Circular nª3

PROGRAMA DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA 2010

Currículum Diseño Curricular Ejes Estructurantes de la Matriz Curricular

Circular Pedagógica Nº 03/10 Julio de 2010

PROGRAMA DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA Silvia Alvarez

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Sobre la noción de Curriculum Varias son las definiciones y concepciones que se le han atribuido al término Currículum, debido a esto una de las características que más lo identifica es la polisemia –en términos de amplitud de significados– y, a la vez, lo diversifica en las interpretaciones y variedad de alcances que sobre él han realizado distintos autores y pensadores del campo científico.

La multiplicidad de significados deviene no sólo a lo que se hace referencia con este término, sino también a posicionamientos diferentes respecto a esa enunciación, es decir, distintos paradigmas, distintos puntos de vista, distintos modos que han sostenido su construcción a largo del tiempo.

Para trazar una línea coherente con la modalidad que asume el currículum en la Universidad, podemos sostener que estamos hablando de un “constructo cultural” que supera ampliamente la idea de concepto abstracto cuya existencia tiene lugar en una dimensión alejada de la práctica humana y educativa.

Por el contrario, el currículo constituye un puente de comunicación entre la teoría y la práctica, enlaza estos dos aspectos de la realidad en un punto de intersección espacio/temporal determinado.

El currículum así enmarcado y contextualizado está sujeto a la variabilidad de formas de percibir, de considerar y de abordar todos los aspectos que pueden estar asociados al campo donde él se inserta y desarrolla. Más que una propuesta educativa uniforme y progresiva en el tiempo, representa un campo de rupturas y discontinuidades.

Al hablar de currículum hacemos referencia tanto a un plan curricular, un diseño, una intención, una prescripción, como a las experiencias educativas que a través de ellas se promueven y, con mayor rigurosidad, a la forma en que ambas entran en relación, en tanto existen mutuamente, se sostienen recíprocamente y perfilan modos de actuación en el interjuego de esa correspondencia.

Las características de la sociedad actual, su resquebrajamiento, el desorden y la crisis que la identifica, la transforma en compleja e incierta; la invariabilidad de los cambios hace fluir elementos y aspectos de la sociedad que constantemente intercambian su presencia en el entretejido social. Es esta variabilidad y este dinamismo el punto de análisis a partir del cual tenemos que pensar el currículum; esta forma de construcción de la realidad es clave para evaluar la relación entre el recorte de elementos culturales que se sintetizan en el currículo, las experiencias educativas que promueve su diseño y las posibilidades de su flexibilidad ante las emergencias de aquél contexto.

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Nos referimos al curriculum representado en la intersección entre la sociedad y su acontecer histórico, al que podremos interpretar identificando las implicancias que la estructura de esa bisagra produce y en la que ingresarán todos los componentes curriculares que son afectados por ello. Deberá encarnar, entonces, los objetivos que imponen a esa sociedad su propio devenir y canalizar sus necesidades objetivas; deberá de-construir y reconstruir sus conocimientos, valores, creencias, formas de vida, hábitos en congruencia con la posibilidad de potenciar su crecimiento y promover su desarrollo.

Pensado así se presenta como un desafío complejo y contradictorio por el sólo hecho que el contorno social y la malla que lo configura es pluridimensional y multirreferencial. Supone el esfuerzo por acercar e intentar representar la realidad y sus intereses en su diseño e implementación, a través de consensos, intercambios, negociaciones, acuerdos. El trabajo curricular se transforma, así, en un proceso permanente de diálogo, de comunicación, de mediación entre la sociedad y la institución educativa.

Conforme a estas interpretaciones, podemos decir que el currículum es una estructura donde se entretejen distintos componentes y elementos que configuran procesos íntimamente interrelacionados –producto de las determinaciones sociales– atravesado por principios, valores, normas. Todo ello, hacen de él un campo liado y no-neutral constituido por incertidumbres y contradicciones, impregnado de modificaciones continuas y sujeto a transformaciones conforme a la imprevisibilidad a la que siempre está expuesto.

Al constituir una herramienta-guía, orienta las prácticas pedagógicas, establece los modos o formas de intervenir en la construcción y reconstrucción de saberes científicos. Por lo tanto, no constituye una formalidad; si bien es cierto establece principios, intenciones educativas, fundamentos para la acción, debe hacer posible la concreción de los mismos, debe materializar todos los aspectos del proyecto educativo, acercando la realidad e insertándola en las aulas.

Su función social será legítima cuando logre plasmar el lazo entre la sociedad y la institución educativa, ateniéndose a las circunstancias reales del contexto que la contiene.

