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El verdadero arrepentimiento
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Mateo :
El Señor Jesús vino a este mundo para rescatar al ser humano. Quien lo acepte y se someta a Él, se volverá hijo de Dios, un hijo que lo honrará de hecho y de verdad. Sin embar- que el Señor Jesús haya muerto por todos, es necesario que la persona crea en Él.
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Cuando Juan el Bautista preparó el camino para la venida de Jesucristo, él ya predicaba el arrepentimiento y decía a todos: “... Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Mateo : . Es decir, Juan estaba en el desierto y las personas que se arrepentían iban hasta él para bautizarse en las aguas. Eso quiere decir que, quien desee establecer su vida con Dios, también necesita atravesar el desierto de abandonar el pecado, alejarse de aquello que es incorrecto, etc., para bautizarse en las aguas.
El arrepentimiento no es un simple remordimiento, pues este sentimiento desaparece y podría llevar a la persona a errar de nuevo, sin embargo, el arrepentimiento pecado. Eso quiere decir que la persona nunca más vuelve a pensar en todo lo malo que hizo como algo que pueda volver a repetir. https://www.universal.org/es/bispo-macedo/
El acto de bautizarse en las aguas es simple, pero ¿qué cambia en una persona que pasa por el bautismo? El bautismo en las aguas representa el sepultamiento de la vieja criatura, para ello, la persona debe estar arrepentida de todos los pecados. Este bautismo es tan importante como el bautismo con el Espíritu Santo.
Si la persona se bautiza arrepentida, sus pecados quedarán sepultados en las aguas y seguido de eso, ella recibirá una nueva naturaleza, pasando a vivir una vida nueva.
Cuando el bautismo en las aguas tiene efecto, la persona pasa a odiar el pecado. Literalmente ella muere para el mundo y nunca más querrá entrar en el círculo vicioso de volver a pecar.
Un día, descubrí que mi hijo había consumido drogas y que lo había hecho durante tres años. Eso generaba peleas entre hermanos y la vida en familia era un caos. Un día en una pelea con su hermano, Eduardo sacó un cuchillo para defenderse y estaba totalmente fuera de sí, no pensaba en las consecuencias, sólo le importaba buscar dinero para sustentar el vicio.
En medio de tanta desesperación busqué ayudar a mi hijo con el psicólogo, centros de salud y clínicas de rehabilitación, incluso dijeron que, si él no dejaba el vicio, tendría que usar sonda el resto de su vida.
Llegué al punto de esconder las cosas en la casa porque todo se perdía. Por otro lado, yo estaba enferma, tenía hemorragias y me extirparon el útero, pero, el peor problema que tenía era la angustia de ver a mi hijo cada día más perdido, incluso, comencé a llorar mucho más cuando él pasó a vivir en la calle. Sin embargo, yo no aceptaba haber pasado tantas necesidades para mantener a mis hijos y después de todo perder a uno por las drogas.
En esa situación llegué a la Iglesia Universal donde entendí que, yo necesitaba la ayuda de Dios para estar bien; me bauticé en las aguas y renuncié a todo por el Espíritu Santo, cuando lo recibí, fue el día más feliz de mi vida, Él me dio paz, fuerzas y sabiduría.
A través de la fe mi hijo pasó a frecuentar la Iglesia, no fue fácil, pero entendió que sólo Dios podía ayudarlo, se bautizó, recibió el Espíritu Santo, Quien lo transformó en una nueva persona. Hoy, él es feliz, se casó y formó su hogar junto a una joven que comparte su misma fe.
El a mo r de u n a ma má e s t a n t i e r n o y ú n i co , qu e Di o s a v e ce s co mpa r a s u pr o pi o a mo r ha ci a n o s o t r o s co n e l de e l l a , u n a mo r qu e cu i da , pr o t eg e y co n s u e l a
L a mu j e r e s be n de ci da a t r a v és de s u ha bi l i da d de co n ce bi r hi j o s Di o s u s a e l v i e n t r e de u n a mu j e r pa r a cu i da r a ca da cr i a t u r a mi e n t r a s s e v a f o r ma n do a n t e s de n a ce r Ho n r a mo s a n u e s t r a s ma dr e s e n e s t e dí a e s pe ci a l , po r qu e r e co n o ce mo s e l e s f u e r zo qu e co s t ó e l da r a l u z y l a v a l e n t í a qu e de be t e n e r pa r a cr i a r a s u s hi j o s y mu cho má s cu a n do l o s cr í a e n l o s ca mi n o s de l S e ñ o r
Pv. 31: 10