MakingIt Tercer trimestre de 2011
Industria para el desarrollo
n Dani Rodrik n Indonesia:
recuperando el rĂo n Solar Sister n Mark Malloch Brown n Bangladesh
Gobernar unmundo globalizado
NÚMERO 1, DICIEMBRE DE 2009 lWe must let nature inspire us – Gunter Pauli presents an alternative business model that is environmentally friendly and sustainable lHot Topic: Is it possible to have prosperity without growth? Is ‘green growth’ really possible?
NÚMERO 2, ABRIL 2010 l Nobuo Tanaka, de la Agencia Internacional de la Energía, analiza los cambios que puede hacer la industria en materia de energía l “Energía para todos”. Kandeh Yumkella y Leena Srivastava tratan la necesidad de tomar medidas para mejorar el acceso a la energía
NÚMERO 3, JULIO 2010 l El espectacular ascenso económico de China: entrevista con el ministro de comercio, Chen Deming l “Hacia un debate más productivo”. Ha-Joon Chang da razones para aceptar que la política industrial puede ser efectiva
NÚMERO 4, NOVIEMBRE 2010 l Fortalecimiento de la capacidad productiva: Cheick Sidi Diarra sostiene que los PMD deben, y pueden, producir más mercaderías y servicios de mejor calidad l Patricia Francis comenta sobre el cambio climático y el comercio l Tema de actualidad: La importancia del espíritu emprendedor para el desarrollo económico
NÚMERO 5, FEBRERO 2011 l ¿Un espacio de oportunidad para el comercio internacional? Peter Sutherland evalúa las posibilidades de concretar un acuerdo comercial multilateral l Un camino hacia la prosperidad mutua: Xiao Ye analiza el comercio entre África subsahariana y China
NÚMERO 6, ABRIL 2011 l Alimentar a un mundo superpoblado. Kanayo Nwanze del FIDA sostiene que los pequeños agricultores deben tener la oportunidad de ser protagonistas activos l El director ejecutivo de Nestlé, Paul Bulcke, explica cómo “crear valor compartido” l Tema de actualidad: ¿La eficiencia energética deriva en un mayor consumo de energía?
Una revista trimestral. Estimulante, crítica y constructiva. Un foro para discusiones e intercambios sobre la intersección de la industria y el desarrollo.
Editorial
Photo: istock
Nunca en su historia ha sido el mundo tan interdependiente y ha estado tan determinado por los avances tecnológicos, económicos y sociales como ahora; y nunca ha sido tan vulnerable a las crisis económicas y ambientales, y a la ineficiencia política como en la actualidad. Los sistemas económicos, sociales y políticos del planeta han sufrido un período de gran presión, y el futuro se presenta incierto. Luego de que la crisis financiera transcendiera el problema crediticio en las hipotecas de ciertos países desarrollados para convertirse en un desastre internacional que abarcó al sector financiero, industrial y de servicios, nos encaminamos hacia una situación de riesgo y fragilidad global aún mayores. La opinión general acerca de la globalización se está polarizando cada vez más entre aquellos que la consideran una fuente de libertad y nuevas oportunidades, y quienes la asocian a un nivel cada vez mayor de injusticia y desigualdad. Es evidente que vivimos en un mundo multipolar. Resulta imposible aislar la complejidad de los riesgos y debilidades que enfrentamos, así como hallar soluciones de carácter nacional a los desafíos globales, que exigen una respuesta multipolar y diversificada. Frente a la encrucijada de la política y la gobernanza mundial, este ejemplar de Making It: Industria para el Desarrollo ha seleccionado algunos de los mejores aportes a un debate que se torna cada vez más amplio. Entre ellos, se incluye el artículo principal del profesor Dani Rodrik, quien nos embarca en un viaje fascinante por la paradoja de la globalización, y una entrevista franca y sincera al ex vicesecretario general de la ONU, Mark Malloch Brown, quien opina sobre cómo no dejarnos “ganar por el fracaso’’ en “un siglo de cambios permanentes y probables trastornos profundos”. Además de los artículos que abordan la temática principal, también se ofrecen aportes fluidos que cuestionan los enfoques económicos dominantes, discuten las ventajas y desventajas de la energía nuclear y observan el progreso económico de Bangladesh.
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Contenidos
MakingIt Industria para el desarrollo
Editor: Charles Arthur editor@makingitmagazine.net Comité editorial: Ralf Bredel, Tillmann Günther, Sarwar Hobohm, Kazuki Kitaoka, Wilfried Lütkenhorst (presidente), Cormac O’Reilly y Jo Roetzer-Sweetland Sitio web y difusión: Lauren Brassaw outreach@makingitmagazine.net Ilustración de la portada: Maya Zankoul Diseño: Smith+Bell, Reino Unido: www.smithplusbell.com Agradecemos la colaboración de Donna Coleman Impreso por Gutenberg Press Ltd, Malta, www.gutenberg.com.mt, en papel con certificación del Consejo de Manejo Forestal Para consultar esta publicación en línea y participar de los debates acerca de la industria para el desarrollo, visite nuestro sitio web: www.makingitmagazine.net Para suscribirse y recibir los próximos ejemplares de Making It, envíenos un correo electrónico con su nombre y domicilio a subscriptions@ makingitmagazine.net Making It: Industria para el Desarrollo es una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), Centro Internacional de Viena, P.O. Box 300, 1400 Viena, Austria Teléfono: (+43-1) 26026-0, Fax: (+43-1) 26926-69 Correo electrónico: unido@unido.org Copyright © 2011 La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial Ninguna parte de esta publicación podrá utilizarse ni reproducirse sin el consentimiento previo del editor. ISSN 2076-8508 Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta revista no implican la expresión de opinión alguna de ningún tipo por parte de la Secretaría de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) respecto de la condición jurídica de ningún país, territorio, ciudad o área, ni de sus autoridades, o en relación con la demarcación de sus fronteras o límites, o acerca de su sistema económico o su nivel de desarrollo. Las denominaciones como “desarrollado”, “industrializado” y “en vías de desarrollo” se utilizan por una cuestión de simplicidad estadística y no expresan necesariamente un juicio sobre la etapa en el proceso desarrollo que ha alcanzado un país o área en particular. La cita de nombres de empresas o productos comerciales no constituye aval alguno por parte de la ONUDI. Los puntos de vista, los datos estadísticos y las estimaciones que se incluyen en los artículos de autor son responsabilidad del o de los autor(es), entre ellos, los miembros del personal de la ONUDI, y no deben interpretarse como una manifestación de las opiniones de la ONUDI ni como opiniones respaldadas por la ONUDI. Este documento se ha elaborado sin la edición formal de las Naciones Unidas.
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FORO MUNDIAL 6 Cartas 8 El economista descalzo Entrevista al reconocido economista chileno, Manfred Max-Neef
10 Tema de actualidad: ¿Es necesaria la energía nuclear para un futuro sin carbono? Debate entre los ambientalistas Chris Goodall y José Etcheverry
14 Cuestiones de negocios: noticias y tendencias
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ARTÍCULOS 16 Más justa, más ecológica y más sostenible – Hedda OehlbergerFemundsenden sostiene que la iniciativa de la ONUDI para una industria ecológica puede incorporar los beneficios de la globalización, mientras ayuda a corregir sus falencias
18 Entrevista: La revolución mundial inconclusa – Mark Malloch
Brown explica los desafíos y oportunidades que presenta la globalización en el siglo XXI
ARTÍCULO PRINCIPAL 22 La paradoja de la globalización – Dani Rodrik sostiene que la globalización funciona mejor cuando no se la lleva a sus extremos
30 La injusta proporción – Thomas Pogge analiza las estadísticas de pobreza mundial y pone al descubierto una serie de promesas incumplidas y de acciones manipuladas
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Número 7, tercer trimestre de 2011
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34 Globalización, gobernanza y G-20 – Jan Wouters y Dylan Geraets sostienen que la red de gobernanza debe ser transparente, inclusiva y receptiva
36 Artículo sobre un país: Bangladesh – La industria, el sector de la confección y las mujeres trabajadoras llevan el progreso a uno de los países más poblados del mundo. Además, una entrevista a Dilip Barua, Ministro de Industrias 40 Recuperando el río – El ganador del Premio Goldman de Medio Ambiente, Prigi Arisandi, explica cómo un movimiento local está ayudando a impedir que las fábricas contaminen el río que atraviesa la ciudad indonesa de Surabaya
INFORME DE POLÍTICA 42 Más allá de la “maldición de los recursos” 44 Impulsores del desarrollo 46 Artículo de cierre – Katherine Lucey nos cuenta sobre Solar Sister, un emprendimiento social que brinda capacitación y apoyo a las mujeres para crear microempresas en torno a la energía solar MakingIt 5
FORO MUNDIAL
CARTAS Sobre la eficiencia energética Aunque elogio la defensa elocuente de la eficiencia energética que hizo la Sra. Moscoso-Osterkorn (Making It, ejemplar 6), debo destacar que los argumentos originales de Jenkins y Saunders (Tema de actualidad) siguen siendo válidos, al menos desde mi punto de vista. Estos se centraban en los efectos de la eficiencia energética sobre el cambio climático. No tengo dudas de que también acordarían en que existen beneficios sociales y económicos derivados de su implementación. Además, su teoría del “efecto rebote” se centraba en los países en desarrollo y en su necesidad de desarrollarse y de utilizar más energía. La respuesta planteó excelentes ejemplos en contraposición, pero en su mayoría procedentes de los EE. UU. y Japón. Cuando se hacía referencia a países en desarrollo, los ejemplos eran sesgados. Por ejemplo, ¿cuántos ghaneses seguirán comprando y usando lámparas fluorescentes compactas (LFC) cuando deban cambiar las originales? Y si Tailandia realmente ahorró 1725 megavatios en la demanda pico (¿o son 1,725 megavatios?), ¿compensó esto la necesidad de generar más electricidad o simplemente desvió el consumo a otros usos como sostienen los defensores del efecto rebote? No me malinterpreten. Estoy
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de acuerdo con los argumentos generales de MoscosoOsterkorn acerca de la eficiencia energética, y soy un gran defensor de esta. Solo me pregunto si su respuesta no se desvió de la cuestión. l Peter Bartlett, comentario realizado en el sitio web Estoy plenamente de acuerdo con la opinión del Sr. Bartlett, pero creo que el impacto del efecto rebote es absolutamente diferente entre los países desarrollados y los países en desarrollo. No hay dudas de que el efecto rebote existe y de que puede afectar de manera negativa al cambio climático. En los países donde el acceso a la energía no constituye un problema, como los desarrollados, el rebote puede derivar efectivamente en un aumento en el uso y en las emisiones de carbono. Pero en los países en desarrollo, la eficiencia energética no solo facilita el acceso a la energía por parte de la población pobre, sino que sirve de alternativa a la producción energética basada en combustibles fósiles. Si un granjero ahorra energía con una bombilla eficiente, podrá encender otra bombilla con la energía que ahorra, en lugar de utilizar un generador diesel o quemar más madera. Los ejemplos positivos de Japón y California subrayan que la intervención política y el apoyo público pueden cambiar los patrones de consumo, y estos casos exitosos deberían servir de guía para otras acciones. En Ghana, nadie puede obligar a las personas a comprar lámparas fluorescentes compactas (LFC) cuando deban cambiarlas. Pero el gran mercado, creado a
© Chappatte in “Le Temps”
La sección Foro mundial de Making It es un espacio destinado a la interacción y el debate en el que son bienvenidas las reacciones y respuestas de los lectores sobre las cuestiones planteadas en la revista. Para que se publiquen las cartas en Making It, deben llevar el título “Para la publicación” y deben enviarse por correo electrónico a: editor@makingitmagazine.net o por correo a la dirección: The Editor, Making It, Room D2138, UNIDO, PO Box 300, 1400 Vienna, Austria. (Es posible que las cartas o los correos electrónicos deban editarse por razones de espacio).
través de este programa gubernamental, reduce el precio de las LFC y las hace accesibles para todas las personas. l Marianne Moscoso-Osterkorn, REEEP, Viena, Austria
La mujer y la primavera árabe En relación con el artículo “¿Primavera árabe para la mujer?” (Making It, ejemplar 6), en Líbano, se ha conformado un nuevo gabinete, integrado por 35 hombres y ni una sola mujer. l MM, comentario realizado en el sitio web MM, no esperes que los cambios vengan desde arriba. Jamás sucedió esto y jamás sucederá. Solo mediante la organización en las bases, las mujeres (y los hombres) podrán impulsar cambios positivos. l Charlene, comentario realizado en el sitio web Líbano es una democracia. La mayoría de los votantes eligieron a ese Gobierno. Si los representantes elegidos aprueban un gabinete que no incluye mujeres, es la democracia en acción. Me imagino que las mujeres (y los hombres) de Líbano votaron a los miembros del parlamento que aprobaron este nuevo gabinete... Knox, comentario realizado en el sitio web En realidad, hay una fuerte reacción en Oriente Medio, África del Norte y a nivel mundial frente a la posición de la mujer y sus derechos, que se está manifestando en diferentes formas. Turquía
acaba de desmantelar el Ministerio de la Mujer y lo ha reemplazado por un Ministerio de Asuntos Familiares. Esto sugiere una postura cada vez más conservadora en torno al rol de la mujer en la familia, que no la favorece como ciudadana independiente dotada de derechos. Sería prudente replantear la definición tradicional de democracia. La mayoría considera que las elecciones libres son la piedra angular de esta forma de Gobierno. Pero es momento de poner en duda este concepto. Si bien las elecciones libres son indispensables, no necesariamente conducen a la inclusión, a la participación plena, a la no discriminación y a la igualdad… l Lina Abou-Habib, comentario realizado en el sitio web Al parecer, también sería prudente replantear la definición (mediática) tradicional de revolución. Algunos comentaristas le hacen creer a uno que lo que viene aconteciendo en varios países del mundo árabe son revoluciones, pero, como las mujeres lo están notando, no ha cambiado nada realmente, y tampoco se ha dado un proceso de toma de poder entre las diferentes clases... l Red, comentario realizado en el sitio web
Para consultar otros debates sobre cuestiones planteadas en Making It, visite el sitio web de la revista en www.makingitmagazine.net y en el sitio de la red social Facebook. Se recomienda a los lectores navegar por estos sitios para participar en las discusiones y en los debates sobre la industria para el desarrollo.
El poder del arroz Creo que este artículo (Revolución en la electricidad, Making It, ejemplar 6) es interesante, dado que ilustra una posibilidad real en lugares que producen grandes volúmenes de arroz. También es bueno leerlo porque muestra el poder, literalmente hablando, de los emprendedores en los países en desarrollo. Desde la mirada común, nos hace preguntar cuántos emprendedores de estos países, como la empresa citada, tienen ya el conocimiento y la experiencia de generar procesos de energía renovable y alternativa para abastecer de electricidad a sus propias comunidades. Otra cuestión que surge del artículo se refiere a la producción
de arroz, y con ello, a la disponibilidad de recursos biológicos para gasificar y generar energía. Creo que este método podría funcionar adecuadamente allí donde se cultivan grandes cantidades de arroz, como India y otros países del Sudeste Asiático, pero el video producido por el fundador de la empresa parece insinuar su deseo de expandirse al mercado mundial, algo que no parece viable allí donde no se dispone de cáscara de arroz en tales cantidades. ¿Se puede aplicar este método a otros derivados orgánicos o solo se limita a la cáscara de arroz? ¿Y existen muchos más emprendedores en los países en desarrollo que tengan otras ideas para la producción y los recursos energéticos? l Sara Patalone, comentario realizado en el sitio web
La leche materna es lo mejor Es interesante el espacio obtenido por Nestlé en la revista, con el artículo “Crear valor compartido para la sociedad y los accionistas” (ejemplar 6, Making It). Esta es la compañía que, según los grupos de defensa de la alimentación y UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, viola un código mundial sobre la comercialización de sucedáneos de la leche materna. La Red Mundial de Grupos Pro Alimentación Infantil, que reúne a 200 grupos de 100 países, apoya un boicot contra los productos Nestlé porque, según afirma, esta compañía elude las restricciones en la promoción de fórmulas infantiles que establece el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna aprobado
por la Organización Mundial de la Salud. En los países en desarrollo, el uso de fórmulas infantiles aumenta las probabilidades de que un bebé contraiga enfermedades transmitidas por los alimentos e incrementa la tasa de mortalidad infantil. UNICEF estima que un niño alimentado con leche de fórmula que vive en condiciones antihigiénicas tiene una probabilidad entre seis y veinticinco veces mayor de morir de diarrea, y cuatro veces mayor de morir de neumonía, que un bebé alimentado con leche materna. Pero Nestlé continúa promocionando sus nuevos productos de fórmula, bajo el nombre de “sistema de nutrición integral”. Como alguien ya lo remarcó, el verdadero sistema de nutrición integral son los pechos de la madre. l Mary Gland, por correo
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Amy Goodman, anfitriona del programa Democracy Now, habla con el reconocido economista chileno, Manfred Max-Neef
El economista descalzo
Foto: Poster Boy
¿Podría explicar el concepto de “economía descalza”? Se trata de una metáfora, pero una metáfora que tuvo su origen en una experiencia real. Durante unos diez años de mi vida, trabajé en zonas de extrema pobreza en las sierras, la selva y en áreas urbanas de diferentes partes de América Latina. Un día, al comienzo de ese período, me encontraba en una población indígena en la sierra del Perú. Era un día horrible. No había parado de llover y yo me encontraba parado en medio del lodo. Frente a mí, había otro hombre que también estaba parado en el barro. En ese momento, nos miramos. Él era bajo y delgado; estaba desempleado; tenía hambre, cinco hijos, una esposa y una abuela; y yo era el refinado
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economista de Berkeley, que enseñaba allí, etc. Nos mirábamos cara a cara, hasta que de repente, me di cuenta de que no tenía nada coherente para decirle en esas circunstancias, y que todo mi discurso de economista era totalmente inútil. ¿Acaso debía decirle que tenía que estar feliz porque el PIB había crecido un cinco por ciento o más? Era todo muy absurdo. Descubrí que no tenía palabras para decir en ese entorno, y que teníamos que inventar un nuevo lenguaje. Y de ahí se deriva la metáfora de economía descalza, que es aquella que deben poner en práctica los economistas que se atrevan a meter sus pies en el barro. El punto es que los economistas estudian y analizan la pobreza en sus lujosas
MANFRED MAX-NEEF es un economista chileno fundador del Centro de Estudio y Promoción de Asuntos Urbanos (CEPAUR). En 1981, escribió el libro que le dio mayor renombre, Economía descalza. Señales desde el mundo invisible, que describe sus experiencias mientras ejercía su profesión en poblaciones pobres de Sudamérica. En 1983, Max-Neef recibió el Premio al Sustento Bien Ganado, por su trabajo en las zonas asoladas por la pobreza de los países en desarrollo. En 1993, fue nombrado rector de la Universidad Austral de Chile en Valdivia. Su libro más reciente, Economics Unmasked: From Power and Greed to Compassion and the Common Good (La economía desenmascarada: del poder y la avaricia a la compasión y el bien común) fue publicado en 2011.
