Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Bogotá, D.C., Colombia • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Incluida en: Publindex - Colciencias Categoría C Biblioteca Virtual para la Vigilancia en Salud Pública de Colombia Imbiomed CUIDEN LILACS Latindex Dialnet HINARI
Rector Rafael Sánchez París, MSc, Md. Vicerrectora Académica María Clara Rangel Galvis, PhD, MSc, Od. Vicerrector Administrativo Francisco José Falla Carrasco, MBA, Adm. Vicerrector de Investigaciones Miguel Otero Cadena, Esp., Md. Decana Facultad de Enfermería Rita Cecilia Plata de Silva, MSRH, MCPs, Enf. ©Revista Colombiana de Enfermería Facultad de Enfermería ISSN: 1909-1621 (Impresa) - ISSN: 2346-2000 (En línea) Título abreviado: Rev. Colomb. Enferm. Volumen 11 • Año 10 Octubre de 2015 Directora Victoria Eugenia Cabal Escandón, Magíster Educ. e Invest., Enf. Editora Claudia Celis Pinilla, Esp. Adm. Emp., Enf. Incluida en Publindex Colciencias Categoría C, Biblioteca Virtual para la Vigilancia en Salud Pública de Colombia, Imbiomed, CUIDEN, LILACS, Latindex, Dialnet, HINARI Solicitud de canje Biblioteca, Universidad El Bosque biblioteca@unbosque.edu.co
Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Bogotá D.C., Colombia • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Periodicidad: semestral. Tasa de rechazo: 21% Dirección Universidad El Bosque, Facultad de Enfermería Av. Cra. 9 No. 131 A – 02, Bogotá, D.C., Colombia Teléfonos + 57 1 6489071 - + 57 1 6489020 PBX: + 57 1 6489000 Ext.: 1360 y 1260 Fax: + 57 1 6489071 Apartado aéreo: 100998 Código postal: 110121 Correos electrónicos editorarce@unbosque.edu.co revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co Página web http://www.uelbosque.edu.co/publicaciones/revista_ colombiana_enfermeria/edicion_actual Diseño y diagramación Centro de Diseño y Comunicación Facultad de Diseño, Imagen y Comunicación Universidad El Bosque Alexander Castañeda, D.G. Sergio Cabrera, D.G. Corrección de estilo Grupo de Revisión y Análisis de Textos “GRAT” Departamento de Humanidades Universidad El Bosque Martha Moreno Traducción BiLingo LLC, Language Services Marcela Escobar-Gomez, Md. Impresión Javegraf
MISIÓN La Revista Colombiana de Enfermería es una publicación de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque que tiene como fin divulgar la producción intelectual y científica del área de la salud nacional e internacional, sustentada en la Misión Institucional y de la Facultad, para aportar al desarrollo de los valores enraizados en la Cultura de la Vida, su Calidad y su Sentido.
MISSION The Revista Colombiana de Enfermería is published by the Faculty of Nursing at the Universidad El Bosque which aims to spread scientific and intellectual development in the area of national and international health, based on the Institutional Mission and Faculty Mission, to support the development of values rooted in the Culture, Quality, and Meaning of Life.
MISSÃO A Revista Colombiana de Enfermería é publicado pela Faculdade de Enfermagem da Universidad El Bosque que tem como objetivo difundir o desenvolvimento científico e intelectual na área da saúde nacional e internacional, com base na Missão Institucional e Missão da Faculdade, de apoiar o desenvolvimento de valores enraizados na Cultura, Qualidade e Sentido da Vida.
DERECHOS RESERVADOS La Revista Colombiana de Enfermería de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque es una publicación eminentemente científica. Ninguna publicación, nacional o extranjera, podrá reproducir ni traducir sus artículos ni sus resúmenes sin previa autorización escrita del Editor. Ni la Revista ni la Universidad asumen responsabilidad alguna por los puntos de vista expresados por los autores. Los nombres de equipos, materiales y productos manufacturados, incluyendo fármacos que eventualmente puedan mencionarse, no implican recomendación ni propaganda para su uso y sólo se mencionan como identificación genérica.
DIRECTORA
EDITORA
Victoria Eugenia Cabal Escandón Magíster en Educación e Investigación, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co
Claudia Celis Pinilla Especialista en Administración de Empresas, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia editorarce@unbosque.edu.co
COMITÉ EDITORIAL
COMITÉ CIENTÍFICO
Chantal Carmen Aristizábal Tobler, PhD en Salud Pública, magíster en Bioética, especialista en Medicina Interna, Md. Hospital de la Policía, Universidad Nacional de Colombia, Universidad del Rosario. Bogotá, Colombia
Ana Cecilia Becerra Pabón, PhD en Ciencias de la Educación, especialista en Enfermería Maternoperinatal y en Docencia Universitaria, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia
Constanza Eugenia Ovalle Gómez, PhD en Ciencias Sociales, magíster en Bioética, especialista en Filosofía de la Ciencia, en Docencia Universitaria y en Bioética, Odon. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Luis Alirio Rodríguez, PhD en Bioética, especialista en Docencia Universitaria y en Administración de Empresas, Ingeniero de Sistemas. Universidad El Bosque, Universidad Empresarial. Bogotá, Colombia María Mercedes Lafaurie Villamil, magíster en Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado, Psic. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Miguel Antonio Sánchez Cárdenas, PhD (c) en Bioética, magíster en Administración de Servicios de Salud, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Myriam Elsa Torres Gómez, PhD en Epidemiología, magíster en Salud Pública, Enf. University of South Carolina. Columbia, Estados Unidos Nohora Alicia Sánchez Castro, magíster en Administración en Salud, especialista en Docencia Universitaria, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Norma Alexandra Marín Morales, magíster en Docencia de la Educación Superior, especialista en Docencia Universitaria, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Rita Cecilia Plata de Silva, magíster en Psicología Comunitaria y en Salud Sexual y Reproductiva, especialista en Docencia Universitaria, Enf. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Viviana Marycel Céspedes Cuevas, Post PhD en Narrativa y Ciencia, PhD en Enfermería, especialista en Atención de Enfermería en Cuidado Crítico, Enf. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia Yaira Pardo Mora, PhD en Enfermería con Énfasis en Salud Colectiva, Enf. Universidad El Bosque, Organización Panamericana de la Salud. Bogotá, Colombia
Ana Lucía Noreña Peña, PhD en Enfermería y Cultura de los Cuidados, Enf. Universidad de Alicante. Alicante, España Ana Luisa Velandia Mora, PhD en Ciencias Médicas, magíster en Administración de Servicios de Enfermería, Enf. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia Andrés Mauricio Álvarez Pinzón, PhD (c) en Educación, especialista en Investigación Clínica Quirúrgica y en Bioética, Md. Cleveland Clinic Florida, FQL Research. Florida, Estados Unidos Beatrice Goodwin, Phd en Educación, Enf. College of Nursing, New York University. Nueva York, Estados Unidos Daniel Gonzalo Eslava Albarracín, Post PhD en el Fenómeno de las Drogas, PhD en Enfermería, magíster en Desarrollo Rural y en Administración en Salud, especialista en Docencia Universitaria, Enf. Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia María Mercedes Rizo Baeza, PhD en Antropología Social y Cultural, magíster en Salud Pública, especialista en Pediatría, Enf. Universidad de Alicante. Alicante, España Martha Whetsell, PhD en Filosofía, magíster en Enfermería, especialista en Enfermería Pediátrica y en Educación y Salud, Enf. City University of New York, Lehman College Bronx. Nueva York, Estados Unidos Mauricio Zúñiga Morales, PhD en Bioética, magíster en Microbiología Médica, Md. Fundación Universitaria Agraria de Colombia. Bogotá, Colombia Miguel Francisco Cabal Escandón, PhD en Economía Agrícola, especialista en Economía Monetaria, Econ. Toronto, Canadá Patricia Tovar Rojas, magíster en Antropología, Antropóloga. Universidad de Nueva York. Nueva York, Estados Unidos Pío Iván Gómez Sánchez, magíster en Salud Sexual y Reproductiva, especialista en Ginecobstetricia y en Epidemiología, Md. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia Sandra Janashak Cadena, PhD en Ciencia de la Enfermería y en Ciencias Políticas, magíster en Enfermería Psiquiátrica, especialista en Salud Pública, Enf. Universidad El Bosque, Walden University. Florida, Estados Unidos Sonia Echeverri De Pimiento, magíster en Bioética, especialista en Bioética, Enf. Fundación Santa Fe de Bogotá, Fundación Conocimiento, Tribunal Nacional Ético de Enfermería, Academia Nacional de Medicina. Bogotá, Colombia
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Contenido · Contents · Conteúdo Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 La Revista Colombiana de enfermería adopta la tipología de Publíndex para la clasificación de los artículos; para la definición de las palabras clave de los artículos acoge los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) de la Biblioteca Virtual en Salud y el Medical Subject Headings (MESH) de la U.S. National Library of Medicine. Editorial · Editorial · Editorial Salud sexual y reproductiva: el camino debe continuar Sexual and reproductive health: seeking continued progress Saúde sexual e reprodutiva: o caminho deve continuar
4-18
Elsa Mariño S.
Artículos de Investigación · Scientific Research Manuscripts · Manuscritos Pesquisa Científica Dimensiones de la competencia cultural en enfermería y prácticas tradicionales para el cuidado de la infancia Cultural nursing competency and traditional care practices for children Dimensões da competência cultural em enfermagem e práticas tradicionais para o cuidado de crianças
19-28
Influencia de tener perros sobre la salud percibida en personas mayores de Jaén (España) Influence of dog ownership on perceived health in the elderly of Jaén (Spain) Cães têm influência na saúde percebida dos anciãos de Jaen (Espanha)
29-33
Validez y confiabilidad de la versión en español de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual Validation and reliability test of spanish version of Spirituality and Spiritual Care Rating Scale (sscrs) Validade e confiabilidade da versão em espanhol de Escala de Avaliação de Espiritualidade e de Cuidado Espiritual
34-44
Violencia de la pareja íntima en relatos de gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén (Bogotá, Colombia) Intimate partner violence in narratives of pregnant women attending Hospital de Usaquen (Bogota, Colombia) Violência por parceiro íntimo em relatos de gestantes atendidas no Hospital de Usaquén (Bogotá, Colômbia)
45-56
Análisis observacional del uso de agua durante el lavado quirúrgico de manos: el agua como recurso hospitalario derrochado Observational analysis of water use for surgical hand scrubbing: water as a wasted hospital resource Análise observacional do uso de água durante a lavagem cirúrgica de mãos: a água como recurso hospitalar desperdiçado
57-62
Riesgo nutricional e inseguridad alimentaria en una población infantil del municipio de Soacha Nutritional risk and food insecurity in a young group in Soacha municipality Risco nutricional e insegurança alimentar em uma população infantil do município de Soacha
63-72
Nivel de funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años, habitantes de una localidad de Bogotá, 2013 Performance level families with children from 3 to 6 years population of a town of Bogota, 2013 Nível de funcionalidade de famílias com crianças de 3 a 6 anos, habitantes de uma cidade de Bogotá, 2013
73-81
Olga Stella Díaz U., Carolina López T.
María Rodríguez M., Rafael Muñoz C.
Lina María Vargas-Escobar
María Mercedes Lafaurie V.
Daniel Simón V., Ana Moldes A., Gloria Cordeiro V.
Fabio Rodríguez M., Ana María Acevedo F., Magda Alejandra Calderón G., Diana del Socorro López R., María Paula González R.
Ruth Valle B.
Artículo de Revisión · Review Manuscript · Manuscrito de Revisão Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: ¿una práctica justificada? Use of proton pump inhibitors and Histamine-2 receptor antagonists in stress ulcers: a justified practice? Uso de inibidores da bomba de prótons e antagonistas dos receptores H2 de histamina como profilaxia em úlceras por estresse: uma prática justificada?
82-92
Ninfa Marlén Chaves T., Diego A. Nivia F.
Artículo de Reflexión · Reflection Article · Artigo de Reflexão Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program Cómo evitar los posibles obstáculos en un programa de intercambio de estudiantes internacionales Como evitar os possíveis obstáculos em um programa de intercâmbio de estudantes internacionais
93-101
Sandra Janashak Cadena
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| Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 4-18
Editorial
Salud sexual y reproductiva: el camino debe continuar Elsa Mariño S. Enfermera, especialista en Enfermería Psiquiátrica Magíster en Enfermería Maternoinfantil Directora del Área Sociohumanística Directora de la Maestría en Salud Sexual y Reproductiva Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque
INTRODUCCIÓN Para comprender de dónde surge el concepto global y complejo de salud sexual y reproductiva se requiere revisar su historia. Inicialmente se pensó solo en función de la dimensión biológica, la planificación familiar y la salud materno-infantil. Luego, con el paso de los años, se comenzó a abordar desde otras dimensiones. También es innegable que las mujeres han presionado a los gobiernos de diferentes partes del mundo mediante sus movimientos sociales y feministas a establecer políticas relacionadas con un concepto mucho más complejo. Si bien, antes de la Revolución francesa hubo mujeres que individualmente plantearon derechos sobre la igualdad femenina como Josefa Amar con su libro Importancia de la instrucción que conviene dar a las mujeres, escrito en 1784, no fue sino hasta la Revolución cuando en realidad las mujeres se expresaron en forma colectiva. Sin embargo, la primera declaración de derechos, la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, en 1789 se refirió al hombre, al ciudadano masculino mientras las mujeres quedaron excluidas. En 1791 Olympe de Gouges seudónimo de Marie Gouze, ciudadana francesa, escribió la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana, que hoy se considera el origen del feminismo moderno (1). Sus trabajos fueron feministas y revolucionarios para la época pues defendió el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en la vida pública como privada: derecho al voto, a la propiedad privada y a la educación (2). Sin embargo, y pese a múltiples luchas, el camino hacia el concepto de salud sexual y reproductiva como un todo global y desde una perspectiva de derechos, solo inició en 1948 cuando en la Declaración universal de los derechos humanos, además de reconocerse el derecho de todo ser humano a la salud, se hace una alusión directa a la salud materna e infantil; en el capítulo 25.2 se señala que “la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños y todas las niñas, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social” (3). Por otra parte, un hecho que contribuyó a la salud materna y del niño fue la aprobación por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del Convenio sobre la protección a la maternidad (C103) en 1952 y que entró en vigencia en 1955; concedió un periodo remunerado de descanso a la mujer después del parto, lo que brindó tiempo para cuidar a su hijo y a ella misma (4). Con respecto a la libre decisión de la reproducción, en 1968 durante la primera Conferencia internacional de derechos humanos organizada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Teherán, se habló del derecho fundamental que tienen los padres de determinar libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos (5, 6). 4
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Con respecto a la relación entre desarrollo y población se dio un debate importante en la primera conferencia sobre población de la ONU realizada en Bucarest en 1974. Los países desarrollados del norte afirmaron que el crecimiento poblacional no permitía el desarrollo del Tercer Mundo y que por eso estaban dispuestos a repartir anticonceptivos pues era el método más económico de ayuda; así se aceptó de una forma muy amplia la anticoncepción y se hizo énfasis en esta sin mencionar el concepto de planificación familiar (7). No fue sino hasta 1978 en la Conferencia de Alma Ata que se incluyó la planificación familiar como parte de la salud materna e infantil y como elemento en la atención primaria en salud (8). El 18 de diciembre de 1979 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) que, tras su ratificación por 20 países, entró a regir como tratado internacional el 3 de septiembre de 1981. Esta convención se considera la carta de derechos humanos de las mujeres que da respuesta a la necesidad de respaldar constitucionalmente las políticas públicas de igualdad de género. La convención se concentra en tres aspectos de la situación de la mujer: los derechos civiles y la condición jurídica y social, los derechos relacionados con la reproducción humana y las consecuencias de los factores culturales en las relaciones entre los sexos (9). En la Conferencia mundial de derechos humanos de Viena, en 1993, se sostuvo y ratificó que […] los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional (10).
A pesar de todos los esfuerzos e intentos mencionados, solo en 1994 en la Conferencia internacional sobre población y desarrollo (CIPD) de las Naciones Unidas, celebrada en el Cairo (11), se dejó de lado el término salud materna e infantil para establecer salud sexual y reproductiva y los derechos sexuales, incluidos los de los jóvenes y las jóvenes. Durante esta Conferencia se reconoció que la salud, en especial de la mujer, desempeña un papel fundamental en la relación población-desarrollo, es decir, que mediante poblaciones sanas y productivas se logra el progreso de los países. Además, se planteó que la salud sexual y reproductiva es necesariamente multisectorial y, por ende, no puede ser responsabilidad de sólo un sector (12). Hasta entonces, lo que hoy se entiende por salud sexual y reproductiva no se había contemplado en los documentos ni en las iniciativas internacionales; a partir de ese momento, comenzó el reconocimiento internacional de los derechos sexuales y reproductivos, para adultos y jóvenes, hombres y mujeres, dentro del ámbito de los derechos humanos (12, 13). El Programa de Acción de la CIPD, además de derogar las concepciones reduccionistas de las relaciones sexuales con solamente un fin reproductivo y de la mujer como madre y cuidadora, enfatizó la autonomía de las mujeres respecto a su sexualidad y reproducción. Un año más tarde en Beijing tuvo lugar la Cuarta conferencia mundial sobre la mujer de las Naciones Unidas, donde se insistió en sus derechos y se reforzó el concepto de salud sexual y reproductiva. Se habló explícitamente de la gravidez indeseada y se recomendaron servicios seguros en interrupción del embarazo en los casos permitidos: Las mujeres que sufren embarazos no deseados deberán tener fácil acceso a una información veraz y a un asesoramiento compresivo […] En aquellos casos en los que el aborto no sea contrario a la ley, los abortos deberán realizarse en condiciones de seguridad (14).
Se reconoció además que la capacidad de las mujeres para regular su fecundidad es la base fundamental para disfrutar otros derechos, como el de tener control y a decidir libre y responsablemente sobre su sexualidad. En 1996 la Unión Europea (UE) y todos sus estados miembros adoptaron formalmente el Plan de acción sobre población y desarrollo de El Cairo. A partir de este momento, la política de la UE en salud sexual Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 4-18 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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y reproductiva se enmarca en los principios de El Cairo; promueve además un enfoque holístico y el reconocimiento de la salud y de los derechos en materia de reproducción y sexualidad (12). Con el Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional adoptado en 1998 y que entró en vigencia en el año 2002, se logró un avance general frente a crímenes de lesa humanidad y se codificó por primera vez en el derecho internacional penal la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización forzada y otras formas de violencia sexual como crímenes de guerra o de lesa humanidad (15). Pese a los grandes avances que se han tenido frente a la salud sexual y reproductiva, entre otros, comprender la multidimensionalidad del concepto, aún se encuentran muchos problemas sin resolver. Se han hecho múltiples esfuerzos por mejorar la salud sexual y reproductiva; sin embargo, en Colombia todavía nos enfrentamos a grandes dificultades. Por ejemplo, aunque la tasa de fecundidad ha disminuido (2,6 en 2000 a 2,1 en 2010) gracias posiblemente a una mayor autonomía de las mujeres para decidir sobre su reproducción, existe una gran brecha de acuerdo con el nivel de riqueza: “[…] la tasa global de fecundidad es 2,29 veces más alta entre las mujeres con índice de riqueza más bajo comparada con las mujeres con mayor riqueza” (16). También se evidencia diferencias en la tasa de uso de anticonceptivos de acuerdo con el nivel de riqueza de las mujeres: mientras que el 68% de las más pobres usan métodos modernos, aquellas con mayor riqueza los usan en un 75% (17). En cuanto al embarazo en menores de 15 años, se encuentra que este ha ido en aumento y pasó de una tasa general de 2,78 por mil nacimientos a 3,15 en 2009 (18). Con respecto a la tasa de mortalidad materna, que en 2012 era de 65,89 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, se encuentra que en los departamentos del quintil con mayor proporción de necesidades básicas insatisfechas hay una mortalidad 1,72 veces más alta. El 60% de la mortalidad materna se concentra en el 50% de la población más pobre (16). El número de muertes maternas relacionadas con el aborto ha disminuido de 16% en 1994 al 9% en 2007. Sin embargo, según estimativos recientes, en el país se realizan 400.400 abortos clandestinos cada año con cerca de 130.000 complicaciones, de las cuales 93.000 requieren atención médica. De 780 muertes maternas ocurridas en Colombia en 2008, aproximadamente 70 se debieron a abortos inseguros (19). Como lo demuestran las cifran anteriores pese a grandes avances tecnológicos y al mundo globalizado, las desigualdades sociales entre países y dentro del mismo país, son cada vez mayores y generan grandes inequidades en salud que comprometen la Salud Sexual y Reproductiva. Con respecto a la violencia, la Encuesta nacional de demografía y salud (ENDS 2010) expone que el 74,6% de las mujeres ha sufrido situaciones de violencia por su última pareja en la década más reciente. En cuanto a la violencia de género, en 2010 los hombres con igual nivel de formación, experiencia y responsabilidades, recibieron ingresos mayores que las mujeres en un 25%; la tasa de desempleo de las mujeres fue 1,7 veces mayor. (20). De acuerdo con los datos de la primera encuesta sobre violencia sexual en el contexto del conflicto armado colombiano, la prevalencia para el período 2001-2009 se estimó en 17,58%, lo cual significa que durante estos nueve años, en promedio 149 mujeres resultaron agredidas diariamente y 6 cada hora (21). En conclusión, la salud sexual y reproductiva forma parte permanente de la vida cotidiana de las personas, se relaciona con sus formas de subsistencia y su capacidad de trabajo; es indiscutible que atraviesa los ámbitos económicos, sociales y laborales e influye de manera directa y categórica en el progreso de las naciones. Por lo tanto, si queremos una Colombia más desarrollada, tenemos la responsabilidad de empoderarnos, como trabajadores de la salud sexual y reproductiva, en la búsqueda de estrategias que 6
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permitan minimizar las desigualdades sociales, disminuir las inequidades, es decir, luchar por los derechos humanos y la igualdad, y comprometernos desde los diferentes sectores con una mayor justicia social, económica y, por ende, con una mejor calidad de vida.
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15. Naciones Unidas - Centro de Información. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional [Internet]. 1998 [consultado el 5 de septiembre de 2015]. Disponible en http://www.cinu.org.mx/temas/Derint/cpi.htm# 16. Ministerio de Salud y Protección Social. Análisis de Situación de Salud [Internet]. Colombia. 2014 [consultado el 17 de agosto de 2015]. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/ED/PSP/ ASIS%2024022014.pdf 17. UNFPA/Mujeres. [Internet]. [consultado el 16 de agosto de 2015].Disponible en: http://www.unfpa.org.co/?page_ id=1310 18. UNFPA/Minsalud. Determinantes sociales de embarazo en menores de 15 años [Internet]. Colombia. 2014 [consultado el 16 de agosto de 2015]. Disponible en: http://unfpa.org.co/wp-content/uploads/2015/02/SM-Determ-embarazomenores-15-a%C3%B1os.pdf 19. Ministerio de Salud y Protección Social / Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Prevención del aborto inseguro en Colombia. Protocolo para el sector salud [Internet]. Colombia. 2014 [consultado el 18 de agosto de 2015]. Disponible en: http://unfpa.org.co/wp-content/uploads/2014/08/SM-IVE-Protocolo.pdf 20. UNFPA. Comisión Nacional de Género de la Rama Judicial. República de Colombia. Violencia y discriminación contra las mujeres. Conflicto armado y desplazamiento forzado con perspectiva de género. La violencia contra la mujer es asunto del hombre [Internet]. 2013 [consultado el 20 de agosto de 2015]. Disponible en: http://unfpa.org.co/ wp-content/uploads/2014/05/violencia-y-discriminacion-2.pdf 21. UNFPA. Comisión Nacional de Género de la Rama Judicial. República de Colombia. Violencia y discriminación contra las mujeres. Violencia sexual en el marco del conflicto armado. El legado de una mujer valiente [Internet]. 2013 [consultado el 9 de agosto de 2015]. Disponible en http://unfpa.org.co/wp-content/uploads/2014/05/violencia-ydiscriminacion-3.pdf
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Editorial
Sexual and reproductive health: seeking continued progress Elsa Mariño S. Enfermera, especialista en Enfermería Psiquiátrica Magíster en Enfermería Maternoinfantil Directora del Área Sociohumanística Directora de la Maestría en Salud Sexual y Reproductiva Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque
INTRODUCTION To fully understand the origins of the global and complex concept of sexual and reproductive health requires a review of a history that shows this concept was initially linked only to the biological aspect and related to aspects of family planning and maternal and child health. Later, through the years, the concept was approached from other areas. It is also undeniable that it is women who have pressured governments, through their social and feminists movements throughout the world, to set policies related to a much more complex concept of sexual and reproductive health. Granted, before the French Revolution there were women who individually proposed rights regarding women’s equality, such as Josefa Amar with her book Importance of instruction to be given to women written in 1784, but it was not until the French Revolution that women really expressed themselves collectively. However, the first bill of rights, the Declaration of the rights of man and of the citizen, in 1789 referred to man, that is the male citizen, and women were excluded from this declaration. In 1791, Olympe de Gouges, pseudonym of Marie Gauze, a French citizen, wrote Declaration of the rights of woman and of the citizen, a declaration now regarded as the origin of modern feminism (1). Her works were feminist and revolutionary for the time. She defended the right to equality between men and women, both in public and private life: the right to vote, to own property and the right to an education (2). However, despite much struggle, the path towards the concept of sexual and reproductive health as a global whole and from a human rights perspective began in 1948 when the Universal declaration of human rights, in addition to recognizing the right of every human being to health, directly referenced maternal and child health; Chapter 25.2 states that “motherhood and childhood are entitled to special care and assistance. All boys and all girls born in or out of wedlock shall enjoy the same social protection “(3). Moreover, a fact that contributed to maternal and child health was the adoption by the International Labour Organization (ILO) of the Convention on maternity protection (C103) in 1952, which entered into force in 1955 and allowed for paid time off for women after childbirth, allowing time for care of the child and the mother herself (4). With regard to the free choice of reproduction, in 1968 during the first International conference on human rights organized by the United Nations (UN) in Tehran, the fundamental right of parents to freely determine the number of their children and the intervals between births was discussed (5, 6). Regarding the relationship between development and population, a big discussion took place at the first conference on population of the UN held in Bucharest in 1974. The developed countries of the north ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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argued that population growth did not allow for development of the third world and therefore were proposed distributing contraceptives as an affordable way towards development; thus contraceptives were accepted and emphasized in a very broad manner and the concept of family planning was unmentioned (7). It was not until 1978 in the Alma Ata that family planning was included as part of maternal and child health and as an element in primary health care (8). On December 18, 1979, the United Nations General Assembly adopted the Convention on the elimination of all forms of discrimination against women (CEDAW), which, after ratification by 20 countries, entered into force as an international treaty on September 3, 1981. This convention is considered the charter of the human rights of women that answers the need for constitutionally supported public policies on gender equality. The convention focuses on three aspects of the situation of women: civil rights and the legal and social status of women; rights pertaining to reproduction; and the impact of cultural factors on gender relations (9). At the World conference on human rights in Vienna, in 1993, the declaration was raised and ratified that […] human rights of women and girls are an inalienable, integral and indivisible part of universal human rights. Full participation, on equal terms, of women in political, civil, economic, social and cultural life at the national, regional and international levels, and the eradication of all forms of discrimination on grounds of sex, are priority objectives of the international community (10).
Despite all efforts and intentions mentioned above, it was not until 1994 at the International conference on population and development (ICPD) of the United Nations in Cairo, that the term “maternal and child health” was replaced with the notion of “sexual and reproductive health” and sexual rights, including those of young men and women (11). During this Conference it was recognized that health, especially the health of women, plays a key role in the population-development relationship—that is, that development of countries is achieved through healthy and productive populations. On the other hand, the definite fact is that sexual and reproductive health is necessarily multi-sectorial and therefore cannot be the responsibility of only one sector (12). Up until that time, what is now referred to as sexual and reproductive health had not referred to in the documents nor in international initiatives; thereafter began the international recognition of sexual and reproductive rights, for adults and young men and women in the field of human rights (12, 13). The Program of Action of the ICPD repealed reductionist conceptions of sex in a reproductive sense only and of women as mothers and caregivers and emphasizes the autonomy of women regarding their sexuality and reproduction. A year later the Fourth world conference on women by the United Nations in Beijing took place, where the rights of women were insisted on, and where the concept of sexual and reproductive health was strengthened. Included were direct talks regarding unwanted pregnancy and recommended safe abortion services as permitted: “Women who have unwanted pregnancies should have ready access to accurate information and compressive advice […] In those cases in which abortion is not against the law, abortions should be performed safely” (14). The conference recognized that the ability of women to control their fertility is a fundamental basis to enjoy other rights, such as to have control over and decide freely and responsibly on their sexuality. In 1996 the European Union and all its member states formally adopted the Cairo plan of action on population and development. From this point, the policy of the European Union on sexual and reproductive health became part of the principles of Cairo, which promotes a holistic approach, and recognition of health and rights concerning reproduction and sexuality (12). With the Rome statute, the constituent instrument of the International Criminal Court adopted in 1998 which entered into force in 2002, a general advance was achieved regarding crimes against humanity, 10
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and coded for the first time in international criminal law were rape, sexual slavery, enforced prostitution, forced pregnancy, enforced sterilization and other forms of sexual violence as war crimes or crimes against humanity (15). Despite the great strides that have been taken for sexual and reproductive health, including understanding the multidimensionality of the concept, there are still many unresolved problems. There have been efforts to improve sexual and reproductive health and yet, in Colombia, we still face great difficulties. For example, although the fertility rate has declined in Colombia (2.6 in 2000 to 2.1 in 2010), possibly through greater autonomy of women to decide on their reproduction, there is a great gap between women based on their wealth: “[…] the total fertility rate is 2.29 times higher among women with the lowest wealth index compared with women with higher wealth” (16). Similarly, the contraceptive prevalence rate differs by the wealth level of women, while only 68% of the poorest women use modern methods, the richest use 75% (17). Pregnancy in women under 15 has increased, going from 2.78 to 3.15 per thousand births in 2009 (18). With regard to the rate of maternal mortality in Colombia, which in 2012 was 65.89 deaths per 100,000 live births, there is a mortality rate 1.72 times higher in the departments in the quintile with the highest proportion of basic needs unsatisfied. 60% of maternal mortality is concentrated in 50% of the poorest population (16). The number of maternal deaths related to abortion has declined from 16% in 1994 to 9% for 2007. However, according to recent estimates, 400,400 clandestine abortions are performed each year in the country with around 130,000 complications, of which 93,000 require medical attention. There were 780 maternal deaths in Colombia in 2008, approximately 70 due to unsafe abortions (19). As evidenced by the previous statistics, despite great technological advances and the globalized world, social inequalities between countries and within countries are growing and generate large health inequalities that compromise sexual and reproductive health. With respect to violence, the National demographic and health survey (ENDS 2010), states that 74.6% of women have experienced situations of violence by their partner in the last decade. Regarding discrimination against women, in 2010 men with the same level of training, experience and responsibilities received 25% higher incomes than women; the unemployment rate for women was 1.7 times higher (20). According to the data obtained from the first survey on sexual violence in the context of armed conflict, the prevalence for the period 2001-2009 in Colombia was estimated at 17.58%, which means that during these nine years on average 149 women were assaulted daily, and 6 were assaulted hourly (21). In conclusion, sexual and reproductive health forms a permanent part of the everyday lives of people, is related to their livelihoods and their ability to work; it is indisputable that sexual and reproductive health is a part of economic, social and work environments and has a direct and categorical role in the development of countries. If we want a more developed Colombia, we have a responsibility to empower ourselves, as healthcare workers of sexual and reproductive health, in the search for strategies to minimize social inequities, that is, fight for human rights and equality, and commit ourselves from the different sectors to greater social and economic justice, and therefore a better quality of life.
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Saúde sexual e reprodutiva: o caminho deve continuar Elsa Mariño S. Enfermera, especialista en Enfermería Psiquiátrica Magíster en Enfermería Maternoinfantil Directora del Área Sociohumanística Directora de la Maestría en Salud Sexual y Reproductiva Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque
Para compreender de onde surge o conceito global e complexo de Saúde Sexual e Reprodutiva, é necessário fazer uma revisão da história que, de certo modo, mostra que, inicialmente, este conceito era visto ligado unicamente à dimensão biológica e se relacionava com aspectos de planificação familiar e saúde maternoinfantil. Posteriormente, no decorrer dos anos, começou a ser abordado a partir de outras dimensões. Também é inegável que foram as mulheres que pressionaram os governos, através de seus movimentos sociais e feministas ao redor do mundo, a estabelecerem políticas relacionadas a um conceito mais complexo da Saúde Sexual e Reprodutiva. Embora antes da Revolução Francesa tenham havido mulheres que, individualmente, enfocaram direitos à igualdade feminina, como Josefa Amar com seu livro Importância da instrução que se convém dar às mulheres, escrito em 1784, foi na Revolução Francesa que as mulheres realmente se expressaram de forma coletiva. No entanto, a primeira declaração de direitos, a Declaração dos direitos do homem e do cidadão, em 1789, se referia aos homens, aos cidadãos masculinos, enquanto as mulheres foram excluídas desta declaração. Em 1791, Olympe de Gouges, pseudônimo de Marie Gouze, cidadã francesa, escreveu a Declaração dos direitos da mulher e da cidadã, declaração que é hoje considerada como a origem do feminismo moderno (1). Seus trabalhos foram feministas e revolucionários para a época. Defendeu o direito à igualdade entre homens e mulheres, tanto na vida pública como na privada: direito ao voto, à propriedade privada e à educação (2). Contudo, e apesar das várias lutas, o caminho até o conceito de Saúde Sexual e Reprodutiva como um todo global, e a partir de uma perspectiva de direitos, se iniciou em 1948, quando na Declaração universal dos direitos humanos, além de ser reconhecido o direito de todo ser humano à saúde, é feita uma alusão direta à saúde materna e infantil: no capítulo 25.2, é assinalado que “a maternidade e a infância têm direito a cuidados e assistência especiais. Todos os meninos e meninas, nascidos do matrimônio, ou fora dele, têm direito a igual proteção social” (3). Por outro lado, um fato que contribuiu para a saúde da mãe e da criança foi a aprovação, por parte da Organização Internacional de Trabalho (OIT), do Convênio sobre a proteção da maternidade (C103), em 1952, e que entrou em vigência em 1955, concedendo tempo remunerado de descanso à mulher depois do parto, o que permitiu que esta tivesse tempo para cuidar de si mesma e de seu filho (4). Em relação à livre decisão de reprodução, em 1968 durante a primeira Conferência Internacional de direitos humanos organizada pela Organização das Nações Unidas (ONU) em Teerã, discutiu-se o direito fundamental dos pais de determinar livremente o número de seus filhos e os intervalos entres os nascimentos (5,6). 14
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Com respeito à relação entre desenvolvimento e população, houve um grande debate na primeira conferência sobre população da ONU, realizada em Bucareste em 1974. Os países desenvolvidos do Norte argumentaram que o crescimento populacional não permitia o desenvolvimento do Terceiro Mundo e que, por isso, estavam dispostos a distribuir anticoncepcionais, uma vez que era mais barato do que ajudá-los a desenvolver-se. É assim que a anticoncepção é aceita e enfatizada de forma mais ampla e o conceito de planificação familiar não é mencionado (7). Foi somente em 1978, na Conferência de Alma Ata, que a planificação familiar foi incluída como parte da saúde materna e infantil e como elemento na atenção primária em saúde (8). Em 18 de dezembro de 1979, a Assembleia Geral das Nações Unidas aprovou a Convenção sobre a eliminação de todas as formas de discriminação contra a mulher (CEDAW) que, após sua ratificação por 20 países, passou a vigorar como tratado internacional em 3 de setembro de 1981. Esta convenção é considerada como a carta de direitos humanos das mulheres, que responde à necessidade de respaldar constitucionalmente as políticas públicas de igualdade de gênero. A convenção se concentra em três aspectos da situação da mulher: os direitos civis e a condição jurídica e social da mulher, os direitos que têm a ver com a reprodução humana e as consequências dos fatores culturais nas relações entre os sexos (9). Na Conferência mundial de direitos humanos de Viena, em 1993, foi sustentado e ratificado que […] os direitos humanos da mulher e da menina são parte inalienável, integrante e indivisível dos direitos humanos universais. A plena participação, em condições de igualdade, da mulher na vida política, civil, econômica, social e cultural nos planos nacional, regional e internacional e a erradicação de todas as formas de discriminação baseadas no sexo são objetivos prioritários da comunidade internacional (10).
Apesar de todos os esforços e intenções mencionados anteriormente, foi somente em 1994, na Conferência internacional sobre população e desenvolvimento (CIPD) das Nações Unidas, no Cairo (11), que o termo saúde materna e infantil é deixado de lado para se estabelecer o termo saúde sexual e reprodutiva e os direitos sexuais, incluindo os dos jovens e das jovens. Durante esta Conferência, reconhece-se que a saúde, especialmente a saúde da mulher, tem um papel fundamental na relação população-desenvolvimento, isto é, através de populações sãs e produtivas consegue-se o desenvolvimento dos países. Por outro lado, surge o fato definitivo de que a saúde sexual e reprodutiva é necessariamente multissetorial e, portanto, não pode ser responsabilidade de apenas um setor (12). Até então, o que hoje se entende por saúde sexual e reprodutiva, não havia sido contemplado nos documentos nem nas iniciativas internacionais; a partir daí, começou o reconhecimento internacional dos direitos sexuais e reprodutivos, para adultos e jovens, homens e mulheres, dentro do âmbito dos direitos humanos (12, 13). O Programa de Ação da CIPD derroga as concepções reducionistas das relações sexuais com apenas um fim reprodutivo, e da mulher como mãe e cuidadora, e enfatiza a autonomia das mulheres em relação a sua sexualidade e reprodução. Um ano mais tarde, em Pequim, aconteceu a Quarta conferência mundial sobre a mulher das Nações Unidas, onde insistiu-se nos direitos das mulheres e reforçou-se o conceito de saúde sexual e reprodutiva. Foi falado explicitamente sobre a gravidez indesejada e recomendado serviços seguros para interrupção da gravidez, nos casos permitidos: “As mulheres que têm gravidez indesejada deverão ter fácil acesso a informações precisas e a um assessoramento abrangente […] Nos casos em que o aborto não seja contrário a lei, estes deverão ser realizados em condições de segurança” (14). Reconheceu-se que a capacidade das mulheres de controlar sua fecundidade é a base fundamental para desfrutar outros direitos, como o de ter controle e decidir livre e responsavelmente sobre sua sexualidade. Em 1996 a União Europeia e todos seus estados-membros adotaram formalmente o Plano de ação sobre população e desenvolvimento do Cairo. A partir deste momento, a política da União Europeia de Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 4-18 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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saúde sexual e reprodutiva se enquadra nos princípios do Cairo e promove uma abordagem holística e o reconhecimento da saúde e dos direitos relativos à reprodução e sexualidade (12). Com o Estatuto de Roma, instrumento constitutivo da Corte Penal Internacional, adotado em 1998, e que entrou em vigor no ano de 2002, um avanço geral é obtido em relação aos crimes contra a humanidade e é codificado, pela primeira vez no direito internacional penal, a violação, escravidão sexual, prostituição forçada, gravidez forçada, esterilização forçada e outras formas de violência sexual como crimes de guerra ou contra a humanidade (15). Apesar dos grandes avanços obtidos em relação à saúde sexual e reprodutiva, como compreender a multidimensionalidade do conceito, entre outros, ainda há muitos problemas a serem resolvidos. Muitos esforços foram realizados para melhorar a saúde sexual e reprodutiva e, no entanto, na Colômbia, ainda enfrentamos grandes dificuldades. Assim, por exemplo, embora a taxa de fecundidade tenha diminuído na Colômbia (2,6 em 2000 para 2,1 em 2010), graças, possivelmente, a uma maior autonomia das mulheres para decidir sobre sua reprodução, existe uma grande desigualdade entre as mulheres conforme sua riqueza: “[…] a taxa global de fecundidade é 2,29 vezes mais alta entre as mulheres com índice de riqueza mais baixo quando comparada com as mulheres com maior riqueza” (16). A taxa de uso de anticoncepcionais também evidencia diferenças de acordo com o nível de riqueza das mulheres, enquanto apenas 68% das mulheres mais pobres utilizam métodos modernos, eles são utilizados por 75% das mais ricas (17). A gravidez em menores de 15 anos aumentou e passou de 2,78 a cada mil nascimentos para 3,15, em 2009 (18). No que diz respeito à taxa de mortalidade materna, que na Colômbia, em 2012, era de 65,89 mortes para cada 100.000 nascidos vivos, há uma mortalidade 1,72 vezes mais alta nos departamentos da quinta parte com maior proporção de necessidades básicas insatisfeitas. Os 60% da mortalidade materna se concentram nos 50% da população mais pobre (16). O número de mortes maternas relacionadas com aborto diminuiu de 16%, em 1994, para 9%, no ano de 2007. No entanto, segundo estimativas recentes, no país são realizados 400.400 abortos clandestinos a cada ano com, aproximadamente, 130.000 complicações, das quais 93.000 necessitam de atenção médica. De 780 mortes maternas ocorridas na Colômbia em 2008, aproximadamente 70 ocorreram devido a abortos inseguros (19). Como evidenciado nas cifras anteriores, apesar dos grandes avanços tecnológicos e do mundo globalizado, as desigualdades sociais entre países, e dentro do mesmo país, são cada vez maiores e geram grandes disparidades na saúde, que comprometem a Saúde Sexual e Reprodutiva. Em relação à violência, a Pesquisa nacional de demografia e saúde (ENDS 2010), afirma que 74,6% das mulheres passaram por situações de violência por seu último parceiro, na última década. Quanto à violência de gênero, para o ano de 2010, homens com igual nível de formação, experiência e responsabilidades receberam rendas 25% maiores que as das mulheres; além disso, a taxa de desemprego das mulheres foi 1,7 vezes maior (20). De acordo com os dados obtidos pela primeira pesquisa sobre violência sexual em contexto de conflito armado, a prevalência para o período de 2001-2009, na Colômbia, foi estimada em 17,58%, o que significa que, durante estes nove anos, em média 149 mulheres foram agredidas diariamente e 6 a cada hora (21). Em conclusão, a saúde sexual e reprodutiva faz parte permanente da vida cotidiana das pessoas e se relaciona com suas formas de subsistência e sua capacidade de trabalho. É indiscutível que a saúde sexual e reprodutiva atravessa os âmbitos econômicos, sociais e laborais e influencia, de maneira direta e categórica, no desenvolvimento dos países. Se queremos uma Colômbia mais desenvolvido, temos a responsabilidade de nos capacitarmos, como trabalhadores da Saúde Sexual e Reprodutiva, para a busca 16
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de estratégias que permitam minimizar as desigualdades sociais, diminuir as disparidades, isto é, lutar pelos direitos humanos e pela igualdade e nos comprometermos, entre os diferentes setores, com uma maior justiça social, econômica e, portanto, com uma melhor qualidade de vida.
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Artículo de Investigación
Dimensiones de la competencia cultural en enfermería y prácticas tradicionales para el cuidado de la infancia Cultural nursing competency and traditional care practices for children Dimensões da competência cultural em enfermagem e práticas tradicionais para o cuidado de crianças Olga Stella Díaz U., 1 Carolina López T. 2
RESUMEN Según el modelo de desarrollo de competencia cultural, el acervo cultural de cada persona se expresa en prácticas tradicionales orientadas a procurar bienestar. En el marco del cuidado de enfermería, es necesario conocerlas, analizarlas e incorporarlas o ajustarlas; no hacerlo conduce a negar e invalidar saberes culturales colectivos e individuales. Con el objetivo de identificar expresiones de las dimensiones de la competencia cultural en enfermeras, se desarrolló una investigación cualitativa fenomenológica con la participación voluntaria de once enfermeras, cuya experiencia principal ha sido el cuidado de niños en diferentes ámbitos. Las voces de las entrevistadas permiten identificar en la dimensión conciencia cultural que desde el discurso y el deber ser se hace referencia al respeto; sin embargo, en la dimensión deseo cultural no se menciona el intercambio de saberes y es ambiguo el interés por comprender su significado. El conflicto entre la vivencia personal y el rol profesional es explícito. En la dimensión conocimiento cultural, el interés por buscar información, el desarrollo de habilidades para la valoración e incorporación al cuidado de enfermería es incipiente, al igual que las expresiones de sensibilidad cultural. La investigación aporta al reconocimiento de la importancia de brindar cuidado que además de soportado en evidencia y en prácticas efectivas, sea pertinente al esquema de valores de quien lo recibe. Se requiere durante la formación implementar estrategias para su fortalecimiento e incorporar el componente cultural en los protocolos de atención. Palabras clave: cuidado de enfermería, cuidado del niño, competencia cultural.
Recibido: 2015-02-17; aprobado: 2015-08-23 1. Enfermera, psicóloga, magíster en Educación. Profesora asistente, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. 2. Enfermera, especialista en Cuidado Crítico Pediátrico y en Docencia Universitaria. Instructora asociada, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: lopezcarolina@unbosque.edu.co
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ABSTRACT
RESUMO
According to the cultural competency development model, the cultural heritage of each person is expressed in traditional practices designed to ensure well-being. Therefore, it is necessary in the context of nursing care to identify, analyze and incorporate or adjust these practices, as a failure to do so can lead to the denial and invalidation of this collective and individual cultural knowledge.
Segundo o modelo de desenvolvimento de competência cultural, o acervo cultural de cada pessoa se expressa através de práticas tradicionais que buscam o bem-estar. Portanto, é necessário, no contexto de cuidados de enfermagem, conhecer, analisar e incorporar ou ajustar essas práticas, sendo que sua não realização conduz à negação e invalidação de conhecimento culturais coletivos e individuais.
In order to identify the expressions of cultural competencies in nurses, a phenomenological qualitative research was established, with the voluntary participation of eleven nurses with experience in the care of children in different fields.
Com o objetivo de identificar expressões das dimensões da competência cultural em enfermeiras, foi desenvolvida uma pesquisa qualitativa fenomenológica com a participação voluntária de onze enfermeiras, cuja experiência principal foi o cuidado de crianças em diferentes campos.
The voices of the interviewees allow the identification of the cultural conscience dimension since the discussion and need refer to that respect; however, in the cultural desire aspect, the exchange of information is not mentioned, and the interest in understanding its significance is ambiguous. The conflict between personal experience and the professional role is explicit. Interest in searching for information, expressing cultural knowledge, developing skills for evaluation and inclusion in nursing care are emerging as expressions of cultural sensibility. The investigation contributes to the recognition of the importance of caregiving that is not only supported by evidence and effective practices, but also seeks to be relevant according to the morals and values of the individual that is being cared for. It is required, during training, to implement strategies that strengthen those values and seek to incorporate the cultural component in protocols of attention. Key words: nursing care; child care; cultural competence.
