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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ”
CAPÍTULO
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C
onflicto, enfrentamiento, violencia, guerra… Conflicto, mediación, construcción, transformación, paz… Dos de los extremos que pueden nacer de la falta de entendimiento. El primero conduce al endurecimiento de posiciones y a las armas y el segundo nos lleva al cambio a través de la mediación como uno de los procesos y valores más importantes de la vida en democracia. Ya el “I Congreso Mundial de Mediación” hizo notar en su documento final que las democracias de hoy no han sido capaces de producir modos de vida en los que impere la paz, el bien común y la justicia social y, por ello, la mediación es un importante camino para democratizar más nuestras democracias y que sus efectos positivos lleguen a los ámbitos familiar, educativo, barrial y laboral, reduciendo, además, el tiempo en la resolución de conflictos y abaratando los costos, logrando así que la gente de menores ingresos tenga acceso a diferentes beneficios. Desde la realización de ese primer congreso, los mediadores pudieron constatar, a través del intercambio de experiencias, que la violencia desestabiliza las estructuras de gobierno y obstruye la vida democrática. Frente a ello, la mediación sirve como una metodología eficaz para transitar hacia una cultura de paz a través de transformaciones continuas que comiencen en el individuo mismo, vayan hacia la familia, la escuela, el barrio y todo espacio natural en el que se pueda poner en práctica la mediación. Si bien todos parecen estar de acuerdo en esas premisas, lo cierto es que hay diferentes aproximaciones a los alcances del mismo concepto de mediación como se podrá apreciar en esta memoria que alberga el punto de vista de especialistas de talla mundial que estuvieron presentes en la ciudad de La Paz (Bolivia), para el “IV Congreso Mundial de Mediación”. El mundo ha sido testigo de cuatro congresos de mediación. El primero se realizó entre el 3 y el 30 de noviembre del año 2005
en la ciudad mexicana de Hermosillo; el segundo se efectuó entre el 6 y 11 de noviembre del 2006 en Tamaulipas (México); el tercero, entre el 24 y 27 de octubre de 2007 en Valparaíso (Chile) y el cuarto, entre el 10 y 15 de noviembre de 2008 en Bolivia. En el caso de Bolivia, la mediación aún es territorio por explorar. La fundadora de UNIR, Ana María Romero de Campero, recordó en más de una oportunidad en entrevistas con medios de comunicación que la Iglesia Católica, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo cumplieron el rol de mediadores y facilitadores en diferentes conflictos. Desde 1997, el país cuenta con una Ley de Conciliación y Arbitraje que define a la mediación y es sobre esa base que el Ministerio de Justicia creó un Centro de Conciliación que permite a las partes resolver sus conflictos antes de ir a un juicio, y en el ámbito privado, la Cámara Nacional de Comercio y el Colegio de Abogados también tienen centros de Arbitraje, con los que logran resolver una serie de disputas.
I. Frutos del congreso de mediación en México El “I Congreso Mundial de Mediación” concluyó con un pronunciamiento de 20 puntos que hacen hincapié en la necesidad de que se respeten los derechos del ser humano y se destaca la mediación como un importante método alternativo para la construcción de paz que permita a los países alcanzar verdaderas democracias.
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Todos los seres humanos tenemos derecho a convivir en paz y a dirimir nuestras diferencias a través de vías colaborativas, en las que invariablemente se privilegie el diálogo, la tolerancia y la deliberación.
2
La mediación, aplicada en todos los ámbitos en los que se suscitan conflictos, es una metodología eficaz que da ple-
35 na cabida a la autonomía de la voluntad, para que sus protagonistas hallen soluciones que permitan poner fin a su disputa.
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La evolución de la mediación, que deriva de las experiencias y de la capacidad de los expertos en esta metodología, ha permitido encontrar en su práctica principios y valores que la convierten en una vía vivencial y educativa, para que los actores del conflicto, además de gestionar de manera prioritaria el logro de sus intereses, experimenten el desarrollo de habilidades cognitivas y la comprensión de sus derechos naturales.
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Los principios y valores de la mediación la convierten en una vía que, en caso de incidir en las instituciones socializadoras fun damentales como son la familia, la escuela y la comunidad, está llamada a ser protagonista en la construcción de una cultura de la paz y de la concordia.
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En la medida en que la práctica de la mediación se generalice, y los mediados aprendan a negociar asociativamente y a experimentar el crecimiento y la transformación moral a la que apunta el modelo transformativo de la mediación, esta metodología se revalorizará como movimiento social y contribuirá al desarrollo de democracias reales en nuestra aldea global.
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Los congresos legislativos nacionales y estatales o sus equivalentes en los países democráticos tienen el compromiso de valorar la incorporación en sus textos constitucionales de los procedimientos colaborativos de abordaje de los conflictos y entre éstos, a la mediación, considerando su instrumentación en todos los ámbitos de la vida social.
