Las mujeres en turquía

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LAS MUJERES EN TURQUÍA  El movimiento feminista desde sus orígenes  Entre la igualdad real y la legal  Una Turquía a varias velocidades  Los matrimonios de menores  Asesinatos de Honor / Violencia de género  Test de virginidad  La polémica del velo en un país cuya constitución se declara laica  Algunos ejemplos recientes de Erdogan contra las mujeres: o Maternidad o Matrimonios entre el violador y su víctima  Las mujeres Kurdas


¿Cuál es la situación de la mujer en Turquía? “Los movimientos feministas ya existían en el Imperio Otomano. Cuando se proclama la República, en 1923, se desarrolla el conocido como feminismo kemalista (por el dirigente Mustafa Kemal Atatürk). Se producen importantes avances en el ámbito público, laboral y educativo. En 1930 las mujeres consiguen el derecho al voto local; en 1934, el general. Pero en el ámbito doméstico, continúa la cultura patriarcal”. Después del Golpe de Estado de 1980 encabezado por el general Kenan Evren, "Turquía se sumerge en la segunda ola del feminismo. Hay acento en los derechos políticos, pero también en conseguir igualdad en lo privado. Entran entonces en juego cuestiones como la violencia machista, la identidad de género o el cuerpo”. Desde entonces, en Turquía se han desarrollado movimientos feministas muy potentes. En 2001, gracias en parte a la presión de esos grupos, se modifica el Código Civil, "otorgando igualdad dentro de la casa a esposas y esposos". En 2005 también consiguieron que desapareciera el lenguaje patriarcal del Código Penal, “como las referencias al honor”. Sin embargo, con los gobiernos de la AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo, fundado por el ahora presidente Erdogan) se han producido “un giro autoritario que se ha reflejado en un retroceso de la función de la mujer”.


EVOLUCIÓN DEL MOVIMIENTO FEMINISTA Cronología de los Movimientos Feministas en Turquía

EL IMPERIO OTOMANO Las reformas Tanzimat 1839-1876 ● Introducción del derecho al matrimonio por corte civil ● Derecho de herencia a las mujeres ● Primeros pasos para crear educación formal para las mujeres 1869 Se publica la primera revista de mujeres: Terakki-i Muhadderat 1908 Fatma Aliye funda la primera organización de mujeres: Organización Otomana del Bienestar Social de la Mujer 1914 Se admiten mujeres a las universidades ———————————————————————————————————————

LA REPÚBLICA TURCA 1923 Fundación del Partido Social de las Mujeres. Luego abolido por el gobierno 1926 Introducción del Código Civil Suizo 1934 Las mujeres reciben ciudadanía completa, incluyendo el derecho al voto 1935 Diputadas permitidas en la Gran Asamblea Nacional 1975 Fundación de la Unión Comunistas de Mujeres por el Progreso 1980 Fundación de los primeros grupos de sensibilización 1984 Comienzo del debate del velo en Turquía 1987 Primera protesta feminista legal contra la violencia de género. Duygu Asena publica su famoso libro Kadının Adı Yok (Las Mujeres Sin Nombre) 1988 Primer congreso feminista en Ankara 1990 Fundación del primer albergue para mujeres Mor Çatı en Estambul. Primer programa de estudios de la mujer en la Universidad de Estambul


1991 Fundación del ministerio de la mujer por el gobierno social demócrata 1995 Se publica la revista feminista Pazartesi 1996 Primera publicación de la revista feminista Kurda Roza. Fundación de la Sociedad de Mujeres Feministas (FKÇ) 1997 Fundación de KA-MER para apoyar los derechos de la mujer, en particular en las 23 provincias del este y sudeste de Anatolia. Fundación de la asociación KA.DER para apoyar a las mujeres en el sistema político 2000 Fundación del proyecto de teatro feminista Tiyatro Boyalı Kuş 2001 Fundación de la colectiva feminista Amargi 2002 Reformas en el Código Criminal y Civil de Turquía dan iguales derechos al hombre y la mujer en el matrimonio, divorcio y la propiedad. 2003 Fundación de la Cooperativa de Mujeres Filmmor. Fundación de la Plataforma por la Paz de Mujeres de Estambul 2006 Primera publicación de la revista feminista Amargi 2007 Fundación de la Plataforma de Mujeres para la Constitución. Reunión de la Esfera Pública organizada por AKDER (Ayrımcılığa Karşı Hakları Derneğ; Asociación de los Derechos de la Mujer contra la Discriminación). Fundación de KADAV (Kadınlarla Dayanışma Vakfı; Fundación de la Solidaridad de las Mujeres). Fundación de la Iniciativa del Trabajo y Empleo de las Mujeres (KEIG) 2008 Fundación de la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexual. Fundación de la Colectiva de Feministas Socialistas (SFK) 2009 Fundación de la Iniciativa de las Mujeres por la Paz Referencias: • Amargi Yayınları: Özgürlüğü Ararken. Istanbul 2005. • Ayşe Gül Altınay; Yeşim Arat: Türkiye’de kadına yönelik şiddet. Istanbul 2007. • FilmMor: Kadınlara yönelik şiddete. Istanbul 2007. • FilmMor: Mor Gün Dem. 2007’de Kadınların Gündemi. Istanbul 2008. • Kadın Eserleri Kütüphanesi ve Bilgi Merkezi Vakfı: Osmanlıdan Cumhuriyete Kadın Derileri. Ajanda 2010. • Kadın Eserleri Kütüphanesi ve Bilgi Merkezi Vakfı: Cumhuiyet Dönemi Kadın Dergileri. Ajanda 2011.


MOVIMIENTOS FEMINISTAS EN TURQUÍA Charlotte Binder y Natalie Richman traducido por Valentina Vargas Este artículo da una pequeña introducción al desarrollo de distintos movimientos feministas en Turquía. Luego de un pequeño esquema histórico (Koç 2009; Tekeli 1997) el artículo describe el movimiento feminista multi-disciplinario de Turquía y examina debates, proyectos y campañas importantes. Finalmente, describe la institucionalización del discurso feminista en Turquía y las relaciones entre el feminismo y la sociedad y el estado.

Al final de Imperio Otomano en el siglo XIX mujeres educadas comenzaron a organizarse como feministas entre la clase alta de Estambul. Estas feministas buscaban mejorar el acceso de las mujeres a la educación y el trabajo pagado, así como abolir la poligamia y el peçe (el velo Islámico). Las primeras feministas publicaron revistas de mujeres en diferentes idiomas y establecieron diferentes organizaciones dedicadas al desarrollo de las mujeres. También fue durante esta época, en el 1908, cuando se fundó la primera asociación feminista: Organización Otomana por el Bienestar Social de las Mujeres. Esta organización se involucró parcialmente con el movimiento de los Jóvenes Turcos, el cual fue la base de la fundación de la República de Turquía. Al principio del siglo escritoras y personajes políticos como Fatma Aliye Topuz (18622936), Nezihe Muhiddin (1889-1958) y Halide Edip Adivar (1884-1964) también se unieron al movimiento para advocar la igualdad no sólo para las mujeres musulmanas sino también para las mujeres de todas las religiones y etnias. Tras la fundación de la República de Turquía en el 1923, el movimiento feminista fue gradualmente integrado a la política estatal. Este “feminismo estatal” se estableció como parte de los esfuerzos “Kemalistas” de modernización, los cuales intentaban replicar el modelo de las sociedades occidentales.  Se abolió la poligamia y se establecieron el divorcio y los derechos de herencia sin diferencia de sexo.  El derecho al voto, el cual las feministas habían demandado durante mucho tiempo, se garantizó finalmente en el 1934 por el Partido Popular de la República (CHP por sus iniciales en Turco) bajo el liderazgo de Mustafa Kemal Ataturk. Desde esta época en adelante las mujeres en Turquía fueron presentadas como liberadas y emancipadas. Sin embargo, siguió habiendo una gran diferencia entre el derecho legal y la posición social de la mujer en Turquía. Las mujeres eran particularmente identificadas como madres de la república y seguidoras ciegas del gobierno de un solo partido, el de Ataturk y su CHP. La imagen de la mujer moderna en Turquía era la de maestra responsable de educar a los jóvenes ciudadanos Turcos. Los movimientos sociales que ocurrieron en Turquía entre los años 1960 y 1970, sin embargo, fueron enfocados en reconstruir el estado y la sociedad Turca con ideales socialistas. En los años 80 el movimiento de las mujeres se convirtió verdaderamente independiente de los esfuerzos para modificar el estado. Al mismo tiempo, un golpe de estado fue dirigido por los militares a principios de la década de 1980 en oposición a la prohibición de asociaciones políticas. Después de este golpe de estado, las mujeres en las ciudades y de la academia comenzaron a juntarse formando grupos de lectura y discusiones de literatura feminista, en su mayoría traducciones de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia. En estos grupos de sensibilización, los cuales se constituyeron en su mayoría en ciudades como Estambul, Ankara e Izmir, las mujeres discutían sobre su pasado socialista y analizaban las relaciones patriarcales de