As vozes das entrevistadas permitem a identificação da dimensão consciência cultural, uma vez que a discussão e o dever se referem a ela. No entanto, no aspecto desejo cultural, a troca de informações não é mencionada e o interesse na compressão de seu significado é ambíguo. O conflito entre experiência pessoal e o papel profissional é explícito. Na dimensão conhecimento cultural, o interesse em buscar informações, o desenvolvimento de habilidades para a valorização e incorporação aos cuidados de enfermagem são emergentes, bem como as expressões de sensibilidade cultural. A pesquisa contribui para o reconhecimento da importância de cuidados, que além de serem apoiados por evidências e práticas efetivas, também sejam pertinentes ao sistema de valores de quem os recebe. É necessária, durante a formação, a implementação de estratégias que fortaleçam estes valores e busquem incorporar o componente cultural aos protocolos de atenção. Palavras-chave: cuidados de enfermagem, cuidado de crianças, competência cultural.
INTRODUCCIÓN Conocimientos, actitudes y prácticas: expresiones de competencia cultural El reconocimiento de la relación cultura-salud es unánime: en la década de 1970 aparece el término competencia cultural en razón al “choque” generado entre los inmigrantes y los prestadores de servicios especialmente en Estados Unidos e Inglaterra; de acuerdo con Osorio (1), en los años de 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó el reconocimiento de la cultura y la diversidad cultural en el cuidado de la salud, siendo este 20
un aspecto que día a día cobra mayor importancia y que es reconocido como dimensión fundamental en el diseño de políticas y programas en salud que procuren el logro de los derechos en salud y atenúen barreras en la atención. Lipson (2) define cultura como un sistema de símbolos compartidos, aprendidos y transmitidos a través de generaciones en un grupo social, que hace referencia a la totalidad de patrones de valores, creencias y comportamientos que desde una cosmovisión particular orientan la forma de
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“estar” en el mundo. La cultura se expresa en el pensar, actuar, sentir y reflexionar sobre la acción y orientan la toma de decisiones (3); se identifica a través de conocimientos, actitudes y prácticas que responden a los requerimientos del contexto, entre ellos las necesidades de cuidado. Desconocer el etos cultural de quienes participan en la relación de cuidado conduce a “ignorar al ser humano como producto y productor de cultura y a abolir el carácter relacional que tiene el cuidado” (4); reconocerlo invita a interesarnos en aquello que piensa y siente la persona, qué hace, qué conoce y quién se lo enseñó, cómo concibe su bienestar y qué hace para lograrlo. Vásquez (4) resalta la importancia de conocer el mundo de significados de quien brinda cuidado y la forma en que estos se incorporan a su quehacer. Conocer, analizar, interpretar, evaluar y no juzgar las creencias y prácticas culturales posibilita estar en contacto directo con los significados otorgados por el individuo y la comunidad, percibir y entender la manera de pensar, actuar, tomar decisiones y desarrollar cuidados culturales tendientes al fortalecimiento, reestructuración o negociación de estas prácticas (5). La enfermería como disciplina y arte, orientada al cuidado de las personas, las familias y las comunidades, está en contacto con la esencia humana en una relación que se desarrolla con el otro y desde él. Dicha relación se enmarca en las dimensiones biopsicosocial, cultural y espiritual, además reconoce la necesidad de cuidado como imperativo universal que asegura la preservación de las especies. Las dimensiones mencionadas determinan en gran medida la forma como la persona experimenta situaciones de salud de manera particular o individual y responde a ellas en estrecha relación con la cultura. Es necesario comprender la variación y diferencias que existen en los significados, modelos, valores, modos de vida, prácticas de cuidado y símbolos relacionados con la salud (6); de allí surge el interés por la integración y adaptación de la dimensión cultural al cuidado de enfermería. Leininger, citado por Marriner y Raile (7), define la labor de enfermería como: […] actos de prestación de ayuda, apoyo, facilitación o capacitación, sintetizados y culturalmente constituidos hacia uno mismo o hacia los demás, centrados en necesidades eviden-
tes o anticipadas para la salud o el bienestar o para afrontar discapacidades, la muerte u otras condiciones humanas.
Esta perspectiva amplía los referentes en la comprensión del sujeto de cuidado, reconoce a la persona como centro a nivel colectivo e individual y la describe como partícipe activo y poseedor de conocimientos y prácticas de cuidado vinculadas a la cultura. Estas prácticas se retroalimentan, se fortalecen a través del tiempo, la historia y la experiencia, y se transmiten especialmente por tradición oral, siendo factores de empoderamiento que gozan tanto de legitimidad como de reconocimiento social. La capacidad para comprender la realidad cultural del otro e incorporarla al cuidado de enfermería, denominada competencia cultural, es definida por Campihna (8) como el proceso en el que la enfermería continuamente se esfuerza por conseguir la habilidad y disponibilidad para trabajar efectivamente dentro del contexto cultural. Significa tener el conocimiento, el entendimiento y las habilidades para proporcionar cuidado cultural pertinente: La competencia es un proceso continuo que involucra la aceptación y el respeto de las diferencias y no permite que las creencias personales tengan una excesiva influencia en aquellos quienes tienen una visión del mundo diferente de la propia; incluye poseer cultura general, así como información culturalmente específica de tal manera que el profesional sepa qué preguntas hacer (2).
Papadopolus, citado por Campihna (8), señala que guarda relación con la responsabilidad del profesional de abogar por las poblaciones vulnerables, entre ellas los niños y niñas, y favorecer su empoderamiento y participación en el cuidado de la salud. La competencia cultural se orienta más que al reconocimiento de las diferencias y similitudes entre culturas a la habilidad para actuar sobre este conocimiento (8, 9) y se identifica como soporte del cuidado transcultural. Por ello, es importante identificar sus expresiones en el ser, sentir y hacer de enfermería. Esta competencia se evidencia en seis dimensiones: • Conciencia cultural: capacidad para reconocer
la pe rtenencia a un grupo con características culturales particulares, respetar, apreciar las expresiones de la cosmovisión en otras culturas y en la propia y ser sensible a ellas.
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Requiere análisis permanente de los sesgos y prejuicios e interés por develar los que son inherentes a la propia cultura. • Conocimiento cultural: interés por el apren-
dizaje y búsqueda de información sobre la cultura para comprender la cosmovisión del otro y la propia, y dentro de esta los diversos elementos y dimensiones que componen el continuo salud-enfermedad y sus determinantes: manejo del poder, los factores sociales, políticos y económicos, la pobreza y la inequidad en salud. • Habilidad cultural: capacidad para actuar
de manera pertinente a partir de la comprensión, la conciencia y el conocimiento de lo que piensa y siente el otro respecto a su situación, sus recursos y estrategias de manejo y afrontamiento. Involucra el uso del lenguaje verbal y no verbal y la respuesta a necesidades particulares de cada cultura así como también la habilidad para desarrollar protocolos, guías y modelos de intervención. • Deseo cultural: interés por entender y ser
empático con el otro, reconocer y aceptar la diferencia como punto partida. Esto permite generar nuevo conocimiento ya que se puede conocer y aprender de la realidad del otro. • Sensibilidad cultural: se evidencia en el
establecimiento de relaciones interpersonales basadas en el respeto, la confianza y la aceptación del otro. Se trata de relaciones democráticas que favorecen la comunicación abierta, libre de presión hegemónica, y la negociación. cultural: capacidad, interés y concreción de los aspectos mencionados mediante comportamientos que promuevan el encuentro, la inclusión, la tolerancia y el diálogo de saberes y la construcción a partir de estos, incluso al interior del mismo grupo cultural. En estos encuentros se debe estar atento y sensible frente a expresiones no verbales que acompañan la comunicación, a la forma de establecer contacto tanto visual como físico, a la distancia y proximidad y al llamado espacio vital, aspectos que develan la cultura.
• Encuentro
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Enfermedades prevalentes de la infancia La búsqueda y aplicación de métodos y técnicas que permitan reducir la morbimortalidad por enfermedades prevenibles en los niños y niñas, además de aportar al logro de su bienestar, se consolida en objetivo fundamental de las acciones emprendidas por gobiernos, organizaciones internacionales y la comunidad (10). Estos problemas siguen afectando la salud de la niñez, son responsables alrededor de las dos terceras partes de las muertes anuales en las Américas y representan las mayores tasas de mortalidad infantil principalmente en países de Asia, África y América Latina. En el 2012 se reportó una tasa de mortalidad infantil de 15,5 (1.000 n. v.) y de 17,3 en menores de cinco años; en Colombia se registró una tasa de 21,1 representada en 9.580 defunciones infantiles, de las cuales el 7,7% correspondió a infecciones respiratorias y el 3,1% a enfermedad diarreica (11), situaciones que se identifican como aquellas a las que mayor variedad de prácticas de cuidado tradicional se dedican. Estas son prevenibles implementando intervenciones sencillas y de bajo costo (12), que inician con las prácticas tradicionales de cuidado en casa realizadas por los cuidadores y en las que se expresan los saberes culturales y la orientación recibida de los profesionales de salud; en este sentido, el profesional de enfermería, desde la competencia cultural, debe reconocerlas y explorarlas. La estrategia de Atención Integral a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI)3 se formuló en 1993, se adoptó en Colombia en 1998 y fue rediseñada por la OPS y el Ministerio de la Salud y la Protección Social con miras a favorecer su apropiación en 2010 en un esfuerzo para dar cumplimiento al Cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes. Hace parte de la política de Atención Integral a la Primera Infancia como un compromiso con este grupo poblacional. Ha venido instituyéndose como el “conjunto de acciones planificadas de carácter 3. Esta es una estrategia propuesta por la Organización Mundial de la Salud para reducir la morbimortalidad en la población infantil menor de cinco años causada por las enfermedades de mayor incidencia y prevalencia en esta población.
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nacional y territorial, dirigidas a promover y garantizar el desarrollo infantil de las niñas y los niños desde su gestación hasta cumplir los seis años” (13). Se hace urgente reconocer la importancia de validar las prácticas culturales, articular las intervenciones de enfermería desde su reconocimiento y desde una perspectiva que incorpore la cultura como elemento inherente a la dimensión humana, así como orientar los cuidados hacia el mantenimiento de las condiciones de salud y la disminución de la morbimortalidad en los menores de cinco años.
MÉTODO Esta es una investigación cualitativa de tipo fenomenológico que, como lo señala Trejo (14), permite reconocer, desde una perspectiva libre de prejuicios, lo que piensa, siente y hace la enfermera en su cotidianidad frente a las prácticas tradicionales para el cuidado de los niños y niñas que implementan los cuidadores. La información fue recolectada mediante entrevistas en profundidad realizadas fuera del contexto laboral a once enfermeras contactadas mediante la estrategia de bola de nieve, quienes participaron de manera voluntaria, firmaron el consentimiento informado y aceptaron ser grabadas. En las entrevistas se indagó su sentir, ser y hacer frente a las prácticas tradicionales para el cuidado de niños y niñas menores de cinco años con enfermedades prevalentes de la infancia. La idoneidad de las participantes se soporta en su experiencia superior a dos años en cuidado de niños menores de cinco años en el área asistencial, en instituciones de diferente nivel de complejidad en la ciudad de Bogotá, su formación posgradual y las actualizaciones realizadas en la estrategia de Atención Integral a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia en los últimos tres años. El consentimiento informado, el aseguramiento de la privacidad, la confidencialidad, la documentación y el registro de la totalidad del proceso, así como la realización de las entrevistas con acompañamiento de un coinvestigador quien desde el rol de observador, identificó y registró posibles sesgos, fueron implementados para garantizar el rigor metodológico y la coherencia ética. Por ser una investigación sin riesgo no se requirió aval del Comité Ético.
Luego de las entrevistas, se brindó un espacio para reflexionar acerca del tema abordado. La totalidad de la información es accesible a las entrevistadas, los investigadores e interesados en la temática para su utilización con fines académicos. El análisis de los resultados se realizó por triangulación siguiendo los pasos de reducción, disposición y transformación de datos, a partir de determinar el tópico expresado en las voces de los entrevistados y asociarlo con las dimensiones conciencia, conocimiento, habilidad, deseo, sensibilidad y encuentro cultural, descritas en el marco de referencia de la investigación y en la introducción.
RESULTADOS Conciencia cultural En esta se describen las expresiones de las participantes relacionadas con los criterios a partir de los que reconocen la legitimidad de las prácticas culturales y la reflexión vinculada a estereotipos y prejuicios. El llamado al respeto a las prácticas de cuidado tradicional como expresión del deber ser de enfermería es unánime, tal como lo manifiesta Paola: “Porque son creencias, son culturas y pues hay que respetarlas ante todo, siempre y cuando no intervengan en el tratamiento médico, eso es como una negociación”. En este caso no se hace referencia a dialogar o intercambiar saberes asociados a la práctica, a pesar de ser visibilizada y expresada. Se evidencia también el interés por modificarla de acuerdo con lo prescrito desde el saber disciplinar, según lo expresa Juliana: Uno más bien no interviene en todas esas creencias, respeta lo de ellos, si ellos dicen que cada dos días el baño, yo tengo que sentarme y convencerla, no criticarla, darle mi conocimiento para decirle mire, si lo hacemos de esta otra forma sin que ella se sienta juzgada. Seguramente si esa mamá cree en mí, seguramente hace todo lo que yo le diga.
La asociación directa entre la implementación de la práctica y la disminución de los signos y síntomas, la confianza del cuidador, la percepción de seguridad, el efecto positivo en la autonomía y la capacidad para ejercer el rol de cuidador, así como la coincidencia de su implementación con el ciclo de la enfermedad, el incremento de atención sobre el niño, el azar y el apoyo recibido de la red
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familiar y social son descritos como factores que explican su efectividad, tal como lo hace Martha: “Al no ver resultados rápidos con el medicamento, ellos deciden suspenderlos y predomina el cuidado cultural viéndolo como más efectivo”. Según lo refiere Martha, la idoneidad de quien realiza la práctica se describe también como factor que asegura su efectividad y legitimidad, aspecto que se asocia al reconocimiento de un saber empírico relacionado con la práctica: Pues yo considero que en la mayoría de las veces, dependiendo de las circunstancias de base del paciente, muchas veces sí sirve, yo creo que de alguna manera ellos (curanderos, chamanes, Mamos) han aprendido en sus tradiciones... así no tenga laboratorios o radiografías pero si le doy esto con lo otro ellos se mejoran, entonces yo creo que de alguna manera tiene un fondo, con una base sólida para decir sí sirve o no pero pues ya que uno sabe de la razón de ser de las cosas.
Es importante notar que la validez asignada a la práctica tradicional se infiere en la medida en que guarda relación con los principios que orientan el modelo biomédico; en tres casos se hace referencia a los principios activos de las plantas y a cómo estos han sido la base para el desarrollo de la farmacoterapia y en dos casos a la relación con acciones desarrolladas por el sector salud, específicamente con la Estrategia AIEPI, en las prácticas orientadas al manejo de la deshidratación. Al respecto Martha menciona: Si uno va a ver en los laboratorios de homeopatía, se da cuenta que esta rama sirve para equis cosa. Si yo hago unas gotas con esta ramita sirve para esto y aquello, o sea sí tiene una razón de ser, sí tiene un efecto saludable.
esto conduzca a validarlas a nivel profesional. Es evidente, según lo manifiesta Patricia, el conflicto entre el saber derivado de la experiencia y el del conocimiento disciplinar: La he practicado con mi hijo y funciona (sobijo), pero no lo recomiendo o no en cuanto a estos cuidados no me pongo a decirle a las madres qué está bien o qué está mal, simplemente las escucho… pero en cuanto a recomendarles uno de estos cuidados, no lo hago.
En la reflexión sobre los prejuicios se cuestiona a otros profesionales, tanto a aquellos que aceptan o recomiendan las prácticas tradicionales como a los que las censuran y limitan su realización, como lo ilustran tres de las participantes: Aunque ustedes no lo crean hay médicos que dicen: bueno, por qué no le da tal agüita casera que eso también le sirve (Laura); […] he escuchado muchos cuidados caseros y los recomiendan los médicos, por ejemplo, darle la sopa de colicero, la colada de plátano con el fin de mejorar la diarrea... (Patricia). Es motivo de burla para muchos de los profesionales de enfermería... muchos de mis compañeros pasan por encima de esos principios, de esas tradiciones y no escuchan razones; no solamente en la parte de enfermería, en la parte de medicina también y eso es muy triste (Catalina).
Señalan la dificultad que significa realizar o permitir su realización al interior de las instituciones de salud ya que no se contemplan en los protocolos institucionales y su implementación puede generar problemas legales.
Conocimiento cultural
Para mí eso no tiene ninguna importancia, ni relación causa y efecto desde el punto de vista científico. Para mí eso no es importante, no les digo que las tienen que quitar de su mente; si la mamá me llega a preguntar la importancia yo me enfoco en que de verdad eso no le va a servir para nada, hay que respetarles su creencia pero la verdad no le va a servir para nada.
En esta dimensión se hace referencia al interés del profesional por buscar información para comprender la forma como el otro interpreta y da sentido a las prácticas tradicionales de cuidado. En las entrevistas se identifica que la investigación a nivel de generación, revisión o transferencia de conocimiento científico relacionada con las prácticas culturales es incipiente, como lo indica Patricia: “Que me haya interesado en mirar todos estos cuidados culturales como tal… ¿Cuál es su funcionamiento, sus bases científicas? pues no lo he hecho pero son cuidados que en realidad funcionan”.
Todas las participantes refieren conocer o haber tenido contacto con estas prácticas y hacer uso de ellas en el contexto familiar o a nivel personal por recomendación de madres y abuelas, sin que
Aunque se hace alusión a información generada en investigaciones, se expresan interrogantes principalmente asociados a la efectividad de las prácticas tradicionales; por ejemplo Mariana refiere:
O en lo referido por Mariana: “En todos los estratos se utiliza mucho el agua de arroz tostado que es una de las recomendaciones de AIEPI y ellos culturalmente la realizan”. Solo una participante, Claudia, expresa abiertamente que estas prácticas tradicionales no tienen importancia:
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No me he interesado por profundizar, hay muchas plantas y no son las mismas que acá en Bogotá... hay algunos estudios que se han realizado para la verificación, para saber si son efectivos o no, sin embargo, es muy difícil; uno puede tener muchos estudios y métodos de comprobación de estas medidas pero cuando no son efectivas el trabajo es muy complicado.
Con relación a la utilización de plantas, se describen investigaciones sobre principios activos sin profundizar en cómo usar, por ejemplo emplastos, tomas o vapores. Las participantes también validan el conocimiento de otros profesionales como fuente de información: Respecto a la caléndula yo me basé con una amiga bióloga y pues ella me explicaba que tiene unos componentes que facilitan y ayudan sobre todo en la parte inflamatoria, disminuye esa respuesta inflamatoria (Andrea). Las médicas en urgencias, a los menores de nueve meses, ellas no les mandan jarabes de farmacia para la tos, después de los seis meses que ya han comenzado con la complementaria, ellas les mandan un jarabe con los clavos de olor, un pedazo de mantequilla, miel, el jugo de media naranja y se les da una cucharadita cada 8 horas, tibio. Entonces investigando con la doctora, buscando los clavos de olor tiene una partícula que hace sedar la tos en la persona que tiene mucha tos y evita que el niño vomite, que deje de comer por la tos (Martha).
de peso, entonces el color rojo de esa tela hace que el cuerpo de él retenga calor, es como nosotros sabemos que el color negro, el color café hacen lo mismo, el azul oscuro pero la cultura es la bayetilla roja.
Habilidad cultural Esta dimensión describe los modos de intervención de enfermería o cuidado de enfermería frente a las prácticas tradicionales a partir de la conciencia y el conocimiento, lo que piensa y siente el cuidador respecto a la utilización de prácticas de cuidado tradicional y de sus estrategias de afrontamiento frente a la enfermedad del niño. De acuerdo con la comprensión y el sentido que den a las prácticas culturales, para planear las intervenciones, las enfermeras pueden establecer una comunicación efectiva que permita el intercambio de conocimientos mediante un lenguaje comprensible para el cuidador, dándole relevancia a la cultura y a las estrategias empleadas para el cuidado del niño. Juliana se refiere así a este tema: Es supremamente importante e impactante, de ahí que la actitud del personal de enfermería tiene, qué dice, qué hace y cómo actúa. Entonces, si tú miras por ejemplo a una mamá, entonces yo le dije: venga para acá, cuénteme…
Se menciona la información disponible en libros y en Internet, pero no se hace referencia a su consulta, ni se explicitan criterios a tener en cuenta para asegurar su confiabilidad, siendo la experiencia personal y familiar la fuente principal. Esta situación se evidencia en las palabras de Martha:
Respecto a la valoración de utilizar estas prácticas, se describe que no se realiza de manera intencional o sistemática, ni se registran según lo mencionado por Patricia:
La verdad no he buscado, lo que he leído frente al ajo es que sí tiene un efecto antiinflamatorio a nivel pulmonar: el ajo y la cebolla y la miel. No lo he leído literalmente, diga usted que lo haya bajado de Internet, yo no lo he leído, pero hay libros donde está escrito dónde se usa el ajo y la cebolla como antiinflamatorio a nivel pulmonar.
No… No les preguntó, simplemente yo creo que eso se va dando en la consulta, como que la madre en el momento de la consulta te va comentando qué cuidados practica con el hijo... Yo creo que con el fin de mirar si tú le autorizas o no esos cuidados, pero como tal, que yo indague no… ya si la mamá da el espacio y menciona alguno de estos cuidados pues sí.
El análisis de la relación de la práctica cultural con el proceso fisiopatológico de la enfermedad es otra estrategia utilizada por las participantes para dar sentido y explicar las prácticas de los cuidadores, por ejemplo, Sofía manifiesta:
La información no se incorpora al cuidado de enfermería o al plan de egreso. Según Paola, se hace referencia a la intervención que se realiza cuando la práctica representa riesgo para la salud del niño:
Por mi experiencia yo más bien creo que es por la vasodilatación del alcohol y sale el calor, el mismo efecto lo hace el bañarse con agua tibia, hay una vasodilatación y hace que el calor sea más fluido y salga con facilidad, y la cebolla porque es fría entonces ayuda a bajar la temperatura.
A su vez Martha refiere: […] porque hay niños que no regulan bien la temperatura y por ejemplo si están en clima muy frío y ellos son muy bajitos
Uno no se toma el tiempo de explorar más allá, uno sí le pregunta: bueno, qué le ha hecho y ella dice bueno tal y tal cosa, entonces tú miras si es algo positivo o negativo y se le explica a la mamá por qué hacerlo o por qué no... Lo que te digo, uno en ese momento se preocupa es porque el niño se recupere y ya... Es más, ni siquiera cuando al niño le dan de alta uno no se toma la molestia de decirle: mamá por favor no vuelva hacer esto, no le vuelve a recordar; uno simplemente le da recomendaciones para el tratamiento instaurado pero no le da recomendaciones ni educación para ese tipo de cosas.
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A partir de esto y según las necesidades del niño, se pueden realizar intervenciones orientadas a preservar la práctica, negociarla o adaptarla y reestructurarla o, por el contrario, a establecer el plan de cuidado oponiéndose o ignorándolas. Al respecto, algunas entrevistadas manifestaron: En ningún momento lo prohíbo, antes los apoyaba sobre todo en la utilización de la agüita de caléndula; es digamos, que yo la recomiendo y perfectamente se los autorizo (Paola: adaptación). El agua de canela désela…pero no se la endulce, me parecía una opción buena porque si el niño tomaba líquido de esa manera le diera las sales de rehidratación como enfermería (María: adaptación- negociación). No sabría decirles nada más porque yo me tuve que salir, eso no me lo aguantaba (olor del emplasto de cebolla) después de que yo le canalicé la vena, me salí (Juliana-ignora).
Deseo cultural En esta dimensión de la competencia cultural se expresa el interés por conocer la percepción o explicación de los cuidadores acerca de la situación de salud del niño o la niña. Se evidencia en el interés por explicar desde la perspectiva del cuidador la práctica de cuidado, tanto en su procedimiento como en el mecanismo de acción. Martha así lo refiere: Colocan al niño con los pies hacia arriba y le piden a la mamá o dependiendo del peso o qué tan grande es el bebé, que lo tengan con los pies arriba y con las manos hacen correr un poco los intestinos, llevándolos hacia arriba o al tórax. Le colocan un fajero y recomiendan no bañar al niño por unos dos días como para que se sostengan otra vez los intestinos hacia arriba; lo que pasa es que, por ejemplo, uno se observa que cuando los niños empiezan a caminar se caen con mucha facilidad, entonces se considera que con cada vez que se caigan entonces como que se estrujara el cuerpo podríamos decirlo así, entonces lo que se hace es reacomodar las estructuras.
Se validan algunas prácticas como alternativas de tratamiento y manejo en casa antes de acudir al servicio de salud, que atenúan complicaciones, reconociendo que su objetivo es restablecer el bienestar de los niños, aunque no es clara la base científica. Se evidencia interés por aprender el uso de las prácticas culturales, dando relevancia a la tradición y efectividad que pueden observar en algunos casos, actitud que manifiesta Juliana: “Entonces nos sentamos con esa mamá…, cuénteme para mirar, 26
¿qué tal que yo la pueda utilizar? Es como introducirse sobre esa creencia”.
Sensibilidad cultural Esta dimensión hace referencia al desarrollo de competencias comunicativas transculturales que permiten negociar los significados que dan los cuidadores a las prácticas realizadas al establecer relaciones de confianza y respeto. Se reconoce el rol de enfermería con relación a la educación y el fomento y negociación para la optimización de las prácticas. Un ejemplo lo proporciona Juliana: Yo no tengo por qué cambiar conductas, uno como profesional debe dar sugerencias para poder mejorar unas conductas y una tradición; tú le puedes decir: mira esta manillita que tiene ahí, tiene un riesgo, ¿por qué no se la ponemos en el pie? No le estás quitando, le estás dando una oportunidad al paciente. Para mí, prima el respeto hacia la persona y el cuidador y yo no tengo que ir a romper esquemas, yo tengo que dar pautas para mejorar esos esquemas, que es diferente... Respeto pero yo tengo que aportar, es la gran diferencia, tengo que decir las razones de la mejor forma sin que ella se sienta juzgada.
Por su parte, Paola describe situaciones en las que se presentaron limitaciones en el establecimiento de una comunicación efectiva con el cuidador, lo que dificulta la negociación frente a la práctica y exige mayor trabajo por parte de la enfermera: Eso es muy difícil de negociarlo con ellas, es complicado; por más que uno les explique, es una tarea de constancia pero si uno solamente va hablar con la mamá en el momento que llega el niño y uno no le hace de pronto un seguimiento y no le dice, pues la mamá sigue haciendo ese tipo de cosas.
Otra situación que interfiere con la comunicación transcultural es la relación que pueda establecerse con el personal de salud, incluida la enfermera, al desconocer o restar importancia a la cosmovisión cuidador, tal como Catalina lo manifiesta: Se ve mucho un choque cultural y ellos son muy arraigados como te venía diciendo antes, a sus principios, sus creencias. Utilizan mucho el chamán, las hierbas, los rezos que muchas veces es criticado y hasta es motivo de burla para los profesionales de enfermería. Nosotros muchas veces no tenemos en cuenta, no me incluyo porque afortunadamente no hago eso, pero sí he visto muchos de mis compañeros que hacen eso, pasan por encima de esos principios, de esas tradiciones y no escuchan razones. No solamente en la parte de enfermería, en la parte de medicina también y eso es muy triste.
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Encuentro cultural Esta dimensión se relaciona con el interés que expresa el profesional por conocer y comprometerse en interacciones de cuidado con otras culturas, así como con los prejuicios hacia otros grupos, diferentes al suyo. Alude también a las adaptaciones comportamentales y a los procesos de atención que realiza enfermería con miras a facilitar el intercambio. Más allá de la actitud personal se identifica el choque cultural que se genera al interior del sistema de salud donde estas prácticas no sean reconocidas. Según su experiencia Catalina comenta: […] me mostró los medicamentos, bueno eran hierbas y él llevó a otro señor para hacer todo: el mezclado, el ritual como tal y ponérselo a la niña. Finalmente no lo pudo hacer porque hubo un choque y las pediatras no permitieron eso. La niña finalmente evolucionó adecuadamente, pero todo el ritual el papá lo llevaba pero no lo dejaron hacerlo.
Las entrevistadas asocian estas prácticas a grupos culturales y sociales específicos, descritos a partir de la diferencia cultural o generacional o la ausencia de recursos, bien sea económicos o de acceso. Identifican que la barrera cultural del profesional frente a estas prácticas incide de manera negativa en la adherencia al sistema de salud y por ende en el bienestar del niño: Que las mamás no se sientan regañadas y es ahí cuando nosotras las quitamos de nuestro lado, como cuando una señora la vez pasada nos decía: es que yo no volví al médico porque salí regañada, porque como yo le doy el agua de toronjil, el agua de apio para cuando tiene diarrea.
CONCLUSIONES Se pone de manifiesto que el desarrollo de la competencia cultural en los profesionales de enfermería está asociado a sus propias creencias culturales y a la experiencia generada en su ejercicio profesional. Se reconocen las diferencias y limitaciones culturales con los cuidadores y se hace evidente el déficit de conocimiento cultural frente a muchas de estas prácticas, lo que limita la argumentación a nivel de aprobación, negociación o reestructuración para el cuidado cultural que realiza la enfermera en los niños que presentan enfermedades prevalentes. En diferentes dimensiones de competencia cultural, se identifica conflicto entre el hacer, el ser y el deber
ser, lo cual genera el desarrollo de intervenciones de cuidado que son efectivas, pero en las que se cuestiona la pertinencia cultural. Por ejemplo, durante la valoración del niño, la enfermera no realiza búsqueda activa, no cuenta con herramientas o protocolos que orienten el proceso para identificar las prácticas que realizan los cuidadores en busca de opciones de manejo según su percepción de la situación de salud que esté presentando el niño. Desde lo identificado, se cuestiona la posibilidad de establecer relaciones empáticas y de confianza que permitan explorar el conocimiento cultural que tienen los cuidadores acerca de los tratamientos ofrecidos y su efectividad, aspecto básico para el establecimiento del plan de cuidados en donde, contando con la participación activa del cuidador, se promueva, adapte o negocie y reestructuren las prácticas de cuidado cultural. El reconocimiento de quien brinda cuidado como sujeto cultural y la reflexión disciplinar y la coherencia entre el discurso y las intervenciones de enfermería son factores que favorecen el desarrollo de las diferentes dimensiones de la competencia cultural. Las prácticas de cuidado cultural se identifican como estrategias en la solución a los problemas de salud de los niños; sin embargo, se hacen evidentes prejuicios por parte del equipo de salud, vinculados al desconocimiento de la procedencia cultural o a la importancia que se otorga a la evidencia desde la perspectiva biomédica. Aun así, de acuerdo con Ibarra […] para que el cuidado de enfermería sea eficiente y culturalmente congruente, estas diferencias y semejanzas deben ser identificadas y comprendidas por los profesionales al asistir a estas personas. Desde el punto de vista del profesional de Enfermería, atender a las personas, familias o comunidades bajo esta óptica, implica formular un plan de cuidado culturalmente congruente y competente, es decir, tener la capacidad de sentir al otro, reconociendo la subjetividad del ser humano (15).
Los hallazgos de esta investigación justifican la necesidad de continuar la indagación del fenómeno abordado y su análisis a la luz de la evidencia, de manera que permita ampliar el conocimiento sobre la realidad de la práctica de enfermería desde el contexto cultural, reconocer en todas sus dimensiones la competencia cultural generada a través de la experiencia y la construcción de guías que lleven a la reflexión sobre el que hacer disciplinar para opti-
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mizar la calidad del cuidado ofrecido a la primera infancia. De acuerdo con Martínez (10), es urgente que desde las disciplinas de la salud y educativas, se establezcan bases teóricas aplicadas que respondan a los cambios sociales y que den la posibilidad de ofrecer un servicio incluyente y de calidad a los usuarios pertenecientes a diferentes grupos culturales. Desafortunadamente los actuales programas de formación de los profesionales de la salud distan mucho de desarrollar este tipo de competencias en los estudiantes porque desconocen las necesidades de las comunidades que día a día son más globalizadas, no solo por los fenómenos migratorios entre países, sino por las condiciones actuales de Colombia, en donde situaciones como el desplazamiento y la violencia están generando poblaciones multiculturales que requieren ser reconocidas en sus diferencias, pero que igualmente demandan la atención de equipos de salud preparados y respetuosos de su riqueza cultural.
AGRADECIMIENTOS Agradecimientos especiales a los estudiantes Juan Gabriel Carrillo Aristizábal, Sandra Patricia Carreño, Luis Felipe Galvis Giraldo, Quimberlin Paola González, Estefanía Orozco Marín, María Angélica Ortiz Méndez, Claudia Lorena Pérez Clavijo, Mónica María Rendón Castro, Sandra Milena Velandia Ramírez y Diana Paola Vergara Guerra por la realización de las entrevistas y presentación de los resultados así como por su empeño y dedicación en el desarrollo de esta investigación.
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Artículo de Investigación
Influencia de tener perros sobre la salud percibida en personas mayores de Jaén (España) Influence of dog ownership on perceived health in the elderly of Jaén (Spain) Cães têm influência na saúde percebida dos anciãos de Jaen (Espanha) María Rodríguez M., 1 Rafael Muñoz C. 2
RESUMEN Este estudio descriptivo transversal, realizado en 2014, busca determinar la influencia que puede ejercer la convivencia con un perro sobre la salud percibida en personas mayores. La muestra de 120 personas mayores de Jaén (54 con perro y 66 sin perro) se obtuvo mediante muestreo por conveniencia entre los meses de septiembre a noviembre. Los datos se recolectaron con la escala del Perfil de Salud de Nottingham, cuestionario autoadministrado que consta de 38 ítems con dos opciones de respuesta (sí/no). Del total de la muestra, el 45% eran dueños de perros, con una media de edad de 71,7 años frente al 55% que no tenían perros a su cargo y cuya media de edad fue de 69,03 años. Se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas tanto en todas las dimensiones del cuestionario, excepto energía y sueño, como en la puntuación global del cuestionario. Se concluye que a pesar de que la media de edad del grupo de personas que tienen perros es mayor, reportan una salud percibida superior a la del grupo de adultos mayores que no tienen ningún can. Palabras clave: envejecimiento, salud del anciano, mascotas, perros.
Recibido: 2015-02-24; aprobado: 2015-08-06 1. Enfermera, magíster en Investigación en Ciencias de la Salud y en Gerontología Social. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza (España). Jaén, España. Correo electrónico: rodriguezmarmolm@gmail.com 2. Enfermero, magíster en Investigación en Ciencias de la Salud y en Gerontología Social. Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. Jaén, España.
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ABSTRACT
RESUMO
This cross-sectional study, conducted in 2014, seeks to determine the perceived health benefits of dog ownership in older people. The sample of 120 seniors of Jaen (54 with a dog and 66 without a dog) was obtained by convenience sampling between the months of September to November. Data were collected with the scale of the Nottingham Health Profile, self-administered questionnaire consisting of 38 items with two possible answers (yes / no).
Este estudo transversal, realizado em 2014, visa determinar a influência que tem para viver com um cão na saúde percebida em pessoas mais velhas. A amostra de 120 seniors de Jaen (54 com e 66 sem cão) foi obtida por amostragem de conveniência entre os meses de setembro a novembro. Os dados foram coletados com a escala do Perfil de Saúde de Nottingham, questionário auto-administrado composto por 38 itens com duas respostas possíveis (sim / não).
Of the total sample, 45% were dog owners, with an average age of 71.7 years old, compared to 55% with no dogs and whose average age was 69.03 years. Statistically significant differences were found in all dimensions of the questionnaire and in the overall score of the questionnaire, except relating to energy and sleep. We conclude that although the average age of the groups differed, the dog owners reported a higher perceived health than the group without dogs.
Do total da amostra, 45% eram donos de cães, com uma idade média de 71,7 anos, em comparação com 55% que não tinham cães responsáveis e cuja idade média foi de 69,03 anos. Ambas as diferenças estatisticamente significativas em todas as dimensões do questionário, economizar energia e sono, como na pontuação geral do questionário foram obtidas. Conclui-se que, embora a média de idade do grupo de pessoas que têm cães é maior, relatou uma percepção de saúde do que o grupo de idosos que não têm nenhuma lata.
Key words: aging, health of elderly, pets, dogs.
INTRODUCCIÓN El envejecimiento se puede definir como un proceso gradual y paulatino de deterioro de la capacidad funcional de la persona cuyo fin es la muerte (1). A finales del 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó el término envejecimiento activo, que transmite un mensaje más amplio que el de envejecimiento saludable y reconoce los factores, además de la atención a la salud, que afectan a los individuos y a la población en este proceso (2). El envejecimiento con éxito se puede definir como un concepto multidimensional que abarca la buena salud y está compuesto por un gran conjunto de factores biopsicosociales, como por ejemplo la baja probabilidad de enfermedad y de discapacidad asociada, el alto funcionamiento físico y mental, así como la alta participación social (3). Este envejecimiento con éxito suele ir asociado con el concepto calidad de vida, el cual ha sido definido de diferentes maneras. Aroila propone una definición integradora (4): Calidad de vida es un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las potencialidades de la persona. Posee aspectos subjetivos y aspectos objetivos. Es una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico y social.
30
Palavras-chave: envelhecimento, saúde do idoso, animais de estimação, cães.
Incluye como aspectos subjetivos la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la productividad personal y la salud objetiva. Como aspectos objetivos el bienestar material, las relaciones armónicas con el ambiente físico y social y con la comunidad, y la salud objetivamente percibida.
Por otra parte, se conoce muy poco de los posibles efectos físicos y psicológicos que los animales pueden tener en la salud de las personas. Esta es una línea de investigación reciente, centrada en la terapia asistida con animales para el proceso o rehabilitación de enfermedades concretas, pero no en la evaluación de la calidad de vida de personas mayores (5). Las relaciones entre hombre y animal tienen una larga trayectoria; sin embargo, su estudio científico es muy reciente. De acuerdo con la revisión de la literatura, los efectos que pueden producir los animales al convivir con el ser humano pueden ser negativos, como las enfermedades derivadas de la propia convivencia, o positivos. Respecto a lo segundo, se menciona que los animales ayudan a prevenir ciertas enfermedades, afrontar la enfermedad y la rehabilitación, favorecen la independencia y la motivación, y promocionan el contacto social (6), hecho que contribuye a un envejecimiento con éxito, basado en una mayor calidad de vida.
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Influencia de tener perros sobre la salud percibida en personas mayores de Jaén (España) | María Rodríguez M., Rafael Muñoz C.
En el 2009, Oropesa y colaboradores llegaron a la conclusión de que el uso de animales con fines terapéuticos genera beneficios físicos, sociales y psicológicos para las personas, lo cual permite mantener o mejorar su calidad de vida (7). En una investigación realizada con personas mayores que tenían mascotas en comparación con un grupo que no, el primer grupo presentó sentimientos de alegría, plenitud y satisfacción con más frecuencia que el otro. Además se encontró una relación positiva entre el hecho de tener mascota y el grado de actividad física, un mejor estado de salud y la sociabilidad (8). Del mismo modo, Hugues y colaboradores concluyeron que las personas de su investigación perciben que la convivencia con animales de compañía aporta beneficios tanto a la salud física como mental, y en consecuencia, mejora la calidad de vida de las personas (9). A su vez, Perea-Mediavill y colegas llevaron a cabo otro estudio en el que corroboraron que un grupo de estudiantes tenía expectativas muy positivas acerca de los beneficios de las terapias asistidas con animales (10). De conformidad con todo lo anterior, esta investigación busca determinar la influencia de tener un perro sobre la calidad de vida percibida en personas ancianas de Jaén.
MÉTODO Entre los meses de septiembre y noviembre del año 2014, se desarrolló un estudio descriptivo transversal de adultos mayores de 65 años residentes en la ciudad de Jaén. El primer grupo estuvo compuesto por personas que tenían perro en su domicilio y el segundo grupo por quienes no lo tenían. Los datos se recogieron mediante la escala Perfil de Salud de Nottingham, la cual fue anónima, voluntaria y autoadministrada previo consentimiento informado. Antes de la aceptación del consentimiento, se comunicó a los participantes los aspectos generales del estudio y se especificó que sus datos serían confidenciales según la LO 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal. Dicho instrumento fue validado en España por Alonso y colaboradores en 1990 (11). Presenta una fiabilidad o consistencia interna alta, cuyo alfa de Cronbach oscila entre 0,89 y 0,97 para todas las dimensiones (12). El instrumento de medida consta de 38 ítems dividido en seis dimensiones: energía
(3 ítems), dolor (8 ítems), movilidad física (8 ítems), reacciones emocionales (9 ítems), sueño (5 ítems) y aislamiento social (5 ítems). En todas las dimensiones las opciones de repuesta son sí/no. Las premisas positivas de cada dimensión se multiplicaron por el valor ponderal, se sumaron y se obtuvo un rango de 0 (mejor estado de salud posible) a 100 (peor estado de salud). Solo se utilizó la primera parte de la escala puesto que la segunda abarca la existencia de limitaciones funcionales, característica que se estableció como criterio de exclusión. Además de estas variables también se recogieron variables sociodemográficas como edad, sexo y estado civil. Mediante un muestreo por conveniencia, durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2014, se obtuvieron los datos de las personas mayores que tenían perro mediante el diligenciamiento del cuestionario en una clínica veterinaria de la ciudad de Jaén (España), mientras que los resultados del segundo grupo se recogieron en un mercado de la misma ciudad. No se tuvieron en cuenta alteraciones cognitivas, aunque los sujetos debían cumplir con los criterios de inclusión propuestos: mayores de 65 años que no hubieran presentado en el último año ninguna enfermedad o intervención quirúrgica que pudiera limitar la movilidad y como consecuencia disminuir la calidad de vida percibida, así como ser el responsable directo de la mascota y haber convivido con ella durante al menos un año. Los datos extraídos de los cuestionarios se procesaron con el paquete estadístico SPSS versión 15. Para calcular los intervalos de confianza al 95% y el tamaño del efecto se utilizó el programa Epidat 3.1. En el análisis bivariante se compararon los dos grupos (con perro y sin perro) para cada una de las dimensiones de la escala, así como para la puntuación total en el análisis general de la escala. Para este análisis se utilizó el estadístico t-Student, puesto que la variable independiente es cualitativa dicotómica (tener perro o no) y la dependiente es cuantitativa (puntuación de cada dimensión). En los casos en los que no se cumplían los principios de normalidad y homocedasticidad (calculados con la prueba de Kolmogorov-Smirnov y el test de Levene, respectivamente), se utilizó el estadístico Mann-Whitney. Para ambos estadísticos, en las dimensiones donde
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se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas, se calculó la fuerza de asociación con la D de Cohen. Se estableció que valores entre 0,20 y 0,50 indicarían una fuerza de asociación baja, entre 0,50 y 0,80 una fuerza mediana y mayores de 0,80 una fuerza de asociación alta. El nivel de significación estadística que se consideró fue menor de 0,05.
RESULTADOS La muestra estudiada fue de 120 personas mayores de 65 años: 66 hombres (55%) y 54 mujeres (45%). Un 45% (n=54) eran dueños de perros mientras que el resto no tenía ningún animal a su cargo (véase Tabla 1). El 80% (n=96) de los participantes estaban casados y vivían con su cónyuge, el 8,3% (n=10) estaban viudos, el 7,5% (n=9) divorciados y el 4,2% (n=5) eran solteros. La media de edad del grupo dueños de perros fue de 71,7 años con un IC 95% [70,73- 72,66], frente a los 69,03 años de media del grupo que no tenía perros a su cargo con un IC 95% [68,30- 69,75] (véase Tabla 1). N
Media de edad
IC 95%
Con perro
Hombres
34
72,36
[71,02-73,49]
Mujeres
20
70,75
[69,16-72,33]
Sin perro
Hombres
32
69,06
[68,01-70,11]
Mujeres
34
69,00
[67,93-70,06]
120
70,23
[69,6- 70,86]
Total
Total 54 66 120
Tabla 1. Análisis de las variables sociodemográficas: edad y sexo Dimensiones Energía Dolor
Grupos
Media
IC 95%
Con perro
22,06
[14,39-29,73]
Sin perro
30,05
[23,23-36,86]
Con perro
13,41
[5,63-21,18]
Sin perro
24,21
[17,01-31,40]
Movilidad física
Con perro
13,81
[6,50-21,118]
Sin perro
24,30
[16,58-32,018]
Reacciones emocionales
Con perro
10,41
[4,15-16,66]
Sin perro
21,53
[15,15-27,90]
Con perro
23,70
[14,33-33,07]
Sin perro
31,52
[23,24-39,79]
Con perro
7,41
[1,77-13,05]
Sin perro
25,45
[17,33-33,56]
Sueño Aislamiento social
Tabla 2. Análisis descriptivo por cada dimensión y grupo de comparación
32
La Tabla 2 presenta los resultados de analizar el cuestionario de forma descriptiva y por dimensiones. En ella se puede observar que la media de puntuación es inferior, para todas las dimensiones, en el grupo que tienen perro. En el análisis bivariante de la muestra se observa que, con excepción de las dimensiones de energía y sueño, existieron diferencias significativas en todas las dimensiones, como se presenta en la Tabla 3. Dimensiones Energía Dolor
T-Student (valor p) 0,121
Mann-Withney (valor p) -
D de Cohen -
0,04
-
0,37
-
0,03
0,36
Reacciones emocionales
0,015
-
0,45
Sueño
0,213
-
-
-
0,000
0,64
Movilidad física
Aislamiento social
Tabla 3. Análisis bivariante de las dimensiones
En las dimensiones de dolor, movilidad física, reacciones emocionales y aislamiento social, se encontraron diferencias estadísticamente significativas cuya fuerza de asociación fue baja para todas las dimensiones excepto para aislamiento social que fue mediana. Al evaluar el cuestionario con una puntuación total, se obtuvo una media de puntuación inferior, es decir, mejor salud percibida en el grupo que tenía perro frente al grupo que no (véase Tabla 4). Se presentaron diferencias estadísticamente significativas para la puntuación total del cuestionario con una fuerza de asociación baja (véase Tabla 5). Con perro Sin perro
N 54 66
Media total 15,11 26,17
IC 95% Media total [9,16-21,07] [20,57-31,77]
Tabla 4. Diferencia de medias de puntuaciones totales Mann-Withney (Valor p)
D de Cohen
IC 95%
0,001
0,49
[0,13-0,86]
Perro Sí/No
Tabla 5. Análisis bivariante de la puntuación total en relación con tener un perro
DISCUSIÓN Los resultados muestran que existen relaciones positivas en todas las dimensiones del instrumento
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Influencia de tener perros sobre la salud percibida en personas mayores de Jaén (España) | María Rodríguez M., Rafael Muñoz C.
excepto en energía y sueño. Los dueños de perros presentan una mejor percepción de su salud en cuanto a las dimensiones de dolor, movilidad física, reacciones emocionales y aislamiento social, datos que son comparables con los obtenidos por Gutiérrez, Granados y Piar en 2007 (6). También se encontraron diferencias significativas en la muestra estudiada en cuanto a las reacciones emocionales. Similares resultados obtuvieron Núñez y colegas en su trabajo, puesto que la convivencia junto a un perro favorecía los sentimientos de alegría, plenitud y satisfacción, del mismo modo que aumentaba el grado de actividad física realizado y mejoraba tanto el estado de salud como las relaciones sociales (8). Resulta llamativo que el grupo que presenta mayor media de edad es el que mejor nivel de salud percibida muestra. Esto indica que, a pesar de que la diferencia de edad entre ambos grupos es significativa, el hecho de tener perro influye positivamente en la salud percibida de las personas mayores. Si se considera el cuestionario en su conjunto, se puede afirmar que convivir con un perro facilita un incremento positivo en la percepción de la salud, tal como lo sugieren las conclusiones propuesta por Oropesa y colegas (7) y Hugues y otros (9), según las cuales la compañía de animales ayuda a mejorar el estado físico y mental y, como consecuencia, aumenta la calidad de vida. Este estudio puede servir como base para futuros estudios relacionados con la misma temática, con el objetivo de prevenir diferentes problemas de salud en personas mayores, no solo desde la perspectiva de la enfermería, sino también desde otras disciplinas como fisioterapia, medicina o psicología, entre otras. El hecho de vivir en pareja puede influir positivamente en la salud percibida del participante. Esta variable no se controló como variable de confusión, por lo que sería de gran relevancia considerarlo para futuras investigaciones sobre este tema.
