EDITORIAL
37 CON OCASIÓN DE NUESTRO
ANIVERSARIO
Hace 37 años comenzó la edificación de la Universidad Galileo en Guatemala. Primero, en 1977, como la Facultad de Ingeniería en Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación (FISICC), adscrita a la Universidad Francisco Marroquín. Luego, en 2000, cuando se conformó finalmente como Universidad Galileo. Durante casi cuatro décadas, nuestra casa de estudios ha forjado profesionales de primer orden en áreas desconocidas para nuestro país, pero fundamentales para contribuir a su desarrollo. Desde nuestra formación, como proyecto académico-científico, hemos tenido como objetivo desarrollar novedosos sistemas de enseñanza, así como carreras nuevas para que la educación superior responda a las necesidades de progreso de Guatemala. Asimismo, sin distinción de raza, credo o religión para quienes han escogido la senda del estudio acusioso de la ciencia como un plan de vida. En este número especial, dedicado a nuestro aniversario, hacemos un esbozo de la historia que ya hemos escrito, lo que hubiera sido imposible forjar sin el concurso de los cientos de miles de estudiantes que hemos tenido en estos años, así como a los decanos, los catedráticos de todas nuestras facultades y el personal administrativo.
Gracias Guatemala. galileo edición 02
DIRECTORIO Rector Dr. Eduardo Suger Cofiño Vicerrectora Dra. Mayra Roldán de Ramírez Vicerrector administrativo Lic. Jean Paul Suger Producción, redacción, edición, fotografía, diseño y creatividad Pancho y Co Esta es una publicación de Universidad Galileo de Guatemala www.galileo.edu Información Universidad Galileo PBX: 2423-8000 info@galileo.edu
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CONTRALUZ
UN VISTAZO POR DETRÁS DEL HOMBRO galileo edición 02
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E
ra la Guatemala de fines de los años 70’s. La sexta avenida de la zona 1 era el centro neurálgico de la actividad comercial, política y cultural. Allí se ubicaban las principales entidades gubernamentales y las oficinas de los más connotados profesionales. América Latina y nuestro país, por supuesto, estaban invadidos por los astros de la música española como Miguel Gallardo y Camilo Sesto, quienes ocupaban la programación de las principales radioemisoras del momento. El premio de la Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas (OTI) era la plataforma para que las voces de los mexicanos José María Napoleón y Lupita D’alessio llegaran al tope en el gusto de los guatemaltecos, como los más recientes ganadores de ese certamen. En ese momento, la radio sólo se podía escuchar por la frecuencia AM y grupos como los Rolling Stones, Kiss, Queen o Donna Summer, encabezaban las listas de popularidad de la música en inglés. Para escuchar a estos ídolos se compraban discos de acetato en 45 y 33 revoluciones. No existían ni los CD’s, ni las USB y ni pensar en tener micromemorias. No existían los teléfonos inalámbricos, mucho menos los celulares y ni siquiera se soñaba con los smartphones. No había señal de cable y sólo a través de los canales nacionales, podíamos tener acceso a programas como El Chavo del 8. Las grandes concentraciones de jóvenes de clase media se realizaban en torno a las discotecas rodantes, como Music Power. Por las principales calles de la zona 1 circulaban los citadinos con sus pantalones acampanados y camisas estrechas, las mujeres con botas altas y faldas a cuadros por encima de la rodilla. El pelo largo estaba de moda en los varones jóvenes y los peinados altos en las damas. Los más formales lucían corbatas gruesas y sacos con solapas anchas. El panorama político internacional estaba convulso y Guatemala no menos. Comenzaba la etapa más fuerte de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El mundo estaba dividido en dos grandes bloques: capitalista y socialista. En nuestro país el conflicto armado interno se encontraba en uno de sus puntos más dificiles, no sólo en el Occidente del país, sino también en la ciudad. A la cabeza del gobierno estaba el General Kjell Eugenio Laugerud García, cuando, el 4 de febrero de 1976, Guatemala fue azotada por uno de los terremotos más desvastadores de toda su historia. En