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El médico dijo que tenía que despedirme de mi hija

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Carolina Machinez nació con una enfermedad rara e incurable. Todos los médicos que la conocieron dijeron que no resistiría, pero la fe de sus padres fue más fuerte que la enfermedad.

Hosana Barreto, y Vanduir Machinez, cuentan que estaban muy contentos con la noticia de que tendrían a su tercer hijo. Sin embargo, lo que no sabían es que enfrentarían desafíos.

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Hasta el sexto mes de gestación; todo iba bien, tanto para la madre como para la pequeña Carolina, actualmente de 3 años. Pero, a partir de ese período, Hosanna presentó un caso de ruptura de agua fuente; cuando esto sucede antes de las 34 semanas, se debe monitorear a la mujer embarazada, ya que los riesgos de infecciones y parto prematuro son mayores. Este fue solo el comienzo de la lucha por la vida del bebé.

“Empecé a perder mucho líquido y mi hija quería nacer. Los médicos me ingresaron para tratar de prolongar el tiempo de parto. Logré mante- ner el embarazo hasta el octavo mes, sin embargo, días antes del parto, los médicos ya no pudieron escuchar los latidos de su corazón y la daban por muerta, pero fue una gran alegría y un alivio cuando la depositaron perfecta en mis brazos”.

Los médicos colocaron a Carolina en incubadora y permaneció allí durante 11 días. En la primera semana de vida del bebé, la prueba del talón (que permite diagnosticar enfermedades graves) - rrenal congénita (HAC) Hosana recuerda: “Los médicos dijeron que no se desarrollaría como una niña normal por la falta de sodio en su cuerpo, que la enfermedad no tiene cura y, por lo tanto, tendría que someterse a un tratamiento de por vida con corticoides y, proba-

El médico dijo que no había antecedentes... de una cura para esta enfermedad. Dije que eso era lo que decía la ciencia, pero que creía en la Palabra de Dios.

Nació con 2kg y fue perdiendo g peso hasta llegar al punto másgpcrítico...

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