3 minute read

Bosques tropicales de montaña, reserva natural de Carbono

Un escáner láser (LiDAR) para obtener con precisión su distribución en una cuenca ubicada en Los Andes del sureste de Ecuador

PERSPECTIVAS. M.T. Obtener una estimación confiable de la biomasa aérea que se encuentra en el bosque tropical de montaña es una tarea complicada porque las condiciones climáticas y topográficas cambian rápidamente, lo que modifica la estructura del bosque a diferentes escalas. Esas variaciones verticales y horizontales en la estructura forestal son apenas detectables por medio de pequeñas parcelas de muestreo, especialmente en el bosque tropical de montaña, debido a los cambios en la topografía y la dificultad de acceso a áreas remotas. Víctor González y Andreas Fries, del Departamento de Geología y Minas e Ingeniería Civil de la UTPL, han investigado el tema junto a expertos de la Philipps-University Marburg (Alemania), y la Georg-August-University Goettingen (Alemania).

Advertisement

Las variables topográficas se calcularon mediante los datos de un sensor LiDAR de alta resolución, lo que sirvió para analizar la distribución de biomasa aérea dentro de la cuenca. El sensor LiDAR fue aerotransportado por helicóptero. “Es un láser -dicenque envía un haz de luz hacia la tierra. El haz choca con los objetos y, al retornar, mide el tiempo que tardó ir y volver, con lo que el LiDAR calcula la distancia y genera una nube de puntos en alta resolución mediante mediciones de GPS. Procesando la nube de puntos registrados se puede crear mapas del terreno, así como obtener una clasificación de árbol individual y finalmente la estimación de la biomasa aérea”.

Los resultados confirman que las mediciones de parcelas de campo por sí solas no pueden capturar completamente la estructura del bosque tropical de montaña, pero en combinación con datos LiDAR de alta resolución, aplicando una clasificación a nivel de árbol individual, se puede estimar adecuadamente la cantidad de biomasa área y su distribución en toda la cuenca. Se encontró, además, que la distribución de biomasa aérea está fuertemente relacionada con su ubicación espacial (crestas y depresiones) y con la protección del sitio. Otras unidades de vegetación, presentes en la cuenca donde se realizó el estudio (pastos y subpáramo) no contienen grandes reservas de biomasa, lo que destaca la importancia de los bosques naturales intactos.

Los resultados de la investigación de los profesores González y Fries permiten conocer como los árboles dominantes (los más grandes) son los que aportan la mayor parte de biomasa sobre el suelo. “Se estimó a nivel de árbol individual (se detectan todos los árboles y se calcula su biomasa; para obtener valores por hectárea se suma todos los valores de biomasa de los árboles). Los árboles dominantes aportan más del 70% de biomasa por hectárea (porque la biomasa sobre el suelo se guarda mayormente en la madera de troncos y ramas). En el área de estudio, los sitios que poseen árboles pequeños o solo arbustos presentar valores de biomasa muy bajos”, explican. Cuando la vegetación muere, naturalmente se da un proceso lento de liberación de carbono y otros gases a la atmósfera. Si cortamos o quemamos los bosques podemos liberar de una manera muy rápida lo que la naturaleza ha tardado cientos de años en almacenar, produciendo contaminación del medio ambiente y contribuyendo al cambio climático.

Para Víctor González y Andreas Fries, “la importancia del bosque tropical de montaña a nivel global yace en que estos almacenan una gran cantidad de carbono”.

Por medio de las prácticas de la agricultura (cortar y quemar para implantar granjas, ganadería o plantaciones), el contenido de carbono se libera a la atmósfera. Cortar estos bosques hace que la cantidad de carbono se libere muy rápidamente, junto a otros gases de efecto invernadero (metano), lo que contribuye al cambio climático global. Estos bosques también sirven de hábitat a muchas especies de flora y fauna; por lo que deforestarlos pone en peligro a los recursos del planeta. En la cuenca del Río San Francisco, entre Loja y Zamora, el principal problema antropogénico es la deforestación o degradación, convirtiendo el bosque en pastizales para ganadería (quema de bosques y páramos). En los resultados obtenidos se observó que las cantidades de biomasa en las zonas de pasto eran muy bajas. Adicionalmente, la capacidad de almacenar agua del ecosistema se está perdiendo (afectando a la flora, la fauna y a los asentamientos humanos que dependen de este recurso)”.

González-Jaramillo, V.; Fries, A:; Zeilinger, J.; Homeier, J.; PaladinesBenitez, J.; Bendix. J. Estimation of Above Ground Biomass in a Tropical Mountain Forest in Southern Ecuador Using Airborne LiDAR Data. Remote Sens. 2018, 10, 660; doi:10.3390/rs10050660

This article is from: