Guia etiquetado ecologico

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1 INTRODUCCIÓN.........................................................................................2

2 EL ETIQUETADO ECOLÓGICO...................................................................6

2.1. Ecoetiquetas oficiales...........................................................................8

2.2. Ecoetiquetas privadas........................................................................10

2.3. Declaraciones ambientales.................................................................11

3 LA AGRICULTURA ECOLÓGICA EN ANDALUCÍA: SITUACIÓN DEL SECTOR........................................................................12

4 CARACTERÍSTICAS DE LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS......................18

4.1. Perspectiva de la producción.............................................................19

4.2. Perspectiva del consumo...................................................................22

5 COMERCIALIZACIÓN DE LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS...................24 1 5.1. Identificación de los productos ecológicos.........................................24

5.2. Entidades certificadoras.....................................................................26


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introducción

La apuesta por la producción ecológica requiere con carácter previo que las personas consumidoras y usuarias cuenten con la necesaria información para poder identificar las etiquetas de estos productos y con ello conozcan el verdadero alcance del compromiso en cuestión, tanto para la salubridad como para la preservación medioambiental. Así, es posible hablar de ecoetiquetas o etiquetas ecológicas en muchos sectores de productos o servicios que se presumen o identifican como respetuosos con el medio ambiente.

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Los hay sobre agricultura o ganadería ecológicas, sobre ahorro y eficiencia energética, sobre la producción pesquera sostenible, sobre la madera de bosques gestionados bajo criterios de sostenibilidad, sobre el papel, las pinturas, las cerámicas o los productos de limpieza. Probablemente sería inabarcable abordar todo ello en una sola campaña informativa, pero sí resulta fundamental para Unión de Consumidores de Andalucía, dar comienzo a una decidida campaña informativa y formativa sobre lo que este novedoso fenómeno representa y sobre las necesarias garantías con las que debe contar la persona consumidora en relación a este etiquetado. Bajo esas premisas y al amparo de los programas de información a la ciudadanía previstos en la Orden de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, por la que se efectúa la convocatoria de subvenciones en materia de consumo a federaciones de asociaciones de consumidores y usuarios, desde la Unión de Consumidores de Andalucía se acomete el reto de abordar esta campaña de información sobre el etiquetado de los productos y los servicios con certificaciones ecológicas. El planteamiento de la Unión de Consumidores es iniciar este proceso de información a través de una secuencia de entregas sobre los diferentes sectores que legalmente cuentan con regulación en relación a su etiquetado y correspondiente certificación ecológica. Así, en esta primera entrega, la Unión de Consumidores propone una primera clasificación muy general de las ecoetiquetas para centrarse más tarde de forma concreta en el ámbito de producción de la agricultura y ganadería ecológicas, quizás por ser la más cercana y comprometida con la salud y la buena alimentación. A este respecto, tanto esta guía como otros materiales que complementan esta campaña de información se orientan a alcanzar objetivos como los siguientes: 3


• Contribuir a que las personas consumidoras y usuarias andaluzas puedan distinguir los productos alimentarios verdaderamente comprometidos con la alimentación saludable y la preservación medioambiental. • Propiciar la elección de las mejores opciones por parte de las personas usuarias en la relación calidad/precio de las ofertas de productos y servicios de productos alimentarios ecológicos. • Velar por la veracidad y transparencia de las informaciones contenidas en los etiquetados de los productos alimentarios ecológicos. A tal fin, desde esta Unión de Consumidores de Andalucía se edita y se pone a disposición de las personas usuarias esta guía en la que se recogen informaciones y recomendaciones para la correcta identificación del etiquetado ecológico de la agricultura y ganadería. De esta manera la guía se estructura en un recorrido que fija su atención en la situación del sector en Andalucía, en las características de los productos ecológicos (desde las perspectivas de la producción y el consumo), en su comercialización –con la identificación de los productos ecológicos y de las entidades certificadoras existentes en el sector–, para concluir acercándonos a los consumidores y su posición frente a este sistema de producción.

