EL PROCESO DE DISEÑO E INNOVACIÓN CURRICULAR PARA EL DESARROLLO Y FORMACIÓN DE COMPETENCIAS PROFESIONALES DE LAS CARRERAS DEL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICA EN MÉXICO Dr. Carlos Alfonso García Ibarra1, Dr. Miguel Ángel Cisneros Guerrero2, M.I.E. Mara Grassiel Acosta González3, M.C. Arturo Gamino Carranza4, M.M.F. Gabriela Aida Flores Becerra5. Dirección General de Educación Superior Tecnológica. Avenida Patriotismo No. 711 Edificio B, Colonia San Juan Mixcoac, Delegación Benito Juárez, Código Postal 03730, México, Distrito Federal. Área Temática: Formación por competencias, ¿contribuye a la calidad de la formación de ingenieros?. Innovaciones metodológicas en el proceso aprendizaje-enseñanza. Resumen. En este artículo se presentan los resultados del proceso de diseño e innovación curricular para el desarrollo y formación de competencias profesionales que se realizó para los 34 planes y programas de estudio del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica de enero de 2009 a junio de 2010. Este sistema de educación superior de buena calidad, está orientado a satisfacer las necesidades del desarrollo social, científico, tecnológico, económico, cultural y humano del país; que debe ser promotor de innovaciones y estar abierto al cambio con entornos institucionales caracterizados por la argumentación racional y rigurosa, la responsabilidad, la tolerancia, la creatividad, la libertad, la intensa colaboración interinstitucional, y la búsqueda permanente de nuevas formas de mejorar el complejo proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos programas educativos con un enfoque en competencias profesionales son más flexibles e incorporan en los mismos, el carácter integral del saber y del saber hacer, para lograr que reflejen los cambios que ocurren en las profesiones, las ciencias, las humanidades y la tecnología; y de esta manera, propiciar el aprendizaje continuo de los estudiantes, fomentar el desarrollo de competencias profesionales para la aplicación de conocimientos y la solución de problemas reales a través de la realización de proyectos [25]; promover el manejo de lenguajes y del pensamiento lógico, resaltar el papel trascendente de los docentes e impulsar una formación ética; conocer y fortalecer las múltiples culturas que conforman el país; así como, promover el cuidado del medio ambiente. Palabras clave: Diseño curricular, competencias profesionales, educación superior, planes y programas de estudio.
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Director General de Educación Superior Tecnológica, direccion@dgest.gob.mx Coordinador Sectorial Académico de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, c_academica@dgest.gob.mx Directora de Docencia de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, docencia@dgest.gob.mx, maraacosta08@gmail.com 4 Jefe de Área de Ciencias de la Ingeniería de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, docencia01@dgest.gob.mx 5 Jefa de Área de Desarrollo Académico de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, docencia02@dgest.gob.mx 2 3
Introducción Hablar de un enfoque de competencias en la educación de México es hacer referencia a varias instituciones de educación superior desde mediados de la década de los años noventa, que es cuando se impulsan reformas curriculares organizadas con éste enfoque, en [16] se presenta un análisis de las principales críticas que enfrenta la adopción de éste enfoque. La reforma a la educación pre-escolar (en el 2004) y la de la educación secundaria (en el 2005) se han llevado a cabo a partir del llamado modelo de competencias (en [7] se presenta un estudio de carácter conceptual sobre las características del diseño curricular por competencias). De manera paralela durante la primer década del Siglo XXI, el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica encontró el reto de mejorar el servicio educativo que ofrece en toda la extensión territorial de México, con el firme propósito de ser un sistema reconocido por su excelencia y buena calidad en sus carreras, así como la pertinencia en los procesos de formación profesional para mantener el desarrollo sustentable del país, por esta razón se da a la tarea de fortalecer su Modelo Educativo para el Siglo XXI (consúltese en [9]). Esta mejora se refiere a la serie de planteamientos que constituyen la imagen-objetivo, el deber ser donde el aprender a aprender, aprender a obtener información, aprender a colaborar, aprender a aplicar conocimientos y aprender a resolver problemas se constituyen en competencias profesionales imprescindibles en una sociedad que demanda profesionistas preparados para solucionar problemas [28]. Este concepto de competencia más allá de lo cognitivo y lo laboral, se centra en la definición y comprensión del ser competente como una forma de vida, por lo tanto en formar competencias para la vida. El presente documento tiene como objetivo ofrecer información suficiente para propiciar, en las comunidades académicas, un proceso de información, formación, colaboración, comunicación, participación