Adicciones, farmacodependencia y salud mental

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Adicciones, farmacodependencia y salud mental

Elkin Javier Albarracín Osorio Psicólogo Clínico y de la Salud Docente del Programa de Psicología Universidad Simón Bolívar Cúcuta, Colombia 2013


PRESIDENTA SALA GENERA L ANA BOLÍVAR DE CONS UEGRA RECTOR FUNDA DOR JOSÉ CONS UEGRA HIGGINS RECTOR EJECUTIVO JOSÉ CONS UEGRA BOLÍVAR DIRECTOR SECCIONA L CÚC UTA TOMÁS WILCHES BONILLA DIRECTORA INSTITUTO DE INVESTIGA CIONES MARÍA DE LOS ÁNGELES PÉREZ HERNÁNDEZ COORDINA DOR CENTRO DE INVESTIGA CIONES CÚC UTA JOVANY GÓMEZ VAHOS DEPARTAMENTO DE PUBLICA CIONES BARRA NQUILLA FRANCISCO VÁSQUEZ DE LA HOZ DEPARTAMENTO DE PUBLICA CIONES CÚC UTA JOSÉ JOAQUÍN GUERRERO VARGAS

ADICCIONES, FARMACODEPENDENCIA Y SALUD MENTAL Elkin Javier Albarracín Osorio ©

Grupo de Investigación Reconstruyendo Redes

ISBN. XXXXXXXXXXX Todos los derechos reserv ados. N inguna parte de esta publicació n puede ser reprodu cida, almacenada en sistema re cuperable o t ransmitida en ninguna forma po r medios elect rónico, mecáni co, fotocopia, g rabación u o tros, sin la p rev ia autorización por es crito de E dicio nes U niv ersidad S imón Bolív ar y del autor. Los con ceptos e xpresados de este documento s on respo nsabilidad e xclu siv a de los autore s y no necesariamente correspon den con los de la U niv ersidad S imón Bolív ar y da cumplimiento al Depósito Legal según lo estable cido en la Ley 44 de 1993, los Decretos 460 del 16 de marzo de 19 95, el 2150 de 1995, el 358 de 2000 y la Ley 1379 de 2010.

Ediciones Universidad Simón Bolívar© Avenida 3ª No 13-34 La Playa www.unisimoncucuta.edu.co/es/publicaciones-cucuta publicacionescucuta@unisimonbolivar.edu.co Barranquilla – Cúcuta Impresión Offset La Opinión Avenida 4 No. 16-48 La Playa offset.arte@laopinion.com.co 1era. Edición, agosto de 2013 – 200 ejemplares

Printed and made in Colombia


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De

Presentación

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manera póstuma, la Universidad Simón Bolívar Extensión Cúcuta publica esta obra como un reconocimiento a quien fuera uno de nuestros docentes destacados en el programa de Psicología, el Dr. Elkin Javier Albarracín Osorio.

En estas líneas, el Dr. Albarracín hace una completa reseña referente a las adicciones y la farmacodependencia, pero a su vez, plantea interesantes propuestas de apoyo para las personas que lamentablemente han caído en este desastroso mundo que tanto daño hace al afectado como a su familia y a su entorno inmediato. Reconocemos en Elkin Javier a un docente comprometido con la academia y la sociedad, un docente investigador y propositivo que aun a su temprana partida, nos dejo una huella en la Institución, en su familia y en quienes fueron sus tutelados en este medio académico cuya formación tiene como único objeto el servicio social. Desde la Dirección, exalto el trabajo del Doctor Elkin y elevo plegarias al Todopoderoso para que le acoja en su recinto sagrado y le confiera la lucidez e inteligencia que lo caracterizó para dejar huella en quienes le conocieron. Paz en su sepulcro y plegarias para la vida eterna, aquella que algún día compartiremos. ¡Porque pienso y creo que los nortesantandereanos si podemos!

Tomás Wilches Bonilla Director Universidad Simón Bolívar Extensión Cúcuta



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La

Prólogo del editor

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farmacodependencia y sus adicciones derivadas son psicopatologías que desbordan la condición personal y afectan el entorno de las personas que las padecen.

De acuerdo con esto, es interés de la psicología clínica y la psiquiatría, el abordaje responsable de eta problemática, desde su etiología, forma e implicaciones, hasta las alternativas que plantea la ciencia y la disciplina de la Psicología para hacer frente a esta problemática que causa un daño social significativo. Siguiendo esta línea temática, el Dr. Elkin Javier Albarracín Osorio realiza una responsable reflexión basada en un análisis etiológico de estas condiciones patológicas y una modelo de respuesta en el cual se clasifican diversos niveles de complejidad y se proponen alternativas de resolución de los casos diagnosticados como adicción o farmacodependencia. A su vez, la investigación constituye un aporte referencial para quienes estudian el área y para los trabajos asociados a diagnóstico y rehabilitación de pacientes con farmacodependencia, como una condición que lamentablemente amplía su número de casos y deprime algunos sectores de la sociedad, especialmente los de menor educación, acompañamiento e intervención psicosocial.

José Joaquín Guerrero Vargas Coordinador de Publicaciones Universidad Simón Bolívar – Cúcuta



Contenidos Introducción

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SITUACIÓN ACTUAL

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Capítulo I. REFLEXIONES PREVIAS EN PSICOLOGÍA Y SALUD La formación del psicólogo Los contextos y el desarrollo de patologías La salud pública

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Capítulo II. CONTEXTO EPISTEMOLÓGICO La Salud Mental Un nuevo enfoque, Salud mental positiva La psicología de la salud en el contexto de salud Adicción a las drogas y farmacodependencia ¿Qué es la adicción? Drogas de uso frecuente Administración y absorción de las drogas

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Ingestión oral Inyección Inhalación Absorción a través de las membranas mucosas

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Abuso Dependencia Tolerancia Abstinencia

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Capítulo III. NEUROBIOLOGÍA DE LAS ADICCIONES Bases biológicas y circuitos de la recompensa

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Una mirada de la psicología positiva a las adicciones

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Aporte de investigación previa

38

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Marco teórico

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Psicología Positiva Emociones positivas

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El valor de las emociones positivas

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Emociones negativas Programa de apoyo basado en la Psicología Positiva Grupo focal evaluativo Las drogas y su debate mundial

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Capítulo IV. EL PROGRAMA APLICADO DENTRO DEL PROCESO

INVESTIGATIVO

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Programa de apoyo basado en la Psicología Positiva en un grupo de adultos de la Fundación y Grupo de Apoyo “El Camino” en la ciudad de Cúcuta Justificación

Marco teórico

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Emociones

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Emociones positivas Emociones negativas Capital psicológico Elementos del capital psíquico

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Estrés y emociones

Capítulo V. TALLER DE COMPRENSIÓN POSITIVAS EN PACIENTES CON ADICCIONES

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DE EMOCIONES 58

Entrenamiento en relajación para el control emocional Relajación muscular progresiva

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Indicaciones para relajación muscular progresiva

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El capital psíquico

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Introducción El sistema de salud colombiano vive una profunda crisis que se ve reflejada en el proceso de atención a los usuarios en Salud y a su vez presencia una controversia sobre el ingreso de la salud a la economía de escala en un modelo neoliberal que prescinde del ser humano como sujeto y lo convierte en objeto y mercancía. Dentro de este sector el más afectado o “cenicienta” es el de la salud mental, cuyo recursos son muy limitados y no existen los suficientes centros especializados en la red pública. No cuentan con todas las condiciones necesarias logísticas, sanitarias, profesionales especializados que brinden tratamientos efectivos para la gran cantidad de pacientes que acuden y que presentan problemas en salud mental. Sin embargo, en los últimos años y desde la salud mental se han creado espacios para la atención y tratamiento de las adicciones. Existen estudios de prevalencia sobre el tema del consumo, pues la preocupación por el aumento en la demanda especialmente en jóvenes escolarizados y adultos jóvenes, es alarmante para todas las instituci ones de educación secundaria y superiores, que ven cómo se presentan cada vez más casos en sus poblaciones, con graves repercusiones en el plano humano y en los procesos institucionales (deserción estudiantil, delincuencia, violencia intrafamiliar, abandono laboral, entre otros). La adicción a diferentes sustancias se ha convertido en un problema muy importante en nuestra sociedad. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2005 pone de manifiesto la importancia de indagar sobre la drogadicci ón a nivel mundial, debido a la fuerte dependencia que producen estas sustancias; los datos informan cifras de 52 millones de personas adictas a los psicoestimulantes. (UNODC, 2005). Desde las esferas mundiales y nacionales, se dan algunas cifras preocupantes. Colombia se considera como un país productor y que en épocas anteriores no representaba alarma el consumo interno de drogas ilegales ; actualmente incrementó en muchos sectores de la población. Existe la preocupación por el incremento constante del consumo de drogas ilegales y legales entre jóvenes y jóvenes adultos. Según el Informe Mundial de Drogas de la Oficina contra la Droga y el Crimen de la Organización de las Naciones Unidas (UNODC) del 2004, los consumidores de drogas ilegales ascendían a 185 millones de personas. Ese mismo informe, en el año 2005, mostró cómo la cifra se incrementó a 200 millones, lo que significa que el 5% de la población mundial, entre 15 y 64 años, ha consumido drogas ilegales al menos una vez en el último


año, teniendo mayor prevalencia la marihuana (4%), las anfetaminas (0,6%), los opiáceos (0,4%), la cocaína (0,3%) y el éxtasis (0,2%). (ONU, 2004). Según un estudio realizado por UNODC-Colombia (2009) referente al consumo de sustancias psicoactivas en una población de 12-65 años en Bogotá D.C, se encontró que el 54.4 % consumo tabaco/cigarrillo, 88% alcohol y el 25% han consumido sustancias ilícitas (marihuana, cocaína, basuco, éxtasis, heroína, e inhalables). Por ello es necesario indagar por todos los medios posibles sobre aspectos relacionados con el consumo y la adicción, en el inicio, el mantenimiento del consumo y en especial en aspectos más positivos que orienten procesos de rehabilitación mucho más eficientes que el solo ver la conducta como patología. Los tratamientos o las intervenciones tradicionales en ocasiones pudieran ser ineficaces o carecer de protocolos científicos estandarizados; además porque se desconocen las fortalezas y las virtudes de las personas que se convierten en herramientas necesarias para enfrentar cualquier tipo de adversidad por la que atraviesa el ser humano. Por otra parte la pers ona que abusa de una s us tancia necesitan ciertos cambios a medida que avanza el tratamiento, los objetivos del tratamiento s uelen incluir la desintoxicación, la rehabilitación física, el control de la conducta de drogars e, el convencimiento de que es posible afrontar los problemas de la vida y llevar una vida muy satisfactoria, sin necesidad de las drogas.


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SITUACIÓN ACTUAL

Cortesía : http://drogasenlajuventud01.blogspot.com

La drogadicción es un problema grave en la mayoría de los países de todo el mundo, s on millones de pers onas adictas a drogas ilegales, las llamadas legales y medicamentos de venta con fórmula ; no se logra comprender la auténtica magnitud del sufrimiento que representan cifras de estudios, tamizajes, inves tigaciones realizadas por organis mos gubernamentales y no gubernamentales (ONG), que representan millones de personas enfermas, que sufren. La incidencia de la drogadicción es tan alta hoy por hoy que casi con toda seguridad alguien cercano o conocido puede estar afectado negativamente por el cons umo de drogas . En muchos casos el carácter jurídico del consumo de drogas influye en la percepción que se tiene s obre la inocuidad de la mis ma y será menos proclive a s uponers e que las drogas legales ( marihuana, cocaína, alcohol, tabaco, etc.) s on inocuas y que las ilegales s on peligrosas si s e recuerda que la mayorí a de las leyes que rigen el cons umo de drogas en diversas partes del mundo se pusieron en rigor a principios del siglo XX, mucho antes de que hubies e una inves tigación científica s obre el tema. (Pinel, 2007). Se puede entender entonces que el consumo de sustancias se conceptualiza como una enfermedad y de igual forma como el problema psiquiátrico más común en la actualidad a nivel mundial (Rosenzweig, Leiman, Breedlove, 1996).


