia popular. La Autoridad de las Sagradas Escrituras. Mientras que los fieles seguidores de Dios colocaban a la Biblia como su máxima autoridad aún a costa de sus vidas, la iglesia oficial la ocultaba de delante del pueblo para lograr sus fines propuestos.

Cuerpo:

La Iglesia Adventista del Séptimo Día a la que usted y yo pertenecemos heredó de los Reformadores este principio; y desde que nacimos como iglesia, fuimos conocidos como “la iglesia del libro”. Nuestros pioneros eran súmamente bíblicos y dedicados a ella. Su fundamento y doctrina siempre se basó en las Escrituras. Pasaban largos poríodos de estudio tanto personal como colectivamente, pero no solo la leían sino que la escudriñaban atentamente.

Texto bíblico de estudio:

¿Qué significa el concepto de “Sola Escritura”? que es lo mismo: “La Biblia y solo la Biblia”? Hay por lo menos 4 implicaciones o significados que les quisiera presentar: 1.- La Autoridad suprema de las Escrituras. Isaías 8:20 dice: “A la ley y al testimonio, si no

dijeren conforme a esto es porque no les ha amanecido”. Este versículo es fundamental y muestra en dónde debe estar basada la prueba de todo lo que es verdader o no: La Palabra de Dios.

El gran ícono de la Reforma, Lutero, decía: que él aceptaba y practicaba solo lo que no contradijera a la Biblia. Calvino, otro de los grandes reformadores fue todavía más allá, él decía que aceptaba y practicaba solo lo que estuviera en la Biblia. Todos ellos tuvieron a las Sagradas Escrituras como su máxima autoridad.

Este es un asunto fundamental en la vida cristiana. Porque dependiendo en dónde está basada la autoridad de una iglesia, de una familia, de una persona, determinará el grado de apego o no a las indicaciones divinas. ¿De acuerdo? Cuánta autoridad tiene la Biblia en mi vida, ¿Algo?, ¿Más o menos? o Totalmente.

Empezemos preguntándonos ¿Qué es la Biblia? ¿Es la Palabra de Dios, o es la palabra de los hombres? Si es la Palabra de Dios entonces debe tener total autoridad sobre mí, ¿Cierto? Si

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es solo un libro moral o un buen libro, entonces de éstos podemos encontrar miles. Es cierto que hay libros inspiradores, pero solo la Biblia es inspirada y esto hace la gran diferencia.

Veamos qué dice la misma Escritura al respecto: Hebreos 1:1 y 2 “Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” Pregunto ¿Quién es el que habló? La Biblia dice que fue Dios. Los hombres solo fueron los que recibieron el mensaje.

Por otro lado el apóstol Pedro en cuanto a la autoridad de las Escrituras nos dice: “Tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” ahora miren como dice acontinuación ¿Qué es lo que debemos entender: entendiendo primero esto que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2ª Ped. 1: 19-21).

La Biblia dice con toda claridad que lo que los hombres hablaron fue inspirado por el Espíritu Santo. Si entendemos esto no tendremos problema por el hecho de que Dios usó a personas para darles el mensaje que Él quería para que en un idioma humano nos fuera compartido.

Aproximadamente 40 diferentes personas tuvieron el privilegio de haber sido usados por Dios como instrumentos por medio de los cuales Él habló.

Los reformadores sabían que la autoridad de las Escrituras estaba por encima de cualquier Concilio, hombre, Iglesia, tradición, idea y Congreso. Nunca, ni un hombre, ningún Congreso, Iglesia etc, puede tomar una decisión contraria a las Sagradas Escrituras; o más bien, Sí lo pueden hacer, pero si lo hacen, declaran abiertamente que su autoridad suprema no es la Biblia.

En nuestra iglesia cuando una persona va a ser bautizada nos aseguramos al tomarle el voto público de que exprese esa convicción en relación a la Palabra de Dios. ¿Recuerdan? Le preguntamos: ¿Crees que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada y que constituye la única regla de fe y práctica del cristiano? Y siempre esperamos que la persona responda que sí.

Porque para nosotros la autoridad de las Escrituras está por enciama de todo.

El libro La fe por la cual vivo de Elena G. White en la página 15 dice: “Las Sagradas Escrituras

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deben ser aceptadas como la autoridad y la infalible revelación de su voluntad. Ellas son la norma del carácter, y reveladora de doctrinas y la prueba de la experiencia cristiana.”

Los siglos de tinieblas espirituales que desembocaron en la reacción de la Reforma Protestante del siglo XVI se debió a que las enseñanzas y prácticas de la iglesia popular eran contrarias a la Biblia. Poco a poco fueron introduciéndose herejías en cuanto a la forma en que una persona podía ser salva. Venta de indulgencias para recibir el perdón y la salvación. La atribución de prerrogativas divinas entre seres humanos caídos y el rechazo de las verdades bíblicas por tradiciones y acuerdos de los Concilios o la voz de una sola persona.

Como Lutero, el gran reformador estamos de acuerdo en que la Biblia no solo es la palabra de Dios sino que contiene la Palabra de Dios. En ella está expresada la voluntad de Dios para toda la humanidad. Si algo está en conflicto con la Palabra de Dios entonces lo deshechamos, porque “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 4:19).