movimientos de izquierda en Turquía. Desde una perspectiva feminista, criticaban la construcción standard de la familia y los roles de género específicos que eran forzados en las mujeres. Por primera vez rechazaron la noción de que sólo el estado podía defender sus derechos. Envés, las mujeres comenzaron a politizar la poca equidad presente en la vida privada por primera vez. Revistas feministas independientes como Pazartesi y Kaktus fueron fundadas para exponer la frecuencia del abuso sexual y la violencia contra las mujeres en la sociedad patriarcal de Turquía. En 1987 se organizó la primera demostración pública feminista contra la violencia de género. Fue seguida por campañas contra el abuso sexual y por el derecho a la propia determinación sobre el cuerpo femenino. Estas campañas comenzaron gracias al deseo de las mujeres de rechazar el código tradicional patriarcal de ética, honor y religión que permitía a los hombres decidir sobre el cuerpo femenino. Durante esta misma época, movimientos feministas lucharon contra muchas leyes que restringían la libertad de las mujeres. Grupos de mujeres iban a la corte a divorciarse de sus esposos como gesto simbólico para criticar el concepto de la familia patriarcal. Esto también enfatizó la importancia de la sexualidad femenina independientemente de su valor reproductivo. Muchas formas de protesta fueron utilizadas por las mujeres, como marchas nocturnas y la ocupación de los cafés y bares de Estambul únicamente para hombres. Al rechazar la idea de que estos cafés y bares eran sólo para hombres, las feministas trataban de terminar la dominación masculina de la esfera pública y al mismo tiempo romper los roles estereotípicos de la esfera privada. Güneş Koç resume en su artículo que la segunda ola del movimiento feminista en Turquía alcanzó a muchas más mujeres de diferentes grupos que la primera ola durante el Imperio Otomano. La segunda ola criticó la estructura opresiva patriarcal que se encontraba en la fundación no sólo del estado y la sociedad Turca, sino también dentro del movimiento de la izquierda. Hoy se reconoce que hay infinitas formas de construir la identidad femenina. En la actualidad el enfoque principal de los debates feministas internacionales se encuentra en preguntas de identidades y relaciones de poder de las mujeres. Por lo tanto feministas radicales, feministas autónomas, feministas socialistas, Musulmanas, Kemalistas, Kurdas, Armenias, y muchas otras, construyen una identidad única por sí mismas.

Hay más de 250 grupos de mujeres Turcas que se organizan para formas asociaciones, clubs, grupos políticos, círculos feministas, revistas, bibliotecas, blogs y revistas electrónicas. La formación del movimiento homo-, bi- y trans- en Turquía y el interrogativo de las normas heterosexuales ha desarrollado aún más la perspectiva feminista. Otro fenómeno nuevo es el Feminismo Islámico que critica el absoluto uso de la teoría feminista del occidente en el contexto Turco. Esto incluye el debate del velo, sobre sí el velo debería ser prohibido o sí es un derecho individual a cada mujer. Aún que hoy en día hay muchas ideologías diferentes entre los grupos feministas de Turquía, las mujeres se unen para trabajar en proyectos similares y denunciar públicamente temas sociales que les perjudican. Adicionalmente, el discurso ya iniciado en 1980 continua criticando los roles estereotípicos de género y la estructura patriarcal de la familia, la economía, el ejército, el estado y la religión. Las feministas modernas dedican su esfuerzo a hacer política en la esfera privada para llamar la atención


sobre el abuso sexual y la violencia presente en la sociedad. Temas que no eran normalmente discutidos, como los asesinatos de honor, la planeación familiar, el trabajo del hogar, la sexualidad, y el aborto han sido finalmente expuestos en el movimiento de los derechos de la mujer. A principios de los 90 el establecimiento de albergues para mujeres y la sensibilización del público fue crítico en el movimiento feminista de Turquía. La fundación de albergues para mujeres más famosa fue Mor Çatı, la cual todavía provee apoyo social, legal y psicológico para mujeres que han sido víctimas de violencia. Con el comienzo del siglo XXI una nueva forma de financiar proyectos feministas ha sido introducida en Turquía. Las organizaciones han sido capaces de aplicar a fondos internacionales lo que les ayuda a trabajar con problemas como la violencia familiar, el analfabetismo de las mujeres, y el desempleo. A nivel institucional, finalmente se comenzaron a discutir conceptos de género, como cómo reducir la discriminación basada en el género e introducir una cuota en partidos políticos. Por ejemplo, la asociación KA.DER fue fundada en el 1997 para apoyar la nominación de mujeres tanto dentro de los partidos políticos como públicamente en las elecciones generales. Desde el 1990 el discurso feminista ha sido institucionalizado por la fundación de estudios de la mujer en centros y programas universitarios como en la Universidad de Mármara y la Universidad de Estambul. Al mismo tiempo, Amargi comenzó a publicar una revista cada tres meses que juega un rol vital en continuar a analizar la teoría feminista, el activismo y a criticar las practicas sexistas en Turquía. Muchas mujeres continúan evaluando las leyes Turcas desde una perspectiva feminista y dando a conocer el hecho de que todavía no se ha conseguido equidad de género en las mismas. En 2002 el gobierno Turco reformó el código criminal y civil ya que tenía intención de unirse a la Unión Europea y también por la presión del movimiento feminista. Desde entonces los derechos de las mujeres y los hombres durante el matrimonio, el divorcio y la propiedad han sido los mismos. Por primera vez, una ley ha sido establecida en relación a la sexualidad femenina como un derecho individual y no del honor de la familia. Otros cambios en la constitución Turca obligan al estado a usar todos los medios necesarios para promover la equidad de género. En los últimos años han sido creadas cortes de familia, han sido instituidas leyes para prohibir el sexismo y se han puesto en marcha programas para educar contra la violencia de género y para mejorar el acceso a la educación para las mujeres. Referencias ● European Stability Initiative: Geschlecht und Macht in der Türkei. Feminismus, Islam und die Stärkung der türkischen Demokratie (2007). ● Heinrich-Böll-Foundation (Editor): The Debate on Gender Mainstreaming in Turkey. Istanbul 2007. ● Koç, Güneş: Ein Überblick über die Geschichte der Frauenbewegung in der Türkei vom 19. Jahrhundert bis in die Gegenwart (2009), in: Grundrisse. ● Neusüß, Claudia; Topçu-Brestrich, Emel: Multiple Moderne. Proteste der fliegenden Besen (2005), in: Freitag. ● Somersan, Bihter: Geschlechterverhältnisse in der Türkei – Hegemoniale Männlichkeit und Frauenbewegung, in: lker Atac; Bülent Küçük; Ulas Sener (Editors): Perspektiven auf die Türkei. Ökonomische und gesellschaftliche (Dis)Kontinuitäten im Kontext der Europäisierung. Münster 2008. S. 342360. ● Tekeli, Sirin: Die erste und die zweite Welle der Frauenbewegung in der Türkei, in: Claudia Schöning-


Kalender; Ayla Neusel; Mechtild M. Jansen (Editors): Feminismus, Islam, Nation. Frauenbewegungen im Maghreb, in Zentralasien und in der Türkei. Frankfurt, New York 1997. S. 73-93. Links Útiles ●http://www.istanbul.edu.tr/merkezler/webkaum/1htm.html ●http://www.morcati.org.tr ●http://www.ka-der.org.tr ●http://www.amargi.org.tr ● http://www.lambdaistanbul.org

TURQUÍA: ENTRE LA IGUALDAD LEGAL Y LA REAL DE LAS MUJERES UNA TURQUÍA A VARIAS VELOCIDADES Por Charo Nogueira

Entre la ley y la vida existe un abismo para las mujeres turcas: el que media entre la igualdad legal y la desigualdad real. Con la equiparación jurídica recién estrenada, ese abismo les resulta aún enorme. Se preguntan cuándo desaparecerá la discriminación que sufren y la mentalidad patriarcal que la permite, cuándo acabará la violencia familiar que padecen, cuándo se erradicarán los asesinatos por honor o los suicidios inducidos porque la honra familiar se considera mancillada. ¿Cuándo? Es la pregunta cuya respuesta tratan de agilizar las organizaciones de mujeres de un país masivamente islámico en el que religión y laicidad echan un pulso cotidiano bajo la mirada del ejército, garante del Estado laico fundado por Mustafá Kemal, Atatürk. Turquía es un país que eligió democráticamente a un partido islámico, AKP, para gobernar los restos de un imperio y que mira por el rabillo del ojo a la Unión Europea. ¿Lo admitirá en su seno? A esa duda, siempre al fondo, se suelen asomar los ciudadanos comunitarios tras la primera copa de raki, o el vaso de zumo, si el interlocutor es musulmán estricto.