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La dependencia de distintas drogas, incluyendo la nicotina, el alcohol, los psicoestimulantes o los opiáceos, se define como un trastorno crónico y recidivante caracterizado por un consumo abusivo y continuo de estas sustancias a pesar de sus consecuencias negativas para la vida de la persona (DSM-IV, 1998) por tal motivo ha alcanzado el rango de problema social (Pulvirenti, 2001). En las últimas décadas se han realizado grandes avances en el conocimiento de las bases neurobiológicas de la adicción, lo que ha permitido cambiar completamente la conceptualización de este trastorno, que ha evolucionado desde considerarse un vicio a contemplarse como un trastorno psicoorgánico crónico que requiere tratamientos psicomédicos adecuados. Sin embargo, hay aspectos cruciales del proceso adictivo que permanecen todavía sin resolver como son: familiares, psicológicos, socioculturales entre otros. (Coramidas, Roncero, Bruguera, Casas, 2007). La OMS determina que "droga" es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración de algún mod o, del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y es, además, susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas. El uso prolongado de una droga y si el sujeto reúne las condiciones biológicas, psicológicas y ambientales entre otras puede establecer un patrón conocido como adicción. (Lexicon of Alcohol and Drug Terms, Organización Mundial de la Salud, 1994). Por lo general, después de iniciado el consumo de cualquier clase de droga hay una tolerancia acusada y un síndrome de abstinencia que ocurre frecuentemente cuando se interrumpe el consumo; la vida del adicto está dominada por el consumo de la sustancia, hasta excluir todas las demás actividades y responsabilidades. El término adicción conlleva también el sentido de que el consumo de la sustancia tiene un efecto perjudicial para la sociedad y para la persona. La adicción no figura entre los términos diagnósticos de la CIE-10 (ICD-10), pero sigue siendo un término ampliamente utilizado tanto por los profesionales como por el público general. (Lexicon of Alcohol and Drug Terms, Organización Mundial de la Salud, 1994). Es importante señalar que la gran mayoría de los tratamientos e intervenciones llamadas procesos de rehabilitación son de corte organicista y en el elemento psicoterapéutico tradicional es “suprapatologizada” atendiendo a la patología más que a los elementos o recursos internos psíquicos de los individuos.


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Desde el modelo de la Psicología Positiva es posible atender a los recursos internos de los seres humanos; se ha demostrado que existen fortalezas humanas que actúan como amortiguadores contra el trastorno mental y parece existir suficiente evidencia empírica para afirmar que determinadas características positivas y fortalezas humanas, como el optimismo, la esperanza, la perseverancia o el valor, entre otras, actúan como barreras frente a los trastornos o cualquier problemática que los individuos enfrenten. (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000, citado por Vázquez, 2006). Los postulados de la Psicología Positiva definida como el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos y las instituciones que facilitan su desarrollo, pretenden ampliar el foco de la psicología clínica más allá del sufrimiento y su consecuente alivio (Seligman & cols. 2005). Para cumplir este objetivo se hace necesario comprender el funcionamiento óptimo en múltiples niveles, incluyendo el experiencial, personal, relacional, institucional, social y global. Para ello, es necesario estudiar la dinámica de las relaciones entre estos procesos en los niveles mencionados y la capacidad humana de dar orden y significado en respuesta a la inevitable adversidad, considerando que el significado de la buena vida, en todas sus posibles manifestaciones, puede emerger de estos procesos. (Linley& Joseph, 2004).


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Capítulo I

REFLEXIONES PREVIAS EN PSICOLOGÍA Y SALUD Es muy importante iniciar con unas reflexiones de los aspectos que soportan un problema específico como la salud mental, el ámbito de las adicciones y su importancia en la salud en general y en la psicología; a continuación se presentan algunas consideraciones de ellas, surgidas a partir de la participación en el último congreso colombiano de psicología de la salud 2011.

La formación del psicólogo Es un elemento muy importante a tener en cuenta debido a que en la actualidad pertenecemos al sector salud y como tal debemos participar en las decisiones en materia de políticas de salud pública; es por esto que la formación desde el pregrado debe encaminarse hacia el fortalecimiento de los elementos de comprensión de la epidemiología, de la psicología de la salud, de la bioética y de los marcos jurídicos vigentes en salud, como campos en los que se presentan falencias en la formación y que permiten participar en las decisiones importantes de la salud colombiana. La etiología de las enfermedades está asociada a factores multidimensionales y como tal debe atenderse integralmente; el psicólogo de la salud desde su comprensión holística y la perspectiva biopsicosocial busca crear espacios transdisciplinarios que posibiliten mejores pronósticos en el manejo de la enfermedad, así como la interpretación de estados saludables no patológicos desde la psicología positiva como una tendencia que busca los aspectos más positivos del ser humano frente a la dificultad y en la vida diaria . El hecho de ver elementos del sentido del humor en pacientes con enfermedades crónicas como la insuficiencia renal, evidencia blindajes en las estructuras psíquicas y biológicas de estos pacientes.

Los contextos y el desarrollo de patologías En la actualidad, son objeto de estudio nuevos síndromes y enfermedades con exclusividad de aparición en determinados contextos o profesiones como el burnout en los docentes y los problemas cardiovasculares en conductores de servicio público. El estrés y la presión del entorno conducen a que las personas desarrollen patologías por sobrecarga laboral y por las condiciones psicosociales de su entorno.


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El concepto de la salud ocupacional ha sido mal interpretado y se queda en simples medias paliativas que sin un refuerzo positivo desde las condiciones laborales no logran efectos importantes en la salud.

La salud pública El contexto de la salud pública es un espacio inexplorado por los psicólogos que representa una nueva posibilidad para su expansión profesional. Esta área solo era abordada por ramas de la medicina, pero hoy es un campo de estudio y de entendimiento que aporta al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, a la contención de la enfermedad en las comunidades, al mejoramiento del resquebrajado sistema de salud y a la participación del psicólogo en los cargos significativos del sector salud. Esta realidad nos deja muchas reflexiones, un compromiso de buscar más espacios para el desempeño profesional de psicólogo y compromisos con la formación y le exigencia académica de los futuros profesionales , ya que la responsabilidad está relacionada con el hecho de que nuestra atención va dirigida a seres humanos que requieren atención especializada. Aspectos como mejores condiciones laborales, el trabajo y aporte constante al mejoramiento de la salud individual y comunitaria de los colombianos es un tema que continua en el debate actual de la psicología de la salud y de la disciplina en general. Por su parte, la salud mental es mucho más que la mera ausencia de trastornos mentales. Su dimensión positiva ha sido subrayada en la definición de salud de la O MS en el aparte que reza: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.


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Capítulo II

CONTEXTO EPISTEMOLÓGICO La Salud Mental

Cortesía de: http://nti c.uson.mx

Según la OMS, la salud mental puede ser entendida como un estado sujeto a fluctuaciones provenientes de factores biológicos y sociales, en el cual el individuo se encuentra en condiciones de seguir una síntesis satisfactoria de sus tendencias instintivas, potencialmente antagónicas, o de formar y sostener relaciones armoniosas con los demás y participar constructivamente en los cambios que pueden introducirse en el medio ambiente físico y social (Levav, 1989). Sin embargo, esta aproximación otorga un carácter de estado al concepto, por lo cual desconoce los determinantes generados en el proceso histórico social que viven los sujetos. En este sentido, la definición ofrecida por el National Institute of Mental Health (NIMH), aporta una comprensión más clara de la naturaleza de la salud mental: “La salud mental desde la infancia hasta la muerte es el trampolín de las destrezas de pensamiento, comunicación, aprendizaje, desarrollo emocional, resiliencia y autoestima” (Mental Health, A report of thesurgeon General; 1999). Es importante reconocer que la salud mental es también una situación que puede ser alterada o afectada por las condiciones ya sea de orden orgánico, social y/o cultural, en las que puede vivir el sujeto. Así, se una ofrece una definición para referirse a los trastornos mentales: “No es el problema aislado de un individuo; con frecuencia es el derrumbamiento de fuentes normales de apoyo social, especialmente de la familia [...].


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Aunque el individuo contribuye a ese derrumbamiento, no es sólo él el que se deteriora y se destruye, son los sistemas de los cuales hace parte a través de la familia, la escuela o el trabajo, mediante la religión o simplemente la amistad [...] estos sistemas han fracasado en su papel de apoyo”. (González, 1993). La salud mental “implica la capacidad de un individuo para establecer relaciones armoniosas con otros, para participar en las modificaciones de su ambiente físico y social o para contribuir en ello de modo constructivo. Implica también su capacidad de obtener una satisfacción armoniosa y equilibrada de sus propios impulsos instintivos,… Implica, además que un individuo ha logrado desarrollar su personalidad de modo que le permita hallar para sus impulsos instintivos, susceptibles de hallarse en conflicto, como una expresión armoniosa en la plena realización de sus potencialidades”. Organización Mundial de la Salud (1951, citado en Organización Mundial de la Salud, 1961). Los conceptos de salud mental incluyen bienestar s ubjetivo, autonomía, competencia, dependencia intergeneracional y reconocimiento de la habilidad de realizarse intelectual y emocionalmente. También ha sido definido como un estado de bienestar por medio del cual los individuos reconocen sus habilidades, son capaces de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y contribuir a sus comunidades. (Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias, Organización Mundial de la Salud, Ginebra.Organización Mundial de la Salud. Invertir en salud mental Organización Mundial de la Salud 2004). La salud mental hace referencia a la posibilidad de acrecentar la competencia de los individuos y las comunidades para permitirles alcanzar sus propios objeti vos; es una materia de interés para todos, y no sólo para aquellos afectados por un trastorno mental. En efecto, los problemas de la salud mental afectan a la sociedad en su totalidad y por lo tanto constituyen un desafío importante para el desarrollo general. No hay grupo humano inmune, empero el riesgo es más alto en los pobres, las personas sin techo, el desempleado, las personas con poco nivel de escolaridad, las víctimas de la violencia, los migrantes, refugiados, las poblaciones indígenas, las mujeres maltratadas y los ancianos abandonados. En todos los individuos, la salud mental, física y social están íntimamente imbricadas; el creciente conocimiento sobre esta interdependencia revela que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de los individuos, las sociedades y las naciones. Desafortunadamente, en la mayor parte del mundo no se asigna la misma importancia a la salud mental y a los trastornos menta les que a la salud física; en rigor, han sido más bien objeto de ignorancia o desatención. (Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias, Organización Mundial de la Salud, Ginebra.Organización Mundial de la Salud. Invertir en salud mental© Organización Mundial de la Salud 2004).


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La salud mental en nuestros contextos no se aparta de esta realidad, la violencia sistemática en la que hemos crecido varias generaciones de colombianos no deja de tocarnos con la leve ventila de sus horrores; es por ello que la delincuencia juvenil, el sicariato, las riñas callejeras, la violencia escolar, el abuso de las drogas, y las enfermedades mentales crecen como una epidemia silenciosa que se toma los rincones del país y de Latinoamérica. Somos agresivos en muchos contextos del diario vivir y en el encierro del descanso las mentes perturbadas crean “locuras” fuera de todo orden que finalizan en la autoagresión y la destrucción del otro. En general, carecemos de salud mental y por ende, esta debe ser impulsada como política de Estado en las instituciones y en la sociedad civil si queremos evitar grandes costos en vidas humanas y gastos económicos que se pueden evitar para aportar al desarrollo de la Nación. Una combinación adecuada de programas de tratamiento y prevención en el campo de la salud mental, en los marcos de estrategias públicas generales, puede evitar años vividos con discapacidad e, incluso, la muerte prematura; pueden reducir el estigma de las enfermedades mentales, aumentar considerablemente el capital social, reducir la pobreza y promover el desarrollo del país. Cuando se hace recorrido por instituciones de salud, educativas, militares e incluso las más fundamentales de la sociedad como la familia, se observa que la salud mental declina en ellas y son muchos los casos atendidos por los organismos de control que no ofrecen soluciones eficaces a estas personas. En el caso de enfermedades mentales producto de enfermedad orgánica, se evidencia una deficiencia en las personas que enfrentan padecimientos crónicos y complicados de atención especializada y profunda para el mejoramiento de su calidad de vida y que asumen tratamientos clínicos como nueva perspectiva de vida a pesar de su padecimiento. Diversos estudios proveen ejemplos de programas eficaces dirigidos a diferentes grupos de edad - desde la etapa prenatal y la infancia temprana, pasando por la adolescencia y culminando en las edades avanzadas - y otros enfocados hacia situaciones varias como el estrés postraumático de accidentes, estrés en la vida marital, depresión o ansiedad secundaria a pérdida de trabajo, viudez o adaptación post-retiro. En esta área son necesarios estudios adicionales, particularmente en países de bajos ingresos. Existen evidencias firmes que muestran que intervenciones exitosas para la esquizofrenia, la depresión y otros trastornos mentales no sólo existen, sino que son accesibles y costo-eficaces. (Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias,


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Organización Mundial de la Salud, Ginebra.Organización Mundial de la Salud. Invertir en salud mental Organización Mundial de la Salud 2004).

Un nuevo enfoque, Salud mental positiva La salud mental positiva es un “estado de bienestar en el que el individuo es capaz de desarrollar sus habilidades, hacer frente a las situaciones cotidianas de estrés, trabajar de forma productiva y contribuir en su comunidad” (Who. Strengthening mental healthpromotion, Ginebra 2001). La salud mental positiva potencia la cohesión social y el capital social, mejora la paz y estabilidad en el entorno, contribuye al desarrollo económico de la sociedad y es uno de los principios que deben compartir las democracias para buscar el bienestar de las personas. Un país como Colombia sometido a una violencia sistemática por muchos años tambalea en la interpretación de la salud mental y no se aborda como un punto de vista positivo sino patológico debido a los antecedentes conocidos. Es obligación del estado y de la sociedad civil impulsar mecanismos que cultiven los aspectos positivos de la salud y es urgente que las personas que han sido objeto-sujeto de esta violencia generalizada sean atendidos y reorientados en sus estados mentales para evitarles complicaciones en su estado de salud general y mental. Según Jahoda (citada por Lluch, 1999), la salud mental positiva se concibe desde un perspectiva individual, como una relación entre los aspectos físicos y mentales de los seres humanos. Sin embargo, sugiere que tener una buena salud física es una condición necesaria pero no suficiente para tener una buena salud mental y que los tipos puros no existen; cada ser humano tiene simultáneamente aspectos sanos y enfermos, predominando unos u otros en función del momento o de la situación. El trabajo de Jahoda fue y continúa siendo un punto de referencia esencial en la conceptualización y el abordaje de la salud mental desde una perspectiva de promoci ón. Destaca la necesidad de superar los conceptos de salud mental focalizados en la prevención o el tratamiento y avanzar hacia una intervención centrada en potenciar el desarrollo personal positivo. (Lluch, 1999). El modelo de salud mental que presenta Jahoda configura una concepción multidimensional de la salud mental positiva en la cual propuso seis criterios generales: Actitudes hacia sí mismo, crecimiento y autoactualización, integración, autonomía, percepción de la realidad y dominio del entorno (Lluch, 1999).


