La gacetilla nº 4

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La Gacetilla nº 4 CENTROS DE MAYORES DE LA PUEBLA Y SAN JUANILLO. AYUNTAMIENTO DE PALENCIA – UNIVERSIDAD POPULAR DE PALENCIA

Curso 2016-17

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Fotografía: Shōji Ueda

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA Profesora: Concha Lobejón Sánchez


NUESTRO DIARIO

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SALUDO ELISEO DEL BLANCO

Cuando hace unas semanas paseaba yo por la sombra benéfica que los edificios proyectan sobre la acera de los números pares de las calles Manuel Rivera y Casado del Alisal, me dio alcance una señora incitando a su perra a que me mordiese y es posible que la frase fuera de este tenor: “Muerde a este señor”. En unas décimas de segundo pensé ¿por qué esta señora tendrá estas intenciones tan aviesas contra mí? Pero al oír lo de “señor” ya me licué, me derretí como mantequilla en recipiente caliente, porque... si te dicen “señor”, no puedes pensar en agresividad ni en intenciones perversas. Y, naturalmente, no las había porque las tales no caben en la naturaleza benévola de la profesora Concha y ella era la que me había alcanzado. “Salúdela y saludóme....y después que nos pagamos las respuestas” como diría Don Pablos, caminamos juntos un corto trayecto y en la conversación salió pie para esto. Pocos días después se me encendió la “bombilla” y me dije: Si tan buenos recuerdos mantienes de tu profesora y condiscípulas ¿por qué no las saludas? Y aquí estoy tratando de hacerlo de forma que no desdore en demasía las enseñanzas recibidas y que no desdiga de vuestros merecimientos porque este curso no lo vamos a compartir al haberme inclinado por el arte y su historia. Pues bien, que conste que os recuerdo con mucho cariño y, empezando por la “profe” que para eso ocupa el centro y siguiendo el movimiento de las agujas del reloj, a Eva, Carmen, Lucía, Agustina, Carmen, Rosa Mari, Lourdes, Mari Chus, Charo y Ángeles sin olvidarme de Laura y de las otras tres, Isabel, Karen y María, que pusieron su juventud a nuestro servicio cultural durante el curso pasado. Espero que sepa asimilar las huellas de tantos pueblos como han pasado por esta España y que me retrotraen a aquella Enciclopedia Álvarez de mi infancia; supongo os acordáis de los fenicios, los griegos los romanos, los vándalos, suevos, etc, etc. Un abrazo muy cordial para todas.

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BEGOÑA GONZÁLEZ En una comunidad de blanco y negro, no entren los colores del arco iris, sus inquilinos aprovechan sus ratos de espera saliendo al pequeño balcón de sus viviendas para sentir el calor del sol otoñal. Paquita, la del 1º A intenta saludar a Juana la del 1º B, pero esta no la tiene mucha simpatía y, gira la espalda mirando hacia otro lado. En el 2º A Marta y sus dos hijos aguardan la llegada del cabeza de familia, y Tomasa del 2º B mira impaciente hacia abajo, esperan que alguien traspase la oscura entrada del edificio. El balcón del 3º A está ocupado tan solo por cachivaches y ropa tendida y, muy próximos, en el 3º B, unos ancianos esperan estáticos la comida del catering domiciliario. En la entrada, entre tierra y guijarros, han salido hierbas y algún que otro cardo. La esperanza crece sobre un pequeño y solitario pino.

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ÁNGELES PESQUERA LA PROSPERIDAD Del campo a la ciudad. A las afueras. Alguna oportunidad habrá, pensaron. Y con el escaso equipaje llenan la pequeña casa molinera que encuentran a bajo alquiler. (La calle embarrada en invierno y llena de polvo en verano.) El hombre sale en busca de trabajo. Y alguien le habla de la Prosperidad pero que hay que buscarla en otro país. Y allá se van sin saber dónde está. No van solos. Otros tienen el mismo sueño. Quieren ver y tocar la Prosperidad. Años duros pasaron en su busca. Pero volvieron. Y en el lugar donde antes estaba esa pequeña casa molinera, encuentran un enorme bloque de viviendas. Cada una con su balcón. (La calle embarrada en invierno y llena de polvo en verano.) Y allí se quedan con el trozo de Prosperidad que con tanto esfuerzo han conseguido. Y como ese pequeña parte que ellos trajeron, se unió a la de otros muchos en su misma situación, poco a poco la Prosperidad se fue haciendo hueco entre todos. Sus hijos ya no tuvieron necesidad de ir a ese país en busca de nada. Incluso alguno estudió en la Universidad. Pero los hijos de sus hijos… Esa ya es otra historia. 5

PATIO DE VECINAS CHARO ÁLVAREZ Allá por los años sesenta no había televisión, las noticias se extendían de un balcón a otro balcón. -¿Sabéis algo de la Encarna? no ha salido a saludar. _No querrá que la veamos... estará con D. Marcial. Todas ríen. -La ropa tiene tendida blanca como la nieve la recogerá enseguida para que el sol, no se la queme. ¿Quién va a bajar al mercado? la puedo ayudar yo... aunque sean bolsas livianas, no tenemos ascensor.

-Yo ahora mismo bajo, ligera mi bolsa será mi marido está en el paro

y no podemos gastar. -!Qué carajo de dinero! Otros, tan ricos.... -Señoritos con sombrero y clavel en el ojal que no pagan bien al obrero. -Vamos a cambiar de tema. -¿Cuándo asfaltarán la calle? No se puede caminar... -Y si llueve, ni te cuento, llena de charcos está. -¿Sabes que piden dinero para poderla arreglar? -Pa eso, esta Nazaria, no da. Primero que den trabajo pa no tener que emigrar.... al marido, a la mujer, al hijo al obrero en general.. Cuando haya trabajo "pa todos" la Nazaria, pagará. La Gacetilla nº 4


Mª JESÚS BALBAS Salen a la terraza hacer el comentario del día; la del primero izquierda dice: - ¿Qué te pasa María, que gritas tanto a Pilar? - Qué la tengo dicho que no tienda la ropa sin escurrir porque me pone todo perdido. Pero mírala. Cómo que no va con ella. Pilar contesta: Tú haces lo mismo. La ventaja que tienes es que vives en el primero y no molestas a nadie. Carmen dice: Dejar de discutir y tengamos la mañana en paz ¿Vais a salir al mercado? Lucia la del tercero le responde: Sí. - Hazme el favor de traerme el pan y una lechuga, tengo mucha costura y no quiero salir. - No te preocupes. Hoy por ti mañana por mí. Felipa la del tercero y su familia contestan: Eso es lo que tenemos que hacer los vecinos, ayudarnos y tener la fiesta en paz. UN EDIFICIO LUCÍA PÉREZ Unos pocos m² por familia. La mujer sola. Está a sus cosas. El paso de las horas le hastía Sale al balcón, ve más como ella. Una tiende, otra sacude, otra observa y calla. De pronto se miran, sonríen, hablan, se comunican. ¿Es algo del pasado?, me pregunto. Ahora hay más comunicación, es la era, dicen. A solas en una pantalla y, no nos oímos ni la voz. Para algunas cosas el tiempo pasado sí fue mejor.

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VENTANAS Y BALCONES ROSA MARIA CALZADA Al marido de Teresa, por problemas acontecidos durante la crisis a lo largo y ancho de nuestro país, se habían hundido totalmente sus negocios, y tuvieron que deshacerse d todo lo que poseían, (y era mucho) y comprar una casita en un barrio humilde que era lo único que podían permitirse. Cuando fueron a vivir a la casa nueva, Teresa comprobó que las vecinas hablaban unas con otras por las ventanas y balcones a voces, y se dio cuenta de lo ordinarias y vulgares que eran, y ella se sintió fuera de lugar, por la clase que tenía, y era de las que pensaba, tanto tienes tanto vales. Pasaba el tiempo y empezó a darse cuenta que a pesar de ser poco refinadas eran buenas personas. Cuando llegó, tardaron unos días en colocarla los electrodomésticos más básicos y cocinó y lavó cada día en casa de una vecina. Se habían puesto de acuerdo para que se sintiera a gusto hasta que estuviera todo en su sitio. Se la había suavizado un poco el carácter dominante y altanero que tenía y poder vivir en correcta convivencia. A veces la envoltura exterior no tiene nada que ver con el interior, que en definitiva es lo que cuenta. Mª DEL CARMEN GUTIÉRREZ Empezamos las clases con los saludos de rigor entre la profesora, Concha, y condiscípulas. Todo muy bien y con ánimo de seguir aprendiendo y discurriendo por la viñeta a tratar “Patio de vecinas”. Este tema –como yo lo llamo- me sugiere la necesidad que tenemos los humanos de comunicación personal, sin móviles por el medio. En mi opinión, yo me creo que la comunicación entre las personas es un factor muy necesario. Porque una cosa es hablar y otra comunicar. Reza el dicho: “Nadie es nadie en solitario”. La comunicación es salud: se refleja en el carácter. A la vista está que las personas simpáticas y dicharacheras se las nota más felices y positivas. Las personas introvertidas y poco comunicativas te inspiran respeto, vamos que no te atreves a dirigirles la palabra. Hay ciudades que imprimen carácter según su clima. Sevilla se desborda de alegría –hasta las piedras parece que te hablan-. Palencia, aunque quiera, no puede. El frío del invierno te hiela las palabras y las enmudece. Los pobres perros –algunos tan denostados- y que necesarios son: no sólo ejercen de lazarillos, sino también de vía de comunicación. Cuando los sacas a pasear, qué contentos se ponen; saben que se van a encontrar con alguno de sus congéneres y, a través de sus ladridos, ellos también se comunican al igual que sus amos con ellos. Sabido es que hay programas en la “tele” que son unos auténticos “bodorrios”, pero no dejan de ser un mal necesario. Estos te ayudan a desarrollar tu capacidad de análisis racional y aprendes a discernir. Hay personas que, gracias a estos programas, palían su soledad y colaboran haciendo llamadas a la “tele” dando su opinión. Resumiendo: “El comadreo” es un medicamento muy bueno.