2.- La totalidad de las Escrituras. 2ª Tim. 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios,

y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

El Concepto de Sola Escritura o de La Biblia y solo la Biblia, incluye también el hecho de reconocer que no una parte, sino TODA la Escritura, es inspirada por Dios. Es lamentable que hoy incluso grupos religiosos de corte protestante o evangélico acepten solo una parte de las Escrituras como valederas o con autoridad por encima de otra parte. Por ejemplo, para algunos solo el Nuevo Testamento vale, no el Antiguo Testamento; olvidando voluntariamente que cuando Jesús vino y estuvo sobre esta tierra solo se encontraba escrito el Antiguo Testamento y sobre este Antiguo Testamento Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido a abrogar sino a cumplir”. (Mat. 5:17). Sobre este Antiguo Testamento también Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí”. (Juan 5:39).

Para nosotros los Adventistas del Séptimo Día, TODA la Escritura es inspirada por Dios.

Antiguo y Nuevo Testamento. Los 1,189 capítulos que contiene la Biblia entre las dos partes principales. Los 31,102 versículos que la conforman. ¿Saben que el centro de toda la Biblia es el salmo 118:8? Allí curiosamente se encuentra registrada una gran verdad: “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre” y confiamos en Él cuando confiamos en su Palabra. También 62

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encontrarmos más de 3,753 promesas para cada uno de nosotros; por ejemplo ésta: “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy Tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is.41:10). ¿Amén? ¿Sabían que el libro más corto de la Biblia es 2ª Juan? Apenas contiene un capítulo con 13 versículos. El libro más largo de la Biblia es el de los Salmos, con 150 salmos. El capítulo más largo de la Biblia es el Salmo 119 y el más corto es el Salmo 117. El versículo más largo es Esther 8:9 y el más pequeño es Juan 11:35 en donde dice: “Jesús lloró”, tan pequeño y tan grande y lleno de significado, ¿No? Es posible que al estudiar la Biblia haya asuntos que a algunos nos cueste más trabajo que a otros en cuanto a las enseñanzas, consejos, orientaciones y prohibiciones, pero la actitud correcta no sería negar, o no querer ver o darle la vuelta a la página sino aceptarla y pedir de Dios su ayuda, que haga su obra en nosotros, porque si verdaderamente deseamos ser transformados y conducidos hacia el reino de los cielos, entonces debemos tener la experiencia de crecimiento y convicción que tuvo el salmista: “Lámpara es a mis pies tu Palabra, Y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105).

3.- La Unidad y Armonía de las Escrituras. Las Escrituras tienen una armonía y unidad sor-

prendente que revelan justamente que tuvo un solo autor: El Espíritu Santo.

El Nuevo Testamento es repetición o confirmación de muchas verdades y profecías del Antiguo.

A pesar de que fueron aproximadamente 40 diferentes escritores y de épocas tan diferentes en un lapso de 1500 años, pareciera como si todos ellos se conocieran y se hayan puesto de acuerdo para mantener la unidad de énfasis y enseñanza. Bueno, sabemos que eso fue gracias a que fueron inspirados por el Espíritu Santo (2ª Tim. 4:12).

Las verdades que se enseñan en el Antiguo Testamento son sostenidas en el Nuevo. En repetidas ocasiones los escritores bíblicos del Nuevo Testamento dijeron: “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta…cuando dijo… (Mat. 1:23; 2:5,6; 2: 17,18; Mar.1:2,3; Lc. 3:4,5; etc.). Si en el Antiguo Testamento es pecado robar, matar y adulterar, también lo es el Nuevo testamento.

La forma de salvación es la misma en el Antiguo que en el Nuevo.

En el libro de Números cap. 21 se registra que Moisés por orden de Dios debía levantar una serpiente sobre un madero para que cualquiera del pueblo que fuera mordido mirara a la serpiente y fuera salvo (del veneno mortal). Ahora, esa serpiente era sólo símbolo del Hijo del hombre, Cristo Jesús. Por eso en el Nuevo Testamento se nos dice: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado” (Juan 3:14). En otras 63

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palabras, la salvación viene solo a través de Jesús. Por inspiración el profeta Isaías pronunció palabras de Jesús: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay más” (Is. 45:22). “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hech. 4:12).

La Biblia es el libro más antiguo del mundo que aún sobrevive. Cada año se distribuyen unos 60 millones de Biblias alrededor del mundo. También es el libro del cual se hacen más traducciones que de cualquier otro.

4.- El poder singular de las Escrituras. “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cor-

tante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyonturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intensiones del corazón” (Heb. 4:12).

Cada uno de los reformadores lo experimentó en carne propia. Pasaron por un cambio, fueron transformados profundamente cuando entraron en contacto con la Biblia. Muchos de ellos encontraron en la Biblia no solo la respuesta a sus inquietudes teológicas sino la paz para su corazón.

Esto es verdad, las Sagradas Escrituras no solo proporcionan conocimiento y sabiduría para la vida sino que trae paz y seguridad. Es algo maravilloso experimentar este poder transformador.

Hay una bendición especial de Dios cuando leemos de su Palabra y no es panteísmo, es realidad.

Es verdad que somos impactados al escudriñar las Escrituras. Una persona que entra en contacto con la Biblia necesariamente sufre una transformación, pero una transformación positiva.

