La inversión forestal como activo empresarial

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La inversión forestal como activo empresarial Perspectivas económicas, medioambientales y sociales en el Territorio Histórico de Bizkaia

Olatz Etxegarai Legarreta Iñaki Esparta Soloeta Sara Fernández de Bobadilla Güemez


©

Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua ISBN: 978-84-9860-535-8 Depósito legal/Lege gordailua: BI - 1.164-2011 Fotocomposición/Fotokonposizioa: Ipar, S. Coop. Zurbaran, 2-4 - 48007 Bilbao Impresión/Inprimatzea: Itxaropena, S.A. Araba Kalea, 45 - 20800 Zarautz (Gipuzkoa)


Índice

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bloque I. Aproximación teórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.2. El origen del concepto de gestión forestal sostenible . . . . . . . . . . . . . 1.3. Del acercamiento tradicional al modelo basado en el ecosistema . . .

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1.3.1. Evolución de los modelos forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.3.2. Dificultades de la nueva política forestal . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1.4. Multifuncionalidad y dificultades para su aplicación . . . . . . . . . . . . .

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1.4.1. La zonificación basada en la jerarquía de objetivos. . . . . . . . .

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1.5. La infravaloración de los ecosistemas forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.6. La financiación de la gestión forestal sostenible . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1.6.1. Externalidades positivas y mercado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.6.2. Compensación por la vía de la intervención administrativa . .

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1.7. La certificación forestal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1.7.1. Certificación y mecanismo de mercado . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.7.2. El futuro de la certificación forestal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1.8. Gestión forestal sostenible y política forestal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bloque II. Los métodos de valoración de los activos forestales . . . . .

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2.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Índice 2.2. Rentabilidad de los proyectos e inversiones forestales . . . . . . . . . . . .

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2.2.1. La importancia de la valoración económica . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. Métodos de valoración económicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2.2.2.1. Métodos de valoración indirectos . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.2. Métodos de valoración directos. . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2.2.3. Medidas de evaluación y rentabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2.2.3.1. Análisis coste-beneficio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3.2. Rentabilidad económica y financiera: métodos de cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Activos empresariales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Valor razonable y valor de coste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Características de los Activos Biológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . La norma NIC 41 y su aplicación en la inversión forestal . . .

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Bloque III. Situación actual y perspectivas de los aprovechamientos forestales en el Territorio Histórico de Bizkaia . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2.2.4. 2.2.5. 2.2.6. 2.2.7.

3.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. La propiedad forestal y la gestión de los montes en el Territorio Histórico de Bizkaia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4.

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Distribución de la superficie forestal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El tamaño de la propiedad forestal y su problemática . . . . . . . Características del propietario forestal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El uso sostenible de los recursos forestales y los sistemas de certificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.5. El papel de las ayudas forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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3.3. Agentes que pueden atentar contra los sistemas forestales . . . . . . . .

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3.3.1. Los incendios forestales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.2. Riesgo de plagas y enfermedades forestales. . . . . . . . . . . . . . .

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3.4. Situación actual y perspectivas de futuro del sector forestal vizcaíno

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3.4.1. Situación actual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.4.2. Perspectivas de futuro del sector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Índice 3.4.3. Medidas a tomar ante la grave crisis que vive el sector forestal

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3.4.3.1. Mejorar la formación del propietario y/o gestor forestal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.4.3.2. Campañas para la información y concienciación de la sociedad sobre los derechos de los propietarios y las responsabilidades de los usuarios . . . . . . . . . . . . . 3.4.3.3. Ayudas adaptadas a épocas de crisis . . . . . . . . . . . . . 3.4.3.4. Aportación en la declaración de la renta de las personas físicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bloque IV. Contraste empírico de la investigación . . . . . . . . . . . . . . . .

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4.1. 4.2. 4.3. 4.4.