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ESCRIBIR ¿PARA QUÉ? ÁNGELES PESQUERA Principalmente para comunicar. Comunicar sentimientos, anhelos, sueños, recuerdos… -Para contar historias verdaderas o inventadas. Para que alguien lea lo que se ha escrito o para guardarlo en un cajón oculto a la vista de los demás y solo enseñarlo a ese otro “yo” que nos indujo a escribir. -O para evitar que los ojos se llenen de lágrimas. -Para que, sin darnos cuenta, volquemos sobre el papel nuestras ideas, vivencias, opiniones y parte de nuestra alma, aunque el texto parezca inventado. Algo de nosotros siempre queda enredado entre los renglones preñados de palabras. ¿Para qué escribir?- Para estrujar nuestra mente intentando encontrar el vocablo más adecuado a lo que queremos expresar. -Y para hacer trabajar a nuestra imaginación… Mª JESÚS BALBAS Con la escritura se pueden expresar muchas cosas que con la palabra no se sabe dar vida, además salen cosas que parecían olvidadas y que siguen dormidas dentro de nuestros recuerdos. Escribir: Se pierde el miedo y expresamos nuestros sueños, desengaños, alegrías y tristezas. Escribir: Para eliminar nuestra impotencia, cuando los elementos de la vida nos superan. Escribir: En la soledad de la noche solo vemos nuestros miedos. Podemos hacer brillar con la escritura la fuerza de nuestro ¡YO¡ Escribir. Para perdonar y ser perdonados, así encontrar la paz interior que tanta falta hace en el mundo. LUCÍA PÉREZ Yo empecé a tomar gusto por la escritura en la escuela, cuando la maestra nos mandaba hacer redacciones. Me gustaba porque me di cuenta de que mi imaginación volaba y además, siempre me decía que lo hacía bien. Después escribía para que no se me olvidara; cartas larguísimas a mi hermano mayor cuando estaba en el exilio, (él aún las conserva). ¡Qué pena! Esa costumbre ya se está perdiendo por los nuevos medios de comunicación. Seguí escribiendo los acontecimientos de mi vida; novio en su tiempo, nacimiento de hijos y ahora estoy haciendo una escrituras preciosas para mi nieta. Cuando sea más mayor se las daré. La Gacetilla nº 4

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Pero no sé si es bueno o no; a mí me ha servido. Tengo infinidad de escritos de una época difícil de mi vida; tristes, dolorosos. A partir de esos escritos, ya que mi interlocutor no me respondía como necesitaba, escribí y aprendí. Expresé en ellos mis necesidades, sentimientos, angustias y alegrías. Estoy convencida de que escribir es maravilloso, y a mí me ha sido útil para no ahogarme y probablemente me ha salvado de padecer una tristeza crónica o depresión (eso no lo digo yo, me lo dijo un especialista). Para todo eso sirve la escritura, lo he hecho y lo seguiré haciendo. ESCRIBIR, ¿PARA QUÉ? Rosa María Calzada Por la escritura narrativa, sabemos de los importantes acontecimientos y sucesos acaecidos desde que se inventó, Han ido pasando de una generación a otra, y a través de los siglos, documentos, y libros. Nos han proporcionado un legado, y por eso nos han permitido conocerlos. Sabemos de razas, pueblos, culturas, etnias, con distintos conocimientos, impresionantes construcciones con distintos artes y estilos, que han dejado huellas indelebles, y a lo largo de los años han ido configurando la Historia tal y como la conocemos ahora. También sabemos de grandes viajes y descubrimientos, y odiseas interplanetarias. Imperios gigantescos conquistadores que sometían a los conquistados a la esclavitud, y guerras que cometían atrocidades a sus congéneres. Tenemos noticias de siete maravillas que hubo en el mundo antiguo, aunque algunas no existen, y otras apenas quedan restos del esplendor que tuvieron en la antigüedad. BEGOÑA GONZÁLEZ ESCRIBIR, ¿PARA QUÉ? Para soltar lágrimas de tinta. Para decir, al papel lo que te sobra y, lo que te falta. Para sentir, que los suspiros no se van por el aire. Para preguntarte, lo que no quieres contestar. Para releer, los escapes del alma. Para compartir, sentimientos y entendimientos. Para sentirte, antigua y desfasada. Para decirte, que aún estás viva. Para ahuyentar, soledades. Para gritar, suave, suave…. La Gacetilla nº 4

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Para querer, desde las entrañas y, que estas sobrevivan. Para decirle, a los sueños, que vengan a visitarme. Para romper, lo escrito y hacer que las palabras vuelvan renovadas. Para unir, letra a letra, significado tras significado, formando el diccionario de la memoria sentimental. Y como no, para desgatar preposiciones: PARA, POR, SEGÚN, SIN, SOBRE, TRAS.

AGUSTINA PUERTAS ¿ESCRIBIR? Escribir es plasmar en un papel la memoria, las experiencias… Yo he vivido ya una larga vida por lo que he tenido experiencias de todo tipo. La niñez nos marca mucho. Nosotros vivíamos en la calle, rodeados de amigos y amigas del barrio. Eso muy importante y nunca se olvida. A mí me gustaba mucho la calle y me dejaban salir si tenía los deberes hechos y todo recogido. Yo tenía muchos amigos. En verano comíamos juntos en las huertas, nos bañábamos en el arroyo y nos íbamos a la era a ver a los del circo que nos mandaban a hacer recados y a cambio nos dejaban jugar con la cabra. Los vecinos nos llevábamos bien. Hoy, cuando nos vemos, nos damos un abrazo grande. Decía Eduardo Galeano “Recordar es volver a vivir”… La familia es el eje de nuestra vida. Con ella nos formamos, para lo bueno y para lo malo. Recuerdo a mi abuela que en mi casa mandaba mucho y era la que más pendiente de nosotros estaba. Jugaba con nosotros y también nos reñía. Nosotros la queríamos. ¿Escribir? Sí. Y leer mucho. Si escribiéramos todos los días un poco sobre aquellas cosas que nos gustan, nos conoceríamos mejor y la soledad en la que vivimos algunas personas, se llenaría de más paz. Escribir para ser más fiel a una misma. Escribir, leer y meditar un poco para descansar del trasiego de la vida. ¿Para qué escribir? Para que otros lean la belleza. En este sentido, la poesía es la base, es equilibrio, es abrirse, es la luz del alma, es bienestar para la mente.

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EL OLVIDO QUE SEREMOS ANGELES PESQUERA En vísperas del pasado día uno de Noviembre, festividad de Todos los Santos, el niño acompañó a su abuelo hasta el cementerio del pueblo a fin de, como se hace siempre por esas fechas, arreglar y limpiar la tumba de un familiar. Naturalmente poco iba el niño a ayudar (sólo tiene cinco años), pero el abuelo lo llevó para que estuviera un poco entretenido y dejara de trastear por la casa, que es su principal afición. Para el pequeño, este fue su primer contacto con ese mundo de los muertos que casi siempre se quiere ocultar a la infancia, y no dejó de curiosear entre tantas lápidas y cruces. En una de ellas se detuvo; la cruz estaba ladeada y eso no le gustó; le pareció que allí, desde hacía mucho tiempo, no había ido nadie a visitar ni arreglar esa pequeña tumba. El abuelo que lo observaba empezó a contarle una historia. Bajo esa lápida ya deteriorada y esa cruz ladeada, estaba enterrado un niño que murió hace muchos años a causa de una fatal travesura. Estaba correteando por el campo, cuando se acercó a un carro que tenía trabadas las ruedas con sendas piedras para evitar que se deslizara por la pequeña pendiente donde se encontraba situado y no se le ocurrió otra cosa que quitarlas, con lo cual el carro rodó hacia abajo y arrastró al niño causándole la muerte. Este pequeño visitante del cementerio (también muy travieso), se quedó impresionado con la historia que le acababa de contar el abuelo y cuando éste se dio la vuelta, intentó enderezar la cruz metálica de la tumba y colocó sobre ella un par de flores de plástico que encontró abandonadas por el suelo. Quizá al niño muerto ya casi nadie lo recuerda, pero este pequeño del siglo veintiuno ha logrado rescatarlo de ese olvido que algún día seremos todos y seguro que vivirá durante mucho tiempo guardado en su memoria. EL OLVIDO QUE SERÉ LUCÍA PÉREZ Yo, Lucía dejo mis gafas a mis hijos y nietos, para que puedan ver el mundo como yo lo he visto. A veces injusto, confuso, desarticulado. Y otras veces generoso, ordenado y estimulante. Y cuando la familia que yo he creado, y a lo mejor algún descendiente de esta se olvide… YA NO EXISTIRÉ. La Gacetilla nº 4

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EL OLVIDO QUE SEREMOS Mª JESÚS BALBAS Mi papá fue para mí como un faro, como un guía, su luz guiaba mis pasos sin él no tenía vida. Cada vez que se ausentaba por destinos de la vida, sentía que me faltaba su cariño, su sonrisa. Fueron pasando los años y mi amor por él crecía, sus risas, su buen humor, me hacían bella la vida. Pero el destino cruel vino a apagar nuestra dicha, una enfermedad fatal apagó nuestra sonrisa. Mi papá y mi mamá lucharon "cómo lucharon". Sus largos meses de esfuerzos

no sirvieron, al fin mi hermana murió. A partir de ese momento todo en mi casa cambió, nos faltaba su presencia era muy fuerte el dolor. En Colombia se vivían luchas, tiempos duros. Mi padre siempre luchando contra la injusticia, la sinrazón, el odio. Para él lo que valía era la justicia, el amor. Él no predicaba una revolución violenta pero sí, un cambio radical del estado. Luchaba por la igualdad de oportunidades ¡y que consiguió! su muerte. ¡Otro zarpazo de la vida! Con su muerte comprendí su lucha, lo mucho que el pueblo le quería. Yo no quiero odio, solo quiero justicia y paz.

EL OLVIDO QUE SEREMOS CHARO ALVAREZ Nunca me había planteado esta cuestión. Estoy segura de que habrá personas que me recuerden por el amor mutuo que nos tenemos (yo lo llamo adoración mutua) y este amor perdurará en su recuerdo, toda la vida. En este caso diría que no existe el olvido. Igualmente que no se ha borrado en mí, el recuerdo de mis antepasados, incluso los de más de una generación. Por otra parte, siempre habrá quien me recuerde de una forma pasajera, para bien o para mal; nadie somos perfectos. Recordaran lo que hice, lo que fui, cómo viví.... Pero poco a poco ese recuerdo se irá esfumando de su memoria y entonces llegaré a entrar en el gremio de los que te van olvidando. Es curioso observar como cuando uno acaba su andadura en esta vida, la gente es generosa, saca su repertorio de todo lo buena persona que has sido. Después, pasado un tiempo, el olvido llega a tal punto que dirán: ¡No recuerdo! ¿Quién era? ¿Cómo dices que se llamaba? Llegados a este punto, entraré a formar parte del grupo de los olvidados.