oficinas, tienen todas las estadísticas, elaboran todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que respecta a la pobreza, pero no comprenden lo que significa. Ese es el gran problema y el motivo por el cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como economista. Inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de vida. ¿Y cuál es ese lenguaje? La idea es mucho más profunda. Es decir, no es una receta con 15 instrucciones ni con “satisfacción garantizada o le devolvemos su dinero”. La cuestión no es esa. La cuestión es mucho más profunda. Permíteme expresarlo de esta manera. Hemos llegado a un punto de la evolución donde sabemos mucho. Tenemos muchos conocimientos, pero poca comprensión. Jamás en la historia humana, se ha acumulado tanto conocimiento como en los últimos 100 años. Pero mira cómo estamos. ¿Para qué sirvió ese conocimiento? ¿Qué hicimos con él? La cuestión es que el conocimiento por sí solo no es suficiente. Nos falta comprender. ¿Y cuál es la diferencia entre conocer y comprender? Daré un ejemplo. Supongamos que has estudiado todo lo que se puede estudiar, desde el punto de vista teológico, sociológico, antropológico, biológico e incluso bioquímico, acerca de un fenómeno humano llamado amor. Como resultado, sabes todo lo que se puede saber acerca del amor, pero tarde o temprano, te das cuenta de
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que nunca lo comprenderás hasta que no te enamores. ¿Qué significa esto? Que solo se puede intentar comprender aquello de lo que se forma parte. Cuando nos enamoramos, como dice la canción en español, somos mucho más que dos. Al pertenecer, podemos comprender. Si estamos aislados, solo podemos acumular conocimiento. Y esa ha sido la función de la ciencia. La ciencia se divide en áreas, pero la comprensión es holística. Y esto es lo que sucede con la pobreza. Comprendí lo que significa ser pobre porque estuve ahí. Viví con ellos, comí con ellos, dormí con ellos, etc. Y es entonces cuando te das cuenta de que en ese entorno existen valores diferentes, principios diferentes a los de tu lugar de origen, y de que puedes aprender una gran cantidad de cosas fantásticas en la pobreza. Lo que aprendí de ellos es mucho más que lo que aprendí en las universidades. Pero son muy pocas las personas que tienen esa experiencia. La observan desde afuera, en lugar de vivirla desde adentro. Lo primero que se aprende es que en la pobreza hay una enorme creatividad. Si quieres sobrevivir, no puedes ser idiota. Todo el tiempo tienes que estar pensando: “¿y ahora qué?”. ¿Qué sé yo de esto? ¿Cómo me las ingenio aquí? ¿Qué es esto, aquello y lo otro? La creatividad es permanente. Además, se combina con redes de cooperación, ayuda mutua y todo tipo de cosas extraordinarias que ya no se encuentran en nuestra sociedad dominante, individualista, codiciosa y egoísta. Es exactamente lo contrario a lo que vemos allí. Y a veces es tan impactante que puedes cruzarte con personas pobres que son mucho más felices que las de tu propio entorno, lo cual indica que la pobreza no es solo una cuestión de dinero. Es una cuestión mucho más compleja. Si estuviera a cargo de la economía, ¿qué haría para evitar otra catástrofe o colisión? Para mí, el problema comienza en la universidad. La universidad actual es cómplice de mantener un mundo que no deseamos, porque si no enseñas algo diferente a los economistas, ¿cómo diablos pretendes que las cosas cambien cuando sean profesionales? Es imposible. Cuando comencé a estudiar economía a principios
de la década de 1950, era totalmente distinto. Teníamos cursos básicos como historia de la economía e historia del pensamiento económico. Esos cursos ya no existen en los planes de estudio actuales. No es obligación saber Historia. Ya no es necesario. No es necesario saber lo que pensaban los economistas en el pasado. Eso no es necesario. No lo necesitas. Lo que quiero decir es que es una arrogancia estúpida. No, lo que sí sabemos es que de esto no hay retorno. Luego deja de ser una disciplina, deja de ser una ciencia y pasa a convertirse en una religión. Y en esto se ha transformado la economía neoliberal de hoy. Por eso, antes que nada, necesitamos economistas cultos nuevamente, que sepan historia, de dónde provienen, cómo surgieron las ideas, quién hizo qué, etc., etc. En segundo lugar, necesitamos una economía que entienda que es un subsistema de un sistema finito más grande: la biósfera, y como consecuencia, la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. Y por último, un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes en este sentido. Yo no veo qué daño podría hacerle a un economista saber que si los animales desaparecen, desaparecerá él también, porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él no sabe que
dependemos totalmente de la naturaleza. Para estos economistas, la naturaleza es un subsistema de la economía. Algo totalmente absurdo. Además, debemos acercar el consumo a la producción. Yo vivo en el sur de Chile, en el “sur profundo”, una zona fantástica para los productos lácteos. Hace unos meses, estaba desayunando en un hotel del sur, y al tomar un paquetito de mantequilla descubrí que esta venía de Nueva Zelanda. ¡Es absurdo!, ¿no te parece? ¿Y por qué sucede una cosa así? Porque los economistas no saben calcular los costos reales. Traer mantequilla desde un lugar que queda a 20 000 km a un sitio donde se produce la mejor, con el pretexto de que es más barata es una estupidez monumental, porque no se tiene en cuenta el impacto que causan esos 20 000 km de transporte. ¿Qué impacto tiene en el medio ambiente ese transporte y todo lo relacionado? Y como si fuera poco, es más barata porque está subsidiada. Es un caso muy claro en el que los precios nunca dicen la verdad. Todo tiene su truco, y esas artimañas causan enormes daños. Si acercas el consumo a la producción, comerás mejor, tendrás mejores alimentos y sabrás de dónde provienen. Incluso podrías llegar a conocer a la persona que los produce. Se humaniza el proceso. Pero lo que los economistas hacen en la actualidad está totalmente deshumanizado. l Esta es una versión editada de una entrevista que se publicó por primera vez en Democracy Now, www.democracynow.org
“Los economistas estudian y analizan la pobreza en sus lujosas oficinas, tienen todas las estadísticas, elaboran todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que respecta a la pobreza, pero no comprenden lo que significa”. MakingIt 9
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TEMA DE ACTUALIDAD
Foto: Geoffrey Gilson
¿Es necesaria la energía nuclear para un futuro sin carbono?
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El reciente sismo devastador que sacudió a Japón junto con el tsunami confirmó los peores temores que albergaban los críticos de la energía nuclear. Los Gobiernos del mundo entero están reconsiderando sus planes nucleares, ¿pero son pertinentes estos miedos? CHRIS GOODALL y JOSÉ ETCHEVERRY son dos ambientalistas que asumen posturas opuestas en el debate nuclear. Goodall: Estoy mirando un sitio web que me dice cuánta electricidad proviene de las distintas fuentes de energía de Gran Bretaña. Luego de una década de incentivos económicos, las turbinas eólicas producen en la actualidad aproximadamente un dos por ciento de nuestra electricidad. A excepción de una pequeña cantidad de energía hidroeléctrica, toda nuestra electricidad proviene de combustibles fósiles y centrales nucleares. Las 10 centrales nucleares de Gran Bretaña producen en la actualidad 10 veces más energía que la generada por 3000 turbinas. Desearía que toda nuestra economía pudiera abastecerse con energía renovable, pero no veo ninguna voluntad política para lograrlo. Necesitaríamos invertir miles de millones en tecnologías renovables en este momento. Reducir a un ritmo acelerado las emisiones de carbono sin la energía nuclear es imposible. Terminaríamos por seguir manteniendo las viejas centrales de carbón durante los próximos 30 años. Algunos dicen que deberíamos hacer un mayor esfuerzo para convencer a un público en gran parte indiferente para que acepte una enorme cantidad de turbinas y se inviertan miles de millones en otras tecnologías renovables. Este es un idealismo irresponsable: si realmente creemos que el cambio climático es la mayor amenaza que ha enfrentado el mundo, no podemos poner en riesgo el crecimiento de fuentes de energía con baja emisión de carbono. Pero por mucho que lo lamentemos, la
“Si realmente creemos que el cambio climático es la mayor amenaza que ha enfrentado el mundo, no podemos poner en riesgo el crecimiento de las fuentes de energía con baja emisión de carbono. La tecnología nuclear es la única capaz de generar grandes cantidades de energía en la próxima década”.
CHRIS GOODALL es un empresario británico defensor del medio ambiente. Es autor del libro How to Live a LowCarbon Life (Cómo vivir con menos CO2) y Ten Technologies to Fix Energy and Climate (Diez tecnologías para salvar el planeta). JOSÉ ETCHEVERRY es profesor adjunto de la Universidad de York, Toronto, y presidente del Consejo Mundial de Energía Renovable.
tecnología nuclear es la única capaz de generar grandes cantidades de energía en la próxima década. Los que integramos el movimiento ambientalista no hemos podido lograr que el Reino Unido (RU) invierta en fuentes renovables, y ahora no tenemos más remedio que aceptar la energía nuclear.
Etcheverry: Las centrales nucleares deben ser desmanteladas porque son peligrosas, tóxicas e impiden la adopción de las tres alternativas clave que se necesitan para un futuro energético sin carbono: la conservación, la eficiencia y la energía renovable. La conservación y la eficiencia (es decir, hacer más con menos) representan dos de las tres oportunidades más rentables para generar empleo y hacer frente al cambio climático. Para visualizar el potencial: los índices de consumo de electricidad per cápita en Canadá y EE. UU. son bochornosamente superiores a los de países industrializados líderes como Alemania y Dinamarca. Estas naciones no solo han minimizado la manera en que los ciudadanos usan la energía, sino que también innovan permanentemente los diseños eficientes y se han convertido en líderes mundiales en el desarrollo de fuentes de energía renovable. Su éxito se basa en la formulación de políticas pragmáticas en torno a la energía renovable, como las tarifas de alimentación, que permiten a los emprendedores una rápida innovación en los mercados efervescentes que garantizan una fácil interconexión, precios justos a largo plazo para todos los tipos de energía renovable y estabilidad en las inversiones. Las políticas alemanas sobre energía renovable de los últimos 10 años se han convertido en la estrategia más importante de Europa para mitigar el cambio climático, y son un fuerte impulsor de la innovación industrial y la creación de empleo. Los alemanes y daneses han comprendido que las centrales nucleares no pueden complementar a las fuentes de energía renovable, al igual que no pueden ser creadas y desmanteladas de forma tan sencilla. También comprenden que la construcción de centrales obliga a vender ‰
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TEMA DE ACTUALIDAD ‰ grandes cantidades de electricidad, lo que entra en clara contradicción con las campañas de conservación y eficiencia. Estas lecciones han tenido eco en otras 148 naciones, que han conformado la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) con el fin de crear rápidamente un nuevo paradigma de seguridad energética y protección del clima.
Goodall: Casi todos nosotros vemos con agrado el rápido crecimiento de las energías renovables, pero incluso en Alemania estas fuentes generan solo el 17% de la electricidad. Lo fundamental es saber si las fuentes renovables tienen alguna posibilidad de crecer lo suficientemente rápido como para reemplazar las fuentes de combustible fósil en su totalidad. No creo que haya nadie en el RU y en casi todos los demás lugares que piense que las fuentes con baja emisión de carbono están aumentando a una tasa lo suficientemente rápida. Es por eso que la energía nuclear es vital, no porque no queramos las fuentes renovables. La segunda ilusión es creer que las medidas de eficiencia energética pueden reducir de forma considerable la demanda de electricidad. Todas las fuentes independientes predicen un aumento en el uso de la electricidad debido a la calefacción hogareña y a la necesidad de adoptar vehículos eléctricos. Los esfuerzos conservacionistas hacen escasa mella en la demanda de energía. Los ambientalistas podemos lamentarnos por la falta de interés en la eficiencia, pero debemos lidiar con el mundo tal como es, y no como quisiéramos que fuera. Puede que no nos guste el consumismo actual y los estilos de vida que utilizan mucha energía, pero no podemos cambiar las prioridades del mundo de un día para otro. La energía nuclear es necesaria para satisfacer la demanda de electricidad de las personas. Etcheverry: Quiero dejar en claro ciertas cuestiones acerca de la energía nuclear: l Las centrales nucleares son tóxicas y suponen grandes riesgos para las
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“Las centrales nucleares deben ser desmanteladas porque son peligrosas, tóxicas e impiden la adopción de las tres alternativas clave que se necesitan para un futuro energético sin carbono: la conservación, la eficiencia y la energía renovable”.
generaciones presentes y futuras (Fukushima se encuentra en el nivel 7 en la escala de desastre, el mismo que Chernóbil). l Las centrales nucleares tardan al menos una década en construirse y su diseño depende fuertemente del contexto (es decir, un diseño de Canadá no puede reproducirse fielmente en lugares con actividad sísmica sin sufrir modificaciones importantes, las que por definición, implican mayores costos, plazos más largos y experimentos de prueba y error). l Las centrales nucleares son costosas y el uranio es un mineral tóxico finito y no renovable. l El uso de centrales nucleares puede ser fácilmente desviado para la construcción de armas atómicas, uno de los motivos por los que esta tecnología tiene sus firmes adeptos. También quiero aclarar lo siguiente sobre las fuentes renovables: l Son mucho más seguras, su huella ecológica es infinitamente menor y representan recursos estratégicos para las generaciones actuales y futuras. l La mayoría de los sistemas de energía renovable se fabrica en líneas de montaje y se puede desplegar y poner en marcha muy rápidamente en cualquier lugar que sea apto. l La mayoría de los sistemas de energía renovable se beneficia con las economías de escala; por consiguiente, cuanto más dinero se invierta en ellos, menor será su costo. Además, utilizan recursos abundantes y baratos como el viento y el sol, o que se pueden producir a nivel local y a precios estables como el biogás y los biocombustibles. l Las energías renovables pueden fomentar la autonomía energética y la capacidad local, y distender de ese modo los focos de conflicto en lugar de convertirse en armas.
Goodall: Fukushima es un desastre terrible, pero hay expectativas razonables de que no se producirán muertes como resultado de las fugas de radiación. Es cierto, la energía nuclear es muy costosa, pero también lo son todas las tecnologías con baja emisión de carbono. La mayoría de los estudios
Image: Seven resist
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política de generar cantidades suficientes de electricidad renovable. Lamento profundamente tener que decir esto. Los ambientalistas que observan mientras el mundo se encamina con ojos cerrados hacia múltiples desastres ecológicos tienen que actuar con responsabilidad, y aceptar que la energía nuclear es una de las pocas alternativas que tenemos para mantener nuestro nivel de vida, mientras reducimos la producción de CO2 al generar electricidad.
Etcheverry: ¿Qué necesitamos entonces para
indica que la energía nuclear cuesta menos que la energía eólica marina. Además, las centrales nucleares suministran energía de forma confiable durante todo el año. Las personas que viven y trabajan cerca de reactores no parecen molestas de tenerlos cerca. Por el contrario, al menos en el caso de Gran Bretaña, son muchos los que aborrecen la energía eólica terrestre. No puedo aceptar que las otras tecnologías tengan una “huella ecológica infinitamente menor”. Una central nuclear genera la misma cantidad de electricidad que aproximadamente 3000 turbinas eólicas, las cuales cubren cientos de kilómetros cuadrados, requieren mucho más acero y concreto, y causan trastornos en la naturaleza. Volvemos al argumento central. En ninguna parte del mundo existe la voluntad
“¡ Aprovechar el viento, el sol y las olas, que no necesitamos los residuos nucleares !”
globalizar una vía energética sostenible? Una enorme creatividad, coraje y voluntad política. También necesitamos diseñar estrategias para implementar la energía renovable en todo el mundo, con beneficios sociales que sean tangibles a nivel local. Por ejemplo, que los granjeros que posean o se beneficien directamente de turbinas eólicas las vean como una cosecha rentable. Que las escuelas con techos solares los consideren herramientas didácticas y versátiles. Que los hospitales que puedan reducir los costos de energía y obtener agua caliente barata con energía de la zona vean la tecnología de cogeneración de calor y electricidad (CCE) como una inversión inteligente. Nuestro mayor obstáculo para resolver el cambio climático con la energía renovable, la conservación y la eficiencia es la experiencia limitada que tiene la mayoría de las personas con estas opciones. La estrategia más importante, para todos nosotros, es aprender directamente a través de la experiencia, y hacer pleno uso de nuestra creatividad, que de por si, es un recurso ilimitado y renovable. l Este debate fue publicado originalmente en la revista New Internationalist, y su licencia pertenece a Creative Commons.
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tendencias n La economía mundial está experimentando una desaceleración sincronizada, a medida que se hacen sentir los altos precios de la energía y los productos básicos. El desastre de Japón, una disminución en la creación de empleo en EE. UU. y las renovadas inquietudes acerca del futuro de la eurozona también opacan las perspectivas de crecimiento. Asia se embarca en una desaceleración benigna, mientras
la demanda de Occidente se debilita y los responsables de tomar las decisiones intentan controlar la inflación. Los precios de los alimentos y la energía continúan con su rápido aumento y posiblemente requieran una respuesta política para poner un freno a este crecimiento. Aun así, los fundamentos de la región se encuentran sólidos. Economist Intelligence Unit (EIU) espera que la economía china demuestre ser resistente al
endurecimiento de las políticas crediticias y monetarias, y crezca un 9% en 2011. Mientras tanto, el crecimiento del PIB en India alcanzará el 8,6%. La tasa de expansión económica del Sudeste Asiático sufrirá una notoria desaceleración este año, de casi el 8% en 2010 al 5,2%, que igualmente no deja de ser sustancial. Las economías latinoamericanas están disminuyendo su ritmo luego de un desempeño estelar en 2010. A medida que las políticas se
endurecen en torno a la rápida inflación, el crecimiento regional reflejará una baja del 6% en 2010 al 4,5% en 2011. La ola de disturbios políticos que golpea Oriente Medio y África del Norte puede conducir a cambios positivos en el largo plazo, pero la inestabilidad civil está mermando las perspectivas económicas en el corto plazo. (Economist Intelligence Unit) n 2010 puede haber sido el año en que los países en desarrollo dejaron atrás su pasado impulsado por los combustibles fósiles del mundo desarrollado, para dirigirse a un futuro de energías renovables y no contaminantes. Y si bien gran parte
Fotografía: David Irwin/Premios Ashden
CUESTIONES DE NEGOCIOS Se necesitan nuevas tecnologías para evitar la destrucción ecológica
Fabricando la estructura de la estufa Toyola.
