OPINIÓN +
Organizaciones intergeneracionales: realidad del siglo XXI Raúl Vaca Bermejo Coordinador técnico de la Fundación Edad&Vida El cambio demográfico que estamos viviendo, y que se espera que alcance su punto álgido a mitad del presente siglo, cuando pasaremos del 20% actual al 30% de personas mayores de 65 años, viene determinado, en una de sus causas, por el aumento de la esperanza de vida de los individuos. Aunque lo realmente positivo son las condiciones que acompañan este aumento de la longevidad, y que van a modificar, si no lo están haciendo ya, el perfil e imagen tradicional que asociamos a las personas según envejecen. En términos de salud, además de prolongar la esperanza de vida se ha conseguido retrasar la aparición de problemas de salud graves y limitantes, en cuanto a independencia y autonomía. Es cierto que esto se ha logrado al cronificar ciertas enfermedades y patologías que hace únicamente unas décadas eran mortales. A nivel económico, se ha producido una mejora significativa en el estatus de las personas que envejecen hoy en día con respecto a las que lo hacían hace unos años. Esta mejora en los recursos económicos va a determinar, sin ninguna duda, el estilo de vida de estas personas y el acceso a determinadas opciones impensables para generaciones anteriores. En el plano educativo, las personas que envejecen hoy en día poseen un nivel elevado, que les ha permitido ser más críticos en todo lo que puede tener un efecto en sus vidas cotidianas y, además, piden tener un papel central en la toma de decisiones sobre aspectos que les incumban directamente. Dicho de otro modo, se han empoderado y exigen que se respeten sus decisiones y preferencias, quieren ser protagonistas de su vida. Finalmente, si nos centramos en sus condiciones y estilo de vida, se puede observar un aumento importante en el número de personas mayores que viven solas y de forma independiente con respecto a sus hijos. La gestión de la edad en el entorno laboral Es conocido por todos que este cambio en la distribución de la demografía actual implicará, inevitablemente, la necesidad realizar algunos cambios significativos en todos los niveles del funcionamiento de la sociedad, entre ellos, en el mundo laboral, si queremos mantener y optimizar los estándares de bienestar y calidad de vida alcanzados. Así, es de vital importancia que las organizaciones de todos los sectores desarrollen una adecuada gestión de 58 g Profesiones
la edad en sus plantillas, tal y como se indica en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 de la ONU: 'promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todo'. Este factor implicará una necesaria prolongación de la vida laboral de las personas. Además, será cada vez más normal que en una misma organización convivan hasta cinco generaciones diferentes: veteranos, baby boomers, generación X, generación Y o Millennials y generación Z. Cada generación presenta una serie de diferencias significativas. Cada una tiene sus propios ideales, sistema de valores y creencias que van a determinar la forma en la que entienden el mundo y, por supuesto, la forma en la que entienden y se relacionan con el trabajo y el mundo laboral.
Las personas mayores se han empoderado y exigen que se respeten sus decisiones y preferencias, quieren ser protagonistas de su vida Esta situación, no podemos ser ingenuos, presenta una serie de inconvenientes o dificultades que, en caso de manejarlas correctamente, pueden aportar diferentes beneficios que habría que tratar de exprimir al máximo. Lo realmente interesante es ser capaz de sumar e integrar las aportaciones positivas de cada generación. Es cierto que esto puede ser un reto en cuanto a la gestión de las nuevas necesidades de estas plantillas, como la adaptación de los puestos de trabajos al cambio en sus capacidades físicas y cognitivas, plantear mayores y mejores medidas de conciliación con la vida y necesidades personales, o formación específica en avances técnicos y tecnológicos, entre otras. Pero este esfuerzo de integración en el sí de las organizaciones repercutirá positivamente a su favor.
Lo realmente interesante es ser capaz de sumar e integrar las aportaciones positivas de cada generación nº 190 g marzo-abril 2021