Concebido así, se convierte en territorio de intersección entre las intenciones educativas, los principios del proyecto educativo y la práctica pedagógica que cada profesor desarrolla en su actuación docente, haciendo posible dicho acercamiento El Diseño Curricular: su estructura y organización Como estructura el curriculum puede presentarse organizado de distintas formas, siendo la más común la que se diseña en asignaturas; esto no significa que otras modalidades se perfilen como superadoras desde el marco de paradigmas o formas de pensamiento alineadas a propósitos y políticas educativas más coherentes con las exigencias sociales actuales.

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Cobra importancia, así, la modalidad y estructura que asume el currículum ya que orienta las acciones educativas, pedagógicas y didácticas que promueve. Como espacio de representación y significación social, su filosofía y perspectiva epistemológica, psicosocial y pedagógica fundamentan la logicidad y coherencia de su construcción.

Asumir el diseño basado en la estructuración de ejes y espacios curriculares contenedores de varios cuerpos disciplinares, supera el encorsetamiento producto de la rigidez de los límites que las asignaturas muchas veces imponen y que convierten al curriculum en sitios o compartimentos cerrados, herméticos, impenetrables e impermeables.

Desde una perspectiva que sintetiza las consideraciones vertidas, en la UAI los planes de estudio se diseñan bajo estos principios, son estructurados en una red sostenida por Ejes que conectan la realidad socio-profesional con el conocimiento científico.

La problematización de la realidad constituye la “puerta de entrada” a la formación científica instrumentada por los cuerpos interdisciplinares que configuran los espacios antes mencionados. En ellos, varias asignaciones se vinculan entre sí a partir de problemas reales y constituyen el insumo para convertir el aula en un “laboratorio social”.

En el marco de esta estructura, pueden planificarse actividades de enseñanza y aprendizaje basadas en problemas, situaciones problemáticas y distintos formatos contenedores de aspectos de la realidad socio-profesional. De esta forma, los contenidos se articulan, vinculan y contextualizan a partir de problemáticas sociales, posibilitando que el alumno maneje y aplique marcos teóricos, conceptos, procedimientos, habilidades y destrezas abordadas por diferentes asignaturas desde el trabajo multi e interdisciplinario, haciendo más significativo y socialmente válido el aprendizaje.

Esta modalidad curricular opera facilitando instancias que permitan consolidar los enfoques explícitamente expuestos. El nexo con la realidad configura su legítima identidad, promueve el espíritu inquisidor del estudiante, favorece procesos de indagación, incertidumbre, búsqueda, cuestionamientos, respuestas y afirmaciones a confirmar.

El enlace realidad/conocimiento se transforma en un proyecto de trabajo donde se materializan actividades y experiencias de integración de contenidos; se diseñan programas, proyectos y se vivencia la realidad o la dimensión investigada como objeto de transformación. Todas las acciones centradas en la resolución de las situaciones que emergen de este proceso, promueven la reflexión, la interpretación, la comprensión, la mirada compartida y crítica de la realidad, con los atravesamientos que la conforman y el abordaje multi e interdisciplinario que insoslayablemente se impone.

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Un curriculum organizado y trabajado desde estas perspectivas, articulando sus conocimientos para abordar problemas del entorno social y de su anclaje en la realidad, sólo puede asumirse con posturas abiertas, flexibles, actualizadas y facilitan en el estudiantado la vivencia anticipada de prácticas profesionales reales en el equilibrio de la unidad teoría-práctica. Su concreción puede realizarse desde el primer año de la carrera y progresar en gradientes de complejidad creciente a los largo de todo el trayecto formativo de grado.

La propuesta curricular en torno a ejes estructurantes permite construir a su alrededor, en un orden lógico, los conocimientos que darán lugar a las asignaciones de contenidos que conformarán el Plan de Estudios.

Su implementación requiere de la conjugación de diversas estrategias de enseñanza que hagan girar el eje de la formación en el aprendizaje activo del alumno, en la apropiación integrada de los conocimientos de la carrera, en la actualización que demanda el avance de la ciencia y la tecnología aplicada al campo profesional, descentralizando el lugar del docente y la enseñanza para hacerla girar en el sujeto que aprende y en ese aprendizaje.

► Matriz

curricular por ejes estructurantes:

Ejes socio-profesionales Aluden a grandes problemáticas específicas que se hacen presentes en el campo Profesional. Ellas pueden referir tanto a la formación que se les demanda a los profesionales, a los nuevos espacios que se generan y en los cuales deberá intervenir, como a las insuficiencias teórico-prácticas que los cambios vertiginosos forjan en su evolución.

