Las secuelas de la guerra

Por: Luis Eduardo Bautista Narvaez Estudiante del grado undécimo del Colegio Cooperativo Utrahuilca

La guerra lleva al límite la deshumanización de la sociedad. Dicha situación se ha notado en gran medida con las guerras mundiales las cuales, según el informe realizado por National Geographic del año 2022, causaron más de 60 millones de muertes entre estas dos, además de que ciertos grupos de la sociedad fueran tratados de manera que hoy en día organizaciones de derechos humanos y demás países no permitirían: y no solo los gobiernos fueron los encargados de ordenar y realizar actos de este ámbito, ya que los ciudadanos tuvieron que tomar conductas que se consideran inhumanas para adaptarse a la situación y lograr sobrevivir.

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En primer lugar, los ciudadanos, especialmente niños y soldados, son obligados a adaptarse a un ambiente hostil y violento como este, el cual pone en riesgo su integridad y vida. Esto más allá de afectar las condiciones básicas en las que debería de vivir una persona, lo haría desde un ámbito psicológico ya que, en el caso de los soldados, tendrían muchas más posibilidades de tener lo que se conoce en la psicología y psiquiatría como trastorno de estrés postraumático, enfermedad la cual el autor Cesar González, es causada al haber sido expuesto a una situación traumática y/o de gran estrés. Dicho trastorno podría permanecer en la persona por varios años si no se realiza el tratamiento psicológico adecuado para sobrellevar dicho trauma, lo cual significaría que los soldados afectados por dicho trastorno tendrían que lidiar con ataques de pánico y recuerdos intrusivos de las batallas en las que participó. También, los principales afectados y los que menos tienen que ver en la guerra son los niños, los cuales tendrían consecuencias aún más graves porque se forjarían como personas en un ambiente violento, haciendo que las emociones y situaciones que sintió y vivió durante ese tiempo queden arraigadas en su personalidad para toda su vida, afectando de manera negativa tanto a sí mismo como a las personas que lo rodean, a lo que Lopez et al (2007) menciona que se ve perjudicada su etapa escolar, su favorable pero sin descartar que la huella de carbono es corta por la cercanía del lugar de fabricación. Además de procesar productos agrícolas en su gran mayoría orgánicos y que en su transformación y empaque para la venta la hacen sin químicos para una larga vida. calidad de vida debido al desplazamiento forzado que están expuestos a sufrir, y en general todo su proyecto de vida.

Así apoyaremos a nuestros campesinos para que vivan dignamente y los habitantes de ciudad consuman alimentos orgánicos sin químicos y mejoremos el medio ambiente, porque la huella de carbono es más corta que si se trajera de Barranquilla a Neiva un antipasto o una pasta de tomate. Todos debemos apoyar los mercados campesinos Utrahuilqueños de Neiva, Pitalito, Isnos, Ibagué y Baraya.

Asimismo, hay que tener en cuenta y dimensionar la gran responsabilidad que tienen los dirigentes de cada país en los conflictos bélicos y su participación en estos, ya que depende de ellos si los ciudadanos tienen que sufrir las situaciones anteriormente mencionadas. La capacidad de tomar una decisión de gran magnitud como lo es esa, se vería influenciada por distintos aspectos como: su gabinete de gobierno, las condiciones económicas que tenga el país, e incluso por intereses políticos y personales.

Es por esto por lo que dichos dirigentes deberían de equilibrar las necesidades que existen en la nación que dirigen, las cuales siempre deberían de poner el bienestar de las personas que viven en el territorio como prioridad, para que ni niños, mujeres, hombres, ancianos o cualquier persona tengan que ser forzada a vivir una guerra la cual muy posiblemente nunca quisieron.

Referencias: López-Navarrete, G. E., Perea-Martínez, A., Abdalá, A. L., Trejo-Hernández, J., & Jordán- González, N. (2007). Niños en situación de guerra. Acta pediátrica de Mexico, 28(2), 74-80.