Toyola recibe galardón
Fabricando la estructura de la estufa Toyola.
La empresa ghanesa Toyola Energy Ltd. es la ganadora del Premio de Oro 2011 a nivel internacional, en los Premios Ashden a la Energía Sostenible. La empresa fue seleccionada para este codiciado premio (£40 000) por su éxito al posibilitar que familias de bajos ingresos tengan acceso a más de 150 000 estufas de carbón eficientes. Sarah Butler-Sloss, directora y fundadora de los Premios Ashden y presidenta del jurado que otorga los premios, declaró: “Toyola Energy Ltd. tomó la tecnología simple de las estufas, la adaptó
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para hacerla más sólida y eficiente, y luego concentró sus esfuerzos en hacerla accesible para las personas de bajos recursos, a fin de que puedan ahorrar dinero y gozar de un ambiente más limpio y saludable donde cocinar. Mientras tanto, se protegen los bosques de Ghana y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Este es un claro ejemplo de lo que se puede lograr mediante el uso de tecnologías energéticas simples y no contaminantes, y de estrategias de comercialización inteligentes que beneficien a los pobres”.
Para acabar con la pobreza y evitar los probables efectos catastróficos del cambio climático y la degradación ambiental, es crucial una revisión tecnológica de los procesos de producción en todo el mundo. “Proceder de la manera habitual no es una opción”, dijo Rob Vos, director de la División de Análisis y Políticas de Desarrollo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría de las Naciones Unidas (ONU/DAES) y autor principal del Estudio Económico y Social Mundial 2011: La gran transformación basada en tecnologías ecológicas, publicado en julio. “Sin mejoras radicales en las tecnologías ecológicas y su difusión, no podremos revertir la continua destrucción del medio ambiente y garantizar una subsistencia digna para toda la humanidad, en el presente y en el futuro”, continuó Vos. La capacidad del medio ambiente mundial para hacer frente a la actividad humana ha alcanzado sus límites.
Aproximadamente la mitad de los bosques terrestres ha desaparecido, las aguas subterráneas están sufriendo contaminación y agotamiento, se han producido enormes pérdidas
“La Gran Transformación Tecnológica Verde”
en la biodiversidad y el cambio climático amenaza la estabilidad de todos los ecosistemas. En los próximos 40 años, se necesitarán USD1,9 billones al año para aumentar las inversiones en tecnologías ecológicas. Al menos la mitad de esta suma, o USD1,1 billones al año, es necesaria en los países en desarrollo para satisfacer la demanda de alimentos y energía en rápido aumento, mediante la aplicación de este tipo de tecnologías. El estudio recomienda adecuar las políticas a cuatro objetivos clave: l Mejorar la eficiencia energética sin aumentar el consumo cuando los niveles de utilización de energía sean altos. l Apoyar una amplia cartera de desarrollo de la tecnología energética a nivel mundial, mientras se amplía el uso de tecnologías ecológicas conocidas en determinados lugares. l Respaldar períodos más amplios de experimentación y descubrimiento. l Aplicar estrategias de gobernanza y de rendición de cuentas superiores a las actuales en relación con el desarrollo tecnológico en materia de energía.
Energy Finance, los inversores destinaron una cifra récord de USD211 000 millones a la energía renovable en 2010, lo que representa un tercio de toda la capacidad nueva de generación. Esto constituye un incremento del 540% desde 2004, y en el contexto de una crisis financiera mundial. Una gran parte de esta inversión se destinó a enormes centrales eólicas de China y a techos solares en pequeña escala de Alemania. Ambas iniciativas se benefician con la asistencia del Gobierno a través de subsidios y tarifas de alimentación. No obstante, el caso más interesante es la explosión de energías alternativas en lugares que no pueden costear este tipo de
programas, donde los recursos naturales (eólicos, solares y geotérmicos) son abundantes y el costo de generar energía no contaminante iguala o se acerca a los precios competitivos: Egipto, Marruecos, Kenia, Argentina, México y otros. Incluso Pakistán destinó una inversión de USD1500 millones para fomentar su capacidad eólica. “En muchas partes del mundo, se podría esperar una especie de salto (en las tecnologías energéticas)”, escribe en este informe Ulf Moslener de la Escuela de Finanzas y Administración de Frankfurt. “El mensaje más importante es el crecimiento… La inversión en combustibles fósiles todavía tiene
un rol preponderante en el mundo, pero la brecha se está acortando rápidamente. Si se observan los acuerdos celebrados, gran parte de la inversión (tradicional) es para reemplazar las viejas centrales de combustible fósil, pero el financiamiento de energías renovables es para crear una nueva capacidad”. Las energías renovables pueden seguir siendo costosas durante un tiempo. Pero la economía cambia de forma veloz. Si las tendencias actuales continúan en el futuro (el precio de la energía solar fotovoltaica por megavatio ha caído un 60% desde mediados de 2008), ya no hay vuelta atrás. (Fast Company)
Photo: Gerhard Fally/UNIDO
de esta inversión estuvo subsidiada por el Estado, seguimos en un punto de inflexión en el que las fuentes renovables como la solar, la geotérmica y la eólica (viejos objetos de crítica para quienes sostienen que no pueden competir con el petróleo y el carbón subsidiado) comenzaron a ponerse de pie, sobre todo en lugares del mundo donde suelen ser la única fuente de energía disponible. Según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en colaboración con la Escuela de Finanzas y Administración de Frankfurt y Bloomberg New
Es tiempo de libertad energética Convocado por la ONUDI para el Foro de Energía de Viena realizado en junio, el ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, dijo a los participantes que el acceso universal a la energía no se trata “solo de iluminar una habitación oscura o de cocinar en una estufa mejor. Sino de la libertad que nos da la energía, especialmente la energía renovable”. “No tenemos que ser esclavos de las redes de energía
deficientes. No tenemos que observar cómo nuestros ciudadanos se enferman y mueren por la contaminación”, declaró Schwarzenegger. “No tenemos que preocuparnos porque un dictador corrupto se levante con el pie izquierdo y decida cortarle la energía a nuestro país.” La estrella cinematográfica nacida en Austria continuó: “Debemos decir: ‘Basta del viejo orden energético. ¡Estamos
hartos y no lo vamos a seguir aceptando!’ Es tiempo de libertad energética”. La presencia de Schwarzenegger en el Foro demuestra su permanente compromiso con las Naciones Unidas, tras participar junto al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, el año pasado, en el lanzamiento de un proyecto para crear nuevos empleos ecológicos y reducir los gases de efecto invernadero en todo el mundo.
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En la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas que tuvo lugar en setiembre de 2000, la mayor asamblea de líderes mundiales jamás realizada acordó que el principal reto de hoy es hacer de la globalización una fuerza positiva para todas las personas del mundo, ya que si bien esta ofrece grandes oportunidades, hasta ahora, sus beneficios y costos no están repartidos de forma equitativa. Más de una década después, la creciente desigualdad continúa poniendo en riesgo la sostenibilidad del desarrollo económico y social, mientras la pobreza sigue extendiéndose y casi la mitad del mundo (más de tres mil millones de personas) sobrevive con menos de USD2,50 al día.
¿Quiénes ganan y quiénes pierden? En promedio, la globalización ha generado innegables beneficios en términos de un mayor ingreso y crecimiento económico, un nivel de vida mejor, disminución de la pobreza y acceso a los servicios básicos. El éxito de países como Alemania, Japón, República de Corea, Singapur, Malasia, China, Brasil e India habría sido inconcebible sin la globalización. Es imposible volver a pensar en el crecimiento económico de un país como un mero proceso interno. La apertura del comercio y la internacionalización del capital han permitido a los países beneficiarse con la demanda mundial de sus productos y las nuevas fuentes de financiamiento. La mayor competencia y la transferencia de tecnología han contribuido a mejorar la eficiencia y
a aumentar la productividad, y los países capaces de aprovechar estos factores han logrado saltear varias etapas en el proceso de desarrollo normal. Desde el lado negativo, en un mundo globalizado e integrado, casi todos los problemas trascienden las fronteras. Los dolorosos efectos de los impactos sociales, económicos y ambientales que se esparcen de un país a otro han quedado absolutamente evidenciados en la última crisis que ha afectado a las finanzas, los combustibles y los alimentos. Los países en desarrollo son especialmente vulnerables a los efectos de las crisis externas, siendo los más pobres y marginalizados del mundo quienes reciben el peor castigo sin ser partícipes de las causas. Asimismo, los países en desarrollo en su conjunto contribuyen relativamente poco al calentamiento global en comparación con los desarrollados, pero las condiciones climáticas en constante cambio afectan a muchos de estos de manera desproporcionada debido a su ubicación geográfica. Esta injusticia se ve exacerbada por el hecho de que la riqueza acumulada en los países más desarrollados proviene en gran parte de las actividades industriales actuales y anteriores, responsables de un importante porcentaje en las emisiones de gases de efecto invernadero de estos países. Con la globalización se esperaba fomentar el crecimiento económico en todo el mundo e igualar las condiciones para que todos pudieran
beneficiarse del mayor desarrollo y el aumento en los ingresos. Por el contrario, la mayor desventaja de este proceso ha sido, de lejos, la (no planeada) exacerbación de la desigualdad, en todos los niveles y en diferentes formas, tanto dentro de los países como entre las distintas naciones. Este incremento cada vez más amplio de la desigualdad, junto con una mayor conciencia de esta, daña la cohesión social, profundiza las divisiones entre los grupos y países, y aumenta el malestar y la posibilidad de conflictos.
Gobernanza en la era de la globalización La gobernanza mundial de las últimas décadas ha estado en manos de un reducido grupo de potencias nacionales que intentaron minimizar el rol del Estado en la generación y redistribución de la riqueza. Sin embargo, la crisis económica y financiera mundial ha puesto al descubierto la deficiencia de este enfoque. Asimismo, las políticas de laissez-faire no están demostrando ser particularmente útiles para responder a los efectos del cambio climático ni a las incertidumbres en torno al futuro del suministro energético. Nuevamente, nos vemos frente a una encrucijada de la política y la gobernanza, que nos ofrece una oportunidad única de diseñar un futuro compartido. Como el principal organismo de multilateralismo inclusivo, la ONU puede desempeñar un importante rol para facilitar este cambio sistémico.
Más justa, más ecológica y más sostenible Hedda Oehlberger-Femundsenden sostiene que la iniciativa de la ONUDI para una industria ecológica puede incorporar los beneficios de la globalización, mientras ayuda a corregir sus falencias.
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Fotogramas del anuncio de servicio público de la ONUDI emitido en CNN.
Una globalización más justa, más ecológica y más sostenible: ¿puede la industria contribuir a ello? Lo que está en juego es un replanteo profundo de todo el proceso de globalización, que incorpore sus beneficios mientras corrige sus falencias. La ONU cree que en la base de estos esfuerzos yace la necesidad de introducir la noción de una globalización más justa, más ecológica y sostenible al centro del actual debate que se está dando a nivel mundial. Esta noción está estrechamente vinculada al concepto de desarrollo sostenible y a sus pilares económicos, ambientales y sociales, que fueron articulados en un principio por la Comisión Brundtland, conocida formalmente como la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en 1987. La agenda de desarrollo sostenible es un claro ejemplo de cómo la ONU puede hacer uso de su rol como facilitadora del cambio sistémico. El Informe Brundtland propuso la definición clásica de desarrollo sostenible como aquel que “satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. La aceptación del informe por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas le dio al término relevancia política y sentó las bases para la innovadora Cumbre de la Tierra que se llevó a cabo en Río de Janeiro cinco años después. La conferencia de la ONU representó un importante paso hacia el desarrollo sostenible, con acuerdos internacionales sobre el cambio climático, los bosques y la biodiversidad. La cumbre también derivó en la creación de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. En los últimos 20 años, el desarrollo sostenible se ha transformado en un paradigma del desarrollo general, aceptado como un principio guía por los Gobiernos, las empresas y la sociedad civil. Aun así, este concepto parece difícil de aprehender y su puesta en práctica ha demostrado sus dificultades. La globalización ha modificado los retos del desarrollo sostenible al relocalizar la producción, de modo que los procesos productivos que demandan gran cantidad de recursos y energía se aglutinan cada vez más en los países en desarrollo, mientras que el consumo sigue estando altamente concentrado en las Naciones desarrolladas. En consecuencia, se ha logrado una escasa desvinculación entre la economía y el medio ambiente a nivel mundial. El progreso también se ha visto obstaculizado por la creencia errónea, pero muy común, de que existe una relación negativa entre el crecimiento económico y la prosperidad por un lado, y la protección social y del medio ambiente por el otro. En su carácter de organismo especializado de la ONU para el desarrollo industrial sostenible, la ONUDI ha centrado sus actividades en tres prioridades temáticas estrechamente relacionadas que se vinculan al desarrollo sostenible y a un proceso de globalización más justo, más ecológico y sostenible: la reducción de la pobreza mediante
actividades productivas, el desarrollo de capacidad comercial, y el medio ambiente y la energía. En la nueva declaración de la misión, la ONUDI continúa subrayando su compromiso con estas prioridades, remarcando el deseo de apoyar a los Estados miembro en el crecimiento de un sector productivo próspero, de ampliar la participación de estos en el comercio internacional y de proteger su medio ambiente.
Economía ecológica y ecologización de la industria
“Hay un reconocimiento cada vez mayor de que el logro de la sostenibilidad descansa casi por completo en un manejo correcto de la economía.”
El concepto de economía ecológica o economía verde, introducido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), también incorpora muchos de los elementos de una globalización más justa, más ecológica y más sostenible. La economía ecológica no reemplaza el desarrollo sostenible, pero hay un reconocimiento cada vez mayor de que el logro de la sostenibilidad descansa casi por completo en un manejo correcto de la economía. La iniciativa de la ONUDI para la industria ecológica es un enfoque sectorial concreto que busca poner en práctica la economía verde como un nuevo modelo de crecimiento económico y desarrollo. La visión de industria ecológica capta el potencial de las industrias para desacoplar el crecimiento económico y los ingresos del uso excesivo y cada vez mayor de los recursos y de la creciente contaminación. Un nuevo informe titulado UNIDO Green Industry: Policies for Supporting Green Industry (ONUDI: Políticas para respaldar la industria ecológica) prevé un mundo en el que los sectores industriales minimicen los desperdicios en todas sus formas, utilicen los recursos renovables como insumos y combustibles, y tomen todos los recaudos posibles para evitar daños en los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente. Las industrias ecológicas serán creativas e innovadoras, y desarrollarán de forma permanente nuevas formas de mejorar su desempeño económico, social y ambiental. Esto estimulará las inversiones ecológicas y generará nuevas empresas y fuentes de trabajo que protejan el medio ambiente. Veinte años después de la histórica Cumbre de la Tierra, la próxima Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (UNCSD 2012), también denominada “Río+20”, representa una gran oportunidad para que la Organización de las Naciones Unidas proponga respuestas y soluciones específicas al doble desafío de la sostenibilidad y la globalización. Lo que se necesita es una agenda concreta orientada a la acción que permita plasmar en la práctica la visión de un proceso de globalización más justo, más ecológico y más sostenible. La adopción de un enfoque sectorial como el de industria ecológica para poner en práctica el concepto de economía verde contribuirá a convertir en realidad esta visión. l Hedda Oehlberger-Femundsenden es funcionaria de planificación estratégica de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).
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Foto: Stefan Magdalinsk
Entrevista Rahim Kanani habla con Mark Malloch Brown sobre su nuevo libro, The Unfinished Global Revolution: The Pursuit of a New International Politics (La revolución mundial inconclusa: en busca de una nueva política internacional), que examina los desafíos y oportunidades que presenta la globalización en el siglo XXI.
La
revolución mundial Usted sostiene que la problemática central del mundo en el siglo XXI es que su mayor integración ha traído aparejada también una menor gobernanza. ¿Cuándo comenzó a darse este cambio y en qué punto de este proceso de “revolución mundial inconclusa” nos encontramos actualmente? En los últimos veinte años o más, se han manifestado dos grandes tendencias inherentemente contrapuestas. El azar me ha llevado a vivir en la intersección de cada una de ellas. La primera es la demanda que vienen realizando personas de todo el mundo para tener una mayor participación en las decisiones que afectan a sus propias vidas. Esto ha derivado en las asombrosas revoluciones del poder popular, desde Filipinas y América Latina hasta Europa Oriental y África, y más recientemente en Egipto. A medida que las personas han exigido el control democrático de la sociedad y de sus vidas, no han
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MARK MALLOCH BROWN fue ministro de Estado de la Oficina de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth del Gobierno británico, con responsabilidad en África, Asia y los Estados Unidos. Previo a este cargo, se desempeñó como vicesecretario general de las Naciones Unidas (2006) y jefe de gabinete del secretario general de la ONU Kofi Annan (2005), y como administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (1999-2005). A comienzos de su trayectoria, ocupó el cargo de vicepresidente de asuntos externos del Banco Mundial y vicepresidente de asuntos de las Naciones Unidas.