El cuándo europeo y el cuándo de las mujeres caminan de la mano en un Estado repartido entre Europa y Asia y con enormes diferencias socioeconómicas: una élite pequeña y poderosa, una clase media escasa y una baja mayoritaria. Hacer los deberes La expectativa de entrar en esa Europa próspera se ha convertido en la mejor aliada de las turcas. Las condiciones impuestas por la UE para iniciar -el 3 de octubre de 2005- las conversaciones para una eventual adhesión al club comunitario incluían como requisito previo una mejora sustancial de los derechos humanos, entre ellos la igualdad entre mujeres y hombres. Turquía hizo los deberes con una cascada de cambios legislativos -incluidos el Código Penal y el Civil- para equiparar a ambos sexos. Ahora, según las organizaciones reunidas el pasado mayo en la conferencia El camino de las mujeres hacia Europa, queda aplicar a fondo esas modificaciones para eliminar la brecha entre lo que ordena la ley y lo que dicta la costumbre -para algunos, también el islam-. Creen que así se logrará el cambio de fondo: el de las mentalidades. La UE observa la situación ojo avizor. En las calles céntricas de Ankara o Estambul, la mezcla habitual: mujeres cubiertas con el turban (de ahí viene turbante) o pañuelo islámico, se cruzan con otras ceñidas y escotadas. En función de los barrios, predominan los escaparates de indumentaria moderna o de corte islámico; los cuerpos femeninos se tapan -hasta dejar ver sólo los ojos en algunos casos- o se descubren, según el cariz de la vecindad. En el campo, donde vive el 44% de los 73 millones de habitantes, apenas se puede elegir. En la Anatolia profunda -que incluye el atrasado este de mayoría kurda- y en las periferias urbanas, cuajadas de inmigrantes campesinos, la vida femenina es más dura y velada, sometida al estricto dictado de los hombres de la familia. Mayor pobreza, gran conservadurismo y un dictado aún más fuerte del namus, la honra familiar cuya salvaguarda recae en las mujeres. Mancharla -y eso se consigue con ir al cine o al bazar sin permiso, llevar minifalda, mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio o ser violada- llega a costar la vida con un dilema previo: ¿asesinato o suicidio? Los llamados asesinatos por honor (namus cinayeti), sobre cuyo número no existen datos oficiales -algunas fuentes hablan de unos 200 anuales, y otras, de unas decenas-, están de nuevo en el ojo del huracán. La reforma del Código Penal ha extremado el castigo: ahora es de cadena perpetua, frente a los dos años y medio de cárcel que podían costar antes. Sin embargo, este endurecimiento puede tener un efecto perverso que la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha comenzado a analizar. La relatora especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres, la turca Yakin Ertürk, visitó a finales de mayo varias ciudades del sureste de Turquía (Kurdistán) para investigar si los suicidios de mujeres son forzados y si se disfrazan como tales algunos asesinatos por honor. Los medios de comunicación habían aventado la sospecha de que, debido al endurecimiento penal, aumentaban conductas que ya existían antes: las de los familiares que inducen a la mujer, generalmente joven, a suicidarse (de paso se evitan que un pariente ingrese en prisión). Para eso se la hace sentir culpable de una conducta que mancha a todos y se la deja sola con una soga, una dosis de veneno o un arma de fuego cargada. En otras ocasiones la muerte a manos ajenas ha tratado de disfrazarse como suicidio o accidente. Sólo dejar de vivir limpia el namus. Al término de su viaje, Ertürk declinó pronunciarse a fondo -aún debe emitir su informe-, pero pidió a las autoridades que investiguen con celo algunos casos de crimen por honor disfrazado de suicidio, o si éste ha sido forzado. De paso, puso el dedo en la llaga de otros problemas femeninos en el este y el sureste de Turquía: "El orden patriarcal y las violaciones de los derechos humanos que acarrea, como los matrimonios


forzosos y tempranos, la violencia doméstica y la negación de los derechos reproductivos, son a menudo factores que contribuyen al suicidio de las mujeres y las jóvenes", afirmó. La violencia doméstica es un mal extendido. El 34% de las mujeres sufre maltrato físico en el ámbito familiar, según el Gobierno. Amnistía Internacional eleva la cifra: entre un tercio y la mitad de las turcas padece esas agresiones. Aunque la protección a las víctimas ha mejorado, las organizaciones de mujeres detectan importantes fallos, como la escasez de casas de acogida y, en ocasiones, la lenta actuación de las autoridades. Desde la cuna o la escuela Estos problemas son el exponente de una desigualdad que se arrastra desde la cuna o el pupitre. Ser hombre o mujer marca la vida: ellas, bajo la tutela de ellos, y a ser posible en el hogar. El 19% de las mujeres mayores de 15 años son analfabetas, frente al 4% de los hombres, según la ONU. Pese a las recientes campañas que han mejorado la presencia escolar femenina, el 12% de las niñas no pisa la escuela primaria, frente al 5% de los chicos. Estos datos a escala nacional enmascaran fuertes diferencias: en algunas zonas orientales el analfabetismo femenino supera el 50%, según Ertürk. Peores son aún los indicadores en educación y empleo: se calcula que sólo uno de cada cuatro trabajadores es mujer y la mitad de ellas faenan sin sueldo en el campo. En cambio, la presencia femenina ronda el 30% en áreas como la abogacía o la docencia universitaria, detalla la profesora Selma Acuner. Es la responsable de la plataforma de asociaciones KADER, que preconiza, entre otras cosas, una cuota del 30% para aumentar el poder político de las mujeres -las parlamentarias disponen del 4,3% de los escaños-. En Turquía, donde la política está salpicada por el debate entre religión y laicismo, las feministas suelen defender que la discriminación femenina se debe al sistema patriarcal, y no al islam, pero también hay quien defiende lo contrario. La mayoría de los turcos son de la rama suní, más conservadora, pero los alevíes, más abiertos, suponen una quinta parte de la población. En un país donde las mujeres empiezan a decir basta, sobre todo a través de organizaciones sociales, también las islámicas conservadoras se suman a la corriente. En principio agrupadas para luchar por su derecho a ir cubiertas -portar el turban les impide acceder a las universidades o al empleo público-, se sienten doblemente discriminadas: como mujeres y como musulmanas. En Turquía, la lucha entre laicos y religiosos también se libra en la cabeza de las mujeres. Mientras Europa vigila. Fuente: El País


LA LOSA DE CASARSE DE NIÑA LOS HABITUALES MATRIMONIOS DE MENORES EN TURQUÍA, UNA SOCIEDAD QUE CONDENA EL DIVORCIO, CONDICIONA LA VIDA DE LAS MUJERES

Cartel contra el matrimonio infantil de la ONG Escoba Voladora.


UN PROBLEMA DE DIFÍCIL CONTROL Desde que el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) llegó al poder ciertas reformas relacionadas con la infancia se han acometido para acercarse a los estándares europeos. Por ejemplo, hasta 2002 la edad mínima para el matrimonio era de 15 años para las mujeres y de 17 para los hombres. El cambio en el Código Civil igualó la edad para hombres y mujeres a los 17. A pesar de esto, y de firmar los diferentes tratados internacionales, existen ciertas ambigüedades en las actuales leyes turcas a la hora de definir a un menor: el Código Penal dice que cualquier persona menor de 18 es un niño y cuando se refiere al acoso infantil estipula que un niño es menor a los 15. “No se puede hablar de una armonía entre las leyes de Turquía y los convenios internacionales firmados. Hay gente en el Gobierno que afirma no estar a gusto con esas incongruencias”, explican Özlem Basdogan y Nazli Dülger, coordinadoras del proyecto destinado a los matrimonios con menores en Escoba Voladora (Ucan Supurge), una de las organizaciones más importantes de Turquía en esta causa.

Más de 500.000 niñas menores han sido desposadas en Turquía en la última década La mayoría de edad en Turquía son los 18 años, el matrimonio está permitido desde 17 y, en casos excepcionales, desde los 16. Los más de 500.000 casos que el Gobierno recoge en sus datos publicados se refieren a este grupo. Muchos otros matrimonios con menores no entran en las estadísticas gubernamentales porque las parejas deciden casarse sólo por el rito religioso —unión conocida como Iman Nikah—. “En Turquía sólo existe un tipo de matrimonio oficial y es el estatal. Los imanes deben exigir el documento que acredita la boda oficial antes de efectuar la boda religiosa. En las pequeñas villas, y no sólo las del sureste de Turquía, podemos ver los matrimonios con menores. Los imanes saben que no deben hacerlo aunque tampoco se debe ignorar el ambiente en el que viven, allí la gente les presiona para oficiar las bodas. Aunque también hay otros que quieren hacerlo”, destacan Basdogan y Dülger al recordar que la sanción para quien efectúe el enlace varía entre dos y seis meses de prisión y es muy fácil evitar. Para Escoba Voladora el Gobierno turco está cometiendo varios errores a la hora de enfocar el problema de los matrimonios con menores. El primero es la falta de recursos económicos que impide a las organizaciones civiles trabajar sobre el terreno y en profundidad. El segundo, la falta de coordinación entre el Gobierno, las organizaciones civiles y los centros de estudios. El tercero, el enfoque con el que se realizan los estudios, que puede distorsionar el resultado: “El Gobierno no está dando la suficiente importancia a este asunto. Los datos que tenemos no están sólo enfocados a los matrimonios con menores, sino que son una parte del estudio más amplio. A la hora de mirar la cuestión es importante buscar el problema concreto y una de nuestras parcelas de trabajo es empujar al Gobierno a tomar estas medidas”. Detectar este tipo de enlaces que afectan sobre todo a las mujeres es complejo para el Gobierno ante la falta de evidencias. Muchas madres jóvenes se casan sólo por lo religioso y luego dan a luz fuera del sistema sanitario turco por miedo a que las denuncien a las autoridades. Si acuden,


