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BORGES VISITA A UNA SEÑORA RAFAEL ANTÚNEZ orges, vivió 86 años y 70 de ellos los pasó enamorado de mujeres que no le coB rrespondieron. Una detrás de la otra, las bellas damas sin piedad desfilaron por su vida, poblando sus noches de largas y elaboradas, minuciosas (para usar una palabra
que le era cara) ensoñaciones (Borges imaginaba diálogos y situaciones con la amada en turno, respuestas y preguntas, paseos, miradas, sonrisas, reacciones, gestos… En su imaginación recorría al lado de la amada en turno la ciudad, la misma ciudad que años después vería como «… un plano / de mis humillaciones y fracasos») y de amargos despertares. «Tenía –al decir de Silvina Ocampo– corazón de alcachofa» y no era raro verlo perdidamente enamorado de una muchacha (y a veces de dos o tres al mismo tiempo). Se ha señalado en muchas partes que a Borges le gustaban las mujeres guapas, cultas y ricas. Parte de su «técnica» de conquista (si así se le puede llamar) consistía en deslumbrarlas con su conversación (una mezcla brillante de inteligencia, humor, erudición y timidez), invitarlas a dar largos paseos, regalarles libros, citarles versos y poemas (que no pocas veces eran veladas declaraciones de amor que para ellas pasaban desapercibidas), escribirles un prólogo o invitarlas colaborar con él en algún libro, para finalmente proponerles matrimonio y ser rechazado. En el que fuera su último libro escribió unos versos dedicados a Enrique Banchs que bien podían aplicársele a él: «esa historia es la historia de cualquiera / pero de cuantas hay bajo la luna / es la que duele más». A lo largo de esos 70 años, las muchachas se casaron con otros, fracasaron, envejecieron y murieron en un olvido del que a veces sólo las rescata el haber sido amadas por Borges. Una de ellas «Se llamaba Elvira de Alvear y su padre había sido uno de los hombres más ricos del país». Según el propio Borges fue una de las mujeres que lo inspiraron para crear a dos de sus personajes femeninos más célebres: Beatriz Viterbo y Teodolina Villar. Ella era ocho años más joven que Borges y se discute sobre si era o no una mujer atractiva. Estela Canto, que la conoció ya en sus últimos años la describe con concisión y cierta dureza: dice de ella que era «una mujer ya vieja, alrededor de unos sesenta años, muy pálida, rolliza y que nunca había sido bonita». La suya es una descripción que no coincide con la de Borges, quien siempre guardó un grato recuerdo de ella, a pesar de que ella nunca correspondió a sus declaraciones de amor. Ella, que «Todas las cosas tuvo y lentamente / Todas la abandonaron», fue una mujer que no tuvo demasiadas amabilidades para con Borges. Si fue el modelo de Beatriz Viterbo y de Teodolina Villar, no es difícil imaginarla altiva, banal y cruel. Según Mario Paoletti, hacia 1930, Borges la visitaba los sábados y «cuando ella no le daba plantón cosa que ocurría a menudo. Caminaban por el barrio de Belgrano, silenciosamente». La vieja táctica de versos, libros y caminatas arrojó también el ya conocido resultado. Elvira emigró a París y se olvidó de Borges. Volvió siete años más tarde y Borges volvió al acecho. Le prologó un libro de versos (olvidables y ya olvidados), Reposo, y siguió visitándola. Pero Elvira de Alvear estaba condenada a perder la fortuna heredada y algo más: la razón. Poco a poco la cordura la fue abandonando y ella se enfrascó en un irrealizable proyecto novelístico (que mucho de borgeano tenía): una novela imposible de leer, pues los primeros capítulos estaban escritos con palabras y los finales (conforme la locura fue avanzando en ella) con «vagos rasgos indescifrables». Borges aventuró que para entender la novela de Alvear uno tendría que estar tan loco como ella. Nada cuesta imaginar que la novela es magnífica, plagada de poesía y de belleza, de paradojas y laberintos, grandes y revolucionarias ideas… Una novela, que contendría otras novelas imposibles, como esa que el mismo Borges bosquejó y que «por razones de ceguera y de ocio» nunca llegó a escribir, pero de la que es posible hacerse una clara idea, pues él mismo nos informa que se trataría del «reverso de la admirable Diario de la guerra del cerdo, de Bioy Casares. El tema de ese libro es una conjuración de los jóvenes contra los viejos; el tema del mío, cuya redacción queda a cargo de cualquiera de mis lectores, es una conjuración de los viejos contra los jóvenes, de los padres contra los hijos». Borges nos dice que en su novela «Los esenciales protagonistas de la obra son los ancianos. Deben ser muy diversos; más allá de las necesidades argumentales deben ser quienes son. También podrían ser vagos; también podrían arrojar una indefinida sombra temida. Algunos, postrados o impotentes o enfermos, envidian la salud normal de los jóvenes; otros, avaros, no quieren que sus hijos hereden la
fortuna que les ha costado tanto trabajo; otro, frustrado, no se resigna a la buena suerte del hijo; uno, sereno y lúcido, piensa sinceramente que los jóvenes pueden ser presa de cualquier fanatismo y son incapaces de la cordura». Nada nos impide imaginar que en la novela imposible de Alvear la conjura no es de jóvenes contra viejos ni de viejos contra jóvenes, sino de locos contra cuerdos: su «sabiduría es consignada en libros que, por nuestra cordura, nos está vedado conocer. Una novela que nada nos cuesta imaginar como un libro, magnífico y terrible que, entre otras muchas cosas («láminas, umbrales, atlas, copas, clavos»), contenía nuestra historia. Un novela que, sin importar por dónde la empezara uno a leer, quedaría irremediablemente atrapado en su infinita trama, en sus páginas que se volvían infinitas… pero la razón nos impide acceder a sus misterios, descifrar los signos de su «escritura». Al paso de los años Elvira de Alvear dejó de ser la hermosa mujer que era para convertirse en una matrona obesa y pálida que habitaba un mundo de lujos imaginarios; vivía en un ruinoso apartamento en San Telmo, atendida por una servidumbre inexistente que ella llamaba con una campanilla de plata y a cuyo tintineo jamás nadie acudía. Lejos habían quedado los tiempos de esplendores cuando Neruda visitaba su casa, cuando editó Imán, una revista en París de la que fue secretario Alejo Carpentier, cuando fue amiga de Alberti, de Asturias, de cuando estuvo a nada de ser la primera editora de Residencia en la tierra… Borges, en un acto de fidelidad que lo enaltece, siguió visitándola «Todos los finales de año, el 31 de diciembre, antes de cenar con sus amigos habituales, hacía una visita a un apartamentito de la calle Independencia, entre Chacabuco y Perú». Cuenta Estela Canto que «Un detalle que se repetía todos los años conmovía especialmente a Borges. Sobre la mesa del comedor había una campanilla de plata. Elvira de Alvear la agitaba y después comentaba: «¿Dónde se ha metido la gente de servicio? ¡Fíjese, Borges, nunca, nunca están cuando los llamo!» Esa visita, «era un tributo y un homenaje que había que rendir a esa mujer» que «Todas las cosas tuvo y lentamente / Todas la abandonaron»…
Todas las cosas la dejaron, menos Una. La generosa cortesía La acompañó hasta el fin de su jornada, Más allá del delirio y del eclipse, De un modo casi angélico. De Elvira Lo primero que vi, hace tantos años, Fue la sonrisa y es también lo último.
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DIMA ORSHO
ISHTAR, LA GRAN MADRE NOTA Y TRADUCCIÓN DE MAJA VASILJVIC Dima Orsho nació en Damasco en 1975. Estudio canto y clarinete en el Instituto de Música de su ciudad natal y ópera en el Conservatorio de Boston. Como cantante de música clásica, jazz y música de la tradición islámica, ha aparecido en escenarios de medio mundo. Orsho es también compositora muy aclamada que ha escrito para cine, televisión, radio y teatro. Hoy vive en Chicago. Estas composiciones están dedicadas a la diosa babilónica Isthar, la portadora de luz, diosa de la fertilidad, el amor y la guerra. Su culto fue el más importante en la antigua Babilonia e Isthar se convirtió bajo varios nombres en la diosa más importante del Oriente Próximo y Asia Occidental.
El Oráculo Yo soy la primera y la última Soy la ramera y la sagrada Soy la esposa y la virgen Soy la madre y la hija Soy la infértil y madre de muchos Soy la partera y la que no procrea La fecunda Soy la novia y el novio Fue mi esposo quien me engendró Soy la madre de mi padre Y la hermana de mi esposo Y él es mi progenie
Fotografía de Umesh Soni
La trascendente Oídme vosotros oyentes Y aprended de mis palabras Vosotros que me conoceis Soy la escucha accesible a todo y a todos Y soy el habla inaprensible Soy el nombre del sonido Y el sonido del nombre Soy la que llaman ley Soy la que llaman verdad Soy la que llaman vida
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LA GUERRA MUNDIAL Y EL JUEGO INFANTIL LORENZO LEÓN DIEZ* Freud a un siglo de Más allá del principio de placer América Espinosa (AE) Liora Stavchansky (LS) Ricardo García (Coordinadores) Néstor A. Braunstein (NAB) Carlos Castillo Mendoza Ricardo García Valdez (RGV) Pablo Tepichín Gisela Untoglich María Elena Elmiger (MEE) Jessica Millet (JM) Claudia Schutt (CS) María de la Garza Walliser (MGW) Andrea del Ángel Ramos Colección Biblioteca Universidad Veracruzana 2020
Lo inanimado es un concepto que Freud había acuñado un año antes, en 1919. Y a este concepto Nestor Braunstein (NB) interpola ciertas objeciones. “Si lo inanimado, lo mineral, lo acuático preceden a la vida, cosa que nadie discute, lo que viene después de la muerte ¿es lo mismo que lo anterior a la vida en el plano biológico? ¿Es un “retorno” al origen? ¡No! ¿Por qué? Porque la vida, las pulsiones, las del ser hablante, en el arco de su recorrido tendiente al goce, van dejando marcas históricas, las marcas de su pasión y de su fracaso o acabamiento. No solo dejan la marca en la historia, sino que la historia está presente ab initio, desde el momento en que se ponen en marcha”.
2020 se cumplieron cien años de que el autor vienés Edel nSigmund Freud (1856-1939) escribió Más allá del principio placer, un texto que forma parte de su voluminosa obra que tan importante ha sido para la historia de la modernidad.
Jessicca Millet (JM) recuerda el concepto de la pulsión como aquello que pulsa (Drang) a que el cuerpo se constituya en relación con el mundo y lo había planteado Freud desde 1905 en sus Tres ensayos de teoría sexual.
Lo redactó un hombre a sus 62 años y una de sus ideas centrales se la dio su nieto Ernest, de 18 meses, hijo de Sophie, quien moriría poco tiempo después.
“La pulsión es el motor del deseo, es el motor de la relación con el otro. En su dimensión de ligadura (libido) se liga al campo de las representaciones para construir la dimensión del cuerpo psíquico”.
Esta experiencia, el nacimiento y la muerte, en lo personal, y la devastación que significó la Primera Guerra Mundial, de la que acababa de salir Europa, son los ámbitos en que este hombre, que se había quedado casi sin pacientes y pasaba por momentos de gran apremio económico, nutren sus registros y reflexiones sobre temas que marcan la vida de todo individuo y de la sociedad de la que Freud era parte.
Maria de la Garza Walliser (MGW) apunta: “La presencia de la pulsión de muerte hermanada con el amor, dirigen al mundo”. Señala RGV: “La pulsión sexual es la encarnación de la voluntad de vivir”.
Pulsión es un concepto central en esta discusión. La palabra en alemán es Todestrieb. Ricardo García Valdez (RGV) señala que es “el impulso o la fuerza imperiosa que proviene del cuerpo en su articulación con la psique. Nietzsche ya concebía el espíritu humano como un sistema de pulsiones que pueden colisionar o fundirse unas con otras. Pero Freud intenta evitar la confusión con instinto, ya que este quiere la vida y tiene un objeto predeterminado fijo”.
Lo inquietante del texto de Freud para su gremio de médicos y para los pensadores en general, es que si se había estudiado con tanta precisión –la teoría de la psique- la tendencia natural del hombre hacia la vida, identificada con el placer, cómo es posible que ahora se dijera que había un más allá de ese principio, y es el territorio de la autodestrucción. “La muerte como experiencia en la vida de Freud se vuelve más constante (en la posguerra). Freud realmente quedó turbado por el horrendo espectáculo de la naturaleza humana durante la Primera Guerra Mundial. Son años difíciles: su hijo Martin cae preso, habiéndose enrolado en el ejército; la comida escaseaba, la casi totalidad de sus pacientes habían sido movilizados, al igual que gran parte de sus colegas y de sus discípulos (CS); la crisis se expandía a diferentes niveles y es hasta 1918 que puede realizarse un congreso de psicoanálisis (se llevó a cabo en Budapest), después de más de cuatro años de aislamiento” (MGW).
Fotografía de Mahdi Bafande
Esta idea que Freud escribe en 1920 era controversial en la propia lógica desarrollada en sus escritos anteriores, pues en 1915, en plena masacre masiva, había escrito en su artículo De guerra y muerte que “en el inconsciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad”. (CS) América Espinosa (AE) completa: “El psicoanálisis propuso que la conciencia no es más que una cualidad de lo inconsciente”.