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el etiquetado ecológico ¿Cómo reconocer los productos y servicios más respetuosos con el medio ambiente?; ¿Cómo podemos saber si la identificación de los productos a este respecto es fiable? Las ecoetiquetas, o etiquetas ecológicas, acompañan a los productos y servicios que se presumen respetuosos con el medio ambiente. Las hay sobre agricultura y ganadería ecológicas, para conocer cuánta energía consumen los electrodomésticos, para certificar que el pescado procede de pesquerías sostenibles, para la madera de bosques gestionados bajo criterios de sostenibilidad, para el papel, las pinturas, las cerámicas, los productos de limpieza...

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Aunque cada vez más personas las reconocen, gran parte de la población aún se confunde entre la gran cantidad de etiquetas, pictogramas y leyendas que han aparecido en los últimos años, en algunos casos con criterios más publicitarios que ecológicos. La situación es especialmente preocupante en el mercado español si se compara con el de algunos países europeos que llevan apostando por las etiquetas ecológicas desde hace años. Y es que al desconocimiento de las personas consumidoras se une la escasa valoración de gran parte del sector empresarial español, que en muchos casos las asocia sólo a cuestiones de prestigio y no a la posibilidad real de beneficios comerciales. Por ello, la Unión de Consumidores de Andalucía-UCA/UCE estima que es necesario más información y control de estas ecoetiquetas por parte de las administraciones públicas competentes (Unión Europea, Gobierno de España y Junta de Andalucía, fundamentalmente). Respecto a las etiquetas ecológicas es necesario distinguir entre información y mera publicidad. En este sentido se pueden establecer tres grandes grupos que a continuación glosamos de forma sucinta. 7


2.1] Ecoetiquetas oficiales Están avaladas por un organismo público o de prestigio reconocido, que acredita el cumplimiento de los criterios ecológicos. Se pueden referir a todo el ciclo de vida de los productos o servicios: materias primas, recursos y energía, emisiones, eliminación de residuos y efecto sobre los ecosistemas. Quizá la ecoetiqueta oficial más conocida sea la “Flor Europea” de la UE, que se puede aplicar a todo lo que no sean alimentos o medicamentos. En España, son las administraciones autonómicas las que se encargan de certificar que los productos o servicios cumplen los requisitos establecidos. A escala estatal también están el “Ángel Azul” de Alemania, la “NF-Medioambiental” de Francia, o el “Cisne Blanco” de los países escandinavos. Por su parte la “Euro-hoja” tiene como misión garantizar la identificación, la alta calidad y el respeto medioambiental en la elaboración de los productos agrarios ecológicos, y no excluye la presencia en los etiquetados de los mismos de otros distintivos de carácter regional, estatal o privado. Lo que certifica de forma exclusiva es la garantía por parte de las autoridades comunitarias del control de la producción ecológica agrícola y ganadera en los países de la UE según unos criterios y directrices determinados. Establece baremos estrictos de control tanto para los elaboradores, como para las empresas distribuidoras, con el objetivo de dar mayores garantías a las personas consumidoras y aumentar así su nivel de confianza en estos productos. En lo que se refiere a los alimentos ecológicos también podemos encontrar otras etiquetas de ámbitos estatales y autonómicos como la “AB – Agricultura Ecológica” de Francia, el “Bioagricert” de Italia, o la “Ecoetiqueta del CCPAE (Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica)”. El “punto verde” identifica en Europa a los productores que pagan tasas para la recogida selectiva de envases y embalajes. En España este logotipo es gestionado por Ecoembalajes España (Ecoembes) y Ecovidrio, sociedades anónimas sin ánimo de lucro. El “Triángulo de Moebius” indica la tipología del material del producto para promover su recogida y reciclaje.

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Flor Europea

Ángel Azul

NF-Medio ambiental

Cisne Blanco

Eurohoha

Punto verde

Triángulo de Moebius

SIGRE

Parque Natural de Andalucía

Doñana 21

Etiqueta de Eficiencia Energética

Por su parte, la industria farmacéutica española reutiliza y recicla sus productos mediante el “Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases (SIGRE), con puntos de recogida en casi todas las farmacias. En cuanto al gasto energético, deben ser mencionadas las etiquetas de eficiencia energética referidas a los electrodomésticos y las etiquetas sobre consumo de combustible y emisiones de CO2 de los turismos. En Andalucía caben ser destacadas la “Marca Parque Natural de Andalucía y la “Etiqueta Doñana 21” que conceden la Junta de Andalucía y la Fundación Doñana 21 para favorecer una mayor contribución de las empresas ubicadas en los espacios naturales de Andalucía en la conservación del medio natural y el compromiso con la calidad.