y producción en este proceso de innovación de los planes y programas de estudio de las carreras que este Sistema ofrece en el ámbito nacional. Los fundamentos que soportan el programa de diseño curricular para la formación y desarrollo de competencias profesionales se pueden ver con más detalle en [9-12]. El Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica Actualmente el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica está constituido por 249 instituciones, de las cuales 114 son Institutos Tecnológicos Federales, 129 Institutos Tecnológicos Descentralizados, 4 Centros Regionales de Optimización y Desarrollo de Equipo (CRODE), un Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo de la Educación Tecnológica (CIIDET) y un Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CENIDET). En estas instituciones, el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica atiende a una población escolar de 387, 414 estudiantes en licenciatura y posgrado en todo el territorio nacional (12.66% de la Educación Superior de México), incluido el Distrito Federal (véase [9]). Para atender esta población escolar se cuenta con un total de 23, 401 docentes, de los cuales 10, 738 son profesores de tiempo completo y se ofertan 34 carreras que multiplicadas por el número de veces que se imparten en las diferentes Instituciones, da como resultado más de 1500 planes de estudio. Es importante destacar que esta educación de calidad forma a 4 de cada 10 ingenieros de México. Para ver más detalles del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica se puede consultar [8-9]. La definición curricular del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica La presente sección es el resultado de un conjunto de reflexiones, organizadas para dar sentido y significado al quehacer académico del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica; representa el trabajo desarrollado por profesores, investigadores y directivos que participaron en una serie de reuniones cuyo objetivo fue definir el modelo educativo del Sistema Nacional de
Educación Superior Tecnológica. En [15], [18-20] y [27] se encuentran propuestas y análisis de diferentes diseños curriculares con enfoque de competencias profesionales para nivel licenciatura y posgrado. La definición curricular, sustentada en las concepciones de formación profesional, aprendizaje y práctica educativa definidas en el modelo educativo, da sentido y significado a los contenidos educativos, al quehacer del profesor y del estudiante, a las estrategias de aprendizaje y didácticas, a los procesos y productos educativos, así como, al diseño, implementación, desarrollo, seguimiento y evaluación de los programas académicos del Sistema. La formación profesional se entiende una profesión como una práctica social que se caracteriza por una serie de actividades complejas, se desarrolla con base en un conjunto de conocimientos especializados, capacidades intelectuales y actitudes éticas; requiere para quien la desempeña un compromiso personal con repercusiones sociales y se constituye en una forma de vida. La formación profesional es la resultante de un proceso educativo de preparación y definición social de una persona, dirigido a la construcción de capacidades conceptuales, procedimentales y actitudinales para desempeñarse en un ámbito socio-laboral (véase [21], [23]); así como, a la apropiación de valores culturales y éticos propuestos en un perfil profesional que corresponde a los requerimientos sociales para el ejercicio de una profesión. El proceso de la formación profesional va más allá del ámbito escolar; su definición y concreción está ligada al desarrollo de la sociedad. El quehacer del docente y el estudiante es una actividad conjunta, continua y compleja del docente y del estudiante, en la que el docente propicia ambientes y escenarios de aprendizaje, domina estrategias que le permiten trabajar con los contenidos educativos propuestos, alcanzar los objetivos y evaluar el desempeño académico del estudiante. Y éste, a través de su participación académica, desarrolla una apropiación progresiva de los contenidos de la ciencia, la tecnología y las humanidades; construye conocimientos, desarrolla capacidades y asume actitudes. Las academias como cuerpos colegiados, son instancias instituidas para participar en la definición y desarrollo de proyectos fundamentales en los ámbitos de docencia, investigación, vinculación y difusión de la cultura; así como en los procesos de diseño, implementación, desarrollo y evaluación curricular. El trabajo académico, colegiado, interdisciplinario, responsable y comprometido; garantiza la vigencia, pertinencia y actualización de los contenidos educativos, la formación de los estudiantes y los objetivos de la institución (en [22] se presenta la experiencia de los académicos en el diseño curricular). Los contenidos educativos como una organización curricular implica la definición y estructuración de contenidos seleccionados de los campos de la ciencia, la tecnología y las humanidades; así como, de las actuales prácticas profesionales, a partir de un proyecto educativo institucional; con base en criterios lógicos, epistemológicos, psicológicos y didácticos que dan lugar a los planes y programas de estudio del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. Los contenidos educativos de carácter conceptual, procedimental y actitudinal, deben ser un cuerpo complejo y coherente de conceptos, categorías, leyes, principios, procedimientos, métodos, técnicas, postulados, teoremas, procesos, modelos y criterios que, al ser organizados en programas de estudio, constituyen un conjunto significativo y estructurado de acuerdo a relaciones lógicas y a un perfil profesional. a) Los contenidos conceptuales son definidos en el ámbito de la ciencia, la tecnología y las humanidades y deben ser relacionados con el ejercicio de la profesión, las tareas profesionales que se desarrollan, las condiciones de trabajo, los procesos de producción, la evolución y trascendencia de la profesión. Estos contenidos implican por parte del
estudiante la obtención de información y su tratamiento intelectual. Así como el desarrollo de competencias intelectuales y lingüísticas. b) Los contenidos procedimentales son capacidades relacionadas con el dominio y uso de distintos lenguajes, algoritmos, heurísticos y estrategias de pensamiento y acción; con el desarrollo de procesos de creación y diseño de aparatos, máquinas y objetos tecnológicos en general; con la planificación, establecimiento y organización de procesos de distinta índole; con la solución a problemas productivos y tecnológicos; con la selección y uso de materiales, máquinas y herramientas; con el montaje de aparatos e instalaciones, a manera de ejemplo. Estos contenidos implican por parte del estudiante el desarrollo de estrategias y competencias instrumentales, interpersonales, sistémicas y específicas c) Los contenidos actitudinales son actitudes y normas que deben contemplarse y desarrollarse en forma paralela a los contenidos conceptuales y procedimentales, como por ejemplo, saber valorar y actuar en consecuencia; apreciar el conocimiento y los hábitos del trabajo; La precisión y la curiosidad. El entusiasmo y el interés. La tenacidad, la flexibilidad y la autonomía, entre otros aspectos. Estos contenidos implican por parte del estudiante saber valorar y actuar socialmente. De manera particular hacen posible el desarrollo de competencias interpersonales. La organización e integración curricular se define como un conjunto de elementos estructurantes que caracterizan la totalidad de su quehacer académico y permiten dar sentido y significado a las actividades de las personas, los procesos y los resultados que dan vida a su proyecto curricular. Esta currícula considera una formación integral, tópicos referidos a la formación ética, así como a la constitución de una preocupación por el desarrollo sustentable de su entorno y la investigación. Los planes y programas de estudio del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica se sustentan en un diseño curricular flexible que permite la adaptación continua y sistemática a los requerimientos del desarrollo local, regional y nacional; la incorporación permanente del avance científico y tecnológico; la formación integral del estudiante; el establecimiento de estrategias que promuevan la formación de profesionistas creativos, emprendedores y competitivos. Un aspecto importante de estos programas de estudio está constituido por las prácticas (en [5] se propone las prácticas como núcleo del diseño curricular) que el alumno debe desarrollar en aulas, talleres, laboratorios y en el entorno social y productivo, estas son actividades académicas indispensables para relacionar el saber conceptual con el saber hacer, en su proceso formativo; son escenarios educativos que propician la participación y actividad crítica para lograr aprendizajes significativos y el desarrollo de competencias profesionales. En los planes de estudio de licenciatura se prevé una salida lateral que les permita concluir una etapa en su formación e incorporarse a la vida profesional en un momento específico de su carrera, con la certificación de las competencias profesionales adquiridas. En [14] se profundiza acerca de un programa llamado “superate” el cual enfatiza la importancia de las competencias laborales para integrarse al mercado laboral. El servicio social es una actividad formativa y obligatoria que permite al estudiante servir profesionalmente a la sociedad de la cual forma parte y retribuir a ésta los beneficios recibidos en su formación. Es un servicio a la sociedad. La especialidad se define como un espacio curricular constituido por un conjunto de asignaturas (25 – 35 créditos) que completa la formación superior de futuros profesionistas; permite darle mayor flexibilidad a cada plan de estudios y actualidad a cada proyecto académico; además de
atender las tendencias tecnológicas emergentes locales, regionales, nacionales internacionales de cada campo del conocimiento, asegura una formación actual y pertinente.
