Celulas del sistema Inmune

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Escuela Superior de Medicina ESM

Celulas del Sistema Inmune

Autor: Uscanga Ortiz Gerardo

Revista Medica n째 34


Contenido:

- 多Que es el sistema inmune? -Articulos de revicion - Leucocitos - Fagocitos - Linfocitos T y B - Importancia - Celulas NK


MEDISAN 2002;6(1):60-68 ARTÍCULOS DE REVISIÓN Instituto Superior de Ciencias Médicas, Facultad 2 EL SISTEMA INMUNE EN LOS ESTADOS DE SALUD Y ENFERMEDAD Dra. Mercedes Guevara Rosales, 1 Dra. Rosa Castellanos Martínez, 2

RESUMEN La principal función del sistema inmune es proteger al organismo contra las infecciones y transformación tumoral que pueden sufrir algunas células. Para que el sistema funcione adecuadamente, se requiere la acción conjunta de órganos, células, efectores inmunológicos (anticuerpos, linfocinas) y mediadores químicos (citocinas e interleucinas), cada uno de los cuales desempeña una importante función en las defensas del hospedero. El presente trabajo persigue exponer de forma sencilla las posibilidades que tiene el sistema inmune, desde el punto de vista de su constitución, para mantener el estado de salud y combatir gran número de enfermedades. Descriptores: SISTEMA INMUNE; INMUNIDAD; FORMACIÓN DE ANTICUERPOS

El concepto de la existencia de una base inmunológica contra múltiples enfermedades no se introdujo hasta el siglo XX y actualmente se conocen los mecanismos para muchos de los procedimientos, tanto diagnósticos como terapéuticos, que años anteriores se desarrollaron empíricamente. Estos adelantos han permitido un conocimiento más profundo de numerosas afecciones y motivado el interés por la inmunología en profesionales de todas las ramas

de las ciencias médicas. El presente trabajo persigue convertirse en una referencia para especialistas, residentes e incluso estudiantes de las ciencias médicas y otras carreras afines. Su contenido pretende mostrar sencillamente las posibilidades que, desde el punto de vista de su constitución, tiene el sistema inmune para mantener el estado de salud y combatir gran número de procesos morbosos.

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La inmunología, como ciencia relativamente nueva, ha sido atribuida a Edward Jenner, quien descubrió en 1796 las posibilidades de protección contra las infecciones a través de vacunas, a pesar de desconocer los diversos agentes patológicos que las causaban. Luego de los estudios de Robert Koch se probó que las enfermedades eran provocadas por 4 categorías de microorganismos patógenos: virus, bacterias, hongos y los comúnmente conocidos como parásitos (organismos eukariotas). En 1880, Luis Pasteur desarrolló la vacuna contra la rabia y en 1890 Emil von Behring y Shibasaburo Kitasato descubrieron, en el suero de los vacunados, sustancias que ellos denominaron anticuerpos y que se unían específicamente al germen patógeno. 1 En relación con el tema es preciso tener claros los conceptos de las moléculas, células y tejidos que intervienen en la respuesta inmune contra la agresión por las diversas formas parasitarias con las que el hombre se pone en contacto. La agresión al organismo parte de sustancias llamadas inmunógenos o antígenos, capaces de inducir una respuesta inmunitaria reconocible, debido a requerimientos bien definidos como la exogenicidad (ajeno o extraño al organismo), con un tamaño molecular que por lo general sobrepasa los 10 000, de estructura compleja y donde resulta determinante la constitución genética del individuo, cuya respuesta a un inmunógeno depende de lo heredado con carácter autosómico dominante. Algunas personas, por ejemplo, responden intensamente a determinados estímulos inmunogénicos, al extremo de ocasionarles daño tisular (alérgicos); pero otras no reaccionan igual en presencia de iguales estímulos. El modo de penetración o administración de tales moléculas también influye en la forma de la respuesta, pues las

