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Diálogo filosófico: Ontología de la mediación y el cambio Jorge Pesqueira (México) MyriaM Barrientos (chile) Fadhila MaMMar (túnez) carlos giMénez (esPaña) José antonio quiroga (Bolivia) Moderadora: ana María roMero (Bolivia)


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” Ana María Romero Vamos a empezar estos diálogos que esperamos sean muy enriquecedores y nada acartonados. Si bien me han dado la posibilidad de hacer algunas preguntas, considero que lo mejor sería que las preguntas y las intervenciones sean espontáneas y surjan de la propia mesa. Ya conocen a todos los participantes, pero de todas maneras los voy a identificar para el público. Tenemos de derecha a izquierda a Jorge Pesqueira (México), Fadhila Mammar (Túnez), Carlos Giménez (España), José Antonio Quiroga (Bolivia) y Myriam Barrientos (Chile). Quiero pedir a Jorge que haga la primera contextualización.

Jorge Pesqueira La mediación evoluciona como una técnica enfocada a la solución de los conflictos. Estos últimos se miden como un problema y al mediador como un técnico que genera condiciones para que las partes encuentren soluciones, en tanto que nosotros estamos convencidos de que subyace a la mediación una riqueza inconmensurable. En lo personal, estoy convencido de que todos los seres humanos, independientemente de nuestros desaciertos en el espacio en el que nos encontremos, somos intrínsecamente bondadosos. Hace años, me sumergí en las grandes religiones de nuestra especie buscando un hilo conductor para ver si los valores absolutos son inherentes al ser humano, más allá de la cultura en la que le haya tocado vivir. Hice lo mismo con la evolución de la Filosofía y la Sociología. Después de ese largo transitar, estoy convencido de que si el ser humano es capaz de las más deleznables acciones, también lo es de los más excelsos y bondadosos actos. Sin embargo, en un libro que escribí que se llama "Cultura y Alienación", aludía a todo este nuestro entorno que determina en buena medida nuestro comportamiento. Nos ha resultado más fácil a las personas dejarnos llevar

por la corriente de la realidad que atrincherarnos en nuestra esencia y desde ahí volcarnos hacia nuestro prójimo, hacia las personas que nos rodean. Esa dificultad produce que en la vida cotidiana nos veamos unos a otros como contrarios. Y claro está, si en la vida diaria tenemos diferencias en cualquier ámbito, se necesita —precisamente porque no hemos sido habilitados culturalmente para ello— que alguien con la comprensión de lo que somos en esencia y la voluntad de construir pacíficamente nos ayude. Ahí aparece en escena el mediador comprometido con la paz y que, antes de lograr ese compromiso, ha avanzado hacia una paz interior a la que puede acceder precisamente porque — ustedes verán cuando se formen como mediadores— el aprendizaje les va a llevar a aprender a mediar con ustedes mismos.

Ana María Romero Gracias Jorge. Ahora, si me permiten, voy a presentar a José Antonio Quiroga, que viene por primera vez al congreso para participar en este diálogo. En primer lugar les diré que se trata de un miembro de la Asamblea de Constituyentes de la Fundación UNIR Bolivia, compuesta por 18 personalidades de todo el país. José Antonio tiene una licenciatura en Filosofía y es el Director-propietario de una de las editoriales más importantes. Se trata de la casa editora Plural que fuera de patrocinar la publicación de muchos libros en el campo de las humanidades, saca el quincenario Nueva Crónica. Quisiera darle la palabra y pedirle que haga de provocador...

José Antonio Quiroga No soy experto en el tema de mediación, soy un filósofo más bien aficionado. Lo que sí quiero es provocarlos a ustedes que sí son expertos en mediación. Es una reflexión que proviene de la filosofía, sobre todo de una experiencia de vida más que de una reflexión conceptual: tratemos de imaginar un Estado en el cual la mediación no es necesaria y, por lo tanto,


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” podríamos ahorrarnos este tipo de congresos y la capacitación tan meritoria que hacen ustedes para formar mediadores, técnicos en mediación… Ese Estado ideal tendría que partir de la ausencia de conflicto, o en todo caso, la de conflictos que se pueden resolver sin la necesidad de un mediador. Yo creo que la mayor parte de los conflictos es expresión de determinado estado de conciencia en el que la identificación con los principios, valores que uno sustenta, se anteponen al reconocimiento de la propia noción de ser. Digamos, una colectividad que quiere ser reconocida por los otros a partir de alguna identidad. Sé que el término de identidad es muy discutible, pero vamos a utilizarlo porque es el más cómodo. Parte de los conflictos surge del hecho de que colectividades y personas no se sienten debidamente reconocidas a partir de aquello que las diferencia, que les da la particularidad. Sería distinto si esto lo viéramos desde otro estado en el cual las identificaciones no son tan importantes y pueden desplazarse a otro plano y, entonces, reconocemos la existencia de un medio común entre los seres humanos en vez de anteponer aquello que nos diferencia y separa. Por tanto, la manera de evitar el conflicto sería reconocer que lo que nos une es más importante que aquello que nos separa, lo cual exige un trabajo de transformación interior. Creo que si pudiéramos tomar este reconocimiento de un bien común que es el hecho de compartir un solo mundo como algo inherente a nuestra noción de ser, la mayor parte de los conflictos no tendría razón de ser y, por tanto, la misión del mediador, por fortuna, no sería tan necesaria. Pero no sé cómo ven esto los expertos en mediación, porque creo que tienden a representarse el conflicto como algo inherente a la condición humana.

Fadhila Mammar Yo no voy a contestar esto ahora; pero me gustaría lanzar la reflexión sobre algo

que dijo Jorge (Pesqueira). Dijo que cuando uno decide entrar en el caminar de la mediación se encuentra en paz consigo mismo y yo pregunto: ¿Es así o hay que estar primero en paz consigo mismo para entrar en el camino de la paz?