CONCLUSIONES De acuerdo con los resultados obtenidos en la presente investigación, se puede concluir que la salud percibida en las dimensiones de movilidad física, dolor, reacciones emocionales y aislamiento social es mayor en las personas estudiadas dueñas de
perros; sin embargo, para las dimensiones de energía y sueño no existen diferencias significativas entre ambos grupos. En términos generales, la muestra estudiada indica que tener perro repercute positivamente en la salud percibida de las personas mayores.
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Artículo de Investigación
Validez y confiabilidad de la versión en español de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual1 Validation and reliability test of spanish version of Spirituality and Spiritual Care Rating Scale (SSCRS) Validade e confiabilidade da versão em espanhol de Escala de Avaliação de Espiritualidade e de Cuidado Espiritual Lina María Vargas-Escobar 2
RESUMEN El objetivo de este estudio fue determinar la validez y confiabilidad en el contexto colombiano de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual, diseñada por McSherry, Draper y Kendrick. Se realizó una investigación metodológica para establecer la validez facial, de contenido, de constructo y la confiabilidad. Para la validez facial participaron n=10, para la de contenido n=8, para la de constructo y la de confiabilidad n=183 enfermeras. La validez facial arrojó un porcentaje de acuerdo del 92% en los criterios de claridad, comprensión y precisión. El índice de validez de contenido (CVI) fue de 0,99. La validez de constructo con rotación Varimax reportó una estructura de cuatro factores. El resultado del Alpha de Cronbach de toda la escala fue de 0,73. De acuerdo con lo anterior, la versión en español de la escala cuenta con pruebas psicométricas suficientes en cuanto a confiabilidad y validez para utilizarse en la determinación de la percepción de la espiritualidad y el cuidado espiritual de enfermeras y enfermeros. Palabras clave: confiabilidad y validez, cuestionarios, espiritualidad, personal de enfermería, atención de enfermería.
Recibido: 2015-08-30; aprobado: 2015-09-08 1. Los resultados hacen parte de la tesis titulada “Evaluación de una intervención educativa para fortalecer el cuidado espiritual en el personal de enfermería que trabaja con personas con enfermedad crónica”, para optar el título de Doctora en Enfermería en la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia. 2. Enfermera, magíster en Enfermería, doctora en Enfermería. Profesora asociada, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: lmvargase@gmail.com
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Validez y confiabilidad de la versión en español de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual | Lina María Vargas-Escobar
ABSTRACT
RESUMO
The aim of this study was to determine the validity and reliability in the Colombian context of the Spirituality and Spiritual Care Rating Scale (SSCRS), designed by McSherry, Draper and Kendrick. Methodological research was performed to establish face, content and construct validity and reliability. For facial validity n = 10 nurses participated, for content n = 8, for construct and reliability n = 183.
O objetivo deste estudo foi determinar a validade e confiabilidade, no contexto colombiano, da Escala de Avaliação da Espiritualidade e do Cuidado Espiritual, projetada por McSherry, Draper e Kendrick. Uma pesquisa metodológica foi realizada para estabelecer a validade facial, de conteúdo, de constructo e a confiabilidade. Para a validade facial participaram n = 10, para o conteúdo n = 8 e para o constructo e confiabilidade, n = 183 enfermeiras.
Facial validity showed a percentage of 92% of agreement on clarity, understanding and accuracy criteria. Content validity index (CVI) was 0.99. Varimax rotation for construct validity showed a four-factor structure. The result of Cronbach Alpha entire scale was 0.73. According to the above results, the Spanish version of the scale has adequate psychometric testing for reliability and validity to determine the perception of spirituality and spiritual care of nurses. Key words: reliability and validity, questionnaires, spirituality, nursing staff, nursing care.
A validade facial mostrou um percentual de concordância de 92% sobre os critérios de clareza, compreensão e precisão. O índice de validade de conteúdo (IVC) foi de 0,99. A validade de constructo com rotação Varimax apresentou uma estrutura de quatro fatores. O resultado do Alpha de Cronbach de toda a escala foi de 0,73. De acordo com o exposto, a versão espanhola da escala tem teste psicotécnico adequado para a confiabilidade e validade, para uso na determinação da percepção de espiritualidade e cuidado espiritual dos enfermeiros e enfermeiras. Palavras-chave: confiabilidade e validade, questionários, espiritualidade, recursos humanos de enfermagem, cuidados de enfermagem.
INTRODUCCIÓN El cuidado de enfermería es uno de los conceptos centrales de la disciplina (1). Sin embargo, no solo implica el abordaje de las dimensiones físicas, sociales o psicológicas de la persona, sino también de las espirituales (2). La dimensión espiritual es un componente fundamental en la integración y el holismo de los cuidados de enfermería, que ha sido incluida en diferentes teorías de manera implícita o explícita (3-6). Desde hace varios años, la enfermería ha mostrado interés en la manera como la espiritualidad influye sobre otras dimensiones de la persona, su salud, bienestar y calidad de vida. Pese a la importancia atribuida por las enfermeras a la espiritualidad de los pacientes (7-11), son pocos los estudios que establecen las percepciones y actitudes de las enfermeras frente a la espiritualidad y el cuidado espiritual de las personas a su cargo (12-13). La Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual (SSCRS, por su sigla en inglés)
de desarrolló en Reino Unido por W. McSherry, P. Draper y D. Kendrick (12). Fue construida a partir de una rigurosa revisión de la literatura y la necesidad de contar con una herramienta que midiera la comprensión y actitudes de enfermería frente a la espiritualidad y el cuidado espiritual. Se construyó a partir de la información obtenida de 549 enfermeras clínicas que laboraban en el Servicio Nacional de Salud en Inglaterra, en diferentes unidades de atención. Para McSherry y colaboradores, la conceptualización de la espiritualidad en la literatura de enfermería adquiere dos formas: una religiosa y otra existencial (12). La primera se deriva de una tradición histórica y se basa en descriptores religiosos y teocéntricos. Esta forma de espiritualidad es de cierta manera más tangible y observable en indicadores tales como la creencia en un dios o la práctica de una actividad religiosa formal. Por su parte, la forma existencial ha sido clasificada como “una forma posmoderna” de espiritualidad. Es
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muy subjetiva y refleja la preocupación que tiene el individuo por los aspectos de la sociedad material y de las situaciones de la vida. Esta forma de espiritualidad puede tener descriptores de tipo fenomenológico o existencial (14). Desde este punto de vista, la conceptualización de espiritualidad es multifacética y, por lo tanto, es posible que los individuos puedan identificarse con una o ambas formas de espiritualidad. McSherry y colaboradores (12) se interesaron también en el estudio de las percepciones de la espiritualidad y el cuidado espiritual, tal y como lo percibe el personal de enfermería. Establecieron cuatro factores o subescalas que muestran asociaciones subyacentes entre ellas y apoyan la comprensión de estas percepciones. Estos son: espiritualidad, cuidado espiritual, religiosidad y cuidado personalizado. La espiritualidad está compuesta por aspectos tanto existenciales como religiosos. Los primeros se refieren a la necesidad del individuo de encontrar y vivir su vida con significado y propósito. Los segundos sugieren que la espiritualidad no solo es un concepto asociado a una religión, sistema de fe o de culto, sino que subraya el carácter universal de la espiritualidad mediante el reconocimiento de áreas como la creatividad, el arte y la expresión de sí mismo. En consecuencia, la espiritualidad es un fenómeno mucho más amplio que simplemente asignar expresiones religiosas (12). El cuidado espiritual está constituido por acciones y comportamientos de cuidado que lleva a cabo la enfermera en la práctica y que pueden tener una tendencia religiosa o existencial. La enfermera debe escuchar, pasar el tiempo con el otro, mantener la privacidad y la dignidad, así como las prácticas religiosas, promover el encuentro de significado y propósito y mostrar cualidades como bondad, preocupación, amabilidad, apertura y empatía (12, 15-17). En cuanto a la religiosidad, Watts (13) expresa que la espiritualidad es algo mucho más amplio que la religión y que si bien esta es un componente importante de la espiritualidad, la persona puede expresar o no su espiritualidad a través de ella, tal como lo exponen también McSherry y colabora36
dores (12). Lo anterior implica que si una persona es religiosa no necesariamente puede ser percibida como espiritual y que, al contrario, una persona no religiosa también pueda percibirse como espiritual. El cuidado personalizado sugiere aspectos de la espiritualidad que son únicos, diferentes y específicos para cada individuo (sea creyente, ateo o agnóstico), como la moral, las creencias, los valores y las relaciones personales. McSherry y colaboradores sostienen que todas las dimensiones de la espiritualidad y de la vida son únicas para cada individuo y expresan una inspiración secundaria a una fuerza religiosa o una filosófica abstracta (12). La Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual ha sido utilizada y validada en países como China, por Wong, Lee y Lee (18) y Wu y Lin (11); en Estados Unidos por Mazaheri, Khoshknab, Bagher y Rahgozar (19); en Irán por Fallahi, Mazaheri, Maddah y Rahgozar (20); y en Turquía por Ozbasaran, Ergul, Temel, Alsal y Coban (9). Sin embargo, en la revisión bibliográfica sobre escalas, cuestionarios e instrumentos que midan las percepciones y actitudes de las enfermeras frente a la espiritualidad y el cuidado espiritual de sus pacientes no se encontraron instrumentos disponibles en español que sean válidos y confiables y puedan ser empleados en la práctica y la investigación de este fenómeno en el contexto latinoamericano. Por tanto, el presente estudio metodológico tiene como objetivo establecer la adaptación cultural, la validez y la confiabilidad de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual (SSCRS).
MÉTODOS Este es un estudio de tipo metodológico con abordaje cuantitativo. El procedimiento para cumplir con el objetivo propuesto fue el siguiente: 1. Obtención del aval de los autores de la escala para establecer la validez y confiabilidad. 2. Traducción revisada de la escala: fue traducida del inglés al español de manera independiente por dos traductores oficiales y filólogos, y también por dos enfermeras bilingües. Posteriormente, les fue entregada una versión consolidada en español y cada uno dio su
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aprobación. Esta última versión fue traducida a su vez por un traductor oficial diferente, del idioma español al inglés y enviada al autor para una primera revisión. Con sus observaciones, esta versión se sometió a un panel de expertos, quienes apoyaron los procesos de validez aparente y de contenido. Por último, esta versión del consenso se envió al autor, quien la aprobó (véase Anexo 1).
6. Obtención de la información para la validez facial y de contenido: participaron en total diez enfermeras (ocho expertas en la temática de espiritualidad y situaciones de cronicidad, y dos enfermeras de la práctica). Se tuvo en cuenta el fraseo de cada una de las preguntas, las recomendaciones y observaciones de cada uno de los participantes, así como los criterios de claridad, precisión y comprensión.
3. Prueba piloto: participaron diez enfermeras que hicieron aportes para los últimos ajustes y la versión final.
La validez de contenido se determinó con base en los conceptos de ocho enfermeras expertas en la temática de espiritualidad y situaciones de cronicidad, quienes clasificaron los ítems en relevante, poco relevante y no relevante. El modelo de Lawshe modificado por Tristán (22) aplicado en el estudio consiste en obtener el acuerdo del panel de expertos en su opinión con respecto a cada uno de los ítems de la escala, asociados con la habilidad, conocimiento o competencia medidos por los ítems. La validez de contenido se obtuvo a través de los datos adquiridos en el grado de acuerdo de los expertos respecto al instrumento.
4. Cálculo de muestra para la validez de constructo: la selección de la muestra para validez y confiabilidad del instrumento siguió los parámetros necesarios para establecer la validez de constructo por el procedimiento de análisis factorial. Si bien no existe un solo criterio para determinar el número de sujetos respecto al número de ítems, para el presente estudio se decidió tomar una muestra diez veces mayor que el número de variables o ítems (n=10k donde k es el número de ítems o variables), de acuerdo con lo sugerido por Nunnally, Thorndike y Martínez, citados por Morales (21). Considerando que la escala tiene un total de 17 ítems, la muestra estaría conformada por 170 participantes. En este caso, 183 sujetos participaron en este proceso, lo que corresponde a un 7,6% adicional a la muestra deseada. 5. Obtención de la información: la escala fue aplicada por la investigadora y por dos asistentes de investigación que fueron capacitados para recabar la información. Es importante mencionar que como parte de los aspectos éticos del estudio, se contempló el derecho de los participantes de ser informados sobre la naturaleza y los objetivos del estudio, los beneficios potenciales y molestias (que en este caso eran mínimas). La investigadora manejó la información de manera confidencial y se contó con el aval del Comité de Ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, así como con la autorización del autor de la escala, el doctor Wilfred McSherry.
Después del proceso de validez facial y de contenido, se realizó una prueba piloto con diez enfermeras, cuyo objetivo principal era generar los últimos ajustes a la escala y en la aplicación del consentimiento informado y formato de caracterización de las enfermeras y enfermeros. 7. Obtención de la información para la validez de constructo: participaron 183 integrantes del personal de enfermería vinculados laboralmente a instituciones de carácter asistencial (clínico, comunitario, público y privado), de educación superior, así como enfermeras que trabajan de manera independiente. Ellos decidieron participar independiente y voluntariamente en la evaluación de validez y confiabilidad de la escala, previa lectura y aprobación del consentimiento informado. 8. Procesamiento de la información: este fue realizado por la investigadora. Los datos fueron digitados y organizados en dos hojas de cálculo mediante códigos asignados. Para la validez de contenido se empleó el modelo
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de Lawshe, modificado posteriormente por Tristán (22). La consistencia interna de la escala fue evaluada con el coeficiente Alfa de Cronbach para el instrumento completo y para cada una de las subescalas. Se usó el procedimiento de análisis factorial de componentes principales, técnica estadística de síntesis de información o reducción de la dimensión. Se estableció de acuerdo con el número de los factores descritos por McSherry y colaboradores para la escala (12), lo que permitió contrastar estos resultados con los obtenidos en el presente estudio. Con el fin de determinar la pertinencia de la aplicación del análisis factorial, se efectuó la prueba de esfericidad de Bartlett y la medida de adecuación muestral de Kaiser-MeyerOlkin (KMO). Para los análisis, se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 20 y se asumió un nivel de significación estadística de p <0,05.
RESULTADOS Validez facial Los resultados indican que la escala cumple en general con los criterios de claridad en un 94%, comprensión en un 92% y precisión en un 91%, que corresponden al porcentaje de acuerdo entre las diez participantes. El porcentaje general de la escala en estos tres aspectos fue del 92%. Por parte de los expertos, el porcentaje de acuerdo en comprensión fue del 91%, 94% en claridad y 90% en precisión. Según las enfermeras de la práctica, el porcentaje de acuerdo fue de 97% en claridad, 91% en precisión y 100% en comprensión. Cada una de las enfermeras realizó observaciones semánticas a los ítems con algunas propuestas para ajuste.
Validez de contenido La validez de contenido se obtuvo a partir del grado de acuerdo de los expertos respecto al instrumento. Para obtener este valor, se aplicó la ecuación para el cálculo de validez de contenido para cada ítem, o Razón de validez de contenido (CVR). Los 17 ítems obtuvieron un CVR entre 0,625 y un máximo de 1 (mayor o igual a 0,582, que es el mínimo para 38
aceptar el acuerdo entre los expertos) (22). También se utilizó la ecuación para el cálculo de validez de contenido global del instrumento, Índice de validez de contenido (IVC), el cual reportó un 0,919. Esto demuestra un grado de acuerdo entre los expertos. Después del proceso de validez facial y de contenido así como de la prueba piloto con diez enfermeras, se hicieron los últimos ajustes, específicamente en los ítems (A, E, M, P). Se determinó también un tiempo promedio de diligenciamiento de los cuestionarios y el consentimiento informado entre 10 a 20 minutos.
Validez de constructo De 183 participantes, solo 143 diligenciaron el cuestionario de caracterización, debido a la imposibilidad de aplicarlo a 40 de las participantes (por falta de insumos en ese momento). De estos 143 profesionales de enfermería, el 91,2% era de género femenino, el 51,7% presentaba una edad inferior a los 35 años, eran casadas (43,9%) o solteras (41,2%) y su nivel educativo era de pregrado (33,7%), especialización (33,1%) o maestría (31,0%), principalmente. Respecto a la experiencia laboral de los participantes, el 25,6% tenía entre 10 a 15 años de experiencia, el 24,3% de 4 a 9 años, el 18,9% de 16 a 21 años y otros 31,2%. El tipo de institución donde laboraban era asistencial (clínica/hospitalaria) en un 67,6%, universitaria en un 19,7% y otra 12,7%. El 62,8% tenía contrato a término indefinido, el 20,9% a término fijo y otro 16,3%. Así mismo, se encontró que 38,0% del personal laboraba en la mañana, 17,7% en la tarde, el 16,8% en la noche y el 27,7% otros (jornada continua o dos turnos). Con relación al tiempo de experiencia al cuidado de personas con enfermedad crónica, el 29,7% de los participantes tenía una experiencia entre 6 meses y 6 años, el 29,0% de 4 a 9 años, 21,2% de 10 a 15 años y 19,8% de más de 16 años. El número de personas con enfermedad crónica a su cargo oscilaba entre 1 a 10 en un 46,6%, 11 a 20 en un 24,1%, más de 21 en un 19,9% y no aplica 9,4%. La religión predominante de los participantes era la católica (82,7%), seguida de la cristiana (11%). Ante la pregunta de si habían recibido o no algún tipo de formación sobre cuidado espiritual, el 39,5% contestó de manera
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afirmativa y el 60,5% de forma negativa, lo cual llama la atención en este caso.
Análisis factorial El KMO reportado fue de 0,792, lo que significa una alta correlación entre las variables y, por lo tanto, la conveniencia de emplear el análisis factorial. La prueba de esfericidad de Bartlett fue estadísticamente significativa con un Chi-cuadrado (136)=644.478, p=0,000m, que ratifica la aplicación de este análisis. Para determinar el peso factorial de cada uno de los componentes y obtener una interpretación clara de las interrelaciones entre las variables, se realizó la rotación Varimax. La Tabla 1 muestra los resultados del análisis de componentes principales que muestran los pesos factoriales de cada uno de los ítems para cada una de las dimensiones.
De acuerdo con los resultados anteriores, la organización final de los ítems de la escala en su versión en español se presenta en la Tabla 2, donde la subescala percepción de la espiritualidad está conformada por los ítems F, I, J, E; la subescala percepción del cuidado espiritual por los ítems A, B, G, K, N, H, L; la subescala percepción de la religiosidad por los ítems D, M, P y finalmente la subescala percepción del cuidado personalizado por los ítems C, Q, O. Subescala
N° de ítems
Ítems
Percepción de la espiritualidad
5
F, I, J, E
Percepción del cuidado espiritual
5
A, B, G, K, N, H, L
Percepción de la religiosidad
3
D, M, P
Percepción del cuidado personalizado
3
C, Q, O
Matriz de componentes rotados Componente Ítem Percepción Percepción
Percepción Percepción del cuidado de la de la del cuidado espiritual religiosidad espiritualidad personalizado
f
0,426
Confiabilidad Consistencia interna de la escala completa
h
0,405
0,570
i
0,450
0,522
j
0,453
0,545
l
0,678
c
0,544
a
0,459
b
0,425
g
0,673
k
0,715
0,459
e
-0,590
d
0,659
p
0,708
n o q
0,693 0,513
El Alpha de Cronbach para la escala completa fue de 0,733. De acuerdo con Burns y Grove (23), este valor es aceptable, considerando que la escala está siendo perfeccionada y se está utilizando en una variedad de muestras diferentes; en este caso en el contexto colombiano. También se evaluó la correlación elemento-total corregida, que corresponde al coeficiente de homogeneidad corregido. Se encontró que todas las correlaciones eran positivas, lo cual indica que no habría necesidad de eliminar ítems. Dos ítems, D y E, presentaron correlaciones débiles de 0,20; sin embargo, dada su importancia teórica se conservaron.
0,673
m
Tabla 2. Agrupación de los ítems de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual en su versión en español
0,492 0,776
Tabla 1. Matriz de componentes rotados de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual Nota: Método de extracción: análisis de componentes principales Método de rotación: normalización Varimax con Kaiser
Consistencia interna por subescalas La consistencia interna por subescalas evidencia coeficientes medios regulares en todos los casos, como se muestra en la Tabla 3, a excepción de la escala de Percepción de la espiritualidad que presenta una confiabilidad media aceptable (23).
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Subescala
Alpha de Cronbach
Percepción de la espiritualidad
0,657
Percepción del cuidado espiritual
0,575
Percepción de la religiosidad
0,546
Percepción del cuidado personalizado
0,492
Tabla 3. Confiabilidad por subescalas de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual
Es necesario tener en cuenta que el valor de Alfa es afectado directamente por el número de ítems que componen una escala. A medida que se incrementa el número de ítems, aumenta la varianza colocada en el numerador, de tal manera que puede obtenerse un valor sobrestimado de la consistencia de la escala (24). En este caso la escala no cuenta sino con 17 ítems, razón por la cual los valores del Alpha por subescala son en apariencia más bajos que los rangos establecidos por los autores.
DISCUSIÓN El presente estudio tuvo como objetivo general establecer la adaptación cultural, validez y confiabilidad de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual (12). La validez de la escala comenzó con el proceso de adaptación cultural. “Consiste en la traducción y adaptación cultural de la versión original a la versión adaptada y su objetivo es conseguir que el instrumento sea equivalente a nivel semántico, conceptual, de contenido, técnico y de criterio en distintas culturas” (25). De acuerdo con Maneesriwongul y Dixon, citados por Carvajal y colaboradores, el método más completo y que garantiza una mayor calidad es la traducción y retrotraducción por personas bilingües o monolingües (25). Posteriormente la escala se sometió al proceso de validez aparente y de contenido, con la cual se estableció que los ítems midieran el concepto de interés para el estudio. Esta etapa es relevante, si se considera que el instrumento fue traducido y transferido del inglés al español y de una cultura diferente a la colombiana. La validez de contenido por expertos determinó la pertinencia de las dimensiones y de los ítems 40
para abarcar el fenómeno de estudio tal como lo establece. Gracias al acuerdo y observaciones efectuadas, se generaron las modificaciones necesarias que dieron consistencia conceptual a la escala. La validez de constructo, por su parte, determinó si la escala medía realmente el constructo para el cual fue diseñada. Para esto se aplicó el método de componentes principales, con el cual se buscaba no solo determinar los factores que explicaran en mayor grado la varianza total en el grupo de datos de la muestra obtenida, sino también contrastar estos resultados con los obtenidos por el autor de la escala en su versión original. Esto se realizó mediante el procedimiento de análisis factorial, que dio como resultado el ajuste de algunos ítems en las cuatro subescalas. La subescala de percepción del cuidado espiritual fue donde más modificaciones se realizaron con la adición de nuevos ítems. Es importante establecer que la validez de constructo se llevó a cabo en una muestra heterogénea del personal de enfermería que representan diferentes ámbitos de la práctica, la investigación y la docencia, con variedad de niveles educativos, años de experiencia e inclinación religiosa. Es importante tener presente este aspecto en la aplicación futura de la escala en escenarios de práctica e investigación en diferentes poblaciones de enfermeras. Llama la atención que un porcentaje importante (39,5%) de participantes del personal de enfermería manifestara haber recibido formación en el tema de cuidado espiritual, lo que implica que de alguna manera esta formación podría estar siendo impartida en el país. Sin embargo, el 60,5% que expresa no haberla recibido, ratifica la necesidad de capacitación en la temática y la necesidad de continuar con los procesos educativos adelantados. La escala además presentó una buena fluctuación o variabilidad de respuesta entre los ítems, lo cual es importante para determinar que esta proporciona las opciones de respuesta necesarias de acuerdo con el criterio y la percepción del participante. Finalmente, la confiabilidad de la escala se determinó con la aplicación de un coeficiente de consistencia interna del Alfa de Cronbach, el cual reportó un 0,733 para el total de la escala. Respecto
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a este valor, Burns y Grove expresan que este es suficiente (23). Por su parte, Aiken manifiesta que el valor del Alfa de Cronbach es aceptable o no dependiendo de lo que se pretende hacer con las puntuaciones de la escala; si, por ejemplo, se desea determinar si las calificaciones promedio de dos grupos de personas son significativamente diferentes, un coeficiente de confiabilidad de 0,60 o 0,70 podría ser satisfactorio (25). La consistencia interna por subescalas evidencia coeficientes medios y bajos que en este caso son aceptables debido al número de ítems de la escala, que en este caso son 17. Es importante considerar, como lo manifiestan Oviedo y Campo (26), que la varianza modifica el numerador de la fórmula y que por lo tanto a mayor número de ítems, hay un incremento en la varianza. De esta manera los valores de los coeficientes obtenidos en instrumentos con un gran número de ítems pueden ser sobreestimados en algún grado. Por lo tanto, los coeficientes obtenidos para esta escala de 17 ítems son idóneos.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
propios del continente en la temática que puedan ser usados en la práctica de enfermería así como en estudios futuros.
CONFLICTO DE INTERESES El presente trabajo fue realizado a título personal y no compromete a ninguna de las instituciones con las cuales ella se encuentra vinculada laboralmente. Para su realización se contó con el apoyo financiero del Programa para la Disminución de la Carga de la Enfermedad Crónica no Transmisible en Colombia del Grupo de Cuidado al Paciente Crónico y su Familia de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
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El presente estudio establece la adaptación cultural, la validez y la confiabilidad de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual, diseñada por McSherry, Draper y Kendrick. Los procedimientos psicométricos utilizados aportan una escala válida y confiable que puede ser empleada en la práctica e investigación de enfermería.
3. Ellis HK, Narayanasamy A. An investigation into the role of spirituality in nursing. Br J Nurs. 2009; 18(14): 886-90.
La adaptación de la escala puede ayudar a futuros investigadores a indagar en el tema de la espiritualidad y el cuidado espiritual del personal de enfermería, proporcionándoles un marco ideal para obtener una comprensión adecuada de los conceptos que pueden ser trasferibles universalmente a todas las personas.
6. White P, Schim SM. Spirituality and spiritual self-care: expanding self-care deficit nursing theory. Nursing Science Quarterly. 2011; 24(1): 48.
La dimensión espiritual y el cuidado espiritual de enfermería son parte del quehacer asistencial y el personal de enfermería debe abordarlos de manera intencional; sin embargo, el establecimiento de las percepciones sobre la espiritualidad y el cuidado espiritual deben hacerse en el contexto latinoamericano. Por ello, es importante avanzar en la construcción de instrumentos
4. Hussey T. Nursing and spirituality. Nursing Philosophy: An International Journal for Healthcare Professionals. 2009; 10(2): 71-80. 5. Pike J. Spirituality in nursing: a systematic review of the literature from 2006-10. Br J Nurs. 2011; 20(12):743-49.
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ANEXO 1. Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual (versión en español) En cada pregunta, por favor encierre en un círculo la respuesta que mejor refleje la medida en que usted está de acuerdo o en desacuerdo con cada afirmación. a. Creo que las enfermeras(os) pueden brindar cuidado espiritual acordando reuniones con el capellán del hospital, sacerdote, pastor, rabino o líder espiritual del paciente, si así lo requiere. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
b. Creo que las enfermeras(os) pueden dar apertura para brindar cuidado espiritual demostrando amabilidad, preocupación y empatía. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
c. Creo que la espiritualidad tiene que ver con la necesidad de perdonar y ser perdonada(o). Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
d. Creo que la espiritualidad solo incluye ir a la iglesia o un lugar de culto religioso. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
e. No creo que la espiritualidad esté relacionada con la creencia y fe en Dios o ser superior. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
f. Creo que la espiritualidad tiene que ver con la búsqueda de significado en las situaciones buenas y malas de la vida. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
g. Creo que las enfermeras(os) pueden brindar cuidado espiritual pasando tiempo con un paciente dándole apoyo, ánimo y fortaleza, especialmente en momentos de necesidad. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
h. Creo que las enfermeras(os) pueden proporcionar cuidado espiritual al promover en el paciente el encontrar significado y propósito a su enfermedad. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
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•
•
•
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i. Creo que la espiritualidad se relaciona con tener una sensación de esperanza y propósito en la vida. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
j. Creo que la espiritualidad tiene que ver con la manera en que uno enfrenta su propia vida en el aquí y ahora. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
k. Creo que las enfermeras(os) pueden brindar cuidado espiritual al escuchar a los pacientes y darles tiempo para discutir, explorar sus temores, ansiedades y problemas. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
l. Creo que la espiritualidad es una fuerza unificadora que le permite a una(o) estar en paz consigo mismo y con el mundo. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
m. No creo que la espiritualidad incluya aspectos como el arte, la creatividad y la expresión de sí mismo. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
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•
n. Creo que las enfermeras(os) pueden brindar cuidado espiritual respetando la privacidad, dignidad y creencias religiosas y culturales del paciente. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
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•
•
o. Creo que la espiritualidad involucra las amistades y relaciones interpersonales. Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
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•
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p. No creo que la espiritualidad aplique para ateos o para quienes tienen duda sobre la existencia de Dios (agnósticos). Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
•
•
•
•
•
q. Creo que la espiritualidad incluye la moral de las personas, es decir las normas o reglas que rigen la conducta de las personas.
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Totalmente en desacuerdo
En desacuerdo
No estoy segura(o)
De acuerdo
Totalmente de acuerdo
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Artículo de Investigación
Violencia de la pareja íntima en relatos de gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén (Bogotá, Colombia) Intimate partner violence in narratives of pregnant women attending Hospital de Usaquen (Bogota, Colombia) Violência por parceiro íntimo em relatos de gestantes atendidas no Hospital de Usaquén (Bogotá, Colômbia) María Mercedes Lafaurie V. 1
RESUMEN El estudio cualitativo tuvo como objeto realizar un acercamiento a la violencia de la pareja íntima (VPI), partiendo de los relatos que hicieron gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén (Bogotá) sobre su vida amorosa. De 38 mujeres, catorce narraron historias de VPI y, de estas, nueve refirieron este tipo de situaciones durante el embarazo actual. En el grupo de participantes con historias de VPI es frecuente el inicio temprano de relaciones afectivas y de convivencia; en varias de esas narraciones está presente una construcción romántica del amor, en que las mujeres todo lo dan y todo lo aceptan. Uno de los hallazgos de este trabajo es que se presentan relatos de violencia física que atenta contra el embarazo y de violencia emocional, incluso en el parto. El abandono de la pareja resulta ser una forma frecuente de violencia emocional y económica en el embarazo: siete de las participantes enfrentan solas la gestación. El sentido de vida de las gestantes se ve fortalecido por la maternidad y ello puede constituir una oportunidad de desarrollo humano. Palabras clave: género, violencia doméstica, embarazo, investigación cualitativa.
Recibido: 2015-04-26; aprobado: 2015-09-10 1. Psicóloga, magíster en Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado. Profesora asociada, docente de la Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: lafauriemaria@unbosque.edu.co
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ABSTRACT
RESUMO
The study took a close look at intimate partner violence (IPV), starting from firsthand accounts of pregnant women attending Hospital de Usaquén in Bogotá. From thirty-eight women, fourteen provided IPV accounts; of these fourteen, nine reported these situations during pregnancy. Early initiation of intimate relationships and cohabitation is frequent in the group of participants with stories of IPV. A romantic construction of love is present in several of these narratives in which women give everything and accept everything. Stories of physical violence that threaten pregnancy, and of emotional violence even in childbirth are among the findings of this study. The abandonment of the partner is a common form of emotional and economic violence during pregnancy: seven participants faced gestation alone. The meaning of life is strengthened by motherhood and this may be an opportunity for human development.
O estudo qualitativo teve como objetivo fazer uma abordagem sobre a violência por parceiro íntimo (VPI), partindo dos relatos de gestantes atendidas no Hospital de Usaquén (Bogotá) sobre suas vidas amorosas. De 38 mulheres, quatorze narraram histórias de VPI e, destas, nove citaram este tipo de situação durante a gravidez atual. No grupo de participantes com histórias de VPI, é comum o início precoce de relações afetivas e de convivência. Em várias dessas narrações está presente uma construção romântica do amor, na qual as mulheres tudo dão e tudo aceitam. Uma das descobertas deste trabalho é que são apresentados relatos de violência física que ameaçam a gravidez e de violência emocional, inclusive no parto. O abandono por parte do parceiro resulta em uma forma frequente de violência emocional e econômica na gravidez: sete das participantes enfrentam sozinhas a gestação. O sentido de vida das gestantes se vê fortalecido pela maternidade e pode constituir uma oportunidade de desenvolvimento humano.
Key words: gender, domestic violence, pregnancy, qualitative research.
Palavras-chave: gênero, violência doméstica, gravidez, pesquisa qualitativa.
INTRODUCCIÓN La violencia contra las mujeres es una grave violación de los derechos humanos que, por su frecuencia y dimensiones, ha sido sancionada por diversas disposiciones y pactos de las Naciones Unidas. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer define la violencia de género como […] todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluso las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (1).
La violencia contra las mujeres que se ejerce en el ámbito privado de la familia y la pareja es cada vez en mayor medida objeto de reconocimiento y de abordaje en el terreno de lo público. En Colombia, la Ley 1257 de 2008 ha tenido un papel crucial en este sentido; esta ley establece como violencia a la mujer: […] cualquier acción u omisión que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o privado (2).
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La categoría de análisis violencia de la pareja íntima (VPI) designa la violencia o maltrato a la mujer por parte de su pareja o expareja. Esta forma de violencia se refiere a: “aquellos actos que causan daño físico o emocional, que pueden incluir coerción sexual o violación, intimidación física, intentos de muerte o daño, restricción de las actividades normales o de la libertad y negación de acceso a los recursos” (3).
Esta expresión de la violencia tiene una estrecha asociación con problemáticas en la esfera de la salud sexual y reproductiva; es responsable de embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, abortos y un sinnúmero de situaciones que ponen en riesgo la salud y la vida de las mujeres (4). Cuando la violencia se presenta durante el embarazo, puede tener serias implicaciones en la salud materno-perinatal (5). Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la violencia doméstica contra las mujeres durante el embarazo puede traer como consecuencias, entre otras, infecciones del sistema reproductivo y complicaciones como sangrado vaginal, hemorragia, trauma abdominal, aborto e inclusive la muerte de las mujeres
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así como efectos sobre el recién nacido, dentro de los que se destaca el bajo peso al nacer (6). La VPI en el embarazo se asocia también con la depresión posparto (7). Aspectos como la edad de las mujeres (8, 9), su nivel educativo (10, 11), su estatus marital (7, 12), la multiparidad (13) y la convivencia con parejas que consumen alcohol y sustancias psicoactivas (14), así como la procedencia rural o urbana (15) y la existencia de violencia contra las mujeres en su contexto familiar (16) se han relacionado con el incremento de esta problemática. De acuerdo con algunos estudios, la violencia psicológica resulta ser la más extendida, seguida por la violencia física y la sexual (17). La atención en salud representa una ventana de oportunidad para el abordaje de la violencia contra las mujeres (18). El contexto de la ginecoobstetricia es especialmente favorable para su detección y prevención (19). Los proveedores de cuidado prenatal están llamados a animar a sus pacientes a evaluar la violencia de pareja de que pueden ser objeto y trabajar para minimizar esta situación de manera interdisciplinaria (20). A pesar de la incidencia de la violencia de género y de sus consecuencias, a menudo el personal sanitario o no lo reconoce como problema (21) o no dispone de los recursos metodológicos necesarios para hacerle frente, por lo que se requiere capacitarlo para su abordaje y comprensión (22). Igualmente, es importante evaluar los procesos de intervención en este campo y su efectividad, con el fin de obtener evidencia científica (23). En países de América Latina, el embarazo no parece ser necesariamente un factor protector contra la violencia de la pareja íntima (24). Estudios realizados en México (9), Guatemala (25) y Nicaragua (26) muestran que la VPI no desaparece con el embarazo y que incluso puede llegar a iniciarse o a incrementarse en esa etapa. De acuerdo con la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), las mujeres latinoamericanas que experimentan violencia en sus relaciones son forzadas a mostrar actitudes negligentes en su autocuidado, presentan embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. Durante la gestación pueden ser golpeadas
y sometidas a tener relaciones sexuales aun cuando hayan entrado en trabajo de parto (27). En Bogotá, en 2005, se realizó un estudio hospitalario donde se halló una tasa de VPI durante el embarazo del 30%, siendo más frecuente la violencia psicológica (33%), seguida de la violencia física (30%) y la violencia sexual (7%) (28). En 2012 un estudio realizado en una institución prestadora de servicios de salud (IPS) privada de Bogotá, con 81 puérperas primigestantes, reporta que el 54% de ellas fueron maltratadas durante el último año y que prevaleció el abuso no físico (psicológico y patrimonial); se encontró un 33% de síntomas depresivos en el posparto, así como niveles de correlación entre la violencia y este tipo de síntomas (29). Bogotá muestra altos niveles de violencia de pareja contra las mujeres (30). De acuerdo con la Encuesta Distrital de Demografía y Salud (31), cuatro de cada diez bogotanas en edad reproductiva han experimentado violencia física por parte de su compañero. En la localidad de Usaquén, ubicada al nororiente del Distrito Capital, la mujer es la cabeza del hogar en el 42% de los casos. Las mujeres que no han tenido unión representan el 39%. Un 72% ha sido víctima alguna vez del control de sus parejas; el 27% ha recibido agresiones físicas y el 6% ha sido objeto de violencia sexual por parte de su pareja. Un 36% buscó ayuda cuando fue agredida y el 16% acudió a una entidad de salud (31). En concordancia con la necesidad de profundizar en las dimensiones cualitativas del fenómeno, el estudio que se reporta a continuación tuvo como objeto realizar un acercamiento a la VPI, partiendo de relatos autobiográficos sobre su vida amorosa elaborados por mujeres gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén, ubicado en esa localidad.
METODOLOGÍA En este estudio cualitativo, participaron 38 gestantes que acuden al programa de preparación para la maternidad y la paternidad: 19 en el Centro de Atención Médica Inmediata (CAMI) Verbenal y 19 en la Unidad Primaria de Atención (UPA) de San Cristóbal, que hacen parte del Hospital de
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Usaquén I Nivel E.S.E. Ellas estuvieron dispuestas a participar y eligieron un seudónimo, con el cual se identificaron a lo largo de la jornada. En un primer momento, se aplicó un cuestionario autodiligenciado de pregunta abierta para caracterizar cada caso y explorar necesidades de apoyo por parte de enfermería. Posteriormente se desarrolló una actividad lúdico-narrativa sobre la vida amorosa, orientada por un relato autobiográfico. Una vez obtenido el material narrativo, se procedió a su transcripción y clasificación. Se seleccionaron los casos donde las mujeres narraron experiencias de violencia de su pareja íntima y se llevó a cabo la codificación y análisis con apoyo del software Atlas.ti 7.
Consideraciones éticas Atendiendo a la Resolución 008430 de Ministerio de Salud de 1993 (32), por tratar aspectos sensibles de las personas, el estudio se considera de riesgo Seudónimo Edad
Tiempo de gestación N° (trimestre) hijos
mínimo. Al implementar un enfoque de género, se favoreció la construcción de un clima de confianza entre participantes e investigadoras. Teniendo en cuenta lo estipulado por el Tribunal Nacional Ético de Enfermería (Ley 911 de 2004, artículo 29), se ha establecido la importancia de salvaguardar la dignidad, la integridad y los derechos de los seres humanos, como principio ético fundamental (33). Se garantiza la confidencialidad y se protege la identidad de las participantes mediante seudónimos. Se utilizó un consentimiento informado de tipo escrito.
PRINCIPALES HALLAZGOS Una vez revisado el material obtenido, se identificó que 14 de las 38 participantes narraron historias de haber sido agredidas por su pareja en algún momento de la vida. La Tabla 1 presenta los datos de caracterización de estos catorce casos.
Escolaridad
Ocupación
Vive en pareja
Violencia en actual embarazo
Nashly
14
Segundo
0
Secundaria incompleta
Estudiante
No
Sí
Emmy
18
Tercero
0
Secundaria incompleta
Estudiante
No
Sí
Danna
19
Segundo
0
Secundaria incompleta
Desempleada
No
Sí
Angélica
19
Segundo
1
Primaria completa
Ama de casa
Sí
Sí
Sandra
20
Segundo
0
No reporta
Desempleada
No
Sí
Deisy
20
Segundo
1
Secundaria completa
Auxiliar de cocina
No
Sí
Sofía
20
Segundo
1
Secundaria incompleta
Vendedora
Sí
No
Nicol
21
Tercero
1
Técnico completo
Ama de casa
Sí
No
Luna
22
Tercero
0
Secundaria completa
Estudiante
Sí
No
Kehimyth
24
Tercero
1
Secundaria completa
Farmaceuta
No
Sí
Dayana
24
Tercer
0
No reporta
Desempleada
Sí
No
Palita
26
Segundo
1
No reporta
Ama de casa
Sí
No
María
27
Segundo
3
No reporta
Trabajo independiente
Sí
Sí
Sara
32
Segundo
0
Secundaria incompleta
Desempleada
No
Sí
Tabla 1. Caracterización de las participantes con relatos de VPI
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Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 45-56 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Violencia de la pareja íntima en relatos de gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén (Bogotá, Colombia) | María Mercedes Lafaurie V.
Nótese que todas las mujeres de este grupo, 14, son adolescentes o adultas jóvenes; una de ellas atraviesa la adolescencia temprana (34). Únicamente cuatro de las catorce mujeres cuenta con alguna actividad laboral; solo la mitad convive con su pareja. En seis casos las participantes no lograron completar la secundaria. La escasa posibilidad de contar con ingresos propios y los bajos niveles educativos de varias de ellas nos hablan de mujeres en especial condición de vulnerabilidad social. En nueve de los catorce casos, las participantes reportan violencia por parte de su pareja en el embarazo actual. A continuación, se presenta el análisis cualitativo de las narraciones obtenidas.
El temprano y doloroso comenzar de la vida afectiva De acuerdo con lo narrado por este grupo de participantes, un aspecto marca con frecuencia el comienzo de sus relaciones afectivas: la premura. Se inician vínculos amorosos a muy temprana edad y a menudo se consolidan vidas de pareja sin que medie un mayor conocimiento mutuo. En el caso de Keymith, el padre de su hija –y también del hijo que espera– fue su primer amor. Inició su vida de pareja con él a los 19 años de edad, al poco tiempo de haberlo conocido: “Conocí una persona, pues fue mi primer novio, me enamoré como nunca. Nos fuimos a vivir juntos a los dos meses de habernos conocido”. En ocasiones, en los relatos sobre el primer amor, las participantes se refieren a parejas que las superan visiblemente en cuanto a la edad, asimetría que puede conducir a abusos de poder e inequidad (35). Este fue el caso de Dayana, quien relata experiencias de violencia en el embarazo, que desembocaron en abortos a repetición, con una pareja que prácticamente le doblaba la edad: Mi vida amorosa comenzó a los diez y seis años cuando conocí a mi primera pareja; él tenía treinta años y duramos siete años de relación; no me fue muy bien con él porque me maltrataba verbal y físicamente y perdí dos embarazos de él por culpa de los golpes.
El aborto causado por violencia contra la mujer por parte de su pareja ha sido descrito en diversos
estudios realizados en países de América Latina (4, 24, 36). Los golpes en el abdomen son frecuentes, según lo establecido en estudios desarrollados en la región (9, 26). Según los relatos de las participantes, prima la construcción del amor como algo totalizante, lo cual, según lo expone Lagarde, resulta funcional para el mantenimiento de relaciones de dominación propias del patriarcado (37). El abandono del proyecto de vida, inherente a unas relaciones afectivas en que el amor por su pareja lo invade todo, lo describe Luna, quien muy pronto vio desdibujarse su primera historia de amor: A los diez y seis años conocí a un hombre que cambiaría todos mis pensamientos; me enamoré de él y día a día el centro de mi vida fue él, no hacía tareas, no presentaba trabajos, llegaba tarde a clase y poco a poco pasaba menos tiempo en la casa; al principio me trataba muy bien, me consentía, me mimaba y me daba todo su amor (eso fue el primer año); luego de esto empezó a ser muy diferente, me gritaba, me golpeaba y era muy celoso, así duramos cuatro años.
De acuerdo con lo expuesto por Bosch y colaboradores, los mitos anudados al amor romántico con frecuencia se hallan en la base de la violencia contra las mujeres por parte de la pareja (38). Aceptarlo todo por amor es una realidad que se presenta en varios de los casos analizados en este estudio. Esto lo ilustra la historia de violencia de pareja narrada por Keymith, de 27 años, quien se refiere a realidades frecuentes en la vida de las mujeres de la localidad de Usaquén (31): Recuerdo tanto que yo lloraba mucho pero era tanto el amor que le tenía que yo aceptaba todo eso. Comenzó a prohibirme todo; mis amistades, mi familia, mis compañeros, mi estudio, mi vestir, fueron aspectos que yo permití que cambiara de mí, manejaba mi tiempo como un relojito, él se iba con sus amigos y amigas a parrandear y me dejaba sola. Se iba desde el jueves, viernes, sábado y domingo a jugar y a tomar; llegaba muy borracho, se gastaba todo el dinero.
La violencia emocional, ejercida a través del control, la prohibición y el abandono, aunada a la violencia económica experimentada por Keimith, no fue suficiente para hacerla reaccionar. Durante varios años ella vivió con la ilusión de ver un cambio en su pareja, el cual nunca se dio: Cuando quedé en embarazo de mi primer bebé fue muy traumático porque las cosas entre él y yo no iban nada bien, pero yo seguía con una esperanza de que él cambiara […] El día del
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parto recuerdo que lo llamé del hospital y le dije que yo estaba hospitalizada, que me trajera las cosas del bebé y me respondió que no podía, porque estaba viendo un partido, pues llegó como siete horas después y, lo peor de todo, borracho.