Foto: World Economic Forum/Youssef Meftah
inconclusa
dejado de caer los Gobiernos unipersonales con la retirada de generales y politburoes. Estuve presente en muchas de estas revoluciones. En los primeros días, como asesor político de candidatos insurgentes como Cory Aquino en las Filipinas y sus homólogos en América Latina y Europa Oriental, pero luego fui testigo de una nueva serie de cambios y participé en más de lo que me corresponde como alto funcionario internacional y finalmente como Ministro de Gobierno. Como lo expuse en mi libro, vi lo suficiente como para comprender que la mayoría, sino la totalidad, de estas efusiones democráticas no ha cubierto las expectativas de quienes llenaron las calles para celebrar el triunfo. A pesar de las nuevas galas de democracia, con frecuencia, han persistido el régimen anterior, la corrupción, la desigualdad y la falta de libertades reales. Donde no hay dudas es en el anhelo profundo
“(Por) el largo viaje que apenas hemos emprendido para construir una democracia global…”
de controlar nuestras vidas y de tener la libertad para tomar nuestras propias decisiones dentro de un marco democrático, donde gocemos de la protección de la tierra para nosotros y nuestras familias. La democracia ha pasado de ser una minoría, un lujo y una aspiración para unos pocos de Occidente a convertirse en una demanda prácticamente mundial. Esta ola política de nuestra era choca contra las rocas de otra gran tendencia de las últimas décadas: el impacto de la globalización. Si bien ha impulsado el cambio en nuestras vidas y ha posibilitado incluso muchos de los cambios democráticos nacionales a través de sus tecnologías de comunicación masiva (miremos el rol de Facebook y Twitter en Egipto), también se ha apoderado de la democracia de formas imprevistas. Lo que quiero decir es que, a medida que nuestras vidas se han integrado a nivel mundial,
desde el financiamiento internacional que apuntala las economías nacionales hasta los sitios remotos de donde provienen los alimentos y bienes de consumo ,y donde se originan los servicios de la administración bancaria y de los trabajadores de la salud. Vivimos con una dependencia cada vez mayor de los viajes internacionales por trabajo y esparcimiento. Todo esto trae consecuencias para la democracia nacional. Regular la economía, el comercio, la salud pública, la seguridad y todos los otros aspectos de una economía global es una tarea que trasciende la capacidad de los países individuales, incluso la de los más poderosos. Un país solo puede controlar uno o dos eslabones en la cadena de finanzas, o en la propagación de una enfermedad infecciosa. Este es el dilema que intento describir, como un defensor de la democracia que aboga por un mejor manejo de los asuntos globales. Describo
cómo ha evolucionado mi pensamiento, al descubrir cuán difícil es llevar la intensidad de la revolución democrática desde el poder del pueblo en las calles hasta el poder del pueblo en lugares remotos y globales, donde se deben tomar cada vez más las decisiones que definen nuestras vidas. Me siento capaz de describir estos lugares inaccesibles junto con sus mecanismos, porque la propia vida me llevó a ser desde activista democrático hasta alto funcionario internacional, donde tuve acceso a deliberaciones de relevancia y estuve a cargo de importantes funciones en la gestión de todo el sistema. De hecho, es probable que nadie haya tenido la suerte de gozar de una experiencia tan amplia en las altas esferas de un sistema incipiente de gobernanza mundial. Por eso, esta es la historia de dos revoluciones inconclusas: la que abarca las imperfecciones y carencias de las democracias locales y ‰
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‰ nacionales frente a la persistencia de los viejos grupos de poder, junto con la pobreza y la marginación, y la del largo viaje que apenas hemos emprendido para construir una democracia global, en parte porque es más compleja que la de un hombre, un voto, o un país, un voto. Apenas si hemos comenzado a pensar en cómo gobernarnos a nivel mundial, y ya existen políticos celosos en todos lados que defienden sus propias prerrogativas en nombre de la soberanía nacional, y piensan que ni siquiera debemos intentarlo. Frente a estos cambios en el panorama internacional, ¿qué responsabilidad tiene esta generación hacia las que vendrán? Esta generación será quizá la última en no estar regida por un Gobierno mundial. Podemos arrasar con los recursos naturales finitos de energía, agua, materias primas, bosques, suelos y mares, como si no hubiera un mañana. También somos libres de mover nuestra riqueza por todo el mundo y de comprar en lugares poco regulados, sin impuestos o con escaso control. De hecho, muchas compañías emplean a un gran número de abogados y contadores impositivos para manejar el tablero mundial, donde el dinero es global, pero la regulación es local. Nuestro mínimo deber será explicar a las próximas generaciones por qué en un mundo cada vez más poblado, no tuvimos la previsión de pensar y actuar con más lucidez para resolver estos problemas. ¿Por qué no comprendimos que, en una economía globalizada, dejar que los políticos sigan fijando las leyes y normas nacionales a su antojo era una receta para la incoherencia y el abuso? ¿Qué podemos hacer al respecto? Actuar ya, y emprender una tarea de acuerdos y negociaciones a nivel mundial, necesarios para crear los marcos adecuados que permitan manejar estos asuntos de forma equitativa e inclusiva para el mundo del futuro. En su libro, usted sostiene que, en la medida en que los políticos nacionales cedan el control a fuerzas globales impersonales, se verán obligados a participar más activamente en organismos internacionales como la ONU. ¿Qué ejemplos podría dar de esta tendencia, y cuáles son las posibles consecuencias que traería una mayor dependencia de un sistema como la ONU que aún requiere de muchas reformas para actuar con eficacia? Cuando uno observa una difícil, y hasta ahora poco exitosa, nueva ronda de negociaciones, la llamada ronda de Doha, ve que los políticos intervienen porque creen que los acuerdos llevarán más trabajo a su país. Durante meses, las negociaciones comerciales se delegan a embajadores en Ginebra, quienes suelen carecer de motivaciones particulares para llegar a un acuerdo, dada la agradable sinecura de la vida ginebrina. De repente, los políticos advierten que baja el crecimiento y los índices de empleo en su país, y allí comienzan las desesperadas llamadas telefónicas entre los líderes. En esto tiene que ver la Casa Blanca, Downing Street y sus homólogos en China e India. Aunque con escaso resultado,
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“Apenas si hemos comenzado a pensar en cómo gobernarnos a nivel mundial, y ya existen políticos celosos en todos lados que defienden sus propias prerrogativas en nombre de la soberanía nacional, y piensan que ni siquiera debemos intentarlo.”
en este caso la cuestión está clara: los políticos reconocen la importancia del comercio mundial. De forma similar, en 2008-2009, cuando el mundo se enfrentaba al colapso financiero, los líderes arremetieron. Desde Bush hasta Brown, reconocieron que la supervivencia de sus economías nacionales dependía de la acción internacional coordinada. No obstante, muchos casos de acción política coordinada se dan fuera del marco de la ONU, lo cual es una triste observación acerca de su
notoria ineficacia.Son muchos los que han desaprobado su manejo de las negociaciones en torno al cambio climático. Ha estado ausente en buena parte de las confrontaciones políticas más importantes de los últimos años. La cruda verdad es que tendrá que mejorar su desempeño, si no quiere que el nuevo multilateralismo la ignore. Aun así, no debemos pasar por alto que el origen de gran parte de su debilidad es también el origen de su legitimidad única: cada país es un miembro. Y si bien un núcleo de países con grandes intereses en juego puede acordar un enfoque para la regulación económica o el cambio climático, a menos que cuente con la aprobación de toda la comunidad global de 192 países suspicaces, y a menudo opositores, no podrá aplicarse a nivel mundial. Por ello, aunque la parte dinámica de la negociación migre de la ONU a otras asociaciones más idóneas de miembros nacionales y otros interesados, estas podrán seguir necesitando el sello de aprobación final de la ONU. Esto reduciría el rol de la ONU, pero no será otro su destino a menos que una nueva generación de líderes como Kofi Annan vuelva a asumir posiciones de relevancia. Como sostengo en mi libro, lo que distinguió a Kofi y a otros líderes con los que trabajé, fue la capacidad proactiva de advertir en qué instancias se podía llegar a un consenso progresivo y creativo entre los Gobiernos, y de dirigir, negociar y convencer a los países para que accedan. En este sentido, la ONU puede generar resultados extraordinarios. Si el presidente Obama le concediera audiencia para hablar sobre el rol de los Estados Unidos con miras a fortalecer el sistema de relaciones internacionales y organismos mundiales como la ONU, ¿cuál sería su consejo? Cuando Obama era senador, visitó la ONU un par de veces mientras yo era vicesecretario general. Allí hablamos sobre Darfur y otros focos de conflicto. Su visita me inspiró un respeto muy claro por su multilateralismo instintivo como un medio para impulsar los derechos humanos y los temas conflictivos que tanto le preocupaban. Comprendía que el “garrote” de EE. UU., blandido en soledad, raras veces traía los resultados que él deseaba para el mundo. Pero su fe en el multilateralismo como fuerza progresista estaba ya por entonces surcada por un escepticismo perceptible en cuanto a la capacidad de la ONU para lidiar con temas importantes, como el mantenimiento de la paz en Darfur. Entres sus dos preocupaciones parecía estar el conservadurismo institucional crónico, mantenido mediante la sumisión a derechos soberanos, en los más horrendos Gobiernos como el de Sudán. ¿Cómo se podía salvar a la población de Darfur, si todo lo que se hacía tenía que tener la aprobación de sus perseguidores en Jartum? Su otra preocupación evidente era que una organización que tenía a este tipo de Gobiernos al timón tenía pocas probabilidades de contar con la inventiva, la moral y la audacia para hacer frente a las crisis con solidez. Tuve la impresión de que el presidente Obama era un multilateralista incondicional,
pero con un apoyo a la ONU condicionado. La forma de convencerlo para que piense lo contrario es evidente. La ONU debe cumplir sus funciones. Esto implica un liderazgo dispuesto a asumir riesgos y que esté preparado para volver a imponer al mundo, y también a los EE. UU., el desafío de mejorar. Si la audiencia fuera ante los líderes de China, India o Brasil, y el tema fuera el futuro del sistema internacional, ¿en qué cambiaría su consejo? Tendría la impertinencia de darles una lección de historia. Haría hincapié en acontecimientos que quizá no conozcan mucho, como el hecho de que Roosevelt propusiera el diseño de las Naciones Unidas aun cuando EE. UU. participara en la Segunda Guerra Mundial, y de que sus razones no solo se limitaban a exportar los valores liberales de este país al mundo entero. Por el contrario, la consideraba un sistema para compartir la responsabilidad por la seguridad mundial. Roosevelt pudo ver que a EE. UU. le endilgarían el rol de policía mundial, pero reconoció igualmente que los estadounidenses exigirían a su país concentrar los recursos en el ámbito nacional. La ONU se transformó en el medio pragmático para cuadrar el círculo y desviar la exigencia mundial de liderazgo estadounidense hacia un sistema sólido de responsabilidad compartida, que abordara las cuestiones de seguridad y desarrollo. En la actualidad, China, India y Brasil afrontan exigencias similares para asumir el liderazgo mundial, mientras su pueblo sigue pidiéndoles que resuelvan una gran cantidad de asuntos que aún están pendientes a nivel local. La ONU ofrece a sus líderes, como lo hizo EE. UU. en 1945, una alternativa de bajo costo para cumplir con las obligaciones que les imponen. Esto requiere que vuelvan a participar de lleno en una organización que tradicionalmente les ha molestado por estar demasiado dominada por Occidente. Reflexionando sobre la crisis financiera de 2008, ¿qué relación hay entre la necesidad de gobernar la economía mundial con instituciones globales y la necesidad de facultar y habilitar a instituciones similares para resolver las cuestiones de salud pública, pobreza y cambio climático? El salto hacia un G-20 fortalecido se dio en 2008, luego de una crisis financiera que amenazó la estabilidad de los Gobiernos y todos nuestros medios de subsistencia. Básicamente, porque los líderes de la crisis quedaron sorprendidos por la fuerza y la coherencia de su accionar. Como enviado del primer ministro británico Gordon Brown en el G-20, advertí que era un punto álgido, y de hecho, el ritmo de los acuerdos sobre un accionar común decayó abruptamente luego de la Cumbre de Londres en abril de 2009, a medida que la crisis se atenuaba. De modo que si bien es similar la necesidad imperiosa de una acción global en términos de salud pública, pobreza o cambio climático, se ha perdido la sensación de crisis y amenaza mutua
“Por ello, aunque la parte dinámica de la negociación migre de la ONU a otras asociaciones más idóneas de miembros nacionales y otros interesados, estas podrán seguir necesitando el sello de aprobación final de la ONU.”
que impulsó la acción en lo económico. Hemos tenido momentos, como la acción mancomunada contra el VIH/sida cuando amenazaba con transformarse en un flagelo mundial, o el compromiso intermitente para luchar contra la pobreza. Pero lo que aún no hemos adquirido es una conciencia política a nivel mundial que nos permita reconocer que debemos preocuparnos por los males que nos acechan. Así como los estadounidenses o británicos comenzaron a reconocer un siglo atrás
que el estado debía hacer frente a la pobreza y no dejarla en manos de la beneficencia solamente, sospecho que estamos en la cúspide de un gran salto de la imaginación en cuanto a nuestras responsabilidades como ciudadanos. Sea que creamos en soluciones de derecha basadas en el mercado o en intervenciones sociales de izquierda para resolver la pobreza, estamos atravesando un umbral donde reconoceremos que es nuestra tarea preocuparnos por la pobreza mundial, aunque disintamos en las soluciones. Mientras se desarrolla esta “revolución mundial inconclusa”, y luego de desempeñarse durante muchos años en diferentes instituciones públicas, privadas y sin fines de lucro de todo el mundo, ¿qué mensaje les transmitiría a los líderes jóvenes y emergentes del sector social que pueden estar desencantados con la ineficacia y burocracia de los organismos internacionales y con su incapacidad para resolver los desafíos del siglo XXI? En primer lugar, el campo en el que los líderes jóvenes pueden actuar es amplio: las ONG, la ONU, las empresas. Casi todas las organizaciones avanzan hacia un modelo más internacional y con ello surge la oportunidad de trabajar más tiempo en el exterior. De modo que las opciones no tienen que limitarse a la parte oficial de un sistema internacional. Este es lo suficientemente grande y diverso como para afectarnos a todos. Deben aprovechar la oportunidad sea cual fuere su área de trabajo. Reconocer que las organizaciones nuevas o anteriores necesitarán reinventarse de forma continua durante un siglo de cambios permanentes y probables trastornos profundos. Por último, comprender que el nuevo liderazgo requiere una menor cuota del macho alfa dominante que popularizó el modelo hollywoodense con respecto a líderes gubernamentales y corporativos. Es probable que veamos menos gigantes heroicos de cara larga gritando instrucciones a subordinados deferentes, y en su lugar asistamos a un consenso más diplomático, con líderes que busquen la comprensión y la identificación de los equipos interculturales con los que trabajan. Kofi Annan. No George Bush. ¿Qué es lo que le preocupa más de la “revolución mundial inconclusa”? Que está inconclusa y que, con un mundo que crece a razón de 200 000 personas por día, no tenemos mucho tiempo para ponernos en vereda. ¿Y en qué aspectos se siente más optimista? Que hasta el momento, la innovación, la adaptación social y las personas extraordinarias (no solo algunos líderes excepcionales a nivel mundial, sino la sociedad civil y los emprendedores, algunos trabajando en circunstancias muy difíciles) no nos han dejado ganar por el fracaso. l Rahim Kanani es fundador y editor en jefe de World
Affairs Commentary. Para leer otras entrevistas a líderes mundiales en desarrollo internacional, filantropía, educación, etc., visite www.RahimKanani.com.
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LA
PARADOJA DE LA GLOBALIZA DANI RODRIK sostiene que la máxima paradoja de la globalización es que funciona mejor cuando no se la lleva a sus extremos. Esta paradoja debe reflejarse en nuevos acuerdos económicos mundiales que se basen en la deliberación democrática allí donde realmente tiene esta su lugar: en los Estados nacionales.
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Foto: Iva Zimova/Panos
CIĂ“N
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Dani Rodrik es profesor de la cátedra Rafiq Hariri de Economía Política Internacional en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, EE. UU. Ha publicado muchos trabajos en las áreas de economía internacional, desarrollo económico y economía política. Sus investigaciones se centran en determinar cuándo una política económica es buena y por qué algunos Gobiernos son mejores que otros al adoptarla. Su libro más reciente se titula The Globalization Paradox: Democracy and the Future of the World Economy (La paradoja de la globalización: democracia y el futuro de la economía mundial). El autor nació y se crió en Estambul, Turquía.
La segunda idea es que el principal lugar de gobernanza legítima sigue siendo el Estadonación. Actualmente, existen muchas ideas innovadoras y creativas acerca de mecanismos de gobernanza que trascienden el concepto de Estado-nación: distintos mecanismos de gobernanza mundial, sean estos las tradicionales organizaciones multilaterales o internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio (OMC), o las nuevas formas de “red” de gobernanza en torno a redes de reguladores, las diferentes formas de organizaciones no gubernamentales transfronterizas o el movimiento de responsabilidad social empresarial. Sin embargo, aunque se trate de métodos innovadores, importantes y muy interesantes de gobernanza trasnacional que intentan resolver algunas de las consecuencias de los mercados al trascender los Gobiernos nacionales, son estructuras débiles con probabilidad de seguir siendo débiles. Es poco probable que puedan sostener por sí solas algo más que una versión relativamente limitada de la globalización, ya que la base de la deliberación democrática sigue estando, en buena medida, en el seno del Estado-nación. La tercera idea es que cada Estado-nación tiene sus propias preferencias acerca de la forma que deben adoptar estas instituciones de gobernanza. Dado que difieren en su trayectoria histórica, en su trasfondo cultural y en sus niveles de ingreso y desarrollo, son distintas sus preferencias y también sus necesidades. Por ello, cuando hablamos de la forma que deberían adoptar los mecanismos de protección social, la regulación financiera o las instituciones del mercado laboral, o la forma que deberían adoptar las normas de salud y seguridad para el consumidor, vemos una gran variación entre las distintas partes del mundo en cuanto a las formas que desean a nivel local para estas instituciones. Esta diversidad es natural. No hay ninguna evidencia teórica o práctica que indique que el capitalismo, o un sistema de mercado en general, se encuadre dentro de una sola forma de Gobierno o de un solo conjunto de normas que deben armonizarse a nivel mundial, o que, forzosamente, los distintos países tengan preferencias similares en cuanto a la forma que deben adoptar las diferentes instituciones reguladoras.
