Discurso del Ministro de Educación Acto de apertura del curso académico universitario 2010‐2011
14 de octubre de 2010 En la Universidad de Cádiz Majestades Sr. Presidente de la Junta de Andalucía Sr. Rector Magnífico de la Universidad de Cádiz Sr. Presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas Magníficos Sras. y Sres. Rectoras y Rectores de las Universidades Españolas Sres. Rectores de las Universidades de Iberoamericanas y Rusa Sr. Presidente del Consejo Social, Parlamentarios, Diputados Autoridades, Alcalde de San Fernando y Alcaldesa de Cádiz Miembros de la Comunidad Universitaria Señoras y señores Gracias Majestades por honrarnos una vez más con su presidencia en este acto solemne de apertura del curso académico. Su presencia es una muestra más del apoyo que la Universidad recibe de la Corona, y refleja su compromiso personal con esta institución y con todo lo que representa. Muchas gracias por su aliento y afecto que tanto nos estimula. Agradezco también la cálida bienvenida al Rector de la Universidad de Cádiz, y a todos sus profesores, personal de administración y servicios y estudiantes. Esta Universidad es una universidad joven, pero con ilustres antecedentes desde hace varios siglos, y que, como tal ha sabido rentabilizar y promover el espacio intelectual único que ofrece esta querida ciudad de Cádiz, ciudad abierta al mundo desde una historia milenaria y extraordinaria. Y efectivamente. Los edificios tienen aromas. Las personas tienen memoria, que no es solo recuerdo. Y rememoración, que es un relato comprometido con lo que decimos y hacemos. La libertad nunca es ya un resultado clausurado. La libertad es siempre un objetivo del pensamiento. La libertad es siempre un objetivo universitario. Comenzamos un nuevo curso académico fecundo en coincidencias y conmemoraciones, en un momento y en un entorno especialmente sugestivo, con la evocación de fondo del inicio de la ciudadanía y de la política ciudadana en España. Conmemoramos el bicentenario de las Cortes Generales y Extraordinarias reunidas hace 200 años en la Villa de la Real Isla de León. En este lugar de San Fernando, concebido inicialmente como teatro para pasar a ser Asamblea Legislativa, sede de las Cortes hasta 1812, antes de trasladarse a Cádiz, nos encontramos en el corazón de la sociedad y aquí resuenan palabras y aromas que hoy reconocemos en el espíritu universitario. El gran legado de estas Cortes fue nuestra primera Constitución, la Constitución de Cádiz de 1812, que estableció la soberanía popular y la división de poderes, la libertad de expresión y la libertad de imprenta. Se crea así una sociedad de libertades y progreso, donde la libre palabra ya no está enclaustrada y donde la razón crítica sustituye a la confrontación. De este modo se señala un principio universitario y ciudadano irrenunciable, seña de nuestra identidad, la libertad de pensamiento,
libertad de impresión que es más que la libertad de imprenta, que es libertad de expresión y la capacidad de propiciar una opinión pública soberana. El caldo de cultivo en el que se gestó el sustrato intelectual que superó el Antiguo Régimen, que fusionó la modernidad europea con lo mejor de nuestra tradición, fueron nuestras universidades, y en especial, la Universidad de Salamanca, que en unos años cumplirá su octavo centenario, y con ella, todo el sistema universitario español. Un buen gaditano, Rafael Alberti, nos recuerda que "La libertad no la tienen los que no tienen su sed" y España y la Universidad han dado en su historia sobrados ejemplos de sed y de amor a la libertad. Y, no lo olvidemos, también a la igualdad. Y la Universidad se encuentra plenamente implicada en el logro de estos valores. Por eso, es oportuno recordar que en este curso se cumplen 100 años de la Real Orden que permitió el acceso de las mujeres a las aulas universitarias en condiciones de igualdad. Hoy son mayoría, el 54,1%, llegando al 57,2% entre los estudiantes de Grado. Este curso universitario también paradójicamente comenzamos con la culminación de un largo proceso, al implantarse, como en toda Europa una organización y un