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BEGOÑA GONZÁLEZ EL OLVIDO QUE SEREMOS. Todo se compone de tiempo, tiempo vivido y tiempo recordado. Cuando mi tiempo se agote, el cielo se pintara de azul marino y, una estrella hará de guía para iniciar un viaje imposible de adivinar. Aquí, alguien seguirá camino, vivirá, gozara y, como no sufrirá, de vez en cuando, le vendrán a su memoria imágenes de una persona que significó algo en su vida, tal vez la amó, la lloró y, posiblemente la sufrió en todo su recorrido vital. Quiero recordar más y mejor, por eso aprovecho día a día mis desgastadas neuronas y pido que lleguen recuerdos, si es posible, los hermosos, los que regalan sonrisa, aquellos que reponen vitalidad, que ayudan a no olvidar lo que fui, lo que soy y, también lo que fueron y son mis seres queridos. Me paro y retrocedo, sigo y me hacen compañía, no hay olvido aún, al menos hoy y ahora, mañana tal vez corresponderá a otras personas, pensar, querer y recordar. Continuando el sendero del nunca olvidar. Mª DEL CARMEN GUTIÉRREZ EL OLVIDO QUE SEREMOS Según un proverbio hindú: “En esta vida no estamos arrojados de la nada, sino insertos en un misterio”. Partiendo de esta idea “del misterio” yo me hago mis propias conjeturas. ¿Hay vida después de la muerte? Si no hay vida mi preocupación va por otros derroteros. El olvido que seremos después de la muerte, según creencias. Los musulmanes no serán olvidados, todos miran en una misma dirección: La Meca. Nosotros, los llamados cristianos somos un poco “ni fu ni fa”. Todo según opiniones. A mí me preocupa más ser olvidada en vida que después de muerta, aunque cada cual con sus gustos. Respetando la tradición, me gusta mucho el camposanto. Cuando lo visito, en vez de darme pena me da alegría. El olvido que seremos: Es el de olvidarte que has vivido y convertirte en un cadáver viviente, que no recuerdes nada de tu vida, que no sepas cómo te llamas, que no recuerdes el nombre de tus hijos o también ser olvidada en vida y vivir a solas con tus recuerdos, no tener con quién compartirlos porque a nadie le interesas. De seguro que en los cementerios de los pueblos no existe el olvido. Todos los fallecidos son recordados por medio de sus lápidas, que pasan de padres a hijos y hasta a nietos. Hay vecinos ausentes de sus pueblos que, llegando su día “triste” quieren retornar a sus pueblos. Otro proverbio:” El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene”. “El olvido que seremos”. Los que viven en la capital –sobre todo los más modernos- tienen por afición la ecología y el cuidado del medio ambiente –y como abono- las cenizas de sus parientes. ¿Cómo no vamos a ser olvidados? En Santiago de Compostela hay un cementerio donde solo reposan los restos de personajes ilustres. Todos ellos seguirán siendo recordados mientras sus libros sean leídos, porque siempre registras alguna palabra. De Valle Inclán este poema: Todo nace/ todo muere/ todo se transmuta/ todo se eleva al cielo/ todo menos la duda. Tenemos a Quevedo: -Poderoso caballero es don Dinero- etc. Pensamiento: Qué tienen en común un cementerio y una biblioteca.

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AGUSTINA PUERTAS ESCRIBIR PARA CRECER – EL OLVIDO QUE SEREMOS No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte y a decir lo que tienes que decir o que debes hacer. No te dejes vencer por el desaliento. No te metas en lo que no te importa. No dejes que el día termine sin haber escrito algo. Siempre sigue a tu corazón. No olvides llevar la cabeza contigo. No expreses siempre lo que sientes. Escucha antes. Comparte conocimientos. El mundo está lleno de muchas alegrías. El conocimiento es saber distinguirlas. Si algo he aprendido en la vida es no perder el tiempo tratando de cambiar el modo de ser del prójimo y a respetar sus decisiones hagan lo que hagan; para ellos estará bien. Cuando pones el corazón en lo que haces, sientes auténtico bienestar. 14

¿DÓNDE NACEN LAS PALABRAS? ÁNGELES PESQUERA Sonidos son las palabras gestados en el viento, que dulcemente los mece y los alimenta. Se adentran en nuestra alma, maduran en nuestro cerebro y surgen torpes y alegres otra vez al viento, convertidos en palabras. CHARO ALVAREZ Las palabras están almacenadas en el cerebro, una vez aprendidas, el conocimiento previo y la inteligencia nos dejan expresarlas, pasando por el pensamiento y haciéndolo físico mediante la voz. La mayor o menor inteligencia permite articular sólo sonidos (ej. animales) o palabras en las especies más evolucionadas. En ocasiones, cuando hablamos, fluyen las palabras demasiado rápidas. Lo mejor sería, tomar tiempo y pensar lo que queremos decir, para así no tener que arrepentirnos de lo hablado. La palabra dicha no sabe volverse atrás.

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Hay palabras que al pronunciarlas decimos: Me han salido del corazón. Suelen ser palabras sinceras, de cariño, de ayuda, con alegría....Otras, no sé de dónde salen, pero sé que se llaman rabia, indignación, olvido... y otras muchas que nos quedan en el pensamiento y no nos atrevemos a pronunciar por temor a no quedar bien o adquirir una crítica negativa. Aquí me sale una palabra "cobardía". Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una. EVA SÁNCHEZ ¿De dónde nacen las palabras? Creo que de nuestra necesidad de comunicarnos, el ser humano es sociable por naturaleza y necesitamos de la palabra escrita o hablada para relacionarnos con los demás. Nos recreamos y gozamos si leemos un buen libro o una poesía u oímos una buena conferencia. Hoy sabemos que muchas de las palabras que usamos tuvieron su origen en las lenguas griega otras del latín y algunas del árabe. ¿Pero cuándo nacen? ¿Quién las forma? Creo que tenemos que remontarnos a millones de años y saber cómo vivían los hombres y mujeres de entonces, se comunicaban por medio de gestos y gruñidos. Todos sabemos que el ser humano evoluciona, va cambiando su forma de vivir, en el físico también evoluciona y sienten la necesidad de dar nombre a las cosas, de entenderse con su clan y con otras tribus. Ese creo que fue el inicio después seres humanos con trabajo y esfuerzo enriquecieron y formaron nuestras lenguas. BEGOÑA GONZÁLEZ EL ENCUENTRO DE PALABRAS Detrás del sol, se vuelven doradas, cual oro bruñido las golondrinas. Detrás de las estrellas, habitan los deseos nunca cumplidos. Detrás un enfado sinsentido, la reconciliación lucha a brazo partido. Detrás de actos inconfesables, aparece ocasionalmente un confesor espiritual. Detrás de lo que fui, no lo deslumbro. Detrás de lo que soy, se lo que fui. Detrás de mí, noto prisa, olvido, persecución, soledad, hambre. Anhelo notar otras sensaciones. Detrás viene corriendo en maratón las más jóvenes, las más desgatadas se apoyan en un práctico bastón. La primeras guardadas aún en una vieja cuna, cantan nanas entre polvo camuflado. Las actuales, las de hoy me gritan ¡ESPERANOS! somos nosotras, “LAS PALABRAS” me vuelvo y las abrazo. De la mano siempre juntas.

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BEGOÑA GONZÁLEZ DÓNDE NACEN LAS PALABRAS Cada día millones de bocas esconden palabras que han recorrido corrientes sanguíneas, salen al exterior después de ser depuradas, pensadas y elegidas, se unen, clasifican y forman burbujitas de aire fresco. Cada música da a luz palabras en partos solitarios. Entre quejidos y lamentos se puede oír a lo lejos el tañido de una guitarra española. Cada vez que una injusticia florece camuflada entre margaritas y amapolas, las palabras hacen de polen reproductivo, forman manifiestos, se preocupan por ser claras y concisas, van naciendo con vehemencia aclaratoria y se esfuerzan mucho por mejorar el mundo. Cada palabra por sí sola no parece nada trascendental, pero cuando unen conceptos, recuerdos y sentimientos, se convierten en algo vital. Nacen y se reproducen en su afán por matar silencios. Cada palabra emana de un lugar distinto, en un momento único, no avisa, y es recibida por un coro bien afinado creando compases de comunicación muy bien afinado. 16

LUCÍA PÉREZ POR QUÉ NACEN LAS PALABRAS Las palabras nacen de las cosas sencillas, de la observación, de la belleza de la emoción, de la inocencia, del sonido de tantas cosas… Hay palabras dulces amargas, bellas, dolorosas, tiernas. Palabras con manos, con tacto para que las personas que no pueden oír o ver puedan entenderlas. Necesito las palabras para ser yo, saber cómo son los demás. Las palabras son VIDA. Mª DEL CARMEN GUTIÉRREZ DÓNDE NACEN LAS PALABRAS Tomando las palabras de René Descartes: “Pienso, luego existo”, mi pensar me lleva a pensar que nacen en el cerebro, en el cerebelo o masa encefálica. Bueno, exactamente no lo sé. Si fuera “fenicia” podría tener más conocimiento de este “nacimiento” porque los fenicios fueron los que propagaron la escritura fonética. La laringe es el órgano fonético que nos permite dar vida a las palabras expresando a través del habla nuestros pensamientos. Sabiendo lo poco que sé de este “nacimiento” no quiero desgastar más mis neuronas. A fin de cuentas, aprendido nadie nace. Aunque hay personas que debido a su coeficiente, aprenden con mucha facilidad, vamos que ya nacen sabiendo. Reza el dicho: “El que nace para burro, del cielo le cae la albarda”. Pero entre burros y necios confunden a sabios porque la ignorancia es muy atrevida. La Gacetilla nº 4


Aunque no sé dónde nacen las palabras, a mí me nació esta copla dedicada a los chicos/as de las olimpiadas: Gloria a España/ hoy crisol de culturas/ gracias al impulso/ de las autonomías/ Gloria a los hombres/ y gloria a las mujeres/ que modernizaron/ esta gran nación./ España querida/ plural y solidaria/protege a tus hijos/ en las olimpiadas./ Que traigan medallas de oro y de plata/ y si son de bronce/ sean bien ganadas./ Jóvenes atletas/ salid a ganar/ que la madre patria/ os lo premiará. P.D. Si entre col y col nace lechuga, permitidme el beneficio de la duda.