Esta narración muestra a un varón que se desentiende de sus responsabilidades para con su pareja nada menos que en una de las situaciones de mayor requerimiento de compañía, cuidado y respeto hacia ella: el parto. Ferrer y Bosch consideran que la misoginia o desvalorización de lo femenino lleva a los hombres a considerar que la mujer es un ser inferior, que más que persona es una “cosa” que requiere ser manejada y controlada. Como parte de ese control, afirman las autoras, “aparecerían los celos, el aislamiento social de su pareja, el mantenerla en una situación de dependencia” (39). El consumo de sustancias psicoactivas y de alcohol suelen ser detonantes de estos tipos de violencia (40). Dado que la autoestima, la libertad y la autonomía se ven seriamente afectadas con la violencia de pareja, se limita la capacidad de la mujer de escapar de esta situación de maltrato (41). Esta realidad hace necesaria la intervención psicosocial y el decidido apoyo de redes sociales e institucionales. De allí la importancia de incluir una mirada de género en los procesos de acompañamiento e intervención con mujeres que han sido maltratadas.
Violencia durante el embarazo actual Como se indica en la Tabla 1, en nueve de los catorce casos seleccionados se presenta violencia durante el embarazo actual; de estos nueve casos, en siete se reporta abandono de la pareja y, en dos, la violencia es un continuo del maltrato de pareja que experimentaban las participantes desde antes del embarazo. El proceso colectivo de empoderamiento de las mujeres, que implica el reconocimiento de sus derechos como ciudadanas, aunado a la reconstrucción conjunta de la noción del amor y de la ética amorosa, son destacados por Lagarde como posibilidades para el cambio de paradigmas en las relaciones entre mujeres y hombres (37). María, de 27 años, desplazada de la violencia, con dos hijos, escribe la siguiente narración que devela una historia afectiva de inmensa aflicción, con expresiones de ideación suicida, que se ha visto paliada por la ilusión del embarazo: 50
Conocí un hombre que a veces no se comporta bien que digamos; parece que mi destino es sufrir […] pensé que lo mejor es reunirme con mi mamita en el cielo, pero Dios me mandó una razón más para vivir, mi nuevo bebé, que espero con todas las fuerzas de mi corazón.
Angélica, de 19 años, convive con su esposo y tiene un hijo de dos años. Su experiencia de violencia está relacionada con el maltrato que él ejerce sobre el niño: “lo triste que me ha pasado es cuando mi esposo llega borracho a pegarle a mi hijo; pues me pongo a llorar porque no me gusta que me humillen a mi hijo”. Los malos tratos psíquicos implican desvalorización y generan sufrimiento a las mujeres (42). De acuerdo con Follingstad y colaboradores, una de las formas de violencia psicológica contra las mujeres consiste en amenazas verbales de maltrato, daño o tortura, dirigidas tanto hacia ella como hacia sus hijos e hijas, otros familiares o personas amigas (43). Como ya se mencionó, la violencia psicoemocional durante el embarazo prevalece por encima de la violencia física y sexual (44, 17). Siete de las nueve participantes que narraron historias de violencia de pareja en su actual embarazo afirman haber experimentado abandono. Este resulta ser una de las situaciones de maltrato más frecuentemente en las mujeres embarazadas, según un estudio con los miembros del equipo de salud de un servicio hospitalario de maternidad (22). Como lo señalan Luquin y Miranda, el abandono por parte de la pareja es una expresión de la violencia psicológica que pueden experimentar las gestantes en el embarazo (45). Izquierdo afirma que son frecuentes los casos en los que el primer acto de violencia por parte de la pareja se presenta cuando la mujer queda embarazada (46). Entre las siete mujeres que se han enfrentado al abandono de sus parejas, cinco son primigestantes. Las participantes relatan que su pareja no asume la responsabilidad del hijo y niega su paternidad, o no acepta apoyarlas durante el embarazo; incluso cuando es citado ante las autoridades pertinentes, con el fin de exigirle el cumplimiento de su compromiso como padre, insiste en negar su paternidad. Sara escribe lo siguiente: “dice que no es de él y vive con otra señora”.
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Esto hace parte de la narración de Emmy: “cuando lo cité a la comisaría me negó al bebé y hasta el día de hoy seguimos así”. De acuerdo con datos publicados por Manrique, en Colombia, en el año 2013, “se presentaron 10.902 solicitudes de dictámenes a padres que no han reconocido a sus hijos”. Cerca del 90% de estos casos “son contra hombres objeto de investigaciones que empiezan con una denuncia y terminan, luego de un largo proceso, en un fallo que otorga un apellido y una liquidación económica” (47). La evasión de la responsabilidad por parte de los padres lleva a que sean las gestantes y en buena parte de los casos, sus familias, quienes asuman toda la responsabilidad durante en el embarazo. Danna, primigestante de 19 años, escribe lo siguiente: “el papá de mi hijo me ha dejado todo a mí sola. No se le ve mucho interés ni tampoco responde como debe y siempre busca pretextos y saca excusas para todo”. En los relatos analizados, se evidencia que las gestantes tienen condiciones económicas limitadas, aunadas a la situación de maltrato emocional generada por el abandono. Como lo expresan Herrera y Romero, “el proceso gestacional y la maternidad se convierten en una tarea solitaria para la mujer, donde la primera palabra no es de gratificación y acompañamiento sino de reproche y de negación” (48). De acuerdo con Muñoz y colaboradores, las evidencias muestran que la salud reproductiva, neonatal, mental y familiar se afecta cuando las mujeres tienen condiciones educativas, laborales y habitacionales precarias, embarazos sin seguridad social, ausencia de la pareja en el hogar, riesgo psicosocial por insuficiente apoyo familiar, síntomas depresivos, violencia de género, abuso de sustancias psicoactivas y conflictos con la maternidad (49). Herrera y Romero, en un estudio con mujeres con embarazos de alto riesgo, afirman que “el cuadro emocional que emerge de las entrevistas con las mujeres gestantes es uno en el que prevalece la disminución del autoconcepto, la pérdida de autoestima y una gran ausencia de autonomía”. Subyacen a ello situaciones de violencia y de precariedad económica y social (48). Bacchus y sus colaboradores establecieron que, en mujeres con VPI durante su gestación, el hecho de ser solteras, estar separadas
o no cohabitar con la pareja se asoció significativamente con complicaciones obstétricas (50). Todo esto lleva a alertar al personal de salud sobre la importancia de reconocer el abandono por parte de la pareja como una situación de maltrato que afecta la vida emocional de la gestante al hallarse en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión (51), a lo que se puede sumar la falta de redes de apoyo familiar y social. De acuerdo con las participantes en el estudio, esto se presenta en algunas ocasiones. Es de recordar que la vivencia de maltrato durante la gestación se asocia con complicaciones del embarazo (17) y que afecta la salud mental, como lo reporta Ramírez en su estudio con puérperas de Bogotá (29).
La maternidad como sentido de vida En Canadá se realizó un estudio cualitativo cuyo propósito era explorar la experiencia de la maternidad desde la perspectiva de las mujeres que han sido maltratadas durante el embarazo. El análisis reveló que el abuso afecta y define sus experiencias de la maternidad y que las mujeres enfrentan desafíos complejos; sin embargo, la maternidad actúa como un amortiguador contra el abuso y como una fuente de fuerza (52). Algo similar sucede en los casos analizados en esta investigación: el nuevo ser que llega a la vida de las participantes otorga sentido a su existencia, dándoles fuerzas para continuar, a pesar de las dificultades que enfrentan. En sus narraciones, el hijo que está por nacer es el centro de su realidad y su principal motivación; todo lo demás resulta intrascendente, tal como lo revela la narración de Sara: […] hoy voy muy contenta por esta vida, me llevo mi pedacito; quiero lo mejor para mi bebé así no esté con el papá, sé que sin él voy a seguir y le brindaré lo mejor, con la bendición de mi Dios.
En concordancia con lo hallado por Muñoz y colaboradoras en el estudio que realizaron con mujeres de contextos sociales vulnerables de Chile, la educación, se visualiza como la fuente principal de movilidad social (49). Siendo la maternidad lo primordial para las participantes en este estudio, su proyecto de vida se orienta a mejorar sus condiciones para sacar a sus hijos adelante. De acuerdo con Nashly, estudiar es el vehículo en la construc-
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ción de un mejor futuro: “quisiera seguir estudiando para ofrecerle un mejor futuro a mi bebé y darle ahora sí una alegría a mi mamá”. Los hijos por nacer generan en las participantes expectativas positivas hacia el futuro; algunas como Danna esperan que su bebé sea su apoyo más adelante: Por eso le doy gracias a Dios, por haberlo puesto en mí, porque sé que el día de mañana va a ser mi soporte, mi orgullo y la única personita que me apoye y me ayude a levantarme cada vez que me caiga.
También se presenta el caso de esperar que al nacer el hijo se mejoren las relaciones de pareja, como sucede con María, para quien su bebé representa la esperanza de que su pareja cambie la forma de tratarla: “creo que con su llegada todo cambie en mi vida y que mi esposo sea más atento conmigo”.
Importancia del apoyo familiar De acuerdo con las narraciones analizadas, no obstante la precariedad económica de muchos hogares, el apoyo brindado por la familia resulta ser definitivo en la vida de las mujeres que asumen solas la gestación. Por ejemplo, contar con la compañía y el apoyo de sus padres es esencial en la vivencia de Danna: “doy gracias al cielo por tener una madre y un padre que me apoyan y a pesar de todo están siempre conmigo; que no me dejan sola”. Para Nashly, como para varias de las participantes que se encuentran viviendo solas su embarazo, el soporte materno ha sido definitivo: Mi mamá, ella sí me apoya, ella es la que me da lo necesario para mi embarazo y pues cuento con el apoyo de ella y me consiente mucho la barriga y –el bebé– se mueve mucho con mi mamá.
Afirma Puyana que “los hogares extensos se convierten en refugio de madres solteras o separadas jóvenes, quienes acuden a sus madres y padres en busca de protección cuando cuentan con poco apoyo de su pareja”; según la autora, este tipo de hogares que amortiguan la crisis económica y la pobreza van en aumento atendiendo al crecimiento de la tasa de fecundidad juvenil en Colombia (53).
Necesidades de las gestantes Comprender lo vivido por las madres en situación de vulnerabilidad “proporciona elementos 52
sustantivos para ejercer una práctica del cuidado humanizado y comprensivo”, afirman Muñoz y su equipo (49). Para las gestantes es una prioridad poder ofrecer un hogar y suplir necesidades de su hijo. Contar con recursos económicos derivados de un buen empleo, lograr la independencia que da tener una casa propia y poder ofrecerle estabilidad afectiva y psicológica a su hijo resumen buena parte de las necesidades sociales expresadas por las participantes. En algunos casos se devela la necesidad de apoyo emocional. Por ejemplo, Danna afirma: “estoy un poco baja de nota. Necesito afecto, un poco más de apoyo de parte de mi núcleo familiar y del papá de mi bebé”. Sara, como varias de las participantes, quisiera mejorar su condición laboral: “quiero lo mejor para mi bebé [...] Poder tener un buen empleo para ofrecerle lo mejor a mí bebé”. Laza y Cárdenas destacan la importancia de reconocer el peso de la cultura en el proceso de gestación, el cual debe ser visto por el equipo de enfermería no solo desde la dimensión biológica sino como un evento social, lo cual beneficia la adecuación de las prácticas de cuidado a las necesidades integrales de las mujeres (54). Según Muñoz y su equipo (49), la falta de comunicación efectiva, el temor a no ser escuchadas ni comprendidas y sentirse insatisfechas con la atención son realidades frecuentemente vividas por las gestantes provenientes de contextos sociales vulnerables, quienes otorgan gran importancia a sentirse escuchadas. Según lo señalan las autoras, es necesario enfrentar, desde el equipo de salud, las relaciones asimétricas e invisibilidad propias de la vulnerabilidad social. Para la disciplina de enfermería, el conocimiento derivado del abordaje de las situaciones experimentadas por las mujeres en sus experiencias maternas, considerando sus realidades y sus contextos, se constituye en evidencia científica que favorece la pertinencia social “del diseño e implementación de estrategias, que ayuden a superar la desesperanza que inmoviliza y refuerza el fatalismo aprendido en mujeres que se sienten excluidas por su invisibilidad y condición de pobreza” (49). Realizar actividades donde sea posible para ellas expresarse es una de las principales necesidades de apoyo que mencionan las gestantes en relación con
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el cuidado de enfermería. Las estrategias educativas de tipo lúdico y recreativo son particularmente valoradas por las participantes, tal como responde Keymith ante la pregunta de cómo puede apoyarla enfermería: “con actividades lúdicas, charlas, motivación, recreación. Estar en actividades que me distraigan; un trabajo, a veces me veo alcanzada con las cosas de mi bebé”. El acompañamiento psicosocial por parte de enfermería es de gran significado para las participantes en el estudio quienes, al vivir sus embarazos en condiciones de vulnerabilidad, valoran el poder sentirse acompañadas y apoyadas por las enfermeras. Esto expresa Emmy: “me gustaría tener un apoyo y mucha ayuda para poder afrontar lo que me viene de hoy en adelante”. La carencia de redes de apoyo, entre otros factores, puede relacionarse con la depresión en mujeres que han experimentado violencia en el embarazo. Ramírez sugiere a los profesionales de enfermería fortalecer sus habilidades para detectar la problemática de violencia y la depresión posparto. De igual modo, los convoca a desarrollar capacidades para identificar situaciones que pueden estar afectando a las mujeres que consultan en los servicios y participar activamente en su cuidado (29).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES El inicio temprano de relaciones afectivas y de convivencia, frecuente en el grupo de mujeres participantes en el estudio que relatan historias de violencia de la pareja íntima, está asociado a un sinnúmero de situaciones de riesgo y de vulnerabilidad en las relaciones de pareja y afecta la autonomía y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos (35). Una construcción romántica del amor, en que las mujeres todo lo dan y todo lo aceptan, está presente en varios de los relatos sobre la primera relación afectiva donde se describen a menudo historias amorosas con hombres que superan visiblemente su edad, son consumidores de alcohol y sustancias psicoactivas y, en ocasiones, están comprometidos con otras parejas. Las relaciones inequitativas entre hombres y mujeres son un ámbito propicio para la violencia de pareja. Esto lleva a ver la importancia de fortalecer la inclusión de “la pareja” en la formación dada a la juventud en aspectos que empiezan a desarrollarse en esa
etapa, como lo son el amor, el autocuidado y el cuidado del otro, insistiendo en la construcción ética de las relaciones afectivas, en la creación de proyectos de vida sólidos para mujeres y hombres y en la equidad de género (55). En los procesos de empoderamiento de las mujeres jóvenes, se requiere considerar aspectos que aporten al desarrollo de relaciones de género igualitarias (39). Uno de los hallazgos de este trabajo son los relatos sobre situaciones de violencia física que atenta contra el embarazo y de violencia emocional, incluso en el preparto. El abandono de la pareja parece ser una forma destacada de violencia en el embarazo, según las gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén. Debe tenerse en cuenta este aspecto en los procesos de cuidado y de educación a las gestantes, dadas sus repercusiones negativas en la salud materno-perinatal. El sentido de vida de las gestantes se ve fortalecido por la maternidad y ello puede constituir una oportunidad de desarrollo humano para aprovechar. Trabajar con las mujeres para fortalecer la autoestima y su reconocimiento como personas con derechos por ejercer es un reto en el trabajo con gestantes en situación de maltrato y abandono. Esto implica formarlas para el control autónomo y responsable sobre su sexualidad, sin aceptar ningún tipo de vulneración o de violencia de género, viviendo el placer sin que ello conlleve un embarazo no planeado. La decidida puesta en escena de la violencia de la pareja íntima en el embarazo dentro del contexto de la reflexión disciplinar, la investigación y la formación en enfermería, así como de la capacitación en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, de seguro tendrá repercusiones favorables en lo referente a la detección, prevención y atención de la violencia de la pareja íntima durante el embarazo. Por último, es importante recalcar la importancia de incluir una perspectiva de género en los programas de atención prenatal y de formación para la maternidad y paternidad conscientes, toda vez que, como se ha expuesto anteriormente, el abordaje de la VPI contra la gestante y su prevención tienen una importantísima ventana de oportunidad en el campo de la salud de las mujeres (18, 19).
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AGRADECIMIENTOS A las participantes en el proceso, cuyos relatos permitieron avanzar en la comprensión de la violencia por parte de la pareja íntima en el embarazo. A las estudiantes Aura Castrillón, Jessica Dimaté, Edna Gómez, Lina Fresneda, Alejandra Martínez, Laura Patiño, Natalia Pastrana, Mayra Pedraza y Carolina Sierra, de la promoción 2014-2 de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, que apoyaron con gran interés y compromiso la realización de este estudio, como asistentes de investigación. A los doctores Claudia Quintero, Antonio Rodríguez y Noris Arteaga, del Hospital de Usaquén I Nivel E.S.E., por sus aportes al desarrollo de este proceso.
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Artículo de Investigación
Análisis observacional del uso de agua durante el lavado quirúrgico de manos: el agua como recurso hospitalario derrochado Observational analysis of water use for surgical hand scrubbing: water as a wasted hospital resource Análise observacional do uso de água durante a lavagem cirúrgica de mãos: a água como recurso hospitalar desperdiçado Daniel Simón V., 1 Ana Moldes A., 2 Gloria Cordeiro V. 3
RESUMEN El objetivo de este estudio descriptivo cuantitativo observacional de corte transversal fue determinar el volumen de agua usada como recurso principal en el lavado quirúrgico de manos de un servicio hospitalario para cuantificar la cantidad total que se malgasta, así como proponer vías de actuación y mejoras en el manejo de la situación. Para ello, se registró caudal, volumen, tiempo total de lavado y tiempo útil del agua. De los 19,44 litros de agua utilizados en promedio en cada lavado, más del 85% es agua desperdiciada que no entra en contacto con la piel del profesional. Los casi 39.000 litros de agua malgastados por mes no solo suponen un gasto inútil e innecesario en términos económicos sino una merma severa en la conciencia ecológica de cualquier entidad. Palabras clave: agua, desinfección de manos, ecodesarrollo, estudio observacional, gestión de recursos, quirófanos.
Recibido: 2015-06-23; aprobado: 2015-09-10 1. Enfermero, graduado en Enfermería, magíster en Nutrición y Dietética. Enfermero del equipo de urgencias quirúrgicas, Hospital Universitario Xeral de Vigo. Vigo, España. Correo electrónico: daniel.simon.valero@sergas.es 2. Enfermera, diplomada en Enfermería. Enfermera del equipo de urgencias quirúrgicas, Hospital Universitario Xeral de Vigo. Vigo, España. 3. Médica, especialista en Obstetricia y Ginecología. Cirujana investigadora, Centro de Lucha contra el Cáncer. Burdeos, Francia.
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ABSTRACT
RESUMO
The objective of this quantitative descriptive observational cross-sectional study was to determine the volume of water used as a primary resource in the surgical hand washing of a hospitable service in order to quantify the total amount of water that is used unnecessarily, in order to propose courses of action and improvements in handling the situation. To do this, we recorded the flow, volume, total time and useful water use.
A gestão começa pelo conhecimento e descrição da realidade que nos rodeia, procurando pontos fracos onde atuar e colocar os meios necessários para melhorar o nosso trabalho. Objetivo: avaliar o volume de água utilizado como principal recurso na lavagem cirúrgica de mãos de um serviço hospitalar (bloco operatório), diferenciando a quantidade total da mesma que é desperdiçada, assim como a proposição de meios de atuação e melhoria da situação. Material e método: estudo descritivo quantitativo observacional de corte transversal, por meio do registro do fluxo, volume, tempo total de lavagem e tempo de uso útil da água.
Of the 19.44 liters of water used on average in each wash, over 85% is wasted water that never comes into contact with the skin of the professional. The nearly 39,000 liters of water wasted each month not only represent useless and unnecessary spending in economic terms but a severe decline in the environmental awareness of any entity. Key words: water, hand disinfection, ecological development, observational study, resources management, operating rooms.
Resultados: dos 19,44 litros de água utilizados em média em cada lavagem, mais do 85% é água desperdiçada, que não entra em contato com a pele do profissional. Conclusões: os quase 39.000 litros de água desperdiçados por mês não só representam um gasto inútil e desnecessário em termos econômicos, mas também uma ferida na consciência ecológica de qualquer empresa ouentidade. Palavras-chave: Água, desinfecção de mãos, desemvolvimento ecológico, estudo observacional, gestão de recursos, salas cirúrgicas.
INTRODUCCIÓN La gestión hospitalaria de los recursos humanos o de los recursos materiales necesita conocer la realidad en la que se desarrolla, identificando las posibles debilidades del sistema y generando los medios necesarios para optimizar el desempeño. Dichas mejoras se encuentran a veces en situaciones tan cercanas a nuestro día a día que se hace extraño reparar en ellas, por ejemplo, en un gesto tan cotidiano y repetido como el lavado quirúrgico de manos previo a cualquier intervención.
operatoria), la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar el denominado lavado quirúrgico de manos (5). Las técnicas descritas para una correcta realización del procedimiento son conocidas por la gran mayoría de los profesionales, por ser habituales las campañas de sensibilización en el mundo sobre su importancia (6, 7).
Las infecciones afectan a millones de pacientes en todo el mundo, agravan las enfermedades e incrementan el gasto financiero adicional al sistema de salud. La higiene de manos es considerada la medida primaria y más importante para reducir las infecciones en el ámbito sanitario (1, 2). El simple lavado de manos con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenirlas (3, 4).
El Hospital Universitario Xeral de Vigo es un centro de segundo nivel que posee una dotación funcional de 17 quirófanos y un servicio de atención quirúrgica de urgencias las 24 horas del día en la mayoría de sus especialidades (8, 9). Durante el día a día en el servicio operatorio se observa que, independientemente de la correcta realización de la técnica (siguiendo paso por paso todos los puntos de las guías de recomendaciones internacionales), existe un parámetro paralelo al lavado que no es habitualmente valorizado: el gasto de agua.
Existen tres tipos principales de lavados de manos: el higiénico, el antiséptico y el quirúrgico. En el contexto en el que se desarrolla este trabajo (zona
Al realizar una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas sanitarias (Medline, CINAHL, Cuiden, Latindex), se encuentra que
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el quirófano ha sido descrito como uno de los servicios con un mayor consumo de recursos dentro del hospital (10). Existen guías donde se relaciona el gasto de agua con la cantidad de energía economizada y los gases de efecto invernadero producidos, que proporcionan incluso una variedad de medios materiales para su reducción y control (11). A nivel de quirófano, se han comparado los tiempos que se emplean durante el lavado de manos utilizando sistemas de grifos manuales o activados con la rodilla, así como su ahorro potencial en el gasto de agua (12). Una investigación realizada en un pequeño hospital de Nigeria hace más de una década ya ponía de manifiesto la importancia del agua malgastada en los lavados quirúrgicos (13). En el presente estudio, más allá del volumen consumido durante el proceso, la atención se centró en la cantidad de agua que, aparentemente, se desperdicia en un servicio hospitalario debido a la combinación de técnica utilizada y lavamanos manuales disponibles, para proponer vías de actuación y mejoras en el manejo de la situación. Para ello se tuvieron en cuenta las siguientes variables principales: tiempo total de lavado, tiempo de contacto de la piel con el agua y caudal del lavamanos.
La muestra fue de carácter heterogéneo tanto en el sexo como en la titulación e incluyó tanto a personal de enfermería como a cirujanos de diferentes especialidades. Para evitar una posible modificación de la conducta durante el lavado por parte de los participantes, estos no fueron informados sobre qué parámetros iban a ser valorados durante la observación.
RESULTADOS Todos los lavamanos analizados (34 en total) eran de apertura manual mediante el desplazamiento horizontal de una llave/palanca (véase Figura 1). El caudal de agua medido varió de un grifo a otro, siendo el mínimo encontrado de 5,4 litros por minuto y el máximo de 15 litros por minuto. El caudal medio fue de 8,1 litros por minuto, siendo la mediana de 8,4 litros por minuto.
METODOLOGÍA Este es un estudio descriptivo cuantitativo observacional de corte transversal. Para desarrollarlo, se realizaron mediciones del caudal de agua de cada uno de los lavamanos situados en los antequirófanos de las 17 salas operatorias del servicio mediante el cronometraje del tiempo empleado en el llenado de un depósito de cinco litros. Posteriormente se midieron los tiempos empleados en el lavado de manos previo a una cirugía en una muestra aleatoria del personal quirúrgico (n=25) y se discriminaron dos intervalos: el tiempo total del lavado y el tiempo total de contacto directo de la piel con el agua. Cada lavado fue cronometrado por dos personas independientes (las mismas para todas las mediciones), de las cuales una realizaba la medición global (tomando como punto de inicio la apertura del agua y punto final el cierre) y la segunda cronometraba el tiempo en el que la piel del profesional estaba en contacto con el agua.
Figura 1. Lavamanos manual de desplazamiento horizontal (14)
En cuanto al tiempo consumido en el proceso de lavado quirúrgico de manos no se encontraron diferencias significativas entre sexos. La media de tiempo total empleado fue de dos minutos y 24 segundos (144 s), siendo el máximo utilizado de tres minutos con 35 segundos (215 s) y el mínimo de un minuto y 14 segundos (74 s). Para dichas mediciones no se tuvo en cuenta el tipo de cirugía a realizar ni la especialidad quirúrgica para que el proceso fuese completamente aleatorio. Al analizar el tiempo real en el que las manos entraron en contacto con el agua se obtuvo una
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media de 20,7 segundos, lo que representa tan solo un 14,3% del tiempo total del lavado de manos. Durante ese intervalo, el volumen medio de agua que entra en contacto con las manos del profesional es de 2,79 litros, mientras que la cantidad media que es desperdiciada durante el resto del tiempo de lavado asciende a 16,6 litros (véanse Figuras 2 y 3). 14,3%
Agua desperdiciada (2 minutos y 3 segundos) Agua en contacto con la piel (20,7)
85,7%
Figura 2. Distribución media del tiempo que dura un lavado 16,6 Litros de agua desperdiciada Litros de agua útil
tiempo medio utilizado estuvo dentro del rango de dos a cinco/seis minutos aconsejado por las recomendaciones (5, 15). También se observó que al no ser informados los participantes sobre las variables que iban a ser registradas durante el lavado, muchos expresaron la creencia de que estábamos valorando su técnica de lavado. Ninguna persona hizo mención a la posibilidad de que el objetivo del estudio fuese valorar el agua utilizada, lo que pone de manifiesto una vez más, lo asumido que está dentro de nuestro medio hospitalario tal consumo excesivo del recurso. De cualquier modo, era posible que al efectuar mediciones en entornos reales, las personas alteraran su práctica debido a la presión psicológica y social del propio estudio. Sin embargo, este suceso, denominado habitualmente como efecto Hawthorne, no es tan importante cuando se valoran acciones que conllevan una importante carga de automatismo, como es el lavado de manos. Muestra de ello es que un gran número de participantes refirieron poder realizar la técnica de manera automática, casi sin necesitar pensar en el propio proceso (16). Al igual que lo descrito en la bibliografía, no se encontraron diferencias significativas entre los tiempos empleados por los profesionales de enfermería y el empleado por los cirujanos (12, 13).
2,79
Figura 3. Distribución del volumen promedio de agua durante un lavado
Todas las personas, salvo una, siguieron el procedimiento general de lavado: abrir el grifo en el inicio del lavado y dejar correr el agua durante todo el tiempo, siendo el cierre el punto final. Solo una persona abrió el grifo y lo cerró tras humedecer las manos al inicio; volvió a abrirlo para retirar el jabón al final del lavado. No se registraron diferencias significativas en los tiempos empleados durante el lavado con relación al tipo de profesional.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES No siendo el objeto de este estudio el proceso en sí de lavado quirúrgico de manos, se verifica que el 60
Debido al carácter universitario del centro y la rotación de médicos residentes, la media de intervinientes, y por tanto de lavados quirúrgicos durante las cirugías, se sitúa en torno a las 3,5 personas. En consecuencia, para un cálculo de dos cirugías programadas por día, el número mínimo de lavados por sala será de siete, lo que equivaldría a casi 117 litros de agua desperdiciada por sala y día. Si esos mismos cálculos se exportan a las 15 salas principales que tiene el servicio de quirófanos y se multiplica por los 22 días útiles de media por mes, se observa que el volumen de agua obtenido es de más de 38.500 litros desperdiciados mensualmente. Cabe remarcar que aquí no está incluida el agua útil, es decir, aquella que en algún momento estuvo en contacto con la piel del profesional. Tampoco se contabiliza el agua utilizada en el lavado de manos previo a la colocación de catéteres epidurales, anestesia raquídea u otros procedimientos
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complementarios a la propia cirugía, por lo que el volumen final sería aún mayor. Al comparar los datos con los obtenidos en el estudio realizado en el Hospital de Nigeria, se observa que en el centro de Vigo el porcentaje de agua desperdiciada en cada lavado es superior: un 85,7% frente a un 70,8%. También llama la atención el hecho de que el tiempo medio de contacto con el agua registrado en dicho estudio fue más de 4,5 veces el tiempo registrado en este (95 segundos frente a 20,7 segundos), con un tiempo total medio de lavado del doble: cuatro minutos y 48 segundos (13). Un ahorro directo en el consumo de agua conlleva al mismo tiempo un ahorro indirecto en la energía necesaria para su calentamiento, procesamiento y posterior depuración. Esto a su vez reducirá la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero la cual, según ciertos estudios, podría situarse en torno a los 8 kg de CO2 por metro cúbico de agua (11). En países como Japón, con una normativa de regulación sanitaria mucho más severa que en América o Europa, donde es habitual el uso de agua estéril para el lavado de manos quirúrgico, el ahorro tanto en costes como en mantenimiento del sistema llega a ser realmente muy significativo (17,18). Múltiples soluciones podrían ser implementadas para reducir este volumen de agua, algunas de ellas incluso de aplicación conjunta. A nivel del personal, podría fomentarse un uso más racional del recurso con una charla formativa en la que se explique la situación y se haga hincapié en que una modificación simple de la técnica supondría un ahorro de hasta un 85% del agua utilizada habitualmente. Más allá del hospital, el cambio más efectivo tal vez sería que las futuras guías y protocolos de lavado de manos editadas en el mundo apoyen la toma de conciencia y hagan referencia al problema del agua malgastada. Por su parte, la propia OMS podría incentivar ciertas modificaciones de la técnica mediante recomendaciones, como la de cerrar el grifo durante el proceso de enjabonado si no se dispone de otro medio de control. A nivel institucional también existen acciones de mejora, algunas de ellas de bajo coste como la readaptación del caudal medio de los grifos a un volumen
menor. Otra solución de carácter más definitivo y eficaz sería la colocación de nuevos sistemas de apertura de los grifos, tanto automáticos (con sensores) como mecánicos (a través de un pedal que mantenga el grifo abierto). Un estudio realizado en dos hospitales estadounidenses mostró un ahorro medio de 5,7 litros de agua por lavado quirúrgico al utilizar un sistema de lavamanos activado mecánicamente con la rodilla frente al lavamanos manual clásico (12). A veces, el volumen de agua ahorrada no justifica el gasto que suponen estos diferentes sistemas de lavamanos y debería ser la propia organización la que, conociendo los datos referentes a su consumo, valore su implementación (13). Por otro lado, existen en el mercado adaptadores de bajo coste que no necesitan de cambios en los sistemas de griferías, y cuyo funcionamiento inalámbrico combinado con filtros perlizadores de caudal pueden llegar a ahorrar hasta un 80% del volumen utilizado (11). La protección del medio ambiente no debe atender al tamaño de las empresas ni a su finalidad. Ejemplo de ello es la creciente implementación de la norma de calidad medioambiental ISO 14001 en todos los ámbitos y tejidos industriales, incluidos los centros de atención sanitaria (19). Al ser el agua en nuestro entorno un bien de acceso fácil y disponibilidad aparentemente ilimitada, puede enmascarar la percepción personal sobre el uso irracional que a veces se hace de ella. Lo que en otro contexto cultural, sociedad o país sería rechazado categóricamente, a veces en nuestro medio requiere de comparaciones más visuales que nos hagan entender las dimensiones del derroche. Sirva para ello estos dos ejemplos: • El volumen anual estimado de agua mal
aprovechada sería suficiente para cubrir las necesidades de un edificio de viviendas medio (7 plantas y 112 personas) durante todo un mes (20). • Dicho volumen sería suficiente para llenar
una piscina semiolímpica (25 x 12 metros y 1,5 metros de profundidad) y aún sobrarían más de 10.000 litros. Una vez conocido y dimensionado el problema que supone la actual gestión del agua durante el lavado quirúrgico de manos, se hacen necesarios nuevos estu-
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dios para comparar y buscar estrategias de mejora. La valoración de técnicas de lavado modificadas y adaptadas a las nuevas políticas medioambientales podría suponer un punto de partida interesante para futuras investigaciones. Del mismo modo, sería igualmente razonable realizar una aproximación a otros procesos hospitalarios de marcado consumo hídrico, para cuantificar su volumen real útil y adoptar medidas pertinentes de control. A largo plazo, todas estas vías de actuación deberían encontrar amparo en una nueva reglamentación en materia de salud con una mayor protección ecológica y una conciencia verde acorde a los tiempos que vivimos.
AGRADECIMIENTOS El equipo de autores quiere reconocer, y con ello agradecer, el magnífico trabajo de revisión realizado por los pares académicos. Sus acertados comentarios y apuntes pertinentes son sin duda parte esencial del producto final aquí presentado.
CONFLICTOS DE INTERESES No existen conflictos.
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Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 57-62 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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Artículo de Investigación
Riesgo nutricional e inseguridad alimentaria en una población infantil del municipio de Soacha Nutritional risk and food insecurity in a young group in Soacha municipality Risco nutricional e insegurança alimentar em uma população infantil do município de Soacha Fabio Rodríguez M., 1 Ana María Acevedo F., Magda Alejandra Calderón G., Diana del Socorro López R., María Paula González R. 2
RESUMEN Este es un estudio descriptivo transversal para analizar las características nutricionales de una población de niños menores de cinco años de un hogar comunitario del Municipio de Soacha. Se aplicaron encuestas descriptivas a una muestra de 74 niños y sus respectivos cuidadores para conocer el imaginario colectivo acerca de los hábitos alimenticios y el acceso a la canasta básica de alimentos, y se analizaron los datos antropométricos de los niños. En la evaluación antropométrica, se encontró desnutrición crónica en 30,2% de la muestra y riesgo de desnutrición aguda dada por una media a -1 desviación estándar (DE) en el indicador de perímetro braquial para la edad. También se evidenció una diferencia en el concepto de alimentación sana entre los niños y sus cuidadores, además de un bajo presupuesto destinado para la canasta básica de alimentos saludables. Palabras clave: abastecimiento de alimentos, nutrición del niño, crecimiento y desarrollo, Colombia.
Recibido: 2015-04-06; aprobado: 2015-09-30 1. Médico, especialista en Pediatría y en Epidemiología, magíster en Salud Pública. Docente Pediatría Social, Universidad de La Sabana. Chía, Colombia. Correo electrónico: faviorm@unisabana.edu.co 2. Médico, residente de Pediatría. Universidad de La Sabana. Chía, Colombia.
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ABSTRACT
RESUMO
A descriptive transversal study of 74 children and their caregivers was conducted to analyze nutritional characteristics. Descriptive surveys were given to the caregivers to determine the collective eating habits and access to basic healthy meals, and anthropometric data from children was analyzed.
Este é um estudo descritivo transversal para analisar as características nutricionais de uma população de crianças menores de cinco anos de um lar comunitário do Município de Soacha. Foram aplicadas perguntas descritivas a uma amostra de 74 crianças e seus respectivos cuidadores para conhecer o imaginário coletivo sobre os hábitos alimentares e o acesso a cesta básica de alimentos, e foram analisados os dados antropométricos das crianças.
An appropriate weight/age ratio was found; however, chronic malnutrition of 30.2% was seen in the data. It was also found that the population is at risk of acute malnutrition by an average of -1 standard deviation. An alternative concept was identified for healthy eating of children and their caregivers, as well as a low budget for healthy basic food meals. Key words: food supply, child nutrition, growth and development, Colombia.
Na avaliação antropométrica, foi descoberta desnutrição crônica em 30,2% da amostra e risco de desnutrição aguda dada por uma média de -1 desvio padrão (DP) no indicador de perímetro braquial para a idade. Também foi evidenciada uma diferença no conceito de alimentação saudável entre as crianças e seus cuidadores, além de um baixo orçamento destinado à cesta básica de alimentos saudáveis. Palavras-chave: fornecimento de alimentos, nutrição da criança, crescimento e desenvolvimento, Colômbia
INTRODUCCIÓN Según estimaciones realizadas para los años 20102012, en el reporte del Programa de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 12% de la población mundial padece subnutrición, lo que equivale a 868 millones de personas, de las cuales 6 millones, es decir 13%, corresponde a la población colombiana (1, 2). Datos tomados del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revelan que en Colombia mejoró paulatinamente la situación nutricional de los niños menores de cinco años, pues entre 1965 y 2000 la desnutrición global descendió de 21% a 7% y la desnutrición aguda de 4% a 0,8% (3). Sin embargo, en la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN), realizada en 2010, el indicador de baja talla mostró un porcentaje de niños mayor al esperado; se encontró que 30,2% estaba en riesgo de talla baja, 13,2% presentó retraso en la talla y de ellos 3% estaba por debajo de la desviación estándar (DE) -3 para los menores de cinco años de edad. Además reportó una alta prevalencia de déficit de micronutrientes, entre los que se destacan las vitaminas A y C, calcio, zinc y hierro (3-5). 64
Dentro de los objetivos del Desarrollo del Milenio, cuyo plazo de ejecución es este año 2015, se encuentra reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre y pobreza extrema (6). Una alimentación sana y adecuada es aquella que permite tanto satisfacer los requerimientos de calorías y nutrientes diarios, como lograr su aprovechamiento biológico, lo cual se manifiesta por el estado nutricional, este se mide con variables antropométricas condicionadas por edad y sexo, implementadas en Colombia por la Resolución 2121 de 2010 (7) por la cual se adoptan los patrones internacionales de crecimiento infantil propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la valoración de los niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años de edad. En el contexto social se define la seguridad alimentaria como el derecho de las personas a tener en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana (8), situación que se puede
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ver afectada por fenómenos que ocasionan barreras de acceso a los alimentos, a una adecuada cantidad o de suficiente calidad que pueden ocasionar subnutrición o hambre crónica definida como el estado de las personas cuya ingesta alimentaria regular no llega a cubrir sus necesidades energéticas mínimas, es decir, 1.800 kcal al día y que puede estar incidido por la capacidad de pago de los individuos pese a tener una adecuada oferta de alimentos; otro fenómeno que también se puede presentar es el de la malnutrición, situación que se presenta como una serie de condiciones que dificultan la buena salud: la ingesta inadecuada o desequilibrada o una absorción deficiente de los nutrientes consumidos y que está en relación con la calidad de los alimentos consumidos (8). De acuerdo con las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) del año 2011, Colombia está conformada por 1.103 municipios, agrupados en 32 departamentos, siendo Soacha el de mayor tamaño poblacional en el Departamento de Cundinamarca. El municipio de Soacha está ubicado en la zona sur de la Sabana de Bogotá y hace parte de la cuenca alta del río Bogotá; ocupa una extensión total de 184,45 km², de los cuales 19 km² corresponden a área urbana y 165,45 km² a área rural (3, 4). Según la estructura etaria, la mayor concentración poblacional está en el rango de edades productivas de 15 a 65 años. La edad mediana de la población es de 26,97 años, superior en más de 10 años a la edad mediana en el censo del año 1993, como producto de una reducción sensible de la población infantil. Este municipio viene incrementando su población con tasas de crecimiento muy superiores al promedio del país y del departamento, por lo cual su peso relativo también viene aumentando. Entre 1993 y 2005, Cundinamarca vio incrementada su población en un 34% mientras que Soacha tuvo un incremento de 73% en el periodo de doce años, y la población urbana creció un 77%. En cuanto a la distribución de la población en el área urbana y rural del municipio, se calcula que hay 109.648 predios en la zona urbana y 2.112 en la zona rural, es decir, que el sector rural ocupa 83% del territorio físico, pero con menor población de habitantes que la zona urbana. Aproximada-
mente 5,48% de la zona rural (826,25 hectáreas) se encuentra destinado a los cultivos tradicionales: papa, cebada, arveja, maíz y hortalizas. Lo anterior pone en evidencia la subutilización del suelo del municipio para fines agrícolas, lo cual lleva a que el abastecimiento de alimentos sea ineficiente y a la dependencia de la Central Mayorista de Corabastos, punto principal de la comercialización de alimentos de Bogotá. Esta situación pone en riesgo la seguridad alimentaria de los habitantes del municipio de Soacha (3, 4). En el año 2007, el municipio reportó en su sistema de vigilancia que 13,3% de niños menores de cinco años se encontraba por debajo de su talla para la edad, cifra superior al promedio nacional, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Profamilia (ENDS) del año 2005 (3, 4). Posteriormente, en el año 2010, la ENSIN dejó en evidencia que en Cundinamarca 36,8% de sus habitantes menores de cinco años se encontraba en inseguridad alimentaria y que el presupuesto destinado para la canasta básica de alimentos de la población colombiana era insuficiente para suplir los productos necesarios mensuales en cada hogar, establecidos por el Dane. Teniendo en cuenta lo anterior, Colombia puede catalogarse como un país en mejoría paulatina de la situación nutricional de la población infantil, el cual es capaz de producir los alimentos suficientes para suplir los requerimientos nutricionales de todas las personas, pero con desigualdad de acceso a estos, derivada de los bajos ingresos de la población. Por su parte, Soacha es el municipio de mayor tamaño poblacional del Departamento de Cundinamarca, con un exponencial crecimiento con respecto al promedio del país, un mayor índice de pobreza y subutilización del suelo para fines agrícolas e ineficiente abastecimiento de alimentos. Teniendo en cuenta lo anterior, se tuvo como objetivo general describir el estado nutricional de una población de niños menores de cinco años de edad del municipio de Soacha que se encuentran bajo el cuidado de un hogar comunitario, buscando conocer el imaginario colectivo de los niños y de sus cuidadores acerca de los hábitos alimenticios familiares así como el concepto de una alimentación saludable y el acceso a la canasta básica de alimentos salud.
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METODOLOGÍA Se realizó un estudio descriptivo transversal para el analizar las características nutricionales de una población de niños menores de cinco años del hogar comunitario “Los Enanitos” del municipio de Soacha, con una muestra de 74 niños y sus respectivos cuidadores, previa convocación del líder comunitario. La evaluación antropométrica se hizo en las instalaciones del hogar comunitario, donde se contaba con infantómetro, tallímetro, cinta métrica, adipómetro, báscula para lactantes y balanza de reloj para niños mayores de dos años, previamente calibradas. Las mediciones fueron realizadas por dos residentes de pediatría de primer año y dos residentes de tercer año de la Universidad de La Sabana, con entrenamiento en patrones de referencia propuestos para uso internacional por la OMS y bajo la coordinación del docente de área de Pediatría Social. Se efectuó tanto la medición de peso, talla, perímetro cefálico, perímetro braquial, pliegue tricipital y pliegue subescapular, como el cálculo del índice de masa corporal (IMC) (8). Para determinar el perímetro braquial, se utilizó la técnica de medición propuesta por Jellife, midiendo la longitud del brazo desde el acromion hasta el olecranon con el brazo flexionado; luego se calcula el punto medio de esta distancia y en ese punto de corte se mide el perímetro braquial con una cinta métrica semiflexible (9, 10). Los datos antropométricos obtenidos fueron registrados en el programa Anthro® (11). Para describir el imaginario colectivo acerca de los hábitos de alimentación, se empleó metodología cualitativa mediante el uso del programa Tagul® (12); se elaboraron nubes de ideas con los datos obtenidos de encuestas descriptivas de respuesta abierta que fueron realizadas en grupos focales y aplicadas a los padres y cuidadores, a fin de explorar la comprensión de las preguntas e instrucciones para el diligenciamiento de los instrumentos. Dicha actividad también se desarrolló con los niños con capacidad de expresión verbal, guiados por uno de los integrantes del equipo investigador, para así lograr plasmar los conceptos expresados por ellos. Además, se realizó una exploración descriptiva con el fin de conocer el presupuesto familiar para 66
la canasta básica de alimentos saludables mediante preguntas de respuesta abierta acerca de la cantidad de dinero promedio mensual que destina cada familia para la alimentación. Las encuestas no se encuentran validadas para esta población y su realización se llevó a cabo hasta el momento de saturación de los datos. La clasificación de los grupos alimenticios se basó en las categorías establecidas en el Calendario Agrológico de Corabastos del año 2011 (13). El plan de análisis se realizó mediante estadística descriptiva con el uso de medidas de tendencia central: medias y desviaciones estándar para peso/ edad, talla/edad, peso/talla, IMC/edad, perímetro cefálico/edad, perímetro braquial/edad, pliegue tricipital/edad y pliegue subescapular/edad. Referente a los aspectos éticos, de acuerdo con la Resolución 8430 de 1993 (14), este estudio se considera una investigación con riesgo mínimo, pues requirió el diligenciamiento de una encuesta y la toma de medidas antropométricas a cada uno de los participantes. No se realizó ninguna intervención o modificación intencionada de las variables biológicas, fisiológicas, psicológicas o sociales de dichos individuos. Se contó con la autorización previa del hogar comunitario “Los Enanitos”, apadrinado por la Asociación Club Rotario Internacional, institución sin ánimo de lucro que financia y coordina actividades sociales en población vulnerable; y previo consentimiento informado firmado por los padres o cuidadores de lactantes y preescolares, y asentimiento a los niños preescolares con capacidad de lenguaje expresivo.
RESULTADOS Se obtuvieron los datos antropométricos de niños menores de cinco años del hogar comunitario “Los Enanitos”, previa convocación del líder comunitario; asistieron 74 niños menores de cinco años y sus respectivos cuidadores. Al comparar estos datos con los estándares de referencia establecidos por la OMS, se encontró que la distribución de la relación peso/talla es similar (veáse Figura 1). En la relación talla-estatura/edad se evidenció una diferencia con respecto a la media; esta se ubicó en -2 DE, lo que se interpreta como la presencia en este grupo de un 32% con desnutrición crónica (véase Figura 2).
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En los datos de la relación perímetro braquial/ edad se estableció una diferencia, con media en -1 DE, lo que muestra riesgo de desnutrición aguda en 33% de la muestra, siendo este un indicador del déficit global en el crecimiento que proporciona información sobre el estado de reservas de proteínas en el músculo y además sugiere disponibilidad de reservas en forma de grasa subcutánea (véase Figura 3). Al analizar la gráfica del pliegue tricipital/edad, y compararla con los estándares de referencia de la OMS, se encontró que la media se ubica entre 0 y +1 DE, lo que demuestra que no hay una inadecuada distribución de la grasa periférica ni troncular en la población objeto (véase Figura 4).
%
35 30 %
20 15 10 5 0
Estándares OMS Total muestra
45
30
40
25
35
20
30
15 %
10 5 -5
-4
-3
-2
-1
0 1 Puntaje z
2
3
4
-4
-3
-2
-1
0 1 Puntaje z
2
3
4
5
Estándares OMS Total muestra
25 20
10
5
5
Estándares OMS Total muestra
40
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30 25 20 15
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10 %
5 -4
-3
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0 1 Puntaje z
2
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0 1 Puntaje z
2
3
4
5
El presupuesto promedio para la canasta básica de alimentos de la población objeto fue de 177.000 pesos, mientras 26,5%, un porcentaje no despreciable de la población estudiada, invierte entre 50.000 a 100.000 pesos (véase Figura 5).