* Académico del Centro de EcoAlfabetización y Dialogo de Saberes. Universidad Veracruzana.
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Fotografía de Jordy Meow
Existía el convencimiento de que “el espacio psíquico es el espacio erótico” (RGV)…entonces más allá de ese principio: ¿cómo es que existía una pulsión de muerte? AE, apunta: “La pregunta que nos surge se vincula al propio estatuto de la condición de la muerte: ¿es esta una contingencia externa? O ¿existen fuerzas internas que la determinan? Si bien existen fuerzas externas que amenazan la integridad de la vida, su reconocimiento es eminentemente interno, en la realidad psíquica, pero, más aún, para Freud existe una pulsión que insiste internamente en un retorno al origen, a lo inanimado o, diríamos, a lo inexistente. Esa pulsión es de muerte”. Algunos autores “llegaron a atribuir la razón del texto Más allá del principio de placer a la depresión de Freud, originada por la muerte de su hija Sophi, que acaece justo en 1920.” (MGW). María Elena Elmiger (MEE) apunta que este escrito forma parte de textos que “coinciden en el tiempo con la Primera Guerra Mundial y, ni que decir, durante la Segunda, que lo conduce a morir en el exilio. Muchos pensadores dicen que la posguerra dejó como saldo la suspensión de lo prohibido (es decir, del anudamiento de lo simbólico) y la exacerbación de lo imaginario que apenas cubre lo real. Hoy esto se encarna en el imperativo neocapitalista de consumo de objetos y de tecnología regulado solo por las leyes de alianza e intercambio que investiga la antropología retomada por Jacques Lacan, razón por lo que el amor y el lazo social devienen un intercambio de nadas. Recordemos que para Lacan el amor es dar lo que NO se tiene a alguien que no lo es.” RGV escribe que “la pulsión de muerte encarna un “deseo mortal” e inerte (“la condición del deseo es aparecer siempre como falta” tercia a su vez Liora Stavchansky (LS), en lugar de …un deseo de muerte” por lo que “resulta inquietante paradoja que aquellos que descargaron la “pulsión de muerte” en la experiencia del campo de batalla y entre los surcos de las trincheras regresaran sin la facultad de elaborar y sin la posibilidad de apalabrar la catástrofe”. Y dice MEE: “Lo que irrumpe como trauma, aquello de lo que no se puede hablar porque queda fuera, es lo desregulado, el más allá del principio del placer”. “En suma -apunta RGV- en la economía de la psique, la ubicuidad de las tendencias agresivas y destructivas se mezclan con las fuerzas eróticas”. MEE apunta que “las neurosis de guerra llevan al consultorio pacientes con sueños traumáticos, reiteraciones de pesadillas
que no responden al principio de placer, porque son repeticiones de vivencias abonadas desde el terror”. Y MGV nuevamente: “Freud toma a la guerra desde la clínica para reformular el trauma y la pulsión. Digamos que la guerra supone la pulsión de muerte, pero esta no se agota con la guerra”. Y aquí hay otro término dentro del prisma conceptual freudiano: la repetición. RGV subraya que “La pulsión de muerte (Todestrieb) es una tendencia a la destrucción de uno mismo mientras que la pulsión de destrucción se dirige al exterior”. “A la par de las manifestaciones de la pulsión erótica (espacio hasta entonces reconocido como dominante en la psique) el instinto de muerte hace su trabajo en silencio en lo más íntimo del ser humano, pugnando por su disgregación y arrojándolo a la muerte, a menos que pueda ser dirigido hacia el exterior, donde se manifestaría como un impulso de agresión y de destrucción”.**
“Nuestro país atraviesa desde hace años múltiples dimensiones de violencia. Rondan espectralmente los desaparecidos, los cuerpos sin nombre de las fosas clandestinas, los cuerpos de mujeres desmembrados, los crímenes de odio, los linchamientos. La muerte comandada por la crueldad, acecha en distintas formas y el duelo en muchos de los casos se demora indefinidamente. La pregunta obligada que nos planteamos a cien años del texto de Freud es ¿cómo elevar un discurso político filosófico sobre una situación que ya no es la de una crisis recurrente, sino la de un desastre epocal, en el que se intensifican las precariedades, se inmuniza radicalmente lo diferente, se multiplican las formas de violencia, se devasta la naturaleza y se roba la vida con el trabajo explotado?”
** Es importante considerar que la refutación clínica de la teoría del instinto de muerte –uno de los pilares de la deriva del psicoanálisis hacia posiciones de sometimiento- es la de Wilhem Reich (que murió en prisión en Estados Unidos en 1956) quien publicó en 1932 El carácter masoquista.. Nota de LLD.
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Fotografía de Stijn Swinnen
El juego, el niño, el poeta “La realidad tiene una estructura de ficción y está profundamente sexualizada” señala LS. Siguiendo este razonamiento (que está en Lacan) es debido a ello que la prosa y la poesía se adelantan al psicoanálisis. “La realidad como la ficción cobra efectos de verdad”. “Impacta el hecho de que una obra freudiana que va a marcar un hito en su desarrollo teórico se apoye al comienzo en una observación tan directa y cotidiana como el juego de su pequeño nieto”. (CS) En 1905 Freud había escrito un texto titulado El poeta y los sueños diurnos, donde planteó que “todo niño que juega se conduce como un poeta, creando su mundo propio o, más bien, situando objetos del mundo en un orden grato para él”. Por ello, “a decir de Freud, los poetas siempre se han adelantado a la psicología”. Un psicoanalista canadiense (Christian Godbout) señala que “el juego es pensamiento y el pensamiento es juego; ambos simbolizan vivencias”. LS escribe: “El juego organiza lo sagrado”. El juguete que se va Siendo tan nodal, una referencia clásica en la teoría del psicoanálisis sobre la infancia y la sexualidad, transcribimos la descripción de Freud (LS). “Este buen niño exhibía el hábito, molesto en ocasiones, de arrojar lejos de sí, a un rincón o debajo de una cama todos los pequeños objetos que hallaba a su alcance, de modo que no solía ser tarea fácil juntar sus juguetes. Y al hacerlo prefería, con expresión de interés y satisfacción, un fuerte y prolongado “o-o-o-o” que, según el juicio coincidente de la madre y este observador, no era una interjección, sino que significaba “fort” (se fue). Al fin caí en la cuenta de que se trataba de un juego y de que el niño no hacia otro uso de sus juguetes que el de jugar a que “se iban”. Este párrafo tendrá resonancias durante todo el siglo XX y lo que va de este, pues “el juego mismo es –dice Freud- efecto vinculado a la creación”. “Cuando se enoja con el juguete (MEE) el niño le dice”¡Vete a la guerra!”, lo que no es poco en medio de
una guerra por la que se encontraba separado de su propio padre”. (LS) La comentarista plantea que el juego del niño es el “intento de elaboración de la angustia”. La interpretación de este juego tiene varias dimensiones, una de ellas, plantear que “con el juego, el niño busca apropiarse de algo que le produjo displacer, lo activo prima sobre lo que sufrió pasivamente”. LS describe el juego como una miniaturización que “es llevar a sus más íntimas y últimas consecuencias las relaciones lúdicas con el Otro”. Y JM señala a su vez que “el acto creativo, en tanto toca lo lúdico, constituye, a su vez, un borde, la sublimación de la pulsión de muerte”. NB reflexiona críticamente sobre este texto de Freud: “El imperio del instinto de muerte es el patrimonio luctuoso de nuestra especie” y es el que hace posible “un pensamiento sin cuerpo que persiste después de la muerte”. Citando a Guattari, el psicoanalista argentino, está convencido de
“la extinción de la vida humana bajo las condiciones poshumanas del Capitalismo Mundial Integrado”, donde “la muerte y la entropía*** reinarán de modo absoluto sin el contrapeso de la palabra y la letra”. Este es su juicio: “El verbo no es la vida sino la muda excrecencia que la vida humana va dejando a su paso. ¿En el principio fue el Verbo? No; en el principio fue el infusorio, el ser unicelular que salió del magma informe de las aguas. El verbo es una adquisición tardía, relativamente reciente****, que certifica que el ser hablante exisitió y dejó esos rastros que documentan su paso bajo la forma no solo de textos sino también, y fundamentalmente, de objetos inanimados: sepulturas, depósitos de basura, instrumentos rudimentarios, objetos artísticos, máquinas obsoletas, museos y bibliotecas, sueños inclumplidos. La chatarra de los siglos. La que legamos de una generación a la siguiente, sin saber qué será de ella, con la ilusión de guardar testimonios de lo que fue”.
*** Magnitud termodinámica que mide la parte de la energía no utilizable para realizar trabajo y que se expresa como el cociente entre el calor cedid por un cuerpo y su temperatura absoluta. Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regulrmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden. **** Los arqueologos de la mente conseideran esta fecha (la adquisición del decir) hace 200 mil años. Biografía de la humanidad. Ariel. 2019. Nota de LLD.
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EL INCONSCIENTE: OBSOLENCIA O FARSA PETER WATSON Ideas Historia intelectual de la humanidad Peter Watson Crítica 2019
ebemos olvidar por completo la idea de que Freud “descubrió” el inconsciente. Exista o no como D una entidad la idea del inconsciente aparece varias décadas antes que él y fue moneda común en el pensamiento europeo durante la mayor parte del ochocientos. La segunda es que muchos de los demás conceptos psicológicos que acostumbramos a vincular a él –la sexualidad infantil, el concepto de Edipo, la represión, como el inconsciente, la regresión, la transferencia, la libido, el ello y el superyó- tampoco son originalmente freudianos. Estas ideas estaban tan “el aire” al igual que lo estaba la idea de “evolución” cuando Darwin conoció el mecanismo de la selección natural. La cuestión, en primer caso, es que Freud no era una mente tan original como por lo general se cree. Ahora bien, por sorprendente que esto pueda ser para muchas personas, la falta de originalidad no es la principal acusación contra Freud, y tampoco su principal pecado en lo que respecta a sus críticos, una larga lista que continúa creciendo que sostienen además, por no andarnos por las ramas, que Freud era un charlatán, un “científico” sólo entre comillas, que deliberadamente tergiversó y falsificó sus datos y que consiguió engañarse a sí mismo al mismo tiempo que engañaba a otros. Y esto, señalan dichos autores, vacía por completo sus teorías y las conclusiones basadas en ellas. La mejor forma de presentar esta nueva visión de Freud es ofrecer primero la versión ortodoxa sobre como concibió sus teorías y cuál fue su recepción, y después reseñar las principales acusaciones que se le hacen y mostrar cómo ello nos obliga a modificar hoy la imagen que nos proporciona la ortodoxia (esta modificación, debemos anotarlo una vez más, es drástica: a continuación hablaremos de estudios críticos de carácter académico realizados durante los últimos cuarenta años y, en particular, en los últimos quince). Empecemos, por tanto, por la versión ortodoxa. Las ideas de Sigmund Freud fueron presentadas por primera vez en su libro Estudios sobre la histeria, publicado en 1895 con Joseph Breuer, y luego, de forma más completa, en La interpretación de los sueños, publicada en las últimas semanas de 1899. (En términos técnicos, el libro fue lanzado en noviembre de 1899, en Leipizig y Viena, pero llevaba fecha de 1900 y la primera reseña aparece en enero de ese año.) Freud, un médico judío nacido en Freiberg, Moravia, tenía entonces cuarenta y cuatro años. El mayor de ocho hermanos, y en apariencia una persona convencional. Valoraba muchísimo la puntualidad y vestía trajes de paño inglés cortados a medida. (las telas las elegía su esposa). Además, era un hombre atlético aficionado al montañismo, que nunca bebía alcohol, aunque por otro lado era un fumador infatigable. No obstante, aunque de acuerdo con sus hábitos personales Freud pareciera ser un hombre convencional, La interpretación de los sueños resultó enormemente polémica y muchos vieneses encontraron el libro por completo escandaloso. Esta fue la primera obra en la que se presentaron juntos los cuatro pilares fundamentales de la teoría freudiana de la naturaleza humana: el inconsciente, la represión, la sexualidad infantil (que conduce al complejo de Edipo) y la concepción tripartita de la mente como dividida en el yo, el sentido de ser uno mismo, el superyó , en términos muy amplios lo que llamaríamos la conciencia, y el ello, la expresión primaria, biológica del inconsciente. Freud había desarrollado sus ideas y refinado su técnica a lo largo de unos quince años, más o menos desde mediados de la década de 1880. Desde su punto de vista, se sentía perteneciente a la tradición de pensamiento biológico iniciada por Darwin. Tras graduarse como médico, Freud obtuvo una beca para estudiar con Charcot, que en esa época dirigía un asilo para mujeres afectadas por desórdenes nerviosos incurables. Como anotamos antes, Charcot había demostrado en su investigación que los síntomas de la histeria podían inducirse durante la hipnosis.
Fotografía de Max Halberstadt.
