MakingIt Número 3
Industria para el desarrollo
La
Time to go
elección green? de políticas
n Ha-Joon Chang n La modernización
de las relaciones multilaterales n El auge de China n ¿Funciona el microfinanciamiento?
Ejemplar nro.1, diciembre de 2009 l Rwanda means business: interview with President Paul Kagame l How I became an environmentalist: A small-town story with global implications by Phaedra Ellis-Lamkins, Green For All l ‘We must let nature inspire us’ – Gunter Pauli presents an alternative business model that is environmentally-friendly and sustainable l Old computers – new business. Microsoft on sustainable solutions for tackling e-waster l Green industry in Asia: Conference participants interviewed l Hot Topic: Is it possible to have prosperity without growth? Is ‘green growth’ really possible? l Policy Brief: Greening industrial policy; Disclosing carbon emissions
Ejemplar nro.2, abril de 2010 l “Después de Copenhague”. Bianca Jagger aboga por que se tomen medidas inmediatas a fin de evitar una catástrofe climática. l Nobuo Tanaka, de la Agencia Internacional de la Energía, analiza los cambios que puede hacer la industria en materia de energía. l “Energía para todos”. Kandeh Yumkella y Leena Srivastava tratan la necesidad de tomar medidas para mejorar el acceso a la energía. l Las mujeres empresarias transforman Bangladesh. l “En todo sitio bajo el sol”. Zhengrong Shi, presidente general de Suntech, analiza las posibilidades que brinda la energía solar. l Tema de actualidad: Ventajas y desventajas de los biocombustibles. l Informe de política: Financiación de la energía renovable; tarifas de entrada (FiT).
Una nueva revista trimestral. Estimulante, crítica y constructiva. Un foro para discusiones e intercambios sobre la intersección de la industria y el desarrollo.
Editorial
El tema de fondo de éste, el tercer ejemplar, de Making It: Industria para el Desarrollo es la política industrial. Ante la crisis económica global, los gobiernos de todo el mundo están desesperados por reactivar el crecimiento económico. Tras haber sacado de apuros a bancos y automotrices, las economías más grandes del mundo se han dedicado últimamente a orientar fondos públicos hacia esfuerzos por impulsar la producción. Es el fin de la era del Consenso de Washington. Si bien, como muchos de nuestros colaboradores observan, la política industrial nunca desapareció del todo, ahora está definitivamente instalada como un tema de interés. Según las palabras del autor de nuestro artículo principal, Ha-Joon Chang: “la política industrial ya no es un tema tabú”. A lo largo de todo el mundo se deben buscar políticas para afrontar el desafío del cambio climático. Los países en vías de desarrollo deben tratar de satisfacer las expectativas de su creciente población, edificando sus economías con cimientos en el desarrollo ecológico y las energías no contaminantes. Como uno de nuestros colaboradores sostiene, la política industrial tiene un rol clave que cumplir en la transición mundial hacia un camino de crecimiento con baja emisión de carbono y un uso eficiente de los recursos. Al colocarle el título de “La elección de políticas” a este ejemplar, Making It apunta a destacar la noción de que la pregunta de base acerca de la política industrial no es si se la debería poner en práctica, sino cómo. El sitio web de Making It, www.makingitmagazine.net, ofrece una plataforma interactiva para el intercambio de opiniones y puntos de vista. Los invitamos a ustedes, nuestros lectores, a que se sumen al debate. Nos interesa su perspectiva sobre este tema, y de qué manera la política industrial puede ser útil en su país, su comunidad o su negocio.
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MakingIt Industria para el desarrollo
Editor: Charles Arthur editor@makingitmagazine.net Comité editorial: Ralf Bredel, Tillmann Günther, Sarwar Hobohm,Kazuki Kitaoka, Ole Lundby (presidente), Cormac O’Reilly Sitio web y difusión: Lauren Brassaw Ilustración de la portada: Paresh Nath Diseño: Smith+Bell, Reino Unido www.smithplusbell.com Agradecemos la colaboración de Donna Coleman Impreso por Gutenberg Press Ltd, Malta, www.gutenberg.com.mt, en papel con certificación del Consejo de Manejo Forestal. Para consultar esta publicación en línea y participar de los debates acerca de la industria para el desarrollo, visite nuestro sitio: www.makingitmagazine.net Para suscribirse y recibir los próximos ejemplares de Making It, envíenos un correo electrónico con su nombre y domicilio a subscriptions@ makingitmagazine.net Making It: Industria para el Desarrollo es una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), Centro Internacional de Viena, P.O. Box 300, 1400 Vienna, Austria Teléfono: (+43-1) 26026-0, Fax: (+43-1) 26926-69 Correo electrónico: unido@unido.org Copyright © 2010 La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial Ninguna parte de esta publicación podrá utilizarse ni reproducirse sin el consentimiento previo del editor. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta revista no implican la expresión de opinión alguna de ningún tipo por parte de la Secretaría de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) respecto de la condición jurídica de ningún país, territorio, ciudad o área, ni de sus autoridades, o en relación con la demarcación de sus fronteras o límites, o acerca de su sistema económico o su nivel de desarrollo. Las denominaciones como “desarrollado”, “industrializado” y “en vías de desarrollo” se utilizan por una cuestión de simplicidad estadística y no expresan necesariamente un juicio sobre la etapa en el proceso desarrollo que ha alcanzado un país o área en particular. La cita de nombres de empresas o productos comerciales no constituye aval alguno por parte de la ONUDI. Los puntos de vista, los datos estadísticos y las estimaciones que se incluyen en los artículos de autor son responsabilidad del o de los autor(es), entre ellos, los miembros del personal de la ONUDI, y no deben interpretarse como una manifestación de las opiniones de la ONUDI ni como opiniones respaldadas por la ONUDI. Este documento se ha elaborado sin la edición formal de las Naciones Unidas.
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Contenido FORO MUNDIAL 6 Cartas 8 La nueva revolución: del motor de vapor a una concientización humana – Alfredo Sfeir-Younis considera que el mundo necesita una nueva revolución industrial 10 Tema de actualidad – Anis Chowdhury pregunta: ¿el microfinanciamiento es una herramienta eficaz para reducir la pobreza? 14 Cuestiones de negocios – noticias y tendencias ARTÍCULOS 16 Un clima cambiante para la política industrial – Wilfried Luetkenhorst habla sobre la transición hacia un camino de crecimiento con baja emisión de carbono y un uso eficiente de los recursos
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Politización de las políticas económicas – Jayati Ghosh profundiza el tema de la participación del estado en la actividad económica
22 ARTÍCULO PRINCIPAL Hacia un debate más productivo – Ha-Joon Chang da razones para aceptar que la política industrial puede ser efectiva y brinda soluciones novedosas para que funcione mejor
Número 3, julio de 2010
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30 La cooperación internacional es vital para la prosperidad nacional – Deborah Wince-Smith desea aprovechar una excelente oportunidad para las sociedades mundiales dinámicas 32 La modernización de las relaciones multilaterales en un mundo multipolar – Robert Zoellick del Banco Mundial analiza cómo los países, las empresas, los individuos y las ONG se interconectan a través de una red flexible 34 Artículo sobre un país: El espectacular ascenso económico de China – Entrevista con Chen Deming, Ministro de Comercio de la República Popular de China 38 Una nueva concepción de la reducción de la pobreza – Jomo Kwame Sundaram considera que los gobiernos deben intervenir en el desarrollo
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40 40 Por una economía mexicana más ecológica – Juan Rafael Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, dialoga con Making It INFORME DE POLÍTICA 42 Reveladores resultados de investigación 43 El sector privado y el desarrollo 44 El poder del capital a largo plazo 46 Artículo de cierre – Michel Sidibé trata el tema del VIH/sida: una problemática en el lugar de trabajo
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FORO MUNDIAL La sección Foro mundial de Making It es un espacio destinado a la interacción y el debate en el que son bienvenidas las reacciones y respuestas de los lectores sobre las cuestiones planteadas en la revista. Para que se publiquen las cartas en Making It, deben llevar el título “Para la publicación” y deben enviarse por correo electrónico a: editor@makingitmagazine.net o por correo a la dirección: The Editor, Making It, Room D2138, UNIDO, PO Box 300, 1400 Vienna, Austria. (Es posible que las cartas o los correos electrónicos deban editarse por razones de espacio).
Energía para todos Los artículos “Opciones de energía renovable” y “Energía para todos” (Making It, ejemplar 2) nos hacen reflexionar y nos motivan a la acción. Mientras abordaba estos temas en mi investigación académica, centrándome especialmente en la República Dominicana, encontré varios aspectos que destacaban mis hallazgos. Si tenemos en cuenta que en los países en vías de desarrollo se concentra el 80% de la población mundial, pero que solo consumen el 30% de la energía comercial del mundo, es evidente que se debe agilizar el acceso a la energía. En la República Dominicana, donde muchos hogares no tienen acceso a la energía, las empresas privadas, como también los gobiernos, están incrementando las iniciativas para promover la energía renovable. Especialmente, las opciones de energía están dirigidas a los hogares situados en áreas rurales. Una empresa ejemplar es Soluz Dominicana que ofrece sistemas fotovoltaicos sobre la base de un modelo empresarial con tarifa por el servicio. En 2007, el gobierno dominicano aprobó una ley para otorgar diversos incentivos y exenciones impositivas a los inversores de energía renovable. Las perspectivas de la República Dominicana respecto del suministro de la energía renovable, por consiguiente, son muy buenas, y las estrategias que se aplican en este país podrían servir como
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ejemplo para otros países en vías de desarrollo. l Isabel Freyer, recibido por correo electrónico El artículo “Energía para todos” (Making It, ejemplar 2) es muy informativo. El modelo de la India para lograr que los pobres accedan a la energía mediante los esfuerzos combinados de todas las partes interesadas representa una lección para todos los países africanos, particularmente para Uganda que desarrolla buenas políticas pero falla en la implementación de los programas. Los motivos de estos fracasos al momento de la ejecución se deben a un marco institucional deficiente, la falta de conciencia y la escasez de recursos técnicos del personal y de financiación. l Doreen Namyalo-Kyazze, director del Proyecto Soluciones de Energía, Kampala, Uganda
Los sectores pobres y el acceso a la energía El artículo “Energía para todos” (Making It, ejemplar 2) es aceptable siempre que se lleven a cabo las recomendaciones para los gobiernos; sin embargo, a fin de cuentas, casi todos los gobiernos del mundo se interesan principalmente en los ingresos. A menos que se produzcan cambios políticos fundamentales, el acceso a la energía solo será posible si la gente puede costearlo. La gente pobre seguirá sin acceder a la energía. Tomemos como ejemplo a Sudáfrica. En 1994, los votantes apoyaron al Congreso Nacional
Foto: Suzlon
CARTAS
Africano porque se dijo que proporcionaría servicios esenciales como el agua, la atención médica, la educación y la electricidad como servicios y no como fuentes de ingreso. ¿Qué sucedió? Empecemos por la electricidad. En la empresa estatal de energía, ESKOM, la falta de inversión ha sido recurrente; por lo tanto, ESKOM comenzó a subir los precios fuera del alcance de la gente pobre. Si la gente no puede pagar las facturas de la electricidad, la empresa proveedora desconecta el suministro por completo. En definitiva, bajo un gobierno que no ha podido cumplir las promesas preelectorales de proveer servicios esenciales a la población, el acceso a la energía está disminuyendo. Afortunadamente, existen lugares como Soweto donde la gente no se cruza de brazos. El Comité de Crisis de Electricidad de Soweto (SECC) es un grupo de electricistas que sostienen que la gente tiene derecho a tener energía gratuita. Cuando se desconecta la energía a la gente pobre porque no pueden pagarla, los electricistas justicieros del SECC aparecen para reconectarla. Realizan unas 40
Fábrica de turbinas eólicas Suzlon.
reconexiones domiciliarias por semana. Además, la fuerza policial local está de acuerdo con lo que hacen, y los oficiales “hacen la vista gorda” ante esta situación. “Le devolvemos a la gente lo que le pertenece; no es un lujo”, expresa uno de los activistas del SECC. l Ethel Red, recibido por correo electrónico
Aires de cambio Quisiera felicitarlos por la publicación de Making It, una revista que trata las problemáticas y preocupaciones relacionadas con el desequilibrio ambiental, el calentamiento global, la administración de los recursos naturales y la búsqueda de alternativas en un formato claro y comprensible. Los artículos sobre la generación de energía eólica y la biomímesis son muy interesantes. El ambiente es responsabilidad de todos y debe existir total entendimiento y diálogo abierto entre los expertos, los científicos y la gente común. En la India, la participación de las corporaciones está girando
Para consultar otros debates sobre cuestiones planteadas en Making It, visite el sitio web de la revista en www.makingitmagazine.net y en el sitio de la red social Facebook. Se recomienda a los lectores navegar por estos sitios para participar en las discusiones y en los debates sobre la industria para el desarrollo.
lentamente su rumbo hacia una revolución en el enfoque del desarrollo de tecnologías para generar energía no convencional, y a los esfuerzos para reducir las huellas de carbono. Una de estas empresas, netamente local, es Suzlon Energy, que se ha dedicado a la tecnología de generación de energía eólica durante los últimos 15 años. Suzlon ha establecido grandes centrales de generación de energía eólica. Como producto de sus esfuerzos por divulgar este tipo de generación de energía, algunas de las industrias que más contaminan, como la producción de cemento y las industrias de gas y petróleo, han elegido la energía eólica como una fuente de energía limpia y alternativa. La empresa cuenta con una gran presencia en los estados de Gujarat, Maharashtra y Kerala. l Anjana Upadhyay, Gurgaon, India
Emprendedores Disfruté mi lectura de la entrevista en línea “Los frutos del esfuerzo desde la perspectiva de un emprendedor: México”, porque me permitió conocer no solo la vida de un emprendedor, sino también el costado humano de alguien que vive y trabaja en México. Creo que este tipo de artículo es útil para apoyar y dar un espacio a los emprendedores de todo el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo. Me hubiese gustado que fuera una entrevista más extensa, ya que por supuesto existen muchas otras aristas en los negocios que influyen en el éxito de un emprendedor, particularmente en los países
en vías de desarrollo, donde los gobiernos no suelen permitir que los emprendedores prosperen. Entonces, ¿cómo ayudó o dificultó el gobierno mexicano a este empresario en particular? y, en términos generales, ¿es difícil para los empresarios mexicanos ser exitosos? ¿El gobierno impulsa políticas responsables respecto del medio ambiente? entre otras preguntas. Emile Potolsky, recibido por correo electrónico
Microsoft y Greenpeace Tras el debate iniciado en el artículo de Microsoft, “Computadoras obsoletas: nuevos negocios” (Making It, ejemplar 1), Greenpeace ha respondido a la carta de Microsoft en el ejemplar 2. En la publicación más reciente de la Guía Verde de la Electrónica de Greenpeace, Microsoft ha subido un lugar en la clasificación de políticas empresariales sobre químicos tóxicos, reciclaje y cambio climático. La Guía Verde de la Electrónica evalúa las políticas y prácticas empresariales más allá de lo requerido por las reglamentaciones… Si bien Microsoft se ha comprometido a eliminar el policloruro de vinilo (PVC) y los retardantes de llama bromados (BFR) de sus productos de hardware antes del año 2010 (inclusive), y los ftalatos para finales de 2010, primero debe lanzar productos al mercado que no contengan BFR en los circuitos impresos para poder cumplir tal criterio. Además, no muestra apoyo a las mejoras propuestas por la Directiva RoHS revisada de la Unión Europea; específicamente, una
metodología para profundizar la restricción de sustancias peligrosas en la electrónica y una prohibición inmediata de los BFR, de los retardantes de llama clorados y del plástico de vinilo del PVC. Con respecto a la basura tecnológica, aparte de los puntos adicionales para la información de sus clientes sobre la recuperación y los informes de reciclaje, Microsoft es recompensado por participar en la coalición de la UE que apoya la responsabilidad del productor individual. l Greenpeace
Después de Copenhague Quisiera felicitar a Bianca Jagger por su excelente artículo “Después de Copenhague” en la revista (Making It, ejemplar 2). Tiene toda la razón: la cumbre sobre el cambio climático celebrada en Copenhague finalizó con un compromiso vergonzoso. El resultado final fue un documento de tres páginas; un “Acuerdo” (no un tratado porque no tiene carácter vinculante, simplemente establece los principios de los cuales se puede “tomar nota”) que ningún país ha firmado en evento alguno. No tiene ninguna posición o autoridad legal; constituye una mera expresión de voluntad indefinida. Ante la falta de un tratado legalmente vinculante para las naciones-estado, ¿qué sucedería si se ejerce presión sobre las empresas multinacionales? Ilustremos con la respuesta de los habitantes de la comunidad nativa I–upiat de Kivalina al norte de Alaska, que está sumergiéndose en el océano
porque el hielo (que servía de barrera contra las olas) se está derritiendo producto de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los habitantes de la comunidad se hicieron oír. Podría decirse que el caso Kivalina contra ExxonMobil Corp. y otros (2008) sentó precedente en los juicios basados en los derechos contra los principales responsables del cambio climático. El litigio entabló una demanda por daños y perjuicios relacionados con el cambio climático contra nueve empresas petroleras (incluidas ExxonMobil, BP y Royal Dutch Shell), catorce empresas de energía y una empresa de carbón. Su reclamo se hace eco de los derechos garantizados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ya que afirma que las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero por parte de los ‘Demandados’ contribuyen al calentamiento global, lo que constituye una interferencia excesiva e inconcebible en los derechos públicos”. La demanda cita la Evaluación del Impacto Climático en el Ártico para demostrar que los demandados “conspiraron para crear debates científicos falsos sobre el calentamiento global con el fin de engañar al público”. Aunque el juicio fue desestimado por un tribunal de distrito de los Estados Unidos, el espíritu de la causa merece apoyo. l John Radford, Manchester, Reino Unido
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Si bien la industrialización seguirá siendo la vía más importante para el desarrollo futuro, ALFREDO SFEIR-YOUNIS cree que el mundo necesita una nueva revolución industrial centrada en las personas.