Por eso Jesús en su oración modelo dijo: “Santifícalos en tu verdad, tu Palabra es verdad” (Juan 17:17). Está claro que una persona entre más contacto tenga con la Biblia más santificada será.

Sus pensamientos, sus acciones, sus deseos serán purifcados, porque la Palabra de Dios tiene poder. La persona que menos contacto tenga con la Biblia es más vulnerable a las tentaciones y por ende a cometer pecado.

Como Satanás sabe de este poder, a movido a hombres que a través de los siglos han intentado destruirla y quemarla; borrarla de la memoria de la tierra. Reyes y Césares, incluso líderes religiosos lo consiguieron temporalmente con celo fanático. Dioclecsiano, un emperador romano en el año 303, ordenó la erradicación de los cristianos y de su libro sagrado. Fue una de las mayores acometidas en contra de la Biblia. Murieron miles y miles de cristianos y casi todos los 64

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manuscritos de la Biblia fueron destruidos, sin embargo la Biblia volvió a emerger rápidamente.

Posteriormente el racionalista francés Voltaire, muerto en 1778, se atrevió a decir que después de 100 años la Biblia sería sólo un vago recuerdo sepultado de la antigüedad, pero a penas 50 años después de su muerte la Geneva Bible Society inauguró en su propia casa una imprenta que reprodujo miles de Biblias, ¡Alabado sea el nombre de Dios!

Al estudiar la Biblia algo maravillos sucede. Los rudos y groseros se vuelven en calmos y serenos, los egoístas en humildes y bondadosos, los pecadores en santos y los sin esperanza en personas que tienen un motivo por el cual vivir: El encuentro con su Señor.

El libro de la Educación cristiana dice: “Si se estudiara la Palabra de Dios como es debido, los hombres y las mujeres tendrían una grandeza de espíritu una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que ráramente pueden verse en estos tiempos” (225).

Por todo esto, te invito a estudiarla, a traer la Biblia siempre que vengas a la casa de Dios. No importa si la tienes en tu Iphone, o en tu Ipad, en tu teléfono celular, etc. es preferible que la traigas tal cual, que no te de pena portarla, menos leerla, recuerda es la Palabra de Dios. Así mismo te invito a que hagas un plan definido para estudiarla todas las mañanas tanto personal como con tu familia. Antes de hacer cualquier otra cosa que bueno es que podamos iniciar el día con el estudio de la Palabra de Dios. Si lo haces, te aseguro que en pocos días verás que tu vida ha cambiado para bien.

El libro el Camino a Cristo dice: “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti.” Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a El, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más semejante a la de Cristo” (CC 70).

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

El capitán José Bates fue uno de los pioneros destacadas del adventismo temprano. Es conocido como el apóstol de la verdad del sábado por su fimeza y solidez doctrinal y por su proclamación de esta verdad distintiva entre los adventistas. ¿Cómo sucedió esto?

La doctrina del sábado pasó de los bautistas del séptimo día a los adventistas que todavía no eran del séptimo día de esta manera: La Sra. Raquel Oaks que era una bautista del séptimo día se lo pasó al ptr. Frederick Wheeler y este a Thomás Preble.

Preble escribió acerca del sábado en el Hope of Israel en febrero de 1845, posteriormente Preble reeditó un artículo de Wheeler al que tituló: “Folleto que demuestra que el séptimo día debe ser observado como día de reposo” este artículo era concluído por él mismo de una manera muy enfática y vigorosa al decir con letras mayúsculas que los que observan otro día como el domingo se constituían en “VIOLADORES DEL SÁBADO DE DIOS”.

Un ejemplar de este artículo cayó en manos de José Bates en Paris, Maine. Bates era una persona de acción inmediata y de una sola pieza. Si algo le convencía por la autoridad de las Escrituras entonces no había por qué esperar. No se andaba con rodeos ni justificaciones para no aceptar lo que estaba seguro era la voluntad de Dios. Le inquietó tanto esto del sábado que inmediatamente dejó lo que estaba haciendo y viajó 225 kilómetros en un carro tirado por caballos, parte en ferrocarril y otra parte a pie hasta que llegó a Hillsboro para encontrarse con Frederick Wheeler. Cuando llegó a su casa ya era tarde de noche; de modo que despertó a todos y según cuenta el propio hijo de Wheeler estudiaron toda la noche acerca del sábado. Al día siguiente Bates y Wheeler fueron a Washington y debajo de una arboleda siguieron estudiando hasta el medio día acerca de esta verdad.

Después de eso Bates regresó a su casa en Fairhaven, Massachusetts. En el camino iba pensando 66

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en el cambio que esto tendría sobre sus familiares, vecinos y amigos. Cruzando el puente que une New Bedford con Fairhaven, Bates logró su primer converso al hablar del sábado a uno de sus amigos: James Madison Monroe Hall–-quien al toparlo en el puente le preguntó --¿Qué hay de nuevo capitán Bates? –-La novedad, --replicó el capitán--, es que el séptimo día es el día de reposo de nuestro Dios---James Madison Monroe Hall guardó el próximo sábado como el día del reposo del Señor.

A partir de ahí, Bates se convirtió en el apóstol del sábado. Una vez que se convenció de la solidéz bíblica del sábado vivió no solo para proclamar esta verdad olvidada sino que fue un ejemplo en su vida de este importante mandamiento que tiene el sello de Dios. Que bueno que nuestras doctrinas están basadas única y exclusivamente en la Biblia, la Santa Palabra de Dios y no en ningún otro libro. Cada uno de nosotros como adventistas debemos desarrollar la misma convicción doctrinal que tuvo José Bates. Dios desea que seamos personas de convicción; es decir, que por cuenta propia o ayudados por otros, no importa, podemos estar plenamente convencidos de lo que creemos. ¿Qué es una convicción? Una convicció es una seguridad que tenemos acerca de algo o alguien.

Una convicción forma parte de nosotros y nos acompaña hasta la tumba. No hay que confundir con una necedad. Las convicciones son esenciales en la vida cristiana, así como lo fueron en la vida de otros apóstol como los fue Pablo.

Pablo era un judío que no podía tolerar al cristianismo. Cuando sabía de alguno lo buscaba hasta llevarlo o a la cárcel o a la muerte. Un día en camino a Damasco tuvo una convicción que cambiaría por completo su vida. A plena luz del día una luz aún más poderosa lo ensegueció y cayendo a tierra escuchó una voz que le decía: “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues? -¿Quién eres? Preguntó aturdido, ---Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Y entonces el temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿Qué quieres que yo haga?

A partir de ahí Saulo se convirtió en el gran apóstol Pablo. A lo largo de su vida tres convicciones le acompañaron: 1) Que era siervo de Jesucristo, 2) Que había sido llamado para ser apóstol y 3) Que había sido apartado para el evangelio.

Pregunto: ¿Quién podría apartarlo de estas convicciones? = Nadie. Era una seguridad que nadie podía quitarle, fue una experiencia personal innegable. Por eso pudo enfrentar toda clase de 67

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adversidad saliendo airoso en el nombre de Dios. Estuvo en la cárcel, en medio de mar, apedreado, persegudio, con hambre, azotado en desnudez, etc. y en todo eso dijo: “Para mí el vivir es Cristo y si muero es ganancia” ¿No creen que vale la pena desarrollar convicciones? Convicciones positivas y de acuerdo a la voluntad de Dios. Yo tengo la convicción que es dando como recibimos, ¿Usted también? Tengo la convicción que Dios siempre provee para sus hijos, ¿Usted también? como dijera el salmista, hoy repetimos: “Joven fui y he envejecido, y en toda mi vida no he visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan” (Sal. 37:25). Tengo la conviccón que es la voluntad de Dios que apoyemos con nuestras ofrendas generosas esta causa que amamos, ¿Usted también?

Usted y yo somos personas de convicción; Esta es una convicción fundada en la Palabra de Dios y por lo tanto es segura.

Amén

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“La Mayordomía y el estilo de vida adventista”

John Norton Loughborough (Mayordomía cristiana y plan de benevolencia sistemática)

El 11 de diciembre, pero de 1903, Ovid Elbert Davis estableció la primera iglesia adventista

entre los indios del puerto de Simpson en la Columbia Británica, cerca del sureste y del extremo sur de la Península de Alaska. Esta fue la primera iglesia de la provincia, y, posiblemente, la primera en todo el noroeste del Pacífico. Ovid Elbert Davis fue un graduado ministerial del Colegio Misionero Emmanuel, e inició su servicio como un misionero de sostén propio.

Después de trabajar allí durante tres o cuatro años, y por un breve período también en Washington y Michigan, se hizo cargo de la Misión de la Guiana en 1906. Había establecido tres estaciones entre los indios del interior cuando murió de fiebre de aguas negras en un viaje misionero al Monte Roraima. Debido a su trabajo entre las tribus Arecuna y Akawaio , estos indios fueron llamados “ Davis “ indios de adventistas del séptimo día . Uno de sus jefes informó que había tenido una visión en la que se le decía de la segunda venida de Cristo, y se le había prometió que un hombre con un “libro negro “ sería enviado a su tribu para enseñarles más acerca de Dios y el séptimo día, el sábado . Davis les enseñó a los indios no solo acerca de la segunda venida de Cristo sino también a cómo debían vivir mientras esperaban a su Señor. Les enseñó los principios de la Mayordomía cristiana tanto con sus recursos, cuerpo y vida en general. ¿Qué es lo que hace que una persona puede renunciar a su ambiente, su cultura, sus conocidos, su comodidad e incluso el cariño cercano de sus familiares para ir a otro país lejano y dedicar la vida en servicio? Sin duda, que una correcta comprensión de lo que significa la Mayordomía cristiana.

Introducción: La expresión: “Ya casi llegamos a casa” evoca sobre nosotros recuerdos familiares. Viaje en familia, excursiones, vacaciones; experiencias inolvidables. Les invito por un momento a recordar algún viaje en familia. Por ejemplo, ¿Alguno de ustedes ha viajado en tren? Capaz que muchos de la generación actual ni saben lo que significa un viaje así. Pensé en el tren por lo difícil que resulta, pero igual en autobús un viaje largo. ¡Qué experiencias” ¿No? Hay una pregunta que normalmente nuestros niños hacen cuando están pequeños y estamos viajando, ¿saben cuál es?: ¿Cuánto falta papá? ¿Ya mero llegamos?