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2.2] Ecoetiquetas privadas Son las promovidas por entidades privadas nacionales e internacionales, basándose en las normativas ecológicas. En España los distintivos de esta tipología más conocidos son los de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), que concede su sello a productos tan diferentes como pinturas y barnices, empresas de construcción o módulos fotovoltaicos.

Sohiscert

AENOR

CAAE

Made in Green

FSC

Vida Sana

Ecoacero

Tetra Pack

Pro Cartón

Alu

Bureau Veritas

CERES

Certifood

Agrocolor

LGAI

KIWA

Sohiscert

Ecocert

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Ecoagrocontrol


En el terreno del papel, cartón y madera ecológicos, hay varios sistemas estatales (CSA, SFI, CIFOR, NTCC) y regionales (PEFC), si bien el FSC es el que parece contar con mayor reconocimiento entre instituciones, empresas y asociaciones ecologistas. Por su parte, en un proyecto cofinanciado por la UE, el Instituto Tecnológico Textil coloca en los productos textiles su marca “Made in Green”. En el sector de la alimentación, la ONG “Vida Sana” ofrece un aval para productos alimentarios naturales, biológicos y no manipulados genéticamente. A escala andaluza destacan ECOCER o AGROCOLOR, que son entidades constituidas como organismos de control y certificación en agricultura ecológica, además de la Asociación Valor Ecológico que también cuenta con el prestigioso sello “Ecovalia”. Asimismo, las organizaciones de fabricantes de acero, aluminio o cartón señalan con logotipos sus productos, especialmente en el caso de envases y embalajes, que cumplen con su reglamentación interna (“Ecoacero”, “Tetra Pak”, “Pro cartón”, “Alu”...).

2.3] Declaraciones ambientales En este grupo quedarían enmarcados todo tipo de símbolos y leyendas como “papel ecológico”, “libre de cloro”, “no altera la capa de ozono”, “amigo del medio ambiente”, y un largo etcétera. Se encuentran en casi toda la gama de productos y servicios y se caracterizan por tratarse de meras declaraciones de intenciones de respeto o inocuidad medioambiental, sin el respaldo de órganos independientes, ni compromiso fidedigno con legislaciones o protocolos ecológicos de ninguna clase.

Producto Verde

Papel Ecológico

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Mo altera la capa de ozono


3 la agricultura ecológica en andalucía: situación del sector La agricultura ecológica se puede definir de manera sencilla como un compendio de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales. El empleo de estas técnicas contribuye a la conservación medioambiental, la reducción de los costos de producción y permite obtener una renta digna a los agricultores y ganaderos. También puede definirse como un método de producción que pretende abordar sistemas ecológicamente equilibrados y estables, que deben ser económicamente productivos y eficientes en la utilización de los recursos naturales. 12


El origen de la agricultura ecológica moderna se remonta a Austria en 1924. Sin embargo, en España no se comienza a desarrollar hasta entrados los años sesenta. En nuestro país, en la década de los ochenta, estos cultivos ecológicos se ven asociados principalmente a movimientos alternativos y asociaciones ecologistas, quienes convierten la agricultura ecológica en una causa ideológica. La consideración que estas asociaciones y movimientos daban a la producción ecológica suscitaba una serie de problemas que pretendieron ser solucionados en 1985 con el Libro Verde de la Comisión. En esta publicación se hacía notoria ya la importancia de sustentar una producción agrícola que tuviera en cuenta la conservación del medio ambiente. Un año después de la publicación de este documento, se aprobaba el Programa Europeo de Apoyo a la Agricultura Biológica, donde la agricultura ecológica era reconocida políticamente a nivel de la Unión Europea.

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En España, la legalidad de estas producciones tuvo lugar años más tarde cuando en 1989 se aprueba el Reglamento de Denominación Genérica “Agricultura Ecológica» y su Consejo Regulador. Esto fue aplicado hasta el 1 de enero de 2003, fecha en la que entra en vigor el Real Decreto 1852/1993, que traspuso a la legislación española el Reglamento (CEE) Nº 2092/91 del Consejo sobre la producción ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimenticios. El Real Decreto 1852/93 fue el precedente legal para adjudicar a las Comunidades Autónomas el control de estas producciones ecológicas, conforme a lo instaurado en el reglamento comunitario. A partir del 1 de enero de 2009, se fija la nueva normativa comunitaria que regula la producción ecológica por medio del Reglamento CE 834/2007 del Consejo que anula el anterior Reglamento CEE Nº 2092/1991 sobre producción ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimenticios. A partir de la regulación de la Denominación Genérica “Agricultura Ecológica”, se estableció el Comité Territorial Andaluz de Agricultura Ecológica, convirtiendo a nuestra comunidad autónoma en pionera al dotarse de instrumento propio. Este comité pasó a denominarse después Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, una comisión a la que se delegaron los quehaceres de certificación y control impuestos en el Reglamento comunitario y que en la actualidad tiene carácter privado y un nuevo nombre, Asociación Valor Ecológico. Dentro de esta nueva etapa de crecimiento destaca la creación de

La producción ecológica en el territorio andaluz sitúa a la comunidad autónoma como líder en lo que a este sector se refiere.

la nueva marca de garantía Ecovalia, que incluye unas exigencias para la certificación en producción ecológica que van más allá de los requisitos que fija la Unión Europea y que obligan, además, a compromisos en materia medioambiental y de responsabilidad social. Entre otras cosas, para obtener el sello Eco-

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valia, las empresas y productores deben acreditar su responsabilidad medioambiental en aspectos como la gestión del agua y los residuos, el transporte, el uso de energías renovables y otros eslabones de la cadena de producción.

En Andalucía el número de industrias es bastante significativo en relación al conjunto español.

La producción ecológica en el territorio andaluz sitúa a la comunidad autónoma como líder en lo que a este sector se refiere. Andalucía cuenta con aproximadamente el 60% de la superficie ecológica española. De estos terrenos, excluyendo aquellos compuestos por bosques, montes y recursos silvestres, en torno al 37,9% del total corresponde al olivar, siguiéndole en importancia el grupo de pastos, praderas y forrajes que constituyen el 21,7% de la superficie ecológica. Desde 2001 el crecimiento de la superficie dedicada la agricultura ecológica ha sido constante, principalmente en lo referido a los cultivos de olivar, almendro y cereales (ubicados sobre todo en el oriente andaluz), seguidos de los pastos y forrajes para la ganadería (localizados mayormente en Andalucía occidental). Por otro lado está la producción hortícola, muy importante en cuanto a exportación de productos, siendo el tomate y el pepino los principales productos.

En lo referido al procesado y transformación de productos ecológicos, a pesar de que su crecimiento inicial ha sido lento, en los últimos años se ha producido un gran avance. En Andalucía el número de industrias es bastante significativo en relación al conjunto español. La producción estrella, de aceite de oliva virgen, se encuentra repartida por casi todo el territorio andaluz, excepto en Huelva, donde únicamente hay una almazara. Tras esta producción se encuentra la manipulación y envasado hortícola, que ha presentado un gran aumento en los últimos años. Destaca también el número de industrias dedicadas a las panaderías, confituras, mermeladas y miel. La distribución por 15


provincias de las industrias de procesado y transformación de productos en el territorio andaluz, concuerda en casi su totalidad con aquellas localidades donde este sector se ha visto más propiciado. El desarrollo de la agricultura ecológica se acentúa con la producción olivera principalmente en las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla. Sin embargo, existen algunos desequilibrios que impiden transformar y comercializar el volumen de aceite ecológico disponible en algunas comarcas. Ejemplo de ello es Huelva, donde hasta el año 2006 no existió ninguna almazara. Granada se constituye como una de las principales áreas en producción de frutos secos, dedicada esencialmente al almendro, junto con Almería. Otras provincias como Córdoba, Sevilla, Jaén y Cádiz destacan por su riqueza en dehesas. La designación de estos productos ecológicos se posiciona en la existencia de un mercado de fácil acceso, como es el caso de países europeos, además de un mercado interior poco desarrollado. Países como Alemania, Francia y Reino Unido son algunos de los destinos principales de productos hortofrutícolas y de aceite de oliva. Y hay que destacar también otros mercados receptores emergentes como Japón.

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4 características de los productos ecológicos Los productos ecológicos, también denominados biológicos, orgánicos o bio, se caracterizan por su obtención sin residuos químicos. La ausencia de productos químicos en la producción ecológica ofrece beneficios tanto para la salud de aquellos que los consumen, como para la salud ambiental. Protegen al medioambiente de sustancias contaminantes y dañinas, ayudando al mantenimiento de la cubierta vegetal y evitando la erosión de los terrenos donde se cultivan, además de mejorar la calidad del agua y del aire.

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La elaboración de alimentos por métodos naturales está acreditada por la certificación regulada tanto por la Unión Europea como por los Consejos Reguladores de las comunidades autónomas, encargados de garantizar la comercialización de productos que cumplan la categoría de “ecológicos”. Su especial forma de transformarlos y producirlos coopera con la protección medioambiental, utilizando recursos naturales como la tierra sin necesidad de presionar sus capacidades. Del mismo modo, contribuye a la mejora y el bienestar en la cría de animales alimentados con productos ecológicos, y de forma ecológica. Gran parte de esta producción ecológica la efectúan cada vez más agricultores y ganaderos asociados en cooperativas. Además de combatir los impactos negativos producidos por la agricultura industrializada, estas técnicas de producción natural fomentan la creación de empleo y permiten obtener más beneficios económicos a quienes las practican. La sostenibilidad medioambiental se ha convertido en una de las bases fundamentales de desarrollo rural en muchas de las comarcas andaluzas. El alto precio de algunos productos ecológicos, en comparación con otros productos derivados de la agricultura convencional, supone a veces, un obstáculo para su comercialización. Sin embargo, la diferencia de precios entre ambas modalidades de agricultura ya no es tan acusada como hace unos años en la mayor parte de los productos. Y también es necesario que el consumidor conozca las ventajas de adquirir productos ecológicos tanto para su bienestar físico como para el desarrollo de un sistema sostenible.

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4.1] Perspectiva de la producción. Desde la óptica de la producción ecológica, la agricultura y la ganadería han desarrollado un conjunto de técnicas cuyo propósito principal gira en torno a la conservación del medioambiente. La elaboración de productos a partir de métodos naturales, además de procurar un agrosistema sostenible donde las sustancias químicas, contaminantes y nocivas no tienen cabida, se aviene dentro de un contexto en el que se obtiene género suficiente para convertir esta producción ecológica en un hábito económico rentable. La aceptación de estos propósitos por parte de los productores ecológicos resulta imprescindible para, desde el punto de vista de control y certificaciones, ser considerados como operarios ecológicos. Pues, la certificación por parte de organismos reguladores les supone a los agricultores la dependencia de un conocimiento técnico sobre la reglamentación pública. Alguno de los principios básicos que rigen la producción ecológica se resumen en: • Una alimentación correcta del suelo mediante fuentes orgánicas. El suelo contiene una amplia fauna y flora que pende de la transformación de la materia orgánica y del ciclo de los nutrientes. Esto se consigue también con los excrementos de las lombrices, que disminuyen la acidez del suelo y favorecen el desarrollo de bacterias y otros organismos que aceleran la fermentación de los restos de vegetales y animales. Además de eso, el humus es un agente capaz de aumentar la fertilidad de los suelos, mejorando al mismo tiempo sus propiedades biológicas, físicas y químicas. • Los sistemas ecológicos se oponen a la explotación de monocultivos. Para el sustento y la recuperación de la materia orgánica y del rendimiento del suelo, en la producción ecológica la diversificación de las explotaciones juega un papel fundamental. Minimiza la incidencia de plagas y enfermedades. Esta diversificación implica también una disminución de los riesgos económicos de los operarios de agricultura ecológica, y contribuye a equilibrar los gastos.

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• El empleo de controles biológicos, sustancias naturales y prácticas culturales, entre otras, procuran una correcta alimentación de las plantas. Es importante un sistema de cultivos que permitan la existencia de una fauna variada. Así, la agricultura ecológica emplea un conjunto de métodos como el uso de sustancias naturales originarias de plantas o minerales, para conseguir el control de plagas y enfermedades. • La protección de los elementos del medio natural y la rehabilitación de los equilibrios biológicos es otro de los aspectos a tener en cuenta por parte de la producción ecológica. Por ello, mantener la vegetación natural y llevar a cabo un control de plagas y enfermedades es imprescindible en las fincas ecológicas. A éstas, corresponde el deber de ser arborizadas y mantener una vegetación natural. • La utilización de parcelas donde se cultiven varias especies diferentes, es otro hábito fundamental en la producción ecológica. El empleo de estas asociaciones de cultivo beneficia a la correlación entre las distintas especies, mejorando la producción y haciéndola más sostenible.

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4.2] Perspectiva del consumo. La demanda de productos ecológicos se particulariza, entre otros motivos, por el papel que juegan los consumidores en sus compras. Los compradores de alimentos ecológicos suelen realizar una elevada valoración de éstos. Los clasifican como productos de alta calidad, con buena presentación y escogidos por su elaboración sin el uso de elementos químicos. El consumo de productos ecológicos se sustenta, por tanto, por tres motivos claves: • La salud: la preocupación por el bienestar y la salud es un tema muy común entre los compradores de artículos ecológicos. • La naturalidad: la nula utilización de productos químicos repercute positivamente en el consumo ecológico. • El cuidado del medioambiente: la intranquilidad proveniente del Cambio Climático, se ve traducida también en una mayor preocupación por la conservación medioambiental. No obstante, la última razón explicada, está ligeramente infravalorada, pues, desde el proceso de elaboración hasta que llegan al consumidor final, muchos de las personas consumidoras no son conscientes del bajo coste medioambiental que tienen los productos ecológicos en relación a los productos industrializados. La decisión de consumir productos de este tipo se plantea como un proceso complejo que sucede en varias etapas. Desde que el consumidor localiza un producto ecológico hasta que lo adquiere, pasa por una serie de fases. El conocimiento y reconocimiento de productos elaborados mediante técnicas naturales se convierte en la primera etapa por la que ha de pasar la persona consumidora. Seguidamente, el consumidor realiza una evaluación del producto, por lo que la calidad, la presentación y la información contenida en el envasado han de ser claras para que éste adquiera el producto. La oferta, supone otro mecanismo influyente en la decisión de las personas consumidoras. 22


En ocasiones, se denuncia una escasa oferta de productos ecológicos y un elevado precio. Sin embargo, debido a su cuidadosa producción, la oferta de alimentos ecológicos no puede ser la misma que tienen el resto de productos, pues no pueden tener un carácter de oferta estable. Abogar por este tipo de consumo sostenible debería convertirse en un hábito asumido por toda la ciudadanía. Contribuir al sostenimiento de la biodiversidad a la vez de consumir productos saludables es una práctica beneficiosa no sólo a nivel individual, sino también a nivel colectivo.

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5 comercialización 5.1] Identificación de los productos ecológicos En la compra de alimentos ecológicos es necesario considerar una serie de aspectos que identifiquen al producto como tal. En ocasiones, las personas consumidoras son víctimas de la publicidad que emplean las empresas. Para evitar este tipo de confusiones, el consumidor ha de comprobar que en el etiquetado de los productos considerados ecológicos aparece lo estipulado en el reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CEE) nº 2092/91. En el mercado de la Unión Europea se distinguirán los productos alimentarios ecológicos con la etiqueta “Euro-hoja” que ya antes mencionamos.

