Universo LQ nº50

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UNIVERSO lQ

El último abrazo galáctico Casiopea está castigada Asteroides, esos grandes desconocidos Poster/ Portadas de la revista Visto en las redes Calendario con eventos Astrofotografía

EN ESTE NuMERO

El último abrazo galáctico Página 4

Casiopea está castigada Página 12

Asteroides, esos grandes desconocidos Página 14

Cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS)

Visto en las redes

Portadas de la revista

Astrofotografía

Los Cielos de la Tierra

Calendario 2025

Página 18 Página 20 Página 24 Página 26 Página 32 Página 34

Número L Y aquí seguimos.

Pues llegamos al número 50, quién lo diría cuando empezamos con este proyecto, en la página 24 tenéis todas las portadas que se han publicado, si una de tus fotos está ahí, enhorabuena, si no, tiempo al tiempo,

Que lejos queda aquel 16 de julio de 2011 cuando se lanzó el prototipo, el número cero, con una foto de la Luna hecha por mi como portada, aunque yo no empecé a dirigirla hasta el número 4, nació en el foro de latinquasar.org, se propusieron varios nombres para la revista, se hizo una votación y gano el nombre que yo presenté, la revista y yo estábamos predestinados a estar juntos.

Y si hemos estado tanto tiempo en los “quioscos” online, es gracias a vosotros, nuestros fieles lectores, recuerdo un ejemplar que llegó a las 13000 lecturas.

Si tenéis alguna sugerencia para mejorar la revista o creéis que falta algo, enviad vuestra petición por correo y se estudiará.

https://www.facebook.com/UniversoLQ https://twitter.com/UniversoLQ

@universolq.bsky.social universolq@gmail.com

Gracias por estar ahí Miquel Duart

El último abrazo galáctico

En la oscuridad de la noche, lo cortés no quita lo valiente.

El cielo está plagado de bellos rincones que esconden exuberantes objetos, tesoros casi inalcanzables pero deseados por los que estamos dispuestos a pasar frío, a hacer kilómetros y a correr algunas otras aventuras que parecerían increíbles al resto de los mortales.

Quién no sucumbe a tocar esas finas sedas con filigranas de oro, a asomarse a los cofres con ricas piedras preciosas multicolores que se esconden por la galaxia Osados buscadores en la noche, viajamos a “salto de estrella” y enriquecemos nuestros corazones como si no hubiera un mañana. Lo sé, las estrellas son mi perdición

Y sabes qué, la clave para este desenfreno está en algo tan sencillo como conocer las constelaciones

Hoy en día sabemos que las constelaciones son agrupaciones de estrellas que parecen formar figuras reconocibles en nuestro cielo, yo misma tenía las mías propias antes de descubrir que estaban todas ya clasificadas en el planisferio Así Orión era una mariposa cuando salía por el horizonte y horas después era la cafetera de mi madre. De la misma manera los antiguos astrónomos conformaron las figuras que hoy están en los mapas, aunque hubo variaciones con el tiempo, pero en cualquier caso han quedado fijas en el cielo para servirnos de guías en la noche

Estas siluetas son imaginarias… solo existen desde la perspectiva de nuestro planeta e incluso con el paso del tiempo cambiarán pues la realidad es que las estrellas no tienen relación alguna entre ellas, aunque hay una excepción: la Osa Mayor. Es el único caso conocido de una constelación que en el fondo es un gigantesco cúmulo Todas sus componentes menos Alkaid y Dubhe tienen un origen común y movimiento común en el cielo.

