Ayer 22 de Julio 2022 a un mes de mi cumpleaños en camino a la consulta, pues hacia como un mes me habían sacado la vesícula, conocí a una mujer en la micro tenía 82 años venía en el colectivo que tome hacía la clínica, subimos a la micro ella con un aparato que usaba para caminar al subir le ayudé un poco y me dijo parece que vamos para donde mismo y nos fuimos conversando. Ella se había ido el año 72 a EE.UU. porque pensó que allá le iría bien y acá todo iba para mal con las colas para comprar alimentos, le conté que para nosotros ese periodo de las colas no fue así como tan difícil pues le compraba mi madre a una vecina que trabajaba en la feria a pesar de que ella cobraba mucho más caro, “el mercado negro” pero que tenía de todo. Allá en EE.UU. no les fue tan bien sobre todo al principio, vivieron mal luego empezaron todos a trabajar y apenas pagaban la renta con lo que ganaban luego les iba un poco mejor y al final solo trabajaba ella y se vinieron en 1987 de vuelta, habían intentado comprarse un departamento y con esa plata se pudieron regresar se quedó un hijo allá hoy tiene 60 años y se viene también ahora pues la docena de huevos allá vale 5 mil pesos en este momento y con el sueldo mínimo no se puede vivir, apenas si puedes rentar una casa. Ella sabe hacer algunas cosas como poner inyecciones, hacer curaciones, y otros. Con su sombrero y su carrito dijo que iba a la calle Franklin a vender mermeladas que ella hace al bajar dijo que podía bajar sola y se despidió amablemente, que le vaya muy bien le dije. Luego me puse a recordar cuando viví en el campo y todo era sencillo y vivía feliz con ellos, mis abuelos, tías y tíos, ellos me dieron siempre un quehacer no mucho, pero si me sentía integrada no solo por los abuelos sino por los tíos en los juegos siempre también tenía un rol que era valorado Vi ahora más claro como las personas viven en una relación a la naturaleza como me han dicho y al ver los trabajos de artesanías hechos con sus manos de las crecientes yerbas o de las lanas sacadas de los animales, las pieles con que se abrigaban en el pasado, las piedras con que construyen casas, los alimentos que surgen de la tierra, frutas hortalizas, alimentos que sacan del mar, las aves que crían, los minerales todo viene de allí, de la naturaleza Al llegar a la ciudad sientes a las personas como igualmente amables, pero no hay diferencia excepto que se sienten más o menos superiores por lo que poseen y por lo que ven en ti, como vistes etc. Y te verán mejor o peor según lo que tienes, pero siempre hay quienes hacen una amistad y eso ya no tiene tanto que ver. En lo material que ellos valoran tanto solo no ves de donde viene lo que te rodea no ves una relación con la naturaleza por ejemplo ves hilos que sirven para hacer cordones, los manipulas y haces esos cordones pero no sabes de donde sale ese hilo, después lo vas a comprar y ves que hay una enorme fábrica donde lo hacen y lo compras ahí las personas son un poco extrañas que solo quieren vender no les interesa nada más y son hasta un poco hostiles luego en la vida sabes que viene del algodón y el algodón también es una planta de ahí lo extrajeron ahí está la conexion, pero cuando eres pequeña solo sabes que se puede hacer algo con él contándolo para tener cierto grosor torciéndolo y corchándolo con una gran rueda vas haciendo una cantidad grande que después con el dispuesto y listo lo enmadejas con un palo con dos clavos en la punta, enmadejado lo llevas a vender y de esta forma es utilizado para los zapatos, para saltar las chicas, para hacer bailar el trompo, para izar la bandera, para amarrar o levantar cosas A la edad de 10 años hice eso en las tardes después del colegio a pleno sol mis manos, por dar vuelta la rueda, se pusieron así extrañas porque el sol era implacable a esas horas
después de almuerzo después de caminar tantas cuadras después del colegio a la casa almorzar y salir a trabajar al patio. Ahí en la civilización todo fue un caos los roles que tuve nunca se valoraron, hacer almuerzo, cuidar a los hermanos se portaban mal y no les importaba lo que les tuviera que decir. estuve a expensas de un perverso quién tuvo todas las garantías de tratarme mal, vivíamos en un lugar donde la casa estaba totalmente aislada, un sitio enorme de muchos metros tantos que al cabo de unos años fue vendido construyeron una enorme iglesia evangélica más la casa del pastor, esa era la parte de atrás de la casa peor aún quedó un sitio grande por delante de la casa, además del espacio enorme donde se hacían los cordeles por la parte de atrás y sí arrendaban otras personas pero una alcohólica muy pobre que nada contaba en darse cuenta, ni la mujer del otro extremo que salía todo el tiempo con sus hijas, quien nos subarrendaba, ahí vivimos hasta que estuve en primero de la enseñanza media (eso en La Cisterna, Covadonga con Freire) luego nos fuimos a la calle América en San Miguel, la llegada ahí fue para mi caótica, un día que salí a la calle se me presentó el vecino un muchacho mayor que yo muy humilde que estudiaba párvulos, el perverso salió, me vio y se enfureció el portazo que dio se escuchó por lejos fue a decirle a mi madre y ella vino a gritarme para que me entrara su enojo era en proporción directa al enojo de su maridito enojadísima como si hubiera hecho lo peor, sentí mucha vergüenza pero nada que hacer me tuve que entrar y al tiempo no sé como todos incluida yo estábamos en una fiesta en la casa de la vecina la madre del muchacho todos bailando, yo por supuesto sin ganas, luego mis hermanos crecieron y yo pude salir con ellos con sus amigos a fiesta fin de semana y vendían a veces tragos tomaba una o dos vasitos de fuerte, Mi vida para mi era un caos antes de eso antes de las fiestas yo estaba viviendo con la tía aquella y me invitó otra tía a Viña del Mar a su casa a pasar 10 días y fui, un día las primas que no conocía eran de lo más sanas en su forma de vida, un día venía llegando de los juegos que se ponían en tiempo del festival y vi a mi madre llegar con mi abuelo venía a verme, y nada que tuviera que ver conmigo le iba a gustar por supuesto, no le gustaron para nada las primas porque discutieron delante de ellos entre ellas, estaban en su casa, como tampoco cuando les conté de Guillermo, mi tía dijo ese viejo wn le quedó debiendo un saco de harina a Toribio (mí tío), pero ellos eran amigos y mi tío lo visitaba salían y compartían sin problemas. Guillermo que hacía esos trabajos en azulejos, sin saber nada de lo que yo había pasado, un día mi madre le pidió que le hiciera un azulejo con la foto de su “esposo” y se lo hizo no sabes como me sentí y se lo puso en la tumba, si yo lo ví ahí puesto, luego sucedió algo increíble según me contaron alguien lo rompió yo de inmediato pensé que me culparían pero no me dijeron nada, yo me sentía culpable sin serlo, sin tener nada que ver, ahora que estoy contando esto puede que eso lo hubiera hecho mi tía y porque sabía que me culparían si sabían que no lo quería, pero era extraño que lo hubieran hecho pedazos, si hoy me siento como lo que resta de esos maltratos de esas humillaciones repetidas y de esas terribles cosas donde estuve sola que no veo como enfrentar a los que se ríen en mi cara…