EL EMBRUJO

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EL EMBRUJO

Creador Commission des sciences et arts d'Egypte Patrocinador Napoleón I, Emperador de los franceses, 1769-1821 Fecha de creación 1826 Fecha del contenido 1798-1801

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¿Para qué vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se está llevando nuestras últimas huellas?

Stefan ZWEIG

Zapatos de otros no concebimos, sin infidelidades, sin traiciones, sin deslealtades. Cuando nos sumergimos y calzamos esos zapatos, no somos nosotros mismos, actuamos como actores impostores, sin darnos cuenta de la destrucción que dejamos a nuestro paso, aplastando con la huella inoportuna, pequeñas hormigas, pequeños soldados, que ayudan a crear un minúsculo mundo, de orden y paz.

Fernando de Monreal clavijo

Dedicado a ^M^

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Sin que los viajeros se dieran cuenta, sin que supieran que todo a bordo se sabe, que todo en la nave se les permite, menos la felonía y la vulneración de la lealtad, comenzaron un viaje de embrujo, un camino en la inteligencia de la luz, en donde nada escapa a la razón del alumbramiento de la verdad, una verdad que sólo ofrece la entelequia del ser, el razonamiento y la verdad en el verbo del hombre.

La inteligencia que coge de la mano al que merece ser enseñado y mece sus sueños en los arrabales del saber. ¿Porqué? Es una pregunta que todos los motines deben responder, en la boca del amotinado.

Los hombres, el hombre, como termino genérico, es una pieza fundamental en la creación de todo proyecto instrumental destinado a la inteligencia, al desarrollo y a la evolución de la misma como tal.

Hombre y mujer son uno, cuyo haz fue dividido y confundido, para en el futuro próximo de la evolución humana, ser conjugados en un solo equilibrio en la armonía de la creación del hombre sobre la tierra, en la armónica conciliación del universo sobre el hombre, cuyos hilos conductores hace oscilar la vida misma sobre toda conjugación humana.

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Pero existen hombres que quedan atrás, que se quedan en un horizonte teñido de felonía, desteñido de lealtad y empañado de incertidumbre sin respuestas. Esas respuestas deben darlas los que siguen braceando en el océano de la nada, en el desierto del desden, con amarres de traición y velas de usurpación. Oteando horizontes de ingratitud, a cuyos arrecifes acude la muerte sonriente.

Marie Curie, sigue recordándonos, que En la vida, no debe temerse nada, todo debe comprenderse. Y mujeres de extraordinaria belleza extraordinaria, mujeres cuyas sonrisas atisbo en mis recuerdos, y cuyos nombres guardaré hasta el día de mi obituario, en las cavernas de mi corazón, siguen y seguiran despertando en mi, sentimientos sensoriales que estimulan mi espíritu y mi imaginación en el océnao intelectual de la sorbona soledad.

Mido tu estímulo desde que conocí tu primera mirada, un estímulo que embruja mi cognición humana, cuando está presente mi cuerpo, mi espírtitu habla, mi mente calla, tu verdadero yo.

Para subir a los altos de la memoria, por las escaleras de las palabras del pasado, en donde se encuentra la verdad lejos de la usurpación y la mentira, soslayando mentideros e iletrados que visten disfraz de varones solventes en letras y conocimientos, vociferando ser lo que envidian del ser.

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Más el ser es silencio en su conocimiento. No es necesario venderle el alma a ningún demonio, - y dejar en paz a Luz Bel- simplemente, lo único que necesita hacer el hombre, es crear sin miedo, en las páginas del universo, lejos del hastío señorial, lejos del extravío ufano, del mediocre pensamiento del cazador de esclavos intelectuales, verdaderas sanguijuelas de sentimienos y verdades, que corrompen el honor de quienes se arriesgan a habrir el corazón en quirófanos contaminados de crueldades.

Los hombres somos libros abiertos, radiografías del ruido que la verdad mece en las cunas de la opulenta muchedumbre, que conforma una sociedad cada vez más encerrada en mundos sin literatura oxigenada de humilde verdad. Frente a pantallas que cantan las mentiras de bufones que esconden la destrucción de un mundo desconocido para el futuro.