Tras pasar algunos meses en París, Freud regreso a Viena y, después de haber escrito varios artículos de neurología (sobre la parálisis cerebral y sobre la afasia, por ejemplo), empezó a colaborar con otro brillante médico vienés, el doctor Josef Breuer (1842-1925) Breuer, que también era judío, había realizado dos hallazgos de gran importancia: el primero sobre la función del nervio vago en la regulación de la respiración, y el segundo sobre el papel de los canales semicirculares del oído interno que, descubrió, controlan el equilibrio corporal. No obstante, la importancia de Breuer para Freud y el psicoanálisis fue su descubrimiento, en 1881, de la que se denominó cura hablada.
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Desde diciembre de 1880, y durante casi dos años, Breuer trató la histeria de una joven vienesa de origen judío, Bertha Pappenheim (1859-1936), a quien en sus estudios se refería como Anna O. El padecimiento de la muchacha se manifestaba a través de diversos síntomas: alucinaciones, desórdenes del habla, embarazos psicológicos, parálisis intermitentes y problemas visuales. Durante el curso de su enfermedad (o enfermedades) la joven había mostrado dos estados de conciencia diferentes, y había sufrido además ataques de sonambulismo. Breuer descubrió que en este último estado Anna O. podía, si se le animaba, contar historias inventadas por ella, tras lo cual sus síntomas mejoraron durante un tiempo. Sin embargo, después de la muerte de su padre, su condición empeoró gravemente, las alucinaciones se hicieron más intensas y los ataques de ansiedad se multiplicaron. No obstante, Breuer advirtió, una vez más, que, si conseguía que la joven hablara sobre sus alucinaciones durante sus episodios de autohipnosis, su condición mejoraba en cierta medida. Fue a este proceso al que la misma joven llamo cura hablada o deshollinar la chimenea. En una ocasión o deshollinar la chimenea. El siguiente paso adelante fue accidental: en una ocasión Anna O. empezó a hablar sobre el comienzo de un síntoma en particular (la dificultad para tragar), tras lo cual el síntoma desapareció. Desarrollando esto, Breuer descubrió finalmente (después de un considerable lapso de tiempo) que si lograba que su paciente recordara en orden cronológico inverso cada manifestación pasada de un síntoma específico hasta llegar a su primera aparición, la mayoría de ellos también desaparecían. Hacia junio de 1882, la señorita Pappenheim terminó el tratamiento completamente curada.
Josef Breuer junto a su esposa
El caso de Anna.O impresionó profundamente a Freud (a quien, era claro, no habían convencido las ideas de George Beard sobre la neurastenia) Durante un período, él mismo probó la electroterapia, los masajes, la hidroterapia y la hipnosis con pacientes aquejados de histeria, pero al final abandonó este enfoque y lo reemplazó por la asociación libre, una técnica en la que dejaba a sus pacientes hablar sobre cualquier cosa que viniera a la cabeza. Fue esta técnica la que le codujo al descubrimiento de que, dadas las circunstancias adecuadas, mucha gente podía recordar sucesos ocurridos al comienzo de su vida y que luego había olvidado por completo. Freud llegó entonces a la conclusión de que, aunque olvidados, estos acontecimientos tempranos seguían determinando la forma en la que las personas se comportaban. Y fue así como nació su concepto del inconsciente y, con él, la idea de represión. Freud también advirtió que muchos de esos recuerdos que se revelaban (con dificultad) durante la asociación libre eran de naturaleza sexual. Y cuando descubrió luego que muchos de los sucesos recordados nunca habían ocurrido en realidad, empezó a afinar su idea del complejo de Edipo. En otras palabras, Freud consideró que los falsos trauma y aberraciones sexuales de los que le hablaban sus pacientes eran una especie de mensaje cifrado, que revelaba no lo que de verdad había ocurrido sino lo que la gente, en secreto, deseaba que ocurriera, lo que confirmaba que durante la infancia los niños atraviesan un período muy temprano de conciencia sexual. Durante este período, sostuvo, los hijos se sienten atraídos por la madre y se ven a sí mismos como rival del padre (el complejo de Edipo) o al contrario en el caso de las hijas (el complejo de Electra). Esta motivación, pensaba Freud, se mantenía a lo largo de toda la vida y contribuía a determinar el carácter de la persona. Estas primeras teorías fueron recibidas con indignación, incredulidad y una hostilidad incesante. El instituto neurológico de la universidad de Viena negó tener alguna relación con Freud, que más tarde anotaría: No tardo en crearse un vacío alrededor de mi persona. En respuesta a esta reacción, Freud se concentró aún más en sus investigaciones y se sometió al mismo análisis. Lo que desencadenó esto fue la muerte de su padre, Jakob, en octubre de 1896.
Anna O.
Aunque durante muchos años padre e hijo no habían sido muy cercanos, Freud descubrió con sorpresa que la muerte de su padre lo conmovía de forma inexplicable, y que espontáneamente el acontecimiento había despertado en él recuerdos de sucesos hacía mucho tiempo olvidados. Sus sueños también cambiaron, y Freud reconoció en ellos una hostilidad inconsciente hacia su padre que hasta entonces había reprimido. Esto lo llevó a concebir la idea de que los sueños eran el camino principal al inconsciente. El argumento central de la interpretación de los sueños es que mientras soñamos el yo es como una especie de centinela dormido en su puesto. La vigilancia normal a la que están sometidas las pulsiones reprimidas del ello es entonces menos eficaz y eso permite que los sueños sean un adecuado disfraz para que el ello se manifieste. Las ventas iniciales de la interpretación de los sueños son un indicio de la pobre acogida que tuvo la obra. De los seiscientos ejemplares impresos originalmente, sólo se vendieron 228 durante los primeros dos años, y aparentemente la situación no mejoró después: seis años más tarde de su lanzamiento apenas se habían vendido 351 copias. No obstante, lo que más indigno A Freud fue la absoluta falta de interés que los profesionales de la medicina vieneses mostraron por su obra. La escena prácticamente se repitió en Berlín. Freud había acordado ofrecer una conferencia sobre los sueños en la universidad, pero al final solo tres personas acudieron escucharle. En 1901, poco antes de que se dirigiera la Sociedad Filosófica se le entregó una nota en la que se le rogaba que indicara cuando iba a abordar asuntos ofensivos, e hiciera una pausa para que las damas pudieran abandonar el recinto. Este aislamiento no iba a prolongarse por mucho tiempo, y a pesar de la feroz polémica desatada por sus teorías, el inconsciente terminaría convirtiéndose para muchos en la idea más influyente del siglo XX. Hasta aquí la versión ortodoxa de la historia. Pasemos ahora a la revisada. Las acusaciones contra Freud son principalmente cuatro, y las consideramos en orden de importancia creciente. En primer lugar, los críticos señalan que no fue él quien inventó la técnica de la asociación libre. La técnica fue inventada en 1879 o 1880 por Francis Galton y se informó de ello en la revista Brain, donde se la describió como un método para explorar oscuras profundidades. La segunda acusación es que la reacción hostil a las teorías y libros de Freud no es más que un mito, investigaciones recientes han revelado hasta qué punto es cierto. En Freud Without Hindsnight (1988), Norman Kiell señala que de las cuarenta y cuatro reseñas de La interpretación de los sueños que se publicaron entre 1899 y 1913 (una cifra ya de por sí respetable) sólo ocho podrían calificarse de desfavorables. Por su parte Hanna Decker, ella misma freudiana, concluye en su libro Freud in
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Germany : Revolution and Reaction in Science , 1893-1907 (1977) que una proporción abrumadora de las respuestas laicas publicadas a las teorías de Freud sobre los sueños eran entusiastas. Aunque La interpretación de los sueños no vendió bien, una versión popular si lo hizo. La historia de la idea de inconsciente, reseñada al comienzo de este capítulo, y la evolución de las nociones de superyó, sexualidad infantil y represión, evidencian que Freud no estaba diciendo nada completamente nuevo. ¿Por qué se iba entonces a tratarlo de forma tan excepcional? Freud nuca tuvo problemas para publicar sus ideas, y mucho menos tuvo que divulgarlas de forma anónima como sí tuvo que hacerlo Robert Chambers cuando presentó la idea de evolución al público en general. La tercera acusación es que la descripción que Freud mismo ofreció al caso de Anna.O contenía graves errores y muy posiblemente se basaba en un engaño deliberado. Henri Ellenberger investigó las clínicas en las que Pappenheim fue tratada y desenterró las notas tomadas en su momento por Breuer. Dado que algunas de las frases empleadas en ellas son idénticas a las que parecieron luego en el artículo publicado, existe la certeza de que se trata en verdad de las notas e informes originales. Ellenberger, y otros después de él, hallaron que no hay ninguna prueba de que Pappenheim hubiera sufrido un embarazo psicológico. Hoy se cree que Freud inventó la historia para contrarrestar la aparente falta de etiología sexual en el caso de Anna O. tal y como lo expuso Breuer, quien estaba absolutamente en desacuerdo con la insistencia del padre del psicoanálisis en que en la raíz de todo síntoma histérico había problemas de índole sexual. En su biografía de Josef Breuer (1989), Albrecht Hirschmüller llega incluso a afirmar que “el relato de Freud-Jones sobre la finalización del tratamiento de Anna O. debe ser considerado como un mito”. Hirschmüller consigue mostrar que muchos de los síntomas de Pappenheim remitieron espontáneamente de forma total o parcial, que la joven no experimentó ningún tipo de catarsis (de hecho, las notas terminan de forma abrupta en 1882) y que, en el año que siguió al tratamiento de Breuer, debió de ser hospitalizada no menos de cuatro veces, siendo “histeria” el diagnóstico en cada una de esas ocasiones. Esto significa, en otras palabras, que la afirmación de Freud de que Breuer había devuelto la salud a Anna O. era falsa y, lo que es aún más importante, que Freud tenía que saber que lo era, pues existe una carta suya en la que resulta claro que Breuer sabía que Anna O. todavía estaba enferma en 1883 y, además porque la muchacha era amiga de la prometida de Freud, Martha Bernays. El caso de Anna O., al menos en la que Freud dio cuenta de él, resulta relevante por tres razones. En primer lugar, demuestra que Freud exageró los efectos de la “cura hablada”. En segundo lugar, demuestra que introdujo un elemento de carácter sexual donde no había ninguno. Y en tercer lugar, demuestra que era muy ligero con los detalles clínicos. Como veremos, esta tendencia se repitió a lo largo de toda su carrera, y de formas muy importantes. La cuarta acusación contra Freud es, de lejos, la más grave de todas, pero se deriva de lo ocurrido con Anna. O: todo el edificio del psicoanálisis está basado en observaciones y pruebas clínicas que, en el mejor de los casos, son fraudulentas. Quizá la idea más importante del psicoanálisis sea la conclusión de Freud según la cual los deseos sexuales infantiles persisten en la vida adulta, pero fuera del alcance de nuestra conciencia, y pueden ser la causa de psicopatologías. “En la raíz de cada caso de histeria”, escribió en 1896, “hay uno o más sucesos acaecidos en los primeros años de la infancia, pero que, a pesar de las décadas transcurridas, pueden ser recuperados a través del psicoanálisis.” Lo que resulta extraño en esta cita es que, si bien hasta 1896 Freud nunca había informado de ningún caso de abusos sexuales en la infancia, al cabo de cuatro meses aseguraba haber “rastreado” recuerdos inconscientes de tales abusos en trece pacientes aquejados de histeria. Estrechamente vinculado a esa idea central, se encuentra el argumento de que el acontecimiento o situación responsable de un síntoma en particular puede revelarse a través de la técnica psicoanalítica, y que esta “abreacción” del suceso (revivirlo en el discurso con las expresiones emocionales asociadas) se traduce en una “catarsis”, la remisión del síntoma. Freud estaba convencido de que esto, en sus propias palabras, era un “hallazgo importantísimo”, el descubrimiento de un caput Nili (la fuente de Nilo) en la neuropatología. Sin embargo Freud continuaba añadiendo que (y es esto lo que ha provocado la mayor revisión de su trabajo) “estos pacientes nunca repiten estas historias de forma espontánea, y tampoco durante el curso del tratamiento le presentan al especialista de forma repentina el recuerdo completo de una escena de este tipo. Tal y como Freud presentaba la cuestión al informar de sus hallazgos, estas memorias eran inconscientes y se encontraban fuera del alcance de la conciencia del paciente, “en la memoria consciente nunca hay huellas, que sólo se manifiestan en los síntomas de la enfermedad”. Los pacientes que iban a su terapia no tenían idea de estas escenas, confesaba, que “por la regla general les indignaban” cuando se las contaba. “Únicamente el cumplimiento más firme del tratamiento puede inducirlos a embarcarse en recrearlas” (las circunstancias originales del abuso). Como Allen Esterson y otros han mostrado, las técnicas empleadas en un comienzo por Freud no eran las de un analista sensible que se sienta en silencio en un sillón y escucha lo que sus pacientes tienen que decir. Freud, por el contrario tocaba a sus pacientes en la frente (esta era su técnica de “presión”) y se empeñaba en que algo debía acudir a sus mentes, una idea, una imagen, un recuerdo. Se les pedía que describieran esas imágenes o memorias hasta que después de un largo recorrido, dieran con el acontecimiento que (se suponía) había causado el síntoma histérico. En otras palabras, los críticos sostienen que Freud tenía ideas bastante fijas acerca de lo que constituía la raíz de diversos síntomas y no se limitaba a escuchar pasivamente lo que sus pacientes decían, por lo que las pruebas clínicas no emergieron de la observación, sino del hecho de por qué él forzaba a sus pacientes a acomodarse a sus opiniones. Mediante a este inusual enfoque llegó a sus observaciones más famosas, a saber, que los pacientes habían sido seducidos o sufrido abusos sexuales durante la infancia, y que estas experiencias eran la causa, profunda de sus posteriores neurosis. Los culpables de dividían en tres categorías: adultos extraños: adultos al cuidado de los niños (doncellas, institutrices, tutores); y “niños inocentes en su mayoría hermanos que durante años habían mantenido relaciones con hermanas un poco más pequeñas que ellos mismos”. La edad a la que estas experiencias sexuales precoces tenían lugar estaba por lo general
Bertha Pappenheim a los 22 años de edad
