ENTREVISTAS CULTURALES
Núm. 1
Hoy entrevistamos a Antonia Bueno
Vinculada al mundo de las Artes Escénicas durante casi cuatro décadas, Antonia Bueno sigue guiándose por la misma ilusión que la llevara a crear en 1979 el Teatro Gurigai en Madrid -compañía que estuvo codirigiendo durante 20 años- y a convertirse en una de las más prolíficas y reconocidas profesionales de su sector.
Actriz, directora teatral con compañía propia desde el año 2000, y dramaturga –autora de textos propios y adaptadora y traductora de ajenos-, la actual presidenta de la Asociación DONESenArt es también conocida por su labor como narradora y poeta, y por ejercer como ponente, conferenciante y profesora de diversos talleres y cursos teatrales.
La excelencia en su trabajo la ha llevado, además, a ir de gira por diversos países, participar en numerosos festivales, hacerse con no pocos galardones y, no menos importante, ser objeto de estudio por parte de consolidados teóricos e investigadores del mundo de las Artes Escénicas.
Antonia Bueno en
La Celestina
Sin más dilación, damos paso a la entrevista.
MC: ¿Qué te impulsó a dedicarte a tu profesión? ¿Eras consciente de la inseguridad y precariedad económica con la que se suele asociar el ejercicio de cualquier disciplina artística? AB: Yo hice mis pinitos teatrales desde jovencita; mis primeros espectadores fueron mis primos y mis amigas. Estudié Publicidad y luego Magisterio, mientras tanto formaba parte de uno de esos grupos “independientes” de los años 70, el grupo TBO (Teatro de Barrio Obrero), radicado en Vallecas, barrio emblemático de Madrid, desde el que escenificábamos temas sociales, como el de la vivienda o la falta de libertades.
En 1979 di el salto a la profesionalidad, creando junto a Agustín Iglesias, por entonces mi marido, Teatro Guirigai. Ambos éramos conscientes de las dificultades que ello suponía, pero emprendimos el camino llenos de entusiasmo. Compartí ese camino 20 años, momento en que dejé la compañía y comencé una nueva ruta en solitario, centrada más en la Mujer como protagonista. Necesitaba escribir, dirigir e interpretar las historias de esas mujeres que han permanecido en la sombra o que continúan sin tener el papel protagónico que les corresponde.
MC: ¿Crees que puede resultar más difícil para una mujer que para un hombre encontrar su espacio en el panorama escénico español? AB: En estos momentos, debido a la “crisis”, la dificultad es compartida por hombres y mujeres. Pero las mujeres continuamos teniendo que hacer un esfuerzo suplementario para “demostrar” que valemos. Sobre todo, en los papeles de decisión dentro del panorama escénico. Afortunadamente, hace ya tiempo que se admitió que una mujer podía ser actriz. Ahora estamos en el pleno reconocimiento de las mujeres como dramaturgas, directoras, productoras…
Antonia Bueno en La Niña Tumbada
MC: Entendemos que uno de los momentos más gratificantes para todo artista es el reconocimiento del público. En aras a conseguirlo ¿piensas que hay que adaptar el proceso creativo a la demanda de mercado? AB: Crear pensando en el “mercado” es una trampa, porque el éxito o el fracaso de un espectáculo dependen de tantos factores… He visto montajes que habían triunfado en Londres o New York, y luego en Madrid fueron un fracaso. Aquellos productores que habían pensado forrarse basándose en el “mercado” se arruinaron. Yo no escribo ni dirijo ni actúo pensando en el “mercado”, sino en mí misma y en los hombres y las mujeres que van a compartir mis espectáculos. Siempre he partido de la base de que no soy una “marciana”; por lo tanto, supongo que los temas que a mí me tocan son compartidos por la comunidad en la que vivo, y que mi sensibilidad vibra en una banda similar a la de mis semejantes. MC: Respecto a tu relación con el público, ¿eres consciente, durante el proceso creativo previo a la escenificación teatral, de lo que tu trabajo puede aportar a la comunidad? AB: El teatro es un acto colectivo, en el que los espectadores tienen un papel activo. En mis propuestas teatrales yo les hablo, intento dialogar con ellos. En ese sentido, mis procesos creativos son largos y minuciosos, buscando los matices que hagan conmover a los espectadores, en el sentido global de “movernos conjuntamente”.
