1 minute read

TERAPIA DE CORAZÓN PARA SALVAR VIDAS

por Guillermo Cárdenas Guzmán

Científicos de la Universidad Médica del Sur de Carolina ensayaron con éxito un tratamiento farmacológico que minimiza las lesiones que aparecen antes y después de la intervención quirúrgica para trasplantar un corazón y así prolongar la vida de los pacientes.

El éxito de un trasplante de corazón depende de que el órgano no sea rechazado por su nuevo hospedero, obstáculo que se presenta en uno de cada cuatros casos. El rechazo se debe a dos factores: uno es la reacción de las células “T” del sistema inmunitario que luchan para expulsar de su territorio al tejido cardíaco que reconocen como extraño. El segundo se debe al daño que el corazón puede sufrir durante el proceso previo y posterior a la cirugía, ya que debe extirparse del donador y guardarse en cajas con hielo para mantenerlo en buenas condiciones mientras es trasladado al hospital.

En este proceso, el corazón carece de irrigación — que se restablece cuando es reconectado a los vasos sanguíneos del receptor— y está sujeto a estrés ambiental y bajas temperaturas. Estos factores terminan por ocasionar cierto daño, que en la jerga médica se conoce como lesión por isquemia-reperfusión post trasplante.

Para atacar el problema, expertos dirigidos por el investigador Stephen Tomlinson del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad Médica del Sur de Carolina desarrollaron una prometedora terapia que podría minimizar ese tipo de lesiones.

Este nuevo tratamiento farmacológico, basado en dos inhibidores de la respuesta inmunitaria llamados C2 y CR1, está dirigido a las células superficiales del corazón que resultan dañadas en la intervención y que al ligarse a los anticuerpos en el torrente sanguíneo activan un sistema complementario de defensa.

Con esto, Tomlinson y sus colegas buscan reducir la severidad del daño por isquemia-reperfusión, pero sin afectar al sistema inmunitario, como sucede con otros fármacos disponibles. “Los resultados fueron claros. Logramos reducir a la mitad la dosis del fármaco utilizado para proteger a los corazones trasplantados; pero lo más importante es que no hubo ningún efecto en la actividad del sistema complementario”, expresó Tomlinson.

Guillermo Cárdenas Guzmán es periodista especializado en temas de ciencia, tecnología y salud. Ha trabajado en diversos medios de comunicación impresos y digitales en México, como Reforma y El Universal. Fue becario latinoamericano de la American Association for the Advancement of Science en 2009.

This article is from: