LA GACETILLA Nº 7

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La Gacetilla nº 7 CENTROS DE MAYORES DE LA PUEBLA Y SAN JUANILLO. AYUNTAMIENTO DE PALENCIA – UNIVERSIDAD POPULAR DE PALENCIA

Curso 2019-20 escribir para apuntar al blanco escribir con palabras pequeñas palabras cotidianas palabras muy concretas

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CHANTAL MAILLARD

BEATRIZ PAVON http://www.laicritica.es/2018/01/poesia-visual.html

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA Profesora: Concha Lobejón Sánchez

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Decálogo de rutinas para escribir

• Leer Un modo de incitarnos a escribir, (y requisito imprescindible para aprender), es leer. Algunos opinarán que hay que leer mucho, pero no se trata de leer mucho o poco sino de hacer que la experiencia de la lectura se convierta en un acto de transformación, de aprendizajes personal y literario, que el estilo se vuelva un modo de ver el mundo (nótese que no usamos el término ficción o realidad, sino una cosmovisión más amplia que es la que nos regala la literatura). • Delimitar un tiempo de escritura Uno de los elementos que ayudan de un taller de escritura es precisamente que nos obligamos a nosotros mismos a esforzarnos a escribir, aunque nos parezca que no estamos a la altura, aunque sintamos que nunca encontraremos el modo de decir de forma adecuada y expresiva, grácil, lo que estamos pensando o sintiendo, el solo hecho de encontrar ese tiempo diario o semanal hace que avancemos en el proceso. Es importante reservar un tiempo fijo al día, o un par de días a la semana, y seguro que irá aumentando de modo natural. • Recibir señales Como en cualquier práctica artística, puede ser que un día, un mes o un año nos visiten las mal llamadas musas, la inspiración espontánea, y que el texto brote de manera natural. Sin embargo, la mayoría de escritos parten del trabajo diario, no siempre tiene que ser el de la escritura física, pero sí que cualquier escritor tienen una actitud constante de búsqueda, de cazador o de receptor, poco importa, normalmente son ambas las que nos permiten relacionar ideas, inventar escenas, escuchar diálogos, imaginar situaciones… • Compartir Otra de las bondades de los talleres literarios es la posibilidad de compartir los escritos, no solo con el/la profesor/a sino con los otros compañeros/as. A veces es más fácil detectar nuestros propios vicios de escritura en los textos de otros, también nos permite ver soluciones técnicas o imaginarias que quizás nosotros no hubiéramos imaginado. Las tertulias literarias de toda la vida tenían también esta misión de intercambiar miradas, lecturas, de aprender a mostrarnos a través de nuestros textos, de perder el pudor y de aceptar la crítica constructiva. https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/articulos-de-interes/25130-decalogo-derutinas-para-escribir

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NOS PRESENTAMOS CONCHA LOBEJÓN Ya he volado en globo Ya he escrito un libro Ya he plantado un árbol Ya he tenido un hijo

Nunca he volado en una nube Nunca seré un libro Nunca seré un árbol Nunca seré mi propio hijo

ASUN PÉREZ Ya basta. No más mujeres asesinadas Ya está todo hecho Ya para de mentir Ya, por favor Ya te dije: te recordaré siempre Ya fuiste al viaje soñado

Nunca digas esto no lo haré Nunca fui al cine sola Nunca te dejé solo Nunca escribí un libro Nunca planté un árbol Nunca te alejes de mí Nunca te fui infiel. Siempre te amé Nunca pensé llegar donde estoy

Mª JESÚS BALBAS Ya he hecho muchos Haikus. Cuesta mucho sacar uno por día, pero, ¡adelante! Ya conseguí el propósito de ser positiva. Ya puedo dedicar tiempo a las personas. Ya podré realizar mi sueño. Ya volaré y llegaré a las estrellas. Nunca dejaré de soñar. Nunca seré indiferente. Nunca pensé lo que se disfruta haciendo el bien. Nunca surcaré el océano volando como las aves. Nunca volveré a ser niña.

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AGUSTINA PUERTAS Ya nunca me quejaré de las cosas que me pasan si no, os cansaría. Es mejor contarlo naturalmente y así, aprenderé a relacionarme y estaré mejor. De todo, si estás atenta, puedes aprender algo. Encuéntrate bien contigo misma y sonríe. La generosidad consiste en dar antes de que te lo pidan. Escucha a quien lo necesita. Nunca hubiera pensado que iba a perder a mis seres queridos. AMELIA GARCÍA ¡YA! Me levanto temprano, ejercito mi mente para comenzar el día, miro a través de la ventana y contemplo un cielo azul que me invita a respirar profundamente, que me hace sentir viva, que la carrera por tener un día pleno y aprovechado comienza. Mis ejercicios de gimnasia me espabilan, un buen desayuno y un poco de lectura de un poeta, hace que sea feliz, que mi vida tenga un sentido. NUNCA Comenzaré teniendo pensamientos negativos que enturbian la mente. Nunca creeré las palabras bonitas que intentan el halago, pero están llenas de falsedad. Nunca volveré a caminar con los pies descalzos sobre un campo de ortigas. Nunca sabré tus pensamientos llenos de tristeza. LUCÍA PÉREZ YA Ya he empezado el curso. Mi otoño será más ameno. Ya empiezo a estar harta de mis problemas de salud; os necesito, quiero decir, algún mimo. Ya he aprendido a pasar la goma de borrar por mi frente. NUNCA Nunca pensé que tendría tanta tolerancia con un intolerante que hay en mi vida. Nunca pensé que volvería a jugar como una niña con Irene. ROSA Mª CALZADA YA Ya he hecho bolillos y he quedado saturada. Ahora quiero remar en un barquichuelo que tiene una tía mía, y eso, no lo he hecho nuca. Una vez, en un viaje de avión que iba a Irlanda del sur, le dije al piloto que me gustaría ir sentada en el sitio del copiloto, y muy amable me invitó y fui en aquel asiento un buen rato. Un día iba yo por la acera de un pueblo y una señora desde un balcón me llamó por mi apellido y dijo que me había reconocido por el parecido que tenía con mi abuela y que eran conocidas.

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ESPERANZA VALDERRÁBANO YA He subido a las nubes. He tenido alas. Ya sueño despierta. NUNCA Nunca me escondo. Nunca voceo, simplemente grito. Nunca camino, corro. Nunca miento; no digo la verdad. BEGOÑA GONZÁLEZ YA Ya conseguí pasar página Ya intente alargar paciencias Ya admiré las puestas de sol Ya saboreé la esencia del otoño Ya estoy compartiendo afectos Ya he viajado en el imposible 5

NUNCA Nunca cederé ante las injusticias Nunca dejaré de regalar sonrisas Nunca volveré a los recuerdos innecesarios Nunca imaginé que los cambios son tan necesarios Nunca cambiaré lo bueno que hay en mí Nunca intentaré imposibles

¿ESCRIBIR PARA QUÉ? Mª JESÚS BALBAS La escritura es una forma de soñar, puedes expresar tus sentimientos en palabras y compartir tus ideas, además sientes la satisfacción de abrirte a los demás. En la escritura encuentras un campo libre para la fantasía. También para contar bellas historias y puras realidades. Yo espero encontrarme a mi misma y compartir los pocos conocimientos que tengo con los demás. AMELIA GARCÍA ESCRIBIR Con mi imaginación volando. ESCRIBIR Palabras que no se las lleve el viento. ESCRIBIR Enlazando varias letras, componiendo versos. La Gacetilla nº 7


ESCRIBIR Imaginando el mar, con lágrimas saladas, con agua de los ojos. ESCRIBIR Para subir a la montaña, arduo camino y cuesta muy empinada. ESCRIBIR Volando con las nubes hasta llegar al sol. ESCRIBIR Contemplando tu sonrisa y sintiendo tu abrazo. ESCRIBIR Sin saber por qué, llenando páginas de papel. BEGOÑA GONZÁLEZ Escribir para creer, pensar, inventarse, evadirse, viajar, compartir, relajarse, romper soledades, para imaginar que alguien te lee. ÁNGELES PESQUERA Escribir para espabilar el sueño Escribir para seguir soñando Escribir para pensar en palabras Escribir para no pensar en otras cosas Escribir para fertilizar las neuronas Escribir para hacerlas crecer Escribir para alimentar el cerebro Escribir para pasar un buen rato Escribir para guardar lo escrito Escribir para publicar lo escrito Escribir para vernos en un espejo Escribir para ocultarnos tras un espejo Escribir para observar Escribir para leer Escribir para recordar

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LUCÍA PÉREZ Por satisfacción personal, en un principio. Para desahogarme, y aunque me resultaba un poco frustrante, con el tiempo me venía bien. También escribía para que no se me olvidaran algunas cosas. Y con el tiempo, he llegado a la conclusión de que es un legado para mi gente. Por ejemplo, estoy escribiendo “Palabras para Irene”, mi nieta. Sensaciones, emociones, cuentos y retahílas. Espero que, cuando sea mayor, pueda constituir para ella un bonito regalo. ¡Solo con el cariño con el que lo estoy haciendo! Estoy segura de que eso le transmito.

ESPERANZA VALDERRÁBANO Para comunicarme conmigo misma y sentir que el papel es mi amigo. Para romperlo después. Para escapar de la locura.

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¿CÓMO TE GUSTA LEER? Mª JESÚS BALBAS Sin ruidos, en soledad, en el campo, libre como los pájaros, sentada en una sombra, concentrada en la lectura. Teniendo breves descansos y luego, poder retomar la lectura. Es bonito leer con varias personas y desarrollar el texto, como hacemos en clase, así se aprende mucho. A mí me gusta mucho leer, pero tengo muchos fallos para explicar correctamente lo que leo. Me falta imaginación, bueno, lo que me faltan son estudios. AMELIA GARCÍA Me gusta leer sentada en mi sillón, un sillón pequeño que se acopla a mi cuerpo, con un par de cojines pequeños, para la espalda y cuello. A mi derecha una mesa con dos lámparas, varios libros, uno de poemas, cada vez un autor, una revista de crucigramas, el libro que en ese momento estoy leyendo y un cubo con lápices y bolígrafos para hacer anotaciones. A mi alrededor más libros en una mesa, en la estantería, recuerdos de viajes y mi Mariquita Pérez que me contempla desde el otro sofá y una silla para elevar mis pies. Leo preferentemente después de comer y recoger, con la TV en silencio pero con imágenes que al levantar la vista contemplo a veces. También leo por la noche, cuando el día acaba, unas páginas sirven de relax y a veces a mitad de la noche, cuando el sueño me abandona y no aguanto la cama, me levanto, una infusión caliente, un poco de música suave y leo una o dos horas, hasta que el sueño me invade suavemente y retorno a la cama. Leo todos los días; es un hábito que me gusta, me complace, llena mi tiempo y da un sentido a mi vida. Leo para seguir aprendiendo, para compartir las historias que el escritor va narrando. ÁNGELES PESQUERA Mi escaso sentido del orden para esta actividad no me lleva a leer siempre en un lugar determinado. Puedo decir donde me gusta más. El sitio ideal para mí lo es en el salón de mi casa, en un día soleado donde el calorcito me acaricie la espalda y donde la luz ilumine mi lado izquierdo. Un auténtico placer del que disfruto muy pocas veces, no por falta de tiempo sino porque las horas matinales en que se dan estas óptimas circunstancias casi siempre las dedico a otros menesteres, por tanto distribuyo mis ratos de lectura durante el resto del día y de la noche. La cama es un lugar que utilizo habitualmente para leer donde, tan bien, tan bien me encuentro que en pocos minutos me rindo al cálido abrazo de Morfeo. Como el tiempo de sueño no es muy largo, leo también de madrugada cuando todavía las primeras luces del día no han hecho su presencia. En este caso el lugar para esta actividad puede ser cualquiera de la casa. Si hago sola un pequeño viaje en tren o en autobús siempre voy acompañada del libro que en ese momento esté leyendo, así me distraigo y se me hace más corto el camino. Podría decir, para que quede bonito, que me emociona dar un paseo por el campo, sentarme a la sombra de un árbol y disfrutar de la lectura, pero no me gusta mentir y la verdad es que el campo me gusta poco. Demasiado espacio para este deporte que se ha de practicar en solitario.

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BEGOÑA GONZÁLEZ Cojo la manta, un libro, lápiz y una pequeña libreta, me dirijo al rincón del jardín donde el castaño ha descargado sus hojas y frutos. Una vieja mecedora espera, tengo dos horas antes de que escape la luz. LUCÍA PÉREZ En casa, en silencio y con música instrumental de fondo. Cuando hay buen tiempo, a la sombra de un árbol. ESPERANZA VALDERRÁBANO Me gusta leer en mi casa, en mis rincones, que es donde soy más capaz de concentrarme. Siempre me ha gustado mucho la sobremesa, ahora como hay poca gente en la mesa, meto los cacharros al fregadero me siento en el sofá y me pongo a leer un rato, y cuando voy a la cocina no hay sorpresa, los platos siguen en el mismo lugar. También leo por la noche en la cama; suelo leer un par de horas, doblo la almohada, me pongo cómoda, y hasta que me canse, que depende mucho del libro que esté leyendo.

LA SORPRESA 8

ÁNGELES PESQUERA ¡No quiero animales en casa!, he repetido una y mil veces a mis hijos cuando eran pequeños. Sin embargo un día me compré un perrito que es un amor. No ladra ni ensucia, no llora ni protesta y siempre me mira con esos ojos grandes y negros que tiene. Es blandito y tiene una piel tan suave que da gusto tocarlo; es de trapo y está relleno de algún material esponjoso que le da esa suavidad. A veces alguien lo tira del sofá donde habitualmente lo dejo acomodado. Pero hoy no lo he visto, no está en su sitio, he mirado debajo de sillas, sillones y otros muebles y no lo encuentro. Cuando ya estaba cansada he dejado la búsqueda pensando que lo veré cuando menos lo espere. Pero, de pronto, he sentido un ruido ligero en la puerta como si alguien o algo la estuviera rascando levemente; he abierto y, ¡oh sorpresa!, allí estaba mi perrito con sus ojos llenos de vida, moviendo el rabo en señal de alegría y suplicándome con su mirada que lo dejara entrar. He mirado a un lado y otro del pasillo pero no he visto a nadie que lo hubiera dejado allí así que, sonriendo, le he permitido el paso. A saltitos ha entrado en el salón y se ha colocado en su sitio en el sofá. Creo que ya no va a permitir que lo aparten de él y siempre estará conmigo. AMELIA GARCÍA La vida es una continua sorpresa. Aunque pueda parecer una rutina, siempre nos deleita con alguna sorpresa. Hoy ha amanecido más pronto, el cambio de hora, el sol está claro y unas pocas nubes surcan el cielo, lo contemplo y me sorprende tanta hermosura. Sentir la calidez del sol en mi piel me reconforta, siento su plenitud y me sorprende. Los dibujos de mi nieta, pegados en el armario de la cocina, los contemplo y me sorprende su ingenuidad. El despertarme cada mañana, sentir que estoy viva, que tengo todo un día por delante para disfrutarlo, me causa una grata sorpresa. La Gacetilla nº 7


Las sorpresas no son siempre buenas ni agradables, la vida nos impacta a diario con sucesos negativos que tenemos que sobrellevar, soportar un mundo que se va desmoronando poco a poco. Seguir cumpliendo años, es también una gran sorpresa. En estos momentos de mi vida, mi mayor sorpresa es poder percibir mi libertad, libertad plena, sentirla y saborearla. BEGOÑA GONZÁLEZ María de la Luz oyó tocar la puerta. No eran horas. La noche acunaba sueños. Ella descansaba con su hijo de cinco años sobre el mullido colchón de lana cubiertos por el edredón de pedacitos que cosió la abuela; se puso el chal, cogió la pequeña pistola y corrió el cerrojo. Se coló la luna. Un hombre corpulento, de pelo rizado y voz airada se abalanzó. Se llamaba Arcadio de Armadillo. No hubo sorpresa, lo esperaba. En los campos yermos yacía un cuerpo rodeado de cactus con un tiro en el corazón. María sigue durmiendo en paz abrazada a su hijo. ASUN PÉREZ Llegaba el día del cumpleaños y todavía no había nada pensado. Unos no podían venir, otros por trabajo tampoco estarían allí. La tristeza invadía mi ánimo. Llegó el día esperado y creyendo que estaría solo, se acercó a su cafetería habitual y cuál fue su SORPRESA, allí estaban todos para acompañarlo y darle cariño. 9

LUCÍA PÉREZ Para mí, sorpresa es algo que, para bien o para mal, te impacta. Eso me pasó este verano viajando por la Tierra de Campos. Cielo azul sin una nube, tierras amarillas de trigos sin regar y algún rastrojo. En medio de aquella grandiosidad, luz y canto de cigarras, un solo árbol grande y frondoso. ¡Sorpresa! La bella Castilla una vez más. ROSA Mª CALZADA A lo largo de mi vida he tenido sorpresas de todos los estilos y tamaños, pero la más impactante es la de hace unos días, y aunque sólo duró unos instantes, creo que no lo olvidaré nunca. Se trata de una amiga que vive en Valladolid y han visto que tiene una enfermedad neurológica. Empezó sin poder mover los brazos, después por todo el organismo y en la actualidad, tiene que depender de otra persona para todo pues no puede andar ni comer ni beber, no puede asearse, no habla. Lo peor de todo es que no ve aunque no es ciega. Resulta que los músculos que soportan el peso de los párpados, no pueden sostenerlos, por eso lleva los ojos cerrados. Hace unos días vino aquí y estuve con ella, y cuando me acerqué a saludarla vi que llevaba la cabeza inclinada hacia el lado izquierdo. Vi que corregía la postura y ponía la cabeza casi recta. De repente abrió el ojo izquierdo y me miró. Yo me quedé tan sorprendida que debía parecer una estatua, sin saber qué decir ni qué hacer, pero me alegré tanto por ella, pues me dijeron que no era la primera vez que lo hacía y eso daba un poco de esperanza. Parecía mentira que una persona como ella, alegre y extrovertida, haya llegado a ese punto de vivir en el más absoluto silencio. Hace muchos años me enteré de que en Grecia vivía un señor que se llamaba Aristóteles Onasis, que tenía una de las fortunas más grandes del mundo. Entre las múltiples posesiones que acumulaba se sabía que tenía islas propias en el mar Egeo. Onasis sufría algo parecido a la La Gacetilla nº 7


enfermedad de mi amiga. Cuando quería ver a la familia o a los amigos, le tenían a ratos pegados los párpados con celofán. Yo no sé si esta historia tiene algo de verdad o solamente es una leyenda urbana. ESPERANZA VALDERRÁBANO - ¡Qué sorpresa tan grande! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Te casaste con Manolo? - Con su primo que me gustó más. - ¡Vaya sorpresa! La vida en sí es una sorpresa; soñemos, abarquemos el infinito con nuestros sueños, pero nunca planifiquemos, pues la vida es una sorpresa. Mª JESÚS BALBAS La vida está llena de sorpresas; unas las disfrutamos y las más nos llenan de tristeza. Eso me decía siempre mi abuela. La tocó mucho malo en la vida pero siempre tenía una sonrisa para todos. Nos contaba muchas historias. Yo quería darle una sorpresa pero fue ella la que me la dio; me cogió las manos y con mucha fantasía, me contó su niñez. La quedó maravilloso su relato pero en su rostro vi mucha tristeza. Para mí sí que fue una sorpresa.

PINCELADAS DE OTOÑO ROSA Mª CALZADA 10

Atrás se quedó el verano con sus rayos de esplendor, ha llegado ya el otoño con su caminar veloz. Ya no pueden detener los bosques su color verde, los tonos de su abanico amarillo, pardo y ocre. Y sus lágrimas resbalan formando un lecho sombrío, sobre la tierra reseca por el calor del estío. Otoño apacible y dulce lleno de melancolía, se mezcla con el ayer grabado en nuestra retina. Las aves van emigrando hacia zonas más templadas, presienten cercano el frío, pero volverán mañana. Las nubes de color gris han oscurecido el cielo,

y pronto empezará a caer ese preciado tesoro, que nos daña sin querer cuando es muy abundante, pero si nos escasea no se paga ni con oro. Gotas de agua con perlas que absorbidas por la tierra, transformarán la sequía cual fértil madre paciente, que devolverá con creces multiplicando los sueños, las semillas que en su seno con ilusiones las siembren. El viento va despertando suave, por horizonte, a veces impetuoso en los campos y ciudades. Están creciendo las noches y van menguando los días, lánguido llega el otoño a su inexorable cita.

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MI DELANTAL 11

AMELIA GARCIA El delantal, símbolo de una época de la mujer tradicional. De esa mujer, que como decía el carnet de identidad, se dedicaba a sus labores. En una palabra, el alma de la casa, en toda la extensión de la palabra. Yo ya soy de otra generación, otras circunstancias. Mi delantal ha sido durante muchos años, una calculadora, una máquina de escribir, después un ordenador, un trabajo fuera de casa, otras responsabilidades. Acabada la jornada de trabajo vuelta a casa, cambio de delantal, (nunca he usado esa prenda), lo mío ha sido una bata cómoda para continuar con la siguiente faena, ocuparme de mi familia. ÁNGELES PESQUERA Soy amiga del delantal y él es mi amigo en la cocina. Si supiera pintar también me pondría un delantal para hacerlo. Si trabajase en una herrería, lo mismo. Si lo hiciera en una carnicería, igualmente. Me siento protegida con esta prenda que, como su nombre indica, se pone delante. Delante de esa otra ropa que no quieres que se manche. Al delantal se abrazan con pasión las manchas de aceite, de salsa, de harina o las de cualquier otra cosa. También él acoge y seca con cariño las manos recién lavadas en el grifo del fregadero. “Mi” delantal son los tres o cuatro que tengo al uso de diferentes telas y diseños, pero sencillos todos. Me falta uno que debe ser muy especial porque es el que protege el alma y evita que se ensucie de toda la porquería que nos rodea. No sé dónde encontrarlo.