cantidades crecientes de antígenos conducen a respuestas crecientes. 2 Las sustancias elaboradas por el organismo ante un estímulo inmunogénico son los anticuerpos, cuya función fundamental es interactuar o combinarse específicamente con el antígeno que generó su formación. Pertenecen a un grupo heterogéneo especial de proteínas, denominadas inmunoglobulinas (Ig), que constituyen 20 % aproximadamente de las proteínas plásticas totales. Además de encontrarse en el plasma, diferentes Ig pueden hallarse en los líquidos extracelulares, secreciones exocrinas y superficie de algunos linfocitos. Las moléculas de anticuerpos son extraordinariamente heterogéneas en relación con sus diversas actividades biológicas. 3 La inmunoglobulinas son glucoproteínas compuestas de polipéptidos (82 a 92 %) y carbohidratos (4 a 18 %). El componente polipeptídico posee casi todas las propiedades biológicas asociadas con las moléculas de los anticuerpos, las cuales son bifuncionales, es decir, se ligan de forma específica con el antígeno e inician también otros fenómenos secundarios no específicos, como la fijación del complemento y la liberación de histamina por las células. 3 Cada unidad básica de Ig está formada por 4cadenas polipeptídicas: 2 ligeras (L) de bajo peso molecular y 2 pesadas (H), con doble número de aminoácidos. Se ha comprobado que hay regiones donde la secuencia de aminoácidos en la molécula permanece casi igual (regiones constantes), las cuales corresponden a las porciones carboxiloterminales; y otras que presentan una variación considerable (regiones variables) y constituyen las porciones aminoterminales. 3 Cuando la molécula se somete a la acción de enzimas como la papaína, se desdobla en 3 fragmentos: 2 idénticos, específicos, que pueden combinarse con el antí-

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geno y reciben el nombre de Fab (Fragmento fijador del antígeno); y un tercero, llamado Fc (fragmento cristalizable), que realiza otras funciones biológicas. Los sitios de combinación con el antígeno están relacionados con las regiones variables, responsables a su vez de la heterogeneidad que caracteriza a este efector de la respuesta inmune. Existen 5 isotipos de inmunoglobinas, en dependencia del tipo de cadena pesada, cada una de las cuales tiene diferentes funciones o propiedades biológicas, entre las que sobresalen: • IgG: Es la más abundante de todas. Posee 4 subclases IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4, que atraviesan la barrera placentaria, activan el sistema de complemento, ejercen una acción neutralizante contra virus y toxinas, así como proporcionan la principal defensa serológica contra patógenos extracelulares. Además de ello, favorecen la fagocitosis por opsonización y sensibilizan a las células Natural Killer (NK), que adquieren acción cititóxica. • IgM: Es la mayor molécula de inmunoglobulina y constituye un pentáme

tro. Predomina en la respuesta inmune primaria. Es la más eficiente como activadora del sistema de complemento por la vía clásica; aglutinadora y citolítica activa, además de participar en la neutralización y opsonización de patógenos. • IgA: Prevalece en las secreciones corporales (IgA secretoria) y se difunde ampliamente a través de los epitelios y en los espacios extravasculares. Existe también la IgA sérica, cuya acción es neutralizante y en menor grado puede opsonizar a los patógenos y activar el complemento por la vía alterna. • IgE: Es una inmunoglobulina citotrópica, o sea, se fija a células como los mastocitos y basófilos. Se encuentra elevada en los procesos alérgicos y parasitarios. • IgD: Se encuentra en cantidades mínimas en el suero y prepondera sobre la superficie de los linfocitos B humanos. Se ha sugerido que guarda relación con la diferenciación de esas células. Estas funciones biológicas de los anticuerpos o inmunoglobulinas se sintetizan como sigue:

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Silverstein, AM. History of immunology. London: Academic Press; 1989:5-12. 2. Goodman JW. Inmunogenicidad y especificidad antigénica. En: Inmunología básica y clínica. 5ta ed. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 1987.p.8-15. 3. Villafuerte IR. Agresión por agentes biológicos y respuesta del hospedero. En: Agentes biológicos. La Habana: Editorial Pueblo y Educación;1990.p.20-40. 4. Mostov KE. Transephitelial transport of immunoglobulins. Am Rev Immunol 1994;12:63-84. 5. Burmeister WP, Gas