La nueva revolución: del motor de vapor a una concientización humana La Revolución Industrial ocurrida en Europa entre 1760 y 1850 cambió el modo de vida de una economía agraria a una economía urbana e industrial. La tecnología física tuvo un rol central en la evolución de la productividad laboral y en el enorme aumento de la escala de la producción industrial y el comercio. Hoy conocemos el enorme desafío que la Revolución Industrial implicó en materia humana y social para todo el mundo y, aunque el desarrollo industrial ha mejorado en muchos frentes, todavía existen patrones negativos en numerosos países. Debemos recordar que la Revolución Industrial creó muchas inequidades, obligó a que mujeres y niños trabajasen largas horas a cambio de escaso dinero, provocó el surgimiento de barrios marginados carentes de servicios básicos (agua, alcantarillas) y no hizo respetar las leyes para proteger a los ciudadanos. Asimismo, causó falta de viviendas, educación de baja calidad, afianzamiento de los grupos de poder y estructuras sociales fragmentadas, aumento de la contaminación, uso indebido de los ejidos, migración desorganizada hacia las ciudades, entre otros males. En la actualidad, el tamaño y la composición de la producción industrial han cambiado en gran medida: del barco de vapor a los cruceros y buques de carga más sofisticados; del automóvil Ford T a las naves espaciales que orbitan la Tierra; de las epidemias que mataron a millones a
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los medicamentos (antibióticos) que salvan vidas; del teléfono común a un mundo intercomunicado. Sin embargo, a pesar de que existen motores más sofisticados y mejores máquinas, los patrones estructurales de la industrialización no han cambiado tanto y los resultados sociales y humanos son similares. Si bien hubo intentos para lograr una responsabilidad empresarial de mayor compromiso social y se han adoptado formas más complejas de gestión, control, financiamiento y comercialización (por mencionar algunas áreas), las
ALFREDO SFEIR-YOUNIS (Cho Tab Khen Zambuling) es un economista chileno, líder espiritual y el fundador y presidente del Instituto Zambuling para la Transformación Humana. Antes de abrir el Instituto en 2005, Sfeir-Younis trabajó en el Banco Mundial durante 29 años, donde fue asesor experto de los directores ejecutivos.
corporaciones siguen siendo los agentes más contaminantes de la tierra, la principal fuente de destrucción del medio ambiente y las impulsoras número uno de desigualdad e injusticia social. Algunas corporaciones poseen activos por un valor ampliamente superior al Producto Nacional Bruto de varios países en vías de desarrollo juntos, y su poder político no tiene precedentes. Es tiempo de una nueva revolución industrial. Su esencia debe radicar en pasar de los motores de vapor a un mayor nivel de concientización humana. Las corporaciones están compuestas de personas. La tecnología es creada por humanos. La gestión es una forma organizada de interacciones humanas. Los procesos industriales consisten en personas organizadas en una cadena de producción. La comercialización y las comunicaciones influyen en los patrones de comportamiento de las personas. El entorno externo y el impacto social afectan a los seres humanos y a todas las formas de vida. Dueños, gerentes, trabajadores, accionistas, consumidores, comerciantes...todos son personas. Por lo tanto, la nueva revolución industrial debe centrarse en las personas y debe estar profundamente conectada con ellas. Si la vieja Revolución Industrial destruyó la Naturaleza, causó el genocidio de los pueblos originarios, explotó a los trabajadores, excluyó a las mujeres y oprimió a los extranjeros, la nueva revolución industrial debe idear
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instrumentos, procesos y formas de gobierno que cambiarán drásticamente estos patrones. Si el principal propósito hasta hoy ha sido potenciar los beneficios de unas pocas corporaciones, aumentar el poder de contados gobiernos y mejorar la calidad de vida de escasas personas; ahora, entonces, la nueva revolución industrial debe potenciar la felicidad y la riqueza humana. Debe establecer las mejores vías de cooperación, gobernabilidad e interacciones humanas para aumentar el bien colectivo y beneficiar a todas las personas, desarrollar la mejor calidad de vida en todo el planeta, otorgar autonomía personal, crear oportunidades y seguridad y, de este modo, crear un mundo pleno de libertad, justicia, abundancia y paz. Estamos en un punto de inflexión en la historia, en el que deben hacerse elecciones para lograr mayores niveles de concientización humana y coherencia. Esta situación exige una revolución en los valores: dar la espalda a los preceptos económicos y financieros (competencia, independencia y exclusión) y recibir con brazos abiertos los valores colectivos de interdependencia, interconexión, solidaridad, cooperación, justicia, libertad, paz, seguridad, derechos humanos, sostenibilidad, amor, compasión, interés e intercambio. Estos valores deben provenir de la realización personal y las industrias deben ser el espacio humano, institucional y político para alcanzarla. Las corporaciones del futuro deben volverse un espacio institucional y organizacional en el que las personas puedan lograr el mayor nivel de concientización y un bienestar material y no material, que abarca la salud y la paz interior. Como la población urbana ahora supera en números a la población rural, y como las actividades rurales adquieren un carácter cada vez más industrial, la industrialización continuará siendo la vía más importante del desarrollo futuro.
La nueva revolución industrial debe estar organizada en el marco de estas pautas:
Respeto por todas las formas de vida, por todos los seres humanos independientemente de su raza, color o credo, por la naturaleza y por las generaciones futuras. Una nueva ética ecológica que conserva, usa, administra y controla los recursos naturales; que protege y restaura los nichos ecológicos y las formas de vida que están siendo diezmadas; que recupera el balance ecológico, la integridad, el ritmo y el sonido; y que se compromete con patrones de producción, comercio y consumo que no dañan el medio ambiente y que están sincronizados con la capacidad de sustento de la Tierra. Una realización personal del ser humano que ponga la economía al servicio de la gente y no la gente al servicio de la economía; que elimine la pobreza extrema y termine con los procesos de marginación y exclusión; que provea empleo decente para que los lugares de trabajo faciliten todas las formas de realización personal; que mejore los sistemas judiciales para proteger los derechos de mujeres, niños y ancianos; y que se enfoque en la educación y en el desarrollo de los recursos humanos para alcanzar el desarrollo interno y la expansión de la concientización humana. Comercios y emprendimientos basados
en la percepción interna del ser, y dirigidos a los entornos humanos y naturales; en el diseño y la implementación de la tecnología de manera que satisfagan las necesidades materiales y no materiales de las personas en lugar de un mero incentivo económico; en un cambio tecnológico que genere las condiciones para el crecimiento y desarrollo humano interior; y en instrumentos de gestión empresarial y gobernabilidad que beneficien a todas las personas. Cero tolerancia ante la guerra, el conflicto, las armas, las sustancias tóxicas de cualquier tipo, la baja calidad y los productos peligrosos, el comportamiento inescrupuloso y la destrucción de la fibra social de las comunidades. Existen signos positivos de que esta forma de revolución industrial es posible si podemos profundizar y extender la atención y el compromiso de las corporaciones, entre otras cosas, con las etiquetas ecológicas, la responsabilidad social empresarial y los Principios Ecuatoriales de financiamiento social y ambientalmente sostenible. Sin el compromiso pleno del sector privado para la construcción de un futuro realmente sostenible, no puede esperarse un destino colectivo positivo para toda la raza humana. n
“Estamos en un punto de inflexión en la historia, en el que deben hacerse elecciones para lograr mayores niveles de concientización humana y coherencia. Esta situación exige una revolución en los valores…” MakingIt 9
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TEMA DE ACTUALIDAD En lo que constituye un artículo habitual, distinguidos colaboradores tratan uno de los temas controvertidos de la actualidad. Con toda la atención mediática centrada en las nuevas plataformas electrónicas de préstamos, como Kiva.org, ha llegado el momento de preguntarnos si el microfinanciamiento es realmente una herramienta eficaz para reducir la pobreza.
¿Funciona el microfinanciamiento? ANIS CHOWDHURY es profesor de Economía en la Universidad de Western Sydney, Australia. Actualmente, se desempeña como alto funcionario de asuntos económicos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU DAES). El profesor Mohammad Yunus, creador del concepto de microfinanciamiento, considera que cada año, un 5% de los clientes del Banco Grameen sale de la situación de pobreza. Sin embargo, existen pocas estimaciones confiables sobre el grado en que el microcrédito reduce esta situación. Lo ideal sería poder determinar el impacto del microfinanciamiento si se pudiera evaluar fácilmente la hipótesis contraria: qué habría sucedido con la persona que solicitó un microcrédito si no lo hubiera hecho. Buena parte de los primeros estudios comparan a los prestatarios con aquellos que no han recibido créditos. Pero si los prestatarios son más emprendedores que los otros, es probable que tales comparaciones exageren en gran medida el efecto del microcrédito. En dos estudios recientes, se intentó superar este problema mediante el uso de métodos de selección de muestras aleatorias. Ninguno de los estudios demostró que el microcrédito redujera la pobreza. En uno de los estudios, realizado entre habitantes de los barrios marginados de la ciudad de Hyderabad en la India, no se descubrió ningún impacto en las medidas de
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salud y educación, ni en la capacidad para tomar decisiones de las mujeres. El otro estudio, realizado en Manila, Filipinas, no solo reveló que el microfinanciamiento no tenía efectos perceptibles en la probabilidad de permanecer bajo el umbral de pobreza, sino que tampoco detectó un impacto significativo en la calidad de la alimentación de las personas. Los hallazgos del conjunto de estudios más citado, basado en evidencia empírica obtenida en experiencias comparadas de siete países en vías de desarrollo (publicado en 1996), también
“Un préstamo de USD 250 a un año incrementaría el ingreso anual del prestatario en USD 12,50 o en unos tres centavos al día”.
plantean dudas: los hogares pobres no se benefician con el microfinanciamiento; solo los prestatarios que no son pobres pueden sacar provecho del microcrédito y recibir un impacto positivo considerable. En comparación con un grupo de control que no recibió préstamos, la gran mayoría de los que tenían un ingreso inicial por debajo del umbral de pobreza terminaron con un menor aumento en sus ingresos tras obtener los microcréditos.
No es una cura milagrosa Estos hallazgos indican que el crédito es solo uno de los factores en la generación de ingreso o de producción. Existen otros factores complementarios que son esenciales para que el crédito sea más productivo. Entre estos, el más importante es la habilidad para los negocios que tengan los beneficiarios. La mayoría de las personas pobres carece de la educación o experiencia básica para comprender y dirigir actividades comerciales, incluso de bajo nivel. En general, son reacias al riesgo, suelen temer la pérdida de lo poco que tienen y viven luchando para sobrevivir. Los promotores más destacados del microfinanciamiento, como el profesor Yunus y el director de la Campaña de la Cumbre del Microcrédito, Sam Daley-Harris, reconocen que el microcrédito no es una cura milagrosa, dado que requiere de otros factores complementarios para tener éxito. Algunas instituciones microfinancieras (IMF) y organizaciones no gubernamentales parecen haber comprendido esta necesidad y están ofreciendo capacitación para fomentar las habilidades empresariales y de gestión. Sin embargo, en general, el énfasis se ha puesto en los factores de la oferta que se complementan entre sí para hacer productiva la microinversión, y se ha prestado escasa atención al lado de la demanda. En ausencia de un mercado interno en expansión, las microempresas tenderán a replicar una economía de trueque. En el caso extremo de un mercado estancado, la disponibilidad de créditos para facilitar las operaciones puede hasta empeorar la situación de las personas, ya que tendrán que pagar los préstamos con interés, sin percibir crecimiento en sus ganancias o ingresos. Por ello, no es de sorprender que un estudio patrocinado por el Banco Mundial
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Image: Damien Glez
Las instituciones microfinancieras afirman que los préstamos pequeños reducen la pobreza y que los donantes institucionales y particulares responden con enormes donaciones. Sin embargo, los estudios indican que, si bien el microfinanciamiento puede ayudar en tiempos de crisis, su impacto monetario en el largo plazo es mínimo.
(publicado en 2005) que abarcó 1800 hogares de Bangladesh, revelara solo algunas mejoras mínimas para los beneficiarios de microcréditos. Por ejemplo, el ingreso de las mujeres que recibieron microcréditos se incrementó en solo 8 takas por cada 100 takas recibidos en préstamo. Como observó un analista, un préstamo de USD 250 a un año incrementaría el ingreso anual del prestatario en USD 12,50 o en unos tres centavos al día. Este modesto aumento en el ingreso tuvo lugar en un contexto de fabricación de indumentaria en rápida expansión de Bangladesh. Una hipótesis interesante habría sido ver qué habría ocurrido en ausencia de dicha industria en rápida expansión. La consideración de factores del lado de la demanda resalta la importancia de políticas industriales, comerciales y macroeconómicas que favorezcan el crecimiento.
En respuesta a los hallazgos modestos en términos de medidas monetarias de la pobreza, los defensores del microfinanciamiento aluden al importante progreso social, como la disminución en la mortalidad materno-infantil de Bangladesh. ¿Pero se pueden atribuir tales logros al microfinanciamiento? Sri Lanka era un ejemplo a seguir en progreso social mucho antes de que el movimiento microfinanciero comenzara. En los últimos tiempos, Andhra Pradesh en la India también ha logrado resultados mucho mejores que el resto de ese país en términos de indicadores sociales de desarrollo. Al parecer, el microfinanciamiento tampoco ha jugado un papel importante allí.
Tasas de interés Las tasas de interés cobradas por las instituciones microfinancieras han sido
blanco de duras críticas. Dichas tasas son del 30 al 100% anual. Algunos defienden las tasas altas por razones de sostenibilidad, dado que una tasa menor no atraería a los banqueros que buscan rentabilidad en este mercado. Sin embargo, este argumento le quita solidez a la afirmación de que el microfinanciamiento es más rentable que los préstamos bancarios comerciales. Cuando la tasa de interés se encuentra en el nivel más bajo, se debe generalmente a subsidios implícitos. Esto, a su vez, lleva a cuestionar el costo de oportunidad social de los subsidios: ¿podría utilizarse mejor ese dinero en otras áreas, como la salud pública, la educación o el apoyo a la agricultura y a los sectores rurales? Algunos defienden las tasas de interés de las IMF aduciendo que siguen siendo menos onerosas que las alternativas ofrecidas por los prestamistas. Otros sostienen que el rendimiento del capital ‰
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TEMA DE ACTUALIDAD ‰ en las microempresas es realmente elevado y que, por lo tanto, se justifica exigir altas tasas de interés. Con respecto a esto último, no resulta clara la manera en que estos estudios imputan el costo de la “mano de obra propia”, es decir, el tiempo y el esfuerzo que dedica el dueño de la microempresa. En una economía caracterizada por un excedente de mano de obra, se puede imputar un precio virtual de cero por la mano de obra propia. En ese caso, el excedente total por encima o por debajo del costo de capital se puede considerar como ganancia o rendimiento del capital. Esta podría ser la explicación más verosímil para hallar rendimientos altos en los préstamos para microempresas. Lo ideal sería que el precio de la mano de obra propia se fije conforme a un salario mínimo “digno” o legislado para fomentar la reducción de la pobreza. El empleo (por cuenta propia o de otro tipo) con un salario inferior a una tasa digna no hace más que aumentar la cantidad de “trabajadores pobres”, quienes quizá se vuelvan más vulnerables a las crisis, debido a la carga de la deuda del microcrédito. Esta podría ser otra explicación del llamado problema de graduación de las microempresas, o de por qué tantos préstamos tienen que ser reestructurados o refinanciados, según los informes del Wall Street Journal.
Expansión del microfinanciamiento Si el impacto del microfinanciamiento en la reducción de la pobreza es tan incierto, ¿cómo se puede explicar la expansión fenomenal de este movimiento? Los autores de un exhaustivo estudio de material publicado y entrevistas a los participantes líderes del movimiento afirman que el éxito del microfinanciamiento se debe a prácticas innovadoras en los negocios, que incluyen la gestión y el diseño de productos, y a entornos favorecedores. De forma similar, los extensos estudios de caso de las IMF en Bangladesh y en las Filipinas demostraron que la explicación real del éxito de estas radicaba en la atención cuidadosa a los fundamentos estratégicos y de gestión. Esto incluye mantener bajos los costos de las
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transacciones y adaptar los cronogramas de pago de los préstamos al potencial de ingreso y ahorro de los prestatarios. Una explicación político-económica del crecimiento del microfinanciamiento es que sus defensores lograron proyectar con éxito la imagen de este movimiento, como la autonomía laboral de las mujeres, que encuentra gran eco en la comunidad donante. El origen de este movimiento coincidió en cierta forma con el auge de las ideas neoliberales a finales de la década de los setenta y a principios de los años ochenta. Por ello, la noción de que los programas de microfinanciamiento están destinados principalmente a la promoción de las pequeñas empresas captó la atención de los grandes donantes. Si bien los donantes se resistían a los créditos subsidiados a través de instituciones financieras especializadas en manos del estado, vieron con agrado el subsidio a instituciones microfinancieras, ya que parecían promover una economía de mercado y, lo que es más importante, contribuían a disminuir el rol del gobierno. En sociedades de liquidez limitada, existe siempre demanda de crédito. Por ello, cuando las IMF respaldadas por donantes promocionan la oferta de crédito, no faltan los interesados. Esto ha dado como resultado la expansión exponencial del microfinanciamiento. No obstante, si el propio mercado no se expande rápidamente, esto solo puede generar carga de deuda o una subutilización del crédito y una presión a la baja sobre el rendimiento del capital.
“El peligro de la publicidad mediática en torno al microfinanciamiento es que no se preste la atención debida a las pequeñas empresas del sector informal”.
Contribución positiva Incluso los críticos más enfáticos admiten que el microfinanciamiento puede ayudar a facilitar el consumo de los pobres durante períodos de recesiones cíclicas y crisis inesperadas. Si esta facilitación del consumo implica que los padres puedan mandar a sus hijos a la escuela o comprar medicamentos esenciales y permitir que sus hijos mantengan una dieta bien equilibrada, es probable que el microfinanciamiento tenga un impacto positivo y a largo plazo sobre la productividad. Las altas tasas de interés que se cobran siguen siendo un problema importante y la mayoría de las IMF carecen de préstamos para quienes viven en la pobreza extrema. No obstante, parece que el microfinanciamiento ha hecho bastante mella en los mercados de crédito informales al socavar la usura y la servidumbre por deuda en algunas sociedades agrarias. En consecuencia, el microfinanciamiento tiene un impacto modernizador. Más importante aun, al “democratizar” el mercado de crédito, el movimiento microfinanciero ha limitado también el propio comportamiento de las IMF. Por ejemplo, cuando algunos funcionarios de las IMF fueron a cobrar los pagos a Bangladesh inmediatamente después de que el ciclón Sidr devastara ese país en 2007, el hecho tuvo gran repercusión en los periódicos nacionales. Como resultado, las IMF reaccionaron rápidamente para suspender el cobro de préstamos y ofrecer condiciones más flexibles. Dicho de otro modo, la rápida expansión del microfinanciamiento no solo les ha dado poder a las mujeres, sino a todos los prestatarios pequeños. También hay que reconocer el efecto del aprendizaje a través de la práctica. Aunque la mano de obra propia en las microempresas se considere a un precio virtual de cero, las personas involucradas se benefician. Aprenden algunos principios básicos de los negocios y con suerte, y algo de ayuda quizá, pueden encauzar sus emprendimientos e incluso expandirse. Esto es similar al trabajo de aprendiz, donde la persona se capacita en un oficio a cambio de un salario bajo. Por
FORO MUNDIAL
Foto: Andy Aitchison/In Pictures/Corbis
Un grupo de mujeres conversan afuera de las oficinas de un proyecto de microcrédito en Ouagadougou, Burkina Faso.
ello, con el respaldo y los programas de capacitación, muchas IMF están contribuyendo de manera útil. Para los pobres y desempleados, el microfinanciamiento ofrece oportunidades, esperanza y autoestima. Por último, al ser empresas exitosas, las instituciones microfinancieras también han generado una gran cantidad de empleos bien remunerados, que deberían tener un considerable efecto multiplicador. Muchos de los efectos positivos no pueden medirse en términos monetarios y, por lo tanto, continuarán sin ser reconocidos en las publicaciones que se centren en mediciones tradicionales cuantitativas de la pobreza, basadas en ingresos y gastos.
Conclusión El peligro de la publicidad mediática en torno al microfinanciamiento, y el énfasis en las microempresas, es que no se preste la atención debida a las pequeñas empresas del sector informal. Los operadores dueños de estas pequeñas empresas ya han dado muestras de su visión emprendedora, pero enfrentan numerosas limitaciones, que van desde la imposibilidad de acceder al mercado de crédito formal hasta la dificultad para comercializar sus productos. Se debe respaldar a estas empresas con un acceso fácil al crédito y otros servicios financieros, como los seguros. Los problemas de estas empresas se han exacerbado por las reformas neoliberales del sector financiero, las cuales han buscado
promover las instituciones financieras con fines de lucro eliminando a las instituciones especializadas dirigidas por el estado que atendían a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y del sector agrícola. Se hace evidente ahora que tales reformas tenían sus propias limitaciones, y que las PYMES y el sector agrícola, especialmente el de producción de alimentos, necesitan el apoyo del estado. Las lecciones operativas y de gestión aprendidas de las IMF exitosas pueden ofrecer un aporte valioso al diseño de instituciones financieras especializadas para estos sectores. l Lo anterior es una versión corregida y abreviada del documento de trabajo nro. 89 del ONU DAES.
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tendencias n La mayoría de los países industrializados han sufrido una fuerte caída en la producción industrial en los últimos dos años y la peor de ellas se registró en América del Norte donde la producción ha disminuido en un 20% desde el año 2007 conforme al Anuario Internacional de Estadísticas Industriales 2010, publicado por la ONUDI. En términos generales, el crecimiento industrial se mantuvo ininterrumpido en los Países Menos Desarrollados (PMD), especialmente en los PMD de África que conservaron una tasa de crecimiento industrial anual superior al 5% en 2009 (ONUDI). Antes de la crisis financiera mundial, el África subsahariana
había tenido un rápido crecimiento, con una tasa anual promedio del 6% entre 2002 y 2008. Dado que esta región es la que mejor sobrelleva la recesión en comparación con otras partes del mundo, se espera que crezca un 3,8% y un 4,5% en 2010 y 2011, respectivamente (más rápido que América latina, Europa y Asia Central). Según McKinsey Quarterly, las telecomunicaciones, la banca y el comercio minorista son sectores en desarrollo. La construcción está en pleno auge. Los flujos de entrada de inversiones privadas aumentan a un ritmo vertiginoso. Gran parte de las más de 50 economías africanas enfrentan desafíos complicados, como pobreza, enfermedades y un alto índice de mortalidad infantil.
No obstante, el PIB colectivo de África, de 1,6 billones de dólares estadounidenses en 2008, es ahora similar al de Brasil y Rusia, y el continente se encuentra entre las regiones con el crecimiento económico más rápido del mundo. (McKinsey Quarterly) n Tras el decrecimiento del 2,1% que sufrió América latina en 2009, Economist Intelligence Unit espera que esa parte del continente alcance una sólida recuperación del 4,1% en 2010. El estímulo ejercido por las enérgicas políticas y la demanda de China permitieron que los exportadores de materia prima de la región lideraran la recuperación y que Brasil saliera de la crisis rápidamente, en el segundo
trimestre de 2009. Sin embargo, en los últimos seis meses, los Estados Unidos, a través de políticas de estímulo, han favorecido el fortalecimiento de la actividad en aquellos países que son más dependientes del mercado estadounidense. Se espera que el crecimiento oscile alrededor del 4% en los próximos años. Si bien este valor se encuentra por debajo del promedio de 5,2% registrado en los años de bonanza entre 2004 y 2007, representa un rendimiento positivo con respecto a la tendencia histórica de la tasa de crecimiento de la región. (Economist Intelligence Unit) n Se prevé que las inversiones de capital en nuevos sistemas de energía eólica aumenten de 63,5 mil millones de dólares estadounidenses en 2009 a 114,5 mil millones en 2019. El año pasado, las instalaciones mundiales de energía eólica
CUESTIONES DE NEGOCIOS Impacto de la actividad comercial en los ODM A solo cinco años del plazo establecido para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ha surgido una serie de dudas acerca de si el sector privado podrá influenciar en el progreso de las actividades para poder cumplir así con dichos objetivos. Un estudio reciente evalúa la contribución de 20 reconocidas empresas multinacionales con respecto a su influencia en los ODM. Uno de los principales hallazgos es que la contribución que realiza el sector privado para lograr el cumplimiento de los ODM es más importante de lo que se esperaba. Las actividades en conjunto del grupo de muestra afectaron a más de 8,2 millones de beneficiarios. El estudio también pone de manifiesto que la búsqueda de oportunidades comerciales en países en vías de desarrollo puede impactar de manera positiva a los ODM y ser tan eficaz como los
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intentos de desarrollo del sector privado centralizados en inversiones comunitarias. Las iniciativas de actividades comerciales generan empleos, crean valor e impactan en la cadena de producción y distribución, todo lo cual contribuye al desarrollo económico y al cumplimiento de varios ODM. Las actividades comerciales producen, en especial, un impacto significativo en la erradicación de la pobreza (ODM 1). El impacto sobre este primer objetivo afecta, a su vez, los ODM 2, 4 y 5. Estos resultados destacan la importante convergencia entre los negocios a la hora de buscar oportunidades de mercado en los países en vías de desarrollo con la obligación moral de contribuir con el desarrollo humano. Más importante aun, sugiere que, a través de los negocios, las empresas pueden hacer su mayor contribución; algo que las corporaciones deberían adoptar con mayor entusiasmo. – Business Impact Report, 2010
Oportunidades económicas para las mujeres Un informe novedoso e innovador de Economist Intelligence Unit amplía el panorama acerca de la situación económica que las mujeres enfrentan a nivel mundial y destaca cuáles son los países que ofrecen mayores oportunidades. El Índice de oportunidades económicas para las mujeres es un proyecto piloto para evaluar la legislación, las reglamentaciones, las prácticas y las actitudes que afectan a las mujeres en su rol de trabajadoras y empresarias. Utiliza 26 indicadores para evaluar todos los aspectos económicos y sociales en la cadena de valor para las mujeres, desde la fertilidad hasta la jubilación. Mediante el análisis de las limitaciones vinculantes a las que se enfrentan las mujeres, sugiere medidas que los gobiernos pueden tomar a fin de mejorar las oportunidades para las mujeres e impulsar el rendimiento económico en general. “En las últimas décadas, muchos países han progresado
notablemente en materia de igualar las condiciones para las mujeres. Sin embargo, muchas mujeres aún no pueden ejercer plenamente sus derechos económicos”, afirma Leila Butt, economista principal de Economist Intelligence Unit y gerente de investigaciones del proyecto. Las oportunidades económicas a las que pueden acceder las mujeres no solo están influenciadas por el entorno
n Tercera Conferencia Africana IASTED sobre Sistemas Eléctricos y Energéticos Del 6 al 8 de septiembre, Gaborone, Botsuana www.iasted.org/conferences/ home-684.html
legislativo del país, sino también por las actitudes y las costumbres sociales. Por lo tanto, la participación de las mujeres en el trabajo formal aún permanece muy por debajo del rol que ocupan los hombres. Además, las mujeres reciben salarios inferiores que sus colegas hombres, y los sectores con potencial de mejor remuneración, como tecnología y finanzas, continúan estando bajo el dominio masculino.
n IV Conferencia Internacional sobre RSE Del 22 al 24 de septiembre, Berlín, Alemania www.csr-hu-berlin.org n The GREEN Expo, exposición y conferencias sobre medio ambiente, recursos globales y redes energéticas
n Cumbre Asiática sobre
Responsabilidad Social Empresarial (RSE) 2010 14 y 15 de septiembre, Hong Kong www.csr-asia.com/summit2010 n Premio Right Livelihood Award Del 14 al 19 de septiembre, Bonn, Alemania www.rightlivelihood.org/ rla30.html
Del 28 al 30 de septiembre, Ciudad de México, México www.ejkrause.com/ thegreenexpo/index.html n Día Mundial del Hábitat 4 de octubre, Shanghái, China www.unhabitat.org/
n Cumbre de la Naciones Unidas
sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio
eventos n Evaluación del rol del prejuicio y la discriminación en el poder, la pobreza y la sostenibilidad del medio ambiente Del 7 al 10 de octubre, Yaoundé, Camerún www.4eppse.org/conference.html n Energía Renovable Mundial en Asia Del 2 al 4 de noviembre, Singapur www.powergenasia.com/ index.html n Conferencia y Exposición sobre Energía Renovable en África 2010 Del 9 al 11 de noviembre, Johannesburgo, Sudáfrica www.reafrica.co.za
Del 20 al 22 de septiembre, Nueva York, EE. UU. www.endpoverty2015.org
Foto: Robert Churchill/istock
alcanzaron el registro histórico de 37 500 MW. Por primera vez, China fue el líder mundial en nuevas instalaciones, que representaron un tercio del total o 13 000 MW. La energía solar fotovoltaica (con módulos, componentes del sistema e instalación) crecerá de 36,1 mil millones de dólares estadounidenses en 2009 a 116,5 mil millones en 2019. Las nuevas instalaciones alcanzaron un poco más de 7 GW a nivel mundial en 2009, lo que significó un incremento siete veces mayor respecto de un lustro atrás. Según Clean Edge, las industrias de energía solar fotovoltaica y de energía eólica concentran actualmente un total de más de 830 000 puestos de trabajo en todo el mundo, entre 267 562 y 563 577 de empleos directos e indirectos, respectivamente. En el informe se calcula que, para el año 2019, el número de empleos será de 2 178 919 en el sector de la energía solar y 1 122 815 en el sector de la energía eólica (más de 3,3 millones de empleos en total). (Clean Edge)
El estudio revela que, incluso en los lugares donde la legislación intenta ayudar a las mujeres, su implementación suele ser insuficiente y las oportunidades continúan siendo limitadas. No obstante, las actitudes están cambiando a medida que las economías crecen y las oportunidades para las mujeres se multiplican. Los países con poblaciones estancadas o de lento crecimiento comprenden cada vez
más que las mujeres son indispensables para la mano de obra en expansión. En la clasificación de oportunidades económicas para las mujeres en 113 países, Suecia, Bélgica y Noruega ocupan las primeras posiciones. Estos países poseen mercados laborales particularmente abiertos para las mujeres, altos niveles de logros académicos y regímenes sociales y legales liberales. Sin embargo, el índice también da cuenta de otras situaciones. La Región Administrativa Especial de Hong Kong, China, ocupa el puesto número uno en Asia y se ubica en el 25% de las mejores posiciones en la mayoría de las categorías. Mauricio es el país mejor posicionado en África; sus políticas laborales son las más favorables para las mujeres en la región. Sin contar Canadá y los Estados Unidos, Brasil disputa con Chile y México la mejor posición en el continente americano. Los países de Europa Oriental, en especial Bulgaria, ofrecen una protección jurídica y laboral equitativa, aunque las edades de jubilación para hombres y mujeres suelen ser diferentes. Túnez se encuentra primero en África del Norte; y Sri Lanka, en Asia del Sur.
Los mejores cinco países en África, Asia y América ÁFRICA 1 Mauricio 2 Sudáfrica 3 Túnez 4 Namibia 5 Egipto ASIA 1 Región Administrativa Especial de Hong Kong, China 2 Israel 3 Japón 4 Singapur 5 República de Corea AMÉRICA 1 Canadá 2 Estados Unidos 3 Brasil 4 Chile 5 México – Oportunidad económica para las mujeres. Un nuevo índice piloto y una clasificación mundial de Economist Intelligence Unit
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La política industrial tiene que cumplir un rol clave en la transición hacia un camino de crecimiento con baja emisión de carbono y un uso eficiente de los recursos. WILFRIED LÜTKENHORST, director general de la División de Estrategias Regionales y Operaciones de Campo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), evalúa las consecuencias.
Unclima cambiante
para la política industrial Se han realizado muchos anuncios sobre el retorno, el renacimiento, el redescubrimiento o el regreso de la política industrial. Estas son buenas noticias, pero seamos sinceros: la política industrial nunca dejó la escena. Se ha practicado de diferentes maneras y formas en todos los países, tanto en los desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo. Lo que realmente debemos preguntarnos es: ¿Los diferentes instrumentos de las políticas se aplican sin coordinación, de forma improvisada y a veces clandestina? ¿O se encuentran explícitamente incluidos en una estrategia bien formulada y comunicada, detrás de la cual un país (con todas las partes involucradas, tanto públicas como ‰
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Image: Andrew Wood/istock
Trabajadores construyendo una fรกbrica cerca de Hanoi, Vietnam.
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‰ privadas) puede unirse y avanzar? Esta última idea de una visión común (¿hacia dónde queremos que vaya nuestra economía y cómo queremos llegar allí?) vuelve a estar sobre el tapete, y llegó para quedarse. Lamentablemente, fue necesaria una crisis económica mundial para hacernos ver que la cuestión de los mercados radica en asignar recursos y lograr eficiencia pero que, por sí solos, los mercados no tienen en cuenta los objetivos sociales a largo plazo.
“Nueva política industrial” Si se analiza el debate sobre las políticas en la actualidad parece, en muchos aspectos, un tema trillado. Los economistas, en parte de sus discursos, vuelven a tratar temas que ya se discutieron hasta el hartazgo en la década de los ochenta: se deben aceptar o desafiar las ventajas comparativas de una economía; se deben establecer condiciones de encuadre o elegir y promover ganadores; se deben dirigir las inversiones extranjeras a los sectores prioritarios o permitir una entrada irrestricta; se debe cuidar a las industrias nuevas o dejar que la globalización prevalezca, entre otras cuestiones. Al mismo tiempo, entre ellos existe amplio consenso sobre las características clave de una supuesta “Nueva política industrial”, entre las que pueden mencionarse: l las condiciones estructurales, como por ejemplo, la estabilidad macroeconómica, un entorno empresarial conductor y la apertura hacia el comercio son puntos de partida necesarios; l un cambio desde una acción de gobierno autónoma hacia un dialogo estratégico entre lo privado y lo publico es esencial; l el foco debe pasar de esquemas de resultados predefinidos para alcanzar un proceso de políticas acertado (la noción de Dani Rodrik acerca de la política industrial como un “proceso de descubrimiento”); l muy a menudo, existe cierta fijación por proponer estrategias extravagantes, mientras que se ignora la capacidad institucional necesaria para una implementación eficiente; l es necesario alejarse de las recetas dogmáticas (como el Consenso de Washington) y acercarse al pragmatismo, estar dispuestos a “ver más allá” e innovar y experimentar (como el que a veces se denomina “Consenso de Beijing”, nombre sugerido por Joshua Cooper Ramo en 2004); y l por último, es necesario tener una dosis sana de realidad y modestia. En la historia tenemos muchos casos de políticas industriales bien diseñadas que no pudieron alcanzar sus objetivos iniciales y se volvieron presa de grupos con intereses particulares.
“La política industrial de hoy carece de relevancia, eficacia y credibilidad si no se la estructura explícitamente en el contexto de escasez de recursos”.
no es uno de los justificativos fundamentales de las intervenciones políticas, a menos que, por supuesto, el riesgo de un fracaso político sea aún mayor? De hecho, yo diría que la política industrial actual carece de relevancia, eficacia y credibilidad, salvo que se la estructure explícitamente en el contexto de escasez de recursos. Tenemos que considerar los límites mundiales (y, de hecho, también los regionales y los locales) ante el cambio climático si no queremos alcanzar un punto de inflexión irreversible. Existen signos positivos de que esto comienza a ser comprendido por los economistas y, lo que es más importante, por los responsables de tomar las decisiones, en especial en las economías emergentes. Estos son algunos ejemplos ilustrativos: l En la India, hay mayor conciencia de que los factores relacionados con el clima afectarán fuertemente a los segmentos más pobres de la sociedad, y que pueden conllevar una desaceleración del crecimiento del PIB. El ministro de medio ambiente de la India cree que su país es el más vulnerable al cambio climático. El debate sobre el crecimiento ecológico y la energía renovable (con o sin acuerdos mundiales) se está reforzando. l En la China, se están realizando grandes inversiones en eficiencia energética, en fuentes renovables de energía y en tecnologías ecológicas en general, con más de sesenta mil millones de dólares estadounidenses dirigidos a desarrollar la industria automotriz eléctrica e híbrida, a mejorar el transporte ferroviario y la infraestructura eléctrica, y también a desarrollar un nuevo plan de energía no contaminante a diez años. Según la Administración Estatal de Protección Ambiental de ese país, cerca del 15% del PIB se pierde año a año como consecuencia de los distintos tipos de contaminación ambiental. l En Vietnam, las condiciones climáticas extremas y el aumento en los niveles del mar son considerados como una amenaza a la producción agrícola e industrial en la mitad del país, lo que representa un grave peligro para el crecimiento económico futuro. El gobierno respondió mediante la inclusión de estas problemáticas en los planes de desarrollo de todos los ministerios. l Brasil vuelve a sentir interés por las ventajas ecológicas de su larga y sólida política de promoción de los combustibles renovables. Esta política se inició a comienzos de la década de los setenta, y ha logrado que el etanol satisfaga más del 50% de la demanda de combustible para vehículos ligeros en todo el país.
Cambio climático: fracaso del mercado mundial
Crecimiento con baja emisión de carbono
Todo lo anterior está bien y es estupendo, pero ahora el cambio climático entra en escena y cambia el juego. Es la “tendencia que define nuestros tiempos”, según el secretario general de la ONU; para Sir Nicholas Stern es el “mayor fracaso del mercado nunca antes visto en el mundo”. ¿Recuerdan la primera lección de economía política? ¿Acaso un fracaso del mercado
Si damos por sentado que es vital hacer una transición hacia un crecimiento con baja emisión de carbono y un uso eficiente de los recursos y que la política industrial tiene que cumplir un rol clave, entonces ¿cuáles son las consecuencias? Ante todo, es necesario partir de la premisa de que son diversos los objetivos que rigen cualquier política industrial. El enunciado y la
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Image: Andrew Wood/istock
implementación de las políticas siempre se encuentran enmarcados en un contexto político y social que las legitima. Si bien la consideración del cambio climático y del uso eficiente de recursos es crucial, también se deben tener en cuenta otros objetivos. Estos van desde la reducción de la pobreza y la seguridad energética, hasta la generación de empleo, la reducción de inequidades regionales y de ingresos, la estimulación del crecimiento y la productividad, el incentivo a la innovación y al emprendimiento, etc. Por lo tanto, es de suma importancia que nuestros esfuerzos de investigación exploren la relación entre estos diferentes objetivos. ¿En qué se complementan, y en qué se compensan, por ejemplo: la eficiencia energética, la productividad y la rentabilidad; la promoción de fuentes renovables de energía y la ampliación al acceso a la energía; las medidas de adaptación, el modelo de ubicación de las industrias y las desigualdades regionales; y, finalmente, la acción mitigadora de las emisiones de CO2 y la rentabilidad de las industrias? Las decisiones políticas deben basarse en evidencias bien fundamentadas, sino prevalecerán la especulación y la incertidumbre. En segundo lugar, es posible que el enfoque convencional de la política industrial de promover los subsectores prioritarios (sean textiles, procesamiento de alimentos o electrónica) deba ser revisado y reformulado para incluir las tecnologías que hacen un uso eficiente de los recursos en todos los sectores. Esto lograría, entre otras cosas, la obtención de esfuerzos de referencia mejorados, la alineación de las investigaciones, los incentivos de desarrollo y los sistemas de innovación con la necesidad de reducir el impacto climático y un mayor acceso de las empresas a los instrumentos financieros, que incluyen el capital de riesgo para la financiación de inversiones no dañinas para el medioambiente. En tercer lugar, es necesario revisar los enfoques con los que se promueve la inversión. La inversión extranjera directa es la principal fuente de nuevas tecnologías en muchos países en vías de desarrollo. En gran medida, la entrada de este tipo de inversión determina el escenario tecnológico venidero, el modelo de articulación y producción industrial, y los efectos en el aprendizaje para las empresas locales. Si se aplican los instrumentos políticos correctos será posible encaminar las inversiones hacia tecnologías que hacen un uso eficiente de los recursos. En este contexto, pueden adquirir vital importancia los enfoques acerca de los parques industriales que apunten a inversores ecológicos y no contaminantes (destinados a efectos secundarios y de demostración para las empresas locales) o, por el contrario, que se dirijan a las industrias contaminantes (para dar un espacio a las economías de reducción de la contaminación). En cuarto lugar, es necesario reconocer que los diferentes grupos de países enfrentan desafíos distintos, y que las prioridades de las políticas deben reflejar este hecho. En los países menos desarrollados, las estrategias de adaptación por lo general serán más urgentes que las necesidades
de mitigación, y los objetivos relacionados con el acceso a la energía tendrán más importancia que las consideraciones acerca de la eficiencia energética. Este mismo argumento no puede aplicarse a los países con ingresos medios, en los que el aumento de la eficiencia energética en industrias con trayectoria (especialmente industrias pesadas, como el acero, los químicos y otras similares) debe ser prioritario, ya que es algo relativamente sencillo de conseguir. Aun así, es un área a la que debe inyectarse fuerza desde la información, la concientización y los incentivos para lograr su objetivo. Por último, existen desafíos generales y transversales, como lograr un comercio más ecológico (es decir, reducir la huella de carbono en cadenas de valor completas) y, en particular, la promoción de la transferencia de tecnología a través de una variedad de mecanismos que van desde las inversiones extranjeras directas a la asistencia oficial al desarrollo y el Mecanismo de Desarrollo Limpio. Las tendencias ecológicas de vanguardia suelen contar con tecnología de punta y ser muy costosas. ¿Quién pagará la transferencia de tecnología patentada? A menos que se encuentre una solución global al desafío del financiamiento, muchos países en vías de desarrollo que deseen “volverse ecológicos” se encontrarán en un verdadero dilema. Por lo tanto, se erige un argumento convincente para movilizarse a escala mundial y lograr cierto grado de coordinación en las políticas internacionales.
El camino más positivo
“A menos que se encuentre una solución global al desafío del financiamiento para la transferencia de tecnología, muchos países en vías de desarrollo que deseen tomar la posta de la ecología, se encontrarán en un verdadero dilema”.