el campo tecnológico, apenas hacía unos años que había ingresado la primera computadora IBM a Guatemala. No había nada en línea. No había internet. Los bancos hacían pagos de cheques por promedios de saldos de los clientes. Un día antes se generaban estos listados, por terceros, que eran impresos y trasladados a las oficinas bancarias. Las primeras computadoras eran de gran tamaño (como un escritorio gerencial). Además, quienes trabajaban en ellas lo hacían bien abrigados, ya que permanecían largas horas en ambientes muy fríos, casi congelados. Esas computadoras necesitaban ventilación, ya que tendían a calentarse muy pronto. Las pocas impresoras existentes también eran enormes. Parecían cortadoras de tela de maquila. Si hoy echamos un vistazo por detrás del hombro, así era nuestra Guatemala a finales de la década de 1970, justo cuando nacimos como un proyecto de universidad de corte científico-técnico. Enero 2015_ 04/05
BAJO LA LUPA
“HAY QUE APOYARSE SOBRE HOMBROS DE
GIGANTES” Tiene una voz fuerte y segura. Su hablar es fluido y es capaz de conversar con propiedad, tanto de física y matemática, como de filosofía, literatura, psicología o política, con anécdotas y referencias bibliográficas. Todo de memoria. Se trata del Dr. Eduardo Suger Cofiño, quien es una biblioteca ambulante, un Google humano. No concibe la educación alejada del desarrollo social, sino más bien como un detonante del mismo. En 1977 marcó historia en Guatemala, al fundar la Facultad de Ingeniería en Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación (FISICC), adscrita a la Universidad Francisco Marroquín, la que en el año 2000 se convirtió en la Universidad Galileo, que en el mes de octubre celebró su 37 aniversario.
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BAJO LA LUPA
¿Por qué iniciar en un campo tan árido, como la educación en informática, cuando las computadoras eran aparatos extraños y apenas habían ingresado las primeras IBM al país? Acababa de regresar de Suiza, donde terminé mi carrera como Físico Matemático en el Instituto Tecnológico Federal de Zúrich, Suiza ETH, universidad en la que también estudió y se graduó Albert Einstein y luego obtuve el grado de Doctor, Ph.D. en la Universidad de Austin, Texas, en Física-Matemática… Perdone la interrupción: ¿Es una coincidencia que usted estudiara en el mismo lugar que lo hizo Einstein? No, no es coincidencia. Desde adolescente yo me tracé como meta estudiar allí, pues quería ser como él, como ese gran revolucionario de las ciencias, así que hice todo lo que pude para lograr mi sueño. ¿Fue una tarea fácil? No. ¿Y cómo lo logró? Desde muy joven he tenido facilidad para las matemáticas, así que esa era mi manera de socializar con mis compañeros del Colegio la Preparatoria, además me generaba fondos. Con regularidad terminaba impartiendo clases a mis amigos o ayudando a los profesores en las aulas. Cuando llegué a Suiza, para lo que me ayudó uno de mis abuelos, me di cuenta de que el ingreso al ETH no iba ser nada fácil. Mi doble nacionalidad, ya que mi padre era suizo, me permitía hacer los exámenes de admisión, pero eran muy rigurosos. ¿Cuál era el nivel educativo que llevaba de Guatemala? La base de aprendizaje que llevaba de aquí no me servía de mucho. Recuerde que estamos hablando de una de las mejores escuelas del mundo en física y matemática. Sin embargo, un profesor se fijó en mí, gracias a mi perseverancia. Me ayudaba en su tiempo libre, pero era muy estricto. Estaba muy frustrado, pues no entendía ninguno de los problemas que me pedía resolver. Además, todo era en alemán, idioma que yo no manejaba técnicamente. galileo edición 02