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Actitudes hacia si mismo Crecimiento y auto actualización

Dominio del entorno

Salud Mental Percepción de la realidad

Integración

Autonomía

Figura 1. Modelo de Salud Mental de Jahoda. (Lluch, 1999).

El organismo decae y muchos los elementos se alteran con esta situación; en el patrón de enfermedades crónicas se producen respuestas emocionales, conductuales y de salud mental que son difíciles de afrontar, pero son características de las respuestas internas de las personas en este trance del padecimiento para responder a este hecho que altera todos los eventos de la vida. Desde la posición de Jahoda se vería una respuesta frente a los seis criterios de la salud mental positiva como se describe a continuación: Actitud hacia sí mismo. Durante el padecimiento puede observarse que en el paciente hay crecimiento o detenimiento en el desarrollo de la vida y su autonomía; Desde la posición del observador cabe preguntarse: ¿Hasta dónde se relaciona esta situación con lo orgánico y cómo se puede conservar el contacto con la realidad si la enfermedad es supremamente agresiva?, además, ¿Cómo controla su entorno frente a lo incontrolable?. ¿Cómo se puede conservar la salud mental en estos momentos ; es individual o responde al entorno? Las respuestas en el afrontamiento pueden recogerse en la medida de la experiencia personal de los pacientes, es una realidad subjetiva pero se percibe a través de sus experiencias.


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Hablar de salud mental es un tema complicado pues en Colombia aún no existe conciencia del tema y ni una aceptación generalizada del mismo en los contextos laborales, educativos, clínicos en los cuales se requiere un manejo e intervención adecuadas de cientos de pacientes con algún tipo de patología y la implementación de un modelo de promoción y prevención.

La psicología de la salud en el contexto de salud Psicología de la salud La Psicología de la Salud ha sido definida como “el conjunto de contribuciones educacionales, científicas y profesionales de la psicología que atienden frentes como la promoción y el mantenimiento de la salud, la prevención y el tratamiento de la enfermedad, la identificación de los correlatos etiológicos y los diagnósticos de la salud, de la enfermedad y sus disfunciones relacionadas, así el análisis y mejoramiento del sistema y de las políticas de atención de la salud” (Matarazo y Carmody, 1985, citado por Gil-Roales, 2004). La psicología de la salud se centra en el análisis del comportamiento y los estilos de vida individuales que afectan a la salud física de las personas. Por otra parte, ayuda a identificar las condiciones que afectan a la salud, a diagnosticar y tratar algunas enfermedades crónicas y a modificar los factores de comportamiento implicados en la rehabilitación fisiológica y psicológica (Brannon, 2001). La psicología de la salud aporta contribuciones a la mejora de la salud, la prevención y el tratamiento de la enfermedad, la identificación de factores de riesgo, el mejoramiento del sistema sanitario y la influencia de la opinión pública asociada con esta materia. Es nuestro contexto vemos dificultades en el proceso de atención del sistema de salud, su calidad de atención y unos tratamientos e intervenciones profesionales afectados por hechos externos a la dinámica misma del sector. El centro del correlato es el paciente, en calidad de sujeto que espera que a través de un representativo social, se le solucionen sus padecimientos; este modelo origina falencias derivadas de la transición desde el modelo médico hacia el bio-psico-social, en el cual el paciente se asume como un sujeto orgánico y en poca medida como un sujeto integral que espera comprensión por parte del sistema. La psicología de la salud se caracteriza por buscar la integración entre los conocimientos básicos de la ciencia psicológica, y sus extensiones al ámbito de la salud otra; muestra de ello es el auge de la investigación básica en el campo de la


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psiconeuroinmunología y sus extensiones para comprender fenómenos como el estrés y sus asociaciones con la enfermedad. El momento se caracteriza por la incorporación de otras áreas de la psicología como la psicología social incluida en la línea de Psicología Social de la Salud (Rodríguez, 1995), cuya meta es fundamentar teórica y metodológicamente las actividades de promoción de la salud y prevenir las enfermedades asociadas; este campo investigativo cobra relevancia si se considera el riesgo que representan los estilos de vida inadecuados en el contexto actual de morbi-mortalidad de nuestra población. Para finalizar, vale la pena destacar que las publicaciones seriadas en psicología de la salud, han experimentado un gran auge en los últimos cinco años. Actualmente el especialista interesado puede remitirse a extensas fuentes documentales en el campo, que lo guiarán hacia su tema de interés particular (Simón, 2000). En el ámbito académico y en la praxis cotidiana del terapeuta se pueden encontrar elementos que generan cuestionamientos constantes sobre la interacciones de lo orgánico y lo psicológico, referenciados por los aportes de la psico neuroinmunología; de igual forma, estos documentos revelan la frustración de los pacientes derivada de las acciones ineficientes del sistema de salud y los efectos sobre la salud y los índices de impacto sanitario a lo que esto conlleva.

Adicción a las drogas y farmacodependencia A través de la historia, las personas han bebido, inhalado, fumado o introducido a sus cuerpos una variedad de sustancias químicas con el propósito de alterar sus estados de ánimo, niveles de conciencia o conductas. En la actualidad el uso generalizado de drogas en nuestra sociedad se hace evidente por el amplio consumo de alcohol, tabaco, sedantes prescritos por médicos y drogas ilegales como cocaína, marihuana y heroína entre muchas otras. Existe alta permisividad de consumo de alcohol sobre todo en poblaciones jóvenes y puede decirse que es una de las primeras sustancias con las que se inician. Es común ver sitios destinados al expendio de bebidas alcohólicas sin ningún control en nuestro contexto, lo cual se asocia con accidentes de tránsito de personas jóvenes que se desplazan a altas velocidades en vehículos y motocicletas. Existen diversas definiciones de “droga”, pero para resumir diremos que es una sustancia psicoactiva que modifica el organismo vivo, generando en este un refuerzo positivo que promueve el deseo de repetir la conducta; empero, las drogas pueden asumir otra intención como atenuar el dolor físico o emocional.


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Las drogas también son asumidas como sustancias que tras su administración ofrecen una recompensa emocional u otras consecuencias negativas, ya que afectan al comportamiento de una forma no deseada y las funciones del cuerpo y por añadidura, puede afectar a terceras personas. Son sustancias que provocan tolerancia y abstinencia, y la mayoría de ellas pueden generar dependencia tanto física como psicológica. (Pérez del Río, 2011). Por lo tanto, un intento de una correcta definición debe incluir tanto los efectos individuales como la dependencia o la tolerancia y los aspectos sociales. Una definición argumentada sería que “Las drogas son sustancias psicoactivas externas al cuerpo que modifican el organismo y desarrollan una capacidad reforzadora positiva en sus primeros momentos que puede llegar a ser un refuerzo negativo si su uso es continuado; estas sustancias pueden generar indistintamente una dependencia psicológica y/o física y llevar a la persona a padecer problemas familiares, sociales y económicos, entre otros. (Pérez del Río, 2011). Edwards, Arif y Hodgson (1981) sostienen que para que exista una drogodependencia deben darse las siguientes condiciones: a) Debe existir evidencia subjetiva de compulsión para la utilización de las drogas durante los intentos de abandono del consumo; b) Deseo de abandonar el consumo; c) un hábito de consumo de drogas relativamente estereotipado; d) Evidencia de neuroadaptación con fenómenos de tolerancia y dependencia; e) El consumo de drogas, para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia; f) El predominio de las conductas de búsqueda de droga por encima de otras prioridades. En torno a las definiciones, encontramos relevante la siguiente acepción por su simplicidad y perspicacia: “Sus elementos principales son: a) el refuerzo o premio que el hábito farmacológico mismo proporciona; b) el vacío o deficiencia del que es síntoma; c) las incomodidades concretas que se derivan de interrumpirlo” (Escohotado, 2001, citado por Pérez del Río, 2011). La drogodependencia es un trastorno que no se puede clasificar como un fenómeno estancado ya que es un problema de grado y de etapas caracterizado por ser ilimitado y cuya mayor dificultad es que las personas que lo padecen no son conscientes del problema hasta que tocan fondo.


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La persona se mantiene junto con otros consumidores y se desvincula de cualquier otro grupo humano incluso de su pareja a no ser que esta sea consumidora o caiga en la explotación del uno por el otro. El drogodependiente en muchos casos perpetra delitos para obtener dinero, vende propiedades de la familia sin permiso y ésta termina por desconocerlo sin saber a qué responde su conducta hasta que se establece su condición de drogodependiente. La biografía del drogodependiente es diferente a cualquier otro trastorno, en un sentido metafórico podríamos decir que es un tanto huérfana en el sentido de casi exclusivamente se focaliza en el problema de la sustancia y todo lo que la rodea; su conducta y motivación están dirigidas única y exclusivamente a la obtención de la sustancia.

¿Qué es la adicción? Un adicto es un consumidor habitual de droga, pero no todos los consumidores habituales de droga son adictos; los adictos son aquellos consumidores habituales de drogas que siguen consumiendo drogas a pesar de sus efectos adversos sobre la salud y su vida social, y a pesar de sus esfuerzos reiterados por dejar de consumirla (Hyman y Malenka, 2001). La mayor confusión sobre la naturaleza de la adicción concierne a su relación con la dependencia física. Muchas personas las equiparan: ven a los adictos como personas que están atrapadas en un carrusel de consumo de droga, síntomas de abstinencia y consumo de más droga para combatir los síntomas de abstinencia. Aunque esta idea resulta atractiva porque es sencilla, es errónea. A veces los adictos toman drogas para evitar o aliviar síntomas de esa abstinencia, pero pocas veces este es el motivo principal de su adicción. Si fuera así, podría curarse fácilmente a los adictos hospitalizándoles durante unos cuantos días hasta que remitieran sus síntomas de abstinencia. Sin embargo la mayoría de los adictos reanudan su consumo de drogas incluso después de llevar meses de abstinencia obligada. Cuando se pensaba que la dependencia física era la principal causa de la adicción, se acuñó el término dependencia psicológica para referirse a las excepciones a esta regla general. Se dijo que la dependencia psicológica es la causa de cualquier consumo compulsivo de una droga que ocurra sin que haya dependencia física. Sin embargo, ahora que está claro que la dependencia física no es el principal factor que motiva la adicción, no hay mucha necesidad de la categoría de dependencia psicológica. (Leshner, 1997). Pero de todos modos en el uso frecuente esta categoría tiene aún validez.


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La psicofarmacología ha demostrado que el aprendizaje juega un papel importante tanto en la tolerancia a la droga como a la abstinencia de ella. Estas investigaciones han contribuido decisivamente en el conocimiento de la tolerancia y la abstinencia, pero su repercusión ha llegado más allá: se ha señalado que los esfuerzos por comprender los efectos de los psicofármacos sin considerar la experiencia y la conducta de los sujetos sólo dará respuestas parciales. La investigación sobre el papel del aprendizaje en la tolerancia a la droga se ha centrado en tres fenómenos: la tolerancia contingente a la droga, la tolerancia condicionada a la droga y los efectos condicionados de la abstinencia. (Pinel, 2007).

Drogas de uso frecuente Se exponen a continuación las drogas de más uso frecuente a nivel mundial y de las cuales se han derivado otras formas de consumo que al ser mezcladas, buscan otros efectos y consecuentemente otros mecanismos de comercialización para incre mentar la adicción de quienes las consumen. Todo se convierte en un círculo vicioso de las grandes mafias para impulsar el consumo y la ineficacia de los estados para combatirlo. Las drogas de uso más frecuente con y sus efectos graves en el organismo humano incluyen el tabaco, alcohol, marihuana, cocaína, bazuco, éxtasis y heroína, entre otras .

Administración y absorción de las drogas Las drogas se administran de cuatro formas a saber: por ingestión oral, por inyección, por inhalación o por absorción a través de membranas mucosas de la nariz, la boca, el recto o los genitales; este último caso se da especialmente en las mujeres mediante el uso de tampones impregnados con sustancias como el alcohol; esta vía de administración genera concentraciones sanguíneas en forma rápida y produce los diferentes efectos en los sujetos.

Ingestión oral La vía oral es el medio de administración preferido para muchas drogas. Una vez se tragan, las drogas se disuelven en los líquidos del estómago y son transportadas al intestino, donde se absorben hacia el torrente circulatorio. Algunas drogas atraviesan fácilmente las paredes del estómago (por ej., el alcohol) y surten efecto de forma rápida debido a que no requieren ingreso intestinal para ser absorbidas.


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A diferencia de otras vías de administración, la oral es sencilla y relativamente segura pero presenta imprevisibilidad debido a que su absorción desde el tubo digestivo hacia el torrente circulatorio puede estar influida en gran parte por factores tan difíciles de determinar como la cantidad y tipo de alimentos que hayan en el estómago.

Inyección La inyección de drogas es una práctica médica habitual, debido a que los efectos de las drogas inyectadas son intensos, rápidos y previsibles. Por lo general, las drogas se inyectan por vía subcutánea (SC), intramuscular (IM) o intravenosa [o endovenosa]. Muchos adictos prefieren la vía intravenosa debido a que el torrente circulatorio transporta la droga directamente al encéfalo. Sin embargo, la seguridad y aparente ventaja del transporte sanguíneo de la droga es relativo en tanto que una inyección intravenosa ofrece poca o ninguna oportunidad para contrarrestar los efectos de una sobredosis, una impureza o una reacción alérgica. En estos casos, muchos adictos derivan tejido cicatricial, infecciones e insuficiencia venosa en los lugares de su cuerpo que ofrecen acceso a las grandes venas. (Pinel, 2007).

Inhalación Algunas drogas pueden ser absorbidas hacia el torrente circulatorio a través de la red capilar pulmonar. Muchos anestésicos se administran por inhalación, como el tabaco y la marihuana. Los dos inconvenientes principales de esta vía radican en que resulta difícil regular con precisión la dosis de la droga que se inhala y que muchas sustancias lesiona n los pulmones si se inhalan crónicamente. (Pinel, 2007).

Absorción a través de las membranas mucosas La cocaína es una droga administrada generalmente por aspiración a través de la membrana nasal, aunque también se administra por la boca, el recto y los genitales. Causa un daño en la mucosa cuando hay consumo crónico. Actualmente algunos adolescentes usan la vía genital para absorber y generar sensaciones iguales a las de otras vías mediante el uso de tampones impregnados de alcohol o cocaína.


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Abuso Se habla de abuso cuando hay exceso o uso continuado de una droga, que se torna regular, aumenta o se incrementa durante un tiempo sostenido de forma tal que la persona comienza a evitar determinadas situaciones sociales y siente angustia (Pérez y Martín, 2007). El abuso genera consecuencias a nivel social, biológico y psicológico; de alguna manera es un paso intermedio de consecuencias más leves que las que se puede padecer en el siguiente escalón: la dependencia. Según en Manual Diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR) los criterios diagnósticos para clasificar los niveles de la patología son los siguientes:

Criterios para el abuso de sustancias DSM-IV-TR (1) Consumo recurrente de sustancias que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (por ejemplo, A. Un patrón ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo desadaptativo de de sustancias; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela consumo de relacionadas con la sustancia; descuido de los niños o de las sustancias que obligaciones de la casa). conlleva un deterioro (2) Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que o malestar hacerlo es físicamente peligroso (por ejemplo, conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de la sustancia). clínicamente (3) Problemas legales repetidos relacionados con la sustancia (por significativo, expresado por uno (o ejemplo, arrestos por comportamiento escandaloso debido a la más) de los ítems sustancia). siguientes durante un (4) Consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados periodo de doce o exacerbados por los efectos de la sustancia (por ejemplo, discusiones meses: con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o incluso violencia física).

B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la dependencia de sustancias de esta clase de sustancia.

Dependencia La dependencia posee una definición confusa, ya que es posible hablar de dependencia psíquica, física o social, entre otras; aunque todas se dan conjuntamente, puede predominar alguna, pero en términos de la psicología una dependencia repercute en otras áreas, ya que en medicina “la dependencia física se refiere al hecho de que una persona necesite una sustancia, digamos la insulina”, de modo perentorio (AlonsoFernández, 2003).


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Dependiendo de autores y épocas, podemos hacer un esbozo de cómo se han considerado estas diferentes formas. La dependencia psicológica en la literatura hace referencia a la necesidad de corte emocional. En el terreno de las drogas, la dependencia psicología se ha circunscrito al craving, como un deseo irreprimible de repetir la conducta consumatoria. Por su parte, la dependencia física se refiere a la necesidad del organismo de consumir una sustancia, pero la dependencia puede estar ligada a lo social en casos de una necesidad de consumir alguna sustancia por la necesidad o deseo de pertenecer a algún grupo social. (Pérez del Río, 2011).

Criterios para la dependencia de sustancias DSM-IV-TR (1) Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:

A. Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por tres (o más) de los ítems siguientes en algún momento de un periodo continuado de 12 meses:

(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado. (b) El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado. (a) El síndrome de abstinencia característico de la sustancia (v. criterios A y B de los criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias específicas).

(2) Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems: (b) Se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de la abstinencia. (3) La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un periodo más largo de lo que inicialmente se pretendía. (4) Existe un deseo persistente o se realizan esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia. (5) Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obte nción de la sustancia (por ejemplo, visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), con el consumo de la sustancia (por ejemplo, fumar un pitillo tras otro) o con la recuperación de los efectos de la sustancia. (6) Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia. (7) Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sustancia (por ejemplo, consumo de cocaína aun sabiendo que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que pueda empeorar, pongamos por caso, una úlcera).


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Tolerancia La tolerancia es uno de los conceptos clave en drogodependencias, ya que en principio es la razón por la cual las personas necesitan consumir más cantidad de una determinada sustancia para obtener el mismo efecto. Cuando el cuerpo genera tolerancia, se supone que está desarrollando una dependencia problemática cada vez más intensa. La cita más antigua sobre la tolerancia se atribuye a Teofrasto, discípulo de Aristóteles (Hist., plant., IX, 17, 2), quién aseveró que “parece que algunas drogas son tóxicas debido a la falta de familiaridad, y quizá sea más exacto decir que la familiaridad les quita su veneno, porque dejan de intoxicar cuando nuestra Constitución las ha aceptado y prevalece sobre ellas”, (Escohotado, 2005, citado por Pérez del río, 2011). Debemos destacar que no todas las sustancias generan tolerancia pero pueden desarrollar problemas de consumo como en el caso de los consumidores habituales de cannabis o fenciclidina (PCP), quienes no advierten la aparición de tolerancia (aunque ésta se ha demostrado en estudios con animales y en algunos sujetos)”, (DSM-IV-TR). Se puede diagnosticar como drogodependiente a una persona que dependa de una sustancia, que abuse de ella y no tenga tolerancia a la misma. El alcohólico, por ejemplo, necesita más cantidad de alcohol, para obtener el mismo efecto farmacodinámico; en estos casos se habla de la tolerancia innata. En el caso de los hijos de alcohólicos pueden observarse casos de vulnerabilidad especial, es decir, que poseen menos sensibilidad al alcohol y menores cantidades de esta sustancia generan en ellos una dependencia más rápida. En contraparte a la tolerancia innata se encuentra la tolerancia adquirida causada por la adaptación del organismo. La tolerancia aguda es la tolerancia que se desarrolla rápidamente, pero más que por factores biológicos obedece a que la persona ha consumido masivamente en un corto espacio de tiempo una determinada sustancia. La persona que consume y lo hace de modo problemático, tiende a consumir cada vez más cantidades para conseguir el mismo nivel o el mismo efecto, pero ta mbién es cierto que “la tolerancia y el coste psicofísico pueden pres tarse para juicios algo subjetivos” (Escohotado, 2001, citado porPérez del río, 2011).

Abstinencia Es un conjunto de reacciones psicofisiológicas que se producen tras la dependencia física y psicológica a una sustancia, y que al momento en que falta dicha sustancia se manifiestan con una intensidad y un curso temporal dependiente del tipo de droga y otros factores como frecuencia, la cantidad y la antigüedad del consumo.


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Criterios para la abstinencia de sustancias DSM-IV-TR A. Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción de su consumo prolongado y en grandes cantidades. B. El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significa tivo o un deterioro en la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la actividad del individuo. C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. Las adicciones se han convertido en un problema de salud pública y a su vez en un problema de interés para la psicología como ciencia que aporta a los métodos de intervención tradicionales nuevos elementos diagnósticos y terapéuticos dado que aquellos son disfuncionales y no representan una respuesta para la complejidad del fenómeno. Para abordar este problema y sus múltiples factores etiológicos se hacen necesarias acciones multifactoriales que permitan abordar las necesidades del problema , prevenir su consumo y la promocionar las conductas saludables.


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Capítulo III

NEUROBIOLOGÍA DE LAS ADICCIONES Bases biológicas y circuitos de la recompensa

Los estudios neuro-biológicos de las adicciones han demostra do que el s ustrato cerebral de los tras tornos adictivos, s e localiza en una zona denominada circuito de recompensa cerebral, que funciona con base en dos estructuras: una neuroanatómica representada por ciertas áreas cerebrales y otra neuroquímica representada por cuatro sistemas primarios de neurotrans mis ores . La es tructura neuroanatómica es tá integrada por el área tegmental ventral, el cerebro anterior basal (núcleo acumbens, tubérculo olfatorio, corteza frontal y amígdala), mientras que la es tructura neuroquímica está repres entada por la dopamina, la serotonina, los péptidos opioides y el GABA. La conexión dopaminérgica entre el área tegmental ventral y el cerebro anterior basal es el llamado sis tema dopaminérgico mes olímbico. Sin embargo, se acepta que, además, pueden participar otros sis temas como l os péptidos opiáceos, sis temas gabaérgicos , serotoninérgicos, los cuales también interactúan en el área tegmental ventral y en el cerebro anterior. Los otros neurotrans misores están involucrados en otros sitios del circuito: la serotonina en el hipotálamo, la encefalina (que es un péptido opioide) en el área ventral tegmental mientras que el núcleo accumbens y el GABA en las dos mis mas áreas que el anterior. Un quinto neurotrans mis or, la norepinefrina (no radrenalina)


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es tá involucrado en una ruta de recompensa alternativa ya que s e libera en el hipocampo des de el locus coeruleus. El núcleo accumbens forma parte del circuito de recompensa que al ser es timulado provoca una s ensación de placer. Su acción es fundamental, y cuando es te circuito es es timulado por drogas, se convierte en la base de la adicción. Las vías neurológicas para el reforzamiento positivo (placer) s e hallan en las vías dopaminérgicas que van del área Tegmental Ventral en el tallo cerebra l hacia el Núcleo Accumbens, localizado en los ganglios basales. La hipótesis neurobiológica más acertada acerca de la adicción es la hipótesis de la dopamina. La idea de que un neurotrans mis or pudiera es tar as ociado a una s erie de dependencias o de adicciones que abarcaran s ustancias tan divers as como la cocaína, o el etanol, es algo que atrae a todos los neurobiólogos. Aunque es tamos de acuerdo en que la dopamina no es la única molécula relacionada con la adicción, s e piensa que podría ser una molécula clave. Di Chiara, (1995) y Carboni et al. (2000), s eñalan que los opiáceos, el alcohol, la nicotina, las anfetaminas y la cocaína provocan una acumulación de dopamina en el núcleo accumbens . (Gil -Verona, et al, 2003). La nicotina pasa a la sangre y luego al cerebro y en s ólo siete s egundos es timula los receptores cerebrales produciendo liberación de dopamina y noradrenalina que actúan como mecanis mos de recompensa de la conducta, convirtiendo al tabaco en un regulador de estados de ánimo que es timula a quienes es tán deprimidos y tranquiliza a quienes se sienten angus tiados . La bas e de la adicción podría estar en una alteración genética que s ería similar a una alteración en el sentido de deficiencia del sis tema de gratificación; en un esfuerzo por compensar las deficiencias en el sis tema dopaminérgico, los adictos pueden tratar de es timular los circuitos mes ocorticolímbicos del cerebro, ya que la ineficacia del sis tema dopaminérgico recompensa el abuso de s us tancias que aumentan los niveles de dopamina e n el cerebro. Es ta hipótesis es conocida como hipótesis de la dopamina, y puede s er un marco básico para explicar cómo un rasgo genético, la tendencia a producir poca dopamina, con la alteración consecuente del sis tema de gratificación, puede relacionarse con factores ambientales para crear el problema de la adicción. (Gil Verona, et al, 2003). El tratamiento puede definirse, como una o varias intervenciones es tructuradas orientadas al tratamiento de los problemas de salud y de otra índole


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causados por el abus o de drogas y a aumentar u optimizar el desempeño pers onal y s ocial. Según el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la OMS, el término “tratamiento” se aplica al “proces o que comienza cuando los us uarios de s us tancias psicoactivas entran en contacto con un proveedor de s ervicios de salud o de otro servicio comunitario y puede continuar con una s erie de intervenciones concretas has ta lograr el mejor nivel de salud o bienes tar posible. En la publicación de la Oficina de las Naciones Unidas co ntra la Droga y el Delito (ex Oficina de Fiscalización de Drogas y de Prevención del Delito) titulada Demand Reduction – A Glossary of Terms , se añade: “Fundamentalmente, al brindar a las pers onas que s ufren problemas causados por el cons umo de s ustancias psicoactivas una variedad de servicios y posibilidades de tratamiento para optimizar s u capacidad física, mental y de interacción s ocial, se les puede ayudar a alcanzar el objetivo primordial de liberars e de la drogodependencia y lograr una readaptación s ocial plena. Los servicios y posibilidades de tratamiento pueden comprender la desintoxicación, terapia de sus titución y mantenimiento y/o terapias y ases oramiento psicos ociales . El tratamiento también tiene por objeto reducir la dependencia de s us tancias psicoactivas y mitigar las cons ecuencias negativas para la salud y las relaciones s ociales del cons umo de esas s ustancias o relacionadas con és te” ( UNODC , 2003). La dependencia se as ume como un trastorno relacionado con el cons umo de s ustancias , y es un término genérico utilizado en los sistemas internacionales de clasificación de enfermedades (DSM-IV y CIE-10) para divers os tras tornos y dolencias relacionados con el cons umo de cualquier droga psicotrópica. Comprende el consumo problemático y el cons umo que causa dependencia. (Lexicon of Alcohol and Drug Terms . Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 1994) o como todo tras torno mental o del comportamiento provocado por el cons umo de una o más s ustancias psicoactivas que hayan sido o no recetadas por un médico. Las s ustancias es pecificadas s on el alcohol, los opioides, los cannabinoides, los s edantes o hipnóticos, la cocaína, otros es timulantes (incluida la cafeína), los alucinógenos , el tabaco y los dis olventes volátiles. Los estados clínicos que pueden presentarse comprenden la intoxicación aguda, el cons umo perjudicial, el síndrome de dependencia, de abstinencia, de


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abs tinencia con delirio, los trastornos psicóticos, trastornos psicóticos de iniciación tardía y el síndrome amnésico.