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ESPERANZA VALDERRÁBANO De un trozo de vestido que ya no me vale, de un jersey que se ha dado de sí, me he hecho un delantal, le faltaban los bolsos grandes que los he puesto de unos pantalones. Precioso. Parece un modelo de Ágata Ruiz de la Prada. Pero lo que más me ha impresionado es que cuando me lo he puesto me ha parecido mágico, he recordado el delantal de la señora Paca con sus grandes bolsos llenos de pipas; metía la mano y nos daba un puñado. Tenía la sensación de que nunca se acababan. El delantal no representa a la España oscura, todo lo contrario, a la de la dignidad, que como nada tenían, todo se aprovechaba. ¡Viva el delantal! LUCÍA PÉREZ De toda la ropa que tengo de hogar, es mi preferida. Quizá sea porque mi madre nos decía que una mujer sin mandil era de “MARRANAS”, y todos los días cuando me lo pongo, tengo un recuerdo para ella. Como cocino para mí, que es lo que más me gusta, y la cocina es como un laboratorio donde investigas y puedes hacer alquimia, para mí es como la bata para un científico. ¡Maravilloso mandil!

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Mª JESÚS BALBAS Cuando cumplí 18 años me regalé un delantal, el cual hice yo. Estaba aprendiendo por la noche corte y confección en el colegio. Por algo tenía que empezar a quitarme el luto por la muerte de mi madre. Compré la tela de vichy en cuadros morados y lilas. El doblez del peto y los bolsos, los puse al bies, rematando con una pequeña puntilla. Me quedó muy chulo, además, llevaba año y medio de luto y ponerme ese delantal fue un gran cambio. Entonces salíamos en el pueblo a la compra con el delantal. Yo llamaba la atención. La mayor parte los llevaban de trapos viejos de alguna bata que retiraban. Lo recuerdo con mucho cariño. Además, hecho por mí; era un orgullo. Ahora sigo poniéndome el delantal cuando guiso. Soy de las de antes. Ahora se usa menos. AGUSTINA PUERTAS El delantal es imprescindible para la cocina. Yo lo uso mucho y tengo uno que tiene un bolso muy grande en el centro donde puedo guardar de todo. Lo hice de un vestido viejo. También les hice a mis nietos otro para que me ayudaran y les gustó mucho. Gracias a mi delantal estoy protegida contra las manchas. ASUN MANRIQUE Con sus colores vivos y sus dibujos. Lo usas como protección evitando mancharte. Sirve para secar las lágrimas cuando picando cebollita te caen por la cara. Cuando lo utilizo no hace falta decir que estoy en la cocina preparando los manjares para deleitar a mis hijos y nietos. Lo recojo y le digo: hasta mañana que volveré a usarte. EVA SÁNCHEZ No soy muy partidaria del delantal, lo uso muy poco, sólo en casos puntuales. A mi madre tampoco se lo vi mucho, sólo cuando guisaba para evitar mancharse. No me sirvió de escondite nunca, lo tenía y lo tengo un poco de manía Una vecina que siempre lo tenía puesto no sé cuántos usos le daría pero el que yo la veía siempre era para limpiarse la moquita con él, era su pañuelo, y aunque a mi madre nunca se lo vi hacer para mí nunca fue poético el delantal. BEGOÑA GONZÁLEZ MI DELANTAL. Delantales de la memoria. MANDILES En la casa, los mandiles pertenecían al rincón más cercano y camuflado. Su usuaria los utilizaba cual imprescindible indumentaria. Tenía uno, el más tosco y grueso, hecho de un viejo abrigo, tocado por la polilla. Resultaba cómodo en invierno para encender la bilbaína, también para encerar suelos. El segundo mandil colgaba lozano, reciclado de una camisa a cuadros, mezclado con trozos lisos de un ajado pantalón, lucía peto con puntadas a cadeneta y dos bolsos acogían entre pliegues. Cuando el tercer mandil cobró forma, ya era primavera y los árboles del patio acunaban flores, por eso el diseño resultó alegre y divertido, las tijeras cortaron un vestido de vichi de una niña crecedera; varias costuras fueron disimuladas con volantes de tira bordada y bordados a punto de cruz. Visto por detrás marcaba cintura con el lazo amplio cuyas puntas hacían cosquillas.

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Una tarde entre seriales, puntada a puntada, se iba forjando un cuarto mandil, pequeño, redondeado de ondulina con tela estampada y nueva, en el centro un bolsillo con dos entradas, en una onda lateral y bordadas a festón, dos letras: B.G.

ABECEGRAMA (DE LA A A LA Z) ÁNGELES PESQUERA Antes bebía café descafeinado especial. Fue gordo hallar interiormente jabón, kétchup… La molécula, nunca ñisca o peca, que rodea solamente tableta única, va xeca y zarajo. AMELIA GARCÍA Amor banal construido dudosamente. Estado febril gozoso, hueco, imprudente, jocundo. Katiuskas luciendo lloviznando. Marcando necesidad obsesiva pasos quiméricos, rápidos, someros, tempestuosos. Universal vivencia wagneriana. Xilografía yacente zaguán. ASUN MANRIQUE Ayer bajaba comiendo dulces en fila: gusanitos, chuches…, hacia la iglesia junto karaoke. La llave no movía ñapa, objetivo pasado. Quería recuperar situaciones tras unos wapps; vernos Wesceslao… zaguán. ESPERANZA VALDERRÁBANO Alicia buscaba conchas de encargo, fuertes, grandes, hermosas. Inteligente joven keniana, las metía naranjas, ñoras, ostras, perejil, qué rico, salían todas unidas, volteaba whisky, xilotila y zampar. BEGOÑA GONZÁLEZ TODAS LAS LETRAS DEL ABECEDARIO. SIRIA. Andaban bajo cascotes chafados de entendimiento fuego, gas, humo, intolerancia. Juntaban kilómetros logrando llegar, mareados, nauseabundos, ñaños, oteando posiciones, queriendo resistir, sintiendo toxicidad, única voluntad. Waslava, xenófoga y zarandeados... ENRIQUE GÓMEZ UNA PALABRA CON CADA LETRA ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Aventurero busca curioso: dinosaurios estrafalarios, flamencos guitarristas, hipopótamos intrépidos, jirafas kilométricas. La misma nariz ñata olfateando peligros. Quizás recuerdan sus travesías únicas Viviana, Wuanda, Ximena y Zulma.

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BOLA DE NIEVE ÁNGELES PESQUERA Y VA MÁS ALLÁ. VUELA CONTRA FUERTES CICLONES, ATRAVIESA SUAVEMENTE TERRITORIOS INFRUCTUOSOS, TEMPORALMENTE. AMELIA GARCÍA Y YO QUE MIRO ARBOL OTOÑAL VETUSTO QUEBRADO TEMPORERO HABILIDOSO EBANISTEROS FABRICADORES IDEALIZADORES HARMONICAMENTE ATROQUELARIAMOS APLANTILLARIAMOS.

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Y VI SOL LUNA ASTRO BRILLO CABALGO ESTRELLA IDEABAMOS FABULARIAS GALANAMENTE LABERINTICAS La Gacetilla nº 7


DAMASQUINADAS GALARDONADORAS FANTASTICAMENTE APROVECHADAMENTE. ASUN MANRIQUE Y YO QUE VEÍA PASAR, MIRABA PERDIDA PASEANDO, EXTRAÑADA, HORIZONTES FANTÁSTICOS INIGUALABLES, CONTAGIÁNDOME COMPORTAMIENTOS, FOTOGRAFIÁNDOSE MARAVILLOSAMENTE INDESMAYABLEMENTE TEMPERAMENTALMENTE EXTRAORDINARIAMENTE DESPROPORCIONALMENTE

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BEGOÑA GONZÁLEZ BOLA DE NIEVE. Aumentando letras. Cantante. A mi voz, miel, limón, salvia, mantras cantadas añadiendo estribillos Amor. Y yo fui, amor, único, pasión, primera venerada. La Gacetilla nº 7


ENRIQUE GÓMEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Y la luz cuyo tenue brillo iluminó personas laboriosas, acomodadas, inexorables, galardonadas.

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PAISAJE INTERIOR INVENTADO (describimos la sala donde trabajamos y nos INVENTAMOS PALABRAS)

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LAPIZIHACIENDO CUASINTENDO CIRCULOPINTO NAUFRABOTELLA EXTRANJIGLOR VENTIFLOR BLANQUIPARED CHAQUETOFUELLE BOLITEANDO GAFASTURIS BOTAFLEXI

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MAY PARLAR Theater Of Consciousness = Teatro de la conciencia AMELIA GARCIA EL TELON SUBE LENTAMENTE La vida en los confines de la tierra, el inmenso silencio, la soledad que se palpa en el ambiente, el grandioso espectáculo ha comenzado. Espectadoras únicas pueden contemplarlo. La inmensidad del glaciar nos confunde, nos ciega los ojos su blancura, el agua discurre a nuestros pies balanceándose en pequeñas olas, y el cielo azul muestra sus nubes flotando. La visión paraliza nuestros sentidos, sin palabras que pronunciar, deslumbradas ante tanta belleza. BAJA LENTAMENTE EL TELON. AGUSTINA PUERTAS En meditación, en paz, tranquilas, con una buena postura. Sólo necesitan estar a gusto con ellas mismas; el ruido del mar las acompaña. Están bien, serenas, acompañadas de otras mujeres. Es bueno estar en silencio, a veces. ASUN MANRIQUE REFLEXIÓN MEDIOAMBIENTAL El mar está en calma. Mirando a las cumbres pacíficamente, mujeres vestidas, esperan sentadas en sus sillas alineadas. Como fin, denunciar: salvemos nuestros mares y ayudemos contra el cambio climático.

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Mª JESÚS BALBAS Esta estampa es como la vida misma. ¿Cuántas veces estamos con mucha gente y te sientes sola? Tú ves en tu entorno montañas nevadas, bellos paisajes y dejas que tu imaginación descubra la realidad del espacio. Ves cómo se derrite la nieve y el agua te va cubriendo y, sentada en tu soledad te encuentras con la paz. No ves que el líquido te va cercando. ¡Despierta! Tienes que volver a la realidad; la vida no es un sueño. Tenemos que saber vivir en la realidad y en el momento que nos toca. EVA SÁNCHEZ Estamos en los primeros días del año 2020, y todos nos hacemos la misma pregunta, ¿qué nos deparara el nuevo año? La incógnita se abre ante nosotras. Miro una fotografía de un grupo de mujeres sentadas en sillas todas iguales, vestidas de negro y sumergidas en el mar, unas más dentro otras más en la orilla, quietas, estáticas, sólo se las ve la espalda. Qué estarán pensando; todas no pueden haber tenido las mismas vivencias. Algunas habrán perdido algún ser querido y el dolor de lo perdido será grande. Otras habrán sido víctimas de violencia en el hogar Otras sentirán un vacío grande en sus vidas Algunas sentirán que la vida pasa muy de prisa y ellas no han encontrado su camino O será que han sentido todas ellas la necesidad de protestar de esta manera, calladas por la sinrazón de los hombres que se han propuesto acabar con nuestro PLANETA que solo desean ganancias aunque el mundo el mundo se hunda. Ellas están sentadas enfrente de la montaña o iceberg (no lo distingo bien), dentro del mar ahora que aún pueden, antes de que la tierra sea un vertedero. Piden al año nuevo que mueva las conciencias de los hombres y mujeres para que luchemos todos por un mundo mejor, tengamos esperanzas “pero no muchas”. ÁNGELES PESQUERA TEATRO DE LA CONCIENCIA Tan absortas estaban contemplando el paisaje de la vida, que no supieron ver el tsunami que se les venía encima. ESPERANZA VALDERRÁBANO TEATRO DE LA CONCIENCIA Mujeres semiuniformadas, dando la espalda a la realidad, como diciendo: paren el mundo que yo me bajo. Pues no, el mundo no se va a parar, así que a dar la cara que es lo que toca. ¿Cuántas veces nos gustaría dar la espalda a todo, por dolor o por rebeldía?, pero todo sigue su curso, y si te van a dar tortazos por lo menos ver de dónde vienen. BEGOÑA GONZÁLEZ SOBRE MUJERES Las mujeres aún tenían esperanza, pero el deshilo masivo las indujo a realizar lo que seguramente sería su acto final ante lo irreversible. Se vistieron de negro, con pelucas idénticas; sentaron sus cuerpos sobre sillas de enea y, aguardaron frente al macizo nevado, de brazos caídos ante la impotencia; cantaron mantras salvadoras, ya no había tiempo, las aguas subían lentamente. Ellas fueron las primeras víctimas. La Gacetilla nº 7

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Cuando la abuela murió, un grupo de mujeres se vistió de negro, entre sus manos rosarios ruidosos chocaban letanías, olía a cera, la luz era mortecina, rezaban monótonamente y el ambiente resultaba tétrico. La niña no quería entrar pero unas manos ásperas la empujaban, sintió ahogo, como si despertara de un sueño triste. No era su habitación ni estaba en su cama, por suerte un largo y angosto pasillo la alejo del lugar oscuro y agobiante.

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EN GRUPO, PONEMOS TÍTULOS A LAS FOTOGRAFÍAS DE MAY PARLAR

VIDAS

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DESEOS. Escalón tras escalón, los pilares femeninos hacen volar los deseos. ESCONDIDAS. Chicas jugando y ocultando sus cuerpos con globos de colores mientras sus piernas vuelan.

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SERES EXTRAÑOS, CUBIERTOS DE SABIDURÍA, INVADEN EL DESIERTO

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CAMINO DE SUEÑOS

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RECTANDO EN BUSCA DEL AMOR. VOLAR SIN LASTRE.

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JUGANDO. Mientras las gasas les cubren sus rostros, juegan tranquilamente.

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HUIDA. Se sienten seguras y están huyendo.

TÍTULO DE LAS FOTOS 25

May Playground = Patio de Recreo Becoming = Devenir Theater Of Consciousness = Teatro de la conciencia Memories = Recuerdos Love Me = Quiéreme Checkmate = Mate NEQFTOS May crea imágenes performativas que exploran las nociones de pertenencia, identidad, percepción e influencias sociales normativas. ‘Once I Fell In Time’ (Una vez que caí a tiempo) es el nombre de la serie en la cual utiliza objetos flotantes como botas de goma, camisas y pelotas, dispuestas en patrones curvos y yuxtapuestas contra playas, bosques y tierras rocosas. La serie pone en tela de juicio las nociones de identidad, percepción y pertenencia; Parlar usa imágenes para buscar significado en la conciencia y la condición humana. “Todos aquellos que caminaron antes que yo en estas calles durante cientos de años; todos los recuerdos que recogieron, y sus lágrimas, y su alegría, todo su amor, dolor y sufrimiento. ¿Dónde están?” Pregunta la fotógrafa. Parlar actúa en realidades construidas utilizando los objetos dispuestos como metáfora de las personas y recuerdos perdidos antes mencionados. «¿Qué pasará con todos nuestros recuerdos que no se recuerdan?» Ella continúa. «¿Viajarán de regreso a su fuente y serán reciclados, para convertirse en alguien más?» La Gacetilla nº 7


EL RELOJ ASUN PÉREZ Llegan unos días especiales, esos que te recuerdan momentos de la infancia vividos en familia, cuando estábamos todos juntos. Recuerdo un regalo que nos hicieron a mi hermana y a mí, un reloj que nos hizo mucha ilusión, nos hacía sentir mayores. Esa máquina tan perfecta que nos hace estar pendientes de minutos, horas, que nos contabiliza nuestra existencia. Está también ese reloj que todos los años nos da esas campanadas especiales. Cuando visitas la puerta del Sol, que es donde está situado, miras al reloj que nos da los cuartos y recuerdas la alegría y complicidad de las fiestas. Tomarás nuevamente las uvas; dejarás un año atrás y desearás que haya paz, felicidad y sobre todo, AMOR, que es lo que necesitamos todos y es lo que nos hace más humanos. La vida es tiempo, tiempo. Siempre vamos con prisas, pendientes de ese reloj que nos acompaña en nuestra muñeca. Lo miramos y remiramos para comprobar la hora. El cielo está claro, no hay sombra que tape ese sol que nos da vida. Es maravilloso pasear sin prisas, sin ese reloj que nos dice: se acaba el tiempo de estar relajada y hay que volver a la rutina. Mª JESÚS BALBAS Cuando yo era niña todas las personas sabíamos la hora por el reloj de la iglesia. Como está en la parte alta de la torre, desde cualquier parte se le veía. Además, sus fuertes campanadas nos anunciaban la hora. Por entonces, pocas personas tenían reloj y todos nos fiábamos del reloj de la iglesia pero, hubo un incendio… La iglesia se quemó y también llegó a lo más alto de la torre. Al pobre reloj también le tocó y quedó mudo. Todo el mundo sintió mucho lo que le pasó a la iglesia pero ¡la falta del reloj! Muchas familias no tenían otra forma de saber la hora; todos queríamos tener un reloj pero la economía del momento no lo permitía. Esto parecerá una broma pero fue cierto. AMELIA GARCÍA Un Cuco, muy cuco, buscaba vivienda. Se posó en una bonita ventana y encontró una hermosa casita, dónde quedó prisionero del tiempo y del lugar…… El cuco generoso cantaba y cantaba, pasado el tiempo aprendió a contar las horas siguiendo la trayectoria del sol, y su cu-cú ofrecía conciertos melódicos, haciendo las delicias de los oyentes que le escuchaban…. Un recuerdo de mi Padre. Todos los días al anochecer, iniciaba su ritual de dar cuerda a su reloj y a los del resto de la casa, era una de sus tareas favoritas.

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Un reloj de bolsillo con una larga cadena, una bonita tapa con grabados, que cuando la levantaba para mirar la hora, podías escuchar nítidamente su marcado tic-tac, ese sonido espectador de un tiempo que ya pasó. ÁNGELES PESQUERA EL RELOJ QUE QUIERE ADELANTAR EL TIEMPO Tic, tac, tic, tac. Con este sonido me duermo cada noche y con él me despierto cada mañana. No me molesta, porque es muy suave y además no hago caso al reloj que lo produce. Hace ya tiempo que desistí de hacerlo porque va tan deprisa que nunca tiene la hora exacta y yo no se la corrijo. Este reloj es indomable, le encanta tomar carrera y llegar primero a la meta. ¿Para qué? No sé la respuesta y, sin embargo, me preocupa. Temo que cualquier día se precipiten o adelanten acontecimientos que no correspondan al tiempo real. ESPERANZA VALDERRÁBANO Tic-tac-tic-tac. Miro la hora. ¿Por qué miras tanto la hora?, me pregunta mi viejo reloj de pared, si no tienes prisa, si nadie te espera. Pues mira, reloj, me estoy acordando de tu hermano pequeño, que me despertaba a las 6 de la mañana con un zumbido infernal. Cuántos manotazos recibió y por impertinente ya no le quiero, y de tu hijo el de pulsera, en el que miro la hora. Y ahora mismo, no te necesito viejo reloj, el tiempo es mío y lo gasto donde y con quien quiero. Y no hagas tanto ruido que si no te he parado ya es porque después de tanto tiempo tu tic-tac está conmigo. 27

BEGOÑA GONZÁLEZ RELOJES Y ALGO MÁS El cinco de enero por la noche, la casa silenciaba ruidos. Tomas se acostó a las diez, cogió un tebeo y por una esquina de la manta asomó la mano que sujetaba las historietas. Hacia frio y apetecía acurrucarse entre ropas apretadas. Sobre la mesita de noche un viejo despertador marcaba las 8,15. Deprisa, tengo que dormir a ritmo de tic – tac, por si falla la cuerda. Tenía nueve años y sabía mucho de Reyes Magos por eso había escrito la carta a otro rey, se llamaba Andrés, menos mágico y más real. A las 8 en punto Tomás estaba levantado con albornoz y gruesas zapatillas, oyó la llave en la cerradura, esperó, un pequeño paquete reluciente sobre el fogón le aguardaba, tenía una nota con letra redondeada, grande y clara. Para Tomás que merece lucir un buen reloj que marque su propio tiempo. Disfrútalo, es un multiusos. ENRIQUE GÓMEZ HISTORIA CON RELOJ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Sara, junto a sus padres, siempre realizaba acciones familiares. Iban juntos a todos los lugares. En unas vacaciones fueron a una tienda de antigüedades. Pasado un tiempo se ve reflejado, en esa antigüedad, a sus padres, minutero y segundero.

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TAUTOGRAMA ÁNGELES PESQUERA CON “T” DE TRES Tres tribus tararean tagalo. Tres tristes tigres tumbados toman trigo. Tres titiriteros tocan tambores, Tres tienen tonos tribales, Tam, tam, tam. Tres, tres, tres. Tres trabajan tintando telas. Tres toman té. Tres terminan tu trabalenguas. 28

Tartamudeando tras, tras, terminan tres. CON “P” DE PALENCIA Paseando por Palencia pensamos plantar plátanos, pero pintamos poemas para producir placenteros pensamientos. Pocos policías permitieron pinceladas poéticas para pisadas palentinas. ASUN PÉREZ Sonia sonríe satisfecha. Saborea su suerte, sentada sobre su sofá, solucionando sesenta sugerencias secretas sin sentido. Siempre soñó ser sabia. AGUSTINA PUERTAS Mi madre me miraba mucho. Momentos muy magníficos. María marcaba movimientos mayores, maravillosas maneras. Marta mocita manejaba mochila, manejándola muy mal. Malos momentos. Me mareaba mucho mientras Margarita manejaba movimientos mayores.