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El proceso de titulación integral forma parte del plan de estudios y se realiza a lo largo de toda la carrera a través de cuatro momentos definidos con este fin. Es una actividad integradora de la formación profesional en la cual el estudiante aplica conocimientos, métodos y procedimientos aprendidos y relaciona la teoría con la práctica en un proyecto social y profesionalmente útil. La residencia profesional, en principio, es un espacio curricular con valor en créditos, implica que el estudiante aborde un problema específico de la realidad social y productiva, planteé una alternativa de solución y aplique sus conocimientos; es un trabajo teórico-práctico, analítico, reflexivo, crítico y profesional, en el que el estudiante integra significativamente los aprendizajes logrados y la experiencia adquirida en un ámbito laboral y profesional específico. Este proceso forma parte del plan de estudios y complementa la preparación para ejercer su profesión. Acerca del diseño curricular [10-12], [17], [24] Un plan de estudios está estructurado con base en una dimensión social constituida por el objetivo general de la carrera y perfil profesional; una dimensión conceptual constituida por la organización lógica psicológica y pedagógica de los contenidos de aprendizaje y una dimensión didáctica constituida por los objetivos, las estrategias de aprendizaje, las actividades didácticas, las prácticas y las actividades de evaluación. El primer momento del diseño curricular lo constituye la definición de la dimensión social de una carrera, esta se concreta con la elaboración del objetivo general de la carrera y el perfil profesional; los cuales una vez definidos se constituyen en el eje articulador del trabajo de diseño de una carrera. El perfil profesional y el objetivo general se definen a partir del estudio del contexto social y educativo y está constituido por el conjunto de desempeños profesionales. Un desempeño profesional implica la explicitación de las capacidades y competencias específicas y genéricas que el egresado pondrá en juego, en su quehacer profesional. El segundo momento del diseño curricular, se constituye a partir del análisis y definición de la estructura conceptual de la carrera; este análisis permite distinguir la trascendencia de algunos conocimientos y lo efímero de otros, a la luz del perfil profesional, definido previamente; además da la posibilidad de evitar el enciclopedismo y las reiteraciones de contenidos innecesarios. La estructura conceptual, más que concebirse como un listado lineal y jerárquico de términos, se constituye como conjuntos de relaciones dinámicas y complejas de conceptos que, en función de este análisis, desaparecen sus límites formales y sus fronteras, se vuelven transitables, logrando reestructuraciones conceptuales en función de una carrera. Habría que enfatizar que este momento del diseño obliga a una reflexión conceptual y epistemológica: examinar y reflexionar cómo se constituye y reconstruye el conocimiento, cómo se organiza en relación a objetivos de estudio y trabajo, y cómo se debe organizar para ser transmitido en una experiencia de aprendizaje (en [6] se muestra un caso de estudio de porque es importante la conexión entre las materias). Los conjuntos significativos de contenidos temáticos definidos en la dimensión conceptual, serán la base para la constitución de las asignaturas de un plan de estudios. Una vez delimitados estos conjuntos: a) Se especificará el aporte que ofrecen para el cumplimiento del perfil. b) Se establece cuál es la intención educativa que les subyace: el objetivo de aprendizaje.