Algunas de las actuales se remontan a unos 4000 años antes de nuestra era, los chinos, hindúes e incas también tenían sus propias figuras El zodiaco surgió en Babilonia y fue adoptado por los griegos, quienes plasmaron su imaginación en la mayoría de las hoy aceptadas como oficiales La recopilación más exhaustiva de constelaciones la realizó Claudio Ptolomeo en el Almagesto, siglo II a.C., era un catálogo de 1022 estrellas agrupadas en 48 constelaciones, aunque solo incluía las estrellas visibles desde Alejandría

Mucho tiempo después los árabes heredaron el Almagesto añadiendo constelaciones y ampliándolo (de ahí que muchas estrellas tengan nombres árabes) pero no fue hasta el siglo XVI cuando los exploradores europeos viajaron al sur y descubrieron cielos desconocidos. Necesitamos constelaciones nuevas

Johann Bayer, en su Uranometría, incorporó a las 48 figuras de Ptolomeo otras 12 para el hemisferio sur. Sus nombres exóticos reflejaban nuevas realidades y quedaron para siempre, así como su concepción de qué es una constelación Si los griegos solo reconocían como constelación ciertas estrellas, Bayer comenzó a asignar a todos los puntos del cielo su lugar como parte de una constelación.

Desde entonces muchos se motivaron a incorporar nuevas figuras, algunas consiguieron sobrevivir como el Unicornio y la Jirafa, pero otras desaparecieron: como el rio Tigris o el Jordán. Tycho Brahe, gran observador danés que este mes cumpliría años y que tiene un sitio privilegiado en la Luna, convirtió en constelación el antiguo asterismo de Coma Berenices creándola de estrellas pertenecientes a Leo y Virgo

Con el tiempo dar nombre a constelaciones fue toda una competición: unos querían cristianizar el cielo de tanto paganismo, otros querían que la corte apareciera entre las estrellas incorporando la Flor de Lis o el Cetro La mayoría no lo consiguió pues se optó por hacer desaparecer así cualquier atisbo de monarquía en el cielo Eso fue lo que le ocurrió a Halley, que trató de incorporar Robur

Carolinum para honrar al roble en el que el rey Carlos II de Inglaterra se había escondido 24 horas, este se marchitó antes de tiempo

Entonces llegó Johannes Hevelius, en 1690 incorporó muchas nuevas sin asociarlas a ningún monarca y esto fue un acierto pues sobrevivieron muchas: Canes Venatici, Lacerta, Lynx, Sextans, Vulpécula… Hubo una excepción que fue el Escudo de Sobieski, pero fue listo y rápidamente le quitó el apellido para que fuera aceptada: hoy la conocemos como Scutum. Aun así otras que creó no tuvieron suerte y desaparecieron como Cerberus, Mons Maenalus y Triangulum Minor entre otras Contemplar los hermosos mapas con sus bellas constelaciones hoy desaparecidas hacen que me den ganas de salir a buscarlas y desconectarlas de las actuales formas para redescubrirlas con mis propios ojos

Si te animas puedes echar un vistazo a los mapas aquí: http://www atlascoelestis com/6 htm su atlas se conoce hoy en día como Firmamentum Sobiescianum. Aunque si deseas conocerle a fondo tienes acceso a todo el libro en el archivo digital de este enlace: http://www e-rara ch/doi/10 3931/e-rara-456

Nicolás Lacaille, a mediados del siglo XVIII, dejó su huella en el hemisferio sur honrando las creaciones del ingenio humano en lugar de animales o figuras mitológicas: Antlia, Microscopium, Norma, Telescopium Este cielo oculto a septentrión está plagado de los aparatos modernos de esa época.

De las 88 existentes en la actualidad solo accedemos una parte de ellas, desde los 40º de latitud vemos todo el hemisferio norte completo hasta los -50º al sur Sí, nos perdemos gran parte de ese misterioso y nuevo cielo que entusiasmó a navegantes y exploradores. Pero en cambio tenemos una visión privilegiada de las más antiguas, hay mucha historia en ellas: sus nombres y aquellos que las estudiaron con pasión resuenan como un eco en la bóveda celeste

Observar las constelaciones es un ejercicio muy importante para todo aquel que comienza en esta asombrosa afición, nos enseñan mucho más de lo que imaginamos, pero no solo eso, también sirven a devotos observadores pues son nuestros hitos en la noche. Marcan puntos de partida y destinos, muestran las sendas estelares que nos llevan a unos viajes inolvidables entre las estrellas. Encontrar rutas a salto de estrella es mucho más que un ejercicio útil ¡es realmente divertido! Muchas de ellas se quedarán grabadas a fuego en tu memoria permitiéndote después encontrar fácilmente (y a mayor velocidad que un go-to) muchos de los tesoros que esconde el firmamento Ese será tu premio, una conexión profunda con el firmamento. La recompensa será que quedarás conectado por siempre con el firmamento… la fortuna y las riquezas están en la búsqueda… en viajar por las estrellas.