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AMELIA GARCÍA TAUTOGRAMA CON C DE CAMINAR CAMINANTE, ¿CÓMO CAMINAS?     

Contando cuentos, cantando canciones contracorriente. Con cordura, cabalmente, caerse cruzando carreteras, conlleva conmociones con consecuencias catastróficas. Con cabriole cabalgando contemplo campos, castillos, campesinos, campanillas, camelias, cardos, cactus, cocoteros. Comiendo cacahuetes. Cabeceando.

ESPERANZA VALDERRÁBANO Comí, calabaza, carne, ciruelas. Cené cecina, caminé cantando con Carmina codo con codo, cogimos carretilla cantando contentas cada coplilla. BEGOÑA GONZÁLEZ Solo con P. ¿Pastoreas Pablo? Pastoreo para pedalear palabras pudientes, pastoreo personas, personifico paisajes, puedo pedalear por piedras pulidas, parto perdido, parpadeando púrpuras puristas, paso pinos, personalizo pinzón, pato, paloma, pinto puente, pruebo pan, peregrino, poeta polifacético, pacifista pachorra, pasando pasadizos, paro pasos. Pronto pronunciare prosa pastoril. ENRIQUE GÓMEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Samuel solía subir solo, siempre serpenteando sinuosos senderos. Susana sonreía satisfecha, saboreo su suerte, sentada sobre su sillón solucionó seiscientos sugerentes secretos sin sentido.

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COMENTAMOS EL LIBRO. CAMBIAMOS EL Tร TULO 30

El amor en las sombras El รกrbol del alma Los Nolan en Brooklyn El escondite de las palabras Letras contra adversidades El รกrbol del cielo

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA AMELIA GARCÍA FOTOGRAFÍA EN BLANCO Y NEGRO, UNA MANO, UNAS RAMAS SECAS

Un homenaje a mi padre, que fue la mano que me guió, me valoró y me amó incondicionalmente. Mano sarmentosa llena de pliegues, ramas añosas de árbol centenario, piel curtida por los años, por el trabajo. Mano redentora, forjada a fuego por la alquimia de la vida. Mano que acunó mis penas, librando batallas por mí. Mano de hombre bueno. Mano alentadora, como globo dirigible surcando el cielo, el espacio…. Tu espíritu emerge en las venas que recorren tus manos, savia de árbol oculta, lento despertar. Hoy son tus manos la memoria. El alma no se acuerda, está dolida de tanto recordar. Pero en las manos queda el recuerdo de lo que han sido. Entre las manos queda el triunfo de no estar nunca vacías. Tu ausencia siempre estará presente en mí.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO AMELIA GARCÍA Mi querida compañera: Después de tantos años, 26 en concreto, volvemos a encontrarnos. Nos miramos, nos vemos, casi no nos reconocemos. Tú estás en la plenitud de la madurez, y yo en eso que llaman la edad dorada, (será por el mango de los bastones), más bien la edad decrépita. Tú llena de ilusiones, esperando que en algún momento cambie la rueda que da las mismas vueltas siempre…. Yo con la rueda desgastada, intentado engrasarla, pero ni por esas…. Tú con la memoria fresca, la mía convertida en un ovillo de hebras y remiendos. Nuestra historia nos acompaña así como nuestra soledad, cuántos deseos rondaban a pesar de los derrumbamientos. Hoy te sigo hablando como el náufrago que fui, pero que al fin consigue llegar a puerto El tiempo compartido pervive en nuestra memoria. Con amor…. La Gacetilla nº 7

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA

ESPERANZA VALDERRÁBANO Miro las fotos que tengo en blanco y negro, son poquitas; escojo una en la que estoy con mi abuela el día de mi 1ª comunión. A ella, después de tantos años, la reconocería entre una multitud, pero estoy segura de que a la niña no. Poco sé de quién soy ahora, como para saber quién era entonces. Me encantaba ir a casa de una amiga, tenía un armario lleno de cuentos que me dejaba leer. Pero mi mundo era la calle, esa que me vio crecer. No me dio nada, pero a la vez me lo dio todo, esas noches de verano sentada en el zaguán, mirando al cielo, sintiendo la grandeza del infinito, viendo las estrellas brillar en todo su esplendor (no había contaminación lumínica). Esas calles llenas de barro en invierno, y polvo en verano, mis rodillas siempre sucias de jugar a las pitas y lo que se terciara. Esa calle, a veces despiadada, me enseño a amar los espacios abiertos, el campo, los árboles, a sentirme libre. Todo era en blanco y negro. La niña de blanco la abuela de negro.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO ESPERANZA VALDERRÁBANO ¡Hola! Qué bien te veo. Claro, te quedaste ahí con siete añitos, con cara de no haber roto un plato. Yo en cambio salí de la foto, seguí creciendo: adolescente, adulta y ahora....... Al mirarme en la fotografía, hago una reflexión, cada segundo minuto y día de nuestra vida, morimos y resucitamos. Siento decirte, que eres un vago recuerdo, eso sí, encantador y lleno de vida y esperanza.

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA

ASUN PÉREZ GEMELAS

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La naturaleza te dio dos regalos, ese cordón umbilical, sustancia nutritiva entre madre e hijos. Crecimos en el amor y la ternura que nos disteis. Volamos unidas, a veces en la distancia pero siempre juntas.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO ASUN PÉREZ CONVERSACIÓN DE HERMANAS Me das la mano. Vamos de paseo. Ya nos han vestido y puesto guapas. Hoy tengo hambre. Te ha tocado a ti doble ración de biberón y yo me quedé sin comer. Otras veces me ha tocado a mí. ¿Por qué no nos ponen algo para que no nos confundan? Cuando duermes me coges del pelo y me haces rulitos, y eso me tranquiliza y me duermo. No te pongas malita porque voy detrás de ti. Nos pasa siempre. ¡Esos dobles genes! ¡Qué similitud!. ¿Cómo será el día que vayamos al colegio? ¿También se confundirán las maestras y compañeras? Vamos a darle tiempo al tiempo y ya se verá. Seguiremos charlando.

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA BEGOÑA GONZÁLEZ EL NARRADOR TIERNO Cuando vi aquella fotografía tenía edad suficiente como para interpretar e inventar, le di identidad. Sus ojos miraban lejanías nostálgicas, enviaban mensajes de complicidad, sobre blanco y negro la cara parecía de porcelana, el pelo ondulado con raya al lado enmarcaba pómulos graciosos, su boca pequeña de labios finos no regalaba sonrisas, deduje tristeza en esa imagen. Se la mostré a mi abuela, unas lágrimas a punto de salir dieron brillo a sus ojos, me dijo, era muy guapa, te pareces mucho a ella. Algo no me encajaba, la mujer lucia pelo negro, yo, tiraba a rubia, la foto era pasado, yo presente. Tal vez estuvimos unidas por cintas invisibles que no pudieron anudarse ni hacerse lazada. De pequeña preguntaba por mi madre, había silencios y palabras poco claras, incluso alguna historia nada verídica. Pensaba que era una gran actriz viajando constantemente; la buscaba en películas, la escribía guiones, tenía la esperanza de que un día volvería a mí. Ahora, remiro la foto y las preguntas se las formulo directamente, son contestadas una a una con voz dulce, envueltas en ternura. Acaricio la pequeña cartulina, un beso y un adiós son mi despedida, la dejo sobre el joyero de cajones que fue de su pertenencia.

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA ÁNGELES PESQUERA HE ENCONTRADO UNA FOTO que se hizo hace más de sesenta y siete años. Aparecen en ella tres de mis familiares paternos, un hombre y dos mujeres. Vienen caminando sonrientes cogidos del brazo y yo sé cuál es el motivo. Es un día soleado y alegre y están de boda, aunque no lo parezca por su atuendo. En la punta de sus zapatos se advierte la blancura que ha dejado el polvo del camino. Del hombre que aparece en la foto, que es mi abuelo, no tengo recuerdos, sólo sé de él lo poco que me ha trasmitido el resto de la familia. En ese momento no es muy mayor pero le quedaba muy poco para dejar este mundo, razón por la cual yo apenas lo conocí, pero veo en él el porte y estilo de mi padre y una gran parecido físico entre ambos. La guerra que, junto con su mujer y sus siete hijos le había sacado del pueblo, quedaba muy atrás, al igual que un jovencísimo Cristo del Otero que le mira caminar hacia adelante intuyendo un futuro mejor para todos. Las dos mujeres que le acompañan son mi abuela y una de mis tías y todavía les quedaba mucho por sufrir.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO

ÁNGELES PESQUERA Y ¿DÓNDE ESTABA YO EN ESE MOMENTO? Pues en el mismo sitio pero en otra foto, agarradita a la mano de mi madre y mirando a mi padre que sostiene a mi hermana para que no se caiga. Somos las tres únicas personas que no estamos atentamente mirando al fotógrafo y al que hasta el Cristo del Otero observa en actitud curiosa para no perderse el acontecimiento familiar. La Gacetilla nº 7

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AGUSTINA PUERTAS

LOURDES ร LVAREZ

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA Mª JESÚS BALBAS UNA FOTO

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Esta es mi madre, siempre presente en el comedor de la casa, siempre a nuestra vista por lo que compartía nuestro día a día. Fue hecha en un estudio y mucho antes de nacer yo. Como murió joven, a mí me sirvió para contarle todas las cosas que me pasaban, buenas y malas. A pesar de no estar con nosotros, siempre me sirvió de guía su mirada, triste pero llena de bondad. Llevaba nuestro duro caminar. Esa mirada era natural en ella pero la dulzura que tenía llenaba nuestro corazón. Su vestimenta, de la época, es estilo charlestón. En la fotografía no se distinguen los colores pero siempre nos contó que el vestido era verde y los zapatos y el bolso marrones. El tamaño del cuadro es de 60 x 40, un tamaño que se hace notar. Ahora no pasa un solo día que no esté en mi pensamiento.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO No puedo decirle nada. En ese momento yo no había nacido. Creo que contaría conmigo en su proyecto de vida y yo, en su interior, formaría parte de su descendencia. A cambio de lo que no puedo contar, quiero agradecerle lo mucho que me dio y lo feliz que fui a su lado. Tenía un gran corazón y fue querida por todos. Yo siempre la quise mucho.

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IMITANDO A OLGA TOKARCZUK, ESCRIBIMOS UN RELATO A PARTIR DE UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA EVA SÁNCHEZ

Recordar lo que sentía y pensaba el día que realizamos el viaje y nos sacaron la foto es un poco difícil. Tenía 18 años, y era la primera vez que salía de casa, fue una experiencia maravillosa, todo lo que vimos nos gustó. Lo que más recuerdo es que vi por primera vez el mar y la impresión que me causó no puede explicarla ni antes ni ahora (soy una enamorada del mar). La amistad que se formó con unas cuantas y que perdura a pesar de los años, es el mejor recuerdo de ese viaje.

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HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO EL PASO DEL TIEMPO Miro una fotografía hecha hace bastantes años, en ella estamos un grupo de amigas en un viaje que hicimos por tierras asturianas, paisajes llenos de montañas llenas de verdor, ríos cantarines y el mar. Alegres, felices, hermanadas en todo, unidas. Éramos jóvenes. Nació una amistad que aún perdura. Qué lejos estábamos de suponer que cada una tendríamos que cumplir nuestro destino y vivir lo que la vida nos tenía reservado. Casi todas nos casamos, creamos nuestra familia, nuestra amistad cambio pero seguimos sabiendo de nuestras vidas, no perdimos el contacto nunca. Unas se fueron a vivir lejos, la mayoría se quedó en nuestra querida Palencia. Pasan los años, algunas nos dejan, su ciclo se había cumplido. Otras volvieron a nuestra capital. En días señalados nos reunimos. ¿Pero qué queda de aquellas despreocupadas jóvenes? Qué difícil es ver en estas mujeres de hoy a las jóvenes de ayer, cargadas de años, llenas de achaques. Unas con bastones para poder andar mejor sin ladearse, otras tomando muchas La Gacetilla nº 7


pastillas. No tenemos fuerzas pero nuestra amistad prevalece. Seguimos dándonos ánimos unas otras, renunciando a lo que no podemos hacer, sin pena; otra cosa haremosSoñar es bonito pero en la realidad solo hay momentos felices y la vida es lucha. Vivimos una dulce espera, sabiendo que el ciclo de nuestras vidas se está terminando, pero a pesar de los años nuestra amistad perdura.

HÁBLALE A LA PERSONA QUE ERAS, EN EL MOMENTO DE LA FOTO ENRIQUE GÓMEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Le diría al de la foto que no se rinda ante nada, que todas las cosas en la vida pasan por algo y depende de nosotros que nos lleven a mejor puerto. Si somos plenamente conscientes de los errores, esto nos llevará a una mejoría tanto psicológicamente como personalmente, dejaremos que nosotros mismos brillemos y al brillar con esa luz propia, haremos que las personas de nuestro alrededor también lo hagan.

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IMITANDO A RODRIGO GARRIDO PANIAGUA DESPERTAR Vivir despacio, mirar a los ojos de los que nos rodean, saborear todo aquello que no dicen. Encender hogueras, dar de beber, amar sereno el tiempo del amor. Soportar las plagas del cielo con paciencia de trinchera. El dolor es una amante peregrina. Asistir al parto de una nueva palabra. Colocarla detrás de otra hasta formar un río. Percibir el esfuerzo del árbol por hacerse bosque. Observarse, de vez en cuando, las líneas de las manos. 40

AMELIA GARCÍA DESPERTAR Latir lentamente, observar miradas de nuestro alrededor, paladear lo que expresan. Incendiar fogatas, obsequiar con brebajes, sentir sosegado la duración del querer. Aguantar azotes del paraíso, con la entereza del guerrero. La aflicción es una apasionada caminante. Asistir al nacimiento de un reciente vocablo. Situarle a la zaga del siguiente, para crear una corriente. Captar la voluntad del arbusto por realizarse matorral. Contemplar, alguna vez, los trazos de las palmas.

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ASUN PÉREZ Vive lento, fíjate en los ojos de los que terminan saborea lo que te quieren decir. Prende fuego, abrevar agua, querer tranquilo al amor. Aguantar las inclemencias del tiempo con lentitud de pasarela; dar la vuelta a tus heridas. Asistir al nacimiento de nuevos vocablos, situarlos seguidos tras de sí hasta formar una recta. Disfrutar el seguimiento del árbol, mostrar su crecimiento. Mirarse por momentos, las marcas de las palmas. 41

Mª JESÚS BALBAS Vivir con rumbo. Que nuestra mirada sea limpia. Saborear lo que nuestros ojos no dicen. Que nuestra vida sea fuego. Mitigar nuestro ser, sereno. Amar el paso del tiempo. Del cielo soportar las plagas. No pagarnos trincheras. Demos fuerza, no dolor, al amante que lucha. La palabra es una nueva explosión. Dar nueva vida a la palabra. Colocarla bien, dará su fruto, hasta formar un río que fluye. El árbol percibe su propio esfuerzo para hacerse bosque profundo. Todos debemos observar el paso de la vida en nuestras manos.

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ÁNGELES PESQUERA OTRO AÑO NUEVO En un solo momento, con palabras huecas, besos y abrazos. Olvidar un año y saltar a otro. Mismo propósito, iguales deseos, la escena se repite sin variante. Aguantar la vida como venga, con valentía mirando al frente. No ir tras de la suerte que no se alcanzará. Plantarles cara, al dolor y la adversidad, seguir andando formando camino, para quien viene detrás. Querer a propios, conocer a extraños, amando siempre. Muchos días por delante vaciarán manos y llenarán corazones.

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ENRIQUE GÓMEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 3º DE EDUCACIÓN SOCIAL Contar lento, experiencias consumidas por el tiempo, nos acordamos de todo lo vivido. Con amigos, con los familiares, disfrutar cada momento con ellos. Aguantar los malos momentos y afrontarlos con humildad. El dolor es pasajero. Vivir nuevas experiencias de una vida nueva. Salir de la cueva y tener mejores vivencias. Recordar lo que fuimos y cómo hemos evolucionado. La Gacetilla nº 7


Construir tu nueva casa con un remodelado. ESPERANZA VALDERRÁBANO Vivir el instante sentir la presencia de los que nos quieren y queremos disfrutar sus palabras hacer fuego dar compañía querer con paciencia soportar las calamidades venideras con fuerza y gallardía apretar los dientes para soportar el dolor asistir al alumbramiento de un nuevo día colocándole uno detrás de otro para formar una vida valorar al que se acerca con intención de ser tu amigo silenciar la mente para escuchar el corazón. 43

EL PODER DE LA MENTE ROSA Mª CALZADA Estaba encima del mueble que tenía en el salón. Era un gato de porcelana con los ojos rabiosamente verdes y cuando se pasaba por delante se tenía la sensación de que te taladraba con ellos. Una tarde llamaron al timbre unas amigas que iban a visitarla pues hacía mucho tiempo que no se veían. Cuando estaba a punto de abrir, notó en sus tobillos un calor agradable que le daba el gato. Ella pensaba que en cuanto abriera la puerta se marcharía, pero se equivocó. Después de un rato, una de las amigas dijo que podían salir a dar un paseo. Cuando estaba a punto de abrir la puerta, volvió a pensar que el gato se marcharía de casa, pero tampoco se marchó. Aquella noche la pasó muy intranquila y no consiguió dormirse hasta altas horas de la madrugada. Cuando se despertó por la mañana, se fue corriendo por al pasillo. Cuando llegó al salón se quedó inmóvil sin poder moverse y llorando de alegría pues allí está ella frente al gato de porcelana con los ojos rabiosamente verdes que la taladraban, pero estaba contenta pues no se había movido de su sitio.

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CON PREPOSICIONES AMELIA GARCIA A veces, ante mi dolor, bajo los ojos. Cabe sentir mi alma, con cuánta angustia, contra toda percepción, de qué forma, desde mi interior, y durante unos segundos me transforma. En mi ventana, entre visillos, miro hacía lugares remotos. Hasta ese mundo invisible, mediante turbios instantes, para contemplar el rugir del tiempo, por las sendas del pasado. Según recito plegarias, sin lugar para el sosiego, so pretexto, de sentir sobre todo, el grito tras mi voz. Dolor versus amor. Vía celestial.

A través de la bruma, ante su espectro, bajo un cielo opaco, cabe percibir, con una mirada, esos rayos nacientes a contra luz. De aquel lugar, desde la vieja colina, durante un tiempo, en mi interior, entre susurros, miraba yo hacía el horizonte, y hasta el poniente. Mediante pensamientos, para rememorar, por detrás de la arboleda, según dirigía mis pasos, sin finalidad aparente, so pena de contemplar, sobre un mar de hojas muertas, tras nuestra vida perdida, fantasías versus realidad, vía sensorial.

ASUN PÉREZ A mi amigo. Ante tu falta de sensibilidad te ofrezco, a bajo precio, la posibilidad de aceptar un cambio y que demuestres con tu actitud luchar contra la avaricia. En el día de ayer, miraba, desde mi casa, la luna. Durante la noche la miro. Me quedo en trance. Entre estrellas baila hacia el universo. Mi padre vivió hasta los 102 años. La noticia de su fallecimiento se conoció mediante una llamada. Vivir para volar. Vas por buen camino. Siempre vivió según sus creencias. La Gacetilla nº 7

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Tomo el café si azúcar so pena de que eche leche. Sobre todo, me gusta disfrutar. Te acompañan tras tu marcha lo urbano versus lo rural. Voló desde España hasta México vía aérea. Mª JESÚS BALBÁS REFLEXIÓN Ha pasado todo ante mis ojos bajo una lluvia fina. Todo cabe sobre un paraguas aún teniendo la vida en contra. Escampa. Llueve otra vez. Paseo entre las sombras, pensativa, hacia la oscuridad. Para describir esto sólo cuento con un camino; llego a él sobre palabras inciertas. La soledad me acompaña en esta búsqueda. ESPERANZA VALDERRÁBANO A pasear iba yo ante todo por la sombra bajo un árbol me senté si cabe estaba un ciempiés con galbana me levanté en contra de mi voluntad y de mis cansados pies desde el amanecer y durante el resto del día en el camino lo pasé Entre los matorrales algo se movía hacía mí venía hasta donde yo estaba mediante sus pasos se acercaba para entonces estaba sentada por alguna razón según venia le vi era un perrito sin rabo so pena se lo hubieran cortado sobre él un manto agrisado tras correr detrás de mí versus nos encontramos por vía telepática nos hablamos.

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ÁNGELES PESQUERA A la vista está todo, ante mis ojos parece muy claro, bajo los tuyos no lo está tanto, cabe decir que ni lo piensas, aunque camines con alegría, en contra de lo que sientas. Antes de que llegue la noche, desde el balcón veremos el baile durante la fiesta. En este lugar casi aislados, solos entre tanta gente, iremos hacia la casa, y estaremos hasta que amanezca. Mediante una breve charla, para limar asperezas por tantas diferencias, hablaremos según convenga, sin alborotos, (so pena de que tú te alteres) sobre temas personales.

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Tras ellos dejaremos los que duelan, versus los que más interesen, vía diálogo con inteligencia.