Una mirada de la psicología positiva a las adicciones Aporte de investigación previa Este es un aporte investigativo del autor en su tesis de especialización en Psicología Clínica y de la Salud para la Universidad Autónoma de Bucaramanga del 2010, en el cual se aborda un programa de apoyo a un grupo de adictos del centro de rehabilitación “El camino”. La psicología positiva adopta una nueva perspectiva teórica impulsada por el Doctor Martin Seligman de la Universidad de Pensilvania desde los años noventa, mediante la cual se buscaba “despatologizar” la psicología e impulsarla en la búsqueda de los aspectos más positivos de la conducta y el funcionamiento humano. Desde este punto de vista se presenta el siguiente marco teórico y el desarrollo de la investigación, que se encuentra disponible en los archivos de la biblioteca de la Universidad Autónoma de Bucaramanga Facultad de Medicina sede el Bosque, Floridablanca Santander.

Marco teórico Psicología Positiva Surgió hace algunos años gracias al impuls o decisivo d el Profesor Martin Seligman de la Universidad de Penns ylvania con un enfoque hacia los aspectos más positivos del ser humano. Entre sus objetivos están el es tudio de las bases psicológicas del bienes tar y la felicidad, los rasgos que nos permiten s uperar c on éxito situaciones vitales difíciles, o la aplicación de estrategias efectivas para potenciar cualidades positivas como el optimis mo, la satisfacción vital o las emociones positivas en nuestras vidas. La creatividad, denominada también ingenio, la inventiva, el pensamiento original, la imaginación cons tructiva, el pensamiento divergente o el creativo cons tituyen la generación de nuevas ideas, conceptos, o as ociaciones entre las ideas y los conceptos conocidos , que habitualmente producen s oluciones originales ; el término resiliencia se refiere a la capacidad de los s ujetos para s obreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Cuando un s ujeto o grupo (animal o humano) es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede s obreponers e a contratiempos o


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fortalecers e a partir de es tas experiencias. Actualmente la resiliencia es considerada como una forma de psicología positiva que no encuadra en la psicología tradicional. El flujo (flow) es el es tado mental operativo en el cual la persona es tá completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de implica r la tarea y obtener el éxito en la realización de una actividad mientras és ta se encuentra en curs o. El concepto de flujo fue propues to por el ps icólogo Mihály Csíks zentmihályi en 1975 y, a partir de entonces, se ha difundido extensamente en diferentes campos. Por s u parte, la noción de optimis mo se opone al concepto filosófico de pesimis mo. El optimis mo, al igual que la es pera nza, significa tener una fuerte expectativa de que, en general las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frus traciones. Como valor, es la idea del s er humano de tener s iempre lo mejor y cons eguirlo de igual manera, a pesar de lo difícil d e algunas situaciones . Es te modelo siempre encuentra el lado positivo de pers onas, situaciones y objetos y obtiene de ellos los mejores res ultados. Des de el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimis mo es una actitud que impide caer en la apatía, deses peración o depresión frente a las advers idades.

Emociones positivas Su definición continúa siendo objeto de debate (Diener, 1999; Ekman y Davids on, 1994). Sin embargo, parece s urgi r cierto consens o res pecto a algunas de s us caracterís ticas básicas (Fredricks on, 2001), de manera que s e puede considerar que las emociones s on tendencias de res pues ta con un gran valor adaptativo, que tienen evidentes manifes taciones a nivel fisiológico, en la expresión facial, la experiencia s ubjetiva, el procesamiento de la información entre otros, y que s on intensas pero breves y s urgen ante la evaluación de algún acontecimiento antecedente.


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El valor de las emociones positivas Bárbara Fredricks on ha abierto una línea de inves tigación centrada es pecíficamente en las emociones positivas y en s u valor adaptativo (Fredricks on, 1998, 2000b, 2001, 2003; Fredricks on y Branigan, 2000). Recientemente ha planteado la teoría abierta y cons truida de las emociones positivas (Broaden and buildtheory of positive emotions) (Fredrickson, 1998, 2001), que s os tiene que emociones como la alegría, el entusias mo, la satisfacción, el orgullo, la complacencia, etc., aunque fenomenológicamente son dis tintas entre sí, comparten la propiedad de ampliar los repertorios de pensamiento y de acción de las pers onas y de cons truir reservas de recurs os físicos, intelectuales, ps icológicos y s ociales dis ponibles para momentos futuros de crisis. Experimentar emociones positivas es s iempre algo agradable y placentero a corto plazo y para es ta autora, tiene otros efectos beneficiosos más duraderos , en la medida en la que ello prepara a los individuos para tiempos futuros más duros (Fredricks on, 1998, 2001). La alegría, por ejemplo, anima a jugar en el s entido amplio de la palabra, a empujar los límites, a ser creativo (Frijda, 1986) y ello permite el desarrollo y el entrenamiento de habilidades físicas (fuerza, resis tencia, precisión), de habilidades psicológicas e intelectuales (comprensión de normas, memoria, autocontrol) y de habilidades s ociales necesarias para el es tablecimiento de relaciones de amis tad y de apoyo. Todas es tas habilidades, conceptualizadas como recurs os , pueden llegar a ser muy valiosas en momentos de escasez y de conflicto, en los que disponer de velocidad, de resis tencia, de amigos, de capacidad de innovación, etc. puede ser la diferencia entre vivir y morir. Des de la Psicología Positiva se mencionan varias razones posibles de por qué las emociones positivas han sido marginadas. La primera de ellas es que, en relación a las emociones negativas , las positivas s on menos numerosas y más difusas. La es peculación s obre el origen de es ta asimetría s upone que la selección natural forma emociones s ólo para situaciones que contienen amenazas u oportunidades y por lo tanto, hay más emociones negativas que positivas debido a que hay más diferentes tipos de amenazas que de oportunidades. Además, el cos to de fracasar en una respuesta apropiada ante una amenaza puede s er la muerte, en cambio, el fracaso en una emoción positiva no es tan grave.


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Emociones negativas Los organis mos vivos dis ponen de mecanis mos perceptivos que les permiten reconocer aquellos es tímulos que s on significativos para s u s upervivencia como obtener comida o protegers e de un ataque, entre otros. Pero la percepción cubre s ólo una parte del problema. La percepción tiene como objeto reconocer los es tímulos , saber que s on. Son desagradables para los individuos y s e experimentan cuando s e bloquea una meta, frente a una amenaza o una pérdida y s on situaciones que requieren energía y movilización para confrontar la situación. A pesar de la reciente aparición de la psicología positiva, el es tudio de las “emociones negativas”, miedo-ansiedad, ira y tris teza -depresión, ha tenido durante el último siglo mucha fuerza en la inves tigación psicológica y se ha fortalecido como objeto de interés de la comunidad científica. El concepto de afectividad negativa se entiende como un es tado emocional transitorio o como una diferencia persis tente en el nivel general de afectividad . La afectividad negativa es un rasgo que refleja la tendencia a experimentar las emociones negativas a través del tiempo y de situaciones (Watson & Clark, 1984). Es te rasgo se s olapa con el neuroticis mo y la ansiedad, incluyendo sentimientos s ubjetivos de tensión, preocupación, ansiedad, ira y tristeza. No obs tante, parece necesario describir brevemente cada una de estas emociones . Siguiendo a Cano-Vindel y Miguel-Tobal, las emociones influyen s obre la salud-enfermedad a través de s u relación con divers os sis temas fisiológicos, es pecialmente cuando s e convierten en tras tornos clínicos por medio de sus propiedades motivacionales y cuando modifican las conductas “saludables” como el ejercicio físico moderado, la dieta equilibrada, el descans o, el ocio, etc. y “no saludables” como el abus o de alcohol, tabaco y el sedentaris mo. (Cano-Vindel y Miguel-Tobal, 2001). En un estudio de Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Bucaramanga del autor, denominado “Programa de apoyo basado en la psicología positiva en un grupo de adultos de la Fundación y Grupo de Apoyo El Camino en la ciudad de Cúcuta” s e expone el aporte de la psicología positiva al desarrollo de un programa que permita aborda r el complejo mundo de las adicciones y los procesos de rehabilitación. A continuación s e expondrán algunos de los elementos más significativos del es tudio.


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Metodología Tipo de investigación El es tudio corres pondió a una investigación descriptiva , cuyo objetivo fue es pecificar las propiedades importantes de las pers onas, grupos comunidades u otros fenómenos s ometidos a análisis mediante la des cripción de las caracterís ticas emocionales en un grupo de adultos jóvenes en proces o de rehabilitación de la Fundación y Grupo de Apoyo El Camino de la ciudad de Cúcuta. Diseño El diseño de la inves tigación fue cualitativo; es te tipo de es tudios inves tigan el por qué y el cómo s e toma una decisión; busca comprender, entender y/o analizar las emociones , los s entimientos , las actitudes y los comportamientos de las pers onas en s us dis tintos escenarios de desarrollo.

Bajo el enfoque de Investigación-Acción (IA), que trata de una forma de inves tigación con programas de acción s ocial que res ponde a problemas sociales es pecíficos . (Buendía, 1998). Mediante la IA simultáneamente se forman conocimientos y cambios s ociales , de manera que s e un en la teoría y la práctica para transformar las condiciones psicológicas en un grupo de adultos jóvenes en proces o de rehabilitación. Muestreo El mues treo desarrollado de la investigación se realizó por conveniencia ; la muestra es tuvo conformada dieciséis (16) pers onas de sexo masculino en proceso de rehabilitación de la Fundación, cuyo rango de edad oscil ó entre los 18 y los 50 años, y con bajo nivel de escolaridad. ( Ver cuadro de tablas ). Instrumentos Se aplicó una entrevis ta semi estructurada (ver apéndice A) en grupos focales que permitió identificar las emociones positivas y negativas de los adultos jóvenes en proces o de rehabilitación de la Fundación.


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Procedimiento La inves tigación se llevó a cabo mediante una s erie de fases des tacadas a continuación:

Primera fase

Segunda fase

Tercera fase

Cuarta fase Quinta fase

Revisión bibliográfica del tema para orientar el marco teórico de la inves tigación y obtener antecedentes del tema para plantear los objetivos que guiaron el rumbo de la investigación; también permitió es tablecer la población y tipo de sujetos con los cuales se trabajó. Se establecieron los objetivos y la población y se recopiló la documentación pertinente al tema mediante un primer acercamiento a la población para informar sobre el objetivo de la inves tigación, hacer s ondeos y observaciones y firmar el cons entimiento informado (ver apéndice B). Se identificaron los problemas exis tentes a través de grupos focales y entrevistas para conocer su situación; s egún los res ultados, se es tableció el Programa de Apoyo y las directrices de los cambios con la población objeto (Ver apéndice C). Se procedió a la conformación de los grupos focales y aplicación del Programa de Apoyo. Se valoró el impacto del Programa de Apoyo al grupo.