La política industrial siempre ha enfrentado los riesgos de la incertidumbre y la necesidad de hacer valoraciones y evaluaciones que intentan anticipar y dar forma a los escenarios venideros deseados. Sin embargo, al agregar esta nueva dimensión de un contexto mundial de cambio climático y escasez de recursos, el riesgo real de una catástrofe mundial “es el mayor punto a favor de una política climática exigente” como aseguró Paul Krugman al diario The New York Times hace poco. Si bien la industria es parte del problema (suma el 36% de las emisiones de CO2), también ofrece muchas oportunidades. No hay solución posible si no se desarrollan y difunden nuevas tecnologías industriales que consuman menos recursos, reduzcan las emisiones de carbono, minimicen la contaminación y reutilicen y reciclen los residuos generados. Entre los desafíos que deben superar las políticas industriales en la actualidad se incluyen lograr que se establezca una estructura que permita que esto pase, incentivar la producción y el consumo responsables y, en última instancia, definir un camino sostenible hacia la prosperidad. Al disociar gradualmente el crecimiento económico de la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos, se marca el camino más positivo hacia la industrialización por el que los países deben transitar, tanto para salvar nuestro planeta como para definir las nuevas fronteras de la competitividad. n
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JAYATI GHOSH cree que la participación del estado en la actividad económica es fundamental y que dicha participación debe ser más democrática y responsable.
Politización de las políticas económicas Existen varias razones por las que debemos apresurarnos a pensar seriamente sobre las políticas industriales adecuadas. Por supuesto, podemos encontrar los motivos de siempre o recurrentes: el proyecto de desarrollo no puede avanzar efectivamente sin algún tipo de política industrial explícita o implícita; las economías estáticas y dinámicas de escala consideran que los “últimos industrialistas” deben planear métodos para alcanzar escalas competitivas en ciertas actividades si quieren sobrevivir; y las inversiones guiadas por el mercado en un contexto de desigualdad económica simplemente no generarán las escalas requeridas de producción sin algún tipo de intervención. Sin embargo, también existen nuevos motivos y posiblemente sean ahora más urgentes para que se desarrollen políticas industriales. Estos motivos surgen a raíz de las tendencias estructurales (particularmente las formas más básicas de los fracasos del mercado asociados a la interacción humana con el medio ambiente), como también a causa de tendencias coyunturales (el hecho de que la política fiscal anticíclica ha aumentado inevitablemente la función del gasto público tanto en economías maduras como en vías de desarrollo). Lo que reconocemos ahora como patrones insostenibles de producción y consumo están muy afianzados en los países más ricos y son a lo que aspiran los países en vías de desarrollo. Aun así, millones de ciudadanos de países en vías de desarrollo todavía tienen un acceso escaso o inadecuado a las condiciones de vida decente más básicas, por ejemplo, a la infraestructura física más simple como electricidad, transporte, vías de comunicación, higiene, salud, nutrición y JAYATI GHOSH es profesora de Economía en Jawaharlal Nehru University, Nueva Delhi, y secretaria ejecutiva de International Development Economics Associates (IDEAS). Es columnista habitual de diversos periódicos y diarios en la India, y miembro de la Comisión Nacional para el Conocimiento que aconseja al Primer Ministro de la India.
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educación. Si se garantiza la provisión universal de estos servicios, se necesitará inevitablemente un mayor uso per cápita de los recursos naturales y más producción con emisiones de carbono. Por lo tanto, la sostenibilidad y la equidad requieren una reducción del uso excesivo de los recursos por parte de los sectores ricos, especialmente en los países desarrollados, pero también entre las elites de los países en vías de desarrollo, para calibrar el mayor uso que el sector pobre del mundo necesariamente realizará de los recursos.
Consumo de los recursos Esto significa que las políticas fiscales redistributivas y demás políticas económicas deben estar orientadas especialmente a la reducción de las inequidades en el consumo de recursos a nivel global y nacional. Por ejemplo, los gastos esenciales desembolsados por los países en materia social y de desarrollo pueden financiarse mediante los impuestos que sancionan los gastos relacionados con el derroche de recursos. Parte del cambio puede alcanzarse ciertamente mediante “tecnologías más limpias y ecológicas” de producción, y está claro que esto requiere políticas industriales que incentiven dichas tecnologías. Sin embargo, el cambio también requiere nuevos patrones de demanda, dado que es inútil seguir hablando sobre nuevas formas de producción basadas en el patrón de consumo anterior. En cambio, debemos pensar de forma creativa sobre el consumo en sí y comprender qué productos y servicios son los más necesarios y convenientes para nuestras sociedades. Esta es la razón por la que es tan importante el enfoque actual sobre el desarrollo de nuevos medios que midan verdaderamente el progreso, el bienestar y la calidad de vida. El objetivo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cuantitativo, que sigue dominando el pensamiento de los responsables de tomar las decisiones a nivel regional, no sólo aparta la atención de objetivos más importantes, sino que también puede ser contraproducente. A fin de
ilustrar, un sistema de transporte urbano privatizado, caótico y contaminante, con muchos vehículos privados y calles congestionadas, genera más PIB que un sistema de transporte público seguro, eficiente y asequible que reduce la congestión vehicular y ofrece un entorno agradable para vivir y trabajar.
Elaboración de estrategias Evidentemente, el cambio no puede dejarse en manos de las fuerzas del mercado ya que la tendencia a emular los comportamientos de compra y el poder de la publicidad seguirán creando demandas innecesarias en los consumidores y una producción y un consumo insostenibles. Sin embargo, la intervención pública en el mercado no puede limitarse a responder automáticamente ante las condiciones de corto plazo y en constante cambio. En cambio, la planificación es absolutamente esencial, no en el sentido de la planificación detallada que destruyó la reputación de los regímenes comandados, sino en el pensamiento estratégico sobre las necesidades y los objetivos sociales en el futuro. Las políticas fiscales y monetarias, como también otros medios de intervención, deberán emplearse para redireccionar el consumo y la producción hacia estos objetivos sociales, para producir dichos cambios en las aspiraciones y
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“¿Cómo puede democratizarse verdaderamente la política industrial (y la política macroeconómica en general)?”
necesidades materiales creadas por la sociedad y para reorganizar la vida económica para que sea menos voraz y más sostenible. Debido a que la participación del estado en la actividad económica ahora es imprescindible, debemos pensar en formas para hacer que sea más democrática y responsable en el plano nacional e internacional. Se está utilizando una gran cantidad de fondos públicos y (a pesar de la discusión actual sobre el abandono de las medidas de estímulo) seguirán siendo utilizados para afrontar casos de emergencia financiera y para brindar estímulos fiscales en el futuro cercano. La manera en que se lleve a cabo tendrá una gran repercusión en la distribución, el acceso a los recursos y las condiciones de vida de la gente común cuyos impuestos lo financiarán. Por lo tanto, es esencial que diseñemos la arquitectura económica global para funcionar de manera más democrática. Más importante aún, los estados de todo el mundo deben ser más flexibles y receptivos ante las necesidades de la mayoría de los ciudadanos al formular e implementar políticas económicas.
Democratización de la política ¿Cómo puede lograrse? Dicho de otro modo, ¿cómo puede democratizarse verdaderamente la política industrial (y la política macroeconómica
en general)? Evidentemente, los métodos y mecanismos serán diferentes según las economías y sociedades. Pero pueden enumerarse algunos principios generales. En primer lugar, debemos prescindir de la noción que establece que las políticas económicas pertenecen a cierto mundo tecnocrático que se encuentra por sobre la política. Debido a que las políticas económicas también se refieren a la distribución de activos y de ingresos, se superponen necesariamente con el plano político, y esto debe reconocerse, con una clara explicación de todas las implicaciones de determinadas políticas. En segundo lugar, esto significa que las políticas económicas de los estados deben desarrollarse de manera realmente participativa y no de un modo centralizado y vertical con un tipo de “consulta” de gentileza a las denominadas “partes interesadas”. Este no es un llamado simplista a la descentralización que se ha convertido en otra “moda del momento” con donantes internacionales. En cambio, la descentralización del suministro del servicio público para permitir un mayor control por parte de los ciudadanos debe combinarse con una manera más compleja y variada de control central sobre las decisiones macroeconómicas importantes. Las entidades electas a nivel
nacional (no las entidades extranacionales y que no deben rendir cuentas a nadie como las instituciones de Bretton Woods y las empresas multinacionales) deben decidir sobre la naturaleza de la estrategia económica. El equilibrio entre las necesidades y los intereses de diferentes regiones y estratos de la sociedad también garantizará que la creación de empleos bien remunerados y productivos tenga prioridad sobre el crecimiento del PIB por su propio bien. En tercer lugar, los actores no-estatales que influyen de manera desmesurada sobre las políticas estatales y reciben beneficios desproporcionados de los estados, como por ejemplo grandes corporaciones o grandes agentes financieros, deben ser incluidos en el mundo de la responsabilidad pública de manera más explícita. Tal como sugieren los ejemplos de la fuga de gas en Bhopal, India, hace más de dos décadas y el derrame de petróleo en el Golfo de México este año, es necesario atribuir firmemente la responsabilidad por los daños ambientales. Sin embargo, esto también debe significar que las corporaciones que reciben subsidios implícitos y explícitos deben operar en lo que se considera como el interés social más amplio respecto de la prevención de la volatilidad excesiva, el enfoque en objetivos sociales como el equilibrio regional y la creación de empleos, la garantía de la calidad para los consumidores, etcétera. Finalmente, deben ampliarse los objetivos económicos de la sociedad, apartándose de la fijación del crecimiento de los ingresos y las ganancias para centrarse en la generación de empleos decentes, las mejoras en la calidad de vida en vez de la acumulación de objetos materiales, la garantía de la seguridad, la protección y la posibilidad de expresión para todos los ciudadanos y la estimulación de la creatividad humana Simplemente, la nueva política industrial ya no se trata solo de la industria, sino que deberá procurar la generación de la libertad humana. n
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Hacia un debate más productivo Con el desprestigio de las políticas ortodoxas y la salida a la luz de la doble moral de los países ricos, la política industrial dejó de ser un tema tabú. HA-JOON CHANG da razones para aceptar que la política industrial puede ser efectiva, al menos en determinadas circunstancias, y brinda soluciones novedosas para que funcione mejor.
HA-JOON CHANG dicta clases de Economía en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Es autor de varios libros de peso sobre política, entre los que se incluyen Kicking Away the Ladder: Development Strategy in Historical Perspective, y se ha desempeñado como asesor del Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones y también para Oxfam. Se le otorgó el Premio Leontief 2005 por “hacer progresar los horizontes del pensamiento económico”.
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“Como Lord Peter Mandelson comentó sarcásticamente, hay necesidad de más “ingeniería real” y menos “ingeniería financiera”, con lo que reconoció que la política industrial selectiva tiene un papel importante que cumplir”.
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Durante los últimos treinta años, la política industrial (o, más precisamente, la política industrial selectiva), caracterizada por la intervención del gobierno que crea diferencias entre los sectores industriales, ha quedado fuera de los temas principales de interés en materia de política. En los países desarrollados de habla inglesa, donde se engendró el neoliberalismo, la política industrial fue sindicada como la causante de “señalar con el dedo a los perdedores” en un intento desvirtuado por “escoger a los ganadores”. Con el giro intelectual y político hacia el neoliberalismo en el Banco Mundial y el FMI, los programas de ajuste estructural (PAE) desmantelaron las políticas industriales existentes a través de la liberación del mercado, la privatización y desregulación de las actividades comerciales nacionales y la inversión extranjera directa, o lo que comúnmente denominamos las políticas del Consenso de Washington. El auge de las economías de Asia Oriental y Japón forzó el debate sobre política industrial entre fines de la década de los ochenta y mediados de los noventa, pero incluso entonces fue un tema desestimado, por tratarse de algo que funcionaba solamente debido a las condiciones políticas y culturales únicas de los países de Asia Oriental, como una burocracia con características excepcionales. Cuando las economías de Asia Oriental pasaron momentos difíciles, al explotar la burbuja financiera de Japón a mediados de la década de los noventa y la crisis financiera de Asia en 1997, se le echó la culpa a la política industrial, como una de las causas principales de sus problemas económicos, y se declaró su hora de muerte. Sin embargo, los problemas económicos constantes en las economías en transición y desarrollo que han implementado con esperanzas las políticas ortodoxas (lo que trajo aparejado el aumento de la inequidad de los ingresos, crisis financieras consecutivas y, por sobre todo, una desaceleración, cuando no un colapso, en el crecimiento) hicieron mella en la reputación del Consenso de Washington. A comienzos de la primera década de este milenio, hasta los principales defensores del Consenso de Washington empezaron a modificar sus posturas, aunque no alcanzaron a hacer reformas fundamentales. Otros hablaron de un post-Consenso de Washington, aunque no exista unanimidad sobre el significado exacto del término. Aun durante este repliegue del enfoque ortodoxo sobre el libre mercado, el rechazo a la política industrial selectiva (y todas las medidas políticas que lo acompañan, como protección de tarifas, subsidios, regulación de la inversión extranjera, propiedad estatal de firmas industriales y financieras) siguió en pie. Muchos de los que criticaron el enfoque ortodoxo sobre el libre mercado trazaron la raya en la política industrial selectiva y sostuvieron que, si bien la política industrial tiene fundamentos, debería ser de tipo “general” y no hacer diferencias entre los sectores, como educación, formación, infraestructura, entre otros. La política industrial selectiva, en opinión de muchos, aún sigue “fuera de las normas comúnmente aceptadas”. Sin embargo, es posible que la situación finalmente esté cambiando. La crisis financiera mundial de 2008 expuso aun más los límites del enfoque ortodoxo sobre el mercado libre. Hasta ese momento, muchos habían supuesto que las políticas ortodoxas surtían efecto en los países ricos, especialmente en los de habla inglesa, cuna de tales políticas. El problema yace, según los críticos, en que estas políticas se impusieron en los países en vías de desarrollo donde no eran las adecuadas. La crisis de 2008 también demostró que estas políticas ni siquiera son adecuadas para los países ricos. Con el epicentro de la crisis en los Estados Unidos, el Reino Unido y las economías más pequeñas que se habían aferrado más obstinadamente a la estrategia neoliberal basada en la desregulación financiera (Irlanda, Islandia, Dubai, Letonia, entre otros), hay un cambio de opinión. Como el ex secretario británico, Lord Peter Mandelson, comentó sarcásticamente, hay necesidad de más “ingeniería real” y menos “ingeniería financiera”, con lo que reconoció que la política industrial selectiva tiene un papel importante que cumplir en el proceso. Al mismo tiempo, el hecho de que el gobierno estadounidense haya sacado de apuros a GM y Chrysler en su país, y que los gobiernos de otros países desarrollados hayan otorgado subsidios a la industria automotriz y a otras industrias, ha puesto de manifiesto la doble moral que estos países aplicaban al aconsejar a los países en vías de desarrollo que no utilizaran una política industrial activa. Naturalmente, es demasiado pronto para decir si tanto el desprestigio de las políticas ortodoxas como la exposición de la doble moral de los países ricos derivarán en un renacimiento de la política industrial. Sin embargo, es innegable que los términos del debate sobre política industrial no son los
mismos. La política industrial ya no es un tema tabú. Se reconoce abiertamente, aun entre los retractores y escépticos, que haber desestimado la política industrial en su momento, puede haber sido una medida prematura. Es cada vez más amplia la aceptación de que al menos algunas economías necesitan volver a equilibrarse, alejándose del dañado sector financiero, y esto puede requerir una política industrial activa. Con la exposición de la doble moral de los países ricos, será más simple para los países en vías de desarrollo defender su política industrial contra las críticas por parte de gobiernos donantes y las instituciones financieras internacionales. Esto también puede afectar la evolución de la Organización Mundial del Comercio y otros elementos del sistema de comercio global.
Nociones sobre política industrial La política industrial es un tema tan polémico que ni siquiera existe un acuerdo sobre su definición, pero la mayoría la definiríamos como “política industrial selectiva o dirigida a sectores específicos”. En este sentido, la política industrial se ve generalmente asociada a las economías de Asia Oriental (Japón, la República de Corea, la provincia china de Taiwán y Singapur) durante los “años dorados”, entre la década de los cincuenta y los ochenta. Cuando se originó el debate sobre política industrial (a fines de la década de los setenta y principios de los ochenta), algunos negaron su existencia sobre la base de que los países de Asia Oriental no gastaban mucho en subsidios. Sin embargo, se reveló posteriormente que la política industrial en Asia Oriental implicaba mucho más que la distribución de tarifas y subsidios a industrias orientadas al mercado nacional y que no representan competencia internacional. La artillería de herramientas desplegadas era mucho más amplia e incluía: subsidios directos e indirectos para la exportación; políticas para garantizar la economía de escala; políticas destinadas a restringir la “competencia excesiva”; regulación de las importaciones de tecnología; requisitos impuestos sobre la inversión extranjera directa; provisión o subsidios del estado para la investigación y el desarrollo (I+D) y la formación de los trabajadores. Asimismo, la política industrial no fue una práctica circunscrita a finales del siglo XX en Asia Oriental. En primer lugar, las experiencias exitosas con la política industrial de finales de siglo XX también se pueden encontrar en muchos países europeos (políticas industriales nacionales en Austria, Finlandia, Francia y Noruega; políticas industriales regionales en Alemania e Italia). Incluso en el caso de los Estados Unidos, se implementó la política industrial en gran medida “a escondidas”, a través de programas federales de investigación y desarrollo. A pesar de su retórica sobre el libre mercado, en términos de gasto en I+D, el gobierno de los Estados Unidos ha sido más intervencionista que la mayoría de los gobiernos opositores. Durante todo el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, la participación del gobierno en la financiación total de I+D en los EE. UU. fue del 40% al 65%, en comparación con el 20% aproximado de Japón y Corea, y menos del 40% en Bélgica, Finlandia, Alemania y Suecia. Llama la atención que la mayoría de las industrias en que los EE: UU. posee un liderazgo tecnológico internacional hayan recibido gran financiación en I+D por parte del gobierno a través de programas militares (p. ej. computadoras, semiconductores, aeronaves) y proyectos de salud (p. ej. sector farmacéutico y de biotecnología). En segundo lugar, en el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, cuando todos los países que ahora son ricos estaban en vías de desarrollo, pusieron en práctica el proteccionismo y emplearon la política industrial a través de subsidios, propiedad estatal, regulación de las inversiones extranjeras directas y un régimen de derechos de propiedad intelectual deliberadamente flexible. Tomemos como ejemplo a Gran Bretaña y los Estados Unidos, países que la gente consideraría inventores del libre comercio, fueron dos de los países más proteccionistas del mundo durante los períodos en que cada uno ganó terreno en el plano económico (de mediados del siglo XVIII hasta la mitad del siglo XIX, y de mediados del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX, respectivamente). Francia, Austria, Finlandia, Noruega, Singapur y Taiwán utilizaron emprendimientos estatales en gran medida durante el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Los Estados Unidos, Japón, Corea, Taiwán y Finlandia impusieron fuertes medidas sobre la inversión extranjera directa cuando eran destinos de tal inversión. Los Países Bajos y Suiza, dos países que sí practicaron (en cierta medida) el libre comercio, se negaron a ‰
“A pesar de su retórica sobre el libre mercado, en términos de gasto en I+D, el gobierno de los Estados Unidos ha sido más intervencionista que la mayoría de los gobiernos opositores”.
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“Si la política industrial fuera algo realmente malo, ¿cómo es posible que las épocas de mayor crecimiento de las economías coincidieron con una fuerte política industrial?”.
