La Convención sobre la Esclavitud de 1926 fue un acuerdo entre los Estados miembros de la Sociedad de Naciones que obligaba a los signatarios a eliminar la esclavitud, la trata de esclavos y el trabajo forzado en sus territorios. Definía la esclavitud como el estado o la condición de una persona sobre la cual se aplicaban los poderes de la propiedad; la trata de esclavos, como los actos que implicaban la captura, la venta o el transporte de personas esclavizadas; y el trabajo forzado, como una «condición análoga a la esclavitud» que tenía que ser regulada y, finalmente, erradicada. La convención sobre la Esclavitud, una iniciativa de la Comisión Temporal sobre la Esclavitud creada por la Sociedad en 1924, puso de manifiesto el alcance de la esclavitud en muchas partes del mundo y concluyó que su eliminación podría lograrse con la ayuda de una convención internacional cuyas disposiciones fueran vinculantes para los Estados miembros de la Sociedad.