MC: Desmitificando la idea del artista atormentado y esclavo de la caprichosa visita de las musas, Picasso decía que la inspiración realmente existía pero que era mejor que llegara mientras se estaba trabajando. Para haber conseguido forjarse una carrera como la tuya es evidente que te has guiado por esa máxima del pintor malagueño, pero, teniendo presente tus variados procesos creativos ¿qué metodología/ as sigues en tu trabajo y cómo enfrentas el llamado bloqueo creativo? AB: En primer lugar surge una imagen contundente, que me impacta. Puede ser visual, sonora, olfativa, un flash, un retazo de conversación, una música, un título que pide una historia... Me dejo provocar y comienzo a volcar mis impulsos más o menos inconscientes. Luego voy estructurando. A lo largo de todo el proceso se van entremezclando el caos y el orden, las asociaciones analógicas con la estructura lógica. De ahí va brotando la propuesta. Intento seguir el consejo de uno de mis maestros: la obra teatral es una entidad orgánica, semejante a una planta, a la que hay que sembrar, regar, abonar… y cuando sea preciso podar (normalmente lo más difícil).
Antonia Bueno en
Sancha, reina de la Hispania
MC: En el mundo anglosajón existe una larguísima tradición teatral y los estudios escénicos forman parte del programa académico de muchas universidades desde hace décadas. En España, la situación es muy diferente y no todos los actores se forman en los escenarios y/o cursan estudios académicos y, los que sí lo hacen, no siempre acceden a los otros medios –televisión y cine- en los que puede desenvolverse un intérprete. ¿Qué consejos le darías a un actor o actriz en ciernes? AB: En primer lugar, buena salud física y mental, la va a necesitar para emprender este proceloso viaje. En segundo lugar, tesón, constancia, toda acción precisa un proceso y hay que saber ser paciente para obtener los frutos. En tercer lugar, disciplina, humildad para aprender de los maestros que tengan a su alcance y de los que aportaron las claves escénicas a lo largo de la Historia. MC: Al principio de la entrevista mencionábamos la precariedad económica de las profesiones artísticas, ¿cuáles crees que son las principales problemáticas inherentes a las Artes Escénicas y cómo ha afectado a vuestro sector la demencial subida del IVA cultural a un 21%? AB: El actual IVA al 21% es una absoluta barbaridad, un atentado contra la Cultura. Han desaparecido compañías y salas teatrales, y otras están empeñadas hasta las cejas, sin saber hasta cuando podrán resistir el acoso. No se puede crear con la soga al cuello. Espero que esta anómala situación se corrija lo antes posible.
MC: Y una última pregunta, ¿qué medidas aplicarías si fueras Ministra de Cultura? AB: ¡Uff! Tendría que ponerme en la piel del personaje y estudiarme bien el papel, para lograr la mayor eficacia. Creo que la Cultura debe ser una actividad privilegiada por el Gobierno, para que las gentes del Teatro no estén al albur de las leyes del “mercado”. Con esto no quiero decir que el Ministerio de Cultura sea un “protectorado” donde todo valga a cambio de la sumisión a la Institución. Opino que tiene que haber una porción de riesgo y de dinero compartida por la Institución y las gentes de Teatro, en una medida razonable y humanamente posible. Nuestros conciudadanos se merecen lo mejor, y las gentes de la Cultura estamos dispuestas a aportar nuestro conocimiento y nuestras herramientas para que todos caminemos hacia una sociedad más justa y hermosa.
Para saber más sobre Antonia Bueno...
Blog de Antonia Bueno
Facebook de Antonia Bueno
Textos de Antonia Bueno (Biblioteca Virtual Cervantes
Asociación DONESenArt