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La nueva marca ecológica de la UE se impone obligatoriamente a todos los alimentos ecológicos envasados en la Comunidad, a excepción de aquellos productos no envasados que se importen con la categoría de agricultura ecológica o transformados con al menos el 95% de ingredientes de origen ecológico. Según lo establecido en el Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo, los términos “ecológico” y “biológico”, así como sus abreviaturas (“eco”, “bio”), podrán ser empleados en toda la UE y en cualquier lengua comunitaria para el etiquetado y la publicidad de los productos que cumplan los requisitos establecidos en el reglamento. Estas nomenclaturas deberán ir acompañadas de un código numérico correspondiente al organismo de control del que dependa el operador de la producción. Para evitar que la persona consumidora tropiece en errores de identificación a la hora de reconocer los alimentos ecológicos, y no equivocarla con cualquier otro que no siga todas las fases de producción ecológica, una vez determinado el nuevo logotipo de la UE, es fundamental que localice las indicaciones (anteriormente citadas) que informan sobre el origen de los ingredientes y el organismo que los certifica: 25

“AB-CDE-999”


Donde “AB” indica al consumidor el acrónimo del país; CDE se refiere a la producción ecológica, y 999 es la numeración del organismo de control: Todos los productos que contengan esta información se comercializan de acuerdo al Reglamento (CEE) nº 834/07 del Consejo que garantiza la confianza de los consumidores.

5.2] Entidades Certificadoras. La comercialización de un producto ecológico requiere de una tramitación peculiar de producción que garantice que ese producto ha sido elaborado realmente mediante técnicas naturales. La entrada en vigor del Reglamento (CE) Nº 834/2007 sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CEE) nº 2092/91, estipula que antes de comercializar un producto como ecológico, el operario que lo fabrique, almacene o importe, deberá informar sobre su actividad a las autoridades competentes del Estado miembro donde se realice la misma. Se impone a los organismos de control la Norma Europea EN 45011 sobre los <<Requisitos generales para entidades que realizan la certificación de productos>>, por la cual la dirección de la entidad de certificación con responsabilidad ejecutiva en materia de calidad, deberá definir y documentar su política de calidad, incluyendo los objetivos de calidad y su compromiso con la misma. Siendo los órganos competentes los encargados de informar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acerca de los operarios sujetos al control, todos éstos, a excepción de los mayoristas que sólo trabajan con productos envasados y aquellos que venden al consumidor o usuario final, deberán someterse a una verificación de su cumplimiento al menos una vez al año. Cada comunidad autónoma realiza sus funciones como órgano competente siguiendo el procedimiento que más le ha convenido. Andalucía ha optado por una actuación de control mediante entidades privadas de certificación. Se puede obtener información detallada del conjunto de entidades dedicadas a la certificación a través de la página web de la Junta de Andalucía: www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca. 26


Organismos de control a los que la autoridad competente les ha delegado las tareas específicas de control conforme al reglamento (ce) nº 834/2007 de producción ecológica .* SERVICIO DE CERTIFICACIÓN CAAE, S.L.U. SOHISCERT, S.A. AGROCOLOR, S.L. LGAI TECHNOLOGICAL CENTER, S.A. CERES CERTIFICATION OF ENVIRONMENTAL STANDARDS GMBH ECOAGROCONTROL, S.L. KIWA ESPAÑA, S.L.U. ECOCERT, S.A. BUREAU VERITAS CERTIFICACION, S.A. CERTIFOOD, S.L * Los datos aquí reflejados tienen carácter meramente informativo, pudiendo su contenido haber variado con posterioridad a la fecha de edición.

Esta relación de empresas encargadas de la Certificación de productos ecológicos se ocupan de controlar el curso de la producción realizando inspecciones técnicas en los espacios de cultivo, manipulación y fabricación. Mediante visitas rutinarias, comprueban que las marcas respetan las normas de producción. Tras este reconocimiento, el producto que cumpla los requisitos necesarios para obtener la condición de “ecológico”, adoptará el logotipo correspondiente a la entidad certificadora que realiza la inspección. En el etiquetado aparecerá por tanto el sello de la UE (“Euro-hoja” ) junto al propio de la empresa privada de control. Las entidades certificadoras cuentan con un sello que las identifica y distinguen. De la misma forma, en el resto de comunidades autónomas y de países se ejecutan pautas similares de diferenciación en el etiquetado de productos ecológicos. En Andalucía, se interviene a partir de lo dispuesto en el Decreto 166/2003 de 17 de junio, sobre la producción agroalimentaria ecológica en Andalucía. Así, las entidades son supervisadas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, siendo incluidas en un registro público las que cumplan los criterios de control y certificación determinados. 27


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