‰ introducir una legislación sobre patentes hasta 1912 y 1907, respectivamente (sobre la base de que una patente, entendida como un monopolio de creación artificial, es incompatible con el principio del libre comercio). En tercer lugar, a diferencia de lo que generalmente se piensa, los países en vías de desarrollo no tuvieron un desempeño económico deficiente cuando se dedicaron más activamente a la política industrial durante el período de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) en la década de los sesenta y los setenta. En realidad, durante ese período, crecieron más rápidamente que en la “era del imperialismo”, momento en el que se veían forzados al libre comercio y a la política industrial de libre cambio mediante el régimen colonial o de “tratados asimétricos” (que los privaban de su autonomía tarifaria). Bajo el régimen colonial o los tratados asimétricos, las economías de muchos países en vías de desarrollo se contrajeron o, en el mejor de los casos, crecieron a un ritmo débil. Su crecimiento durante el modelo ISI tuvo un desempeño mucho mejor que durante el período neoliberal más reciente, momento en el cual utilizaron menos política industrial. Por ejemplo, durante las décadas de los sesenta y los setenta, el ingreso per cápita en América latina y el África subsahariana creció al 3,1% y al 1,6% anual, respectivamente. Estos índices cayeron al 1,1% y al 0,2% entre 1980 y 2009. Estos datos, como la información sobre Asia Oriental que tratamos anteriormente, examinados de forma individual, no demuestran nada. No obstante, si se los mira en conjunto, plantean ciertas preguntas complejas para los escépticos de la política industrial. Si la política industrial no se limitó a Asia Oriental a finales del siglo XX, se torna difícil restarle importancia a su rol allí, usando como argumento algunas "fuerzas contrapuestas" de un determinado momento y en una determinada región. Aun si muchos países que han utilizado la política industrial no tuvieron éxito, el hecho de que pocos de los países ricos de hoy se hayan vuelto ricos sin política industrial nos lleva a preguntarnos si una buena política industrial puede ser una condición necesaria, aunque no la única, para el desarrollo económico. Si observamos todos estos hechos en conjunto, inevitablemente nos preguntamos: si la política industrial fuera algo realmente malo, ¿cómo es posible que las épocas de mayor crecimiento de las economías coincidieron con una fuerte política industrial? Ejemplos de esto son: Gran Bretaña, entre mediados del siglo XVIII y la mitad del siglo XIX; los Estados Unidos, Alemania y Suecia, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX; Asia Oriental, Francia, Finlandia, Noruega y Austria a fines del siglo XX, y China hoy.
¿Cómo mejorar la política industrial? Aunque efectivamente haya más evidencia empírica sólida para la política industrial de lo que la mayoría piensa, se enardece el debate y, posiblemente, nunca se llegue a una conclusión definitiva. Lo bueno es que no necesitamos algún tipo de “prueba” absoluta de su mérito, en cualquiera de los dos sentidos, para continuar con el debate. En la medida en que coincidamos en que la política industrial puede funcionar, al menos en ciertos momentos, podemos entablar un debate productivo sobre cómo mejorarla.
Política industrial selectiva o dirigida a sectores específicos en comparación con política industrial general Muchos sostienen que la política industrial debería ser de naturaleza “general” (o “funcional”), en lugar de tipo “selectivo” (o “sectorial”), que debería brindar elementos como educación, I+D e infraestructura que beneficie a todas las industrias por igual, y no tratar de "escoger ganadores". Un problema con esta perspectiva es que, en un mundo con escasez de recursos, no existen políticas industriales de naturaleza netamente general que involucren a cada industria de manera uniforme. Los subsidios en I+D favorecen a las industrias enfocadas en la investigación y el desarrollo; la inversión en infraestructura afecta a ciertas ubicaciones en particular; y no podemos formar ingenieros cuyo desempeño sea útil para todas las industrias. Ahora bien, si es inevitable la división por sectores, ¿podemos decir al menos que las políticas menos selectivas son mejores? Desafortunadamente, la respuesta es no. El enfoque sectorial tiene sus ventajas y desventajas. De hecho, en el área de política social, mucha gente considera que mientras más selectiva sea la política, mejor es. En lugar de discutir acerca de si la política
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debe ser selectiva o no, deberíamos debatir sobre la magnitud óptima en que la política debe estar dirigida a diferentes sectores en función de los distintos tipos de políticas.
¿El estado puede “ganarle la partida” al mercado? Un argumento clásico contra la política industrial es que, debido a los límites a la información y las capacidades, el estado no puede “ganarle la partida” al mercado. No obstante, se pueden citar varios ejemplos en la historia, donde funcionarios gubernamentales tomaron decisiones que fueron abiertamente en contra de las señales del mercado, simplemente para construir algunos de los negocios más exitosos de la historia (p. ej. la industria automotriz japonesa, la empresa coreana productora de acero POSCO y la empresa aeronáutica brasilera Embraer). Por otra parte, para explicar estos casos de éxito no necesitamos suponer que los funcionarios de gobierno lo saben todo, o que incluso son más inteligentes que los capitalistas. Muchas (aunque no todas) de las decisiones “supremas” por parte del estado se tomaron porque los funcionarios gubernamentales pudieron ver a través de una óptica nacional y a largo plazo, en lugar de adoptar un punto de vista parcial y a corto plazo. En vez de discutir si el estado puede ganarle la partida al mercado, deberíamos debatir acerca de cómo mejorar las condiciones de organización y personal para una buena toma de decisiones por parte del estado.
Economía política Otro grupo de objeciones a la política industrial puede describirse como argumentos de “economía política”, en función de los cuales los críticos han cuestionado debidamente el compromiso del liderazgo político con el desarrollo económico, la coherencia de la maquinaria estatal y la habilidad del estado para disciplinar a aquellos que se benefician de su ayuda. Los problemas de economía política deben ser tomados en cuenta seriamente. No obstante, no debemos permitir que nuestro afán por la perfección nos impida aprovechar las buenas oportunidades. Si esperamos una situación perfecta, nunca lograremos nada. En el mundo real, los países exitosos son aquellos que se han conformado con encontrar soluciones “bastante buenas” a sus problemas de economía política e implementaron las políticas necesarias. Para avanzar con la discusión, debemos abordar el tema de cómo pueden realizarse mejoras pragmáticas a la política de un país. Debemos ahondar en nuestro conocimiento de ciertas cuestiones, como: cómo pueden formarse e implementarse visiones políticas efectivas para lograr que individuos y grupos actúen de forma coordinada; cómo pueden constituirse naciones y comunidades a partir de grupos dispares que quizá hasta tengan una larga historia de hostilidad y desconfianza entre ellos; cómo pueden lograrse pactos sociales y coaliciones duraderas más allá de las diferencias; cómo pueden aceptarse en parte, pero al mismo tiempo mejorar las costumbres y rutinas de organización en la burocracia; y cómo pueden reducirse al mínimo las presiones de grupos y la corrupción, y potenciar los flujos de información entre el estado y el sector privado. Para tratar estos temas en profundidad, los economistas debemos atravesar las fronteras de siempre y trabajar con profesionales (políticos, funcionarios de gobierno, empresarios) como así también con académicos de otras áreas (ciencias políticas, sociología, antropología, psicología, estudios culturales).
“En lugar de discutir acerca de si la política debe ser selectiva o no, deberíamos debatir sobre la magnitud óptima en que la política debe estar dirigida a diferentes sectores en función de los distintos tipos de políticas”.
Capacidades burocráticas A pesar de la voluntad y fortaleza del estado, y por más que su visión sea la "correcta", es posible que las políticas fracasen si los funcionarios del gobierno a cargo de implementarlas no tengan la capacidad para hacerlo. Es necesario tomar decisiones difíciles con información limitada e incertidumbre respecto de los fundamentos y, generalmente, bajo presiones políticas internas y externas. Para ello, se necesita que los responsables de la toma de decisiones sean inteligentes y cuenten con el conocimiento adecuado. En este contexto, se ha argumentado que políticas “complejas”, como la política industrial (selectiva) no deben tratar de implementarse en aquellos países con capacidades burocráticas limitadas. Es por esta misma razón que el informe de 1993 sobre el Milagro de Asia Oriental publicado por el Banco Mundial recomendó a los países del Sudeste Asiático (Tailandia, Malasia e Indonesia), donde la política industrial estaba bastante circunscrita, en parte debido a la relativamente escasa calidad de sus burocracias, como modelos ‰ de política industrial para los demás países en vías de desarrollo.
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“Necesitamos burócratas capaces para diseñar e implementar buenas políticas. No obstante, este punto sensible tiende a ser exagerado en el mundo de la política, y se lleva al extremo de aconsejar 'no intente hacerlo en casa', como se muestra a modo advertencia en los programas televisivos cuando se realizan trucos peligrosos”.
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‰ En términos generales, no puedo contradecir la necesidad de burócratas capaces para diseñar e implementar buenas políticas. No obstante, este punto sensible tiende a ser exagerado en el mundo de la política, y se lleva al extremo de aconsejar “no intente hacerlo en casa”, como se muestra a modo advertencia en los programas televisivos cuando se realizan trucos peligrosos. El primer problema de esta aseveración es que no hay fundamentos para suponer que la política industrial es más compleja que otras políticas. Segundo, la otra suposición implícita acerca de que la política industrial requiere un conocimiento elevado de economía carece de justificación. Los responsables de tomar las decisiones de política industrial en Asia Oriental no eran economistas (eran abogados en Japón y Corea del Sur e ingenieros en Taiwán y China) y, hasta la década de los setenta, el escaso conocimiento sobre economía con el que contaban era generalmente del tipo “incorrecto”: Marx, la Escuela Historicista de Alemania, Schumpeter, entre otros. Tercero, el argumento de “no intente hacerlo en casa” implica que las burocracias de alta calidad son difíciles de construir y que los países de Asia Oriental fueron extremadamente afortunados por haberlas heredado de épocas anteriores. Sin embargo, una burocracia de alta calidad puede construirse bastante rápido, como quedó demostrado por los ejemplos de Corea del Sur y Taiwán. Cuarto, no debemos dejar de lado que, en materia de políticas, se aprende con la práctica. Sin práctica, nunca dominaremos las políticas complejas. Por último, el hecho de que algo sea “complejo” no constituye un motivo válido para desaconsejarlo. Después de todo, a los países en vías de desarrollo se les aconseja sistemáticamente que adopten “las mejores prácticas” o “las normas mundiales” que utilizan los países más ricos, aun cuando es evidente que muchos de ellos no poseen las capacidades para lidiar de forma efectiva con tales directivas. Para lograr un debate más productivo, en lugar de quejarse por la falta de capacidades burocráticas en los países en vías de desarrollo, debemos discutir acerca de cómo mejorarlas.
Medición del rendimiento Especialmente cuando la política industrial es integral, los objetivos de rendimiento se tornan difíciles de medir, ya que prácticamente todos los precios se encuentran “desvirtuados” y también son objeto de manipulaciones. Debemos concentrarnos en preguntas como las que siguen, en lugar de discutir si es posible (ya que sí lo es) fijar y hacer cumplir objetivos de rendimiento: l ¿qué indicadores de rendimiento deberían utilizarse y para qué industrias?; l ¿cómo fijamos objetivos de rendimiento confiables sin volvernos demasiado inflexibles?; l ¿cómo puede el gobierno escuchar al sector privado sin quedar en deuda con éste?; y l ¿cómo nos manejamos dentro de un horizonte de tiempo a largo plazo, sin que se torne infinito?
Política industrial relacionada con las exportaciones Las exportaciones son fundamentales para llevar a cabo una política industrial en los países en vías de desarrollo. Para decirlo sin rodeos, el desarrollo económico es imposible sin un buen rendimiento en las exportaciones. El desarrollo económico requiere la importación de tecnologías de avanzada, que deben pagarse en moneda extranjera, la que a su vez se debe adquirir, principalmente a partir de las exportaciones. Ahora bien, que las exportaciones sean clave para el desarrollo económico no implica que los países en vías de desarrollo deban adoptar el libre comercio. El éxito de las exportaciones requiere de una política industrial importante, incluso para industrias que se rigen por las ventajas comparativas, ya que los mercados de exportación tienen altos costos fijos de entrada, que quizá las firmas y los agricultores pequeños no puedan sobrellevar. Los subsidios para exportaciones directas pueden compensar los costos de entrada, pero este tipo de subsidios se encuentra prohibido por la Organización Mundial del Comercio, excepto para los PMD, por lo que la ayuda debe provenir de otros canales. Estos pueden incluir ayuda por parte del estado en concepto de comercialización, esquemas de participación en el riesgo, iniciativas de asistencia para que los pequeños exportadores cumplan las normas de calidad, y políticas para formar cooperativas entre los exportadores.
A largo plazo, si un país desea sostener el ímpetu de su éxito en las exportaciones, no le bastará confiar en las industrias que se rigen por ventajas competitivas. Tarde o temprano, deberá ampliar sus industrias de exportación para incluir industrias que desafíen las ventajas comparativas, lo que requiere una política industrial aun más sólida. Debemos alejarnos de la discusión infructífera sobre la apertura y el crecimiento, y explorar cómo se pueden integrar y entrelazar mejor el libre comercio, el fomento de la exportación (que no es sinónimo, obviamente, de libre comercio) y la protección de las industrias nacientes.
“El panorama de los
Cambios en el entorno global
abre posibilidades
Son numerosas las opiniones que sostienen que los recientes cambios en el entorno mundial de los negocios (como la creciente importancia de la inversión extranjera directa y del aumento de la concentración industrial) y cambios en el mercado global y en las reglas de inversión hacen que resulten prácticamente imposible la implementación de una política industrial. Es cierto que la variedad de medidas de política industrial que los países en vías de desarrollo pueden utilizar se ha reducido considerablemente, en comparación con el momento de apogeo de la política industrial en las décadas de los sesenta y los setenta. Sin embargo, aun queda margen de maniobra para los países con suficiente inteligencia y determinación. Asimismo, especialmente en el contexto de la reciente crisis financiera global, el panorama de los negocios en el mundo puede cambiar de forma significativa, lo que abre posibilidades inesperadas de movimientos ascendentes y transversales en las cadenas globales de valor, al menos para algunos de los países en vías de desarrollo. Respecto de las normas globales del comercio y la inversión, recordemos que no son leyes inalterables de la naturaleza. Si así es necesario, podrán ser y serán objeto de cambio. Naturalmente, el espacio político es, en la práctica, un entorno con muchas limitaciones debido a las condiciones asociadas a la ayuda y a los préstamos bilaterales y multilaterales, y a acuerdos bilaterales y regionales de inversión y comercio, que son más restrictivos que la Organización Mundial del Comercio. Por las razones que he expuesto, podría sostener que, en la medida en que son reglas hechas por el hombre, podemos cambiarlas y debemos aceptar que necesitan un cambio.
negocios en el mundo puede cambiar significativamente, lo que inesperadas de movimientos ascendentes y transversales en las cadenas globales de valor, al menos para algunos de los países en vías de desarrollo”.
Conclusión Mi objetivo principal es que salgamos de los convencionalismos y encontremos un común denominador para las personas que se encuentran en ambos extremos del debate sobre política industrial. Creo que una vez que los adversarios abandonen sus posturas teóricas grandilocuentes y se centren en cuestiones más prácticas, tendrán un vasto espacio fértil de posición intermedia para explorar.
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Debido a que el comercio, la tecnología y el talento son factores cada vez más globales, y las economías nacionales se interrelacionan más y más, DEBORAH WINCE-SMITH sostiene que el mundo necesita asociaciones estratégicas dinámicas para estimular el crecimiento económico, el desarrollo y el empleo.
LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL ES VITAL PARA LA PROSPERIDAD NACIONAL En 1986, cuando los productores de los Estados Unidos perdían su participación en el mercado mundial ante Japón, el presidente ejecutivo de Hewlett-Packard en ese entonces, John Young, creó el US Council on Competitiveness para reunir a los líderes del sector privado con el fin de desarrollar y promover un esquema de competitividad nacional para los Estados Unidos. La idea tuvo aceptación entre los presidentes ejecutivos de diferentes empresas de los EE. UU., rectores de universidades y líderes del sector laboral. El próximo año, los 150 miembros de este consejo celebrarán su 25.° aniversario. En el transcurso de un cuarto de siglo, los desafíos económicos que enfrentan los Estados Unidos han cambiado, como también lo han hecho los agentes económicos. De hecho, la naturaleza misma del significado de competencia en el mercado mundial ha evolucionado. Cambios de gran magnitud están rediseñando radicalmente la arquitectura competitiva. Cualquier persona con un iPhone o un Blackberry, o cualquiera que use Internet, sabe que la revolución digital ha sido una fuerza de cambio colosal. Ha impulsado una integración sin precedentes de las economías nacionales del mundo. La asombrosa proliferación de los avances en la telecomunicación implica que el conocimiento, la información, el capital y el dominio tecnológico atraviesan las fronteras nacionales a la velocidad de la luz. Los dispositivos DEBORAH WINCE-SMITH es presidenta y directora ejecutiva del US Council on Competitiveness
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inalámbricos hacen que cualquier lugar sea un posible espacio de trabajo. Las pequeñas empresas y los emprendedores, limitados alguna vez por su tamaño y sus recursos, ahora pueden llegar a empleados y clientes de todo el mundo.
Economías emergentes Otro cambio que impulsa transformaciones es el rápido avance de las economías emergentes. Hace tan sólo 20 años, la India y la China, entre otras economías emergentes, estaban relegadas a competir por productos básicos y, lentamente, comenzaban a adelantar posiciones en la carrera hacia el desarrollo económico. Ese modelo de años atrás ya no existe. En sólo una generación, la participación de las economías emergentes en las importaciones y exportaciones mundiales y en la inversión extranjera directa prácticamente se duplicó. No obstante, la cuestión no se trata simplemente del crecimiento de las economías emergentes, sino de cómo están creciendo. El papel central de la innovación en la creación de la riqueza nacional y una mejor calidad de vida ha llevado a varias naciones a adoptar estrategias de crecimiento basadas en la innovación, similares a aquellas de los Estados Unidos. Los gobiernos alrededor del mundo están estimulando el gasto público en la investigación y el desarrollo, en la creación de polos de investigación y centros de innovación y en el crecimiento de la producción de los científicos e ingenieros. Otro cambio fundamental ha sido en el comercio internacional, ya que empresas internacionales se han convertido en
emprendimientos verdaderamente mundiales. Hace veinte años, el comercio consistía principalmente en comprar y vender bienes tangibles y trasladarlos físicamente a través de las fronteras nacionales. Sin embargo, en la actualidad, las huellas geográficas de las cadenas de suministro son mundiales. Por ejemplo, las empresas estadounidenses desarrollan cada vez más productos y servicios, y trabajan con clientes a través de filiales y negocios en el extranjero. Efectivamente, las ventas que provienen de las filiales extranjeras de las empresas estadounidenses son tres veces mayores que las exportaciones de mercaderías y servicios desde los EE. UU. Debemos preguntarnos, al haber analizado estos datos, ¿qué significa un déficit comercial?
Fuerza laboral mundial La última transformación es el crecimiento de la fuerza laboral mundial. Mientras miles de millones de personas en economías emergentes ingresaron al comercio mundial, la oferta laboral efectiva del mundo se cuadruplicó entre 1980 y 2005 (el mayor aumento se produjo después de 1990). Legiones de personas educadas y capacitadas que pertenecen a economías emergentes están compitiendo para obtener el trabajo que se oferta en el mundo. En la práctica, el efecto de esta tendencia se traduce en que es cada vez más fácil enviar trabajo alrededor del mundo mediante bits y bytes. Como resultado, las empresas subcontratan una creciente variedad de trabajos, desde el desarrollo de software, pasando por la contabilidad hasta la investigación. Si el trabajo es
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35% Capital de economías emergentes del total global
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una rutina basada en normas y si puede digitalizarse, existe una fuente de trabajo de bajo costo en algún lugar del mundo que puede competir para obtener ese u otros trabajos. Aunque el impacto de estas transformaciones es mundial, cada país busca identificar políticas que favorecerán los intereses nacionales y respaldarán la prosperidad nacional. Sin embargo, debido a la naturaleza mundial del comercio, la tecnología y el talento, y debido a que las economías del mundo están más vinculadas que nunca, estas políticas no pueden promulgarse en el vacío. Desde que el US Council on Competitiveness convocó a la primera reunión de la Global
Federation of
a fin de promover la competitividad nacional y, a su vez, impulsar el crecimiento económico mundial. l La identificación de los desafíos y obstáculos emergentes que ponen en peligro la competitividad nacional, el crecimiento mundial y la prosperidad mediante la colaboración de los líderes miembros de los consejos para la competitividad en todo el mundo. l El diseño de un modelo de cooperación mundial sobre la competitividad que respalde la prosperidad nacional basada en la innovación, y el crecimiento y desarrollo económico sostenibles.