IMPRESIONES DE UN PASEO ELISEO SE ACUERDA DE NOSOTRAS Estaba yo tratando de encontrar la forma de “ataviar” este papel transcribiendo en él lo observado durante mi paseo vespertino por las calles y afueras de la ciudad pero de modo tal que fuese digno de “las vuestras mercedes”. (Me dice el ordenador que esto de “papel” no entra dentro de él.) Puede que esto sea, como se dice normalmente, pedir peras al olmo y hasta es posible que, en mi fatuidad, me haya “engolado” tanto como para pretenderlo. Siempre me quedará vuestra benevolencia. Pues bien, deambulaba yo absorto no sé si en mis pensamientos o, simplemente, “estaba en babia”, cuando algo me hizo volver a un estado consciente y, entonces, pude darme cuenta de la flagrante hermosura que me rodeaba; allí estaban los árboles con su pertinaz terquedad por mantener los atributos con que la madre naturaleza les vistió desde la primavera, hojas que conservaban su verdor ya un tanto desvaído y menguado, señal inequívoca de que la savia había perdido su pujanza primigenia. Conviviendo con este verde, exhibían los árboles en su conjunto y cada uno en particular, un panorama cromático digno del mejor pincel aunque, si Salomón en todo su esplendor no se pudo vestir como los lirios, quizás sea demasiado presuntuoso trasladar al lienzo aquellos colores: Había ocres en una gama amplísima, desde el más mustio hasta llegar casi al rojo, la diversidad de amarillos y ¡oh desgracia! estaban las hojas que, privadas ya de la savia benefactora, habían sucumbido y alfombraban el suelo que los viandantes pisábamos sin pararnos a pensar que cumplieron un día con la misión de adorno, dar sombra protectora y cobijo a las aves que, con sus gorjeos, contribuyen a hacer menos inhóspita la ciudad en que vivimos. Seguro que no os he descubierto nada. Espero que nos no salga algún ecologista “coñazo” (Ussia dixit) que nos haga ver nefastas las hojas caídas, claro, y las haga culpables de no sé cuántos resbalones imaginarios que nos lleven a tener que cortar los árboles, a no pisar en las hojas u obliga al ayuntamiento a poner una lona a la altura conveniente para recogerlas y, naturalmente, aquel nos gravará a los habitantes con un impuesto a propósito. Si habéis sonreído, me conformo.

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CON LA A CON LA “A” ÁNGELES PESQUERA Alicaído andaba Alberto Antúnez aventurándose a asimilar antes aritmética, ahora álgebra. Ambas agotaban al alumno asustado ante asignaturas altamente afanosas. Abordó al abuelo, al asesor, al académico. Argumentando al adolescente algunos arreglos aritméticos, al alba, Alberto acabó así aprendiendo. Adormecido abrazó al abuelo amorosamente. Mª JESÚS BALBAS Acompañar al abuelo alicaído, aguantar agotamiento agridulce. Antonia almacenaba almanaques, aguantar al aguerrido alcalde.

Aperitivo apreciable apetitoso, antecedente, arañazo ardoroso. Aliviando las alas al aguilucho. Asimilación asociada, asentamiento asegurado, arruinar al arrozal. AGUSTINA PUERTAS

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Actuar amablemente, así amor, ambientarlo aquí. Ancianas ajenas aparecen arrastrándose acabando alto al aire apenas alguien abre algo alegre al ateneo. Abuela alegre aunque alimenta alas, apariciones, abre amablemente así aclarar antojos. Acudir ancianas amorosas. Acabando apenas aquí. Almas acarician al aire ajustando alta alegría. Agradecida. Amanece. Acudid. Andar acompañada. Acude, Agustina. Arriba. Alerta. CHARO ÁLVAREZ AMAPOLA Al amanecer, adivino ansiosa aquella amapola asomar. Altiva, aguanta al abejorro, al avefría.... Apenas amanece, atentamente, atónitos acechan antes. Algunos asistentes avisan, afrontando al adversario, anteriormente avistado.

Al alba asoman alondras, altas abren ambas alas, ayer algunas aleteaban al ave amigo acompañaban. ¡Aves, aprended a admirar amapolas! así adornaran año a año aquella antigua alameda añorada. ¡Al abuelo apasionaba! La Gacetilla nº 4


EVA SÁNCHEZ Alfonso al amanecer, alegre andando atajos alas aviones al aire acogía violetas, azucenas, alelíes, a ofrecer a Ana atrevido, acéptame amor aguardo abrazo alado aumenta alegría. Abuelo anonadado ánimo alicaído, algunos animales aullaban, antes alegres amaneceres, amores, alegría. Ana ansia ausentarse ahora anhela acto amor ¡ay! asolado asumo aconteceres. BEGOÑA GONZÁLEZ COMENZAMOS UTILIZANDO LA “A” “ABRAZAR” Adela acercaba amorosamente abrazos apretados, acariciaba abandonos, abordaba alejamientos abrigaba amparos, al anochecer, Adela administraba azucarados anhelos. “ATARDECER” Andando, advirtió amplitud amurallada, andanzas anteriores, ancestros anclados, anacoreta absoluto, autentico anciano, alado al amparo ancestral….Al atardecer acompañados, agua, árbol alameda. “ADVERSIDAD” Azorado andas Andrés. ¡Ay! Avispero, ávido airado. ¡Ay! Axioma, al aire, avisado al alba, auxilio anhelas. ¡Ay! Adoleces adversario, arrimas, apoyas adormeces. ¡Ay! Antes amor, ahora adversidad, aflicción agarrada..

VERSO CON PALABRAS QUE TERMINEN EN ESDRÚJULAS Mª JESÚS BALBAS Ya tengo un estímulo, estoy llena de júbilo, lleno mi corazón de música, contenta pulsaré mi lira trémula. Tengo una vana ilusión tengo mala sensación presiento una catástrofe,

buscaré en tus palabras y sentiré que me amas. El arrullo clásico despierta en tono afónico una enorme seducción. Siento el grito profundo de una bonita canción.

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ROSA MARÍA CALZADA COPLAS CON ESDRÚJULAS Eres de esos aristócratas venido a menos, y repitiéndolo, como si fueras, en la vida, el único que no te trata, de un modo lógico. Estaba sentada en banco áspero y vi dar vueltas a una libélula, me quedé quieta mirándola y batía sus alas creando imágenes. Podías llegar a ser olímpico con vetas de campeón indómito, bajaste a la profundidad, al límite, y lo perdiste todo de un modo insólito. Paseaba en un día espléndido admirando una iglesia gótica en una plaza con forma de triángulo poco común, pero a la vez armónica. 20

Si me quieres dímelo, frente a frente, y sin máscara, no quiero seguir esperándote como el agua, en una cántara. ÁNGELES PESQUERA LA LÁMPARA Un niño frotó la lámpara, pensando en una historia fantástica. De ella no salió ningún genio pícaro ni malévolo. Pero ajustándose a las leyes de la física, sí se estrelló contra la superficie rígida quedando esparcida en considerable número de brillantes partículas. ¡Ay! Dijo la madre ante el desastre doméstico, ¡mi lámpara psicodélica! << ¡Ten cuidado no te cortes!>> (Ya colérica) Y el niño con respuesta rápida: << Mami, creí que era el habitáculo de un genio simpático, pero este era un ser maléfico y lunático>>.

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MARCOS ANA ¿Cómo es un árbol?

¿LA VIDA? (De: En las soledades del muro) Decidme cómo es un árbol. Decidme el canto de un río, cuando se cubre de pájaros. Habladme del mar. Habladme del olor ancho del campo. De las estrellas. Del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llaves como la choza de un pobre. Decidme cómo es el beso de una mujer. Dadme el nombre del amor: no lo recuerdo. ¿Aún las noches se perfuman de enamorados con tiemblos de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa, la luz de una sepultura y la canción de mis losas? Veintidós años... ya olvido la dimensión de las cosas, su color, su aroma... Escribo a tientas: “el mar”, “el campo”... Digo “bosque” y he perdido la geometría de un árbol. Hablo por hablar de asuntos que los años me borraron. (No puedo seguir: escucho los pasos del funcionario).

EVA SÁNCHEZ Nos pides que te digamos cómo son los árboles. Hay muchas clases; te citaré algunos: abetos, robles, olmos, hayas, etc. Yo te diré cómo veo a la encina. No sé si será cómo tú la verías en tu ciudad, en tierras salmantinas donde naciste. Árbol sencillo, recio que aguanta todos los climas. Su origen es de Babilonia fue considerada sagrada en algunas culturas, como símbolo de fuerza, solidez y longevidad. Dio sombra a pastores y a grandes hombres, y hasta un dios (Zeus) dicen que a su sombra meditaba.

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Antes de que caigan sus hojas viejas, ya han brotado las nuevas pues es un árbol de hojas perennes. Permíteme que te diga que igual que a la encina te veo a ti: Recio, fuerte. Aguantaste los sinsabores que la vida te dio. No te amilanaste. Saliste más fuerte de tus condenas injustas y la savia y tu saber lo trasmitiste en tus libros. Mª JESÚS BALBÁS EL ABETO Hay muchas variedades de árboles, con muchas formas y con múltiples historias. Yo voy a escribir sobre un abeto. Hace doce años planté un abeto que media sobre dos metros. Estaba precioso. Llegó la Navidad y le adorné con motivos navideños. Al retirar los adornos se rompió la guía. Siguió creciendo pero empezó a ensanchar en vez de crecer para arriba. Estuvo así unos cuatro años. Yo le . .empezó a tirar para arriba. Con el paso del tiempo se ha formado la guía. Ahora está precioso. ¡Qué sabia es la naturaleza! Ahora es el árbol más bonito que tengo en la huerta, además no da nada de suciedad, con su verdor perenne da gusto verlo. CHARO ALVAREZ UN VIEJO PINO Cada día por el parque y en todas las estaciones, yo miro un hermoso pino cómo se apagan sus colores.

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En su tronco, iniciales al lado de un corazón donde enamoradas parejas graban sus fieles promesas. De los frutos del pasado ya no queda cosecha, de raíces incipientes no queda ni una presente. Ya son muchos años... se reflejan en sus tallos, pasa tanta gente a su lado, con tristeza lo miramos. Al lado de ese camino se seca ese viejo pino, un día, creí que lloraba y yo en mi desvarío, lo que lágrimas creí, eran gotas de rocío.

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LUCÍA PÉREZ Palencia, enero del 2017 A la atención de Marcos Ana –donde quiera que esté-. Muy señor mío: Para usted soy una desconocida. Yo he sabido de usted en unas clases de escritura creativa y la profesora nos dejó una poesía suya. En ella deja claro su falta de libertad y me emocionó que pida que le recuerden cómo es un árbol. Le voy a contar como era mi nogal, mi aliado desde mi infancia, donde me escondía subida a él para leer. Mientras, mis hermanas aprendían a coser. Su tronco grueso, rugoso, viejo pero grande y majestuoso. En verano era cómo una gran sombrilla, su sombra abarcaba toda la pequeña mesita de la noria. Aún me embriaga el intenso olor de sus hojas grandes y verdes. En otoño amarillentas. Olía a humedad, a tierra, a musgo, y, sentada entre las hojas del suelo con dos piedras cascando las nueces, me he dado más de un festín. En una de sus ramas teníamos un columpio y cuando me balanceaba y miraba hacia arriba, me fascinaba cómo pasaba el sol entre sus ramas y sus hojas. Para mí era una evasión. Tengo 66 años y hace poco fui a verle. Allí sigue. Menos cuidado, más rugoso su tronco pero aún firme. Me pregunté cómo me vería él a mí. Me abracé a él y no le abarcaba, pero me dio paz, lloré de emoción. Fíjese si le queremos que en sus pies están las cenizas de mi hermano del alma. Y estoy segura de que él me va a sobrevivir, pero cuando vuelva (que lo hago frecuentemente) le daré un abrazo por usted a mi querido nogal. Un saludo

ÁNGELES PESQUERA TE DIGO CÓMO ES UN ÁRBOL El árbol es un ser vivo. Como tú. El árbol no tiene alas. Como tú. El árbol tiene raíces. Como tú. El árbol inspira belleza. Como tú. Y, a veces, tristeza. También como tú. El árbol mira al cielo. Como tú. Es cálido el árbol. Como tú. Algún árbol vive encerrado. Como tú. Y el árbol también se muere. Como tú. A MARCOS ANA. In memoriam.

