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LA ATENCIÓN INVOLUNTARIA NO ES NUESTRA ENEMIGA

por Verónica Guerrero Mothelet imagen de C. Finley

Algunos estudios demuestran que ciertos estímulos pueden distraernos llamando poderosamente nuestra atención, incluso en los momentos de mayor concentración. Esta condición evolutiva de nuestro cerebro puede resultar de mucha ayuda, en especial si se trata de situaciones de peligro.

Nuestra época está inmersa en un océano de distracciones, lo que nos enfrenta continuamente a la intromisión de estímulos difíciles de ignorar, como notificaciones de WhatsApp, llamadas del celular o correos electrónicos. Generalmente, nuestra atención consciente consigue discriminar entre los elementos relevantes y los insignificantes, salvo cuando aparece un estímulo con cierta carga emocional, que enseguida atraerá nuestra atención involuntaria.

Sin embargo, esta atención es una ventaja evolutiva, que nos permite ponernos en guardia ante una posible amenaza del entorno. Por ejemplo, cuando estamos concentrados leyendo y, de pronto, roba nuestra atención una sombra en la pared que, de inmediato nos impulsa a investigar si se trata de alguna alimaña peligrosa... o es simplemente una mancha.

En un estudio reciente de la Universidad Autónoma de Madrid se encontró que tanto la atención voluntaria como la involuntaria se ponen en funcionamiento mediante un mecanismo cerebral similar. En su investigación, el equipo científico pidió a un grupo de personas voluntarias que efectuaran una tarea en la pantalla de una computadora, mientras sus ondas cerebrales eran observadas con un electroencefalógrafo. De manera esporádica, en un extremo de la pantalla aparecían imágenes con contenido emocional neutro, positivo o negativo, para captar su atención involuntaria.

Como resultado, los investigadores descubrieron que las imágenes con contenido emocional negativo generaban mayor distracción, afectando el rendimiento de los participantes. La razón es sencilla y se debe a nuestra biología: este tipo de distracciones, que sobreponen la atención inconsciente a la consciente, tienen como propósito aumentar la excitabilidad del cerebro, de manera que las neuronas estén preparadas para reaccionar de inmediato en caso de una amenaza real, incluso si esto implica desviar nuestra atención de la tarea principal.

Con todo, no está de más que intentemos evadir las distracciones, pues no todas nos señalan un riesgo y cada una resta eficacia a nuestra atención voluntaria, la que es indispensable para completar con éxito las actividades importantes de nuestra vida.

C. Finley es una artista estadounidense, fundadora y curadora de la Bienal Every Woman y directora de La MaMa Galleria en Nueva York. Su obra es conocida por sus elaboradas pinturas y su uso intenso del color, murales monumentales, colaboraciones multidisciplinarias y su activismo mediante intervenciones de arte urbano. Su trabajo se ha exhibido internacionalmente y ha aparecido en The New York Times, La Repubblica, Dazed, Fast Company, Women's Wear Daily y LALA , entre otros medios. www.iamfinley.com | Instagram @iamfinley

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