muchas veces las enfermeras que ayudan durante el parto no denuncian por temor al entorno familiar: “En muchos casos las enfermeras tienen miedo porque las familias pueden atacarlas. Esto también sucede con profesores y otras autoridades sociales conocedoras de este tipo de enlaces”, explican desde Escoba Voladora. La investigación realizada en 2008 por el departamento de Estudios de la Población de la Universidad Hacettepe dejó datos tan preocupantes como que cerca del 40% de las mujeres turcas entre 15 y 49 años se habían casado siendo menores de edad. Muchas de ellas suelen abandonar el sistema educativo una vez que se consuma la boda, sufren problemas psicológicos por la prematura maternidad y sus hijos corren el riesgo de tener malformaciones. Existen casos en los que la familia recibe una dote por la hija, otros en los que varias familias intercambian a menores (berdel) para reforzar los lazos parentales y algunos en los que la unión está decidida desde que prácticamente nacen los hijos. Las representantes de Escoba Voladora recalcan que no hay un tipo de historia concreta para los matrimonios con menores y que, al ser una tradición patriarcal, muchas mujeres no se cuestionan su destino: “Uno de los principales problemas es que todavía hay niñas que ven normal casarse a los 15 años porque lo hicieron sus madres y abuelas. La educación es importante, pero por ejemplo antes las niñas no iban al colegio y se casaban con la persona que decidían sus padres; ahora se casan cuando salen del colegio con la persona que deciden sus tutores. Algunas familias, por ejemplo, si ven que la niña no es buena estudiante piensan que no podrá encontrar un buen trabajo y deciden que la mejor opción es carsarla”. El problema de los matrimonios con menores afecta a más de 700 millones de mujeres en todo el mundo. Los datos recogidos por Unicef reflejan que la mujer es quien más sufre esta práctica y que la pobreza duplica el número de casos. Un tercio de las mujeres afectadas están en el sur de Asia —principalmente Bangladesh e India, debido a la densidad poblacional— y ocho de los diez países en donde esta práctica es común están en África. En Níger, el 77% de las mujeres se casaron antes de la mayoría de edad mientras sólo lo hicieron el 5% de los hombres. A pesar de estas cifras, si los avances de las últimas décadas se mantienen, la proporción caerá del 33% en 1985 al 18% en 2050. Unos pasos que poco a poco erradicarán un problema que tiene su base en la concepción patriarcal de la sociedad y que va más allá de lo religioso. http://elpais.com/elpais/2015/01/09/planeta_futuro/1420804925_696559.html


Uno de cada tres matrimonios en Turquía es con menores de edad Autor: Claudia Soto y EFE EL ESTUDIO QUE ENTREGÓ ESOS DATOS, SEÑALÓ, ADEMÁS, QUE CERCA DE 20 MIL FAMILIAS ACUDEN CADA AÑO A LOS TRIBUNALES PARA CASAR A SUS HIJAS.

 Un informe presentado en la Conferencia del matrimonio forzado, celebrada en una universidad de la provincia de Izmir, señaló que uno de cada tres matrimonios en Turquía es con menores de edad.

 El estudio indicó además, que la principal causa de muerte de niñas entre 15 y 19 años está relacionado con el embarazo y el parto.  Pero según una publicación de Hürriyet, los académicos que participaron en la conferencia habrían opinado que las cifras reales serían superiores ya que muchos de los matrimonios son religiosos y no están en los registros oficiales.

 Según El Ministerio de Educación, el 97,4% los estudiantes que no continúan con sus estudios son mujeres debido al matrimonio temprano o noviazgo.

 Una de las conclusiones de los expertos es que existe una relación entre la educación y el matrimonio precoz, ya que el 50% de aquellos menores de 18 años que se casaron eran analfabetos y el 31,7% nunca habían ido a la escuela a pesar de saber leer y escribir.

ASESINATOS DE HONOR – VIOLENCIA DE GÉNERO  En Turquía son frecuentes los crímenes de honor, asesinatos de mujeres jóvenes a manos de familiares para terminar con una conducta que consideran indecente.  Un 66% de los asesinatos de mujeres por motivos patriarcales los cometen los maridos, exmaridos, novios, exnovios o pretendientes.  Entre un 15 y un 20% de los asesinatos de mujeres con motivos patriarcales en Turquía los cometen los propios familiares, mientras que un 66% es obra de maridos, exmaridos, novios, exnovios o pretendientes, según recuentos de la revista Bianet. Cada año mueren más entre 200 y 250 mujeres en Turquía en crímenes machistas, y en los primeros cuatro meses del año en curso la cifra de víctimas ya llega a 94, según la citada revista. Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2465641/0/joven-turca-herida-grave/crimen-honor-familiar/operaciontriunfo/#xtor=AD-15&xts=467263


TESTS DE VIRGINIDAD  En Turquía, los tests de virginidad han sido ampliamente utilizados para certificar la «pureza» de la novia en el momento del matrimonio. En 2001, el gobierno de entonces, encabezado por Bülent Ecevit, llegó a aprobar la realización forzosa de este tipo de pruebas para las estudiantes de secundaria. Sin embargo, la muerte, ese mismo año, de cinco jóvenes que prefirieron suicidarse con veneno para ratas antes que ser sometidas al examen, llevó al ejecutivo a dar marcha atrás.  A principios de 2002, la práctica forzosa de este tipo de pruebas fue abolida tras la aprobación del nuevo Código Civil, en línea con las exigencias de la Unión Europea en materia de derechos humanos y de las mujeres. La nueva legislación fue respetada por el gobierno del AKP de Recep Tayyip Erdogan, que llegó al poder ese mismo año.

TAPADAS: EL VELO ISLÁMICO SE IMPONE EN TURQUÍA Las mujeres con niqab son cada vez más en un país que durante 80 años fue modelo de laicismo, pero que es mayoritariamente musulmán; desde 2014 también las adolescentes usan la vestimenta Luisa Corradini LA NACION JUEVES 06 DE AGOSTO DE 2015 ESTAMBUL.- Primero fue la universidad, después la Asamblea Nacional y, finalmente, el velo islámico comenzó a imponerse hasta en la televisión turca. Hoy las mujeres con niqab son cada vez más numerosas en ese país mayoritariamente musulmán, que durante cerca de 80 años fue modelo de laicismo. El sábado 16 de noviembre de 2013, la periodista de televisión Feyza Cigdem Tahmaz, de la cadena pública de cable TRT Turk, apareció con la cabeza cubierta por un estricto velo negro para presentar las informaciones de las 17. Con la velocidad de un rayo, la imagen dio la vuelta al país. Si bien Feyza era un puro producto de la sociedad conservadora turca, diplomada de la Facultad de Teología y ex militante del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del presidente Recep Tayyip Erdogan, su osadía causó sensación. Hasta aquel momento, había periodistas veladas que producían editoriales en los diarios, participaban de la vida mediática, en los debates políticos y programas televisados, pero jamás una cadena de TV pública, controlada por el Estado, había dado semejante paso.


Un año y medio después, Feyza considera que su gesto fue el símbolo de la "normalización" que se está produciendo en Turquía "gracias al impulso del AKP". Durante mucho tiempo -afirma-, las mujeres fueron marginadas de la sociedad porque llevaban un velo. "Había que terminar con ese problema", declara. Recuerda que la exclusión era practicada por la junta militar después del golpe de Estado de 1980. "La práctica fue reforzada por los militares a partir de ese año tras la caída del gobierno islamista. Una ola de represión y proscripciones se abatió entonces sobre todas las organizaciones y fundaciones islamistas", enumera. También condujo a la prohibición del Partido de la Virtud (Fazilet), en el que militaba la mayor parte del equipo que integra el actual gobierno. "Combatido en nombre del laicismo instaurado por Mustafa Kemal Ataturk en la década de 1920, el velo se transformó desde entonces en un símbolo, un objeto de lucha para los políticos islamistas" De ahí, la persistencia obsesiva del actual presidente por restaurar todas las leyes que autorizan la práctica pública del islam en la sociedad. Dos semanas antes de la aparición de una periodista velada en las pantallas, había caído otro tabú: cuatro representantes del AKP se presentaron a la Asamblea Nacional para ocupar sus bancas de diputadas vistiendo el hijab. Las cuatro, que habían sido elegidas en 2011 con la cabeza descubierta, explicaron haber tomado esa decisión después de hacer su peregrinación a La Meca en 2013. "Espero que todo el mundo respete mi decisión. El velo es una cuestión entre un creyente y su Dios", declaró entonces una de ellas, Gonul Sahkulubey. Ese espectacular ingreso en el Parlamento fue posible gracias al levantamiento de la prohibición legal que pesaba sobre las empleadas de la función pública. Una medida apoyada con entusiasmo por el poder. "Todos debemos respetar la decisión de nuestras hermanas", declaró el entonces primer ministro Erdogan, riguroso practicante, cuya mujer jamás aparece en público sin su hijab. Poco antes, el jefe del gobierno había anunciado un "paquete democrático", que incluía el fin de la obligación para los empleados públicos de trabajar con la cabeza descubierta. Enfermeras, maestras, abogadas, empleadas administrativas pueden desde entonces ostentar todo símbolo religioso en su sitio de trabajo, si bien se mantuvieron ciertas excepciones en el ejército, la policía y la magistratura. Desde entonces, la nueva visibilidad del hijab, utilizado por poco más de dos tercios de las mujeres turcas, sigue dividiendo la sociedad. Al mismo tiempo se percibe un rápido aumento del niqab, ese velo integral, generalmente negro, que cubre cabeza, cara y cuerpo, dejando ver sólo los ojos. Según una encuesta publicada el año pasado, la práctica concierne a poco más del 15% de las mujeres veladas. Para los islamistas, se trata de una proporción estable. Los prolaicos desmienten y atribuyen ese fenómeno a la presión que ejercen los sectores de gobierno y los grupos más conservadores. Por esa razón, dicen, cada vez más jóvenes optan por cubrirse para evitar el hostigamiento. "Para aquellas como yo o mis amigas que nunca tuvieron intención de usar el velo, la prohibición era una suerte de protección. Ahora eso se terminó. En una sociedad cada vez más practicante, el velo define socialmente. Una mujer es ante todo la «muhajaba, la velada». Aquella que respeta los principios del islam. Es muy difícil?", explica Salwa, estudiante de historia en la Universidad de Estambul.