Debemos mirar más a simple vista, abarcar y reconocer el cielo ante nuestros ojos. ¿Sabrías decirme quién es quién? ¿Reconoces cada estrella brillante que destaca en el firmamento cada noche?

Muchas noches de observación me he dado cuenta de que he perdido el sendero ¿qué es todo ese grupo de estrellas que hay ahí? ¿A quién pertenece? Horror… caelum incógnita… necesito un mapa Y recurro al manido planisferio que siempre me acompaña en cada noche Ésta es la herramienta básica del astrónomo de campo, la leyenda que nos permite leer el mapa Muévete entre las constelaciones y saluda a las estrellas por su nombre: “hola Aldebarán, qué sonrojada te has puesto… buenas noches Adhara, hoy deslumbras en el horizonte limpio Wasat, no te escondas que te veo ” Como decía al inicio: en la oscuridad de la noche, lo cortés no quita lo valiente.

Este mes te invito a asomarte al extraordinario cielo de invierno, en estos días el Sol viaja por la región del verano ocultando el centro galáctico con su manto azulado Comienza el mes encaramado en Escorpio y a finales de diciembre acabará en brazos de Sagitario. Son constelaciones que en las noches de verano están muy bajas en el horizonte por eso el Sol no se eleva mucho ahora que recorre la zona en estos días ¡fíjate en lo alargadas que son las sombras! Esto quiere decir que si la eclíptica, el camino que recorre el Sol durante el año está baja durante el día, por la noche estará muy alta Si en las noches de verano la luna y los planetas se acercan al horizonte acompañando al simpático arquero con forma de tetera, en invierno se elevan casi hasta el mismo cenit, de ahí la expresión “tan alta como la luna de invierno, la más clara del año”. El día oculta el monstruo espiral y la ventana de la noche nos ofrece una visión única de la Vía Láctea. Desde el alejado Brazo de Orión nos asomamos al infinito, más allá de su último abrazo galáctico, y nos encontramos con una gran cantidad de estrellas brillantes que destacan como piedras preciosas. Si el verano viene con etéreas nebulosas el invierno despunta con zafiros, berilos y diamantes estas cautivadoras alhajas te ayudarán a crear sendas en las estrellas.

Pero antes tendrás que reconocer dos zonas clave en el cielo que te servirán para comenzar a orientarte en esta aventura. Una de ellas es la que gira sin fin, donde ninguna estrella desaparecerá en tu horizonte La región norte o circumpolar es tan familiar que no tardarás en localizar la Osa Mayor, ah, pero… ¿no la ves? Bueno, esta vez tiene truco y es que a mediados de mes sobre las 21 horas la cola de la Osa Mayor rozará el horizonte marcando curiosamente el punto cardinal norte con la estrella Alkaid Deja la gran Osa de septentrión a tu espalda y gira sobre ti mismo 180º, ante ti tendrás el esplendor del Sur. Lo primero que te llamará la atención es que la mitad de tu derecha (hacia el oeste) parecerá vacío de estrellas mientras que a tu izquierda (hacia el este) aparecerán todas las gemas que componen el Hexágono de Invierno, y con él la pálida luz del último brazo galáctico

La segunda zona que debes aprender a reconocer es el ecuador celeste, y para evitarte andar haciendo cálculos de ángulos te presentaré al mejor guía de la Noche invernal: el Cazador Orión Verás, esta constelación, cuya abreviatura en los mapas es Ori, tiene una estrella brillante que marca justamente el punto por donde pasa este ecuador: se llama Mintaka y es la tercera en orden de la tríada que forma el Cinturón de Orión Si, la más alta de esas que ves “en línea” y que destacan fácilmente a simple vista mirando al sur. Es la única estrella que tiene este privilegio en todo el cielo así que aprovéchala