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LOURDES MON SOTO Un árbol es un modo de nacer y renacer. Ahí está el olmo seco hendido por el rayo que ha visto brotar unas ramas verdes. Un árbol es testigo mudo de amores –cifras que son fechas-. Un árbol es vida: diferencia, soledad, sombra, libertad, esperanza. Un árbol crece lento, imparable. El árbol embellece, alivia, guía pasos perdidos. El árbol da y se da. En los bosques viven muchos árboles y en torno a ellos seres tan variados que solo unos pocos los conocen. Raíces profundas y anárquicas. Hojas innumerables. El árbol; armonía y caos. El misterio de la vida. * He leído con emoción los poemas de Marcos Ana. Impresionada por su belleza, la intensidad emotiva, la palabra necesaria, la fuerza de la comunicación. Su expresión del dolor es sobria y trágica: Mis ojos van secando Su luz contra las piedras. Añoranza de libertad sin rencor. Cuando llegue será para construir. Me gusta muchísimo. Gracias, Concha, por traerlo a la clase-

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LAS FOTOS PERDIDAS DE BARCELONA

Las miradas jugaban en el alero mientras los pasos obedientes seguían la estela negra de la monja que precedía el cortejo. Blancas palomas de comunión. Día de Corpus. Eran otros tiempos. Seis palomitas, dos carabinas y un gavilán. Recuerdos de mi infancia sin monja.

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Las mujeres de entonces eran abuelas pronto. Velos que tapaban. Vestidos negros. Un pequeño descanso al sol. Las mujeres decentes no entran en los bares. Las niñas de entonces aprendíamos a golpe de escucha curiosa. Nadie nos hablaba claro nunca. Dos magas y una aprendiza. Bajo la atenta mirada de esa jovencita, charlan animadas esas dos abuelitas.

Tres oscuros personajes transitan de la oscuridad a la luz. Calle lúgubre. Curas con capa y sombrero. Pensarían que Dios les va a juzgar por la perfección de sus trajes y no por sus buenas acciones y el número de ellas. Cuando accedan a la claridad sus trajes serán igual de negros. Antes, en el tiempo de nuestra infancia, besábamos el anillo que llevaban los curas.

¡Qué triste está la fuente! (El Barça ha perdido). No puedo evitar las pasiones pero sí puedo vencerlas. Hay elementos en las ciudades que son testigos inmemoriales. Ellos permanecen, nosotros nos vamos. La proyección de la luz convierte a este hombre en un pequeño enano. En blanco y negro. Así era la vida.

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Marinero en tierra firme, ten cuidado dónde pisas. Este niño todo lo ve fácil, tendrá muchas dificultades si continúa caminando en contra del mundo.

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Qué tristeza produce a veces la alegría. Solo hay una cosa para poder avanzar, ir más despacio para que un niño te pueda seguir.

Los espejos engañan la mirada y triplican los sueños. Ternura y complicidad en la mirada niña. De puntillas quiero pasar por lo malo de la vida. Las lágrimas de estas niñas son flechas en los corazones de los adultos.

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Sol, energía, vitalidad. Al salto de la comba ningún gimnasio lo puede superar. En el juego es importante saber ganar, pero mucho más saber perder para poder jugar.

Esos ojos de negro azabache me miran fijamente y no puedo entender su lenguaje. Compañerismo. Si esto no existiera sería lo mismo que si se apagara la luz del sol.

A veces oigo gritos en tu silencio. Vendrá. Él sabe que le quiero, porque me dijeron que eligiera a dos hombres, le elegí a él dos veces. ¿Y si todo es una mentira diseñada por un loco?

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Hermanita guapa, protege a los niños, como si tus hijos fueran. Han aprendido el arte de volar como pájaros, nadar como peces y cuidarse como hermanos.

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Formalitas nos quiere Dios. (La diversión es para otros). La clase anterior ha sido tan aburrida que salen al recreo y aún no han reaccionado

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Miles de ojos en la cabalgata. (Ilusión para mañana). 29

Niños expectantes viendo una actuación callejera.

Lo mío es mío, para ti no hay nada así que… no vengas. ¿Qué te pasa linda niña que tiene tu corazón? Tus ojos me están diciendo Que el chupachups se te cayó Làvalo con agua clara y a la boca llévalo.

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Necesito un banco donde asentar mi ilusión.

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No hay soledad más afligida y triste que una persona sin amigos, sin los cuales el mundo es un desierto.

CARTAS AL FOTÓGRAFO DESCONOCIDO AL FOTÓGRAFO DESCONOCIDO En un LUGAR DESCONOCIDO ÁNGELES PESQUERA Desconocido fotógrafo: Te escribo sin saber dónde dirigir esta carta, pero tengo que decirte que alguien te está buscando. No te asustes que, al parecer, no es para reclamarte deuda alguna ni para comunicarte malas noticias. Resulta que anda por aquí un señor con unas fotos hechas en blanco y negro que le parecen extraordinarias. El señor en cuestión es extranjero, te lo puedes imaginar, si un español hubiese encontrado esos negativos, ni importancia habría dado al hallazgo. Bien, pues ha estado indagando en el bar, en la pequeña tienda que aún queda, incluso a la gente que encontraba por la calle, enseñando su pequeño tesoro y resulta que más de un parroquiano y parroquiana ha reconocido a alguna de las personas fotografiadas. “¡Anda! –han dicho- mira Eulalia (la llamaban Lali) vestida de primera comunión, y la señora Eustaquia hablando con su cuñada, y la hija de Teodora (que ya no se acuerdan de su nombre), y Teresita en la escuela y Doña Braulia, la vieja maestra ya jubilada que se está tomando un descanso”.

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En fin, enseña también otras en las que no reconocen a nadie. Parece que están sacadas más en el centro de la ciudad a personas, para ellos, desconocidas. El hombre, el extranjero, quiere saber quién es el autor de tal obra de arte (así lo define) pero nadie le da razón de tu identidad y menos de tu paradero. A lo más que han llegado los más viejos es que recuerdan que en una ocasión anduvo por aquí un tipo (perdona el término), disparando su cámara fotográfica a todo lo que se le ponía por delante y te aseguro que sí les parecías bastante raro pues no estaban acostumbrados a ver turistas por este lugar. Seguro que pensaron eso, que eras uno de esos locos turistas que se pasan todo el día andando de un lado para otro y acaban con los pies llenos de llagas. En fin, este es el motivo de mi carta. Que salgas a la luz. Que grites: “Fui yo quien hizo esas fotos y otras muchas, el mismo que iba por los lugares más recónditos buscando ese instante especial que gustase a mi cámara y que pudiera proporcionarme algún dinero qué buena falta me hacía y qué nunca llegó”. ¿Ves? Puede que ahora sea el momento de recibir lo que en otro tiempo te fue negado. Esperando tu pronta llegada te envío un saludo muy afectuoso. CARTA A UN FOTÓGRAFO DESCONOCIDO CHARO ÁLVAREZ 31

Admirado fotógrafo: No sé tu nombre, ni de dónde eres, no sé nada de ti. ¿Quizá fuiste un afortunado que naciste en Barcelona? O tal vez fuiste un turista venido de algún país para recorrer esta bella ciudad. Sólo sé que un día, allá por los años cincuenta, hiciste unas fotografías maravillosas por su calidad y ternura. Ahora sería imposible hacer una fotografía a la fuente de Canaletas capturando a una sola persona a su alrededor. La monja con esa vestimenta, precediendo a niñas de primera comunión, todas ellas, me hacen pensar que fueron tomadas hace bastantes años. No por eso dejan de ser extraordinarias. Por el año sesenta y ocho yo me afinqué en Barcelona. Visitaba con frecuencia el mercado de ”los encants". Era impresionante su extensión y lo que allí se podía encontrar. No tuve la suerte de dar con alguna joya como fueron los sobres con los negativos de esas magníficas fotografías. La gran suerte la tuvo Tom Sponhein, un turista de EE.UU., quien compró los sobres. Cuando reveló las fotos, quedó impactado de tu trabajo. Me encantaría tener más noticias tuyas, saber si has hecho alguna exposición. Quiero creer que sí. Con ese talento fotográfico, no lo pongo en duda. Lo más probable es que esta carta no llegue nunca a tus manos, pero puedo asegurarte que paso a engrosar la lista de tus admiradores.

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Las fotos perdidas de Barcelona ya tienen autora: MILAGROS CATURLA Una paciente investigación de Begoña Fernández descubre a la que merece ser conocida como la Vivian Maier catalana CARLES COLS / BARCELONA Viernes, 24 de marzo del 2017

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Milagros Caturla Caso resuelto. Las llamadas ‘fotos perdidas de Barcelona’ han dejado de ser anónimas. Son obra de Milagros Caturla (1920-2008), que merece sin duda el título de la Vivian Maier de Barcelona. Con una Leica M2, la versión más barata de esta mítica marca, pero muy fiable (con ella, por ejemplo, Alberto Korda tomó la más incónica de las imágenes del Che Guevara) Caturla capturó a principios de los años 60 un conjunto de fotografías de una incuestionable calidad técnica y estética. Circulan de aquí para allá por las redes sociales desde que Tom Sponheim, un estadounidense que durante unas vacaciones compró varios sobres de negativos en los Encants, las reveló y, sorprendido gratamente por lo que allí descubrió, las colgó en Facebook por si alguien conocía al autor. Suponía, como muchos, que eran el trabajo de un hombre. Hacía falta, pues, un Hércules Poirot que resolviera el caso, o eso parecía. No. Ha sido una Miss Marple. Begoña Fernández, otra apasionada de esas historias que se esconden en los negativos de los Encants, que comenzó primero siguiendo el rastro de unos negativos de 1937 que ella misma compró y, de repente, se vio dedicando semanas a una búsqueda de las fotos de Tom cuando supo de su historia. A menudo terminaba en callejones sin salida, daba entonces marcha atrás y, finalmente, halló la pista definitiva y dio así con el nombre de aquella excepcional fotógrafa aficionada. Séptima hija de 10 hermanos, Milagros Caturla estudió para maestra. Nunca ejerció la profesión. Fue funcionaria en la Diputación Provincial de Barcelona. No era un trabajo apasionante, eso seguro. Primero estaba adscrita al Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas. Después, al servicio de agrimensura. Ella, gran lectora, tenía un don creativo latente. La fotografía fue el canal a través del cual lo exhibió en público. La Gacetilla nº 4