Competitiveness Councils
(GFCC), en Washington, D. C. en septiembre de 2009, se ha avanzado enormemente hacia un mejor entendimiento de las cuestiones mundiales sobre empresas y competitividad. GFCC cuenta con ocho miembros fundadores: Brasil, Chile, Egipto, la India, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, la República de Corea y los Estados Unidos, quienes se han comprometido a dedicar tiempo y recursos para garantizar una base sólida de la nueva organización. Entre los objetivos básicos del GFCC se incluyen: l La creación de un diálogo constante entre los líderes de los consejos para la competitividad en todo el mundo que estén comprometidos con la prosperidad de su país y del mundo. l El establecimiento de un foro mundial para intercambiar información, ideas y mejores prácticas entre los consejos para la competitividad
“Debido a la naturaleza mundial del comercio, la tecnología y el talento, y debido a que las economías del mundo están más vinculadas que nunca, estas políticas no pueden promulgarse en el vacío”.
Iniciativas políticas En 2010, el GFCC llevará adelante dos iniciativas políticas revolucionarias: el desarrollo de una serie de principios sobre competitividad mundial y una revisión de las métricas actuales de competitividad utilizadas en clasificaciones nacionales. Según la estrategia mundial “Llamado a la Acción” lanzada en el marco del Council on
Competitiveness National Energy Security, Innovation and Sustainability Summit and International Dialogue durante el año pasado, los principios sobre competitividad serán una herramienta valiosa al momento de comprender mejor y de manera global los factores que afectan la competitividad nacional en la economía mundial. Dirigida por el Presidential Council on National Competitiveness de la República de Corea, la iniciativa para revisar la lista actual de las métricas competitivas genera un debate que surgió en la reunión del GFCC en septiembre de 2009. En la reunión, los participantes cuestionaron si se estaban usando las métricas correctas y qué nuevas métricas deben considerarse para evaluar con precisión la competitividad de un país. En todo el mundo, existe una convergencia cada vez mayor en los intereses nacionales que se ven afectados por las condiciones económicas mundiales. La creciente interdependencia entre las naciones ofrece una excelente oportunidad para pasar de los compromisos estáticos al dinamismo de las sociedades estratégicas mundiales que urgirán el crecimiento económico, el desarrollo y los empleos. n
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Si el año 1989 fue testigo del fin del “Segundo Mundo” con la caída del comunismo, el año 2009 presenció el fin de lo que se conocía como el “Tercer Mundo”. Ahora estamos en una nueva economía mundial multipolar, que avanza con rapidez, en la que Norte y Sur, Este y Oeste son nada más que los puntos de una brújula, no destinos económicos. La pobreza sigue existiendo, y es necesario hacer algo al respecto. Los estados fallidos siguen existiendo, y es necesario hacer algo al respecto. Los desafíos mundiales se están intensificando, y es necesario hacer algo al respecto. Es la manera en la que debemos atender estos asuntos lo que está cambiando. Las viejas denominaciones de Primer y Tercer Mundo, donador y suplicante, líder y subordinado, han quedado obsoletas. Hoy ya vemos las tensiones en las relaciones multilaterales. La Ronda de Doha para negociaciones sobre el comercio mundial y las charlas sobre el cambio climático en Copenhague mostraron lo difícil que será compartir beneficios y responsabilidades entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo. La situación será similar en muchos otros desafíos inminentes: agua, enfermedades, migración, demografía y estados frágiles y en postconflicto.
Ya no es posible resolver grandes dilemas internacionales sin la participación de los países en vías de desarrollo. No obstante, al descubrir un nuevo foro en el G20, no podemos imponer una nueva jerarquía inflexible. Tampoco podemos ocuparnos de este mundo cambiante desde la óptica del viejo G7, ya que los intereses de los países desarrollados, aun cuando son bien intencionados, no pueden representar la perspectiva de las economías emergentes.
Poder y responsabilidad La modernización de las relaciones multilaterales no implica solamente que los países desarrollados deban aprender a adaptarse a las necesidades de las potencias emergentes. El poder conlleva responsabilidad. Los países en vías de desarrollo deben reconocer que ahora forman parte de la arquitectura global y deben interesarse por generar relaciones multilaterales sanas. No podemos continuar con el mismo enfoque hacia la geopolítica. Una “nueva geopolítica de una economía multipolar” debe repartir la responsabilidad y, al mismo tiempo, aceptar las variadas perspectivas y circunstancias, para poder construir intereses en común.
Tomemos en cuenta la reforma financiera: es obvio que necesitamos una mejor regulación financiera, pero hay que tener cuidado con las consecuencias no esperadas, como el proteccionismo financiero. Las regulaciones acordadas en Bruselas, Londres, París o Washington pueden funcionar para los grandes bancos, pero detener las oportunidades y el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo. Wall Street ha mostrado los peligros de la temeridad financiera y nosotros debemos ser cautos y adoptar medidas responsables. Sin embargo, la innovación financiera, cuando se la utilizó con prudencia, generó ganancias en materia de eficiencia y protección contra el riesgo, incluido el riesgo para el desarrollo. El prisma populista del G7 puede menoscabar oportunidades para miles de millones. Tomemos en cuenta el cambio climático: se lo puede articular al desarrollo y así obtener el respaldo de los países en vías de desarrollo para lograr un crecimiento con baja emisión de carbono, pero no será así si se lo impone por la fuerza. Los países en vías de desarrollo necesitan apoyo y financiación para invertir en caminos de crecimiento más ecológicos. Cerca de 1600 millones de personas carecen de acceso a la electricidad. Si bien debemos cuidar el medio
Foto: World Bank
La geopolítica no es como antes. ROBERT ZOELLICK, presidente del Grupo del Banco Mundial, cree que las decisiones y las fuentes de influencia se mueven alrededor, a través y más allá de los gobiernos.
La modernización de las relaciones multilaterales en un mundo multipolar 32 MakingIt
Perspectivas para los países en vías de desarrollo Tomemos en cuenta la respuesta ante la crisis: en un mundo en transición, se corre el riesgo de que los países desarrollados se centren en cumbres para sistemas financieros o se sumerjan en la mala gestión de países desarrollados como en el caso de Grecia. Los países en vías de desarrollo necesitan cumbres para los pobres. Escuchar la perspectiva de los países en vías de desarrollo ya no es una cuestión de caridad o solidaridad: es una cuestión de interés propio. Estos países en vías de desarrollo se han convertido en fuentes de crecimiento y son importadores de bienes de capital y de servicios de los países desarrollados. Los países en vías de desarrollo no quieren simplemente oír debates sobre la gran deuda en los países
desarrollados, también quieren enfocarse en inversiones productivas en la infraestructura y en el desarrollo temprano de la niñez. Quieren libertad de mercado para generar puestos de trabajo, aumentar la productividad y el crecimiento. Este nuevo mundo exige instituciones multilaterales que sean rápidas, flexibles y responsables, que puedan darles voz a los que no la tienen, con recursos que ya están listos. El Grupo del Banco Mundial debe transformarse para que se cumpla este rol, y la transformación debe ser continua, a un ritmo cada vez más veloz. Por eso hemos lanzado las reformas más completas en la historia de la institución, que incluyen el estímulo a los derechos electorales y a la representación en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, entre el problema y la solución deben mediar los recursos. El Banco Mundial necesita más recursos para apoyar el crecimiento renovado y para que las relaciones multilaterales modernas funcionen en esta nueva economía mundial multipolar. Si esta recuperación tambaleara, tendríamos que quedarnos al margen de la situación. Por eso el Banco Mundial está buscando su primer aumento de capital en más de 20 años.
Relaciones multilaterales modernas En esta nueva economía mundial multipolar, la máxima autoridad gubernamental se seguirá concentrando en las naciones-estado, pero la mayoría de las decisiones y las fuentes de influencia se mueven alrededor, a través y más allá de los gobiernos. Las relaciones multilaterales modernas deben introducir nuevos jugadores, construir la cooperación entre actores de hoy y de ayer, y utilizar las instituciones mundiales y regionales para responder ante las amenazas y aprovechar las oportunidades que exceden la capacidad de los estados individuales. Las relaciones multilaterales modernas no constituirán un sistema jerárquico, sino que se parecerán más a la expansión mundial de Internet, interconectando gradualmente a más y más países, empresas, individuos y ONG a través de una red flexible. Las instituciones multilaterales legítimas y efectivas, como el Grupo del Banco Mundial, pueden formar un tejido interconectado, que va más allá de la estructura básica de este sistema multipolar y dinámico. Debemos apuntalar la creación de múltiples polos de crecimiento que pueden beneficiar a todos. n
Image: Feng Yu/istock
ambiente, no podemos obligar a los niños africanos a hacer sus tareas a la luz de la vela o negar a los trabajadores africanos empleos en las fábricas. El desafío es abogar por la transición hacia una energía más limpia sin sacrificar el acceso, la productividad y el crecimiento que pueden sacar de la pobreza a cientos de millones de personas.
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ARTÍCULO SOBRE UN PAÍS
China
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Image: Alex Nikada/istock
Elespectacular
ascenso económico de
China Shanghái: obra maestra de la principal economía mundial con mayor crecimiento.
En solo tres décadas desde el inicio de la política de reforma y apertura, China ha alcanzado un éxito económico tremendo. El crecimiento del Producto Interno Bruto de aproximadamente el 10% anual desde fines de la década de los setenta ha contribuido a sacar a varios cientos de millones de personas de la pobreza absoluta. China por sí sola representa más del 75% de la reducción de la pobreza en los países en vías de desarrollo que se ha producido durante los últimos 20 años. El surgimiento de lo que hoy es la tercera economía más grande del mundo se puede remontar a fines de los años setenta, cuando los líderes de ese país adoptaron políticas de reforma económica diseñadas para ampliar los incentivos y el ingreso rural, fomentar experimentos en la autonomía de empresa, reducir la planificación centralizada y atraer la inversión extranjera directa. La estrategia para alcanzar estos objetivos se denominó “socialismo con características chinas”. A nivel local, se permitió a los pequeños agricultores obtener un ingreso extra mediante la venta en el mercado libre de lo producido en sus parcelas privadas. A nivel nacional, el movimiento principal hacia una economía de mercado se evidenció en el permiso para que las provincias y los municipios locales invirtieran en los sectores considerados más rentables, lo que impulsó la inversión en la industria liviana. La estrategia de desarrollo china desvió la atención puesta en la agricultura hacia la industria liviana y hacia el crecimiento impulsado por la exportación.
El desarrollo del sector industrial liviano demostró ser crucial para un país en vías de desarrollo que trabajaba con un nivel relativamente bajo de capital. Los ingresos generados en este sector se reinvirtieron en una producción más avanzada en términos tecnológicos y en mayores gastos e inversiones de capital. El auge económico de China se ha basado en altísimos niveles de inversión y, en los últimos años, en un crecimiento muy elevado de la exportación. El ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio en 2001 sirvió de catalizador para una contracción del sector estatal, un repentino aumento de la inversión extranjera y el crecimiento explosivo en la actividad del sector privado. En la actualidad, el país es uno de los principales exportadores del mundo y atrae cifras de marca histórica en materia de inversión extranjera. En contrapartida, invierte miles de millones de dólares en el exterior. Como miembro de la Organización Mundial del Comercio, China se beneficia con el acceso a los mercados extranjeros y acepta exponerse a la competencia del exterior. Debido al enorme superávit comercial de China, las relaciones con los socios comerciales se han tensionado y esto ha generado reclamos para que Beijing aumente el valor de su moneda, lo que aumentaría el precio de los productos chinos para los compradores extranjeros. A principios de la década de los noventa, la industria manufacturera china se caracterizaba, ‰
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ARTÍCULO SOBRE UN PAÍS
China ‰ en gran parte, por la producción basada en el montaje de artículos de poca tecnología, pero esa realidad forma parte del pasado. La política industrial ha cambiado; desde el desarrollo de industrias de trabajo intensivo durante las primeras dos décadas de la reforma, cuando la competitividad de China en la fabricación basada en trabajo intensivo y orientada a la exportación estaba en la cresta de la ola, se pasó al desarrollo de industrias de alta tecnología de capital intensivo. Si bien algunos sectores como el textil siguen representando una gran parte de la producción manufacturera, ahora existe una mayor proporción de productos con valor agregado que se deriva de artículos electrónicos, muchos de los cuales son relativamente avanzados. En la actualidad, China es un productor importante, y en algunos casos líder mundial, en sectores como el de teléfonos celulares, circuitos integrados y automóviles. Esta economía en rápido crecimiento ha incrementado la demanda de energía. China es el mayor consumidor de petróleo después de los Estados Unidos, y el mayor productor y consumidor mundial de carbón. Esta gran dependencia del carbón y del petróleo importado, y las consecuencias ambientales del aumento masivo en el uso de combustibles fósiles, ha inducido a un cambio de postura en el gobierno a favor de la energía no contaminante. Según estimaciones de Bloomberg New Energy Finance, China invirtió 34,6 mil millones de dólares estadounidenses en proyectos sobre combustibles no contaminantes en 2009, casi el doble de lo invertido por los EE. UU. El año pasado, se introdujeron tarifas de alimentación para la energía eólica, y el gobierno también ha ofrecido incentivos a las empresas de energía para que instalen paneles solares. El objetivo de China es producir energía renovable equivalente a unos 700 millones de toneladas métricas de carbón, o el 15% de su energía, para 2020. Para entonces, el gobierno desea reducir las emisiones de carbono por unidad de producto interno bruto en hasta un 45% de los niveles de 2005, y se espera que la primera planta comercial de captura y almacenamiento de carbono esté en funcionamiento para fin del año en curso. n
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Entrevista a Su Excelencia Chen Deming, Ministro de Comercio de la República Popular de China
Proyección global a pasos agigantados China ha alcanzado resultados económicos impresionantes en las últimas tres décadas. ¿Cuáles han sido las claves de este éxito según su opinión? La clave del enorme éxito económico de China es su firme compromiso hacia el socialismo con características chinas y la política de “reforma y apertura” al mundo exterior. La economía socialista de mercado ha echado raíces en China, con sectores no públicos que ahora aportan el 60% aproximadamente del PIB de China y más del 70% de la generación de empleo urbano y municipal […]. Desde el establecimiento de zonas económicas especiales hasta la apertura de áreas costeras, interiores y fronterizas; desde la introducción a gran escala de capital, tecnología y personal capacitado hasta la proyección global a pasos agigantados, toda China se ha ceñido a la estrategia de apertura. El avance firme de las reformas ha aumentado considerablemente la productividad, ha establecido un marco institucional para la apertura en constante mejora y ha fomentado eficazmente el desarrollo de una economía orientada hacia el exterior […]. Al hacer un uso eficaz tanto de los recursos como de los mercados nacionales e internacionales, al participar activamente en la división internacional del trabajo y al afianzar la protección de los derechos de propiedad intelectual e impulsar la innovación, hemos aumentado de forma notable la competitividad de China. Tomemos como ejemplo el desarrollo industrial impulsado por el proceso de apertura: la porción de valor agregado del sector manufacturero de China como porcentaje del total mundial aumentó de menos del 1,5% en 1980 al 14% en 2007. En 2008, China se había convertido en el mayor productor de 172 categorías de productos manufacturados, que generaban más de un billón de dólares estadounidenses de valor agregado en manufactura, y era el segundo exportador más grande del mundo de productos manufacturados. La reforma y la apertura constituyen una política estatal básica que China debe mantener en el largo plazo. A través de dicha política, el entorno de comercio e inversión de China será
más propicio, y nuestro país junto al resto del mundo verán más resultados positivos que beneficiarán a todos. China no cerrará sus puertas por la simple razón del proteccionismo y seguirá siendo uno de los destinos más atractivos para los inversores. ¿Cómo hizo frente China a la crisis y a la recesión económica mundial? Frente a los grandes desafíos impuestos por la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial, el gobierno chino ha reorientado rápidamente su política macroeconómica, ha fijado como tarea principal el mantenimiento de un crecimiento económico rápido y firme, y se ha centrado en estimular la demanda interna. Se ha continuado con una política fiscal enérgica y una política monetaria medianamente expansiva con el fin de aumentar la inversión para el crecimiento, estimular el consumo para el bienestar de las personas y fomentar el empleo para generar estabilidad. Contra la crisis, se ha implementado un paquete de medidas. Primero, con el fin de estimular la demanda interna, se ha incrementado el gasto fiscal para impulsar la inversión no pública. Se introdujo un esquema de inversión durante dos años por un valor de 4 billones de renminbi (RMB), o 14% del PIB de China en 2008, y se han implementado recortes de impuestos estructurales por RMB 550 000 millones para aumentar la inversión y el consumo. Se está fortaleciendo el comercio y estimulando el consumo familiar a través de una serie de medidas, como la concesión de subsidios fiscales para reemplazar los automóviles y electrodomésticos usados por unidades nuevas, y la promoción de estos productos junto con máquinas agrícolas, entre otros, en las áreas rurales. Segundo, con el fin de estabilizar el mercado financiero, se ha reducido la tasa de interés cinco veces consecutivas, lo que generó la liberación de unos RMB 800 000 millones de liquidez, y se ha brindado más ayuda financiera a la agricultura y a las pequeñas y medianas empresas. Tercero, para revitalizar la industria, se han diseñado planes para diez sectores clave, incluido
el automotriz y el siderúrgico, con vistas a promover la reestructuración y la actualización industrial. Cuarto, para estimular la innovación tecnológica, se ha implementado un programa nacional para el desarrollo científico y tecnológico a mediano y largo plazo, con especial énfasis en 16 proyectos importantes, que incluyen dispositivos electrónicos básicos, el desarrollo y uso de energía nuclear y maquinaria con control numérico de avanzada. Se ha progresado en el desarrollo de sectores emergentes como el de nuevas energías y la protección del medio ambiente. Quinto, para asegurar el bienestar de las personas, se invertirán RMB 850 000 millones en la reforma del sistema médico y de atención de la salud durante tres años; se ha introducido un programa piloto de seguro médico rural para beneficiar a 90 millones de personas; y se está brindando apoyo para el empleo de graduados universitarios y trabajadores rurales migratorios. Además de ampliar la demanda interna, el gobierno chino también se ha encargado de estabilizar gradualmente la demanda en los mercados externos: mantuvo estable el valor del RMB y simplificó los procedimientos comerciales internacionales. En 2009, los efectos preliminares de estas políticas (el PIB creció un 8,7%, los ingresos fiscales un 11,7%, y se crearon 11,2 millones de nuevos puestos de trabajo en áreas urbanas) indican que la economía china está cambiando para bien y contribuye en gran medida a la recuperación de la economía mundial. En cuanto al desarrollo económico futuro, ¿qué desafíos y dificultades enfrenta China y cómo los resolverá? Si bien China ha sido uno de los primeros países del mundo en recuperarse, todavía existen muchos problemas de profundo arraigo. Básicamente, son los siguientes: el ingreso familiar representa solo una pequeña parte de la renta nacional y los consumidores carecen del incentivo para gastar; algunos sectores tienen exceso de capacidad, usan demasiados recursos energéticos y causan serios daños al entorno ecológico; el nivel de urbanización sigue siendo bajo y la economía rural es vulnerable; y el desarrollo de iniciativas sociales es lento, con aportes insuficientes a las áreas de salud, educación, vivienda y administración social. La clave para enfrentar estos desafíos y dificultades, y para mantener un desarrollo económico rápido y sólido, yace en la transformación del patrón de crecimiento económico. Esto ayudará a descomprimir los cuellos de botella sistemáticos y estructurales que constriñen el desarrollo económico sólido de China, a estimular la sostenibilidad y el dinamismo propios de la economía y a lograr un desarrollo equilibrado y sostenible en todo sentido. En primer lugar, tenemos que acelerar la reestructuración industrial. Se realizarán esfuerzos denodados para anticipar la actualización tecnológica de los sectores
“El gobierno chino está preparado para aumentar la cooperación y para compartir la experiencia y las oportunidades de desarrollo con los demás países…”
tradicionales y para alentar a las empresas a utilizar nuevas tecnologías, nuevas técnicas y nuevos equipos. Se promoverá un nuevo crecimiento económico, centrado en sectores estratégicos emergentes. Como parte de la campaña para conservar la energía y reducir las emisiones, se construirán sistemas industriales con bajas emisiones de carbono. Se acelerará el desarrollo del sector de servicios, especialmente los servicios útiles para la producción de empresas y la vida diaria de las personas, en un intento por potenciar al máximo el rol de este sector en la generación de empleo. En segundo lugar, tenemos que intensificar el consumo familiar. Se redoblarán los esfuerzos para ajustar la distribución de la renta nacional con el fin de aumentar la remuneración de los trabajadores urbanos y rurales, aumentar el poder adquisitivo de las personas y sacar el mayor provecho del rol del consumo para guiar la producción. En tercer lugar, tenemos que prestar más atención a las iniciativas relacionadas con los medios de subsistencia. Se implementará una política de empleo más dinámica para generar más trabajo y ampliar la ocupación en todas las formas posibles. Se acelerará el perfeccionamiento del sistema de seguridad social que abarca tanto las áreas urbanas como rurales, se aumentará la inversión en los servicios sociales para el bienestar público y se mejorará la red de seguridad social.