Carlos Giménez Yo creo que lo segundo. Para mí la mediación no es un camino para la paz individual. A mí me ha mejorado la vida muchísimo, pero no la idealizo. Me ha dado mucha más paz el comprometerme social y políticamente con la gente más vulnerable y no sólo con la mediación. Esta última sirve para

Hay maneras de ver el mundo, hay costumbres que pugnan por ser reconocidas por primera vez y esto podrá ser visto como conflicto o no dependiendo de cómo miremos la Constitución”. (Ana María Romero).

algunas cosas, pero una de las cosas malas que podemos hacer es convertirla en una panacea, en una nueva religión. Me parece que lo mejor es buscar la propia paz por todos los caminos y creo que sí es verdad que se puede mediar mucho mejor desde la paz que uno tenga adentro. Quisiera añadir, ya que hablamos de filosofía… Estoy muy de acuerdo con lo que ha planteado José Antonio, me ha encantado: meternos más en lo que nos une, no en lo que nos separa. De todas formas, José Antonio, cuando hablamos del individuo y Jorge, cuando lo hacemos de la persona, yo creo que somos seres,


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” creo que todos estamos de acuerdo en que somos seres sociales. Yo voy a partir de la filosofía de la praxis para hacer un comentario muy breve. Somos personas que viven en un mundo concreto en el que si no existieran desigualdades, las diferencias no serían utilizadas para la desigualdad. Ser hombre o mujer es simplemente una maravilla, pero hemos convertido esa maravilla en sistemas de dominación del hombre y en sistemas de paternalismo y de machismo. Las lenguas son una maravilla; sin embargo, hemos convertido la lengua incluso en algo prohibido; el eje de la similitud y la diferencia lo hemos convertido en horroroso por las desigualdades. Creo que las cuestiones son: la riqueza, el poder y el prestigio. Yo en eso sigo siendo marxista o cristiano, pero el cristiano del Jesús de la lucha absoluta contra la desigualdad. Entonces, la pregunta que sí quiero formular a los compañeros y compañeras: ¿La mediación puede ser un instrumento de cambio social, cuándo y cómo?

Myriam Barrientos Sobre lo que han dicho mis compañeros hay cosas que quiero retomar, resumir. A José Antonio quiero decirle que es cierto que hay que pensar que así como nacimos tan distintos unos de otros, a pesar de ser hermanos incluso sanguíneos, vemos las cosas de manera distinta y, en ese sentido, podemos tener diferencias; por lo tanto, yo insisto en que el conflicto es inherente a la sociabilidad. En el otro tema: ¿Estar en paz es condición para ser un mediador? Pienso que es un elemento vital porque según los principios que rigen a la mediación, ésta debe ser imparcial y tener la conciencia de atender al otro. Todos estos elementos son mucho más viables si el mediador como persona tiene inquietudes consigo mismo. En cuanto a si la mediación puede ser un instrumento de cambio social, pienso que es un elemento muy necesario. En la actualidad, estamos presos de muchas

situaciones de egoísmo, individualismo y no miramos al otro. En ese sentido, la mediación tiene la oportunidad de cambio, de transformación, de crecimiento.

Jorge Pesqueira Creo que es importante destacar algunos puntos. Cuando me refiero a las grandes religiones que han guiado los derroteros de la mayoría de los seres humanos, no dejo de lado que son construcciones realizadas por nosotros mismos; sin embargo, cuando uno mira distintas corrientes filosóficas se percata de la colisión entre éstas. Si nos remontáramos por ejemplo a 4.000 años atrás, si accediéramos al Libro de los Muertos en el antiguo Egipto o si nos pasáramos a los persas o continuáramos transitando y leyéramos La Tora judía o los evangelios cristianos o el Corán musulmán, encontraríamos hilos conductores y uno de ellos es la afirmación de que los seres humanos somos intrínsecamente bondadosos. Otro aspecto importante es que si bien es cierto que cuando llegamos al mundo muchos factores concurrren para que, en el transitar por la vida, cada uno tenga su propia historia fraguada en su propio contexto, existe la posibilidad —precisamente por esa cualidad que nos es inherente— de transformarnos y transformar el medio que nos rodea. La mediación no es una panacea; pero no hay duda de que quien vive en conflicto con los demás y consigo mismo difícilmente podrá sanamente coexistir con los demás sin lastimarlos o dañarlos. Los grandes conflictos que han producido también grandes conflagraciones mundiales son internos y pueden tener connotación ideológica o no. Si viéramos esos conflictos internos desde la óptica psicoanalítica, veríamos que se trata de un yo zarandeado y superado por el súperyo y el ego, y busca alienadamente realizarse a través de lo que hay afuera. En ese caso, lo que podamos hacer a nivel de mediación interpersonal sin ninguna connotación ideológica puede ser un primer gran paso.


“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” La mediación brinda técnicas, cajitas de herramientas muy simpáticas como las de un plomero; la mediación como filosofía da al ser humano elementos para aclarar su ser interior y no desde el punto de vista espiritual, sino a través de la psicología cognitiva. Las habilidades cognitivas como la empatía, una vez proyectadas, pasan a ser parte de nosotros, y aunque con cualquier jabón quisiéramos deshacernos de ellas, ya no podríamos. Cuando el ser humano es creativo y empático consigo mismo y lo es con los demás, y cuando lleva ese mensaje y aprendizaje al proceso de mediación, ésta puede ser un instrumento de cambio sin ser una panacea.

que la mediación permite medir el grado, la dimensión que puede tener el ser humano para colaborar, porque finalmente cualquier conflicto se resuelve sobre la base de la cooperación. ¿Cuáles son esas dimensiones colaborativas que encierra un ser humano? ¿Qué pasa si un mediador logra incidir en una de las partes, mientras la otra se encierra. ¿Cuál es tu experiencia Carlos?

Carlos Giménez Voy a referirme desde el ángulo cultural… Yo creo que la colaboración intercultural es fundamental para que la

Fadhila Mammar Yo no sé ni por qué se preguntan esto de crear cambio social, cuando pretendemos cambiar las relaciones y mejorar situaciones; cuando en la mediación familiar estamos construyendo el futuro; cuando estamos trabajando para que los niños de un divorcio no se queden desgarrados; cuando estamos intentando devolver la dignidad a una persona encarcelada y la preparamos para salir de la cárcel un poco más saneada y cuando digo saneada no le pongo allí un enjuiciamiento a la sociedad. Cambio, para mí es cambio, y cuando estamos trabajando para que la comunidad se repare dialogando, estamos cambiando; pero, además, cuando trabajamos en mediación intercultural… Carlos, no hemos parado de decir que el proyecto intercultural es un proyecto político; en ese sentido, me gusta decir que la mediación intercultural no es para nada neutra, porque vamos a lo que vamos y vamos por cambios en las relaciones, intentando que se puedan reducir las desigualdades, por lo tanto, definitivamente, sí.

