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¿CUAL ES TU HISTORIA? )8( ET HONOREM
Behar: «El caballo que baila» Artista Tayler, William, 1808-1892 Fecha de creación 1842-1845 Fecha del contenido Alrededor de 1842-1845
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Todos tenemos un secreto. Y este hecho, quiere decir, que siempre habrá alguien que deseará conocer ese secreto, y ese alguien es el peor enemigo de quien guarda ese secreto. El saber y no conocer al mismo tiempo, lo que acontece en nuestras vidas, es el límite que existe entre la intimidad de la vida de cada hombre, lo que viene a ser el derecho a la intimidad de la persona, la dignidad y la protección a la vida. La violación continuada de este derecho, nos ha hecho vulnerables y entregado a las sombras de la maldad, que ha tejido en su inteligencia, usurpaciones y descréditos continuados en mi vida y en la de otros. Todas las posibilidades y la capacidad de análisis sobre la conciencia y el conocimiento de que un hombre está siendo extorsionado. Y sometido en contra de su voluntad, a pasar hambre y miseria, tras las paredes de una casa que ni tan siquiera es la suya., Observando, incesantemente, como ¡ellos! Destruyen sus pasos de lucha, se inmiscuyen en sus ambiciones de dignidad, en sus solicitudes de empleo digno, en sus necesidades de alimento, en sus asuntos de lealtad, haciéndolo prisionero en el entramado de la vergüenza y el despropósito. En donde solo cabe la espera de la muerte por la defensa a la vida, el suicidio o por hambre, en un mundo insólito, despreocupado, en donde ¡ellos nos humillan!
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Ellos, la lista escrita con tinta de sangre. Tal vez, por el desconocimiento o la negación indigna de aquellos que dijeron ser primos, hermanos, tíos, madres y padres, amigos y compañeros. , En fin, ¡familia! De alguien que no retrocedió en su deber, el deber de luchar por su derecho a la vida, de luchar por su vida, y entre esa vida se encuentran sus hijos, hijas, sus amigos, sus deseos, sus anhelos, sus profesiones, sus proyectos, sus hogar, su familia. Amigos para él, y ¿Qué es él para sus amigos? ¿Para su familia? Hombres que no dejan de buscar empleos, empleos que son usurpados por la extorsión de ¡ellos! Hombres que son insignificantes para quienes se creen poderosos en un puzle que se desmorona, y se resquiebra pieza a pieza, perdiéndose en las manos de la usurpación. Un mundo de insólita soberbia y colección de corazones miserables, que se infartan como crías de gallos en granjas maltratadas. Hombres que creen ser laureaos y que han venido utilizando sendas y palabras de hombres humildes y de honor, para interpretar laberintos de sus propios y cobardes caminos, en donde no existen llagas en sus cuerpos, ni candelas en sus corazones.
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¡Ellos interpretan sus propias soberbias! Sus prepotencias de grandes señores de hombres olvidados, que se resisten a asestar contra ¡ellos! Los que en la lista de gules son nombrados, por extorsión y asesinato teledirigido, contra la dignidad y la vida. Contra nosotros. Olvidasteis al mensajero, lo dejasteis a su propia suerte. Casi moribundo estuve, y camino del laberinto voy. Lo olvidasteis a su propia suerte, día tras día, año tras año. Por más que se repite la historia, caéis en el mismo y cruel arrebato, en vuestros corazones innobles está la respuesta y el error de vuestro olvido. Un señor, que se precie de ser Señor, debía de conocer, que desde los albores de las Caballerías, sobre el mensajero se dijo: .- ¡Es el Corazón, la mano, la espada y la cabeza del otro Señor! Y si le fallas al mensajero – le has fallado- le fallas al honor. Una sola cosa, significa lo antes dicho., Entre la cobardía y lo que en antaño se conocía como felonía; Entre la crueldad y lo que en el pasado significaba esclavitud; ¡Entre hombres miserables y hombres justos! En ninguno de todos estos, existe ni existirá; ¡Entre hombres necios y hombres serenos! En ninguno de ellos existirá; Entre un lado del pueblo y el otro lado, ¡en ninguno de ellos existirá lugar ni espacio para tal clase de
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desprecio, traición y vergüenza, a esa página de las Caballerías! Donde un día, se describió, y fijó la sagrada figura del Mensajero del Señor. .- Al mensajero y a su caballo, entre un lado y el otro lado. Puentes de plata, respeto y alago. )8( .- Et post haec querimonia
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¿Qué es el Honor? Me preguntó una vez Don Jesús Arrollo, técnico de la Central Nuclear de Almonacid de Zorita. ¿El honor existe? Me preguntó mi compañero. .- Si, si existe Jesús El honor es parte de la abnegación de un hombre por aquello que ama. El honor es morir no por un ideal, sino por una creación, por aquello que has creado con tus manos, con tu corazón, por aquello que te legaron tus padres, abuelos, hermanos, y pueblo. El honor es darle cuerpo y vida a tus palabras, a tu credo a tu verdad. ¿Qué es el honor?
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El honor es a ver servido a tu pueblo con la verdad, con la valentía, sin mirar a tras, sin tener miedo a las represalias, sin ver la obscuridad donde hay luz y vida. El honor es, que después de todo, tus hijos lleven tu sangre o no la lleven, alcen su mirada y te sonrían y digan. Mi padre, mi madre, sirvieron para que este nuevo tiempo sea un tiempo de paz y verdad. Un tiempo de esperanza y un tiempo de Unión. ¿Qué es el honor? El honor es haber vivido sirviendo a mi patria, a mi hija y a mi pueblo. MI ESPAÑA. Y ahora, si cuando despertéis de vuestro letargo, y vuestros corazones bombeen aquiescencia y bondad, y nos encontréis, os suplico señor, digna sepultura, sin cánticos hipócritas por bocas de a quienes suplique justicia y honra. En España a 23 de Octubre del 2017 H2OX7 Fernando de Monreal clavijo
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Fernando de Monreal clavijo
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