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DISEÑO ONÍRICO

por Alejandra Rojo

La exposición Objects of Desire Surrealism and Design www.design-museum.de | Instagram @vitradesignmuseum

1924 - Today, presentada por el Vitra Design Museum, explora la manera en que los sueños y la fantasía se han colado al mundo del diseño de la mano del Surrealismo, y cómo esta corriente artística ha influido en el diseño de los últimos cien años, desde muebles e interiores hasta diseño gráfico, moda y fotografía.

El sueño como una vida paralela, no siempre coherente, llena de símbolos y, gracias a Freud, de interpretaciones, sigue siendo parte esencial del funcionamiento de la mente. A casi 100 años de su nacimiento, el Surrealismo sigue vigente, la experimentación de lo que consideramos la realidad nos ha llevado a contribuir a su construcción y al análisis de nuevas posibilidades de vivirla.

El multifacético André Breton daba los primeros pasos de lo que se convertiría en una de las corrientes artísticas más importantes del siglo XX y cuya influencia es fuente inagotable del imaginario creativo. Este movimiento que comenzara expresándose de manera escrita, pronto permeó el trabajo de diversos creativos quienes para 1930 ya habían logrado captar la atención global. Profundizaban en la percepción y el pensamiento en torno a lo que es considerado verdadero, tomaban en cuenta temas controversiales como la identidad de género, la sexualidad, el amor, el inconsciente y los sueños.

Estos artistas comenzaron a imaginar nuevas realidades por medio de uno de los elementos que nos ayuda a construirlas: los objetos cotidianos. Curada por Mateo Kries, director del Vitra Design Museum , la exhibición Objects of Desire: Surrealism and Design 1924 – Today engloba un heterogéneo grupo de piezas como pinturas, libros, esculturas, fotografías y objetos de personajes como Duchamp, Miró, Magritte, Ray Eames y Le Corbusier.

En el compendio de las piezas de diseño acompañadas por la obra de Salvador Dalí El retrato de Mae West encontramos una de las más icónicas de la exhibición, el Bocca Sofa, diseñado por el Studio 65 en los setenta para la marca Gufram, compuesto por grandes labios rojos de poliuretano tapizado. Continuando con el mobiliario escultórico tenemos la mesa Traccia diseñada en 1939 por Meret Oppenheim, pieza que retoma uno de los temas preferidos por el Surrealismo, los animales, en cuya superficie se observan dos huellas y cuya base son las patas de un pájaro en bronce.

En el recorrido hay algunas otras obras de arte funcional, la mesa Tour es una de las más identificables, una superficie de vidrio sostenida por ruedas de bicicleta giratorias diseñada por la arquitecta Gae Aulenti en los noventa, explorando una nueva configuración con los materiales; la figura de un caballo negro de tamaño real del estudio FRONT diseñado a principios de los dosmil por Sofia Lagerkvist y Anna Lindgren para Moooi, de cuya cabeza sale una lámpara imposible de ignorar.

Parte peculiar de la exhibición es el puente que logra construir con nuestro presente, los diseñadores se encuentran en un punto de la historia en el que se atreven a ver más allá de lo establecido: los hermanos Bouroullec retoman la intuición con sus obras espontáneas, otros se replantean la realidad mediante el uso de la tecnología como la diseñadora Iris van Herpen, que, en colaboración con el Studio Drift, presenta uno de los diseños de la colección Syntopia inspirada en la biomímica. Podemos apreciar una escultura (TP-TS-12.moca) de la diseñadora Audrey Large, impresa en 3D cuyo aspecto tangible converge en el universo virtual de la fabricación digital y el real de lo físico.

Nuestro país albergó artistas surrealistas y como afirmara Breton después de su estancia durante la década de los treinta, “México es el país más surrealista del mundo”. Como representante de esto podemos ver la Hand Chair en madera del artista Pedro Friedeberg, cuya creación accidental en los sesenta ha sido desarrollada en diversos acabados.

Estos objetos irreverentes han sido copiados debido a su capacidad de producir emociones; pasaron de ser experimentos a atrevimientos llenos de vitalidad que a manera de juego nos hacen pensar en la importancia de salir de la rutina cotidiana, para otorgarnos permiso de imaginar.

Esta exposición se presentó recientemente en CaixaForum Girona y actualmente está abierta al público en el Museo Centro Gaiás en Santiago de Compostela.

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