Ana María Romero Sin duda que la mediación tiende a resolver una serie de conflictos grandes o pequeños; pero también podemos decir

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No hemos parado de decir que el proyecto intercultural es un proyecto político; en ese sentido, me gusta decir que la mediación intercultural no es neutra, porque vamos por cambios en las relaciones. (Fadhila Mammar).

relación no sea de exclusión, de racismo, sino de convivencia. Mi experiencia, como antropólogo y persona que ha sido transformada al conocer compañeras y otros del equipo, es la siguiente: si los que somos de culturas o civilizaciones más dominantes como las occidentales tuviésemos la capacidad de escuchar atentamente al otro para captar lo que nos puede aportar… Voy a poner tres ejemplos: voy a contestar desde el budismo, voy a contestar como hombre maya y voy a contestar como hombre andino. Primer ejemplo: Si hubiera un budista aquí —creo que en la sala habrá algu-


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” nos—diría que hay cuatro estados mentales: estados nocivos que ya están en la mente y estados nocivos que van a venir; pero también hay estados buenos que están en la mente y otros que podemos fomentar. ¿Qué dicen los budistas? Que hay que suprimir y evitar lo malo que puede entrar, y conservar y fomentar lo bueno que no ha llegado. Dirían que hay que suprimir las causas del conflicto y esto se ha dicho en este congreso cuando se habló de la mediación preventiva. La mediación no es sólo resolver los conflictos, sino una serie de actividades que hacen posible que cuando surgen, se los canaliza bien. Y dirían que hay que conservar lo bueno. ¿Qué tenemos que conservar? Eso que cada uno de nosotros suele hacer con su conflictividad todos los días en buen plan. Yo entiendo por paz que sé llevar mis conflictos con honestidad, porque paz no es que yo no tenga conflictos, porque si es así tenemos una contradicción total: decimos que el ser humano es conflictividad, lo ha sido y lo va a ser siempre porque somos seres relacionales, entonces, la cuestión no es si algún día no habrá conflicto, sino si algún bendito día los conflictos no serán armados ni tan duros, ni contra los niños, ni contra las mujeres, ni tan bestiales y los que haya los sabremos regular democráticamente. Esa es la sociedad en la que yo quiero que mis hijos vivan y por la cual lucho, una sociedad en la que los conflictos no desgarren. Si le hablamos a la gente de la paz como si fuera la perfección, estamos creando una expectativa infundada, porque la paz en ese sentido no existe. Los budistas y tantos entes orientales lo tienen claro. Y finalmente yo diría que hay que fomentar lo que no está fomentado: una cultura mediadora, una cultura cívica del conflicto, una cultura de paz que vaya sobre todo desde los gobernantes —que son los que menos se acercan a ella— hasta aquellos del pueblo que siguen a los gobernantes malos, porque la cultura de no paz está en todas partes; pero la mayor responsabilidad es la de los gobernantes deshonestos y la gente que les sigue y que luego vuelve a votar por ellos.

Segundo ejemplo: contestaré como hombre maya porque los mayas dirían maravillas. Ellos dirían "cabal buif", "cabal buif", "cabal buif", que significa doble mirada, doble mirada, doble mirada. En concreto, hay que ver la conflictividad universal del ser humano y, al mismo tiempo, ver su especificidad. Tenemos que tener la flexibilidad, eso lo saben los mayas, de que cada cosa es cada cosa, pero todas son lo mismo. Para los occidentales, las cosas son esto o lo otro, mientras con los mayas he aprendido: "Gracias por darme esto porque ahora soy más", pero para esto hace falta dejar de ser occidental, dejar de ser asimilacionistas, dejar de creer que tu cultura es la mejor. ¿Y qué diría la maravillosa cultura andina en nuestro tercer ejemplo? "Compañero, te olvidaste de la naturaleza y de la comunidad. Te crees el centro del universo. Estás totalmente perdido". Ese ego, ese individualcentrismo que tú muy bien planteas (le dice a Ana María Romero) tan propio de alguna gente que no es occidental, es capitalista, para qué le vamos a llamar occidental, es capitalista y es: "Yo voy a acumular todo lo que pueda y tú conseguirás menos que yo. Dime cuánto dinero tienes y te diré quién eres", eso lo ha creado un sistema al que no hay respuesta para mejorarlo.

José Antonio Quiroga Me gustó eso de la mediación preventiva, porque creo que ahí hay un terreno muy fértil que tiene que ver con esto que dije al inicio: una manera de evitar los conflictos antes de que se produzcan es generando esa cultura de paz. No creo que pueda provenir de otro lado que no sea del reconocimiento de nuestra comunidad, de nuestra condición común. En una sociedad tan fragmentada como la boliviana, se toma como un avance el reconocimiento de las identidades culturales colectivas que estaban insuficientemente reconocidas antes, mientras ahora tienen incluso una expresión en el proyecto de Constitución de una manera mucho más


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” enfática que antes. Pero sabemos que ese reconocimiento de una identificación cultural, que es la fuente de nuevos y muy grandes conflictos porque fomenta la separación y las nuevas maneras de discriminación sobre la base de identificaciones étnicas que no son elegidas. Uno no elige la etnia en la que le ha tocado nacer, de manera que lejos de estar previniendo un conflicto, el supuesto reconocimiento igualitario de derechos para todos puede ser, más bien, un factor de exacerbación de diferencias que son artificiosas. Por eso digo que una de las labores de ustedes tendría que incidir en esa transformación subjetiva que consiste en reconocernos como partes de un todo. El conflicto surge en el momento en que nos separamos del todo, y en el que el ego comienza a acumular unos atributos y quiere ser reconocido como algo distinto.

en cuenta y que tienen que ver, precisamente, con el tema intercultural sobre el que hubo interesantes exposiciones.

José Antonio Quiroga Sin ánimo de entrar en polémica porque no es un debate, hay definitivamente diversas maneras de evaluar el reconocimiento de las diferencias culturales, obviamente que existen y es mejor que el Estado y la sociedad les den su lugar; pero, ¿cuál es ese lugar? Ahí está la diferencia. ¿Ese lugar preponderante es la identificación principal, sin cuyo reconocimiento entramos en conflicto? O es un da-

La manera de evitar el conflicto sería reconocer que lo

Ana María Romero Obviamente lo que planteó José Antonio da para un debate. Creo que la diversidad es una riqueza y no deberíamos tener una prevención frente a lo diferente. En nuestra Constitución hay un reconocimiento a lo que ya existe; no es que se está inventando algo, no se ha dicho: "Bueno, a partir de hoy incluyamos a tantos pueblos". Son pueblos, son culturas que ya existían y que no son puras, pues todos estamos mestizados y revueltos, pero tienen raíces que se pierden en el tiempo. Lo que se ha hecho es simplemente reconocer a esa matriz original que es parte de la construcción de lo boliviano y que se había venido rescatando sólo en su vertiente folklórica. Ahora bien, hay maneras de ver el mundo, hay lenguas, hay costumbres que han sido reconocidas por primera vez y esto podrá ser visto como conflicto o no, dependiendo de cómo lo miremos. Para algunos la nueva Constitución va a ser una fuente de conflictos; pero para otros va a ser un mecanismo de resolución de un conflicto ancestral. Hay muchos elementos como éstos que considero que se deben tomar

que nos une es más importante que aquello que nos separa, lo cual exige un trabajo de transformación interior y subjetiva. (José Antonio Quiroga).

to porque las identificaciones son cambiantes. Por ejemplo, no sé si para un aymara la lengua es lo más importante e, incluso, no es lo mismo ser un aymara varón que una aymara mujer. Creo que el reconocimiento de la diversidad es un dato de la realidad, no un derecho. A lo que sí tenemos derecho es a ser reconocidos y a generar nuestras opciones de políticas públicas y de ordenamiento constitucional a partir del reconocimiento de nuestra común pertenencia a un solo mundo y eso es lo que estoy extrañando. Tú dices que no te gustaría vivir en ese mundo que estoy


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” propugnando, pero yo no me refiero a la homogeneidad, sino a la igualdad.

Myriam Barrientos Quiero ir a un ángulo diferente que no se ha tocado aquí, porque siento que nos entrampamos mucho en todos estos conceptos y en las situaciones de análisis cuando en realidad el mundo de hoy lo que necesita es ser proactivo para vivir mejor. Yo creo que nadie la quiere pasar mal y, en ese sentido, buscamos elementos necesarios para vivir mejor, para tener un cambio, ahí es donde podemos aportar y tener menos resistencia. Tal vez en nuestra generación los adultos siguen siendo más resistentes a todos estos conceptos y transmitimos todo un lenguaje de cultura de violencia que lamentablemente los niños lo copian. Si uno mira el cambio de conciencia que ha habido respecto al cuidado del medio ambiente, los niños son los primeros que ven el cuidado del suelo, que no se tire un papel al suelo. Yo creo que los jóvenes y los niños de hoy tienen una mirada de cuidado con el medioambiente y protección a los animales, valores importantes. Han intentado culturalmente una mirada de dignidad para el mundo y han utilizado la globalización para comunicarse y ver cómo vivir mejor. En ese sentido, yo siento que la cultura puede ser aprovechada si nosotros cambiamos nuestro lenguaje y sentimos que la felicidad al final es la plenitud de estar bien consigo mismo y la paz, estar con el corazón quieto; aunque haya mucho miedo y dolor. Podemos superar un poco la diversidad de conceptos para aceptar que en la diversidad también se puede convivir.

Fadhila Mammar Yo debo llevar dos preguntas de retraso… Ana María, sobre la colaboración, ¿el ser humano tiene o no predisposición a la colaboración? ¿Será cultural, Carlos? Yo creo que en los seres humanos está la capacidad para colaborar como

también el afán de competitividad y esto es bueno y es malo, es malo cuando eso te lleva a pisotear al otro y es bueno porque así hemos sobrevivido. En cuanto a la colaboración, creo que la estimulamos o no la estimulamos. Voy a contar una anécdota que mi amiga Graciela Tapia, que está aquí, me contó cuando fue a vivir unos meses con su hijo en una comunidad indígena de México. Su hijo, como ella estaba trabajando allí dos o tres meses, fue a la escuela de la comunidad indígena y el profesor planteó un problema. El hijo de Graciela que está educado en una escuela de corte occidental, la que todos conocemos, estaba escribiendo la respuesta y vio que el compañero de al lado le miraba la hoja y, entonces, él empezó a tapar la hoja, y levantó la mano y le dijo al profe: "Me está copiando", y la respuesta del profesor fue: "No, no te está copiando; le estás dando tu saber, porque lo que tú sabes tiene que ir hacia todos los demás". Entonces, uno estaba estimulando a no colaborar y el otro sí estaba estimulando a colaborar. Creo y añado otra idea, que las personas nos movemos por intereses y eso no es malo tampoco, interés no sólo económico, yo quiero estar contigo porque me haces bien, ese es un interés. Sin embargo, lo que no hemos sabido enseñar y lo que se está viendo ahora con la mediación es que si tengo más interés en colaborar, gano más y me hace bien.

Jorge Pesqueira Yo diría que teológica, filosófica y sociológicamente, si en el texto de las normas fundamentales de todas las naciones democráticas del orbe el tema de la igualdad no es materia de discusión, esa sería una base con la cual los aquí presentes podríamos interactuar. Por otra parte, coincido plenamente en que la mediación intrapersonal e interpersonal, grupal, de relaciones, es más oportuna cuando los problemas se atienden oportunamente. Fadhila decía claramente que en la familia lo deseable sería que conviviéramos en


“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” un ambiente de armonía y que si hay un conflicto, bienvenido, porque lo podemos gestionar asociativa y democráticamente; podemos producir un consenso y hasta sentirnos mejores porque nos sentimos escuchados. Muchas veces en conflictos familiares, tras estar bajo el mismo techo 15 ó 20 años, una pareja por primera vez se escucha en un proceso de mediación y por ello surgen preguntas como: "¿Y así era como tú pensabas?". La gran diferencia es que si oportunamente con mediación preventiva se hubiera hecho algo, esa familia se hubiera preservado, independientemente de su composición. Pero, claro, ha llegado el tiempo en que la rutina ha echado por la borda la posibilidad de que se preserve esa relación y ¿qué será de los hijos? En Latinoamérica, donde somos expertos en convertir a nuestros hijos en armas o escudos, habrá que ver qué les espera como seres humanos, porque los convertimos en instrumentos de confrontación. Indudablemente, en cualquier espacio, la escuela y otros contextos, la profilaxis de la mediación tiene un enorme valor. Depende del compromiso de nosotros y de cómo ponderemos lo que vale y lo llevemos a esos contextos. Estoy absolutamente convencido de que en la medida en que trabajemos en un proceso de desalienación, también nosotros podremos convertirnos en verdaderos activistas de un mundo mejor. Al entrar en las entrañas de la mediación y extraer de ella su savia y disponer de la misma entre unos y otros, seguramente se hará de este mundo, uno mejor.

Carlos Giménez En el mundo de hoy, con la pobreza que hay, yo no podría decir nunca a la gente que lo económico no es importante. Quiero entender que Jorge ha hecho hincapié en el problema de que algunos valores se coloquen como únicos o centrales, pero no hay que olvidar que el hombre y la mujer son personas con necesidades. Yo creo que los intereses son legítimos y las necesidades deben ser satisfechas. El

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problema está en que algunas personas acumulan y aunque yo critique la acumulación capitalista, en realidad la practico; entonces, muchas culturas del mundo nos dan auténticas lecciones de reciprocidad, de redistribución y esto lo digo sin idealizarlas. Yo quiero sugerir tres cosas: la primera es que es muchísimo mejor un mundo como Bolivia porque hay más opciones, por cuanto la diversidad cultural te permite que haya más opciones, concepto fundamental de desarrollo humano porque hay muchas formas de ser y de sentir. La segunda cosa es que la diversidad cultural es un espejo maravilloso, porque vivir só-

Muchísimo mejor un mundo como Bolivia porque hay más opciones, por cuanto la diversidad cultural te permite que haya más opciones, concepto fundamental de desarrollo humano. (Carlos Giménez).

lo mirándose al ombligo no es bueno, mientras que vivir con otros en interacción te hace espejo; toda cultura debe ser cambiante y rica. Y la tercera es que cuando hay diversidad cultural podemos tener una idea más apropiada de la naturaleza humana; cuando hablamos de la humanidad debemos ser muy humildes porque nadie sabe lo que es eso, lo sabemos porque es exactamente igual que tú. Yo aquí aguardaría un silencio porque si la mediadora o mediador piensa para adentro, si tú eres toda la humanidad ¿qué tal está la humanidad? Y aquí sí hilo muy bien con lo que dice Jorge sobre el


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” cambio individual; pero desde esa perspectiva de sentirnos responsables. Pero por otro lado, ¿qué es el ser humano? Hay tantas respuestas a eso como civilizaciones y culturas. Entonces, oírnos unos a otros nos va a dar una visión muy rica. Yo quisiera acabar con algo en lo que estoy muy de acuerdo y también en desacuerdo con José Antonio, y es el reconocimiento de la identidad cultural en Bolivia tal como figura en la Constitución. Yo creo que es maravilloso y un paso histórico; pero siempre y cuando antes del reconocimiento de cualquier diversidad se enfatice una y otra vez lo común que en este caso son los derechos humanos y la Constitución los incluye. Aunque la cuestión será ¿cuál será la lectura de la Constitución? Si en la lectura se va a ver de gestionar el país desde la lógica común de los derechos humanos y de los derechos individuales de todos y, en ese contexto, se respetan las diferencias, una cosa lleva a la otra; es lo mismo, la igualdad y la diferencia, porque son dos caras. No puede haber igualdad sin el respeto al otro, a lo que cada uno es y la diferencia al final no se puede respetar si no es en un marco de igualdad. Es dialéctico y son las dos cosas. Por ello, ojalá que Bolivia no caiga en el error de otros países de indígenas-no indígenas. En el mundo indígena hay aymaras, quechuas, guaraníes y dentro de los quechuas hay ricos, pobres, mujeres, hombres; cada persona es la expresión genuina de su cultura, lo que manda es el individuo y cómo vive. Por eso, no hagan ustedes un enfrentamiento, un binomio, como si Bolivia fuera indígena-no indígena, eso es tan pobre, eso no refleja en absoluto la vida cotidiana que es muchísimo más rica. Si se lee como inicialmente planteaba, la Constitución va a ser muy positiva. La cuestión es la lectura desde lo común que son los derechos humanos, la naturaleza humana, los derechos de la persona, las necesidades satisfechas, el estado de bienestar, el desarrollo común, la cultura de los derechos, la ciudadanía… Ne-

cesitaría toda la tarde para hablar, porque estoy de acuerdo contigo, somos parecidos los seres humanos, ahí donde yo voy hay iguales, sólo que afortunadamente la naturaleza o Dios ha hecho que tomen diez mil expresiones, pero es lo mismo siempre. ¿Estamos convencidos de que es siempre lo mismo?

José Antonio Quiroga Creo que Carlos Giménez ha dado en el clavo, porque yo coincido con su lectura: el reconocimiento de la diversidad cultural es fundamental siempre y cuando haya un reconocimiento de lo común y eso es lo que yo echo de menos en el proyecto de Constitución (el momento de publicación de esta memoria, ese proyecto ya tiene rango de ley). Este no es un debate sobre la Constitución, pero es lo que nos está tocando vivir ahora a la mayor parte de los que estamos en este salón. Escucho una y otra vez hablar del sistema capitalista como el origen de la mayor parte de los conflictos que vivimos. Sin embargo, yo creo que hay una raíz mucho más profunda de la cual emerge el capitalismo y también podría emerger el sistema alternativo, porque de otra manera creeríamos que un cambio de sistema nos va a dar por resultado un mundo sin conflictos o, por lo menos, con menores problemas. Yo creo que, en todo caso, nos va a dar otro tipo de líos tan importantes como los que tenemos hoy o de otra naturaleza; por lo tanto, creo que la raíz del conflicto apunta a lo que tú decías… Cito a Pierre Bourdieu que nos dice que el conflicto surge en el momento en que uno no reconoce que es toda la humanidad, sino que es algo distinto, casi enfrentado al resto de la humanidad, ahí comienza el conflicto, y eso ocurre en el capitalismo, en el socialismo del siglo XXI, en el sistema pachasófico, en fin, en todo lugar donde hay una preponderancia, donde se quiere hacer prevalecer lo identitario versus lo común; ahí hay una fuente de conflicto muy grande.


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” Jorge Pesqueira La preocupación es que el capitalismo como modo de producción estimula una manera de vida, y un elemento del sistema económico capitalista es el individualismo. Dependiendo de cómo se transita en el capitalismo, ese individualismo hace desaparecer al otro y atrinchera al sujeto en sí mismo y esto es lo que ha mostrado ese modelo socioeconómico. A pesar de que la nueva Constitución boliviana no es nuestra, nos hemos interesado personas de todo el mundo en lo que acontece en este país porque desde la óptica doctrinal, desde el constitucionalismo, hay una serie de corrientes que habla de las leyes fundamentales de las naciones democráticas y, sin embargo, la expresión por naturaleza de una ley fundamental sustentada en la decisión de una mayoría es la Constitución de Bolivia, independientemente de que como en toda democracia no todos coincidan; sin embargo, en toda democracia la mayoría es la que establece cuál es el rumbo que quiere seguir como nación. Pero eso no es lo más importante que quiero comentar, yo quiero señalar que cuando tuve oportunidad de tener acceso a la Constitución en su parte dogmática, donde se encuentran los principios, los valores, los fines, me pareció un poemario, me pareció que si lo que ahí se asentaba, cristalizaba, indudablemente habría una mejora significativa en la vida del pueblo boliviano. Lo otro es viendo desde la óptica de quienes vivimos fuera de Bolivia, es la parte orgánica que tiene que ver con el modo de producción que, de alguna manera, a mí sí me daría un indicador como persona interesada en la igualdad que se pudiese mirar como el hecho de que pudiese generarse exclusión de otros en razón de la reivindicación de unos, y eso es muy importante, el hecho de que no se pierda en una sociedad esta visión de igualdad en la que independientemente del color, de la condición económica, etc. debe

haber, en todo caso, ese respeto por la diversidad. Ya no puedo intervenir para dar espacio para que los demás lo hagan.

Myriam Barrientos En realidad, en un momento dado estaba tomando lo del capitalismo como una fuente de individualismo y, en ese aspecto, también lo podríamos retomar desde la fuente de conflictos o hasta dónde podría uno asociar que el sistema que impera en un Estado, un pueblo, una organización hace que aumente la conflictividad producto de los intereses. Yo siento que

Si ustedes son capaces de mejorar la convivencia entre sus propios núcleos, mejorará la sociedad más allá del Gobierno, de la Constitución que elijan y cómo se integren las culturas. (Myriam Barrientos).

todos los sistemas tienen algo de bueno y algo de malo. En realidad, en ese aspecto no vamos a ahondar en un diálogo filosófico, sobre cuál sería el mejor sistema a proponer porque aquí hay una realidad muy diferente y, sin embargo, hay muchas similitudes en cuanto a los conflictos que se viven. Yo creo que el sistema económico entrega modelos para convivir, pero depende de nuestros valores personales. Si miramos los modelos que nos llegan a través de los medios de comunicación, todos seríamos muy felices porque parece que la vida es mucho más fácil en las pelí-


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” culas y, entonces, ni los sentimientos ni los bienes materiales son tan fáciles de mantener, de adquirir, y sin embargo la conflictividad se vive a veces de pie a pie. Si ustedes son capaces de mejorar la convivencia entre sus propios núcleos, eso va a mejorar también la sociedad más allá del gobierno que esté, de la Constitución que elijan o que voten y cómo se integren las diversas culturas, y yo espero realmente que les vaya muy bien y que logren consensuar para vivir mejor.

Carlos Giménez A mí me preocupa más lo latente y hay que trabajar en ello, en lo que aún no existe y eso lo saben muchas culturas del mundo; saben que hay que hacer cosas para que no haya conflicto o cuando éste surja sea encauzado, esto es fundamental. Y no sólo se trata de resolver un problema, hay que regular la vida, hay que prevenirla, pero, además, aun si no hubiera conflicto, necesitamos facilitar la comunicación, adecuar las instituciones, impulsar la cohesión y algunos mediadores dicen: "Eso no es mediación", y yo les digo: "¿Cuándo vas a cambiar?". Porque ellos piensan que la mediación es sólo un sistema de resolución de conflictos. Cuando se analizan los sistemas millonarios de arbitraje en África negra, en América Latina, en el mundo árabe tradicional, en el Líbano…la gente trabaja sus problemas y los que tienen instancias mediadoras, los componedores, los hombres buenos y todos esos sistemas, muchas veces no intervienen.

Fadhila Mammar No retomo lo que ha dicho Carlos porque coincido absolutamente. Yo intuyo que las personas que trabajan en la calle, para decirlo de alguna manera genérica, hace mucho que lo han entendido. Se usa una caja de herramientas muy bien dotada, pero voy más allá y digo que si el mediador sólo está actuando en el con-

flicto, no está exactamente trabajando por una cultura de paz.

Jorge Pesqueira En la medida en que en la familia, en la escuela y en la comunidad próxima, personas de ese mismo contexto, es decir pares habilitados por organizaciones no gubernamentales, por instituciones de gobierno, por quien corresponda, puedan operar para aparecer en escena cuando recién nacen las diferencias entre los que viven o conviven en esos espacios, en esa medida y en esa única medida, la mediación está haciendo su tarea como constructora de una cultura de paz.

José Antonio Quiroga A mí me ha gustado mucho el carácter programático que se le ha dado a la función de la mediación. No sólo aparece para resolver un conflicto ya desatado, sino que genera una cultura de paz, una manera de reconocernos a nosotros mismos y reconocer las diferencias y los intereses ajenos, y una forma en que puede prevenir los conflictos antes de que ocurran. Y, en ese sentido, yo creo que, programáticamente, a lo que tenemos que aspirar es a la construcción de una comunidad mundial que no la tenemos. Creo que la mayor parte de los conflictos hoy, los más graves y violentos, surge de la ausencia de reconocimiento de que somos parte de una sola humanidad y compartimos un solo mundo, un solo planeta, eso que parece una evidencia de perogrullo; sin embargo, no la tenemos internalizada lo suficiente. Es decir, el mundo es uno solo, sí, pero desde mi etnia las cosas se ven de esta manera o desde mi clase social o desde mi partido o lo que fuera y, por lo tanto, exijo que se me escuche y se me respete a partir de esa diferenciación. Entonces, creo que hay que darle un verdadero lugar a lo común y programáticamente hay una tarea hermosa que se puede hacer de forjar esa comunidad mundial que no la tenemos. Hoy tenemos


“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” una humanidad fragmentada en naciones, en etnias, en culturas, en clases sociales… esa es, creo, la fuente principal del conflicto y eso vamos a tener en el capitalismo y en el socialismo, mientras no nos reconozcamos como parte constitutiva, inseparable de esa sola comunidad, de la humanidad y de la vida.

Myriam Barrientos Muchos nos identifican como componedores, pero yo siento que el espíritu y el movimiento de la mediación son mucho más que eso porque después de la mediación, la persona sale transformada. Todos saben que se produce un cambio cuando las personas son capaces de verse frente a frente, de revalorizarse, de reconocerse y de sentir que en alguna medida, en algún momento, han estado compenetradas, porque la mediación no sólo se aplica a las relaciones familiares, sino a muchos campos. A mí me toca ver, por ejemplo, lo que ocurre entre un médico y un paciente o una viuda que está peleando con el médico que operó a su esposo, y ese dolor se ve reflejado muchas veces en la foto cuando el marido estaba vivo. Sin embargo, frente a todo lo que el abogado pretende cobrar, la señora se queda con la disculpa que le ofrece el doctor porque entiende que no hubo negligencia, que el doctor no falló con intención y cuando uno, como mediador, logra ver esa transformación, siente que realmente esto vale la pena.

Pregunta del público Como el tema es diálogos filosóficos, yo quisiera referirme a un problema que no está resuelto, así como ha dicho el representante de México (Jorque Pesqueira), en sentido de que intrínsecamente el ser humano es bondadoso, así también el ser humano intrínsecamente es malvado. El problema filosófico del bien y del mal no ha sido nunca resuelto. Nosotros los humanos obviamente para ser mediadores tendríamos que pensar en una transfor-

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mación desde el interior, pero para eso yo creo que es necesaria una identificación con el prójimo, el sentir que lo de los otros es también nuestro, y los mediadores no son santos, son humanos, y tampoco tienen la última palabra. Lo que aquí veo es que nos falta la interrelación dentro de lo que uno es, por ejemplo yo soy mujer, soy mamá y tengo otras cositas como profesional que de repente las tomo en una segunda parte, pero incluir todo aquello para mejorar, pero nunca solos, nunca. Yo creo que aquí lo más importante es tener grupos de trabajo para poder hacer una capacitación, porque también se ve que para ser mediador se necesita ciertos requisi-

Algunas bolivianas opinaron que, en verdad, primero debiéramos sentirnos bolivianos y bolivianas antes que paceños, cochabambinos, cruceños, aymaras, quechuas, empezando por el Presidente.

tos como la empatía. De repente tengo empatía o muchos no tenemos, entonces como se trata de la filosofía, yo quisiera en ese marco decir que ser mediador es difícil, pero no imposible.