Para que no sufran tanto, casi siempre les decimos: “Ya mero llegamos hijito” “Ya falta poco” a

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veces para que se les haga más corto el camino les decimos: “Mira, cierra tus ojos y yo te aviso cuando lleguemos” “Yo te despierto, duérmete, yo te hablo cuando lleguemos” A veces creo que Dios nos dice igual: Hijo: Aguanta-, Ya mero llegamos a casa- e incluso a algunos literalmente les ha permitido cerrar sus ojos y los despertará cuando el peregrinar de su pueblo por esta tierra termine.

Cuando consideramos el peregrinar de la iglesia hacia la patria celestial, no sólo debemos pensar en nuestros anhelos de que el viaje termine ya el difícil camino, sino también es bueno reflexionar en los anhelos de Dios para su iglesia mientras peregrina por esta tierra. Cómo quiere Dios que vivamos mientras esperamos su segunda venida. Qué espera Él de nosotros, ¿No les parece? Esto se puede resumir en una palabra: Mayordomía. Aunque para algunos, el término Mayordomía es sinónimo de dinero, en el contexto original y bíblico significa: UNA ENTREGA TOTAL A DIOS. La Biblia dice que “las cosas que antes se escribieron, para nuestra enseñanza y edificación se escribieron” (Ro. 15:4). Encuentro en la experiencia pasada del pueblo de Israel, lecciones importantes para nosotros, la iglesia actual en nuestro viaje a la patria celestial.

Frase transicional:

En este contexto, les invito a considerar “3 Exhortaciones divinas o anhelos que Dios tiene para la iglesia, mientras peregrina rumbo a la patria celestial– Y lo haremos a la luz de 2º. Crónicas cap. 29.

Contexto: Hablando de Ezequías rey de Judá, leemos el v. 1,2 “ Comenzó a reinar Ezequías siendo de 25 años y reinó 29 años en Jerusalén” “e hizo lo recto ante los ojos de Jehová conforme a todas las cosas que había hecho David su padre” (v. 2).

La mayoría de los relatos de los reyes tanto de Judá como de Israel dicen de los reyes, o “hizo lo bueno o hizo lo malo ante los ojos de Jehová”. En el caso de Ezequías dice que “hizo lo bueno”.

El fue el 13er. rey de Judá. Hijo de Acaz. Y a partir del verso 3 – 10 se nos dice por qué hizo lo bueno; todos los cambios que hizo. En el relato paralelo de 2º. Reyes 18: 4 dice que “quitó los lugares altos, quebró las imágenes y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso”. ¿Cómo pudo un joven tener esa madurez y percepción espiritual? pues tenía 25 años tan solo.

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El capítulo 29 dice que reunió a los dirigentes y a todo el pueblo y les dio las ilustres palabras que aparecen en verso 11 de donde quiero extraer las 3 exhortaciones divinas para nosotros hoy: “Hijitos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso” (2º. Crónicas 29: 11).

1ª Exhortación: “No os engañéis ahora, porque Jehová os ha elegido” 1.- Debemos recordar el privilegio de haber sido elegidos.

• Mientras avanzamos Dios quiere que recordemos y que hagamos conciencia, que esta iglesia a la que pertenecemos ud, y yo ha sido elegida por Él para una tarea especial. No porque haya alguna virtud en nosotros, sino porque le ha parecido bien darnos un encargo especial.

• “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido (1ª.

P.2:9).

• No fuimos elegidos por algún hombre o por una junta. Él mismo fue quien nos eligió y no porque haya algo especial en nosotros, sino solo por su gracia y misericordia. En su libre soberanía Dios nos eligió para esta tarea especial.

• Es un privilegio pero también una gran responsabilidad. La iglesia adventista surgió no solo en respuesta a una visión profética sino para un cumplir con una misión profética: Hacer al último gran llamado a la humanidad para aceptar al Salvador.

• Hemos sido escogidos para anunciar al mundo la gran verdad que Cristo está ahora en el Santuario celestial intercediendo por nuestros pecados. Que la puerta de la gracia y la misericordia está abierta por los méritos únicos de Cristo nuestro suficiente Salvador.

• Hemos sido elegidos para testificar por medio de nuestra vida que nuestra confianza total está puesta en el brazo poderoso de Jehová, que Él es nuestro sustentador.

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• El hecho de haber sido elegidos como “Mayordomos”. Nos coloca en una posición de gran responsabilidad. ¡Qué privilegio! ser llamados mayordomos: El mayor de la casa. El principal de la casa. Los mejores del mundo. Aunque esto suene como exclusividad o arrogancia, no es esa la intensión. Realmente hemos sido elegidos de entre todo el mundo para una tarea especial.

• OIKONOMOS es el término griego que significa “administrador”: el que está al cuidado de algo que pertenece a otro, en este caso a Dios. Somos administradores de los recursos divinos. Los tesoros que hemos recibido, los talentos, nuestro tiempo y nuestro templo.

No son nuestros, son de Dios pero nos los ha prestado para darle un uso correcto y para que contribuyan en el cumplimiento de la misión.

• Elegidos como lo fue José, quien en la casa de Potifar se condujo prudente y sabiamente.

Y como consecuencia de su correcta mayordomía, otros fueron bendecidos y conocieron al verdadero Dios.

• Elegidos como Job, que con mucha sabiduría supo poner toda la riqueza en el lugar correcto. Nos damos cuenta porque cuando las riquezas faltaron y perdió todo, pudo decir: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá, Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1: 21).