Pantalón al cuerpo, top ajustado, Doaa sacude su magnífica cabellera color azabache, y asiente: "Lo que yo leía en la mirada de los demás porque usaba velo no me correspondía", recuerda. La joven estudiante de 24 años pasó siete de ellos con el cuerpo enteramente cubierto. "El problema del velo no es sólo la prenda. La sociedad atribuye a quienes lo usan una cantidad de etiquetas: hay que comportarse de tal manera, hablar sólo a cierto tipo de personas, preferir tales cosas, tales autores, tales películas. En realidad, la mujer velada es una entidad cristalizada. Por no decir «una cosa»", explica. Doaa abandonó el velo hace un año. Después de mucho pensar, una mañana dejó un breve mensaje en la mesa de la cocina a su madre, advirtiéndole que regresaría de la facultad sin su gran velo negro. Su padre vive en el extranjero, su familia es extremadamente conservadora. "Fue muy duro -recuerda-. Estuve meses sintiéndome completamente perdida." La joven temía enardecidas discusiones en el entorno familiar. Pero sólo obtuvo silencios, miradas desoladas, gestos de reprobación. Con sus tías, siempre muy afectuosas, se instaló una fría distancia. "No dijeron nada y siguen siendo amables, pero las siento decepcionadas. Sin embargo, sigo siendo la misma. ¡Cuando me quité el hijab no cambié! Jamás imaginé hasta qué punto ese maldito velo se había convertido en un elemento constitutivo de mi identidad...", dice. En los sondeos, la mayoría de los turcos se declara favorable a la autorización del pañuelo islámico. Juzgan que su prohibición representa una interpretación demasiado rígida del laicismo.

ADOCTRINAMIENTO En una de las entradas del campus universitario de Estambul, Ipek Ekmen, estudiante de Derecho, se quita los audífonos de su iPod escondidos debajo de su turbante para contradecir las opiniones anteriores. "El derecho al velo tiene que ver con la libertad individual. No pone para nada en cuestión el laicismo. La gente se equivoca de debate", afirma. Eso es verdad cuando las jóvenes tienen la posibilidad de elegir. No cuando la práctica toma visos de adoctrinamiento en un contexto de hiperreligiosidad. En septiembre de 2014, el gobierno conservador de Erdogan dio un paso suplementario al autorizar el velo para las chicas desde el colegio secundario; lo presentó como un nuevo avance de "las libertades individuales". "Dejemos a cada uno vestir a sus hijas como quiera", declaró el entonces primer ministro. Sarah es un buen ejemplo. A los 13 años terminó haciendo como todas sus compañeras de escuela en ese barrio estambulita donde reside la clase media. "Me puse el velo por la decisión de mis padres, empujada por la presión de las otras chicas y de los profesores", explica ahora. Señala los clichés sociales: "Hay que ser una chica respetable". Las amenazas: "Terminarás colgada del pelo el día del juicio final"...A esa edad, sólo cuenta la mirada del otro. "Algunos decían que me quedaba muy bien. Pero yo tenía la sensación de que alguien quería convertirme en «normal», como si me faltara algo que el velo podía aportarme", recuerda dos años después, con una sorprendente lucidez. Sarah quiso quitarse el velo varias veces, pero su familia se lo impidió. Cordialmente al comienzo. Después, frente a su obstinación, con firmeza. "Me castigaban y me amenazaban con recurrir a la violencia física. Yo era tan joven que no tenía argumentos para defenderme ni la fuerza de hacer frente a la presión. Entonces cedía", se lamenta.


Cuando Erdogan tomó la decisión de autorizar el velo para las niñas, la oposición laica denunció "un retorno a la Edad Media". La educación es uno de los principales terrenos de enfrentamiento entre religiosos tradicionalistas -que forman la base de apoyo al AKP- y los opositores kemalistas, que lo acusan de imponer valores islamistas en forma sibilina. Denuncian, por ejemplo, que poco a poco ha erigido como modelo el funcionamiento de las escuelas confesionales. Desde 2010, en efecto, muchos colegios públicos fueron convertidos en imam hatip, unas instituciones caídas en el olvido a comienzos de los años 2000. Recep Tayyip Erdogan nunca ocultó su voluntad de formar una juventud religiosa "en el respeto de los valores turcos". Fue en uno de esos liceos, apreciados por los tradicionalistas, donde el jefe del Estado se educó. "¿Queremos jóvenes religiosos o una juventud de drogados?", se atrevió a preguntar como si no hubiera otra opción. Según el investigador francés Jean Marcou, especialista de Turquía, los imam hatip aumentaron 73% desde 2010. "Su número creció mucho más rápidamente que las escuelas laicas. Hay más de mil establecimientos de ese tipo en todo el país", afirma. Utilizados originalmente por las familias practicantes, los imam hatip reciben ahora cantidad de niños inscriptos de oficio con el argumento de que las escuelas públicas no dan abasto. "Niños de familias judías, cristianas, chiitas o simplemente laicas deben así seguir una formación donde la enseñanza del islam sunnita es preponderante", explica Marcou. El experto afirma que Erdogan intenta ahora extender la educación religiosa al jardín de infantes y los dos primeros años de escuela primaria. Pero Erdogan fue aún más lejos. Decidido a terminar con los fundamentos laicos de la república turca fundada por Ataturk, en diciembre pasado anunció su decisión de imponer la enseñanza del alfabeto otomano, cercano al árabe, en todos los imam hatip. La medida fue recibida por los laicos como una violación suplementaria del modelo de separación de poderes político y espiritual, establecida por el padre de la Turquía moderna.


El Consejo Nacional de Educación, compuesto mayoritariamente por allegados al jefe del Estado y su partido, propuso esa idea, que constituye una transformación profunda de la reforma lingüística de 1928, que estableció la adopción del alfabeto latino y el abandono de la escritura árabe. Una vez más, Erdogan presentó su decisión como un retorno "a las raíces turcas". Para sus opositores, teniendo en cuenta que el Corán sólo puede recitarse en árabe, se trata de un paso más hacia la islamización de la sociedad. Como suele suceder en estos casos, la obstinación oficial termina alentando a fanáticos de toda laya. En agosto de 2014, Menderes Turel, alcalde de Antalya, uno de los centros turísticos más célebres de Turquía, transformó la playa de Sarisu en un sitio reservado únicamente a las mujeres. Con el beneplácito del gobierno, la medida fue aplicada sin problemas. Fino estratega, decidido a devolver a su país la grandeza perdida, transformándolo en actor inevitable del ajedrez medio-oriental; dispuesto a convertirse en un nuevo sultán, Erdogan sigue su camino imperturbable. Para muchos analistas, por un lado, su política responde a profundas convicciones personales. Por el otro, hay algo más: "Todo lo que hace es una forma de mostrar que Turquía cambia. Que gira seriamente hacia Oriente y hacia el mundo musulmán", interpreta el historiador Faruk Bilici. Otros lanzan señales de alarma. En una reciente entrevista, el escritor Orhan Pamuk denunció las presiones ejercidas sobre los militares (tradicionalmente laicos), los medios de comunicación, los periodistas, los profesores y, en general, todos los representantes de la oposición. Para el premio Nobel de Literatura 2006, "lo peor es que hay miedo". "Tengo pruebas de que todo el mundo tiene miedo -afirmó-. Y eso no es normal."

¿HAY TANTA DIFERENCIA ENTRE ESTAMBUL Y EL RESTO DE TURQUÍA? Estambul es una ciudad que le da diez mil vueltas a Madrid en cosmopolita. Ahí están las mejores universidades de Turquía, el lugar donde puedes vivir una vida anónima e independiente. En Turquía hay una correlación total entre la educación y la independencia. Con motivo del Día de la Mujer, la Fundación por la Investigación de Política Económica de Turquía (TEPAV) ha publicado un estudio que revela que la de Estambul es con diferencia la provincia que mejor puntuación obtiene en lo que a igualdad de género se refiere. Los factores que se tuvieron en cuenta para el estudio fueron el campo de la salud y el laboral y la representación política y económica de la mujer. Turquía, de manera global, ha tenido avances en cuanto a igualdad de género estos últimos años, pero el último índice global de Naciones Unidas, de 2014, todavía la sitúa en el puesto 71 mundial.


ERDOGAN, CONTRA LAS MUJERES EN TURQUÍA

La campaña del presidente turco contra las mujeres que tiene que ver con "la construcción del imaginario de una nueva sociedad" Erdogan asegura que una mujer sin maternidad es "media persona" LARA VILLALÓN Estambul 06/06/2016 19:30 El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha vuelto a causar polémica al hablar del papel de la mujer en la sociedad turca. Este domingo afirmó que las mujeres que no son madres están "incompletas" y aquellas que deciden rechazar la maternidad "niegan su feminidad". "Rechazar la maternidad significa rechazar la humanidad", dijo Erdogan en un discurso con motivo de la apertura del nuevo edificio de la Asociación de Mujeres y Democracia de Turquía (KADEM). Hace una semana, también defendió que las familias musulmanas no deberían recurrir a la planificación familiar o al control de natalidad, en un nuevo llamamiento para tener más hijos. Durante los últimos meses, Erdogan ha mencionado a menudo a las mujeres y su papel en la sociedad. El pasado 8 de marzo, día de los derechos de las mujeres, declaró "para mí la mujer ante todo es madre". F.H. miembro del principal colectivo feminista de Estambul (IFK) cree que el Gobierno habla más sobre las mujeres porque "Erdogan está construyendo el imaginario de una nueva sociedad. Quiere diseñar


nuestra forma, aspecto y comportamiento", en referencia a la propuesta de reforma de Constitución que quiere llevar al parlamento el Gobierno islamista del AKP.