¿No le dieron ganas de regresar a Guatemala? Claro que sí. Estaba muy solo, no conocía prácticamente a nadie y era la época de invierno. El frío era tremendo. ¿Por qué no regresó? Porque tenía que demostrarme que podía. Había soñado con ingresar a esta escuela y ser como Einstein; estaba cerca y no debía claudicar. ¿Cómo logró ser admitido? Este profesor que me tomó como su aprendiz me hablaba fuerte, casi a gritos y me insistía en que tenía que pensar, frente a los problemas que él me escribía en el pizarrón. “Tienen solución, piensa, piensa”, me decía. Luego de muchas sesiones de trabajo, en las cuales no resolvía nada, de repente comencé a solucionar problemas y a encontrar respuestas. Fue como inusitado, como un sueño. Me sometí a las pruebas respectivas y las aprobé. ¿Cómo se sintió? Feliz, muy feliz, ya que me había costado tanto alcanzar mi objetivo. En ese entonces en la ETH era raro ver a un latinoamericano y menos a un guatemalteco, así que también era extraño. Sin embargo, al poco tiempo se volvió a repetir la misma historia de la secundaria, comencé a apoyar a mis compañeros de clases. ¿Aparte de estudiar, también perteneció a las Fuerzas Armadas de Suiza? Así es. En ese país es obligatorio hacerlo y para todos reviste un honor. Tuve la experiencia de tener entrenamiento militar y de convivir con personas que tenían mucha más experiencia que yo, pues apenas era un jovencito. Doctor, le pido que volvamos a la pregunta inicial: ¿Por qué decide iniciar una facultad universitaria de informática, cuando era un área que no tenía injerencia en el desarrollo de la vida nacional? Mire, el siglo XX es el período de mayor producción del género humano, en el área del conocimiento profundo de la naturaleza, ya que se lograron avances sin precedentes en biología, física, química y naturalmente en el lenguaje que permitía descubrir algunos secretos muy bien guardados por la naturaleza.
¿A qué lenguaje se refiere? Al lenguaje universal, al de la matemática. Vea su importancia, que gracias a ella al finalizar la Segunda Guerra Mundial surgieron las computadoras y los cohetes, que permitirían no sólo la investigación del espacio, sino la puesta en órbita de satélites que transformarían de forma radical la vida en el planeta. Fue lo que más adelante permitió la formación de un mundo globalizado y con sistemas de comunicación masivos.
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Dr. Eduardo Suger Cofiño, Rector y fundador de Universidad Galileo.
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¿Pero, cómo Guatemala podía ser receptiva a ese movimiento mundial, al de la informática, si no teníamos las condiciones para ello. Es más, acabábamos de ser azotados por un terremoto apenas hacía un año? Por eso había que crear las condiciones, no debíamos esperar más, ya que sería una tendencia mundial y debíamos comenzar con la formación de profesionales en ese campo. Ya había fundado la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), que actualmente es la Escuela de Negocios en la Universidad Francisco Marroquín, así como había pasado por varias facultades de la Universidad San Carlos de Guatemala y de otras universidades, regenerado la enseñanza de la física y la matemática. Así que era momento de formar la Facultad de Ingeniería en Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación (FISICC).
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¿En qué año ocurrió eso? Corría el año 1977 y nos convertimos en pioneros en Guatemala en la preparación intensiva en Tecnología Informática de profesionales con formación integral, con lo que promovimos el desarrollo y modernización en varios sectores de banca, comercio e industria del país. Doctor, con la alta formación académica que ya tenía, imagino que tuvo ofertas para trabajar fuera de Guatemala. ¿Cierto? Sí, así es. Le comento que en el área de docencia, trabajé en los institutos superiores Minerva y Freundenberg de Zúrich, Suiza. Posteriormente laboré como investigador en el área de Física-Matemática, en el Centro de Investigaciones de IBM, en Ruschlikon, también en Zúrich, Suiza. Asimismo, en el Instituto de Física Molecular de Austin, Texas y en la Escuela de Graduados, ambos en Austin Texas, en el área de Física-Matemática.
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1. Acto de inauguración Universidad Galileo. 2. Primeras promociones de la Universidad.
¿Por qué no se quedó a laborar en mercados más desarrollados, que le permitieran explayar todo su conocimiento? Porque yo deseaba hacer algo importante por mi país y sabía que lo podía lograr. Además, en los viajes que hacía a Guatemala me ocurrió una de las mejores cosas de mi vida, me enamoré y me casé. Así que tenía muchas más razones para afincarme en mi país.