• La Mensajera del Señor dijo: “Los adventistas del séptimo día han sido elegidos por Dios como pueblo particular, separado del mundo. Con el gran instrumento de la verdad…los ha llamado a ser sus embajadores durante esta última fase de la obra de salvación.

Les ha encargado que proclamen al mundo la mayor suma de verdad que se haya confiado alguna vez a seres mortales, las advertencias más solemnes y terribles que Dios haya enviado alguna vez a los hombres.” Joyas de los testimonios, tomo 3, pág. 140 (1902).

• “Dios tiene en la tierra una iglesia que está ensalzando la ley pisoteada y presentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo... Existe solamente una iglesia que está actualmente en la brecha, reparando el muro, reedificando las ruinas... tengan cuidado de no hacer declaraciones contra el único pueblo que está cumpliendo la descripción que se da del pueblo remanente que guarda los mandamientos de Dios, y tiene la fe de Jesús…”

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• Testimonios para los ministros, pág. 50, 57 (1893).

• Esta exhortación a reflexionar, a recordar que hemos sido elegidos, es más que sólo una reflexión, involucra acción. ¿Pero cómo puede suceder esto? La respuesta está en la 2ª. exhortación: 2ª Exhortación: “Para que estéis delante de él” 1.- Dios desea que su iglesia se distinga por la calidad de vida cristiana que posee.

• La única manera en que esto puede suceder es estando delante de él.

• “Estar delante de Él” implica relación con Jesús, pasar tiempo con él.

• No sucederá sin una fuerte conexión con él. Jesús dijo: “Sin mí, nada podéis hacer” (Jn.15:5).

• Antes de tratar de ir a los demás, debemos tomar tiempo para estar delante de él • Ptr. Morris Venden escribió: La vida devocional del cristiano no es un asunto opcional, es el fundamento mismo de la vida cristiana progresiva. Lo que incluye la vida devocional, No tiene sustituto. No se sustituye con el trabajo, con los años, con las capacidades, ni con las acciones.

• Elena G. White dijo: El estudio de la Biblia “…debería ser “considerado como una audiencia con el Altísimo” (Meditaciones Matinales 1968 “En los Lugares Celestiales”, pág. 136).

• Estar delante de Dios implica como lo hicieron los pioneros. Estudio dedicado de las Sagradas Escrituras. Fueron conocidos como la iglesia del libro.

• En 1982 en el primero de 3 estudios de Valuegénesis arrojó resultados alarmantes. El estudio entre miles de adventistas encuestados reveló que el 10% de los miembros de la iglesia leen regularmente su Biblia. El resto lo hace de manera eventual…

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• La Biblia misma dice en Hebreos que: “La Palabra de Dios es como una espada de dos filos, …” tiene un poder tremendo para transformar, hace de una persona común, una persona de bien.

• Elena White escribió que el testimonio de una vida consagrada como resultado de su relación con el Señor, es un argumento a favor del evangelio que nadie puede negar.

• Hechos 4:13, hablando de Pedro y Juan cuando sanaron al cojo que estaba a la puerta del templo la Hermosa, dice que la gente decía de ellos: “Entonces, viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban y les reconocían que habían estado con Jesús”

• La persona que está delante de Dios, no necesita decir que lo está, se percibe fácilmente y por donde quiera que va lleva la influencia de una vida de calidad. Esto es en su máxima expresión, la verdadera mayordomía.

• En este sentido, el estudio de la Biblia y la oración juegan un papel insustituible. Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras, porque …”

• Por inspiración la Mensajera del Señor dijo: “No hay nada mejor para fortalecer la inteligencia que el estudio de las Escrituras. Ningún otro libro es tan potente para elevar los pensamientos, para dar vigor a las facultades, como las grandes y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como es debido, los hombres y las mujeres tendrían una grandeza de espíritu, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que raramente pueden verse en estos tiempos.” Camino a

Cristo, pág. 132, 133.

• En mayo de 1909, 328 delegados, representando 83,000 adventistas del séptimo día de todo el mundo, se reunieron en Takoma Park, Maryland para un Congreso de la Asociación General. Elena de White con 81 años de edad, se reunió con ellos en una carpa extendida en el campus del Washington Missionary College (hoy, Columbia Union College).

El domingo 6 de junio por la tarde, ella dio el último de sus once discursos. “Con labios temblorosos y una voz inundada de profunda emoción” (1909 GCB 378), habló por última vez en persona a la iglesia mundial reunida en el congreso. Al concluir sus comentarios, la 74

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Sra. White dejó el púlpito y fue para su asiento. A mitad del camino, se detuvo y regresó.

Tomó la Biblia que estaba sobre la mesa, la abrió y la sostuvo con sus manos temblorosas para que todos la vean. “Hermanos y hermanas”, dijo, “les encomiendo este Libro”.

• Al estar delante de Dios mediante el estudio de la Biblia y la oración, la calidad de vida será manifiesta en todas las áreas de tal forma que seremos de bendición para los demás y un aroma grato delante de Dios.

• Queridos hermanos, estudiemos cada día la Santa Palabra de Dios; tengamos nuestro culto familiar. No descuidemos este buen hábito. Asegurémonos que todos los miembros de nuestra familia tienen su material de estudio y hagamos el esfuerzo por colocarlos en el altar de Dios y a enseñarles esta importante devoción.