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AGROS CATURLAUn contraluz, en un patio de colegio En la edad media del franquismo, a caballo de los años 50 y 60, las distracciones y aficiones a través de las que expresar la creatividad eran pocas. Los llamados salones fotográficos eran una excepción. Eran concursos para aficionados, para que trataran de recrear el estilo de los maestros de esta profesión. Fue ese rastro el que permitió a Begoña Fernández dar con Milagros Caturla. Tenía ya la sospecha de que se trataba de una mujer porque varias de las imágenes recuperadas por Tom Sponheim habían sido realizadas en una escuela y en ellas aparecían exclusivamente niñas. Le parecía extraño que un hombre hubiera traspasado esa frontera en aquella época. La escuela era la Carmen Tronchoni, conocida hoy como Tres Pins. El momento de eureka por parte de Begoña ocurrió cuando descubrió en la prensa de entonces, y con la referencia del nombre de la escuela, la convocatoria de un concurso de fotografía exclusivo para mujeres. En las bases se precisaban los lugares que tenían que ser fotografiados. Aparecía el nombre del colegio, también una escuela de ballet del paseo de Sant Joan… Las piezas del puzle encajaban. Correspondían al trabajo de la misteriosa fotógrafa. Por fortuna, la Agrupación Fotográfica de Catalunya colecciona primorosamente todos sus boletines y este tipo de premios eran allí censados. Allí estaba una de las fotos extraídas de los negativos que compró Tom en el 2001, y que ganó un cuarto premio en el año 1961. Se titula 'Fervor'. En ella, una anciana con un rosario en la mano reza con un gesto de desconsuelo en la cara. No es, ni de lejos, la mejor fotografía de Milagros Caturla. Tal vez el jurado valoró más el motivo que la tecnica. Eran tiempos de religiosidad, aunque fuera por obligación.

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MILAGROS CATURLA 'Fervor', la fotografía con la que la autora obtuvo un cuarto premio en 1961 Merece la pena examinar con paciencia el resto de su obra, que, por cierto, se expondrá parcialmente a partir del 19 de mayo en el Festival Revela’t que se celebrará en Vilassar de Dalt. Un paquete de 16 fotografías reveladas con cariño, viajan en estos momentos desde Seattle, donde vive Tom Sponheim, con destino a Catalunya. Será una buena oportunidad para comprobar que aquella fotógrafa aficionada tenía un don. Por muy Leica que fuera su cámara, el dominio de los contraluces con los medios de entonces no era fácil. En este sentido, la imagen de tres religiosos que enfilan la calle del Bisbe es la más representativa de todas. Milagros Caturla murió en el año 2008, sin hijos, con un alzhéimer que le habría impedido disfrutar de este reconocimiento que llega tarde. Su sobrino Lluís, al que ha localizado Begoña, anda de repente sobrepasado de emoción. Sabía que su tía, con la que mantuvo una estrecha relación, era aficionada a la fotografía. Tenía una habitación en su piso de la calle de València completamente dedicada a ello. No sabía que era una fotógrafa tan buscada.

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LOS LIBROS REPENTINOS

CHARO ALVAREZ Este libro es una crónica social de la España desde la posguerra a la actualidad. Crítica social, humor satírico, patetismo y ternura se combinan en una prosa de calidad literaria tan rotunda como hechizante. La protagonista indiscutible de esta obra es Reme. Cuando ella recibe por error una caja de libros, lee a Baroja, Gasset, Galdós... En lo que era una vida vacía aprende a mirar las circunstancias de otra manera. Sueña en cambiar la realidad más próxima e inmediata. Reme siente que los libros le hablan de supervivencia, sexualidad contenida y frustraciones. Cree también que: Los libros repentinos, cuentan del poder sanador que tiene la literatura. Al dictado de Baroja, Reme intuye que la justicia social sólo puede obtenerse si la lucha se reduce a un pequeño medio, el tamaño de un barrio que será un campo de batalla sin molinos ni ventas embrujadas. Al salir de su encierro ya todo le parece distinto y odioso. Reme una mujer de clase social baja, ha asistido con su vida al nacimiento y crecimiento de un barrio de los arrabales, extramuros, donde vive la población menos afortunada. Su vida ha sido triste, dura carente de alicientes y sin expectativas. Los libros repentinos es una novela caleidoscópica que abarca mucho más. Llega a transformar el ser de Reme y con ella, el barrio. Hace un dibujo de esa sociedad de arrabales, de sus habitantes de un mundo tan reconocible como descarnado, donde cada uno de sus personajes, son tan próximos que podemos ponerle la cara de alguien que conocemos. LUCÍA PÉREZ Su crítica social, como tal no me ha sorprendido porque desde su comienzo en los años 50 hasta el final, que es mi tiempo de vida, conozco con realismo que lo que describe ha sucedido así. Tengo que reconocer que me ha costado leerlo, porque me ha resultado denso, incluso soez por la forma en que está escrito. Tal vez para que las nuevas generaciones reaccionen con esto porque las desigualdades, falta de trabajo y contratos precarios, la inmigración, vuelve a pasar en todas partes. Por todo eso bendita crítica.

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ÁNGELES PESQUERA “LOS LIBROS REPENTINOS” – REFLEXIÓN Y CRÍTICA Reme, protagonista singular de esta novela nos presenta, quizá de manera un poco ácida y exagerada, la vida de buena parte de la sociedad española a través de las últimas cinco décadas. En principio el fenómeno de la emigración poblacional del campo hacia las grandes ciudades industriales en busca de mejores perspectivas para su vida. (Escoria en alpargatas). Y nacen las “nanocasas” en los suburbios bajo la protección de los ilustrísimos, (escoria con sombrero y bastón de mando). Viviendas que ahora las consideraríamos con mínimas condiciones de habitabilidad. Los hombres trabajan en las fábricas insalubres donde se alimentan a diario de veneno, y van llegando los hijos. Algunos de estos niños se crían en un ambiente falto de alicientes. Ni en la escuela ni en la familia encuentran ambiente propicio para su educación. Tampoco los de Reme. Y con el tiempo, debido a la invasión de muchos desaprensivos, (escoria “chupasangre”) se iniciaron en el consumo de drogas, quizá por poca y mala información sobre este hábito. Reme, ya viuda y sola, se encuentra de manera inesperada con una caja de libros que no eran para ella pero que se los apropia, y comienza en su vida una transformación. Pasa de estar frente al televisor, abúlica y aburrida, a empezar a vivir a su manera, hasta el punto de ser considerada loca y excéntrica entre el vecindario. Por una decisión de la concejalía que ella se niega a obedecer, nuestra protagonista se erige en líder sin ella quererlo. Aquí entran en juego unos personajes fácilmente reconocibles por ser tan comunes en nuestra vida actual. El concejal, nieto del antiguo “protector”, (escoria pija con corbata); el activista con afán de protagonismo (igualmente pijo pero sin corbata), y los chicos del barrio criados en la calle que atraen a otros grupos de población juvenil y que encuentran en la revuelta, no iniciada por ellos, una forma de diversión gratuita, (escoria también al fin y al cabo, aunque no sé añadirle otra particularidad). Todo esto termina con Reme a los pies de los caballos, con sus huesos rotos y vueltos a recomponer, pero sin vida ya para vivirla. Le llegó tarde el alimento de la cultura.

P.D.: Según la RAE, una de las acepciones de la palabra escoria es “cosa vil y de ninguna estimación”.

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MARGUERITE YOURCENAR (Marguerite de Crayencour; Bruselas, 1903 - isla de Mount Desert, Maine, EE UU, 1987) Escritora francesa de origen belga. Huérfana de madre desde su nacimiento, fue llevada muy pronto a Francia por el padre (natural de Lille) que, tras impartirle una educación bastante esmerada, la llevó siempre con él, en el curso de su cosmopolita existencia, comunicándole su amor por los viajes. Cursó estudios universitarios, especializándose en cultura clásica, y empezó a publicar diez años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, aunque con escaso éxito. De esta primera época son las novelas Alexis o el tratado del inútil combate (1928), que comenzó a despertar el interés de la crítica: obra de corte gidiano, es una lúcida y desinhibida vivisección de un fracaso existencial; La Nouvelle Eurydice (1929), menos tensa e inspirada respecto Alexis: Denier du rêve (1934), historia de un atentado fracasado contra Mussolini, donde la violencia política ocupa el primer plano; y La mort conduit l'attelafe (1934), colección de tres cuentos. Sus largas estancias en Grecia dieron origen a una serie de ensayos reunidos en Viaje a Grecia y llevaron a su maduración la idea originaría de Fuegos (1936), una obra esencialmente lírica compuesta de relatos míticos y legendarios. La misma dimensión mítica se deja traslucir en su colección de Cuentos orientales, publicada en 1938. El año siguiente aparece El tiro de gracia, basada en un hecho real, una historia de amor y de muerte en un país devastado durante las luchas antibolcheviques. Son importantes también varios ensayos, como Pindare (1932) y Les songes et les sorts (1938). En 1939 la guerra la sorprendió en los Estados Unidos y allí fijó su residencia, en Maine, dedicándose en un principio a la enseñanza y adquiriendo la nacionalidad norteamericana en 1948. Llevó a cabo también en este período una serie de refinadas traducciones de textos de diversa naturaleza: obras de Virginia Wolf, Henry James y K. Kavafis y la antología de poesía griega antigua La couronne et la lyre. Su fama como novelista la debe a dos grandes novelas históricas que han tenido gran resonancia: Memorias de Adriano (1951), reconstrucción histórica realizada con gran celo documental de la vida del más ilustrado de los emperadores romanos. Escrita a modo de carta dirigida como testamento espiritual a su sucesor designado, es una meditación del hombre sobre sí mismo, e ilustra el único remedio posible a la angustia de la muerte: la voluntad de vivir conscientemente, asumiendo el deber principal del hombre que es el perfeccionamiento interior. La otra fue Opus nigrum (1965), obra fruto de cuidadosas investigaciones, que gira en torno a la figura del médico alquimista y filósofo Zenón, intelectual enfrentado a los problemas del conocimiento.

