NOTA · Por MARCELO GABRIEL SAVA
Defensa Personal
e ll a c a l e
d y e La l
Hoy en día estamos a merced de distintas situaciones, que pueden llegar a ser muy violentas. Las técnicas de defensa personal son aplicables para contrarrestar una agresión, con el suficiente control sobre el agresor, causando el menor daño posible.
E
l sistema de lucha cuerpo a cuerpo establece programas específicos para la Defensa Personal. No tiene que ver en absoluto con las artes marciales de combate, pero sí se nutre de ellas para su entrenamiento y mejora técnica.
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Hoy en día existe un concepto inequívoco de lo que representa la Defensa Personal, totalmente diferente a la enseñanza de las artes marciales. La aplicación de las técnicas de Defensa Personal depende mucho de la normativa vigente en materia de seguridad en las leyes de cada país, las cuales pueden ser más o menos rigurosas. Los requisitos que deben cumplir las técni-
mente a las personas o que puedan matarlas.
técnicas, se establecen en función de lo permitido o no en materia de Seguridad. Desde este punto de vista se aplicarán técnicas de detención al paso por delante y por detrás e inmovilizaciones, según las circunstancias. En ningún momento se justificarán técnicas de luxación de cuello, fractura de cervicales, o técnicas que puedan lesionar permanente-
Las técnicas más utilizadas son las inmovilizaciones, las llaves de control con dolor, luxaciones, golpes de pies y manos, así como la estrangulación sanguínea, la única permitida en la Defensa Personal (se trata de los controles en los que deberemos tomar la cabeza y un brazo del agresor con nuestras piernas). No está permitido realizar una estrangulación respiratoria (cuando se presiona la tráquea, sobre la nuez) porque puede llegar a producir la muerte. Tampoco son de uso policial las estrangulaciones nerviosas, que son todas aquellas
que se realizan por presión o torsión del cuello, para fracturar las cervicales, produciendo la muerte. Se suelen emplear en tácticas de los comandos. Las estrangulaciones Sanguíneas (estrangulación por las solapas) son las únicas de uso policial, es decir, permitidas. Se emplean ante atacantes muy corpulentos, vigorosos, o para aquellas personas que están insensibilizadas por la droga, el alcohol, o por una crisis nerviosa. Estas técnicas de estrangulamiento, no deben de durar más de 10 segundos, provocando una lipotimia, para evitar riesgos mayores de carácter irreversible. Cuando empleamos las Artes Marciales, el objetivo fundamental es la derrota del atacante, infringiéndole daño físico para que no pueda volver a realizar nuevamente otro ataque. No obstante, algunas de estas Artes limitan el daño físico a un simple control agresivo, que será suficiente según las circunstancias. El fin último de la Defensa personal, es neutralizar al atacante y rematarlo con técnicas contundentes. No se trata de una pelea callejera, aunque a veces pueda parecerlo. El agredido deberá controlar la situación en todo momento para resolver en el menor tiempo posible, pues lo principal es controlar al atacante. Toda persona que emplee estas técnicas debe tener el suficiente autocontrol para llevar a buen término la resolución de la situación. Es de vital importancia mantener la calma y sobreponerse a las situaciones de peligro. Sean estas individuales, grupales, situaciones de pánico o agresión, la seguridad al accionar garantizará una actuación clara, racional e inteligente.
El instructor Marcelo Sava, V dan, en prácticas intensivas de defensa personal.
bilidades: La primera encaminada a permitir un control personal de la situación, que se consigue con una disciplina interna, con la aceptación voluntaria de los responsables y que es Cuando se habla de técnicas de fruto de la repetición cotidiana. autocontrol, se establecen dos posi- En un segundo plano, está el con
trol emotivo de las multitudes, cuyo objetivo es reducir y calmar la situación ante la aparición de una crisis. En conclusión, la defensa personal es una desición personal: lo hago o no, pero no hay espacio a dudar. • 8