Lo siguiente será localizar la eclíptica o zona por donde transcurren el Sol y los planetas pues además es el lugar donde se localizan las constelaciones del zodíaco. Da la casualidad de que en esta época del año pasa justo por encima del ecuador y te será fácil dar con ella Esta autopista de doble vía (porque es una franja ancha) abarca lo suficiente como para contener una buena porción de constelaciones Una vez que te montes en ella no te bajarás y podrás recorrer todas las “zodiacales” que estén a tiro. Así pues, si te subes a hombros de Orión entrarás en la autopista a la altura de “Tauro”, de aquí puedes ir hacia la derecha o izquierda reconociéndolas todas. A la derecha: Aries, Piscis y Acuario que ya se oculta por el oeste A la izquierda reconocerás a la pareja Géminis, el tenue grupo de Cáncer y Leo que ya asoma por el este con fuerza.

Identificar los puntos cardinales y descubrir dónde está la autopista zodiacal será la clave para embarcarte en las rutas más exóticas del cielo de invierno. Te invito a descubrir de la mano de Orión la “Ruta del agua” con la que podrás identificar el monstruo marino Hydra, el río Erídano con sus serpenteantes aguas que brotan del pie del gigante y descienden hasta Achernar en el polo sur celeste, la enorme Ballena y Piscis con sus plateados pececillos atados por cadenas.

También descubrirás el “Sendero de los animales” con una poblada fauna tan sorprendente como variopinta: unicornios, palomas, liebres, toros, linces, jirafas hasta leones y carneros, aunque todo hay que decirlo: salvo perros y leones de los demás solo verás uno de cada. Y, por último, el famoso recorrido del Mito de Andrómeda, con sus intrigas y pasiones plasmadas en los cielos es quizá una de las rutas más famosas del cielo.

Con el paso de las horas verás cómo la Osa Mayor comienza su ascenso por la derecha, girando en el sentido contrario a las agujas del reloj Se eleva haciendo el pino hacia el este despegando del norte a Alkaid, la estrella de la punta de la cola (o el extremo del mango de la cacerola según te parezca) En el sur todo irá avanzando hacia tu derecha: el gran Hexágono alcanzará el meridiano pasada la medianoche y todo el esplendor de invierno estará a tus pies Mirar el sur es como un viaje en el tiempo, verás pasar todo un año en una noche, pues casi todas las constelaciones desfilarán ante ti en apenas unas horas.

Y así acabamos el año y con él volvemos al punto de partida Me siento un poco como El Principito: sentémonos a ver el ciclo completo del año en el cielo. Este momento es muy especial y siempre se lo dedico a la estrella Sirio, la más brillante de ambos hemisferios para los habitantes de la Tierra, claro. Siguiendo con la costumbre que tienen todas las estrellas de salir por el mismo punto de horizonte la espero con ilusión buscando el sendero que me llevará a ella. Orión es el portador de la clave, tiene el compromiso de guiarnos en esta misión Busca el Cinturón de Orión, sus tres estrellas se alinean para preparar la celada que te hará caer en su red. Se elevan verticales en el este… cuando las veas asomar estarás perdido, dos horas después, en la línea que forman hacia abajo, aparecerá “La Reluciente” con sus destellos multicolor.

No me extraña que en Hawái se festejara su culminación en el solsticio invernal… “báñanos con tu luz ¡Oh Reina del Cielo!”