35
-5
-5
Figura 4. Distribución de la relación pliegue tricipital/edad de los niños del hogar comunitario “Los Enanitos” y su comparativo con estándares de la OMS
45
0
-5
15
Figura 1. Distribución de la relación peso/talla de los niños del hogar comunitario “Los Enanitos” y su comparativo con estándares de la OMS
%
25
35
0
Estándares OMS Total muestra
40
Figura 3. Distribución de la relación perímetro braquial/edad de los niños del hogar comunitario “Los Enanitos” y su comparativo con estándares de la OMS
45 40
45
5
Figura 2. Distribución de la relación talla-estatura/edad de los niños del hogar comunitario “Los Enanitos” y su comparativo con estándares de la OMS
40,0
30
26,6 20,0
20
13,3
10 0
150-200
50-100 100-150 Pesos (en miles)
Más de 200
Figura 5. Presupuesto mensual destinado a alimentos de la canasta familiar de población del hogar comunitario “Los Enanitos”
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En las encuestas realizadas a los padres y cuidadores, se evidenció el desconocimiento del concepto de alimentación sana y adecuada, pues tienen la percepción del papel fundamental de las frutas y verduras como único determinante de la alimentación, sin tener en cuenta la importancia de las proteínas en la dieta. Además, se determinó un escaso consumo de lácteos y frutas, así como de hortalizas y plátanos. En cuanto al desayuno, se observó que 86,6% de la población come huevo, 80% cereales; caldo y sopa el 46,6%, mientras que los lácteos poseen un porcentaje del 40%. Lo anterior evidencia que los cuidadores no ofrecen con frecuencia frutas a los niños; estas se consumen en un 6,6% de los casos. Durante el almuerzo, la mayor frecuencia de ingesta de alimentos está dada por los granos y procesados, carne, pollo y pescado con un 80%, seguido de las hortalizas y plátanos con un 66,6 %; las frutas junto con los embutidos y las harinas son los productos que con menor frecuencia se consumen con un 6,6% (véase Tabla 1). Desayuno
Almuerzo
%
%
Huevo
86,6
26,6
Chocolate
60,0
0
Producto
La percepción de los padres con respecto a cuáles son los alimentos que sus hijos prefieren comer, se encontró con mayor frecuencia las frutas con un 53,3%, seguido de las harinas y cereales con un 46,6% y 33,3%, respectivamente; las hortalizas, plátanos y tubérculos con un 20%; y el huevo y el chocolate con un 6,6%. Referente a los alimentos que no les gusta comer, los padres consideran que con mayor frecuencia se encuentran las hortalizas y plátanos con un 40%, seguido de los granos y procesados y las frutas con un 26,6% y 20%, respectivamente. Consideran que no prefieren frutas, proteínas y lácteos en un 20%, 13,3% y 6,6%, respectivamente (véase Tabla 2). Desayuno
Almuerzo
%
%
Huevo
6,6
0
Chocolate
6,6
0
Lácteos
26,6
6,6
Caldo/sopa
26,6
0
Jugo
13,3
0
Harinas
46,6
0
0
0
Granos y procesados
26,6
26,6
Producto
Café
Lácteos
40,0
6,6
Carnes
13,3
13,3
Caldo/sopa
46,6
66,6
Frutas
53,3
20,0
Jugo
20,0
26,6
Harinas procesadas
26,6
6,6
0
0
Café
13,3
0
Gaseosa
6,6
0
Granos y procesados
53,3
80,0
Dulces
20,0
0
Carnes
0
80,0
Comida rápida
0
0
Frutas
6,6
6,6
Paquetes
20,0
0
Embutidos
6,6
6,6
Leche materna
6,6
0
Gaseosa
0
0
Dulces
0
0
Cereal
33,3
6,6
Comida rápida
0
0
Hortalizas y plátanos
20,0
40,0
Paquetes
0
0
Tubérculos
13,3
6,6
Leche materna
13,3
13,3
Cereal
80
53,3
Hortalizas y plátanos
0
66,6
Tubérculos
0
40,0
Tabla 1. Distribución de frecuencias relativas de los alimentos ofrecidos en el desayuno y el almuerzo a los niños del hogar comunitario “Los Enanitos”
68
Embutidos
Tabla 2. Distribución de frecuencias relativas de las preferencias de consumo de alimentos de los niños del hogar comunitario “Los Enanitos”
En cuanto al imaginario de los niños sobre los alimentos que prefieren no comer, se encuentran las hortalizas y plátanos, algunos granos y procesados, además de frutas como papaya y uvas; con menor
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frecuencia se encontró el queso, las sardinas y la comida chatarra, entendida como perro caliente, hamburguesa, pizza, embutidos, entre otros (véase Figura 6). Entre los alimentos que prefieren comer figuran con mayor frecuencia los chocolates, dulces, gomitas, helados y gaseosas; sin embargo, mencionaron alimentos como frutas, pollo, carne, cerdo, jugos de fruta, sopa, arroz y verduras (véase Figura 7).
Figura 6. Imaginario colectivo de los niños acerca de los alimentos por los que tienen menor preferencia
Figura 7. Imaginario colectivo de los niños acerca de los alimentos por los que tienen mayor preferencia
DISCUSIÓN En la muestra analizada en el presente estudio, se evidenció desnutrición crónica dado el comparativo de la OMS para talla-estatura/edad y además riesgo de desnutrición aguda según el comparativo de perímetro braquial/edad, lo que indica que el grupo poblacional estudiado puede reflejar
una alimentación carente de elementos de micronutrientes como el hierro, zinc y vitamina A entre otros, situación que se enmarca en los hallazgos encontrados en el imaginario colectivo de esta población infantil dado por la no claridad en el concepto de alimentación sana y adecuada desde la estructura conceptual de los infantes, pues existe preferencia por los alimentos procesados y de mala calidad, como chocolates, dulces, gomitas, gaseosas, entre otros, en contraste con la percepción de los padres, quienes consideran que sus hijos prefieren en primer lugar el consumo de frutas, harinas y cereales. Estas disonancias pueden derivar en fenómenos de malnutrición ocasionando deficiencias en el estado nutricional a futuro que pueden estar asociadas a ciertos determinantes sociales inmersos en el entorno en el cual transcurre la vida del niño y que pueden estar presentes e incidir incluso desde la misma gestación. Por esta razón resulta necesario que el personal de salud realice educación en pautas de alimentación de calidad además de una evaluación nutricional completa que contemple aspectos esenciales como la anamnesis alimentaria utilizando el método de recordatorio de 24 horas e indagando acerca del consumo habitual en las principales comidas del día, cantidad aproximada, tipo y textura del alimento complementándolo con la frecuencia diaria o semanal de los principales grupos de alimentos preferidos. Además, es importante indagar acerca de las posibilidades de acceso a los alimentos y la disponibilidad de estos en su lugar de residencia (15, 16). En América Latina y el Caribe la cifra de personas que padece hambre es de 47 millones, 3 millones menos que en el trienio anterior como resultado del esfuerzo y cooperación de los países de la región. Una muestra de este compromiso es la aprobación por parte del Parlamento Latinoamericano de la Ley Marco de Derecho a la Alimentación, Seguridad y Soberanía Alimentaria; lo anterior representa un punto de partida y un referente para la inclusión de este derecho en la agenda legislativa de América Latina, donde varios de los países ya cuentan con un marco legislativo al respecto, permitiendo la generación de políticas encaminadas a combatir el hambre y la desnutrición. En Colombia, durante el gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón, se desarrolló la Estrategia Nacional de
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Atención Integral a la Primera Infancia “De Cero a Siempre” que pretende priorizar la población en pobreza extrema para abordar temas como el de la seguridad alimentaria y la valoración integral, ya que solo el 24% los niños menores de cinco años recibe atención integral; esta estrategia busca hacer efectivos los derechos a la atención integral de 1’200.000 niños en situación de vulnerabilidad para enfrentar el gran reto nacional que exige una coordinación interinstitucional a fin de alcanzar una cobertura del 100% de la población entre cero y cinco años de edad (17). En Cundinamarca, la ENDS del año 2005 registra que 9% de los niños menores de cinco años se encontraba por debajo de su talla para la edad, siendo menor que el promedio nacional de 12%; en concordancia con esto, en el 2007 el municipio de Soacha reportó en su sistema de vigilancia un porcentaje de 13,3% (3, 4). Adicionalmente, la ENSIN del año 2010 informó que en Cundinamarca 36,8% de sus habitantes menores de cinco años se encontraba en inseguridad alimentaria, porcentaje que supera el promedio nacional (4). Por su parte, el presente estudio evidenció que el presupuesto destinado para la canasta básica de alimentos es insuficiente para suplir los productos necesarios mensuales en cada hogar, pues la estructura establecida por el DANE debe incluir los siguientes alimentos: tubérculos y plátano, hortalizas y legumbres, frutas, carnes y derivados, pescado y otras comidas de mar, leche, huevos y grasas, alimentos varios y comidas fuera del hogar (18), Esto puede derivar en subnutrición ya que el recurso económico se puede destinar inicialmente en otros gastos como pago de servicios, arriendo y transporte entre otros; para la alimentación, el excedente se distribuye en alimentos más económicos pero probablemente con una menor calidad como se encontró en la encuesta de ingresos y gastos del año 2006/2007 realizado por el DANE en hogares de 24 principales ciudades colombianas en el que las familias asignan la mayor parte de sus recursos a los alimentos como el pan y los cereales, leche, queso y huevos; los cuales son adquirido por 88,5% de los hogares, teniendo menor participación en el gasto total en alimentos las aguas minerales, refrescos, jugos de frutas y 70
legumbres que registran 1,2% para 31,9% de los hogares (18-20). La disponibilidad económica dentro del ingreso familiar incide en la posibilidad de poder contar con la diversidad de platos -variabilidad del menú- que pueda proveer diferentes fuentes de macro y micronutrientes esenciales para el desarrollo óptimo de un menor de edad, situación que en grupos poblacionales con recursos limitados se puede ver afectada por fenómenos económicos como la variación del Índice de precios al consumidor (IPC); como ocurrió entre mayo del 2012 y abril del 2013 la variación del 2,02% afecta productos necesarios de la canasta familiar como frutas (4,80%), carnes y derivados de la carne (0,98%) y tubérculos y plátanos (0,81%), que son fuente importante de micronutrientes y cuya deficiencia en la mesa familiar de forma sostenida puede ser causante de desnutrición crónica (18, 19, 21). En el contexto nacional, la economía para los años 2003 y 2004 creció por encima de 3,5%, aumento que estuvo acompañado por la generación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo se encuentran fenómenos como el descrito para la ciudad de Bogotá en el que su población destina entre 60 y 80% de sus ingresos a la compra de alimentos de la canasta básica familiar, lo que lleva a la dependencia casi absoluta del sector informal en el suministro de alimentos frescos desde Corabastos; lo antetrior ocasiona ineficiencias en el proceso de comercialización, lo cual pone a la población en condición de vulnerabilidad frente a los aumentos de precios, pues quedan en riesgo no solo por no lograr adquirir la cantidad de alimentos para satisfacer sus necesidades calóricas y proteicas, sino también porque están expuestos al consumo de alimentos de baja calidad (3, 22, 23). Según la FAO, entre los componentes que debe tener una alimentación adecuada se encuentra la oferta apropiada de alimentos, lo que significa que los tipos de alimentos comúnmente disponibles deben ser culturalmente aceptables; la oferta disponible debe cubrir todas las necesidades nutricionales generales desde el punto de vista de la cantidad y la calidad; y por último, los alimentos deben ser seguros, sin elementos tóxicos o contaminantes (1, 2, 24, 25).
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Con estos elementos mencionados, la pérdida de peso o su insuficiente aumento, así como el retardo del crecimiento en la talla son procesos que reflejan las múltiples agresiones sostenidas en el tiempo que son el reflejo del fenómeno social conocido como pobreza, en donde las posibilidades de acceso a los recursos necesarios para sobrevivir y disponibles en la comunidad están determinados tanto por las condiciones socioeconómicas de las familias, como por el conjunto de cuidados de la salud y de los servicios de atención primaria al alcance de la comunidad (15, 17, 26, 27).
CONCLUSIONES Colombia es un país que produce los alimentos suficientes para suplir los requerimientos nutricionales de todas las personas; sin embargo, la presencia de desnutrición y subnutrición se explica por la desigualdad de acceso a los alimentos derivada de los bajos ingresos de la población, ya que en lo referente a disponibilidad u oferta no se presentan mayores problemas, pues los hogares en general cuentan con lugares cercanos donde podrían adquirirlos. Lo que se hace necesario es combatir las causas del hambre por medio de programas que generen empleo, así como la instauración de políticas enfocadas al mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional de la población colombiana, teniendo en cuenta diferentes áreas como salud, nutrición, alimentación, agricultura, educación, comunicación y medio ambiente, entre otras. Además, resulta primordial educar a la población acerca del concepto de una alimentación sana y adecuada para lograr así un mejor aprovechamiento biológico de los recursos disponibles.
CONFLICTOS DE INTERESES Los autores declaramos no tener ningún conflicto de interés con este artículo.
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Artículo de Investigación
Nivel de funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años, habitantes de una localidad de Bogotá, 2013 Performance level families with children from 3 to 6 years population of a town of Bogota, 2013 Nível de funcionalidade de famílias com crianças de 3 a 6 anos, habitantes de uma cidade de Bogotá, 2013 Ruth Valle B. 1
RESUMEN El presente estudio cuantitativo con enfoque descriptivo y transversal muestra los resultados de la segunda etapa de la investigación Funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años estudiantes de colegios de Bogotá D.C. 2013, realizada con características similares a la primera etapa del estudio (1), con el fin de identificar la funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años estudiantes de la localidad de Usaquén. La investigación determinó el nivel de funcionalidad familiar de una muestra de 75 familias con niños de 3 a 6 años estudiantes de una entidad educativa de nivel preescolar y residentes de una localidad de Bogotá D.C. Esta clasificación se basa en la aplicación de la Escala de Efectividad de la Funcionalidad Familiar ASF-E, que hace parte de la teoría de organización sistémica de Marie Luise Friedemann. En esta segunda etapa de la investigación se pudo establecer que el nivel de funcionalidad total alcanzado fue alto (65%), dato que coincide con el obtenido por las familias que participaron en la primera etapa. Se concluyó entonces que las familias participantes en la investigación en ambas etapas del estudio presentan alta efectividad familiar, resultados que pueden estar relacionados con similitudes en aspectos como tipo de conformación, estructura, organización, dinámica, así como medio donde habitan y se desarrollan. Palabras clave: enfermería de la familia, niño preescolar, familia.
Recibido: 2014-05-04; aprobado: 2015-09-30 1. Enfermera, especialista en Docencia Universitaria, magíster en Enfermería con Énfasis en Salud Familiar. Profesora e investigadora, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. Bogotá Colombia. Correo electrónico: ruthvalleballesteros@hotmail.com
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ABSTRACT
RESUMO
This quantitative descriptive cross-sectional study shows the results of the second stage of research of a functioning study of families with children from 3 to 6 years old, inhabitants of a town of Bogotá in 2013, conducted with similar characteristics to the first stage of the study (1) in order to serve the population of families near the area of influence of the University. The investigation determined the level of family functioning achieved by a sample of 75 families with children at a preschool educational level and residents of a locality of Bogotá. This classification was determined by applying the Scale of Effectiveness of Family Functionality (ASF-E), which is part of the theory of systemic organization by Marie Luise Friedemann.
O presente estudo quantitativo com foco descritivo e transversal apresenta os resultados da segunda etapa da pesquisa “Funcionalidade de famílias com crianças de 3 a 6 anos, estudantes de escolas de Bogotá D.C., 2013”, realizada com características semelhantes às da primeira etapa do estudo (1), com a intenção de identificar a funcionalidade de famílias com crianças de 3 a 6 anos, estudantes de Usaquén. A pesquisa determinou o nível de funcionalidade familiar de uma amostra de 75 famílias com crianças de 3 a 6 anos, estudantes de uma entidade educativa de nível pré-escolar e residentes de uma cidade de Bogotá D.C. Esta classificação é baseada na aplicação da Escala de Efetividade da Funcionalidade Familiar ASF-E, que faz parte da teoria de organização sistêmica de Marie Luise Friedemann.
This second stage of research could establish that the total level of performance achieved by families was high (65%), matching the data of families who participated in the study in the first stage of work, who also got high family functioning. With the above it was concluded that participating families in both stages of the study have a high level of family effectiveness, results that may be related by similar features and characteristics of both groups of families, as well as the type of formation, structure, organization, dynamics and environment where the families live and develop. Key words: family nursing; child, preschool; family.
Nesta segunda etapa da pesquisa, conseguiu-se estabelecer que o nível de funcionalidade total alcançado foi alto (65%), dado que coincide com o obtido pelas famílias que participaram da primeira etapa. Concluiu-se que as famílias participantes na pesquisa, em ambas as etapas do estudo, apresentam alta efetividade familiar, resultados que podem estar relacionados com semelhanças em aspectos como tipo de formação, estrutura, organização, dinâmica, assim como meio onde habitam e se desenvolvem. Palavras-chave: enfermagem da família, criança na pré-escola, família.
INTRODUCCIÓN La familia ha sido definida como un sistema constituido por miembros unidos por relaciones de alianza y de consanguinidad que actúa como una unidad natural, fundamental para la crianza y protección de sus miembros, por lo que goza del derecho a ser protegida por la sociedad y por el Estado (2). Como institución social, cumple funciones básicas biológicas, económicas, culturales, espirituales y educativas. Diversas disciplinas se han preocupado por entender su dinámica de comportamiento y favorecer su bienestar, lo que se puede traducir en la búsqueda de la salud familiar. Esta condición ideal es asumida por algunas disciplinas como la ausencia de enfermedad o la falta de sus síntomas en los integrantes del sistema, mientras que para otras ciencias está relacionada con el nivel de funcionamiento familiar alcanzado (3). 74
Dentro del segundo grupo, la enfermería brinda tanto cuidados autónomos como en colaboración con el equipo de salud a las personas de todas las edades, familias y comunidades, enfermos o sanos, en todos los contextos e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y los cuidados de los enfermos, discapacitados y moribundos (4). En consecuencia, la enfermería asume a la familia como uno de los sujetos de cuidado, De acuerdo con Friedman, La familia está compuesta por personas (dos o más) emocionalmente implicadas entre sí y que viven en una estrecha proximidad geográfica, la implicación emocional se demuestra a través del afecto y del compromiso de un propósito común. Sin embargo esta concepción de la familia debe ampliarse, ya que los cambios que van sucediendo en el mundo actual obligan a ser abiertos y flexibles, considerando miem-
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bros de la misma, no sólo a las personas que comparten un mismo apellido o lazos de sangre, o que viven en el mismo hogar, sino también a los grupos que comparten el sentimiento de sentirse familia (5).
Esta unidad social posee características, funciones y estructuras que se adaptan a los diversos ambientes y culturas donde habita para mantener su estabilidad. Es una de las instituciones más antiguas y más fuertes de la sociedad; sus miembros comparten una historia común, unos rasgos genéticos, un entorno, costumbres, creencias, actitudes generales y estilos de vida. Por lo tanto, se identifica como un grupo social importante que se comporta como un sistema paralelo a otros similares con los cuales interactúa permanentemente. Al concebirse como un sistema, se entiende que los miembros de una familia también interactúan entre sí generando dependencia mutua, razón por la cual los factores que influyen en uno de sus miembros afectan a todos los demás en mayor o menor grado (5). Las interacciones familiares suceden mediante acciones y patrones que se repiten a lo largo de la vida con el objetivo de mantener la congruencia y la homeostasis del sistema, situación que para Friedemann representa un estado de equilibrio donde los ritmos espaciales se armonizan unos a otros, dando como resultado la salud familiar (6). Al mismo tiempo los lineamientos conceptuales de la teoría de organización sistémica consideran las relaciones que establece la familia con otros sistemas con los cuales interactúa; ejemplo de ellos es el barrio o el ambiente donde habitan –en este estudio la localidad de Usaquén (7)–, la entidad educativa donde estudian sus hijos, las instituciones de salud a la que pertenecen como usuarios y otros tipos de organizaciones con las cuales se relacionan permanentemente. Estos y otros aspectos particulares de las familias son identificados en la Escala de Funcionalidad Familiar ASF-E (8) mediante cuatro metas e igual número de dimensiones (6). Según Friedemann, las metas corresponden a un proceso sistémico de la vida personal y familiar, es un estado dinámico en el cual estas unidades sociales funcionan de acuerdo con su interior y hacia fuera con otros sistemas ambientales con los cuales interactúan, de tal forma que los ritmos y patrones del entorno se armonizan unos con otros.
Los cambios suceden de forma rápida, por lo tanto, asegurar que la congruencia con el sistema es estática es un sofisma. No obstante, las familias siempre están en la búsqueda de la unión y del equilibrio mediante procesos sistémicos que conducen a la tranquilidad del espíritu y al bienestar. La experiencia de la congruencia se traduce en la sensación de salud percibida por cada integrante de la familia, por lo tanto, hay salud familiar cuando existe aproximación a una conformidad entre las metas (5). Estas se describen a continuación: • Crecimiento: para Friedemann, esta meta
responde de las dimensiones de individuación y cambio del sistema; se presenta como respuesta a situaciones críticas que atentan contra su integridad, por lo que la familia asume procesos de readaptación y de ajuste. También se caracteriza por la adopción de actitudes y desempeños de nuevos roles dentro del sistema familiar. • Espiritualidad: es el resultado de las dimen-
siones de coherencia e individuación. De acuerdo con Friedemann, es el cambio propio individual y familiar, coherente con los entornos cambiantes donde habitan. La espiritualidad sana se expresa en la congruencia o unidad con otros sistemas y se experimenta como una sensación existencial de pertenencia, aceptación, respeto, sabiduría y paz interior. Por esta razón, la familia identifica, acepta e integra conceptos que le permiten dimensionar doctrinas más allá de su entendimiento como son los procesos relacionados con la vida y la muerte. Esta meta está relacionada con las prácticas asumidas por la comunidad a la que pertenecen y con sus creencias religiosas. • Control: mediante esta meta se busca
eliminar, prevenir o reducir todo evento que amenace la estabilidad de la familia y, por lo tanto, se rompa la congruencia. El control se genera a partir de la dimensión de cambio y la de mantenimiento. • Estabilidad: Friedemann la define como
la continuidad de los valores, tradiciones y rutinas diarias que asume la familia. Esta meta es el resultado de las dimensiones de coherencia y mantenimiento.
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De acuerdo con lo anterior, las metas son el resultado de la relación entre las dimensiones de mantenimiento y cambio del sistema, individuación y coherencia. Este atributo es considerado en la teoría de organización sistémica (6) como estrategias que permiten cumplir o alcanzar propósitos dentro de la familia. Las dimensiones y la regulación de la salud están dadas por los propósitos del sistema familiar; se alcanzan a través de estrategias, clasificándolas en cuatro dimensiones: en las dos primeras se trata de acciones colectivas (mantenimiento del sistema, cambio del sistema); las otras dos corresponden a actividades de los subsistemas de la familia (coherencia e individuación). A continuación se hace una breve descripción de las dimensiones (5). • Mantenimiento del sistema: según Friede-
mann, esta dimensión utiliza estrategias de tipo organizacional como toma de decisiones, negociación de problemas, establecimiento de rituales y tradiciones, y definición de roles con el fin de conservar la armonía familiar. • Cambio del sistema: los aspectos relativos
al cambio son aquellas acciones adelantadas por la familia para permitir incorporar nuevos eventos a su interior, teniendo en cuenta que sus prioridades van cambiando con el tiempo. • Individuación:
para Friedemann, está representada en actitudes asumidas por los miembros de la familia para lograr intereses particulares y darle sentido a su propia vida.
• Coherencia: contempla actitudes y estrate-
gias para mantener lazos emocionales que se evidencian en actividades compartidas en diferentes escenarios o de esparcimiento, y que deben corresponder con la definición de valores y principios previamente establecidos por la familia. Además de identificar la funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años estudiantes de la localidad de Usaquén, este estudio pretende evidenciar la labor que cumple enfermería con las familias escolarizadas. A partir de la socialización de los resultados del estudio se espera brindar elementos de análisis que puedan orientar al profesional de 76
enfermería, especialmente el que labora en centros educativos, para presentar propuestas que motiven este tipo de comunidades a obtener y mantener mejores niveles de bienestar familiar.
MÉTODO El presente estudio hace parte de la segunda fase de la investigación Funcionalidad de familias con niños preescolares estudiantes de colegios de Bogotá D.C. 2013; la investigación se realizó en la localidad de Usaquén, Bogotá, D.C., de mayo a agosto de 2013. Contó con la participación voluntaria de familias con niños de 3 a 6 años que hacen parte de los estratos 2 y 3 del Sistema de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios para programas sociales del Estado (Sisbén) (9), estudiantes de una institución educativa de nivel preescolar previamente seleccionada.
Tipo de estudio El estudio correspondió a una investigación cuantitativa descriptiva transversal dado que permitió conocer el nivel de funcionalidad familiar alcanzado por las familias participantes, luego de la recolección sistemática de la información, en un momento específico y mediante la Escala de Evaluación de la Funcionalidad Familiar ASF-E (8).
Población y muestra La población de familias considerada para la investigación fue de 120; de ese grupo se obtuvo la muestra de 75 familias que cumplieron los criterios de inclusión establecidos. Esto corresponde al 62,5% del total de la población estimada.
Criterios de inclusión • Deseo voluntario de participar mediante la
firma del consentimiento informado. • Familias con niños de 3 a 6 años estudiantes
de la entidad educativa de nivel preescolar seleccionada para el estudio. • Considerar el informante al padre o madre
de la familia sin limitación cognitiva. En caso de no contar con este recurso, podía participar otro integrante de la familia mayor de
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quince años de edad con dos años o más de convivencia dentro del sistema familiar.
Instrumento Para la investigación se aplicó la Escala de Evaluación de la Funcionalidad Familiar ASF-E (8), versión en español, previa aceptación y firma del consentimiento informado por parte de las familias participantes; según lo establece la Resolución 008430 de 1993 (10) se respetó el derecho al anonimato, la confidencialidad y la veracidad de la información. La escala se encuentra traducida al español por el Departamento de Idiomas de la Universidad Nacional de Colombia, presenta una confiabilidad alfa de Cronbach entre 0,60 y 0,84, consta de 20 preguntas cada una con tres posibilidades de respuesta en escalas de 1, 2 y 3 puntos, donde 20 puntos representa el valor mínimo total posible de alcanzar, y 60 al total máximo. Los puntajes que oscilan entre 20 y 50 corresponden al nivel bajo de funcionalidad familiar, aquellos entre 51 y 55 al nivel intermedio y los puntajes entre 56 y 60 puntos al nivel alto.
RESULTADOS Aspectos sociodemográficos El estudio estableció que 46% de las familias tenía una estructura de tipo nuclear (11), el ciclo vital predominante fue familias con niños preescolares (12) con 53%, lo cual puede estar relacionado con los criterios de inclusión. El ingreso de sostenimiento económico era de un salario mínimo legal vigente (SMLV) (13) con el 41%; de manera significativa 35% de las familias refirió recibir hasta más de dos SMLV. Frente a esta situación el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), entidad responsable de la planeación, levantamiento, procesamiento, análisis y difusión de las estadísticas oficiales, (14) reportó que en el 2013 el porcentaje de personas en situación de pobreza en Bogotá D.C. fue de 10,2% y de pobreza extrema de 1,6%. En cuanto al nivel educativo alcanzado por los sujetos de estudio, 38% afirmó haber llegado a secundaria, seguido de 25% de educación técnica o tecnológica; dato que asociado con el 59% de
familias vinculadas al sector productivo, permite entender su esfuerzo por obtener empleos con el fin de suplir necesidades básicas. Resumiendo, las características sociodemográficas de las familias estudiadas son similares a las encontradas a la primera etapa del estudio en cuanto a estructura; ciclo vital familiar; rol principal del jefe del hogar representado en el estudio con el 92% por la madre o el padre de la familia; ingreso económico de sostenimiento y de ocupación el cual correspondió en el 41% del total de las familias a un salario mensual, seguido de un 35% por dos salarios de ingresos familiares.
Funcionalidad familiar A continuación se presentan los resultados relacionados con la valoración de los aspectos que contempla la escala ASF-E (8): metas y dimensiones. Metas • Crecimiento: se estableció que 55% de las
familias estuvieron en el rango de funcionalidad efectivo alto, a diferencia de la primera etapa de la investigación, donde se obtuvo nivel intermedio. • Espiritualidad: según los datos, 51% de las
familias estaban en nivel medio de funcionalidad, lo que puede asociarse con el hecho que el 100% las familias participantes del estudio manifestaron profesar una religión, y de estas el 71% refirió específicamente la práctica del catolicismo. • Control: 71% de las familias contaban con
nivel alto de funcionalidad familiar. • Estabilidad: 69% de las familias tuvieron un
nivel alto de funcionalidad familiar. Dimensiones • Mantenimiento del sistema: 71% de las
familias estaban en nivel alto de funcionalidad familiar. • Cambio del sistema: los datos indican que
53% de las familias se encontraban en el nivel medio de funcionalidad familiar. • Individuación: esta dimensión fue clasificada
en nivel intermedio de funcionalidad con 52%.
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• Coherencia: frente a esta dimensión, se
encontró un nivel alto de funcionalidad familiar, con 56%. 1% Alto Intermedio 34 %
Bajo
65 %
Figura 1. Nivel de funcionalidad familiar total
La clasificación de la efectividad familiar total alcanzada por las familias en ambas etapas de la investigación fue alto con 65% a pesar de la vivencia de situaciones difíciles propias de la vida familiar (véase Figura 1).
DISCUSIÓN La investigación pudo corroborar la pertinencia de la teoría de la organización sistémica para el estudio de la familia dado que su aplicación e interpretación de resultados permitió comprender los fundamentos teóricos que soportan la escala ASF-E y de la labor de enfermería al establecer el nivel de funcionalidad de las familias, además de entender su comportamiento dentro del contexto particular en que viven y de su realidad particular que las conduce al despliegue de estrategias con el fin de conservar su sistema a pesar de experimentar cambios en su estructura y conformación, y de estar expuestas a fenómenos externos al sistema producto de la globalización, el fácil acceso a sistemas de educación, medios masivos de comunicación, la tecnología creciente, la economía y el mercado (15). La teoría de Organización Sistémica establece un modelo de análisis para entender desde la perspectiva sistémica cómo la familia busca la armonía con el ambiente actuando como un conjunto organizado e interdependiente gobernado por reglas internas, asignación de roles e intercambio de información procedente del exterior (5), lo cual da como resultado niveles bajos, intermedios o altos 78
de funcionalidad familiar. También se evidenció la capacidad de las familias de mantener el bienestar aún ante situaciones críticas que son propias de la vida familiar y que, según la teoría, son elementos importantes para lograr su estabilidad. Entre los aspectos sociodemográficos se encontró que: • Los ingresos que reciben las familias estu-
diadas no permiten el disfrute de bienes materiales básicos, lo cual también afecta su desarrollo. Esta situación presume la incapacidad de las familias para alcanzar recursos básicos y la preservación de la vida humana de una manera libre y digna para sus integrantes (16). Lo anterior puede relacionarse con los indicadores de fuerza laboral: para el año 2013 Usaquén contaba con 484.764 habitantes, 61% de ellos (295.706) tenía disponibilidad para trabajar; de estos, 93% (275.006) eran subempleados (visibles e invisibles) mediante una vinculación temporal e informal y el 7% restante no tenía empleo. Esta problemática del desempleo presente en estas familias llevó a identificar también a las mujeres madres cabeza de familia, los jóvenes y demás población pobre como los grupos más afectados por este fenómeno (7). • La difícil condición económica de las fami-
lias afecta también la función educativa y social que deben cumplir en la sociedad y que se constituye en una de las primeras y más significativas influencias de la persona desde la infancia. Esta tarea se complica aún más si, como consecuencia de estos hechos, hay ausencia de un cuidador, sobre todo cuando la familia incluye menores de edad. Esta situación provoca que las madres, que tradicionalmente ocupaban el rol de cuidador principal, ahora asuman, junto con el padre y otros miembros, la tarea de proveedor económico como estrategia para suplir sus necesidades de sostenimiento. Según Velásquez, este fenómeno ocurre como resultado de las nuevas economías, la inestabilidad laboral, el aumento de la pobreza, el acceso de las mujeres a niveles superiores de educación y de su participación en el mercado laboral aunque con niveles de ingreso econó-
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Nivel de funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años, habitantes de una localidad de Bogotá, 2013 | Ruth Valle B.
mico inferiores al de los hombres (17). Esto es coherente con el estudio ya que se pudo establecer que 80% de las familias estaba conformada en su gran mayoría por mujeres cabeza de hogar, lo cual es corroborado en el estudio en la categoría de “parentesco con la familia del informante” el cual fue representado en el 92% por las madres y padres de las unidades sociales; y en la categoría del “genero del informante”, correspondió el 80% a mujeres contra el 20% del grupo de los hombres. • Los resultados también muestran afectación
del nivel de vida de las familias que residen en la localidad, reflejada en el difícil acceso a servicios de salud, la limitada disponibilidad de empleos formales con salarios que permitan el cubrimiento de necesidades básicas, la posibilidad de mejores niveles educativos, de recibir los beneficios de sistemas de crédito y de la posibilidad de adquirir vivienda propia. El nivel de ingresos de las familias es de un salario mínimo legal vigente, lo cual es corroborado en la Encuesta Multipropósito realizada para Bogotá en el 2011, que determinó que en ese año el 9,2% de los hogares de la localidad de Usaquén tuvieron ingresos insuficientes para cubrir sus gastos mínimos de sostenimiento (18). En cuanto a los resultados de la Escala de Evaluación de la Funcionalidad Familiar, y en particular los relacionados con las metas, se puede concluir lo siguiente: • Crecimiento: se observó que las familias
logran adaptarse a situaciones difíciles mediante la implementación de estrategias para progresar. Para crecer como familia se debe garantizar, entre otros aspectos, el cuidado de sus integrantes, sobre todo los más vulnerables, en este caso los niños. La función de cuidador permanente que tradicionalmente era asumida por las madres, ahora es compartida indistintamente por otros miembros, incluidos padres, abuelos, tíos e incluso hermanos mayores. Otro criterio considerado en esta meta es el proveedor económico para cubrir necesidades básicas
de funcionamiento. Esta responsabilidad, que históricamente estaba a cargo del padre de familia, ahora es asumida por ambos progenitores, las madres cabeza de hogar, los hijos mayores e incluso por los abuelos. • Espiritualidad: los resultados indican que
un porcentaje significativo de las familias se declaran católicas, lo que corresponde a un comportamiento habitual referido a las tradiciones religiosas asumido por las familias de esta localidad. • Control: se puede apreciar que las familias
adoptan mecanismos para autorregularse y reducir posibles amenazas contra su integridad. Un buen control aparece con el acuerdo de reglas que rigen el comportamiento y permiten designar tareas y roles en sus integrantes para consolidar su estructura. Algunas corresponden a la expresión de sentimientos de confianza, amor y afecto que fortalecen el nivel de control que contribuye al crecimiento de sus miembros y permite afrontar momentos críticos. Un ejemplo de este aspecto es la identificación por parte de las familias, del jefe del hogar, la responsabilidad en la toma de decisiones, el aporte del ingreso económico y la distribución del dinero, los horarios de llegada al hogar, entre otros aspectos propios de la dinámica familiar. Estos puntos son el resultado de acuerdos internos encaminados hacia una autonomía responsable que protege a las familias de estados de ansiedad, incertidumbre, vulnerabilidad y de soledad a las que se pueden ver expuestas, de no existir claridad en estos temas. El estudio pudo establecer que todas las familias contaban con una estructura nuclear (46%), seguida de familias conformadas por padres e hijos (23%), organización que les permite autorregularse para asumir roles y atender sus funciones básicas, como son la designación del proveedor económico, que para el estudio correspondió al 80% a las madres cabeza de hogar, quienes además comparten el rol de cuidador con otros integrantes y la responsabilidad en la toma de decisiones al interior de los sistemas familiares.
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• Estabilidad: frente a esta meta las fami-
lias participantes, como parte del entorno cultural, integran a su sistema información que circula desde el exterior. Esto las lleva a participar en actividades representativas de la región y que impactan necesariamente en su dinámica de funcionamiento; ejemplo de ello es la celebración de las fiestas religiosas (días santos, navidad) y la realización de otras actividades que promueve el sector productivo (día de la madre, del padre, día de los niños) y el mismo Estado (ciclovía los días domingos y festivos). Estos eventos llevan a las familias a incorporar a su escala de valores otras tradiciones. También se puede presentar el caso de familias que deciden apartarse de dichas actividades sin que esto altere la interacción con otros sistemas paralelos con los cuales intercambian información de forma permanente. Según los resultados, las dimensiones mostraron el siguiente comportamiento: • Mantenimiento del sistema: la comunicación
es un elemento valioso dentro de la dinámica de las familias. Expresar sentimientos, logros y dificultades permite un acercamiento real entre sus miembros y la atención en forma negociada y oportuna de situaciones que hacen parte de la vida familiar y que pudieran entorpecer su dinámica de funcionamiento. Según los resultados, se puede inferir que otras acciones que dan cuenta de esta dimensión son el compartir juntos eventos familiares como cumpleaños, aniversarios, etc., y otros de tipo social, como los descritos, que consolidan el sostenimiento del sistema. • Cambio del sistema: se puede apreciar
el esfuerzo de las familias estudiadas por comprender, calificar e incorporar sucesos procedentes del exterior que las impactan y que redefinen su escala de valores. Un ejemplo de ello es el fenómeno de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Como se sabe, con la aparición de Internet y la facilidad de la información (correo electrónico, la mensajería instantánea, la web y las redes sociales), ha ido cambiando el comportamiento de la dinámica de las fami80
lias; muestra de ello es el uso del tiempo libre sobre todo en los niños y los jóvenes. Ahora ellos tienen un estilo de vida más sedentario por el tiempo que dedican a videojuegos, la vivencia de nuevas experiencias en Internet, la conformación de parejas y de grupos de amigos mediante la virtualidad, la adopción de otros tipos de hábitos, costumbres, pasatiempos, moda, etc. Enfrentar este tipo de situaciones para las familias no es fácil, sobre todo si se carece de estrategias de afrontamiento que permitan solventar eficazmente este tipo de fenómenos sociales. • Individuación: es el resultado de combinar
condiciones individuales y características particulares de afecto que recibe de la familia. La formación de hábitos en los individuos afirmará la conducta, especialmente en los jóvenes, mediante el empleo de métodos correctivos para afianzar su personalidad. Este atributo permite reconocer cómo los integrantes de las familias participantes gozan de un factor diferencial frente al resto de los integrantes del sistema, y se distingue de los demás por sus propias particularidades. Como respuesta, la familia entiende las diferencias individuales en sus miembros, siendo más valioso en los integrantes jóvenes, como en este caso los menores de seis años. • Coherencia: se pudo apreciar cómo las fami-
lias se comportan según la definición de sus principios, demuestran relaciones armónicas al compartir experiencias, sentimientos de afecto y de cuidado para con sus miembros, aceptando sus diferencias y reconociendo logros personales a pesar de experimentar situaciones difíciles. Se puede afirmar que ellas se reconocen como “familias”, por lo que actúan y asumen funciones y responsabilidades propias de estas unidades sociales. • El nivel de funcionalidad encontrado en las
familias y que corresponde a alto” corrobora lo expuesto por Friedemann cuando concibe la salud de la familia como el proceso entero de la vida familiar que se relaciona con el contexto de interacciones donde habitan. Dicho contexto incluye ocasionalmente factores estresantes
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Nivel de funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años, habitantes de una localidad de Bogotá, 2013 | Ruth Valle B.
que al ser atendidos y resueltos por sus integrantes dan lugar a la salud familiar (5).
AGRADECIMIENTOS A la doctora Marie Luise Friedemann por la autorización para la utilizar la Escala de Evaluación de la Funcionalidad Familiar; a la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia por la disponibilidad de la versión en español del instrumento; a las directivas de la entidad educativa donde se realizó el estudio por haber permitido la aplicación del instrumento; de manera especial a Leidy Aguas, Nathaly Angulo, John Bonilla, Laura Callejas, Juan Capacho, César Contreras y Janeth Rodríguez, estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque, por haber aplicado el instrumento y participado en el análisis de los datos recolectados; a Nascir Díaz y Diana Marcela Infante por su colaboración en el diseño de marco referencial y conceptual de la investigación.
8. Grupo de Investigación en Funcionalidad Familiar. Validez facial del instrumento: evaluación de la efectividad de la funcionalidad familiar, versión en español, de M L Friedemann. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Enfermería; 2006. p. 3. 9. Departamento Nacional de Planeación. Focalización del gasto social en las entidades territoriales. Conpes Social 22 - DNP: UDS-Misión Social. Santafé de Bogotá; 1994. 10. Resolución 008430 de 4 de octubre de 1993, por la cual se establecen las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud. Bogotá; 1993. 11. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Caracterización de las familias en Colombia [Internet]. 2012 [consultado el 30 de noviembre de 2014]. Disponible en: http://www.icbf.gov.co/portal/page/ portal/IntranetICBF/macro_procesos/MP_misionales/G_ atencion_familiasycomunidades/Caracterizaci%C3% B3n%20de%20Familias%20(Doc%20Final-Rev%20%20 ACTUALIZACION%20MA.pdf
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Artículo de Revisión
Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: ¿una práctica justificada? Use of proton pump inhibitors and Histamine-2 receptor antagonists in stress ulcers: a justified practice? Uso de inibidores da bomba de prótons e antagonistas dos receptores H2 de histamina como profilaxia em úlceras por estresse: uma prática justificada? Ninfa Marlén Chaves T., 1 Diego A. Nivia F. 2
RESUMEN La introducción de los moduladores de acidez gástrica como profilaxis contra las úlceras por estrés en pacientes críticos se ha ido convirtiendo en una práctica de rutina tanto en la unidad de cuidados intensivos como fuera de esta; sin embargo, el desconocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, las indicaciones de uso de moduladores de pH como profilácticos, los riesgos asociados a la prescripción indiscriminada y de las guías disponibles sobre esta práctica han llevado a un uso descontrolado de medicamentos como omeprazol y ranitidina, lo cual aumenta los costos para los hospitales y predispone a los pacientes a presentar enfermedades como neumonía. Con el objetivo de revisar los factores de riesgo asociados a esta patología, la eficacia de esta medida, sus indicaciones y posibles complicaciones tanto dentro como fuera de las unidades de cuidados intensivos, se realizó una revisión de la literatura. Esta incluyó artículos disponibles en diferentes bases de datos que hicieran referencia al manejo profiláctico de úlceras por estrés desde 1980 hasta 2014. Se encontró que, según la literatura actual, el uso de la profilaxis contra úlceras por estrés es una práctica muy debatida en el caso de los pacientes críticos y, lo que es más importante, en los no críticos aún no existen recomendaciones de uso o factores de riesgo establecidos. Por esta razón, la extrapolación de esta conducta a pacientes fuera de la unidad de cuidados intensivos es injustificada hasta el momento. Palabras clave: omeprazol, ranitidina, inhibidores de bomba de protones, antagonistas de los receptores histamínicos H2, úlcera.
Recibido: 2015-03-01; aprobado: 2015-09-29 1. Médico, magíster en Ciencias - Farmacología. Docente, Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: ninfa.chaves@unimilitar.edu.co 2. Estudiante de noveno semestre, Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia.
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Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: | ¿una práctica justificada? Ninfa Marlén Chaves T., Diego A. Nivia F.
ABSTRACT
RESUMO
The introduction of acid gastric modulators in critical patients as prophylaxis against stress ulcers has increasingly become a routine practice both in the intensive care unit and outside of it. However, lack of knowledge about topics including the physiopathology of the disease, directions for use of pH modulators as a prophylactic, the associated risk of over-prescription, and guidelines available about this practice has led to an overuse of drugs like omeprazole and ranitidine, making hospitalization more expensive and predisposing patients to diseases like pneumonia. The objective of this article is to review the risk factors associated with this pathology, the efficacy of this action, and the complications and indications inside and outside of intensive care units using all available data through 2014. In the end we conclude that at this time and with the new evidence, the use of prophylaxis against stress ulcers in critical patients is a widely debated practice and more importantly there are no recommendations for its use or established risk factors in the non-critical population, leading us to conclude that extrapolation to patients outside of intensive care is not justified up to date.
A introdução dos moduladores de acidez gástrica como profilaxia contra as úlceras por estresse em pacientes críticos converteu-se em prática de rotina tanto na unidade de cuidados intensivos como fora desta. No entanto, o desconhecimento da fisiopatologia da doença, as indicações de uso de moduladores de pH como profiláticos, os riscos associados à prescrição indiscriminada e as orientações disponíveis sobre esta prática levaram a um uso descontrolado de medicamentos como omeprazol e ranitidina, aumentando o custo para os hospitais e predispondo os pacientes a doenças como pneumonia. Com o objetivo de revisar os fatores de risco associados a esta patologia, a eficácia desta medida, suas indicações e possíveis complicações tanto dentro como fora das unidades de cuidado intensivo, foi realizada uma revisão da literatura. Esta incluiu artigos disponíveis em diferentes bancos de dados que se referiram ao manuseio profilático de úlceras por estresse, desde 1980 até 2014. Descobriu-se que, segundo a literatura atual, o uso de profilaxia contra úlceras por estresse é uma prática muito debatida no caso dos pacientes críticos e, o que é mais importante, para os não críticos ainda não existem recomendações de uso ou fatores de risco estabelecidos. Por este motivo, a extrapolação desta conduta com pacientes fora da unidade de cuidados intensivos é injustificada até o momento.
Key words: omeprazole, ranitidine, proton pump inhibitors, histamine h2 antagonists, ulcer.
Palavras-chave: omeprazol, ranitidina, inibidores de bomba de prótons, antagonistas dos receptores histamínicos H2, úlcera.
INTRODUCCIÓN Desde su introducción al mercado en los años de 1990, han aumentado el uso y la prescripción de los inhibidores de la bomba de protones debido a su alta eficacia en el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, y han remplazando a los antagonistas H2 en este papel; en el 2009 este tipo de inhibidores se convirtieron en el tercer medicamento más vendido en Estados Unidos con más de 119 millones de prescripciones anuales (1-5). Intrahospitalariamente se ha evidenciado un sobreuso entre 30 y 60% de los pacientes (6-9); en Colombia en un estudio con pacientes no hospitalizados se encontró que el 2,7% de las prescripciones correspondían a inhibidores de la bomba de protones, entre los cuales el omeprazol fue el más prescrito (97,8%) e intrahospitalariamente se identificó un uso injustificado de protectores de la mucosa gástrica de hasta 62% con omeprazol y 65,9% con ranitidina (10-12).