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Los linfocitos T citotóxicos y las células NK son cruciales en la defensa del organismo contra infecciones virales y contra el desarrollo del cáncer. Una parte importante de esta función la desarrollan matando literalmente a las células infectadas o transformadas. Se resumen algunas de las aportaciones y perspectivas de nuestro grupo de investigación en este tema. Los linfocitos T citotóxicos y las células NK son cruciales en la defensa del organismo contra infecciones virales y contra el desarrollo del cáncer. Una parte importante de esta función la desarrollan matando literalmente a las células infectadas o transformadas. Esta muerte suele ser apoptótica y se pone en marcha por dos mecanismos mayoritarios, uno mediado por la expresión en membrana de ligandos mortales, como el ligando de Fas (FasL) o el ligando de Apo2/TRAIL (Apo2L/TRAIL), y otro mediado por la secreción de gránulos que contienen proteínas citotóxicas como perforina, granzimas y granulisina (1). Teniendo en cuenta que la inmunidad antitumoral natural se lleva a cabo principalmente por estas células, es de vital importancia conocer en detalle sus mecanismos de activación, así como los mecanismos moleculares que inducen la eliminación de las células tumorales, para poder explotar estos conocimientos de cara a una mejora racional de la inmunoterapia antitumoral. Algunas de las aportaciones y perspectivas de nuestro grupo en este tema, obtenidas en colaboración con otros grupos de investigación, son las siguientes: - En estudios pioneros sobre el mecanismo molecular de inducción de muerte por parte de los CTL a través del sistema perforina/granzimas, mediado sobre todo por la granzima B, demostramos que, a tiempo corto, ésta depende de la activación de caspasas, cisteín proteasas intracelulares. Esta activación se produce tanto de forma directa como a través de la vía apoptótica mitocondrial. Pero también demostramos que a tiempo largo la granzima B es capaz de inducir muerte a través de un mecanismo independiente de caspasas que no está aclarado todavía (2). Más recientemente, se ha mostrado que en este sistema la granzima B, a través de nuevo de la activación de las caspasas, induce la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) mediada por NADPH oxidasas, que contribuyen parcialmente a la muerte celular (3).

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- Los CTL reconocen a sus células "diana" a través de su receptor específico de antígeno, que liga a moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad de clase I (MHC-I) portadoras del antígeno. Muchos tumores y virus escapan del sistema inmunitario reduciendo o eliminando la expresión del MHC-I, de forma que se evaden de la acción de los CTL. Pero si esta reducción es muy acusada, entonces se hacen sensibles a la citotoxicidad mediada por las células NK, las cuales no atacan a las células normales porque expresan unos receptores de inhibición (KIR) que son ligados por el MHC-I, expresado en condiciones normales por todas las células del organismo. Células leucémicas a las cuales se les había eliminado la expresión de la quinasa ERK5 ya no eran capaces de producir tumores en ratones singénicos, debido a que se hacían extremadamente sensibles a las células NK, que las eliminaban en 48h. Esto era debido a que perdían la expresión del MHC-I. Pero todavía más interesante, se observó que la inyección de estas células tumorales "atenuadas" producía un efecto vacunación, ya que estos ratones eran entonces resistentes al desarrollo de los tumores originales, que sí expresaban MHC-I, y que en condiciones normales resultaban letales para los ratones en unas pocas semanas (5). Está claro que estos datos abren una nueva e inesperada vía en la inmunoterapia antitumoral, que pretendemos explorar en colaboración con Martín Villalba, del IGM de Montpellier. - Por otra parte, los ligandos mortales antes mencionados, sobre todo FasL, participan en el control de la activación del sistema inmunitario, evitando la aparición de enfermedades autoinmunes. Por ejemplo, los linfocitos T presentes en el líquido sinovial (LS) de pacientes de artritis reumatoide (AR) son resistentes a la regulación por parte de Fas, por lo que persisten en el sinovio y contribuyen a la dolorosa inflamación crónica que caraceriza a esta enfermedad. En un estudio realizado en pacientes de AR demostramos que, curiosamente, estos linfocitos eran más sensibles a la regulación por parte de Apo2L/TRAIL que los linfocitos control. Apo2L/TRAIL se secreta en su forma bioactiva asociado a membrana, en asociación con pequeñas vesículas o exosomas. Hemos desarrollado y patentado una tecnología para la producción de liposomas portadores de Apo2L/TRAIL bioactivo en su superficie, que hemos ensayado con resultados muy prometedores en un modelo de artritis inducida por antígeno en conejos (6). Estos liposomas también tienen potencialidad para su uso en el tratamiento del cáncer y pretendemos explorar esta posibilidad.

Figura- CTL (verde) matando una célula tumoral (núcleo REFERENCIAS 1. Kägi D, Vignaux F, Ledermann B, Bürki K, Depraetere V, Nagata S, Hengartner H & Golstein P. Science. 265: 528. 1994 2. Pardo J, Bosque A, Brehm R, Wallich R, Naval J, Müllbacher A, Anel A & Simon MM. J. Cell Biol. 167:457. 2004 3. Aguiló JI, Anel A, Catalán E, Sebastián A, Acín-Pérez R, Naval J, Wallich R, Simon MM & Pardo J. Immunol Cell Biol. 88:545. 2010 4. Aguiló JI, Garaude J, Pardo J, Villalba M & Anel A. J. Immunol. 182:1972. 2009

