EXCURSIÓN A MADRID: 14 DE DICIEMBRE DE 2016 HORA DE SALIDA:
7 h. San Lázaro 7h. 5´ Casas del Hogar
11 h. VISITA DIDÁCTICA AL BARRIO DEL RASTRO
Recorrido por uno de los barrios más castizos del viejo Madrid. Desde la Plaza de Cascorro hasta las Escuelas Pías de San Fernando. Visitaremos el Centro Cultural La Corrala situado en una histórica Corrala de finales del siglo XIX, vivienda característica de las clases populares madrileñas, que hoy alberga el Museo
de Artes y Tradiciones Populares.
Situado en el centro de la ciudad –en la histórica corrala de la calle de Carlos Arniches, en mitad de El Rastro–, La Corrala tiene por objetivo proyectar la creatividad y la capacidad de innovación científica de nuestra universidad a todo Madrid. Este propósito se ve potenciado por su ubicación en un barrio que, actualmente, en lo social y lo cultural, en sus dinámicas de convivencia, podría ser descrito como uno de los talleres de futuro de la ciudad. Junto con la promoción de un diálogo con ese entorno, la programación del curso de La Corrala se quiere fraguar a partir de la pluralidad dinámica que caracteriza la Universidad Autónoma de Madrid. Para ello, la dirección y el equipo de coordinación están abiertos, permanentemente, a la recepción de propuestas de la comunidad universitaria, así como a iniciativas que, desde un ámbito más amplio, puedan servir para establecer nuevos lazos entre la universidad y la sociedad.
HISTORIA: El Centro Cultural La Corrala-Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid se ubica en una antigua vivienda de corredor madrileña. Las corralas fueron una tipología propia del Madrid del siglo XIX, que permitía dar cobijo a las numerosas familias que llegaban de los pueblos a la capital en busca de trabajo. No es casual, que la mayoría de ellas se instalaran en entornos cercanos a fábricas. Aún hoy, Lavapiés, Embajadores y el barrio de La Latina, son las zonas donde mayor número de corralas se concentran, por su cercanía al antiguo matadero y a la Fábrica de Tabacos.
Aunque las tipologías de las viviendas de corredor son variadas, dependiendo de la figura que dibuje su planta, la más característica es aquella que dispone sus corredores en torno a un patio central, dando como resultado una planta en forma de U o de O, si el patio está cerrado por sus cuatro lados. Esta es la tipología de la Corrala de la calle Carlos Arniches, levantada en torno a 1860 en pleno Rastro. En sus orígenes su planta baja debió servir como galería comercial y parada de carros, junto con viviendas y posadas instaladas en su primera planta y en la zona abuhardillada. Desde su construcción y hasta los años 90 del siglo XX, la Corrala ha estado habitada. En los últimos años, antes de la rehabilitación, el mal estado de conservación llevó a pensar en su demolición. Afortunadamente, el edificio fue rehabilitado por el Ayuntamiento concediéndole una nueva oportunidad a un edificio tan singular.
Pasearemos por la Ribera de Curtidores, antigua calle ligada a los trabajos del matadero que había en el barrio y hoy calle central del mercado dominical del Rastro. Y terminaremos en las Escuelas Pías de San Fernando, antiguo colegio fundado en 1729 para niños sin recursos. Destruido en la Guerra Civil ha sido rehabilitado y hoy es sede de la Biblioteca de la UNED y una terraza con café desde donde disfrutar de las vistas de Madrid En nuestro paseo recordaremos El Rastro a través de la literatura, desde Quevedo con sus" Letrillas Satíricas ", pasando por Galdos y "Fortuna y Jacinto", Pío Baroja, Arturo Barea y "La Forja de un rebelde", Ramón Gómez de la Serna y "El Rastro"... 16,30 h. GRUPO 1 17 h. GRUPO 2
VISITA GUIADA AL MUSEO DE HISTORIA DE MADRID
CALLE FUENCARRAL, 78 28004 MADRID Metro: Tribunal
Breve historia
Creado como Museo Municipal en 1929 y rebautizado como Museo de Historia de Madrid en 2007, el museo documentaba la vida de la capital desde sus orígenes hasta la época de la Restauración.