CARTA A LA TIERRA AMELIA GARCÍA Madre TIERRA. Dadora de vida. Diosa del universo. Das cobijo, alimentos. Tierras fértiles te circundan, ríos caudalosos te atraviesan, cadenas montañosas te bordean. El mar, inmensidad de agua te envuelve. Cubierta por un cielo azul, lleno de estrellas que alumbran la noche. Un sol que calienta el día. Seres humanos poblándote, Equilibrio perfecto. La Gacetilla nº 7


Amada TIERRA, ¿qué hemos hecho contigo? Estás herida y ahora te rebelas. Los dioses del universo, claman y se revuelven. Los cielos se cubren escupiendo tormentas. Las aguas se mueren volviéndose violentas. Guerras interminables, Naciones hundidas. Amada TIERRA, ¿Cómo poder sanarte? Nunca admitiré no contemplar el amanecer, ni escuchar los cantos que hasta hoy te despiertan. No me resigno a saber, que estás muriéndote lentamente. Vida que nos diste. Vida que estamos arrebatándote. Amada TIERRA. Clamo por ti. Mi llanto es por ti.

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ESPERANZA VALDERRÁBANO Empiezo esta carta mirando en Google: ¿Qué es la naturaleza? Al leerlo me abruma esa inmensidad, y yo formo parte de ti, soy como un grano de arena en el desierto, pero contenta de pertenecerte. Desconozco tanto de ti, puedo decir que casi nada, sé que hay más planetas, satélites, agujeros negros, etc. Sé muy poco de la tierra, donde hábito, pero soy consciente de lo maravillosa que es. "Convivimos" con muchas especies por desgracia cada vez menos, porque nos las estamos cargando. Quizá algún día tomemos conciencia, y nos demos cuenta de que somos una especie más y por alguna razón que no sé, estamos aquí solo de paso. CARTA AL MUNDO, LA TIERRA Y SU NATURALEZA ÁNGELES PESQUERA Desde mi pequeño mundo interior de ser humano me atrevo a escribirte esta pequeña carta para dedicarte unas palabras de admiración y cariño, pues soy feliz de pertenecer a la población que te habita. Ya sé que te tratamos mal, que no te cuidamos debidamente, que quemamos esos bosques tan bonitos que nos regalas, que talamos sus árboles y que, entre nosotros, insignificantes seres humanos, estamos siempre peleándonos haciendo sufrir a nuestros congéneres más débiles. Puedo imaginar el dolor tan grande que esto te produce, como el que cualquier padre debe sentir cuando sus hijos no se portan bien. Sin embargo tú siempre estás ahí, girando día y noche, trasladándote durante todo el año alrededor del sol para que tengamos primavera, verano, otoño y también duro invierno. Es lógico que de vez en cuando te enfades y La Gacetilla nº 7


resoples fuertemente enviándonos esos vendavales y tornados que hacen peligrar nuestra existencia, sin hablar de los tremendos puñetazos que das, tan grandes que hasta el suelo se abre y destruye lo que nosotros, seres que nos creemos inteligentes, hemos construido. O cuando tu corazón ardiente explota y hace salir fuego de las montañas. Todo ello lo consideramos un castigo por todo el mal que te estamos haciendo. Sin embargo te pido un poco de paciencia, más todavía, porque, aunque tarde, creo que nos hemos dado cuenta de que debemos rectificar y en ello estamos. Para terminar solicito tu perdón, ruego que amplíes la esperanza que alguna vez tuviste en el ser humano y que, si puedes, hagas reflexionar a los “poderosos” que todavía no se han dado cuenta del mal que te estamos haciendo y que repercute en nuestro bienestar. Mª JESÚS BALBAS CARTA AL MUNDO Y A LA NATURALEZA Me dirijo a todos los gobiernos, en especial a los europeos, para que pongan freno al desconcierto, trabajen a favor de la unidad para que no haya guerras y distribuyan los fondos internacionales en favor de la paz y la justicia para que nadie muera de hambre. El mundo está bastante perdido; hay mucho dinero pero mal repartido. Cada día son más los pobres porque teniendo trabajo no llegan a cubrir sus necesidades. También estamos escasos de valores: el consumismo, la necesidad de tener todo a nuestro alcance y no poderlo conseguir, nos deja vacíos. Usar la imaginación, el esfuerzo y poder trabajar con alegría, sería una buena receta. Disfrutar de las pequeñas cosas y compartir lo que se tiene. Siempre habrá desigualdad en el mundo. Es una pena pero es así. Que no haya guerras ni conflictos raciales. Ese es mi deseo. La naturaleza es lo más bello. Tenemos que cuidarla y respetarla, y saber disfrutar de ella. Es el pulmón del mundo. Tienen que dejar de talar las selvas para el bien de los seres humanos y de la fauna. Todos somos necesarios en el ecosistema. Aprendamos a respetar el campo y valorar lo bello que es ver crecer a las plantas. Son el oxígeno de nuestros pulmones. Hagamos buen uso de la naturaleza. ASUN PÉREZ SALVEMOS EL PLANETA Vivimos tiempos difíciles. Hemos puesto en riesgo nuestra propia existencia y el derecho a la vida de seres vivos a través de una alteración ambiental. Es nuestra responsabilidad individual y colectiva la de compartir y proteger el planeta que se agrava por el cambio climático. El lema: DÍA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE. SU PLANETA LO NECESITA. Unámonos para combatir el cambio climático. Naciones Unidas hicieron un llamamiento a todos los líderes mundiales para intentar un acercamiento en pro de la lucha contra el cambio climático a largo plazo. La elección es nuestra: formar una sociedad capaz de cuidar la tierra y cuidarnos unos a otros, o la destrucción del planeta. Nuestros valores de forma de vida están cambiando. Reciclar, cuidar nuestros montes, nuestros bosques, nuestros ríos…, pequeñas cosas que están en nuestras manos, todos debemos ayudar.

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EVA SÁNCHEZ Admirada Naturaleza: Esta carta me la dirijo a mí misma para pensar en voz alta lo que estamos haciendo contigo. Cómo podemos admirar todo lo que nos das y seguir impasibles, admiramos tus cordilleras con sus variantes montañas unas altas con sus picos que parecen estén tocando el cielo otras más bajas y de distintas formas pero todas ellas lo mismo de bellas. Tus valles verdes, hermosos, tus bosques donde la vegetación es inmensa, tus cascadas de formas distintas, algunas cayendo de alturas que me hacen preguntarme de dónde viene el agua con esa fuerza. Los humedales que sirven de descanso para las aves en su ir y venir Tus ríos pequeño que generosos se entregan a otros hasta que forman unos grandes y majestuosos de los que nuestra vista goza y nos favorecemos. Qué decir de nuestros océanos y mares, de su inmensidad, donde tan pequeños nos sentimos. De la Antártida donde los bloques de hielo van perdiendo volumen, se deshacen por el calentamiento. Tus cambios de estaciones, en cada una de ellas nos regalas algo, en primavera todo renace de nuevo, tus frutos, tus flores, el verdor de tus árboles y el aroma que lo impregna todo. En verano los cereales, en otoño las lluvias, en invierno las nieves el hielo. Ahora anda el orden un poco revuelto pero tú no tienes la culpa porque siendo tan generosa te maltratamos. La vida moderna nos está haciendo insensibles a lo que te hacemos, te machacamos. Empecinamos tus mares, plastificamos ríos, llenamos nuestro entorno de aquello que ya no necesitamos tirándolo en cualquier parte aunque cerca tengamos contenedores para ello, nos cuesta reciclar, es un engorro tener que tener tantas bolsas nos roba espacio. Tanta comodidad como tenemos hoy nos está haciendo perezosas, egoístas, nos cuesta andar, usamos el coche para todo no pensamos más que en nosotras y sin darnos cuenta machacamos lo más bonito que hay el respeto por la naturaleza y por nosotros mismos

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ES 8 DE MARZO Y NOS INVENTAMOS CUENTOS POR LA IGUALDAD MARÍA MARTÍNEZ ABRIL ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 4º DE EDUCACIÓN SOCIAL Érase una vez una princesa en lo alto de una torre hecha de cristal. Esta princesa solo se dedicaba a limpiar la torre del castillo ya que su malvado padrastro Patriarcado no la dejaba salir de aquella guarida de la que ella había hecho su pequeño hogar. La acompañaba siempre su gato llamado Empoderamiento, que no paraba de maullar y rasgar con sus uñas las paredes de la torre de cristal. De vez en cuando venía a visitarla Género, un señor un tanto extraño que la traía materiales y accesorios de limpieza para ella y vestimentas elegantes para que Patriarcado se pusiera de punta en blanco en su trabajo de empresario. La princesa además de limpiar, tejía vestidos, todos de color violeta, su color favorito. Tejer la gustaba pero lo que más adoraba era peinarse el cabello, desde la raíces hasta las puntas para sacar el máximo brillo y darle fuerza a su pelo, que también era violeta para conseguir visibilizar toda su esencia al completo. Un día la princesa se dio cuenta de que quería salir de aquella torre, ver el campo, las flores, el cielo, tocar con sus propias manos todo aquello que no había tocado antes. Todo aquello que Patriarcado hacía todos los días una y otra vez. Así que un 8 de Marzo cogió a su gato Empoderamiento, una cruz repleta de espinas y un escudo redondo de la que hizo un arma invencible y alzando el puño salió de aquella torre para luchar por todo aquello que quería alcanzar. Y colorín, colorado este cuento se ha despatriarcalizado. CUENTO FEMINISTA. ERASE UNA VEZ… LAURA HERRAEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 4º DE EDUCACIÓN SOCIAL Eva estaba como siempre, esperando el cuento de su madre. Desde pequeña, todos los días su madre le contaba un cuento. Y lo único que cambiaba con el paso de los años, eran las historias. Érase una vez… - No entiendo porque todos los cuentos empiezan por erase una vez - Bueno, podemos empezar por. “En un lugar muy lejano”… En un lugar muy lejano, en un hermoso reino. Con sus grandes y hermosos castillos. Vivía un rey y su reina, con su preciosa hija - No entiendo porque todas las historias que nos cuentan van sobre princesas y cuentos de hadas. ¿Qué le va a pasar a esta? ¿Va a ser secuestrada y salvada después por su príncipe en una heroica aventura? ¿Y acabaran casándose sin conocerse casi? - Bueno, entonces podemos hablar de la gente del poblado. En un lugar muy lejano, en un pequeño pueblo, cuyo nombre era conocido por toda la gente de alrededor como el pueblo encantado. La Gacetilla nº 7

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Este pueblo tenía una maldición, una maldición que hacía que todas aquellas personas que pasaban más de una noche en ese pequeño pueblo, pasaban a formar parte de él. Pues los habitantes de este pueblo por las noches se convertían en bestias, incapaces de controlar su sed de sangre ante los forasteros que acudían allí. Esto fue lo que les paso a un grupo de amigos que pasaban por allí. - A ver si lo adivino, eran un grupo de chicos y chicas. Se quedaron a dormir porque se les hizo tarde. Empezaron a oír ruidos y en vez de quedarse donde estaban y esconderse como cualquier personas normal. Lo que decidieron fue investigar por su cuenta, y en el momento menos oportuno decidieron separarse. Y a los primero que acaban matando son al negro y a la tía buena rubia y tonta. - Vale, vale, cambiamos entonces ¿acción? - Prueba. Pero no me digas por favor que la persona que hace de villano es una mujer. Cuya finalidad de su malvado plan es la envidia que le corroe por dentro. Causa de un trauma de la infancia. Ponme al menos a 2 protagonistas femeninas con nombres y apellidos. Y a poder ser que hablen entre ellas de algo que no sea de hombres. Si no vas hacer eso me voy al cine a ver una de James Bond o Indiana Jones. 51

- De acuerdo, vamos entonces con otra. Era un día corriente, nada fuera de lo habitual. Era temprano y el cielo estaba más azul de lo habitual. O eso es lo que me gustaría. La verdad, a quien vamos a engañar. Era un día insoportable, tenía que ir a trabajar, no había dormido casi nada porque tenía que terminar los informes atrasados que tenia de días anteriores. No digamos que también hacer las cosas del banco y la compra, mis hobbies favoritos. O los únicos, ni un pelín de tiempo para mi tenía. Pero no todo fue malo ese día, fue el día que lo conocí. Él estaba ahí de pie, sin hacer nada. Tampoco hacía falta que lo hiciese, tal y como estaba era ideal - Podemos hacer un parón un momento. Me vas a contar ahora una historia romanticona, donde una chica encuentra el amor cuando se le cae la bolsa de papel de la compra con las naranjas y sus manos se tocan. El la llama porque se ha enamorado perdidamente de ella, sin saber cómo ha conseguido el número. Conexión al instante, son su media naranja y la pareja ideal… - Es muy complicado contarte un cuento que te guste, si no quieres que te cuente una historia de princesas, ni de misterio. Y no quieres oír ni hablar de acción, ni romántica ¿de qué? - Podrías contarme una historia que no me espere como va a acabar. La Gacetilla nº 7


- Bueno, puedo intentarlo. ¿Qué te parece el arte? Esta es la historia de una gran mujer, una mujer que desde pequeñita siempre le había gustado pintar. Era su gran pasión. Además era algo innato. Pues sin necesidad de ningún profesor era capaz de imitar a los grandes artistas de la época. Pero tenía que hacerlo a escondidas, pues su padre no le permitía pintar. Eso no es lo que tenía que hacer. - ¿de qué época estamos hablando? Cualquier persona debería poder pintar sin que nadie se lo impida si es lo que quiere hacer. - Puede ser la que tú quieres. Si quieres que sea en la Antigua Grecia, será el pater familia el que no deje a una mujer dedicarse al arte, ya que no es ni un ciudadano. Y no cuenta para nada. Si prefieres que la historia se situé en la edad media, será una mujer que se tenga que dedicar a ser una buena esposa y madre, siempre bajo la tutela de un hombre que decidirá por ella. Aceptando a cualquiera que le pida matrimonio, con el fin de que ese casamiento le permita vivir con menor miseria. En la edad moderna también se puede ambientar, pues las mujeres a parte de trabajar fuera de casa como nodrizas o sirvientas se tenían que ocupar de las tareas de hogar sin recibir ni siquiera agradecimiento alguno. 52

Sin decir que decir que si quieres que la protagonista sea de la nobleza, será casada como moneda de cambio por todos los territorios que el padre ganara por ese casamiento. Incluso puede ser una luchadora durante la revolución francesa, que tras haber estado luchando junto a los hombres. Resulta que luego ellas no entran dentro de los derechos del hombre y los ciudadanos. - Pero eso es de hacen mucho tiempo, ahora las cosas han cambiado y las mujeres pueden hacer lo que quieran y tienen el mismo reconocimiento que los hombres - Eso es verdad, ahora las mujeres pueden decidir por sí mismas que es lo que quieren hacer, aunque siguen sin recibir el mismo reconocimiento que los hombres. Si una mujer cocina es una cocinera. Pero si es un hombre el que lo hace es un chef. - Ya… pero esto no es el cuento que yo quería escuchar. Si esa princesa no tuviese que ser salvada, según los valores que nos han enseñado la sociedad. Una princesa de raza blanca (nunca negra u oriental por dios), siempre con buenos modales, vestidos y que deslumbra por su belleza. ¿Quién no ha querido llamarse BELLA? ¿Qué mujer no ha deseado que la regalen nada más nacer el don de la belleza? Si esa tía buena, rubia y tonta no fuese asesinada, como muchas otras mujeres. Que son asesinadas a diario. Si a esa mujer se le valorase todo lo que hace igual que a los hombres sin tener que demostrar nada a nadie. Pensando siempre en los demás, y nunca en ella misma. La Gacetilla nº 7


Si esa mujer no tuviera que sacrificar su futuro profesional por cuidar de la familia. Porque el hombre de la casa es el que tiene que triunfar en su trabajo y ella es la que rechaza ese gran puesto por estar con la familia. Si a esa mujer la agradeciesen todo lo que trabaja en casa, y todo lo que trabajar fuera de ella. Haciendo ambas como puede. Cuando todo eso ocurra, entonces podremos decir que no es un cuento de hadas. ESPERANZA VALDERRÁNABO Érase una vez una aldea de esas que pertenecen a la España vaciada, en la que las oportunidades para los jóvenes brillan por su ausencia. Un pueblo de gente envejecida, pero mira por dónde, había dos adolescentes, chico y chica de diferentes familias, se llevaban muy bien y se contaban sus cosillas. Un día le pregunto Juan, que así se llamaba el muchacho, a Laura (nombre de ella). --¿Eres feminista? Sí, claro, cómo no, ¿y tú, Juan? Yo no puedo ser feminista porque soy hombre pero ser machista no me gusta. Mira Laura, me encanta la costura, crear, hacer vestidos, los colores, las telas, pero si se lo digo a mis padres, mi padre me da un guantazo, solo quiere que me encargue del ganado y del tractor. -- Podrías hacer diseño o algo parecido que sea más creativo, que vaya más contigo. --Ya, pero tendría que alquilar un piso en la ciudad, y el presupuesto no nos llega. --¿Qué me dices de ti, Laura? -- Pues mira, debemos de ser dos bichos raros. A mí me gustan mucho los cables, me gustaría ser electricista, pero si se lo digo a mis padres otro guantazo; mi madre me dice que haga auxiliar de clínica o enfermería, para poder trabajar en la residencia de ancianos, que han abierto en el pueblo de aquí al lado. Y la vida seguía, iban al instituto todos los días a 20 km. El tiempo pasó, Juan acabó en el tractor, comprando revistas de moda, diciendo que eran para su madre. Laura fue más lista, se casó con un electricista y estuvo entre cables; consiguió entrar en la profesión por la puerta de atrás. Al final su marido le consultaba, pues sabía más que él. Y colorín colorado este cuento se ha acabado. CAPERUCITA, BLACANIEVES, CENICIENTA Y LA BELLA DURMIENTE ÁNGELES PESQUERA Son cuatro amigas que, aunque no se veían con mucha frecuencia, sí se encontraban a veces en el supermercado y hablaban de cosas sin importancia. El tiempo, como es natural, ya había pasado por ellas y por sus historias pero aún se mantenían fuertes y lozanas.

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Un día de primavera, Cenicienta, la más sufridora, llamó a Blancanieves y ésta a Caperucita. Contactar con la Durmiente les costó más porque, como se deduce del alias, no era raro que estuviera volando entre nubes somnolientas. Les propuso ir a un restaurante tranquilo donde, además de comer, pudieran charlar tranquilamente. Recordarían viejos tiempos y cada una contaría como era su vida actual. El encuentro dio sus frutos pues todas coincidieron en que debían cambiar. Caperucita comentó que, aunque el lobo no era tan feroz como le habían contado, ya estaba harta. Sí, inexplicablemente se había enamorado de él (errores de juventud), pero tarde había comprendido que no es tan fácil hacer cambiar al macho fuerte que se cree con todo el derecho de seguir con su vida de profesional, asustador de niñas y abuelitas, sin otra actividad más productiva y menos antisocial. La dulce Blancanieves, que vivía un poco lejos del centro, se quejaba del dolor de espalda producido por hacer cada día siete camas diminutas para que descansasen los enanos que, aunque dulces y amables, eran tremendamente aburridos. Ellos se iban al bosque dejándola sola en la casa sin otra función que atenderlos. Cenicienta, la pobre Cenicienta, les comentó que se dejó embaucar por unos zapatitos de cristal y una limusina alquilada que un día llegó a su casa para llevarla a una fiesta pero que, al final, había dejado el trabajo de fregona en casa de su madrastra para continuar haciendo lo mismo en la de su “príncipe”. La Bella Durmiente estaba aburrida y desilusionada. Intelectualmente se había preparado en sus años jóvenes para ser una buena abogada hasta que cayó en aquel letargo enfermizo que la dejó postrada durante meses. Cuando despertó, lo primero que vio fue un joven apuesto y sonriente que le tendía la mano y que aceptó inmediatamente, sin pensar que lo que se le ofrecía no pertenecía al mundo real. Ahora era un bonito adorno en la mansión de su amo que, a veces, no dudaba en levantar esa mano que un día le ofreció amablemente para depositarla con fuerza en su mejilla y así bajarla, según él, de su nube particular. Cuando concluyeron los relatos se produjo un momento de silencio, producto de la reflexión interior de cada una. De inmediato las cuatro quisieron hablar atropelladamente y, ya restaurado el orden, una por una explicaron la decisión que habían tomado, coincidiendo todas en que era urgente cambiar de vida y convertirse en mujeres activas, válidas para sí mismas y para la sociedad. El mundo es muy grande y estaban seguras de encontrar en él un sitio que les satisficiera. Por supuesto que lo consiguieron pero el resto da para otra historia. CUENTO FEMINISTA ÁNGELES PESQUERA Anastasia es una mujer madura, de unos cincuenta años, muy limpia y trabajadora, independiente en la medida de lo posible. Está divorciada y vive sola. Tuvo dos hijos, chico y chica que ya no están con ella aunque se ven regularmente. Se divorció ahora hace diez años. Con su marido no se llevaba ni bien ni mal, sin grandes discusiones, sin grandes pasiones, sin gran amor, y sin gustos afines por lo que un buen día decidió que era momento de terminar la relación solo por un pequeño detalle. Era el día 8 de marzo y se levantó temprano como siempre y, después de desayunar y ducharse, se arregló concienzudamente (el día antes había ido a la peluquería) y esperó a que su marido se levantara de la cama. Este se extrañó al verla arreglada tan pronto y preguntó cuál era el motivo. Mira, le dijo, hoy es el día de la Mujer y voy a ir a la manifestación, luego he quedado con mis amigas para ir a comer a un restaurante, quizá después al cine o al baile. <Ah>, dijo él esbozando una ligera sonrisa para disimular su descontento. <¿Y me has dejado algo preparado?> <Preparado ¿qué?>, <Pues qué va a ser, la La Gacetilla nº 7