Los gritos que preceden al process del hombre son el silencio en la radiografía del alma del hombre, el yo del mañana.

El revés, es una artimaña del mal, un mal en que dos actores indisciplanados se intercambian papeles con el único objeto de usurpar momentos de felicidad, vivencias y frutos que ofrece la semilla del bien, los frutos del esfuerzo y del trabajo del usurpado hombre moderado. Y en su consecuencia, toda usurpación, roba y destruye pilares fundamentales de la sociedad, vidas robadas y familias disociadas. Mientras los frutos usurpados

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caen marchitados sin dones que ofrecer ni tan siquiera a Nadie.

La felicidad, no se puede usurpar, el guionista del universo, siempre observa a sus actores. Todo guión tiene un objetivo, y todo actor una misión, los que abandonan la misión, los que la intercambian como un cromo, han abandonado el camino de la salvación. La suya y la de sus alas.

La mano del embrujo y la mano mágica del alado, se rozan entre bastidores, tras las cortinas de humo de la mediocridad antropófaga que intenta devorar el corazón de las palabras haladas. La mano que se encarama tendiéndose, la que aparece tras los cortinajes que esconden rostros de teatro, es una mano amiga, reconoce su olor el amante amigo, la madre que creó sus bellos ojos, el niño que se hizo hombre y lloró su nombre maldito por el amor desteñido de mentiras, intoxicado por la soberbia serpiente de cascabel maldita.

Siempre te espero en los pasillos de la imaginación, siempre te espero, esa respuesta que necesito. La espero, la respuesta del embrujo, la palabra y tras la palabra, la gruesa terquedad de la sin razón que intenta devorar lágrimas y corazones, hiriendo palabras haladas hasta hacerlas caer al abismo del dolor.

Cortinas que esconden a un cocinero que devora el gozo de vidas ajenas, momentos de plenitud, intimidad, sonrisas, felicidad y mas...

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Debemos crecer sin destruir nuestro presente ni el de los demás, crecer sin olvidar quienes somos y lo que fuimos. Cuando cruzamos la puerta estelar de la vida, antes de entrar a esta plataforma terrenal, se nos hizo una pregunta, al regresar y volver a cruzar esa puerta, de regreso a casa, se nos volverá a hacer la misma pregunta. .-¿Quíen eres?

Mirate las manos, esas pequeñas manos, observalas bien, sin mirarte al espejo de las almas, al espejo de los hombres. Manos pequeñas, menos grandes que las de tus hijos adultos, más grandes que un mundo. Y procedemos de la misma estrella.

El sentido de la existencia del hombre en este pequeño universo en el que se refugian diferentes razas vinculadas a una determinada forma existencial, no esta basado en la demolición de aquello que levantamos y creamos.

Los bosques son arrasados -sólo- por usurpadores que han robado e intercambiado papeles en un escenario que no les correspondía. Aquellos que confunden el crecimiento de la vida con la destrucción.

Comienza a crecer y acércate a ti mismo, entonces te acercarás a mi y podrás tocar de nuevo mi corazón. Crecer es rectificar y saber pedir perdón, crecer es cambiar y saber corregir el error. Crecer es vivir siendo

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verdad, es amar acercándote sin miedo, perdonándote a ti mismo. Esto es parte del crecimiento.

Lo perenne, es el árbol cuyas majestuosas ramas, por muy pequeño que sea, mantiene erguida tu cabeza y la mía, y la roca, que continuamente resurge del polvo y vuelve a la roca, y de la roca a la montaña y de la montaña al polvo. Estos elementos son y serán siempre el verdadero embrujo de la vida de este planeta y universo.

La vida no es una novela, la novela no es una vida.

La vida… ¿Quién de ustedes sabe lo que es la vida?

Fernando de Monreal clavijo FÉNIX H2OX7

En España a 20 de Julio del 2017

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