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CUENTOS FANTÁSTICOS O NO LA MARIPOSA ÁNGELES PESQUERA Cuando María salió de la consulta del médico acompañada por su madre, le llamó la atención lo expuesto en un escaparate, concretamente una tela estampada con mucho colorido llena de flores y mariposas. La madre que observó el entusiasmo con que María la miraba, pensó que a la niña le gustaría un cojín hecho con esa tela y entró en la tienda para comprar lo necesario y ponerse en cuanto llegaran a casa a confeccionar el regalo. La niña quedó encantada y todas las noches se dormía abrazada a ese cojín. Le llamaba la atención una mariposa con sus alas llenas de un colorido sorprendente. María cayó enferma y un buen día se dio cuenta de que su mariposa preferida había desaparecido del cojín. Allí estaba el hueco en blanco como si un chorro de lejía hubiera borrado el dibujo. No había ocurrido tal cosa sino algo mucho más fantástico. Su querida amiga había cobrado vida y estaba revoloteando por la habitación. Los colores eran aún más brillantes, un polvillo dorado se le había pegado a las alas y en una de ellas aparecía un pequeño pentagrama con notas musicales. María gritó de entusiasmo y su madre se acercó corriendo a la habitación temerosa de que a su hija se le hubiera agravado repentinamente su enfermedad. –No te preocupes mamá- dijo la niña,- es que mi mariposa vuela-, pero la madre no vio nada. El animalillo había vuelto a posarse sobre el cojín y allí estaba quietecita formando parte de la tela estampada. La madre se quedó preocupada pensando que María había tenido una pesadilla o, debido a la fiebre, deliraba. Después de un rato salió de la habitación y la mariposa volvió a volar. Viendo esto, la niña ya no dijo nada y estuvo todo el día divirtiéndose con su amiga que volaba por la habitación o se colocaba sobre el cojín según conviniera. La enfermedad de la pequeña duró mucho y también la vida de la mariposa, mucho más de lo que corresponde por su especie y, cuando la niña pudo ir al colegio, ya no volvió a volar. Se quedó para siempre en el corazón de María. CHARO ALVAREZ DOS AMIGOS Había una vez un niño que se hizo muy amigo de un compañero de clase. Un día este niño le invitó a ir a su casa para jugar juntos. Cuando la tarde caía, esa casa le causó mucho miedo. La pintura de las paredes se le antojaban negras, las ventanas llenas de agujeros, la llama de la chimenea hacía que las sombras de los muebles fueran oscuras y alargadas, pareciéndole que de fantasmas se trataran. Todo eso le horrorizó. Decidió que debía irse. Su amigo le insistía que se quedara un rato más. No puedo, ya es hora de irme. Le daba la impresión de que tenía los pies pegados al suelo y no podía caminar. Se despidió de su amigo, tomó aire y se fue. Empezó a caminar hacia su casa, no sin antes armarse con un palo que encontró en el camino. Llegó a su casa, dejo el palo en la calle y empujó la puerta con tanta fuerza que sintió un gran dolor en el brazo Entró, intento dejar el miedo que traía de esa casa tenebrosa. Jamás lo olvidaré, se decía a la vez que pensaba que nunca más volvería a ir por ese lugar tan horrible y espantoso. Mamá no voy a cenar.... La Gacetilla nº 4

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El niño se acostó y se quedó dormido. Cuando el niño despertó, sudoroso y asustado, comprobó que todo había sido un sueño horrible. Desperezándose, sonrió. Su mejor amigo no vivía en esa casa, sino en una casa nueva y luminosa. Cuando salió de su casa para ir al colegio, su cara se quedó lívida porque en su puerta vio apoyado el palo que él había visto en sus sueños. LOURDES MON SOTO EL NIÑO QUE CONTABA LAS ESTRELLAS I Miguelín estaba muy contento porque en el colegio les enseñaban a contar. Después aprenderían a sumar y restar. Si a dos chocolatinas le sumas otra tienes tres. Poco a poco las cuentas eran más largas. Ocho perros, siete árboles, dos tiendas de chuches, siete niñas menos dos niños son cinco niñas. Diez bancos cortos y uno largo superlargo. _Mamá, he comido treinta macarrones. II Un día Miguelito tuvo un sueño: contaré las estrellas. Abrió la ventana y viendo el cielo se puso nervioso por tanta emoción. Llamó a su hermana Sara porque alguien le tenía que ayudar en esa cuenta tan importante. _Cincuenta y cinco, cincuenta y seis… Apunta. No puedo contar más. He aprendido hasta aquí. III _Mamá no puedo contar las estrellas. Estoy triste. _Todo está en orden Miguelito, no te preocupes. Algunos científicos han contado las estrellas. A unos les sale una cifra y a otros distinta. Es muy difícil. Son números que ni tus profesores ni tus padres podemos contar. Tampoco el médico o el técnico electricista. _Pero me gusta contar. Quiero ser contador, sumador y restador. _Miguelito, las estrellas se pueden contemplar. _¿Qué es contemplar? _Mirar con emoción, mirar algo muy grande, muy importante y muy bonito. Un día y otro sin cansarte ni aburrirte_¿Como cuando veo la peli que más me gusta? _ Más bonito. Es siempre igual y siempre distinto. _Esta noche volveré a la ventana y le contaré a Sara lo que hemos hablado. Bueno prefiero que nos lo cuentes a los dos.

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Mª JESÚS BALBÁS EL VIEJO OLIVO A las afueras de la ciudad hay una hermosa finca, en una pequeña loma hay un viejo, con un tronco de grandes dimensiones, dañado por un rayo. Está hueco y tiene grandes ramas llenas de olivas. En la parte baja hay una hermosa casa donde vive un matrimonio con dos hijos; el mayor es un niño de nueve años y la pequeña es una niña de meses. El niño se llama Manolo, en sus ratos libres su diversión es subir al viejo olivo; el hueco del tronco es su refugio y guarda sus tesoros: las canicas, los cromos, la peonza y una filarmónica. En una de las ramas tiene formado, con ramas entrelazadas, como un sillón, donde se sienta a leer cuentos de aventuras fantásticas, y a contemplar unas vistas maravillosas, una gran arboleda y la inmensidad del cielo. Su madre sabe lo mucho que él disfruta en su refugio (como a él le gusta llamarlo). Una tarde empezó a oscurecerse el cielo, sintió miedo y bajo para casa. Se formó una gran tormenta. Manolo, asustado por los relámpagos y truenos, no se separaba de la ventana. Desde allí miraba su viejo olivo. Su madre se acercó y le dijo: ¿Qué te pasa? ¿Tienes miedo? -

No, mamá. Miro al olivo. ¿Le volverá a dañar un rayo? Esperemos que no, cielo.

Al cabo de dos horas la tormenta cesó. Manolo se puso las botas de goma y subió a ver qué daños había ocasionado. Todas las olivas estaban en el suelo, muchas ramas pequeñas rotas, pero su refugio no estaba dañado. Bajó corriendo a dar la buena noticia a sus padres, ellos le abrazaron con todo cariño. AGUSTINA PUERTAS DE NIÑA A MUJER (Al alegrarte tanto de tus experiencias y relaciones, aceptas con serenidad el consejo de los años vividos) Eran dos amigas que crecieron juntas. Se llevaban muy bien. Iban al mismo colegio. Les gustaba mucho el patio donde también jugaban los chicos. Pero estos nos pegaban y se hacían los graciosos. Había un gitano que a mí siempre me defendía y estaba pendiente de mí. Me gustaba y le sonreía. Era muy guapo. Estas amigas se fueron haciendo mayores y seguían saliendo juntas. Se apuntaron a bailes regionales, a coros y danzas. Íbamos por los hospitales a bailar cuando podíamos pues ya estábamos trabajando en el taller de una sastrería. Empezamos a salir con chicos en los guateques y nos echamos novios. Ella se fue a París y perdimos un poco el contacto. Nos casamos, tuvimos hijos y fuimos muy felices.

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Un día vinieron a Palencia y fue con su hermana a verme. Yo celebraba mi cumpleaños y tuve una gran alegría… Pasaron los años, nos quedamos viudas, ella volvió a Palencia y estamos en contacto, recordamos muchas cosas y salimos por ahí. Un día fui al mercadillo y me encontré frente a mí al gitano. Me preguntó que si me acordaba de él, yo le dije que sí, que él me defendía cuando íbamos al cole. Me dijo que sabía mi vida y recordaba a aquella niña juguetona con tirabuzones que le gustaba mucho. Yo iba con mi marido y con mis hijos y me invitó a coger algo de su puesto pero yo no quise. Nos despedimos con un apretón de manos. Mª DEL CARMEN GUTIÉRREZ Incapaz de inventarme un cuento, me invento una historia novelada o fabulada. No sé si viene siendo lo mismo. Viruca, sentada sobre una roca saliente de la playa y con los pies metidos en una poza, aprovechaba los últimos rayos de sol de una tarde de verano. Entre sus manos sostenía un libro de geografía. Países y mares. Embelesada en la lectura, oye una voz a sus espaldas… la marea está subiendo. El inoportuno era un jovencito y la “sirena” otra jovencita, de ahí el tuteo. Gira la cabeza para ver la cara del curioso… y le responde… primero dime cómo te llamas – Me llamo Luis. En los saludos de rigor, la sirena se fijó en sus ojos azules que contrastaban con el verdeazul de mar. Al cerrar el libro, Luis se fija en las pastas de color amarillo y le dice: ¡Qué casualidad! Es mi libro favorito. Surge una amistad a través de este libro y empiezan a tejer sueños; a ambos les apasionaba el mar. Un día Luis le dice a Viruca que va a hacer realidad su sueño. Embarcó en un trasatlántico rumbo a las Américas. Viruca se quedó muy apenada soñando con las Antillas. Cuando algún trasatlántico llegaba al puerto, ponía pies en polvorosa y se acercaba al puente para ver desembarcar a los pasajeros que hacían turismo por la ciudad. Cuando veía a algún mulato le preguntaba si era cubano porque Viruca tenía un famoso pariente en Cuba. Viruca, para ambientarse con el mar hacía cortos viajes por las Rías altas y bajas, cuando el tiempo lo permitía. Después de 20 años, un lunes abrileño suena el teléfono, una vos con acento pampero dice: Hola Viruca. Soy Luis. Sí que me conoces. ¿Te acuerdas del libro países y mares? Colgó el teléfono. Viruca nunca realizó su sueño de navegar en un trasatlántico hasta las Antillas ni por el Mediterráneo. Cambió sus paseos marítimos por los verdes mares de trigo de Castilla. Se hizo más bucólica… más de tierra adentro. Vamos, lo que se dice pastoril.

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MUJERES EN SITIOS - PIES

Mª JESÚS BALBAS En el Día de las Mujeres, 8 de Marzo, unidas para que llegue el día en que nuestros derechos sean conseguidos y celebremos la igualdad entre los hombres y las mujeres.

Perro pequeño paseando feliz al fin sentado

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Botas bonitas tiempo de descanso, zapatos blancos

Pies torcidos camino empedrado bonita sombra

Corro de pies conjunto de colores día bonito

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ÁNGELES PESQUERA

Comienza el día, me despojaré del traje de noche y buscaré sitios donde pasear.

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En equilibrio se sostiene la vida día a día.

Rodeando el mundo intentando abrazarlo. Pies de mujeres.

El tiempo pasa, el mañana está cerca y el paso lento.