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Introducción La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica de etiología desconocida, que afecta principalmente las articulaciones diartrodiales, y cuya frecuencia estimada en la población latinoamericana es aproximadamente del 0,4%.1 Basándose en el predominio de los linfocitos T (LT) en la sinovia de los pacientes con AR, estas células han sido señaladas como claves en el estudio de la AR y otras enfermedades autoinmunes (EAI), hasta tal punto que se ha propuesto que estas enfermedades son secundarias a la presencia de LT defectuosos. Por el contrario, la descripción de la función de los linfocitos B (LB) se ha limitado a la producción de anticuerpos (Ac) y no se les ha asignado papel protagónico en autoinmunidad. La teoría que por años se ha difundido es que la persistencia de los LB autorreactivos es secundaria a la falla del mantenimiento de la tolerancia de los LT y que las citoquinas existentes en el medio potencian la proliferación de esta clase de LB.2 En la actualidad se han logrado importantes avances en el conocimiento de los LB autorreactivos. Klinman y Steinberg proponen que las EAI sistémicas son el resultado de la activación policlonal de los LB.3 Por otra parte, alteraciones en los niveles de Ac se han observado en familiares de pacientes con AR,4 como la aumentada producción de IgG sérica observada en ellos en respuesta a mitógenos y por ende a antígenos (Ag) y a auto-Ag, lo que sugiere que los familiares de pacientes con AR podrían estar predispuestos a desarrollar algún tipo de EAI.

Algunos LB pueden ser defectuosos y podrían participar en la patogénesis de la AR, así, la tolerancia de los LB y el rompimiento de ésta, al igual que los factores que influyen sobre la supervivencia y selección de dichas células, son conceptos que deben ser revaluados a la luz de la evidencia actual como procesos implicados en la génesis de la AR. Estudios para el tratamiento de las EAI sistémicas dirigidos contra distintas subclases de LB, contra autoAc o ambos,6 son llevados a cabo para un mayor conocimiento del papel de éstas células en la AR y sus resultados han mostrado tanto disminución eficiente en los niveles de auto-Ac, como una correlación directa con mejoría clínica. Algunos de las principales hallazgos que relacionan la ontogenia y funcionalidad de los LB con el desarrollo de la AR son planteados en este capítulo. Ontogenia y subpoblaciones de linfo- citos B Los LB se originan en el hígado durante la vida fetal y en la médula ósea (MO) después del nacimiento,7 lugar en el que estas células atraviesan por diferentes estados de maduración y donde se estima se producen diariamente aproximadamente 2 x 107 LB.8 Los LB maduros constituyen un 10 al 15% de los linfocitos periféricos en humanos, un 50% de los linfocitos esplénicos y aproximadamente un 10% de los linfocitos en MO.

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Resumen Los linfocitos B tienen un papel importante en la regulación del sistema inmune, pues además de producir anticuerpos, son células presentadoras de antígenos que interactúan con otras células mononucleares y contribuyen directamente en las vías inflamatorias. Existe evidencia acerca de una disrupción en la regulación de estos procesos en la patogénesis de las enfermedades autoinmunes, tales como la artritis reumatoide (AR). Esta enfermedad se caracteriza por una inflamación crónica de las articulaciones afectadas en las que es característico el desarrollo de centros germinales ectópicos en la membrana sinovial. Este microambiente facilita la diferenciación y activación de las células B, las cuales, al transformarse en células plasmáticas, secretan directamente en la membrana sinovial anticuerpos de alta afinidad. En consecuencia, la formación de complejos inmunes con la posterior activación de la cascada del complemento y el estímulo de macrófagos, contribuyen en la destrucción de la articulación. Las células B también tienen un papel relevante en la activación de las células T sinoviales y en la inducción de la síntesis de citoquinas. Finalmente, la eficacia terapéutica obtenida con la depleción de linfocitos B por medio del uso de anticuerpos monoclonales contra CD20, enfatiza su importancia en la patogénesis de la AR [Páez M-C, Gómez LM, Anaya J-M. Functional implications of B lymphocytes in the development of reumatoide arthritis. MedUNAB 2006; 9:34-44]. Palabras clave: Linfocitos B, artritis reumatoide, factor reumatoide, anticuerpos anti-péptidos cíclicos citrulinados (Anti-CCP), BAFF, anticuerpos anti-CD20.