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democrática gobernanza mundial
movilida d laboral
Gobernanza
diversidad
Permítanme contextualizar mi argumento con tres ideas clave. Una es la idea de que los mercados deben colindar con las instituciones de gobernanza y regulación que los subyacen. Este es un corolario del concepto de Adam Smith de que la división del trabajo está limitada por el tamaño del mercado. Mi corolario es la idea de que el tamaño del mercado está, a su vez, limitado por el grado de regulación y gobernanza que sea “viable”. Una lección que aprendemos permanentemente es que los mercados son instituciones que necesitan el respaldo de otras instituciones no mercantiles. Cualquier mercado de larga distancia necesita instituciones no mercantiles que lo creen. Los mercados no se crean a sí mismos, no se regulan a sí mismos, no se estabilizan a sí mismos, y sobre todo, no se legitiman a sí mismos. Es por ello que los mercados internos que funcionan adecuadamente siempre operan insertos en una serie de organismos reguladores que lidian con sus deficiencias, con las asimetrías de información y con los problemas de incentivo. Las reglas necesarias se encuentran insertas en instituciones macroeconómicas (organismos de estabilización fiscal y monetaria) y en la gobernanza general, en instituciones políticas que también proveen redes de seguridad, protección social y un estado de bienestar y, en última instancia por supuesto, en la democracia política, para garantizar que los mercados operen dentro de un conjunto de normas aplicables mediante vías legítimas de elección popular. Por consiguiente, la primera idea clave es que nos tropezamos con problemas cuando los mercados cruzan los límites de las instituciones de gobernanza que se necesitan para sostenerlos.
sobe G20
Un mosaico de diversidad Cuando fusionamos estas tres ideas, arribamos a la conclusión de que tenemos que lidiar con una economía mundial que es, y probablemente siga siendo, un mosaico de diversidad en términos de gobernanza. Tenemos que internalizar la idea de que la economía mundial siempre estará dividida en diferentes sistemas de Gobierno, y que seguirán existiendo las fronteras jurisdiccionales. Esta conclusión pone un freno a nuestra búsqueda de un mercado verdaderamente mundial, en términos de hasta dónde podemos esforzarnos por alcanzar lo que denomino la “hiperglobalización”, que es este ideal de economía mundial donde las fronteras nacionales no importen, en tanto no imponen costos de transacción al intercambio económico. Cuando desequilibramos la balanza entre el alcance del mercado y el alcance de la regulación “viable”, tendemos a tropezar con dos tipos de problemas: 1) Tropezamos con problemas de legitimidad cuando intentamos llevar al extremo las reglas mundiales, y buscamos armonizar los mecanismos institucionales más allá de lo que permitirían las consideraciones políticas locales. Creo que el mejor ejemplo de esto es la dificultad en que se encuentra el actual régimen de comercio mundial. De hecho, la OMC es uno de los organismos menos populares del mundo. Y el motivo de ello es, en gran medida, que hemos ido demasiado lejos al fijar las reglas de este régimen comercial. 2) Por el otro lado, cuando carecemos de estas reglas, cuando el régimen de gobernanza mundial permanece débil, o cuando las reglas se limitan a determinados países, nos tropezamos con problemas de inestabilidad e ineficiencia, que han sido la maldición de la globalización financiera. Creo que nuestra experiencia con las crisis financieras y los problemas de contagio y volatilidad en las finanzas a nivel mundial reflejan, en parte, el hecho de tener un mundo donde los mercados financieros son cada vez más globales, mientras los mecanismos reguladores y de estabilización siguen teniendo su base en los estados-nación. No tenemos nada que se parezca a un organismo regulador mundial, a un prestamista de última instancia mundial, o a políticas fiscales a nivel mundial.
raníanacional proteccionismo
redes
OMC
crecimiento económicoproblemas crisis financierasmecanismos comercio abierto
El Estado-nación Volviendo al punto de partida, mi argumento no solo apunta a que tenemos que frenar nuestras aspiraciones ante el poder perdurable del Estado-nación, sino también a que no necesariamente debemos ver como algo negativo la centralidad de estos estados en la economía mundial. Tenemos más probabilidad de contribuir a una economía mundial próspera cuando reconocemos la validez de las limitaciones, que cuando tratamos de eviscerarlas. El debilitamiento de los mecanismos de gobernanza nacional no beneficia a nadie en definitiva. Independientemente de que acepten o no mi postura acerca de la conveniencia inherente de una economía mundial dividida en diferentes Gobiernos nacionales, es probable que nos dirijamos hacia un mundo donde el equilibrio entre las fuerzas políticas sea cada vez más centrífugo. Esto se debe, en parte, a la disminución del rol de los Estados Unidos en la economía mundial y también a que la Unión Europea probablemente siga fuertemente avocada a su propia crisis financiera y a su proceso de unificación. ‰
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‰ Potencias en auge En cuanto a las potencias en auge, lideradas obviamente por China, pero también por países como Brasil, India, Turquía, Sudáfrica y Rusia, aunque difieren en muchos aspectos diferentes, tienen una sola característica en común, y es que todas tienden a asignar un enorme peso al valor de la soberanía nacional. Por consiguiente, estas nuevas potencias abogarán por un mundo donde el Estado-nación tenga una verdadera importancia, y estarán mucho más reacias a ceder su soberanía a mecanismos trasnacionales o de gobernanza mundial. En cualquiera de los casos, habrá una escasez de liderazgo global. Este podría ser un panorama muy desalentador si creemos que, para mantener una economía mundial próspera, necesitamos una gran cuota de cooperación global, una gran cuota de gobernanza global y una gran cuota de regulación global. Podría indicar que nos dirigimos a un futuro bastante sombrío. Pero no creo que esta sea la forma correcta de verlo, ya que para mantener una economía mundial próspera, se necesita básicamente asegurar que los países hagan todo lo que resulte beneficioso para ellos. Tienen que velar por sus propios intereses y no por los de la economía mundial. Este es un punto que no siempre queda bien claro.
Bienes semiprivados Con frecuencia, analizamos la economía del mundo usando la analogía de un espacio común y pensamos que se parece a un ecosistema mundial. Esta es una forma errónea de pensar en las políticas financieras y comerciales, ya que estas constituyen lo que denominamos “bienes semiprivados” desde el punto de vista de cada nación. Cuando los economistas enseñamos los beneficios del comercio y las virtudes de la ventaja
subvenciones
centrífugo transparencia barreras al hyper-globalizac gobernanza ONGs negocios inestabilidad F se regular
soberanía
mecanismos de estabilización
comparativa, lo hacemos desde la idea de que benefician a cada país en su particularidad. No enseñamos que el comercio es bueno porque es el modo en que se beneficia el resto del mundo. Al contrario, decimos que es bueno porque permite destinar los recursos propios de forma más eficiente. Esto es muy diferente, por ejemplo, cuando hablamos de un verdadero espacio global en relación con el cambio climático. En un mundo donde cada país haga absolutamente todo en beneficio propio, terminaríamos todos en el infierno porque nadie tendría incentivo alguno para invertir en el control del clima. Las políticas financieras y comerciales no se asemejan a este caso porque son bienes semiprivados, y si los países adoptan políticas que los benefician, tendrán políticas económicas abiertas. De modo que, salvando un par de cuestiones, una economía abierta redunda en beneficio propio de cada país. Por supuesto que esto tiene sus efectos indirectos. Están los efectos en los términos de intercambio y los efectos potencialmente mercantilistas, y es por eso que defino al comercio abierto y a la política financiera como bienes semiprivados, y no meramente privados desde el punto de vista de los distintos países. Cuando un país aplica políticas proteccionistas, por ejemplo, y si realmente es verdad que las aplica para “protegerse” por razones económicamente poco apropiadas, la mayor parte de los costos es afrontada no por el resto del mundo, sino por grupos específicos del propio país.
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El corolario de esto es que cuando los Estados-nación realmente tienen el espacio de maniobra para elegir sus propias políticas financieras y comerciales, y sus propios mecanismos institucionales que podrían imponer eventualmente costos de transacción a las relaciones financieras y comerciales transfronterizas, el resultado no necesariamente tiene que ser una pendiente resbaladiza hacia el proteccionismo.
Subsidios agrícolas No estoy afirmando que las políticas democráticas deriven siempre en una economía con resultados deseables, sino más bien que, cuando estas fallan, los costos de la economía mundial son afrontados, en gran parte, por los habitantes del propio país y no por el resto del mundo. Es evidente que los subsidios agrícolas son un claro ejemplo de ello, ya que los consideramos “una gran falla de la economía mundial o de los mecanismos de gobernanza del mundo” en relación con las reglas de intercambio, y países como los Estados Unidos, Corea, Japón o los europeos, con sus altas tasas de subsidios o de protección agrícola, generan consecuencias adversas para los países agroexportadores. Pero es evidente que la principal lógica económica subyacente es que al subsidiar sus productos agrícolas, lo único que hacen estos países es beneficiar al resto del mundo debido a las ganancias que este deriva de los términos de intercambio. Pero incluso dejando este argumento de lado, la respuesta a la pregunta de quién paga el costo de estas políticas está en los consumidores y contribuyentes locales. Por consiguiente, la máxima falla en este sentido no es una falla de las reglas mundiales en sí, sino una falla de la deliberación local, de la democracia nacional. Estas políticas tienen un alto costo desde el punto de vista de cada país, y si una democracia termina diciendo que a pesar de los costos, quiere aplicar estas políticas de todos modos, no es porque desee imponer los costos a los demás, sino porque las democracias tienen derecho a cometer sus propios errores.
Beneficios mayores
ión MI
transacciones
comercio
El punto es que, dado que los costos de las “malas” políticas financieras y comerciales son afrontados en su mayoría a nivel local, una deliberación mejorada ( junto con mecanismos superiores para la toma de decisiones al respecto) tenderá a ser una disciplina mucho más efectiva y un garrote mucho más poderoso que las limitaciones externas. Después de todo, el mayor peso de los costos recae en el país y no en el exterior. Y en todos los casos, los mecanismos de gobernanza mediante los cuales podemos resolver estos problemas con sensatez, son en su mayoría nacionales. Por ende, este tipo de razonamiento en torno a dónde nos dirigimos tiene implicaciones en nuestra reflexión acerca del diseño de instituciones globales, y de aquello donde debemos concentrar nuestras energías. En otras palabras, ¿dónde yacen los mayores beneficios de la regulación y la cooperación internacional? Una de las áreas de la política donde se pueden aplicar algunos de estos principios generales es en lo que, hasta cierto punto, se considera el problema macroeconómico crucial del momento, es decir, cómo lidiar con los desequilibrios de la macroeconomía mundial.
China Ahora bien, esta es un área donde los efectos transfronterizos son importantes porque, como puede argumentarse con cierta razón, las políticas mercantilistas de China acarrean costos para los demás. A lo que me refiero con las políticas mercantilistas de este país es a sus políticas monetarias y de otro tipo que generan un gran superávit en la balanza comercial. Estas conllevan costos para el resto de la economía mundial, dado que agravan el desempleo en los Estados Unidos y en los demás países, y también tienen sus costos para el crecimiento económico de las economías emergentes y en desarrollo debido a la relación entre las tasas de cambio y el crecimiento. Sin embargo, creo que lo que este debate no asume con claridad es que China también tiene inquietudes válidas en torno a las posibles consecuencias sociales y laborales de una rápida revalorización de su moneda. En los últimos diez años, el modelo de crecimiento chino ha dependido en gran medida de una moneda devaluada o lo que se podría denominar protección de la tasa de cambio, que ha reemplazado cada vez más las políticas de comercio e industria que este país solía aplicar, antes de incorporarse a la OMC en 2001. De hecho, no deja de sorprender que tanto el desequilibrio externo como la devaluación de la tasa de cambio hayan comenzado a incrementarse ese año, justo cuando China ingresaba a la OMC. ‰
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Por ende, creo que una manera de cuadrar el círculo es aceptar que si el resto ‰ del mundo, y Estados Unidos en particular, endurece su postura frente a China para que haga algo con la tasa de cambio, también nos atañe pensar que este país necesitará algún tipo de póliza de seguro para protegerse frente a la posible caída en el empleo y a una reducción sustancial del crecimiento económico, los que implicarían un alto costo en términos sociales. Y el tipo de póliza de seguro que la lógica económica indica que deberíamos ofrecerle a China es una libertad mucho más amplia para aplicar políticas sectoriales, en el caso de que ciertos sectores, o determinadas empresas, se vean afectados negativamente por una rápida revalorización de renminbi y ocasionen posibles problemas en el empleo. Lo que se sugiere con esto es que imponer una mayor disciplina a China en sus políticas macroeconómicas y cambiarias solo será viable si se acompaña con una disciplina ciertamente más relajada en las políticas sectoriales, microeconómicas o industriales. De algún modo, el quid pro quo aquí es mirar para otro lado si China viola el acuerdo sobre subsidios de la OMC, y utiliza las políticas sectoriales para compensar eventualmente los costos de empleo de una rápida revalorización del renminbi. En contraprestación, el resto del mundo podrá exigir una mayor disciplina mundial en las políticas macroeconómicas y monetarias.
Movilidad laboral La segunda área es una en que la globalización ha avanzado muy poco. En el comercio y las finanzas internacionales, debemos preguntarnos cómo mitigar las consecuencias de una globalización que ha llegado demasiado lejos. Pero con respecto al régimen laboral a nivel mundial, estamos en un mundo donde la globalización no ha avanzado demasiado. El régimen laboral actual se encuentra prácticamente en la misma situación en que estaba en la década de 1950. Vivimos en un mundo donde existen barreras muy grandes para la movilidad laboral, políticas muy incongruentes y restricciones cuantitativas en todos lados. En términos económicos, esto significa que, dado que partimos desde una posición donde el tamaño de las barreras es muy grande, la balanza relativa entre el aumento total de la eficiencia en el mundo y los posibles efectos distributivos adversos de relajar esas barreras se inclina, en gran medida, hacia el lado positivo. Se inclina hacia el aumento neto de la eficiencia. Por cada dólar de redistribución que obtengamos al relajar estas barreras en la movilidad de los trabajadores temporarios, el superávit que generemos para la economía mundial, cuya magnitud aumentaría el ingreso mundial, será mucho mayor que el derivado de cualquier otra área de reforma. Incluso un aumento relativamente menor en la asignación de visas de trabajo temporarias en los países ricos produciría beneficios netos varias veces mayores que los generados por la eliminación de barreras comerciales y demás aspectos en discusión con respecto al régimen de comercio mundial. Esta es una frontera poco explorada de la globalización, y sugiero que si los negociadores del comercio, que están perdiendo el tiempo en Doha, realmente desean
empleo capital
Doha
desempleo
regula
gobernanza mundial
reguladores
rendicióndecuentas estad
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proteccionismo
hacer algo útil y aumentar el ingreso mundial, se concentren en esta área y no en la agenda existente.
Reglas mundiales Con respecto a la naturaleza de las reglas mundiales, sugiero que el aporte más importante que estas pueden hacer es su efecto para mejorar la calidad de las deliberaciones nacionales. Si hay un desplazamiento del eje en organismos como la OMC o el G-20, en lugar de establecer reglas mundiales para armonizar cuestiones básicas con el objetivo de minimizar los costos de transacción internacionales, las reglas deberían centrarse en garantías procesales para asegurar que las deliberaciones nacionales sobre asuntos regulatorios en torno al comercio y a las finanzas se beneficien de ciertas mejoras cualitativas importantes. El principio clave, en este sentido, sería garantizar aspectos tales como la transparencia, la rendición de cuentas, la representatividad y el uso de evidencia económica o científica en las deliberaciones nacionales que se relacionen con políticas financieras, de comercio y de industria. Las reglas internacionales podrían fijar las normas de procedimiento, exigir la aplicación de tales principios y, a través de este mecanismo, realizar un verdadero aporte a la calidad de las deliberaciones nacionales. La idea subyacente es que son muchos los beneficios a obtener si se legitiman las diferencias nacionales y las estructuras reguladoras, pero con sujeción a garantías procesales que puedan mejorar eventualmente la calidad de las deliberaciones. Para concluir, creo que la deliberación democrática sigue dándose, en gran medida, en el marco del Estado-nación, y creo en el derecho de los países a proteger sus propias instituciones y mecanismos reguladores, pero no así en el derecho a imponer tales mecanismos al resto del mundo. El derecho a tener instituciones propias no les da derecho a imponerlas a los demás. Considero que debemos esforzarnos por lograr la mayor globalización económica posible, pero siempre manteniendo este espacio de diversidad en los mecanismos nacionales del mundo.
Espacio político Este énfasis en crear un espacio político se basa en el argumento de que todos los países lo necesitan. Las naciones ricas lo necesitan para proveer redes de seguridad social y programas de seguro social, para resolver cuestiones relacionadas con el trabajo, la salud o el medio ambiente y con los efectos del comercio en la seguridad, y, en última instancia, para reducir la cadena de responsabilidades mediante la cual un grupo de jueces toma las decisiones en Ginebra. Y creo que los países en desarrollo lo necesitan, porque la historia demuestra que cuando estos utilizan el espacio político para reestructurar y diversificar sus economías, pueden beneficiarse y sacar el mayor provecho de la globalización. Permitir a los países pobres y ricos del norte y del sur tener este tipo de espacio político, entendiendo que es necesario para mantener la integridad de las instituciones locales, no es solo deseable desde la mirada estrecha de la gestión económica nacional, sino que redundará en una economía mundial viable y más próspera. n
macroeconómicos
os-nación
proteccionismo social mecanismo de cambio
comercio abierto
ismo
estado de bienestar
cióndemocracia política
l Esta es una versión editada de una charla ofrecida en el Instituto Peterson de Economía Internacional, Washington, DC, el 4 de mayo de 2011.
multisubvenciones polar regionalismo
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Foto: Cheryl Ravelo/Reuters
Los economistas de los países desarrollados han construido un relato esperanzador sobre la lucha contra la pobreza mundial, pero según Thomas Pogge, un examen más minucioso de las estadísticas pone al descubierto una serie de promesas incumplidas y de acciones manipuladas. ‰
THOMAS POGGE es profesor Leitner de Filosofía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Yale, New Haven, EE. UU.
Lainjusta proporción MakingIt 31
‰ La equidad de un sistema económico puede definirse a través de dos requisitos. En primer lugar, las personas deben tener una base desde donde partir que sea mínimamente adecuada para poder participar efectivamente. En nuestros tiempos, este requisito no se cumple para quienes son analfabetos y carecen de nociones básicas en aritmética, o para quienes viven desde niños en condiciones de desnutrición o malaria endémica. Estas condiciones les roba la capacidad de explorar y evaluar las opciones que tienen, a la hora de comprar, vender, pedir un préstamo o buscar empleo. En segundo lugar, los que menos tienen deben poder participar de forma proporcionada en el crecimiento económico. Este requisito no se cumple, por ejemplo, en un sistema feudal donde la brecha entre los terratenientes y los sin tierra se ensancha sin cesar, independientemente de lo mucho que estos trabajen. A pesar del excesivo compromiso retórico con el ideal de un orden económico equitativo a nivel mundial, el mundo ha marchado en la dirección contraria. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la cantidad de personas con desnutrición crónica creció a ritmo constante a partir de comienzos de la década de 1990, hasta superar los mil millones en 2009 por primera vez en la historia de la humanidad. Branko Milanovic informa que, en solo 17 años de globalización (de 1988 a 2005), la participación en el ingreso familiar mundial de la cuarta parte más pobre del planeta se ha reducido en un tercio (de 1,155% a 0,775%), con un incremento del 61% en la brecha existente entre el ingreso promedio del 5% más rico y el de la cuarta parte menos privilegiada. Estas crudas estadísticas ensombrecen el panorama optimista del
valeroso esfuerzo y el éxito a medias que los economistas bien pagos transmiten a los medios y al público de los países opulentos. Pero si realmente nos importa la equidad, y no su mera apariencia, tenemos que estar dispuestos a enfrentar los hechos, y a observar detenidamente cómo se crea este relato equivocado. Debemos examinar los ajustes poco sólidos del Banco Mundial en torno al poder adquisitivo, según los cuales una persona no se considera pobre aunque la totalidad de sus ingresos le alcancen para comprar la misma cantidad de comida diaria que la que se podría comprar en EE. UU. con 83 centavos de dólar. Debemos reconocer la falsedad de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se evidencia al rastrear los orígenes del primero y más importante de ellos: la promesa de reducir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015. La primera versión de esta promesa se formuló en 1996 en la Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial. Esta nos comprometía a reducir a la mitad el número de personas desnutridas entre 1996 y 2015. La segunda versión de la promesa fue formulada por la Asamblea General de la ONU en su Declaración del Milenio en el año 2000. Esta nos comprometía a reducir a la mitad, entre 2000 y 2015, la proporción de la población mundial cuyos ingresos eran inferiores a un dólar diario y la proporción de personas que sufrían hambre. La tercera versión de la promesa, supuestamente basada en la Declaración del Milenio, es la formulación oficial del ODM-1 que se utiliza actualmente para medir el progreso. Esta nos compromete a reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que viven en la extrema pobreza entre la población de los países en desarrollo. Disimuladas por un eslogan ya conocido (“reducir la pobreza extrema a
Foto: Stefan Boness/Panos
“Debemos reconocer la falsedad de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se evidencia al rastrear los orígenes del primero y más importante de ellos: la promesa de reducir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015.”
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la mitad para 2015”), las modificaciones diluyen hábilmente la promesa. Al basar el objetivo en una proporción y no en un número, las últimas versiones sacan provecho del crecimiento poblacional. Esta ventaja se amplía al relacionar la cifra de pobres con la “población de los países en desarrollo” en rápido crecimiento y no con la “población mundial”, y se amplía aun más con la decisión de retrotraer el punto de partida a 1990: si la población de los países en desarrollo crece hasta 2015 según lo previsto, hasta un 146% de la que había en 1990, el número de pobres solo tendrá que descender a un 73% de aquella cifra para poder “reducir la pobreza a la mitad”. Evidentemente, esto es mucho menos ambicioso que reducir el número de pobres al 50% del número inicial. Retrotraer las cifras a 1990 también ofrece la ventaja de poder contar para los Objetivos de Desarrollo del Milenio la espectacular reducción de la pobreza que tuvo lugar en China durante esa década. Los últimos datos del Banco Mundial sobre la evolución de la pobreza extrema y las últimas estadísticas de la ONU sobre crecimiento poblacional demuestran la importancia de estas reformulaciones. Las diluciones han permitido sumar 484 millones al número de personas cuya extrema pobreza en 2015 será considerada moralmente aceptable o incluso, celebrada como un éxito. No obstante, los 484 millones que se añaden a la extrema pobreza equivalen a sumar cada año unos seis millones de muertes prematuras por causas relacionadas con la pobreza. Aún más sorprendente que el análisis de estas reformulaciones engañosas es el hecho de que, a pesar de su gran notoriedad, no generaron ningún tipo de protesta o comentario por parte de los políticos, burócratas y expertos (ni siquiera los de países menos desarrollados) que supuestamente participan en la lucha contra la pobreza. Ninguno de ellos estuvo dispuesto a poner en riesgo su carrera para intentar proteger a los pobres, exigiendo a la elite mundial que mantenga sus promesas iniciales. La historia de los últimos 20 años no es la de un engaño, donde la elite mundial hizo menos de lo debido para sacar a las personas de la pobreza. Si la cuarta parte más pobre de la humanidad simplemente se hubiera mantenido a la par del crecimiento en el ingreso promedio del mundo, si hubiera mantenido simplemente su mísera participación del 1,155% en el ingreso familiar mundial, habría tenido un 49% más en 2005 de lo que realmente tuvo. Aunque esto habría constituido una base de participación menos que justa en la economía mundial, habría implicado una gran mejora en sus condiciones actuales. La verdadera historia de estos 20 años es que, a pesar de todas las campañas retóricas, buenas y exitosas emprendidas por muchas ONG y organismos de desarrollo, la población mundial de pobres ha sido masacrada. Si no podemos comprender la razón de esto, no seremos capaces de mejorarlo en la era pos-ODM.
¿Qué hicimos mal? Cuando logra ser admitida, la persistencia masiva de la extrema pobreza suele ser explicada por dos factores: los regímenes corruptos y opresivos de muchos países pobres y las “fugas” de la asistencia al desarrollo. Ambas explicaciones tienen una cuota de verdad, pero la primera no logra explicar la alta predominancia de regímenes corruptos y opresivos, y la segunda, por qué la participación de los pobres en el ingreso está disminuyendo y a ritmo acelerado. En mi explicación, desarrollo la metáfora: los recursos de los pobres son como un balde agujereado que se vacía permanentemente, y cuyas enormes fugas ahogan los efectos de la asistencia al desarrollo, la que, en cualquiera de los casos, resulta insignificante. Estamos muy orgullosos de la asistencia que brindamos y nos jactamos de los casi USD15 000 millones que los países de la OCDE destinan anualmente a servicios sociales básicos para países de bajos recursos. Pero ignoramos las cantidades infinitamente superiores que extraemos de los países pobres sin compensación. Permítanme explicarlo con más detalle. En primer lugar, los países opulentos y sus empresas compran enormes cantidades de recursos naturales a los gobernantes de los países en desarrollo sin importarles cómo llegaron estos al poder ni cómo lo ejercen. En muchos casos, esto implica la colaboración en el robo de estos recursos a sus dueños: la población del país. También enriquece a los opresores y termina por afianzar la opresión: los tiranos nos venden los recursos naturales de sus víctimas y luego usan las ganancias para comprar las armas que necesitan para mantenerse en el poder.
En segundo lugar, los países opulentos y sus bancos prestan dinero a estos gobernantes y obligan a los habitantes del país a que lo devuelvan aunque sus líderes ya no estén en el poder. Muchas poblaciones pobres siguen pagando las deudas que contrajeron contra su voluntad dictadores como Suharto en Indonesia, Mobutu en la República Democrática del Congo y Abacha en Nigeria. Nuevamente, somos partícipes de un robo: la imposición unilateral de la carga de la deuda a las poblaciones empobrecidas. En tercer lugar, los países opulentos facilitan la malversación de fondos por los funcionarios públicos en los países menos desarrollados, permitiéndoles a sus bancos aceptar estos fondos. Dicha complicidad se podría evitar fácilmente: actualmente, los bancos están sujetos a rigurosas exigencias de información en lo que hace a fondos sospechosos que pueden relacionarse con el terrorismo o el narcotráfico. A pesar de ello, los bancos continúan aceptando y administrando fondos malversados, mientras los Gobiernos permiten que estos sigan atrayendo este tipo de depósitos ilícitos. La organización Global Financial Integrity (GFI) estima que los países menos desarrollados han perdido anualmente al menos USD342 000 millones de esta manera durante período 2000–2008. En cuarto lugar, los países opulentos facilitan la evasión fiscal en los países menos desarrollados mediante la implementación de normas contables relajadas para las compañías multinacionales. Dado que no se les exige presentar información de cada país, las corporaciones pueden manipular fácilmente los precios de cesión entre sus filiales para concentrar las ganancias allí donde pagan menos impuestos. Esto les permite reportar una ganancia cero en los países donde extraen, fabrican o venden sus productos y servicios, y tributar sobre sus ganancias a nivel mundial en algún paraíso fiscal donde solo tengan presencia en los papeles. GFI estima que, durante el período 2002–2006, la manipulación en los precios del comercio ha privado a los países menos desarrollados de recaudar USD98 400 millones al año en ingresos fiscales. En quinto lugar, los países opulentos son responsables de una fracción desproporcionada de la contaminación mundial. Sus emisiones son los principales factores en contribuir a los graves riesgos para la salud, a los acontecimientos climáticos extremos, al aumento en el nivel del mar y al cambio climático, los que afectan particularmente a la población pobre. Un informe reciente del Foro Humanitario Mundial, dirigido por Kofi Annan, estima que el cambio climático afecta gravemente a 325 millones de personas en la actualidad y ocasiona pérdidas económicas de USD125 000 millones cada año. También provoca 300 000 muertes, de las cuales el 99% se produce en los países en desarrollo. Por último, los países opulentos han creado un régimen de comercio internacional destinado, supuestamente, a liberar las grandes ganancias colectivas a través de mercados libres y abiertos. Sin embargo, este es un régimen manipulado que permite a los estados ricos seguir protegiendo sus mercados con aranceles y derechos antidumpin, y obtener una mayor participación en el mercado mundial a través de créditos a las exportaciones y subsidios (los que incluyen unos USD300 000 millones anuales en agricultura) que los países pobres no pueden igualar. Dado que la producción en los países pobres demanda un uso más intensivo de mano de obra que en los países opulentos, estas medidas proteccionistas destruyen muchos más empleos de los que generan. Sumados en conjunto, estos factores generan un gran viento de proa contra la pobreza. Este aplasta los efectos de la ayuda pública y privada internacional, e implica que los pobres sigan siendo excluidos de la participación efectiva en la economía globalizada y no puedan beneficiarse de forma proporcionada con el crecimiento económico del mundo. Este problema podría resolverse con un enorme incremento en la ayuda para el desarrollo, pero este resarcimiento continuo no es rentable ni sostenible. Resulta mucho más viable crear reformas institucionales que amainen el viento de proa y que finalmente lo hagan desaparecer. Esto implica percibir el problema de la pobreza mundial no como una cuestión técnica al margen de la política, sino como un elemento importante a tener en cuenta en todas las decisiones relativas al diseño institucional. l Este artículo se publicó por primera vez en The RSA Journal y se ha reimpreso en esta revista con el permiso de la Royal Society for the Encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (Real Sociedad para el Fomento de las Artes, la Manufactura y el Comercio – RSA).
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Foto: Matthias Kulka/Corbis
Jan Wouters y Dylan Geraets sostienen que la red de gobernanza debe ser transparente, inclusiva y receptiva.
Globalizaci贸n, gobernanza y G-20 22 MakingIt
¿Cómo gobernar la globalización? En los últimos tres años, el mundo ha sido testigo del surgimiento de una serie de actores nuevos en la gobernanza mundial. Las redes (informales) se utilizan cada vez más como foros para debatir los nuevos problemas acuciantes, a la par de las organizaciones internacionales tradicionales. Estas redes actúan en ámbitos tan diversos como la seguridad alimentaria, la fijación de normas, la salud pública internacional y la regulación financiera. A nivel mundial, uno de los mejores ejemplos de estas redes de gobernanza es el Grupo de los 20. A través del G-20, que en noviembre de 2008 elevó su rango al incluir a los jefes de Estado y de Gobierno, los líderes del mundo intentan solucionar los problemas globales más apremiantes que surgen en un mundo cada vez más multipolar. Si bien su objetivo inicial fue abordar los efectos de la peor crisis financiera del mundo desde la década de 1930, la agenda del G-20 se ha ampliado a paso constante hasta incluir, en la actualidad, temas que van desde la reforma de las instituciones financieras internacionales y los efectos de los desequilibrios macroeconómicos, hasta la volatilidad en los precios de los productos básicos, el desarrollo y la lucha contra la corrupción. Para intentar resolver estas cuestiones, el G-20 mantiene una relación estrecha con organizaciones internacionales formales, como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Internacional del Comercio y el Banco Mundial. Luego de tres años, podemos hacer una evaluación inicial de este constructo relativamente nuevo en la gobernanza mundial: ¿ha demostrado ser fructífera la combinación de redes informales, como el G20, con organizaciones internacionales de carácter formal? ¿Se ha podido concretar una cooperación eficaz y eficiente entre ellas? ¿Ofrece el G-20 un direccionamiento político a las organizaciones internacionales “tradicionales”? Al mismo tiempo, debemos preguntar si el propio G-20 cumple, en términos de gobernanza mundial “democrática”. ¿Lo hace más legítimo la inclusión de países emergentes? ¿Ha cumplido el G-20 sus expectativas en torno a gobernar la globalización? ¿Puede funcionar como un nuevo consejo directivo del mundo?
Expansión de la agenda: cambio de prioridades En su carácter de red y no de organización formal, el G-20 no se basa en tratados o estatutos formales. Carece de procedimientos de votación, no tiene una secretaría central y no genera consecuencias legalmente vinculantes. Gracias a su estructura informal, el G-20 tiene la libertad para fijar su propia agenda, coordinar políticas y repartir las tareas entre las instituciones existentes. Tras la etapa inicial de gestión frente a la crisis financiera internacional, esta libertad ha llevado a ampliar las prioridades del G-20. Y la desventaja de esta agenda más amplia puede
JAN WOUTERS es profesor de Derecho Internacional y Organizaciones Internacionales, y director del Centro de Estudios para la Gobernanza Mundial de Lovaina y del Institute for International Law (Instituto de Derecho Internacional) de la University of Leuven, Belgium (Universidad de Lovaina, en Bélgica). DYLAN GERAETS es auxiliar del Institute for International Law (Instituto de Derecho Internacional) University of Leuven (Universidad de Lovaina).
político necesario para dar término a las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha que vienen realizándose desde 2001. Pero lamentablemente, estos pedidos aún no han tenido respuesta. A pesar del compromiso inicial de abstenerse del proteccionismo, en los hechos, ha aumentado la cantidad de medidas proteccionistas en los últimos seis meses. Este ejemplo lleva a preguntar en qué medida es capaz el G-20 de ofrecer la visión y el direccionamiento político que se le pide. ¿Se puede esperar realmente este direccionamiento (estas decisiones) de una red que incluye tanto a China como a Estados Unidos, que son el máximo exponente de tensión geopolítica en este preciso momento? En términos de eficacia y eficiencia, en un artículo reciente de Foreign Affairs, los influyentes economistas Ian Bremmer y Nouriel Roubini sostienen que el G20 pasó de ser “un probable concierto de naciones a una cacofonía de voces en disputa”. Según ellos, la era del G-Cero es más propensa a generar conflictos prolongados que a parecerse de algún modo a un nuevo Bretton Woods.
¿Una gobernanza mundial legítima y responsable?
verse en el grado de firmeza y decisión con el que ha podido operar. Ya no es posible ver la celeridad con la que los “sherpas” (los diplomáticos anónimos que prepararon el terreno para las reuniones internacionales de alto nivel como el G-8 y el G-20) diseñaron el paquete de rescate al final de 2008. Lejos de convertirse en un núcleo central para la gobernanza mundial, el G-20 se está transformando en un foro donde se debate una variedad de temas, y se intercambian distintas opiniones y preferencias políticas entre las potencias nuevas y emergentes, pero donde no necesariamente se arriba a conclusiones firmes en términos de políticas.
Visión y direccionamiento En un ejemplar anterior de Making It, Peter Sutherland advirtió sobre el creciente nacionalismo económico del pensamiento mercantilista y del cada vez mayor proteccionismo entre los países que integran el G-20. Más recientemente, el director general de la OMC, Pascal Lamy, instó a los líderes del G-20 “a renovar el compromiso firme de no recurrir al proteccionismo para salir de la crisis”. En un discurso anterior, Lamy también exigió a los líderes del G-20 ofrecer el direccionamiento
Hasta 2008, el Grupo de los Ocho (G-8) era un exclusivo club integrado por las economías líderes del mundo. Sin embargo, en los últimos años había decaído en importancia. Una red que no incorpora a grandes economías como las de China, India y Brasil corre el riesgo de tornarse irrelevante. Al invitar a estos países a participar en la configuración del G-20, se cubrió en cierto modo el déficit corriente en el G-8. Las economías emergentes que se encuentran ahora “dentro” de la red han sacado provecho de su posición. Si bien sus posiciones no suelen ser iguales, han sido las mayores defensoras de las propuestas que piden la reforma de las instituciones financieras internacionales. Una serie de países excluidos, como Noruega y en particular los países unificados bajo el “Grupo de Gobernanza Mundial” (3G), han expresado sus inquietudes en torno a la legitimidad del G-20. Si el proceso de formulación de políticas fuera más transparente, si se publicaran más documentos junto con los comunicados de acceso público ya existentes, por ejemplo, se calmarían algunas de estas inquietudes. En lugar de percibir a las (nuevas) instituciones internacionales como la panacea de todas las falencias observadas en la gobernanza mundial a través de las redes, sería mejor instar a nuestros líderes a exhibir el tipo de visión y liderazgo político del que carecen hace tiempo. Si aceptamos que las redes (informales) son indispensables para enfrentar los problemas planteados por el proceso de globalización, tenemos que intentar atenuar algunos de sus aspectos negativos. Recurrir a instituciones formales nuevas podría no ser necesario si garantizamos que las redes actuales y futuras sean transparentes, inclusivas y receptivas. n
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ARTÍCULO SOBRE UN PAÍS
Bangladesh
El sector de la confección lidera la marcha En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Desarrollados (PMD) celebrada en Turquía en mayo de 2011, Bangladesh fue señalado por los funcionarios de la ONU como uno de los países con posibilidades reales de abandonar la lista de PMD. Esta opinión fue corroborada por el destacado economista Debapriya Bhattacharya, quien declaró ante los medios su creencia de que “Bangladesh tiene la capacidad de abandonar su condición de PMD muy pronto, ya que ha logrado importantes avances en diferentes sectores, incluida la economía”. A pesar de la inestabilidad política y los frecuentes desastres naturales de los últimos años, Bangladesh ha mantenido una trayectoria de crecimiento y desarrollo sorprendentemente sólida. Desde 1996, su economía ha venido creciendo un promedio del 5% a 6% anual, y este crecimiento ha traído aparejada una importante reducción de la pobreza. El país ha tenido un progreso loable en muchos aspectos de desarrollo humano, que se manifiesta principalmente en la afluencia de niñas al sistema educativo y de mujeres a la fuerza laboral. Bangladesh está en camino a lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio en lo que hace a mortalidad infantil e igualdad de género en la educción. En cierto modo, se considera una paradoja que el país haya avanzado relativamente mucho en el desarrollo, mientras experimenta un entorno de Gobierno que impone desafíos y se caracteriza por la inestabilidad política, la falta de infraestructura, la corrupción y el suministro energético insuficiente. Los analistas se han visto
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obligados a concluir que, a pesar de las circunstancias adversas, los sucesivos Gobiernos han logrado mantener la estabilidad macroeconómica, han permitido que el sector privado prospere y han propiciado la entrada de enormes sumas de remesas de los bangladesíes que trabajan en el exterior. Partiendo de una base agraria predominantemente feudal, la economía de este país ha experimentado una rápida transformación estructural en las últimas cuatro décadas. Mientras que a comienzos de la década de 1970, el sector agrícola conformaba el 50% del PIB, en la actualidad representa menos del 20%. Los servicios y la industria manufacturera son ahora los principales impulsores del crecimiento económico, en el que los primeros representan un 50% del PIB, y la segunda alrededor del 30%. Este crecimiento industrial se ha visto impulsado por el auge en el sector de la confección. Dicho sector comenzó a despegar en la década de 1980, cuando los inversores extranjeros tomaron nota de los bajos costos de la mano de obra en el país, pero el verdadero impacto se ha venido dando en el último decenio. En 2002, el sector de la confección exportó productos por un valor de USD5000 millones, pero para el ejercicio fiscal 2009-2010, esta cifra había ascendido a USD12 600 millones. Recientemente, la Organización Mundial del Comercio posicionó a Bangladesh como el cuarto exportador de indumentaria más grande del mundo. El sector de la confección emplea actualmente a más de tres millones de
Foto: Rafiquar Rahman/Reuters
Una niña se seca pañuelos de colores cerca de una fábrica en el telar manual en Kaliganj, 32 millas de la capital, Dhaka
"Pronto, Bangladesh abandonará su condición de PMD… y las mujeres tienen un rol protagónico en esto”.
trabajadores, 90% de los cuales son mujeres. Según Nasreen Awal Mintoo, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Bangladesh, esta parte dinámica de la economía está siendo impulsada por un sector privado donde la mujer desempeña un rol importante. “El sector privado de Bangladesh está haciendo mucho realmente. Es gracias a este sector que el país está creciendo más rápido”, dijo recientemente Mintoo a IPS. “Y los emprendimientos de mujeres están creciendo velozmente y ayudando al crecimiento de Bangladesh. Están surgiendo muchas mujeres empresarias”. Mintoo se suma a quienes perciben que el país está preparado para avanzar, al manifestar que: "Pronto, Bangladesh abandonará su condición de PMD… y las mujeres tienen un rol protagónico en esto”. Sabera Ahmed, directora ejecutiva del Centro Pentasoft para la Excelencia, una red educativa de tecnologías de la información, concuerda en que las mujeres, tanto trabajadoras como empresarias, están teniendo un gran impacto en el progreso económico del país. “Somos un ejemplo a seguir, dentro y fuera de la casa, e incluso fuera del país”, dijo Ahmed. “En el sector de la confección, tenemos una revolución. Así como en los Estados Unidos hubo una revolución femenina en los sesenta, en nuestro país hemos visto una revolución en el sector de la confección en los años ochenta y noventa”. Como ejemplo, resaltó que: "Muy a menudo, vemos a los hombres cuidando a los niños en el hogar, y a sus esposas yendo a la fábrica de ropa”.