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A nuestra amiga le ha nacido un nuevo pie. Es de madera.

Sobre goma anda el nene, sobre goma la mamá. La madera tendrá que esperar.

Andar resuelto. Tacones femeninos. Son cristalinos.

Sobre una reja llena de porquería diviso el mundo.

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Se pasa el tiempo esperando clientes en el mercado.

Espero el turno. Hay que llenar el vacío de la despensa.

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Café, pie y sombras de pie y mano. Finaliza la mañana con un buen rato de conversación.

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CHARO ÁLVAREZ

Espléndido día caminábamos juntas, Hay muchos pies.

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Son pies grandes juntos hacen fuerza, ¡qué importante!

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Este camino todas juntas iremos frutos tendremos.

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Pies pequeños nos seguirán después no serán lentos.

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La lucha sigue con zapatos o botas nadie se rinde.

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Pies descalzo caminan por el campo no se cansarán …

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La gente lucha con ayuda de bastรณn, luchadoras son.

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GLORIA FUERTES

Tras la lectura de algunos de los poemas que forman parte de la obra de GLORIA FUERTES y haciendo un pequeño homenaje a esta gran mujer, escribimos algunos textos de reflexión sobre el papel de las mujeres en nuestra sociedad y reinterpretamos su poema NOTA AUTOBIOGRÄFICA con nuestra propia biografía. ÁNGELES PESQUERA REFLEXIÓN La mujer que tenga aspiraciones y capacidad por llegar a algún puesto representativo en la vida pública lo tiene mucho más difícil que la mayoría de los hombres –no tenemos más que ver a alguno de los patanes que ahora nos dirigen- y lo tiene que conseguir con mayor esfuerzo que ellos. Para lograrlo, yo creo firmemente que la base está en la educación- en la familia y en la sociedad-. No tiene importancia que a una niña se la vista de rosa, de rojo, de azul o en el color que se quiera, ni que se le regalen muñecas, juegos de construcción o coches teledirigidos, pero sí la tiene el inculcarles que con trabajo y esfuerzo pueden llegar a conseguir lo que se propongan en la vida-exactamente igual que a un niño- y que si se siente capaz, no consienta que se la discrimine sólo por el hecho de pertenecer al género femenino. Claro que esto es lo que pensamos ahora. En tiempos pasados la mujer estaba discriminada desde la cuna, relegándola a las funciones de esposa y madre sin posibilidad alguna de salirse de este papel en la sociedad, y si algo se ha alcanzado ha sido gracias al tesón de alguna de ellas y al apoyo de asociaciones feministas. Desde nuestra postura actual de madres y abuelas no debemos bajar la guardia para que, las que ahora son niñas y jóvenes de nuestra familia, sean capaces de llegar al puesto que se propongan en la vida, siendo libres -tanto económicamente como emocionalmente- para tomar sus propias decisiones.

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LUCÍA PÉREZ REFLEXIÓN SOBRE LA DISCRIMINACIÓN DE LAS MUJERES Soy consciente del cambio con respecto a las mujeres que ha habido en mi país desde hace 40 años. En aquellos años nacieron grupos de todas las condiciones culturales, sociales y económicas para luchar por nuestros derechos. Los cambios fueron muchos y numerosos: laborales, culturales, médicos (centros de planificación familiar, información para el uso de anticonceptivos, ley para abortar en algún supuesto, ley contra la violencia de género, etc.). También soy consciente de que desde hace algún tiempo es más bla bla bla que otra cosa, quiero decir que nos hemos estancado; aunque como mujer doy las gracias por todo ello. Pero no olvido que en el mundo falta mucho que hacer y no quiero olvidar que en otros países se sigue negando la educación a las niñas, se les practican mutilaciones genitales, hay desigualdad salarial (aquí hemos retrocedido) y termino diciendo que estamos un poco cómodas ¡con todo lo que aún hay que hacer! ÁNGELES PESQUERA NOTA AUTOBIOGRÁFICA A las cinco de la mañana del día cinco del mes quinto de hace muchos años llegué a este planeta procedente del mundo de los sueños, de los cuales no recuerdo nada porque, al ser de naturaleza tan leve, se dispersan rápidamente y se instalan en el país del olvido de donde ya nunca salen. Aparecí en una humilde habitación de una humilde casa, entre gente humilde que me acogió con gran alegría y me hicieron sentir princesa y reina a la vez. Pronto tuve que bajar de ese trono de ilusión porque a poco más de un año de mi vida, apareció en ella otra aspirante a ocuparlo y fue entonces cuando mi categoría descendió a la nada despreciable de HERMANA MAYOR, título que ostento y que me acompañará para siempre, siempre. Las primeras letras me las enseñaron en casa y también los números y las operaciones básicas. También en casa me inicié en la lectura. El seis de enero de cada año los Reyes Magos se acordaban de mí y me regalaban cuentos, cuadernos y “pinturillas”. (Deben de ser muy listos estos personajes porque yo nunca les escribía y sin embargo, todo lo que de ellos recibía era de mi agrado). A los seis años ya fui a la escuela con gran ilusión, con mi babi blanco, con mi cabás y mi cuaderno y mi lapicero. Guardo gratos recuerdos de esa época y también de mis maestras y de todo lo que aprendí en la enciclopedia Álvarez. No puedo decir lo mismo de los siguientes años de estudio. Con el tiempo llegó el amor y con el amor los hijos y con los hijos las alegrías, las preocupaciones y más trabajo… Otro estatus. Ahora soy la jefa. Pero no una jefa de esas que mandan y todos los demás obedecen, no. Yo soy una jefa de las que se ocupan de todo y tienen que hacer de todo, es decir, soy LA MADRE. Lo que digo, otra categoría. Después de pasar por diversas actividades laborales (no muchas) en las que me he sentido muy satisfecha y que me han aportado experiencia, llego a la posición en la que ahora me encuentro. Soy JUBILADA y pienso disfrutar de esta última etapa de mi vida mientras dure. Del futuro no sé nada. Cuando llegue ya os contaré.

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LUCÍA PÉREZ NOTA BIOGRÁFICA Nací en invierno por eso es mi estación favorita. Soy la séptima de 8 hermanos. Juegos, complicidad, algún capón y también besos. También estaban mis 7 primos. Vivían abajo. Compartíamos juegos. Fue una infancia feliz y sin complejos. A los 15 años murió mi padre. Todo cambió pero seguimos adelante. Época de amigos, amigas, noviete y sobre todo, trabajo (poco remunerado). A los 26 me casé. Pocos años bien. Bastantes regular. Tuve dos hijos. Años de pañales, papillas, escuela de niños, idas y venidas con el deporte de ellos. Mis primeros escapes fue la UPP. Me dolió mucho la pausa larga que tuve que hacer por el trabajo. Perdí a mi madre y me divorcié. Fue duro pero ya era yo mi circunstancia. Se emanciparon mis hijos y la verdad, enseguida te das cuenta de que la soledad elegida es fenomenal. Ahora, jubilada y abuela, a disfrutar el tiempo que me queda. CARMEN GUTIÉRREZ NIÑEZ La primera vez que vi la muerte delante de mí tenía 4 años. Mi hermanito Carlitos tenía 2 años; también era la primera vez que vi llorar a mi mamá; yo no entendía nada. Cuando vi que Carlitos no estaba en su cuna, le pregunté a mi mamá: ¿Y dónde está Carlitos? Me respondió que se fue a jugar al cielo, junto con los angelitos. Me lo creí. Pertenezco a la generación de la juventud perdida (mi memoria retrocede en el tiempo). A día de hoy todavía estoy viendo a mi hermanito metido en una caja blanca con cuatro bombillas encendidas alumbrando la caja porque la habitación estaba oscura. A raíz de este hecho me convertí en la caricia de mi papá, a lo mejor ya lo era, pero como Carlitos era el más pequeño, se supone que todas las caricias y mimos los acaparaba él. Antes de nacer yo tenía dos hermanos mayores; uno me llevaba 6 años y el otro, 18 meses. Cuando mi papá llegaba de trabajar… (era ferroviario y estábamos en medio de una guerra civil, que no era ninguna chunga, bombas van, bombas vienen. A mi papá lo vistieron de sargento para que supieran que era ferroviario. El traje no era de color caqui, era azul marino). Como iba diciendo, yo era la caricia de mi papá porque cuando llegaba a casa, mi papá me sentaba sobre sus rodillas y me cantaba muchas canciones que no eran nanas, más bien diría “canción protesta” por el miedo que se estaba viviendo: Las botas se me gastaron/ el dinero se acabó/ vale más un perro chino/ que unas botas de charol/ La pulga y el piojo/ se quieren casar/ no celebran la boda/ por no tener pan. Estas y otras muchas canciones más. Mi reinado no iba a durar mucho tiempo. A la edad de 9 años fui destronada por el nacimiento de otro hermanito. Jaime era un niño precioso y se convirtió en mi juguete y el de mis amigas. Mi abuela paterna se sentía muy orgullosa de mi mamá por los cuatro nietos tan preciosos que le dio. Pura genética. Si os interesa puedo continuar.

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UN AÑO MÁS Ya estamos aquí, Camilo, para poder contemplar y, además, a disfrutar de cómo mantener al hilo con tijera de buen filo esta floresta rebelde que, aunque de color verde, (dicen que el de la esperanza) no fíes de su bonanza por si alguna espina esconde. Tenemos que agradecerte tu indulgente acogimiento a este parco regimiento que desea distraerte, porque lo que es ayudarte en tu labor cotidiana.... la ciencia es más que liviana, en esta grey estudiantil, sobre azadón y el astil. ¡Déjalo para mañana! Ya sabes que son sus armas boli, papel y cabeza para realizar su proeza sin andarse por las ramas, superando con sus mañas dificultades sin cuento, demostrando su talento a la profe que sí exige superación siempre en auge y así se logra el portento. A este huerto tan frondoso que es tu preciado deleite y hasta tu balsa de aceite de este mundo estrepitoso, llega este grupo hermoso a Mari Chus adherido por el yantar prometido y todos juntos disfrutar la paz, remanso y yantar en un campo tan florido.

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ELISEO DEL BLANCO

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UNA NUEVA ETAPA Mª JESÚS BALBÁS Escápate de los males que te invaden y sumérgete en un baño de alegrías, para que los momentos difíciles sean soportables y los buenos sean envidiables. No creas que el futuro es obra del destino sino más bien de tu corazón crítico. No dejes que nadie se interponga en tu camino y comparte con tu entorno lo que tengas más querido. El compartir no es sencillo, implica renuncias, eliminar caprichos, placeres… 54

¡No te importe!, lo que cuenta es lo que vale. Hazlo con entrega y alegría, tu recompensa será una nueva etapa en tu vida.

FELICES VACACIONES DE VUESTRA COMPAÑERA

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