Hace miles de años, en las orillas del Nilo, los antiguos egipcios miraban al cielo con reverencia y asombro En el centro de su mitología, se encontraba Isis, la diosa madre Pero lo que pocos sabían que su esencia brillaba sobre la Tierra, justo al amanecer, en una estrella solitaria: Sirio

Cuando el sol todavía se mantenía dormido en el horizonte, la estrella surgía con gran resplandor en el cielo. La primera aparición de esta estrella al amanecer anunciaba un evento crucial para el pueblo egipcio: el comienzo de la inundación del Nilo, un acontecimiento vital para la agricultura. Sin esta inundación, la vida en Egipto no habría sido posible. Cada año, cuando la estrella resplandecía en el horizonte, era como si Isis misma, desde su morada celeste, abriera una puerta cósmica que traía consigo el renacimiento y la fertilidad La inundación, en este sentido, no solo fertilizaba las tierras, sino que era una manifestación tangible de la intervención divina de Isis.

Los sacerdotes egipcios, conocedores de estos secretos astronómicos, celebraban ceremonias especiales para honrar a Sirio y su relación con la diosa Para ellos, el cielo no solo era un mapa de estrellas, sino una guía directa de los designios divinos. Creían que quien comprendiera el misterio y su relación con las aguas del Nilo, poseía la clave para comprender los ciclos de la vida, la muerte y el renacimiento Y eso te da mucho poder

¿Puedes sentirlo? Ahora que la tienes ante ti estoy segura de que esa emoción no te pasará desapercibida.

Leonor Ana Hernandez

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CASIOPEA ESTÁ CASTIGADA

La mitología tras las constelaciones

Casiopea es una constelación que se divisa entre Pegaso y el Polo Norte, junto a Cefeo, Andrómeda y Perseo, señala a la Estrella Polar y quizás su característica más distintiva sea que a veces aparece en forma de M y a veces en forma de W, como si diera la vuelta sobre sí misma y se nos mostrara en ocasiones boca arriba y en ocasiones boca abajo. Eso, y que no puede traspasar las aguas: es una estrella circumpolar boreal y nunca desaparece bajo el horizonte.

Casiopea es circumpolar para los observadores situados a una latitud de 40°N o más cerca del Polo Norte, aunque en ocasiones se encuentra cerca del horizonte norte y resulta más difícil de ver, pero siempre podemos guiarnos por la Osa Mayor (Rigutti, 2008). Para localizar a Casiopea a partir de la Osa Mayor, tenemos que comenzar en Alioth (ε Ursae Majoris), la estrella más brillante de la “cola” de la Osa, y dibujar una línea imaginaria desde esa estrella hacia Polaris, la Estrella Polar (α Ursae Minoris), y seguir más allá: entonces llegaremos a Gamma Cassiopeiae (γ Cas), la estrella central de las cinco que forman la constelación de Casiopea (Dunlop & Tirion, 2023; Topalovic et al., 2024).

Eratóstenes, en el siglo III a.C., nos describe así las estrellas que forman esta constelación (Eratóstenes, 1999):

[Casiopea] Tiene una estrella brillante sobre la cabeza, una también brillante sobre cada hombro, otra sobre el pecho derecho, una de luz tenue sobre el codo derecho, una sobre la mano derecha, una sobre la izquierda y una sobre el ombligo; dos brillantes en el muslo izquierdo, una brillante sobre la rodilla, otra sobre el asiento y una sobre cada uno de los tres vértices del cojín donde está sentada. Suman un total de quince.

Hoy os quiero hablar de la explicación que daban los astrónomos de la Antigüedad Clásica para la circumpolaridad de Casiopea, y su posición en el cielo a veces como M y a veces como W Es una explicación muy curiosa y muy intensa, que podemos encontrar en el mito de la reina etíope que le da nombre: la Reina Casiopea, esposa del rey Cefeo de Etiopía, y madre de Andrómeda

“Circumpolar” es un compuesto del del prefijo latino circum (alrededor) y el término “polar”, del latín polus (perteneciente al extremo de un eje), y por eso significa “alrededor del polo”. Boreal hace referencia al norte por alusión a Bóreas (en griego βορέας), el Viento del Norte Debido a un delito que cometió, Casiopea se encuentra castigada a no poder abandonar el círculo polar ártico, es decir, el “de la Osa”, pues eso es lo que significa ártico, tomado del latín articus y este, a su vez, del griego ἀρκτικός: derivado de ἄρκτος, “oso”, el nombre de la constelación Ursa Major. Por eso se usa el término “ártico” para el Norte y “antártico” para el Sur, es decir, “anti ártico” o lo contrario del ártico.

