Estoy solo.
Unai Mateo
Nada vuelve. Por más que mire. Todo se queda como está. La luz entra por la misma ventana y lo ilumina todo del mismo modo. Pero me he dado cuenta de que puedo cambiar las formas. Puedo remover las sábanas. Puedo convertirlas en mares en los que naufragar con seguridad. Y eso es lo que voy a hacer. Mirar a mi al rededor. Desde la falsa seguridad de mi listón de madera. Mirar y mover sábanas. Creyéndome con el poder de cambiar el curso de las mareas pero, en realidad, luchando contra una absurda pero inamovible soledad.