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entre los tres y cinco años. En este punto, el principal argumento de los críticos es que las supuestas observaciones “clínicas” de Freud no son tal cosa. Son ee cambio, dudosas “reconstrucciones “basadas en interpretaciones simbólicas de los síntomas. Es importante repetir que una lectura atenta de los distintos informes proporcionados por Freud evidencia que los pacientes nunca llegaron en verdad a ofrecer de forma voluntaria esas historias de abusos sexuales. Todo lo contrario: las negaron con vehemencia. En todos los casos, fue Freud quien “informó” “convenció” “intuyó” o “infirió”. Además, en varios lugares reconoció explícitamente estar en realdad “adivinando” cuál era el problema subyacente. Sin embargo, y éste es otro suceso de cierta relevancia, en septiembre de 1897 Freud confiaba en su colega Whilhelm Fleiss (pero sólo a él) que ya no creía en esta teoría sobre el origen de la neurosis. Pensaba que era improbable que tales perversiones contra los niños estuvieran tan difundidas, y de todos modos sus intentos de llevar sus análisis basados en estos supuestos a una conclusión sólida estaban resultando un fracaso. “Por supuesto no lo diré en Dan, ni hablaré de ello en Ascalón, en la tierra de los filisteos, pero en tus ojos y los míos” En otras palabras, no se sentía preparado para hacer lo que era honorable desde un punto de vista científico y reconocer públicamente que se retractaba de lo que en el año anterior había calificado con toda confianza como “hallazgos” Fue entonces cuando Freud empezó a considerar la posibilidad de que esos supuestos recuerdos fueran en realidad fantasías inconscientes. Sin embargo, incluso entonces esta nueva versión tardó algún tiempo en consolidarse, pues inicialmente Freud pensó que las fantasías infantiles eran una forma de “ocultar la actividad auto erótica” de los primeros años de la niñez” En 1906 y de nuevo en 1914 sostuvo que, alrededor de la pubertad, algunos pacientes evocaban memorias de “seducción” infantil para “eludir” sus recuerdos de masturbación infantil. En 1906 los “culpables” de estas fantasías eran adultos u otros niños, mientras que en 1914 no se especificaba quiénes eran. Aunque entonces sí se retractó de su teoría de la seducción. No obstante, no fue hasta 1925 cuando Freud afirmó públicamente que la mayoría de sus primeras pacientes habían acusado a sus padres de haberlas seducido: 1925, casi treinta años después de haberlas atendido. Es imposible exagerar las dimensiones de este asombroso cambio de opinión. En primer lugar, no hay discusión respecto a que Freud alteró radicalmente el guion de la seducción: primero cambió la seducción real por la fantaseada; y luego, modificó la identidad de los seductores que de ser extraño o tutores o hermanos pasaron a ser los padres. Pero la cuestión que no debe pasarse por alto aquí es que estos cambios no fueron el resultado de nuevas pruebas clínicas: Freud se limitó simplemente a componer un cuadro diferente usando los mismos ingredientes, la única diferencia era que esta vez había transcurrido más de un cuarto de siglo desde que había recopilado los testimonios en que se basaba su teoría. En segundo lugar, algo no menos importante: desde finales de la década de 1890 hasta 1925, tiempo durante el cual Freud trató a muchas pacientes mujeres, éste nunca señaló que alguna de ellas mencionara haber sido seducida a temprana edad, por su padre o por cualquier otro. En otras palabras, parece ser que una vez que Freud dejaba de buscarlo, el síndrome no volvía a manifestarse. Esto, concluyen los críticos, es una prueba adicional de que su teoría de la seducción, y por extensión los complejos de Edipo y Electra, acaso el aspecto más destacado del Freudismo y una de las ideas más influyentes del siglo XX tanto en el campo de la medicina como en el de las artes (para no hablar de la jerga cotidiana), tiene una genealogía muy inusual, tortuosa y francamente improbable. Las incoherencias en los que reespecta a la génesis de la teoría son patentes. Freud no “descubrió” ninguna temprana conciencia sexual en sus pacientes: infirió, intuyó, o “adivinó “que existía. No descubrió el complejo de Edipo a partir de un cuidadoso examen de las pruebas clínicas reunidas: tenía una idea preestablecida y forzó las pruebas para que se acomodaran a ella, después de que “imposiciones” hubieran sido incapaces de convencerlo incluso a él mismo. Pero aún el proceso por el que Freud llegó a sus conclusiones no puede ser reproducido por ningún científico independiente de mentalidad escéptica, y está quizá sea la prueba más concluyente de todas, en último clavo en el ataúd en lo que las aspiraciones científicas de Freud se refiere.
Encuentro en la Universidad de Clark: Sigmund Freud, Stanley Hall, Carl Gustav Jung; fila de atrás: Abraham A. Brill, Ernest Jones, Sandor Ferenczi. 1909
¿Qué clase de ciencia puede ser una disciplina cuyas pruebas experimentales o clínicas no pueden ser reproducidas por otros científicos empleando las mismas técnicas y la misma metodología? Anthony Clare, el célebre psiquiatra británico, describe a Freud como un “charlatán retorcido y marrullero” y concluye que “muchas de las piedras fundacionales del psicoanálisis son una farsa”. Es difícil no coincidir con él. Teniendo en cuenta su técnica de “presión”, sus “convivir” y sus “adivinar”, estamos autorizados a dudar de la existencia misma del inconsciente. Básicamente, Freud se lo inventó todo. El concepto del inconsciente, y todo lo que conlleva, puede considerarse como el punto culminante de una tradición predominantemente germana, una constelación de ideas médico-metafísicas, y este vínculo es crucial. Freud siempre pensó en sí mismo como un científico y un biólogo, era un admirador de Copérnico y de Darwin y sentía que su trabajo se enmarcaba en esta misma tradición. Nada está más lejos de la verdad, y es hora de sepultar al psicoanálisis como idea, junto al flogisto, los elixires alquímicos, el purgatorio y otras nociones fallidas que han resultado tan útiles a los charlatanes a lo largo de la historia. En la actualidad es claro que el psicoanálisis no funciona como tratamiento médico, que muchos de los escritos tardíos de Freud, como Tótem y tabú o su análisis de la “imaginación sexual” de las pinturas de Leonardo Da Vinci, son vergonzosamente ingenuos y emplean datos pasados de moda cuando no simplemente erróneos. La ventura freudiana en su totalidad es una empresa estrafalaria y obsoleta.
Retrato del psicólogo Sigmund Freud, en su estudio, en Viena, Austria.
Dicho esto, es importante recordar que los párrafos precedentes describen la versión más reciente de la historia. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, en las épocas de Freud vivió, el inconsciente era considerado como una entidad real y se lo tomaba muy en serio. En este sentido, desempeñó un papel seminal ya que apuntaló a la última gran idea de carácter general que nos ocuparemos en este libro, una transformación que tendría profundos efectos en el pensamiento y, en particular, en el ámbito artístico. El modernismo.
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LA FARAMAFIA Y EL ESTADO HEGÉMONICO MÉDICO
EL NEO NORMAL TOTALITARISMO 2
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PIETRO CITATI EL TAO Y EL VACÍO*
El rapto de Higea Mecanismos de poder en el terreno De la salud y la enfermedad Jesús García Blanca Virus Editorial Barcelona 2009
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Bayer Leverkusen:
- Con vistas a los experimentos planeados con un nuevo fármaco inductor de sueño, agradeceríamos pusiera un número de prisioneros a nuestra disposición. Comandante del campo: -
Bayer:
- Confirmamos su respuesta pero consideramos el precio de 200 RM por mujer demasiado elevado. Proponemos pagar no más de 170 RM por mujer. Si esto es aceptable para usted, las mujeres pasaran a nuestra disposición. Necesitamos unas 150 mujeres.
VERSIÓN DE RAFAEL ANTÚNEZ
Comandante del campo: Bayer: - Confirmamos su aprobación del acuerdo. Por favor, prepárenos 150 mujeres con la mejor salud posible Le mantendremos informado del desarrollo de los experimentos. Comandante del campo: Bayer: -Los experimentos se realizaron. Todas las personas testadas fallecieron. Contactaremos con usted en breve para un nuevo cargamento. es una correspondencia descubierta en los archivos de Auschwitz entre el comandante del campo y Equestaunesoficial médico de la SS empleado de IG Farben que dirigió las pruebas para la compañía farmacéutica común en el lenguaje de todos: Bayer. IG Farben es un acrónimo de Interessen-Gemeinschaft Farbenindustrie AG (Unión de Intereses de la Industria de Colorantes). Esta acta citada es el documento fundador de la industria que gobierna actualmente el mundo. Monjes taoístas Ahora los experimentos con cobayas humanas ya no se hacen con los prisioneros-esclavos de los campos ntre los textos antiguos de meditación taoís- sino labras, más allá del silencio: entiende pueden cruzar, atravesar milagrosamente las de exterminio, con la población civil de los paísesaquello del llamado Tercer Mundo y en determinados casos ta, El verdadero libro de la con sublime virtud que está más allá de la palabra y el silencio, da superficies, sintiendo detrás de ellas la mistela población total del planeta, como es el que ahora estamos viviendo con la pandemia del coronavirius.
Edel hueco y el vacío, escrito entre el quinto y
nombre a las cosas que no pueden ser dichas, y riosa presencia del Vacío que quita todo peso el cuarto siglo antes de Cristo, y atribuido a que sin embargo son admirablemente dichas a y relieve a las cosas, como si fueran esponjas García Blanca su estudio 2009, contemporáneamente la una primera pandemia (SARS) y Lieh-tzu, es el menos conocidoJesús en Occidente. travéspublicó del finísimo arte deen revelar y ocultar. empapadasa en sustancia ultraterrena.
quizá no sea sorprendente que hoy, once años después, este texto sea profético si queremos aceptar este
Éste contiene algunas máximas maravillosas, que Lieth-tzu ama el silencio: conahora los ojos del viajePara captar ella Vacío, el sabio se despoja de toda término teológico en la nueva religión que consume a la humanidad: ciencia. se fijan para siempre en nuestra mente. En la cultura ro mira las cosas que cambian, de minuto a mi- rigidez: «alisa lo afilado». Se vuelve suave y deoccidental, rara vez hemos conocido una tensión y nuto, las apariencias, el aspecto, la sapiencia, el licado como la medusa, blando y flexible como en plenitud el paso de los a los médicos comolosdetentadores del poder, la una elegancia intelectual parecida:Estamos una mentecontemplando pura comportamiento, la piel, la carne, las clérigos pestañas del el junco. Entre cuatro elementos, elige elde moinstitución médica como elrelevo deylalosinstitución en nuestras conduce el pensamiento al extremo de su rigor; hombre, paisaje edificios delreligiosa mundo. De delo delsociedades agua que, simodernas. encuentra un obstáculo, se hasta el punto en el cual no puede ir más allá, y repente, luego de exaltar el influjo, Lieth-tzu cele- detiene, si el obstáculo se rompe, corre, que es sentimos el estremecimiento de loEl insuperable. bra lo que opuesto: la el inmovilidad absoluta moderno del mun- sirve redondo o cuadrado según el recipiente en que es tabú de infalibilidad posee modelo sanitario al poder como herramienta eficientísima do, la quietud de la piedra y del hombre, la silencolocada y por esa extrema facilidad y flexibilide control y dominación social. En ese punto, Lieh-tzu ríe del pensamiento: ciosa quietud del agua que no se preocupa por dad es la más fuerte entre los elementos. alude, insinúa, ironiza, comienza a jugar, y una mover sus propias olas. Lo que sorprende es la el origen y diseño actuala la delque sistema sanitarioelestadounidense (que modela y domina el del mundo) se gran demostración filosófica se En convierte en un conclusión llega Lieth-tzu: movimien- Cuando ha alcanzado esta condición, el sabio apólogo o un cuento, una comedia, que podría to y militar. el éxtasisElseServicio identifican: que se muevedey Epidemias lo conoce de la beatitud Vacío,posee con laun cual coinencuentra el control deloInteligencia Estadosdel Unidos ejército gustar a un niño. que no cambia se vuelven mismo: aquello que cide compañías el Tao. Si bien todos exaltanyladeperfección de 2700 agentes militares incrustados en lo instituciones, fundaciones, farmacéuticas seguros, es y aquello que se trasforma se expresan con el de la plenitud, él sabe que el secreto del munmedios de comunicación y universidades. Aquí el pensamiento nada tiene de abstracto: mismo verbo, y la cascada y el lago sin olas co- do reposa en el vacío: los radios son indispensanos sonríe amablemente, encarnado en delicio- nocen el mismo ritmo verbal. Cuando vivimos en bles para hacer una rueda, pero su perfección dePara de muestra botón: El secretario de en Defensa Donald Rumsfeld, como importante sas historias concretas. La superficie la his- este el Tao, advertimos la misma voz lo uno y en lo pende del vacío,aparece la arcilla es necesaria para motoria es clarísima: Lieth-tzu habla de cosas elecambiante,propietaria en lo múltiplede y en idéntico.del medicamento delar la vasija, pero la belleza de unaviar, vaso depenaccionista en la empresa lalopatente para tratar la gripe antes mentales, pero, si reflexionamos torno a lo de de la forma vacía que circunscribe, los ladrideenque apareciese la epidemia. que dice, a menudo parece misterioso y enig- Los grandes pensadores taoístas poseen un llos son indispensables para construir las puertas mático. Va más allá de la apariencia de las pa- don único. Cuando miran y piensan las cosas, y ventas de una casa, pero aquello que importa
El mercado que es el ámbito del Capitalismo Global Integrado que en su funcionamiento asegura la
capítulo de Il silencio e l’abismo, Mondadori. 2018 del género humano. Fotografía de Martin*Primer Sanchez extinción
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LA PÉRGOLA LA CREATIVIDAD O LA INTUICIÓN COMO SISTEMA RECTOR DE
JOEL OLIVARES RUIZ*
La arquitectura como todas las disciplinas creativas, es tan compleja que requiere de la visión empírica para adentrarse en ella, porque no solo es necesario interpretar las formas adecuadas para las condiciones del lugar, sean topográficas, morfológicas, del contexto natural y artificial donde se emplace, sino imaginar cómo se va a transformar una vez que se intervenga. Y ahí está la diferencia del compromiso social con la comunidad de esta disciplina humanística por tradición, que viene desde los tiempos obscuros en la historia, porque al final, lo que queda como vestigio de una cultura son los edificios que se respetan, por la calidad con que fueron construidos. La intuición se confunde con la visión empírica porque ambas son cualidades cognitivas, todos la poseemos, porque es una manera de enfrentarnos a la incertidumbre de aquello que llamamos realidad, la diferencia es lo que hace surgir el talento, aceptando sin conceder, que sea el mismo fenómeno en diferentes fases al enfrentarnos a los problemas de interpretación como es natural es notoria cuando se tiene éxito.