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Es necesario profundizar en el estudio de los principios y ventajas de la mediación asociativa y ponderar su viabilidad como puente entre la mediación colaborativa y la mediación transformativa.
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La política tiene un impacto profundo y duradero en la sociedad en su conjunto, de ahí que nos pronunciamos porque las técnicas, ideas y valores de los distintos modelos de mediación incidan en la política, los políticos y las instituciones que los representan.
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Es de vital importancia la socialización de las ideas de la mediación y es, por ello, que nos pronunciamos por la participación de los medios de comunicación masiva en los movimientos de mediación y por la creación de instancias que faciliten la interacción entre éstos y los actores públicos.
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Al ser el municipio y sus equivalentes en el mundo la célula social básica de los estados-nación y por constituir una de las instancias más cercanas a la comunidad, éstos se convierten en el espacio ideal de la mediación.
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En virtud de que las relaciones interpersonales que en la actualidad rigen en las instituciones socializadoras son en sí mismas generadoras de conflictos, es necesario establecer cuáles son los aportes de la mediación para facilitar relaciones armoniosas en contextos en los que los conflictos sean gestionados democráticamente.
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Si bien la mediación en general incide en todos los ámbitos, es el núcleo familiar donde la mediación establece su real importancia para la construcción de una sociedad con relaciones armónicas en su dinámica estructural y funcional.
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Por cumplir los sistemas educativos de todas las naciones con una función socializadora fundamental, cuyo principal objetivo es el desarrollo armónico de la personalidad de los educandos, la mediación es una metodología eficaz para entrenar a todos los actores de la vida escolar en la solución colaborativa de conflictos mediante políticas públicas que impulsen el modelo de escuelas pacíficas.
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La comunidad y las organizaciones sociales, tanto formales como informales, incluidas aquellas que cumplen la función de control social formal, constituyen espacios propicios para desarrollar programas de mediación en los que se fortalezcan relaciones interpersonales y se recupere la calidad de vida de estos ámbitos de convivencia.
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En un mundo globalizado de interdependencia económica es necesario impulsar en los ámbitos de los negocios la mediación, de tal manera que en la mayoría de los conflictos de esta índole, sus actores acudan a la mediación como un espacio en el que además de resolver disputas derivadas de actos comerciales, se preserven relaciones que favorezcan vínculos futuros.
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En el ámbito de la justicia participativa y de la mediación comunitaria, consideramos valioso que para las poblaciones alejadas de las instituciones tradicionales de justicia se asienten casas de justicia diseñadas a la medida de las necesidades e idiosincrasias de los grupos humanos que la constituyen, sobre la base de que dichas casas ofrecen servicios multipuertas que son un punto de encuentro entre los canales informales de justicia alternativa y de derecho consuetudinario indígena y el sistema formal.
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Es necesario establecer planes de acción internacionales, nacionales y regionales que comprendan programas de protección integral a los menores infractores y víctimas que incluyan mecanismos de mediación y justicia restaurativa, tomando en cuenta su principio básico: restaurar el balance entre víctima-infractor y la comunidad, a fin de atender la necesidad de reparación del daño, la rectificación de la conducta delictiva y la prevención de su repetición, además de abreviar el trámite en aras del principio de economía procesal. Esos planes y programas se recomienda sean incorporados en las instituciones políticas de las naciones.
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El mundo globalizado, comunicado y en continuo cambio exige remodelar los sistemas de administración e impartición de justicia de las naciones, basándonos en un “nuevo escuchar”. Por lo tanto, la mediación en sede judicial debe ser prontamente radicada y puesta en marcha en aquellos lugares en los que no se haya instrumentado, en tanto que en la mediación se encuentra sin duda la esperanza y la posibilidad de que las personas accedan a una justicia pronta y expedita; además, buena parte de la población, por falta de recursos económicos, desconfianza, ignorancia o negligencia, no acude a los sistemas formales y ritualistas de procuración o de administración de justicia para la solución de conflictos. Sin lugar a dudas, el Poder Judicial debe ocupar el lugar que le corresponde en una sociedad democrática, abriendo espacio a la democratización de la justicia, a través de la resolución alternativa de conflictos.
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La mediación ha demostrado ser una práctica social que ayuda a la pacificación restableciendo la convivencia y la tranquilidad pública. Así, el paradigma de la justicia restaurativa, el delito y las infracciones al ordenamiento jurídico es considerado en primer lugar como un daño que las personas nos hacemos unas a otras. Por eso mismo es que instituciones como la Policía y la Procuraduría deben sumarse al movimiento de solución pacífica de conflictos, participando activamente, dado que son las que brindan atención en sus estadios más propicios y más próximos a la comunidad, posibilitando su prevención y manejo eficaz.
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Se enmarca la mediación penal como un proceso de justicia restaurativa o restauradora, donde las partes a sufrir algún tipo de delitos resuelven, colectivamente, cómo abordar las consecuencias del delito y sus implicaciones para el futuro. Esto configura un cambio de paradigma dentro de la justicia, la comunidad y el Estado, aplicando los principios de derecho penal mínimo. Así
37 se puede habilitar a la víctima, al infractor y a los miembros de la comunidad para que estén directamente involucrados frente al Estado, para dar una respuesta al delito.
II. Resultados del II congreso en México Del “II Congreso Mundial de Mediación” salieron 18 conclusiones entre las que se encuentra la solicitud de que la mediación sea incluida en todos los ámbitos del quehacer nacional. Los mediadores piden que se incorpore en los planes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de las naciones, la mediación como política pública y que integren a sus estructuras orgánicas centros o unidades de mediación para gestionar los conflictos que se produzcan en los ámbitos de su competencia. Estas son las conclusiones:
1
Universalizar la práctica de la mediación en la vida escolar incorporándola en el currículo y capacitando a todos los actores de la vida en las escuelas en esta metodología.
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La mediación familiar, escolar y comunitaria se debe establecer como política pública de prevención social primaria del delito.
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Las administraciones públicas de las naciones, y en particular de la República Mexicana que el próximo primero de diciembre entrará en funciones, deben incorporar en sus planes de gobierno la mediación como política pública, cuyas características favorecen objetivamente a la pacificación social y a una sana convivencia gregaria.
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Que se democratice la práctica de la mediación al privilegiarse la capacitación de mediadores pares en las instituciones socializadoras.
5
Que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial integren a sus estructuras orgánicas centros o unidades de mediación para gestionar los conflictos que se suscitan en sus ámbitos de competencia.
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Democratizar la práctica de la mediación a través de una formación sencilla, pero rigurosa de mediadores pares en todos los contextos de aplicación sobre la base de que la mediación entre pares es el aliado natural de los estados-nación en programas de pacificación social.
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Las instituciones convocantes y los congresistas se comprometen a difundir las ventajas de la mediación por las vías a su alcance, sensibilizando a los medios de comunicación masiva.
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Se solicita a los poderes judiciales que carecen de centros de mediación que diseñen las estrategias para que a la brevedad posible se pueda prestar este eficaz servicio de acceso a la justicia.
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Los proyectos exitosos presentados en ambos congresos como son la mediación entre pares en el contexto penitenciario (México), las casas de justicia (Argentina), la sanación de la víctima y la rehabilitación del ofensor (Estados Unidos), la mediación en instituciones de la salud (España) y procesos restaurativos en el abuso sexual de menores (Argentina), son un ejemplo de las ventajas de la mediación en contextos diversos, por lo que convocamos a la generación de nuevos diseños y proyectos.
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Se invita a asociaciones, institutos y centros del mundo de la mediación a que impulsen su práctica en contextos tales como: comunidades indígenas, migrantes, marginadas, etc.
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Se efectúa una formal petición a instituciones educativas para que incorporen a sus planes de estudios métodos colaborativos de solución de con-
38 flictos e institucionalicen programas de mediación.
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Las instituciones convocantes matrices se comprometen a diseñar un programa de evaluación sobre la práctica de la mediación en la sede judicial y en otros contextos, para que sea sometido a análisis en el seno del “III Congreso Mundial de Mediación” y del “VII Congreso Nacional”.
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La mediación comunitaria, como expresión participativa de la sociedad, refleja un contexto muy valioso de desarrollo para promover conciencia ciudadana y la cultura de paz.
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Es necesario concebirla y promoverla en el ámbito municipal, en la articulación con las organizaciones de la sociedad civil.
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Es indispensable generar los escenarios de formación y de acción para que los vecinos se apropien de esta inestimable herramienta de respeto, comprensión mutua y concordia social.
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En relación al sistema integral de justicia de adolescentes, se requiere la instrumentación de políticas públicas que impulsen el desarrollo social en su conjunto, y utilizar la mediación para potenciar un crecimiento y desarrollo armónicos.
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La mediación familiar es un antídoto eficaz contra la violencia que, con frecuencia, se manifiesta en el seno de esta institución.
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Ante la urgente necesidad de resolver el conflicto del Estado de Oaxaca, México, se conmina a las partes involucradas a privilegiar la atención a sus necesidades a través del diálogo y poniéndose a disposición de los protagonistas a expertos mediadores nacionales e internacionales comprometidos con la paz y la concordia social de así requerirlo.