c) Se explicita que competencias previas deberá de dominar para tener un adecuado aprendizaje en esta asignatura. d) Que actividades llevará acabo el estudiante para lograr el objetivo de aprendizaje de la asignatura. e) Que actividades llevará a cabo el maestro para que el estudiante desarrolle las competencias genéricas y específicas establecidas tanto en el objetivo de aprendizaje como en el aporte al perfil profesional f) Que practicas integradoras desarrollará para que integre las competencias profesionales que están en proceso de desarrollo g) Qué actividades desarrollará para ser evaluado. Estas deberán establecerse con base en el objetivo de aprendizaje, en este se encuentra enunciada la competencia profesional a lograr h) Cuantos créditos se le asignara al programa de estudios diseñado. Esto se determina analizando las actividades del estudiante. En el enfoque de formación para la formación y desarrollo de competencias debe ser mayor la actividad del estudiante. i) Al final con base en todo lo desarrollado se le asignara un nombre a la asignatura. Programa de Diseño e Innovación Curricular para la Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales de las Carreras del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica [10-12], [17] Con la finalidad de ofrecer una educación de integral que equilibre la formación de valores ciudadanos, el desarrollo de competencias y la adquisición de conocimientos, la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST) realizó a principios del 2009, el Programa de Diseño e Innovación Curricular para la Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales de las Carreras del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica (en [4] se discute a fondo si realmente el enfoque por competencias representa una innovación), estos programas educativos con un enfoque en competencias profesionales, son más flexibles e incorporan en los mismos el carácter integral del saber y del saber hacer, para lograr que reflejen los cambios que ocurren en las profesiones, las ciencias, las humanidades y la tecnología (esto se menciona en [3]); y de esta manera, propiciar el aprendizaje continuo de los estudiantes, fomentar el desarrollo de competencias profesionales para la aplicación de conocimientos y la solución de problemas; promover el manejo de lenguajes y del pensamiento lógico, resaltar el papel trascendente de los maestros e impulsar una formación ética; conocer y fortalecer las múltiples culturas que conforman el país; así como, promover el cuidado del medio ambiente. En [13] se concluye que las competencias del saber hacer, capacidad para aplicar el conocimiento y el saber ser con cada vez más demandas por el mercado laboral y de negocios. En una primera etapa la DGEST realizó 8 reuniones Regionales de Información y Formación para la Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales (enero-febrero de 2009), donde los objetivos fueron: • Involucrar a los directivos y personal académico en este proceso (Directores, subdirectores, jefes de departamento y presidentes de academia). • Dinamizar las academias. Definir su función, su organización y la manera cómo van a participar en el proceso de seguimiento y actualización curricular; así como, en la implantación y desarrollo de programas académicos para la formación y desarrollo de competencias profesionales. • Establecer las bases para el involucramiento del sistema en la formación por competencias y en la creación del espacio común con otros subsistemas (nacional e internacional). • Presentar la metodología para el diseño curricular para la formación y desarrollo de competencias, así como la actualización de los planes de estudio de las carreras del Sistema.
En dichas reuniones regionales, participaron un total de 107 Institutos Tecnológicos Federales, con una asistencia de 1192 participantes, el CIIDET con 3 participantes, 2 asistentes por el CENIDET y 123 Institutos Tecnológicos Descentralizados participando con 1056 asistentes. Lo que da un total de 2293 personas, considerando la participación de personal directivo y de apoyo de la DGEST. Consecuentemente los Institutos Tecnológico, tanto Federales como Descentralizados, al interior las academias diseñaron y elaboraron propuestas para la actualización de los planes y programas de estudio de las carreras, con base a un análisis de las tendencias mundiales, necesidades emergentes del país, el cuidado del medio ambiente, así como áreas del conocimiento que propicien el desarrollo y crecimiento social (marzo-julio de 2009). Para poder llevar a cabo esta dinámica fundamental que realizaron las academias, paralelamente se capacitaron a docentes “formadores” en la formación y desarrollo de competencias docentes, con la finalidad de formar a más docentes del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. En su segunda etapa, con base a la revisión y análisis de las propuestas presentadas por los Institutos Tecnológicos, la DGEST llevo a cabo 13 Reuniones Nacionales de Diseño e Innovación Curricular para la Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales de las 34 carreras (agosto-diciembre de 2009), con la participación de 167 Institutos Tecnológicos y 740 docentes, donde los objetivos fueron: • Reconocer y analizar el estado del arte que guardan los distintos campos del conocimiento vinculados a las carreras que se ofrecen en el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. • Determinar las prácticas predominantes y emergentes que se desarrollan en cada uno de los campos de la ciencia y tecnología atendidos por los programas académicos de sistema. • Elaboración de propuesta curricular por carrera que respondan a los lineamientos de la política educativa sectorial y a los requerimientos de los indicadores analizados en el estudio de la realidad social y educativa. • La realización del diseño curricular para la formación y desarrollo de competencias profesionales de las carreras que ofrecerá el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. Actualización de las estructuras conceptual y didáctica de los planes y programas de estudio. • Implantación académica e instrumentación didáctica de los nuevos planes y programas de estudio. • Seguimiento curricular de los nuevos planes y programas de estudio. Como resultado de esta etapa se definió el objetivo general, perfil profesional, estructura conceptual de la carrera, retícula y programas sintéticos de cada una de las carreras. Para enriquecer este programa de diseño e innovación curricular, los docentes participantes se comprometieron a desarrollar las asignaturas en conjunto con sus academias, es decir, los programas de las diferentes asignaturas se desarrollaron en el seno de las academias de diversos Institutos Tecnológicos del país y con la participación de todos los docentes del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. En una tercera etapa la DGEST llevo a cabo 10 Reuniones de Consolidación para las carreras (enero-junio de 2010), donde se revisó y validó los resultados de la segunda etapa y se establecieron las bases para el desarrollo y seguimiento del programa de diseño e innovación curricular. Para esta etapa la DGEST invito a los docentes participantes de la segunda etapa para integrar los compromisos realizados por estos docentes. Para lograrlo se conto con la participación de 156 Institutos Tecnológicos y un total de 640 docentes.