Estaba alojado en la parte salvada de los derribos y restaurada del Hospicio de San Fernando, obra del siglo XVIII de Pedro de Ribera y se presentaba al público como un museo de historia de la ciudad. Las colecciones estaban formadas por un conjunto heterogéneo de objetos pertenecientes al Ayuntamiento, algunos depósitos de otras instituciones: Biblioteca Nacional, Museo del Prado, Academia de Bellas Artes, Museo Arqueológico más generosas donaciones particulares de amantes del arte y de la capital. Pinturas, dibujos, estampas, fotografías, postales, porcelanas, abanicos, planos, monedas, medallas, un sinfín de piezas rememoraban el pasado Madrid y sus gentes en un momento en que la ciudad estaba cambiando para convertirse, por fin, en una metrópoli moderna, a la altura de otras capitales europeas. El antecedente inmediato en la fundación del museo había sido la Exposición del Antiguo Madrid, celebrada en el mismo edificio del Hospicio en 1926 y propiciada por la Sociedad de Amigos del Arte, en la que se adivinaba ya la génesis de una institución con vocación de permanencia. A la consideración del pasado de la urbe como algo digno de salvaguardia se unía una suerte de añoranza por el mismo. Desde su inicio el museo vio interrumpida su actividad en numerosas ocasiones, empezando por el periodo de la guerra civil, en que, preservada la portada barroca del edificio por una fábrica de ladrillo como otros monumentos de la ciudad, sirvieron sus sótanos para resguardar no solo sus ya numerosos objetos sino además bienes procedentes de iglesias, conventos, palacios y casas, salvando de la destrucción una gran parte del patrimonio madrileño. En 1955 el museo cerró al público para reformar un edificio lleno de carencias y no volvió a abrir hasta 1978 para presentar otra gran exposición antológica de historia madrileña: Madrid hasta 1875: testimonios de su historia que iniciaría una nueva fase vital del museo, coincidente con la efervescencia cultural de la capital en estos años. En 1992, y tras una nueva memorable exposición, Madrid pintado, se inició una nueva fase museográfica. En 2000 y 2001 se crearon los museos de San Isidro y de Arte Contemporáneo que acogieron parte de las colecciones del Museo de Historia de Madrid, las de arqueología e historia medieval el primero y las de arte contemporáneo el segundo. Se fijaron a partir de entonces unos nuevos límites cronológicos para el Museo de Historia de Madrid en los que el relato de la ciudad arrancaba del establecimiento de la capitalidad en 1561 y se cerraba en los primeros años del siglo XX.
También en 2000 se planteó la remodelación total de un edificio ya obsoleto y las obras iniciadas en 2002 se prolongaron ocho años más. Si bien en este periodo el museo mostró un resumen de sus colecciones en el espacio de la capilla barroca bajo el título de Madriziudad ¿hemos cambiado en cuatro siglos?, se impuso el cierre definitivo en 2008. La apertura parcial del museo ha sido posible con algunas exposiciones desde 2011. En 2014 el Museo de Historia de Madrid renace con un montaje ya moderno, una puesta al día de sus colecciones y un programa de actividades y servicios a la altura de las expectativas de un público amplio ávido de conocer y valorar el patrimonio cultural de su ciudad.
El museo narra, a través de sus colecciones, la historia de la ciudad desde su elección como capital de la monarquía por Felipe II en 1561 hasta las primeras décadas del siglo XX. De acuerdo con estos límites cronológicos, el discurso expositivo se ha articulado en tres grandes áreas temáticas: Madrid, Villa, Corte y capital de dos mundos. Comprende desde el establecimiento de la Corte hasta el siglo XVIII y muestra la ciudad del Antiguo Régimen como centro decisorio del imperio de los Austrias. Madrid, Centro ilustrado del poder. Abarca todo el siglo XVIII hasta la Guerra de Independencia. La nueva dinastía de los Borbones introduce importantes cambios en el modo de gobierno y trata de transformar la ciudad en un escenario áulico mediante la ejecución de grandes operaciones urbanísticas. Madrid, El sueño de una ciudad nueva. Acoge el siglo XIX hasta el estallido de la primera Guerra Mundial. Se centra en los cambios que se producen con la llegada de la Revolución Industrial y su incidencia en la ciudad, que refuerza su perfil urbano, llegando a convertirse en una gran capital europea
Recorridos por la Maqueta de Madrid de 1830
Nos acercamos al Madrid de 1830 a través de los recorridos virtuales por calles, plazas y edificios, según fueron diseñados por el ingeniero militar León Gil de Palacio en el modelo que se muestra en la sala de Cartografía y Maquetas del museo. El modelo de Madrid de 1830 es una de las piezas más importantes del Museo de Historia de Madrid y una de las maquetas históricas más antiguas de Europa. Gil de Palacio y sus ayudantes realizaron en tan solo 23 meses este objeto de grandes dimensiones y extremada precisión donde se representan por primera vez los espacio libres del interior de las manzanas y la altimetría de la Villa y Corte. Constituye una fuente primordial para conocer la geografía histórica de la ciudad todavía encerrada en la cerca fiscal de tiempos de Felipe IV, cerca derribada años más tarde -en 1868- para dar lugar al Ensanche de la capital. Recorrido virtual por la maqueta
TODO EL TIEMPO DEL MUNDO Dramaturgia y dirección de Pablo Messiez Intérpretes: Carlota Gaviño Rebeca Hernando Javier Lara María Morales José Juan Rodríguez Íñigo Rodríguez Claro Mikele Urroz
Luces: Paloma Parra Escenografía y vestuario: Elisa Sanz Ayudante de dirección: Javier L. Patiño Dirección de producción: Jordi Buxó y Aitor Tejada
Considerada como una de las voces más interesantes del teatro español contemporáneo, Pablo Messiez regresa sobre las tablas con el estreno absoluto de su última producción como autor y director. Todo el tiempo del mundo es una pieza bella y onírica con tintes autobiográficos, que habla sobre el tiempo y los relatos. Sinopsis: Flores es un zapatero de señoras. Cada noche, al cerrar su zapatería, recibe la visita de extrañas personas que le cuentan su futuro, le revelan detalles de su pasado o llegan, incluso, a desvelar sus historias presentes. Algo sucede cada noche con el tiempo, cuando no hay testigos, que hace que todas estas historias convivan a la vez, superponiendo pasados y futuros en un presente continuo, en el que el señor Flores intentará comprender quién es. Encuentro con el Público de TODO EL TIEMPO DEL MUNDO
Miércoles 14 de diciembre de 2016
ENCUENTRO CON EL PÚBLICO – 22 h.