UNA NATURALEZA "DISTINTA" En 2014, cuando Erdogan era primer ministro, también arremetía contra las mujeres y animaba a los ciudadanos a tener más hijos. "No se puede poner a mujeres y hombres en igualdad de condiciones, va contra la naturaleza. Fueron creados de manera diferente. Su naturaleza es distinta y su constitución también", declaró. Para Sehlem Sebik, miembro de la Asociación para la lucha contra la violencia sexual (CSMD) este tipo de declaraciones "provocan más violencia contra la mujer", y cree que están relacionadas con la nueva propuesta de ley de divorcio que el Gobierno del AKP quiere llevar al parlamento. "Han hecho un informe para disminuir el número de divorcios con propuestas de ley que dañan nuestros cuerpos y nuestros derechos. Una ley que provoca más abuso de las mujeres en casa y en la calle" añade. Este planteamiento de ley responde a un comité de investigación creado por el AKP llamado "Protección de la integridad familiar", con el objetivo de disminuir el número de divorcios. Este informe ha sido rechazado por el partido socialdemócrata (CHP) y los de izquierdas (HDP) y asociaciones feministas. La tasa de divorcio en Turquía es de aproximadamente 1,7%, mientras que la tasa de matrimonios es de 7,7% anual. Gulsum Kav, fundadora de la plataforma "Paremos el asesinato de mujeres" declaró al periódico turco Cumhuriyet que "no es justificable crear una comisión sobre el divorcio y no debe ser considerado para la nueva legislación". Dicho informe propone que la edad legal para contraer matrimonio sean los 15 años y no los 18, es decir, un adulto puede casarse con un menor sin que se le acuse de abuso a menores. Esta moción ha recibido muchas críticas por parte de asociaciones feministas, que temen que muchas familias decidan casar a sus hijas menores con su abusador en el caso de sufrir una violación. Una parlamentaria del AKP, defendía la propuesta de ley en el canal CNN Turk, "si los hombres son encarcelados, las mujeres y niños sufren". El informe también cita que si en el juicio por divorcio la sala observa que aún hay esperanza en su matrimonio, los envíen a un mediador, y propone a Diyanet (Dirección de Asuntos Religiosos) para asumir ese papel.


TURQUÍA RETIRA LA POLÉMICA LEY PARA PERDONAR A LOS VIOLADORES QUE SE CASEN CON SUS VÍCTIMAS

El Gobierno turco quiere perdonar al abusador que se case con la víctima LLUÍS MIQUEL HURTADO Estambul 22/11/2016 08:25 Los abusadores turcos no se irán de rositas por ahora. El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha anunciado este martes la suspensión del trámite de la ley que pretendía que cerca de 4.000 acusados de explotación sexual de menores en Turquía evitaran la cárcel. Las organizaciones feministas consideran esta rara marcha atrás del islamista gobernante AKP una victoria de las calles. "Esta cuestión será discutida en comisión [parlamentaria]; si [la oposición] nos envían una propuesta, será desarrollada. Si no, arreglaremos la cuestión a partir de sugerencias de ONG, ciudadanos, expertos y académicos. La política es donde se resuelven las cosas", ha declarado Yildirim en rueda de prensa. Justo este martes se pretendía dar salida al paquete legal que incluía la controvertida moción. La decisión del Ejecutivo llega el día después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan -con control total de facto sobre el gabinete- sugiriese que el problema de la polémica norma "se solucionase con un amplio consenso". Ya antes, el AKP había instado a la oposición del socialdemócrata CHP y del islamonacionalista MHP a presentar alternativas. Ambos se habían negado hasta que se alzara el texto.


El paso atrás del Gobierno no es de extrañar teniendo en cuenta que no sólo la oposición feminista había llenado las calles turcas este fin de semana en contra de la ley. Incluso KADEM, la asociación de mujeres más próxima al Gobierno cuya vicepresidenta es Sümeyye, la misma hija de Erdogan, había solicitado a Ankara revistar el borrador. Su mensaje intensificó el debate en el seno gubernamental. El texto proponía modificar el artículo 103 del código penal turco sobre las penas por abuso de menores. Planteaba posponer el anuncio de veredictos para todos aquellos casos cometidos antes del 16 de noviembre pasado y suspender las sentencias ya emitidas si el agresor se casaba con su víctima. Matizaba que sólo abordaba casos de relaciones con menores no cometidas con coacción o amenazas. De hecho, durante la rueda de prensa del martes, Binali Yildirim ha insistido en defender la moción, que presentaron seis diputados de su partido la semana pasada, como una solución para los matrimonios religiosos, no oficiales en Turquía- consumados antes del mínimo legal, que es de 16 años con permiso de los tutores legales. En caso de bodas de 15 años y menores la Fiscalía debe actuar de oficio. "Si de esta manera el hombre va a la cárcel, la mujer queda en la estacada con los hijos. Así que son los pequeños quienes pagan la factura de este matrimonio joven. Particularmente, esto provoca una herida aún más profunda en la sociedad", ha asegurado Yildirim. El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, justificó la necesidad de aprobar la ley para acabar con el "sufrimiento de los matrimonios jóvenes". Por contra, partidos políticos y asociaciones feministas arremetieron contra la propuesta porque, consideran, "invita a violar a menores con impunidad". Han cuestionado que una menor de 15 años tenga capacidad de decidir sobre sus relaciones. Recuerdan, por ejemplo, los muchos casos en que una familia ha tratado de encubrir abusos sexuales con una boda, especialmente en entornos conservadores. Los casos de abusos de niños se han triplicado en la última década. Según el Instituto Turco de Estadística, 438.000 menores se han casado durante este período. Kilis, donde los refugiados sirios son mayoría, es la provincia de Turquía donde más matrimonios con menores hubo en 2015. Se conocen numerosos casos de sirios que han casado a sus hijas con adinerados turcos para salir de la pobreza.

INFORME EUROPEO sobre las perspectivas para las mujeres en Turquía de cara a 2020 http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+REPORT+A7-20120138+0+DOC+XML+V0//ES


TRES FLORES KURDAS ASESINADAS EN PARÍS El 9 enero de 2013, tres piezas clave del activismo internacional por la autodeterminación del pueblo kurdo y de la lucha por la liberación de la mujer fueron asesinadas en París, en la sede de la Federación de Asociaciones Kurdas en Francia. Los cuerpos sin vida fueron hallados con varios disparos en la cabeza, aunque solo se encontraron dos casquillos de bala. “La idea de que los fascistas turcos habían asesinado a Sakine, Leyla y Fidan en pleno París era insoportable. Cuando me enteré no creía cómo se habían atrevido a hacerlo, me sentía como un león enjaulado”, afirma Sylvie Jan, gran amiga de Sakine y actual presidenta de la asociación Solidaridad Francia-Kurdistán. En 2013, año en que se cometió aquel triple asesinato, Jan presidía la asociación Mujeres Solidarias; una joven kurda le pidió apoyo para defender a la diputada kurda Layla Zana de la pena de muerte que pesaba sobre ella por haber pronunciado una frase en kurdo en el momento de su investidura en el Parlamento Turco, un atrevimiento que está severamente restringido en Turquía. “Me impliqué profundamente en esta lucha, fui hasta Ankara a visitar a Leyla y desde entonces las kurdas entraron en mi vida”. Las mujeres asesinadas eran tres piedras incómodas en los zapatos del gobierno turco. Sakine Cansiz, de 54 años, fue cofundadora del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) junto con Abdullah Ocalan, presidente del partido y condenado a cadena perpetua en Turquía. También fue fundadora del movimiento de liberación del Kurdistán y la Unión de Mujeres Libres, lo que la llevó a ser prisionera en Turquía hasta que recibió asilo político en Francia. Fridan Dognan, con 31 años, era directora del Centro de Información del Kurdistán, representante del Congreso Nacional del Kurdistán y exiliada en Francia desde que huyó con su familia a los 8 años. Leyla Saylemez vivía en Alemania y estaba de paso en París; a sus 25 años, esta activista kurda tenía una prometedora carrera política por delante en la lucha por la libertad de su pueblo.

Mujeres kurdas sostienen una pancarta con el lema ‘Vivir libre en el autogobierno’, durante la manifestación en memoria del asesinato de Sakine, Fidan y Leyla. 9 de enero en París. / Foto: Luna Gámez.

En mayo de 2015, dos años después del triple homicidio y tras una investigación llevada a cabo por la justicia francesa, el turco Omer Güney, intérprete y chófer voluntario de la organización kurda en París, fue el único condenado del caso a pesar de que los jueces alertaron acerca de varios indicios que lo relacionaban directamente con el servicio secreto turco (MIT). Sin embargo, el gobierno de Erdogán no ha respondido


aún a la comisión rogatoria para esclarecer, entre otras cosas, la conversación que la prensa turca filtró en entre Omer y dos agentes del MIT. “Francia es escenario de muchos crímenes políticos, de cuyos intríngulis el servicio secreto francés debe estar al corriente; sin embargo estas informaciones no siempre llegan a la justicia, tal vez porque el Gobierno francés las utiliza como elemento de presión unilateral”, afirmó recientemente Selahattin Demirtas, codirector del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), durante una conferencia sobre justicia y crímenes políticos centrado en el caso de las tres kurdas asesinadas en pleno centro de la capital francesa. El proyecto político de las mujeres kurdas representa hoy una esperanza para la democracia y la paz,

Nursel Kiliç en el Centro Cultural Kurdo de París. /Foto: Luna Gámez

Unos días antes del triple crimen, Recep Tayyip Erdogán, por entonces primer ministro turco, anunció el arranque de las negociaciones de paz con Abdullah Ocalan, líder histórico del PKK preso desde 1999. Demirtas cree que este asesinato fue planeado por el Gobierno turco para provocar a los kurdos y arruinar el proceso de paz, asegura además que la investigación no avanza debido a los crecientes intereses económicos, políticos y militares entre Francia y Turquía. “Si se hubiesen buscado los responsables podríamos haber tenido un proceso de paz duradera, con Turquía en paz, Siria no estaría en la actual situación y el DAESH no habría avanzado tanto. Si Turquía hubiese combatido a DAESH desde el principio, tal vez los atentados de París nunca habrían sucedido”. El HDP es el partido kurdo con mayor número de representantes mujeres en la historia del Parlamento turco, después de que en las pasadas elecciones de junio lograse el 13 por ciento de los votos. “Esta victoria es común para todas las mujeres turcas” declaró Demirtas tras las elecciones y después de que Erdogan negase la igualdad entre hombres y mujeres, calificando el feminismo de “rebeldía de las mujeres que no aceptaban su maternidad”. “La emancipación de una mujer pasa por la liberación de todas las mujeres, por eso este asesinato, más allá de un hecho político, es un feminicidio, un atentado contra la mujer, resultado de la confrontación ideológica y política entre el gobierno turco y el pueblo kurdo, bajo el paraguas de los intereses económicos de los países occidentales contra un pueblo que reivindica su derecho básico de existir”, sostiene la joven líder kurda Nursel Kiliç. Ante la cantidad de interrogantes que ensombrecen este caso, el movimiento de solidaridad mantiene las movilizaciones para exigir que la Justicia gala reabra la investigación y reconsidere las pruebas que inculpan


al MIT. El pasado 9 de enero, con motivo del tercer aniversario del asesinato, unos 10.000 manifestantes volvieron a recorrer las calles de París para honrar la memoria de las “tres flores kurdas”, apelación con que los kurdos recuerdan a las tres asesinadas. “Ninguna revolución se desarrolla sobre una alfombra de terciopelo, pero en esta región de Oriente Medio el proyecto político de las mujeres kurdas representa hoy una esperanza para la democracia y la paz, no solo para el Kurdistán si no para el mundo entero”, opina Kiliç. LA REVOLUCIÓN DE ROJAVA, LA LUCHA POR UNA SOCIEDAD FEMINISTA La lucha feminista del movimiento kurdo comenzó a fraguarse en la década de los 80 entre las exiliadas en Alemania. Gracias al trabajo de mujeres como Sakine Cansiz, el PKK asumió la denominada Teoría de la Ruptura a favor de la abolición de todo sistema de dominación patriarcal y esclavitud de las mujeres. En aquella época, la opresión del Gobierno turco obligó a la organización del movimiento kurdo a agruparse en las regiones fronterizas con Siria, principalmente Afrîn, Cizîre y Kobane, donde eran hostilmente ignorados por Al-Assad. El régimen no les atacaba directamente pero negaba su existencia étnica como pueblo, les quitó las tierras y los reprimió económica y socialmente dentro del proceso de arabización. A finales de los 90, la presión del Gobierno turco fue tan fuerte que Siria cedió a la ofensiva contra el pueblo kurdo y Abdullah Ocalan, líder del PKK, fue capturado. Ante la presión, las kurdas tomaron las armas y crearon el Ejército de Mujeres y su propia organización política, el Partido de Mujeres Trabajadoras del Kurdistán (PJKK), que pasó a llamarse Partido de Liberación de Mujeres del Kurdistán (PAJK) en 2004. El pilar central de esta lucha, organizada en torno al Alto Consejo de Mujeres (KJB), es el desarrollo de una identidad liberadora para las mujeres y se consolida gracias a las Asambleas por la Libertad de las Mujeres, de carácter anual y donde se consensuan las decisiones políticas y sociales más importantes. “Las mujeres luchamos por emanciparnos dentro de nuestro propio movimiento”, dice Nursel mientras explica que el horizonte de su lucha contra DAESH va más allá de la defensa de su territorio y del reconocimiento de su pueblo, y que cada vez están más amenazadas por la trata, las violaciones y la esclavitud sexual de los islamistas que siguen avanzando y que ya controlan importantes enclaves, como Sinyar y Mosul. “DAESH representa el nivel extremo del sistema patriarcal”, afirma Nursel con mirada fija y palabra contundente antes de enumerar los distintos tipos de violencia que este grupo terrorista ejerce sobre las mujeres y que incluyen los matrimonios forzados, las muertes por lapidación y la ablación. Más de 2.000 mujeres de 19 aldeas diferentes fueron obligadas a satisfacer los deseos sexuales de los miembros del ISIS, mientras que miles han sido secuestradas, violadas y vendidas posteriormente a comerciantes en bazares o a mafias de la trata de mujeres a precios que rondan 100 dólares, según la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID). Sin embargo, la presión hacia las mujeres sobrepasa el patriarcado islamista, ya que muchas de las que logran escapar de las garras del ISIS se suicidan por la vergüenza o son asesinadas al regresar a sus comunidades. Las kurdas han enfrentado históricamente la doble opresión patriarcal tanto del Estado como de sus propias comunidades. El sistema social y democrático de Rojava se implantó como tal tras el estallido de la Primavera Árabe en Siria y cuando la represión del Gobierno de los y las manifestantes se extiende hasta la región kurda. Ante la dicotomía de qué bando de los dos apoyar, el pueblo kurdo decidió tomar la ‘tercera vía´ y crear su propio sistema autónomo en la región para resistir a los ataques de cada uno de los frentes, incluido el Estado Islámico. En 2012, las fuerzas de Al-Assad se retiraron pacíficamente, ante la fuerte y numerosa presencia del ejército de las Unidades de Defensa Popular (YPG) y del YPJ, el cuerpo de mujeres de la guerrilla.


La floreciente revolución de Rojava fue percibida por Turquía como una amenaza, según afirma el político kurdo Selahattin Demirtas, quien reconoce que este fue el detonante para que Erdogan cancelase las negociaciones de paz el pasado verano. El gobierno de Turquía cerró además la frontera e imposibilitó el paso de cualquier tipo de ayuda solidaria. El líder del Kurdistan iraquí se puso del lado de Erdogan, quien es el principal comprador del petróleo producido por los kurdos en Irak. Rojava acabó aislada frente a uno de los mayores ataques al pueblo kurdo en la historia reciente. Sin embargo, las fuerzas del ejército de liberación, incluido el batallón de mujeres, continúan empuñando las armas para defender su región. Muchas son protagonistas de increíbles actos heroicos, como es el caso de Arin Mirkan, una de las comandantes del YPJ que provocó un ataque suicida para acabar con decenas de combatientes del Estado Islámico.

Las mujeres son la columna vertebral de la lucha del pueblo kurdo. Manifestación del 6 de febrero 2016 en París contra los recientes ataques sobre el pueblo kurdo./ Foto: Luna Gámez.

Debido a las ofensivas, el proyecto social revolucionario mostró menos frutos en Kobane que en los otros dos cantones, Cizîre y Afrîn, donde los ataques tardaron un poco más en llegar. En julio de 2015 una treintena de mujeres activistas fueron asesinadas cuando se dirigían a prestar su ayuda para la reconstrucción de Kobane, cuna de la revolución feminista kurda. Aunque las muertes fueron atribuidas al ISIS, muchas voces sobre el terreno denuncian la complicidad del Gobierno turco para bloquear la ayuda solidaria y la cooperación con el pueblo kurdo. Desde comienzos de año, la población kurda en Cizîre están sufriendo los bombardeos del Gobierno turco en lo que Erdogan denomina “la batalla contra el terrorismo”. Mientras el pueblo kurdo es el único que realmente lucha contra el que también es el principal enemigo de Europa, las empresas armamentísticas europeas continúan haciendo negocios con el Ejecutivo de Turquía, cuyas armas, muchas de ellas fabricadas en España, apuntan directamente al proyecto kurdo de autogestión. “Los gobiernos europeos no apoyan al movimiento kurdo porque eso significaría apoyar nuestro proyecto de democratización progresista, que es la antítesis del capitalismo que ellos defienden”, argumenta Nursel Kiliç y, haciendo suyas las palabras de Neruda, afirma: “Podrán cortar las flores, pero nunca detendrán la primavera”. - See more at: http://www.pikaramagazine.com/2016/03/kurdas-en-lucha-contra-el-patriarcado-y-el-estadoislamico/#sthash.JQOFcnca.dpuf


LA GUERRA DE ERDOGAN CONTRA LAS MUJERES MUJERES KURDAS

24 noviembre, 2016 Dilar Dirik/Resumen Medio Oriente*, 24 de noviembre de 2016 – Las mujeres kurdas, uno de los movimientos más fuertes y radicales del mundo, están siendo castigadas por el Estado turco con total impunidad. “¡Vamos a resistir y resistir hasta ganar!”, grita Sebahat Tuncel antes de que su boca sea cerrada con fuerza por media docena de policías que la detienen y la arrastran por el piso a principios de noviembre. Hace nueve años, una caravana con alegres consignas, flores y signos de victoria recibía a Tuncel cuando fue liberada de la cárcel para ingresar al parlamento, habiendo sido elegida mientras todavía estaba presa. Tuncel, ahora en prisión, es una de las decenas de políticos kurdos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) o del Partido de las Regiones Democráticas (DBP) arrestados por las fuerzas de seguridad turcas desde finales de octubre bajo las operaciones “antiterroristas” del presidente turco Erdoğan contra quienes desafían su gobierno autoritario. Esta represión seguida al intento de golpe de Estado en julio representa una re-escalada de la guerra entre el Estado y el movimiento kurdo desde el verano de 2015, poniendo fin a un proceso de paz de dos años y medio de duración. Al igual que el consejo dado a la escuadra antiterrorista alemana en la década de 1980 (“Dispara primero a las mujeres”), la masculinidad tóxica del Estado se hizo evidente en su declaración de guerra contra las mujeres; la fuerza del movimiento militante de mujeres kurdas representa la mayor amenaza para el sistema. El caso de Sebahat Tuncel no es el único.