Resultados A continuación se presentan los resultados logrados durante el proces o de inves tigación, los cuales s e obtuvieron por medio de un grupo focal diagnós tico del Programa de Apoyo y un grupo focal evaluativo para identificar el impacto del mis mo. Los participantes de los grupos focales fueron escogidos de acuerdo a unos criterios prácticos de dis ponibilidad y de expresión oral, con pleno cons entimiento de la investigación a realizar. Se presentaron los análisis de las diferentes fases del proyecto: Grupo focal diagnóstico Los participantes demostraron poseer emociones positivas como: “alegría, amor, paz, tranquilidad buen ánimo y fe en la vida” des de el momento en que ingresaron al programa. Es to indica que a pesar de haber experimentado situaciones complejas en s us vidas, actualmente se encuentran en rehabilitación y conservan ciertas


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emociones que les permiten afronta r s u entorno, generar una adherencia al tratamiento y una tendencia a la autoeficacia. Expresaron que “pueden controlar las emociones , s olo requiriendo la calma”, “apoyándos e y dándose confianza el uno al otro”. Sin embargo el grupo refleja marcadas emociones negativas como: “mucha tris teza, miedo, depresión, ansie dad, irritabilidad, agresividad, decepción, falta de s olidaridad”; es to indica que sus condiciones psicológicas se mantienen vulnerables , es pecialmente frente a la autoridad, s u propia familia, el entorno s ocial y hacia sí mis mos . También pres entan un aspecto físico deteriorado y mantienen res puestas fisiológicas como hiperventilación, dilatación pupila r, aumento del flujo sanguíneo reflejado en s us ros tros sonrojados y res puestas relacionadas con el es trés (Pinel, 2007). Las emociones fluctúan entre la alegría y la tristeza ; son es tados extremos que refieren con frecuencia un elemento indicador de la dificultad que representa la abstinencia de las drogas, aunque reconocen que la alegría y el buen ánimo s on difíciles de mantener pero hacen parte de s us vidas. “No se sabe cómo mantener el ánimo cuando uno s e siente nervios o, tembloroso”. Se pudo comprobar que las emociones positivas nunca desaparecieron de s us conductas generales a pesar de los síndromes as ociados a la abs tinencia ; es to configura un res ultado positivo en tanto puede manifes tar expresiones de felicidad, optimis mo, fe y es piritualidad. El optimis mo se relaciona con el pronóstico del tratamiento cuando se asimila como uno de los estados emocionales más frecuentes en s u vida , relacionado con la alegría y el futuro. Frente a la confianza en la rehabilitación un paciente señala que “Si, s é que s oy capaz de seguir mejorando cada día”, otro asiente lo siguiente: “Si confió porque quiero lograrlo, con la ayuda de Dios”, mientras otro dice que “Has ta el momento la confianza en mí mis mo me ha ayudado a mantenerme en mi recuperación y espero siga así”. El optimis mo en el proces o de rehabilitación se nota con inmediatez y se regis tra afirmativamente, s e ve inclus o en las res puestas ges tuales al hac érseles la pregunta; respecto al humor, un paciente asegura que “Al principio no era fácil, pero poco a poco me siento mucho mejor y puedo tener mejor humor ahora”.


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La resiliencia como es tado emocional manifies to en la conducta de los s ujetos con adicciones se dis minuye debido a la bioquímica de las s us tancias tóxicas que inhiben cerebral mente las respuestas relacionadas con la voluntad. Exis te una relación entre voluntad y resiliencia en la cual el res urgimiento del psiquis mo del s ujeto requiere motivaciones externas y un trabajo emocional fuerte. Algunos de los participantes afirman: “En es te momento gracias a Dios no recaigo con facilidad, pero antes si era frus trante”, “Si me siento mal y me lleno de nos talgia y siento que he perdido lo prometido”, “S olía recaer fácilmente, y por s upues to que me s entía frustrado pero pude salir de eso”. La persistencia que demuestran los sujetos de la investigación se direcciona hacia las siguientes premisas: “Es una lucha día a día, salir de esto no es fácil”, “Insis to pero es difícil porque se pierden las ganas”, “Con mucha persistencia y con la ayuda de Dios” ; en la rehabilitación hay más actitud positiva frente a la lucha por recuperarse con apoyo en amigos, familiares, el grupo terapéutico y la espiritualidad. La espiritualidad es ir hacia un objetivo superior que trascienda los valores simplemente materiales. La Fundación y Grupo de Apoyo utiliza modelos y estructuras que fortalece la espiritualidad de los participantes a través de alabanzas, lecturas, reflexiones y reglas que ponen de manifiesto la respuesta espiritual en los seres humanos incluso en condiciones de limitación orgánica y psicológica del adicto. Siempre se hace referencia a la dimensión espiritual para salir de la situación constante de la mayoría de los sujetos del estudio en diferentes contextos; la fortaleza del amor implica las relaciones interpersonales, el cuidado por el otro, la amistad, el cariño por los demás, la capacidad de amar y ser amados. (Seligman, 1999). En la revisión de la historia personal de los investigados se encontraron dificultades desde los primeros años de vida: abandonos, crianzas por parte de sus abuelos, maltrato y dificultades afectivas en la expresión del amor hacia ellos.

Programa de apoyo basado en la Psicología Positiva Después del diagnóstico y la identificación de necesidades del grupo en rehabilitación, se estructuró un Programa de Apoyo bas ado en la Psicología Positiva cuyo objetivo fue que los participantes reconocieran sus respuestas emocionales previas y posteriores a la rehabilitación mediante procedimientos cómo charlas temáticas acerca de sus emociones, la biología de la emociones, sus respuestas de relajación, la relación entre cogniciones y las emociones en la vida diaria; “darse cuenta” de sus reacciones


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emocionales les permitió reelaborar unas reacciones más adaptativas y positivas con mayor utilidad en su nuevo estado como rehabilitados. No comprender su reactividad emocional negativa genera una frustración en las respuestas propias de afrontamiento, así como en las relaciones interpersonales que se tornan difíciles y complejas. La relajación permite disminuir la ansiedad, controlar los impulsos heteroagresivos y el deseo de consumo representado en respuestas orgánicas. Los participantes reconocieron que el estrés en sus distintas manifestaciones forma parte de sus vidas y se manifiesta como irritabilidad, tensión emocional y respuestas psicofisiológicas perturba doras que se tornan incontrolables y generan un malestar psicofísico. El programa de apoyo genera una apertura positiva porque enfrenta a los participantes a una nueva experiencia de conocimiento interior y genera un crecimiento en sus relaciones interpersonales que impulsa al sujeto a vivir en valores como el amor, la solidaridad, fraternidad y honestidad.

Grupo focal evaluativo Confirma la manifestación de experiencias emocionales positivas en medio del crecimiento personal que genera el espacio institucional, como un elemento de cohesión; la vivencia de la espiritualidad impulsa la disciplina personal, el reconocimiento de los problemas físicos, psicológicos y sociales causados por las drogas, así como el distanciamiento con los sujetos significativos de la misma sociedad. La persistencia en el centro de rehabilitación es una amenaza debido a las demandas biológicas y psicológicas de la adicción, a lo cual refieren “como una lucha de día a día en la cual no es fácil salir de esto”, “insistir, porque a veces se pierden las ganas”, “con mucha persistencia y con ayuda de Dios”. En torno a las relaciones grupales, algunos sujetos manifiestan lo siguiente: “Claro agradezco todos los días a Dios y a mis amigos, compañeros por su apoyo incondicional”, “Todo el tiempo, primero doy gracias a Dios, luego a mi familia y a mis amigos por el apoyo que me ofrecen”, “Si porque hay que ser agradecidos con aquellos que nos acompañan”; se perciben respuestas positivas en cuanto al acompañamiento del grupo y de los seres queridos. Se comprueba que la tendencia al cambio, la motivación hacia la rehabilitación y el impulso de seguir adelante se sustenta en la espiritualidad, en la familia y en el apoyo de la comunidad terapéutica.


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Frente al proceso de rehabilitación refieren lo siguiente: “Si, es la meta que tengo en el momento, no me gustaría perder la esperanza y la fe”. “Si toca aunque a veces se acaba la fuerza”. “Si porque depende de nosotros que podamos lograr los objetivos”. Es una tendencia grupal impulsada por los objetivos comunes que les permiten tener un mayor optimismo en la rehabilitación. Discusión Con base en los resultados y su relación con los objetivos de la investigación se plantea el desarrollo de las interpretaciones y las conclusiones respecto al objeto de estudio planteado. En primer lugar se realizaron observaciones y charlas con los participantes para recolectar sus impresiones de comportamiento emocional y las características de la población. Se plantearon los grupos focales para comprender las emociones, los mecanismos de expresión y las fortalezas para posteriormente estructurar el programa de apoyo. Actualmente los problemas se asocian con las emociones negativas o son producto de ellas, sin embargo prevenir o reducir las emociones negativas implica fortalecer las emociones positivas, cultivarlas en la vida de las personas y en aquellos que la rodean para transformarlas positivamente y elevar su calidad de vida. De esta manera, las emociones positivas pueden ser canalizadas hacia la prevención, el tratamiento y el afrontamiento de forma que se transformen en verdaderas armas para enfrentar problemas (Fredrickson, 2000). Según Seligman (2003), al manifestar que las emociones son una adaptación frente a acontecimientos positivos y negativos, existe un estallido emocional en la dirección correspondiente; normalmente al poco tiempo el estado de ánimo vuelve a su nivel basal, lo cual indica que las emociones se desvanecen sin son omitidas, pero de acuerdo con nuestras observaciones, se deduce que estas permanecen; Seligman asegura que las emociones se desvanecen por la intensidad de la adicción en los circuitos cerebrales de recompensa de estos sujetos.

Las drogas y su debate mundial El consumo mundial de drogas ilícitas hasta finales de 2010 se mantuvo estable durante cinco años en valores del 3,4% y el 6,6% de la población adulta (personas de 15 a 64 años). Sin embargo, entre un 10% y un 13% de los usuarios de drogas aun son


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consumidores problemáticos con drogodependencia y/o trastornos relacionados con el consumo de drogas. La prevalencia de enfermedades en los usuarios que se inyectan la droga, tales como el VIH (estimada en aproximadamente un 20%), de la hepatitis C (46,7%) y de la hepatitis B (14,6%), continúa sumándose a la carga mundial de morbilidad; esto revela que aproximadamente una de cada 100 muertes de adultos se debe al consumo de drogas ilícitas (UNODC, 2012). A nivel mundial, las dos drogas ilícitas de mayor consumo siguen siendo el cannabis (prevalencia anual mundial entre el 2,6% y el 5,0%) y los estimulantes de tipo anfetamínico, excluido el “éxtasis” (0,3% a 1,2%), aunque los datos relativos a su producción son escasos. Se ha observado que la producción y el cultivo totales de coca se mantienen estables, mientras que la producción de opio ha vuelto a alcanzar niveles comparables a los de 2009. La prevalencia mundial anual de la cocaína y los opiáceos (opio y heroína) se ha mantenido estable, respectivamente entre el 0,3% y el 0,4% y entre el 0,3% y el 0,5% de la población adulta de 15 a 64 años de edad. (UNODC, 2012). Una de las repercusiones más importantes del consumo de drogas ilícitas son las consecuencias adversas que ello tiene para la salud de los miembros de la sociedad. El consumo de drogas también supone una gravosa carga financiera para la sociedad. En términos monetarios, se requerirían unos 200.000 a 250.000 millones de dólares (entre un 0,3% y un 0,4% del PIB mundial) para sufragar todos los costos de tratamiento relacionados con las drogas en todo el mundo. En realidad, las sumas reales destinadas al tratamiento de la toxicomanía son muy inferiores y menos de una de cada cinco personas que necesita dicho tratamiento lo recibe. El impacto del consumo de drogas ilícitas en la productividad de una sociedad -en términos monetarios- parece ser aún mayor. Según un estudio realizado en los Estados Unidos, las pérdidas de productividad eran equivalentes al 0,9% del PIB y en estudios realizados en otros países se citaban pérdidas del orden del 0,3% al 0,4% del PIB. El consumo de drogas es un fenómeno dinámico en que los usuarios ensayan distintas combinaciones de drogas, a veces mezclando drogas lícitas e ilícitas, así como distintas modalidades de consumo. Hay informes de que la politoxicomanía, es decir, el consumo de sustancias diversas ya sea de forma simultánea o sucesiva, es cada vez más frecuente en muchos países.


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Si bien la combinación de sustancias más común es la del alcohol con diferentes drogas ilícitas, otras combinaciones como el “speedball”, una mezcla de cocaína y heroína, también son frecuentes en muchos lugares. Varios países reportan altos niveles de consumo de drogas de venta con receta con fines no médicos. El consumo de opioides con fines no médicos resulta especialmente problemático y es la causa de que en Estados Unidos , las muertes por sobredosis de opioides de venta con receta se hayan cuadruplicado desde 1999. (UNODOC, 2012). Un sondeo en los principales medios de comunicación de algunas ciudades del país revelan que en los últimos años la preocupación por el consumo y distribución de drogas en Colombia, ha tenido un viraje hacia el microtráfico, lo cual tiene su explicación en la búsqueda de una expansión y control del negocio, que según Acción Andina, mueve al año más de USD 350.000 millones en el mundo, es decir 700 billones de pesos. Si bien el negocio de las drogas ha utilizado como instrumentos de crecimiento la política, los grupos armados y actualmente la ciencia y la tecnología, esto no se ha traducido en el aumento de las exportaciones, por el contrario, su participación en el mercado mundial ha disminuido en un 15 por ciento. En Colombia, durante el primer semestre de 2011, fueron detenidas 34.000 personas por porte y tráfico de estupefacientes, de los cuales 4.000 fueron menores de edad. Esto indica que el negocio del microtráfico se diversificó y encont ró en calles, colegios y universidades una alternativa para masificar el consumo y la distribución. Esta movilidad y acomodo del negocio ha llevado a considerar que el problema se encuentra en los barrios y comunas pobres, “y se nos olvida que el narcotráfico sigue siendo el combustible de todas las guerras que hemos padecido”, y que los jóvenes y las personas en condiciones de vulnerabilidad social y económica son involucrados en el microtráfico como nueva estrategia global del narcotráfico, a través de una tendencia a copar espacios y población, llegando incluso a los niños. Es una problemática que representa altos costos personales, sociales, económicos e incluso culturales pues cambia el panorama de las relaciones en los contextos en los que se presenta, en la vida familiar, social, en las relaciones interpersonales, el delito, los costos para el sistema de salud y la deficiencia de los sistemas jurídicos y sanitarios para atender esta problemática acarrea profundos cambios en las políticas estatales.


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Los centros de rehabilitación no poseen el equipo humano especializado en la atención a personas farmacodependientes y/o adicciones, ni abordan tratamientos científicos y terapéuticos desde alguna perspectiva teórica psicológica o médica que responda verdaderamente a las necesidades integrales de un individuo con estas patologías. (DSM-IV, 1994). La Psicología Positiva se constituye en una nueva perspectiva en cuanto al abordaje de múltiples problemas sin patologizar esta condición, sino abordándola como un elemento constructivo en la búsqueda de las cualidades humanas que produzcan cambios favorables frente a las alteraciones adquiridas o sintomáticas. Gran parte de la investigación y el esfuerzo teórico de los psicólogos se ha centrado en buscar la manera de prevenir el desarrollo de los trastornos en los sujetos potencialmente vulnerables (sujetos de riesgo), sin embargo, no puede obviarse que la psicología ha sido incapaz de resolver esta cuestión. El modelo patogénico adoptado durante tantos años ha sido incapaz de acercarse a la prevención del trastorno mental. Quizá la clave de este fracaso se encuentre en que la prevención siempre ha sido entendida desde los aspectos negativos y se ha centrado en evitar o eliminar las emociones negativas. (Poseck, 2006). Es importante destacar que las emociones positivas son etiquetadas de esta forma porque generan una sensación placentera, mientras que las negativas -que generan malestar–, no son contempladas así desde el punto de vista adaptativo. En todo caso, hasta el momento se observa es que las emociones positivas presentan una gran cantidad de efectos positivos en diversas áreas del funcionamiento psicológico.


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Entre otros aspectos, la investigación demuestra que el afecto positivo mejora la capacidad para resolver problemas, aumenta la creatividad, mejora la capacidad para resistir el dolor, aumenta el altruismo, etc. (Avia y Vázquez, 1998). Los Programas de Apoyo no tienen una valoración en estudios publicados ; existen programas de apoyo en varios campos desde lo educativo, social y terapéutico, pero con resultados individuales que registran datos importantes en tornos a los logros alcanzados durante su aplicación y sobre las conductas previas; esto estudios revelan cambios funcionales y adaptativos en diferentes problemas psicológicos y orgánicos o resultados actitudinales en procesos académicos y de rendimiento escolar. Este estudio puede tomarse como una experiencia positiva en la aplicación de un programa de reconocimiento emocional, en el entendimiento de las emociones, las experiencias y las posibilidades del ser humano en torno al cambio posterior a la caída. Los elementos pueden verse en mecanismos de afrontamiento, valoración de sus propias emociones sin demeritar la masculinidad, las oportunidades de cambio y la superación de los problemas asociados al consumo de drogas; esto genera respuestas positivas en los participantes, quienes se manifiestan sorprendidos por la forma en la cual se presentan sus emociones, en cómo se relacionan con los pensamientos y sus posibilidades frente al cambio. Las requisiciones en torno a continuidad de la comunidad terapéutica surgen a partir de la aplicación de un modelo no experimentado por los participantes en procesos anteriores o similares; plantea que desde la perspectiva de la Psicología Positiva el Programa de Apoyo es exitoso en cuanto a que los individuos manifestaron gusto, colaboración y adhesión durante el abordaje y la aplicación del Programa, en el cual experimentaron cambios que de otra forma no funcionaría “sin un acompañamiento como el recibido”. Se reconoce que el programa fue eficaz pero que para mantener los cambio es necesaria una aplicación y soporte constante del mismo.


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Capítulo IV

EL PROGRAMA APLICADO DENTRO DEL PROCESO INVESTIGATIVO Programa de apoyo basado en la Psicología Positiva en un grupo de adultos de la Fundación y Grupo de Apoyo “El Camino” en la ciudad de Cúcuta Justificación Superar una adicción no es un proces o fácil pues involucra un componente psicológico por los condicionantes propios del s ujeto y otro fisiológico por la alteración de los circuitos cerebrales de recompensa que generan la dependencia de la s us tancia. Para algunos es simplemente un problema de vol untad, en otros es por debilidad moral, y has ta por castigo de Dios. Pero el tema es mucho más complejo y la adicción es un proceso que res tringe la voluntad , dis minuye gradualmente la libertad, afecta el cerebro, la pers onalidad, el ambiente en el cual s e desenvuelve el s ujeto e inclus o lo más profundo del ser humano: su es piritualidad. Para muchos científicos la adicción es una enfermedad biopsicosocial, para otros es un trastorno mental que incide en todas las dimensiones del ser humano; sin embargo hay que reconocer que las adicciones s on un problema grave que necesita una atención particular y especializada. Las adicciones generan reacciones emocionales en los individuos llegando en ciertos momentos a hacerlos incontrolables; no obs tante, algunos de ellos reflejan emociones positivas en medio de su padecimiento que pos teriormente pueden reducirse o fortalecers e controladamente para convertirlas en cons tantes si s on reconocidas y reforzadas en la conducta y en el nivel de las cogniciones. Uno de los as pectos más tradicionales es el de la motivación, que se relaciona con las emociones y jerarquiza o distingue entre los motivos primarios y secundarios por los que se guían la mayoría de los individuos. Los motivos primarios, directamente involucrados en la pres ervación del individuo o de la especie (hambre, sed, s ueño o sexo) tienen una dependencia relativamente directa de bas es fisiológicas . Los motivos secundarios s on aprendidos y no s on directamente necesarios para la conservación del individuo, ni de la


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es pecie; estos se derivan de emociones y motivos primarios , pero una vez es tablecidos pueden modificarlos . Los motivos s ecundarios , a s u vez, pueden ser pers onales o s ociales, si s on independientes o no de las dis tintas relaciones s ociales . La emoción es una experiencia compleja compuesta por diferentes dimensiones psicológicas. Además del componente experiencial, s ubjetivo y fenomenológico, las emociones pueden caracterizarse por las reacciones fisiológicas que conllevan, o por los pensamientos o co nductas que comportan. Una de las dimensiones más caracterís ticas es la manifes tación conductual externa, que podría denominars e expresión de las emociones. Llorar, reír, fruncir el ceño, o mover los brazos airadamente s uminis tran información acerca del estado emocional de quien evidencia dicho comportamiento. La expresión de las emociones puede manifestars e de diferentes modos. La expresión facial es la más caracterís tica en los seres humanos . Los principales músculos de la cara implicados en la expresi ón facial es tán inervados por dos nervios craneales; el nervio facial, que inerva los mús culos de la expresión facial y el trigémino, que inerva los músculos que posibilitan el movimiento de la mandíbula. Una de las cues tiones más controvertidas en psicol ogía de la emoción es si exis ten algunas emociones básicas de las que proceden el res to. Si es to fuera así deberíar s er univers ales y manifestars e de forma similar en todos los seres humanos , independientemente de las condiciones s ocioculturales. Los es tudios dedicados a corroborar la hipótesis de la universalidad de las emociones básicas buscan comprobar si el reconocimiento de las mis mas se produce inequívocamente, a pesar de que sean expresadas por individuos de diferentes culturas o etnias . Las emociones que tradicionalmente s e han considerado como básicas y universales s on la alegría, ira, tris teza, s orpresa, miedo y asco. La expresión de es tas reacciones afectivas sería similar en todos los seres humanos y su reconocimiento debería ser universal. Es necesario que los adic tos reconozcan s us res puestas emocionales y las canalicen hacia unas más eficientes y positivas que faciliten s u control emocional, como una necesidad cuando las funciones de res pues ta del sis tema nervios o se alteran debido a las sus tancias que inundan el organis mo.


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Marco teórico Para realizar un taller que represente la efectividad es necesario abordar elementos relacionados con las respues tas emocionales y que hagan claridad s obre el por qué s e dan en medio de una conducta adicti va, pues un adicto no sabe reconocer en que momentos s e manifiestan o “es tallan”; de igual forma debe reconocer la utilidad de las emociones que generan tranquilidad y es peranza pero que son menos duraderas.

Emociones Las emociones s on alteraciones s úbitas , rápidas e intuitivas de nues tro es tado de ánimo que experimentamos casi sin darnos cuenta. Son provocadas por ideas, recuerdos o acontecimientos que producen reacciones rápidas que conducen a actuar en función de lo que sentimos en ese momento. Las emociones pueden ser pos itivas o negativas. Las negativas afectan el es tado de ánimo y perjudican seriamente la salud emocional. Por el contrario, las emociones positivas como la alegría, el s osiego, la felicidad, etc... Nos permiten ser más inteligentes . La emoción da pas o a un es tado de ánimo denominado sentimiento; por ejemplo, des pués de una emoción s úbita de tris teza producida por una mala noticia (desas tres naturales , hambre, accidentes ..) se genera un s entimiento de frus tración, impotencia o decaimiento derivado de la emoción negativa, que puede prolongars e en el tiempo y s er más duradero que la propia emoción.

Emociones positivas La emoción positiva es aquella que nos res ulta sana y saludable: la alegría, la satisfacción, el amor, la generosidad, la tolerancia, la humildad, etc, demuestran inteligencia emocional y s u vivencia con las relaciones interpers onales es la mejor forma de cuidar de nos otros mis mos . Las emociones positivas proporcionan efectos como equilibrio, tranquilidad, relajación, aumento del autoes tima y salud emocional.


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Emociones negativas Las emociones negativas res ultan perjudiciales para la salud e insanas para la pers ona. Estar enfadado, deseos o de...”me las pagarás”, experimentar celos, envidia o indiferencia s on situaciones perjudiciales que nos hacen infelices, impiden un s entido emocionalmente equilibrado y causan aislamiento del entorno. ¿Acas o le gus ta a una pers ona dialogar con otra que siempre es tá alterada? Más bien no. Al contrario, s e le evita, se le huye. Las emociones negativas dañan las relaciones con los demás , causan conflictos y ocurren debido a los acontecimientos y a la visión de cada quien, pero deben tenerse en calidad de inteligencia emocional para saber controlarlas sin que perturben el ánimo, ya que es te es requerido para ser feliz. Es frecuente escuchar: “Es que tiene un carácter muy agrio”. Es to significa que la pers ona s e encuentra atrapada por las emociones negativas de ira, ansiedad, envidia, celos y pérdida de “nervios” que cohartan la relación con otras pers onas . Si no se logran controlar las emociones negativas s e configura un “mal carácter”. Debemos trans formar es tas actitudes en emociones positivas o controlarlas las lo mejor y en el menor tiempo posible. También hay que reconocer que hay ocasiones en la que nos enfadamos, pero debe s aberse cómo y has ta qué punto.

Capital psicológico El constructo de capital psicológico desarrollado por la Psicóloga Argentina María Mas tina Cas ullo (2006), hace referencia al conjunto de factores y procesos que permiten aprender a protegerse , s obrevivir y generar fortalezas de carácter pers onal. En es te orden de ideas , Casullo (2006) encontró cinco categorías que conforman el capital psíquico, a saber:


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Capacidades cognitivas para adquirir y usar formas de conocimiento (creatividad, curiosidad, motivación para aprender y sabiduría).

Capacidades emocionales para desarrollar proyectos superando obstáculos (honestidad, autoestima, persistencia y resiliencia).

Habilidades cívicas para lograr mejor participación ciudadana (liderazgo, lealtad, compromiso y prudencia).

Capacidades para establecer vínculos interpersonales (inteligencia emocional, amor, sentido del humor, empatía y altruismo).

Sistema de valores como metas que orientan los comportamientos (sentido de la justicia, capacidad para personar, gratitud y espiritualidad). Esquema . Ca pital psicológico. Fuente: Casullo, 200 6 .

Elementos del capital psíquico Los elementos cons titutivos del capital psíquico incluyen los siguientes : 1) Creatividad . Pertenece a la dimensión capacidades cognitivas e involucra la posibilidad de generar comportamientos novedos os, s orpresivos y poco comunes que faciliten la adaptación al contexto y al ambiente. Así mis mo s upone la habilidad para res olver problemas de manera original. 2) Honestidad . Se encuentra en la dimensión capacidades emocionales. Es un rasgo de la pers onalidad que implica poder expresar, tanto pública como privadamente, aquello que se siente y piensa. Supone valorar la identidad, rechazar las mentiras y falsedades, actuar en función de las ideas y creencias pers onales revelando las consis tencia entre las acciones y los valores pers onales.