Introducción y objetivos del estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ficha técnica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Interpretación de los resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bloque V. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Introducción

El entorno rural vasco ha sido escenario de importantes cambios a lo largo de la historia. Si a principios del siglo pasado la mayoría de sus montes se encontraban despoblados como consecuencia de una descontrolada intervención humana, desde mediados del siglo XX el paisaje forestal se fue extendiendo paulatinamente, especialmente en algunos territorios. Sin embargo, este proceso no ha estado libre de conflictos debido a la importante presencia de coníferas. El sector forestal es clave, no solo para el desarrollo rural, sino también en relación a aspectos tan fundamentales para la vida humana como el mantenimiento de la biodiversidad o la absorción de dióxido de carbono. Y no debe olvidarse que, en última instancia, son los propietarios los encargados de la gestión del sector. Si bien es cierto que la sociedad otorga un valor alto a los espacios forestales, éste no se corresponde con una rentabilidad proporcional para quienes los gestionan, que han visto cómo en los últimos años los ingresos generados por la actividad forestal han ido decreciendo hasta convertirse la actividad en inviable en muchos casos. En la actualidad el sector forestal vasco se enfrenta a una grave crisis debido fundamentalmente a la caída de los precios de la madera. Esta crisis se ha agravado por la estrecha vinculación que mantiene este sector con el de la construcción, que ha sido particularmente castigado por la recesión económica. Este hecho acrecienta la necesidad de buscar nuevas alternativas y salidas a un sector que, pese a su gran relevancia, atraviesa por un momento difícil e incierto.

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La inversión forestal como activo empresarial

El presente trabajo se centra en el Territorio Histórico de Bizkaia y en él se analiza el sector forestal desde la perspectiva del propietario forestal privado y público desde una visión ligada, principalmente, a la propiedad y a la rentabilidad y teniendo en cuenta, asimismo, aspectos intangibles, medioambientales y sociales, susceptibles de valoración. Los bosques, tanto en su faceta de inversión pública como privada, deben ser explotados de forma sostenible para evitar su desaparición. El presente trabajo, en su parte final, recoge la valoración de las respuestas obtenidas a partir de sendos cuestionarios llevados a cabo entre responsables de montes de Ayuntamientos y propietarios privados. Los resultados del estudio, que pretende ser preliminar, arrojan resultados divergentes entre los dos tipos de agentes consultados. Podemos concluir que ello es debido, por una parte, a que los intereses que mueven a estos dos actores no son idénticos, y, por otra, a la falta de la necesaria sinergia entre administración y administrados. En la actualidad los requerimientos sociales, y de otra índole, que cuestionan un paradigma forestal basado casi en exclusiva en la explotación intensiva de especies de crecimiento rápido, por una parte, y la necesidad de hacer de la actividad forestal una actividad rentable, por otra, introducen elementos que dificultan la toma de decisiones, tanto a nivel individual, como las referidas a la política forestal. Pero además, el contexto actual de grave crisis económica del sector, provocada por la negativa evolución de los precios de la madera, ha introducido un nuevo factor de incertidumbre en la actividad del sector en el territorio histórico de Bizkaia. La dirección que pueda tomar la política forestal dependerá en gran parte de la valoración de la actual crisis, ya que la calificación de la evolución negativa de los precios como coyuntural o estructural determinará, en gran medida, las políticas a aplicar.

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Bloque

I

Aproximación teórica

1.1. Introducción En los últimos años dos factores de enorme relevancia están incidiendo en el sector forestal del Territorio Histórico de Bizkaia. Por una parte, la tendencia que a nivel mundial impulsa la aplicación de modelos de gestión forestal basados en la sostenibilidad. Y, por otra, la grave crisis económica que atraviesa el sector debido a la caída de los precios de la madera. Esta situación está afectando, obviamente, a los propietarios privados, pero también a los gestores de montes propiedad de los Ayuntamientos. En la actual situación, tanto unos como otros se están viendo abocados a tomar decisiones en un panorama de gran incertidumbre. Esta incertidumbre, creada básicamente por el descenso de los precios de la madera, es acentuada por la propia indefinición del concepto de gestión forestal sostenible. Aunque en sus grandes trazos el concepto define con nitidez la necesidad de tener en cuenta aspectos económicos, medioambientales y sociales en la actividad forestal, la aplicación práctica del concepto a la realidad se topa con dificultades de diverso tipo. En el caso del espacio forestal del territorio de Bizkaia, la dificultad de aunar los tres aspectos citados se hace especialmente patente debido a una larga tradición forestal basada en la explotación intensiva de especies de crecimiento rápido. Este bloque trata, en primer lugar, de ofrecer una aproximación al concepto de gestión forestal sostenible, incidiendo de forma especial

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La inversión forestal como activo empresarial

en la relevancia de conceptos tales como ecosistema y multifuncionalidad. En segundo lugar, aborda el problema de la infravaloración de los ecosistemas forestales, aspecto crucial derivado de la puesta en valor por parte del concepto de gestión forestal sostenible de los servicios de carácter ambiental y social provistos por los bosques. Aunque los avances logrados en los métodos de valoración de los ecosistemas forestales han supuesto un gran paso adelante, persisten las dificultades para financiar la transición hacia una actividad forestal más sostenible. Finalmente, se hace referencia a la certificación forestal, iniciativa que confía en la fuerza de mercado para impulsar la gestión forestal sostenible.

1.2. El origen del concepto de gestión forestal sostenible La «gestión forestal sostenible» se ha convertido en el concepto más relevante en el ámbito de la silvicultura en los últimos años. Ello no debe sorprender si se tiene en cuenta que esta es considerada parte esencial en el logro de la sostenibilidad a nivel general. La gestión sostenible exige a los ecosistemas forestales el cumplimiento de las funciones productiva, ecológica y social. A partir de la década de 1970, al aumentar la conciencia sobre la importancia de los espacios forestales, fue aumentando, asimismo, la preocupación por la forma en que esos espacios eran gestionados, especialmente los bosques de las regiones tropicales. Esa preocupación por las prácticas forestales no acordes con el respeto al medio ambiente tuvo su eco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992. La Conferencia de Río oficializó la relación entre la situación de los bosques y el desarrollo sostenible. Fue en la citada Conferencia donde se proclamó que la gestión forestal sostenible constituía un componente esencial del desarrollo sostenible, alertando

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Aproximación teórica

al mismo tiempo sobre la necesidad de que todos los bosques del mundo, no solamente los tropicales, fueran gestionados de forma sostenible en beneficio de las generaciones actuales y futuras (CNUMAD, 1993). La importancia concedida a las masas forestales en la Conferencia de Río se manifiesta en la mención del sector forestal en todos los documentos consensuados en la misma, especialmente en la Declaración de los Principios Forestales, en la Agenda 21, y en las convenciones sobre cambio climático y biodiversidad y más tarde, sobre desertificación1. Esta presencia evidencia la relevancia concedida a la silvicultura en la lucha contra la erosión del suelo, en la prevención de la desertificación, en la lucha contra el cambio climático, y en la consideración de los bosques como reservorios de casi el 80 por ciento de las especies terrestres conocidas en la actualidad (Prado, 1997)2 . La Cumbre de la Tierra ofreció una visión global de los recursos forestales del planeta, haciendo al mismo tiempo hincapié en la necesidad de gestionarlos de forma sostenible. Diez años después de la Conferencia de Río, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible llevada a cabo en 2002 en Johannesburgo, quedó ratificado el concepto de gestión forestal sostenible. En ésta última Cumbre se volvió a insistir en la importancia de los bosques en el desarrollo sostenible y en la validez del concepto, tanto por los logros conseguidos en su primera década de vigencia como, sobre todo, por las oportunidades que brinda de cara al futuro (FNUB, 2003).