En el futuro previsible, el sector de la confección seguirá siendo el principal sector en contribuir al crecimiento de la producción, sobre todo desde el reciente cambio en las reglas de importación de la Unión Europea (UE) que otorga a Bangladesh y a otros PMD una importante ventaja competitiva sobre la competencia. El cambio otorga a este país el acceso libre de impuestos a la UE para el caso de prendas y otros productos terminados, si los componentes importados de estos productos no superan el 70%. La ropa que importe la UE de China, India, Pakistán y Sri Lanka, los principales competidores de Bangladesh, pero que no son PMD, estará sujeta al pago de impuestos. En los primeros meses de 2011, se produjo un incremento súbito en el valor de las exportaciones de ropa de Bangladesh, mientras cobraba vigencia la nueva regla. Una consecuencia de este nuevo acuerdo es que las empresas de China e India, entre otros países, han comenzado a radicarse en Bangladesh para asegurar su participación en una industria que, en buena parte, se encuentra en manos nacionales. Mientras tanto, las empresas locales ya han manifestado su preocupación por esta nueva competencia en territorio propio. En el largo plazo, los responsables de tomar las decisiones en Bangladesh podrán verse ante un dilema: los exportadores de ropa bangladesí pueden prosperar por el acceso libre de impuestos a la UE gracias a su condición de PMD, pero el éxito económico de este sector puede estar contribuyendo en gran medida a poner término a dicha condición. n
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ARTÍCULO SOBRE UN PAÍS
Bangladesh “Bangladesh ha demostrado una notable resistencia durante la desaceleración económica del mundo, al mantener un crecimiento prácticamente sin trabas de alrededor del 6%”. Desempeñar un rol catalizador: Dilip Barua, Ministro de Industrias de Bangladesh, habla con Making It ¿Cuáles han sido los logros más importantes durante los dos años y medio de su cargo como Ministro de Industrias, y cuáles son los principales retos a los que se enfrenta para alcanzar un desarrollo industrial sostenible? El principal motor del actual Gobierno de Bangladesh, bajo la dirección dinámica y visionaria de la primera ministra, Su Excelencia Sheikh Hasina, es construir una sociedad basada en el conocimiento mediante la industrialización tecnológica, ecológica y sostenible. Para sorpresa de muchos, Bangladesh ha demostrado una notable resistencia durante la desaceleración económica del mundo, al mantener un crecimiento prácticamente sin trabas de alrededor del 6%. El crecimiento constante de nuestro país en el PIB, las exportaciones y las remesas ilustra a la claras una gestión económica pragmática y sustantiva. Se ha generado un clima de inversión propicio que muestra una tendencia
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al alza. Asimismo, se están llevando a la práctica muchos proyectos de inversión nacional y extranjera. Goldman Sachs ha incluido a Bangladesh en su lista de los “próximos once” países que tienen un alto potencial de convertirse en las economías más grandes del mundo en el siglo XXI, y también lo ha hecho JP Morgan en sus “cinco mercados de frontera”. El Ministerio de Industrias ha podido desempeñar un rol catalizador muy eficaz en el desarrollo del proceso de industrialización, tanto en el sector público como en el privado. Trabajamos como facilitadores mediante el apoyo logístico y de políticas adecuadas para el desarrollo sostenible del sector privado. Mientras tanto, se ha afianzado el trabajo conjunto entre los dos sectores, donde el privado considera al Ministerio de Industrias un importante socio para el desarrollo. El Ministerio formuló una Política Industrial
Nacional (PIN) integrada en 2010, que busca transformar a Bangladesh en un país de ingresos medios e industrialmente desarrollado para 2021. La nueva política industrial se ha diseñado en el marco de la crisis económica mundial, la realidad socioeconómica y las experiencias del pasado. No hemos privatizado ninguna empresa del Estado (EDE), sino que las hemos hecho rentables, aumentando su capacidad y mejorando los sistemas de gestión. Estamos en proceso de abrir algunas de las EDE que se mantuvieron cerradas durante mucho tiempo, con miras a crear nuevas fuentes de empleo y aumentar la productividad y el crecimiento mediante una mejor gestión. Sin dudas, todos estos son buenos ejemplos de nuestros logros. Pero también enfrentamos algunos problemas con la escasez de energía y electricidad. El Gobierno ha implementado un programa integral para construir centrales eléctricas de inmediato, de modo que la demanda no sobrepase la oferta. Otro desafío es la tecnología. En este sentido, nuestra estrategia se orienta a crear una base tecnológica, en la que nuestros propios ingenieros diseñen máquinas nuevas y sofisticadas que produzcan más y cuesten menos. Al mismo tiempo, invitamos a los inversores extranjeros para que nos ayuden con la transferencia de tecnología, el desarrollo de conocimientos y la generación de empleo. La fabricación de textiles e indumentaria es un elemento importante de la producción industrial de Bangladesh. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de tener un sector industrial tan grande en la confección? El sector textil y de la confección, especialmente el de prendas de vestir confeccionadas (RMG), es nuestra principal fuente de ganancias de exportación. En la actualidad, Bangladesh es el segundo exportador más grande de RMG en el mercado mundial. Las exportaciones de textiles y prendas representaron USD18 710 millones del total de USD22 930 millones en las ganancias de exportación del ejercicio fiscal 2010-2011. Entre los principales artículos de exportación, las prendas de punto representaron un valor de USD9490 millones, mientras que las prendas tejidas una cifra de USD8430 millones, lo que registró un crecimiento del 46% y 40%, respectivamente. La suba en las exportaciones fue ayudada por la decisión de la Unión Europea de permitir el acceso libre de impuestos, a partir de enero de 2011, para el caso de prendas y otros productos terminados fabricados en Bangladesh, si los componentes importados de los productos finales no superan el 70%. (Anteriormente, se otorgaba el acceso libre de impuestos a productos con un contenido importado máximo del 30%). El país también está teniendo un buen desempeño en nuevos mercados como el de Japón, Sudáfrica, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y algunos países latinoamericanos. La histórica evolución del sector RMG de Bangladesh se inició a comienzos de la década de 1980. Nuestro gran mercado interno, la mano de obra barata y la eficiencia tradicional en la
“No permitimos la instalación de ninguna fábrica que pueda poner en riesgo la vida humana y el medio ambiente de nuestro país”.
Foto: Gerhard Fally/UNIDO
confección han contribuido a la rápida expansión de este sector. Las fábricas de RMG tienen un enorme alcance en la generación de empleo, especialmente para las mujeres del país. Esto ayuda mucho a que el Gobierno logre la autonomía de la mujer en general, y alcance algunos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El nivel de pobreza nacional de Bangladesh ha disminuido en un 10%, y el sector textil y de la confección ha jugado un gran papel en esta reducción. ¿Qué me puede decir de la dinámica que existe entre la necesidad de mantener los salarios bajos para conseguir pedidos y el límite que imponen estos salarios al poder adquisitivo de la clase trabajadora con el consecuente impedimento para el desarrollo de empresas locales? Creo firmemente que las bajas tasas salariales no son una opción eficaz para mantener una industria económicamente sostenible y comercialmente viable en el contexto actual de competitividad global. Al contrario, esto reduce la productividad, la durabilidad y la sostenibilidad de una empresa. Para lograr un nivel óptimo de productividad y progreso en cualquier sector industrial, la satisfacción de los trabajadores y de sus necesidades básicas merece la debida consideración. Si no se garantiza una remuneración mínima para los trabajadores, ninguna empresa industrial será exitosa. No podemos esperar una productividad máxima si invertimos lo mínimo en insumos. El hombre y la máquina se consideran factores dominantes en la producción, pero no son la misma cosa. Debemos tratar a los trabajadores como seres humanos y satisfacer sus necesidades básicas, a fin de lograr un entorno agradable en la fábrica para que puedan desempeñarse adecuadamente. Es por ello que nuestro Gobierno trabaja en beneficio de los trabajadores y les da prioridad a sus derechos y necesidades. ¿Qué se está haciendo para tratar de diversificar el sector industrial de Bangladesh? El objetivo primordial de la nueva política industrial es asegurar que este sector contribuya con el 40% del ingreso nacional y con el 25% de los nuevos puestos de trabajo para 2021. El Gobierno está trabajando para asegurar los paquetes de incentivo económico necesarios, las instalaciones de infraestructura y el apoyo político para lograr este objetivo. El PIN ha identificado 32 sectores de empuje y 31 sectores de servicios industriales para potenciar el rápido crecimiento de la industria y el desarrollo económico. Estamos poniendo el énfasis no solo en el desarrollo del sector textil y de la confección, sino también en otros sectores industriales que fabrican productos como yute y artículos de yute, cerámicos, productos farmacéuticos, artículos electrónicos, cuero, piezas de automóviles, plásticos y productos agrícolas. Me complace decir que los medicamentos de alta calidad de Bangladesh se están exportando a más de 70 países del mundo, incluido EE. UU. y los de la UE. Recientemente, la industria de la construcción naval ha cobrado ímpetu y se está transformando en un sector industrial en auge.
Estamos exportando embarcaciones a Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Finlandia. También exportamos repuestos automotrices a países desarrollados, como EE. UU. De modo que hasta el momento, la diversificación de productos industriales va por buen camino en concordancia con nuestra visión para 2021. ¿Qué se está haciendo para hacer más ecológico el sector industrial? En Bangladesh, estamos haciendo de la industrialización no contaminante una gran prioridad. Acogemos de buen grado la industria tecnológica que se basa en el conocimiento y genera una contaminación ambiental cero. El Gobierno ha establecido una disposición obligatoria para que las nuevas unidades industriales construyan plantas de tratamiento de efluentes (PTE) y ha fijado un plazo específico para su construcción en las fábricas existentes. No permitimos la instalación de ninguna fábrica
que pueda poner en riesgo la vida humana y el medio ambiente de nuestro país. ¿Cómo está afectando la situación energética a la industria de Bangladesh? Estamos desviando nuestro énfasis hacia el uso eficiente de energías renovables, como la solar, para brindar a la población pobre acceso a la electricidad. Bangladesh ya ha implementado una política de energías renovables con el objetivo de desarrollar, difundir, promover y hacer llegar esta tecnología a las zonas rurales para satisfacer sus necesidades energéticas. Para lograr este objetivo, el Gobierno ha fijado metas para el desarrollo de fuentes de energía renovable que suministren el 5% de la demanda de electricidad total para 2015 y el 10% para 2020. El Gobierno también ha eximido de impuestos los equipos de energía solar para popularizar y abaratar el uso de esta energía. n
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Cuando tenía 10 años, mi padre solía arrojarme al río y nadar junto a mí. Era un momento muy feliz de mi vida. Podía ver las rocas y la arena, y había una gran cantidad de peces y animales salvajes. Comencé a notar la contaminación a principios de la década de 1980, unos años después de que se construyeran fábricas y plantas de producción a la vera del río. El río comenzó a acumular una capa de pulpa y sedimento, había un olor desagradable y afloraban peces muertos a la superficie. Entonces, descubrí que había más de 100 fábricas que arrojaban los desechos al río sin ningún tratamiento. Las principales infractoras eran las fábricas de pasta y papel, PT Surabaya Agung Kertas y PT Adiprima Suraprinta, propiedad de la compañía más grande de periódicos de Java Oriental. En el río había cadmio, hierro y mercurio. Los estudios revelaron que la concentración de mercurio era 100 veces superior al límite establecido por la Organización Mundial de la Salud. Ya no podía pensar ni siquiera en nadar en ese río, como lo hacía de niño. Y la población bebe esas aguas: 96% del agua de nuestra región proviene del río Surabaya. Mientras estaba en la universidad en el año 2000, creé junto a otros activistas la iniciativa de Observación Ecológica y Conservación de Humedales (Ecoton), el primer programa educativo de la región que se centraba en el medio ambiente para informar a las comunidades locales sobre la biodiversidad y la contaminación de las aguas. El programa enseña a los estudiantes acerca de los peligros, y los usa como un medio para difundir el mensaje. Por estar en una etapa de crecimiento, los niños son especialmente vulnerables a la contaminación del agua, y como resultado, una enorme cantidad de niños que viven cerca del río sufren de discapacidad mental y presentan altos índices de cáncer. Les enseñamos que pueden protestar contra el Gobierno y exigir que el agua que tomen sea segura. En cuanto a las personas con mayores recursos y poder adquisitivo de Surabaya, la segunda ciudad más grande de Indonesia, las
PRIGI ARISANDI es un activista ambiental de 35 años de edad que recibió el Premio Goldman de Medio Ambiente 2011, por su continua labor en la protección del medio ambiente natural y su comunidad.
insto al boicot. Les muestro la lista de fábricas que contaminan el río y les digo que si compran los productos que estas fabrican, también son responsables de dicha contaminación. Si bien existen leyes sobre el medio ambiente vigentes en Indonesia, la práctica habitual del Gobierno provincial de Java Oriental ha sido la falta de aplicación. Cuando se descubría que una fábrica arrojaba sus efluentes al Surabaya, esta solo pagaba una simple multa pero no modificaba sus prácticas. En 2007, Ecoton demandó al gobernador de Java Oriental y al organismo de gestión ambiental de la provincia por no controlar la contaminación del agua en el río Surabaya. En abril de 2008, el tribunal provincial emitió un veredicto que sentó precedente en materia ambiental, al ordenar al gobernador que implementara normativas sobre la calidad del agua, destinadas a las fábricas que operan a orillas del Surabaya. En ellas, se establece un límite diario máximo para los vertidos tóxicos al río y un sistema de control para garantizar el cumplimiento. La demanda representó la primera vez que un gobernador de Java Oriental era llevado a juicio para cambiar una política gubernamental. Al principio, las compañías me consideraban un enemigo y una amenaza para sus negocios. Publiqué en un periódico el estudio
que realicé sobre el vertido de aguas residuales de la industria, y se enfadaron mucho. También hice una denuncia legal ante la policía sobre algunas fábricas que contaminaban el río, las que luego fueron a juicio y recibieron sanción. Algunas empresas me ofrecieron dinero para que retirara la denuncia e impidiera que los casos siguieran su curso legal, ya que les costaba tiempo y dinero. Les dije que no quería el dinero. Les pedí que lo usaran para instalar y poner en marcha plantas de tratamiento de aguas residuales de forma correcta. El caso judicial me obligó a entablar una intensa comunicación con las personas de la industria y poco a poco comenzamos a entendernos. Luego, tratamos de buscar mejores soluciones. Ahora, esas fábricas que solían ser las principales infractoras se han dado cuenta de que mejorar la gestión del medio ambiente les rinde beneficios. Una mejor relación con los medios y la comunidad local, junto con una mejor imagen, afianzan el desarrollo de sus negocios. Estoy trabajando con el sector industrial para instalar filtros que tratarán el agua. Una refinería de azúcar de Surabaya, PT Gempol Krep, invirtió recientemente USD220 000 en una planta de tratamiento de aguas residuales. Ahora es una de las fábricas más responsables en la protección del medio ambiente de Surabaya. El agua se recicla y se vuelve a utilizar en el proceso industrial, de modo que están disminuyendo el consumo de agua y también los costos con la empresa que la suministra. Las aguas residuales que desecha la fábrica cumplen siempre con la norma de calidad pertinente. Varias plantas de producción, como las de pasta y papel que mencioné anteriormente, han sido llevadas ante la justicia y han instalado luego sus propios controles de contaminación. Actualmente, el Gobierno realiza rondas de inspección cada una o dos semanas, pero las fábricas desconocen el calendario. Todavía analizo el agua por mi cuenta, pero el Gobierno tiene un funcionario que la monitorea. Confío en el Gobierno; tenemos que confiar mutuamente para poder trabajar juntos. La calidad del agua está mejorando y desde hace dos años ya no vemos peces muertos como antes. n
RECUPERANDO EL RÍO Prigi Arisandi explica cómo un movimiento local iniciado por él está ayudando a impedir que la contaminación industrial llegue a un río que abastece de agua potable a tres millones de personas en la ciudad indonesia de Surabaya y sus alrededores.
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Foto: Goldman Environmental Prize
Prigi Arisandi enseñando a los niños para controlar la calidad de agua del río de Surabaya y reportar sus hallazgos al gobierno.