• También en su gran amor, Dios nos ha dado una luz menor. Los escritos del Espíritu de Profecía en donde encontramos infinidad de orientaciones prácticas para la vida cotidiana.

Consejos de salud, para el hogar, personal, en el trabajo, para el noviazgo; que seguir estos consejos mejorarán la calidad de nuestra vida.

3.- Exhortación: “Le sirváis, seáis sus ministros y le queméis incienso” 1.- Una exhortación en tres declaraciones o verbos. -Servir, Ser y Quemar-

Servir, ser sus ministros y quemar incienso.

• Esta tercera exhortación de Dios para su iglesia peregrina es, en pocas palabras: servir, ministrar y acercar a las personas a Jesús: Sirviéndoles, ministrándoles e intercediendo por ellos en oración. Incluye el servicio práctico (social) y la predicación bíblica del evangelio.

• “La iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo.” Hechos de los Apóstoles. p. 9.

• Los días de la iglesia primitiva fueron caracterizados por una vida de servicio extraordinario. Sanaban enfermos, visitaban a los desanimados, atendían a los pobres, echaban fuera demonios, predicaban el evangelio con poder.

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• Hablando de los días previos al Pentecostés, “Estos días de preparación fueron días de profundo escudriñamiento del corazón. Los discípulos sentían su necesidad espiritual, y clamaban al Señor por la santa unción que los había de hacer idóneos para la obra de salvar almas. No pedían una bendición simplemente para sí. Estaban abrumados por la preocupación de salvar almas. Comprendían que el Evangelio había de proclamarse al mundo, y demandaban el poder que Cristo había prometido. Hechos de los Apóstoles, pág. 30 • La mensajera del Señor dice: ““El derramamiento del Espíritu Santo en los días de los apóstoles fue la lluvia temprana, y glorioso fue el resultado. Pero la lluvia tardía será más abundante.” Joyas de los testimonios, tomo 3, pág. 211 (1904).

Conclusión:

• Hermanos queridos, los días más grandes de la historia de la iglesia de Dios están por venir. El trabajo está por cerrarse con “mayor poder” de lo que marcó el día de Pentecostés (Eventos de los últimos días, pág. 206).

• Es verdad que vendrán días muy difíciles y que la iglesia de Dios enfrentará una gran amenaza, pero en ese tiempo, El Señor quiere que tengamos la misma determinación y confianza que tuvo Ezequías: Veamos 2º. Reyes 18: 29-31; 19:2-7.

• Es por eso que Ezequías pudo decir en 2º. Crónicas 32: 7,8 “Esforzaos y animaos, no temáis” • En los últimos días el Señor obrará maravillosamente a través de aquellos que como Ezequías confíen y obedezcan con valor y determinación la voluntad de Dios, expresada en la Santa Biblia y en los escritos del Espíritu de Profecía.

• • El peregrinar de la iglesia rumbo a la Patria celestial se ha acortado. Cada vez estamos más cerca y mientras seguimos avanzando quiere el Señor que podamos ser buenos administradores…

• Creo que no quedan mejor que aquí las palabras del apóstol Pablo: “Tenemos también la 76

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palabra profética más segura a la cual hacéis bien en estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2ª. Pedro 1: 19).

• Iglesia, “Creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados” (2º. Crónicas 20: 20).

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Estos fueron los valientes Una historia del rincón de los pioneros:

John Loughborough, uno de los pioneros de nuestra iglesia, tenía 16 años tan solo cuando se convirtió en un gran predicador. Por 9 semanas estuvo sufriendo con la malaria. En su agonía clamó a Dios y le dijo: “Señor quítame estos escalofríos y fiebre y saldré a predicar tan pronto como me levante de aquí”. Los escalofríos cesaron ese mismo día. En ese momento no tenía dinero para viajar. Estando aún débil como resultado de la enfermedad se puso a trabajar y después de unas semanas de cortar madera se las arregló para ahorrar un dólar. Eso, lo llevaría hasta donde quería ir, pero ¿qué con la ropa? El vecino para quien él trabajaba le dio un chaleco y un pantalón, en parte desgastados, pero como Loughborough era bajito y su vecino alto, le tuvo que hacer algunos cortes en las piernas.

Con esta ropa curiosa y con un dólar en su bolsa decidió ir a predicar a un lugar en donde el fuera desconocido. Si fallaba, sus amigos no se enterarían, pero si tenía éxito, sabría que realmente ese era su deber de parte de Dios, predicar a otros las verdades de la Biblia. En su primera noche se encontró en una pequeña iglesia bautista llena a su capacidad. Cantó, oró y cantó de nuevo. Habló sobre la caída del hombre. En lugar de sentir vergüenza como temía que sucedería, la bendición de Dios vino sobre él y habló libremente. A la mañana siguiente le dijeron que en la conferencia de la noche anterior, había siete ministros presentes junto con él en la plataforma. Cosa que lo sorprendió.