Para la identificación de las problemáticas que les otorgan legitimidad a los Ejes SocioProfesionales, se realiza un proceso de revisión y consulta en diferentes ámbitos e instituciones de la comunidad académica, profesional, en la comunidad y sus órganos representativos, con el fin de relevar las principales demandas sociales sobre las que debían construirse los ajustes para la actualización curricular vinculada a las carreras.

Estos ejes tienen y tendrán cierta evolución y cambio en el devenir del tiempo y las caracterizaciones del espacio, lo que requiere un nivel permanente de observación de la realidad en que se insertan las prácticas profesionales, a fin de evaluarlos y redefinirlos.

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Para una primera caracterización de estos ejes socio-profesionales cabe indicar que se definen precisamente en referencia a los dos términos imbricados en su unidad: la profesión en su inserción en la sociedad. En ella, existen problemáticas, necesidades que devienen o no en demandas; una serie de prácticas que pueden presentarse como dominantes, prevalentes, exteriorizadas, explícitas; algunas aparentemente en decadencia o contextualmente caducas y otras, que por la dinámica e invariabilidad de los cambios, se proyectan como emergentes o a ser dominantes en el futuro.

En el flujo de esta dinámica, todas las manifestaciones evidentes o implícitas tienen que ser relevadas, analizadas y sistematizadas para tomar decisiones sobre cuáles serían, en términos generales y flexibles, los ejes socio-profesionales que representarían las problemáticas sobre las que los campos del conocimiento científico en general, tendrían que organizarse, estructurarse y ordenarse lógicamente, para dar respuestas epistémicas válidas en vistas a una intervención profesional satisfactoria y adecuada a estos requerimientos.

Con esta modalidad curricular y formativa se pretende superar la dimensión dominantemente profesionalista que caracteriza a la formación de profesionales de grado académico, muchas veces alejados de la sociedad actual y de las necesidades que impone una mejor calidad de vida para cada uno de sus habitantes. Se procura despuntar del horizonte ligado a formarse para sólo ofrecer una determinada clase de servicio, para asumir también la realidad como objeto de transformación y en cuya función la formación universitaria representa una responsabilidad y un compromiso social.

La prestación profesional en sintonía con esta concepción formativa, es asumida como una función de servicio altamente adaptativa y ajustada al entorno de inserción, intervención y actuación profesional. No obstante, la armonía y acomodación que se requiere, tiene que trascender esa inmediatez. La formación y el hacer profesional girará sobre conocimientos y destrezas que, sin descuidar tal centralidad de las prácticas, vaya mas allá de ellas, incluso indagando en ciertos escenarios futuros para actuar sobre situaciones prospectivas, cuya presencia se va instalando en tiempo inmediato. La compleja realidad actual obliga a dominar la inercia que muchas veces prevalece en el escenario universitario, respecto a situaciones prospectivas de altísima mutabilidad.

En ese contexto, los ejes socio-profesionales estructuran el plan de estudios desde la forma de definir y entender el espacio de la actuación profesional en relación a las demandas y expectativas generales de la sociedad, más allá de una eventual dominancia de un modelo de servicios profesionales.

Se convierten de este modo en ámbitos que acreditan análisis, diagnósticos y proyectos relacionados a realidades y demandas sobre cuyas problemáticas se desea intervenir

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Ejes epistémicos Constituyen recortes o áreas del saber cultural y científico, son cuerpos de conocimientos que provienen de campos diversos y permiten el abordaje interdisciplinario del objeto de estudio de una carrera. Los conocimientos aportados por estos ejes, brindan el sustento científico, el saber experto necesario para dar respuesta a las problemáticas socioprofesionales identificadas y se abordan con carácter instrumental a ellas.

En los campos de los ejes epistémicos y en el marco de la formación disciplinar y profesional, co-existen y colaboran mutuamente, diversos conocimientos: los propios y sustantivos de un área disciplinar específica –construidos históricamente y devenidos en saber científico– y otros que exceden el plano disciplinar propio pero que completan y/o complementan el estudio del objeto científico, haciéndolo desde otras dimensiones.

Podemos ubicar acá saberes técnicos, sociales, antropológicos, históricos, culturales, etc.; cada uno de ellos poseen su propia estructura, lógica de sentido y códigos particulares y, desde estos, tributan sus conocimientos para cubrir la complejidad del objeto de estudio y la construcción de otros soportes conceptuales en función de interpretar e intervenir la realidad como objeto de transformación.