III. Avances en el congreso de Chile Luego llegó el “III Congreso Mundial de Mediación”, pero de la mano de Chile. La declaración de Valparaíso, traducida a 11 idiomas, contiene importantes solicitudes a los países en los ámbitos de la familia y la escuela.
1
La humanidad tiene derecho a convivir en un ambiente de paz y armonía, y los estados-nación tienen el deber de producir condiciones objetivas para que esta legítima aspiración se convierta en realidad.
2
Los valores esenciales de nuestra naturaleza, que con el transitar de nuestra especie se amalgamaron en los derechos naturales y al tiempo en derechos humanos, integran el punto de partida de toda sociedad para guiarnos hacia la coexistencia pacífica.
3
La Organización de Naciones Unidas está comprometida en la convocatoria a todos los países para que promuevan, además del respeto y la práctica generalizada de los derechos humanos, la solución pacífica de los conflictos en todas sus manifestaciones y contextos.
4
Las constituciones políticas nacionales son espacios normativos en los que corresponde establecer las bases para el pleno y armónico desarrollo de la personalidad y el cultivo de relaciones fraternales, solidarias y cooperativas entre los seres humanos.
5
Cada país está comprometido a revisar la función social encomendada a cada una de las tres instituciones socializadoras fundamentales, con el propósito de evaluar si la familia, el sistema educativo y la comunidad están cumpliendo un rol armonioso y fortalecedor de los principios y valores en que se funda.
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Los estados-nación están obligados a diseñar e implementar políticas públicas destinadas a que la institución familiar, el sistema educativo y los espacios comunitarios que fungen como familia extendida, fortalezcan esa función social.
los modelos de mediación que se practican en la actualidad y extraer, atendiendo a la ideología que los sustenta, sus ventajas, pudiendo aplicar el que resulte apropiado al contexto en que nos desenvolvemos.
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Las instituciones y las organizaciones locales, regionales, nacionales e internacionales, para cumplir con sus funciones, necesitan metodologías que privilegien la solución asociativa de conflictos, en un contexto en el que los protagonistas privilegien el diálogo, la relación, el respeto a la diversidad, la tolerancia y la deliberación, en coherencia con las necesidades, principios y valores imperantes.
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La mediación, como movimiento de paz y concordia social, nos compromete con un nuevo enfoque en el que convergen la historia de los valores, de los derechos naturales y de los derechos humanos; la historia de las vías colaborativas de solución de conflictos, en especial la historia de la mediación y la historia de las habilidades sociocognitivas.
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La mediación, por sus principios esenciales, es decir, la voluntariedad, la confidencialidad, la imparcialidad, la neutralidad, la flexibilidad, la veracidad, la buena fe y la equidad, y por el perfil de sus operadores, es decir, la honestidad, la sensibilidad, la intuición, la asertividad, la empatía, la confiabilidad y la creatividad, es la metodología idónea para coadyuvar con los fines de las instituciones socializadoras.
9
La mediación es pertinente para democratizar la vida interior de las instituciones socializadoras, precisamente porque sus valores son los valores de la democracia, en cuyo núcleo encontramos el diálogo y, en consecuencia, el sendero que nos guía hacia el nacimiento y consolidación de democracias reales.
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La mediación integrativa nos convoca —más allá de ideologías políticas, corrientes filosóficas y credos religiosos— a que democraticemos su práctica, para que, en cualquier punto geográfico del planeta donde emerja un conflicto, aparezca en escena y su esencia pacificadora opere como antídoto contra su abordaje destructivo.
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Convocamos a que en nuestra aldea global, y en el contexto de la multiculturalidad, participemos todos en una cultura de la paz y de la concordia en la que la diversidad y las diferencias nos unan. La mediación no es una panacea, pero es una metodología probada de pacificación de las relaciones humanas.
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Nuestras relaciones son el reflejo de una cultura violenta o de una cultura pacífica, y nosotros somos los protagonistas de la trama societaria; en consecuencia, a nosotros nos corresponde elegir el rumbo.
La mediación tiene la cualidad de asociar a los protagonistas involucrados en algún conflicto para que juntos, en el contexto de su relación, aclaren sus percepciones, definan sus necesidades y experimenten, en este proceso vivencial y educativo, un crecimiento ontológico que restablezca o fortalezca, en su caso, sus relaciones.