A la noche siguiente, el lugar estaba más repleto de gente que la anterior. El mismo Loughborough no sabía si era por ver a un joven de ropas curiosas o por ver si estarían con él los 7 predicadores de la noche anterior... Al final del sermón, el pastor local dijo que ahí terminaban las reuniones de Lougborough porque al día siguiente comenzarían clases de canto por lo que esa era su última noche. A continuación, un hombre que estaba en la congregación, el Sr. Thompson se puso de pie y dijo: “Señor Loughborough, esas clases de canto han sido planeadas para cancelar sus reuniones, pero yo lo invito para que traslade sus mensajes a mi iglesia, un local el doble de 78

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grande que este. Los que quieran venir están invitados. Una vez más, el joven predicador tuvo tanto éxito en un lugar en donde muchos habían fracasado en su intento de ganar almas.

El movimiento adventista estaba creciendo y a medida que se extendía al Oeste, familias de recursos aceptaban el mensaje. Para algunos era difícil captar su responsabilidad de dar apoyo financiero a la causa que amaban. Durante los años 1857 y 1858 la situación se volvió desesperada. No había organización de la iglesia ni tampoco tesorería. Aquellos que se sentían llamados a entrar en el ministerio enfrentaban grandes sacrificios, porque dependían de los donativos que se les entregaban al trasladarse de un lugar a otro. Se requería consagración y sacrificio.

John Norton Loughborough, nuestro pionero de esta ocasión, informó respecto al apoyo financiero que recibió durante cuatro meses de servicio mientras celebraba reuniones bajo carpa en Illinois. Dijo haber recibido comida, alojamiento, gastos de viaje y unos $15.oo dlls en efectivo.

Esto no le dejaba mucho para llevar a la casa a su esposa, Mary.

Durante todo el invierno de 1857 – 1858 - dijo – recibí tres pasteles de azúcar de arce de 4 Kg. (10 libras), 350 kg. de trigo, 175 kg. de manzana y 175 kg. de papa. 9 kg. de frijoles y $4 dlls. en efectivo. Esto, más la pequeña ganancia con nuestros pensionistas, me permitió llegar al fin del invierno en mejores condiciones que otros de nuestros ministros.

Jaime y Elena White también estaban luchando. Mientras que algunos de los ministros tenían que abandonar su tarea de tanto en tanto y trabajar con sus manos para sostener a sus familias. Jaime White descubrió mientas viajaba entre los creyentes que estaban aquellos que necesitaban Biblias y otros libros. Él compraba materiales y los llevaban consigo, o los enviaba desde Battle Creek. Vendía estos materiales con una pequeña ganancia.

Las cosas habían llegado a un estado tal que debía encontrarse un plan permanente para proveer recursos financieros a la iglesia creciente. En estas circunstancias Elena G. White le dijo a su esposo: “El Señor me ha mostrado que si tú convocas a los ministros para una reunión y haces que J.N. Andrews venga desde Waukon y celebre una clase bíblica, encontrarás en las Escrituras hay un plan completo para sostener…la obra del ministerio” (PUR, 6 de octubre de 1910).

Jaime White pidió a Andrews que viniese a Battle Creek para dicho estudio sobre el cual informó J.N. Loughborough. Varios obreros, incluyendo a J.N. Andrews, se reunieron por dos días en Battle Creek para estudiar un sistema de finanzas para la iglesia que estuviese basado en 80

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la Biblia. El plan que se desarrolló fue presentado a la iglesia de Battle Creek en una reunión de negocios el siguiente domingo de noche, 16 de enero de 1859. El propósito era inducir a todos a sostener la causa de la verdad presente y al mismo tiempo aliviar a algunos que habían dado por encima de su verdadera capacidad.

Se eligió a los hermanos Andrews, Frisbie y White para que preparasen una exposición formal sobre el plan de benevolencia sistemática, fundado en las declaraciones de la Escritura. Dos semanas más tarde, el 29 de enero, después que pasaron las horas del sábado, se reunió la iglesia para oír la lectura de la exposición. El informe fue adoptado unánimemente. Este plan, desarrollado por dirigentes destacados de la iglesia, llegó a conocerse desde el principio como el de la “Benevolencia sistemática”, que no es otra cosa sino el principio de devolver a Dios la parte que le corresponde (el diezmo) y ofrendas voluntarias y proporcionales a las bendiciones recibidas.

Todo, dado de manera sistemática y con una actitud de amor y gratitud.

Elena G. White en una visión que tuvo muy probablemente el 4 de junio de 1859 dijo que el Señor le había mostrado que: “El plan de benevolencia sistemática agrada a Dios. Se me señalaron los días de los apóstoles, y vi que Dios trazó el plan mediante el descenso de su Espíritu, y que a través del don de profecía aconsejó a su pueblo en cuanto a un sistema de benevolencia.

Todos tenían que compartir en esta obra” (T1, 190).

El sistema financiero que la iglesia tiene ha sido una bendición especial de Dios para su pueblo.

Surgió como resultado del estudio de la Biblia y fue confirmado por medio del don profético.

Mediante el sistema financiero que la iglesia tiene, ha habido un desarrollo a nivel mundial; porque mientras damos para las necesidades locales de la iglesia apoyamos también la obra y desarrollo mundial. Nuestros diezmos y ofrendas son distribuidos sabiamente para que alcancen su destino fijado y la bendición de Dios asiste a esas ofrendas y diezmos para que se conviertan en bendiciones especiales.

“Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto” Prov. 3:9,10.

Ojalá que así sea.

Oremos

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