¿Y cuál fue el delito de Casiopea? Pues fue, como viene siendo habitual en la mitología griega, un delito de hybris, del griego ὕβρις, es decir, soberbia, insolencia o altanería. Y es que la reina se vanaglorió de ser más bella que las Nereidas,

nada más y nada menos, las criaturas más hermosas del universo, preciosas divinidades que personifican las olas del mar, hijas de Nereo (dios preolímpico, el mayor de los descendientes de Gea y el Ponto) y la oceánide Doris. Las bellas nereidas se suelen representar montadas sobre caballitos de mar, formando parte del cortejo del dios marino, y suelen portar tridentes y coronas (Ruiz de Elvira, 1982). Entre estas criaturas están algunas tan conocidas como Galatea, la amada de Polifemo, Tetis, la madre de Aquiles, o Anfítrite, la esposa del mismísimo Poseidón.

Cuando Casiopea afirmó que su belleza era mayor que la de las Nereidas, estas, muy ofendidas, se quejaron ante Poseidón, el dios del mar, una deidad de carácter muy violento, engendrador de hijos violentos (Hesíodo, 1978) Su decisión fue enviar un enorme monstruo marino que asoló las costas del país y provocó terribles inundaciones, causando la muerte de muchos de los súbditos de Casiopea y Cefeo

El pueblo, desesperado, consultó a un oráculo, que vaticinó que la única manera de acabar con ese monstruo que tantas desgracias estaba causando era un sacrificio humano: en concreto, el sacrificio de la hija de la reina Casiopea, la princesa Andrómeda. Por eso, maniataron a la pobre princesa en la costa para que sirviera de alimento al monstruo, pero tal tragedia no llegó a suceder gracias a la intervención del héroe Perseo, que la rescató y, además, se casó con ella

Pero tal atrocidad no podía quedar impune, por eso los dioses olímpicos, con Zeus y Hera a la cabeza (los Júpiter y Juno de los romanos), decidieron imponer un castigo ejemplar a esa reina altanera que había causado la destrucción de gran parte de su pueblo y casi la muerte de su propia hija. A Poseidón y las Nereidas no se les castigó, claro está, pues jugaban en otra liga de nivel más alto que la de los humanos

El veredicto de Zeus fue que la reina Casiopea sería catasterizada, es decir, puesta en el cielo, sentada en su trono, símbolo de su altanería, pero atada a él y sin poder abandonarlo. Y, a causa de su impiedad, el trono giraría y la colocaría boca abajo, sin que ella pudiera evitarlo, mientras el firmamento se movía y las demás estrellas cruzaban la línea del horizonte, algo que ella nunca podría hacer (Higino, 2008)

Así pues, Casiopea no es solo una constelación fascinante por su circumpolaridad y su particular orientación cambiante, sino también un recordatorio mitológico de las consecuencias de la soberbia y el poder de los dioses en la cosmovisión de la Antigüedad. Su lugar en el cielo, inmóvil y perpetuamente girando sobre sí misma, es un símbolo eterno de castigo divino, pero también una guía para los observadores terrestres que, generación tras generación, han encontrado en ella orientación en el firmamento y también una ventana a las historias y valores que conformaron las culturas antiguas. Así, Casiopea sigue viva, conectando ciencia y mito, pasado y presente.

Referencias

Dunlop, S , & Tirion, W (2023) Night Sky Almanac 2024: A Stargazer ’s Guide Collins Eratóstenes. (1999). Catasterismos: Mitología del firmamento (A. Guzmán Guerra, Ed.; 1. ed ) Alianza Editorial Hesíodo. (1978). Teogonía. Obras y fragmentos (L. A. de Cuenca, A. Pérez Jiménez, & A. Martínez Díez, Eds ; 1a ed) Gredos Higino. (2008). Fábulas. Astronomía (G. Morcillo Expósito, Ed.). Ediciones Akal. Rigutti, A (2008) Atlas ilustrado del cielo: Un viaje entre estrellas y planetas para conocer el Universo (R. Solá Maset, Ed.). Susaeta. Ruiz de Elvira, A (1982) Mitología clásica Gredos

Topalovic, R., Dunlop, S., & Tirion, W. (2024). 2025 Guide to the Night Sky. COLLINS.