Jorge Pesqueira Hay en nosotros algo que es libre albedrío, que puede facilitar el transitar por la vida o, más bien, ese libre albedrío puede ser mancillado en el proceso de socialización. Dependiendo de la cultura en la que se nace, se crece e interaccionamos es muy probable que existan tantos elemen-


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” tos que influyen sobre nosotros, que en lugar de pasar por un proceso de educación que nos permita el desarrollo pleno y armónico de nuestra personalidad, pasamos por un pésimo proceso de adiestramiento por parte de las instituciones socializadoras, lo cual en buena medida socava ese libre albedrío. Sin embargo, ahí está como una llama encendida y nosotros podemos hacer la diferencia. La gran ventaja de la mediación es que posibilita que en un proceso de enseñanza-aprendizaje se adquieran habilidades cognitivas y para quienes suponen que la empatía es genética, no, la empatía es una habilidad cognitiva que se aprende; para quienes puedan suponer lo mismo de la intuición, no, es una habilidad cognitiva que se aprende. Todavía más, para quienes se imaginan que el carisma es algo que traemos como consecuencia de un bagaje, no, también es una actividad sociocognitiva que se aprende, en la medida en que nosotros nos interesemos por habilidades cognitivas que nos hacen querer a nuestro prójimo. Ustedes son mi prójimo en este momento, a ustedes me dirijo con mi mejor intención y expreso lo que emerge de la esencia de mí, que se traduce en razón y después en comunicación, no llevo verdad alguna a cuestas, menos el mediador. ¿Por qué? El mediador genera condiciones para que los protagonistas de esa diferencia, disputa o conflicto pongan o generen o produzcan esa capacidad que nos es inherente para dar las posibilidades de solución y es precisamente esa creatividad que nos es inherente. Decía Ana María y, con mucha razón, que hay distintas vías para transitar por la cultura de paz, la mediación es una de ellas. En ocasiones tiene que aparecer y en otras no, pero cuando aparece precisamente lo que logra es que ese potencial, creatividad e ideas que llevamos con nosotros los podamos colocar sobre la mesa. Si fuimos los que generamos el problema, podemos construir su solución. El mediador no les va a decir cómo hacerlo, va a ampliar habilidades que le han permi-

tido experimentar un crecimiento como ser humano y que al transferirlas como orientaciones que no tienen que ver con la esencia del conflicto, van a posibilitar también un cambio que tiene que ver con la persona.

Carlos Giménez En el transcurso de mi vida, me voy convenciendo cada vez más de que la naturaleza originaria del ser humano es bondadosa. Por eso dan más ganas de llorar de lo que estamos haciendo con ese tesoro. Quisiera hacer una relación de la mediación de la siguiente manera: cuando uno está convencido de eso, en mediación es muy importante que estemos convencidos de que las partes pueden. La persona está en realidad cargada de ira, de agresividad, de tensión, de bloqueo… Verdaderamente hay milagros en el proceso mediador, porque ves de lo que es capaz la gente. No es tan difícil, no es muy técnico, es simplemente: estás convencida(o) de que te gusta ayudar a los demás, sin tú tener protagonismo, oyendo muy bien a cada uno, poniéndote en su piel, facilitando que se entiendan, pues no es más que eso.

Pregunta del público Estoy un poco preocupado. Al inicio del diálogo filosófico yo esperaba con mucha predisposición este momento, además con tremendo título para el diálogo: "Antología de la mediación, estudio del ser y diálogos filosóficos", pero bueno, se dio lo que se dio, no escuché nada de filosofía, sobre todo relacionada con lo que es el conflicto, la mediación, el diálogo. Me voy a centrar en una reflexión y, al mismo tiempo, va a ser una proposición al congreso: infelizmente y esto es para Jorge con mucho cariño: el principio del desarrollo de los homínidos no fue como creemos que fue, o sea, una taza de leche, bondadosa, etc. Hace dos millones de años, el homo erectus inventa el sacrificio ritual y el uso del


“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” fuego; muy poco tiempo después el homo ergaster va a inventar el inicio de la palabra; se le aparece la esclerótica en los ojos y empieza la emoción, el llanto y el amor. Estos dos cimientos van a determinar las civilizaciones que van a venir posteriormente y las dos civilizaciones que van a emerger van a determinar las teologías, las cosmologías y posteriormente las filosofías, quiero decir entonces que en el origen del desarrollo del hombre, más allá de lo estrictamente filosófico, teológico, se determina que hay dos cimientos. Concretamente en los Andes, se han dado hace 4.000 años tres tipos de civilizaciones diferenciadas, no una sola, una de ellas Huancarani, Chiripa y los Urus, cuya esencia fundamental va a ser la palabra y el pensamiento; la otra será la cultura aymara, cuyo fundamento será la cosmología, la naturaleza y una tercera que va a coexistir a ambas es la cultura inca. Estas tres civilizaciones diferenciadas plantean resoluciones específicas al conflicto del mundo y al conflicto de vivir que quisiera sugerir que retomemos en los congresos mundiales y en las investigaciones.

somos producto de la evolución de las especies pertenecemos a la misma especie. Todos, independientemente de la región en la que hayamos nacido o la reivindicación del pueblo como se denomine, somos hermanos, pertenecemos a la misma especie, estamos construyendo un futuro de la humanidad común y eso es lo que verdaderamente importa. Si lo que te acabo de comentar no tiene la más mínima connotación filosófica de la cotidianeidad, entonces la verdad es que, a pesar del largo transitar de mi vida y comprensión de muchas ideas filosóficas, no he entendido qué es la filosofía.

En las preguntas también se pudo percibir la necesidad de la gente de que las y los bolivianos sepan apreciar y respetar no sólo sus diferencias, sino visualizar

Jorge Pesqueira En principio déjame decirte que han sido sólo minutos los que hemos tenido oportunidad de conversar y que podríamos debatir desde el margen de tu concepción, yo diría del conocimiento científico e ideológico. No hemos llegado a un consenso en el mundo sobre nuestros orígenes. Claro, podemos utilizar la teoría darwiniana sobre la evolución de las especies que es un buen referente para lo que tú acabas de comentar. Yo simplemente te diría lo siguiente: quienes habitamos en esta aldea global, que no me vienen bien las geografías y los linderos que los creamos los humanos, pertenecemos a la misma especie. Yo creo que ahí difícilmente encontraríamos a alguien que levante la mano para hacer una distinción entre nosotros como humanos, si

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todo lo común que puede ayudarles a tender puentes.

Carlos Giménez Apoyar lo que ha dicho el compañero desde otra óptica. Yo creo que aquí ha habido filosofía, en primer lugar porque la filosofía no son los filósofos solos. Se ha nombrado a Platón (427 a. C./428 a. C.-347 a. C.), a Friedrich Hölderlin (17701843) y a muchos otros. En eso estoy de acuerdo con el compañero, hay que recoger todo eso y seguir aprendiendo de los grandes maestros y llevar todo eso a la mediación. Sin embargo, filosofía también son los 43 mil sermones que se atri-


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“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” buyen, por ejemplo, a Buda; también lo son toda la filosofía hindú, la tradición oral africana y, como dice Antonio Gramsci, filosofía es cada uno de ustedes cuando habla saber, cuando comparte saber y cuando piensa saber. Yo también creo en la filosofía de cada individuo y aquí se han estado compartiendo saberes; aquí se han estado compartiendo reflexiones. En ese sentido, yo sí creo que es un acto filosófico popular, por compartir saberes, no de academia, no pretencioso.

Pregunta del público Hemos escuchado el primer día a nuestro presidente Evo Morales y en una de sus frases, él dijo: "El mejor mediador que conozco es el pueblo". ¿Se puede concebir al pueblo como un mediador?

Myriam Barrientos Si el pueblo estuviese cumpliendo una función representativa y unida, porque cuando se mellan grupos uno tiende a pensar y ver quién va a ser el mejor representante de esa voz. Si el pueblo puede ser mediador tendría que tener eco en algunos líderes para que pueda actuar con la responsabilidad necesaria. La verdad, siento que aquí (en Bolivia) tienen muchos grupos y, por ello, primero tendrían que ponerse de acuerdo quién y a quién representaría; aunque creo que es válido pensarlo, porque el conflicto está finalmente dado en un contexto y, en ese sentido, el pueblo sabe entender bien cuáles son las situaciones que lo están causando.

José Antonio Quiroga Un comentario telegráfico a cada una de las preguntas. Creo que es un avance el que antes de reconocernos como aymaras y moxeños, nos reconozcamos como bolivianos y bolivianas; pero no es suficiente porque surge otro tipo de conflicto que es entre la identidad nacional boliviana versus la chilena, la brasileña... Creo que lo fundamental es que antes de

reconocernos como parte de alguna colectividad, saludable espiritualmente, nos reconozcamos como parte integrante del conjunto de la humanidad y de la comunidad de la vida. Las otras vivencias, incluidas las nacionales, vienen después. De ese reconocimiento primario surgen deberes y derechos de alcance global que son parte de una cultura de paz. Sobre los problemas que no se resuelven; yo creo que la mayor parte de los conflictos no se resuelven efectivamente, se disuelven, dejan de ser problemas cuando uno adopta un punto de vista distinto, un interés distinto desde el cual ya deja de ser un problema lo que antes era tal. Sobre el reclamo de que aquí no se ha escuchado mucha filosofía, yo puedo decirle a la mayor parte del auditorio que menos mal que no ha sido así, porque los debates filosóficos son demasiado aburridos. La gente comienza a citar autores y se convierte en un debate de citas. La filosofía dice las cosas tal como son sin segundas intenciones y buscar la verdad por sí misma, tratando de entender cuál es la función del mediador; cuáles son los intereses en juego; de dónde surge el conflicto, todo eso es una manera de hacer filosofía. Sobre la frase de Evo Morales en cuanto a que el pueblo es el mejor mediador, yo no la entiendo porque si el pueblo está haciendo de mediador, ¿entre quiénes se estaría produciendo el conflicto?

Fadhila Mammar Sobre el pueblo mediador, hay varios ejemplos de pueblo mediador. Por ejemplo, las mujeres en las guerras, a través de asambleas, fueron mediadoras entre estados. Entre Israel y Palestina todos los días hay experiencias de pueblo mediador. Obviamente, no estamos hablando de la mediación que practicamos. En el pueblo también hay mediadores.

Carlos Giménez Si el mandatario boliviano, Evo Morales, se refería a la capacidad que la gente


“IV C O N G RES O M U N D IAL D E M ED IAC IÓ N ” popular tiene para arreglar sus asuntos, yo estoy con él, porque la historia demuestra que las personas, cuando no hay interferencia de los grandes poderes, arreglan muy bien sus asuntos, y como prueba citaré el magnífico derecho consuetudinario que hay en casi toda América Latina y que, en líneas generales, ha aportado mucho. Otra cosa es que eso se tiene que ensamblar bien en el sistema jurídico nacional; sin embargo, es pura sabiduría popular. Ahora bien, si se refiere al pueblo como una colectividad, yo ahí digo cuidado porque eso es una de las demagogias más conocidas en la historia, puesto que el pueblo es tan amplio e indefinido que, a veces, se piensa: "El pueblo soy yo", y los líderes tienden a hablar del pueblo como una unidad homogénea cuando, en realidad, está dividido en clases sociales, en ricos y pobres… Cualquier pueblo del mundo, el pueblo español, el pueblo italiano, el pueblo quechua, tiene sus ricos y pobres, su gente oprimida y no oprimida. A pesar de ello, se presenta como una idealización y en ella no creo. Sin embargo, la gente popular como esa mujer merece un auténtico homenaje. Algún día haré un homenaje a las mujeres en mediación. Mi madre era una maravillosa mediadora como muchas otras, pero he conocido muy pocos padres mediadores, mientras que esa madre que sabe el momento del enfriamiento: "Espera a papá", "dejale comer primero", "díselo ahora", "ven conmigo", son auténticas sabias; eso es popular, eso es femenino, eso es mediación y merecen un monumento.

nos convocó a los presentes a que en mediación tomemos partido a favor del pueblo. Cuando concluyó su mensaje, yo tuve el privilegio de estar en el presidium y, bueno, como no me gusta dejar las cosas para más adelante, me acerqué y conversé con él al oído, y le comenté que si bien es cierto que la experiencia hace que tengamos una percepción de algo, lo que él mostró como testimonio fue aleccionador para nosotros. La verdad es que el mediador, si se precia de ser tal y tiene como principal soporte la honestidad, no puede estar del lado de alguna de las partes. Si algo en su mente le revolotea, tiene que tener cuidado para mantenerse en un justo punto porque en el momento que se incline hacia un lado, la otra parte se levantará. Lo importante es, en todo caso, que si se habla de pueblo, como bien decía Myriam, el tema es que el pueblo es una abstracción y como tal puede tener representatividad para sentarse a una mesa de diálogo. Nosotros hemos constatado al escucharlos a ustedes y nutrirnos de los bolivianos —de su capacidad de análisis, de síntesis, de abstracciones— que tienen representantes con suficiente calidad como para sentarse en una mesa de negociación y que esté quien esté, ahí estará el mediador cuidando hacer bien su tarea y si no la hace, él mismo se retirará de ese proceso por honestidad y dirá: "No puedo con esto porque no puedo ser cómplice de alguna de las partes, porque debo cuidar la función, el rol que tengo encomendado".

Jorge Pesqueira

Ana María Romero

Cuando se llevaba a cabo la ceremonia inaugural, uno de los señalamientos que el presidente Evo Morales hizo fue sobre la imparcialidad y la neutralidad y

Creo que los diálogos han sido muy interesantes y han servido para afinar ideas e intercambiar puntos de vista. Gracias a los participantes y al público presente.

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