Hasta el momento, la prescripción excesiva de protectores gástricos en pacientes hospitalizados se sustenta en el riesgo de que desarrollen la enfermedad de la mucosa relacionada con el estrés, la cual puede generar úlceras y hemorragia de vías digestivas altas. Si bien la entidad está descrita en pacientes críticamente enfermos, no hay suficientes estudios que corroboren este riesgo en pacientes no críticos, y la administración de fármacos antiulcerosos en estos pacientes se hace por el temor a la presentación de esta patología (13, 14). Las dos indicaciones de terapia profiláctica contra las úlceras por estrés son la presencia de ventilación mecánica y de coagulopatía. Aunque los distintos servicios de cuidado intensivo en el mundo han creado sus propias guías de servicio, no existe hasta el momento una que se considere
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el estándar. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue revisar la literatura publicada entre 1980 y 2014 sobre los factores de riesgo para la aparición de enfermedad de la mucosa relacionada con el estrés, la eficacia de la profilaxis con inhibidores de la acidez gástrica, sus indicaciones y posibles complicaciones tanto dentro como fuera de las unidades de cuidados intensivos.
METODOLOGÍA Se realizó búsqueda de artículos publicados en bases de datos de Pubmed, OVID, Elsevier, Scielo y Springer con los siguientes descriptores “stress ulcer prophylaxis”, “omeprazole vs. ranitidine”, “use of PPI in non critical patients” y “stress ulcer physiopathology”; se seleccionaron todos los artículos disponibles desde 1980 hasta diciembre de 2014 incluyendo revisiones, metaanálisis y artículos originales sobre protección gástrica en el manejo de las úlceras por estrés en paciente adulto hospitalizado en UCI y en hospitalización general; se excluyeron artículos de pacientes pediátricos, estudios con resultados no concluyentes, aquellos que no compararan inhibidores de la bomba de protones o antiH2; los desenlaces de los artículos debían comprender mortalidad, morbilidad y riesgo de sangrado. Al final se encontraron 94 artículos de los cuales 57 cumplían los criterios de inclusión.
RESULTADOS Enfermedad de la mucosa gástrica relacionada con el estrés La enfermedad de la mucosa gástrica relacionada con el estrés es un término amplio usado para describir las patologías atribuidas a la lesión aguda, erosiva e inflamatoria del tracto gastrointestinal alto en pacientes críticos, que se presenta en las partes productoras de ácido (corpus y fundus). Entre 74 y 100% de los pacientes críticos ya evidencian esta enfermedad a las 24 horas; sin embargo, pueden pasar varias semanas antes de que se produzca úlcera y posterior sangrado. Su incidencia pasó de 25% en la década de 1970 a oscilar entre 1 y 4% en las últimas dos décadas; esta disminución se atribuye a las mejoras en la reanimación 84
y el manejo de pacientes en unidades de cuidados intensivos (15-20). Si bien no se ha definido del todo la fisiopatología de esta enfermedad, su componente principal es la hipoperfusión esplácnica; sin embargo, para progresar a una lesión más importante se requiere de un medio ácido asociado (véase Figura 1). Otros agentes implicados son la liberación de catecolaminas y la posterior reperfusión con liberación de radicales libres y niveles aumentados de óxido nítrico (17, 21). Inhibidores de COX*/AINE**
Vasoconstricción/ Hipoperfusión
Disminución de prostaglandinas
Isquemia
Lesión de la mucosa intestinal
Reperfusión mesentérica
Disminución motilidad gástrica
• Desbalance de pH • Inadecuado sistema buffer • Alteración de la secreción gástrica
Isquemia
Alteración en microflora
Ulceración de la mucosa gástrica
Figura 1. Fisiopatología de úlceras por estrés (17) * Ciclo-oxigenasa ** Antiinflamatorios no esteroideos
Desde que se describió la génesis de esta enfermedad, una de las primeras medidas adoptadas para contrarrestarla ha sido administrar moduladores de pH gástrico. En un comienzo se realizaba principalmente con antagonistas de receptores H2, aunque se usaban otros como el sucralfato y análogos de prostaglandinas (22). Con el transcurso del tiempo, esta práctica se fue volviendo rutinaria y desmedida, razón por la cual desde hace veinte años se está trabajando en criterios que ayuden a identificar con mayor objetividad a los pacientes que realmente necesitan esta profilaxis. Un ejemplo es el trabajo de Cook y colaboradores, quienes siguieron alrededor de 2.252 pacientes hospitalizados en unidad de cuidados intensivos
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Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: | ¿una práctica justificada? Ninfa Marlén Chaves T., Diego A. Nivia F.
(UCI) y observaron que quienes tenían mayor riesgo de presentar sangrado gastrointestinal, con una incidencia de 3,7%, eran los pacientes con falla respiratoria (requerimiento de ventilación mecánica >48 horas), y que su incidencia aumentaba si a esto se asociaba coagulopatía (plaquetas <50000 o INR 1>1,5). En contraste, el sangrado gastrointestinal solo ocurría en un 0,1% de los casos si los dos factores estaban ausentes, lo cual permite considerar que pacientes sin estos factores se encuentran en un bajo riesgo de sangrado gastrointestinal. Por tanto, en los pacientes con ventilación mecánica y coagulopatía está indicada la profilaxis (14, 18).
No fue sino hasta 1999 cuando, con el fin de disminuir costos, la American Society of Health-System Pharmacists (ASHP) publicó una guía con indicaciones de profilaxis contra úlceras por estrés (véase Tabla 1). Población: Pacientes quirúrgicos o en tratamiento médico no críticos
No se recomienda profilaxis
Usar profilaxis en pacientes críticamente enfermos con uno de los siguientes: Coagulopatia (plaquetas <50000 mm3 INR* >1,5) Ventilación mecánica >48 horas
En la actualidad los inhibidores de la bomba de protones han reemplazado progresivamente a los demás moduladores de pH gástrico mencionados, como se evidenció en un estudio de farmacoepidemiología de 2014 en Canadá y Estados Unidos. Este mostró que los medicamentos de preferencia fueron los inhibidores de la bomba de protones con 70%, siendo el más usado el pantoprazol (38%), y los bloqueantes de receptores de histamina H2 con 30%, con la famotidina como mayor exponente (66%). En Colombia, los dos más usados en 2004 eran el omeprazol (27,2%) y la ranitidina (65,9%) (11, 23-24).
Historia de ulceración o hemorragia gastrointestinal dentro del 1 año de admisión
Profilaxis contra úlcera por estrés en pacientes en cuidados intensivos
Estancia en UCI** mayor a 1 semana
Desde 1980 se introdujo la modificación del pH gástrico como profilaxis contra el sangrado gástrico en pacientes críticos, lo cual disminuyó la incidencia de esta entidad y se convirtió en una práctica rutinaria en las unidades de cuidados intensivos; posteriormente se realizaron múltiples estudios para tratar de establecer qué pacientes se benefician más de esta medida. Se identificaron factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad, entre los cuales se encuentran la ventilación mecánica y la coagulopatía, seguidos por la presencia de hipotensión, falla hepática, falla renal aguda, sepsis, trasplante de órgano, quemadura (mayor a 35% de área corporal total), cirugía mayor (duración >4 horas), colocación de tubo nasogástrico prolongado, así como uso de corticoides (250 mg/ día de hidrocortisona o equivalentes) y de terapia combinada con aspirina y clopidogrel (19, 25-30).
Glasgow <10 Herida térmica >35% del área de superficie corporal Hepatectomía parcial Puntuación de trauma >16 Trasplante hepático o renal Herida del cordón espinal Falla hepática Usar profilaxis si el paciente presenta dos o más de los siguientes: Sepsis Sangrado oculto que dura al menos 6 días Dosis altas de corticoides (>250 mg/d de hidrocortisona o equivalente a este) Tabla 1. Recomendaciones para profilaxis de úlceras por estrés de la American Society of Health-System Pharmacists (ASHP) (31) * International normalized ratio ** Unidad de cuidados intensivos
A la fecha esta es la guía más difundida y usada como punto de referencia para que cada hospital desarrolle sus propios documentos para sus unidades de cuidados intensivos. Sin embargo, la guía de la ASHP se basa en estudios con inhibidores de receptor de histamina H2 y sulcrafato que, en ese tiempo, eran los medicamentos más usados para hacer frente a las úlceras por estrés. En el nuevo milenio, debido a su comercialización, los inhibidores de la bomba de protones han ido desplazando a las otras terapias moduladoras de pH gástrico por la eficacia mostrada frente a patologías como el
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reflujo gastroesofágico y úlcera péptica. Los inhibidores se han convertido, junto a los antagonistas de receptor de histamina H2, en los medicamentos de estudio de distintos metaanálisis e investigaciones en este campo. Por ello, en la actualidad la guía de la ASHP es casi obsoleta debido a su antigüedad frente a la evidencia más reciente y a los nuevos manejos en pacientes críticos (31).
Inhibidores del receptor de histamina H2 Su mecanismo de acción se basa en la unión al receptor de histamina en la célula parietal para inhibir la secreción de ácido gástrico; reduce la concentración de hidrogeniones y el volumen gástrico. La ranitidina tiene 15 veces mayor efecto supresor que la cimetidina, una vida media de hasta tres horas y sus efectos adversos más importantes son letargo, confusión y somnolencia, que se puede ver especialmente en pacientes con daño renal. Por otra parte, existe riesgo de taquifilaxia con el uso intravenoso de estos medicamentos desde las primeras 42 horas de uso (29, 32).
Inhibidores de la bomba de protones Son medicamentos que bloquean la secreción de ácido al unirse irreversiblemente al residuo de cisteína de la bomba H+/K+ ATPasa que se encuentra en la cara luminar de la célula parietal. Al ser un profármaco que requiere un medio ácido para activarse, su efecto se ve comprometido si se usa de manera concomitante con otros agentes antisecretores, como los antagonistas del receptor H2 de histamina. Dentro de los más usados en nuestro país se encuentra el omeprazol; su vida media es de una hora, comienza a actuar dentro de las primeras tres horas y su efecto dura hasta cuatro días. Como efectos adversos importantes, se ha relacionado con el síndrome de rebote de hipersecreción ácida, deficiencia de vitamina B12, fracturas por fragilidad ósea, poliposis gástrica y a corto plazo con neumonía (2, 3, 26, 33, 34).
Inhibidores de la bomba de protones frente a inhibidores de receptor de histamina tipo 2 en la profilaxis de úlceras por estrés En un estudio con 70 pacientes, Levy y colaboradores encontraron sangrado gástrico importante 86
en 6% de los pacientes tratados con omeprazol y en 31% con ingesta de ranitidina (P=0,013) (35). Hata y colegas realizaron un estudio prospectivo con 210 pacientes; según los resultados, se presentaron complicaciones de sangrado gástrico en el 5,7% de los pacientes tratados con ranitidina y no se reportaron complicaciones hemorrágicas en los que recibieron rabeprazol. (36). El estudio de Brophy y su equipo identificó sangrado el primer día del estudio en 9% de los pacientes tratados con famotidina frente a 5% de quienes recibían lansoprazol (37). Conrad y colaboradores encontraron sangrado gastrointestinal importante en 4,5% del grupo tratado con omeprazol y en 6,8% del tratado con cimetidina (38). Con estas cifras es posible suponer que hay superioridad de los inhibidores de la bomba de protones frente a los antagonistas de receptor H2 de histamina en la prevención del sangrado gástrico por úlceras por estrés (39, 40).
Riesgos asociados a la profilaxis de úlcera por estrés Debido al amplio uso de supresores de la acidez gástrica tanto intra como extrahospitalariamente, las potenciales complicaciones asociadas a este manejo han sido objeto de estudio. Entre ellas figuran mala absorción, neoplasia intestinal y, uno de los de mayor preocupación, aumento en el riesgo de adquirir neumonía. Para este último existen diferentes razones biológicas posibles: la primera, al inhibir la secreción ácida gástrica, es posible el sobrecrecimiento de bacterias y colonización de las vías digestivas altas y la subsecuente translocación al pulmón por aspiración; la segunda, la bomba hidrógeno-potasio-adenosina trifosfato ubicada en el tracto respiratorio provoca un efecto similar al visto en las vías digestivas altas y facilita la colonización bacteriana (2-4, 41). Bateman y colaboradores realizaron un estudio de cohorte con 21.214 pacientes que serían llevados a cirugía de revascularización coronaria; 46,3% usó inhibidores de la bomba de protones y el restante 56,7% inhibidores del receptor de histamina. De acuerdo con los resultados, 5% de los pacientes del primer grupo y 4,3% del segundo presentaron neumonía (42). Miano y equipo desarrollaron un estudio retrospectivo con 887 pacientes; 377 reci-
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bieron pantoprazol y 457 ranitidina; se presentó neumonía en 9,3% y 1,5% de los casos, respectivamente (43). En un estudio de casos y controles, Gulmez y colegas identificaron un riesgo asociado del uso de inhibidores de la bomba de protones con la aparición de neumonía adquirida en comunidad, especialmente en quienes habían comenzado a consumirlos recientemente (OR, 5,0; 95% intervalo de confianza 2,1-11,7) (44). Debido a las inconsistencias reportadas en algunos estudios respecto a la asociación entre el uso de moduladores del pH gástrico y la aparición de neumonía, Eom y colaboradores realizaron un metaanálisis que reunió 31 estudios. Este grupo de investigadores encontraron que el riesgo de neumonía se incrementa tanto en pacientes con inhibidores de la bomba de protones (OR 1,27, 95% intervalo de confianza (1,11-1,46) como con antagonistas de receptor de histamina 2 (OR ajustado 1,22, 95% IC 1,09-1,36) (41).
Profilaxis de úlceras por estrés en pacientes hospitalizados no críticos sin requerimiento de UCI
rragia de vías digestivas altas es una entidad rara en pacientes no críticos (46). En 2006 Qaader y su equipo desarrollaron un estudio retrospectivo de casos y controles con 17.707 pacientes para identificar factores de riesgo de sangrado intestinal en pacientes hospitalizados. De acuerdo con los resultados, 73 (0,41%) presentaron sangrado gastrointestinal importante durante la hospitalización o a las cuatro semanas de egreso. En cuanto a los factores de riesgo, hallaron que la terapia supresora de ácido gástrico previa a la hospitalización era el mayor determinante de sangrado gastrointestinal importante (OR=2,1; 95% CI 1,1-7,0); otro factor de riesgo era el uso de anticoagulación a dosis completa o el uso de clopidogrel; sin embargo, al ajustar la dosis plena, solo el uso de inhibidores de la bomba de protones previo a la hospitalización seguía siendo un factor determinante (47).
Eficacia de profilaxis en pacientes no críticos
Riesgo de hemorragia en pacientes no críticos
Grau y colegas realizaron en 1993 un estudio aleatorizado controlado para comparar cimetidina y sucralfato en la prevención de sangrado gastrointestinal; a 74 pacientes se les suministró cimetidina y a 70 sucralfato; se evidenció hemorragia en dos pacientes de cada grupo (2,7% y 2,8%, respectivamente); sin embargo, este estudio no comparó el riesgo contra el placebo, por tanto, no permite identificar la incidencia (48). Amaral y colegas desarrollaron una investigación retrospectiva en 2010 con 535 pacientes del servicio de medicina interna de un hospital en Portugal. Dividieron la población en tres grupos: 140 con omeprazol intravenoso, 193 con omeprazol oral, 202 sin terapia profiláctica. Según los resultados, solo un paciente (0,2%) presentó sangrado intestinal significativo (49).
Debido a que la úlcera gástrica por estrés se considera una entidad netamente de pacientes en estado crítico, existen pocos estudios que evalúen su incidencia en entornos diferentes a las UCI. Por esta razón, Herzig y colaboradores en 2011 condujeron un estudio con el fin de hallar la incidencia de sangrado gastrointestinal nosocomial con una cohorte final de 78.394 pacientes; encontraron una incidencia de 0,29%, lo cual indica que la hemo-
El estudio de Herzig y equipo evaluó la incidencia y mostró una relación del 0,63 (95% CI 0,42–0,93) de sangrado gastrointestinal nosocomial del grupo expuesto a terapia supresora frente al grupo sin esta, lo cual significa que sí tiene efecto protector frente al sangrado gastrointestinal, sin embargo, el número de pacientes que requieren profilaxis para prevenir un episodio de sangrado es de 770, por lo cual no se justifica su uso (46). Según el estudio de
Si bien el uso de la profilaxis contra úlcera por estrés tiene amplia evidencia y estudios en pacientes en unidad de cuidados intensivos (UCI), no ocurre lo mismo con pacientes que no la requieren; sin embargo, se ha extrapolado desde hace mucho tiempo esta práctica a otros escenarios y muchas veces en pacientes sin factores de riesgo para presentar úlceras por estrés. Se ha sugerido que este proceder generalmente está asociado a miedo a repercusiones legales y sangrado intestinal (45).
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Qaader y colaboradores con 17.707 pacientes, de los 73 pacientes que presentaron sangrado gastrointestinal solamente el 56,6%, o sea el 0,2% del total de población, se podría haber beneficiado de la terapia supresora de ácido gástrico. Sin embargo, no evaluaron la eficacia de dicha terapia (47).
Uso inapropiado de profilaxis en pacientes no críticos Heidelbaugh y su equipo en 2006 evaluaron a 1.769 pacientes a quienes se les administraba profilaxis contra úlcera por estrés con los criterios de la ASHP. De acuerdo con los resultados, 22,1% de estos pacientes recibía terapia sin indicación adecuada (50). Avendaño y colaboradores, en un estudio realizado con 798 pacientes en México, encontraron 62% de uso inadecuado de profilaxis frente a úlceras por estrés (51). Hwang y colegas evaluaron un total de 545 pacientes en una cohorte retrospectiva. A diferencia de los anteriores estudios, ellos sometieron al grupo a tres criterios diferentes: los indicados por la ASHP (Tabla 1), los establecidos por Cook, y otros autores que solo incluyeron ventilación mecánica y coagulopatía. En todos los estudios se evidenció uso inapropiado de la terapia, que osciló entre 32,1% y 54,9% de los casos dependiendo de qué criterios se usaran (18, 52). Este tema ha sido ampliamente evaluado; sin embargo, cada estudio emplea una definición de “apropiado” diferente: algunos siguen los criterios dados por la ASHP y otros los descritos por Cook y otros autores, por lo cual no se puede dar un consenso total en cuanto a la prescripción inadecuada de esta terapia. Lo evidente es que el uso inadecuado de estos medicamentos genera sobrecostos que pueden llegar a ascender hasta los 100.000 dólares anuales tan solo en la población fuera de los servicios de cuidado crítico (49).
DISCUSIÓN La evidencia disponible sobre la terapia profiláctica con supresores de la acidez gástrica en pacientes críticos y no críticos ha sido cuestionada debido a datos limitados y fallos metodológicos en los diversos estudios, inclusive las indicaciones de uso de profilaxis en pacientes con patologías específicas se están reevaluando. Tal es el caso de los pacientes 88
en estado de sepsis con los cuales no hay suficientes estudios para recomendar profilaxis frente a la úlcera por estrés (53, 54). En un intento de establecer su verdadera utilidad, Krag y colaboradores realizaron una revisión sistemática en la que encontraron que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre el placebo y la profilaxis en cuanto a mortalidad por sangrado gastrointestinal y aparición de neumonía. No obstante, en sus conclusiones muestran que la falta de calidad y cantidad de estudios no permiten evidenciar un verdadero beneficio o daño de la terapia profiláctica contra las úlceras por estrés (55). Otra revisión sistemática realizada por este grupo para elucidar el nivel de evidencia y el beneficio de la profilaxis contra las úlceras por estrés seleccionó 57 artículos y lo sometió a un análisis secuencial de los ensayos; sin embargo, no logró resultados concluyentes debido nuevamente a la discrepancia entre definiciones, y la necesidad de más datos acerca de la incidencia y mortalidad de esta entidad (56). El uso indiscriminado de la profilaxis contra la enfermedad de la mucosa gástrica relacionada con el estrés y úlceras por estrés es una práctica muy común tanto en nuestro medio como a nivel internacional. Esta práctica se presenta no solamente dentro de las unidades de cuidados intensivos sino también en pacientes no críticos debido a la extrapolación que se hace de los resultados en pacientes críticos. Muchas veces este comportamiento está asociado a miedo a sangrado intestinal y repercusiones legales, sin dar mayor relevancia a la probabilidad que tienen los inhibidores de la bomba de protones y los inhibidores del receptor H2 de histamina de generar reacciones adversas, interacciones y problemas relacionados con su uso en pacientes donde su indicación no es clara (6, 8-9, 12, 40). Teniendo en cuenta que en realidad son muy pocos los pacientes no críticos que presentan factores de riesgo para desarrollar úlceras por estrés, la indicación para inicio de la profilaxis debe ser muy bien justificada con el fin de disminuir la exposición de los pacientes a los efectos secundarios del uso crónico de moduladores de la secreción gástrica, como lo son las fracturas, niveles bajos de vitamina B12, entre otros micronutrientes, y agudamente la
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aparición de neumonía e infecciones por Clostridium difficile, si bien este último no tiene resultados concluyentes en los metaanálisis. En cuanto al costo-efectividad, ya sea de los inhibidores de la bomba de protones o los antagonistas de receptores H2 de histamina, es posible suponer que los primeros son más costo-efectivos, lo cual se ve reflejado en los distintos metaanálisis realizados a la fecha. Sin embargo, hay que resaltar la falta de una definición clara de sangrado significativo dentro de algunos estudios, la sobreestimación de los inhibidores de la bomba de protones debido al diseño subóptimo de los ensayos y la falta de ciego. La gran disminución de la incidencia de esta entidad en las UCI y la heterogeneidad de los estudios, según reportan los mismos investigadores, no permiten que haya un consenso acerca de si uno es superior al otro (28, 37, 39). Por esta razón es necesario mejorar la educación en el personal de salud frente esta práctica y dar a conocer las guías de la ASHP de 1999 pues a la fecha es la única guía sobre profilaxis contra úlceras por estrés disponible, con el fin de evitar exponer a los pacientes a riesgos innecesarios y realizar una práctica más costo-efectiva; al menos hasta que se realicen estudios prospectivos más grandes y se realice un nuevo consenso respecto a esta medida que a la fecha sigue siendo muy debatida por no decir no justificada (49). También se requiere individualizar a cada paciente considerando las diferentes variables que pueden influenciar el desarrollo de úlceras y sangrado por úlceras por estrés, ya que como se ha afirmado con antelación en otras revisiones sobre este tema, la hospitalización en cuidados intensivos por sí sola no es una indicación de profilaxis contra úlceras por estrés (57). Es importante resaltar que los resultados aquí discutidos en su mayoría están basados en metaanálisis y revisiones de la literatura, porque los estudios clínicos controlados sobre el tema son escasos y los desenlaces tenidos en cuenta son muy varios, lo cual dificulta llegar a conclusiones sobre este tema, ya que la mayoría de estos trabajos no han sido diseñados para el estudio de la terapia profiláctica con antiácidos; por el contrario, los datos sobre este tema son hallazgos secundarios. Por lo tanto, se hace necesario realizar estudios clínicos controlados que evalúen la eficacia y segu-
ridad de la profilaxis contra úlceras por estrés, tanto en pacientes críticos como no críticos.
CONCLUSIONES De acuerdo con los resultados de este trabajo, la profilaxis con supresores de la acidez gástrica en pacientes críticos y no críticos no se justifica de forma rutinaria debido a la baja incidencia actual de esta patología en pacientes críticos: el ingreso a la unidad de cuidados intensivos por sí sola no constituye una indicación de profilaxis. Por lo tanto, siempre se debe individualizar el caso y analizar si el paciente tiene criterios de riesgo para sangrado gastrointestinal que puedan justificar la inclusión de la terapia profiláctica con antiácidos. En lo referente a pacientes no internados en UCI, no existen hasta ahora estudios con una población significativa que evalúe la presencia de úlceras por estrés y por ende que permita dar una recomendación sobre usar los inhibidores de la acidez gástrica, además como se evidenció en el artículo de Qaader y colaboradores, el costo-beneficio de la profilaxis frente a úlceras por estrés no justifica su uso en pacientes no críticos y si se consideran las recomendaciones de la ASHP en esta población ni siquiera estaría indicada la prescripción de la profilaxis (47).
CONFLICTOS DE INTERESES Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
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| Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: ¿una práctica justificada? Ninfa Marlén Chaves T., Diego A. Nivia F.
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Artículo de Reflexión
Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program Cómo evitar los posibles obstáculos en un programa de intercambio de estudiantes internacionales Como evitar os possíveis obstáculos em um programa de intercâmbio de estudantes internacionais Sandra Janashak Cadena 1
ABSTRACT Throughout many parts of the world, cultural diversity and the impact on patient care continue to contribute to healthcare inequities, despite patients’ unmet pleas for cultural competency. Nurse educators often seek international opportunities as a way to enhance culturally diverse experiences for undergraduate students. Developing implementation strategies for international experiences can facilitate comprehensive and effective student encounters. Applying the International Relationship-Building Model developed by the author (2012), identification of potential pitfalls can contribute to enhanced professional relationships, minimized collaboration barriers, and maximized shared teaching opportunities for international experiences. Key words: cultural competency; cooperative behavior; faculty, nursing.
Recibido: 2015-03-07; aprobado: 2015-09-22 1. Nursing, Psychiatry/Mental Health, Doctorate in Nursing Science. Professor Titular, Universidad El Bosque, Bogota, Colombia. Professor, School of Nursing, Walden University, United States. Email: DrSJCadena@gmail.com
ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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| Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program Sandra Janashak Cadena
RESUMEN
RESUMO
La diversidad cultural y su impacto en el cuidado del paciente contribuyen a desigualdades persistentes en el cuidado de la salud a pesar de las necesidades por una competencia cultural. Las facultades de enfermería buscan oportunidades internacionales como una forma de facilitar las diversas experiencias culturales de los estudiantes en sus cursos de pregrado y desarrollar estrategias de implementación para experiencias internacionales, que puedan facilitar encuentros comprensivos y efectivos para los estudiantes. Es un proceso que está dirigido al desarrollo de la construcción de relaciones entre miembros profesionales de diferentes países y culturas que puedan ayudar a facilitar las relaciones profesionales, disminuir las barreras y compartir al máximo oportunidades de enseñanza para relaciones internacionales.
A diversidade cultural e seu impacto no cuidado do paciente contribuem para as desigualdades persistentes no cuidado da saúde, apesar das necessidades de uma competência cultural. As faculdades de enfermagem buscam oportunidades internacionais como uma forma de facilitar as diversas experiências culturais dos estudantes em seus cursos de graduação e desenvolver estratégias de implementação de experiências internacionais que possam facilitar encontros abrangentes e efetivos para os estudantes. É um processo que está voltado ao desenvolvimento da construção de relações entre membros profissionais de diferentes países e culturas que podem ajudar a facilitar as relações profissionais, diminuir as barreiras e compartilhar ao máximo oportunidades de ensino para as relações internacionais.
Palabras clave: competencia cultural; conducta cooperativa; docentes de enfermería.
Palavras-chave: competência cultural; conduta cooperativa; docentes de enfermagem
INTRODUCCIÓN In the patient care arena, nurses are expected to listen, understand, and provide both culturally sensitive and knowledgeable practice. “The Essentials of Baccalaureate Education for Professional Nursing Practice” identified that globalization of healthcare would require preparation of professional nurses to practice in a multicultural environment who possess skills needed for culturally competent care” (1). Opportunities that expose undergraduate nursing students to international experiences, such as service-learning and study abroad experiences in international and culturally diverse regions of the world, have been encouraged as facilitating cultural sensitivity and competency. Initially established in 2004 by the author as the founding Director, the Center for Global Health, located at a university in the United States, began student and faculty exchanges for clinical experiences, exploration of research projects, collaborative teaching, and curriculum consultation (2).
partnerships from different countries, cultures, and curricula (3). There are, however potential pitfalls that impede the building of international professional relationships. Application of this model reveals these barriers for collaboration and provides a framework to maximize shared teaching opportunities in global nursing practice. A brief review of this Relationship-Building Model sets the stage to understand the pitfalls and utilize the lessons learned.
Knowledgeable, culturally sensitive nursing faculties are crucial for international nursing student experiences. The Relationship-Building Model, developed by the author, is a process that systematically identifies stages and components of faculty
Nursing faculty often seek community healthrelated experiences that provide culturally unique learning experiences and expose students to multiple worldviews (1). This frequently focuses on contacting ministries of health rather than local
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CULTURE, INTERNATIONALIZATION AND COMPETENCY “Culture guides our thinking, doing, and being and becomes patterned expressions of who we are” (4). Integration of transcultural nursing concepts into our delivery of care intimately affects our encounters with and our perception of culture, cultural diversity and cultural universality (4-8).
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Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program | Sandra Janashak Cadena
universities and nursing programs. It is also not unusual for United States (US) nursing programs to not initiate formal contacts with agencies or institutions within a country. Local nursing programs are either overlooked or not viewed as valuable. International nurse educators in a receiving country, for example, often voice concerns about study abroad nursing programs that “appear” in their communities, having no knowledge of their presence. Study abroad nursing experiences sporadically attempt to connect with nursing faculty, at times in an authoritarian manner, ignoring missed opportunities to establish connections or build relationships between international nursing colleagues. International nurse educators have similar education, roles, and responsibilities that can be an untapped resource that could bridge programs, universities and communities.
ill prepared for intercultural communication and dependent upon diversity committees to provide cultural sensitivity training. Enhancing cultural awareness and competency contributes to being positioned to initiate international programs.
NURSE EDUCATOR ROLES AND PREPARATION
Visiting nurse educators often acknowledge that international nurse educators have specific expertise, education, and professional identification. Although international nurse educators vary in training and education, they often have comparable master’s degrees or certifications beyond basic nurse training. Nursing faculty shortages are evident in many parts of the world so visiting faculty from outside countries could be perceived as a welcome guest or intruder into the nursing education community. Enhanced preparation about the culture, community and views of nursing educators will assist the visiting faculty to arrive being aware, knowledgeable and prepared.
Professional identity and preparation According to Weinstein & Brooks, nursing faculty throughout the world embrace values of individual professionalism including integrity, commitment, knowledge, expertise, and a dedication to the development of future nurses. The majority of nurse educators have a variety of expertise, including acute critical care, women’s health, pediatrics, mental health, research, and community health (7). Do all nursing faculty have the skills and interests to undertake international programs? As universities worldwide focus on demands of globalization, the burden often falls to faculty to forge opportunities: […] set up and implement programs, identify resources, and coordinate student experiences in safe and comprehensive programs that meet course, college, and university objectives. A process that blends the complexities of cultural competency and international program development can assist faculty who strive for international nursing curricula (3).
Professional preparation rarely includes cultural competency knowledge for nursing faculty. Many nursing programs integrate learning objectives of cultural competency and expect faculty to simultaneously be culturally competent and “teach” cultural competency (8). Instructors are frequently
Personal values of flexibility and acceptance are also paramount for international nursing preparation. Potential faculty who plan to participate are encouraged to utilize self-reflection, enhanced self-awareness, and minimization of assumptions of cultural acceptance (3). All humans come to new and unknown situations with a variety of responses and international faculty colleagues living in developing or poor-resource countries present with their own personal stresses and assumptions of cultural sensitivity.
International nurse colleague perspectives
A PROCESS OF RELATIONSHIP-BUILDING In order to identify potential barriers and pitfalls of an international nursing experience, it is helpful to review the Relationship-Building Model (3). According to Cadena “the development of a process that emphasizes relationship-building of international faculty partnerships contributes to cultural competencies, cultivation of professional relationships, and the advancement of international nursing practice” (3). This process provides strategies for the identification of collegial working relationships with international faculty colleagues in both clinical and academic settings that promotes
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positive learning environments. Sustainability in a community involves establishing and maintaining relationships with colleagues in nursing programs in order to share similarities, identify and understand differences in pedagogy, and review and compare curricula within a cultural and nursing context. The Model includes methods for identifying potential international institutions, implementation of connections, and delineating strengths and barriers for implementing international nursing programs(3).
The Model An overview of the Relationship-Building Model includes four components with multiple strategies: 1) making connections, 2) establishing associations, 3) cultivating linkages, and 4) shared teaching (3). Each component will be reviewed for application that reveals potential pitfalls and barriers.
Making connections Various opportunities abound to make contact with international faculty at conferences, through mutual contacts, by invitations from governments or institutions, or networking with colleagues who have prior international experiences. In many countries, initial face-to-face contact is perceived to be most courteous. As that is not always possible, a telephone conference call that incorporates the referring individual is a productive option. According to the Model, “if faculty have already initiated study abroad visits, a search in the community for the nursing program that serves the community of interest via website, word of mouth, or clinic contacts will facilitate meetings” (3).
Establishing associations Mutual respect and trust are cherished values throughout most of the global nursing community. Nurses in many developing and resource-poor countries revere Florence Nightingale’s philosophy and principles (7). The Model notes that “knowledge about such values and the reigning philosophy of the receiving country’s nursing community will enhance conversations that are understood among colleagues” (3). 96
Cultural knowledge is critical for faculty prior to connecting with faculty from other countries. Strategies the Model identifies that enhance one’s cultural knowledge include 1) Identification and review of specific literature that discusses cultural awareness, 2) A focus on the country’s cultural norms and values, and 3) Actively seeking out individuals within your own community from that country (3). It is common for individuals to be unable to articulate the differences between their own and the present culture. Particularly if they are immigrants, a helpful technique is to elicit examples about similar and dissimilar experiences. In many countries, what behaviors exhibit respect in the receiving country? For example, presenting one’s business card by standing and offering the card with both hands, for example is often seen as mutually respectful, establishing a positive first impression. People from the United States are often perceived by other cultures in stereotypical fashion. They are criticized as being aggressive, self-centered, and arrogant (9). Women instructors, however, may be viewed admirably for being assertive, knowledgeable, and caring, particularly by other women instructors. According to the Model, “visiting faculty may create an inconvenience or precipitate a problem, but international colleagues may not discuss the resulting difficulties, attempting to deflect shame from visiting faculty” (3). It is difficult at times to ascertain the impact one has on international faculty and students. At other times, faculty are perceived as being “more important” simply by being present, possibly eliciting feelings of jealousy and competition. When female faculty establish associations with other faculty in countries where women are perceived as ineffective, knowledgeable faculty can model respectful yet assertive behaviors in meetings, negotiations and communities (2). Gift exchanges in many countries are an expectation symbolizing mutual respect, acknowledgment of a person’s self-worth and an opportunity for personal connectedness (3). It is customary to exchange small tokens of appreciation at every visit to all individuals. There is usually, however, a gift giving hierarchy. More costly gifts are earmarked for directors and deans; the most expensive and/or esteemed gifts are
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reserved for presidents of universities and government dignitaries. Visiting faculty should maintain a list of gifts and recipients from each trip. Giving the same gift twice is perceived as neglectful and is a small but important aspect of relationship building. Knowledge of the country’s historical views on nurses, women, healthcare, and healthcare rights should be explored prior to faculty visits. According to the Relationship-Building Model, “information may be limited therefore visiting faculty should seek opportunities to explore these topics with international faculty and students. Visiting faculty must have an understanding of international faculty roles, limitations and opportunities for nurses prior to their trip” (3). As the Model emphasized, an orientation to goal setting establishes a focus that builds associations in international nursing programs. Historically, there have been study abroad programs in nursing, public health, and other disciplines that travel to countries only to utilize opportunities for their own programs. At times, these program participants engage in conversations and planning, only to return to the original country and fail to follow through on the planning and discussions. Many developing countries have experienced decades of “false promises” and are understandably cautious to make commitments. As the Model states, “mutual decision-making with specific short-term goals and achievable accomplishments, particularly from the initiating faculty, will establish credibility and foster engagement with the international faculty” (3). Development of these goals where both parties can contribute and benefit will enhance the program’s sustainability. Whether it is an exchange of students, faculty, curricula or research projects, visiting faculty should explore how each party can assist and contribute to mutual enhancement. To be perceived as self-serving is detrimental to the relationships. Initially, there may not be equal contribution among faculty. Visiting faculty, viewed as “rich” with accessible resources, may be approached to provide these unattainable resources. Both faculties benefit when the focus is on shared and reciprocated knowledge and opportunities that enhance equality, rather than an unequal contribution (3).
Cultivating linkages As mutually respectful relationships have been established, maintenance of projects and sustainability of these linkages is the third step in the process. According to the Model, maintaining contact with new colleagues is critical. Often that responsibility belongs to the initiating faculty. Many faculty throughout the world depend upon email communications and thus sending information is simplified (3). It is helpful to remember, however, that Internet access is often unreliable. There may be days and weeks between communications. Rapid responses are expected in the United States and slow responses are often assigned negative meanings. How one communicates is also approached cautiously. Contrite responses, for example, may be perceived as respectful of one’s time, not abrupt and rude. Teleconferences are also avenues of communication that can facilitate ongoing connectedness. Face-to-face interactions using such platforms as “Skype” and “FaceTime” for example, are helpful if the receiving country has the capacity for such communications. Often times, facilitating relationship-building is enhanced by inviting the receiving country faculty to present in one’s class, or inviting students to participate in international classroom discussions as strategies to maintain connectivity with minimal resource allocation. Finally, knowledge of cultural styles of communication, whether it is face-to-face, telephone, or electronically is needed. The question, for example, of who is expected to contact whom is important to clarify. According to the Model: […] it is essential to explore preferences and perceptions of your style of communication and make adjustments if needed to enhance effective communication. Consistent and productive communication will contribute to identifying opportunities and facilitate implementation of teaching opportunities among visiting and international faculty (3).
Shared teaching With the development of international nursing programs, curriculum comparisons and ongoing discussions can provide opportunities for international faculty to identify similarities and potential conflicts between programs. Community health and public health, for example, are perceived diffe-
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rently in countries. Public health in a community is the administrative and political aspect of healthcare delivery. Community health on the other hand, often the purview of nursing, is focuses on prevention and promotion of healthcare. Philosophies of many international nursing programs emphasize that nurses only concern themselves with prevention and promotion of health in all settings and not diagnoses nor interventions. The majority of United States’ nursing programs emphasize the medical model paradigm of diagnostic reasoning, clinical decision-making and institutional interventions. According to the Model, “this may contradict and impede the effectiveness of communicating with international faculty and agenda development” (3). Mutual development of agendas for exchange programs, student immersion experiences, research projects and faculty consultation can be accomplished through ongoing communication. Setting these agendas is dependent upon available resources in the international community. It is not uncommon for communities and institutions to confirm the plans and agendas, only to find that these plans are not able to be put into place. According to the Model: […] faculty finds that there is a high level of change requiring flexibility on planning and implementation. Having clear, unambiguous objectives for the learning experiences agreed upon by both faculty groups will facilitate the variation that accompanies international travel without sacrificing the requirements of the program (3).
Another aspect that internationalization takes into account is that faculty-student relationships vary in nursing programs and are often dependent upon perceived authority and roles in the receiving country. Instructors often hold students to high standards of knowledge and practice and may not offer assistance, demanding that students ask few questions. The pedagogy in the United States, however approaches instructors as facilitators of information. This facilitation role may “include individual work with students, mutual goal-setting, and a sense of equality” (10). In developing countries, however, the faculty role may be either more authoritarian, expecting students to “figure it out themselves” or maternalistic, having support/therapy sessions with students concerning personal lives and struggles. 98
Sustainability and funding support Development of international nursing programs, like all aspects of higher education, requires attention to the provision of resources. International experiences are often not obtainable by faculty and students in resource-poor countries. Nursing programs in the United States also struggle with allocation of resources to a myriad of demands. Carefully thought out international programs, therefore, must include reasonable estimates of costs for short and long-term plans. Funding for sustainability can include various approaches, according to the Model (3). Student fees can cover costs of student study abroad programs by integrating faculty costs into the programs. This study abroad approach should include payments, if possible, to the receiving country faculty for their efforts, solidifying commitments to program planning and implementation. In-kind commitments are also viable alternatives to funding ongoing international program. Community health courses, both didactic and clinical experiences that are required in the baccalaureate-nursing program, can include options for international experiences. Curriculum placement so that students can participate in these experiences offers many students the opportunity to utilize scholarships and financial aid (3). Development and implementation of co-sponsored international conferences is another possibility for revenue generation. These offerings can contribute to relationship-building among faculty and institutions, generating funds to be utilized to offset international program, faculty and student costs. Foundations and donors are often untapped resources that can support international nursing experiences. Many community donors with international ties are willing to support student nursing experiences, particularly if these experiences are conducted in one’s home country.
OBSTACLES Obstacles identified in the Relationship-Building Model were “categorized into six areas, 1) historical country relationships, 2) judgments, 3) intercultural stress, 4) international faculty issues, 5) time
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orientation, and 6) expectations” (3). Oftentimes, countries around the globe have experiences or develop perceptions about United States’ decisions that are historically unfavorable to the welfare of the visiting country. The media portrayal of United States citizens throughout history, particularly women for example, may negatively contribute to stereotypes that potentially impede mutual understanding and respect. The visiting countries’ own historical struggles also have far-reaching ramifications for healthcare, resource allocation, and academic emphases. Developing countries in South America, for example, have struggled for decades about human rights, emphasizing ethical concerns that trump all aspects of decision-making. Not knowing a countries’ past and present political struggles and incorporating that worldview can impede relationship-building as the invited faculty can minimize the importance of the historical context. Judgments and the tendency to evaluate what one sees, hears and experiences in a country different than one’s own can become a barrier to relationship-building. According to the Model, it takes 1) awareness of a tendency to “close our minds” and, 2) courage to risk changing our own perceptions and values, in order to comprehend why someone acts and thinks differently than us (3). Intercultural stress is often considered to be inherent in intercultural encounters, disturbing the equilibrium in an individual’s system and worldview. Grant and others (11), perceived intercultural competence as a means to “manage stress, regain internal balance, and carry out communication process in such a way as to contribute to successful outcomes”. Adding to this stress is that faculty from both countries may approach the other with assumed superiority or inferiority. This worldview may be unconsciously ingrained and only evident in subtle attitudes, behaviors, and communication. International faculty issues can include assumptions of similarities that appear to be embraced by U.S. citizens more than those of other cultures. In attempts to find similarities, faculty may unwittingly dismiss important differences. Persons from other countries such as Japan, for example, view themselves more different than other cultures and hence do not expect persons from other cultures to understand them (12).
According to the Model, another potential pitfall is that the sense of the passage of time is frequently problematic among cultures with different time orientations. “Let’s do it tomorrow” when there is no time frame for what is “tomorrow”, can be misunderstood as a manipulative delay or disrespectful, when time, work, and other values compete for attention and priorities (8, 13). Setting up meetings, appointments, and schedules should take into consideration flexibility and the “acceptable” timeframes. In the receiving country, for example, a scheduled meeting at 7:00 am infers that participants leave their homes at 7:00 am - the meeting starts only after all members arrive at 8:15 am. When applying the Model, an identified potential pitfall and barrier is when expectations impact not only perceptions of time but also many other aspects in the international arena (5). According to Jefferies, “intercultural interaction is seen as a situation in which the way others’ behavior is categorized (that is, given meaning) is often inaccurate or inappropriate due to unfamiliar cues” (14). These errors cause incorrect expectations, which decreases problem solving ability, adaptability, and health. A better understanding of this phenomena can be gained through an awareness of how information is believed to be organized in meaningful ways in human thought: information is classified and categorized on the basis of similarity. In making predictions about individual reactions to people of other cultures at both the attitudinal and behavioral level, understanding individuals in an intercultural context is enhanced (15). For example, visiting faculty benefit from ongoing discussions with experienced international faculty about met and unmet expectations. An open dialogue about both disappointments and positive decisions or outcomes will facilitate everyone’s classification of meanings into new and conducive frameworks. Preventing potential frustration and disenchantment is the cement of relationship-building (3).
LESSONS LEARNED AND PITFALLS AVOIDED Lessons have been learned and pitfalls avoided by the development and application of the Relationship-Building Model. For over a decade, an international nursing program was established and
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maintained, resulting in three predominant lessons learned with recommendations for current and future programs (3). First, language differences, often seen as a barrier and pitfall, can be viewed as a potential strength. Although the ability to speak the language is always helpful and critical at times of negotiation, nonverbal language is a powerful and universal tool once faculty establish understandings and clarify misunderstandings. Provision of translators can be helpful. Requiring faculty from both countries to be painstakingly articulate and communicate, however, provides opportunities to explain terminology, philosophies, curricula and agendas in detail not often required in one’s daily work. International nursing faculty, for example, have consistently remarked that only when they are responding to questions by visiting faculty do they find that they have misunderstood their own faculty in their own programs (3).
keep their promises” contribute to undermining the credibility of all nursing programs attempting to globalize (3).
A second lesson learned and pitfall to be avoided is to not focus on one’s own agenda when connecting with international colleagues (3). A visiting faculty member can become excited when faced with endless opportunities for exchange, practice, or research projects. Concentrating solely on the visiting faculty’s needs and interests will undermine relationship-building. Sustainability of the program will be sacrificed and visiting faculty will be perceived as opportunistic and manipulative. As one international instructor politely stated, “We don’t work like that here”. A visiting faculty, for example, stopped receiving any communication with the international faculty with whom he believed to have established a strong initial connection. The program failed and the visiting faculty remained unaware of the impact of his behaviors.
2. Cadena SJ. Establishing an international undergraduate nursing program: cultural and collaborative processes. Paper presentation at the XXIX International Nursing Society Conference; 2010. New Orleans, LA, USA.
The Model emphasizes to always “do what you say you are going to do”. Previous nursing programs with promises of engagement and resources, and did not adequately follow-up, may precede a new international nursing program coming to the visiting country. Relationship-building based on mutual respect, building of trust and ongoing, open communication avoids the consequences of broken promises. Visiting faculty who “do not
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SUMMARY Nursing faculty who pursue opportunities in the global arena to develop international student nursing experiences benefit from understanding a model of relationship-building. Application of these concepts and strategies will enhance the success of the international experiences, avoid potential obstacles and pitfalls and provide learning experiences for all students and faculty engaged in internationalizing nursing programs.
REFERENCES 1. American Association of Colleges of Nursing. The essentials of baccalaureate education for professional nursing practice. 2008, Oct.
3. Cadena SJ. Model development for international nurse educator partnerships: relationship-building process and strategies. MedUNAB, 2012. 15 (2):99-105. 4. Giger J, Davidhizar R, Purnell L, Harden J, Phillips J, Strickland O. American academy of nursing expert panel report: developing cultural competence to eliminate health disparities in ethnic minorities and other vulnerable populations. J Transcult Nursing; 2007. 18 (2): 95-102. 5. Cadena SJ. Panama. In: Fitzpatrick J, Shultz CM, Aiken TD Editors. Giving through teaching: how nurse educators are changing the world. New York: Springer; 2010. p. 289-293. 6. Leininger M. Culture care theory: a major contribution to advance transcultural nursing knowledge and practices. J Transcult Nursing; 2002. 13 (3):189-192. 7. Purnell L, Paulanka B. Transcultural health care: a culturally competent approach. Philadelphia, PA: FA Davis; 2008. 8. Diaz Usme O. Cultural Competence in Nursing Undergraduate Education and its Relation to Mental Health Care. Presentation at the American Psychiatric Nurses Association XXV Annual Conference; 2015 9. Ray M. Transcultural caring dynamics in nursing and health care. Philadelphia, PA: FA Davis; 2010.
