EVA, CHEMA Y EL ZOO POR LA NOCHE
Chema y Eva alcanzaron al grupo que ya estaba reunido frente al recinto de los
ELEFANTES
¡Increíble! ¡Eran gigantes! Nada que ver con los documentales de la tele. El profesor de ciencias estaba como embobado mirándolos. Y es que uno de ellos, guardaba un parecido inquietante con él. –Mira Eva -dijo Chema -Ya sabemos de dónde le viene al profe su nariz.
¡LOCURA! ¡ALEGRÍA! ¡DIVERSIÓN!...
¡Los MONOS! ¡Por fin! Los dos muchachos decidieron que le gustaría parecerse a esos monos divertidos, que en un segundo le quitan el sombrero a un anciano enfurecido mientras otro roba una cámara para hacer fotos del momento.
Los niños no podían creer lo que veían sus ojos. Allí mismo, ante ellos, había un
COCODRILO
con el uniforme de mantenimiento, el mismo uniforme que llevaban viendo todo el día en los trabajadores del zoo. -¿Qué hacéis aquí muchachos? -Nos hemos quedado dormidos señor. -Oh vamos niños, ¡no me llaméis señor! Soy simplemente Roberto, del batallón de limpieza nocturna del zoo. -¿Limpieza nocturna? No comprendo -dijo Chema -Pero, ¿dónde estamos? -¿Dónde estáis? ¡Dónde váis a estar! ¡En el zoo! Pero es de noche. Y de noche...
...¡De noche el ZOO es NUESTRO! ¡Es nuestro momento! Abandonamos nuestros puestos de trabajo y salimos a divertirnos. -¿Vuestros puestos de trabajo? -preguntó Eva. -Pues claro chicos. Hacemos lo que se supone que los humanos esperan de nosotros y nos comportamos como ANIMALES.
¡¡Es agotador!! Por la noche nos arreglamos, estiramos las piernas y comentamos las anécdotas del día.
-No lo entendemos Roberto, esto, ¡esto NO es posible! -¡Oh, ya lo creo que sí chicos! Las cosas no siempre son lo que parecen. -¡Es imposible! Van vestidos, paseando, charlando divertidos. ¡Los animales no hacen esas cosas! -¿Qué os acabo de decir? ¡LAS APARIENCIAS ENGAÑAN, NIÑOS! Fijaos en vosotros. Parecéis unos chicos pequeños y temerosos y sin embargo estáis hablando con un cocodrilo que cualquier adulto temería, sin ningún miedo. Y aún no habéis visto lo mejor. ¿Queréis ver algo realmente increíble? ¿Nuestro mayor secreto? -¿Un secreto? ¡Claro! -dijeron los dos a la vez.
Aquello era algo absolutamente fascinante. Banqueros, cocineros, electricistas, el director del colegio... 隆TODOS ESTABAN EN JAULAS! Mientras algunos animales curioseaban a su alrededor, mirando c贸mo se comportaban.
Cuando mejor se lo estaban pasando, Chema se fijó en la cara de susto de Roberto... Eva se dio cuenta de que venían hacia ellos un león muy enfadado y un diminuto ratón con el mismo gesto molesto. -¿Qué hace estos humanos fuera de la jaula? -rugió el LEÓN. -Sí, sí ¿qué hacen fuera de la jaula? -repitió el RATÓN con voz chillona. -Bueno, es que... veréis, los chicos están de visita. -¿De visita? Aquí no se admiten las visitas de humanos. -¡A LA JAULA! -gritó el león. -Sí, sí ¡A LA JAULA! - repitió el ratón.
El león tocó el SILBATO con todas sus fuerzas. Empezaron a aparecer animales de todas las especies con el mismo UNIFORME. Venían corriendo hacia ellos agitando las porras! - ¡CORRE, CHEMA, CORRE! Roberto cogió en sus patas a Eva tratando de evitar el desastre.
Ambos miraba hacia atrás para comprobar, muertos de miedo, que se acercaban cada vez más. De pronto, todo se volvió de colores...