¿Cómo inició el funcionamiento de FISICC? Era catedrático de la Universidad Francisco Marroquín y me acerqué al Rector, el Dr. Manuel Ayau, para compartirle mi idea de formar la Facultad. Me ofrecio el apoyo institucional del nombre de la Universidad Francisco Marroquín, pero debía obtener los fondos para concretar mi proyecto y hacerlo auto sostenible. ¿Y qué hizo usted? Conseguí un préstamo de 50 mil dólares y detecté un lugar para iniciar las clases, cerca del Campo Marte, en la zona 5. Recuerdo que mis primeros muebles eran de madera de Totonicapán. Eran pocos alumnos, así que tenía que promocionar a la facultad. Enero 2015_ 10/11
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Anteriormente usted mencionó que FISICC apoyó el crecimiento del comercio, la banca y la industria. ¿A qué se refería? Nos acercamos a los bancos a ofrecer clases para sus trabajadores. Al principio hubo reticencia, ya que los banqueros pensaban que iba a afectar el horario de salida de sus colaboradores. Sin embargo, les expliqué que no tenían que desplazarse, que podíamos trasladar a los catedráticos al lugar de trabajo. Así facilitamos los procesos para todos y se generaba mayor identificación de sus empleados con las compañías. ¿Aceptaron? Como eran sistemas diferentes de educación superior, también me di a la tarea de crear programas que apoyaron la gestión bancaria y crear carreras afines, así todos salían beneficiados. Ese proceso lo replicamos con el Ejército de Guatemala, por ejemplo y otras entidades más. Hoy por hoy, en la Universidad tenemos alianzas estratégicas con diversas corporaciones privadas e instituciones del Estado. Es decir, no esperamos que llegaran los alumnos, sino facilitamos su acercamiento al conocimiento. ¿Por qué llamó Galileo a su proyecto? Galileo Galilei fue un revolucionario en su tiempo, en el que el geocentrismo era un dogma. Para esa época, se creía que el universo fue creado para el hombre y que todo giraba en torno a él. Galileo enunció que no era así, que el Universo giraba en torno a sí mismo, sin necesidad del hombre. Es decir, la tierra gira, la tierra se mueve. De ahí su famosa frase “mouve”. Sin embargo, no fue comprendida su teoría y hasta lo confinaron a pasar el resto de su vida en cautiverio. Cientos de años más tarde, el mundo reconoció que Galileo tenía razón. ¿Y cuál es la relación de Galileo con el nombre de la Universidad? Que nosotros, a lo largo de 37 años hemos revolucionado la educación superior, desarrollando carreras que no existían, pero que Guatemala necesitaba galileo edición 02
para desarrollarse. La educación superior no tiene ningún sentido, si no promueve el desarrollo social y económico de un país. Somos esos agentes de cambio para generar bienestar, de lo contrario el conocimiento se convierte en vano. Desde el inicio desarrollamos contenidos y carreras de vanguardia pero, además, con la posibilidad de poder recibir a todos, sin distingo de raza, credo o religión. En la Universidad todos son bienvenidos, ya que nuestra base fundamental es la ciencia y su estudio acusioso. ¿Cuál diría que es la fórmula para tener visión y ver más allá de lo obvio, tal como usted lo hizo al fundar Universidad Galileo? Bernardo de Chartres, filósofo del siglo XII, decía que podemos ver más allá, más lejos, pero que somos como enanos a los hombros de gigantes. Para alcanzar nuestros objetivos, agregaba, no será suficiente la natural agudeza de nuestra vista ni la altura de nuestro cuerpo, sino que seremos levantados por la gran altura de gigantes. Es decir, tenemos que apoyarnos en hombros de gigantes. El conocimiento es un gran gigante, así como la ciencia y sus revolucionarios. Universidad Galileo sigue aportando profesionales de gran valía a Guatemala… No sólo a Guatemala, muchos de nuestros egresados trabajan en corporaciones mundiales y gracias a su preparación, impulsan cambios importantes en cada área en la que se desempeñan. Por ejemplo, tenemos egresados en Silicon Valley, meca de la tecnología en el mundo.
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Luego de 37 años, ¿hacia dónde se dirige el aporte de Universidad Galileo, además de dotar de profesionales con excelencia al país? A dar aportes al mundo, al conocimiento, por ejemplo a través de la Escuela Doctoral, que tiene estrictos procesos internacionales, validados por los más importantes círculos científicos europeos. Otro claro ejemplo de ello, es la invención del brazo mecánico, creado por Alí Lemus y un grupo de estudiantes, que permitirá tener prótesis con el precio más bajo del mundo para aquellos que han perdido parte de su brazo. Estamos en la fase de trascender, de crear soluciones para problemas universales.
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PÉNDULO
EMPRENDEDOR
DE ACERO
LA BRILLANTE HISTORIA DE JULIO CÉSAR LIMA. galileo edición 02
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ulio César Lima es ingeniero industrial, egresado de la Universidad Galileo, que en sólo cuatro años ha convertido a su empresa, Marlin Steel Corporation, en una de las pioneras en Guatemala y en Centroamérica en aplicar la tecnología de punta en la transformación del acero. La firma asesora, diseña, produce y construye puentes, torres de telefonía, torres de transmisión eléctrica, edificios, centros comerciales y estructuras para cualquier tipo de desarrollo. Lima, además, construyó el puente más largo de Centroamrica sin apoyos intermedios en Ocotepeque, Honduras. Todo un logro de ingeniería en la región. Su visión para posicionarse en el mercado comienza desde que escoge un inusual nombre para una empresa que trabaja con acero, ya que usa el de un pez. “El Marlin es un titán en el mar. No sólo es bello, sino también es fuerte y aplica en todo momento estrategias que le permiten ser un líder acuático. Es muy difícil atraparlo y aquellos que logran hacerlo, afirman que es como acariciar el Santo Grial del mundo de la pesca”, dice.
“El Marlin es un ser supremo de las aguas azules, que nada seguro en las profundidades, utilizando como punta de lanza su poderoso pico frontal. En él encontré una inspiración de cómo debiera ser nuestra corporación: fuerte, segura, confiable a los clientes, ávida de alcanzar nuevas metas. Es así como desarrollamos la compañía: Marlin Steel Corporation”, agrega.
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PÉNDULO
EL INICIO DE UN GRAN SUEÑO Luego de egresar de la Universidad Galileo como ingeniero industrial, obtuvo una postgrado en Master Oficial en Dirección de Empresas y Sistemas de Produccion en esta misma casa de estudios y posteriormente concluyó otra en Dirección de Empresas y Sistemas de producción avalada por los gobiernos de Italia y España. Al regresar a Guatemala se involucró en varios de los negocios de su familia, pero su mayor interés estaba en el del acero. Su padre fundó en 1987 Multigroup, la compañia más grande en la importación de acero en la región y para Lima hubiera sido más fácil hacer carrera en esta empresa, sin embargo “…deseaba hacer cosas nuevas. Desarrollar nuevos sistemas gerenciales, de producción, de diseño en la transformación del acero. Mi visión era una compañía nueva, por lo que decidí iniciar un camino alterno, para lo que conté con el apoyo de mi padre y sus sabios consejos”, refiere.
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1 . Parque Solar, construido en Zacapa. 2 . Torres de transmisión eléctrica. 3 . Diseño en 3D y posterior ejecución.
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¿QUÉ HACER PRIMERO? Desde sus años en las aulas de la Universidad Galileo, Lima sabía que un elemento diferenciador para alcanzar su sueño, sería la aplicación de la tecnología, eje transversal en todos sus estudios. “Viajé por varias partes del mundo para encontrar lo que buscaba. Fui a diversas empresas en Estados Unidos, pero sus procesos aún no me convencían del todo. Cuando visité algunos países en Europa encontré la solución que estaba buscando, entre un programa noruego llamado Tekla, con el cual elaboramos un desarrollo de las estructuras en 3D, otro programa francés el cual gestiona toda la producción en fábrica y la maquinaria de control numérico la cual es Italiana.”, explica este ingeniero industrial que apenas tiene treinta y tres años. Con este programa desarrolla el diseño estructural en 3D, luego se hace un montaje en digital y cada parte lleva distintos colores en la estructura y en sus uniones. De esta forma se pueden hacer los ajustes necesarios antes de fabricar las piezas y el programa genera los planos de montaje con una codificación lógica.“Tome en cuenta que una torre de transmisión eléctrica, que es uno de los productos que fabricamos, tiene por lo menos dos mil piezas y todas deben casar exactamente. Todos los pernos (tornillos) deben ser los adecuados y las partes deben estar completas y a medida. Con este sistema garantizo la exactitud, ya que evito a toda costa el error humano”, dice. Es como una especie de juego de Lego, por supuesto con medidas descomunales, ya que todas las piezas juntas forman parte de grandes obras, como las 400 torres que exportó a Costa Rica y en donde no participó en el montaje final. La aplicación de la tecnología no solo permite eficiencia y calidad en los tiempos de entrega, sino también en la compra de materiales. Con el gestor de la Producción se calcula la cantidad de perfiles que necesita cada proyecto, ya sean vigas, angulares, tubería, placas etc., además, asigna a una bodega virtual, que tiene en su contraparte física la cantidad de material sobrante. De esta forma, cuando se inicia otro proyectos a la vez, el mismo sistema genera los alertivos respectos de los materiales existentes y que no se necesitan comprar. Con este sistema, Lima se ha convertido en el único en América Latina que puede diseñar y producir puentes tipo Bailey, actividad que en Guatemala aún causa asombro. “Asimismo, he realizado alianzas con una compañía que tiene más de 125 años en el diseño de puentes y con otra empresa colombiana de ingenieria que diseña subestaciónes eléctricas y torres de alta tensión. En el caso de los edificios, con empresas que han construido en Dubai”, expresa. Lima inició su empresa con el diseño y producción de torres, pero como la génesis de su giro de negocio fue el desarrollo de un sistema exacto para diseñar, producir, fabricar y aesorar en la puesta en marcha de todo tipo de trabajo en acero, “la demanda creció y nos hemos convertido una compañía que atiende diversos mercados. En Marlin Steel Corporation tenemos tres subdivisiones: Marlin Towers, Marlin Structure y Marlin Bridges”, explica.
“Marlin Steel Corporation compite con los mejores del mundo en precio, eficiencia y calidad. Ha diseñado y ejecutado diversos proyectos de gran envergadura en el Caribe, Centro y Sudamérica, para lo cual aplica estrictos procesos internacionales de calidad con tecnología de punta en la transformación con exactitud del acero en puentes, torres y estructuras de cualquier tipo”, concluye el ingeniero Lima, otro brillante egresado de la Universidad Galileo. Enero 2015_ 16/17
MENTES BRILLANTES
REBECCA GARCÍA CO FUNDADORA DE CODERDOJO NYC Estados Unidos
Tiene el hablar clásico de los orientales: pausado y certero. Rebecca es una jovencita de veintitrés años. Su madre nació en México, pero de origen es japonés y su padre, tailandés. Ella, sin embargo, se autonombra latina, aunque le cuesta entender el español se esfuerza a cada momento por aprender más. Cuenta que en el 2013, un día antes de que fuera nombrada Champion of Change por la Casa Blanca de Estados Unidos, ensayó con su madre diversas palabras en español para que el auditorio la escuchara en la ceremonia respectiva. No era para menos, ya que el mismo presidente de EEUU, Barack Obama, le entregó una presea por su trabajo para crear oportunidades de desarrollo en el ámbito tecnológico a jóvenes de diferentes comunidades. Además, es co fundadora de CoderDojo NYC - Estados Unidos. Es una celebridad que estuvo en Guatemala como disertante en el Foro de Innovación Tecnológica (FIT) promovida por nuestra Universidad. galileo edición 02
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ESTEFANÍA ORTIZ COMPUTER SCIENCE STANFORD Estados Unidos
Tiene un hablar fluido y el encanto caribeño de los “boricuas”, originarios de Puerto Rico, su país de origen. Con apenas veinte años, Estefanía cursa el tercer año de Computer Science en la prestigiosa Universidad de Stanford en Estados Unidos. Todo un logro para una latina. A Estefanía le interesa el desarrollo de software, la mecatrónica, la inteligencia artificial, el diseño y la educación. Labora como software engineering intern en Good Eggs y es Co-Directora del Stanford Society of Women in Engineering. Anteriormente participó en internships de Facebook y Microsoft. Estefanía visitó Guatemala por primera vez para disertar como una de las principales expositoras en la quinta edición del Foro de Innovación Tecnológica promovido por nuestra casa de estudios. Enero 2015_ 18/19
UNIVERSIDAD
Visagismo.