Durante un año la DGEST reunió a 4066 docentes que participaron en el programa de diseño e innovación curricular para la formación y desarrollo de competencias profesionales de las carreras del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. Paralelamente a este programa de diseño e innovación curricular, la DGEST en conjunto con los Institutos Tecnológicos, realizó 9 semanas de capacitación en las que atendió a 9272 docentes de 235 Institutos Tecnológicos; logrando con ello la estimulación a la mejora continua de los docentes, capacitación en competencias profesionales y la adquisición de herramientas que facilitan la práctica docente. Conclusiones El presente trabajo muestra la experiencia y estadística básica del proceso de diseño e innovación curricular para la formación y desarrollo de competencias profesionales de las 34 carreras que oferta el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica a través de sus 249 Instituciones a lo largo y ancho de México. Para llevar a cabo este programa se llevaron a cabo 31 Reuniones Nacionales en el territorio mexicano y se tuvo la participación de 4066 docentes que trabajaron de manera interdisciplinaria en las diferentes carreras. Como resultado de este proceso se tienen programas educativos con un enfoque en competencias profesionales que son más flexibles e incorporan en los mismos el carácter integral del saber y del saber hacer, para lograr que reflejen los cambios que ocurren en las profesiones, las ciencias, las humanidades y la tecnología; y de esta manera, propiciar el aprendizaje continuo de los estudiantes, fomentar el desarrollo de competencias profesionales para la aplicación de conocimientos y la solución de problemas; promover el manejo de lenguajes y del pensamiento lógico, resaltar el papel trascendente de los maestros e impulsar una formación ética; conocer y fortalecer las múltiples culturas que conforman el país; así como, promover el cuidado del medio ambiente. Estos planes y programas de estudios consideran los siguientes aspectos centrales: • Desarrollo de competencias profesionales a lo largo del programa educativo. • Asignación de créditos a través del Sistema de Acreditación y Transferencia de Créditos Académicos (SATCA, véase [1]). • La titulación integrada al proceso formativo del estudiante. • Mayor flexibilidad en los planes y programas de estudio. • El dominio de una segunda lengua extranjera. • Asignaturas de Desarrollo Sustentable, Ética, Metodología de Investigación y Matemáticas en todas sus carreras. • Multiacreditación. • Multiculturalidad. En [26] se muestra una estadística que destaca la participación de la escuela para preservar la cultura. • Uso de las tecnologías de la información y comunicación en el proceso del desarrollo de las competencias profesionales (en [2] se propone cómo integrar estas tecnologías en la educación). Finalmente como resultado de este proceso se obtuvieron las carreras de: Arquitectura y Contador Público; las Ingenierías de Ambiental, Bioquímica, Civil, Eléctrica, Electromecánica, Electrónica, Acuicultura, Administración, Agronomía, Alta Dirección Gastronómica, Desarrollo Comunitario, Energías Renovables, Geociencias, Industrias Alimentarias, Innovación Agrícola Sustentable, Materiales, Pesquerías, Sistemas Computacionales, Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Forestal, Industrial, Informática, Mecánica, Mecatrónica, Naval, Petrolera, Química, Gestión Empresarial, Logística y Nanotecnología; así como las Licenciaturas en Administración y Biología.
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