IV. El congreso mundial en Bolivia
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Bolivia fue elegida como sede del “IV Congreso Mundial de Mediación” en el
Los mediadores estamos comprometidos a conocer y comprender
40 anterior encuentro realizado en Chile. Verónica Pacheco, parte del equipo de coordinación de UNIR, cuenta que entonces había postulantes de la talla de Argentina, España y Portugal y estos dos últimos tenían mucho potencial para convertirse en sede por el camino recorrido en el campo de la mediación. La posibilidad de que Bolivia entre como postulante se produjo gracias al acercamiento entre Ana María Romero y Jorge Pesqueira (Presidente del Instituto de Mediación de México), y también fue producto de las conversaciones sostenidas entre Antonio Aramayo Tejada (actual Director Ejecutivo de UNIR) y Pesqueira. Y no hay que olvidar a personalidades como Alejandro Nató, la Red de Mediadores, las intervenciones en diferentes ámbitos de personas que representaban a Bolivia y las publicaciones de UNIR. “Bolivia –continúa Pacheco- resultó interesante desde mi óptica por dos motivos: por un lado, el proceso de cambio que está viviendo con la llegada de Evo Morales a la Presidencia y todo lo que ello implica. Por otro lado, el hecho de que la mediación es un campo casi virgen en el país, ya que más se ha trabajado en temas de conciliación. Ambos elementos han convertido a Bolivia en un lugar interesante para llevar adelante el IV congreso, además, en éste se ha introducido la interculturalidad como un tema central del que se habla a nivel mundial. El libro de los Modos Originarios de Resolución de Conflictos que llevamos a Chile abrió muchas expectativas e interrogantes sobre las otras formas de resolver los conflictos. En los últimos años, Bolivia se ha convertido en un interesante espacio para reflexionar temas como la interculturalidad, la mediación y la transformación constructiva de conflictos. El impacto que ha tenido el IV congreso se percibe cuando personas que no trabajan en el área de conflictos han introducido en su lenguaje cotidiano el tema de la mediación”. Pero, en realidad, el “III Congreso Mundial de Mediación” al que hace re-
ferencia Pacheco no fue el primero al que asistió UNIR, puesto que según su fundadora, Ana María Romero, ya el entonces gerente Sociocultural de esa fundación, César Rojas, había asistido al II encuentro efectuado en México. “Yo asistí -recordó Romero- a un taller sobre Diálogo Intercultural dictado por la tunecida Fadhila Mammar y ahí conocí a Jorge Pesqueira, jurista mexicano que dirige el postgrado de Derecho de la Universidad de Sonora y que es uno de los impulsores de los congresos de mediación, primero en su país y luego a nivel mundial”. “Gracias al trabajo desarrollado desde la Universidad de Sonora —continúa Romero— en el congreso se calificó a ese estado mexicano como la capital mundial de la mediación y se creó el Instituto de Mediación de México que impulsó una ley para que el sistema de justicia de ese país incorpore la mediación como una fase previa al inicio de cualquier juicio. Así se ha logrado reducir drásticamente la retardación de justicia; alivianar la tarea de los jueces y dotar a la ciudadanía de un eficaz instrumento de resolución de controversias”.
A. La justificación “En todas las latitudes del planeta Tierra —indica la justificación del ‘IV Congreso Mundial de Mediación’— las personas, los grupos humanos, las comunidades locales y los estados-nación proclaman el inalienable derecho a la coexistencia pacífica, fundándose en cualidades inherentes a la naturaleza de nuestra especie. Sin embargo, cada día se nos dificulta más dar vigencia a esta legítima proclamación. Paradójicamente, la violencia sigue ampliando su cobertura en espacios de socialización como la familia, la escuela y la comunidad, así como en el resto de los ámbitos de interacción humana, y para nuestra mayor preocupación, entre estados-nación. El aumento de la violencia se encuentra inexorablemente conectado a inclinaciones mórbidas y alienantes de poder, cuyo ejercicio tiende a producir
41 vínculos de subordinación que frustran la praxis de principios, valores y fines a los que aspiran sociedades comprometidas con el advenimiento de democracias reales. La espiral de los conflictos entre los protagonistas de la trama societaria y su abordaje destructivo comprometen a los constructores de la paz con el diseño e instrumentación de planes, programas y estrategias de acción orientadas a contener y a revertir esta tendencia. En el seno de los tres congresos mundiales de mediación, cuyo lema es la mediación como vía hacia una cultura de la paz, hemos extraído de la esencia de esta metodología sus bondades, y paso a paso hemos producido su encauzamiento como movimiento capaz de producir un cambio de paradigma de una cultura de la violencia a una cultura de la paz. Nuestro reto es proporcionar a las sociedades contemporáneas instrumentos eficaces para que el poder, en lugar de emplearse para controlar, someter o dominar a los otros, se use para sumarse al de los demás y construir así vínculos entre personas, grupos o naciones, en los que se privilegie cotidianamente la asociación empática en el abordaje de los conflictos. En el III congreso mundial, el aporte más valioso de quienes participamos en este magno evento fue la Declaración de Valparaíso. Sin embargo, es largo el camino que debemos transitar para producir cambios significativos en las culturas de todos los continentes, de ahí la pertinencia del congreso al que ahora convocamos”.
B. Los objetivos generales Entre los objetivos generales del “IV Congreso Mundial de Mediación” están: promover las contribuciones de la mediación en el avance de la democracia; difundir y posicionar la temática en Bolivia y la región sudamericana; profundizar la temática de la interculturalidad y la mediación política en Bolivia; evaluar los alcances y avances de la mediación como movimiento de paz; proponer a los
estados-nación políticas públicas para democratizar la práctica de la mediación; evaluar los alcances de los pronunciamientos del “III Congreso Mundial de Mediación” y fortalecer el sustrato filosófico y científico de la mediación para que su cualidad de ser vehículo de pacificación y justicia social se consolide en todas las regiones de nuestro planeta.
C. Los objetivos específicos Ocho objetivos específicos fueron perfilados: ponderar las ventajas de la mediación en conflictos interculturales y plurinacionales; analizar los programas de la práctica de la mediación en contextos de alto riesgo y aportar elementos para consolidarlos; determinar los avances de las vías colaborativas de solución de conflictos en movimientos de contestación social pacífica y violenta, y la pertinencia de la mediación como la metodología más eficaz; revisar los factores que frenan las políticas públicas de pacificación social y estimular la práctica de la mediación como cauce apropiado para este fin; conocer casos sobresalientes de mediación en América Latina y otros países; sensibilizar sobre la importancia de la mediación en el contexto nacional y capacitar a mediadores nacionales de diversos sectores del país.
D. Organización y auspicios La Fundación UNIR y la Universidad de Sonora y el Instituto de Mediación de México velaron por el encuentro mundial. En Bolivia contaron con el apoyo del PNUD, el Defensor del Pueblo, la Universidad Católica Boliviana San Pablo, la Cámara Nacional de Comercio, el Congreso Nacional y el Ministerio de Justicia. ¿Cuál es la evaluación de la organización del encuentro?, se le preguntó a Ana María Romero. “Hay que decir que en todo plan exitoso confluyen diversos actores. Uno de los temas que más nos preocupaba era el del financiamiento del congreso. Por eso, puedo decir que la
42 viabilidad del proyecto se hizo realidad cuando la agencia sueca ASDI decidió coauspiciar el evento luego de conocer en detalle todos sus pormenores. Esto fue importante porque hubiese sido imposible que el congreso pudiera financiarse únicamente con los aportes de los asistentes y la contribución de UNIR. Este, que no es un detalle menor, contribuyó a hacer realidad esa elección que recayó en nuestro país. Ahora bien, fuera del manejo transparente de los fondos que recibe la Fundación UNIR de varias agencias de la cooperación, influyó en esa decisión el hecho de que Suecia es un país líder en el campo de la construcción de paz. Otras agencias como la suiza Cosude también dieron su apoyo, trayendo al congreso a alguno de sus mejores expertos como conferencista”. Otro hecho importante fue la organización del evento por parte de los coauspiciadores: el Instituto de Mediación de México y la Universidad de Sonora que se encargaron de asegurar la participación de al menos 18 conferencistas de tres continentes. Otros fueron sugeridos e incluso consultados inicialmente por UNIR como es el caso del profesor Johan Galtung, notable experto noruego en construcción de paz, mediación y conflictología, cuya sola presencia atrajo a muchísimos participantes del exterior. El temprano apoyo sueco permitió iniciar los preparativos del IV congreso en abril de 2008 y contratar tanto a una consultora logística, Diana Urioste, como conseguir el apoyo de pasantes y decidir por convocatoria la contratación de una empresa que pueda ocuparse de todos los pormenores del evento en sí. Ese mecanismo de organización a dos puntas (Bolivia y México) contó, a su vez, con un equipo experto que puso la Universidad de Sonora.
E. El maestro Galtung Expertos de Argentina, Colombia, Cuba, México, Perú, España, Portugal, Suecia, Suiza, Francia y Túnez llegaron a
Johan Vincent Galtung Bolivia para el encuentro mundial que fue inaugurado el 12 de noviembre a las 17.00 en el hotel Radisson de la ciudad de La Paz. Entre los expertos en mediación mundialmente conocidos estuvo Johan Vincent Galtung, sociólogo, matemático y científico social noruego. Este docente de universidades de Europa, América y Oriente, fue negociador en más de 40 escenarios de crisis en Ruanda, Afganistán, Corea, Irak, Irlanda del Norte. En 1959, Galtung fundó en Oslo el primer instituto de investigación sobre la paz, el “International Peace Research Institute”, del que fue su director durante 10 años. En 1964 creó la publicación de investigación sobre la paz “Journal of Peace Research”. Fue profesor de Investigación sobre Conflicto y Paz en la Universidad de Oslo entre 1969 y 1977. Ha colaborado extensamente con diversas instituciones de las Naciones Unidas.Ha desarrollado etapas y métodos para encontrar la paz. Hoy es Profesor de Estudios sobre la Paz en la Universidad de Hawai y director de Transcend: A Peace and Development Network y rector de la Transcend Peace University. En 1987 recibió el Premio Nobel Alternativo y en 1993 el Premio Gandhi. Sus investigaciones se han publicado en más de 100 libros.