Asteroides, esos grandes desconocidos

Los asteroides han sido protagonistas de muchas catástrofes en el cine de ciencia ficción, provocaron la extinción de los dinosaurios, y para muchos, de ellos vendrá la desaparición de nuestro planeta (se nos olvida que hay una especie en la Tierra que es mucho más peligrosa) Con los focos puestos en estos restos rocosos que perduran desde la formación del Sistema Solar, grupos de investigación de astrónomos profesionales y amateur, siguen descubriendo secretos después de 4 600 millones de años Una cooperación PROAM que está dando sus frutos.

Uno de esos descubrimientos tuvo lugar allá por el mes de julio de este mismo año, que estamos a punto de despedir Todo sucedió una noche de invierno con Luna (el astrónomo amateur vive en Argentina) cuando Víctor Amelotti, miembro del Grupo de Observadores de Rotación de Asteroides (GORA) buscó un asteroide que estuviera bastante alejado, 716 Brendelia fue el elegido, un asteroide de la familia Coronis, descubierto en 1913 desde el Observatorio de Heidelberg, y nombrado así, en honor de Otto Brendel, astrónomo alemán del siglo XIX.

La primera noche de observación fue el 23 de julio de 2024 Se recogieron datos que se encontraban dentro de los parámetros esperados. No fue así en la siguiente jornada, según nos relata Víctor Amelotti, “otro compañero, Raúl, comenzó el seguimiento del asteroide, cuando yo le tomé el relevo fue cuando vimos que se producía una curva muy pronunciada, lo que se nos decía que había una bajada de brillo No sabíamos que podría haberlo provocado”. Muchas veces fallos en los programas o en los instrumentos puede producir datos que no corresponde a la realidad, por lo que no quisieron sacar concluisones hasta que hiciesen nuevas observaciones. El tercer día de seguimiento detectan un ascenso del brillo. Ya sí, el grupo comenzó a sospechar que había algo en Brendelia que no se había observado con anterioridad

La confirmación llegó el 26 de julio, con la repetición del mismo patrón Fue entonces cuando el grupo ya comunicó a la Unión Astronómica Internacional que habían detectado cambios en las curvas de luz de Brendelia Un mes después de la comprobación de los registros se reconocía que se trata de un asteroide binario. Las curvas lo que demostraron fue que se producían eclipses de uno con respecto al otro, que emplean unas 58 horas en girar en torno a su centro de masas provocando estas ocultaciones cada 29 horas, eclipses que tienen una duración de 3 horas

Crédito: Grupo de Observadores de Rotación de Asteroides, GORA

La posición del Sol en esos días, en el mismo plano en el que orbitan ambos asteroides, fue lo que permitió el descubrimiento Situación que no se había dado durante los diez años, de 2003 a 2013, en los que diferentes grupos estuvieron estudiando este asteroide que se encuentra a 278.800.000 kilómetros de la Tierra. De acuerdo con los datos de GORA, y de los que ya había en registros anteriores, se sabe que los dos asteroides tienen dimensiones similares, unos 14,7 kilómetros de diámetro. “También hay evidencias que el sistema ha logrado una sincronía entre sus periodos orbitales y los periodos de rotación de los dos cuerpos sobre sus propios ejes.

Se conocen razones físicas para que ello ocurra , por eso la Luna siempre nos muestra su misma cara, nuestro satélite se desplaza alrededor de la Tierra en sincronía con su rotación, gracias a un acoplamiento de marea que habría ocurrido también en el sistema binario eclipsante (761) Brendelia” destaca Víctor Amelotti, uno de los quince astrónomos aficionados que han participado en este trabajo, entre ellos dos españoles, uno de Pincocillo, Córdoba, y otro de Palma de Mallorca, Baleares Tras el descubrimiento queda ponerle nombre al asteroide que acompaña a Brendelia, de momento se lo están pensando.