concepto de las estudios universitarios según el Espacio Europeo de Educación Superior. No se trata de informar sino de establecer sistemas que sean comparables, equiparables, compatibles. Expertos en escuchar y en corresponder. Gracias Rectores, Rectores por lo que hacéis, por lo que decís. Celebramos este año el décimo aniversario de la declaración de Bolonia donde los países de la Unión nos propusimos crear para este curso un Espacio, al que se han sumado 47 países. Hoy, este Espacio de Educación Superior es una realidad plena y por desarrollar (nueva paradoja). Así se puso de manifiesto en la reunión extraordinaria de Consejo de Ministros europeos de Educación celebrada en Budapest‐Viena, el último marzo. Europa es la Europa de la cultura de la Ciencia, Europa es, y sólo así será, la Europa de las ciudades, la Europa de las Universidades. Y lo decimos en Cádiz, en la Universidad de Cádiz. Este nuevo Espacio Europeo potencia la apertura de conocimientos, la movilidad entre estudiantes y egresados pero, sobretodo, la apertura de las sociedades y supone un enorme paso en la configuración de una Europa más unida, coherente y abierta al exterior. El Sistema Universitario Español ha abordado esta transformación con gran ilusión, energía y eficacia. Y con mucho trabajo. Y lo ha hecho, en una situación no fácil, con eficiencia. Paralelamente, con ocasión de este proceso ha impulsado acciones de modernización en las universidades en todas sus misiones, pero especialmente en las metodologías docentes en los procesos de gestión y de transformación. El gran logro de esta configuración os lo debemos a las universidades, que, en el marco de vuestra autonomía, habéis diseñado las titulaciones que, una vez evaluadas, verificadas y autorizadas por las distintas instituciones y administraciones, van a poderse cursarse en todas las Universidades un total de 2.338 grados, 2.429 Másteres y 1.624 Doctorados. Ha sido un trabajo ejemplar de colaboración conjunta entre las Administraciones y las Universidades. A todos quienes lo habéis hecho posible, nuestro agradecimiento más sincero.
Tenemos ahora que velar por una correcta evaluación de las nuevas titulaciones, y por implantar plenamente los cambios implícitos en el nuevo sistema, enfatizando el proceso de aprendizaje del propio estudiante y la adquisición de, además de los conocimientos básicos necesarios, competencias específicas y transversales. Y analizar resultados de iniciativas universitarias de otro alcance: las Pruebas de Acceso, o el Master para Profesores de Secundaria. Evaluar para mejorar. Comenzamos un nuevo curso con la responsabilidad de tener más jóvenes apostando por la educación universitaria, (un 11,3% más de estudiantes, 385.000 nuevos estudiantes) lo que alcanzar 1,6 millones de estudiantes matriculados en el sistema universitario superando los máximos niveles que se habían alcanzado a finales de los años noventa. Vivimos en momentos de dificultades económicas y la universidad es consciente del papel decisivo que tiene que jugar en los desafíos que tenemos como sociedad. La universidad ha estado muy singularmente en las últimas décadas en la vanguardia de los procesos de progreso y bienestar social. Luchar contra la crisis y cambiar nuestro modelo económico exige situar el conocimiento, la innovación y la transferencia a la sociedad en el centro de las políticas económicas y sociales. No se trata sólo de cumplir con los grandes objetivos de la Estrategia Europa 2020, se trata de trabajar con el resto de agentes sociales, políticos y económicos en las transformaciones sociales y económicas que nuestro país necesita. Se trata de atender nuevas demandas sociales en los ámbitos de la formación permanente, la empleabilidad, y la exigencia de mayor movilidad. También es importante resaltar aquí la nueva política de becas y ayudas al estudio, apoyada por un incremento presupuestario, que busca renovar el actual marco social a la nueva estructura adaptada al EEES y estará caracterizada por la previsión de alcanzar sus objetivos en el horizonte 2015. El nuevo modelo de becas y ayudas, adaptado para