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 93-101 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program | Sandra Janashak Cadena
10. Barna LM. Stumbling blocks in intercultural communication. In: Samovar LA, Porter, RE editors. Intercultural communication: a reader, 7th edition. Belmont, CA: Wadsworth; 2004. 337-346. 11. Campinha-Bacote J. The process of cultural competence in the delivery of healthcare services: a culturally competent model of care. Transcultural C.A.R.E Associates; 2003. 12. Grant LF, Letzring TD. Status of cultural competence in nursing education: a literature review. J Multicult Nurs Health; 2003. 9 (2): 6-13. 13. Weinstein S, Brooks A. Nursing without borders. Indianapolis, IN: Sigma Theta Tau International; 2007. 14. Jeffries M. Teaching cultural competence in nursing and health care. New York: Springer; 2006. 15. Duffy M. A critique of cultural education in nursing. J Adv Nurs; 2001. 36:487-495.
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 93-101 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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Pares Evaluadores • Adriana Marcela Monroy Garzón. Enfermera, •
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magíster en Enfermería. Fundación Cardioinfantil Alba Lucero López Díaz. Enfermera, magíster y doctora en Enfermería. Universidad Nacional de Colombia Ana Cecilia Becerra Pabón. Enfermera, especialista en Enfermería Maternoperinatal y en Docencia Universitaria, doctora en Ciencias de la Educación. Universidad El Bosque Ana Luisa Velandia Mora. Enfermera, magíster en Administración de Servicios de Enfermería, doctora en Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Colombia Blanca Margarita Jaramillo Gálvez. Enfermera, especialista en Docencia Universitaria y en Gestión en Rehabilitación, candidata a magíster en Psicogerontología. Universidad El Bosque Claudia Isabel Córdoba Sánchez. Enfermera, especialista en Política Social, magíster en Pediatría, doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Pontificia Universidad Javeriana Diana Carolina Romero Martínez. Profesional en Relaciones Económicas Internacionales, especialista en Gestión Estratégica de Internacionalización de la Educación Superior. Universidad El Bosque Diana Marcela Buitrago Ramírez. Bacterióloga y Laboratorista Clínico, doctora en Ciencias Farmacéuticas. Universidad El Bosque, Universidad Nacional de Colombia Dora Stella Melo Hurtado. Enfermera, especialista en Investigación en Drogas, magíster en Enfermería con Énfasis en Salud Familiar y Atención Primaria. Pontificia Universidad Javeriana Édgar Antonio Ibáñez Pinilla. Ingeniero Catastral y Geodesta, especialista en Docencia Universitaria y en Estadística, magíster en Epidemiologia Clínica. Universidad El Bosque Edwin Danilo Suárez Bautista. Profesional en Relaciones Internacionales. Universidad El Bosque Emperatriz Eugenia Santamaría Muñoz. Enfermera, Abogada, especialista en Derecho de
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Familia, en Derecho disciplinario y en Docencia Universitaria, candidata a magíster en Bioética. Tribunal Nacional Ético de Enfermería Federico Andrade Rivas. Ingeniero Ambiental y Antropólogo, magíster en Salud Pública. Universidad El Bosque Gloria Judith Sepúlveda Carrillo. Enfermera, magíster en Epidemiología, doctora en Salud Colectiva. Pontificia Universidad Javeriana Gloria Lucía Arango Bayer. Enfermera, especialista en Bioética, magíster en Administración en Salud, doctora en Bioética. Universidad Nacional de Colombia Jaime Alberto Ospina Ramírez. Médico, especialista en Pediatría y en Docencia Universitaria. Clínica del Country Jeannette Torres Benavides. Psicóloga, especialista en Psicología de la Salud y en Docencia Universitaria. Universidad El Bosque Julio César García Casallas. Químico Farmacéutico, Médico Cirujano, especialista en Medicina Interna y en Farmacología Clínica, magíster en Farmacología y en Fármacoeconomia. Universidad El Bosque, Clínica Universidad de La Sabana Leonardo Arévalo Mora. Médico Cirujano, magíster en Salud Sexual y Reproductiva. Centro de expertos para atención integral Cepain IPS Liliane Bauer Feldman. Enfermera, doctora en Ciencias de la Salud. Grupo de investigación GEPAV-SE, Escuela Paulista de Enfermería, Universidad Federal de Sao Paulo, Brasil Luz Angélica Muñoz González. Enfermera Universitaria, especialista en Licenciatura, en Enfermería y en Salud Pública, magíster en Salud Pública, doctora en Enfermería. Universidad Andrés Bello, Chile Manuel Lillo Crespo. Enfermero, Antropólogo Social y Cultural, especialista en Antropología Médica y de la Salud, en Administración de Empresas y en Investigación en Enfermería, doctor en Antropología de la Salud y Enfer-
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| Pares Evaluadores
mería. Hospital Clínica Vistahermosa, Alicante (España), Universidad de Alicante (España) • María Catalina Bagés Mesa. Médico, especialista en Pediatría y Nutriología, magíster en Nutrición Clínica Pediátrica y Alimentos. Universidad El Bosque • María Helena Mora González. Médica Cirujana, especialista en Docencia Universitaria y en Gestión Financiera Pública y Análisis de Métodos Demográficos, candidata a magíster en Estudios de Población, magíster en Administración en Salud, doctorante de Estudios Políticos. Universidad El Bosque • María Mercedes Lafaurie Villamil. Psicóloga,
magíster en Igualdad y Género. Universidad El Bosque • Martha Inés López Trujillo. Antropóloga, espe-
cialista en Filosofía de la Ciencia, magíster en Antropología Social y en Docencia de la Educación Superior. Universidad El Bosque • Miguel Sánchez Cárdenas. Enfermero, magíster en Administración de Servicios de Salud, doctor en Bioética (c). Universidad El Bosque • Miguel Francisco Cabal Escandón. Economista, especialista en Economía Monetaria, doctor en
Economía Agrícola. Consultor independiente, Toronto, Canadá • Nohora Alicia Sánchez Castro. Enfermera, espe-
cialista en Docencia Universitaria, magíster en Administración en Salud. Universidad El Bosque
• Norma Alexandra Marín Morales. Enfermera,
especialista en Docencia Universitaria, magíster en Docencia de la Educación Superior. Universidad El Bosque
• Pablo Leonardo Fajardo Montaña. Sociólogo,
especialista en Docencia Universitaria, magíster en Bioética y Medio Ambiente. Universidad El Bosque, Universidad del Rosario
• Rita Cecilia Plata de Silva. Enfermera, espe-
cialista en Docencia Universitaria, magíster en Psicología Comunitaria y en Salud Sexual y Reproductiva. Universidad El Bosque
• Ruby del Rosario Osorio Noriega. Psicóloga,
especialista en Docencia Universitaria, magíster en Docencia en la Educación Superior. Universidad El Bosque
• Victoria Eugenia Cabal Escandón. Enfermera,
magíster en Educación e Investigación. Universidad El Bosque
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Código de Ética Este Código de Ética contiene los lineamientos que los autores de los artículos postulados a la Revista Colombiana de Enfermería deben tener en cuenta para la preparación, elaboración y envío de sus artículos. Así mismo contiene los parámetros éticos para los pares académicos y para los miembros del Comité Editorial. La Revista Colombiana de Enfermería, publicación eminentemente científica y arbitrada, publica artículos originales en español y otros idiomas, especialmente inglés y portugués, relacionados con el área de la salud. El contenido de los artículos debe estar dentro del marco de la misión y visión de la revista y cumplir con los criterios de originalidad, novedad y metodología. Los artículos deben evidenciar la importancia del tema tratado en función de la mejora de aspectos relacionados con la salud y bienestar de la humanidad. Además deben contener citas y referencias bibliográficas recientes que sustenten los contenidos abordados, presentadas según el estilo Vancouver. El fraude, la publicación duplicada y el plagio serán vigilados y combatidos y no se aceptarán en forma alguna. La carta de postulación del artículo a la Revista Colombiana de Enfermería debe contener los siguientes aspectos: • Indicar que los autores están de acuerdo con
el contenido, organización y presentación del artículo. • Declarar que el artículo es original, que no se
ha publicado con anterioridad y que no se va a presentar a otra revista nacional o internacional mientras esté en proceso de evaluación por parte del Comité Editorial de la Revista Colombiana de Enfermería. • Declarar que los autores han respetado
el derecho a la intimidad de las personas 104
que participaron en la investigación, que han cumplido con normas éticas de experimentación con humanos y que en los agradecimientos incluyeron a las personas, que sin ser autores, participaron de forma especial en la realización del estudio. • Indicar que los autores no tienen conflictos de
intereses; en caso de haberlos se debe hacer la nota correspondiente. • Autorizar a la Revista Colombiana de Enfer-
mería para reproducir el texto, figuras o cualquier otro material que tenga reserva de derechos; también para realizar ajustes en el contenido y estilo del artículo por parte de los revisores de traducción y de estilo. • Incluir el nombre completo, documento de
identificación y firma de todos los autores. Todos los artículos serán evaluados por pares académicos, profesionales expertos en el área temática del artículo, que evaluarán su calidad científica y académica y darán su concepto según la guía que la revista tiene para tal fin. Los conceptos y recomendaciones de los pares académicos se enviarán a los autores para que sirvan de retroalimentación que redunde en la calidad de los documentos a publicar. Todos los artículos serán evaluados para detectar plagio o similitud con documentos ya publicados. Las identidades tanto de los autores como de los pares académicos no se darán a conocer para mantener la confidencialidad del proceso. Los pares académicos deberán manejar los artículos con el debido carácter confidencial de tal manera que no podrán darlos a conocer a otras personas o instancias. El editor y los miembros del Comité Editorial tomarán la decisión de publicar los artículos en forma imparcial, basados en la originalidad, relevancia y calidad científica y académica de cada documento y no a preferencias personales.
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| Código de Ética
La recepción del artículo por parte de la Revista Colombiana de Enfermería no implica obligación para su publicación ni compromiso con respecto a su fecha de publicación. En ningún caso, los autores recibirán pago por la inclusión de su documento en la revista. La Revista Colombiana de Enfermería se reservará todos los derechos legales de reproducción de los artículos que publique. Ninguna publicación, nacional o extranjera, podrá reproducir ni traducir los artículos ni los resúmenes de la revista sin previa autorización escrita del editor. Ni la Revista Colombiana de Enfermería ni la Universidad El Bosque asumen responsabilidad alguna por los puntos de vista expresados por los autores. Los nombres de equipos, materiales y productos manufacturados, incluyendo fármacos que eventualmente puedan mencionarse, no implican recomendación ni propaganda para su uso y sólo se mencionan como identificación gené-
rica. Así mismo, la revista no se hace responsable por los contenidos ni permanencia de los sitios enlazados en los artículos publicados. En todo momento el Editor de la revista recibirá y tramitará comunicados de quejas, reclamos o comentarios relacionados con los artículos publicados. Así mismo se compromete a publicar las correcciones o rectificaciones derivadas de la edición de los documentos publicados. La Revista Colombiana de Enfermería no publicará información comercial; solamente dará a conocer eventos académicos desarrollados al interior de la Universidad El Bosque, cuando así lo decida. En todos los casos la Revista Colombiana de Enfermería adhiere el Código de Ética del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE), el cual puede ser consultado en: http:// www.icmje.org/
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Code of Ethics These instructions to authors contain guidelines for the preparation, elaboration, and submission of manuscripts. Also contained are ethical standards for academic peers and members of the Editorial Committee. The Revista Colombiana de Enfermería is an exclusively scientific and peer-reviewed publication. Manuscripts are published in Spanish and other languages, especially English and Portuguese, and must be related to healthcare areas of study. The content of the manuscripts must be in accordance with the journal’s Mission and Vision and adhere to the criteria of originality, novelty and methodology. Manuscripts must demonstrate the importance of the topic in improving aspects related to the health and welfare of mankind. The manuscripts must also contain citations and recent references that support the content addressed, following the Vancouver style. Fraud, duplicate publication and plagiarism will be monitored and removed, and are not acceptable in any way. The letter must contain the following elements: • An indication by the author(s) in which he/
they approve the content, organization and presentation of the manuscript. • Declare that the material is original and
was/will not be published on a national or international journal while evaluated for the Editors Review Board of the Revista Colombiana de Enfermería. • Declare that the authors have respected the
privacy rights of any individual who participated in the research, that they have followed the ethical rules concerning human experimentation and that in the acknowledgments
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they included any person that was involved in the study but not were an author. • Indicate whether or not there is a conflict of
interest; if there is it should be expressed. • Authorize the Revista Colombiana de Enfer-
mería to reproduce the text, figures or any other copyright material; make changes in content or style of the manuscript by the editors of translation and style. • Full name (Name, middle name and last
name), ID and signature of every author. Academic peers, experts in the subject area of the manuscript, who will determine the scientific and academic quality of the material in accordance with the Journal guidelines, review all manuscripts. Concepts and recommendations from academic peers are sent to authors to serve as feedback to improve the quality of papers published. All items will be screened for plagiarism or similarity to published documents. The identity of the authors and peer reviewers will not be disclosed in order to maintain the confidentiality of the process. Academic peers should handle items with all due confidentiality so that may not make them known to other persons or entities. The editor and members of the Editorial Committee will decide to publish manuscripts impartially, based on originality, relevance and scientific and academic quality of each document, and not based on personal preference. The submission of the manuscript to the Revista Colombiana de Enfermería does not imply an obligation for publication or commitment to publish on a certain date. Authors will not receive payment for the inclusion of the paper in the journal. The Revista
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| Code of Ethics
Colombiana de Enfermería reserves all legal rights of reproduction of the published manuscripts. No publication, domestic or foreign, may reproduce or translate manuscripts and summaries of the magazine without written permission of the publisher. Neither the Revista Colombiana de Enfermería nor the El Bosque University assumes any responsibility for the views expressed by the authors. The names of equipment, materials and manufactured products, including drugs that may eventually be mentioned, neither recommends nor advertises their use and are mentioned only as a generic identification. Additionally, the Revista is not responsible for the content or permanence of the web sites linked in published manuscripts.
The Editor of the Revista will at all times receive and process letters of complaint, criticisms or comments regarding manuscripts published. The Editor will also publish corrections or adjustments resulting from editing of published documents. The Revista Colombiana de Enfermería will not publish commercial information; it will publish only academic events developed internally within the El Bosque University, when so decided. The Revista Colombiana de Enfermería always adheres to the Code of Ethics of the International Committee of Medical Journal Editors (ICMJE), which can be found at: http://www.icmje.org/
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Código de Ética Estas instruções aos autores contêm as diretrizes que devem ser levadas em conta para a preparação, elaboração e envio de seus artigos. Também contêm padrões éticos para pares acadêmicos e membros do Comitê Editorial. A Revista Colombiana de Enfermería é uma publicação exclusivamente científica e revisada por pares. Os artigos são publicados em espanhol e outras línguas, especialmente inglês e português, e devem estar relacionados às áreas de estudo de cuidados de saúde. O conteúdo dos artigos deve estar de acordo com a Missão e Visão do periódico, e seguir o critério de originalidade, novidade e metodologia. Os artigos devem demonstrar a importância do tópico na melhora de aspectos relacionados à saúde e bem-estar da humanidade. Eles, também, devem conter citações e referências recentes que deem suporte ao conteúdo que está sendo passado, seguindo as normas Vancouver. Fraude, publicação duplicada e plágio serão monitorados e removidos, e não são, de modo algum, aceitáveis. A carta que acompanha o artigo deve conter o seguinte: • Indicação
da revisão, a aprovação do conteúdo, organização e publicação por todos os autores.
• Declarar se o material é original e não foi
nem será publicado a nível nacional ou internacional enquanto avaliado para o Conselho de Revisão Editores da Revista Colombiana de Enfermería. • Declarar que os autores têm respeitado o
direito à intimidade das pessoas que contribuíram na pesquisa, que tem cumprido as regras éticas de experimentos com pessoas e que nos agradecimentos as incluíram. Os 108
agradecimentos devem ser direcionados para indivíduos que contribuem substancialmente para o artigo, sem serem autores. • Indique se há ou não um conflito de inte-
resses, se houver, deve ser expresso. • Autorizar a Revista Colombiana de Enfer-
mería para reproduzir o texto, figuras ou qualquer outro material com direitos, fazer ajustes no conteúdo ou o estilo do manuscrito pelos editores (tradução e estilo). • Nome completo (nome, segundo nome e
sobrenome), RG e assinatura de cada autor. Todos os manuscritos são revistos por pares acadêmicos, que são especialistas na área de assunto do artigo, e vão determinar a qualidade científica e acadêmica do material, e dar o seu conceito de acordo com o guia que a revista tem para este fim. Os conceitos e recomendações dos pares acadêmicos são enviados para os autores, para servir como feedback para melhorar a qualidade dos textos publicados. Todos os itens serão checados em casos de plágio ou semelhanças com documentos já publicados. As identidades dos autores e revisores não serão divulgadas a fim de manter a confidencialidade do processo. Os pares acadêmicos devem manusear os itens com a máxima confidencialidade para que eles não sejam conhecidos por outras pessoas ou entidades. O editor e os membros do Comitê Editorial decidirão, imparcialmente, quais os arquivos a serem publicados, com base na originalidade, relevância e qualidade científica e acadêmica de cada documento, e não com base em preferência pessoal. A submissão do manuscrito à Revista Colombiana de Enfermería não implica a obrigação, para publicação ou compromisso de publicação em uma determinada data. Em caso nenhum, os autores
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| Código de Ética
irão receber pagamento pela inserção do artigo na revista. A Revista Colombiana de Enfermería se reserva todos os direitos legais de reprodução dos artigos publicados. Nenhuma publicação, nacional ou estrangeira, pode reproduzir ou traduzir artigos e sumários da revista sem permissão por escrito do editor. Nem a Revista Colombiana de Enfermería, nem a Universidade El Bosque, assumem qualquer responsabilidade pelas opiniões expressas pelos autores. Os nomes de equipamentos, materiais e produtos manufaturados, incluindo medicamentos, que podem ser, eventualmente, mencionados, não são recomendados, nem anunciados, pela revista. Eles são mencionados apenas como uma identificação genérica. Além disso, a revista não é responsável
pelo conteúdo ou permanência de links de sites nos artigos publicados. O Editor da Revista Colombiana de Enfermería, a qualquer hora, receberá e publicará cartas de reclamação, críticas ou comentários relacionados aos artigos publicados. O Editor também publicará correções ou ajustes resultantes da edição de documentos publicados. A Revista não publicará informação comercial. Somente publicará eventos acadêmicos desenvolvidos internamente na Universidade, quando assim decidido. A Revista Colombiana de Enfermería sempre segue o Código de Ética do International Committee of Medical Journal Editors (ICMJE), que pode ser encontrado em: http://www.icmje.org/
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Indicaciones para los Autores La Revista Colombiana de Enfermería es una revista científica que se dedica a difundir resultados de investigaciones y conocimientos en los diferentes campos de la salud y a promover el intercambio de opiniones que permitan fortalecer la disciplina de enfermería y la calidad de vida de la población. Se publica semestralmente en los meses de abril y octubre por la Universidad El Bosque, Facultad de Enfermería, en Bogotá, Colombia. Esta guía para los autores contiene los lineamientos que deben tener en cuenta en la preparación, elaboración y envío de sus artículos. Describe también el procedimiento de selección que sigue la revista.
ORIENTACIÓN EDITORIAL La Revista Colombiana de Enfermería es una publicación eminentemente científica y arbitrada, que publica artículos originales en español y otros idiomas, especialmente inglés y portugués, relacionados con el área de la salud. El contenido de los artículos debe estar dentro del marco de la misión y visión de la revista y cumplir con los criterios de originalidad, novedad y metodología.
PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS Tipos de artículos que se publican La Revista Colombiana de Enfermería adopta la siguiente tipología de Publíndex: 1. Artículo de investigación científica y tecnológica: documento que presenta de manera detallada los resultados originales de proyectos de investigación. Por lo general se estructura en cuatro partes: introducción, metodología, resultados y conclusiones. 2. Artículo de reflexión: documento que presenta, desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, resultados de investigación sobre un tema específico recurriendo a fuentes originales. 3. Artículo de revisión: documento resultado de una investigación donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas sobre un campo en ciencia o tecnología con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias. 4. Artículo corto: documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación científica o tecnológica, que por lo general requieren una pronta difusión. 5. Reporte de caso: documento que presenta los resultados de un estudio sobre una situación particular con el fin de dar a conocer las experiencias técnicas y metodológicas consideradas en un caso específico. Incluye una revisión sistemática y comentada de la literatura sobre casos análogos. 6. Revisión de tema: documento resultado de la revisión crítica de la literatura sobre un tema en particular. 7. Cartas al editor: posiciones críticas, analíticas o interpretativas sobre los documentos publicados en la revista, que a juicio del Comité Editorial constituyen un aporte importante a la discusión del tema por parte de la comunidad científica de referencia. 110
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Indicaciones para los Autores |
8. Editorial: documento escrito por el editor, un miembro del Comité Editorial o un investigador invitado sobre orientaciones en el dominio temático de la revista. 9. Traducción: traducciones de textos clásicos o de actualidad o transcripciones de documentos históricos o de interés particular en el dominio de publicación de la revista. 10. Documento de reflexión no derivado de investigación 11. Reseña bibliográfica
Estructura de los artículos Los artículos deben incluir y seguir el orden que presentan las siguientes partes: Título: corto pero informativo. Debe limitarse a máximo 15 palabras. Va centrado y en mayúsculas tanto en español como en inglés y portugués. Nombre de los autores: debe incluirse el nombre, primer apellido y la letra inicial del segundo apellido seguida de punto. Se alinea a la derecha con la primera letra en mayúscula y las demás en minúscula. Se respetará el nombre de pluma del autor, es decir, la forma habitual de los autores de separar los apellidos por un guión. El orden de los autores quedará como esté en el manuscrito enviado y se entenderá que el primero es el autor principal. Información de los autores: en nota de pie de página, con números arábigos consecutivos, se escribirán los siguientes datos de cada autor: profesión, grados académicos, filiación profesional (instituciones con las cuales está vinculado), cargo actual, ciudad, país y correo electrónico (del autor principal o de quien se encargue de la correspondencia). Resumen: extensión entre 150 y 250 palabras en español, inglés y portugués. Palabras clave: de 3 a 7 en español, inglés y portugués, que identifiquen con certeza el contenido del artículo. Se deben emplear los términos incluidos en listas de reconocida utilización como los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) o el Medical Subject Headings (MESH) con el fin de facilitar la indexación en bases de datos. Links para consultar palabras clave: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm y http://www. nlm.nih.gov/mesh/. Contenido del artículo: contiene el texto principal del documento y varía según el tipo de artículo. Agradecimientos: se debe incluir el nombre, filiación y tipo de contribución brindada por los colaboradores, que no se consideran autores en la realización del manuscrito. Las personas nombradas tienen que haber expresado por escrito su consentimiento para ser mencionadas y el autor es responsable de obtener el permiso respectivo. Conflictos de intereses: notas sobre las relaciones personales o institucionales que puedan incidir en la conducción, resultados o interpretación de las investigaciones. Referencias bibliográficas: relaciona los datos bibliográficos completos de las citas enumeradas en el texto según su orden de aparición. No se incluye ni debe usarse el término “Bibliografía” ya que este se refiere a una lista, lo más completa posible, sobre obras en un determinado tema.
Lineamientos generales para la presentación de artículos El artículo se presenta en formato de Word; tamaño carta 21,5 x 28,0 cm; interlineado doble; márgenes: 4 cm a la izquierda y 3 cm en los demás lados; numeración: en todas las páginas en el ángulo inferior derecho de cada una; fuente: Times New Roman; tamaño de la fuente: 12. Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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| Indicaciones para los Autores
Títulos: el título del artículo va centrado, con mayúscula sostenida y en negrilla, tanto en español como en inglés y portugués; los demás títulos van alineados a la izquierda. Títulos principales: van en mayúscula sostenida y negrilla los correspondientes a: resumen y palabras clave en español, inglés y portugués; introducción, métodos, resultados, discusión, conclusiones, agradecimientos, conflictos de intereses, referencias bibliográficas y anexos. Los subtítulos de segundo nivel van con negrilla y solo con mayúscula inicial; los subtítulos de tercer nivel van con mayúscula inicial y cursiva. Extensión máxima del artículo: 30 páginas. Abreviaturas: cuando sea indispensable su uso, estas irán precedidas de su forma expandida completa y se colocarán entre paréntesis la primera vez que se utilicen. Se deben evitar las abreviaturas en el título y en el resumen. Unidades de medida: las medidas de peso, altura, longitud y volumen se presentarán en unidades métricas (metro, kilogramo, litro, etc.). Se debe utilizar en todos los casos el Sistema Internacional de Unidades, cuyas abreviaturas de las unidades de medida no tienen plural ni signos de puntuación. Decimales: en español y portugués se indicarán por medio de coma (,); en inglés por medio de punto (.). Porcentajes: se ubicarán sin dejar un espacio con respecto al número. Ejemplo: 23,5%. Tablas: estas deben explicarse por sí solas y no duplicar lo planteado en el texto, ya que su función es complementarlo o sustituirlo. Su leyenda, ubicada en la parte inferior izquierda, debe incluir la palabra Tabla, el número consecutivo según orden de aparición, el nombre de la tabla y la fuente (cita del origen de la tabla). El cuerpo de la tabla debe incluir los títulos de columnas y filas y notas. Las abreviaturas utilizadas en los encabezamientos se explicarán en nota de pie de la tabla y se identificarán exclusivamente con letras minúsculas en superíndice. Utilizar solo líneas horizontales para elaborar la tabla. Citación de tablas: cada tabla será referenciada en el texto en el orden en que aparezca, entre paréntesis. Ejemplo: (véase Tabla 1). Figuras: corresponden a gráficos, fotos, mapas, esquemas, dibujos, diagramas y similares que se emplean para ilustrar o ampliar la información del texto, pero no para duplicarla. Su leyenda, ubicada en la parte inferior izquierda, debe incluir la palabra Figura, el número consecutivo según orden de aparición, el nombre de la figura y la fuente (cita del origen de la figura). Las figuras pueden ser elaboradas en Word, caso en el cual hacen parte del escrito; también pueden ser insertadas en el documento, caso en el cual, deben adjuntarse en archivo aparte. Este debe ser debidamente identificado y cumplir con la característica de alta resolución para impresión (300 dpi), en formato JPG o similares. Citación de figuras: cada figura será referenciada en el texto en el orden en que aparezca, entre paréntesis. Ejemplo: (véase Figura 1). Ubicación de tablas y figuras: estas deben presentarse a continuación del párrafo donde se referencian en el texto. Si son demasiado extensas, pueden incluirse como anexos, después de las referencias bibliográficas. Citación de referencias bibliográficas en el texto: cada referencia bibliográfica será citada con un número arábigo entre paréntesis según el orden en que se mencionan por primera vez. Referencias bibliográficas: La Revista Colombiana de Enfermería utiliza las normas Vancouver para hacer las citas en el texto y presentar las referencias bibliográficas. Los autores de las referencias bibliográficas se presentan así: primero los apellidos con mayúscula inicial, seguidos de las letras iniciales del nombre en mayúsculas, sin punto. Cuando los autores son varios, se separan con coma. Cuando son más de seis, se mencionan los seis primeros seguidos de la abreviatura “et ál.”. 112
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Indicaciones para los Autores |
A continuación se ilustra cómo presentar las referencias bibliográficas según el tipo de fuente. Para mayor información, véase: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html • Referencia de artículo de revista. Autores. Título del artículo. Abreviatura internacional de la
revista. año; volumen(número -opcional-): página inicial-final del artículo. Ejemplo: Medrano MJ, Cerrato E, Boix R, Delgado-Rodríguez M. Factores de riesgo cardiovascular en la población española: metaanálisis de estudios transversales. Med Clinica. 2005; 124(16): 606-12. • Referencias de artículo de revista en internet. Autor/es. Título del artículo. Nombre de la revista
[Internet] año [fecha de consulta]; volumen(número): [Extensión/páginas (si constasen)]. Disponible en: Dirección electrónica o DOI Ejemplo: Taylor P, Zaichkin J, Pilkey D, Leconte J, Johnson BK, Peterson AC. Prenatal screening for substance use and violence: findings from physician focus groups. Maternal and Child Health Journal [Internet] 2007 [consultado 12 de agosto de 2014]; 11 (3). Disponible en: http://dx.doi. org/10.1007/s10995-006-0169-9 • Referencias de libros / monografías de autores individuales. Autor/es. Título del libro. Edición.
Lugar de publicación: editorial; año. Nota: la edición se indica en números arábigos y abreviatura: 2ª ed. No es necesario especificar la primera. Si la obra está compuesta por más de un volumen, se especifica después del título del libro; por ejemplo, vol. 3. Ejemplo: Jiménez Murillo L, Montero Pérez FJ. Compendio de medicina de urgencias: Guía terapéutica. 2ª ed. Madrid: Elsevier; 2005. • Referencias de libros en internet. Autor/es. Título del libro [Internet]. Edición. Lugar de publica-
ción: Editorial; año [fecha de consulta]. Disponible en: dirección electrónica o DOI Ejemplo: Moreno F, Marthe N, Rebolledo LA. Cómo escribir textos académicos según normas internacionales [Internet]. Barranquilla, Colombia: Ediciones Uninorte; 2010. [consultado 25 de enero de 2015]. Disponible en: http://goo.gl/5KKpHA • Referencias de un capítulo de libro. Autor/es del capítulo. Título del capítulo. En*: Director/Coor-
dinador/Editor del libro. Título del libro. Edición. Lugar de publicación: Editorial; año. página inicial-final del capítulo. *: En español: En; en inglés: In; en portugués: Em. Ejemplo: Mehta SJ. Dolor abdominal. En: Friedman HH, coordinador. Manual de diagnóstico médico. 5ª ed. Barcelona: Masson; 2004. p. 183-90. • Referencias de sede web o página principal de inicio de un sitio web. Autor/es. Título de la página
[Internet]. Lugar de publicación: Editor; Fecha de publicación [fecha de actualización; fecha de acceso]. Disponible en: Dirección electrónica Ejemplo: Fisterra.com. Atención primaria en la red [internet]. España: Fisterra.com; 2014 [consultado 25 de marzo de 2015]. Disponible en: http://www.fisterra.com • Referencias de base de datos en internet. Institución/Autor. Título [Internet]. Lugar de publicación:
Editor; Fecha de creación [fecha de actualización; fecha de consulta]. Disponible en: dirección electrónica. Ejemplo: Cuiden [internet]. Granada: Fundación Index [actualizada en enero 2006; consultado 19 de diciembre de 2014]. Disponible en: http://www.doc6.es/index/ Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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| Indicaciones para los Autores
ENVÍO DE ARTÍCULOS El texto completo del artículo se envía a la Revista Colombiana de Enfermería en medio magnético, o virtual por correo electrónico, acompañado de una carta de presentación por parte de los autores.
Carta de presentación del artículo La carta que acompaña el artículo se podrá enviar escaneada en formato PDF o en papel y debe contener los siguientes puntos: • Nombre completo del artículo y su clasificación según tipología de Publíndex. • Indicar que los autores están de acuerdo con el contenido, organización y presentación del artículo. • Declarar que el artículo es original, que no se ha publicado con anterioridad y que no se va a
presentar a otra revista nacional o internacional mientras esté en proceso de evaluación por parte del Comité Editorial de la Revista Colombiana de Enfermería. • Declarar que los autores han respetado el derecho a la intimidad de las personas que participaron
en la investigación, que han cumplido con normas éticas de experimentación con humanos y que en los agradecimientos incluyeron a las personas, que sin ser autores, participaron de forma especial en la realización del estudio. • Indicar que los autores no tienen conflictos de intereses; en caso de haberlos, hacer la nota corres-
pondiente. • Autorizar a la Revista Colombiana de Enfermería para reproducir el texto, figuras o cualquier otro
material que tenga reserva de derechos; también para realizar ajustes en el contenido y estilo del artículo por parte de los revisores de traducción y de estilo. • Indicar cuál autor se encargará de recibir y enviar la correspondencia; de lo contrario, se entenderá
que el primer autor asumirá tales funciones. • Incluir el nombre completo (nombre y dos apellidos), documento de identificación y firma de todos
los autores.
Direcciones y datos de contacto de la revista Dirección física: Revista Colombiana de Enfermería Facultad de Enfermería Universidad El Bosque Av. Cra. 9 No 131 A – 02 Bogotá, Colombia Direcciones electrónicas: revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co editorarce@unbosque.edu.co Apartado aéreo: 100998 Teléfonos: +57 1 6489071 - +57 1 6489020 - Fax: +57 1 6489071 PBX: +57 1 6489000; extensiones: 1360 - 1260
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Indicaciones para los Autores |
SELECCIÓN DE ARTÍCULOS La recepción del artículo por parte de la Revista Colombiana de Enfermería no implica obligación para su publicación ni compromiso con respecto a su fecha de publicación. En ningún caso, los autores recibirán pago por la inclusión de su documento en la revista. La Revista Colombiana de Enfermería se reservará todos los derechos legales de reproducción de los artículos que publique. Una vez recibido el artículo, la editora le enviará al autor por correo electrónico el acuse de recibido correspondiente y le solicitará la información profesional de los autores. Todos los artículos son revisados inicialmente por la editora, quien verifica la inclusión de los documentos solicitados (carta de presentación del artículo y formato de información de los autores) y la observancia de los criterios de presentación requeridos; si se encuentran aspectos para ajustar se le informará inmediatamente al autor. Es importante que el autor guarde copia de todo el material enviado. En cualquier momento que lo desee, puede solicitar información sobre el estado del artículo al correo electrónico de la editora. Cuando el artículo cumpla con los lineamientos de presentación, la editora informará a los miembros del Comité Editorial para que se proceda a su revisión general y a la asignación de dos pares académicos. Estos dos profesionales expertos en el área temática del artículo evaluarán su calidad científica y académica y darán su concepto según la guía que la revista tiene para tal fin. Las identidades tanto de los autores como de los pares evaluadores no se darán a conocer para mantener la confidencialidad del proceso Cuando se disponga de los conceptos de los pares académicos, la editora notificará al autor y le dará un plazo prudencial para su respuesta y para realizar los ajustes que sean del caso. Si los conceptos de los pares académicos fueran bastante disímiles o si existiesen situaciones especiales que ameriten una evaluación adicional, los miembros del Comité Editorial nombrarán los pares que se requieran para continuar con el proceso de evaluación integral del artículo. Los miembros del Comité Editorial tomarán la decisión respecto del artículo después de que el autor haya realizado los ajustes. La decisión puede ser: “Aceptado”, “Aceptado con ajustes” o “Rechazado”. La editora comunicará al autor la decisión final. El artículo Aceptado pasa luego a corrección de traducción y de estilo. Antes de la publicación, el autor recibirá copia del documento que se publicará para que lo revise e informe su aprobación final del documento que se incluirá en el volumen de la revista.
Comité Editorial Revista Colombiana de Enfermería Octubre 2015
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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Instructions to Authors The Revista Colombiana de Enfermería is a scientific journal committed to publishing results of investigations and knowledge from different areas of healthcare and promoting the exchange of opinions that strengthen the nursing discipline and the quality of life of the population. The Nursing Faculty of The Universidad del Bosque in Bogotá, Colombia, publishes the journal each semester in April and October. These instructions to authors contain the guidelines that must be taken into account for the preparation, elaboration, and submission of articles. They also describe the process of acceptance followed by journal.
EDITORIAL CONTENT The Revista Colombiana de Enfermería is an exclusively scientific and peer-reviewed publication. Articles are published in Spanish and other languages, especially English and Portuguese, and must be related to healthcare areas of study. The content of the articles must be in accordance with the journal’s Mission and Vision and adhere to the criteria of originality, novelty and methodology.
ARTICLE PRESENTATION Types of published articles The Revista Colombiana de Enfermería follows the Publindex style: 1. Scientific and technological research article: a document that presents detailed, unpublished results of research projects. They should include four main parts: Introduction, methodology, results and conclusions. 2. Reflection manuscript: a document that presents research results from an analytical, interpretive or critical point of view of the author, on a specific topic, using original sources. 3. Review manuscript: the product of a paper that analyzes, systematizes and integrates research findings, published or unpublished, on a field of science or technology in order to account for progress and development trends. It is characterized by a careful review of at least 50 references. 4. Short article: a brief document showing preliminary or partial results of scientific or technological research that usually requires a quick diffusion. 5. Case report: a document that presents the results of a study on a particular situation in order to present the technical and methodological experiences considered in a specific case. Includes a systematic review of the literature on similar cases. 6. Review topic: a document resulting from the critical review of the literature on a particular topic. 7. Letters to the editor: critical, analytical or interpretative points of view about published documents in the journal that according to the Editorial Committee are an important compliment to the topic of discussion for the scientific community involved. 116
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Instructions to Authors |
8. Editorial: a document written by the Editor, a member of the Editorial Committee or a guest researcher on guidelines in the thematic domain of the Journal. 9. Translation: translation of classic or contemporary texts or transcripts of historical documents or of particular interest in the Journal publishing domain. 10. Pondering document not derived from a research. 11. Reference review
Article Structure All articles must include and follow this following order: Title: short and informative. Limit to 15 words. Centered and in capital letters. Must be in English, Spanish and Portuguese. Name of the authors: include name, last name and the first letter of the second last name followed by a period. Aligned to the right with the first letter in capital letter and the rest in lower case. The author’s pen name is respected, which means that the usual name separated by a hyphen will stay. The order of the authors will remain as it is submitted in the manuscript and it will be understood that the first one is the principal author. Information about the authors: in a footnote page, with consecutive Arabic numbers, the following information for each author should be included: profession, academic degrees, professional affiliation (institutions with which the author is affiliated), current position, city, country and the e-mail address of the main author or from whom is responsible of the correspondence. Abstract: must be between 150 and 250 words in Spanish, English and Portuguese. Key words: 3 to 7 words that provide the content of the manuscript succinctly in Spanish, English or Portuguese. The list of terms from recognized lists as the Science Descriptors Health (DeCS) or the Medical Subject Headings (MESH) should be used in order to facilitate the indexation of the database. Links to consult key words: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm and http://www.nlm.nih.gov/mesh/ Article content: contains the document’s main text and will vary in accordance of the type of article submitted. Acknowledgements: must include the name, affiliation and type of cooperation provided by collaborators in the realization of the manuscript, but not categorized as authors. The persons named within must have given their consent to be mentioned and the author is responsible for obtaining their written consent. Conflict of interest: notes about personal or institutional affiliations that could affect the progression, results or interpretation of the results. References: as opposed to the term “Bibliography” (that refers to a complete list about a topic), the references are a full bibliographical description of the works cited within the text, numbered consecutively in the order they appeared. As a consequence, at the end of the manuscript the title should be “References” not “Bibliography”.
General guidelines to article presentation -Every article must be presented in a Word document; in letter-size paper (21,5 x 28,0 cm); double line spacing; 4 cm gap on the left margin and 3 cm on the other sides; page number in every sheet located in the lower right angle; Times New Roman font size 12. Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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| Instructions to Authors
Titles: the article’s titles must be centered and be written completely in bold and capital letters if they belong to an article title in Spanish, English or Portuguese. The rest of the titles must be aligned to the left. These titles go in bold and completely in capital letters: abstract, keywords in Spanish, English and Portuguese; introduction, methods, results, discussion, conclusions, acknowledgements, conflict of interests, references, and attachments. Second-class titles go in bold letters and capital letters in the first letter only. Third-class titles go in italics and capital letters in the first letters only. Maximum length of the article: 30 pages. Abbreviations: if abbreviations are needed, they are indicated in the text at the time of its first use in parenthesis. Avoid its use on the title and abstract. Measurement units: the measures of weigh, height, length and volume should be presented in metric units (meter, kilogram, liter, etc.) The International System of Units must be used. The abbreviations of the units do not have plurals or punctuation. Decimals: in Spanish and Portuguese these are indicated with a comma (,); in English there are indicated with a period (.). Percentages: should be placed after the numbers without space. Example: 23,5%. Tables: these should clarify or add to the text, not duplicate the content, for their function is to expand it or replace it. Each one of their legends must be located in the lower left side of the table and include the word “Table”, consecutive number according to the numerical order; title, and source (citation of the table’s origin). The body of the table should include the titles of columns and rows, and notes. The abbreviations used need to be explained on the endnotes with superscript letters. Only use horizontal lines for the elaboration of the table. References of the tables in the text: tables should be numbered consecutively in the order they appear in the text in parenthesis. Example: (go to Table 1). Figures: graphs, photographs, maps, drawings, diagrams and similar. Should clarify or add information to the text, not duplicate the content. Each must have a legend as follows (located on the lower left side of the figure): the word “Figure”, the number according to the order of appearance in the text, title, and source (citation of the figure’s origin). The figures could be in Word as a part of the text or inserted in the document although submitted on separate identifying files complying with the characteristic of high resolution (300 dpi) JPG or similar formats. References of the figures in the text: figures should be mentioned in the order they appear in the text in parenthesis. Example: (go to Figure 1). Tables and figures location: these elements must be located right after the paragraph where they are referenced. If they are very large, they can be included as an attachment, after the references. In-text reference citation: references are listed with Arabic numerals between parentheses in a numerical order, as a list as they appeared in the text. References: the Revista Colombiana de Enfermeria follows the Vancouver Style of referencing. Authors in the references are presented like this: the author’s surnames are presented first (with capital letter the first one) followed by the author’s name initials without a period; if there is more than one author, a comma separates the names. First 6 authors are listed; thereafter add “et al.”.
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Instructions to Authors |
Right below there is information of how to present the references depending of the type of document: see the Vancouver Style at: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html • Journal article reference: Authors. Title of article. Abbreviated international Title of the Journal.
Year of publication; Volume Number (Issue number -optional-): initial page and final page numbers. Example: Medrano MJ, Cerrato E, Boix R, Delgado-Rodríguez M. Factores de riesgo cardiovascular en la población española: metaanálisis de estudios transversales. Med Clinica. 2005; 124(16): 606-12. • Journal article on the Internet reference: Author(s). Title. Journal name [Internet] year [date of
consultation]; volume(number): [extension/pages (if applicable)]. Available from: URL or DOI. • Books/ monographs of individual authors reference: Author(s). Title of the book. Edition. Place of
publication: Publisher’s name; Year of publication. Note: it is not necessary to enter the first edition. The edition should be written in Arabic numerals and abbreviated: 2ª ed. If there is more than one volume, it should be cited after the book title: e.g. 3rd vol. Example: Jiménez Murillo L, Montero Pérez FJ. Compendio de medicina de urgencias: Guía terapéutica. 2ª ed. Madrid: Elsevier; 2005. • Internet books reference: Author(s). Title of the book. [Internet]. Edition. Place of publication:
Publisher’s name; Year of publication. [date of consultation]. Available from: URL or DOI. Example: Moreno F, Marthe N, Rebolledo LA. Cómo escribir textos académicos según normas internacionales [Internet]. Barranquilla, Colombia: Ediciones Uninorte; 2010. [cited 2015 January 25]. Available from: http://goo.gl/5KKpHA • Book chapter reference: Chapter Author(s). Title of chapter. In*: Director/Coordinator/ Editor of
the book. Title of the book. Edition. Place of publication: Publisher’s name; Year of publication. Page numbers of chapter –first and last. *Note: In Spanish: En. In English: In. In Portuguese: Em. Example: Mehta SJ. Dolor abdominal. In: Friedman HH, coordinador. Manual de diagnóstico médico. 5ª ed. Barcelona: Masson; 2004. p. 183-90. • Website or main page reference: Author(s). Title of the page [Internet]. Place of publication:
Publisher; Year of publication [update date; date of access]. Available from: URL Example: Fisterra.com. Atención primaria en la red [Internet]. España: Fisterra.com; 2014 [cited 2015 March 25]. Available from: http://www.fisterra.com • Internet database reference: Institution/Author. Title [Internet]. Place of publication: Publisher;
Date of creation [update date; date of access]. Available from: URL Example: Cuiden [Internet]. Granada: Fundación Index [updated 2006 January; cited 2014 December19]. Available from: http://www.doc6.es/index/ Example: Taylor P, Zaichkin J, Pilkey D, Leconte J, Johnson BK, Peterson AC. Prenatal screening for substance use and violence: findings from physician focus groups. Maternal and Child Health Journal [Internet] 2007 [cited 2014 August 12]; 11 (3). Available from: http://dx.doi.org/10.1007/ s10995-006-0169-9
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| Instructions to Authors
ARTICLES SUBMISSION The manuscript is submitted to the Revista Colombiana de Enfermería in electronic version via e-mail, accompanied by a letter from the author(s):
ARTICLE’S PRESENTATION LETTER The letter can be scanned to PDF format or can be sent in paper through postal mail. It must contain the following elements: • Name of the manuscript and classification according to Publindex. • An indication by the author(s) in which he/they approve the content, organization and presentation
of the article. • Declare that the material is original and was/will not be published on a national or international
journal while evaluated for the Editors Review Board of the Revista Colombiana de Enfermería. • Declare that the authors have respected the privacy rights of any individual who participated in
the research, that they have followed the ethical rules concerning human experimentation and that in the acknowledgments they included any person that was involved in the study but not were an author. • Indicate whether or not there is a conflict of interest; if there is it should be expressed. • Authorize the Revista Colombiana de Enfermería to reproduce the text, figures or any other
copyright material; make changes in content or style of the manuscript by the editors of translation and style. • Indicate which author will receive the correspondence; otherwise, it is implied that the first author
will be appointed to complete the above-mentioned functions. • Full name (Name, middle name and last name), ID and signature of every author.
JOURNAL ADDRESS AND CONTACT INFORMATION Journal address: Revista Colombiana de EnfermeríaFacultad de Enfermería Universidad El Bosque Av. Cra. 9 No 131 A – 02 Bogotá, D.C., Colombia Electronic address: revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co editorarce@unbosque.edu.co P.O. Box: 100998 Telephones: direct: +57 1 6489071 - +57 1 6489020 - Fax: +57 1 6489071 PBX: +57 1 6489000; extensions: 1360 - 1260
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Instructions to Authors |
MANUSCRIPT SELECTION The submission of the manuscript to the Revista Colombiana de Enfermería does not imply an obligation for publication or commitment to publish on a certain date. Authors will not receive payment for the inclusion of the paper in the journal. The Revista Colombiana de Enfermería reserves all legal rights of reproduction of the published articles. Once the article is submitted to the Revista Colombiana de Enfermería, the editor will send the author a confirmation receipt via email and will request professional information about the authors. All manuscripts are initially reviewed by the editor who verifies compliance with the required submission criteria (letter of the presentation article and authors information format) and the format criteria. If there is any proposed change, the author will be informed. It is important that the author keeps copies of all the materials submitted. If the author desires to know the status of the manuscript, he or she should send the request via email to the editor. Once the requirements are fulfilled, the editor will inform the Editorial Committee for general review and assignment of academic peers. Academic peers are experts in the subject area of the article and will determine the scientific and academic quality of the material in accordance with a journal guideline. The identities of both authors and peer reviewers will not be disclosed in order to keep the confidentiality of the process. Upon receiving the concepts of academic peers, the editor of the journal will notify the author about the review of the academic peers and give a reasonable time for response and implementation of necessary corrections. If the concepts of academic peers were quite dissimilar or if there are special situations that warrant further evaluation, the Editorial Committee shall appoint additional pairs required to continue the process of comprehensive assessment of the article. After the adjustments made by the author, the Editorial Committee will make a decision on the article, which can be: “Accepted”, “Accepted with adjustments” or “Rejected”. The editor of the journal will inform the author the final decision of the Editorial Committee. Accepted articles go on to correction of style and translation. Before publication, the author will receive a copy for review and informed about the final approval of the document that will be included in the volume of the Journal.