Academia San Carlos
Nuestro cerebro se protege de la cantidad de información que nos llega, por lo que solemos desarrollar la visión esquemática en la interpretación de las situaciones que nos enfrentan, para adelantarnos a la interpretación automática, acción similar a la escritura de inteligencia digital que hacen las computadoras. Es decir, intuimos de manera automática el significado o la intencionalidad de la información para banalizarla, de esa manera le restamos importancia y la catalogamos dentro de un orden de normalidad, para no ocuparnos más de ella. Es por ello que el cerebro es el órgano más perezoso, que nos lleva a actuar más sin pensar, que pensar más, antes de actuar. Y ahí está la diferencia entre estas dos entidades, la visión empírica y la intuitiva, mientras la primera es la interpretación esquemática de la información, donde damos respuestas generalizadas, la segunda requiere de una introyección profunda al proceso del pensamiento. Para llegar a la intuición se requiere, según la psicología de la Gestalt, un proceso de des-aprendizaje. Mirar como niño es el des-aprendizaje, consiste en el trabajo de liberar al niño creativo que llevamos dentro. En el caso de la arquitectura, asumir que una puerta es una entrada y que tiene 90 centímetros de ancho por dos metros de altura, es una visión esquemática, que Le Corbusier rompe en algunas obras haciendo cuadrados como muros móviles que pinta como cuadros cubistas, para integrar la pintura como diseño gráfico en sus obras, pero de igual manera interpreta pequeñas puertas de 60 centímetros con la iconografía de naves marítimas. De esta manera si por una parte asumimos que una puerta es una puerta que viene desde la historia antigua de madera y que se abate de uno de los dos lados, normalmente hacia la izquierda, el hacerla o aplicarla de esta manera es normal, cuestionarla y experimentarla, como lo hizo Le Corbusier es lo que la hace excepcional.
Ciudad Universitaria
Y eso es lo cuestionable para la mayoría de los que estudian arquitectura en una disciplina que asumimos creativa, mitad arte y mitad técnica, no intentar hacerla excepcional. En lugar de justificar nuestras carencias, sea de arte o de técnica, porque no hay condiciones económicas, porque no contamos con la tecnología, con los materiales o simplemente porque no le dedicamos el tiempo suficiente para conceptualizar, es que la profesión de la arquitectura se reduce a hacer planos, en lugar de disfrutar concibiendo alternativas como proceso de investigación. La Pérgola, restaurante en Xalapa, es una obra maestra de Enrique Murillo. La construye cuando era un joven arquitecto recién egresado, es una obra que demuestra madurez en sus conceptos para ejercitar la arquitectura y que nos demuestra la diferencia entre la visión empírica y la intuición, esto es porque su proceso de educación fue mas allá que el adquirido según el programa académico, asimilado de manera personal con las vivencias de la
Academia San Carlos con los detalles constructivos de la herencia europea y de la recién inaugurada Ciudad Universitaria en Ciudad de México, con las plazas, las terrazas y la conexión con escaleras como vínculo prehispánico con la arquitectura de trazos geométricos. Por iniciativa personal complementó su tarea escolar con trabajo profesional como asistente de profesores de dibujo e ilustración, además de participar como dibujante y proyectista en despachos profesionales. Una educación, que nos atreveríamos a señalar más con características autodidactas, de aprovechar lo que le podía brindar tanto la escuela de arquitectura como el trabajo con profesionales, así con una actitud más que cuestionar las limitaciones del programa, tomar en serio la profesión de diseñador, por lo que, sin lugar a dudas, optó por rechazar a ser simplemente un cumplidor de tareas escolares, para obtener calificaciones sin verdaderamente aprender lo importante y esencial de la carrera de arquitecto, que es el desarrollo de la creatividad. El espacio principal arquitectónico es una sola nave que se modifica en alturas, de doble en la parte central a la altura y media a la siguiente plataforma, para rematar en un mezanine, donde se compacta el espacio. Crea con ello diferentes sensaciones de privacidad o de comunidad entre los comensales. La simplicidad en la partido arquitectónico, llamado así como una traducción del latín partitión, que significa el concepto del diseño global o estrategia de diseño, es producto de un trabajo de simplificación para lograr lo elemental, observando con la intuición tres elementos básicos para lograr esta unidad: el sitio, la economía y la técnica de construcción. En el sitio al estar en una loma y junto a una avenida frente a una plaza, se diagnosticaron las terrazas como elemento rector de la composición, porque así se aprovecha el terreno, se evitan grandes muros de contención y se crean zonas pequeñas para los comensales, en el interior y en el exterior. Pero sobretodo se disfruta de las vistas al exterior desde arriba de la loma, a la vez de tener la privacidad y estar separado de la circulación de la calle, por estar en un nivel alto. Esta es la imagen que se lleva uno después de habitar como usuario este sitio. La economía es otro eje rector, que, al ser una importante limitación sobre todo si el propietario es su hermano, fué más bien un reto, lo impulsó a pensar en cómo contener la loma con el edificio, por ello se recurre al tabique de barro artesanal y aparente, con las losas de concreto para las terrazas. Las columnas en cruz de concreto en vez de metálicas o de tabique con concreto en el muro interior y la cubierta de madera y lámina. Así de esta manera con sólo los tres materiales se soluciona el volúmen. La técnica de construcción es otro atributo a la intuición del arquitecto, porque se basa en dos conceptos, el primero es trabajar con lo que se tiene, que son los albañiles de la zona, con ciertas capacidades, pero también con muchas limitaciones. Por ello se dedica a través de croquis de detalles en explicar pacientemente cada proceso constructivo. La calidad constructiva de la obra nos reseña la implicación cotidiana del arquitecto en la obra, al estar muy cerca de los trabajadores, como director de orquesta, sacando el mejor partido de ellos. Cada detalle es solucionado con precisión geométrica. Y eso representa una obra, con materiales comunes, que es excepcional. Cuando una obra se hace por convicción y es producto de un análisis de conceptos, es una oportunidad de experimentar y crear formas, alcanzar a dominar la intuición se requiere mucho trabajo, pero si es creativo y divertido es la principal motivación para hacer que el resultado sea trascendente. *
Joel Olivares Ruiz es rector de la Universidad Gestalt de Diseño.
La Pérgola, que es una obra construída para un restaurante de calidad internacional, importa carne de corte argentino, está diseñado como una serie de plataformas que se van insertando en el terreno inclinado de las llamadas lomas del Estadio. Cuando se construye esta obra es una zona de crecimiento de la ciudad en los años 60s, por lo que es la oportunidad de hacer una obra del naciente Movimiento Moderno, pero también que tenga algunos toques clásicos y esto se da en la manera del conectar las plataformas con escaleras, creando un vestíbulo externo para enlazar dos terrazas con el interior del edificio. Ahí es a mano derecha la entrada a la cocina y a la izquierda la primera zona de mesas rematada con una gran chimenea. Esta chimenea está diseñada de manera clásica, ahí estaba la escalera de caracol que conducía a los baños logrando con ello la privacidad de acceder al servicio.
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Como el agua, la naturaleza del sabio no se puede subdividir en partes: cede a todas las cosas y penetra en todas las cosas, y sin forma, neutra, insípida, se turba sólo cuando es agitada y sus
Fotografía de Maksym Kaharlytskyi
olas no duran mucho, porque no
El mercado controla la investigación, las publicaciones especializadas, la
-Ante gripes –que se repiten cada año pese a la pretendida protección vacunal- más antibióticos (a los que hay que añadir los procedentes de 1683 de ONG que trabajan en este campo. Monjes Taoistas en procesión. Palacio Quingxia, Templo de Laojun la automedicación).
nacen de ella sinode delnoticias viento. difusión masiva relacionadas con la salud y una enorme cantidad
es la forma vacía de las puertas y de las venta- que incluso podríamos también llamarlo Nada. Lavacío Organización Salud, OMS, ha creado undespués departamennas. Así crea un en sí mismo,Mundial anulandode su la Sin embargo, inmediatamente de haber to (International Medical Products Anti Taskforce) en el propio yo. Anula sus propios deseos, sus impuldicho queCoounterfeiting el Tao es trascendente, el verdadequesus participan INTERPOL, Baco Mundial, la es Organización sos y sus amores, odios; lalatristeza y el pla- elro taoísta concluye: inmanente. SiMundial queremos cer, la alegría ydel la cólera. Cancela propias ex- Mundial verlo, debemos con losIntelectual ojos interiores Comercio, lasus Organización de la mirar Propiedad y la a periencias, recluyéndose en su propia naturaleza esta hormiga, a esta brizna de hierba, este azuFederación Internacional de Asociaciones de Compañías Farmacéuticas innata. No mira, no escucha, no siente, no cono- lejo, este montón de estiércol: el Tao está aquí, que, bajo la excusa decomo la detección medicamentos ce, no sabe. Entonces se vuelve quieto el frentede a nosotros, ubicuo yfalsificados, omnipresente,tiene silenpersecución fabricación de genéricos al las margen la Tao, tranquilo como como laobjeto bahía,la silencioso como de el laciosa ley que gobierna a todas cosas,de fluido desierto, apacible como la melodía, frágil como ritmo del universo. industria farmacéutica. el eco. Sin forma, sin resistencia, sin deseos, sin voluntad, sin pasiones, mundo como En nuestro mundo conocemos la antíteEstamosatraviesa ya en laelprimera gran consecuencia global sólo del Modelo Occidental una barca sin amarras a la deriva sobre el agua; sis, la antítesis que forma su sustancia –como deOlalassalud. Engeneradas los países y refleja en suCapitalista propio espejoDesarrollado. puro intelectualUna los crisis el yingeneral y el yang. antítesis por ricos el aumento número enfermedades, delHay número depregunta: enfermos, opuestos del universo, todas las del creaturas quede las ideas humanas. quien se ¿el existen, todas del las cosas que suceden y aparecen. mundo creado partir de algo es o de consumo de servicios curativos y delfuecosto de aesos servicios lonada? que No actúa. La pasividad es la única acción perfec¿El Tao existe no existe? Cuando se coloca Sándor Márai calificó como una “industria de laoagonía”. ta: la acción que nace del corazón inmóvil de la frente a las ideas, el sabio taoísta se ve asaltavida comunica su suave e ininterrumpido movi- do por una hostilidad muy profunda. Detesta el reto del planeta lo quelapasa sólo puede describirse de unala miento a todasEn las formas. uniteralidad, la rigidez, la parcialidad, forma: genocidio. fragmentariedad de las construcciones inteEste Vacío es tan trascendente como inmanen- lectuales, tan queridas por los seres humanos, te. «Tiene en La sí» dice Zhuang-zi, en otro libroen yfuncionamiento rechaza los dos términos de todo dilema: pandemia actual pone el primer número delno taoísta, «su raíz, y siempre ha existido», mucho se puede decir ni que ha existido un creador índice del programa del Modelo Médico Hegemónico. Su antecedente antes de la creación del cielo y de la tierra, e in- ni que no ha existido, no se puede decir que el las cuarentenas donde se basa político cluso antes deles: nacimiento del Uno: medievales, habita don- Tao existe ni queuna no organización existe. El trabajo del samédica que sustituye el modelobio religioso el modelo militar. de no hay altura ni profundidad, ni duración. no es elpor de producir esos paquetes brillanPor la tanto, el Tao es trascendente. Podemos tes y manejables que son las ideas. Por encillamarlo Dios,¿Acaso a condición de que eliminemos claras ma delas cada una de ellas, por encima de cada no están suficientemente resonancias policiales del término de esta palabra todas las connotaciones cristia- precepto, intención y moral, él abre un punto social”? Este modelode supone una violación del desarrollo vitalde nas, en primer“seguridad lugar, amor. Posee la cualidad vista similar al de un novelista, un punto del ser humano: invasión tecnológica de los ycampos de laysalud y fundamental funcional que el pensamiento occidental vista distante, ausente vacío, único primoralimentación, permanente de lalasinformación, atribuye al Ser,lapero es tan vacío,robotización, puro, infinito,manipulación dial: el Tao que ilumina todas contradicciofalto de cualquier limitación y determinación, nes del mundo. concepción mecánica de la salud ignorando o pervirtiendo las causas y la co-
nexión socio-político-económica-mediática.