grado y máster, propondrá mejoras del actual sistema con una nueva estructura de becas, más simple y compacta que potencie de forma clara el concepto de beca salario. Además, este nuevo curso se pondrá en marcha el Observatorio de becas, que aprobamos en el Consejo de Ministros de 1 de octubre. Comenzamos un curso difundiendo a la sociedad la contribución socioeconómica de las universidades españolas en sus territorios de influencia. Debemos generar y merecer esa confianza. Y los datos lo corroboran. Avanzaremos hacia la agregación, la especialización, la internacionalización, la calidad, la excelencia y la racionalización de la oferta; avanzaremos en la construcción de un eje universidad‐ciudad‐territorio, principalmente gracias al programa de Campus de Excelencia Internacional. El objetivo debe ser el diseño de una nueva arquitectura del conocimiento que sea más eficiente y adecuada al nuevo marco global y que se adecue al Plan de austeridad de las administraciones públicas. En este sentido hemos de reconocer y de valorar asimismo el esfuerzo realizado: personal y colectivamente. La internacionalización de nuestro sistema universitario, con un número creciente de estudiantes extranjeros, que puede superar los 80.000 estudiantes, resulta decisiva. El porcentaje de extranjeros entre los estudiantes de másteres alcanza el 18,4 por ciento y entre los de doctorado, el 23,3 por ciento. Sólo de estudiantes Erasmus, habrá cerca de 30.000 en nuestras aulas, mientras que unos 32.000 estudiantes españoles podrán desarrollar parte de sus estudios en universidades europeas.
Pero tenemos que avanzar también en la modernización desde dentro, a través de la Estrategia Universidad 2015, combinando adecuadamente la necesaria autonomía universitaria, la mejora e incentivación de su personal docente, investigador y de administración y servicios, el aumento de su competitividad e internacionalización y de su liderazgo académico, y el desarrollo de un modelo de financiación, eficiencia y eficacia en su gestión, y la exigencia de rendir cuentas sobre el desarrollo de sus misiones. La Universidad nos aporta mucho, como personas y como sociedad, y debemos mantener nuestra confianza en su progreso y en el esfuerzo estratégico que está realizando para llegar en el horizonte 2015 a los objetivos de excelencia e internacionalización, siempre manteniendo una avanzada "dimensión social" y contribuyendo a la equidad. Os habéis ganado y merecéis la confianza de la sociedad en la generación y circulación del conocimiento para procurar bienestar. Hacemos bien en subrayar nuestros valores. Los comparto y agradezco el compromiso. Gracias y felicidades a todos los estudiantes que han depositado también su confianza en la Universidad española. A los estudiantes de nuevo ingreso en la Universidad, les doy la bienvenida y les animo a vivir plenamente este curso académico que hoy se inicia. La Universidad empieza a ser su lugar de vida; en ella deseo que inicien una formación que dure toda su vida, que se prepararen bien profesionalmente y también como ciudadanos y que participen activamente de la vida y de la organización universitaria. Es lo que busca el Estatuto del Estudiante. Una bienvenida especial a los numerosos estudiantes que, procedentes de otros países, han elegido una universidad española para seguir o completar sus estudios y a aquéllos otros que, desde su experiencia, incrementan nuestra sabiduría y se han inscrito en las actividades de la formación a lo largo de la vida. Todos confirman conjuntamente que este espacio es un espacio de educación privilegiado para promover la ciudadanía activa y libre. La Universidad se incorpora así en Cádiz a esta fiesta de la ciudadanía. Gracias Majestad por impulsar y promover estos valores que siendo profundamente europeos responden a lo mejor de nuestro país y son la garantía de un éxito colectivo. Con su estímulo la tarea resultará más atractiva y plena pues así se subraya su alcance y sentido: responder a las demandas y requerimientos de la sociedad. Muchas gracias. Cádiz, a 14 de octubre de 2010 Ángel Gabilondo Ministro de Educación