Editorial Committee Revista Colombiana de Enfermería October 2015
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Instruções aos Autores A Revista Colombiana de Enfermería é uma revista científica que se dedica a publicar resultados das investigações e conhecimentos nas diferentes áreas da saúde e a promover o intercâmbio de opiniões que reforçam a disciplina da enfermagem e a qualidade de vida da população. Publica-se semestralmente nos meses de abril e outubro pela Universidad El Bosque, Faculdade de Enfermería - Bogotá, Colômbia. Estas instruções aos autores contêm as diretrizes que devem ser levadas em conta para a preparação, elaboração e envio de seus artigos. Descreve também o procedimento de seleção que segue a revista.
CONTEÚDO EDITORAL A Revista Colombiana de Enfermería é uma publicação exclusivamente científica e arbitrada, que publica artigos originais em espanhol e outras línguas, especialmente inglês e português, relacionados com a área da saúde. O conteúdo dos artigos deve estar dentro dos objetivos da Missão e Visão da revista e cumprir com os critérios de originalidade, novidade e metodologia.
APRESENTAÇAO DE ARTIGOS Tipos de artigos que são publicados A Revista Colombiana de Enfermería segue o estilo Publindex: 1. Manuscrito pesquisa científica e tecnológica: um documento que apresenta detalhados, os resultados inéditos de projetos de pesquisa. Eles devem incluir quatro partes principais: introdução, metodologia, resultados e conclusões. 2. Manuscrito de reflexão: um documento que apresenta resultados de pesquisa a partir de um ponto de vista analítico, interpretativo ou crítico do autor, resultado duma pesquisa sobre um tema especifico utilizando fontes originais. 3. Manuscrito de revisão: os resultados de um estudo que analisa, sistematiza e integra os resultados da pesquisa, publicados ou inéditos, em um campo da ciência ou da tecnologia, a fim de explicar o progresso e desenvolvimento de tendências. Caracteriza-se por uma avaliação cuidadosa de pelo menos 50 referências. 4. Artigo curto: um breve documento mostrando resultados preliminares ou parciais de uma pesquisa científica ou tecnológica, que geralmente requer uma rápida difusão. 5. Relato de caso: um documento que apresenta os resultados de um estudo sobre uma determinada situação, a fim de apresentar as experiências técnicas e metodológicas consideradas em um caso específico. Inclui uma revisão sistemática da literatura sobre casos semelhantes. 6. Tópico comentário: um documento resultante da revisão crítica da literatura sobre um tema específico. 7. Cartas ao editor: pontos de vista crítico, analítico ou interpretativo sobre os documentos publicados na revista que de acordo com o Comitê Editorial são um complemento importante para o tópico de discussão para a comunidade científica envolvida. 122
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Instruções aos Autores |
8. Editorial: um documento escrito pelo editor, um membro do Comitê Editorial ou um pesquisador convidado sobre orientações no domínio temático da revista. 9. Tradução: tradução de textos clássicos ou atuais ou transcrições de documentos históricos ou de interesse particular no domínio de publicação no jornal. 10. Documento de reflexão diferente a partir de uma pesquisa. 11. Resenha bibliográfica.
Estrutura dos artigos Os artigos devem incluir e seguir a ordem que apresentam as seguintes partes: Título: curto mas informativo. Limite de até 15 palavras, centradas em letras maiúsculas tanto para espanhol, inglês e português. Nome dos autores: incluir o nome, o sobrenome e a primeira letra do segundo sobrenome seguido por um ponto. Alinhado à direita com a primeira letra em maiúscula e as outras em minúsculas. O pseudônimo do autor é respeitado, o que significa que o nome de costume fica separado por um hífen. A ordem dos autores permanecerá como é apresentada no manuscrito, o que implicará que o primeiro é o autor principal. Informações sobre os autores: nota de rodapé na página, com números arábicos as seguintes informações para cada um dos autores devem ser incluídas: profissão, graus académicos, filiação profissional (instituições com as quais o autor é filiado), posição atual, cidade, país e endereço do e-mail (do autor principal ou de quem é o responsável pela correspondência). Resumo: não deve exceder 150 e 250 palavras em espanhol, português e inglês. Palavras-chave: 3 a 7 tanto para espanhol, inglês e português, que fornecem o conteúdo do manuscrito sucintamente. Deve usar lista de termos de listas reconhecidos, como a ciência Descritores em Saúde (DeCS) ou Medical Subject Headings (MESH) devem ser utilizados para facilitar a indexação do banco de dados. Links para consultar palavras-chave em Espanhol, inglês e português: http://decs.bvs.br/E/ homepagee.htm e http://www.nlm.nih.gov/mesh/. Conteúdo do artigo: contém o texto principal do artigo e mudara de acordo com o tipo de artigo apresentado. Agradecimentos: devem incluir o nome, filiação e tipo de cooperação prestada pelos colaboradores na realização do manuscrito, mas não classificados como autores. As pessoas mencionadas devem ter dado o seu consentimento para ser mencionadas e o autor é responsável por obter o seu consentimento por escrito. Conflito de interesse: notas sobre as afiliações pessoais ou institucionais que poderiam afetar a progressão, os resultados ou a interpretação dos resultados no artigo. Referências bibliográficas: relaciona os dados bibliográficos completos das citas numeradas consecutivamente na ordem em que aparecem no texto. Não é incluído nem se usa o termo “Bibliografia”, que refere-se a uma lista completa sobre um tópico.
Parâmetros generais para a apresentação de artigos O artigo se apresenta em formato Word; em tamanho carta 21,5 x 28,0 cm; dupla entrelinha; margens: 4 cm na esquerda e 3 cm nos demais lados; numeração: em todas as páginas, no ângulo inferior direito de cada uma; fonte: Times New Roman; tamanho da fonte: 12. Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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Títulos: título do artigo: centrado, em caixa alta (caracteres maiúsculos) contínua e em negrito, tanto para espanhol, inglês e português; os demais títulos alinhados na esquerda. Títulos principais: se escrevem em maiúscula contínua e negrito os correspondentes a: o resumo; as palavras chaves tanto para espanhol, inglês e português; a introdução, a metodologia, os resultados, a discussão, as conclusões, os agradecimentos, os conflitos de interesses, as referências bibliográficas e os anexos. Os subtítulos do si segundo nível se escrevem em negrito e só com a maiúscula no inicial; os subtítulos de terceiro nível se escrevem com maiúscula inicial e cursiva. Extensão máxima dos artigos: 30 páginas. Abreviaturas: se necessárias abreviaturas estão indicadas no texto, no momento da sua primeira utilização em parênteses. Evite seu uso no título e resumo. Unidades de medida: as medidas de peso, altura, comprimento e volume devem ser apresentadas em unidades métricas (metro, quilograma, litro, etc.). O Sistema Internacional de Unidades deve ser utilizado. As abreviaturas das unidades não têm plural ou pontuação. Decimais: em espanhol e português devem ser postos com vírgula (,); em inglês se põem com ponto (.). Percentagem: devem ser postas após os números sem espaço. Exemplo: 23,5%. Tabelas: devem ser autossuficientes e não duplicar o conteúdo, já que sua função e de complementar ou substituir. A lenda, na parte inferior esquerda da tabela, deve incluir a palavra Tabela, o número consecutivo de acordo com a ordem de aparecimento no texto, o nome da tabela e da referência (citação da origem da tabela). O corpo da tabela deve incluir os títulos de colunas e linhas e notas. Abreviaturas utilizadas precisam ser explicadas nas notas com letras sobrescritos. Utilize apenas linhas horizontais para fazer a tabela. Referências das tabelas no texto: as tabelas devem ser numeradas consecutivamente na ordem em que aparecem no texto entre parênteses em número arábigo. Exemplo: (ver Tabela 1). Figuras: correspondem aos gráficos, fotografias, mapas, desenhos, diagramas e similares. Deve esclarecer ou acrescentar ao texto ou mais informações e não duplicar o conteúdo. Cada um deve ter uma lenda na parte inferior esquerda da figura com a seguinte informação: Figura; deve ser numerada de acordo com a ordem de aparecimento no texto; título, notas (opcional), a fonte (publicação original ou direitos autorais do autor). As figuras podem ser feitas no Word como parte do texto ou inserido no documento, embora apresentado adicionalmente, ser anexado em arquivo separado devidamente identificados que satisfazem o recurso para impressão de alta resolução (300 dpi) em formato JPEG ou similar. Referências das figuras no texto: cada figura será citada no texto, na ordem em que aparecem entre parênteses. Exemplo: (ver Figura 1). Localização das tabelas e figuras: estas devem apresentar-se a continuação do parágrafo onde se referenciam no texto. Se são muito extensas, podem-se incluir como anexo depois das referências bibliográficas. Citação de referências bibliográficas no texto cada referência será citada no texto entre parênteses com o número arábico e devem ser numeradas consecutivamente na ordem em que aparecem no texto. Referências bibliográficas: a Revista Colombiana de Enfermería segue o estilo Vancouver para fazer a citação no texto e apresentar as referências bibliográficas. Os autores das referências bibliográficas se apresentam: primeiro os sobrenomes com maiúscula inicial, depois vão as letras iniciais dos nomes em maiúscula, sem ponto. Se houver mais de um autor, uma vírgula separa os nomes. Quando são mais de seis autores os primeiros seis são listados; depois acrescentar “et al.” após o sexto autor. 124
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Instruções aos Autores |
A seguir se apresentam algumas diretrizes do estilo Vancouver para referências bibliográficas de acordo com o tipo de fonte. Veja o estilo Vancouver: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html. • Referência de jornal artigo: Autores. Título do artigo. Título Internacional Journal, abreviado.
Ano de publicação; número do volume(edição número -opcional-): página inicial e os números das páginas finais. Exemplo: Medrano MJ, Cerrato E, Boix R, Delgado-Rodríguez M. Factores de riesgo cardiovascular en la población española: metaanálisis de estudios transversales. Med Clinica. 2005; 124(16): 606-12. • Referências de jornal artigo na internet: Autor. Título. Nome Jornal [Internet] ano [data de consulta];
volume (número): [Extensão/páginas (se aplicável)]. Disponível em: URL. DOI. Exemplo: Taylor P, Zaichkin J, Pilkey D, Leconte J, Johnson BK, Peterson AC. Prenatal screening for substance use and violence: findings from physician focus groups. Maternal and Child Health Journal [Internet] 2007 [consultada 12 agosto 2014]; 11 (3). Disponível em: http://dx.doi. org/10.1007/s10995-006-0169-9 • Referências de livros / monografias de autores individuais: Autor (es). Título do livro. Edição. Local
de publicação: nome da editora; ano de publicação. Nota: não é necessário digitar a primeira edição. A edição deve ser escrita em algarismos arábicos e abreviadas: 2 ª ed. Se houver mais do que um volume deve ser citado depois do título do livro: por exemplo vol. 3. Exemplo: Jiménez Murillo L, Montero Pérez FJ. Compendio de medicina de urgencias: Guía terapéutica. 2ª ed. Madrid: Elsevier; 2005. • Referências de banco de dados na internet: Instituição/Autor. Título [Internet]. Local de publi-
cação: Editora; Data de criação [data de atualização; data de acesso]. Disponível em: URL Exemplo: Cuiden [Internet]. Granada: Fundación Index [atualizado janeiro 2006; consultada 19 dezembro 2014]. Disponível em: http://www.doc6.es/index/ • Referências de capítulo de livro: Autor (es) do capítulo. Título do capítulo. Em*: Diretor/Coor-
denador/editor do livro. Título do livro. Edição. Local de publicação: nome da editora; ano de publicação. Os números das páginas do primeiro capítulo e último. *Nota: em espanhol: En; em inglês: In; em português: Em. Exemplo: Mehta SJ. Dolor abdominal. Em: Friedman HH, coordenador. Manual de diagnóstico médico. 5ª ed. Barcelona: Masson; 2004. p. 183-90. • Referências para site web ou página principal no início da web site: Autor (es). Título da página
[Internet]. Local de publicação: Editora, ano de publicação [data de atualização; data de acesso]. Disponível em: URL Exemplo: Fisterra.com. Atención primaria en la red [Internet]. España: Fisterra.com; 2014 [consultada 25 março 2015]. Disponível em: http://www.fisterra.com • Referências de livros na internet: Autor (es). Título do livro. [Internet]. Edição. Local de publicação:
nome da editora; ano de publicação [data de consulta]. Disponível em: URL. DOI. Exemplo: Moreno F, Marthe N, Rebolledo LA. Cómo escribir textos académicos según normas internacionales [Internet]. Barranquilla, Colombia: Ediciones Uninorte; 2010. [consultada 12 agosto 2014]. Disponível em: http://goo.gl/5KKpHA Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 110-127 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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SUBMISSÃO DOS ARTIGOS O manuscrito é submetido à Revista Colombiana de Enfermería em meio magnético e/ou virtual pelo correio eletrônico, acompanhada pela carta de apresentação do artigo pelos autores.
Carta de apresentação do artigo A carta que acompanha o artigo se poderá enviar digitalizada em PDF ou em papel y deve conter o seguinte: • Nome do manuscrito e classificação de acordo com Publindex. • Indicação da revisão, a aprovação do conteúdo, organização e publicação por todos os autores. • Declarar se o material é original e não foi nem será publicado a nível nacional ou internacional
enquanto avaliado para o Conselho de Revisão Editores da Revista Colombiana de Enfermería. • Declarar que os autores têm respeitado o direito à intimidade das pessoas que contribuíram na
pesquisa, que tem cumprido as regras éticas de experimentos com pessoas e que nos agradecimentos as incluíram. Os agradecimentos devem ser direcionados para indivíduos que contribuem substancialmente para o artigo, sem serem autores. • Indique se há ou não um conflito de interesses, se houver, deve ser expresso. • Autorizar a Revista Colombiana de Enfermería para reproduzir o texto, figuras ou qualquer outro
material com direitos, fazer ajustes no conteúdo ou o estilo do manuscrito pelos editores (tradução e estilo). • Autor correspondente deve ser indicado de outra forma é e sugerido que o primeiro autor será
nomeado para completar as funções acima mencionadas. • Nome completo (nome, segundo nome e sobrenome), RG e assinatura de cada autor.
Endereços e dados de contato da revista Endereço físico do jornal: Revista Colombiana de Enfermería Facultad de Enfermería Universidad El Bosque Av. Cra. 9 No 131 A – 02 Bogotá, Colômbia Endereço eletrônico: revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co editorarce@unbosque.edu.co P.O. Box: 100998 Telefones: direto: +57 1 6489071 - +57 1 6489020 - Fax: +57 1 6489071 PBX: +57 1 6489000; extensões: 1360 – 1260
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Instruções aos Autores |
SELEÇÃO MANUSCRITO A submissão do manuscrito à Revista Colombiana de Enfermería não implica a obrigação, para publicação ou compromisso de publicação em uma determinada data. Em caso nenhum, os autores irão receber pagamento pela inserção do artigo na revista. A Revista Colombiana de Enfermería se reserva todos os direitos legais de reprodução dos artigos publicados. Uma vez que o artigo é submetido à Revista Colombiana de Enfermería, o Editor enviará ao autor um recibo de confirmação via e-mail e irá solicitar informação profissional sobre os autores. Todos os manuscritos são inicialmente revistos pela editora, que verifica a conformidade com a apresentação exigida (carta de apresentação e formato de informação dos autores). Se houver qualquer alteração o autor será informado imediatamente. É importante que o autor mantenha cópias de todos os materiais apresentados. Se o autor deseja saber o status do manuscrito, ele ou ela deve enviar o pedido via e-mail à editora. Uma vez que as exigências sejam cumpridas informará ao Comitê Editorial através do Editor da Revista, irá rever todas as contribuições e alocação de pares acadêmicos. Os pares acadêmicos são especialistas na área de assunto do artigo, e vai determinar a qualidade científica e acadêmica do material e vai dar o seu conceito de acordo com a guia que a revista tem para este fim. As identidades de ambos os autores e os revisores não serão divulgadas a fim de manter a confidencialidade do processo. Ao receber os conceitos de pares acadêmicos, a editora do Jornal notificará ao autor sobre a revisão dos pares acadêmicos e dar um prazo razoável para a resposta e realização das correções necessárias. Se os conceitos de pares acadêmicos foram bastante diferente ou se existem situações especiais que merecem uma avaliação mais aprofundada, o Comitê Editorial nomeará pares adicionais necessários para continuar o processo de avaliação completa do artigo. O Comitê Editorial decidirá sobre o artigo, após os ajustes realizados pelo autor. A decisão pode ser: “Aceitado”, “Aceitado com ajustes” ou” Rejeitado”. A editora do Jornal informará ao autor a decisão final do Comitê Editorial. Os artigos aprovados passam a correção de tradução e estilo. Antes da publicação, o autor receberá uma cópia para análise e informação sobre a aprovação final do documento que será incluído no volume da revista.
Comitê Editorial Revista Colombiana de Enfermería Outubro 2015
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Índice por volumen Volumen 10 • Año 10 • Abril de 2015 Editorial Medición científica: la ruta crítica de la investigación en Colombia Miguel Antonio Sánchez-Cárdenas
4-15
Artículos de Investigación Gestión de notificaciones de errores de medicación por entidades regulatorias
16-26
Factores estresores percibidos por los estudiantes de la Facultad Enfermería de la Universidad Católica del Uruguay en la práctica clínica
27-34
Formación en competencias para la comprensión cultural en el cuidado de enfermería
35-44
Agencia de autocuidado en pacientes hipertensos del Hospital Erasmo Meoz
45-56
Concordancia en la realización del triaje entre enfermería y neurología en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico en un hospital universitario: un estudio de corte transversal en un hospital de Bogotá
57-63
Julián Sánchez C.
Rosana Tessa G.
Olga Stella Díaz U.
Olga Marina Vega A., Josefina Suárez R., Sandra Acosta G.
Hernán Bayona O., Andrés Díaz C., Alejandro Jaramillo J., Lina Posada C.
Artículos de Revisión Intimate partner violence against women during pregnancy: a critical reading from a gender perspective
64-77
Guía fármacoterapeutica de amenaza de parto pretérmino
78-89
María Mercedes Lafaurie V.
Ana María Osorio R., Julio César García C.
Reporte de Caso Panhipopituitarismo congénito secundario a interrupción del tallo hipofisario: informe de caso Sergio Agudelo P., María José Maldonado C., Ximena Tovar S., Claudia Marcela Salinas J.
90-94
Volumen 9 • Año 9 • Agosto de 2014 Editorial Aportes del Código Deontológico Profesional a la disciplina de Enfermería Gloria Inés Prieto de R.
6-11
Artículos de Investigación Actividad física y envejecimiento poblacional. Repercusión en la calidad de vida
12-20
Percepción de los factores relacionados con el error en la administración de medicamentos en el servicio de hospitalización de una institución colombiana de cuarto nivel
21-30
Administración parenteral de antibioticoterapia en ocho instituciones de cuidado domiciliario de Bogotá D.C.
31-42
Experiencias acerca de la lactancia humana de madres gestantes que acuden al Hospital San Martín de Porres en Chocontá
43-52
Iyemai Rodríguez H.
Adriana Carolina Aya P., Adriana Marcela Suárez U. Miguel Antonio Sánchez C.
María Lucía Padrón H., Ximena Tovar S., María Fernanda García V., Fabio Rodríguez M.
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Índice por volumen |
Prevalencia y factores de riesgo de estreñimiento en estudiantes de enfermería de una universidad privada colombiana
53-64
La administración de enfermería en el área clínica y sus implicaciones en el cuidado
65-70
Conocimientos y actitudes sobre la donación de sangre en adolescentes de Jaén (España)
71-76
Prácticas y creencias culturales acerca del cuidado de niños menores de un año en un grupo de madres de Chocontá, Colombia
77-87
Bacteriuria asintomática y factores de riesgo en mujeres de pregrado de dos profesiones
88-94
Gloria Ángel J., Laura Arango C., Jennifer Smith Duque C. Mónica Hanna L., Marilyn Villadiego Ch. Rafael Muñoz C.
Fabio Rodríguez M., Carolina Santos Q., Jenny Talani O., María Fernanda Tovar R.
Raymundo Velasco-Rodríguez, Ana Bertha Mora-Brambila, Clemente Vázquez J., Mario Del Toro-Equihua
Una mirada de género al embarazo después de los 35 años: experiencias de mujeres atendidas por la red de salud de Bogotá D.C. 95-107 María Mercedes Lafaurie V., Patricia Antolinez R.
Condiciones psicosociales que contribuyen a la maternidad y la paternidad en la adolescencia Blanca Cecilia Vanegas de A., Marcela Pabón G., Rita Cecilia Plata de S.
108-117
Reporte de Caso El valor de la presencia de enfermería Edna Marcela Arias R.
118-123
Revisiones de Tema “Un milagro de vida”: de la teoría a la práctica de la enfermería
124-132
Adherencia farmacológica al tratamiento antihipertensivo: ¿un reto o una realidad?
133-141
Norma Yaneth Noguera O., Andrea Paola Villamizar M. María Zoraida Rojas M., Sandra Yamile Morales B.
Documento de Reflexión No Derivado de Investigación Narrativa de enfermería: visión y patrones de conocimiento en una entrevista en el hogar Karol J. Briñez A.
142-148
Volumen 8 • Año 8 • Agosto de 2013 Editorial Calidad de vida y orientación estratégica institucional. Una aproximación desde el modelo ¿Cómo está la vida? para medir el bienestar y el progreso de la OCDE Carlos Felipe Escobar R.
4-23
Artículos de Investigación Técnicas de estudio utilizadas por estudiantes de noveno semestre de una facultad de enfermería en una universidad de Bogotá, Colombia
24-34
Proceso de formación para el liderazgo en un programa de enfermería: concepciones de estudiantes y docentes
35-45
Tamizaje para sífilis en donantes de sangre y reactividad simultánea con otros marcadores en la Fundación Hematológica Colombia
46-52
Modelo de los determinantes de la actitud hacia la rehidratación
53-60
Primera relación sexual en adolescentes escolares de Montelíbano (Córdoba, Colombia): un análisis desde sus relatos
61-73
Estilos de aprendizaje de salud: un marco multidisciplinario para ser explotado
74-84
Grado de recomendación de las acciones propuestas en un protocolo de atención para accidente con riesgo biológico en estudiantes de salud
85-97
Sonia Patiño-Blandón
Amanda Lucia Bonilla M.
Harold Fabián Cruz B., Angélica Patiño P., Javier Madero R.
Cruz García L., Javier Carreón G., Jorge Hernández V., Gerardo Arturo Limón D., María de Lourdes Morales F., José Marcos Bustos A. Edgar Alexander Rincón-Silva
Letice Dalla L., Jucelaine Arend B., Katiuscia de Fátima Schiemer V.
Victoria Eugenia Cabal E., Nohora Alicia Sánchez C.
Artículo de Reflexión La violencia intrafamiliar contra las mujeres en Bogotá: una mirada de género María Mercedes Lafaurie V.
98-111
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| Índice por volumen
Artículos de Revisión Revisión de la literatura: relación e importancia de los canales de potasio en esclerosis múltiple
112-122
Profilaxis de sangrado gastrointestinal en paciente crítico
123-130
Revisión de la literatura: actualización en radiculopatía cervical
131-145
Andrés Mauricio Álvarez-Pinzón, Reynald Lamarre, Yery L. Álvarez, Sandra Galvez Julio César García C., Lizeth Katherine Barrera C. Andrés Mauricio Álvarez-Pinzón, Michael Krill
Revisiones de Tema Perspectiva de la salud medioambiental en pediatría: una visión emergente
146-150
Dolor pélvico crónico en la mujer: más que una consulta ginecológica
151-160
Dimensiones de educación integral en sexualidad para la prevención del embarazo en la adolescencia
161-174
La enfermedad renal crónica en el niño y el cuidado de enfermería
175-186
María Fernanda García V., María Paula González R. Sandra Cecilia Ospina G.
Blanca Cecilia Vanegas de A., Marcela Pabón G., Rita Cecilia Plata de S. Anyela Astrid Navarrete B., Herly Ruth Alvarado R.
Documento de Reflexión No Derivado de Investigación Sexo y sexualidad, complejidad de la identidad humana Ana Cecilia Becerra P., Wilmar Aníbal Peña C.
187-199
Volumen 7 • Año 7 • Agosto de 2012 Editorial Enfermería y salud pública: un panorama para la reflexión y la acción Martha Lucia Alzate P.
5-8
Artículos de Investigación Mujeres con cáncer de seno: experiencias y significados
12-21
Utilidad del catéter central de acceso periférico (PICC) en recién nacidos prematuros de la unidad de cuidado intensivo neonatal de la Clínica General del Norte
22-30
Experiencias de mujeres con el tratamiento y manejo del síndrome premenstrual y trastornos menstruales
31-38
Factores asociados a displasia en mujeres con atipias de células escamosas de significado indeterminado
39-42
Vínculos entre las creencias y prácticas de los cuidadores de una población vulnerable con la malnutrición y las alteraciones del neurodesarrollo en la infancia temprana
43-53
Intimate partner violence and alcohol use among the Ngöbe and Buglé indigenous population of Panama, Central America
54-67
Funcionalidad familiar de familias con niños preescolares estudiantes de colegios de Bogotá D.C. 2011
68-74
Programa de intervención cognoscitivo conductual en la calidad de sueño de cuidadores familiares
75-85
Significado de las vivencias de niños y niñas afectados por el VIH/Sida, adscritos a un centro de atención y apoyo
86-98
Obesidad y factores de riesgo del estilo de vida en profesionales de salud de tres ciudades brasileras
99-104
Prevalencia y factores asociados al Síndrome de Burnout en docentes de odontología Fundación Universitaria San Martín, año 2011
105-111
María Mercedes Lafaurie V., Jasson Choachí S., Ángela Patricia Gómez J., Laydy León D., Ángela Marcela Ovalle C., Luisa Fernanda Rodas R., Yuri Silva A., Nora Adriana Soto V.
Ruby Martínez G., Yurley Villanueva S., Ricardo Sánchez C., Carlos Gallón A.
Helena Patricia Hernández A., Sandra Patricia Jiménez R., Juan Carlos Pardo L., Pío Iván Gómez S., Yaira Johanna Pardo M. Jorge Luis Monroy D., Érika Marcela Méndez O.
Olga Patricia Torrado C., Mónica Silva G., Marcela Pirachicán M.
Sandra J. Cadena Ruth Valle B.
Ángela María Orozco-Gómez, Vanessa Eustache-Rodríguez, Lola María Grosso-Torres Rosmary Garzón G., Carolina Sánchez F., Sandra Liliana Perdomo G. Gizélia Barros C., Jamal Mahmud Lucas W., Carlos K. B. Ferrari
Edgar Ibáñez P., Ángela Bicenty M., Yeily Thomas A., Jeannette Martínez G.
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Índice por volumen |
Reportes de Caso Abordaje de transexualidad en consulta de VIH desde una perspectiva de género. Reporte de caso
112-121
Trombolisis en infarto agudo del miocardio con elevación del segmento ST en paciente mayor de 75 años
122-128
Leonardo Arévalo M.
Gabriel Jaime Matta H., Julio Cesar García C.
Revisiones de Tema Rol de enfermería en el proceso de donación de órganos para trasplante: revisión de la literatura - análisis crítico
129-139
La prevención de la enfermedad renal, un nuevo reto para la enfermera
140-145
Visión de los programas de promoción de la donación de sangre voluntaria y altruista: “Una política conceptual integral”
146-150
Embarazo en adolescentes: una mirada desde el cuidado de enfermería
151-160
Luisa Fernanda Fonseca T. Liliana Quevedo L.
Harold Fabián Cruz B., Jorge Enrique Moreno C., Silvia Inés Martínez F., Claudia Yaneth Calderón S. Norma Noguera O., Herly Alvarado R.
Documento de Reflexión No Derivado de Investigación De las ilusiones fatales: el cuerpo como una hermosa ilusión publicitaria Edgar Alexander Rincón-Silva
161-166
Volumen 6 • Año 6 • Agosto de 2011 Editorial Tendencias de la investigación en enfermería Ana Luisa Velandia M.
5-14
Artículos de Investigación Vivencias de gestantes con embarazo de alto riesgo
15-28
Aceptación de la adopción por hombres homosexuales en estudiantes de medicina
29-34
Cosmovisión ancestral y comprensión de los conceptos salud, cuidado y enfermería en habitantes del resguardo muisca de Chía, 2010
35-46
Efectos de la albahaca (Ocimum basilicum) sobre dolor pélvico en dismenorrea primaria (menstruación dolorosa) en mujeres en edad fértil
47-60
Conocimientos de anillo mensual anticonceptivo en un grupo de especialistas en ginecología. Estudio de corte transversal, Colombia-2010
61-65
Conocimientos básicos sobre el diagnóstico enfermero en estudiantes de enfermería del ciclo avanzado
66-72
Enfermería como disciplina
73-81
Interculturalidad en pediatría: creencias tradicionales en la salud infantil en un área rural
82-89
Caracterización del accidente con riesgo biológico en estudiantes de pregrado en facultades de salud en una institución de educación superior de Bogotá 2009-2010
90-101
María Mercedes Lafaurie V., Karen Viviana Castañeda C., Diana Marcela Castro T., Sandra Marcela Laverde V., Lady Yolima Balaguera C., Cindy Margarita López M., Evelyn Gissethd Martínez P., Yennifer Paola Martínez V., Camila Andrea Parra D., Natalia Ramírez L., Yaira Yohanna Pardo M. Adalberto Campo-Arias, María Mercedes Lafaurie V.
Olga Stella Díaz U., Margarita Callejas A., Pamela Jineth Camargo S., Ingrid Johanna Correal M., Francia Tatiana Cruz G., Adriana Carolina Hernández G., Luz Adriana Reina C., Sandra Lorena Reina S., Jennifer Cinthia Rotavista A., Heidy Andrea Zamudio R., Alex Julián Pacheco P.
Mayra Alejandra Galindo P., Juan Paulo Contreras P., Edgar Alfonso Palacios O.
Pio Iván Gómez-Sánchez
Mariana Guadalupe Torres O., Mónica Carolina Pérez L., Rocío Alejandra Rangel M. Cristina Martínez H., Martha Landeros L. Victoria Eugenia Cabal E., Mildred Guarnizo T. Olga Torrado C., Diana Casadiego C., Marcela Castellanos G.
Eddna Beatriz Galindo G., Cecilia Ruiz R., Nohora Alicia Sánchez C., Victoria Eugenia Cabal E., María Isabel Pardo S., Jorge Mario Roselli L., Ricardo Cardona E.
Artículo de Revisión Accidente cerebrovascular - revisión de la literatura: etiología, diagnóstico, tratamiento general y análisis pediátrico Andrés Mauricio Álvarez P., Sandra Milena Gálvez R.
102-120
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| Índice por volumen
Revisiones de Tema Formación y docencia en cuidados paliativos: la necesidad de una aproximación pedagógica integral
121-127
La investigación cualitativa: un importante abordaje del conocimiento para enfermería
128-142
Boris Julián Pinto B.
Blanca Cecilia Vanegas C.
Volumen 5 • Año 5 • Agosto de 2010 Editorial Temáticas y metodologías Myriam Elsa Torres
5-8
Artículos Anticoncepción de emergencia hormonal: conocimientos, actitudes y prácticas en estudiantes universitarias. Estudio de corte transversal. Colombia. 2008
9-14
Argumentos de mujeres atendidas en su parto y nacimiento de sus bebés por parteras
15-22
Características de la situación de salud en población universitaria. Villavicencio, Colombia, 2008. Estudio de corte transversal
23-30
Fármacoeconomia de la terapia biológica de las espondiloartropatías
31-40
Madres cuidadoras de niños(as) con cáncer: vivencias, percepciones y necesidades
41-52
Necesidades de cuidado de enfermería en soldados amputados por minas antipersona
53-66
Neisseria gonorrhoeae: un patógeno que impone grandes retos
67-70
Prevalencia de síntomas osteomusculares y factores asociados, en los embaladores de leche en una pasteurizadora en Nemocón, Cundinamarca
71-80
Roles que desempeñan profesionales de enfermería en instituciones geriátricas de Bogotá
81-92
Formación en ética para el ejercicio de la enseñanza y la práctica del profesional de Enfermería. Comité Local de Ética. Acofaen 2010
93-102
Pio Iván Gómez S., Katherine Arguello G., Carolina Cáceres V., Esmeralda Gutiérrez A., Andrea Rodríguez R., Lina Rojas M., Miryam Torres B. Alba Lucía Meneses B., Piedad Torres de P., Natalia Andrea Páez M., Bibiana Andrea Narváez R., Lina Maribel Cárdenas S., Ingrid Johana Farías V., María Camila Marín C., Lady Johana Tovar O.
César García B.
Julio César García C., Rafael Valle O.
María Mercedes Lafaurie V., Leydi Viviana Barón P., Diana Carolina León S., Paula Marcela Martínez M., Diana Carolina Molina Q., Diana Yazmín Rodríguez V., Adriana Marcela Rojas C., Mary Luz Roncancio Z. Olga Díaz U., Gina Fuetes V., Diana Lagos C., Andrea Morera, Diana Nieto O. Edward González R. Mauricio Zúñiga M.
Oscar Alberto Sierra C., Nidia Andrea Pardo A.
Blanca Cecilia Vanegas C., Emily Vargas R., Luisa Fernanda Abella M., Mabel Yulitza Alayón G., Liliana Paola Bonza S., Elda Yomara Chaparro D., Jannet Patricia Espinosa V., Lady Michelle Forero V., Angie Catherine Gutiérrez L.
Gloria Judith Sepúlveda C., Carmen Lucia Niño C.
Volumen 4 • Año 4 • Agosto de 2009 Editorial Diferentes abordajes en la fundamentación del “Cuidado” Rita Cecilia Plata de S.
5-12
Artículos Estudio piloto de la validación del cuestionario ‘Care–Q’ en versión al español en población colombiana
13-22
Significados de la pareja en proyectos de vida de jóvenes afectados por el desplazamiento 2007
23-30
Estudio de serie de casos: factores de riesgo de flujos vaginales patológicos en gestantes
31-38
Gloria Judith Sepúlveda C., Lisseth Alejandra Rojas C., Olga Liliana Cárdenas J., Elsy Guevara R., Adriana Milena Castro H. María Mercedes Lafaurie V., Andrea Calderón, Jorge Armando Cuellar, Francy Dayana Gómez, Magda Liseth Gómez, Yinna Paola Rojas Piedad Torres de P., Alba Lucía Meneses B., Paula Sandoval, Eryka Gaona, Diana Rivera, Angélica Bejarano, Elizabeth Muñoz
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Índice por volumen |
Caracterización de los casos de maltrato en el adulto mayor denunciados en la Comisaría Primaria de Familia en la Localidad de Usaquén en el año 2007
39-46
Responsabilidad social y rol del profesional de enfermería en el logro del derecho a la salud
47-54
Indigenous community health and the nursing students’experience
55-60
Mujeres en tratamiento de cáncer acogidas por un albergue de apoyo: circunstancias y perspectivas de cuidado de enfermería
61-72
Confiabilidad y validez de un cuestionario para medir factores de riesgo asociados a flujos vaginales en estudiantes universitarias. Estudio piloto
73-80
Características sociodemográficas y determinantes de adhesión terapéutica antirretroviral en pacientes con VIH/Sida en dos instituciones de Bogotá
81-90
Beneficio del apoyo psicosocial a la calidad de vida de niños y niñas enfermos de cáncer: una revisión sistemática cualitativa
91-104
Gloria Judith Sepúlveda C., Jenny Yurania Arias P., Ana Milena Cuervo R., Sandra Teresa Gutiérrez G., Solayi Andrea Olivos Á., Marislemi Andrea Rincón H., Juliet Viviana Tenjo B., Andrea del Pilar Valbuena M. Olga Díaz U.
Sandra Cadena
María Mercedes Lafaurie V., Diana Rocío Castiblanco B., Johanna Marcela González D., Diana Marcela Jiménez T., Liseth Bibiana Moreno, Liliana del Pilar Ramírez, Aida Ginna Sastoque R., Jenny Hiveth Tenza G.
Alba Lucía Meneses B., Pío Iván Gómez, Piedad Torres de P., Diana Giraldo, Degny Murcia, Leydi Moreno, Martha Montes
Gloria Sepúlveda C., Álvaro Mauricio Zúñiga, Gina Alejandra Amaya, Wendy Lorena Arévalo, Javier Arias, Paola Andrea Carrillo, Julie Andrea Pérez, Sollangy Ivonne Sánchez
Edgar Ibáñez, Andrea Baquero
Volumen 3 • Año 3 • Agosto de 2008 Editorial La cotidianidad: un espacio para potenciar la investigación en enfermería Daniel Gonzalo Eslava
5-12
Artículos Comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultades en la expresión verbal por sordera
13-20
Experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la unidad de cuidados intensivos, 2006
21-32
Construcción de la identidad profesional en estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, 2007
33-44
Formación en salud mental en pregrado de enfermería de la Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia
45-50
Cambios en los hábitos alimentarios de los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque durante su proceso de formación académica, Bogotá, D. C., 2007
51-60
Adherencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica a las sesiones de hemodiálisis del Hospital Militar Central, Bogotá, D. C., 2006 - 2007
61-68
Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvicouterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud de Bogotá
69-76
Prevención de infecciones en la emergencia obstétrica
77-82
Género, feminismo y conflicto. Una aproximación a la propuesta de Vincent Martínez Guzmán
83-88
Blanca Cecilia Vanegas, Luz Helena Castro, Mercy Paola Páez, Norlis Sulai Ramírez, Lorena Julie Salcedo
Blanca Cecilia Vanegas, María Fernanda Barbosa, Gely Maricely González, Jeiny Jahandra Montoya, Sandra Liliana Vega Blanca Cecilia Vanegas, Graciela Barrera, Luz Adriana Bautista, Nancy Liliana Gómez, Leidy Johana Hernández, Kelly Johanna Ramírez, Viviana Marcela Roa Elsa Mariño S., Marcela Pabón G., Margarita Jaramillo
Cecilia Saad A., Edgar Ibáñez, Carmenza León, Claudia Colmenares, Nohra Vega, Yuly Díaz
Cecilia Saad A., Gloria Sepúlveda, Edgar Ibáñez, Catalina Flores, Melissa Herrán, Natalia Márquez, Katherin Pacheco, Gloria Rojas
Blanca Cecilia Vanegas, Martha Patricia Chaves, Gina Beltrán, Eliana Díaz, María del Pilar Estrada, Yulieg González, Angélica Muñoz Pio Iván Gómez S.
María Mercedes Lafaurie V.
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 128-134 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
133
| Índice por volumen
Volumen 2 • Año 2 • Agosto de 2007 Editorial Erix Bozón Martínez
5-6
Artículos Dolor: historia, morfofisiología, evaluación y costo
7-18
Enseñando sociología y antropología en el modelo biopsicosocial
19-28
La equidad de género: clave para la salud sexual y reproductiva
29-36
Hemorragia uterina anormal en la mujer, enfoque básico
37-42
La violencia intrafamiliar y el maltrato a la infancia en Colombia: una aproximación
43-50
Cuando hablamos con nuestros pacientes (La esencia interpersonal de enfermería)
51-54
Historias de vida de niños con cáncer: construcción de significado y sentido
55-66
Permanencia y deserción de los estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque desde el segundo periodo académico de 2001 hasta el primer periodo académico de 2006. Bogotá, D.C.
67-76
Sentimientos de la mujer ante la presencia de su pareja durante el trabajo de parto
77-80
Ana Danyely Albarracín C. Pablo Fajardo M.
Blanca Cecilia Vanegas Pío Iván Gómez S.
María Mercedes Lafaurie V. Eliana Horta
María Mercedes Lafaurie V., Magda Bibian Caviedes, Claudia Marcela Cortés, Adriana María Guzmán, Marlén Hernández, Diana Alexandra Rubio
Ana María Fajardo M., Edgar Antonio Ibáñez P., Cecilia Saad A. Liliana Quevedo L.
Volumen 1 • Año 1 • Agosto de 2006 Editorial Jaime Escobar Triana
5-8
Artículos Evolución histórica de la Facultad de Enfermería. Desarrollo y proyección
9-18
Implicaciones de la reforma en el sector salud sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres colombianas
19-26
Cuando hablamos con nuestros pacientes (La esencia interpersonal de enfermería)
27-30
La investigación cualitativa como perspectiva de desarrollo social: aportes a la salud sexual y reproductiva
31-40
Modelo biopsicosocial, cultural y espiritual: aplicación en un programa de enfermería
41-50
Leptospirosis humana: hallazgos clínicos e histopatológicos en un caso y revisión de la literatura
51-64
Asociación entre conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en estudiantes de enfermería y medicina de la Universidad El Bosque
65-74
El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales
75-77
Rita Cecilia Plata de S. Pio Iván Gómez S. Eliana Horta
María Mercedes Lafaurie V. Ana María Fajardo M. Cecilia Saad A.
Milka Sydney Arteaga C., Sandra Marcela Daza A., Nubia Milena Gómez R., Natalia Raga R. Jesús María Pineda-Patrón
134
Rev. Colomb. Enferm. • Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Págs. 128-134 • ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
Maestría en
Salud Sexual y
Reproductiva Registro SNIES: No.53309, Registro Calificado: No.13921 del Ministerio de Educación Nacional
Dirigido a profesionales de Ciencias Sociales, Humanas y de la Salud Estado del programa: Título que otorga: Duración: Horario:
Único en Colombia Magíster en Salud Sexual y Reproductiva Cuatro (4) semestres Dos (2) fines de semana al mes
Informes Facultad de Enfermería - Oficina de Posgrados Teléfono: 648 90 71 - 648 90 20 PBX. 648 90 00 Ext. 1200 - 1360 - 1176 Línea gratuita 01 8000 11 30 33 Email: postgradosenfermeria@unbosque.edu.co; enfermeria@unbosque.edu.co Av. Cra. 9 N° 131 A – 02 | Edificio Fundadores, piso 4° | Bogotá D.C. | Colombia
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FACULTAD DE ENFERMERÍA
Maestría en
Salud Mental Comunitaria
Registro SNIES: No. 102752, Registro Calificado: No. 11253 del Ministerio de Educación Nacional
Dirigido a: Estado del programa: Título que otorga: Duración: Horario:
Profesionales de Ciencias de la Salud, Ciencias Humanas y Ciencias Sociales Único en Colombia Magíster en Salud Mental Comunitaria Cuatro (4) semestres Dos (2) fines de semana al mes
Informes Facultad de Enfermería - Oficina de Posgrados Teléfono: 648 90 71 - 648 90 20 PBX. 648 90 00 Ext. 1200 - 1360 - 1176 Línea gratuita 01 8000 11 30 33 Email: postgradosenfermeria@unbosque.edu.co; enfermeria@unbosque.edu.co Av. Cra. 9 N° 131 A – 02 | Edificio Fundadores, piso 4° | Bogotá D.C. | Colombia
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FACULTAD DE ENFERMERÍA
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Octubre de 2015 • Volumen 11 • Año 10 • Bogotá, D.C., Colombia ISSN: 1909-1621 (Impresa) • ISSN: 2346-2000 (En línea)
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Contenido · Contents · Conteúdo Editorial · Editorial · Editorial Salud sexual y reproductiva: el camino debe continuar Sexual and reproductive health: seeking continued progress Saúde sexual e reprodutiva: o caminho deve continuar
4-18
Elsa Mariño S.
Artículos de Investigación · Scientific Research Manuscripts · Manuscritos Pesquisa Científica Dimensiones de la competencia cultural en enfermería y prácticas tradicionales para el cuidado de la infancia Cultural nursing competency and traditional care practices for children Dimensões da competência cultural em enfermagem e práticas tradicionais para o cuidado de crianças
19-28
Influencia de tener perros sobre la salud percibida en personas mayores de Jaén (España) Influence of dog ownership on perceived health in the elderly of Jaén (Spain) Cães têm influência na saúde percebida dos anciãos de Jaen (Espanha)
29-33
Olga Stella Díaz U., Carolina López T.
María Rodríguez M., Rafael Muñoz C.
Validez y confiabilidad de la versión en español de la Escala de Evaluación de la Espiritualidad y el Cuidado Espiritual 34-44 Validation and reliability test of spanish version of Spirituality and Spiritual Care Rating Scale (sscrs) Validade e confiabilidade da versão em espanhol de Escala de Avaliação de Espiritualidade e de Cuidado Espiritual Lina María Vargas-Escobar
Violencia de la pareja íntima en relatos de gestantes atendidas en el Hospital de Usaquén (Bogotá, Colombia) Intimate partner violence in narratives of pregnant women attending Hospital de Usaquen (Bogota, Colombia) Violência por parceiro íntimo em relatos de gestantes atendidas no Hospital de Usaquén (Bogotá, Colômbia)
45-56
María Mercedes Lafaurie V.
Análisis observacional del uso de agua durante el lavado quirúrgico de manos: el agua como recurso hospitalario derrochado Observational analysis of water use for surgical hand scrubbing: water as a wasted hospital resource Análise observacional do uso de água durante a lavagem cirúrgica de mãos: a água como recurso hospitalar desperdiçado
57-62
Daniel Simón V., Ana Moldes A., Gloria Cordeiro V.
Riesgo nutricional e inseguridad alimentaria en una población infantil del municipio de Soacha Nutritional risk and food insecurity in a young group in Soacha municipality Risco nutricional e insegurança alimentar em uma população infantil do município de Soacha
63-72
Nivel de funcionalidad de familias con niños de 3 a 6 años, habitantes de una localidad de Bogotá, 2013 Performance level families with children from 3 to 6 years population of a town of Bogota, 2013 Nível de funcionalidade de famílias com crianças de 3 a 6 anos, habitantes de uma cidade de Bogotá, 2013
73-81
Fabio Rodríguez M., Ana María Acevedo F., Magda Alejandra Calderón G., Diana del Socorro López R., María Paula González R.
Ruth Valle B.
Artículo de Revisión · Review Manuscript · Manuscrito de Revisão Uso de inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de histamina como profilaxis en úlceras por estrés: ¿una práctica justificada? Use of proton pump inhibitors and Histamine-2 receptor antagonists in stress ulcers: a justified practice? Uso de inibidores da bomba de prótons e antagonistas dos receptores H2 de histamina como profilaxia em úlceras por estresse: uma prática justificada?
82-92
Ninfa Marlén Chaves T., Diego A. Nivia F. ISSN 1909-1621
Artículo de Reflexión · Reflection Article · Artigo de Reflexão Relationship-building: avoiding the pitfalls of an international student exchange program Cómo evitar los posibles obstáculos en un programa de intercambio de estudiantes internacionales Como evitar os possíveis obstáculos em um programa de intercâmbio de estudantes internacionais 9 771909 162007
Sandra Janashak Cadena
93-101