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Funciones de los linfocitos B y su im- plicación en la Los LB expresan en su superficie una Ig de membrana génesis de la artritis como parte constitucional del receptor para antígenos reumatoidea (BCR), que tiene la capacidad de reconocer Ag nativos y proliferar ante ellos. La gran diversidad en el repertorio Los LB han sido considerados parte del sistema del BCR resulta del rearreglo que experimentan estas inmune Ig, específicamente los segmentos genéticos V, D y J de adaptativo, especializándose en la generación de A la cadena pesada y de los segmentos V y J del gen de la protectores cadena liviana, que la conforman.9 de alta afinidad. Sin embargo, por lo menos un Las células pro-B, que subtipo de LB también participa en la respuesta inm ya han experimentado el rearreglo de las Ig pasan a ser innata y puede representar el puente de comunicac célula pre-B, las cuales son conocidas como LB inmaduros entre ésta y la respuesta inmune adaptativa.13 que abandonan los tejidos linfoides primarios, emigran a En inmunidad innata, la activación de los LB tiene u la periferia y llegan a los órganos linfoides secundarios papel benéfico, por medio de la generación de Ac (OLS), en respuesta a las señales generadas por los Ag. Tres principales sub-tipos de LB maduros han sido claramente naturales con reactividad cruzada, que contribuyen por una identificados en ratones: LB-1, que a su vez se parte al mantenimiento de los LB de memoria y por dividen en LB-1a (Cd5+) y en LB-1b (CD5-), LB-2 y los otra, LB de la zona marginal (LB-ZM; figura 2).10, 11 Los LB-2 a ejercitar las funciones inmunomoduladoras que son conocidos como los LB foliculares y son el prototipo de proporcionan LB del sistema inmune adaptativo, ya que participan en protección contra autoinmunidad.25, 26 De la mism las reacciones Timo-dependientes que tienen lugar en los manera, la activación de LB autorreactivos, como pa centros germinales (CG), donde se diferencian a células del sistema inmune sano, tiene un papel potencial e productoras de Ac tempranas, mientras otras dan lugar rompimiento de la tolerancia y se considera un blan a CG con hipermutación y memoria en respuesta a Ag de T-dependientes.12 En contraste, los LB-1 y LB-ZM están autoinmunidad.27 localizados en sitios anatómicos específicos, los primeros El paradigma clásico de la patogénesis de la AR se en cavidad pleural y peritoneal, y los segundos en la ZM había del bazo.13 Estos LB median una respuesta temprana, con centrado en el rol de los LT Cd4+, pero nuevas generación de Ac naturales típicamente timo-independientes, evidencias de baja afinidad y frecuentemente polirreactivos, a los han emergido en los últimos años que demuestran cuales se les otorga propiedades protectoras en respuestas que parte la patogénesis de la AR está mediada por tempranas a infecciones y también parecen tener papel (tabla 2).28, 29 relevante en la generación de procesos autoinmunes.13 Autoanticuerpos y AR. Anticuerpos de tipo IgG A diferencia de los ratones, la clasificación de los LB en producidos los humanos no es tan clara. Los LB CD5+ se caracterizan por LB autoreactivos pueden estar involucrados por la producción de auto-Ac polirreactivos de baja directamente en el daño tisular en AR. Además, esta afinidad;14 aquellos que se ubican en cavidades serosas células, y posiblemente otra clase de LB, median la y cuyos Ac actúan como protectores contra infecciones, activación pueden representar el equivalente a LB-1a en ratones. de LT CD4+ sinoviales, potencian la liberación de Por otra parte, los LB-ZM humanos son semejantes al citoquinas y regulan el daño articular modelo murino tanto en características funcionales como de localización, aunque exhiben diversos patrones de marcadores de superficie