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INFORME DE POLÍTICA
Más allá de la “maldición de los recursos” Por el profesor RAPHAEL KAPLINSKY Existe la creencia generalizada de que el desarrollo industrial en las economías de ingresos bajos y medios que exportan productos básicos o bienes primarios se ve dificultado como consecuencia directa de la explotación de los recursos naturales. Son varias las razones que se arguyen para la denominada “maldición de los recursos”. Una es que estas economías sufren del “mal holandés” en el que las altas rentas derivadas de los recursos y la revalorización de la moneda debilitan a los sectores de productos negociados como la industria. Asimismo, con respecto a las manufacturas, los productos básicos han experimentado una prolongada caída en los términos de intercambio, y han estado sujetos a la alta volatilidad en los precios. En consecuencia, raras veces generan los excedentes regulares y sostenibles que se necesitan para promover el desarrollo. También se sostiene que, por su naturaleza, los sectores de productos básicos son actividades aisladas con pocas economías externas, y como tales, generan escasos efectos indirectos en el desarrollo de la industria. Debemos replantear estos saberes tradicionales. Si bien puede haber una relación entre la intensidad de los productos básicos y las tasas de crecimiento relativamente bajas, esta relación es débil. Además, cuando se produce, suele deberse menos a una relación causal que a estructuras industriales preexistentes débiles y a respuestas políticas inadecuadas en las economías que dependen de estos productos. De hecho, un análisis de la experiencia histórica de algunas economías de ingresos
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altos, como los Estados Unidos, Canadá, Suecia y Australia, muestra que estas economías no solo desarrollaron su capacidad industrial mediante el eslabonamiento a partir de los sectores de bienes primarios, sino que dicha capacidad se volcó sobre estos últimos para mejorar las tasas de recuperación y reducir los costos de dichos bienes. Independientemente de la experiencia histórica, en las últimas décadas hemos visto tres tipos de cambios que indican la adopción de un nuevo enfoque sobre el desarrollo industrial en las economías de ingresos bajos y medios que exportan productos básicos. En primer lugar, muchas de las políticas que han llevado al progreso industrial en el pasado carecen actualmente de eficacia. La industrialización orientada al mercado interno se ha vuelto menos atractiva debido a
“La función de las políticas gubernamentales efectivas es acelerar y profundizar los eslabonamientos productivos entre el sector industrial y el de productos básicos”.
la menor capacidad para proteger la industria nacional y a la mayor competencia de las importaciones. Asimismo, las posibilidades de la industrialización orientada a la exportación se han visto limitadas de forma similar por la intensa competencia de las economías emergentes. En segundo lugar, es probable que el boom en los precios de los productos básicos, el más prolongado de la historia, se mantenga durante unos años más. Sumado a la mayor competencia continua en el sector manufacturero mundial, existe la probabilidad de que se detenga la caída histórica en los términos de intercambio de los productos básicos con respecto a las manufacturas, y que esto genere rentas sostenidas de los recursos naturales. Y por último, la evolución de las cadenas de valor mundiales ha derivado en un cambio de las políticas empresariales, a través del cual las compañías líderes en productos básicos tienen una participación activa no solo en la subcontratación sino en la subcontratación cercana para el abastecimiento de muchos de sus insumos. Esto indica que existen agendas estratégicas en las empresas que se oponen diametralmente a la mentalidad aislada que caracterizaba a sus actividades en el pasado. Con respecto a cómo las economías exportadoras de productos básicos pueden sacar provecho de estos acontecimientos, resulta útil observar los posibles eslabonamientos productivos: hacia atrás en el abastecimiento de insumos y hacia adelante en el procesamiento de la materia prima. Hay una serie de razones para creer en la existencia de un importante margen para la expansión de los eslabonamientos productivos entre el sector industrial y el de productos básicos. Esto se debe, por un lado, al deseo de las compañías líderes en bienes primarios de aumentar la subcontratación, y por el otro, a que la producción de tales bienes se ve invariablemente afectada por los factores del entorno, como el clima y la geología de los distintos depósitos o yacimientos. Por consiguiente, estas demandan insumos únicos, muchos de los cuales se pueden utilizar para fomentar una capacidad industrial (agrícola y de servicios) a nivel local que se perfile como distintiva. En un contexto de subcontratación cada
Foto: istock
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vez mayor por parte de las compañías líderes, muchos de estos eslabonamientos se dan como consecuencia natural de las fuerzas del mercado. La función de las políticas gubernamentales efectivas es acelerar y profundizar estos eslabonamientos, mientras que las políticas no favorables, en el otro extremo, desaceleran y reducen su alcance. Por una serie de razones, los Gobiernos tienen un importante rol a desempeñar para optimizar la naturaleza y el ritmo de estos eslabonamientos: l Los eslabonamientos ofrecen el potencial de generar empleo y de contribuir al crecimiento económico. l También constituyen un indicador hacia la vía de desarrollo industrial, o como lo
expresa el economista Albert Hirschman, “una cosa lleva a la otra”. l El carácter sostenido de la producción de bienes primarios puede ofrecer un espacio para el desarrollo de capacidades dinámicas mediante la expansión del Sistema de Innovación Nacional. l El desarrollo de eslabonamientos horizontales (suministro de insumos al sector de productos básicos y procesamiento de su producción) también ofrecerá beneficios complementarios a los otros sectores industriales. l A pesar de que la subcontratación beneficia a las compañías líderes, muchas podrían hacer más para mejorar la capacidad de desarrollo de sus cadenas de suministro, y para ello
necesitan apoyo (como lo hacen en las economías industrialmente avanzadas). l Con el crecimiento de capacidades industriales en las economías emergentes que obstaculizan otras vías de desarrollo industrial, existe ahora un beneficio adicional en el desarrollo de capacidades industriales que contribuyan a la explotación de los sectores de productos básicos.
n El anterior es un resumen del documento de trabajo Commodities for industrial development: making linkages work, (Productos básicos para el desarrollo industrial: beneficios del eslabonamiento), elaborado para la Unidad de Investigación, Estadísticas y Políticas de Desarrollo de la ONUDI.
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INFORME DE POLÍTICA
Impulsores del desarrollo Por el Instituto para el Desarrollo de Ultramar Según un nuevo estudio del Instituto para el Desarrollo de Ultramar (ODI), existen cuatro impulsores clave del progreso en el desarrollo. El informe Mapping Progress: Evidence for a new development outlook (Mapa del progreso: evidencia para una nueva perspectiva del desarrollo) analiza de forma sistemática los avances en el desarrollo de 24 países del hemisferio sur y los posiciona según su desempeño. Los países que con frecuencia han sido sinónimo de hambre y guerra han realizado un notable avance en distintos aspectos, como el crecimiento, la educación, la atención médica, la gobernanza y la agricultura. Como impulsores de este progreso, el informe identifica el rol crucial de liderazgo eficaz, políticas inteligentes, bases institucionales adecuadas y asociación internacional. El estudio clasifica a los países en cuatro categorías: estrellas, sorpresas, con progreso potencial e incógnitas, donde el progreso de algunas áreas no ha generado las mejoras previstas en la vida de la población pobre. Según la directora de ODI, Alison Evans, “El desarrollo es una tarea sumamente compleja y las personas pueden equivocarse. Pero con bastante frecuencia lo hacen correctamente. El objetivo del informe Mapping Progress es mostrar que el progreso no solo es posible, sino que es una realidad”. Evans agregó: “La verdadera pregunta que debemos responder es: ¿qué funciona y por qué?”. ¿Por qué algunos de estos países han tenido un progreso tan notable? ¿Cuáles han sido las innovaciones más interesantes?”. “Si observamos los ejemplos más destacados del continente, podemos ver que los desarrollos más transformadores y sostenibles se han producido cuando el compromiso para cambiar ha surgido en el interior de los países africanos y sus comunidades”.
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Los cuatro impulsores Liderazgo inteligente: la transformación de Ghana, Ruanda y Brasil no habría sido posible sin los presidentes Rawlings, Kagame y Lula. Políticas inteligentes: el progreso ha implicado un cambio en el rol del Gobierno, que se aleja del control (de precios y mercados) para facilitar y permitir (la inversión y la producción) y, en el ideal de los casos, dar poder a los ciudadanos. Las políticas se han formulado en torno a una visión clara o estrategia nacional, y se basan en la evidencia. Instituciones inteligentes: en muchos países, el progreso se ha logrado mediante reformas de Gobierno que han descentralizado y fortalecido las instituciones locales. Las reformas no solo han mejorado la prestación de servicios, sino que también han permitido una mayor eficacia en la recaudación de ingresos y en la gestión de las finanzas públicas. Socios inteligentes: las asociaciones internacionales eficaces pueden ser importantes catalizadoras del progreso. Estas pueden adoptar diferentes formas que trascienden la ayuda, como la transferencia de conocimiento y tecnología, las relaciones de comercio internacional y las intervenciones diplomáticas.
“¿Por qué algunos de estos países han tenido un progreso tan notable? ¿Cuáles han sido las innovaciones más interesantes?”
Casos de progreso en el desarrollo Ghana: país estrella Las reformas en el mercado interno del cacao dirigidas por el Gobierno han impulsado un excepcional registro de crecimiento agrícola que ha promediado más del 5% durante los últimos 25 años. Ghana está en camino a lograr el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir la pobreza y la desnutrición a la mitad para 2015. Luego de aumentar la producción alimentaria per cápita en más del 80% desde comienzos de la década de 1980, Ghana se autoabastece, en buena parte, de sus alimentos básicos. Los países estrella como Ghana han mostrado un progreso sostenido durante más de dos décadas. Al diversificar productos y servicios, han agregado un valor considerable al desempeño nacional. Los países estrella exhiben un nivel de desarrollo más maduro y están comenzando a enfrentar problemas propios de los países desarrollados, como la degradación ambiental, el envejecimiento poblacional y las enfermedades no transmisibles. Entre otros países estrella, se incluyen Bután, Tailandia, Brasil y Uganda.
Etiopía: país sorpresa Tras emerger de la guerra civil en 1991, Etiopía ha venido mejorando de forma considerable el acceso a la educación de sus habitantes. Las tasas de matriculación en escuelas primarias se han incrementado en más de 13 millones desde 2005, impulsadas por un firme compromiso del Gobierno y el aumento del gasto público que permitió la eliminación de las cuotas escolares. Otros países sorpresa son Ruanda, Camboya, Laos y Somalilandia. Los países sorpresa como Etiopía han logrado el progreso a pesar de los obstáculos, como la recuperación de crisis o guerras, la lucha contra conflictos continuos,
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situaciones políticas difíciles y una topografía en gran medida inaccesible. Los factores sorpresa del progreso en estos países suelen radicar en la velocidad de la recuperación, que a menudo les ha permitido saltear varias etapas del desarrollo.
Malawi: país con progreso potencial Según un proyecto de investigación mundial recientemente publicado, Malawi tiene el potencial de experimentar un importante avance hacia el desarrollo en la próxima década. El reciente avance del país al ofrecer estabilidad económica ha comenzado a tener efectos positivos en los indicadores de desarrollo, y han colocado a Malawi entre los primeros veinte países con mejor desempeño en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El crecimiento de más del 7% anual durante gran parte de la última década y la baja constante en las tasas de inflación indican un futuro brillante para el país. Los países con progreso potencial como Malawi han mostrado ejemplos recientes de avances, a menudo logrados durante cierto período. Los avances pueden limitarse a sectores o regiones particulares. Si bien estos países ya han generado resultados admirables, ahora necesitan mantenerlos en el futuro. Otros países con progreso potencial incluyen Benín y Burkina Faso. n
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Solar Sister: luz y oportunidad para la autonomía de la mujer El próximo ejemplar de Making It abordará la igualdad de género y la autonomía económica de la mujer. Una parte de esta temática será tratada por KATHERINE LUCEY, fundadora y directora ejecutiva de Solar Sister, un emprendimiento social que brinda capacitación y apoyo a las mujeres para crear microempresas en torno a la energía solar. Más de 125 años después de que Thomas Edison inventara la bombilla, 1600 millones de personas (un cuarto de la población mundial) todavía dependen de velas y faroles de queroseno para iluminarse. Gastan hasta un 40% de sus ingresos familiares en una energía ineficiente, insuficiente y peligrosa. El uso generalizado del queroseno tiene un impacto negativo tanto en la calidad del aire local como en el cambio climático del mundo. La mala iluminación, el humo y los faroles rudimentarios son responsables de un gran número de infecciones y lesiones por quemaduras. Solar Sister es un emprendimiento social que busca resolver el problema de la pobreza energética con un innovador enfoque basado en el mercado que brinda una oportunidad económica a las mujeres campesinas de África. Utilizando el modelo de negocio al estilo Avon que se expande a través de las redes sociales de la mujer, Solar Sister resuelve el problema del acceso a energía no contaminante en lugares remotos, y lleva la tecnología solar hasta la puerta de las viviendas rurales. Con un modelo basado en la microconsignación, las mujeres reciben un “negocio enlatado” que incluye inventario,
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Katherine Lucey, fundadora y directora ejecutiva de Solar Sister
“La mujer se convierte en su propia jefa y en un faro de luz, esperanza y oportunidad para su comunidad”.
capacitación en ventas y apoyo en la comercialización. Las mujeres son capacitadas para brindar acceso a una cartera de tecnologías energéticas no contaminantes, entre las que se incluyen lámparas solares, radios y cargadores de celulares solares, y estufas ecológicas para cocinar. La energía no contaminante abastece de luz y electricidad para salvar vidas, ofrece conectividad, mejora la salud pública, propicia los medios de subsistencia y lucha contra el cambio climático. Las mujeres se convierten en sus propias jefas y en faros de luz, esperanza y oportunidad para sus comunidades. Solar Sister es un programa basado en el mercado, en el que los ingresos de las ventas de lámparas solares constituyen el motor del crecimiento económico. Solar Sister es una empresa social, que utiliza el poder del mercado para distribuir en la sociedad las tecnologías energéticas no contaminantes. Es el énfasis en la “oportunidad", y no en la “ayuda”, lo que atrae y recompensa a las mujeres, quienes se ven motivadas a forjar negocios exitosos en beneficio de toda la comunidad mediante el acceso a tecnología de avanzada. Actualmente, aunque la tecnología solar portátil de iluminación con LED es una solución asequible, la falta de acceso ha impedido que estos productos sean adoptados por las familias rurales que viven en la oscuridad. Los ingeniosos productos de energía no contaminante para los mercados de la base piramidal dejan de ser buenos cuando los pobres no pueden utilizarlos. La propuesta de venta
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MakingIt Industria para el desarrollo
FURTHER READING Chang, Leslie – Factory Girls: From Village to City in a Changing China Ferguson, Niall – Civilization: The West and the Rest Ghemawat, Pankaj – World 3.0: Global Prosperity and How to Achieve It Gilding, Paul – The Great Disruption: How the Climate Crisis Will Transform the Global Economy Heinberg, Richard – The End of Growth: Adapting to Our New Economic Reality Heinberg, Richard and Lerch, Daniel (eds) – The Post Carbon Reader. Managing the 21st Century’s Sustainability Crises. Lovins, Amory – The Essential Amory Lovins Mahbubani, Kishore – New Asian Hemisphere: The Irresistible Shift of Global Power to the East Moyo, Dambisa – How the West Was Lost. Fifty Years of Economic Folly – And the Stark Choices Ahead Nye, Joseph – The Future of Power Pogge, Thomas – Politics as Usual: What Lies behind the Pro-Poor Rhetoric Rivoli, Petra – The Travels of a T-Shirt in the Global Economy: An Economist Examines the Markets, Power, and Politics of World Trade Stiglitz, Joseph – Making Globalization Work Zakaria, Fareed – The Post-American World: Release 2.0
de Solar Sister es sencilla: a un costo inicial de unos USD20 por lámpara solar, los clientes obtienen una fuente de luz que es ocho veces más intensa, ecológica y segura que el ineficiente queroseno, y el desembolso de efectivo se recupera con el ahorro en la compra de este combustible durante dos meses y medio. Esto se traduce en más luz para las familias y un ahorro de más de USD100 al año en combustible. Solar Sister se dirige a las mujeres que carecen de oportunidades para convertirse en emprendedoras, y les ofrece un paquete integral de capital de trabajo, capacitación en los negocios y apoyo en la comercialización. Las mujeres representan el 70% de la población rural pobre que más se ve afectada por la pobreza energética. Pero lo más importante, es que la mujer es la principal responsable del uso de la energía en el hogar. La tecnología energética no contaminante no se adoptará de forma generalizada si la mujer no forma parte de la solución. La energía solar puede ofrecer conectividad además de iluminación, y algunos de nuestros mejores productos en venta son las lámparas solares que también suministran energía para la carga de celulares. El espectacular éxito de los celulares en África subsahariana es quizá el caso de desarrollo más importante de este siglo. Tener acceso a la energía para activar los celulares es una oportunidad correlacionadora que las emprendedoras de Solar Sister son capaces de ofrecer. El cliente no solo puede cargar su celular,
sino también crear su propia microempresa al cargar los teléfonos del vecino y obtener un ingreso diario constante. Una historia fundacional de Solar Sister es la de Rebecca, una granjera de Mpigi, Uganda, que decidió instalar una luz solar en el gallinero. Rebecca sabía que los pollos solo comen cuando pueden ver, de modo que al aumentar las horas de iluminación, los pollos pudieron comer más y estar más saludables. También ponían más huevos, lo que mejoró la economía de su actividad y le aportó ingresos que le permitieron comprar semillas y, finalmente, una cabra, cerdos y hasta una vaca. A partir de una simple mejora en la iluminación, Rebecca creó una granja y posteriormente una escuela donde enseña a los niños a leer y escribir, y también a trabajar la tierra en pequeñas parcelas. Con un poco de luz y oportunidad, las mujeres como Rebecca tienen el poder de mejorar sus propias vidas. La fortaleza de la solución empresarial de Solar Sister proviene de las propias mujeres. Es su inventiva y compromiso lo que forja sus negocios; nosotros solo les ofrecemos la oportunidad de ayudarse a sí mismas. Hasta una pequeña cantidad de electricidad puede mejorar radicalmente la vida de las mujeres que viven en una profunda pobreza energética. Y al mismo tiempo, crear oportunidades económicas para estas tiene un efecto multiplicador en el progreso social y económico de sus comunidades y de nuestro mundo. n
FURTHER SURFING www.attac.org – ATTAC is an international organization that fights for the regulation of financial markets, the closure of tax havens, the introduction of global taxes to finance global public goods, the cancellation of the debt of developing countries, fair trade, and the implementation of limits to free trade and capital flows. www.globaldashboard.org – Global Dashboard explores global risks and international affairs, bringing together authors who work on foreign policy in think-tanks, governments, academia, and the media. www.postcarbon.org – The Post Carbon Institute promotes the transition to a more resilient, equitable, and sustainable world. www.postgrowth.org – The Post Growth Institute inspires and equips people to make global wellbeing our most urgent priority, without relying on growth to make it happen. www.somo.nl – SOMO is a research and network organization working on social, ecological and economic issues related to sustainable development. www.stwr.org – Share The World's Resources is a thinktank that advocates for natural resources such as oil and water to be sustainably managed in the interests of the global public, and for essential goods and services to be made universally accessible. www.sustainableenergyforall.org – 2012: The International Year of Sustainable Energy for All. www.triplecrisis.com – Global perspectives on finance, development, and the environment www.un-energy.org – UN-Energy, the United Nations’ mechanism for inter-agency collaboration in the field of energy. www.wedo.org – The Women's Environment and Development Organization envisions a just world that promotes and protects human rights, gender equality, and the integrity of the environment.
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MakingIt Industria para el Desarrollo
Una revista de publicaci贸n trimestral que fomenta el debate sobre cuestiones globales de desarrollo industrial