En cuarto lugar, debemos abrir nuestras puertas aun más al mundo exterior. Se realizarán esfuerzos para desarrollar de forma constante el comercio exterior. Se ampliará la variedad de productos exportados, se aumentarán las importaciones y se transformará y actualizará el comercio de importar materias primas y reexportar productos manufacturados. Se observarán las pautas de utilización de inversión extranjera directa (IED) y se optimizará la estructura de utilización de IED. Se fomentará la IED para que desempeñe un rol más importante en la construcción de la economía. Se acelerará la implementación de la estrategia de “proyección global” y se alentará a las empresas a guiar la cooperación económica internacional. Se profundizarán los lazos económicos y comerciales bilaterales y multilaterales para el beneficio mutuo, para generar oportunidades donde todos ganen y para el desarrollo compartido con los demás países. Para concluir, quiero destacar que acelerar la transformación del patrón de crecimiento económico es una revolución profunda, que tiene que ser explorada y fomentada en la práctica. El gobierno chino está preparado para aumentar la cooperación y para compartir la experiencia y las oportunidades de desarrollo con los demás países, a fin de contribuir en mayor medida a la estabilidad y a la prosperidad mundial. n
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Los enfoques convencionales no han logrado el crecimiento rápido y la estabilidad económica. Jomo Kwame Sundaram cree que los gobiernos deben participar en el desarrollo.
Una nueva concepción de la
reducción de la pobreza
$$$$$$$$$$$ “El 40% más pobre de la población mundial responde solo por el 5% del ingreso mundial” 38 MakingIt
El año pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación anunció que el número de personas con hambre en el mundo ha aumentado durante la última década. En 2008, el Banco Mundial anunció una importante disminución en el número de personas pobres hasta el año 2005. Pero si la pobreza se define principalmente en términos del ingreso necesario para evitar el hambre, ¿cómo pueden conciliarse estos dos anuncios? Según la conocida definición del Banco Mundial “un dólar por día” como línea internacional de la pobreza, que fue cambiada en 2008 a USD 1,25 por día para los precios de 2005, todavía hay 1400 millones de personas viviendo en la pobreza, cifra un tanto menor que los 1900 millones de 1981. Sin embargo, como la mayor parte de esta disminución se dio en China, en 2005 había cerca de 100 millones más de personas que vivían en la pobreza fuera de China que en 1981. En el África subsahariana y en algunas zonas de Asia, la pobreza y el hambre se mantienen inflexiblemente en índices altos. Los organismos internacionales estiman que más de 100 millones de personas cayeron en la pobreza como
consecuencia del alza en los precios de los alimentos entre 2007 y 2008 y que la crisis financiera y económica mundial de 2008 y 2009 fue responsable de un aumento de otros 200 millones. El retraso en la recuperación de los puestos de trabajo tras la recesión económica mundial sigue siendo un gran desafío para la reducción de la pobreza en los años venideros. Mientras tanto, las opiniones contrapuestas respecto de las mediciones generan dudas sobre el verdadero progreso. La Cumbre Social de 1995 adoptó una definición de pobreza más amplia, que incluye la privación, la exclusión social y la falta de participación, por lo que la situación actual puede ser aun peor que la sugerida por la línea de pobreza basada en el ingreso de dinero. La desigualdad parece haber ido en aumento durante las últimas décadas en el plano internacional y en la mayoría de los países. Más del 80% de la población mundial vive en países en los que la brecha de ingresos se está ampliando. El 40% más pobre de la población mundial responde solo por el 5% del ingreso mundial, mientras que el 20% más rico representa el 75%. Estos datos dispares sobre la reducción de la pobreza replantean la eficacia de los
JOMO KWAME SUNDARAM es secretario general adjunto de las Naciones Unidas para el Desarrollo Económico.
enfoques convencionales. Se advirtió a los países que deberían abandonar aquellas estrategias de desarrollo nacional que favorecen la globalización, la liberalización de los mercados y la privatización. En lugar de producir crecimiento rápido y sostenido y estabilidad económica, dichas políticas hicieron que los países se volvieran más vulnerables al poder y a los caprichos de las finanzas internacionales y la inestabilidad mundial, que se ha vuelto más frecuente y severa a causa de la desregulación. La lección más importante que aprender es tomar conciencia de la necesidad de un crecimiento rápido y sostenido y una transformación económica estructural. Los gobiernos deben participar en el desarrollo, con la implementación de políticas integradas diseñadas para apoyar una producción inclusiva y un crecimiento en el empleo, así como para reducir la desigualdad y promover la justicia social. Este enfoque debe ser complementado con las adecuadas políticas sobre tecnología e inversiones en la industria, y con estructuras financieras inclusivas diseñadas para apuntalarlas. Además, es necesario fomentar capacidades de producción nuevas y potencialmente viables a través de políticas de desarrollo complementarias. Por el contrario, haber insistido en el concepto de un gobierno mínimo y la dependencia en el mercado trajo aparejadas abruptas bajas en la inversión en la infraestructura pública, especialmente en la agricultura. Esto no solo deterioró el crecimiento a largo plazo, sino que también aumentó la incertidumbre sobre los alimentos. Los defensores de las políticas de liberalización económica mencionaron el acierto de las economías de Asia Oriental que se están industrializando rápidamente. No obstante, ninguna de estas economías ha buscado la liberalización económica total. En su lugar, los gobiernos sí participaron activamente en el desarrollo mediante medidas de respaldo a la industrialización, la agricultura y los servicios con mayor valor agregado y una mejora en las capacidades humanas y tecnológicas. Las transformaciones estructurales deben promover un empleo productivo e integral, así como trabajo decente, mientras que lo gobiernos deben tener suficiente espacio político y fiscal que les permita generar iniciativas y proveer protección social universal adecuada.
Las últimas tres décadas también fueron testigos del divorcio entre las políticas sociales y las estrategias integrales de desarrollo, como consecuencia del impulso hacia un gobierno más limitado. Las estrategias de desarrollo económico nacionales fueron reemplazadas por programas de reducción de la pobreza favorecidos por donaciones, como la cesión de títulos de propiedad sobre tierras, los microcréditos y el desarrollo del mercado en “la base de la pirámide”; es decir, para el grueso de los sectores más pobres. Estas tendencias pasajeras no lograron reducir significativamente la pobreza, pero tampoco pueden negarse algunas consecuencias positivas. Los microcréditos, por ejemplo, han brindado autonomía a millones de mujeres, y se han aprendido lecciones importantes sobre el diseño y la implementación de dichos programas. Mientras tanto, los programas sociales universales han mejorado el bienestar humano mucho más que los programas dirigidos a sectores específicos y que conllevan requisitos. Sin embargo, los programas de transferencia de efectivo con condiciones de elegibilidad han dado muy buenos resultados al mejorar diferentes indicadores de desarrollo humano. Lamentablemente, la pobreza sigue siendo endémica, con más de mil millones de personas que pasan hambre todos los días. Deben tomarse medidas urgentes, ya que la reciente crisis económica y financiera, que siguió inmediatamente después de la crisis en el precio de los alimentos, parece haber retrasado aun más el progreso en la reducción de la pobreza. El cambio climático es otro factor que genera crecientes temores de que afecte desfavorablemente la vida de los pobres. El Informe bienal de las Naciones Unidas sobre la Situación Social en el Mundo de 2010, titulado “Una nueva concepción de la reducción de la pobreza”, es un gran caso a favor de un replanteo de las mediciones de la pobreza y los esfuerzos para reducirla. Para los pobres del mundo, los “negocios de siempre” nunca han sido una opción aceptable. Las tendencias más famosas de las últimas décadas tampoco han sido mucho mejores. No habrá una verdadera erradicación de la pobreza sin un desarrollo económico equitativo y sostenible, algo que los mercados desregularizados han demostrado ser incapaces de hacer por su cuenta. l Copyright: Project Syndicate, 2010. www.project-
syndicate.org
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Debido a que México se está preparando para ser sede de la próxima Convención de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16), que se llevará a cabo del 29 de noviembre al 10 de diciembre de 2010 en Cancún, Making It entrevistó a Juan Rafael Elvira Quesada, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del país.
Image: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
POR UNA ECONOMÍA MEXICANA MÁS ECOLÓGICA Activistas del cambio climático hacen campaña en contra del calentamiento global, ciudad de México.
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Juan Rafael Elvira Quesada fue nombrado por el presidente Felipe Calderón como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en diciembre de 2006. Cuenta con una larga y notable trayectoria en el área de protección al medio ambiente en México y también se ha desempeñado como presidente municipal de la ciudad de Uruapan, Michoacán. Como titular de la SEMARNAT, Elvira es responsable de la expansión de las áreas protegidas, el desarrollo de la selvicultura, la mejora del acceso al agua potable y el aumento del tratamiento de las aguas residuales, la ampliación del riego para la agricultura, el fortalecimiento de las medidas para la conservación del agua, y la conducción de las políticas del gobierno de México ante el cambio climático. “Nuestro principal objetivo es trabajar con la sociedad ya que nuestro éxito está íntimamente relacionado con la participación ciudadana y con el compromiso social. Nuestras acciones se ven reforzadas por la educación sobre el medio ambiente y por una política sólida en la aplicación y el cumplimiento de la ley”, expresó Elvira. “El Gobierno Federal implementa una política en materia de medio ambiente en la cual los recursos naturales y la estabilidad climática son considerados como patrimonios públicos que deben ser preservados”, agregó. La economía mexicana, la segunda más grande en Latinoamérica, sufrió un duro golpe por la reciente crisis económica y por la caída del comercio internacional durante el último trimestre de 2008 y el primero de 2009. Actualmente, la economía del país está comenzando a mejorar debido a que la actividad económica repuntó durante la segunda mitad de 2009 y despegó con un gran inicio a principios de 2010. Cuando se le preguntó si México está comprometido a la trasformación de una
“economía ecológica”, Juan Rafael Elvira Quesada es claro al expresar que “lograr un desarrollo sustentable significa que las inversiones deben dirigirse hacia las tecnologías limpias, la energía renovable y al tratamiento del agua y de los desechos, a fin de que todos los sectores de la economía se vuelvan ecológicos. Esto incluye la creación de empleos ecológicos porque unos de los objetivos de esta administración es aumentar el empleo”. Elvira continuó diciendo que “transformar la economía en una economía ecológica implica el rediseño de las empresas y de la infraestructura para obtener mejores ganancias en las inversiones de capital económico, humano y natural mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de recursos naturales, la generación de desechos y las desigualdades sociales”. La mitigación del cambio climático es una parte central de la política de desarrollo del país. Debido a que México es el país con el mayor consumo de combustible fósil de América latina, y gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la producción y el consumo de energía, debe darse prioridad a la introducción de medidas eficientes en el plano ecológico. Elvira comenta sobre lo que considera un elemento clave, “Hemos estado trabajando en estrecha colaboración con las industrias para mejorar su desempeño medioambiental: El Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes es una base de información pública que evalúa el desempeño de la industria y de otras fuentes de contaminación, y ayuda a identificar oportunidades para la reducción de emisiones y transferencias. Por otro lado, el Programa de Auditoría Ambiental evalúa las industrias por su cumplimiento con reglamentaciones medio-
“Las inversiones deben dirigirse hacia las tecnologías limpias, la energía renovable y el tratamiento del agua y de los desechos, a fin de que todos los sectores de la economía se vuelvan ecológicos”.
Juan Rafael Elvira Quesada, Secretario de Medio Ambiente de México.
ambientales e implementa medidas preventivas y correctivas”. Algunas de las industrias de materiales básicos a gran escala en México, tales como el hierro, el acero y el cemento, se encuentran entre las más eficientes del mundo. Sin embargo, una gran parte del sector industrial del país está formado por pequeñas y medianas empresas que tienen una intensidad de energía relativamente alta ya que, por lo general, utilizan equipos obsoletos y no poseen el acceso al conocimiento ni a la financiación que se necesita para su modernización. Para cumplir estos desafíos, SEMARNAT está implementando el Programa de Liderazgo Medioambiental para la Competitividad que, como bien dice su nombre, está dirigido a mejorar la competitividad de las cadenas de suministro para las pequeñas y medianas industrias proveedoras a través de un mecanismo de gestión medioambiental centrado en la eficiencia ecológica. Elvira está entusiasmado por el impacto que tendrá este programa. “Los resultados son muy prometedores: un ahorro de agua por más de 61 millones de pies cúbicos (lo suficiente para suministrar agua a 3400 familias); un ahorro anual de energía de 190 millones de kWh (equivalente al suministro anual de energía de 66 000 hogares), y una reducción anual de casi 198 000 toneladas de CO2 y 62 000 toneladas de desechos. Las industrias participantes han logrado ahorros de casi 69 millones de dólares estadounidenses”. Respecto al suministro energético, la demanda de energía eléctrica en México ha crecido más rápido que el producto interno bruto en las últimas décadas, y es muy probable que esto continúe en el futuro próximo debido al aumento en el consumo eléctrico de la economía en general. La mayor generación de energía renovable es otra estrategia de mitigación fundamental, y Elvira argumenta: “Hemos
establecido como objetivo la capacidad de generar 1957 MW mediante fuentes renovables, lo que requiere inversiones del sector privado de una cifra de alrededor de 3 mil millones de dólares estadounidenses”. Un área de gran potencial es la generación de energía eólica, particularmente, en el Istmo de Tehuantepec (la región sudeste de los estados de Veracruz y Oaxaca) donde los recursos eólicos de alta calidad pueden generar energía eólica con el costo más bajo del mundo. Bajo el mandato del presidente Felipe Calderón, México ha trabajado arduamente para ser líder en la discusión sobre el medio ambiente, por lo que ha organizado diversas cumbres internacionales sobre cambio climático e invitado al principal exponente sobre el tema, Al Gore, para discutir los riesgos de la ausencia de las medidas necesarias. Elvira expresó: “México es reconocido como líder en la negociación internacional sobre el cambio climático. Hemos presentado el Fondo Multinacional contra el Cambio Climático, conocido como ‘Fondo Verde’ como un sistema financiero que complementaría a los mecanismos existentes y aseguraría la implementación de la Convención sobre el Cambio Climático”. En vísperas de la cumbre sobre el clima COP16 en Cancún, México está hablando sobre las perspectivas de un resultado exitoso, pero Elvira estima que un acuerdo basado en acciones y objetivos bien definidos requerirá medidas innovadoras durante la negociación. “Los participantes de la convención deben viajar a Cancún con algo previamente elaborado y no sólo para volver a planear algo. Es necesario que trabajemos con señales claras y con objetivos de mitigación: reducir las emisiones provenientes de la deforestación y degradación del suelo, generar financiamiento a largo plazo y obtener fondos para invertir rápidamente en programas de adaptación en países en vías de desarrollo”. n
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INFORME DE POLÍTICA
Pesaje y embalaje de productos derivados de la carne, Matadero Central S.A., Chontales, Nicaragua. El sector de los alimentos y las bebidas es el eje central de numerosas economías.
Foto: Antonio Aragón Renuncio, CREA Comunicaciones, por la ONUDI
Reveladores resultados de investigación Por NOBUYA HARAGUCHI, oficial de desarrollo industrial de la División de Investigación Estratégica y Políticas de Desarrollo de la ONUDI El surgimiento de la industria y la caída de la agricultura es un patrón conocido de cambio estructural asociado al desarrollo económico de un país. ¿Pero qué sabemos acerca de los cambios que ocurren dentro de la industria mientras un país se encuentra en pleno proceso de desarrollo? Por ejemplo, ¿cuándo es probable que despegue el sector de indumentaria de un determinado país? ¿Con qué rapidez podrá crecer y durante cuánto tiempo? ¿Qué sector es el más sostenible? Son preguntas muy pertinentes para quienes formulan las políticas sobre desarrollo económico pero, lamentablemente, no existen muchos estudios empíricos sólidos que muestren la senda de desarrollo que siguen los diferentes sectores industriales. Para ayudar a los creadores de políticas a obtener un mayor conocimiento, la ONUDI ha estudiado los patrones de desarrollo industrial utilizando estadísticas de reciente publicación que abarcan los últimos 40 años. Esta investigación ofrece algunos datos útiles para la formulación de políticas. En primer lugar, en oposición a los estudios publicados y a los datos anecdóticos, los cuales tienden a minimizar el rol de la agroindustria en el desarrollo económico, los resultados de esta investigación indican que el sector de alimentos y bebidas constituye, en realidad, la columna vertebral de la economía de muchos países. Suele ser el sector más grande dentro de la industria
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manufacturera durante la mayor parte del período de industrialización y, aun en niveles avanzados de desarrollo, solo unos pocos sectores pueden superar su nivel de producción. En segundo lugar, los países pequeños (de menor tamaño según el promedio mundial), que conforman más del 80% de la totalidad de países, tienden a enfrentar un mayor grado de incertidumbre que los países más grandes durante el desarrollo de la industria manufacturera. Generalmente cuentan con menos sectores, como el de productos
“El sector de alimentos y bebidas suele ser el más grande dentro de la industria manufacturera durante la mayor parte del período de industrialización y, aun en niveles avanzados de desarrollo, solo unos pocos sectores pueden superar su nivel de producción”.
químicos, maquinaria y equipos y aparatos eléctricos, que pueden mantener un crecimiento rápido en las etapas avanzadas de industrialización, y menos sectores de escala y capital intensivo, como el de metales básicos y metales procesados, que pueden sostener el crecimiento luego de alcanzar un nivel de ingreso de USD 10 000 per cápita. Además, en los países pequeños, más del 30% de los patrones de desarrollo de muchos sectores se explican por las características propias del país y no por los niveles de ingreso, como la disponibilidad de recursos humanos y naturales, el tamaño del país y el nivel de salarios. La influencia de las características propias de un país explica por qué algunos sectores no podrán despegar, independientemente del nivel de desarrollo de ese país. Es posible que estos sectores carezcan simplemente de los factores de producción importantes para su desarrollo, como recursos naturales, una masa crítica de personas especializadas o el espacio para desarrollar las economías de escala necesarias. Es por ello que es más importante para los países pequeños que para los grandes poder orientar su industria hacia los sectores que presentan ventajas probables basadas en las características del país. En consecuencia, el gobierno y los partidarios internacionales deberían hacer un esfuerzo conciente para maximizar el potencial de
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desarrollo de estos sectores, actualizando la infraestructura, las instituciones y los recursos humanos. En tercer lugar, las economías de escala ayudan a la mayoría de los sectores a aumentar sus niveles de producción. Sin embargo, la aglomeración, que facilita la interacción con clientes, proveedores y prestadores de servicios cercanos entre sí, parece ser más importante para la producción de productos químicos (como fertilizantes y jabones), plásticos, aparatos eléctricos y minerales no metálicos (como cementos, cerámica y porcelana). Esto indica que, en estos sectores, la formación de distritos industriales, por vía natural o a través de políticas que suministren la infraestructura adecuada a los productores y proveedores de servicios relacionados, puede facilitar el crecimiento de la producción. El desarrollo de conglomerados y la promoción de consorcios de exportación pueden ser enfoques adecuados para los productores que necesitan bastante mano de obra dentro de estos sectores. Por último, los resultados de la investigación indican que en los países pequeños, donde el mercado interno suele ser demasiado reducido como para respaldar el crecimiento sectorial sostenido y, por lo tanto, el desarrollo industrial suele depender de las exportaciones, es esencial mantener los costos unitarios de la mano de obra relativamente bajos con respecto a los productores de la competencia. El mantenimiento de los costos unitarios de la mano de obra en un nivel competitivo es un factor importante para contribuir al éxito del comercio de exportación, y se puede lograr conservando los salarios bajos o aumentando la productividad de la mano de obra, o sumando ambas medidas. Dado que en muchos países en vías de desarrollo los niveles de salario de los trabajadores de la producción ya son generalmente bajos, suele ser más apropiado continuar aumentando la productividad de la mano de obra. La recompensa de tener productos a precios competitivos mediante el aumento de la productividad puede ser potencialmente enorme para los países pequeños, los que a su vez podrán disponer de una escala de producción desproporcionadamente alta para atender a los mercados mundiales. n
El sector privado y el desarrollo Por KAREN ELLIS, directora del Programa de Desarrollo y Negocios del Overseas Development Institute Existe un reconocimiento cada vez mayor de que la contribución potencial del sector privado al desarrollo supera con creces el impacto potencial de la asistencia. Las propias empresas reconocen su rol potencial, con una creciente demanda de productos éticos y de Comercio Justo. No obstante, se podría lograr más a través de nuevas herramientas para medir el impacto de las empresas en el desarrollo, nuevos modelos de negocio para maximizar la contribución del sector privado al respecto y un marco de políticas más apropiado que regule los compromisos comerciales.