La creencia en el complejo científico-técnico es la forma de religiosidad específica del hombre moderno. Así, las posturas más progresistas resultan ser las más reaccionarias, los avances de las luces y el tren de la modernidad no son sino reinmersiones en las tinieblas de la superstición (la superstición científica, claro está). Entre los años cuarenta y cincuenta del siglo XX comenzó a desarrollarse la matriz de un experimento gigantesco que incluye a casi la totalidad absoluta de la población occidental. Y esto comenzó desde el nacimiento de los niños en esas décadas: -A los pocos meses de nacer, vacunación contra tétanos, tosferina y difteria. -Nueva dosis a los seis meses y otras dos posteriormente. -Ante resfriados o diarrea con fiebre, antibióticos.
Los hombres miran, miran sin fin, comentan-A una gran deparloteo la población, extirpación de las amígdalas y más do aquello que parte ven, con insaciable, que “protección” antibiótica. aburre a Lieh-tzu. Insiste en que aquellos que se ajustan al Tao no se sirven ni de oídos ni de ojos,
ni deelformas, ni devacunación la mente. Es inapropiado que-En colegio, contra tifus, las fiebres de Malta y la viruela.
rer conformar al Tao y buscarlo por medio de la vista, del oído, de la forma y de la sabiduría. El -En el servicio militar, explicación alguna. verdadero taoísta posee nuevas una vistavacunas superior:sin observa todo lo que es indetectable, imperceptible, incluso inexistente, y lode trascribe en su mente va-Al treinta por ciento la población diagnosticada de alergía a partir de los cía. Cuando debe revelar aquello que ha visto y años setenta, tratamientos de desensibilización, o sea: más vacunas. actuar en consecuencia, obedece a un famoso aforista: «La forma suprema de hablar es evitar -El cincuenta cientodedeactuar la población ha sufrido alguna operación. hablar, la formapor suprema es no actuar». La lengua suprema es el silencio. «Quien ha alcanzado su propia meta noha habla, quien haalavan-la práctica totalidad recibido menos diez dosis de radiación zado en su propia sabiduría no habla. Hablar con radiografías. Para una parte, electromagnética de alta frecuencia al hacerse el silencio es tambiénahablar, con la iglas dosis ascienden más deconocer doscientas. norancia es también conocer».
-En estosfilósofos años multitud de de fármacos Muchos racionalistas la épocahan de sido lanzados al mercado y Lieh-tzu y de masivamente los siglos posteriores se burlaron consumidos para ser retirados diez, quince o veinte años de esta mística fundada en el silencio, que per-graves problemas, algunos sin después, tras comprobarse que causaban meó profundamente el alma femenina de China. remedio posible. Pero los sabios taoístas observaron que no hay esperanza de alcanzar por medio de la mirada y
Todo ello contextualiza de otro modo la huaparición, el agravamiento y mulde la palabra, la armonía con los otros seres manos y condelascáncer creaturas de la naturaleza. Solo degenerativas y sistémicas. El tiplicación y otras enfermedades la mente fracaso vacía permite silenciosas corresponrotundo de la las quimioterapia, radioterapia y cirugía lo evidencia el esdencias entre los corazones. «Aquel que está en tudio probablemente más amplio realizado la armonía vive en perfecta comunicación con a enfermos de cáncer -25 años de a miles de pacientes lasseguimiento creaturas, y estas no pueden dañarlode ni 350 obs- hospitales de todo el mundo- y cuyos aplastantes resultados pueden taculizarlo. Puede atravesar el metal, la resumirse piedra y así: pacientes tratados han tecaminar el agua y elmedia fuego».de tres años y medio; pacientes que no hicienido unasobre supervivencia ron absolutamente nada tuvieron una supervivencia media de 12 años. Todo indica que la brecha sería aún más profunda si se comparasen exhaustivamente los tratamientos oficiales con tratamientos alternativos. Existe un estudio que compara la supervivencia de cinco años en pacientes con terapia oficial y pacientes con un método holístico basado en la nutrición, plantas, electromedicina y medicina energética. Los resultados sobre 153 pacientes con melanoma fueron: estadios 1 y 2: terapia holística 100% de supervivencia contra el 79% en terapia oficial; estadio 3 (metástasis regionales): 70% de supervivencia en terapia holística contra 41% en la oficial; estadio 4 (metástasis distales): 39% contra 6%. Tanto el cáncer como otras enfermedades degenerativas –alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple, diabetes y una larga lista que ya rebasa las 200- tienen su origen en la agresión química continuada que venimos sufriendo, principalmente en los últimos 50 años, y que supone una alteración radical del funcionamiento biológico y de nuestra relación con el ecosistema, desarrollados durante millones de años de evolución.
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La medicina oficial y los planificadores de salud viven precisamente de la enfermedad y el sufrimiento humanos. Un dato lo comprueba: Las compañías farmacéuticas destinan cada vez más dinero a promocionar sus productos y menos a la investigación: la relación actual es de un 32% de las ventas empleado en marketing y tan sólo un 14% a la investigación. La Farmafia se basa en dos conceptos: por una parte el de contagio, que permite extender la potencialidad de la enfermedad y, en consecuencia, el pánico como factor fundamental de control. Por otro, la atribución de las enfermedades a culpables microscópicos –invisibles- que permite no sólo la evasión de la responsabilidad –del propio enfermo, de la sociedad en general y de los cargos públicos en particular- y sus investigaciones permanentes –e incontrolables por el común de la población- se dedican a la búsqueda de culpables y a la invención de productos para exterminarlos. La ciencia funciona estrictamente como una forma de religión (Comte), definición precisa para el actual capitalismo genocida que postula: progreso científico, progreso lineal, progreso económico… para las minorías privilegiadas. Sin embargo lo científico no es objetivo –mucho menos cuando se aplica a lo vivo. El método científico en realidad es un mecanismo autorreferente –no es la única posible aproximación al conocimiento y la imposición de la ortodoxia –bajo los auspicios de la Farmafiatiene consecuencias fatales para el medio ecológico y para la salud y el bienestar de la humanidad y el equilibrio vital del planeta. Las revistas científicas El estudio de García Blanca es exhaustivo y erudito en un tema que es intocable por la difusión masiva que proyectan en la multidimensionalidad de los medios los corporativos que a partir de hoy son los dominantes
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absolutos de la economía global integrada o el capitalismo tecnofinanciero: la farmafia. En este texto solamente tocaremos un punto de este índice: los médicos, los académicos, los oficiales sanitarios, los tecnocientíficos que gobiernan el ala del estado nombrada Salud Pública, los operadores de los laboratorios, basan sus razonamientos, justifican sus acciones, sostienen sus argumentos, con base en los index certificados, que son las publicaciones científicas. Las acciones que conducen a la producción, autorización, distribución, comercialización y consumo de los “biológicos” están garantizadas por los textos que estas publicaciones imprimen. El autor confecciona este mapa: -Un médico (Jim Nouvo) revisó 359 estudios estudios sobre nuevos medicamentos publicados entre 1989 y 1998 en revistas consideradas como prestigiosas . Descubrió que tan sólo 26 de estos trabajos habían publicado estadísticas que realmente recogieran los efectos de los tratamientos en los pacientes. Es decir, 333 estudios mentían o falseaban datos. - Un grupo de investigación pidió a 37 autores de artículos de psicología los datos que habían utilizado como base de sus estudios. De los 32 que contestaron, 21 lo hicieron para informar “que desafortunadamente sus datos habían quedado traspapelados, se habían perdido o habían sido involuntariamente destruídos”. De los 9 conjuntos de datos que fueron enviados, 3 contenían graves errores en sus estadisticas. -Un editor de una de las revistas científicas más importantes del mundo, realizó esta declaración: “El fraude de las investigaciones clínicas es como el abuso infantil. Una vez que se reconoce que existe se empieza a observar lo frecuente que es”.
UNA NUEVA CULTURA
PSICOANALÍTICA EN EL PAÍS EXISTEN 56 GRUPOS DE TRABAJO PARA SU DESARROLLO SE REQUIERE UN ESTADO DE DERECHO
JUAN CAPETILLO ciento veinte años que se consideran de existencia del pensamiento LSe ospsicoanalítico invitan a preguntarse por su vigencia, por su actualidad. trata de una pregunta que puede abordarse desde varias perspectivas, una de ellas, por ejemplo, la del tipo de vínculo que establecemos con el autor principal de este discurso: Freud.
¿Lo amamos?, ¿lo odiamos?, ¿nos resulta indiferente? En ocasión del ciento cincuenta aniversario del natalicio de Freud, en 2006, el filósofo español Eugenio Trías se formulaba un interrogante similar, respondiendo que, lo que menos puede decirse de un clásico como Freud, es que resulte indiferente a los contemporáneos: muchos lo aman, a veces irreflexivamente, mientras que otros lo odian, con la misma pasión; es claro, concluye, que no ha logrado generar una unanimidad mortífera, está vivo. Desde luego que una “puesta en examen” del psicoanálisis para apreciar su permanencia debe pasar, en una aproximación rigurosa, por la revisión de sus presupuestos epistemológicos, de sus relaciones con la Episteme de la época, de sus respuestas a los retos que lanzan tanto los nuevos síntomas
clínicos, como los problemas sociales de la posmodernidad, el malestar en la cultura, en síntesis. Otra manera de justipreciar la salud y fortaleza del psicoanálisis es revisando su presencia y ejercicio en el espectro mundial, así como en determinados países; es la ruta que transitaremos en este artículo. El año pasado, el fatídico 2020, en medio de la pandemia por el coronavirus SARS- CoV-2, se llevó a cabo un seminario virtual sobre historias del psicoanálisis en América Latina y España, organizado por el psicoanalista e historiador argentino Alejandro Dagfal. Resultó interesante, dejando enseñanzas, contrastar las historias y actualidad del psicoanálisis en países como: Chile, Argentina, España y México. Particularmente, de interés para nosotros, la comparación con Argentina, país con el que, en materia de psicoanálisis, nos unen fuertes lazos genealógicos. Para dejarlo de lado y concentrarme en otro punto, haré solamente un comentario, de entre muchos, derivado de la exposición sobre España. La historia
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Como vía para entrar en ello es importante mencionar que, si bien localizamos presencia de enunciados psicoanalíticos en México desde el remoto 1910, no es sino hasta 1950, con la llegada de Erick Fromm, cuando se empieza a practicarlo. Un momento un tanto tardío si ubicamos el arranque de la historia psicoanalítica en 1900, con la aparición de La interpretación de los sueños. Toda la primera mitad del siglo pasado nuestro país fue predominantemente rural y se caracterizó por la ausencia de un Estado de derecho, dos condiciones, entre otras, que la historiografía del psicoanálisis ha demostrado como necesarias para la instalación del psicoanálisis en un determinado país, circunstancia que explica su débil presencia en México durante este periodo y su despegue -ciertamente impetuoso- a partir de los años en que empieza la industrialización del país. Sin duda cierta la afirmación de uno de los primeros psicoanalistas mexicanos, el doctor Rafael Barajas, (padre de nuestro apreciado caricaturista: el Fisgón): en México, en los años cincuenta, “se hablaba de psicoanálisis hasta debajo de las piedras”; este acerto es circunscribible al entonces Distrito Federal, hoy CDMX. En estos años el estudio, la discusión y práctica del psicoanálisis se concentraba fundamentalmente en la Ciudad de México, en menor proporción en Guadalajara y Monterrey, y se reducía a grupos pequeños de académicos, intelectuales y personas pertenecientes a clases medias altas. Este es un elemento claramente distintivo con la situación que priva actualmente, en la que el psicoanálisis tiene presencia vibrante en toda la República.