Sobre el conjunto amplio de ambos tipos de conocimientos, el estudiante construye los caminos para acceder a su comprensión, en el devenir histórico y cultural en los que las ciencias y las disciplinas se desenvuelven.

El diseño curricular que fundamenta estos planes de estudio enfatiza la importancia y la necesidad de pensar la formación desde la problematización con la que ella está instalada en el medio social, indicando, desde este posicionamiento, las líneas para abordar su desarrollo. Así, se hace ineludible la necesidad de proporcionar herramientas y soportes científicamente comprensivos para la intervención en la realidad, que sean socialmente válidas para el presente del actuar profesional, pero también que abra las posibilidades de vislumbrar la construcción de otras que será necesario interponer para abordar el futuro inmediato.

Esta intencionalidad educativa que subyace en la red curricular de cada plan de estudios, está sosteniendo tanto a los ejes socio-profesionales como a los epistémicos.

En síntesis y ya en el camino del currículo en acción, el proceso de enseñanza y aprendizaje se construye sobre la articulación e integración de los dos conjunto de ejes, los socioprofesionales que nos informan sobre la validez y adecuación de los conocimientos a las necesidades y demandas del entorno donde estos saberes se conjugan para su intervención satisfactoria; y los epistémicos que, como científicos y fundantes de campos del saber, se instrumentan para la construcción de los conocimientos validos para ese fin.

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Esquema de Diseño Curricular por Ejes Estructurantes Ejes Epistémicos Ejes SocioProfesionales Problemática Social1

Eje Epistémico “A”

Eje Epistémico “B”

Cuerpos de conocimientos

Cuerpos de conocimientos

Asignaturas

Asignaturas

Integración InterEjes

Cuerpos de conocimientos

Problemática Social2

Eje Epistémico “C”

Eje Epistémico “D” Cuerpos de conocimientos Asignaturas

Cuerpos de conocimientos

Cuerpos de conocimientos

Asignaturas

Asignaturas

Asignaturas

Integración InterEjes

Cuerpos de conocimientos

Problemática Social3

Asignaturas

Cuerpos de conocimientos Asignaturas

Unidades Transversales

Talleres de Informáticas Idiomas Problemática del Mundo Actual

Espacios de Integración

Seminario-Taller de Integración I, II y III Práctica Profesional Asistida Taller de Trabajo Final-Tesis

En cada propuesta curricular se han legitimado instancias de articulación e integración progresiva que se presentan como cortes artificiales de un recorrido de aprendizaje e implican la conciencia de ir recomponiendo saberes re-ligados en una unidad que ha sobrevivido la descomposición del análisis para fungir como nueva totalidad con sentido, resignificada en la comunión de sus aportes. Los espacios de integración se visualizan en cada plan de estudios como “seminarios de integración”; “talleres de integración”; “seminario-taller de integración”; “trabajo de Tesis”; “taller de Tesis”; “prácticas preprofesionales”; “prácticas profesionales supervisadas”; “práctica profesional asistida”; “taller de trabajo final”; etc. Constituyen instancias que a lo largo del plan de estudios, exigen el trabajo con problemáticas sociales del contexto donde el problema está imbricado en forma de proyectos, trabajos de investigación o indagación, actividades de campo, etc.

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Son cortes “simulados” en el recorrido formativo que promueven la integración multi o interdisciplinaria de los aprendizajes y conocimientos construidos por separado en cada una de las asignaciones que formaron parte de ese recorrido.

Esta integración comporta el sentido de una nueva unidad de conocimientos, donde los saberes se han “recompuesto”, “sintetizado”, “religado” en una nueva totalidad cuyas partes fueron descompuestas y re-compuestas en un nuevo objeto dotado de un sentido diferente y totalizador respecto del cual se partió.

De esta forma, a medida que se van concretando nuevas totalidades en el plan de estudios, las integraciones se van complejizando, subsumen las anteriores y van alcanzando un mayor grado de particularidad y profundización, cada vez más cercanas a las prácticas profesionales legítimas del ejercicio profesional.

CONTEXTO SOCIAL

UNIVERSIDAD

Problemática

de los Ejes Socio‐ Profesionales

Educación y aprendizaje continuo (graduados)

ESPACIO FORMATIVO

Problemáticas profesionales y sociales de la carrera en contexto real

TESIS I Seminarios II III Talleres de Grados de complejidad de los Seminarios‐Talleres de Integración Integración

CONTEXTO SOCIAL SECRETARÍA ACADÉMICA - Silvia Alvarez

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Sentido y fundamentos de los Seminarios-Talleres de Integración Dada la modalidad que deben tener estos Seminarios, es necesario enmarcarlos en la línea curricular del Plan de Estudios, en sus fundamentos y deben responder a la intencionalidad pedagógica para los que fueron creados.