Analizaremos la obra con los actores
El tiempo y el recuerdo han sido el punto de partida que ha inspirado al dramaturgo y director Pablo Messiez en la creación de su última pieza. Se trata de un montaje onírico de tinte autobiográfico protagonizado por la compañía Grumelot y por la actriz María Morales. Ganador de cinco Premios Max en 2016 por 'La piedra oscura', el artista se ha inspirado en la historia de su abuelo Flores, el amable dueño de una tienda de zapatos que cada día escuchaba con atención las fascinantes historias de sus clientas, para poner en pie su última aventura sobre las tablas. Pablo Messiez retoma la senda de su obra 'Los ojos' en esta última creación. La vivencia personal del autor y el misterio de la estructura lineal del tiempo han llevado a Messiez a plantear algunas de las cuestiones clave de 'Todo el tiempo del mundo', que, como él mismo afirma, "son preguntas que siempre me han inquietado": ¿Qué pasa si algo que ocurrió en nuestro pasado lo olvidamos y, además, ningún testigo lo recuerda? ¿Qué pasa si algo que sucedió todo el mundo lo olvida? ¿Se podría decir entonces que sucedió? ¿Dónde está? Si todo el mundo olvida algo, ¿es como si ese algo estuviera muerto, como si nunca hubiera existido? En palabras del propio Messiez: "a partir de la historia de mi abuelo, que, como el señor de la obra, se llamaba Flores y tenía una zapatería de señoras en la que pasé más de una tarde de mi infancia, comencé la escritura de este texto sobre el tiempo y los relatos. Si alguien tiene una experiencia de la que no hay testigos y la olvida, ¿eso ha pasado? ¿Es acaso nuestra historia algo más que una serie de relatos compartidos? Si el pasado está hecho de relatos y el futuro está hecho de deseos, ¿en qué lugar entre las palabras y las cosas está nuestro presente?". Pablo Messiez homenajea a las palabras en "Todo el tiempo del mundo" Madrid. Una anécdota de la vida de su abuelo es el punto del que parte el dramaturgo y director teatral Pablo Messiez en "Todo el tiempo del mundo", una obra en la que reflexiona sobre los recuerdos y el "poder de las palabras" a la hora de establecer vínculos entre las personas. "Las palabras son las que terminan por construir nuestra relación con el mundo y con los demás y eso a veces se nos olvida. Es una pena, porque si se tiene eso en cuenta, se cuidan más las palabras que se utilizan", continúa. A este dramaturgo argentino le gustaría que en "Todo el tiempo del mundo" "resonara" no solo la importancia del lenguaje sino el "misterio", que en este montaje está representado por los "curiosos" personajes que van haciendo "inesperadas e inoportunas" visitas a su abuelo, Flores, cuando está a punto de cerrar la zapatería de señoras que regenta. Con sus historias sobre la propia vida de Flores, esas personas provocan que, en su mente, convivan historias pasadas y futuras en un presente en el que el personaje del abuelo de Messiez tratará de averiguar quién es. "Mi abuelo -relata Messiez- no entiende cómo esa gente le cuenta cosas de su pasado de las que él no se acuerda o no recuerda así y no sabe si se está volviendo loco". Flores decide entonces avisar a una de sus compañeras para que compruebe si, efectivamente, se están produciendo esas visitas: "La obra también trata de lo que ocurre cuando nos pasa algo a nosotros solos", concluye el autor.