43 El profesor Galtung llegó por quinta vez a Bolivia en noviembre del año pasado. Participó de manera activa en los talleres del precongreso. El 10 dio una conferencia magistral con el tema “Mediación y conflicto político”, ante un auditorio repleto y diverso en la ciudad de La Paz y el mismo día fue declarado por la Alcaldía paceña, junto a Jorge Pesqueira, Huésped de Honor en el Palacio Consistorial, en mérito a su trayectoria profesional en la que aportó a la pacificación en varios lugares del mundo, utilizando los métodos de la mediación y promocionando espacios globales de reflexión. Un día después, el 11 de noviembre, estuvo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde, además de conversar con los asistentes al precongreso, tuvo la oportunidad de reunirse con líderes y dirigentes vecinales del Plan 3000. En esa ocasión, el mensaje de Galtung fue de aliento para estos actores, a quienes comentó que lo importante es tener fe en lo que se hace y la creatividad suficiente para entender los conflictos y buscar soluciones, con base en la justicia social y los principios de igualdad y solidaridad entre las personas.
F. Precongreso en 6 ciudades El 10 y el 11 de noviembre de 2008, se llevó adelante la fase del precongreso de manera simultánea en La Paz, Sucre, Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y El Alto. A través de 22 talleres que duraron 12 horas, los expertos en mediación que llegaron a Bolivia desde diferentes puntos del planeta dialogaron con los asistentes, dando lugar a profundos y fructíferos análisis y debates. En La Paz se efectuaron ocho talleres: “Mediación y políticas públicas”, con la participación de los expertos Graciela Tapia (Argentina) y Ana Cabria Mellace (Argentina); “Mediación y justicia comunitaria”, con Carlos Rúa (Colombia); “Mediación internacional”, con Kjell-Ake Nordquist (Suecia); “Mediación universitaria: el espacio en el que se escuchan y
atienden todas las voces”, con Ramón Alzate (España); “Comunidad y conflicto social”, con Sergi Farré (España); “Violencia familiar, estrategias exitosas de la mediación en su abordaje”, con Antonio Fulleda (Francia); “Mediación comercial”, con Armando Castanedo (Cuba) y “Mediación en el sistema penal de justicia”, con Iván Ormachea (Perú). Cuatro talleres se llevaron adelante en la ciudad de Cochabamba: “Los conflictos en la comunidad y en la cultura”, con los especialistas Fadhila Mammar (Túnez); “Lineamientos teórico-prácticos de la mediación”, con Myriam Barrientos (Chile); “Mediación familiar”, con Marinés Suares (Argentina) y “Mediación y recursos hídricos”, con Giselle Huamaní (Perú). Santa Cruz fue escenario de tres talleres: “La construcción eficaz de consensos en sociedades democráticas”, bajo la batuta del maestro Josep Redorta (España); “Mediación familiar”, con Marinés Suares (Argentina) y “Mediación comercial”, con Christian Améstegui (Bolivia). En Sucre se realizaron tres talleres: “Mediación y conflictividad social”, con César Rojas (Bolivia); “Mediación en el sistema penal de justicia”, con Miguel A. Soto Lamadrid (México) y “Lineamientos teórico-prácticos de la mediación”, con Jorge Mercado (Bolivia). Tarija tuvo dos talleres: “Mediación comunitaria e intercultural”, con Alejandro Nató (Argentina) y “La construcción eficaz de consensos en sociedades democráticas”, con Juan Manuel Ávila (México). Finalmente, El Alto contó con dos talleres: “Violencia familiar, estrategias exitosas de la mediación en su abordaje”, con Silvia Sallard (México) y “Lineamientos teórico-prácticos de la mediación”, con Juan Carlos Vezzulla (Portugal).
G. Programa del encuentro mundial El congreso comenzó el 12 de noviembre en un céntrico hotel de la ciudad de
44 La Paz y fue clausurado el 15 del mismo mes. En él se efectuaron siete conferencias magistrales, foros de análisis dialéctico, diálogos filosóficos, se mostraron proyectos exitosos de alcance global y se presentaron libros. En la inauguración del encuentro internacional hicieron uso de la palabra el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, y los anfitriones del congreso: la fundadora y por entonces directora Ejecutiva de UNIR, Ana María Romero de Campero (Bolivia); el rector de la Universidad Sonora de México, Pedro Ortega Romero, y el presidente del Instituto de Mediación de México, Jorge Pesqueira. Después se produjeron las conferencias magistrales que fueron las siguientes: “La esencia de la mediación, cultura de paz y compromiso social” es el nombre de la primera conferencia magistral a cargo de los especialistas Graciela Tapia (Argentina) y Jorge Pesqueira (México). Después vinieron: “Mediación intercultural: abordaje eficaz de conflictos sociales”, con los conferencistas Carlos Giménez (España), Carlos Rúa (Colombia) y Fadhila Mammar (Túnez); “El poder y la mediación: los conflictos internacionales”, con Josep Redorta (España) y Kjell-Ake Nordquist (Suecia); “Mediación y sistemas educativos”, con Myriam Barrientos (Chile) y Ramón Alzate (España); “El elemento cultural en los conflictos político-sociales”, con Alejandro Nató (Argentina) y César Rojas (Bolivia); “Mediación política: el arte de construir consensos”, con Sergi Farré (España) y Juan Manuel Ávila (México); “Mediación y familia”, con Antonio Fulleda (Francia) y Silvia Sallard (México); y “Mediación y acceso a la justicia”, con Wilfredo Chávez (Bolivia), Juan Carlos Vezzulla (Portugal) y Miguel A. Soto Lamadrid (México).
H. Otras actividades Los expositores también estuvieron presentes en otras actividades como la visita nocturna a museos de La Paz; una cena de inauguración y un cóctel para la clausura del encuentro, entre otros.
V. A la hora de evaluar... Y llegó la hora de evaluar… Ana María Romero cree que “el Congreso dejó varias semillas en nuestro país. La primera fue el gran interés que despertaron los talleres del precongreso que se realizaron en seis ciudades capitales. La segunda, los acuerdos que surgieron como efecto de ellos. El Poder Judicial suscribió un acuerdo con la Universidad de Sonora que lo asesorará en la presentación de un proyecto de ley que incorpore la mediación en el sistema de justicia. Otro acuerdo fue suscrito entre la Universidad Católica San Pablo y la Universidad de Sonora, para apoyar una maestría en mediación y, finalmente, un acuerdo de cooperación suscrito por la Fundación UNIR Bolivia y la Universidad de Brasilia”. “Este IV congreso permitió —continúa Romero— que 2.523 bolivianos y bolivianas, que asistieron a los 22 talleres que se dictaron en distintos departamentos y al congreso en sí, conocieran de primera mano los avances y las posibilidades que se ofrecen al país en un tema que hoy por hoy es desconocido como especialidad. En la oportunidad se habló de los avances de la mediación en sede judicial, de la mediación familiar, la escolar, la universitaria, la intercultural, la política. En fin, se presentaron especialistas de primer nivel que también trajeron sus experiencias en la resolución de conflictos a nivel internacional y que hablaron de los desafíos que la situación mundial plantea a los mediadores”. Romero también evaluó lo que el Congreso enriqueció a la Fundación UNIR por cuanto “le ha dado el impulso que requería para ingresar en una nueva fase de su actividad institucional. En el Plan Quinquenal que ya está en ejecución se prevé acompañar procesos de gestión de conflictos y llevar adelante mediaciones cuando sean requeridas”. Las coordinadoras del evento en Bolivia, Diana Urioste, y de México, Graciela Frías Ojinaga, también tienen algo que de-
45 cir. En el primer caso, la evaluación es muy positiva e, incluso, Urioste hace notar que “todos los expositores estuvieron sorprendidos por la organización y los resultados”. Frías, coordinadora ejecutiva de todos los congresos mundiales, asegura que “la Universidad de Sonora y el Instituto de Mediación de México celebran los resultados del ‘IV Congreso Mundial de Mediación’ realizado en Bolivia, ya que hemos dado un significativo paso adelante en la consolidación de nuestro movimiento por una cultura de la paz y la concordia”. “Las instituciones anfitrionas —dice Frías—, encabezadas por la Fundación UNIR Bolivia y la Universidad Sonora y el Instituto de Mediación de México, ofrecieron un ex-
traordinario espacio y ambiente propicio para el cumplimiento de los objetivos y más allá, superar las expectativas planteadas”. En el balance mexicano queda “la satisfacción de la invaluable experiencia logística y de organización que en equipo hemos alcanzado; un activo perdurable que nos ha permitido lograr excelentes resultados, como ha venido sucediendo en cada uno de los congresos mundiales y que obrará a favor del mismo movimiento en los congresos futuros”. También quedan importantes retos, desglosados en las líneas de las conclusiones y del Manifiesto de Bolivia del “IV Congreso Mundial de Mediación”, que guiarán el camino de los mediadores de todas las latitudes.
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