A finales de octubre, Gültan Kisanak fue detenida. Fue la primera mujer co-alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Diyarbakir y ex parlamentaria, que pasó dos años en la famosa prisión de Diyarbakir en la década de 1980, donde sobrevivió a las más atroces formas de tortura, como tener que vivir durante meses en una choza para perros llena de excrementos porque se negó a decir “soy una turca”. Su arresto fue inmediatamente seguido por la violenta detención de Ayla Akat Ata, ex parlamentaria y ahora portavoz del Congreso de Mujeres Libres (KJA), la organización paraguas más grande de mujeres en Kurdistán y Turquía, que está entre las 370 organizaciones de la sociedad civil prohibidas por el gobierno desde mediados de noviembre. Fue hospitalizada varias veces debido a la violencia policial durante su período parlamentario y sobrevivió a varios intentos de asesinato. Selma Irmak es una de las diputadas elegidas desde la prisión, donde pasó más de 10 años bajo cargos de terrorismo y participó en huelgas de hambre. Gülser Yildirim fue encarcelada durante cinco años antes de las elecciones. Otro diputada es Leyla Birlik, que se quedó junto a su pueblo bajo el fuego militar en Sirnak durante toda la duración del bloqueo militar, siendo testigo de los asesinatos brutales de innumerable cantidad de civiles por parte del ejército. Su cuñado, Haci Lokman Birlik, activista y cineasta, fue ejecutado por el ejército en octubre de 2015; su cadáver fue atado a un vehículo del ejército y arrastrado por las calles. Los soldados filmaron esto y enviaron el video a Leyla Birlik con el mensaje “Ven a recoger a tu cuñado”. La lista continúa. Elegimos a estas mujeres valientes como nuestras representantes. Ahora son presas políticas a pesar de haber sido elegidas por más de cinco millones de personas. Las políticas ultraconservadoras del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) bajo Erdoğan han llevado al aumento de la violencia contra las mujeres en Turquía durante la última década y media. No sólo miembros de alto perfil de la administración, incluido el propio Erdoğan, rechazan a menudo la igualdad entre mujeres y hombres en favor de actitudes que normalizan la cultura de la violación, la violencia de género y la misoginia, sino que el AKP también lanza ataques físicos explícitos a mujeres y personas de la comunidad LGBTI. El Estado no sólo castiga colectivamente a la comunidad kurda acusándolos de separatistas, terroristas o conspiradores contra el Estado, sino que retrata a las activistas kurdas como “malas mujeres”, putas vergonzosas y violadoras del núcleo de la familia. Históricamente, el Estado turco ha utilizado la violación y la tortura sexual, incluidas las “pruebas de virginidad” post-mortem, para disciplinar y castigar los cuerpos de las mujeres, tal como lo señaló Anja Flach en su libro Frauen in der Kurdischen Guerrilla, que aún no ha sido traducido del alemán. En las cárceles, las mujeres son sometidas a requisas íntimas para humillarlas sexualmente. Recientemente, los soldados desnudaron los cadáveres de militantes kurdas y compartieron estas imágenes en las redes sociales. Otro video brutal mostraba cómo el ejército turco disparaba en la cabeza a mujeres guerrilleras y las arrojaba por los acantilados de las montañas. Los rifles GermanG3 que fueron utilizados en el video ilustran la complicidad occidental en estos crímenes de guerra. Si bien estas atrocidades a menudo se cometieron en secreto en los años noventa, compartir imágenes en las redes sociales es un nuevo intento de desmoralizar la resistencia de las mujeres y demostrar el poder del Estado. Estos métodos se asemejan a los que ISIS comete al otro lado de la frontera y violan todas las convenciones de guerra. El abuso sexual de una mujer activista, que se atreve a desafiar la hegemonía


masculina, tiene como objetivo romper su fuerza de voluntad y disuadir al activismo. Los ataques contra las mujeres políticas deben ser leídos en este contexto. Mucho antes de que los principales medios de comunicación estuvieran bajo fuego en Turquía, las reporteras de JINHA, la primera agencia de noticias exclusivamente de mujeres de Oriente Medio, eran atacadas. Comprometidas con un objetivo explícitamente feminista en su trabajo, las trabajadoras de JINHA expusieron los crímenes del Estado desde una perspectiva de género. Ahora JINHA está prohibida y varias de sus integrantes están en la cárcel. El HDP es el único partido de oposición progresista de izquierda que queda en Turquía con una agenda basada en la protección de los derechos seculares, de diversidad, pro-minorías, pro-mujeres, pro-LGBT y ecológicos. Tiene, por lejos, un mayor porcentaje de mujeres en sus filas. Incluso sin el sistema de copresidencias, una política del movimiento de liberación kurdo que asegura el liderazgo compartido entre una mujer y un hombre, la gran mayoría de las alcaldesas están en las regiones kurdas. A través de una lucha de décadas, especialmente alentada por el encarcelado líder kurdo Abdullah Öcalan, el papel activo de las mujeres en la política es parte de lo habitual de la vida en el Kurdistán de hoy. Las mujeres de la HDP y el DBP no encarnan las ideas burguesas de la política representativa y el feminismo corporativo. Casi todas las políticas mujeres que están bajo ataque actualmente han pasado largo tiempo en prisión, han sido objeto de la brutalidad policial, la tortura sexualizada, intentos de asesinato o algún tipo de tratamiento violento por parte del Estado. Están siempre a la vanguardia en las protestas contra el Estado y el ejército. Las mujeres también fueron protagonistas importantes en el proceso de paz iniciado por Abdullah Öcalan con el Estado turco en marzo de 2013. Todas las reuniones en la isla-prisión de Imrali incluían a mujeres. En 2014, Öcalan recomendó que las mujeres estuvieran representadas en las reuniones como una fuerza organizada, y no sólo individualmente. Así, Ceylan Bagriyanik se unió a las reuniones como representante del Movimiento de Mujeres. La Declaración de Dolmabahce, la primera declaración conjunta entre las partes en conflicto, incluyó la liberación de las mujeres como uno de los diez puntos para la justicia y la paz duradera. El Estado y los medios de comunicación no fueron capaces de dar cuenta de la insistencia del movimiento kurdo en torno a la centralidad de la liberación de las mujeres en el proceso de paz. Nos enfrentamos a un castigo colectivo por superar el umbral electoral impuesto más alto del mundo, que requiere que un partido político gane al menos el 10 por ciento de la votación nacional para entrar al parlamento. Nuestras ciudades están arrasadas, nuestros seres queridos asesinados, quemados vivos, bombardeados, fusilados o golpeados hasta la muerte. Nuestra herencia cultural y el medio ambiente han sido borrados para siempre, nuestros diputados arrastrados por las calles, nuestros alcaldes reemplazados por los administradores gubernamentales contra nuestra voluntad, nuestros medios de comunicación censurados, nuestras redes sociales, bloqueadas. Al destruir la posibilidad de una política pacífica y legal dentro de marcos democráticos, Turquía ha dejado a los kurdos sin otra opción que la legítima defensa. Las instituciones internacionales, sobre todo la Unión Europea, le han fallado al pueblo kurdo para apaciguar a Erdoğan. En otras palabras, los gobiernos occidentales apoyan la eliminación sistemática de uno de los movimientos de mujeres más fuertes y más radicales del mundo.


La filosofía del movimiento de mujeres kurdas propone que todo organismo vivo tiene sus mecanismos de autodefensa, del mismo modo que las rosas con sus espinas. Este concepto no se define en un estricto sentido físico, sino que incluye la creación de estructuras autónomas de autogobierno para organizar la vida social y política. La protección de la propia identidad contra el Estado a través de la autodefensa es en parte permitida por la creación de instituciones políticas autosuficientes. En una época en que los cadáveres desnudos de las mujeres son expuestos en las redes sociales por el ejército y los candidatos electos están sujetos a torturas por parte del Estado, las mujeres están luchando para demostrar que su honor no está para ser definido por los hombres, porque el honor no se encuentra entre las piernas de las mujeres; reside en nuestra resistencia, la cultura de resistencia establecida por las pioneras de nuestro movimiento. Nuestras políticas encarceladas son las que defienden este honor. Desde la cárcel, la copresidenta del HDP Figen Yüksekdag envió este mensaje: “A pesar de todo, no pueden consumir nuestra esperanza, ni romper nuestra resistencia. Estando o no en prisión, nosotras y el HDP, todavía somos la única opción de Turquía para la libertad y la democracia. Y por eso nos tienen tanto miedo. No, ni uno sólo de ustedes, se deje desmoralizar, no dejen caer su guardia, no debiliten su resistencia. No olviden que este odio y esta agresión están arraigados en el miedo. El amor y el coraje definitivamente ganarán”. *Artículo publicado en www.opendemocracy.net / Traducido por el Comité de Mujeres en Solidaridad con Kurdistán-Argentina-Latinoamérica


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