Laboratorio de Química Farmacia y Nutrición
Arte.
Robótica.
Brazo mecánico activado con voz.
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Impresora en 3D.
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Laboratorios de uso industrial.
Práctica en paneles solares.
Máquina de envejecimiento prematuro dirigido.
Mecatrónica.
Producción de Biodiésel a partir de algas marinas.
w ww. g a l i l eo. ed u
UNIVERSIDAD
HOY... Enero 2015_ 20/21
CASO DE ÉXITO
Óscar Bonilla tiene buen humor. Su respuesta fue inesperada, al preguntarle cómo llegó a Silicon Valley, Estados Unidos, uno de los lugares más importantes en el mundo tecnológico. “Pues tomé un avión del aeropuerto de Guatemala que, conectando en Dallas, Texas me trajo a San Francisco. De ahí sólo hay que manejar veinticinco minutos para llegar”, expresó en un correo electrónico. Luego de algunas risas cibernéticas, él mismo se corrige. “Ahora en serio. Un amigo conocía al fundador de la empresa en la que trabajo y nos presentó. Platicamos de lo que hacía su compañía y de mis intereses en el área de computación y acordamos una colaboración mutua. Luego de conocer al resto del equipo, decidí aceptar ser parte de la empresa y desde hace diez años que trabajó aquí en BitKeeper, Distributed Source Control Management System (DSCM) de la empresa estadounidense BitMover, Inc,”, dice. Pareciera que el camino de Óscar ha sido fácil, aunque tras la simpleza de sus palabras subyacen horas de esfuerzo desde el inicio sus estudios en 1980 en la antigua FISICC. En aquella época tuvo un incidente personal que casi le cuesta la expulsión de la Universidad. “Sin embargo, el Dr. Suger se acercó y me motivó a continuar estudiando en mi casa de estudios, pero debía tener como promedio 90 puntos. Logré mi meta y mi gradué de la Universidad”, refiere. De Guatemala a Silicon Valley existe un universo de diferencia. “Aquí es el epicentro de las empresas tecnológicas más grande del mundo. Tiene una rara combinación de muchísimo potencial humano debido a la Universidad de Stanford y a otras empresas tecnológicas con sede en el área”, enfatiza. Además, Silicon Valley tiene incubadoras de tecnología que proveen recursos e incentivos para crear empresas nuevas, así como inversionistas dispuestos a proveer capital para startups. “En otras partes del mundo, alguno de estos factores no está presente y lo que usualmente sucede es que las empresas que son fundadas en otros países eventualmente se mudan a Silicon Valley, lo que refuerza el ciclo”, dice. El trabajo de Óscar consiste en la investigación y desarrollo de sistemas distribuidos de alta disponibilidad y escalabilidad para desarrollo de software. “Debido a la gran cantidad de software producido en Silicon Valley, los problemas que resolvemos incluyen: ¿cómo administrar software que tienen millones de archivos y que modifican diariamente cientos de programadores ?, ¿cómo permitirles a miles de programadores colaborar de una manera ordenada, minimizando el trabajo duplicado y así garantizar un sistema robusto?”, asegura A pesar de pertenecer a una élite en el mundo de la informática, Óscar no olvida su país. “En el futuro me gustaría encontrar alguna manera de conectar el talento de la Universidad Galileo con las empresas de tecnología en Silicon Valley. Hay una escasez de mano de obra calificada que muchas empresas tratan de llenar con personal que vive en la India, aunque la diferencia de horario lo hace difícil. Si Guatemala tuviera un hub tecnológico fuerte, tal vez sería posible proveer servicios de software desde nuestro país”, finaliza Óscar con nostalgia.
TECNOLOGÍA DE CLASE MUNDIAL, A RITMO DE MARIMBA
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