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COMUNICADO: EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS

Nadie pone en duda que Edgar Morin exploró y compartió las más variadas temáticas filosóficas, sociales, políticas y educativas de su tiempo, que abordó la construcción del conocimiento y de la sociedad actual desde el pensamiento complejo; que conectó y religó los saberes para encontrar los hilos que tejen los saberes en base a la mirada transdisciplinar; que fecundó una nueva conciencia ética, ecológica y planetaria del ser humano; propició la germinación social y educativa de su visión transformadora del ser humano. Él fecundó, germinó y desarrolló conceptos y principios como el Pensamiento Complejo, la mirada transdisciplinar, la educación planetaria, la condición humana, “plantaciones” de ideas que ya están fructificando en innumerables personas, instituciones, grupos de investigación y países. Ello nos lleva a considerarlo una persona polinizadora, en sentido humano, que ha dejado una profunda huella

Ha fructificado y sigue haciéndolo en lo miles de alumnos y seguidores en todo el mundo, en sus obras escritas, conferencias, reconocimientos y en esa nueva mirada de «ciencia con conciencia» . He afirmado en numerosas ocasiones que la creatividad es social por naturaleza y que el mecanismo de la polinización es un proceso complejo que lleva consigo la supervivencia de la especie mediante la reproducción, la adaptación a nuevos contextos y su diversificación. Existe un proceso creativo. Las transformaciones personales, institucionales, sociales, educativas y culturales que nos deja como polen de sus palabras, ejemplo de vida y obras, van a seguir dinamizando nuestro mundo después de que él ya no esté con nosotros. Este es el misterio de la polinización humana. Que da nuevo sentido a lo conocido, proyecta nueva luz sobre lo desconocido y pervive en el tiempo gracias a la adaptación permanente a los diferentes contextos. Al igual que una especie vegetal o animal se diversifica gracias a la adaptación contextual y temporal, Edgar Morin permanecerá en la memoria de la humanidad tal como lo conocimos y en otras formas hoy desconocidas. Pero seguirá siendo él, un ser humano multifacético, multidimensional, planetario, transdisciplinar, solidario y creativo.

La figura de Edgar Morin ha marcado el pensamiento de nuestros días en las ciencias sociopolíticas y educativas. Sus reflexiones y teorías han ido más allá del ámbito académico. Su legado multifacético va más allá del pensamiento complejo, mirada transdisciplinar o conciencia ecológica, reclama un humanismo nuevo. Él mismo es un referente de creatividad polinizadora. De creatividad, por su personalidad compleja, por su actitud de búsqueda permanente, por su producción extensa, intensa e innovadora. Polinizador porque su persona y su obra son reflejos de ese proceso de compartir, conectar, germinar nueva conciencia planetaria y fructificar en cambios duraderos en las personas.

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