1 Los convenios firmados en la Cumbre de Río sobre cambio climático y biodiversidad sentaron las bases para la firma en 1994 en Paris de la Convención de Lucha contra la Desertificación (García-Moreno, 2005). 2 Asimismo, con posterioridad a la Conferencia de Río surgieron dos iniciativas de gran importancia. Por una parte, la puesta en marcha en 1995 del Grupo Intergubernamental sobre Bosques, y, por otra, la creación en 1997 del Foro Intergubernamental sobre Bosques. Estos procesos han desempeñado un papel relevante en la difusión del concepto de gestión forestal sostenible a nivel mundial.

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1.3. Del acercamiento tradicional al modelo basado en el ecosistema La gestión forestal basada en parámetros de sostenibilidad implica la sustitución del sistema tradicional de gestión por un nuevo paradigma. En este nuevo paradigma los bosques reciben la consideración de ecosistema, convirtiéndose de este modo en espacios susceptibles de proveer, además de bienes, servicios de gran importancia a la comunidad (Zhang, 2005). La práctica de gestionar los bosques desde la perspectiva del ecosistema surgió en los Estados Unidos en la década de 1990 y ha sido considerada desde entonces como la vía más adecuada para la consecución de sistemas forestales sostenibles (Bas¸kent y Yolasıg˘maz, 2003). Tal como afirman los defensores del sistema de gestión basado en el ecosistema, cualquier método de gestión que pretenda tener éxito desde el punto de vista de la sostenibilidad ha de contemplar todos los componentes que lo integran. La Convención sobre Diversidad Biológica (CDB) define del siguiente modo la gestión basada en el ecosistema: La estrategia de gestión integrada del suelo, agua y todos los recursos vivos, de modo que [en los espacios forestales] pueda lograrse el equilibrio entre la conservación y otros tipos de usos (CBD, 2001:566). De esta definición no debe desprenderse que «conservar» signifique la no actuación sobre el ecosistema. Al contrario, la conservación requiere de una gestión especializada que tenga en cuenta en todo momento los equilibrios ecológicos. Como consecuencia, implica mayores costes que la gestión tradicional (Pérez Vilariño, 1999). Los espacios forestales constituyen uno de los ecosistemas más complejos que se conocen e integran el medio para infinidad de seres vivos dotados de distintos niveles de organización y en constante interacción (López Lillo, 2001).

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Aproximación teórica

La gestión basada en el ecosistema ha de tomar en consideración no sólo los árboles, sino también los animales, plantas, suelo, recursos hídricos y otros elementos que componen el ecosistema forestal. Además de ello, ha de tener en cuenta a las personas que obtienen rendimientos económicos de los bosques, a la población que goza de los servicios ambientales y recreacionales, y, asimismo, a las generaciones futuras.

El mantenimiento de los ecosistemas es el objetivo básico de la gestión forestal sostenible. En este acercamiento la producción de madera deja de ser la única variable de gestión, para considerar en su totalidad el ecosistema forestal e incorporar otras especies (vegetales y animales) y hábitats, siempre bajo el prisma de las necesidades, no sólo de las generaciones actuales, sino también de las futuras3. El enfoque de gestión forestal ha experimentado grandes cambios a lo largo del tiempo. Aunque en un principio su objetivo fundamental era gestionar la producción de madera, para Ciancio et al. (2003) la gestión forestal se está acercando paulatinamente a la ecología aplicada. Si el paradigma forestal vigente en la sociedad industrial impulsó la simplificación de la estructura y composición de los bosques —las plantaciones llevadas a cabo en Bizkaia son muestra evidente de ello— la ecología aplicada ha venido a decir que esa forma de proceder puede resultar peligrosa para el funcionamiento del ecosistema.