Mientras, seguirán estudiándolo nuevamente en 2026 y 2029, años en los se espera se puedan ver eclipses, pero no será hasta mediados de este siglo cuando se vuelvan a dar las mismas circunstancias que se han dado para el descubrimiento de este nuevo sistema binario de asteroides.

Crédito: NASA/JPL sistema binario de asteroides

GORA lo forma astrónomos amateur de Argentina, donde nació, España, Italia y Perú De esta forma, ambos hemisferios están cubiertos para las observaciones de los asteroides. El Grupo se dedica a estudiar el brillo de estos cuerpos que nunca había sido estudiados hasta ahora o aportan datos a investigaciones que ya están en marcha de asteroides ya conocidos. La utilización de los fotómetros CCD es lo que ha permitido que los aficionados hayan podido entrar en este campo

En el Sistema Solar hay unos 1283 138 asteroides, según datos de la ESA, la mayoría de ellos se encuentran entre los planetas Marte y Júpiter. Con estas cifras, que no paran de aumentar, queda mucho trabajo por delante, y mucho por descubrir

Crédito GORA 2024 Mabel Angulo Rodríguez

Frank A. Rodriguez Pedro Damián García

S

Br e v e guía par a buscar una Luna colo r i da

La Luna tiene una superficie grisácea, pero la percepción de su color desde la Tierra varía debido a la interacción de la luz solar con nuestra atmósfera. Existen tres momentos dados en donde la Luna cambia de color. No tiene ningún origen místico. En realidad, el secreto se encuentra en la luz y no en la superficie lunar.

¿Cuándo la Luna puede parecer de otro color?

Si bien la Luna no cambia de color, existen algunas circunstancias atmosféricas que pueden hacer que se vea más rojiza o anaranjada.

Eclipse total de Luna: Durante eclipses lunares totales, la atmósfera terrestre filtra la luz solar, permitiendo que solo las longitudes de onda más largas (rojas) alcancen la Luna. Humo y polvo en suspensión: La contaminación atmosférica, el humo o las partículas de polvo en suspensión pueden dispersar la luz azul, haciendo que la Luna se vea anaranjada rojiza, o amarronada.

La tradición de asignar nombres a las lunas llenas a lo largo del año ha enriquecido la cultura en general, pero también ha generado cierta confusión.

Un ejemplo de ello es la denominada Luna Rosa, que ha llevado a muchos a preguntarse si nuestro satélite natural adquiere realmente una tonalidad rosada. Tiene su origen en las culturas indígenas de América del Norte, quienes asociaban la primera luna llena de la primavera con el florecimiento de las flores silvestres Phlox, de color rosa. Esta conexión entre la naturaleza y los eventos celestes era fundamental en sus calendarios y creencias.

Durante un eclipse total de Luna, la Tierra proyecta una sombra sobre nuestro satélite.

Sin embargo, esta sombra no es completamente oscura, sino que adquiere un tono rojizo.

Esta interacción entre la luz solar, la atmósfera terrestre y la superficie lunar se puede observar durante la "totalidad" del eclipse Esteban J. Andrada

Esta fotografía nos muestra la otra cara de la Luna, que normalmente no vemos Fue capturado por la nave espacial china Chang'e 5-T1

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Portadas de la revista a lo largo de su historia. Si, has contado bien, hay 50 portadas y la de este número es la 50, el motivo es por el número cero, que era un prototipo

Pedro Francisco Acosta Melo
Alberto Sol Andreu
Juan Fernández Martín
Rui Santos
Francisco José Delicado López
Moisés Portillo

LOS CIELOS DE LA TIERRA

Mabel Angulo
Katy Sarries Martinez
José Manuel Taverner
Belen Santamaria

34 2025 Calendario astronomico

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