Nuevas herramientas El año pasado, el Overseas Development Institute (ODI), el Department for International Development (DFID), del Reino Unido y la red Business Action for Africa llevaron a cabo una serie de encuentros sobre desarrollo y negocios, a los que asistieron muchas empresas en busca de asesoramiento sobre cómo aumentar y comunicar su impacto en el desarrollo. El ODI está desarrollando herramientas de ayuda, como la propuesta de la nueva marca “Bueno para el desarrollo”, que las compañías podrían utilizar si obtuvieran una calificación adecuada según los indicadores relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El apoyo del DFID podría ayudar al ODI a realizar, este año, una prueba piloto de esta iniciativa junto a las empresas. La marca Bueno para el desarrollo podría ofrecer una ventaja comercial a las empresas que realizan un aporte positivo y significativo al logro de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, tanto a través de su actividad principal como de sus actividades de responsabilidad social empresarial. Esto se diferenciaría de otros esquemas, ya que se centra en los aportes positivos hechos al desarrollo económico (p. ej. mediante la generación de empleo y el desarrollo de habilidades), y no solo en el cumplimiento de las normas laborales mínimas o la reducción de los costos medioambientales.
Nuevos marcos de políticas Al mismo tiempo, el impacto de las empresas en el desarrollo depende del marco de políticas en el que operen dentro de los países en vías de desarrollo. La investigación del ODI confirma que un clima propicio de inversión, junto con mercados abiertos y competitivos, puede contribuir a un impacto considerable en el desarrollo, pero esta situación es poco frecuente en esos países. Se necesitan nuevos enfoques para enfrentar las distorsiones del mercado generadas por los intereses creados que se oponen a las reformas a favor del crecimiento. Por ejemplo, a fin de compensar esta oposición, el ODI propone nuevos enfoques para la movilización de intereses empresariales pro reforma. Desde la crisis financiera, se ha puesto más énfasis en el rol del estado para imponer orden y controlar el mercado. En los países en vías de desarrollo, existe un alto grado de intervención estatal en los mercados como, por ejemplo, a través de políticas industriales que suelen desvirtuar y dañar los mercados. Es el momento oportuno para un nuevo tipo de política industrial, la cual no habrá de centrarse en elegir ganadores, en otorgar subsidios ni en proteger contra la importación. En su lugar, deberá tratar el uso inteligente y cuidadosamente ‰ priorizado de la política estatal para
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‰ fomentar y facilitar el desarrollo del área privada en sectores prometedores de crecimiento alto, sin perjudicar a los mercados.
Propuestas prácticas Si bien el Consenso de Washington había paralizado el debate racional de esta cuestión, la crisis volvió a poner el tema sobre el tapete. El ODI tiene propuestas prácticas sobre esta vía intermedia, basadas en un exhaustivo trabajo de campo: l Trabajar con las empresas para identificar los sectores de crecimiento que podrían ser transformadores; es decir, que permitan a las economías desplazarse desde sectores basados en productos básicos con mano de obra poco especializada a sectores con mayores posibilidades de progreso tecnológico y creación de capital humano. l Ayudar al crecimiento de estos sectores identificando, nuevamente junto con las empresas, las prioridades para la reforma. l Trabajar con las empresas para fomentar modelos de negocio que favorezcan el desarrollo. El sector privado también tiene un rol crucial en el crecimiento con bajas emisiones de carbono de los países en vías de desarrollo, pero solo podrá alcanzar su potencial cuando se implementen las políticas correctas. El ODI ha revisado las estrategias de respuesta al cambio climático y al crecimiento con bajas emisiones de carbono en una serie de países en vías de desarrollo, y ha identificado las enseñanzas para una política de crecimiento, como la importancia de una actitud enérgica al momento de identificar y capitalizar las nuevas oportunidades de crecimiento ecológico. No obstante, hallamos que muy pocos ofrecen suficiente certidumbre o información sobre el camino por seguir para permitir que el sector privado invierta con confianza. El ODI desea facilitar el diálogo entre el gobierno y el sector privado sobre los desafíos de esta cuestión, y recibirá con agrado cualquier apoyo en ese sentido. El acceso al financiamiento es fundamental para el desarrollo del sector privado y la reducción de la pobreza. La investigación del ODI demuestra que el acceso al crédito o al ahorro ayuda a las personas de todos los niveles de ingreso a
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invertir en educación y en microemprendimientos, y a abrirse paso para salir de la pobreza. Aunque gran parte de las campañas de donación apuntan a las instituciones microfinancieras, el sector bancario también tiene un rol importante que desempeñar. Hemos examinado también las políticas favorables al mercado que pueden fomentar una mayor prestación de servicios por parte del sector bancario, y nuestras recomendaciones prácticas acerca de las políticas incluyen lo siguiente: l fijar objetivos para que el sector bancario amplíe el acceso a los servicios, controlar y dar a conocer los resultados; l facilitar los vínculos entre el sector bancario formal y las instituciones semiformales que llegan más fácilmente a la población pobre; y l brindar apoyo a las tecnologías innovadoras rentables y a los modelos de negocio. n
El poder del capital a largo plazo Por JACQUELINE NOVOGRATZ, fundadora y directora ejecutiva de Acumen Fund, un fondo de capital de riesgo mundial sin fines de lucro que utiliza enfoques empresariales para resolver los problemas de la pobreza global. En los últimos diez años, ha surgido una nueva área de desarrollo internacional que busca aprovechar el poder de las fuerzas del mercado. Los donantes e inversores sociales están utilizando el capital a largo plazo (o “capital paciente”) para apostar a empresas que buscan resolver problemas globales como la amenaza persistente de la malaria, la escasez de agua potable, la desnutrición crónica y la falta de educación. El capital a largo plazo llena la brecha crítica entre la asistencia y los mercados de capital, concede margen para la experimentación y la innovación, y ha comenzado a mostrar resultados genuinos. Mientras que la inversión tradicional de capital se centra en maximizar el rendimiento financiero, el capital a largo plazo reconoce los desafíos particulares de trabajar en comunidades con bajos ingresos, lo que incluye generar aceptación de nuevos productos, operar con infraestructura deficiente y brindar servicio al cliente con bajos niveles de ingreso y confianza. El capital a largo plazo tiene una mayor tolerancia al riesgo y un horizonte de tiempo más amplio para la inversión que el capital más tradicional, suele ir acompañado de una considerable asistencia en la gestión y se centra principalmente en el impacto social. Acumen Fund se creó en 2001 para llevar este modelo de desarrollo a los principales desafíos globales, con un énfasis inicial en
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la India, Pakistán y África del Este. Desde entonces, hemos invertidos unos 40 millones de dólares estadounidenses en 40 empresas que está forjando un nuevo camino para ofrecer a millones de personas productos y servicios esenciales de forma sostenible en el largo plazo. La cartera de Acumen Fund incluye empresas como Water Health International en la India, que opera 285 sistemas purificadores de agua en aldeas y brinda acceso a agua potable a más de 240 000 personas de bajos ingresos, y D.Light Design en la India y Tanzania, que ha vendido más de 200 000 lámparas LED solares de bajo costo para suministrar energía de forma segura y económica a más de un millón de personas. Todas estas empresas ofrecen un nuevo modelo para el cambio sostenible a gran escala. El desafío es afianzar los modelos de negocio comprobados y ampliar su escala para ofrecer productos y servicios de calidad a millares de personas que buscan la oportunidad de mejorar sus vidas. En última instancia, estas ideas solo lograrán su máximo impacto mediante el trabajo conjunto con las instituciones dominantes del sector privado, como las corporaciones multinacionales y los bancos, y también con los organismos gubernamentales que puedan generar un entorno propicio para la innovación a escala. En la actualidad, advierto una brecha de financiamiento tanto en la incubación de ideas prometedoras como en la aceleración de la aplicación a gran escala de ideas que demostraron ser importantes promesas, pero cuyos modelos financieros aún no son atractivos para los mercados de capital tradicionales. En muchos casos, los empresarios tienen la visión de los necesitados ya que, inevitablemente, deben adaptarse a las necesidades de sus clientes. Veamos un ejemplo de la India. En ese país, más del 75% de los agricultores cultiva menos de dos hectáreas de tierra, pero durante décadas, tanto los programas de asistencia como el mercado han desestimado a estos pequeños productores y han limitado su acceso a las tecnologías agrícolas fundamentales. En 2001, Amitabha Sadangi diseñó una tecnología de riego por goteo que sería útil y económica para los agricultores más pobres
“Lo que más se necesita es un liderazgo moral dispuesto a crear soluciones desde el punto de vista de las personas pobres, y no a imponer grandes teorías y planes sobre ellas”.
del mundo. Su organización, International Development Enterprises – India (IDE-I), dependió en un principio de subsidios para construir un prototipo y aprender a comercializarlo con eficiencia entre agricultores de bajos ingresos. El capital a largo plazo de Acumen Fund le permitió formar una empresa con fines de lucro, Global Easy Water Products (GEWP), para incorporar las fortalezas de investigación y comercialización de IDE-I, dedicarse a ampliar la distribución e intentar el ingreso a los mercados de exportación. IDE-I y GEWP han vendido productos de riego a más de 250 000 agricultores, lo que permitió a muchos de estos duplicar o triplicar sus ingresos anuales. Como lo expuse en mi libro, The Blue Sweater: Bridging the Gap between Rich and Poor in an Interconnected World, he aprendido que muchas de las respuestas a la pobreza yacen en el espacio que separa el mercado de la beneficencia, y que lo que más se necesita es un liderazgo moral dispuesto a crear soluciones desde el punto de vista de las personas pobres, y no a imponer grandes teorías y planes sobre ellas. El capital a largo plazo se invierte en empresas que crean estas soluciones. El mundo necesita una nueva visión de la asistencia para el desarrollo. En un momento en que el sistema de ayuda enfrenta cada vez más críticas y es objeto de escrutinio, la comunidad mundial tiene la oportunidad de reforzar los programas de asistencia con un enfoque complementario centrado en la innovación social y la iniciativa empresarial. n
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ARTÍCULO DE CIERRE
Sensibilización de trabajadores en Yibuti. El SIDA es un asunto problemático en el lugar de trabajo no solo porque afecta al trabajo y a la productividad sino porque el lugar de trabajo es uno de los escenarios más propicios para dar respuesta a la epidemia.
VIH/sida: una problemática en el lugar de trabajo MICHEL SIDIBÉ, director ejecutivo de ONUSIDA, considera que el lugar de trabajo juega un papel fundamental en la lucha general para detener la propagación y los efectos de la epidemia del sida. La gran mayoría de las 33 millones de personas en el mundo que viven con VIH tienen entre 15 y 49 años y se encuentran en la flor de su vida laboral. Esta problemática tiene graves consecuencias para las empresas y economías nacionales, como así también para los trabajadores y sus familias. El sida es un asunto problemático en el lugar de trabajo por diversos motivos. El estigma y la discriminación pueden amenazar los derechos básicos de los empleados con VIH. La pérdida de trabajadores y, como consecuencia, la pérdida de sus habilidades y experiencia pueden aumentar la carga laboral de los
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trabajadores restantes, lo que conlleva a la disminución de la moral y de la productividad. El impacto económico es particularmente grave en los países menos desarrollados (PMD), donde el impacto provocado por el ausentismo por VIH, la disminución de la productividad, los gastos de salud y los costos de contratación y capacitación disminuye las ganancias. Dado que dos de cada tres personas con VIH van a trabajar cada día, el lugar de trabajo es uno de los escenarios más propicios para dar respuesta a la epidemia. El sector empresarial desempeña un papel fundamental a la hora de detener la propagación del VIH y el impacto de la epidemia. Además, cada vez más empresas, incluso en los países más pobres, están asumiendo el desafío.
¿Qué pueden hacer las empresas? Cada empresa puede realizar su propio aporte en la lucha contra el sida según su tamaño, tipo de fuerza laboral, ubicación, solidez financiera y capacidades básicas. Las actividades se agrupan, por lo general, en cinco categorías principales: programas sobre el VIH en el lugar de trabajo, campañas de promoción, ayuda económica y contribuciones en especie (entre ellas, asistencia técnica) e investigación. Programas sobre el VIH en el lugar de trabajo:
Estos programas amplían la posibilidad que tienen los empleados de acceder de forma directa a la prevención contra el VIH, al tratamiento, a la atención y a los servicios de apoyo. La Organización Internacional del Trabajo y la ONUSIDA trabajan con las empresas para promover políticas y programas sobre el VIH en el lugar de trabajo. Campañas de promoción: Las empresas pueden divulgar información vital sobre el VIH a través de los medios masivos de comunicación. También pueden participar en diálogos sobre políticas y ejercer presión para obtener políticas efectivas contra el VIH. Donaciones en efectivo: Se necesitan recursos financieros de forma urgente para apoyar la prevención contra el VIH, el tratamiento, la atención y los servicios de apoyo. Las empresas se están convirtiendo en colaboradores en la lucha contra el sida al donar dinero para programas relacionados con el VIH y la salud. Contribuciones en especie: Se necesitan la experiencia, los servicios y los materiales de las empresas en cada aspecto de la lucha contra el sida. Entre las contribuciones en especie que realizan las empresas se incluyen la donación de servicios de asesoramiento, personal asignado específicamente a la causa, impresión de material, instalaciones de oficinas,
ARTÍCULO DE CIERRE
MakingIt Industria para el desarrollo
Lecturas adicionales
equipamiento, suministros y acceso a las redes de distribución. Las empresas pueden ofrecer apoyo logístico y redes para la distribución de productos esenciales como preservativos y antirretrovirales. Investigación: La ONUSIDA apoya las asociaciones públicas y privadas que trabajen en pos de acelerar el desarrollo de tecnologías preventivas contra el VIH, como microbicidas (una sustancia sintética o natural en forma de gel, crema, supositorio o película que puede matar o neutralizar virus y bacterias), preservativos femeninos mejorados y una vacuna, como así también avances en terapias como medicamentos de próxima generación más efectivos y simples. La ONUSIDA trabaja estrechamente con empresas y fundaciones en cada una de sus áreas de prioridad, especialmente en la disminución de la transmisión sexual del VIH y de la coinfección de TB/VIH, la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH (PTMI), y en la participación de mujeres y niñas. La contribución económica de Chevron para la PTMI en Angola y la campaña mundial ONUSIDA y The Body Shop en el Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA son algunos ejemplos de estas asociaciones. Con una epidemia de más de veinte años, podemos decir de forma fehaciente que las inversiones tempranas en la lucha contra el sida han dado frutos a largo plazo. Por ejemplo, en Senegal, las inversiones tempranas en prevención y educación sobre el VIH han logrado que este país presente una de las tasas de infección más bajas en el África subsahariana. Coaliciones empresariales: ONUSIDA ha apoyado el desarrollo de varias coaliciones empresariales nacionales que luchan contra el VIH en las regiones más azotadas por la epidemia. La ONUSIDA trabaja actualmente con más de 30 coaliciones empresariales nacionales para ayudar al sector privado a dar una respuesta al sida. En Tanzania, la Coalición Empresarial contra el sida ha allanado el camino en
gran medida para que las empresas se pongan en pie de guerra en la lucha contra el VIH. Ha apoyado la creación de programas en lugares de trabajo en varias empresas, ha organizado distintos talleres e instancias de formación sobre la prevención y el tratamiento del VIH, y ha desarrollado una política genérica del VIH que todas las empresas deberán implementar. En sólo doce meses, la cantidad de miembros aumentó en un 91%. La Coalición Empresarial de Etiopía contra el VIH/sida, que se creó en 2004, también ha fomentado que las empresas divulguen información a sus empleados sobre las prestaciones de servicio. Esto incluye asesoramiento voluntario y análisis de VIH, atención a personas con VIH, acceso a antirretrovirales y derivaciones locales. Algunas empresas han cruzado el umbral del lugar de trabajo y han extendido el apoyo a las familias de los empleados VIH positivos. En Bangladesh, la organización estadounidense Pathfinder trabaja con las organizaciones no gubernamentales (ONG) locales para brindar servicios de salud en las fábricas a trabajadores de la industria de la confección, cuya fuerza laboral está constituida por una abrumadora mayoría de jóvenes solteras. Los programas en el lugar de trabajo forman parte de un programa nacional más amplio para brindar servicios de salud esenciales en clínicas y la comunidad, en conjunto con 41 ONG locales y nacionales. El mensaje es claro: si los países menos desarrollados quieren fomentar sus economías, los empleadores deben esforzarse por participar en la lucha contra el VIH. Al proteger la fuerza laboral del VIH, las empresas privadas y el sector público pueden beneficiarse de una mayor productividad y cosechar así ganancias económicas. n
Arun, Thankom and Hulme, David (Editors) – Microfinance: A Reader Chang, Ha-Joon – Bad Samaritans: The Myth of Free Trade and the Secret History of Capitalism Chossudovsky, Michel – The Globalization of Poverty and the New World Order Chowdhury, Anis and Islam Iyanatul – Growth, Employment, and Poverty Reduction in Indonesia Easterly, William – The White Man’s Burden: Why the West’s Efforts to Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good Gupta, Anil K. and Wang, Haiyan – Getting China and India Right: Strategies for Leveraging the World’s Fastest Growing Economies for Global Advantage McNeill, Desmond and St. Clair, Asunción Lera – Global Poverty, Ethics and Human Rights: The Role of Multilateral Organizations Rodrik, Dani – One Economics, Many Recipes: Globalization, Institutions, and Economic Growth Sachs, Jeffrey – The End of Poverty: Economic Possibilities for Our Time Sanchez, Teodoro – The Hidden Energy Crisis: How Policies are Failing the World’s Poor Smith, Michael, et al. – Cents and Sustainability: Making Sense of How to Grow Economies, Build Communities and Revive the Environment in Our Lifetime Tse, Edward – The China Strategy: Harnessing the Power of the World’s Fastest-Growing Economy
Navegacíon adicional http://blogs.cgdev.org/globaldevelopment – The Centre for Global Development’s weblog. http://ourworld.unu.edu/en/ – Web magazine focusing on climate, peak oil, food security and biodiversity. http://rodrik.typepad.com – “Unconventional thoughts on economic development and globalization.” Dani Rodrik’s weblog. www.chinadaily.com.cn – The largest English portal in China, providing news, business information, etc. www.compete.org/about-us/initiatives/gii – The Council on Competitiveness’ Global Initiative “seeks collaborations around the world with critical US partners to build business environments that support innovation at home and abroad.” www.iied.org/sustainable-markets/blog/due-south – The International Institute for Environment and Development’s weblog. www.networkideas.org – International Development Economics Associates is a network of progressive economists. www.oxfamblogs.org/fp2p – From Poverty to Power. Duncan Green’s weblog. www.policyinnovations.org – “The best new thinking on a fairer globalization.” www.twnside.org.sg – Third World Network of individuals and organizations involved in issues relating to development, the Third World, and North-South issues. www.wider.unu.edu – World Institute for Development Economics Research of the United Nations University.
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MakingIt Industria para el Desarrollo
Una revista de publicaci贸n trimestral que fomenta el debate sobre cuestiones globales de desarrollo industrial