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comida, la ropa y todo eso>. <¡Caray> dijo ella <pues no, no hay nada preparado. Como ya eres mayorcito y es hora de que vayas aprendiendo, te arreglas con lo que más te apetezca, coges la bolsa de la compra, vas al supermercado, adquieres lo que se te antoje, te lo preparas tú mismo, recoges y limpias lo que hayas ensuciado y, cuando yo vuelva a la hora que sea, si estás despierto, te contaré cómo he pasado el día pero no te pediré que limpies mis zapatos ni recojas ni planches mi ropa>. El hombre no dijo nada, se encogió de hombros como para no dar importancia al asunto y se puso frente al televisor para ver cualquier cosa que era su distracción habitual. Tuvo suerte Anastasia pues había amanecido un día muy soleado que invitaba a la alegría y salió de casa tan contenta. Cuando llegó por la noche, su marido seguía delante de la tele, un cazo, dos platos y varios vasos estaban sucios en el fregadero, varias botellas de cerveza vacías aparecían sobre la encimera y él no le preguntó si se había divertido o cómo había sido su día. Fue entonces cuando decidió que se había equivocado en la vida y que había llegado la hora de tomar un rumbo diferente. En fechas sucesivas siguió con su actividad habitual pero buscó los libros que tenía de sus estudios, volvió a estudiarlos y cuando comprendió que ya estaba suficientemente preparada, empezó a buscar trabajo. No le fue fácil pero, después de varios meses, lo encontró aunque no acorde con su formación. Después de todo esto pidió el divorcio a su marido y volvió a vivir por su cuenta. MARIANA LA BOMBERA. AMELIA GARCÍA Mariana y Pepito eran dos hermanitos. Juntos jugaban, Mariana con camiones de Pepito, Pepito con la cocinita de Mariana. Mamá y papá se agobiaban, no razonaba Estos niños son raritos, han intercambiado sus papelitos. Los niños crecían, sus gustos les ensombrecían. ¿niños, qué queréis ser de mayores? Mariana contestaba, subida en la arboleda, yo quiero ser bombera. Pepito el cocinillas, preparaba empanadillas. Yo seré un gran cocinero, y moveré los pucheros al son de mi cancionero. Mariana corría y escalaba, al tiempo que estudiaba con gran dedicación. Los padres comprendieron su gran vocación, Aceptaron a regañadientes su resolución. Mariana ya es mayor, está estudiando la oposición, en breve hará su presentación. Listas convocadas y ve su aceptación. Bombera forestal es su ensoñación,

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y al final ve cumplida su dedicación. Reunión familiar, padres felices, Mariana ya es bombera y Pepito cocinero. Celebran la oposición con gran fasto y presentación. Colorín colorado, este cuento de ideologías felizmente ha terminado. ¿HAY ALGO MAS ABURRIDO QUE SER UNA PRINCESA? PAOLA PEINADOR MELERO ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 4º DE EDUCACIÓN SOCIAL Érase una vez la historia de una niña que quería ser una princesa, un día antes de ir a dormir llamo fuertemente a su madre: Mamaaaa mamáaaa léeme un cuento antes de ir a dormir. -. Cariño esta vez te contaré 4 cuentos de princesas. Érase una vez una princesa que se llamaba Bella siempre llevaba vestidos de colores muy pálidos. Su armario estaba lleno de ropa de esos colores. Pero bella estaba harta de llevar esa ropa siempre, ella quería ponerse ropa de color rojo, verde, azul, cualquiera color que no fuera el de sus vestidos. Bella decía estos vestidos son muy ajustados a mi cuerpo. Yo quiero ponerme pantalones como lleva mi hermano, (su madre empezó a reír con una carcajada poco común en ella), a lo que su padre contestó Matilde no hagas reír de esta forma a tu madre, tú tienes que llevar estos vestidos porque en un futuro un príncipe se enamorara de ti y te casaras con él. A continuación, la madre de Bella exclamó ¡si porque vendrá un joven guapo que te dará un beso y te sentirás la mujer más protegida del mundo! ¿Te ha gustado este cuento cariño mío? - Silencio - Bueno como no me contestas te voy a contar los siguientes cuentos y luego me dices si te han gustado. En el siguiente cuento aparece una princesa llamada Tiana, Eudora su madre la decía que tenía que encontrar a un príncipe para ser feliz y para ser una mujer de bien, pero Tiana no quería ser una princesa y pasar la vida esperando a que llegue su príncipe azul y la de un beso como señal de protección. Ella no quería besar sapos para ver si eran príncipes azules. No quería príncipes azules. - Mama… - Espera cariño que voy a contarte otros dos más…

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La protagonista del siguiente cuento es la princesa Brave, era una joven que siempre se preguntaba por qué no había princesas que se adentraba en los mares en busca de aventuras. O porque ellas mismas no podían rescatar a príncipes atrapados en un castillo… - Pero mama… - Espera Ángela que queda el último… El último cuento cariño te voy a contar la historia de una joven, muy guapa con muy buena educación. Vivía en un pueblo muy pequeño, y todos los jóvenes de ese pueblo querían salir con ella como novios, pero ella lo único que quería era estudiar, ser una mujer que no necesita un hombre a su lado, contestar lo que yo quiero, en definitiva, ser una mujer independiente. - Mama este cuento nunca lo he escuchado y los otros cuentos no son así mama… - El primer cuento que me has contado de la bella durmiente, pero no es así mama ella muere y espera a que venga un príncipe la de un beso y se despierte… ¡Los has contado mal mama! Ángela porque dices que están mal contados, quien te los ha contado a ti? - La profesora mama Esto que te voy a contar cariño quiero que lo entiendas bien. 57

Todas las princesas no necesitan un príncipe que las de un bes para resucitarlas, ni necesitan besar a un sapo, lo que las mujeres necesitan es ser libres y pensar que ellas solas pueden con todo y no necesitar un hombre para salvarlas. Un hombre puede salvarlas como una mujer puede salvarles a ellos, todos somos iguales cariño. ¿Te han gustado los cuentos Ángela? - Si mama me han gustado mucho porque yo no quiero besar a un príncipe cuando me haya muerto o besar a un sapo para ser feliz. - Además, mama, seguro que la bella durmiente de aburrió de esperar al príncipe y se despertó sola para vivir aventuras en el bosque. Mª JESÚS BALBÁS CUENTO CORTO Ana tenía cuatro hermanos, todos varones, los cuales intentaban que siempre fuera ella la que tenía que hacer todas las tareas de casa, sólo por el hecho de ser mujer. No lo consiguieron. Ella expuso sus razones. La costó mucho que comprendieran que ser mujer no es ser esclava de nadie. Con la ayuda de sus padres fue posible hacer un reparto equitativo. Ahora cada uno hace lo que corresponde, lo que es justo. Tenemos que ser valientes. Respetar y que te respeten, tanto si eres hombre como si eres mujer. La percepción de nosotros mismos, el lugar que ocupamos en el mundo, se fija durante los primeros años de vida. La Gacetilla nº 7


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CONFINAMIENTO

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POESร A VISUAL

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COMENTAMOS LLUVIA FINA

Lectura y Comentario de diferentes relatos de 5 escritoras africanas: REMEI SIPI, IMBOLO MBUE, CHIMAMANDA NGOZI, ร NGELA NZAMBI, MELISSA TANDIWE MYAMBO. 64

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FOTOPOEMA Siguiendo con la idea de José Antonio Jiménez, debéis hacer una fotografía en blanco y negro de algún rincón de vuestra casa y realizar una pequeña reflexión más o menos poética sobre lo que os hace sentir ese rincón o sobre lo que queráis. José Antonio Jiménez Navarro

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La mujer que tejió la transparencia hunde sus manos en el venero de la noche. Con flores de piedad y hebras de llanto, sacian la sed del mundo en los vitrales.

Templo de soledad y animales cautivos. Lo que la luz oculta lo proclama la sombra. Horizontes de alumbre tensan el tiempo y crece la pantera del silencio. La Gacetilla nº 7


La harmonía, la piel tendida de la soledad, la oración de los grises, que es albor, caligrafía sin palabra. La oscuridad bosteza su perfección. En volandas desciende la belleza. 66

¿Nos quedamos aquí, en la penumbra quieta del adentro, o basculamos el vendaval de luz, con hormigas de sutura y distancia, sobre la paz enferma de este olvido?

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Ventilador de sombra en los visillos, ÂżcuĂĄntas vasijas de dolor te llevas? La desmemoria de la luz, rendida, deja sus huevos blancos en la herida.

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(confinado en Barcelona) -https://www.edubarbero.com/poem-on-para-tiempos-en-off

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AMELIA GARCÍA

Tras el cristal, un rayo de luz se filtra, alumbra el rincón. Libros olvidados, notas esparcidas, ideas volátiles que se oscurecen como la luz. 68

Mª JESÚS BALBAS

Está estancia luminosa que me regala su luz, en estos momentos tristes me manda un rayo sol. Aquí he pasado momentos que han quedado en mi interior, un tejido de ilusiones dentro de mi corazón. El tiempo pasa en silencio y la mente se disfraza, no hay que dejarse llevar de la tristeza sin alma. Vuelvo a mi bello rincón aquí me encuentro salvada, recuerdos bellos momentos y yo, ya no temo nada....

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ÁNGELES PESQUERA

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Habitación solitaria, vacía de ilusiones, de sueños, de calor.

No es lo que parece. La luz que quiere ser brillante se torna mustia y triste en su soledad.

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EVA SÁNCHEZ

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Rincón evocador de diálogos pasados, muy añorados. Hoy, silenciosos.

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ESPERANZA VALDERRÁBANO

Rincón de soledad buscada Rincón de soledad obligada, de lágrimas calladas Retazos de recuerdos que llenan mi vida en estos momentos de calma

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BEGOÑA GONZÁLEZ

Balcón semiabierto que dejas colar flores de primavera. Mientras una mujer piensa y contempla, un pícaro Elfo vigila.

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ASUN PÉREZ Un sillón, un libro y una mantita para pasar estos días de soledad, inquietud, tristeza. Qué la luz entre en nuestras vidas.

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NUESTRAS RECETAS Tienes 1 principito, una flor de tres pétalos, 1/4 de desierto, 100 gr. de pregunta y 200 de respuesta, 1 pizca de cortesía. Con eso haz una receta EVA SÁNCHEZ Tengo que hacer una sopa un tanto peculiar, para eso me han dado una receta que debo seguir. Preparo una olla tamaño mediano. El primer ingrediente es un principito; no son fáciles de encontrar. Busco y busco pero no encuentro uno que esté dispuesto a tan hirviente destino. Pienso y me propongo crearle yo. La imaginación es muy poderosa. Creo al principito guapo, rubio, bondadoso, con sonrisa dulce. Accede encantado a servir de condimento a tan extraña sopa, así que mi primer paso resuelto. El segundo, una flor con tres pétalos. No es que no las haya pero, ¿dónde encontrarla? Voy a un jardín botánico, doy paseos mirando plantas y flores (las hay muy bonitas). El jardinero viene hacia mí, me pregunta qué es lo que quiero. Se lo cuento. Él me dice que la violeta tiene bellos colores y es una flor muy sencillita, que si no encuentro una con tres hojas pues que arranque las que tenga de más y todo arreglado. Sigo su consejo. La echó en la olla. Lo siguiente es poner un cuarto de desierto, traer la arena resulta un poco pesado pero todo sea por la sopa. ¿Por qué somos tan egoístas? Respuesta: porque nos creemos el centro del mundo. PRE: ¿por qué creemos que sólo nosotros tenemos derechos y los demás no? REPU: Porque nos creemos perfectos. Nosotros todo lo hacemos bien. Son los otros los equivocados. Con todo esto salió una sopa riquísima que degustamos en un ambiente distendido. El principito rebosante de alegría. La flor espectacular; sus colores brillaban con una luz nueva. La arena era cálida. Dialogamos y pensamos que si vosotras queréis compartir nuestra SOPA estáis invitadas con mucho AMOR. BEGOÑA GONZÁLEZ En un cuarto de desierto se escava hondo para proporcionar agua a los saharauis. Una flor de tres pétalos es regada gota a gota por un niño de 7 años; utiliza agua de niebla. El anciano viste al niño de principito y saca el saquito de preguntas y respuestas. Pesa 100 más 200 gr. y le va añadiendo una pizca de cortesía y de amor. ASUN PÉREZ Preparamos una sartén con un poco de desierto y con una pizca de cortesía. En un bol tenemos 1\2 kg d principito y le añadimos una maceración con preguntas y respuestas. Lo añadimos a la sartén a fuego lento, que se caliente y le añadimos unos pétalos como ingredientes decorativos. Resultado; Principito con debate y templado.

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ÁNGELES PESQUERA Sazonamos el principito con los 100 gramos de preguntas y lo doramos suavemente en una sartén donde previamente hemos puesto el cuarto de desierto. Conviene no pasarse porque se nos puede quemar. Mientras se está dorando, hacemos un caldo con los 200 gramos de respuestas y se lo echamos por encima dejándolo reducir unos cinco minutos, suficiente para que las respuestas terminen de ablandarse. Pasado este tiempo, el principito ya está en su punto porque es muy tierno. Lo ponemos en una fuente de servir, añadimos la pizca de cortesía que le da un sabor especial y, por último, colocamos en un lado la flor de tres pétalos. Nos habrá quedado un plato jugoso y creativo. ¡A disfrutarlo! AMELIA GARCÍA PRINCIPITO A LA ARMONÍA. Un principito bello, encopetado, y con un ego desmesurado. En un recipiente apropiado, ponemos a macerar el principito con 1/4 de desierto y una pizca de cortesía. Preparamos una masa con 100 gramos de preguntas congruentes, batimos suavemente, cuando adquiera la suficiente consistencia agregamos 200 gramos de respuestas acertadas, salpimentamos sin dejar de batir, hasta alcanzar la suficiente consistencia. Dejamos reposar. Precalentamos horno a 180. Unimos la maceración a la masa, horneamos durante 45 minutos. Comprobamos textura y madurez. Sacamos del horno, dejamos enfriar. Desmoldamos, adornándolo con la flor de 3 pétalos. Resultado: Principito engalanado, ligeramente tostado, cortés, elocuente y abigarrado. 74

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RELATO PARA TIEMPOS DE CONFINAMIENTO Paso 1: Cada una de nosotras tiene que inventarse un personaje y describirlo. Cómo es. Qué le gusta. A qué se dedica. Qué siente.... cuando tengamos todos os doy el siguiente paso. LOS PERSONAJES CARMEN. Siempre la gustaron los modelitos; es feliz comprando ropa. De profesión es modelo por supuesto muy guapa, lo vive, lo disfruta. Es superficial, egoísta, no se preocupa por nadie, utiliza a quien puede, al final no creo que la quede nadie. LUIS es alto, delgado, algo introvertido. Tiene 49 años. Trabaja mucho. Es un gran lector. Muy querido en su círculo de amigos. Respetado y un poco temido en su ámbito laboral. Siempre fue rebelde pero hace tiempo que decidió amoldarse a las circunstancias. Cuando puede, escribe poesía ELSA es una joven, talla media, delgada, morena, rostro agraciada, ojos oscuros y expresivos. Estudia Ingeniería Agrícola, le gustan los animales, la naturaleza. Cuando acabe de estudiar, proyecta vivir en un pueblo. MARCELO es alto y robusto, de profesión agricultor. Siempre mira el cielo para calcular el tiempo. Se ha jubilado y ha vendido el tractor. Se entretiene viendo películas, siente que lleva dentro muchas historias; en otra vida le gustaría ser guionista y director de cine. CRISTINA fue una niña inteligente y aplicada; pudo estudiar lo justo y con grandes dificultades económicas pero salió adelante en la vida. Era y es muy trabajadora. Está casada y tiene un hijo ya independizado. CESARON tiene veintiún años y muchas ilusiones; estudia económicas pero no llega a terminar su carrera. Se unió con malas compañías, lo dejó todo, perdió el rumbo, no encontraba su camino. Con el paso del tiempo tuvo la oportunidad de conseguir un trabajo y en él encontró su sueño; conoció a su gran amor, con María tiene tres hijos, piensa que ha encontrado su camino. BLANCA tiene 23 años, el pelo largo y castaño. La gusta leer tumbada al sol y escribir. Quiere trabajar en un futuro de psicóloga. Sigue luchando por lo que quiere. Todo lo que hace, lo hace por ella, ella misma es el gran amor de su vida. Paso 2: Escribir un relato en el que se incluyan todos los personajes creados. Luis y Marcelo se conocían del pueblo. Luis había alquilado una casa para pasar el verano en el pueblo donde Marcelo vivía desde que nació. Habían coincidido muchas veces en el bar y compartido charlas nocturnas hasta bien entrada la madrugada. Fueron muchas las experiencias de vida compartidas, los sueños... Hasta que Marcelo se atrevió a compartir su anhelo más profundo, el de ser director de cine. A Luis se le iluminó la cara. Era tal el entusiasmo de Marcelo que esa misma noche redactaron un anuncio para que personas interesadas se acercaran al pueblo para rodar un vídeo-clip experimental. Marcelo tenía todo escrito y era tal su entusiasmo que Luis no se planteó ni leerlo. Craso error que pagaría caro pero no es momento de adelantar acontecimientos. Todo se andará. La Gacetilla nº 7

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Y sí, lo que estáis pensando. Al reclamo del anuncio llegaron al pueblo todos nuestros personajes, Carmen que sería la protagonista incuestionable; Elsa que junto con Blanca tendrían el papel de hijas; Cristina que tendría el papel de hermana; y Cesaron que llegó con María y su prole y tendría el papel de criado en la casa familiar. Luis sería el marido de Carmen y padre de Elsa y Blanca. Todos estaban entusiasmados. No iban a cobrar pero tenían derecho a cama y comida gratis. Nadie leyó el guion; craso error como ya os he dicho. Todos se dejaban llevar por el entusiasmo y la entrega de Marcelo. Había muy buen ambiente entre ellos y se sentían bien los unos con los otros. Marcelo les iría guiando en las tomas. La escena era sencilla. Se trataba de una reunión familiar que emulaba una cena de navidad que el propio Marcelo había vivido en su infancia. Los abuelos habían muerto y la reunión se hacía para leer el testamento. En el jardín, todos reunidos, en una noche cálida de finales de verano, Luis daría lectura al testamento familiar tras una cena copiosa. Tras la lectura todo el mundo estaba enfadado. El testamento era una verdadera injusticia. Y ahí empezó todo. La primera en caer fue Carmen que tras un puñetazo de Luis se golpeó la sien contra la mesa y no pudo ni suspirar. Luis murió de un botellazo incontrolado que le propinó su propia hija Elsa. Cuando Blanca vio lo que su hermana había hecho, se abalanzó contra Elsa y le clavó un cuchillo con tan mala suerte que ya no pudo contarlo. Cristina no se podía creer lo que estaba pasando. Había ido un momento al baño y cuando regresó se desmayó por el horror. Su cabeza, al caer, se golpeó contra la escalera. Tampoco lo contaría más. Cesaron salía cargado con las bandejas del champagne para celebrar la apertura del testamento y no podía creer lo que veía. Qué buenos actores eran todos. Le había dicho a María que viniera a la grabación pero ella se disculpó pensando en los niños. Eran demasiado pequeños y no iban a aguantar. Pero Cesaron no estaba dispuesto a que nadie quedara vivo. Cogió el rifle y disparó a Cesaron a quemarropa. El segundo disparo fue dirigido a Blanca que miraba hacia la cámara horrorizada. Qué bien había quedado todo. Iba a ganar mucho dinero con este video-clip. ESPERANZA VALDERRÁBANO Carmen sufre un accidente, su cuerpo lleno de cicatrices, rotas sus piernas. Se ve muy sola. Tiene mucho tiempo para pensar y empieza a valorar otras cosas. Luis, amigo del Instituto, siempre estuvo enamorado de ella; la va a ver, la ha escrito un poema. Elsa siempre odió a Carmen por su banalidad, pero sintió lástima y fue a verla. Habían sido amigas, la llevó una revista de moda. Marcelo, padre de Carmen, siempre pensó que podía ser actriz, y verla en esas seréis que tanto le gustan. Cristina, madre de Cesaron y vecina de Carmen, ahora muy contenta con su hijo, también fue a verla, la llevó unas flores y una sonrisa. Blanca, hermana de Carmen, también va a verla, pero se queda poquito, tiene muchos planes. Y siguieron con su vida. Carmen se enamoró de Luis. AMELIA GARCÍA En este bloque de viviendas habitan personas de lo más dispar, gente de todas edades y condiciones. Voy a contaros un poquito de éstos relevantes personajes. Carmen, la modelo, es la sensación del portal, tan guapa, con esa sonrisa provocadora, vive en el 5°. La Gacetilla nº 7

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Luis vive en el 4°, ha coincidido en el ascensor al ir al trabajo con Carmen. A él le parece una preciosidad, íntimamente está un poco enamorada de ella, pero en su semblante nada trasciende, son saludos de vecinos, a veces escribe poemas alabando su belleza. Marcelo vive en el 2°, jubilado, se vino del pueblo, dejó allí sus tierras, ha coincidido con Elsa que también vive en su planta, comentan sus estudios de agricultura, le ha ofrecido en verano trabajar en sus tierras para que practique las nuevas técnicas. En el 3° comparten planta Cristina y Cesaron, son buenos vecinos. Cristina por las tardes ayuda en las tareas a los niños de Cesaron. Blanca también vive en el 5°, comparte planta con Carmen, tienen una enorme terraza, en los ratos libres toman el sol, hablan de trapos, de sus aspiraciones, son amigas. El ascensor sube y baja silenciosamente, comparte los breves encuentros de estos personajes… Mª JESÚS BALBAS En el pueblo Marcelo tiene una residencia para mayores, Cristina su esposa lleva la dirección, Elsa es enfermera cuida de ellos, Carmen está en la cocina, disfruta haciendo las comidas y hacerles la vida más llevadera; pone todo su cariño, a Blanca una abuela que es maravillosa, la visita su hija María que lleva a sus hijos a ver a la abuela, sus ojitos tenían un brillo especial, Cesaron, el jardinero, lo cuida con esmero, los abuelos disfrutan de sus bellas flores, Luis el médico, pasa consulta y lleva las medicinas y sobre todo mucha alegría... BEGOÑA GONZÁLEZ

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Marcelo a sus 69 años acaba de jubilarse le encanta ver cine también ojea fotos de su familia desperdigada desde la muerte de su esposa. Luís es el mayor; introvertido y gran lector, buen profesional, escribe poesía. Cristina, la segunda, fue una niña feliz que no pudo estudiar lo que deseaba ya tiene un hijo independizado. Cesaron se marchó de casa diciendo que estudiaría económicas pero tuvo malas compañías; menos mal que se casó y es padre de tres niños. Blanca es hija de Luis; luce melena castaña, toma el sol mientras lee; quiere ser psicóloga. Carmen fue la hija más frívola y despegada, trabajó de modelo, ahora lleva una sección de ropa en una gran superficie. La esperanza de Marcelo es la pequeña. Elsa, delgada y con ojos oscuros. Piensa volver al pueblo cuando termine ingeniería agrícola. ÁNGELES PESQUERA Marcelo acaba de jubilarse y sigue en el pueblo donde se encuentra muy a gusto junto a Cristina, su mujer. Hace unos años heredó de sus padres una casa que acondicionó interiormente pero por el exterior la dejó con el encanto de las casa antiguas de campo. La tiene inscrita como alojamiento rural y, aunque no es un gran negocio, sí le da para cubrir gastos y algo más. En la primavera pasada la tuvo alquilada a unas personas con las que pasó buenos ratos. Venían de la ciudad solo con el fin de relajarse unos días y huir del mundanal ruido. Como a Marcelo le gustan las historias, no en vano su ilusión había sido convertirse en guionista y director de cine, él mismo nos va a amenizar este relato con los personajes que estuvieron en su casa. Carmen y Luis son pareja aunque no están casados, tienen una ligera diferencia de edad pero no es obstáculo para su buena relación a pesar de ser de diferentes temperamentos, se puede decir que se complementan. Ninguno de los dos tiene hijos. Luis trabaja de contable en una empresa mediana y está contento, en tiempo había aspirado a algo más creativo pero a sus 49 años se ha amoldado a lo que tiene. Carmen trabaja en una agencia de publicidad donde se La Gacetilla nº 7


encuentra muy a gusto. Casi a diario tiene que llegar muy arreglada y con modelos distintos lo que no le cuesta ningún trabajo ya que, aparte de su profesión, lo de comprar modelitos le entusiasma; es su hobby más preciado. La verdad que tiene un tipo excepcional para lucir cualquier prenda que se ponga. No es aficionada a la lectura pero para eso ya tiene a Luis, a quien le encanta, que muchas noches le lee algo de lo que tenga entre manos sobre todo alguna poesía propia que Carmen escucha con atención y agrado. A la casa rural les acompañaron Elsa y Blanca, sobrinas de Luis con las que Carmen congenia muy bien. Elsa es joven, delgada y morena con unos ojos oscuros que hipnotizan. Está terminando Ingeniería agrícola y le gusta el mundo rural hasta el punto de pensar en vivir en este medio cuando acabe la carrera. Le ha encantado el pueblo de Marcelo y también su casa. Está soñando en cómo sería su vida futura en este lugar. Su hermana Blanca, un año mayor que ella, quiere ser psicóloga pero todavía no ha terminado los estudios y es fácil que nunca los finalice a pesar de lo que dice en sentido contrario. Se quiere demasiado a sí misma y le encanta estar tumbada al sol, eso sí, siempre leyendo. En el pueblo vive, ya permanentemente, un joven, Cesarón, un tipo grande y rudo, de ahí su nombre, pero simpático y bonachón. Sus padres le habían mandado a la ciudad a estudiar pero pronto dejó la carrera de económicas a poco de comenzarla. Su apatía por los libros y las malas compañías tuvieron la culpa. De vuelta a su casa contrajo matrimonio con una amiga de toda la vida y ya tiene tres hijos. Cultiva las tierras de sus padres y es una persona muy válida y querida por los habitantes del pueblo ya que siempre está dispuesto a echar una mano a quien se lo pida, incluso aunque no lo haga. Ahora le toca hablarnos de Cristina, su mujer de la que sigue enamorado después de tantos años juntos. Es algo más joven que él y, desde que se casaron, no ha vuelto a trabajar fuera del hogar. Fue y es una persona muy inteligente y trabajadora a quien le hubiera gustado estudiar pero las dificultades económicas de su familia se lo impidieron. Han tenido un hijo en común que ya se independizó y vive fuera del pueblo. Ahora recuerda con cariño el contacto que tuvo con esos inquilinos tan agradables y la satisfacción que le produjo comprobar que se fueron con ganas de volver. Le manifestaron que habían sido para ellos unos de los cinco días más agradables de su vida

RELATO COLECTIVO (Cada una sigue contando en el punto en el que lo ha dejado la anterior) TINTA SOBRE AMARILLOS No era creyente, había dejado de creer hace mucho tiempo. Su esperanza se centraba en el propio destino y en los dibujos que dibujaba. No sabía qué hacer pero una idea la vino a la cabeza. Decidió volver a casa y ponerse a escribir su propia historia. Plasmar en el papel amarillo que la esperaba sobre su ordenada mesa, las sensaciones y emociones que le bullían. Y allí estaba ya. Dispuesta. Raisa había nacido en Bagdad. Cuando era muy pequeña sus padres vinieron a vivir a España. No tenía recuerdos de su país de origen. Conservaba olores y sabores que la madre había tratado de no perder, y que les conectaban con su identidad, con su pueblo. Aroma a té verde, a canela, a cardamomo. Raisa es musulmana como su familia, fiel creyente, por tanto se pone el pañuelo, a pesar de las críticas de amigas, y de gente un poco racista. Para ella es un símbolo que tiene significación, no le coarta su libertad como mujer..... La Gacetilla nº 7

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Tiene amigas cristianas y se cuentan historias intercambiado culturas Ella recuerda el paisaje de su tierra. Las grandes palmeras cargadas con dátiles De estas conversaciones adquiere ideas que luego plasmará en sus relatos. Construyendo historias Ya casi tiene terminada una novela en la que los personajes yuxtaponen sus opiniones particulares sobre las dos culturas tan diferentes. Uniendo imaginación y exotismo Y está muy ilusionada. Pues se van hilvanando buscando un final. Al final dice. Raisa todas las culturas son enriquecedora cuando se comparten y se respetan. La ventana tenía un marco de madera que se abría hacia el exterior. Justo detrás había una mesa con una begonia en la que Raisa se sentaba, metódicamente, cada mañana a escribir. De frente el mar de tejados casi infinito de la ciudad. En función del día, elegía un color diferente de papel. Hoy era miércoles y eligió los papeles de color amarillo. Colocó su mesa, puso los papeles amarillos en el centro, el bote de lapiceros a su derecha y comenzó a pensar. Las palabras se le venían a la cabeza pero no daba con el comienzo perfecto. Pensó más... Y dio con ello. Tomó su lapicero afilado y empezó su historia. Vio la casa que tenía enfrente, vivían dos chicas jóvenes, en su ventana todos los días sacaban dos jaulas con periquitos que trinaban, y las palomas revolotean zureando cerca de las jaulas, también se asoma en la otra ventana un gato negro, otea los alrededores pero no puede saltar, está en un 3° piso..... El cielo se proyectaba con bellos colores. Miró sus lápices, cogió uno toda entusiasmada y empezó a colorear un arco iris. ¿Conseguiré reproducir esa belleza?... Lo haré con mucha ilusión. Pero de pronto un estruendo resonó a lo lejos. Retumbó un fuerte trueno, la tormenta avanzaba... Qué tristeza, ya no veo los bellos colores, pintaré otra cosa. Pintaré la oscuridad y la grisácea esencia que deja las tormentas. Así que cogió sus pinturas más tristes y se dedicó a pintar el dibujo más melancólico jamás dibujado. Lo pensó mejor; en vez de pintar, escribiría el olor a tierra mojada que la inspiraba. Escribió en color verde y marrón la textura de la tierra, la hierba y los árboles cuando sobre ellos caen gotas de lluvia y rasgos de tempestad. Se sintió atraída por la tormenta, como un imán. Salió fuera, notó el agua como una ola mojando todo su cuerpo. Sintió la naturaleza en todo su ser. Cada gota que rozaba y empapaba su piel era un alivio, una forma de sentirse viva, más fuerte. Cada trueno de la tormenta, gritos de alegría que la hacían sentir más activa. Como si nada pudiera hacerla sentir más en paz. Necesitaba poder recordar ese sentimiento, ese momento del que ahora se sentía liberada, como si la lluvia ejerciese sobre ella el bienestar de una buena ducha después del insomnio. Pero la historia no era mía y no terminaba de meter la mía propia. Tan solo pude abrir la ventana para oler el aroma de la primavera. Los ruidos interiores me recordaron lo que aguardaba, monotonía forzosa. Una brisa acariciaba y refrescaba las idas y venidas de la mente. Entró en la habitación una bocanada de aire caliente y húmedo. Entonces la vio en mitad de la calle solitaria, cantando, riendo y empapada. Su semblante no admitía dudas. Estaba feliz. Pero algo nos hacía intuir que no iba a durar mucho. Las amenazas se escondían por las esquinas. Todo lo que empieza acaba, también esta tormenta. Y bajó a la calle. Los charcos formaban espejuelos transparentes que devolvían imágenes de un pasado que aún permanecía. Sus peores recuerdos aparecieron reflejados en aquellos charcos; un cúmulo de gotas frías formaron el La Gacetilla nº 7

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mayor de sus terrores. Desde arriba muchos ojos la contemplaban. Su rostro denotaba la batalla interior que estaba librando... Sintió un miedo fantasmal pues las sombras de la noche amenazaban, tenía que ocultarse. El toque de queda avisaba. ¿Qué camino tomar? La iglesia estaba cerca. Sólo unos metros y encontraría cobijo. Había luz pero la puerta no se abrió. Alguien había escrito. Sólo para creyentes.

CONTAR UNA HISTORIA CORTA UTILIZANDO TÍTULOS DE LIBROS ÁNGELES PESQUERA VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER Como todos los días Aurora se duchó y se preparó como si fuera a salir a la calle aunque hoy no le tocaba. Arregló su pelo haciéndose LA TRENZA a la que estaba acostumbrada desde hacía años y se puso EL PERFUME que utilizaba sólo en ocasiones especiales. Se estaban viviendo TIEMPOS DIFÍCILES en la PEQUEÑA HISTORIA DEL MUNDO. Pensó, ASÍ EMPIEZA LO MALO en este rincón que en su día fue LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS. Pero se sentía contenta porque hasta ahora podía VIVIR PARA CONTARLA. Siempre se consideró LA PACIENTE SILENCIOSA o LA VOZ DORMIDA siendo uno de los recipientes de LA NORIA de la vida que, con ayuda de los demás, suministra el agua beneficiosa para regar el campo. Tuvo UN AMOR y este sí era LA TURBINA que le aportaba energía a su existencia MÁS ALLÁ DEL JARDÍN. Una vez hubo desayunado, se sentó en su sillón favorito al lado de la ventana y se puso a leer EL LIBRO DE LAS ILUSIONES, comprado días antes en LA LIBRERÍA AMBULANTE que todas las semanas pasaba por su barrio. El título no podía ser más oportuno. Así pasó buena parte del día hasta que lo hubo terminado y, cuando apenas quedaba ya luz natural y haber levantado el ánimo, se preparó una comida ligera creyendo haber alcanzado EL INFINITO EN LA PALMA DE LA MANO. Estaba satisfecha y se dijo a sí misma: LOS OJOS DE LA NIEBLA dirigirán TUS PASOS EN LA OSCURIDAD hacia la TRANSPARENCIA DEL TIEMPO y LO QUE ME QUEDA POR VIVIR será como los sueños de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS y tendrán un FELIZ FINAL. (Veinticuatro horas…de Stefan Zweig. La trenza de Leticia Colombann. El perfume de Patrick Suskind. Tiempos difíciles de Dickens. Pequeña historia... de Fdo. García de Cortázar. Así empieza lo malo de Javier Marías. La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. Vivir para contarla de García Márquez. La paciente silenciosa de Alex Michaelides. La voz dormida de Dulce Chacón. La noria de Emilio Romero. Un amor de Alejandro Palomas. La turbina de César P. Arconada. Más allá del jardín de Antonio Gala. El libro de las ilusiones de Paul Auster. La librería ambulante de Christopher Morley. El infinito en la palma de la mano de Gioconda Belli. Los ojos de la niebla de Raquel Lanseron. Tus pasos en la oscuridad de Antonio M. Molina. La transparencia del tiempo de Leonardo Padura. Lo que me queda por vivir de Elvira Lindo. Alicia en el país... de Lewis Carroll. Feliz final de Isaac Rosa). ESPERANZA VALDERRÁBANO FORTUNATA Y JACINTA esa tarde iban a ir al cine a ver El SEÑOR DE LOS ANILLOS. Empezó a caer una LLUVIA FINA. Se refugiaron en la CASA DE LOS ESPIRITUS. A través de la ventana vieron un hombre con cara DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD. Esta casa parece sacada de las La Gacetilla nº 7

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CIUDADES INVISIBLES. Echaron a correr hacia LA CATEDRAL y allí vieron una ARAÑA NEGRA. Al final fueron a ver la película, UN ARBOL CRECE EN BROOKLYN. ASUN MANRIQUE En casa del abuelo de Filo había un Jardín Olvidado, Donde Vuelan Las Mariposas. A veces era una ilusión entrar y soñar en El Bosque de los Pigmeos, ver crecer Los Girasoles Ciegos, sentarte a mirar las estrellas y sentirte como en La República Luminosa. Las sensaciones de Anatomia Sensible era lo más maravilloso de Todo Cuanto Amé. Apareció en mi Ventana una ilusión y tuvo un Final Feliz. Mª JESÚS BALBAS El Principito un cuento que gusta a los mayores. Montedidio: de Erri de Luca, el relato de una infancia, en el Nápoles pobre de los años cincuenta. De Luca une la tradición neorrealista con los medios de un realismo de corte poético, es una joya. Lazarillo de Tormes: es una muestra de la mejor prosa renacentista. Antonio Machado: Cuando pública en 1912 Campos de Castilla, es un poeta sencillo y soñador, sus versos y poemas llegan muy dentro. Por último la Biblia, un libro que todos deberíamos leer. No estoy no estoy cualificada para dar lecciones, para mí es la despensa del alma y la fuerza del corazón donde se encuentra el camino para ayudar a todos los hermanos, saber perdonar sin pedir nada a cambio. Los seres humanos somos muy dados a ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro. AMELIA GARCÍA DE PROFUNDIS Por EL CAMINO DE SWANN cabalga La REINA ROJA, con UN CORAZÓN TAN BLANCO, al lado de EL JINETE POLACO. En EL CAMINO se encuentran AL ARPISTA CIEGO, llegando MAS ALLÁ DEL JARDÍN, donde MALENA QUE ES UN NOMBRE DE TANGO, respira LOS AIRES DIFÍCILES. EL RUISEÑOR canta LARGO PÉTALO DE MAR, y en el lago otean LOS OJOS AMARILLOS DE LOS COCODRILOS. LA PASIÓN TURCA les envuelve en ESTAMBUL, CIUDAD Y RECUERDOS. Su INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER, les conduce a LA INMORTALIDAD, y EL AMARGO DON DE LA BELLEZA, les lleva a LA ISLA DEL DIA DE ANTES. Es OCTUBRE, OCTUBRE. Por EL TÚNEL, contemplando EL OBSCENO PÁJARO DE LA NOCHE. LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS les envuelven, llegando al fin entre ellos, a UN TIEMPO DE SILENCIO. Estas PEQUEÑAS INFAMIAS nos muestran que LO RARO ES VIVIR. (De Profundis Óscar Wilde. Por el camino de Swann Marcel Proust. La reina roja Juan Gómez Jurado. Un Corazón tan blanco Javier Marías. El jinete Polaco Antonio Muñoz Molina. El camino Miguel Delibes. El arpista ciego Terence Moix. Más allá del jardín Antonio Gala. Malena es un nombre de tango y Los Aires difíciles Almudena Grandes. El ruiseñor Kristin Hannah. Largo pétalo de mar Isabel Allende. Los ojos amarillos de los cocodrilos Katherine Pancol. La pasión turca Antonio Gala. Estambul, ciudad y recuerdos Orham Pamuk. La insoportable levedad del ser y La inmortalidad Milan Kundera. El amargo don de la belleza Terence Moix. La isla del día de antes Umberto Eco. Octubre, octubre Jose Luis Sampedro. El túnel Ernesto Sabato. El obsceno pájaro de la noche José Donoso. Los gozos y las sombras Gonzalo Torrente Ballester. Tiempo

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de silencio Luis Martín-Santos. Pequeñas infamias Carmen Posadas. Lo raro es vivir Carmen Martín Gaite). BEGOÑA GONZÁLEZ En CALLE FERIA, en un piso abuhardillado donde crujían los suelos, vivía mi abuelo Víctor, hombre de pocas palabras y con EL ESPÍRITU ÁSPERO. ENTRE VISILLOS se veían infinidad de tejados con gatos al acecho, a veces el abuelo se quedaba extasiado mirándome y decía, BELLA DEL SEÑOR. Yo sonreía pues le veía muy viejo, tanto como EL VIEJO Y EL MAR. En mi curiosidad e impertinencia interrumpía su lectura y preguntaba, ¿no estás muy solo y triste? No tendré 100 AÑOS DE SOLEDAD Y NADIE ME VERÁ. LLORAR. Un día le robé un pequeño librito tenía, UNA LETRA FEMENINA AZUL PÁLIDO y al percatarse me dijo, eres como RABOS DE LAGARTIJA. Pídeme el libro; no quiero llamarte LA LADRONA DE LIBROS. En otra ocasión se puso a leer SEDA y su voz cambio a un tono suave. Hubo tardes invernales que paraba sus lecturas y compartíamos dos tazas humeante de cacao. Él decía, COMO AGUA PARA CHOCOLATE. Yo mojaba con placer mis picatostes recién fritos mientras en los desgastados cristales resbalaba. UNA LLUVIA FINA. EVA SÁNCHEZ MARIANELA es una joven asturiana poco agraciada que quiere emprender el EXODO de su tierra y conocer mundo. Un día, al alba, dice adiós al ALTAR MAYOR de sus montañas queridas, IRAS DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE. Empieza por Galicia LAS HIJAS DEL MAR ; LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS. Le gusta esta tierra, pero sigue su camino y se adentra en Castilla tierra seca y amarilla con sus colinas de greda y lee EL HEREJE; NIEBLA; LA SOMBRA DEL CIPRES ES ALARGADA; LA TIA TULA; CAMPOS DE CASTILLA. Se admira de esta tierra, de sus contrastes. Ha visto mucha pobreza; LOS MISERABLES; EL DARDO EN LA PALABRA. Las dos Castillas son bastante similares. Ve molinos y recuerda EL QUIJOTE; EL PEREGRINO. Se siente un poco extranjera en esta tierra tan distinta a la suya; PALMERAS EN LA NIEVE. Descansa y piensa si no sería acertado escribir un diario DÍARIO DE ANA FRANK; LA VIDA ES SUEÑO; soñar es bonito. LA MUJER ROTA, así se siente ella en algunos momentos; quiere leer y leer pero los libros cuestan pasta y a ella le va quedando poco pero puede ser LA LADRONA DE LIBROS; no quiere caer tan bajo. NOSOTROS LOS MAYORES, tenemos que dar ejemplo a nuestros jóvenes. EL LADRON DE BICICLETAS, ella también tiene un libro y el recuerdo la hace sentir deseos de volver su libro es la BIBLIA.

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DÍAS DEL LIBRO – 23 DE ABRIL

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EN LAS ANTÍPODAS – gracias a Mª José Larena Esta sesión on line la vamos a dedicar a las esdrújulas. Será una tarea divertida, mágica, lírica y eufónica. Leeremos textos que sonarán como cítaras. Anotaremos curiosidades en los márgenes. Será, espero, una sesión álgida. Pasearemos desde Álava hasta las Antípodas, donde todo es idéntico a lo autóctono. Me han preguntádico varias persónicas si lo pasaremos bien. Y unánimemente diríamos que sí. Lo vais pillando? Daniel Viglietti, hombre cultísimo que hace muy poco nos dejó, en este valle de lágrimas puso la música,a esta canción esdrújula. Escuchadla. Y disfrutádla. https://www.youtube.com/watch?v=Z6gawqjDVPY Y finalmente, Violeta Parra hizo sonar las palabras rarísimas de su "Mazúrquica modérnica": https://www.youtube.com/watch?v=oFqW4ZcqIjs PROPUESTA DE ESCRITURA Escribe un texto, en verso o prosa, con el mayor número posible de palabras esdrújulas y sobresdrújulas. Dichas palabras pueden ser reales o inventadas. Procura que en el título también haya esdrújulas.

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ÁNGELES PESQUERA PATÉTICO En este histórico país que con fonética esdrújula haré estrambóticos, irónicos y nada académicos comentarios, vivía un chiripitifláutico personaje de carátula poco fotogénica, carácter histriónico, lunático, malísimo, escéptico y antipático. Poseedor de un grandísimo depósito de analógicos y mortíferos petrodólares, hipotéticamente conseguidos sin haber estudiado lo más mínimo del método empírico de Copérnico, ni de álgebra, ni de física cuántica, ni de matemáticas ni de química. Tampoco era quiromántico pero sí político, homófobo y un auténtico y terrorífico plantígrado capaz de aplicar un código aplastante hacia sus congéneres en su periférico perímetro más cercano. Crédulo de sí mismo, esperaba conseguir rápido y maléficamente, en el mínimo tiempo, el poder de todo el mundo. Su parálisis óptica no le permitió ver la época víricopandémica en la que estaba inmerso y acabó en un patético féretro delante del cual sus discípulos le dedicaron un correctísimo, melancólico y práctico panegírico. AMELIA GARCÍA EL TERRÍCOLA En el espacio supersónico, sonábanle velozmente, melódicos y afónicos cánticos. Y el terrícola moviéndose frenéticamente su esquelético cuerpecico danzaba esperpénticamente en un montículo de mortíferos fuegos fosfóricos.

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EL POLITICO El político utópico, hipócrito, afónico e histérico, pasea su tiempecico por el hipódromo. Micrófono en mano nos suelta su mediático, errático, monótono, ético, discursito económico, ecológico, cual relámpago sabático, fantástico y oráculo ortopédico en pirámide recóndita de Sudáfrica. Mª JESÚS BALBAS CAJÓN, CUÉNTASELO Ayer tocaba el acordeón. Tímidamente llegó cual gusano. Esas notas corrígelas, están rotas. Cuéntaselo, ella lo comprenderá. Rápidamente se sintió triste, con el corazón latiendo. Tímidamente tomó la decisión: píntaselo, no sé nada de música. En un cajón fríamente está la detención. Súbitamente su comprensión. Consúltame. Caminara volando como un avión.

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ESPERANZA VALDERRÁBANO DE PELÍCULA Hablaba débilmente el informático por teléfono. Pásamelo, le dijo el epidemiólogo, pálido, afónico. Sintiendo una catástrofe, recordó una película. El héroe vio el obstáculo. Era un océano inmenso. Dímelo, escuchó decir. ASUN PÉREZ COVI 19 Solíamos tener contactos telefónicamente con las familias. Añorábamos, continuamente, estar juntos. Contábamos los clásicos que habíamos leídos durante el confinamiento. Deslizábamos capítulos genealógicos. Trepábamos por las montañas a las órdenes lógicas de nuestros instructores. Una alegría ver a nuestros anfitriones salir como ejércitos a las calles a disfrutar. Resistiremos todos unidos. BEGOÑA GÓNZÁLEZ MOSTRÁNDOME A SÓCRATES Mi filósofo preferido era práctico, rígido y su gramática vivísima volaba entre los jóvenes. Con intensa hipérbole, hízome discípulo, náufrago yo en océanos filosóficos. Fui el último admirador cándido, lánguido, pero médico con espíritu humorístico. CUENTO JAPONÉS: LA MANDARINA RYÛNOSUKE AKUTAGAWA Fue un día nublado de invierno. Yo esperaba distraído el silbato de partida, arrinconado en un asiento de segunda clase de la línea Yokosuka con rumbo a Tokio. Extrañamente, no había ningún otro pasajero dentro del vagón, que ya se había iluminado con luz eléctrica desde hacía mucho tiempo. Más extraño todavía, pude confirmar, con un vistazo al exterior, que en la plataforma tampoco había una sombra de gente que viniera a despedirse, y sólo distinguí a cierta distancia un perrito enjaulado que ladraba de cuando en cuando de tristeza. Era un paisaje que se sintonizaba, como una obra de magia, con mi estado emocional; un cansancio y hastío inexpresable se anclaba con todo su peso como una nube oscura que anuncia la inminente caída de la nieve. Yo permanecía inmóvil con las dos manos en los bolsillos de la gabardina, sin ánimo para sacar el periódico vespertino que tenía guardado en uno de ellos. Pronto sonó el silbato. Sintiendo un alivio con la cabeza recargada contra el marco de la ventana, me preparé sin emoción alguna a contemplar el retroceso de la plataforma que iba a dejar atrás según la marcha del tren. Antes, sin embargo, se escucharon unas pisadas estrepitosas que se acercaban a la portilla, y en seguida se abrió con brusquedad la puerta de mi vagón de segunda clase para permitir la entrada precipitosa de una muchachilla de trece o catorce años, acompañada por los insultos del conductor. Casi simultáneamente, el tren comenzó a moverse con una fuerte sacudida. Las columnas pasaban ante la vista una tras otra, el vagón portador de agua permanecía en otra vía como abandonado, el cargador de maletas le agradecía la propina a algún pasajero —todo esto se quedó a mis espaldas, no sin cierto rencor, envuelto en el humo polvoso que La Gacetilla nº 7

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golpeaba la ventana. Con la serenidad recobrada, encendí un tabaco mientras abría al fin los párpados aletargados para observar de una ojeada a la muchachilla, ahora sentada frente a mí. Se trataba de una típica provinciana con el cabello sin brillo, peinado en forma de hoja de ginkgo, y exhibía una cicatriz horizontal en las mejillas, raspadas por la sequedad, que se sonrojaban en exceso, a punto de repugnar. Tenía un pañuelo grande envuelto sobre las rodillas, de las cuales colgaba sin peso una bufanda de lana color amarillo rojizo. Entre las manos hinchadas con sabañones que sostenían el pañuelo envuelto, se veía un billete rojo, el pasaje de tercera clase, empuñado con fuerza. No me gustó el rostro vulgar de la muchachilla y me desagradó su vestimenta sucia, además de la irritación que me originó su insensatez de ocupar un asiento de segunda con el pasaje de tercera. Con el tabaco encendido, decidí sin ganas extender el periódico sobre las piernas para olvidarme de su presencia. De inmediato, el rayo solar que caía sobre los artículos se esfumó de repente para ceder el sitio a la luz eléctrica, que resaltó en un extraño relieve las letras mal impresas de algunas columnas ante mis ojos. El tren atravesaba el primero de los tantos túneles que interceptaban la línea Yokosuka. Un recorrido fugaz bajo la luz artificial fue suficiente para darme cuenta de que había demasiados sucesos banales en el mundo para aligerar mi mente deprimida. El tratado de paz, nuevos matrimonios, casos de corrupción, artículos necrológicos —pasé una revista maquinal de todas esas columnas desérticas mientras se me alteró momentáneamente el sentido de orientación al avanzar por el túnel. Durante todo este tiempo, nunca pude borrar de mi conciencia a la muchachilla que se sentaba al frente como si encarnara la sociedad vulgar. El tren que se desplazaba en la penumbra, la muchachilla provinciana y el periódico vespertino, repleto de noticias ordinarias —esta triple alianza no era sino un símbolo para mí: símbolo que representaba lo tedioso de la vida humana. Harto de todo, dejé al lado el periódico que iba a leer, y cerré los ojos como un muerto para tratar de conciliar el sueño con la cabeza recargada de nuevo contra el marco de la ventana. Así pasaron algunos minutos. Sintiéndome amenazado por algo desconocido, recorrí con la mirada al rededor y me di cuenta de que la muchachilla, que se había pasado con celeridad al asiento ubicado a mi lado, forcejeaba con la ventana para abrirla. El vidrio era tan pesado que apenas lograba mover el marco. Con las mejillas cuarteadas, aún más sonrojadas, la muchachilla resollaba sin voz, haciendo sonar la nariz de cuando en cuando. Mientras escuchaba su respiración agitada, no pude evitar cierta conmoción ante la escena, pero no entendí por qué a la muchachilla se le ocurrió forzar la ventana cerrada. Era obvio, al juzgar por la cercanía de las laderas cubiertas por las matas marchitas que reverberaban bajo la luz crepuscular, el tren no demoraría en entrar de nuevo al túnel. Convencido de que la muchachilla lo hacía sólo por capricho, guardé sentimientos sañudos en mi interior y permanecí impasible, casi con un secreto deseo de frustrar su intento, observando esas manos con sabañones que se desesperaban por bajar la ventana. Pronto el tren entró al túnel con un clamor estruendoso y, al mismo tiempo, la ventana al fin bajó cediendo ante la fuerza de la muchachilla. Del marco rectangular irrumpió un aire negro, cargado de hollín, que no tardó en invadir todo el vagón con humo asfixiante. Delicado de la garganta desde antes, tuve un terrible ataque de tos ante la afluencia polvosa que me acometió en el rostro, sin tener tiempo siquiera para taparme la boca con el pañuelo. Sin un asomo de preocupación por mí, la muchachilla sacó la cabeza de la ventana y dirigió su mirada hacia adelante con el cabello peinado en forma de ginkgo ondulando en el aire oscuro. Si no llegué a regañarla sin piedad para forzarla a cerrar la ventana en el mismo instante en que la enfoqué bajo la lámpara ensuciada por el hollín, controlando a duras penas la tos, fue porque se filtró, con el cambio repentino de luz que iluminó el paisaje exterior, el aire fresco con olor a tierra, matas y agua. La Gacetilla nº 7

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Ahora, el tren, que ya había dejado atrás el túnel, iba pasando por un crucero de arrabal, situado entre una colina y unas pilas de heno. Ahí cerca se apretujaban en desorden casas miserables con techos de tejas y pajas, y una bandera flameaba lánguida con reflejo del atardecer, quizá siguiendo el movimiento acompasado del guardabarreras. Apenas sentí el alivio de haber sobrepasado el túnel, distinguí, al otro lado de la barrera tétrica, tres niños con mejillas sonrojadas, alineados en una fila apretada. Todos eran bajos de estatura, como si se hubieran encogido bajo el cielo nublado, y vestían de manera sombría, casi como el paisaje de ese barrio anonadado. Con las miradas alzadas para observar la marcha del tren, los niños levantaron las manos al unísono y gritaron palabras incoherentes a voz en cuello, mostrando sus campanillas inocentes. En ese mismo instante, la muchachilla, que había permanecido con la cabeza fuera de la ventana, extendió de pronto los brazos para sacudirlos con brío a diestra y siniestra, y lanzó una media docena de mandarinas, que resplandecieron en el aire con calidez del sol primaveral, como para levantar el ánimo, antes de caer una tras otra encima de los niños alborotados. Me quedé sin respiración y comprendí todo de inmediato; la muchachilla, que iba a trabajar de sirvienta doméstica en alguna casa lejana, agradeció la despedida ardorosa de sus hermanos al lanzarles unas cuantas mandarinas que había guardado en su seno. El crucero de arrabal, teñido por el crepúsculo, los tres niños que lanzaron alaridos de pájaro, y el color fresco de las mandarinas que revolotearon sobre sus cabezas —esta escena se disipó en un abrir y cerrar de ojos tras la ventana del tren, pero se quedó grabada en mi mente con una nitidez elegiaca. Y sentí surgir desde el fondo de mi alma un júbilo misterioso, nunca antes experimentado. Irguiendo la cabeza con resolución, escudriñé el rostro de la muchachilla como si fuera otra persona. Sentada de nuevo al frente, la niña seguía asiendo el billete de su pasaje de tercera clase en su puño cerrado, con las mismas mejillas raspadas, sumergidas en la bufanda de lana color amarillo rojizo… En ese momento, logré olvidarme, aunque fuera de manera efímera, tanto de mi fatiga y hastío como de esta vida incomprensible, vulgar y tediosa, por primera vez en muchos años. HISTORIA BREVE DE CHUANG TZU: SUEÑO DE LA MARIPOSA “UNA JAULA FUE EN BUSCA DE UN PÁJARO.” FRANZ KAFKA Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu. HISTORIA CORTA DE AUGUSTO MONTERROSO: EL GRILLO MAESTRO Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo humano menos indicado para emitir sonidos dulces y armoniosos. La Gacetilla nº 7

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Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera como en sus tiempos. Y este es el que os debe inspirar para la venganza HISTORIA CORTA DE DALTON TREVISAN: AMPUTACIONES Por haber jugado con el ventilador, la niña tiene la punta amputada del meñique. Desde entonces las tres muñecas, de castigo, tienen el mismo dedo cortado con tijeras.

LA VENGANZA AMELIA GARCÍA El niño era portero del equipo del fútbol del colegio. Fue el peor partido de su vida, 6 goles le habían marcado. Cuando llegó a casa, cabizbajo y dolido por la derrota, se juró a Sí mismo no volver a tocar un balón. Pinchó todos sus balones. ÁNGELES PESQUERA LA SOPA Día 7 de mayo. Como todos los días, María se levantó temprano y arregló la casa. Posteriormente hizo la comida. ¡Hum! Has mejorado, qué rica te ha salido hoy la sopa, dijo el señor. María sonrió. Hoy hubiera celebrado el cumpleaños de su padre. Mª JESÚS BALBAS Dorita tiene una larga melena de tirabuzones rubios, su madrastra se muere de envidia de su cabellera tan bonita. Una noche mientras dormía le corto todos sus rizos. Fue terrible cuando la niña se miró al espejo, juró vengarse. La madrastra tenía un gran moño, en el café le puso unas pastillas de dormir y se quedó grogui sobre la mesa, cogió la navaja de afeitar de su padre y la corto el moño, se le dejó en la mesa, con un lazo de regalo. ASUN PÉREZ A Luis le regalaron la bici por su cumpleaños, le enseñaron a dominarla,y pronto, la ilusión y pericia. Se fue a recorrer los caminos y calles, acompañado de sus amigos. Llegó a casa y la dejó en la puerta, y subió a hacer los deberes. Cuando bajó a jugar se encontró con la rueda rajada. Creía saber quién lo había hecho y se acercó a su casa. Encontró su patín y se lo escondió.

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BEGOÑA GONZÁLEZ Era una araña de patas cortas, la mejor tejedora entre rama y rama del manzano. La mosca madre sentía envidia, ella solo zumbaba torpemente y encima la araña la dejaba sin prole. Decidió vengarse al anochecer, cuando dormía. Con ayuda de su amigo, cortatijeras, soltaron los puntos de unión y los finísimo hilos colgaron inertes. La mosca aleteó satisfecha. Al día siguiente, otras arañas cogieron el relevo y esta vez cubrieron los flancos. A la mosca le dio un PATATÚS.

SOMOS AUTORAS EN LA FICCIÓN Escribir la contraportada de un libro imaginario del que eres autora y contar un poco tu biografía inventada. AMELIA GARCIA. LARGO RETORNO Largo Retorno narra la trayectoria personal de una mujer. Su infancia, sus vivencias familiares, su entorno en el cual vive marcada por ciertos estereotipos. Su lucha por salir de ese ambiente, de alejarse, de resolver su propia vida, de asumir sus problemas como mujer y persona. Narrado en primera persona, es este un libro de supervivencia, de superación y autoconocimiento de la protagonista. Una narración realista, donde la protagonista analiza sus sentimientos, sus errores, su tragedia personal, historia común de muchas mujeres de nuestra época. Escrito con un irresistible atractivo, muy poético su lenguaje y un transcurrir donde no faltan la ternura y el humor. AMELIA GARCIA, nació en Zaragoza en 1980. Realizó estudios de Periodismo y Filología Hispánica en las universidades de Zaragoza y Madrid. Empezó su trayectoria trabajando en la enseñanza, y cooperando con varios medios de comunicación, escribiendo artículos y estudios diversos. Es autora de las novelas: Un Mundo Silencioso, El Fin del Camino, y El Largo Retorno, por el que ha sido una de las finalistas del Premio Alfaguara 2019. También ha publicado un libro de Poemas, El Nacimiento de la Tragedia. ÁNGELES PESQUERA EL VIEJO PAYASO Víctor era un joven y aplicado estudiante de ingeniería que acabó la carrera con buena nota para alegría y satisfacción de su familia, pero él tenía otros proyectos mucho antes de finalizar sus estudios, aunque a nadie se los había revelado. Después de recibir con agrado las felicitaciones de sus padres y hermanos, se armó de valor para comunicarles la decisión que había tomado. Tenía intención de trabajar en un circo ambulante, puesto que esa había sido la gran ilusión de su vida, incluso ya había mantenido contactos para tal fin. Desoyó las esperadas protestas y recomendaciones de sus familiares y al día siguiente partió hacia el, casi incierto, destino que tenía pensado. No le importó empezar por lo más bajo en la escala laboral circense hasta llegar a convertirse en el mejor payaso que en cada sesión hacía saltar las carcajadas del público.

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Esta novela nos narra en tercera persona la vida, aventuras, trabajos, ilusiones y desilusiones de Víctor desde que salió de su casa familiar hasta la fecha, ya convertido en una persona mayor pero con la misma ilusión y vitalidad de su juventud. Los obstáculos y zancadillas que tuvo que salvar, los amores no correspondidos y los que no pudo corresponder, en fin toda una existencia vivida con pasión y escrita con un estilo realista y a la vez ágil y poético cargado de reflexiones sobre el sentido de la vida. Mónica Bravo es una escritora joven nacida en Cáceres en 1985. Es licenciada en Filosofía y Letras por la universidad de Alcalá de Henares donde actualmente imparte clases de su especialidad. Este es su primer trabajo publicado y se le augura un brillante futuro. Mª JESÚS BALBAS EL SER NIÑO Era una familia, los padres y Andrés un niño de ocho años, una familia feliz. Llegó la enfermedad. El padre enfermo, no podía salir de casa. La vida del pequeño cambió, su madre tenía que ir al trabajo; pasaba el día fuera y no podía acompañar al hijo al colegio, tenía que ir él solo y regresar solo, para él todas las cosas cambiaron, fueron meses largos y duros. El padre no conseguía ver mejoría y cayó en una depresión, así pasaron años. Andrés fue creciendo y él supo sacar a su padre del pozo en el que había caído. La madre encontró una puerta abierta al ver que su marido estaba volviendo a ser el hombre del que ella se avía enamorado. El que no disfrutó de ser niño fue Andrés. 91

ESPERANZA VALDERRÁBANO VIVIR La autora de esta novela nació en el país de la magia, en la provincia de la libertad, en el año de la ilusión. Su profesión: limitarse a vivir. Esta novela narra las peripecias de una persona que nada contracorriente; quiere vivir a su manera, sin doblegarse, ni hacer daño a nadie. Merece la pena leerla es inédita y atrevida y muy bien escrita. ASUN PÉREZ LA HUIDA A veces en las relaciones con el amor surgen imprevisos. La familia regresa de unas vacaciones estupendas y se encuentran con un nuevo inquilino. Natalia, la hija pequeña, muy protegida por sus padres y con una estricta educación, ve cómo surge un acercamiento y fluye el amor con el nuevo inquilino. Se enamoran y se alejan del hogar, para vivir juntos. Los padres dudan de él. Investigan su identidad y lo que descubren no les gusta para el bienestar de su hija. Natalia corre peligro, la Huida es inmediata. La autora Sheila Gómez (Barcelona 1990) tiene varios premios en su historial.

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BEGOÑA GONZÁLEZ ATRAVESANDO NUBES Este libro pequeño y entrañable es algo así como volar con el pensamiento intentando transportarse hacia la libertad en otros mundos imaginarios limpios y bondadosos. La autora Bettina Lafori, ha escrito cuentos e infinidad de relatos breves. Su escritura está llena de imaginación desbordante y reflexiones constructivas. Seguidora fiel de Italo Calvino, otorga a sus temas fantasía, ficción y también, crudas realidades. Ha participado en el certamen, Escribiendo Aquí, donde quedó finalista. Este libro le dedica a toda la humanidad lectora. Francesa de nacimiento, 1962. Llegó a España con una beca Erasmus, estudió Magisterio y se especializó en Enseñanza de adultos, se afinco en Palencia donde hecho raíces.

DIARIO DE SUEÑOS ÁNGELES PESQUERA 13 de mayo 2020 Estoy en la cocina, mi madre sentada en una silla me mira y yo comento:- Hoy no he cocinado, a ver qué comeremos-. Mi madre sonríe y encoge levemente un hombro. Solo hablo yo y digo:- En el frigo hay restos de otros días, los aprovecharemos-. Mis hijos, como si fueran jóvenes americanos gordos y relucientes alimentados a bocadillos y hamburguesas gigantes, esperan impacientes. Mi madre sigue sin hablar. 14 de mayo 2020 De repente, ¡plof!, y salto de una vida a otra sin recordar nada de la anterior. Ahora no sé cuál es la verdaderamente real. 15 de mayo 2020 Estoy limpiando y cojo un cepillo de dientes ya desechado para su función y que ahora utilizo para llegar a sitios donde no puedo con el estropajo, pero está tan viejo que casi no le quedan cerdas. Pienso – ¡pero cómo he podido guardar esto! Y lo tiro a la basura. ¡Qué sueño más tonto! 16 de mayo 2020 Estoy en un lugar que no reconozco y me veo contando dinero, todo en billetes. No sé si lo acabo de recibir o si lo tengo que entregar. Mis hijos me miran con atención y no dicen nada. 17 de mayo 2020 Paseo por un parque o jardín. El sol, que se cuela entre árboles y arbustos; me reconforta. Estoy feliz y tranquila. 18 de mayo 2020 En sueños me he encontrado con una compañera, cosa rara porque apenas salgo, y me ha comentado: -Qué bien, ahora tenemos más tiempo para formalizar la matrícula-, ¿Qué matrícula?, digo yo. –Pues la del próximo curso-, me responde. Y yo me he quedado callada pensando quién de las dos estaría más tonta. No sé si llegué a despedirme. 19 de mayo 2020 Ante la imposibilidad de recordar nada de lo soñado esta noche y ni siquiera sé si ha habido sueño, contaré uno que, con toda seguridad, sea común al de toda la población mundial. Vivía La Gacetilla nº 7

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codo con codo junto a una gran enfermedad terrible que me impedía respirar, quería gritar y no podía, mi cuerpo se había paralizado, imposible moverme en la cama a pesar de mis esfuerzos por hacerlo. El sueño ha sido muy largo, me ha parecido casi interminable y poco a poco he notado que las sábanas me habían enrollado y he despertado envuelta en sudor y con el pánico reflejado en mi rostro. Instantes después me he dado cuenta de que solo había sido una mala pesadilla. Respiré aliviada. BEGOÑA GONZÁLEZ Miércoles 13 de Mayo. Hoy he soñado que paseaba entre cipreses, al despertar, aún sentía su aroma. Jueves 14. Esta noche he sufrido pesadillas. Mejor no recordarlas en su totalidad. Viernes 15. He visto corazones que se unían para apoyar la cultura. Lástima el intento que destruyó el sueño. Sábado 16. Hasta casi el amanecer, mi sueño no ha querido llegar. Ha estado liado y confuso. Domingo 17. Sabía que justo esta noche sonaría con Él. Ha salido de la pantalla sólo para mí. Lunes 18. El búho se ha hecho oír sobre la copa del abeto. Es medianoche, hora magnifica donde sueño con Hadas y Elfos. Martes 19. Llevo días mirando cielos, parece que me hablan. Despido al Sol entre rojos. Luego las estrellas, serán las que guíen mi deambular soñador.

AMELIA GARCIA DÍA 13 Soñé que cruzaba un bosque, altos árboles no dejaban traspasar los rayos del sol, al fondo un río, cruzaba a la otra orilla, me adentraba en el agua, la profundidad se acentuaba, sentía que me hundía, quería gritar pero no podía…… Desperté sobresaltada. DÍA 14 Hoy soñé con grandes pájaros, volaban a las cumbres de las montañas, yo iba en uno de ellos, tocaba las nubes y éstas se deshacían como pompas de jabón… Desperté. DÍA 15 Soñé con la bici que mi padre me compró de niña, pedaleaba, pedaleaba, y las ruedas no avanzaban, no giraban, estaba paralizada en el tiempo, un ruido me despertó bruscamente. La Gacetilla nº 7

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DÍA 16 Hoy soñé con una muñeca que era una caperucita roja, regalo de reyes, tenía una pañoleta y dos trenzas, quise peinarla, desanudé el pañuelo y estaban las trenzas pegadas en él. Era calva, iba a tirarla por la ventana, me desperté… DÍA 17 Hoy soñé que caminaba por la ciudad, estrechas callejuelas serpenteaban, escaleras de bajada, vueltas y vueltas en derredor, como un laberinto sin encontrar la salida, desperté sin saber dónde estaba… DÍA 18 Hoy soñé con una playa llena de tortuguitas que rápidamente se dirigían al mar, yo corría y corría y no lograba alcanzarlas, flotaban ya en el agua, desperté… DÍA 19 Hoy soñé que iba en un tren, se desplazaba lentamente, recorría pueblos, campiñas, estaciones una tras otra, pero no se detenía en ninguna, seguía y seguía, el viaje no tenía fin, hasta que desperté… DÍA 20 Soñaba que recorría el cementerio, altos cipreses de sombras alargadas, silencio absoluto, de repente los ángeles de las tumbas iniciaron el vuelo, las lápidas se levantaban, los muertos caminaban rodeándome, el terror me dominaba, de un saltó me desperté… DÍA 21 Hoy soñé con lluvia, mucha lluvia, arreciaba la tormenta y se estrellaban las gotas con furor en el cristal de la ventana. El día triste se difuminaba, dentro el resplandor de los leños llenaba la estancia de sombras chinescas, desperté plácidamente… ASUN PÉREZ Día 13. Hoy he soñado que estaba haciendo un reparto de paquetes. Tenía encargos individuales que preparar, pero había mucho caos. Día 14. Mi sueño hoy consistió en que estábamos jugando y había una recompensa para el ganador. Yo corría y corría, mi cuerpo avanzaba pero mis piernas estaban bloqueadas y me desperté sudando. Día 15. Hoy, como tantas noches, aparecían esas pruebas: positivo, negativo. Esa angustia ,esa incertidumbre. Día 16. Mi sueño era de alegría. Estaba esperando a mis nietos, venian a darme un abrazo. Día 17. Esta noche íbamos en autobús. Viajábamos hacia algún lugar. Cuando llegamos al destino algo pasó. No nos dejaban alojarnos y me desperté. Día 18. Estaba en un gimnasio levantando pesas, y cuando logreé subirlas me desperté cansada. La Gacetilla nº 7

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Día 19. Hoy mi sueño era en la playa. Yo me acercaba y las olas me alcanzaban. Vi a un ermitaño con su concha y me escondí en ella. Día 20. Mi sueño era que estábamos de paseo por el campo entre amapolas y caminos y apareció una tormenta que nos caló. Mª JESÚS BALBAS SUEÑOS SIN RUMBO Día 13 Hoy terminó el día súper cansada, un poco de leche, paracetamol a descansar y bellos sueños. Día 14 Campos secos. Sueño con lluvia. Despierto con un sol radiante. Qué pena. Día 15 Sueño soso sin fu ni fa. Abro los ojos y digo: ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto! Surge la sonrisa. Día 16 Sueño con el momento tan bello del desayuno, en el porche con un sol radiante y el canto de los pajaritos. Bello sueño. Día 17 Sueño reunirme con los hijos y nietos, también los amigos, esperemos superarlo pronto y se haga realidad. Día 18 Soñaba con la apertura de bibliotecas, museos también las Iglesias, y por la mañana vi que era verdad. Me dio mucha alegría. Día 19 Esta noche he tenido pesadillas; muchas hileras de ataúdes que iban solas. Llena de miedo y dolor desperté. ESPERANZA VALDERRÁBANO Día 13 Soñé que era un águila, surcaba valles y montañas. Día 14 Soñé que eras feliz, y eso me lleno de alegría. Día 15 Soñé que viajaba por el mundo sin mochila. Día 16 Soñé que había visto a Dios. Día 17 Soñé que era una bruja y viajaba en una escoba. Día 18 Soñé que tenía una varita mágica y conseguía curar la tristeza. Día 19 Soñé que mi lugar no era de este mundo y me asusté. Di 20 Soñé que tenía 20 años. Qué contenta estaba. Lo peor fue al despertar y mirarme al espejo.

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24 HORAS EN LA VIDA DEL PLANETA ÁNGELES PESQUERA 00:00. Una mujer ha dado a luz en el vestíbulo del Hospital Central de Chiquimanda. El niño ha llegado bien y con mucha prisa. Se le augura un futuro prometedor. 01:00. El río Jamacuco a su paso por la ciudad de Jamacucandia disminuye su caudal después de haber estado varios día a punto de desbordarse. 02:00. Por fin, y después de un laborioso recuento, los votos emitidos en las últimas elecciones en Brontania han dado como claro ganador al partido mayoritario en el país. 03:00. Un equipo de científicos de todo el mundo han logrado desarrollar un medicamento de bajo coste para paliar el hambre en países subdesarrollados. Este medicamento disminuye las ganas de comer. 04:00. El volcán Turandó ha expulsado tal cantidad de brasas, que los habitantes de las poblaciones cercanas no tienen que preocuparse este invierno para tener calientes sus hogares. 05:00. Acabamos de conocer, a través de la agencia Freenews, que en el país Literarium ya han notificado el ganador del prestigioso premio que patrocina. Ha sido concedido a M. Gordinius Flaqui por el conjunto de su obra concebida gran parte de ella en un estricto confinamiento voluntario. 06:00. Más de la mitad de la población del hemisferio sur ha vibrado hace poco menos de una hora viendo el fabuloso gol marcado por Golinemao que ha dado la victoria a la selección de su país. 07:00. En la capital de Maxturcio se está produciendo en estos momentos una batalla campal entre bandas rivales. Se ven muchos cadáveres en la zona, algunos de viandantes que pasaban por allí. 08:00. Acaba de atracar en el puerto de Marfeliú un crucero procedente de Argentia y se esperan dos más durante el día que activarán el comercio y la hostelería de esta tranquila ciudad. 09:00. A esta hora se abre una rueda de prensa en nuestra ciudad para presentar el ambicioso proyecto arquitectónico que la cambiará radicalmente, según opinión de los expertos. A ver si luego no la reconocemos. 10:00. Después de una hora de estar abierta la Bolsa en Europa, todos los índices cotizan en verde y subiendo, siguiendo la tónica registrada ayer en la asiática. Buena noticia. 11:00. A esta hora de la mañana ya han empezado de nuevo los disturbios de carácter religioso en la capital de Libertad, país que, en otro tiempo, era modelo de tolerancia y confraternidad cultural. Una pena. 12:00. En el zoológico de Mundamón, una mujer ha sido agredida por un mono travieso que, no se sabe si por ganas de jugar o por su carácter violento, ha agarrado a la mujer por el pelo y se ha quedado con la peluca en la mano. La Gacetilla nº 7

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13:00. Dada la gran afluencia de público lector registrado en la mayoría de las bibliotecas de nuestro país, la ministra de cultura acaba de comunicar que en el próximo mes contratará a un número suficiente de personal para que puedan atender estos centros durante domingos y festivos. 14:00. El ébola vuelve a sembrar la muerte en Zarabanda. 15:00. Accidente aéreo en el Pacífico. No hay supervivientes. 16:00. A través de un complicado sistema informático instalado en el lejano país de Churundi, se ha conseguido descifrar el lenguaje de los extraterrestres que hace unos meses visitaron nuestro planeta. 17:00. Protestas y grandes manifestaciones reclamando más libertad en Hunikchiam. 18:00. Descubierta en Australia una galaxia en forma de anillo de fuego cósmico lejos del sistema solar. La han denominado R5519. 19:00. El presidente de Corea del Sur no puede viajar en el espacio-tiempo, según ha admitido el régimen del este país. 20:00. La mezquita de Córdoba se reabre, con restricciones, para el culto y visitas turísticas. 21:00. La prestigiosa firma de automóviles Volkswagen, debe indemnizar a 200.000 clientes alemanes por el fraude de las emisiones contaminantes en sus vehículos. 22:00. Se suspenden en todo el mundo los ensayos clínicos con hidroxicloroquina. 23:00. Ha muerto el presidente del lejano país Torivuntae después de una corta enfermedad. Los familiares han dicho que se ha ido arrepintiéndose de sus pecados. Dios no se lo ha creído. AMELÍA GARCÍA 0:00 Aquí, donde habito, un día más en mi vida. 1:00 París es una fiesta. Music Hall. 2:00 En Venecia pasean enmascarados en sus góndolas. Es Carnaval. 3:00 En Terranova grandes barcos pescan aprovechando aguas frías (corriente del Labrador). 4:00 En mi ciudad el panadero está amasando harina, levadura y sal. 5:00 En Tokio, país del sol naciente, está amaneciendo. 6:00 En Madrid el Metro empieza a funcionar. 7:00 En Polonia comienza la jornada continua de trabajo. 8:00 En la Facultad de Filosofía de Valladolid dan comienzo las clases. La Gacetilla nº 7

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9:00 En Bruselas, Parlamento Europeo, comienza la hora de visitas. 10:00 En Madrid, Museo del Prado, abre sus puertas. 11,00 En el Bosque de Compiegne (Francia), un 11-11- 1918 se firma el armisticio. Fin de la 1° Guerra Mundial. 12:00 En Santiago de Compostela tocan campanas; hora del Ángelus. 13:00 En Turín salida a tomar vermú. 14:00 En Tel-Aviv, puerto de Jaffa, se come Hummus y ensalada de remolacha. 15:00 En España se duerme la siesta. 16:00 En New-York cierra la Bolsa. 17:00 En Pakistán, hace unos días, hubo un accidente de avión. 18:23 En Madrid 1981, Hemiciclo, Antonio Tejero, intento de golpe de estado. 19:00 En Jerusalén, Muro de las Lamentaciones, judíos ortodoxos rezan. 20:00 En Estambul, Puente Gálata, hermosa puesta de sol, siluetas de mezquitas y sus minaretes. 21:00 España, verano, terrazas, una cervecita. 22:00 En Jordania, Ramadán; acaba el ayuno. 23:00 En Berlín1989; caída del Muro. ASUN PÉREZ A las 0'00 horas en Palencia, preparando la mochila para esta experiencia. 1'00, en Madrid, aeropuerto destino.... 2'00 estamos en la India, Nueva Delhi, choque de olores, aromas y colores. 3'00 Delhi capital de la India, es considerada la ciudad más antigua del mundo. 4'00 Madrugada para visitar Benarés. Recorrido en barco por el rio Ganges, y ofrendas de velas. 5'00 Espectacular salida del sol. El reflejo en el agua, digno de ver. Ha merecido la pena madrugar 6'00 Visitar Agra, Jaipur.

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7'00 Agra es la ciudad del Taj Mahal, el mausoleo que el Gran Mogl Shah Hahan dedicó a su amada esposa. El Taj destaca por la pureza de sus líneas. La espléndida diafanidad de mármoles insertados de pedrería. 8'00 Jardines, estanques, chorros de agua, flores y bosquecillos componen un marco paradisíaco del que emerge el Mausoleo flanqueado por cuatro minaretes. 9'00 Desayuno para recuperar fuerzas. 10'00 Excursión a Fuerte Amber, con paseo en elefante. 11'00 En Zúrich. Cambio de temperatura, hay que abrigarse. 12'00 Praga maravillosa y Budapest. Viena, ciudad de la música. 13'00 Estamos en Chile haciendo un crucero al Fin del Mundo. Zarpamos en Puerto Arenas. Navegaremos por el Estrecho de Magallanes hacia la Tierra de Fuego. 14'00 Observar el Glaciar Vileda y D'Agostini. Impresionantes neveros de la Cordillera Darwin y las cascadas Punta del Eco. 15'00 Ushuaia, puerto libre, en territorio Argentino y comida del país. 16'00 Bariloche con sus lagos de aguas turquesas; una maravilla.

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17'00 Valparaíso bañado con aguas del Pacífico, frías y embravecidas. 18'00 Viña del mar, una maravillosa ruta costera. 19'00 París, maravillosa ciudad. Notre Damme, paseo en barco, Bateaux Moches, el Trocadero, cena con espectáculo en el Lido. 20'00 Bruselas, bonita con sus callejuelas y visita al Atomio. 21'00 San Sebastián, la ciudad por su elegancia, pasear por ella y tomar unas tapas y cervecita. 22'00 Barcelona y su costa, su famoso Mercado, Museos. 23'00 Teruel pequeño pero precioso y acogedor y Albarracín, parece un cuento. 24'00 Llegada a mi dulce hogar, a descansar que el día, ha sido muy intenso: 27-5-20. ESPERANZA VALDERRÁBANO El marciano Pepe viaja a la Tierra, en una nave invisible para el ser humano. Solo tiene 24 horas y poca información pues ha llegado por casualidad. Sabe que hay 5 continentes y la Antártida, decide 4 horas para cada uno.

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A las 00:00 empieza por África, a la 1:00 divisa el desierto del Sáhara, va tomando notas pues piensa venir otra vez con más tiempo, a las 2:00 ve las pirámides de Egipto y el inmenso Nilo, a las 3:00 grandes bosques; aparca su nave para a las 4:00 ver un poco más de cerca a los animales que lo pueblan; pasa a Asia a las 5:00, ve Siberia 6:00, China a las 7:00, Japón a las 8:00. Va alucinando, por supuesto tengo que venir con más tiempo. A las 9:00 va a América, a las 10:00 vuela por la Amazonía, a las 11:00 aterriza en Colombia; le llamaron la atención unos polvos blancos, sintió curiosidad, lo tomó y se quedó dormido hasta las 24:00 horas que se tenía que ir. Qué planeta más raro, pensó. BEGOÑA GONZÁLEZ A las 0,00 aún quedan pacientes en el hospital de Soria. A la 1,00 en la ciudad de Sueñalotodo, quieren olvidar y se toman un somnífero. A las 2,00 en Lugo, llegan cantares de meigas. A las 3,00 los impacientes salen en busca de copas pero encuentran restos de mascarillas. A las 4,00 en una selva de Honduras, flora y fauna recuperan equilibrio. A las 5,00 un hombre no pasa el control del corona y tiene que hacer cuarentena en Bogotá. A la 6,00 en el cerro del Cristo Palentino el sol baña la ciudad de oro. A las 7,00 en el pueblecito de Piña un vecino madrugador camina hacia el bosquecillo de las sombras. A las 8,00 las palomas vuelan alocadas, son como despertadores sin control, aquí en Palencia. A las 9,00 ya es hora de laborar, dice una anciana y con dificultad, sale a dar de comer a las gallinas. A las 10,00 una mujer desayuna de pie y en su cabeza ronronear los quehaceres, allí en Perú. A las 11,00 en el Atlántico bailan las olas con los delfines. A las 12,00 desde el Parque Natural de Doñana, las grullas señorean. A las 13,00 hay cocinas que huelen a puro amor como la de Femina en Rodezas. A las 14,00 en un comedor social la cola es interminable. Digamos que hablo de Madrid. A las 15,00 en un monte llamado el Viejo, robles y encinas, extrañan, humanidad. A las 16,00 ya es hora de siesta española. A las 17,00 el cielo portugués avisa de afluencia de turistas. La Gacetilla nº 7

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A las 18,00 en Tánger, las especias lo inundan de mil olores. A las 19,00 dicen que en Benidorm, la gente se mata por una terraza y una silla. A las 20,00 cientos de personas salen a las calles con sus mascarillas, el destino, da igual. A las 21,00 vuelven los zombis; muchos ya no llevan mordaza. A las 22,00 en el teatro Calderón de Valladolid, se oyen fantasmas que aplauden solos. A las 23,00 algunas pandillas ya se hacen arrumacos, cuidadín que yo los vi. A las 24,00 el gran PLANETA TIERRA respira aliviado. Tendrá que almacenar pureza pues parece, no va a durar mucho.

OTRAS PROPUESTAS LAURA HERRAEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 4º DE EDUCACIÓN SOCIAL MICRO RELATO SOBRE VIAJES EN EL TIEMPO No soportaba más la idea de estar encerrado. Tacho un día más en su calendario e hizo girar la rueda de su máquina del tiempo. La rueda que le haría avanzar en el tiempo. Había calculado que con un par de vueltas podría ver el futuro, pasear un rato y volver. No le gustó lo que vio; cielos grises por la contaminación, gente con mascarillas sin poder respirar oxígeno puro. Le dio tanto terror que ese fuese su futuro, que volvió a casa y giró la rueda para ir ahora al pasado, donde todo era mejor. Giró, entonces en dirección contraria, pero el cielo seguía estando gris. Continuo girando y mirando el cielo con desesperación… ¿Había funcionado alguna vez su máquina? DE ANIMALES Calentando mi frío cuerpo, con todas las comodidades posibles. Veía Pingüinitos, ignorantes de toda situación que iban pasando a mi alrededor, de un lado a otro, con bandejas a rebosar de copas y de comida. Sirviendo a todos esos obesos leones hambrientos, que no podían esperar el momento de devorar la comida por gula. Con tantas ansias como una pitón que desencaja sus mandíbulas y engulle a su presa. Luego dirán que somos buitres por comer de su carroña. Mª JESÚS BALBAS En el prado había grupos de árboles pero destacaba un roble señorial, un tronco de grandes dimensiones, ramas espesas para disfrutar de su sombra. Me acerqué. Quería abrazarlo. Mis brazos se quedaron pequeños. Quería sentir el latido de su interior; abrazada a él sentí una gran paz. Me quedé un largo rato, y sentí una gran serenidad. Me senté en el suelo y encontré la paz que tanto necesitaba...

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MARÍA MARTÍNEZ ESTUDIANTE DE PRÁCTICAS DE 4º DE EDUCACIÓN SOCIAL Así estoy yo sin ti Igual de triste que las calles vacías de un frío invierno Así estoy yo sin ti Igual de desolada que las calles lúgubres de Chernobyl Así estoy yo sin ti Igual de apenada que un sauce llorón en plena estrellada Así estoy yo sin ti Igual de sola que Juana de Castilla sin su Felipe Así estoy yo sin ti DE ANIMALES Ya no sabía si mi gato tenía cara de perro porque me emborrachaba a whisky con cola de caballo o porque no paraba de besar a ranas en mi balcón sabiendo que no se iba a transformar ni en un pobre hurón. VIAJE AL PASADO Una niña Después de estar hablando durante horas con una niña que había conocido en mi viaje al pasado la prometí que en un futuro iba a convertirse en una mujer fuerte. Volví al presente sabiendo que había enseñado a mi yo del pasado a ser un poco más feliz. CONCHA LOBEJÓN Sabía que no había sido un sueño... En su viaje había contemplado su propio nacimiento.

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A MODO DE SÍNTESIS

Sembrando ilusión Y abonando el trabajo El curso ha pasado ÁNGELES PESQUERA

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Digo adiós a este curso sintiendo nostalgia de lo querido y vivido. Espero que estos folios en blanco puedan ser escritos con historias en fechas próximas. BEGOÑA GONZÁLEZ

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Mi infancia son recuerdos en sus pupitres. La cultura, la libertad, la sabiduría. Antigua Universidad de Baeza (Jaén). Aula donde impartia clases Antonio Machado. ASUN PEREZ

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Tinta y papel escapan al aire. Las vocales saltan al compás del viento. ASUN PÉREZ

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Ya terminamos. El trabajo del año. Ha sido corto. Mª JESÚS BALBAS

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Aeiou Letras forman palabras Versos poesía ESPERANZA VALDERRÁBANO

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Papel mojado, tinta revoloteando, nubes de letras. AMELIA GARCIA.

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Hojas en blanco, letras descolocadas, inmensos libros. AMELIA GARCIA

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