1.3.1. Evolución de los modelos forestales En la medida en que las sociedades han ido evolucionando y desarrollándose, también ha ido cambiando su percepción y relación con la naturaleza y los recursos naturales. Del mismo modo, la percepción y uso de los espacios forestales también ha experimentado 3 Al tomar en consideración los aún no nacidos, la gestión forestal basada en el ecosistema remite de forma directa a la idea central de desarrollo sostenible.

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La inversión forestal como activo empresarial

modificaciones. En este proceso evolutivo la visión del bosque como ecosistema constituiría el último nivel. Yaffee (1999) distingue tres paradigmas que forman un continuum en la forma en que los bosques han sido gestionados históricamente. El primero de ellos, el paradigma tradicional, se basa en la producción de madera. Éste continúa siendo el dominante en el Territorio Histórico de Bizkaia, aunque, tal como queda patente en el estudio llevado a cabo, influido cada vez más por las nuevas tendencias. El segundo es el paradigma de usos múltiples, el cual, además de la madera, tiene también en cuenta otros productos y servicios provistos por el espacio forestal. Por último, el modelo más reciente estaría constituido por el paradigma del ecosistema, que impulsa asimismo el uso múltiple de los bosques, pero tomando como guía la sostenibilidad del ecosistema en su conjunto. Podríamos decir que los aprovechamientos forestales de Bizkaia, especialmente en lo concerniente a la gestión de los montes públicos, se encuentran en una fase de transición, no muy bien definida, entre el paradigma tradicional y los dos mencionados en último lugar.

Paradigma tradicional

Madera

Paradigma de usos múltiples

Madera + otros productos y servicios

Paradigma del ecosistema

Madera + otros productos y servicios + Sostenibilidad

Aunque determinadas aplicaciones del paradigma de usos múltiples pueden encontrarse en la silvicultura del siglo XIX y primera mitad del siglo XX (Groome, 1990), esas aplicaciones aparecen ligadas a la agricultura, la ganadería y las funciones protectoras de los bosques. La necesidad sobre el uso múltiple de los bosques, tomando en consi-

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Aproximación teórica

deración, además de la función productiva, la ecológica y la social tal como éstas son percibidas en la actualidad, surge en realidad durante la década de 1960. Se trataba de encontrar una solución a la situación creada por la aplicación del modelo productivista basado en especies de crecimiento rápido. Por tanto, la vigencia del paradigma de usos múltiples se extendería desde la aparición de los primeros síntomas de la crisis ecológica originada por la aplicación del paradigma productivista (hacia 1960) hasta el surgimiento, en la década de 1990, del basado en el ecosistema. Nair (2003) analiza la relación que la población ha tenido con los bosques a lo largo de la historia y distingue cuatro tipos de sociedad: la tradicional, la agraria, la industrial y la postindustrial.

Tabla 1 Relación entre población y bosques a lo largo de las historia Tipo de sociedad

Principales utilizaciones de los bosques

Tradicional

Gran dependencia de los bosques, los cuales se utilizan para satisfacer necesidades básicas: alimentos, combustibles, plantas medicinales, materiales para la construcción… La capacidad de estas sociedades para modificar el medio forestal es limitada. Los bosques ejercen influencia en la cultura y en las creencias religiosas.

Sociedad agraria

Los bosques son considerados, fundamentalmente, espacios susceptibles para la extensión de la agricultura y la ganadería. La renta procedente de la venta de productos forestales se convierte en complemento de los ingresos de los agricultores y ganaderos.

Industrial

Los bosques se convierten en fábricas de producción de la materia prima (madera) demandada por diferentes subsectores industriales. Destaca el predominio en los bosques de especies foráneas de crecimiento rápido.

Postindustrial

Los bosques reciben el tratamiento de ecosistema. La función productora de madera pierde relevancia y el espacio forestal es considerado de forma creciente como proveedor de servicios. Ganan importancia los valores culturales, medioambientales y estéticos.

Fuente: Elaborado tomando como base Nair (2003).

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