Los Profesores que los asumirán tienen que conocer y hacer consciente la importancia de la integración gradual de los conocimientos que promueven los Seminarios-Talleres.

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No es justo ni esperable que estos espacios se conviertan en la producción dislocada de “monografías” o “estudios de casos” atomizados en su análisis; por el contrario deben representar la posibilidad de que, con distintas estrategias metodológicas y devenidas de las problemáticas de los ejes socio-profesionales, el alumno tenga efectivamente la posibilidad concreta de re-componer saberes, relacionando e integrando los aprendizajes realizados. Estos saberes de carácter interdisciplinarios serán legítimamente instrumentales a la resolución de la situación que se le plantea.

El sentido es el trabajo de campo asumido como proyecto, eje para la integración de saberes desarrollados hasta el momento; por lo tanto a medida que se van implementando los Seminarios reciclan lo anterior para progresar en nuevas construcciones, avanzando e integrando los conocimientos en orden de mayor complejidad y profundidad, de ahí el estilo espiralado del plan.

Las Unidades transversales conforman espacios que recorren al plan de estudios en las propuestas curriculares de cada una de las carreras de la UAI; son asignaciones que conforman temáticas relacionadas con las dimensiones de la problemática actual; con la iniciación de la alfabetización académica a partir del acercamiento a la problemática del pensamiento científico; con la alfabetización informática, a través de los talleres de informática y con el conocimiento de distintos niveles de idiomas. Estas asignaciones pueden recibir el nombre de “Problemática del Mundo Actual”; “Introducción al Pensamiento Científico”; “Metodología de la Investigación”; “La Investigación y sus métodos”; “Formulación de Proyectos e Investigación Aplicada”; “Talleres de Informática”; “Informática”; “Inglés”; “Portugués”; “Francés”, etc.

Actividades de integración en el marco de los Ejes Socio-Profesionales:

A continuación se presentan esquemas que tienen como objetivo identificar cómo pueden plantearse relaciones y articulaciones entre las asignaturas comprendidas en los espacios curriculares pertenecientes a cada Eje Socio-Profesional. Al constituir los bloques de contenidos la respuesta científica a las problemáticas que aquéllos plantean, aportarán conocimientos pertinentes, los que enlazados unos con otros, representarán un modelo posible de integración conforme la naturaleza del problema abordado.

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La interrelación contenidos de las asignaturas que indefectiblemente abonan a cada Eje Socio-Profesional puede admitir las siguientes conexiones.

Asignaturas (X)

EJE SOCIO-

Años de la Carrera

X2

X3

X4

X5

(1)

1º Año 1

PROFESIONAL

(Ejemplo: “El entorno social y la profesión”)

X1

2º Año

3º Año 4º Año

1

Las flechas son los conectores o los enlaces que indican el grado de relación existente entre cada bloque de contenidos y su intensidad representa la fuerza o la interdependencia que los vincula. Para que se cumplan las relaciones determinadas por la lógica interna de cada bloque de contenidos, es necesario que los profesores elaboren estrategias de intervención docente a través de actividades de Articulación e Integración Curricular. Estas experiencias permitirá demostrar que de esta interrelación, en distintos niveles de complejidad, surge de la respuesta multi e interdisciplinaria a la problemática representada por el Eje Socio-Profesional.

Para la coordinación y realización de esta tarea, es preciso ser consciente y tener en cuenta los “procesos que se ponen en juego”; los “recursos humanos con los que se cuenta” y las “condiciones en las que se desarrollan estos procesos” Recordar: La puerta de entrada para generar este sistema de relaciones son los Ejes Socio-profesionales, por lo tanto es condición primera determinar el alcance de sus conceptualizaciones, sabiendo que los conocimientos científicos son instrumentales para abordar esa parte de la realidad profesional como objeto de transformación.

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MATRIZ DE INTEGRACIÓN CURRICULAR Asignaturas pertenecientes a un Eje Socio-Profesional distribuidas en cuatrimestres Cuatrimestres Asignaturas (X) Años de la Carrera

EJE SOCIO-

1º Año

Primer Cuatrimestre

XA

Segundo Cuatrimestre

XB

XC

2

PROFESIONAL (Ejemplo: “El entorno social y la profesión”)

2º Año

3º Año

4º Año

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