Ilustración de Tullio Pericoli
del psicoanálisis en este país y otros de Europa (y más allá de ésta), como Suecia, Italia, Australia, ponen en jaque la pretendida unidireccionalidad del colonialismo cultural europeo hacia América Latina, ya que psicoanalistas argentinos han ido a “colonizar” estas naciones, llevando el mensaje de un discurso eurocentrista propulsado por las elaboraciones propias de una potencia psicoanalítica como lo es la Argentina. Parafraseando a Lacan en uno de sus aforismos sobre un aspecto del funcionamiento del inconsciente: “el sujeto recibe su propio mensaje, en forma invertida”. Probablemente debido a que la plataforma en la que se desarrolló el seminario es mexicana: Yoica, espacio de psicoanálisis, los mexicanos participantes tuvimos la prerrogativa de contar con dos clases. Ciertamente privilegio porque tuvimos un poco más de oportunidad de extendernos sobre un tema que es cada vez más abundante; participamos el doctor José Velasco de la UNAM y, quien esto escribe, en representación de la Universidad Veracruzana. Nos dividimos el trabajo; remitiéndome al orden cronológico, comento que a mí me tocó hablar del psicoanálisis en México de 1910 a 1960 y al doctor, de los años 70 del siglo pasado a la actualidad psicoanalítica en nuestro país. De la presentación de José Velasco rescato una idea que ahora motiva este texto y define su título: Velasco mencionó, como de pasada, la tesis planteada por el psicoanalista y sociólogo mexicano: Fernando González acerca de la existencia de una nueva cultura psicoanalítica en México. Sobre esto quisiera explayarme un poco en este espacio generosamente brindado por el Suplemento Cultural Ciclo, de la Jornada, Veracruz. Es justamente a partir de los años setenta del siglo veinte que ubicamos el inicio de este nuevo panorama psicoanalítico en México; este momento es coincidente con el estudio de los aportes teóricos y clínicos al psicoanálisis del francés Jacques Lacan. Sin descuidar la intervención compleja de múltiples variables en la producción de lo que se ha empezado a llamar: la nueva cultura psicoanalítica en México, la recepción de Lacan en el país constituye una de sus palancas principales. En 1971 la editorial Siglo XXI publicó la traducción al castellano de los Escritos de Lacan. Se trató de la primera traducción a otra lengua de la obra de este valioso psicoanalista, aparecida originalmente en 1966. La traducción de siglo XXI fue un importante medio de difusión en el mundo de habla hispana de este vigoroso autor. Es probable que la traducción de Écrits a cargo del poeta español Tomás Segovia haya iniciado en 1970 o antes; el proyecto mismo de llevarla a cabo debe haber estado en la mente de Armando Suárez, encargado de la colección de Psicología, Psiquiatría y Psicoanálisis, con anterioridad, ¿desde el 68? La pregunta no es ingenua, apunta al entramado de discursos, prácticas, instituciones, enunciados científicos, reglamentaciones, etc, que conforman la red propia del dispositivo social mexicano que posibilitó la emergencia de este nuevo estado de cosas del psicoanálisis en nuestro país, sobre el que convendría enumerar algunos aspectos que lo caracterizan.
He estado manejando la frase: “una nueva cultura psicoanalítica” como una noción que requiere decantarse para su transformación en concepto; no es el momento de hacerlo, solamente enunciaré, también en un sentido nacional, algunos elementos que podrían nutrir lo que entenderíamos por: cultura psicoanalítica, en general. Por supuesto comprende: la existencia de psicoanalistas; población acudiendo a psicoanalizarse; publicaciones psicoanalíticas de todo tipo; presencia de agrupaciones de psicoanalistas; incidencia del psicoanálisis en temas de interés social, particularmente los relacionados con la sexualidad y la muerte; cursos de psicoanálisis; aparición y permanencia del psicoanálisis en las universidades nacionales; congresos, seminarios, coloquios psicoanalíticos; vinculación de los psicoanalistas mexicanos con el movimiento psicoanalítico internacional, etc., sin que se trate de una lista exhaustiva. Sobre cada uno de estos puntos se requiere un trabajo cuantitativo y cualitativo que permita comparar lo que ocurría a inicios de la década de los sesenta del siglo pasado (un momento culminante del proceso de efectuación de la “cultura psicoanalítica” en México, arrancado a principios del siglo), con lo que acontece en el presente. Si se revisan las redes sociales, rasgo encarnado de nuestro tiempo (inexistentes en los setenta), que han potencializado enormemente la comunicación, resulta, a primera vista, evidente, la implantación masiva del psicoanálisis en la sociedad mexicana, destacando, especialmente, el psicoanálisis lacaniano. Un estudio pormenorizado de estos medios podría llevar a la confirmación, con medición, de esa apreciación de primera vista. La referencia a las redes sociales es para destacar lo que sería un elemento constituyente de esta nueva cultura psicoanalítica en México: su carácter masivo. Hoy encontramos cada vez más analistas practicando el psicoanálisis; es creciente el número de personas que acude a los consultorios psicoanalíticos; los psicoanalistas somos convocados a atender las problemáticas de la salud, de la educación; somos demandados a terciar en los debates, por ejemplo, de las nuevas formas de la familia, de las cambiantes relaciones entre los sexos, del cuestionamiento y relativización de los géneros; somos llamados a abordar, con nuestras herramientas discursivas, las nuevas formas sintomáticas del malestar cultural postmoderno, como por ejemplo, las anorexias, las toxicomanías; es claramente detectable un aumento en las publicaciones psicoanalíticas y no se diga de los cursos, simposios, congresos, etc. Indiscutiblemente que la manera más eficaz de soportar la tesis de una nueva cultura psicoanalítica en México es aportando datos concretos. Y estos no existen sobre cada uno de los puntos enumerados que confirmarían esta noción de Cultura Psicoanalítica, se trata de un campo poco explorado. Existe esta información con respecto a alguno de ellos, me refiero a la dispersión del discurso psicoanalítico en la geografía mexicana; con la presentación de un dato preliminar al respecto concluyo esta colaboración: se han localizado 56 grupos de psicoanalistas en todos los estados de la República Mexicana, exceptuando Baja California Sur y Chihuahua, en los que no se descarta que haya trabajo psicoanalítico, hasta el momento no detectado.
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FREUD FRAGMENTADO
ENTRE RAZÓN E INSTINTO RACIEL D. MARTÍNEZ GÓMEZ a serie de Netflix Freud (2020), dirigida por Marvin Kren, motiva a reflexionar Lposmoderna si lo pertinente era realizar un documental biográfico o una interpretación de la teoría de uno de los pensadores más influyentes junto a Karl Marx, Max Weber y Friedrich Nietzsche.
Hubiésemos esperado una ampliación de Freud, pasión secreta (1962) de John Huston, correcto ejercicio constreñido a la aceptación de sus conjeturas (Huston pone en perspectiva a Freud junto a Copérnico y Darwin). Incluso, había la oportunidad de explorar esa vena erótica de Un método peligroso (2011), filme de David Cronenberg que a su modo adapta el libro de John Kerr para contarnos la relación entre Freud y Carl Jung a través de Sabina Spielrein, una de las primeras mujeres psicoanalistas. Sin embargo, Kren combina elementos históricos con un relato de ficción muy emparentado a la estética de la serie El alienista (2018), creada por Cary Fukunaga, sobre un asesino en serie en la ciudad de Nueva York. El propio Kren menciona que pretendió mostrar a un Freud desconocido, “un hombre en busca del reconocimiento, dividido entre la razón y el instinto”. A diferencia de Freud, la cinta de Huston es menos pretenciosa. Escribió el guion el filósofo Jean-Paul Sartre; empero, renunció y pidió que lo quitaran de los créditos luego de cortes y modificaciones. La pieza se limita a relaciones profesionales con Jean-Martin Charcot, Josef Breuer y Theodor Meynert (Montgomery Clift interpreta a Freud). Huston esboza con tino el tratamiento de la histeria, indaga en la complejidad de los sueños (las escenas de la caverna son afortunadas) y postula ante la comunidad científica sus tesis de la represión sexual durante el periodo infantil. Freud, en cambio, plantea el mismo arranque con Charcot, Breuer y Meynert, aunque enfila hacia derroteros fantásticos, incurriendo en inexactitudes históricas que, parece, no le importan a Kren en los ocho capítulos de la primera temporada. Su promesa es otra: la estilización de la atmósfera de la Viena del siglo XIX y volverla thriller neobarroco. Freud también recuerda a Desde el infierno (2001), dirigida por los hermanos Albert y Allen Hughes, basada en el cómic From hell de Alan Moore, que recrea la vida de Jack el destripador. La aparición en la serie del amigo de Freud, el escritor Arthur Schnitzler y de la figura de la médium húngara Fleur Salomé (inspirada en Lou Andreas-Salomé, amante de Nietzsche y Rainer Maria Rilke), generaba una expectativa como lo hizo Emmanuel Carrère en su novela Bravura (1984), donde recreaba la famosa juerga en la villa Diodati entre los escritores malditos: Lord Byron, Polidori y los Shelley, Percy B. y su esposa Mary. La producción alemana no teme al mito y opta por un tono lúdico en la frontera de lo mágico y la razón. Huston coloca esa oposición, montada en el reproche de que la hipnosis era pseudociencia; mientras que Freud, no tiene empacho en revolver racionalismo y un mundo sobrenatural al servicio de la acción del mainstream. El resultado puede ser visto como cliché -creo que sí-, sobre todo comparado con la fórmula de El alienista y Desde el infierno. El tema es que, del esquema freudiano, se ha abusado hasta la reducción del término sin que, por ejemplo, se hayan valorado aportaciones más contextuales de Freud como las que se aprecian en El malestar de la cultura (1930), donde su premisa es mucho más abierta que las totalizantes sesiones psicoteurapéuticas que bien ha ironizado Michael Onfray. Y es que, cualquier esgrima con el inconsciente, y sobre todo en el cine que es fantasmagoría por excelencia, refieren a Freud. Sí, psicoanálisis podemos hacer en el discurso de Alfred Hitchcock, que sería lo más obvio si consideramos que el duermevela del director de Los pájaros (1963) es interregno de la representación del deseo. Pero también las imágenes de problemas no
resueltos las podemos advertir en la serie B, como lo enseñó el terror de bajo presupuesto durante la década de los ochenta. Onfray ya ha desmitificado al ídolo de la bruma del siglo XIX. Aunque, a favor del vienés, está Relato soñado de Schnitzler donde la literatura es más convincente que la terapia. Stanley Kubrick lo extrapola a la etapa contemporánea y vuelve a Ojos bien cerrados (1999) filme de consulta para descifrar la complejísima psique humana. Recientemente, revisando Volver al futuro (1985), de Robert Zemeckis, hallamos una provocación mayúscula: el filme insinuó, que el tabú edípico, pudo haberse subvertido en medio de un producto de masas con los chistes excitados de los calzones Clavin Klein que le hace la madre joven al hijo. Como lo han estudiado los lacanianos, en la broma podemos hallar claves de la liberación. Hasta donde recuerdo, la escuela de Slavoj Zizek no ha escrito sobre Volver al futuro, lo que sí han hecho profusamente con Ser o no ser (1942), ese monumento a la comedia dirigida por Ernst Lubitsch -y claro, David Lynch, las hermanas Wachowski y Hitchcock son los discursos más analizados por los psicoanalistas. Todo ese código freudiano está puesto a examen en la serie que se torna un gótico demencial en donde el propio psicoanalista es parte de la trama, frente a eventos extraordinarios que no tienen control, lo que podría entenderse como una derrota del pensamiento racional así sea infligida por un baladí rival como Netflix. La pesadilla que lo envuelve, acaso sueños de un cocainómano, no es sencilla de descifrar, y en su afán de extender el biopic, sumergen la serie en un lenguaje onírico donde el dominio científico no halla salida -como en la caverna de Huston. Lo que sella a Freud es el propio estigma de la época, dándole protagonismo a las creencias populares. El siglo de las luces, en donde novelas como Frankenstein demostraron los límites de la ciencia, de nuevo fracasa en los ocho capítulos: un bizarro cosmos tortura el intelecto de Sigmund. Cierto, la atmósfera de Freud nos recuerda a El alienista pero también a otro relato típico, El doctor Jekyll y el señor Hyde, de Robert Louis Stevenson, reducido a su vez en una alegoría donde deseo y poder inauguran el crimen moderno. La novela de Stevenson es todavía más: la profecía de que el hombre es un ser habitado por múltiples, incongruentes y autónomos seres. Y la serie parece recoger esta sentencia: Freud termina fragmentado en esa incongruencia que es la mente humana, dividido entre la razón y el instinto.
