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2.2 MARCO HISTORICO

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4.2 DISCUSIÓN

4.2 DISCUSIÓN

Así para Villanueba (2010, citado por Díaz, 2018) el análisis de los servicios públicos conlleva investiga sobre la localización, distribución y eficiencia para abastecer las demandas de la población; orientados a alcanzar equidad de manera que la localización de la población no sea un factor que determine el acceso a los servicios necesarios para la satisfacción de las necesidades vitales.

Ortiz y Garnica (2008) señalan dos tipos de accesibilidad que es posible calcular, por proximidad en análisis de redes del shortest path closeness con respecto a la menor distancia relacional de un nodo a todos los demás; y la accesibilidad por intermediación que se refiere al análisis de redes de la selección de ruta del shortest path betweeness con respecto a los nodos que se hallan a menor distancia topológica entre nodos.

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2.2 MARCO HISTORICO

La medición de la accesibilidad y cobertura de los servicios públicos también considera el concepto de niveles de servicio analizados por Eboli y otros (2013), donde se incluyen distintos actores como pasajeros y operadores; y otros factores interrelacionados como la cobertura espacial y temporal, el nivel de confort y la confiabilidad. La aplicación de medidas de accesibilidad en tránsito la definen como el área de cobertura de una ruta a la distancia de 400 m de una parada de autobús, o de 800 a una estación de tren, obteniéndose a partir de la utilización del sistema de información geográfica alrededor de las paradas y de los recorridos de las rutas de los servicios de transporte público, estableciendo una medida razonable un recorrido el espaciamiento entre paradas (4 paradas en un kilómetro de recorrido).

En el estudio de Hernández (2017), se realizó un análisis de cobertura espacial alrededor de las paradas del sistema de transporte, considerando distancias de 300 metros, 500 metros y 750 metros, para determinar las áreas de influencia. Por otro lado, De Pietri y otros (2013), construyeron un indicador de accesibilidad geográfica a partir de un área de influencia de 1 kilómetro desde los Centros de Atención Primaria, y un área de servicio de 15 minutos tanto para recorridos a pie como en autobús.

Los estudios de geografía de transporte generalmente abordan un análisis de los patrones de espaciales y la movilidad de personas entre las zonas residenciales y las ubicaciones de sus actividades, por lo que Rojas et al (2019) crítica estos análisis al considerar solo la medición de las oportunidades y no en sí la medición de la accesibilidad, es decir cuanta disponibilidad existe para un determinado rango de distancia pero sin considerar el patrón de viajes.

El análisis de las áreas de influencia que propone Buján (2019), considera necesario la categorización de estas áreas según el medio de transporte, para definir cómo funciona el intercambio entre distintos medios de transporte público a partir de las distancias que deben recorrer los usuarios para acceder a cada medio. De acuerdo con el estudio de la Secretaría de Transporte de la Nación (2009), citado por Buján (2019), la distancia máxima para caminar entre paradas para colectivos es de 400 m, para paradas de subte es de 600 m y para el tren es de 1000 m.

La accesibilidad al servicio público de transporte se asocia al termino de cobertura, como lo señala Gutiérrez y Rearte (2006); pero que no necesariamente alcanzan los mismos objetivos como en el caso de estudio de las personas con necesidades especiales, donde la cobertura de la red de transporte, no necesariamente lo vuelve accesible para estas personas, considerando la oferta de las líneas de subte, ferrocarril y autobuses a menos de 500 m (5 cuadras) fuera del perímetro de la zona residencial.

La cobertura del sistema de transporte público entendida por García (2014) como el área servida del servicio, le establece como unidad de medida el tiempo o la distancia que se debe recorrer a pie y que se acepta caminar (Pozueta, 2000 citado por García, 2014), estableciendo la consideración de una parada accesible a partir de una distancia menor a 400 desde el lugar de origen del viaje.

El análisis para la determinación de un índice de accesibilidad realizado por Girão, Pereira y Fernández (2017) para cada medio de transporte considera a partir del análisis de redes,

el alcance de cada uno para definir las áreas que son atendidas. La distancia máxima de acceso caminando a las estaciones de los servicios de BRT, metro y tren se estableció en 800 m, mientras que en el caso del modo de autobús se estableció en 500 m a las paradas, colocadas a cada 300 m a lo largo del recorrido.

La accesibilidad que analiza Jara y Carrasco (2010) como uno de los factores claves para evaluar el efecto de los sistemas de transporte en la inclusión social, considera una accesibilidad física y organizacional a través de la cobertura de la red de transporte público a distintas distancias del entorno; 500 m, 1000 m 2000 m y el nivel de servicio a través de la frecuencia de los servicios en el mismo entorno.

El enfoque sobre la determinación de la accesibilidad en el transporte público realizado por Andrés Román (2019) como parte de uno de los criterios a valorar en su propuesta de reordenamiento, calculando la accesibilidad a partir de 3 variables principales: la oferta, el sitio de demanda y la distancia entre ellos, pero considerando el punto de vista geográfico espacial. El índice de accesibilidad que propone considera las variables espaciales, físicas y demográficas entre otras.

Adicionalmente, en la investigación de Mondragón (2008) citada por Román (2019) se toma el área geoestadística básica, similar a los sectores censales, a las que se les asignan valores dependiendo de las variables presentes en cada área: ejes viales, rutas de transporte, paradas de autobuses y otra infraestructura de movilidad, asignándole también un rango de distancia para cada unidad.

En lo que respecta a la determinación del área servida, con base en el informe de caracterización geométrica, trazado e implementación del proyecto Metro de Quito citada por Román (2019), se definieron y calificaron zonas de influencia con respecto a las estaciones del metro definiendo un nivel de accesibilidad tanto en distancia como en tiempo de caminata:

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