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Conclusión Aunque la AR se ha descrito como una entidad inflamatoria de predominio LT Cd4+, las anormalidades de los LB Mediadores de la proliferación y activación de LT. Diferentes han surgido como nuevas protagonistas en su estudios han demostrado el papel protagónico de fisiopatología, los LB en la fisiopatología de la AR, ya sea por influir en y los datos de investigaciones promisorias la ontogénesis de las células dendríticas (DC), expresar presentadas linfotoxina- â (LT-â),49 o por regular el funcionamiento de en esta revisión están en proceso de ser los LT al inducir su migracion y diferenciacion. transferidos En un modelo animal, donde membrana sinovial de a la clínica. En este momento, la depleción de pacientes con AR fue transferido a ratones NOD con LB tiene inmunodeficiencia un papel terapéutico en la AR así como en otras severa combinada (NOD-SCID), mostro EAI,88 y que aquellos tejidos carentes de LB no pudieron mantener es actualmente aceptado que varias funciones de los LB el infiltrado y activación de LT CD4+.50 Hallazgo que están íntimamente ligadas con la acción de se replicó, cuando a estos ratones se les administró Ac otras células anti-CD20 (rituximab) como depletor de LB, inflamatorias que participan en estos procesos evidenciándose autoinmunes. una disminución del infiltrado sinovial; pero más Así mismo la aplicación de agentes biológicos interesante aún fue la disminución dosis dependiente de como la capacidad tisular para producir interleuquinas (IL) mediadores de los mecanismos expuestos, pro-inflamatorias, como IL-1 e IFN-ã. incluyendo 50 Lo que estaria antagonistas de BAFF y Ac monoclonales anti-TNF en planteando que la habilidad de los LT sinoviales para combinación con otros agentes, predicen futuros avanc dirigir una respuesta inflamatoria de tipo Th1 podria terapéuticos, útiles para disminuir la progresión de la estar gobernada por la presencia de LB, probablemente en respuesta a la presentacion antigeno-especifica dada AR67, 76 e incluso inducir su remisión. Sin embargo, lo consensos basados en los hallazgos clínicos están aún por esta celula. Los LB como APC, internalizan un antigeno especifico, lo construcción y los trabajos experimentales reflejan que procesan y presentan a los LT e incluso a otros LB en el aún existe mucho por aprender sobre el papel de los LB contexto del MHC clase II, el cual es reconocido por los en el desarrollo de la AR.89 LT Cd4+. Este proceso no solo mejora la inmunidad celular Referencias mediada por LT, sino que amplifica la respuesta final de 1. Spindler A, Bellomio V, Berman A, Lucero E, Baigorria los Ac. Los LB que son especificos para el FR, tienen la Paz S et al. Prevalence of rheumatoid arthritis in Tucuman, capacidad de captar inmunocomplejos y asi presentar Argentina. una gran diversidad de auto-antigenos. Se estima que los LB J Rheumatol 2002; 29:1166-7. son 100 a 1000 veces mas potentes como estimuladores 2. Lipsky PE. Systemic lupus erythematosus: an autoim disease of B cell hyperactivity. Nature Immunol 2001; 2: de 6. LT Ag-especificos comparados con otras APC.51 Los LB pueden regular el residenciamiento y sobrevida 3. Klinman DM, Steinberg AD. Systemic autoimmune de los LT, facilitando su actividad. Algunos estudios han diseases arise from polyclonal B cell activation. J Exp Med 1987; 165:1 clarificado que los LB son mediadores criticos en la 60. organogenesis 4. Youinou P, Semana G, Muller S, Piette JC, Guillevin L linfoide, en parte a traves de su habilidad para Jouquan expresar linfotoxina-â en su superficie celular.52 J, et al. Interaction between HLA class I1 determinants a TCR elements promote the antibody production to extractable nuclear antigen-related peptides. Hum Immunol 1997; 52:12-21 5. Páez MC, Gómez LM, Anaya JM. Linfocitos B. Linfocitos B como reguladores de la respuesta inmune

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¿Qué es el sistema inmunológico? El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus. A través de una reacción bien organizada, su cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden. Estos cuerpos extraños se llaman antígenos. La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a los antígenos. Como respuesta a la infección o la lesión, diversas clases de glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección y solicitan más glóbulos blancos. Cuando la amenaza desaparece, la inflamación cede. Por ejemplo, cuando una persona se corta o tiene gripe, la inflamación se usa para matar la bacteria o el virus que invade el cuerpo. En las personas que gozan de buena salud, el sistema inmunológico puede distinguir entre los tejidos propios del cuerpo y los extraños que lo invaden, tales como virus y bacterias. En algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoide, el sistema inmunológico no funciona correctamente. Cuando esto ocurre, el sistema inmunológico: No identifica la diferencia entre los tejidos propios del cuerpo y los agentes que lo invaden tales como las bacterias y los virus. Produce, por error, inflamación en contra de tejidos o partes del cuerpo normales, tales como las articulaciones, como si éstos fueran agentes extraños que lo invaden.

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Leucocitos En el cuerpo, los leucocitos circulan desde y hacia los órganos y los ganglios por medio de vasos linfáticos y vasos sanguíneos. De esta manera, el sistema inmunológico funciona de forma coordinada para controlar el cuerpo en busca de gérmenes o sustancias que puedan ocasionar problemas. Los dos tipos básicos de leucocitos son: los fagocitos, que son células que destruyen a los organismos invasores

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Fagocitos Los fagocitos incluyen varias células diferentes. El tipo más común son los neutrófilos, que principalmente atacan a las bacterias. Si los médicos sospechan una infección bacteriana, pueden pedir un análisis de sangre para saber si el número de neutrófilos del paciente ha aumentado debido a la infección. Los otros tipos de fagocitos tienen funciones específicas para garantizar que el cuerpo reaccione adecuadamente a un determinado tipo de invasor.

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Linfocitos Los dos tipos de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Los linfocitos se originan en la médula ósea y, o bien se quedan allí y se convierten en células B, o se dirigen a la glándula del timo, donde se convierten en células T. Los linfocitos B y los linfocitos T tienen funciones diferentes: Los linfocitos B funcionan como el sistema de inteligencia militar del cuerpo, ya que localizan el objetivo y envían defensas para atraparlo. Las células T se asemejan a los soldados: destruyen a los invasores que el sistema de inteligencia identifica.

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Linfocitos B Las células B que se desarrollan a partir de otras células maduras, son clones de la original. Esto significa que van a responder al mismo antígeno que hace la célula original. Esto es importante para una respuesta inmune saludable para una enfermedad invasora, como la célula B original se puede dividir muchas veces y todos los linfocitos resultantes será capaz de atacar la infección. La posibilidad de clonar es cierto tanto para las células plasmáticas y células de memoria. A veces, una célula B puede mutar y convertirse en cancerosos. Esto puede conducir a un tipo de cáncer conocido como un linfoma. Como las células B normales, las células cancerosas se clonarse a sí mismos, que a su vez conduce a la propagación del cáncer a través del cuerpo como los linfocitos mutados proliferan en el torrente sanguíneo.

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Linfocitos T Los linfocitos T o células T son un tipo de célula blanca de la sangre presente en el cuerpo humano. El nombre es la abreviatura de células del timo, el órgano en el que este tipo de glóbulo blanco madura. Estas células son importantes en el mantenimiento del cuerpo del sistema inmunológico y son fundamentales en la lucha contra las sustancias invasoras dañinas. Cuando un virus u otro invasor entra en el sistema de una persona, el cuerpo tiene una respuesta inmunológica. Ciertas células tienen receptores que pueden identificar una sustancia de ataque, y pueden activar diferentes células en el cuerpo para buscar y destruir invasores dañinos. Las personas con un sistema inmune fuerte suelen tener una alta cantidad de células blancas de la sangre y las células T. Los pacientes con enfermedades autoinmunes o que sufren de cáncer son con frecuencia objeto de recuento de células sanguíneas que pueden decir los médicos que tan bien estas y otras células útiles están sobreviviendo y luchando contra su enfermedad. Hay dos tipos principales de linfocitos T y cada uno desempeña un papel separada en el sistema inmune. Células T asesinas buscar el cuerpo de las células infectadas por los antígenos. Cuando un asesino de células T reconoce un antígeno unido a una célula del cuerpo, que se adhiere a la superficie de la célula infectada. A continuación, segrega los productos químicos tóxicos en la célula, matando tanto el antígeno y la célula infectada. Células T auxiliares liberan una sustancia química, llamada una citoquina, cuando es activado por un antígeno. Estas sustancias químicas luego estimulan los linfocitos B para comenzar su respuesta inmune. Cuando una célula B se activa, produce proteínas que combaten antígenos, llamadas anticuerpos. Los anticuerpos son específicos para un único 16 antígeno, por lo que hay muchos tipos de células B en el cuerpo.


Importancia Los linfocitos B o células B son uno de los principales tipos de células implicadas en la respuesta inmune. Estos linfocitos están diseñados para proporcionar la inmunidad en el cuerpo mediante el desarrollo de anticuerpos cuando se exponen a los antígenos, o cuerpos extraños que invocan una respuesta inmune. Las células B se producen en la médula ósea, que proporciona un suministro constante de ellos para el cuerpo. Más tarde se maduran hasta convertirse en uno de los dos tipos de células: células B plasmáticas y células B de memoria. A medida que se generan continuamente, millones de células B se hacen en el cuerpo humano cada día, por lo que el tipo más común de linfocitos. Estas células inmaduras se activan cuando entran en contacto con un antígeno, que los obliga a madurar y, a continuación, liberan en el torrente sanguíneo y el sistema linfático. Una célula B madura es entonces capaz de crear anticuerpos específicos para ese antígeno. Esta naturaleza adaptativa de las células B a una parte crítica de la que hace el sistema inmune la capacidad de los s para combatir la infección. Una célula B inmadura puede madurar en una de dos maneras. Algunos se convierten en células B plasmáticas, que producen grandes cantidades de anticuerpos para combatir el antígeno que provocó primero su desarrollo. Estas células tienden a ser relativamente corta, respondiendo fuertemente a combatir una infección en particular, pero luego muriendo una vez que se ha ido. Células B de memoria, por otra parte, permanecen en el cuerpo durante un período más largo. También se forman cuando un antígeno primero invade el cuerpo, pero ellos siguen viajando en el torrente sanguíneo y van a responder al antígeno si entra en el cuerpo por segunda vez.

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Hay varios tipos diferentes de células T en el cuerpo, cada uno con una función específica. Células T auxiliares son capaces de dividirse y ayudar en la totalidad del cuerpo rápidamente inmunidad respuesta al ataque por la creación de una proteína útil llamada de citoquinas. Otro tipo, a menudo llamado una célula de memoria, ayuda a que el cuerpo recuerde a luchar contra las infecciones de repetición, lo que impide a una persona de la captura de la misma enfermedad más de una vez. Uno de los tipos más útiles de estas células también lleva un gran inconveniente. Células citotóxicas trabajan para destruir tumores o células mutadas, al igual que los soldados repeler a un invasor. Por desgracia, en los trasplantes de este tipo de célula puede identificar erróneamente un órgano trasplantado como una amenaza y atacarla. Células citotóxicas son considerados uno de los principales factores en el rechazo al trasplante. Las células T se consideran de suma importancia en la lucha contra las enfermedades autoinmunes, en especial en los casos de Virus de Inmunodeficiencia Humana ( VIH ) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Muchos de los tratamientos actualmente en uso para estos virus implican la estimulación de la producción de estas células y su respuesta con el fin de luchar contra los efectos perjudiciales de estas condiciones. De origen natural las células T “asesinas” no son capaces de luchar eficazmente el VIH, por lo que los científicos han desarrollado una variedad de técnicas para mejorar las células y hacer que los receptores de las células más sensibles a este virus mortal. Debido a que el estudio de la función celular es todavía relativamente nuevo, todavía hay mucha ciencia no entiende acerca de las células T y cómo funcionan. Mientras los investigadores continúan estudiando estos útiles las células, muchos creen que será posible reducir el rechazo del trasplante de células causado y mejorar los tratamientos para enfermedades autoinmunes.

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NK Una célula asesina natural, o célula NK (Natural Killer) es un tipo de leucocito o glóbulo blanco de la sangre que actúa en el sistema inmunológico como primera línea de defensa contra los invasores extranjeros, como tumores, bacterias y virus. Las células NK son conocidos como “asesinos naturales”, ya que no tienen que reaccionar a los antígenos específicos, que sólo hay que reconocer que una célula es extranjera, y no pertenecer. Debido a que estas células son tan poderosos, el cuerpo tiene una serie de medidas en el lugar que están diseñados para evitar que las células NK a partir aumenta sin parar y atacar accidentalmente su anfitrión. Con el fin de entender cómo funcionan las células asesinas naturales, es necesario hacer una breve incursión en la biología. Estas células se ven de proteínas conocidas como antígenos leucocitarios humanos (HLA), que se presenta en la superficie de otras células. Si una célula natural killer reconoce las proteínas HLA como pertenecientes al “yo”, que ignora la célula, en el supuesto de que pertenece. Si, por otra parte, los antígenos de leucocitos humanos aparecen extranjera, la célula asesina natural liberar toxinas que matan a la célula extraña. Estos antígenos se expresan a través de la Mayor de Histocompatibilidad Complex, un grupo de genes localizados en el sexto cromosoma. El Complejo Mayor de Histocompatibilidad es “importante” porque juega una regla fundamental en la aceptación o el rechazo de tejidos trasplantados. Si los antígenos de leucocitos humanos en un órgano no coinciden, el cuerpo lo rechazará, con las células asesinas naturales en movimiento para proteger el cuerpo de un invasor percibido. 19


Artritis Artritis reumatoidea Enviar esta página a un amigo Imprimir Facebook Twitter Favorito/Compartir Es una enfermedad crónica que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes. También puede afectar otros órganos. La causa de la artritis reumatoidea (AR) se desconoce. Es una enfermedad autoinmunitaria, lo cual significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano. Síntomas La mayoría de las veces, la artritis reumatoidea afecta las articulaciones en ambos lados del cuerpo por igual. Las muñecas, las rodillas, los dedos de las manos y los tobillos son los que resultan afectados con mayor frecuencia. La enfermedad a menudo comienza de manera lenta. Los síntomas iniciales pueden ser: dolor articular leve, rigidez y fatiga. Los síntomas articulares pueden abarcar:

La rigidez matutina, que dura por más de una hora, es común. Las articulaciones pueden sentirse calientes, sensibles y rígidas cuando no se usan durante una hora. El dolor articular a menudo se siente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo. Con el tiempo, las articulaciones pueden perder su rango de movimiento y volverse deformes.

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