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3) Compromiso. Forma parte de la dimensión habilidades cívicas e implica la capacidad para realizar una tarea o ejercer un rol de manera s ostenida a lo largo del tiempo. 4) Sentido del humor . Incluido dentro de la dimensión capacidades vi nculares, es definido como un cons tructo multifacético referi do a las caracterís ticas de un es tímulo y al proces o mental que hace posible la risa, el ser capaz de hacer y admitir bromas. El sentido del humor es también considerado una es trategia de afrontamiento y un mecanis mo sano de defensa. 5) La capacidad de perdonar. Forma parte de la dimensión sistema de valores. Esta capacidad requiere de un cambio en las motivaciones interpers onales que implica reducir los comportamientos evitativos , la bús queda de revancha y el incremento de las actitudes de benevolencia. Perdonar implica un cambio interno en el que los pensamientos, los sentimientos y acciones orientadas hacia quien es objeto del perdón, se trans forman en elementos positivos .

Estrés y emociones Exis ten situaciones de nerviosis mo que requieren una actitud tendiente a la relajación. Otros momentos fomentan un gran deseo de venganza contra algún compañero o amigo, pero debe saberse evaluar la situación para tomar actitudes y decisiones favorables. Vivir con emociones negativas permanentes equivale a vivir con el peor enemigo, pues es tas alteran el Sis tema Nervios o Central. La activación del es trés s e da a partir de una incapacidad del organis mo para mantener un equilibrio entre los proces os fisio lógicos de activación. El sistema simpático adrenal, encargado de mantener el equilibrio en el organis mo y facilitar las respuestas de lucha o huida, es el compuesto por la rama simpática del sistema nervioso autónomo, emergente del hipotálamo y las glándulas s uprarrenales . Las situaciones de es trés favorecen que la tirosina se convierta en noradrenalina (NA). Las consecuencias fisiológicas más relevantes de la activación son las siguientes : -

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Aumento de presión sanguínea, frecuencia cardiaca, hormona de crecimiento, hormona tiroidea, esteroides adrenocorticales , s ecreción de ACTH y plaquetas. Dis minución de secreción de insulina y de la actividad intes tinal.


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Broncodilatación. Vas oconstricción cutánea y vas odilatación muscular. Glucogenolisis y lipolisis.

Es ta res pues ta de activación ha sido un mecanis mo adaptativo fundamental para la s upervivencia de la es pecie, dado que s upone poner en marcha todos los mecanis mos y recurs os disponibles en el organis mo para que és te pueda producir una res pues ta inmediata e intensa ante situaciones amenazantes o peligrosas . De es ta forma el individuo puede ejecutar una res pues ta de defensa o ataque eficaz en situaciones que requieren una reacción rápida y con un elevado gas to metabólico y energético. Una res pues ta de activación, o es trés s emejante no es negativa en sí mis ma, por el contrario, es un mecanis mo adaptativo fundamental que ha s ervido para que el ser humano pueda enfrentarse con eficacia ante eventos amenazantes a lo largo de la evolución filogenética. Los problemas s omáticos y mentales a los que puede conducir el estrés se derivan de las consecuencias negativas de la respuesta de activación cuando es excesiva, o frecuente ante eventos que no requieren s emejante reacción del organis mo. Si hacemos un repas o de las situaciones potencialmente amenazantes para cualquier pers ona en s u cotidianidad (mantener una entrevista para conseguir un trabajo, pisar el freno del automóvil cuando se cruza otro vehículo, realizar un examen, o hablar ante un público exigente), puede constatarse que en la mayoría de cas os no se requiere una reacción intensa del sistema simpático adrenal. No obs tante, la respuesta fisiológica típica en es tos casos es un incremento exagerado en la activación como una res pues ta innecesaria y peligrosa debido a la frecuencia con que s e producen tales eventos amenazantes. És te exces o de reacción fisiológica y su frecuencia pueden producir alteraciones mentales y s omáticas de es trés (tras tornos cardiovasculares, gas trointestinales , res piratorios, o inmunológicos). Uno de los procedimientos de intervención más utilizados en psicología para combatir el es trés y mitigar sus consecuencias es la relajación ; s u fundamento teórico es contrario al es trés, tanto en la reacción fisiológica que se produce, como en las manifestaciones conductuales y proces os cognitivos que comporta.


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La relajación aislada o como parte de un proces o de intervención más complejo, s uele es tar presente en la mayoría de técnicas psicológicas de s uperación del es trés en calidad de técnica de autocontrol emocional. La mayor parte de és tas técnicas de relajación (al menos en occidente) se derivan de la técnica de relajación mus cular progresiva, de Jacobs on y del entrenamiento autógeno (o autorrelajación concentrativa) de Schultz. No obstante, lo común es que los procedimientos de relajación actuales comprendan las caracterís ticas principales de ambos procedimientos.


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Capítulo V TALLER DE COMPRENSIÓN DE EMOCIONES POSITIVAS EN PACIENTES CON ADICCIONES

Desarrollo del taller Hora: 3-5 pm Fecha: Junio 16 de 2012 Objetivos: -

Interpretar emociones positivas en la vida cotidiana por parte de los participantes . Fortalecer el capital psíquico mediante la reflexión de los recurs os propios de los seres humanos . Comprender la necesidad de cultivar las emociones positivas y el capital psíquico como parte del proceso de rehabilitación.

Metodología Para cerrar las actividades realizadas con los grupos focales s e desarrollan los contenidos cognitivos y emocionales para obtener res ultados interesa ntes ; en es te orden de ideas s e aplicará un taller re autorreconocimiento con énfasis en las emociones positivas y en el capital psíquico de las personas en proces o de


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rehabilitación, para impulsar el mantenimiento de estados positivos y la recuperación de es tas personas. Se buscó un tránsito entre los cognitivo, lo emocional y lo fisiológico y el reconocimiento de las funciones de es tas es tructuras que en el adicto generan un conjunto de reacciones desagradables. APLICACIÓN Nombre: _____________________________________________________________ Expresar lo que se entienda s obre los siguientes temas: ¿Qué sabes de...? ¿Qué crees que s on las emociones? ¿Qué s on las emociones positivas? ¿Qué s on las emociones negativas? EJERCICIOS 1. Describe las siguientes emociones positivas : Generosidad _____________________________________________________________ Alegría_____________________________________________________________ Felicidad_____________________________________________________________ Serenidad_____________________________________________________________ Humildad_____________________________________________________________ 2. Describe una situaci ón en que hayas s entido una emoción positiva .

3. Describe las siguientes emociones negativas : Celos _____________________________________________________________


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Rabia _____________________________________________________________ Tristeza _____________________________________________________________ Alterado _____________________________________________________________ 4. Describe una situación en que hayas s entido una emoción negativa.

¿Por qué es bueno cultivar las emociones pos itivas y que se puede ganar en s u vida pers onal cuando las fortaleces y las expresa? Exprese ampliamente.

Entrenamiento en relajación para el control emocional Relajación muscular progresiva Lo caracterís tico de es te procedimiento es que la relajación global del organis mo se produce mediante la relajación secuencial y ordenada de una s erie de grupos musculares mediante ciclos de tensión-dis tensión. El individuo tensa el grupo mus cular que corres ponda durante un breve periodo (dos segundos, aproximadamente), para des pués dis tender dicho músculo repentinamente y mantener dicho estado durante un periodo de tiempo más prolongado. Es ta s ecuencia s e repite en cada grupo muscular tratado. El fundamento de proceder a este ciclo de tensión es la dis tensión es doble; por un lado facilita la discriminación de las sensaciones producidas por la tensión muscular, de forma que el individuo identifique los estados de tensión cuando realice otra actividad y reaccione apropiadamente antes de que la tensión muscular produzca dolor. Por otra parte, durante la relajación la tensión moderada y la s ubsiguiente dis tensión mus cular repentina facilita la relajación muscular: la relación de los principales mús culos implicados en la relajación muscular progresiva es la siguiente:


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1. Mano y antebrazo dominantes 2. Bíceps dominante 3. Mano y antebrazo no dominantes 4. Bíceps no dominante 5. Frente 6. Parte superior de las mejillas y na riz 7. Parte inferior de las mejillas y mandíbulas 8. Cuello y garganta 9. Pecho, hombros y parte s uperior de la espalda 10. Región abdominal o estomacal 11. Muslo dominante 12. Pantorrilla dominante 13. Pie dominante 14. Muslo no dominante 15. Pantorrilla no dominante 16. Pie no dominante Los ejercicios específicos de cada uno de dichos grupos musculares son los siguientes : -

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1 y 3: apretar el puño mientras s e contraen mano, muñeca y antebrazo. 2 y 4: contraer el bíceps empujando el codo contra el res paldo del sillón o contra el colchón. 5. Frente: elevar las cejas o arrugar la frente . 6. Parte s uperior cara y nariz: arrugar la nariz y los labios 7. Parte inferior de la cara y mandíbulas : apretar los dientes y hacer un s onrisa forzada tirando de la comis ura de los labios hacia afuera. 8. Pecho y garganta: empujar la barbilla como hacia abajo como si quisiera que tocara el pecho, pero al mis mo tiempo hacer fuerza para que no lo consiga, es decir, contraponer los músculos frontales y pos teriores del cuello. 9. Hombros y es palda : mientras ins pira, arquee la espalda como si quisiera unir los omoplatos entre sí. 10. Abdomen: ponga el estómago duro y tens o, como si quisiera contrarres tar un fuerte golpe. 11 y 14. Piernas : ponga la pierna estirada y s úbala hacia arriba 20 cms, tensando y haciendo fuerza como si tuviera un pes o en el pie, que debiera s ujetar a una altura de 20 cms . Para relajar s oltar la pierna y que caiga a peso. 12, 13, 15 y 16. Ejercicios de pantorrilla y pie : exis ten dos movimientos : a) es tirar la pierna y la punta de los dedos como si quisiera tocar un objeto delante. b) doblar los dedos hacia atrás como si quisiera tocars e la rodilla con ellos.


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A continuación se detallan una serie de indicaciones como se presentan a nues tros pacientes cuando les ins truimos en es te procedimiento de relajación.

Indicaciones para relajación muscular progresiva 1. Siga siempre una secuencia ordenada y procure que sea la mis ma en todas las ocasiones (comenzando por las manos y acabando por los pies , o viceversa) . 2. No se preocupe si olvida algún músc ulo por tensar y relajar, continúe con la relajación con el siguiente que s e acuerde. No obs tante, para evitar los olvidos lo más adecuado es que haga un repaso mental de los mús culos antes de comenzar la relajación. 3. Tens e durante 2 segundos y relaje el mús culo dejándolo s uelto, como s i se separara de repente de los tendones que lo sujetan. Mantenga el músculo relajado durante 15 s egundos antes de tensar de nuevo. El tiempo que hemos fijado es aproximado. 4. Nunca s obre es fuerce el mús culo. Al tensar no se pretende producir un alto nivel de contracción, sino facilitar la dis tensión. Tensar con demasiada fuerza puede s er perjudicial y producirle moles tias (hay que tener es pecial cuidado cuando s e tensan los pies). 5. Al relajar, s uelte el músculo de repente, no lo dis tienda lentamente pues ello requiere activación mus cular. 6. Imagine en cada momento los músculos que es tá tensando y relajando. 7. Imagine especialmente el músculo relajado. Vea cómo se s igue dis tendiendo por sí mis mo des pués de s oltarlo 8. Concéntres e durante un tiempo en la agradable sensación de relajar cada músculo. 9. Una vez que haya relajado todos los mús culos haga un repas o mental de ellos comenzando del final al principio de la s ecuencia. Sólo imagine mentalmente, no vuelva a tensar ni ngún músculo. 10. Mientras s e encuentra relajado, quédes e el tiempo necesario o que considere conveniente. Se trata sin duda del momento más agradable de todo el proces o. 11. Para volver a es tar activo, haga un repas o mental de todos los músculos y vaya moviéndolos mientras continúa tumbado. 12. Nunca se levante de repente de la relajación. Deje que poco a poco comience la actividad. Vaya moviendo los músculos, siéntes e antes de poners e de pies. Recuerde que si ha podido relajars e profundamente, es necesario que los músculos consigan un tono muscular apropiado para realizar las actividades cotidianas y evitar lesiones posteriores.


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El capital psíquico De acuerdo a los siguientes elementos identifica los recurs os con los que cuentas, los que te falta cultivar y los que careces en tu vida y en la situación actual y explica por qué: Creatividad:

Hones tidad:

Compromis o:

Sentido del humor:

Capacidad de perdonar:

La actividad s e cierra con la s ocialización de los res ultados en la cual cada quien expresa lo que escribió, sintió y pens ó durante la sesión. Se invita a continuar en el fortalecimiento de los recurs os compartidos como las emociones positivas, el capital psíquico y la aplicación cons tante de las técnicas ens eñadas mientras se cons olidan con pers onas significativas o familiares.


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