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KIESLOWSKI: CON USTEDES, EL ALMA ANTONIO MESSTRE* uando Kieslowski obtuvo el permiso C para filmar una escena de La doble vida de Verónica en la Gare Saint-Lazare de París,
le dijo a su productor Marin Karmitz: “Me mentiste”. El asunto fue que allí no se permiten filmaciones por ser la tercera estación de trenes de mayor tráfico en Europa. Eso es lo que el equipo de producción le reportó a Kieslowski. Pero éste fue personalmente a hablar con el director de la estación de trenes quien resultó ser un cinéfilo y, particularmente, admirador de El decálogo y No matarás, dos de los trabajos que le dieron renombre a Krzysztof Kieslowski. De manera que cuando le anunciaron que Kieslowski estaba en la antesala el director de la Gare Saint-Lazare no lo podía creer. Accedió a que Kieslowski filmara, durante la noche, la escena donde Verónique se encuentra con el marionetista en los andenes. Los últimos cuatro films del cineasta polaco La doble vida de Verónica y Tres Colores: Azul, Blanco y Rojo, marcaron los años noventa, una década donde el mundo entero tuvo una especie de profunda fe en la vida. Y también una genuina fe en que la tecnología, la poesía, el cine, la política y las artes se expresaban como un perfecto momento del proyecto de la modernidad, es decir, de la Ilustración. Y el cine de Kieslowski encajó en ese mundo por una razón que contribuyó a dar el escenario glamouroso pero sobre todo, poético: su insistencia en filmar el alma. A pesar del extraordinario éxito mundial de sus últimos cuatro films y, en consecuencia, del resto de su obra, el público quedó inmerso en la metafísica de los temas de las cuatro películas y no en el vedettización de sus actrices y de su director. De hecho, fuera de Francia y de Europa central, las tres actrices principales –Juliette Binoche, Julie Delpy, e Irène Jacob quien estuvo en dos de esas cuatro películas–, son ahora un tema del pasado cuando no desconocidas del gran público. Kieslowski mismo se ha convertido en un director de culto muy oculto. Esto también se debe a que murió a los 54 años, apenas dos años después de haber terminado Rojo. Para entonces había anunciado su retiro definitivo del cine, en la cima del reconocimiento, para “dedicarme a vivir”. El film que le dio celebridad y le abrió la puerta para sus cuatro últimos films que sacudieron la historia del cine en su momento fue No matarás. Se trata de una versión en film del capítulo de la serie El decálogo que el cineasta realizó en 1987 para la televisión polaca. Con el film obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Cannes en 1988. Pero Kieslowski era todo lo contrario de un director de Hollywood:
* *Ensayista y poeta. Director de Gatsby Ediciones.
“El jueves pasado, me levanto. No hay agua en el lavabo. Me sirvo un poco de leche para calentarla, se derramó. Quiebro un huevo, esta podrido. Bajo a la panadería de la esquina: ¡cerrado por inventario! […]” Estamos en 1988, Kieslowski describe su vida cotidiana: el bus cuyas tarifas han cambiado pero los boletos no están aún listos, su automóvil para el cual no hay bonos de gasolina, el próximo bus en el cual logra subir pero que se descompone… Agrega que no debería quejarse pues es mejor pagado que el 90% de sus conciudadanos. Sin embargo: “En fin, cuando llego al estudio de filmación ¡no hay electricidad!… ¡La única cosa que funciona en Polonia es la censura! Notemos que la entrevista es de 1988 mismo año en que se consagró en Cannes. Su método como director para dirigir actores en temas metafísicos era muy simple. Irène Jacob, la actriz principal de La doble vida de Verónica y de Rojo, nos revela: En La doble vida de Verónica me enseñó a buscar gestos para enriquecer los personajes; en vez de hablarme de las complejidades, sólo me daba pistas muy concretas, como sostener una hierba y tocarme la mejilla con ella; pequeños hábitos, tics. Y luego me pidió que los buscara yo. Decía que era una historia poética, y muy abstracta, y que la teníamos que llenar con cosas pequeñas. Ése era su talento: hablar de los grandes misterios como si fuera una rutina. […] La misma naturaleza de la historia de La Doble Vida de Verónica habría significado hablar de metafísica, de azar y de dobles, pero él decía que la película podría ser tomada en un nivel tan poético que debíamos ser muy directos. Para él, la metafísica y la oportunidad fue algo que siempre estuvieron presentes en la cotidianidad. Las obras con alma no se limitan al género de la novela o de la poesía. Se encuentran también en la danza, en el cine y, sobre todo, en la música. El cine es un lugar de encuentro de todas estas artes pero acaso es la que enfrenta el mayor desafío: filmar el alma, concebirla en imágenes, es un proceso donde intervienen la poesía desde luego, y la técnica. Kieslowski tuvo como una divisa fundamental filmar el alma y lo logró con bastante precisión. Al igual que Proust con el tiempo, Kundera con la levedad, Kieslowski develó las fuerzas secretas del alma filmando el azar. En su concepción es el azar lo que regula la dinámica de la vida y las fuerzas del espíritu, los secretos del alma, y lo que construye el amor, el desamor, la felicidad, el dolor y, sobre todo, el désarroi, el desconcierto permanente de nuestra conciencia y nuestro espíritu a lo largo de la vida. Para Kieslowski el destino y el alma no son valores seguros de la realidad pues están sujetos al azar, y varias
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de sus películas son la filmación de la poética del azar. Pero es en la trilogía Tres colores: Azul, Blanco y Rojo donde muestra que el hombre oscila entre la levedad y la pesantez a lo largo de su vida, regido por las leyes del azar. Esa oscilación no es gratuita. En Kieslowski, el destino no existe: existe el azar que impulsa a las fuerzas secretas del alma. El cine, como la poesía, no son producto de la imaginación pura: son la realidad mitificada, hechizada por el ritmo de un lenguaje, por la metafora y el alma. Pero en el fondo, y más que el azar, es la degeneración de la levedad lo que muestra Kieslowski en su trilogía Tres colores: Blanco, Azul y Rojo. El cineasta introduce en el cine contemporáneo un acento marcado en el papel que juega el azar en la vida, de acuerdo a un credo personal de que las cosas que se encadenan, a manera de tragedias, de dramas o de comedias, no ocurren fortuitamente por el solo movimiento de los cuerpos y de las cosas. Hay azar, es decir, la negación de la predestinación que es al mismo tiempo la fundación de un fin. La trilogía muestra tres historias de desamor y el reencuentro de sus heroínas con la vida. Es el péndulo levedad –amor absoluto en el principio del verbo– pesantez –desamor absoluto en el medio de la vida– y de nuevo levedad en forma de esperanza. Esto no escapa a la lógica de Kieslowski, que al revés de la lógica de Galileo, sabe que todo lo que cae tiene que subir. En la trilogía el azar nace y da nacimiento a la verdad de la vida, la que no sólo se llama destino sino deseo interior del ser para escoger una circunstancia, o abandonarse a una actitud. El azar determina ese deseo interior en los personajes pero también surge de él, mostrándose en el tiempo y en distintos planos geográficos (Francia, Polonia y Suiza son los escenarios de estas películas), conjugado con la evolución del ser de los personajes. Es esta evolución del ser lo que proporciona la variante en el azar Kieslowski con respecto al azar. El sentido del azar en la trilogía significa causalidad. Y con ello el contenido del amor, la amistad, la libertad, el coraje, la decepción y la esperanza, cambian en cada estadio progresivo de la realidad que allí se expone. Cada película de la trilogía está relacionada con la divisa de la República Francesa. Liberté, Egalité y Fraternité corresponden al argumento, la historia y el sentido poético y cinético de los títulos de las películas: Azul, Blanco y Rojo, respectivamente, que son también los colores de la bandera francesa. La simbología republicana sólo prospera en cuanto que ayuda a tematizar los fenómenos existenciales del alma y la sustancia del dolor, sustancia de la que germina, al final de todo, una nueva vida. En estas dos últimas cosas se concentra el poder filmográfico de Kieslowski: deconstruye el alma y el dolor para mostrarnos cómo el ser produce sus propios ciclos de resurrección basado en la esperanza. “Lo que quiero es filmar el alma”, dijo Kieslowski al presentar su
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Trilogía. Y en esa filmación del alma el dolor es el núcleo, pues el dolor no sólo es lo más visible del espíritu (al igual que la felicidad) sino constantemente confesional, develatorio, y proveedor de sensaciones que hacen evolucionar al ser. Es ahí, otra vez, donde el azar en el cine de Kieslowski, con su sentido renovado, su sentido de causalidad, reinterpreta el dolor y la igualdad, a través de la liberación del dolor, que sólo se encuentra en la reactivación del ciclo vida-amor. La poética del alma de la Trilogía muestra que en cualquier secuencia de circunstancias que tejen el presente, la crudeza de una tragedia espiritual —decepción amorosa unida a la pérdida de los seres amados en Azul, el desprecio amoroso en Blanco, el extravío (y la recuperación) de la fraternidad en Rojo— no despojan al alma ni de su viveza ni de su afán de encontrar de nuevo la tranquilidad. En cada una de las tres películas asistimos a la recuperación de los entusiasmos perdidos del alma, por medio del deseo de vida del ser, y de “reinventar el amor” (Azul), del amor que antes había sido renegado (Blanco), y del nuevo encuentro con el sentido y la razón de la fraternidad (Rojo). Y en esa constelación de dolor que es la trilogía, varios elementos se conjugan para darle un sentido al azar que lo determina: la música, como un espacio donde se purifica el alma y como sustancia concomitante del dolor y la felicidad (Azul), la amistad que engendra un nuevo destino a las almas que la conciben (Rojo y Blanco), y la soledad, una profunda y fundatoria soledad que iza los valores más recónditos de los personajes y da un ritmo a la evolución de sus seres, que los explaya hacia su propia valoración como emanadores de amor y de sentimientos, y que vuelve iniciática la manifestación del azar. Buscó mostrar los niveles sublimes del alma y, por consecuencia, de la conjunción de la levedad y el esprit, que pueden narrarse en un número cuyo infinito determina la imaginación y no la realidad pues se trata ahí de los niveles sublimes del alma. Después de Kieslowski no hay muchas obras en el cine que filmen el alma. No al menos con la intensidad de Le souffle au coeur, La dolce vita, o Les enfants du paradis. El alma que es el infinito. ¿No era la intención de Kieslowski estrenar simultáneamente en París, diecisiete versiones distintas de La doble vida de Verónica? El tema de la película es una heroína que tiene un alma gemela con un misterio sensitivo y racional. Ella, de origen francés, conoce a su doble fugazmente en un viaje turístico a Varsovia. y ese hecho la hace recorrer un laberinto de pesantez, donde no sabe dónde está ni qué es la felicidad. Percibe entonces el movimiento de su ser y el movimiento de la vida. Es el mundo visto por Kieslowski: nadie es ajeno al movimiento pendular de la levedad y la pesantez, salvo en el caso en que el azar los atrape con la muerte. París, 1997.
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ARQUITECTURA DE INTERIORES PARA SALA DE LECTURA INFANTIL
ALEJANDRA PALMEROS MONTÚFAR* El año pasado la Universidad Gestalt de Diseño fue invitada a colaborar en un ejercicio interinstitucional gracias a la gestión del entonces director de la Biblioteca Carlos Fuentes, Mtro. José Rafael Theurel y la Arq. Olga González, encargada de los Espacios Culturales de la misma dependencia, para desarrollar una sala de lectura infantil.
Primera exploración
Segunda exploración
a Maestra Arq. Rocío de Cristal Hernández Reza en colaboración con Ldesarrollaron Jessica Balderas Citalán, estudiante de la licenciatura en Arquitectura, una propuesta desde la Arquitectura de Interiores. La Sala de Lectura Infantil debía considerar además de la zona de lectura, un área de usos múltiples, un taller de ajedrez y un área para el bibliotecario. Dado que la propuesta debía estar centrada en usuarios de seis años en adelante, se debía lograr que permanezcan concentrados y al mismo tiempo ser estimulado por la presencia de estanterías abiertas. Para el desarrollo de la propuesta se definió que la sala de lectura debía tener un espacio privado, funcional y seguro para ofrecer de manera permanente la consulta de su acervo bibliográfico. Este material se debería ubica en estanterías diseñadas ex profeso que cumpla además, con el criterio de multifuncionalidad dado que se considera la posibilidad desarrollar actividades como talleres, cursos, círculos de lectura y clases de ajedrez.
Tercera exploración
Para lograr esto, se propuso la delimitación de las áreas con paneles o puertas corredizas ligeras de tal forma que la distribución del mobiliario favorezca las dinámicas. Durante el proceso se elaboró un detallado estudio del inmueble y se determinó que la estructura física no es susceptible a modificación. Así mismo se se establecieron los límites de la propuesta con relación a las áreas próximas.
*Maestra en Diseño Editorial y docente en la Universidad Gestalt de Diseño
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Imagen fotorrealista de la propuesta final
Propuesta final, vista del taller de ajedrez, mesas de lectura y foro
Acceso, vista desde la sección de padres y bibliotecario
Tras el levantamiento de datos y el estudio de referentes, se retroalimentaron las propuestas por parte del Mtro. José Rafael Theurel y la Arq. Olga González, se decidió por una propuesta y sobre esta línea se desarrolló la zonificación y la distribución de mobiliario con diferentes capacidades de usuarios para prever diferentes escenarios de uso. Dado que la propuesta es integral, se revisaron propuestas de paflones y ajustes de salida. El resultado es un espacio multifuncional diseñado especialmente para los pequeños usuarios. Al ingresar a la sala de lectura, la sorpresa es una invitación a la exploración y al juego. Cada espacio se aprovechó al máximo resolviendo la instalación de un mampara de proyecciones, foro y mobiliario dinámico logrando confort y seguridad. El bibliotecario y los padres de familia tienen un área específica y de esta manera todos aquellos que visitan el espacio, han sido atendidos satisfactoriamente. El resultado de este proyecto de trabajo interinstitucional refleja el sentido de la Arquitectura de Interiores para recrear escenarios y apelar al sentido emocional y sensorial de las personas para acompañar una experiencia. ¡Felicidades por este proyecto!
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MES DE LA SENSIBILIZACIÓN
DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA